Nieto Ferraez Maxi-¿Cómo Funciona La Economía Capitalista-2
Nieto Ferraez Maxi-¿Cómo Funciona La Economía Capitalista-2
Nieto Ferraez Maxi-¿Cómo Funciona La Economía Capitalista-2
escolar
YWf!YO
PREFACIO
1a edicin, 201 S
PRLOGO
...
PRLOGO
poltica, precisamente para hacer su crtica, entonces resulta ms discutible negar la pertinencia de una eventual demostracin de la TLV,
enfrentada a las potenciales demostraciones de las otras teoras del valor
que defienden economistas y filsofos no marxistas.
Pero, como deca, las aportaciones de este libro a los principales debates dentro de la TLV marxiana son mltiples y valiosas, y a continuacin pasar a mencionar solo algunas de las que me parecen ms
importantes.
Por una parte, una reivindicacin fundamental del concepto de equilibrio en Marx, aun reconociendo que las situaciones reales en la economa capitalista son por lo general situaciones de desequilibrio. En este
sentido, sin duda el autor sintoniza mejor con la aportacin de Rubin que
con la de los estudiosos que comparten la interpretacin TSS (Temporal Single System) de la TLV, aunque no llegue a plantear la TLV de
Marx como un sistema de equilibrio general alternativo al sistema
walrasiano (cosa que creen algunos autores marxistas y no marxistas).
Por otra parte, una negacin de las transferencias de valor la
Gouverneur, que el autor prefiere sustituir por un conjunto de productividades de valor diferente por parte de trabajos que se hallan en momentos diferentes de la transicin desde el trabajo concreto al trabajo
abstracto. Maxi Nieto afirma que solo se puede cuantificar con un reloj
el trabajo concreto de los diferentes productores ahora bien, habra que
sugerirle considerar la hiptesis de que, a nivel agregado, la masa global
de trabajo abstracto se contabilice como idntica cantidad de horas de
reloj que la suma total de los trabajos concretos, lo cual permitira comprender mejor hasta qu punto la reduccin de trabajo concreto a trabajo abstracto no es sino una redistribucin de un mismo total entre
diferentes subconjuntos parciales de trabajo.
Hay tambin en el libro una defensa del enfoque social de la teora del valor frente al enfoque fsico o fisicalista . Es verdad que
Marx critic amargamente la falta de un enfoque social o histrico de
los problemas econmicos, pero a mi juicio no siempre vio un problema en la perspectiva fsica para analizar determinadas cuestiones
de la TLV. Por ejemplo, Brdy ha recordado cmo los Grundrisse contienen una tabla input-output avant la lettre expresada en trminos fsico-tcnicos , sin que ello la haga incompatible con el enfoque
Social , sino todo lo contrario.
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INTRODUCCIN
LA TEORA DEL VALOR-TRABAJO DE MARx
COMO TEORA GENERAL DE LA DINMICA CAPITALISTA
Este trabajo propone un anlisis sistemtico y detallado del funcionamiento de las economas capitalistas desde la teora del valor-trabajo de
Marx. Como es sabido, Marx expuso los fundamentos de la teora con
la que pretenda estudiar el modo de produccin capitalista en El Capital, una obra inacabada cuya estructura comenz a perfilar a finales de
la dcada de 1850 y de la que, pese a dedicarse en exclusiva a ella hasta
el final de su vida, solo lleg a concluir un nico libro, publicado en 1867
con el ttulo de El proceso de produccin del capital, de los cuatro
previstos en el plan original. Teniendo en cuenta, por tanto, el carcter
inconcluso de su proyecto de investigacin, as como el enorme desarrollo y profundas transformaciones experimentadas por el capitalismo
mundial desde la poca en que Marx escribi, resulta ineludible preguntarse entonces hasta qu punto su anlisis de este modo de produccin
puede resultar pertinente para explicar su configuracin y funcionamiento
actuales.
Lo primero que corresponde hacer para responder a este interrogante y justificar el marco terico de referencia elegido es aclarar que el
estudio del modo de produccin capitalista en El Capital tiene un carcter estrictamente terico-abstracto, siendo el objeto de la investigacin
su estructura misma como modo de produccin especfico, es decir: las
relaciones sociales fundamentales que definen al capitalismo en cuanto
tal y lo distinguen de otros sistemas sociales anteriores (como el esclavismo o el feudalismo), y no la historia de su desarrollo o la forma concreta que llega a adoptar en algn momento determinado, como pudiera
ser la Inglaterra de mediados del siglo XIX. Marx deja claro este propsito
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INTRODUCCIN
analiza el modo de produccin capitalista y expone el sistema de relaciones sociales en que consiste, pero lo hace a travs de la crtica o
fundamentacin de la economa poltica, trazando las coordenadas tericas que la definen, delimitando aquello de lo que le corresponde ocuparse como disciplina cientfica, construyendo en definitiva un
determinado objeto de conocimiento.
Pensemos que fundar una ciencia, abrir un cierto mbito de la realidad al conocimiento cientfico, consiste siempre -antes de cualquier
consideracin sobre el mtodo, la formulacin de hiptesis, o antes de
proceder al acopio de informacin- en construir un determinado objeto
de conocimiento. Se trata de fijar con la mxima precisin posible el sistema de distinciones conceptuales fundamentales que permitan establecer con absoluta nitidez, evitando cualquier tipo de ambivalencia,
qu es aquello de lo que la investigacin pretende ocuparse y, en consecuencia, qu otras cosas quedan fuera del campo de intersj o dicho
de otro modo: toda ciencia tiene como presupuesto bsico el de formular las preguntas fundamentales que habrn de orientar su investigacin.
Pues bien, en el caso de la economa poltica, debido a la naturaleza social
de su objeto de estudio, solo si tomamos como eje del anlisis el trabajo
humano -entendido como actividad central del hombre encaminada a
satisfacer sus propias necesidades de subsistencia o reproduccin- ser
posible desvelar el sistema de relaciones sociales en que consiste el modo
de produccin capitalista. A este respecto, la nocin de valor-trabajo
constituye para Marx el punto de partida ineludible de toda investigacin cientfica en el campo de la economa poltica, y no por algn prejuicio de carcter poltico, ideolgico o moral suyo, sino por exigencias
que impone el propio objeto de estudio para ser efectivamente conocido3. Tomar como base de todo el anlisis econmico la actividad laboral del hombre -partir por lo tanto de la nocin de valor-trabajo- es,
a juicio de Marx, lo que diferenciara precisamente a la economa poltica clsica, que ha investigado la conexin interna de las relaciones
de produccin burguesas, de la economa vulgar -de la que es heredera directa la economa neoclsica dominante en la actualidad-,
que no hace ms que deambular estrilmente en torno de la conexin
aparente de esas mismas relaciones y se limita a Sistematizar de ma-
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nera pedante las ideas ms triviales y fatuas que se forman los miembros
de la burguesa acerca de su propio mundo 4 nicamente si partimos
del trabajo como actividad especficamente humana, distinguindolo
radicalmente del funcionamiento de las mquinas o del uso de los animales en el proceso productivo, resulta posible explorar y desvelar propiedades y relaciones sociales fundamentales de la sociedad que se
analiza: de entrada, determinar lo que les cuesta a las personas (y no a las
mquinas, a la naturaleza o a los animales de los que se hace uso) reproducir peridicamente sus condiciones materiales de existenciaj y por
otro lado, al considerar la relacin que se establece entre el trabajo y la
propiedad (sobre los productos de ese trabajo), se podr descubrir tambin la existencia de una relacin de explotacin como base de la sociedad capitalista, con la apropiacin por parte de los propietarios de las
condiciones materiales de produccin del producto social excedente
que crean colectivamente los trabajadores.
Todas estas consideraciones resultan esenciales de cara a establecer
el significado preciso de la teora del valor-trabajo de Marx. Y es que en
El Capital la cuestin del valor no se reduce en modo alguno a la problemtica tradicional de los precios, a la necesidad de encontrar una
magnitud homognea que nos permita comparar entre s cosas heterogneas y poder explicar de este modo las proporciones regulares de cambio que se establecen en el mercado. En la obra de Marx la cuestin del
valor hace referencia a algo mucho ms esencial como es el anlisis de
la forma de organizacin capitalista de la produccin, un sistema en el que
los diferentes trabajos se ejercen de manera independiente los unos de
los otros y donde, como consecuencia de ello, tanto la articulacin de
la divisin social del trabajo como el mecanismo de extraccin y apropiacin del excedente por parte de la clase dominante tienen lugar a travs de relaciones mercantiles, que son relaciones de valor expresadas
en dinero 5 Una lectura atenta de los tres captulos que conforman la
Seccin Primera del Libro I -y muy particularmente del apartado El
carcter fetichista de la mercanca y su secreto- deja claro que en el
anlisis de Marx la categora de valor alude a la forma que adoptan las
relaciones sociales entre los productores en un marco mercantil, cuando la
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INTRODUCCIN
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I NTRODUCCIN
investigando y donde aspectos centrales de la dinmica capitalista quedan ocultos, como la cuestin de quin genera el excedente social, quin
se lo apropia, a travs de qu mecanismos, qu leyes econmicas se derivan de ello, etc.
La investigacin de Marx acerca de la forma de organizacin social
capitalista incluye tambin -y este es un aspecto esencial de su teora
que no siempre se comprende bien- un anlisis de las formas objetivas
de representacin que ella misma genera en su funcionamiento espontneo. El hecho de que en el capitalismo todo el proceso de produccin
y reproduccin econmica se articule por medio del intercambio mercantil, donde los productores no se relacionan entre s de manera directa, a travs de vnculos personales de dependencia -como sucedera,
por ejemplo, con la servidumbre feudal o la reglamentacin gremial en
la Edad Media-, sino que lo hacen de forma indirecta, a travs del intercambio de sus productos, tiene un efecto ideolgico fundamental.
Marx lo denomina fetichismo mercantil, y consiste en que la relacin
social entre productores se presenta en la forma de una relacin entre cosas
que se intercambian -las relaciones sociales aparecen as cosificadas-,
haciendo que el carcter social del trabajo representado en el valor se
les aparezca a los individuos como una propiedad objetiva de las cosas
mismas. Esta representacin mistificada de las relaciones sociales es la
que toma como base, sin sondear sus fundamentos, la economa convencional, que les atribuye valor a las cosas con independencia del contexto social, como si fue se un atributo natural suyo. Precisamente
porque cosifica y naturaliza el valor, despojndolo de su dimensin social
-expresin de la forma de organizacin mercantil de la produccin- , la
economa vulgar pretende partir directamente de los individuos y
sus actuaciones en la esfera de la circulacin, dando por supuesto el
marco social -la produccin atomizada de bienes y servicios- que se
quiere explicar. Y como en la circulacin solo concurren individuos libres e iguales en tanto que propietarios de mercancas, las clases sociales
y la explotacin del trabajo desaparecen del anlisis. Lo que Marx somete a revisin con su crtica de la economa poltica es precisamente la pretensin de explicar las relaciones econmicas capitalistas a
partir de los conceptos jurdicos de libertad, igualdad y propiedad, que
corresponden a la esfera de la circulacin (no as, desde luego, la concepcin jurdica moderna en cuanto tal, ni los conceptos a ella asocia-
De ah que, como veremos en su momento, la teora del valor solo se aplique a los
bienes reproducibles mediante trabajo.
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Guerrero, 1997.
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INTRODUCCIN
cin del capital, por desigualdades sociales crecientes y crisis econmicas recurrentes.
***
Habamos arrancado esta Introduccin advirtiendo de que El Capital
es una obra inacabada. Tambin reconociendo que el capitalismo ha experimentado importantes transformaciones desde que fue escrito. Pero
si se entiende ahora, despus de todo lo sealado, el significado del proyecto terico que representa, podr comprenderse tambin que la obra,
aun incompleta, proporciona los fundamentos necesarios para descubrir
la lgica reproductiva y la dinmica del modo de produccin capitalista.
Marx lleva a cabo en El Capital un anlisis estrictamente estructural referido al tipo de lgica que opera en las sociedades donde domina la produccin capitalista. D e hecho, su anlisis est suponiendo una sociedad
en la que toda la riqueza adquiere la form a de m ercanca, cuando es evidente que esto est lejos de ser lo que sucedi durante sus aos de vida.
Las leyes que analiza dan cuenta de un mundo que ap enas comenzaba
a despuntar y que pareca circunscrito a unas escasas reas de reciente
industrializacin en el continente europeo.
Preguntar, como hacamos al inicio, qu sentido puede tener h oy un
anlisis econmico basado en la obra de Marx (y no, por ej emplo, en la
de Ricardo, M enger, M arshall o Sraffa, por citar solo algunos autores
destacados en la historia del pensamiento econmico) ha de entenderse
entonces como la pregunta por aquellas coordenadas tericas que nos
sitan en mejores condiciones para dar cuenta de la manera ms precisa
p osible de la naturaleza y funcionamiento de la sociedad capitalista en
que vivimos, descubriendo cul es su lgica reproductiva y deduciendo
las principales leyes que la definen. Y en relacin a ello este trabajo pretende mostrar la potencia analtica del pensamiento de Marx de cara a
comprender nuestro presente, un tiempo marcado por la mundializa9
Para asegurar su continuidad en el tiempo y mantener la riqueza material al menos en la misma escala, toda sociedad necesita reconstituir peridicamente su propia capacidad productiva. La condicin bsica para
la reproduccin econmica de la sociedad ser, pues, que al final del
proceso productivo global se consigan reemplazar los elementos con sumidos durante su curso. Esto significa que una parte del producto total
generado por la economa en un ao ha de permitir la reposicin de los
medios de produccin desgastados (maquinaria, herramientas, instalaciones, materias primas y productos auxiliares, etc.) y otra parte habr
de suministrar los medios de consumo necesarios para la subsistencia
de los propios productores (de acuerdo con el nivel de vida vigente) la
suma de estos dos componentes forma el producto necesario de una economa. Si el producto total anual sobrepasa los requerimientos de repro duccin del sistema que representa el producto necesario, aparece un
excedente. Ahora bien, en la medida en que el trabaj o total de la sociedad
es la base de la produccin global, el origen del producto excedente ser
necesariamente un trabajo excedente.
La existencia de un producto social excedente representa una circunstancia trascendental en la historia de la humanidad, pues abre la
posibilidad de que una parte minoritaria de la poblacin pueda aparselas -por procedimientos que van a ser muy variados de una sociedad
a otra- para vivir a costa del trabajo de los dems, obteniendo su sustento material sin necesidad de contribuir a la elab oracin del producto
social, gracias a su control-a travs de alguna forma de derechos de propiedad- sobre los principales recursos pro ductivos de la sociedad. A la
apropiacin sin contrapartida de los productos del trabajo ajeno por
parte de una minora propietaria de las condiciones materiales de produccin es a lo que se denomina explotacin. Es por tanto un trmino
estrictamente tcnico que alude al hecho de que los productores no solo
producen su propio sustento (conforme a las condicion es n ormales de
vida existentes en cada momento), sino tambin el del sector de lapo-
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INTRODUCCIN
blacin que controla los medios de produccin) la clase social dominante para la cual se ven forzados a trabajar gratuitamente durante un
determinado tiempo.
Pues bien lo que distingue a unas sociedades de otras a lo largo de
la historia no es el nivel de desarrollo alcanzado por las fuerzas productivas como tampoco la mayor o menor complejidad en la divisin social
del trabajo) sino la forma en que se organiza la produccin social) o ms
exactamente el tipo de relaciones sociales por medio de las cuales se articula todo el proceso reproductivo de la sociedad) tanto en lo relativo
a la asignacin del trabajo a las distintas tareas como en lo que hace al
dispositivo de extraccin y apropiacin del excedente de los productores por parte de la clase dominante. Y a este respecto resulta esencial
apreciar la particularidad histrica del modo de produccin capitalista
frente a cualquier otra forma anterior. Veamos por qu:
y por eso mismo transparente inmediatamente visible a los ojos del explotado) de ah el protagonismo de los dispositivos poltico-militares
(adems de otros de carcter religioso) de dominacin social. Asimismo) la articulacin social por medio de lazos personales determina
que la finalidad de la explotacin en estas sociedades sea el consumo
(generalmente suntuario) de la clase dominante y solo espordicamente la ampliacin de la propia capacidad productiva de la sociedad
(la inversin).
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INTRODUCCIN
ra, pero no, desde luego, a la ciencia social. Para esta distinguir la actividad laboral humana de la operacin de las mquinas y los animales en
el proceso de produccin no es una opcin analtica entre otras posibles, sino uno de sus elementos constitutivos como ciencia que se
ocupa de asuntos especficamente humanos. En realidad, el propsito
no confesado de esas otras posibles contabilidades no laborales de la
reproduccin econmica -que se concretaran en otras tantas teoras
del valor- no es otro que el de ocultar el hecho de que la sociedad capitalista descansa sobre la explotacin del trabajo -que el sustento de la
clase propietaria de los recursos productivos se logra a costa del trabajo
de la clase no propietaria-; y tambin el hecho de que la finalidad de
una economa basada en la competencia no es satisfacer las necesidades
sociales sino el lucro: rentabilizar una inversin aumentando el excedente en manos de la minora propietaria, lo cual determina un funcionamiento ciego y anrquico de la produccin global, al que se subordinan
las necesidades de la poblacin, un funcionamiento que no permite su
control social para orientar el desarrollo econmico hacia metas democrticamente establecidas.
Con la teora del valor-trabajo Marx se propone llevar a cabo una
contabilidad laboral de la reproduccin econmica, explicando cmo
funciona y cmo logra reproducirse una sociedad basada en la produccin generalizada de mercancas. En la medida en que muestra que el
valor acta como principio regulador de la economa capitalista, la teora del valor-trabajo es una teora general del funcionamiento y la dinmica
capitalista con dos dimensiones fundamentales:
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Ramos, 2009.
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I NTRODUCCIN
que en el capitalismo la extraccin del excedente social de los productores tiene lugar por va mercantil, a travs de relaciones de valor.
libros, tres tericos y un cuarto dedicado a la revisin crtica de la historia de la economa poltica. Entre 1863 y 1865 redacta el primer borrador de los tres libros tericos y en 1867 publica el Libro I, del que
aparece una segunda edicin en 1872 con modificaciones sustanciales
respecto de la primera. Entre 1868 y 1881 contina trabajando en distintos manuscritos para los Libros II y III, pero no concluye ninguno.
Lo que hoy se conoce como Libros II y III es una edicin pstuma que
compuso Engels a partir de borradores en estado muy fragmentario y
redactados en momentos diferentes, los cuales reflejan niveles de maduracin terica muy distintos (los del Libro III por ejemplo son anteriores a la fecha de publicacin del Libro I) . A fin de hacerlos ms
accesibles al pblico Engels introdujo modificaciones importantes, que
van desde la ordenacin y los ttulos de los epgrafes hasta la redaccin
de captulos enteros (como el captulo IV del Libro III o el Apndice
titulado La ley del valor y la tasa de beneficio , en el que la nocin de
circulacin simple de mercancas con la que Marx describe la superficie de la sociedad capitalista se convierte en produccin mercantil
simple de tipo precapitalista, lo cual influy decisivamente en la interpretacin de la estructura lgica de El Capital).
Si desde la conclusin del Libro I en 1867 hasta la fecha de su muerte
en 1883 Marx no se decide a publicar nada ms, pese a tener los manuscritos para los Libros II y III, es sencillamente porque quedan autnticos
nudos tericos sin resolver (y no meras cuestiones formales de exposicin). As pues, debido al carcter inacabado de la obra, cualquier investigacin sobre la economa capitalista que pretenda tomar como
referencia a Marx estar obligada a ensayar alguna va interpretativa (o
bien a inscribirse en alguna de las ya existentes) sobre los diferentes aspectos que quedaron incompletos, sobre la articulacin de las distintas
dimensiones de su anlisis y, en definitiva, acerca de la forma de cerrar el sistema.
Ahora bien, lgicamente esto no puede significar que cualquier interpretacin sea vlida, pues es evidente que hay propuestas de lectura
incompatibles con los fundamentos tericos que Marx dej planteados
y que no asumen el ncleo problemtico de su teora del valor. A este
respecto, el criterio que hemos seguido para desarrollar los aspectos incompletos en El Capital ha consistido en tomar como base el Libro I, el
nico publicado y revisado despus por el propio Marx; en particular
2) Otra dinmica, referida al anlisis de la pauta cclica del proceso de reproduccin capitalista, que sigue una secuencia irregular de
expansiones y contracciones (o crisis) recurrentes de la actividad general generada endgenamente a partir de la relacin contradictoria que
se establece entre acumulacin (reinversin del excedente) y rent~bili
dad, donde a medida que se acelera la primera variable tiende a erosionarse la segunda, causando las peridicas crisis capitalistas.
3. LA OBRA DE REFERENCIA
Marx comienza a definir su proyecto terico de investigacin del modo
de produccin capitalista, al que denomina crtica de la economa poltica, a finales de la dcada de 1850, despus de un periodo inmediatamente anterior -cuyo inicio coincide con su traslado forzado a
Londres en 1849-, en el que se dedica al estudio exhaustivo de toda la
economa poltica y muy especialmente del sistema de Ricardo. A partir
de entonces y hasta el final de su vida este ser su nico tema de estudio,
el proyecto al que dedicar todos sus esfuerzos, si bien nunca llegar a
concluirlo.
En su primera formulacin, la de los manuscritos de 1857-1858, publicados pstumamente con el ttulo de Grundrisse en 1939-1941, el
plan general de la obra constaba de seis libros dedicados al capital, la
propiedad de la tierra, el trabajo asalariado, el Estado, el comercio exterior y el mercado mundial. En 1859 publica un primer cuaderno
dentro de este proyecto: la Contribucin a la crtica de la economa poltica, dedicada al anlisis de la mercanca y del dinero. Aunque en los
aos siguientes, entre 1861 y principios de 1863, sigue trabajando en
distintos manuscritos pertenecientes a ese mismo plan (el principal de
los cuales constituir las Teoras sobre el plusvalor publicadas por Karl
Kautsky entre 1904 y 191 O), finalmente detiene ah su desarrollo y decide no publicar nada ms.
En torno a 1863 Marx abandon definitivamente su plan original de
seis libros y lo sustituy por una obra distinta e independiente de la anterior, que llevara el ttulo genrico de El Capital y como subttulo Crtica de la economa poltica. El plan de esta nueva obra abarcaba cuatro
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I NTRODUCCI N
proporciones habituales de cambio que se dan en el mercado),localizada en el primer captulo del Libro I, sino que debe entenderse como
una teora general de la dinmica capitalista que se despliega a lo largo
de los tres Libros.
4. PLANTEAMIENTO Y ESTRUCTURA DEL LIBRO
Este libro es una introduccin al anlisis del modo de produccin capitalista desarrollado por Marx. Para su comprensin general no se requiere ningn tipo de conocimiento especfico previo (ni de economa
ni de marxismo), pero s cierta atencin para seguir adecuadamente la
secuencia de pasos que conecta los distintos conceptos que se van introduciendo. El propsito fundamental es mostrar que la teora del
valor-trabajo expuesta globalmente, pero no por completo desarrollada
en El Capital constituye el marco fundamental para construir una teora
general del funcionamiento y la dinmica del modo de produccin capitalista. Se trata de reivindicar este marco terico como un todo coherente en sus fundamentos, mostrando que tanto la teora de los precios
relativos y la explotacin como la teora de la acumulacin, la distribucin y la crisis se asientan sobre la categora de valor, por lo que la microeconoma y la macroeconoma de Marx estn orgnicamente
conectadas. Mi planteamiento es que en El Capital, como sucede con
cualquier otra obra esencial en la historia del pensamiento, no hay propiamente partes que pudieran reivindicarse o rescatarse aisladamente frente a otras descartables (es habitual que unos se queden con
el anlisis de clase, otros con su teora de la explotacin, otros con la de
la acumulacin y la crisis, etc.), como pretenden las lecturas convencionales (marxistas o no) lo que hay es una secuencia de pasos lgicos
-aunque no desarrollada en su totalidad- dentro de un mismo proceso
constructivo encaminado a investigar y exponer el sistema completo de
relaciones sociales y econmicas en que consiste el modo de produccin
capitalista.
Es preciso advertir aqu que el estudio que presento no tiene ninguna
pretensin de originalidad. Se basa en buena medida en ideas y argumentos ya desarrollados por otros autores y toma como marco interpretativo general la obra de Felipe Martnez Marzoa, especficamente
sus trabajos dedicados a Marx o con referencias directas a l. Lo que s
he pretendido, dado que se toma como referencia una obra inacabada,
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INTRODUCCIN
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PRIMERA PARTE
CAPTULO
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respecto al cual las distintas mercancas contarn solo como una determinada cantidad. El anlisis de la mercanca se completa (apartado 3)
con la presentacin de la gnesis lgica del dinero, donde se muestra la
necesidad de que el valor se exprese en un equivalente general, encarnacin universal del trabajo abstracto, del que se sealan tambin sus diferentes funciones tcnicas para el intercambio mercantil.
Para finalizar (apartado 4) se ver cmo la distincin entre un contenido de valor que no comparece como tal (el trabajo abstracto) y su
forma de manifestacin necesaria (el valor de cambio) constituye la
base para exponer una caracterstica esencial del tipo de sociedad que
se est analizando, pues una cosa es que el sistema mercantil funcione
efectivamente con arreglo a la nocin de valor -lo cual ocurre de forma
espontnea, sin que quienes participan en las relaciones de cambio
deban ser conscientes de este hecho en ningn momento- y otra cosa
muy distinta la interpretacin que de s mismo genera el sistema en su
propio funcionamiento, que solo reconoce las relaciones cuantitativas
de cambio, sin alusin positiva a ninguna Sustancia de valor o trabajo abstracto, todo lo cual servir para mostrar, en definitiva, que una
cosa es la estructura econmica o ley del valor y otra distinta su proyeccin ideolgica.
l.
sincrnico, como partes de un mismo modelo o estructura, mostrando que para que
exista propiamente mercanca, debe haber necesariamente tambin dinero, plusvalor
y capital.
2
Obviamos de momento, porque no afecta aqu al problema de fondo, el hecho de
que el intercambio no sea directo sino mediado por dinero.
3
Martnez Marzoa, Estado y legitimidad, 1999.
36
37
Con todo lo sealado hasta aqu se podr comprender ya en qu preciso sentido la nocin de mercanca que estamos exponiendo comporta
la definicin del sistema de todas las cosas y la construccin de una
nica estructura, pues designa, como se ha visto, un determinado modo
de ser que a quien compete (o no) es a las cosas en general. Por esta
razn, la definicin del sistema implica, al propio tiempo, la delimitacin
de un determinado mbito histrico frente a otros. A este sistema de las
cosas como mercancas -0 como luego se ver, al sistema de las dependencias recprocas entre individuos independientes entre s que se han
desprendido de sus lazos naturales y se reconocen solo como propietarios de ellas- es a lo que la tradicin moderna de pensamiento denomina sociedad civil (por contraposicin a la esfera pblica del
Estado y del derecho), y es precisamente la anatoma de dicho sistema -y no su desarrollo histrico, la descripcin de alguna de sus fases
o su concrecin particular en algn determinado momento-lo que pretende estudiar Marx con su proyecto terico de una crtica de la economa poltica 4
1.2.
1.2.1.
38
39
igualarse con cualquier otro si lo hace en alguna proporcin determinada ( xA con yB, o con zC ... ) , de donde se sigue que en cada momento
- esto es, sincrnicamente- todos esos diferentes valores de cambio posibles de una misma mercanca (tantos como tipos de mercancas distintas a ella existan en la situacin considerada) deben ser Sustituibles
entre s o de igual magnitud 8, es decir, que han de ser en algn sentido
interequivalentes; de tal modo que si, por un lado, yB se cambia por xA
y, por otro, zC se cambia tambin por xA, entonces yB y zC deben cambiarse a su vez entre s (es decir: yB = zC), de donde se concluye, lgicamente, que:
5 Y en
40
xA =yB = zC = ...
K, I, p. 45.
H einrich, 2008, pp. 58-59.
41
misma del marco mercantil, donde cada participante busca en todo momento la mejor opcin posible, se impone de manera solo tendencial, a
travs de continuas oscilaciones (por ejemplo, la camisa unas veces podr
cambiarse por 49 bolgrafos y otras por S 1). Pero si no fuese posible reducir la natural accidentalidad de cada acto particular de cambio a algn
tipo de norma reguladora, podra suceder entonces que un da una camisa se cambie por SO bolgrafos y al da siguiente suceda al revsj o que
un coche se cambie por veinte motocicletas, y poco ms tarde exactamente a la inversa, la motocicleta por veinte coches . . . o un neumtico
por un coche y cosas similares, todo lo cual es evidentemente absurdo y
no tiene conexin alguna con lo que sucede en la realidad 10
La condicin de equivalencia descubierta pone de manifiesto entonces que al marco mercantil le es inherente la existencia de una determinacin objetiva de las relaciones de cambio. Pero esto no significa, por las
razones anteriormente expuestas, que dicha condicin se cumpla en cada
acto particular de cambio - es decir, que las mercancas se intercambien
siempre, de jacto, de acuerdo con la proporcin establecida por dicho
principio-, sino algo bien distinto: que solo pueden tener carcter estructural o estable -conformando puntos de equilibrio de los intercambios efectivamente realizados- aquellas relaciones que impidan (o ms
exactamente, que tiendan a impedir) la sistemtica obtencin de ganancias en el mercado. Y solo si los intercambios particulares estn estructuralmente regulados y las proporciones de cambio se ajustan unas a
otras (a travs, como es natural, de los pertinentes tanteos) ser posible
juzgar si alguien gana o pierde en cada transaccin particular.
El reconocimiento de la intercambiabilidad -o sustituibilidad sincrnica- de los diferentes valores de cambio entre s nos est indicando,
por lo dems, que la determinacin del valor de cambio de una mercanca no puede ser nunca un fenmeno aislado, relativo a la mercanca
considerada individualmente, sino que se trata de un proceso global,
expresin de un marco relacional impuesto como una determinacin
del sistema en su conjunto, pues supone simultneamente la determinacin del valor de cambio de todas y cada una de las dems mercancas
(en efecto, averiguar el valor de A supone necesariamente averiguar la
10
Tampoco la escasez explica esas diferencias cuantitativas, pues las motos, siguiendo
con el mismo ejemplo, son habitualmente menos abundantes que los coches y sin embargo valen menos.
42
43
dos valores absolutos 11 As por ejemplo1si un coche se cambia regularmente por 10 motos1ser porque cada coche contiene 10 veces ms que
una moto determinada propiedad que comparten (donde A = coche1B
= moto y y1x = 10).
2) Por otro lado1que la propiedad comn que buscamos1el contenido
o sustancia de valor que se expresa en el intercambio1 no puede ser
ninguna caracterstica fsica de las cosas. En efecto1en la medida en que
el intercambio lo es siempre1por definicin1 entre mercancas cualitativamente distintas1 lo que se iguala en las diferentes transacciones no
podr ser ya nada relativo a la dimensin cualitativa de la mercanca (es
decir1a su valor de uso) 1pues todo lo referido a dicha dimensin (cualquier propiedad fsica o sensible de la cosa) queda abstrado en la relacin de intercambio1donde por principio las mercancas implicadas no
tienen por qu compartir ninguna propiedad material.
El tipo de objetividad inherente al intercambio universal -es decir1
al sistema de las cosas en cuanto mercancas1 o si se prefiere a la <<SO ciedad civil - tiene as1 en palabras de Marx1 una naturaleza abstracta1 espectral o puramente social 1imposible de aprehender
directamente1 de forma sensible. Tan solo comparece en las relaciones
de cambio de unas cosas con otras1 en su forma de manifestacin1pues
no siendo la sustancia comn nada fsico1tampoco puede tener presencia propia o directa1independiente de esas mismas relaciones 12 Por tal
motivo1para Marx la nocin de valor tiene un carcter estrictamente relacional1 no asimilable a la naturaleza y funcin que desempea esa
misma categora en las teoras de otros autores clsicos.
2.
EL TRABAJO ABSTRACTO
Despus de haber mostrado cmo el concepto de intercambio universal conduce1por su propia necesidad interna1a la nocin de valor (entendida como una magnitud no fsica) 1la cuestin que ineludiblemente
se nos plantea ahora es la de especificar qu propiedad de las mercan-
11
Guerrero, 2004.
El valor solo ser computable en trminos de la mercanca que acta como equivalente general de valor, en dinero, como se ver en el apartado 3.
12
44
45
en cuanto valores de uso (es decir, como riqueza) son siempre la naturaleza y el trabajo -pues los medios de produccin (mquinas, herramientas ... ) seran reducibles en ltimo trmino a alguna combinacin
de estos dos factores-, desde el punto de vista de su valor, cuando abstraemos las propiedades materiales de las mercancas para quedarnos
con un contenido comn a todas ellas, solo nos queda su caracterstica
de ser productos del trabajo humano, una propiedad objetiva pero de
carcter estrictamente social (y a cuya determinacin, por definicin,
no puede contribuir la naturaleza).
Ahora bien, la mera referencia al trabajo, sin otras especificaciones,
no puede resultar suficiente para caracterizar de manera coherente el
contenido del valor, la propiedad comn que buscamos en las mercancas. Esto es as, en primera instancia, porque el trabajo siempre existe
en la forma de una actividad concreta orientada a la elaboracin de valores de uso de un tipo u otro -como trabajo del carpintero, del mdico
o del informtico-, y es evidente que desde este punto de vista particular cada uno de esos trabajos ser siempre materialmente diferente de
cualquier otro, no pudiendo desempear ninguno de ellos el papel de
contenido comn de todas las mercancas (a lo sumo el de un contenido
meramente sectorial, relativo a la produccin de cada tipo de valor de
uso, y por tanto, de carcter fsico, lo cual excluye de raz el tipo de objetividad descubierta, que es de naturaleza abstracta).
Por eso, la nica posibilidad de entender la referencia al trabajo humano como una caracterizacin vlida del contenido del valor -un contenido cuya clave es, insisto, su carcter no fsico- pasar por considerar
la actividad laboral no ya desde un punto de vista particular, como trabajo concreto -del carpintero, del mdico o del informtico- que produce valores de uso de un tipo u otro, sino desde una perspectiva
general, abstracta, como simple gasto de esfuerzo laboral en general, en referencia a un trabajo de naturaleza autnticamente social, desprovisto
ya de todo carcter concreto. Lo que se intercambia en el mercado son
cantidades de trabajo, y el valor es trabajo, no cabe duda, pero solo en
la medida en que no lo sea de un productor particular u otro, sino como
trabajo de un productor cualquiera representativo del conjunto de la
sociedad (como horas-hombre de carcter promedio). Este trabajo en
general, tomado como un todo indiferenciado y descualificado, es denominado por Marx trabajo abstracto, y en cuanto objetivacin de al-
guna cantidad suya las mercancas son valores. Vemos con esto que al
carcter dual de la mercanca, unidad de valor de uso y de valor, le corresponde como determinante suyo la dualidad del trabajo: unidad de
trabajo concreto y de trabajo abstracto. Por el momento, antes de proseguir, debe quedar claro que la nocin de trabajo abstracto solo es una
caracterizacin del contenido comn de las mercancas, y no algo con
lo que se pudiese calcular su valor, ya que el valor, segn hemos visto,
no tiene presencia propia y nicamente comparece en las relaciones de
cambio de unas cosas con otras. Las implicaciones de esta caracterizacin se vern en los prximos apartados.
46
47
Trabajo total = TD + TI
2. Por otra parte, es el trabajo que cuesta por trmino medio - segn
las condiciones normales de produccin vigentes en una sociedad producir una mercanca cualquiera, que Marx denomina tiempo de trabajo socialmente necesario (TTSN), lo que determina su magnitud de
valor, y no el tiempo de trabajo efectivamente empleado por el productor
particular. La justificacin es evidente: si en el intercambio la mercanca
particular solo cuenta como un ejemplar medio de su clase, quien determine la magnitud de su valor ha de ser necesariamente un trabajo promedio16. Del mismo modo que el valor relativo no se expresa en cada
transaccin particular de dos mercancas cualesquiera, sino que lo hace
en las relaciones normales o regulares de cambio -pues los intercambios
reales
siempre gravitan ms o menos alejados de dicho valor relativo- J
como una cierta cantidad de trabajo medio. Como es lgico, esto significa que trabajos particulares de diferente eficiencia, al objetivarse en
mercancas cualitativamente iguales, con el mismo valor, rinden una
cantidad de valor distinta. Por ejemplo: si un productor dedica 4 horas
a fabricar la mercanca A que en las condiciones tcnicas normales se
obtiene en 2 horas, solo estar rindiendo 2 horas de valor (las dos restantes corren exclusivamente de su cuenta y no se validan como trabajo
social); y a la inversa, si otro productor obtiene A en 1 hora, por cada
hora de su trabajo real estar generando 2 horas de valor. Por este motivo Marx afirma que el trabajo crea valor pero no es l mismo valor,
pues si lo fuera estaramos ante un razonamiento circular donde para
explicar el valor de una mercanca recurrimos a otro valor (el del trabajo) cuyo fundamento seguiramos sin conocer. Volveremos sobre
todo esto en el captulo 3 (apartado 1), cuando analicemos el proceso
de validacin social de los trabajos.
Ahora debemos precisar que la definicin del TTSN como un promedio laboral atiende tanto al trabajo directo, en referencia a su duracin, intensidad, destreza y complejidad (cualificacin) medias, como
al trabajo indirecto, en relacin a la tcnica, escala y caractersticas organizativas del proceso laboral. Por lo general, ambos aspectos suelen
ir ligados, pues un trabajo ms complejo e intensivo tiene a su cargo mquinas, equipos e infraestructuras tcnicas ms sofisticadas y potentes 18
En lo que respecta al trabajo directo, para Marx es este trabajo promedio
el que debe entenderse como trabajo simple, pues hace referencia
al conjunto de capacidades consideradas normales en cada momento y
no puede ser algo meramente fisiolgico 19 En contraposicin a l, habra tambin un trabajo complejo, en referencia al que requiere un
nivel de cualificacin superior a dicha media.
Hasta aqu hemos abordado los aspectos ms conocidos de la nocin
de TTSN como promedio laboral. Pero para que la medida del TTSN
tenga verdadero encaje en la nocin de trabajo abstracto que la presu-
Como se ver en el prximo captulo, esta media hace referencia al obrero colectivo
de cada unidad productiva, que es donde se combinan los trabajos individuales ms
o menos intensos y complejos.
19
Se trata de un trabajo para el cual puede adiestrarse a cualquier individuo medio
y puede desempeii.arse Sin necesidad de un desarrollo especial , variando segn
los diversos pases y las pocas culturales. K, 1, p. 54.
48
49
18
20
Esta acotacin, que se basa en la interpretacin propuesta por Felipe Martnez Marzoa en La filosofa de El capital (1983 ), tiene que ver con el desarrollo de aspectos pertenecientes a la parte no acabada de El capital, concretamente a la conexin entre la
teora del valor del Libro 1 y la de los precios de produccin del Libro 111. El sentido
terico de esta conexin as como las implicaciones conceptuales de una definicin
intersectorial del TTSN se abordarn, como digo, en el captulo 3.
so
3. Por ltimo, si en el intercambio la mercanca cuenta exclusivamente como ejemplar medio de su clase,la magnitud de su valor depender del TTSN requerido en el momento presente, y no del que pudo
haber sido necesario cuando fue producida, en cualquier otro instante
anterior. Este promedio se modifica continuamente y lo hace en razn
inversa al desarrollo de la fuerza productiva del trabajo. El valor unitario
de una mercanca (WJ puede expresarse entonces como cantidad de
valor (W) por unidad de producto ( Q), o bien como recproco de la
productividad del trabajo (1t):
Wu=W/Q
Wu= 1 / 1t
Correspondientemente, la productividad del trabajo representa la
cantidad de producto por unidad de valor, y puede expresarse como inversa del valor unitario :
1t=
Q/W
1t=
1 1 wu
51
cambio de sus productos. En todas las sociedades las personas han necesitado siempre comparar y medir los tiempos de trabajo dedicados a
las diferentes tareas, pero lo particular del sistema mercantil es que los
trabajos no se comparan entre s de forma directa, de acuerdo con algn
criterio previo conscientemente establecido, sino solo por medio de los
productos que se intercambian, a travs de relaciones de valor. En la
concepcin de Marx, la teora del valor-trabajo no se ocupa de las caractersticas concretas de los trabajos (contenido material de la actividad, esfuerzo fisiolgico, etc.), ni tampoco de los valores de uso
obtenidos (incluida cualquier valoracin subjetiva que susciten), sino
tan solo de la especfica forma social que adopta la actividad laboral del
hombre en un marco mercantil.
El valor es propiedad comn de las mercancas, pero no en el sentido
de que cada una de ellas lo pudiese poseer por separado, sino que solo
lo tienen en su mutua relacin, en la forma de una propiedad social de
carcter relacional. Un producto del trabajo considerado aisladamente,
fuera de las relaciones de cambio, no posee valor, por lo mismo que tampoco es una mercanca. Por supuesto, habr costado trabajo obtenerlo,
pero mientras no entre en relaciones de cambio con otros bienes y servicios, el trabajo particular realizado no se valida socialmente (es decir,
se mantiene como trabajo privado) y queda sin reducir a ninguna magnitud comn. El valor nicamente existe en las relaciones de unas cosas
con otras, y nunca fuera de ellas, como una propiedad de la cosa individual, de carcter fsico, que pudiera determinarse o calcularse de
forma previa al intercambio. Ahora bien, el hecho de que el trab ajo abstracto no sea una propiedad del producto individual aislado, sino nicamente de los productos intercambiados, no significa que estos no
entren ya en la circulacin con alguna magnitud de valor determinada,
pues la mercanca cuenta siempre como un ejemplar medio de su
clase y la magnitud de su valor se expresa en las relaciones normales
de cambio.
En el sistema m ercantil el intercambio constituye la va especfica
por medio de la cual los diferentes productores se coordinan entre s, y
solo a travs de l los trabajos privados se reconocen com o partes integrantes del trabajo social total. Todo trabajo p rivado concreto cuyos
productos logren intercambiarse por otros pasar a contar, por ese simple hech o, como alguna cantidad de valor, de trabajo abstracto. Y as,
22
K, I, p. 90.
52
53
23
24
Esta ser la base para diferenciar entre valor y valor individual, clave en el anlisis
del proceso de validacin social de los trabajos. Cf. supra, captulo 3, apartado l .
54
SS
categoras no pueden medirse directamente con el reloj. Un coche siempre vale ms que una mesa1y obviamente producir el coche exige ms
trabajo real que producir la mesa. Pero si en el mercado llegan a igualarse
la mesa y el coche en una proporcin1supongamos1de SO a 11no es porque el total de horas de reloj empleadas en un caso (las SO mesas) y otro
(el coche) sean necesariamente las mismas (aunque pueda llegar a existir cierta correlacin) 1pues el trabajo en la fbrica de coches no es sin
ms comparable al realizado en la carpintera.
que esto ocurra1para expresar efectivamente ese carcter social1 inmaterial1 del valor1no puede resultar suficiente ninguna de las dos posibilidades de representacin siguientes:
3.
3.1.
Como acabamos de ver1dado que el valor no es ninguna propiedad material de las cosas1no puede comparecer como tal en el mercado1bajo la
forma de horas de trabajo1de modo que la cantidad de trabajo abstracto
contenida en cada tipo de mercanca solo se manifestar en la operacin
general del sistema1a travs de las relaciones regulares de cambio de unas
cosas con otras. El nico trabajo directamente computable en horas de
reloj es el realizado por el productor particular en cada proceso productivo1 un trabajo concreto (de carpintero1mdico o informtico) orientado
a elaborar en cada caso un valor de uso distinto y sobre el que resulta imposible establecer comparaciones directas. Por eso el valor de cambio una relacin social entre productores que adopta la forma de una relacin
entre cosas- es la nica forma de existencia del valor1pues en el intercambio todos los trabajos se reducen (cada uno en una proporcin distinta) a un denominador comn y la objetividad de valor presenta el
carcter puramente social anteriormente aludido.
Este ha sido el resultado del apartado anterior. Pero para que el mercado se constituya de manera efectiva en un espacio de abstraccin de
las caractersticas cualitativas de las diferentes mercancas (tambin de
los diversos trabajos implicados) y la forma de valor sea verdaderamente
forma de expresin de un contenido comn a todas ellas1 se requiere
una forma autnoma de valor: la existencia de un equivalente general en
relacin al cual todas las mercancas midan su valor25 Pues bien1 para
25
Marx analiza el dinero en tres etapas: primero presenta los pasos que conducen a l
como forma autnoma de valor - forma simple, desplegada y general- en segundo
56
57
Y como ahora cada mercanca expresa su valor en el mismo equivalente} la forma de equivalente (xA) adquiere determinacin unitaria}
autnticamente general (es ya un equivalente general) yJ por eso
mismo} objetiva. Tan solo bajo esta forma general las mercancas quedan verdaderamente relacionadas entre s como valores} superando de
una vez por todas las deficiencias de las formas de valor anteriores.
Cuando la funcin de equivalente general se concreta en una
mercanca especfica (como por ejemplo} el oro\ estamos ante la
forma de dinero y a la mercanca que cumple con ese papel se la designa con el trmino dinero 26 El valor de una mercanca expresado en
unidades de la mercanca dineraria es su precio} la expresin monetaria
del valor} que es su nica forma de expresin posible. La forma de precio tan solo es un valor de cambio especfico: el valor de una determinada mercanca expresada en unidades de la mercanca que cumple el
papel de equivalente general por eso la mercanca-dinero no tiene precio (para tenerlo habra de servirse a s misma de equivalente algo lgicamente imposible)} siendo su valor la forma desplegada esto es}
la serie de las equivalencias en todas las dems mercancas (invirtiendo
el precio de todas ellas).
Una vez segregada la mercanca-dinero se supera definitivamente la
falta de una unidad de medida interna al mundo de las mercancas. El
resultado prctico es que las mercancas no se cambian directamente
entre S como sucede en el trueque} sino que se venden y se compran
con dinero. Lgicamente} este hecho no altera el principio de intercambio de equivalentes} pues cambiar diez motos por un coche es idntico
a cambiar primero las motos por una determinada suma de dinero} para
luego cambiar esa misma cantidad de dinero por el coche; el resultado
es que las diez motos y el coche valen lo mismo} pues se cambian por la
misma cantidad de dinero. Las relaciones de cambio de las mercancas
26
yB =
zC=
vD=
etc.
58
59
con el dinero sern entonces la va especfica para comparar las diferentes mercancas (y trabajos) entre s.
Resulta fundamental entender que en el recorrido realizado la gnesis de la forma de dinero tiene un carcter estrictamente lgico-conceptual. Su deduccin constituye una etapa ms en el anlisis de la
mercanca: surge como una necesidad interna del despliegue de la forma
de valor y muestra la conexin necesaria entre este valor y una forma
de equivalencia general. Cada uno de los pasos de este anlisis -las formas simple1 total y general de valor- constituye un momento diferente
de un mismo proceso constructivo1y en ningn caso debe confundirse
con la descripcin de supuestas fases en el proceso histrico de formacin del dinero como forma de existencia del valor. Al contrario: ha sido
la distincin y oposicin entre forma y sustancia de valor -con la que
iniciamos toda la investigacin-lo que nos ha exigido expresar esta ltima1 en el mbito de las relaciones de cambio1por medio de un equivalente general1pues la propia naturaleza del trabajo abstracto -que no
es ninguna caracterstica real de las mercanca- impide que la sustancia
de valor pueda comparecer directamente como tal y hace que requiera
de una forma de manifestacin autnoma y objetiva. La reduccin de
los distintos trabajos reales a trabajo abstracto que examinamos en el
apartado anterior se expresa espontneamente en el funcionamiento
del propio mercado como igualacin de todas las mercancas a dinero1
que satisface la necesidad de representacin del valor bajo la forma de
un equivalente general.
En cuanto forma universal de valor1 el dinero es un resultado necesario de la dualidad trabajo concreto/trabajo abstracto caracterstica del
mundo mercantil. Representa el medio a travs del cual el trabajo de los
productores particulares -que ejercen su actividad independientemente
unos de otros1como trabajo privado- adquiere carcter social. Y la circulacin solo se constituye de manera efectiva en espacio de abstraccin
y validacin de los trabajos particulares en relacin al dinero1como equivalente general del valor. Por todas estas razones1 el dinero no puede
entenderse como un simple medio auxiliar para facilitar el cambio 27 . Su
27
La consideracin del dinero como mero intermediario est en la base de la pretensin de estudiar (y calcular) el valor sin referencia al dinero, en trminos puramente
fsico-tcnicos. Esta fue la idea de autores como Tugn-Baranowsky, Bortkiewicz o
ms tarde Sraffa.
60
28
El dinero mismo es la comunidad, y no puede soportar otra superior a l ( Grundrsse, l, p. 157). El dinero no representa de manera directa el tiempo de trabajo porque
no se puede tratar el trabajo privado como si fuese directamente trabajo social. De ah
el utopismo del dinero laboral propuesto por algunos autores socialistas, que
presupone el trabajo directamente socializado (K, I, p. 116).
29
30
K, I, p. 59.
Zabaleta, 2010 Arthur, 2002.
61
desarrollar despus las diversas funciones del dinero. Dado que las mercancas no pueden acudir por s solas al mercado tenemos que precisar
su relacin con quienes las llevan a l. Pues bien} quienes participan en
el proceso de cambio no lo hacen ni en calidad de productores ni de
consumidores de las mercancas sino exclusivamente en calidad de propietarios. Por ello} para vincular unas cosas con otras como mercancas}
los custodios de las mismas ( ... ) deben de reconocerse uno al otro
como propietarios privados. Esta relacin jurdica} cuya forma es el contrato ( ... ) es una relacin entre voluntades en la que se refleja la relacin
econmica 33 Por eso} si bien los propietarios de mercancas siempre
deciden libremente qu hacer con ellas} su actuacin est condicionada
por la relacin econmica y en tanto aspiren al intercambio de equivalentes debern transformar sus valores en dinero} pues las mercancas
tienen primero que realizarse como valores antes de que puedan realizarse
como valores de uso. Al desempear un rol que determinan las propias
relaciones econmicas vemos que en el anlisis los individuos solo
cuentan como personificacin de relaciones sociales.
Como se ve} el examen del proceso de intercambio conduce de
nuevo} aunque por otra va (referida al plano jurdico de la propiedad)}
al mismo concepto inicial del sistema mercantil} un sistema constituido
por la recproca dependencia entre particulares independientes entre s
pero que necesitan relacionarse unos con otros para procurarse su sustento y al que la tradicin filosfica moderna denomina sociedad
civil 34 El intercambio pone a los productores en relacin de dependencia recproca} pero lo hace por medio de los productos de su trabajo}
no de forma directa enfrentndolos como propietarios privados de
cosas enajenables. Sin embargo} tal relacin de ajenidad recproca
-advierte Marx- no existe para los miembros de una entidad comunitaria de origen natural} ya tenga la forma de una familia patriarcal} de
una comunidad ndica antigua} de un estado inca} etctera. El intercambio de mercancas comienza donde terminan las entidades comunitarias} en sus puntos de contacto con otras entidades comunitarias o con
miembros de estas 35 El desarrollo del mercado es precisamente la his-
31
32
62
33
K, I, p. 103.
F. Martnez Marzoa, 2008, p. 12.
35
Ibid., p. 107.
34
63
toria de la disolucin de todos esos vnculos naturales en que se sostienen las estructuras sociales precedentes.
La funcin fundamental del dinero, que deriva directamente de su condicin de equivalente general, es la de medida del valor, forma de ma-
38
K, I, p. liS .
El valor, es decir, la cantidad de trabajo humano que contiene, por ejemplo, una
tonelada de hierro, se expresa en una cantidad figurada de la mercanca dineraria que
contiene la misma cantidad de trabajo. Segn sea el oro, la plata o el cobre el que preste
servicios como medida del valor, el valor de la tonelada de hierro tendr expresiones
de precio totalmente diferentes, o se representar en cantidades de oro o plata o cobre
por entero distintas >> (K, I, p. 117). Para simplificar el anlisis Marx supone que la
mercanca-dineraria es siempre el oro.
64
65
36
39
K, l, p. 134.
41
66
Ibid., p. 136.
67
rida lo har en relacin directa al precio de las mercancas 44 Para ilustrarlo, Marx recuerda que la subida de precios en Europa durante los
siglos XVII y XVIII no se debi a la explotacin de nuevos yacimientos
de oro sino al descenso de su valor por el incremento de la productividad laboral; y fue ese hecho el que exigi la adecuacin posterior de la
masa monetaria. Por ello, la idea de que los precios de las mercancas
dependen de la cantidad de medios de circulacin existentes constituye
una ilusin que deriva, en sus expositores originarios, de la hiptesis
disparatada segn la cual al proceso de circulacin entran mercancas
sin precio y dinero sin valor, intercambindose all una parte alcuota del
conglomerado mercantil por una parte alcuota del amontonamiento
metlico 45
Esta ltima idea, que los precios de las mercancas estn determinados por la masa de los medios de circulacin existentes, es precisamente
la base de la teora cuantitativa del dinero (o monetarismo), que constituye uno de los pilares fundamentales de la economa neoclsica dominante46. En su versin ms general, la que figura en la prctica
totalidad de manuales acadmicos, postula que el nivel de precios es
una funcin de la cantidad de dinero en circulacin. Esta conclusin es
el resultado de considerar el dinero como simple medio de cambio sin
valor, cuya funcin es facilitar las transacciones, por lo que hace depender el nivel de precios de la cantidad de moneda en circulacin. As, los
precios se establecen al comparar la masa de dinero con la de mercancas, de tal forma que al aumentar la primera, mantenindose constante
la segunda, los precios suben. La teora cuantitativa parte de la identidad
P*Q = M*v, pero invierte la relacin de determinacin entre precios y
masa monetaria. Sus dos supuestos esenciales son: i) que los mercados
tienden al equilibrio con pleno empleo de los recursos (descontada una
determinada tasa natural de desempleo no aceleradora de la inflacin), es decir, que la economa real funciona a pleno rendimiento; ii)
que la cantidad de dinero en circulacin se determina de manera exgena, desde fuera del propio mercado, por la autoridad monetaria, el
44
45
Ibid., p. 143.
Jbid., p. 151.
46
42
Ibid., p. 138.
43
68
Esta teora arranca con Hume y Ricardo. Fue desarrollada a principios del siglo XX
por lrving Fisher (quien propuso la ecuacin del dinero anterior) y a finales de la dcada de 1960 por Milton Friedman.
69
70
SI
Jbid. 1 p. 153.
71
m) DINERO REAL
Segn hemos visto, el dinero cumple la funcin de medida de valor
como dinero ideal, sin necesidad de su presencia real. En su funcin de
medio de circulacin, en cambio, se necesita su presencia real, aunque
sea como dinero simblico. Cuando la mercanca que funciona como
medida de valor es tambin (directamente o por medio de un representante) medio de circulacin, se convierte propiamente en dinero
52
!bid., p. 156. Cf. Tambin la Contribucin, pp. 88, 107-108 y 110. As, mientras que
la cantidad de oro circulante depende de los precios de las mercancas, el valor de los
billetes de papel depende exclusivamente, por el contrario, de su propia cantidad
(pp.107-108).
72
l. Medio de atesoramiento (reserva de valor): cuando el dinero se retiene fuera de la circulacin para hacer frente a futuras compras (sin
necesidad de haber vendido justo antes) o simplemente por la incertidumbre. Esta funcin de tesoro depende de la de equivalente general,
pues si el dinero no es un equivalente general tampoco podr servir
como reserva de valor. Por este motivo, en perodos de crisis e incertidumbre el oro (pero tambin otras mercancas) sigue actuando en un
marco de no convertibilidad del papel moneda como verdadera reserva
de valor en manos de los agentes y de los mismos Bancos Centrales.
2. Medio de pago: cuando el pago no se realiza en el acto sino que se
difiere en el tiempo, el vendedor se convierte en acreedor y el comprador en deudor. Aqu la circulacin del dinero queda temporalmente desincronizada de la circulacin de las mercancas y deja de actuar como
simple medio de circulacin para hacerlo como forma autnoma de riqueza, un medio que permite saldar deudas pese a no haber propiamente prstamo de dinero. El desarrollo de esta funcin de crdito
comercial es el origen del dinero crediticio y puede adoptar mltiples formas: billetes, letras, pagars, cheques, etc. Mientras los pagos entre agentes se compensen, la presencia real del dinero no se hace necesaria y
puede funcionar como simple unidad de cuenta. El dinero crediticio
parece sustituir as al dinero real y al pago en efectivo. Pero en momentos
de crisis, cuando toca hacer frente a los compromisos de pago y las quiebras de empresas se suceden, se hace necesario el dinero en efectivo, en
la forma de billetes reales.
3. Moneda mundial: el proceso de validacin de los trabajos particulares como partes del trabajo social global se despliega en ltimo trmino en el mercado mundial, a travs del comercio internacional,
obligando a que los trabajos realizados en los diferentes espacios econmicos nacionales se comparen entre s expresados en una misma moneda mundial, que actuar como forma verdaderamente universal del
valor5 3 Esto obliga a las diferentes monedas nacionales a vincularse con
las monedas que, como el dlar, el euro o el yen, canalizan el comercio
mundial porque actan como encarnacin de valor mundial.
53
73
del dinero en cuanto medio de cambio y otra muy distinta que pueda
estarlo tambin en sus funciones como medio de pago, reserva de valor
o dinero mundial. Para ninguna de ellas basta con su existencia meramente simblica y se hace necesaria la presencia real del dinero en su
funcin esencial de encarnacin ltima y general de valor. En cuanto
unidad de sus distintas funciones, el dinero nunca puede llegar a ser una
mera unidad de cuenta, un simple signo sin base material alguna, por la
sen.cilla raz~ de que no es una medida directa del tiempo de trabajo.
L~ Id~~ del dr~~ro como simple unidad de cuenta presupone una orgamzacron plamfrcada de la produccin social, donde el trabajo es directamente social, no hay riesgo ni incertidumbre para su validacin
y, en consecuencia, no existe necesidad de ninguna reserva de valor.
En cualquier caso, la no convertibilidad del signo en oro (o en alguna
otra mercanca-dinero que lo respalde) no significa que el sentido de
la determinacin de la masa monetaria se modifique y la moneda y
billetes en circulacin dejen de representar cierta cantidad de oro
pues siguen siendo las necesidades de circulacin (dados el nivel d~
precios y la velocidad de circulacin del dinero) los que determinan estructuralmente el volumen de la masa monetaria que se requiere en
cada momento para realizar el valor de las mercancas, y no a la inversa,
como sostiene la teora cuantitativa del dinero.
Por lo dems, la desmaterializacin del dinero en cuanto medio de
cambio no es un acontecimiento puntual que pudiese localizarse en
algn preciso momento del desarrollo histrico, sino un largo proceso
que arranca en el mismo momento en que la cantidad efectiva de lamercanca requerida para la circulacin es menor que el valor total de la
produccin, al tener en cuenta la velocidad de circulacin del dinero.
Ese proceso sigue con la sustitucin del oro en la circulacin por mon~das de menor valor que actan como smbolos, y ms adelante por
b~lletes de curso forzoso sin valor real. Ya en el siglo XIX, adverta el propro Marx, la libra esterlina tuvo perodos de inconvertibilidad, como
tambin ocurri en Prusia, donde el papel moneda era de curso forzoso
no convertibl 5
Mientras la pro~uccin social se halle fragmentada en unidades privada~, el mtercambro de productos ser el mecanismo insustituible por
medro del cual se validan socialmente los trabajos particulares, y este
54
74
55
75
estadounidense (o bien para evitar el riesgo de deflacin), se desvalorizan automticamente las reservas de los pases que lo atesoran (y tambin otros activos nominados en dlares: ttulos, bonos, etc.), afectando
a su papel como moneda mundiaP 6
La relacin de representacin cada vez ms compleja y velada entre
trabajo abstracto y dinero que caracteriza a los sistemas monetarios actuales solo puede comprenderse correctamente en el marco de la concepcin del dinero como totalidad orgnica de funciones y formas
jerrquicamente ordenadas que proporciona la teora del valor de Marx.
Desde este marco conceptual las dicotomas convencionales acerca del
dinero -sobre su carcter exgeno o endgeno, flujo o stock- pierden
su sentido, por cuanto el dinero presenta cada uno de esos rasgos dependiendo de la funcin examinada y la forma particular que adopta en
cada caso 57 Aunque la funcin de medio de circulacin puede ser realizada por diversos medios de pago y de intermediacin financiera, estos
no son propiamente dinero en tanto que no son encarnacin de valor
ni cumplen tampoco el resto de sus funciones. nicamente la base monetaria (denominada tambin dinero de alta potencia), compuesta por
el dinero legal (billetes y monedas) en circulacin ms las reservas de
los bancos en el BC, cumple con las diversas funciones del dinero, y en
tal medida solo ella es propiamente dinero. Esta base monetaria es controlada por el BC y representa el principal instrumento para determinar
la oferta de dinero en una economa, denominada masa monetaria, a travs del multiplicador bancario en un sistema de reserva fraccionada 58 .
Esta oferta o masa monetaria tendr distinta extensin dep endiendo
del tipo de activos que incluya: Ml (base monetaria + cuentas corrientes), M2 (Ml + cuentas de ahorro), M3 (M2 + certificados de depsito), etc. Lo importante aqu es entender que en el sistema m onetario
actual los signos de valor que conforman la base monetaria siempre
deben tener algn respaldo ltimo en moneda-mercanca, aunque sea
76
77
56
Ya sabemos que el valor solo comparece en trminos dinerarios y no directamente en horas de trabajo (que siempre remiten al trabajo concreto, antes de su validacin social en el mercado) . Aunque en sus
ejemplos numricos Marx se refiere siempre al valor en trminos de una
determinada cantidad de dinero 59, en diferentes pasajes de El Capital,
como ocurre en el captulo 1 del Libro III, para resaltar la relacin entre
los aspectos visibles (precios) e invisibles (trabajo abstracto) del valor
utiliza implcitamente un coeficiente de conversin de la cantidad de
trabajo abstracto representada en una unidad de la mercanca dineraria.
En la literatura actual este coeficiente se denomina expresin monetaria
del tiempo de trabajo, que designamos como E, cuyas dimensiones son
unidad monetaria (por ejemplo ) por unidad de tiempo (por ejemplo
una hora), siendo su inverso, 1/E, el valor del dinero (la cantidad de
trabajo social representada en 1) 60
E=Y/TD
Supongamos, por ejemplo, una suma de precios del producto neto
en un ao de SOO millones de , y que el total de horas de trabajo directo
es de S millones en este caso el resultado sera:
E= SOO millones /S millones horas= 100 /h
El equivalente monetario del valor nicamente pretende destacar la
existencia, en cada momento, de una equivalencia estructural entre
masa monetaria y trabajo social, pues dinero y trabajo abstracto son las
61
Fueron los intrpretes ricardianos de Marx quienes, a partir de la obra de TuganBaranowsky, tomaron el valor directamente como horas de trabaj o, una visin que
acabaron compartiendo buena parte de los economistas marxistas.
60 Guerrero,2000b; Gouverneur, 2002; Moseley, 2011.
Del mismo modo que un trabajador reparte su tiempo de trabajo individual entre
diferentes tareas, y lo mismo sucede entre los diversos trabajadores (el obrero colectivo) de una misma empresa, tambin a nivel del conjunto de la economa el tiempo
de trabajo total se reparte entre las diversas actividades. Solo cambia la forma en que
se lleva a cabo ese reparto, por va directa (es decir, conscientemente ejecutada), en
los dos primeros casos, y de manera indirecta, a travs del mercado, en el ltimo ( Guerrero, 2006).
62
Suponemos en ambos casos, para simplificar, una economa mercantil pura, sin presencia de actividades no mercantiles.
78
79
59
dos caras de una misma cosa. El uso que se hace aqu de l no presupone
ninguna determinacin terica entre las variables. No debe interpretarse
como si el trabajo privado estuviese validado de forma previa, ni tampoco como que el valor del dinero derive de comparar el trabajo total
empleado en la produccin con la masa monetaria existente (lo cual
presupone que las mercancas llegan al mercado sin precio). El nivel de
precios no depende de la masa monetaria sino del valor del dinero, y
este ltimo de su relacin con el dinero mundial (dlar o euro).
Teniendo presentes estas consideraciones, la magnitud de E depende
de la convertibilidad o no del dinero 63 :
mente como un mero recurso tcnico para tratar de explicar los precios
de equilibrio en torno a los cuales gravitan los precios efectivos del mercado. Se tratara de encontrar una magnitud homognea que permita
comparar entre s productos cualitativamente distintos y poder explicar
de ese modo las proporciones normales de cambio que se dan en el mercado. De acuerdo con este punto de vista, para dar cuenta de los precios
relativos o valor de cambio de las mercancas cabran diferentes hiptesis de investigacin (como la utilidad marginal, el trabajo o las condiciones fsico -tcnicas) que daran pie a distintas teoras del valor
(subjetivista, laboral o fisicalista respectivamente) rivalizando entre
s por ofrecer la explicacin ms plausible, y a las que correspondera el
ensayo de diferentes instrumentos de clculo y de formalizacin matemtica (marginalismo, lgebra matricial, etc.). Y como toda hiptesis
se supone falsable y toda tcnica es, por definicin, siempre mejorable, la teora del valor-trabajo podra ser superada (por inconsistente, redundante, rudimentaria ... al gusto del crtico de
turno) en cualquier momento 64 Desde esta perspectiva, la teora del
valor-trabajo de Marx quedara reducida a la de Ricardo, en la medida
en que tanto la una como la otra compartiran una misma nocin de
valor basada en el trabajo 65
Sin embargo, segn hemos podido empezar a comprobar a lo largo
de este captulo, la cuestin del valor alude en Marx a una problemtica
distinta a la de los precios relativos: trata de explicar cmo logra repro ducirse una sociedad basada en la produccin generalizada de mercancas, donde las decisiones de produccin e inversin son privadas, pues
la produccin social se halla fragmentada en unidades autnomas que
compiten entre s y no hay asignacin directa de los tiempos de trabajo
64
4.
4.1.
80
Se dice, por ejemplo, que si Marx hubiese dispuesto en su tiempo del lgebra matricial, no habra recurrido a la teora del valor-trabajo para explicar los precios de equilibrio. Esta es en esencia la postura de la corriente fisicalista inspirada en la obra
de Pi ero Sraffa, que propone formalizar los precios relativos sin referencia a la nocin
de valor, tomando el trabajo simplemente como un insumo productivo ms junto al
resto de valores de uso necesarios para llevar a cabo la produccin. Para los partidarios
de la teora subjetiva la teora del valor-trabajo de Marx nace sencillamente muerta,
debido a que la publicacin del Libro 1 coincide con la revolucin marginalista de
Jevons y Menger.
65
De esta opinin son, por ejemplo, Schumpeter, en el campo de los crticos de Marx,
o Dobb y Sweezy en el de los partidarios.
81
cabo la contabilidad del trabajo en la sociedad capitalista1 es decir1 determinar cunto les cuesta a las personas (y no a las mquinas1la naturaleza o a los animales que puedan intervenir en el proceso productivo) 1
en trminos de su tiempo de vida1producir y reproducir sus condiciones
materiales de existencia1averiguando al mismo tiempo cmo se reparte
ese coste laboral entre los miembros de la comunidad1al desvelar el mecanismo especfico por medio del cual una minora de la poblacin logra
apropiarse gratuitamente de los productos del trabajo ajeno (como se
ver en el prximo captulo). Por ello1si fuese posible una produccin
global completamente automatizada1la contabilidad de la reproduccin
social dejara de establecerse en trminos laborales y1 en consecuencia1
la teora del valor-trabajo dejara de ser pertinente por la simple razn
de que su objeto de estudio se habra extinguido1pues las relaciones de
produccin en ese mundo liberado de la servidumbre laboral ya no tomaran la forma de valor. Pero mientras el trabajo siga siendo la base de
la reproduccin social1 una ciencia que pretenda ocuparse de asuntos
especficamente humanos deber distinguir radicalmente la actividad
laboral del hombre de lo que hacen las mquinas o los animales en el
proceso productivo1 por ms que el resultado material o fsico de la intervencin de esos factores pueda resultar equivalente al del trabajo
humano (por ejemplo1a la hora de cavar una zanja). Esta asimilacin es
precisamente lo que consigue la economa neoclsica con su teora de la
productividad marginal de los factores -o las corrientes neorricardianas-1 que para explicar las relaciones econmicas capitalistas y los precios
pone en pie de igualdad el trabajo de los hombres1 la operacin de las
mquinas y el consumo de recursos naturales en la produccin.
La referencia al trabajo como fundamento del valor en Marx no es1
por lo tanto1ninguna tesis o hiptesis a demostrar sino el criterio mismo mediante el cual se construye un objeto de estudio que
tiene una naturaleza social (y no fsica1 psicolgica o de cualquier otra
ndole) . El concepto de trabajo abstracto no solo se abstrae de las particularidades que distinguen un tipo de trabajo concreto de otro1 sino
que esa abstraccin consiste antes de nada en distinguir lo que es trabajo
humano de todo aquello que no lo es1 como ocurre con el uso de animales y mquinas en la produccin. All donde las cosas son en general
mercancas1las relaciones sociales entre los productores toman la forma
de relaciones valor1 ya que los individuos se relacionan entre s a travs
66
82
83
84
85
69
l. El inters que puede tener calcular el coste de produccin en trminos fsicos, reduciendo el proceso global de produccin a su matriz fsico-tcnica, para la comprensin del sistema de relaciones sociales en
que consiste el capitalismo es el mismo que el que podra tener ese clculo para comprender la sociedad feudal y las relaciones de servidumbre
a travs de las cuales se constituye. Creer que se est haciendo algo
mucho ms riguroso o cientfico en la ciencia social por analizar los
procesos productivos en trminos de sus componentes estrictamente
fsico-materiales sera como pretender mejorar la lingstica (como teora de la estructura de la lengua y del sistema cognitivo, esto es, de la comunicacin humana) estudindola en trminos de una sucesin de
longitudes de onda de los sonidos.
70
71
86
Martnez Marzoa ( 1983, VIII) es la referencia bsica para todo lo que sigue.
K, I, p. 89.
87
72
Siguiendo a Martnez Marzoa (1983, p. 112) podemos decir que la dualidad estructura e ideologa (cuya raz es la dualidad valor/ valor de cambio) representa la versin marxiana de la dualidad ontologa y metafsica caracterstica de toda la historia
de la filosofa.
88
89
CAPTULO
91
l.
92
K, 1, pp. 183-184.
93
Sin embargo1 la definicin del capital sobre la base del proceso D-MD ' todava no puede ser suficiente para dar cuenta de manera coherente
del funcionamiento global del sistema1pues queda por aclarar cmo es
posible de forma general ese incremento de valor sin violar la ley del intercambio de equivalentes. La imposibilidad de deducir el plusvalor a
partir de las condiciones presupuestas hasta el momento afecta tanto al
mbito de la circulacin como al de la produccin. Veamos por qu en
cada caso.
Esta caracterizacin tiene implicaciones polticas decisivas, pues acabar con la lgica
del capital para construir una sociedad comunista no podr limitarse a suprimir la figura del capitalista individual. Cf. el apndice final.
94
95
Por un lado, no es posible obtener un plusvalor como resultado normal de la mera circulacin mercantil - es decir, esa diferencia cuantitativa
de valor no puede deducirse de los sucesivos actos de compra y venta-,
pues en ella rige tendencialmente el intercambio de equivalentes y solo
tiene lugar un cambio en la forma del valor (no en su magnitud): del representado en D al que lo est en M y luego del representado en M al
que lo hace en D ',y as en cada nuevo ciclo. Como es evidente, la contradiccin reside en que en el proceso D-M-D' se genera valor en el intercambio mismo, sin intervencin de ningn acto productivo, cuando
el valor no es otra cosa que trabajo abstracto objetivado (en alguna cantidad) en el cuerpo de las mercancas. Ciertamente, la venta de una mercanca por encima de su valor implica una ganancia para el vendedor,
pero ello solo puede ocurrir en detrimento del correspondiente comprador, que sufrir una prdida de igual magnitud - donde lo que uno
gana el otro lo pierde- , sin que en ningn momento haya podido crearse
nuevo valor por medio de ese acto particular de intercambio desigual,
sino tan solo redistribuirse el ya existente. Dado que en un marco mercantil todos los participantes son a la vez compradores y vendedores
- y toda compra es al mismo tiempo una venta- , comprar barato para
vender caro no puede ser nunca la frmula de un proceso estructural,
pues si todos venden caro (es decir, con recargo) necesariamente todos
compran tambin caro (con recargo), y lo que se gana actuando como
vendedor se pierde inevitablemente cuando uno ejerce de comprador4
Un recargo generalizado del lO% sobre el valor de las mercancas simplemente supondra un incremento general de precios, donde el mismo
valor total de la produccin se expresa ahora en precios un 10% ms
elevados 5 Invariablemente, desde la esfera de la circulacin - es decir,
tomando el sistema de relaciones de cambio en su conjunto- resulta
imposible deducir ningn plusvalor como fenmeno general. En la
forma pura del intercambio, que estamos considerando para explorar
K, 1, p. 197.
s Del mismo modo, siendo cierto que un productor individual puede obtener una ganancia (o una prdida) nicamente hacindose con inventarios de una mercanca que
se revale (o desvalorice) con el paso del tiempo, este procedimiento tampoco puede
generalizarse al conjunto de la economa para explicar el plusvalor como fenmeno
general, ya que si todas las mercancas se revalorizan no queda lugar para ganancias
individuales.
El intento de explicar el plusvalor o beneficio por mark up, fijando un margen sobre
los costes de produccin, sita su origen en la circulacin, sin que pueda justificarse
dnde se habra generado para el conjunto del sistema esa capacidad de compra adicional, ya que no se sostiene en ninguna teora consistente del valor. Esta fue la posicin de los mercantilistas y despus de quienes tratan de explicar los precios y el
beneficio por el diferente poder de mercado de los agentes.
7
K, 1, p. 201.
96
97
una determinada cantidad de trabajo (representada en D) 1suma de trabajo directo e indirecto1se transforma por el mero intercambio en otra
cantidad superior (representada en D ') 1sin que medie entre uno y otro
momento nueva actividad laboral. Por ello1si quienes concurren al mercado lo hacen en calidad de propietarios de los productos de su propio
trabajo -donde1se supone1nadie entregar los resultados de su esfuerzo
laboral si no es a cambio de los resultados de un esfuerzo equivalente-1
la diferencia de valor en la que consiste el ciclo del capital resulta sencillamente imposible. En conclusin1 desde las condiciones propias de
un sistema de productores individuales que participan del producto
total de la sociedad en estricta proporcin a la contribucin laboral realizada1 siempre ser posible trabajar ms para conseguir una parte mayor
de ese producto total1 pero nunca obtener un plusvalor1 es decir1 una
cantidad de trabajo superior (representada en D ') a partir de otra inferior (representada en D).
2.
2.1.
La exposicin precedente ha puesto de manifiesto dos cosas en principio contradictorias: i) por un lado1que la consistencia interna del ciclo
del dinero exige el concepto de plusvalor1 haciendo que el dinero se
cambie (como norma) por ms dinero; ii) pero al mismo tiempo se ha
comprobado la imposibilidad de deducir ese plusvalor -y con l la frmula general del capital- a partir de la mera circulacin mercantil-incluido un hipottico mercado de productores individuales-1donde rige
tendencialmente el intercambio de equivalentes. El reto que se nos plantea ahora es el de explicar el plusvalor y el capital1como fenmenos de
carcter general1partiendo del intercambio de equivalentes1es decir1tomando ese supuesto como condicin estructural del sistema y haciendo
abstraccin de todas aquellas circunstancias que no son realmente constitutivas de la lgica que se pretende descubrir1como las fluctuaciones
de la oferta y la demanda1 el desigual poder de compra de los agentes1
la estafa1etc.
Llegados a este punto1la nica posibilidad de dar cuenta del ciclo
del capital sin violar la ley del intercambio de equivalentes es que en el
proceso D-M-D' tenga lugar algo distinto de la mera compra-venta de
98
mercancas. El nico lugar donde cabe localizar la posibilidad del incremento de valor entre D y D' es entre los dos actos de circulacin1D-M
y M-D '} en los que solo cambia la forma que adopta el valor. Pues bien1
aparte de comprarla y venderla1 lo nico distinto que se puede hacer
con una mercanca es usarla1consumirla 8 As pues1la modificacin del
valor inicial solo puede surgir del valor de uso de la mercanca adquirida1
es decir1 de su consumo. En principio1 esto no parece que pueda proporcionar una explicacin satisfactoria al origen del plusvalor1 pues el
consumo de una mercanca solo supone su desgaste y1 por lo tanto1 la
extincin de su valor1no precisamente su incremento. Para que el proceso que venimos analizando sea realmente consistente1 la exigencia
que se nos presenta ahora es la de encontrar un tipo especial de mercanca cuyo uso tenga precisamente la virtud de generar nuevo valor (y
no solo de transferir el suyo conforme va siendo consumida) 1 o ms
exactamente de generar valor en una cantidad superior al que ella
misma posee. Y como el valor no es otra cosa que trabajo humano objetivado1 la posibilidad de crear valor con el uso de una mercanca nicamente podr ocurrir con aquella cuyo valor de uso sea precisamente
la propia capacidad de trabajo o fuerza de trabajo (FT) 1y su uso o consumo efectivo consista en el trabajo mismo. Formulado en otros trminos: lo nico distinto al trabajo ya objetivado (en los medios de
produccin que van a ser consumidos en la actividad productiva) es1lgicamente el trabajo an no objetivado en bienes y servicios1 es decir1
el flujo de trabajo Vivo o directo que realizan los productores y que
habr de homologarse como determinada cantidad de trabajo abstracto
cuando las mercancas producidas se vendan. Por lo dems1por fuerza
de trabajo debemos entender el conjunto de las capacidades fsicas e intelectuales que tiene el hombre para efectuar un trabajo1y por trabajo1
como ya se indic en el captulo anterior1toda operacin humana tcnicamente necesaria para la obtencin de algn valor de uso.
Ya tenemos identificada la mercanca especial que permite explicar
el origen del plusvalor. Pero para que el poseedor de dinero encuentre
la fuerza de trabajo en el mercado como una mercanca ms deben cumplirse dos condiciones: i) por un lado1 se requiere que la fuerza de trabajo sea una capacidad de la que su poseedor pueda disponer libremente
en todo moment01pues no ha de ser el hombre mismo quien se venda
8
K, 1, p. 203.
99
100
riadas, y por otro, a la clase capitalista o burguesa, integrada por los dueos del capital y de los medios de produccin.
La existencia de esta relacin social entre capital y trabajo no es evidentemente un hecho natural, sino el resultado de un determinado proceso histrico anterior que Marx denomina acumulacin originaria ,
por medio del cual tuvo lugar la proletarizacin de la poblacin y la concentracin de las condiciones materiales de produccin en una minora
propietaria, un proceso en buena medida forzoso y violento para el que
los expropiadores se sirvieron ampliamente de la ayuda del Estado. Aunque este proceso representa la premisa histrica del modo de produccin capitalista, en realidad nunca ha dejado de operar, si bien bajo
formas muy diversas, no solo con la progresiva incorporacin de nuevas
regiones y pases de la periferia al mercado mundial, sino tambin en
las reas ya desarrolladas con la privatizacin de activos pblicos y el
recorte de derechos de los trabajadores, con el propsito explcitamente
declarado de favorecer la concentracin de la propiedad en manos de
la minora capitalista9
2.2. VALOR NUEVO Y VALOR DE LA FUERZA DE TRABAJO
Tras lo expuesto en el apartado anterior la situacin en la que nos encontramos es la siguiente: lo que el trabajador vende en el mercado no
son las mercancas que ha producido (y en las que ha objetivado una
determinada cantidad de valor), sino nicamente su capacidad de trabajar, renunciando con esa venta a cualquier derecho de propiedad
sobre los resultados de su propio esfuerzo; por su parte, lo que compra
el propietario del capital es la posibilidad de usar la fuerza de trabajo
del obrero durante un tiempo determinado, adquiriendo con ello el derecho a apropiarse de los productos que resulten de ese trabajo. As pues,
en el intercambio de la fuerza de trabajo por capital encontramos una
asimetra fundamental: mientras el trabajador se encuentra en el circuito
M-D-M (vende su fuerza de trabajo para obtener dinero con el que comprar mercancas para su sustento), el capitalista se sita en el circuito DM-D ';el primero aspira a un intercambio de equivalentes (porque su
9
101
objetivo son los valores de uso para satisfacer sus necesidades de consumo, un fin situado fuera de la circulacin), el segundo en cambio solo
est interesado en obtener plusvalor a partir del intercambio de equivalentes, esto es, en obtener un valor extra pagando al obrero exactamente
el valor de su fuerza de trabajo (y no estafndolo o engandolo).
Pues bien, sobre la base de esta diferencia, la posibilidad de obtener
el plusvalor como un fenmeno general de la circulacin capitalista reside en que el valor de la fuerza de trabajo (es decir, la cantidad de trabajo abstracto que cuesta reproducirla), por un lado, y el valor que ella
puede rendir (es decir, la cantidad de trabajo abstracto que llegue a objetivar en las mercancas producidas), por otro, son dos magnitudes que
se determinan de manera distinta 10 :
i) La primera magnitud, el valor de la fuerza de trabajo, cuya expresin monetaria es el salario, se determina, como el valor de cualquier
otra mercanca, por el TTSN requerido para reproducirla. Dado que la
fuerza de trabajo solo existe como facultad del sujeto vivo, esa magnitud se mide indirectamente por el valor de los medios de consumo
(MC) que se necesitan por trmino medio para la subsistencia del trabajador (o ms exactamente, de su unidad familiar 11 ) de acuerdo al nivel
de vida normal vigente en cada momento y lugar (en lo relativo a la alimentacin, alojamiento, formacin, atencin sanitaria, ocio, etc.) 12 El
valor de la fuerza de trabajo en un determinado lugar depende, por
tanto, de dos factores: la cantidad de medios de consumo que componen la cesta de subsistencia obrera y el valor unitario de cada uno de
esos medios.
K, I, p. 234.
en el tiempo.
12 Para analizar el circuito del capital y explicar el origen del plusvalor Marx razona a
un nivel de abstraccin muy elevado y se refiere por ello al valor medio de la fuerza de
trabajo, sin considerar la existencia de diferencias de valor que responderan a los distintos costes de educacin y formacin de los trabajadores.
102
103
de uso producidos por unidad de trabajo-, de tal modo que la masa salarial abonada al conjunto de los trabajadores les impida adquirir latotalidad del producto social (una vez descontado lo necesario para
reponer los medios de produccin utilizados), dejando de esa forma un
margen suficiente para la ganancia del capitalista. La limitacin del valor
de la fuerza de trabajo (y del salario medio) a los costes de reproduccin
del obrero es una necesidad bsica del funcionamiento capitalista. Si los
trabajadores cobrasen sistemticamente por encima de lo estrictamente
necesario para su supervivencia social podran acabar adquiriendo medios de produccin y liberarse de ese modo de la necesidad de seguir
vendiendo su fuerza de trabajo (adems de que ese hecho amenazara
la ganancia del capital) .
La explicacin del ciclo del capital reside, por tanto, en que el valor
de la fuerza de trabajo constituye un nivel de subsistencia social (y no
meramente biolgico) por medio del cual se asegura la reproduccin
del obrero de acuerdo a las condiciones de vida vigentes en cada momento. Por ms que dicho nivel tienda a elevarse histricamente en trminos absolutos (como cantidad de medios de consumo adquiridos por
las familias trabajadoras), nunca deja de representar un umbral de subsistencia social encargado de cubrir los costes cada vez ms elevados de
la reproduccin obrera (nuevos requerimientos de cualificacin, movilidad, comunicacin, equipamiento de los hogares, etc., que impone la
evolucin de la sociedad) y, por eso mismo, de impedir estructuralmente -esto es, como tendencia dominante-la transformacin del trabajador en capitalista 15 Y para garantizar que el precio de la fuerza de
trabajo no se site sistemticamente por encima de su valor es indispensable recrear permanentemente una masa de poblacin desempleada, el ejrcito industrial de reserva, que ejerza una presin a la baja
sobre las condiciones de venta de la fuerza de trabajo. El desempleo de
masas permanente constituye por tal motivo una necesidad estructural
del modo capitalista de produccin.
13
104
105
14
15
Trabajo necesario
Plustrabajo
Producto final
MC
Plusproducto (excedente)
Valor nuevo
ValorFT
Plusvalor
106
107
resultan ms o menos penosas), sino exclusivamente en virtud de su condicin de no propietarios de los productos de su propio trabajo -del
hecho de que, como norma, generan ms valor del que se apropian por
medio de su salario- , la explotacin constituye un rasgo estructural del
modo de produccin capitalista. En la medida en que da cuenta del mecanismo especfico por medio del cual tiene lugar la extraccin del excedente social y su apropiacin por parte de la clase propietaria de los
medios de produccin, la relacin entre capital y trabajo constituye la
relacin fundamental de la sociedad capitalista. Aunque en el mercado
todos concurran formalmente como iguales, como propietarios de mercancas que vender, en trminos socioeconmicos opera una desigualdad estructural entre quienes tienen por nica mercanca su propia
fuerza de trabajo y quienes son dueos de los medios de produccin,
los propietarios del capital. Se establece de ese modo una relacin de
dependencia y subordinacin que es econmica, no poltica o personal,
como suceda en las formas de produccin precapitalistas.
El concepto de explotacin que acabamos de presentar alude a una
particular relacin de intereses materiales antagnicos entre actores distintos dentro de las relaciones econmicas 18 Por intereses materiales debemos entender aqu las opciones que tienen los agentes para aumentar
su bienestar econmico, el cual no se refiere a la simple obtencin de mayores niveles de consumo, sino ms precisamente a la consecucin de
la mejor combinacin posible entre trabajo, ocio y consumo, pues el inters de los individuos ser, por lo general, reducir el esfuerzo laboral
que les cuesta conseguir un determinado nivel de consumo. Sobre esta
base, dos actores tendrn intereses materiales antagnicos cuando las estrategias para la mejora del bienestar econmico de uno de ellos impliquen necesariamente una amenaza hacia el bienestar econmico del
otro, de tal modo que el bienestar del individuo o grupo favorecido no
es simplemente ms elevado que el del desfavorecido, sino que se ha
conseguido a su costa, lo cual implica la existencia de un conflicto de
suma-cero entre ambas partes. Este es el caso de la relacin entre capital
y trabajo que estamos examinando, pues dado un determinado producto total a repartir, la mejora de los ingresos de una clase implica necesariamente una disminucin de los que obtiene la otra. Q}lienes
venden su fuerza de trabajo querrn hacerlo lgicamente en las mejores
18
108
109
causal entre el bienestar de un polo y las privaciones del otro, lo cual explica el carcter objetivo del antagonismo entre clases.
ii) Un segundo argumento sugiere que gracias al desarrollo de la productividad del trabajo los ingresos de las dos clases mejoran con el
tiempo, lo cual permite siempre algn tipo de colaboracin entre ellas.
Sin embargo, aunque los beneficios del progreso tcnico pueden llegar
a repartirse, de modo que los trabajadores alcancen mayores niveles
de consumo -que no obstante tienen por funcin hacer frente a costes
de reproduccin social cada vez ms exigentes-, ello no anula la existencia de apropiacin de los productos del trabajo ajeno por parte del
capital-esto es, que la sociedad capitalista se basa en la explotacin del
trabajo con independencia del crecimiento o no de la desigualdad entre
las clases en cuanto a los ingresos- y, adems, siempre queda abierto un
conflicto de suma-cero en relacin a cmo se distribuye ese crecimiento
del producto total entre capitalistas y trabajadoresj aunque la tarta de
la riqueza crezca un 10%, sigue en pie la disputa por acaparar ese incremento, de modo que lo que una clase se apropia la otra necesariamente
lo pierde22 .
De acuerdo con las definiciones establecidas, puede concluirse que
la explotacin designa un tipo especfico de relacin social basada en intereses materiales antagnicos, cuya existencia depende de tres condiciones fundamentales : i) que el bienestar de un actor dependa de las
privaciones materiales de otroj ii) que esa relacin causal en (i) implique
la exclusin del explotado del acceso a los recursos productivos de la
sociedad en virtud de algn tipo de derecho de propiedad sobre los mismos, o lo que es igual, que exista una divisin entre propietarios y no
propietarios de los medios de produccinj iii) que el mecanismo causal
que traduce la exclusin (ii) en una diferencia de bienestar (i) remita a
una apropiacin de los productos del trabajo del explotado por quien
controla los recursos productivos. A partir de esta definicin, decir que
un agente explota a otro supone algo ms que reconocer una mera desigualdad en la distribucin de sus ingresos, pues apunta a una relacin
Adems, como veremos en los captulos 4 y S, la pugna distributiva entre las clases
est sobredeterminada por las exigencias de rentabilidad del capital y la competencia,
lo cual provoca que la participacin de los trabajadores en esos incrementos del producto sea por lo general menor que la del capital.
22
110
111
A. Sistema feuda l. En una comunidad feudal los campesinos son siervos y las tierras propiedad del seor feudal se dividen, por hiptesis, en
dos partes de igual tamao (y fertilidad): durante medio ao los siervos
cultivan las tierras que les son cedidas para obtener su sustento, a cambio
de lo cual, en virtud de las relaciones de servidumbre establecidas, se
ven obligados a trabajar el medio ao restante en las tierras reservadas
para el seor. En el terreno cedido los productores cosechan 60 unidades, 10 de las cuales deben reservarse como semillas para la nueva siembra, quedando SO unidades para asegurar su subsistencia. En la otra
mitad de las tierras se obtienen otras 60 unidades, de las que, una vez
descontadas las 10 necesarias para la siembra del siguiente ao, quedan
SO ms como excedente, del cual se apropia el seor feudal en calidad
24
112
Como todos los individuos estn ligados entre s por relaciones de dependencia
personal, los trabajos y productos >> forman parte del mecanismo social en calidad
de servicios directos y prestaciones en especie >> (K, l, p. 94 ).
113
114
115
3.
3.1.
plo, disminuyendo), ello no afecta al valor del producto, sino que solo
se altera la distribucin de ese valor nuevo rendido entre salarios y plusvalor (en el ejemplo, aumentando la parte que se apropia el capital).
Sobre la base de los nuevos conceptos introducidos, el valor unitario
de una mercanca (Wu) puede ser representado como la suma de dos
elementos: el valor pasado determinado por el trabajo indirecto, correspondiente al valor de los medios de produccin consumidos en la produccin, y el valor nuevo rendido por el trabajo directo del obrero
colectivo:
P,
=p/v
116
g' = p/c+v
117
118
ii) La produccin de plusvalor relativo consiste, por su parte, en aumentar el tiempo de plustrabajo sin modificar la jornada laboral, reduciendo el tiempo de trabajo necesario (o reducindolo ms que el
eventual acortamiento de la jornada) . Aqu se trata de aumentar la
fuerza productiva del trabajo para disminuir el valor de los medios de
consumo a travs de los cuales se reproduce el obrero, lo cual significa
abatir el valor de la fuerza de trabajo, una desvalorizacin de la fuerza
de trabajo. Para ilustrarlo tomemos nuevamente como punto de partida
una jornada de 8 horas dividida en S horas de trabajo necesario y otras
3 de plustrabajo, con p ' =60%. Si en el siguiente periodo el incremento
de la productividad general reduce el trabajo necesario ( correspondiente al valor de los medios de consumo obrero) a 4 horas, el plusvalor
asciende ahora a otras 4 y p '= 100%. Puesto que el valor de la fuerza de
trabajo depende tanto de la cantidad de medios de consumo como del
valor unitario de cada uno de ellos, la condicin para reducir el trabajo
necesario ser que la cantidad de esos medios de consumo crezca en
27
119
30
28
Mantener el salario por debajo del valor de la fuerza de trabajo es un recurso habitual
para determinadas capas de la clase obrera de los pases capitalistas avanzados (tambin para el grueso de ella en muchos pases dependientes), pero aqu no se contempla
ya que estamos suponiendo el intercambio de equivalentes para centrarnos en la lgica
de funcionamiento de la economa capitalista y no tanto en su concrecin en alguna
economa real.
29
Cf. el captulo S.
120
121
4.
i) En la primera fase (D-M) el capitalista compra medios de produccin y fuerza de trabajo, transformando su capital dinerario (D) en capital productivo (P) . Lo que convierte a este acto de compra en una fase
del ciclo del capital son las caractersticas materiales de las mercancas
adquiridas (MP y FT), as como su destino a la inversin para producir
nuevas mercancas (y no al consumo personal del capitalista).
ii) Por otro lado, tambin hay interrelacin entre las fases de circulacin y produccin -pues la circulacin es condicin de la produccin
y viceversa- y, en consecuencia, entre las tres formas que adopta el capital en el proceso de su valorizacin, ya que la renovacin del capital
productivo (P), el reemplazo de los medios de produccin y de consumo
utilizados, depende de su aparicin como mercanca en la circulacin,
ii) En la segunda fase ( ... P ... ) se interrumpe el proceso de circulacin y se desarrolla el de produccin, con el consumo productivo de las
mercancas adquiridas (los medios de produccin y la fuerza laboral),
de donde resulta, gracias al plusvalor generado por el trabajo, una nueva
masa de mercancas con un valor superior al de las compradas. El capital
pasa entonces de su forma productiva (P) a la mercantil (M') .
33
Los guiones indican actos de cambio y los puntos que el proceso de circulacin se
interrumpe para dar inicio a la produccin. K, Il, p. 29.
122
123
32
pero al mismo tiempo, solo si este capital productivo se renueva constantemente el capital podr aparecer en la circulacin como capital mercantil (M) y como capital dinerario (D ). La valorizacin nicamente
llega a cumplirse con xito si el ciclo del capital no se interrumpe en
ninguna de sus fases, quedando aislado en alguna de sus funciones, pues
el plusvalor debe realizarse con la venta de M' . Ahora se aprecia ms
claramente que el capital no es una cosa, sino el movimiento completo de valorizacin con sus tres fases, articulacin de los momentos
de circulacin y de produccin, y nunca puede reducirse -como hace
la economa convencional- a sus elementos fsico-tcnicos, es decir, al
eslabn M .. . M', pues lo que se valoriza son siempre magnitudes de
valor expresadas en dinero, no simples insumas fsicos, ni tampoco al
mero dinero (en sus funciones tcnicas de la <<Circulacin simple).
4.2.
Cuadro 2. Clasificacin de los componentes del capital segn su participacin en la produccin y circulacin del valor
Punto de vista de la
produccin de valor
Elemento de la
produccin
Punto de vista de la
circulacin del valor
Instalaciones y edificios
Maquinaria y henamientas
Capital constante
Capital fijo
Materias primas
Productos auxiliares
Energa
Capital variable
Capital circulante
Fuerza de trabajo
124
125
mento del capital fijo (por ejemplo, una mquina) cuyo tr sea de S aos,
realiza cada ao 1/ S de su rotacin (n=1/tr=1/ S) . Si esa mquina tiene
un valor de 10.000 , 1/ S de ese valor, esto es, 2.000 , se transfiere
anualmente al valor de las nuevas mercancas producidas. Por su parte,
un componente del capital circulante (por ejemplo, alguna materia
prima) con un tr de 4 meses (es decir, 1/3 de ao), realizar 3 rotaciones
al cabo del ao (n=1/tr=1/0,333=3 ). Si esa materia prima tiene un valor
de 100 , el valor total consumido y transferido al cabo del ao a las
mercancas producidas ser de 300 . El periodo de rotacin medio de
un capital compuesto por diferentes elementos de capital fijo y capital
circulante viene dado por la relacin entre el capital total adelantado,
K, y el capital total consumido a lo largo del ao, ki as, si la inversin
total es de 100.000 y el consumido ha sido de 20.000 , el periodo de
rotacin ser de S aos.
Estas apreciaciones son importantes porque la diferente tasa de rotacin del capital constante y variable tiene efectos sobre los dos indicadores de la rentabilidad capitalista36 :
ii) Por su parte, la tasa de rotacin del capital constante influye sobre
la tasa de ganancia. Una misma cantidad de capital constante consumido en un ao supone inversiones distintas en funcin de la tasa de
rotacin que tenga, siendo menor la inversin requerida conforme la
tasa de rotacin sea mayor. Supongamos dos capitales A y B que transfieren al cabo del ao la misma cantidad de capital constante, 100.000 ,
rotando en A una vez por ao mientras en B lo hace dos. La inversin
36
126
4.3.
EL TRABAJO PRODUCTIVO
4.3.1.
37
127
K, I, p. 616.
128
Si la sociedad en que vivimos estuviese enteramente constituida por relaciones capitalistas de produccin, sin presencia de ninguna otra forma
de organizacin de la actividad, la totalidad del trabajo que se realiza en
ella constituira tambin trabajo productivo. Sin embargo, en toda formacin social concreta, determinada espacial y temporalmente, las relaciones de produccin capitalistas conviven en diferente grado con
formas de produccin no capitalistas, como el trabajo domstico, la produccin mercantil no capitalista, la produccin desmercantilizada que
lleva a cabo el Estado, etc. Por ello, una manera til de clasificar en las
sociedades reales las diferentes actividades y unidades de produccin
existentes es comprobar si cumplen o no con alguno de los dos criterios
39
Guerrero, 2001.
Diferencias entre los intereses brutos percibidos por las operaciones de activo (concesin de crditos) y los pagados por las de pasivo (recepcin de depsitos), una vez
descontados los gastos operativos (laborales y materiales) para llevarlas a cabo.
40
129
fundamentales que definen la produccin capitalista: i) el carcter mercantil (o no) de la produccin, es decir, si los bienes y servicios producidos se destinan (o no) a la venta en el mercadoj ii) el carcter
asalariado (o no) del trabajo, es decir, si quienes trabajan venden (o no)
su fuerza de trabajo. De acuerdo con estos dos criterios podemos distinguir cuatro tipos de actividad41 :
Produccin mercantil
Trabajo
asalariado
Produccin no mercantil
l. Empresas capitalistas
l. Instituciones pblicas
2. Empresas pblicas
2. Instituciones privadas
(Trabajo no productivo)
l. Organizaciones voluntarias
2. Colectivas
2. Hogares
Trabajo
Trabajo indirectamente social
no asalariado
Subsisten a partir de las ventas
Tanto la tipologa como las definiciones que siguen se basan en Gouverneur (2002).
130
131
productiva tiene una nica fuente de ingresos (mercantil1pblica o contribuciones voluntarias) 1 cuando en la realidad pueden existir diversas
fuentes de financiacin 1como sucede con las tasas impuestas a muchos
servicios pblicos ( educacin1 sanidad1 instalaciones deportivas1 etc.)
o con las ayudas pblicas a las empresas privadas (en forma de subvenciones1 bonificaciones1exenciones fiscales1etc.); ii) por otro lado1en el
cuadro se supone que el trabajo realizado en cada unidad productiva es
de un nico tipo (asalariado1no asalariado o voluntario) 1cuando en la
realidad pueden darse combinaciones de ellos1 como ocurre por ejemplo con el trabajo voluntario en algn centro pblico (un hospital o una
escuela) 1 o en el caso de un trabajador asalariado contratado por una
asociacin de voluntariado.
A partir de esta clasificacin de las actividades podemos distinguir
dos categoras de trabajo productivo1 en sentido amplio o restringido1
dependiendo de si la produccin de mercancas incluye o no el trabajo
asalariado y la produccin de plusvalor. En su definicin ampliada el
trabajo productivo sera todo el trabajo involucrado en la produccin
de mercancas y la generacin de valor (casillas A y B) 1sea asalariado o
independiente. Esta definicin amplia sirve para identificar las actividades que en ltimo trmino permiten financiar las actividades improductivas a travs de impuestos. El trabajo productivo en sentido restringido
sera nicamente el trabajo que se cambia por capital1produce plusvalor
y adopta la forma asalariada.
4.4.
LA ACUMULACIN DE CAPITAL
4.4.1.
132
4.4.2.
K, I, Seccin Sptima. Marx considera aqu que la acumulacin se desarrolla de manera normal, bajo supuestos muy restrictivos, prescindiendo transitoriamente
de todos los fenmenos que ocultan el juego interno de su mecanismo (p. 693): no
hay problemas de realizacin, las mercancas se compran y se venden de acuerdo a su
valor, no hay comercio exterior y no se considera la dimensin financiera de todo el
proceso. En el Libro Ill se analiza la dinmica de la acumulacin de forma mucho ms
concreta, en el marco de la competencia entre los mltiples capitales >>, dando entrada a muchos de los factores que ahora se orniten y que explican su carcter turbulento y la inevitabilidad de las crisis. Cf. el captulo 4.
133
43
134
45
K, I, pp. 699-700.
135
propio desarrollo, el proceso capitalista de produccin reproduce la escisin entre la fuerza de trabajo y las condiciones materiales de trabajo;
o como escribe Marx: reproduce, y perpeta con ello, las condiciones
de explotacin del obrero. Lo obliga, de manera constante, a vender su
fuerza de trabajo para vivir, y constantemente pone al capitalista en condiciones de comprarla para enriquecerse, por este motivo, el proceso
capitalista de produccin, considerado en su interdependencia o como
proceso de reproduccin, no solo produce mercancas, no solo produce
plusvalor, sino que produce y reproduce la relacin capitalista misma:
por un lado el capitalista, por la otra el asalariado 46
bin impulsada por el crdito (prstamos, emisin de acciones y obligaciones, etc.), que permite reunir grandes sumas de dinero de forma
rpida, como en el caso de las sociedades por acciones. El resultado de
esta lucha general por la supervivencia de los capitales individuales es
una creciente oligopolizacin de la economa, que ser ms acusada en
las ramas donde el tamao de la unidad de capital viable desde el punto
de vista competitivo sea mayor (industria aeronutica, energtica, automotriz, etc.) y menor en las ramas donde la inversin requerida sea
inferior (hostelera, servicios personales, etc.) . Si bien este proceso de
centralizacin se ve parcialmente frenado por la creacin de nuevos capitales en nuevas ramas o por la escisin de los viejos, en el largo plazo,
como resultado de la propia dinmica competitiva, terminar por imponerse. La concentracin y centralizacin es, por todo ello, la forma
especfica que adopta la socializacin del trabajo en el sistema capitalista, donde la produccin tiene un carcter cada vez ms colectivo e integrado (a nivel de empresa, rama y entre pases), mientras la propiedad
y el control de ese proceso colectivo se torna algo cada vez ms privado,
en manos de un porcentaje menguante de empresas 47
46
136
137
5.1.
Al exponer en el captulo anterior las propiedades formales del intercambio mercantil habamos supuesto de manera provisional que todos
los participantes en las relaciones de cambio lo hacan en calidad de propietarios de los productos de su propio trabajo -de tal modo que para
conseguir una determinada cantidad de productos del trabajo ajeno era
48
Esto incluye obviamente a los trabajadores con algn tipo de ingreso derivado de
la posesin de activos (vivienda en alquiler, acciones, depsitos, etc.) pero que necesiten seguir vendiendo su fuerza de trabajo a cambio de un salario. El hecho de que
ciertos trabajadores lleguen a poseer acciones no les otorga, evidentemente, ningn
poder real ni control sobre los medios de produccin.
138
El proceso histrico por medio del cual los productores fueron despojados inicialmente del control de las condiciones materiales de produccin fue, como ya he sealado, la acumulacin originaria.
139
so
SI
K, 1, p. 214.
140
Actores
Contenido
de la relacin
Concepto
de propiedad
Estructura
social
Circulacin
Individuos
Equivalencia
Propiedad
individual
Igualdad
Produccin
Clases
Explotacin
Propiedad
capitalista
Desigualdad
141
52
Esta visin se opone de raz al enfoque sociolgico convencional de la estratificacin social, basado en la gradacin de posiciones en funcin del grado en el que los
individuos poseen algn atributo (ingreso, cualificacin, estatus, etc.), donde unos
grupos sociales simplemente tienen ms que otros, sin que pueda establecerse ninguna
relacin estructural entre ellos y donde el nmero de estratos propuesto es siempre,
por tal motivo, arbitrario.
142
143
144
54
K, I, p. 3 74. Los pequeos patronos representan, como luego veremos, una situacin
intermedia entre la pequea burguesa y la clase capitalista. Marx recuerda al respecto
que para impedir coactivamente la transformacin del maestro artesano en capitalista, el rgimen gremial de la Edad Media restringi a un mximo muy exiguo el nmero de trabajadores a los que poda emplear un solo maestro .
ss Aunque algunas capas de los asalariados puedan poseer algunos medios de produccin, pequeos lotes de acciones u otros activos (como por ejemplo, alguna vivienda
alquilada), la clave es que, como norma, los ingresos que proporcionan seran insuficientes para asegurar exclusivamente a travs de ellos su subsistencia social. Cf. el captulo S.
145
146
lacin de clase (propiedad y dominacin) coinciden en el mismo empleoj estas posiciones seran identificables con las clases en sentido
estricto: la burguesa seran los propietarios de medios de produccin
56
Me inspiro en Wright ( 1983 y 1994), pero sin asumir la definicin de algunas categoras, y tambin en Carchedi (1977).
147
que ejercen el control en el proceso de trabajo y contratan fuerza de trabajo ajena la clase trabajadora remitira a las posiciones que son explotadas por carecer de propiedad y control sobre su trabajo y la pequea
burguesa a quienes son propietarios de medios de produccin, controlan su actividad y no explotan fuerza de trabajo ajena.
2.1. Entre capitalistas y trabajadores asalariados: es el caso de los directivos y cuadros gerenciales, que desempean funciones del capital
en el proceso de trabajo (tareas de direccin, organizacin y control) y
al mismo tiempo son formalmente asalariados, aunque su remuneracin
no est determinada tanto por el valor de la fuerza de trabajo como por
los beneficios que obtenga la empresa. De esta categora habra que excluir, no obstante, a los altos ejecutivos de las grandes empresas, con
importantes participaciones accionariales y cuyas remuneraciones son
en realidad una forma de participacin en los beneficios del capital, y
que formaran parte directamente de la burguesa.
2.2. Entre capitalistas y pequea burguesa (trabajadores independientes): en esta posicin se encuentran los pequeos propietarios de medios de produccin que pese a contratar fuerza laboral ajena necesitan
trabajar ellos mismos para poder subsistir. En esta situacin se encontraran todos aquellos casos que van desde el trabajador independiente
con un solo asalariado a su cargo hasta el propietario de medios de produccin que no pueda vivir exclusivamente del trabajo ajeno (pues si
esto ltimo ocurriese estaramos ya ante un capitalista aunque de pequeo tamao) .
57
148
En relacin a los dos tipos de posiciones de clase que acabo de exponer, polarizadas y contradictorias, los individuos pueden encontrarse
en tres tipos de situaciones distintas :
l. Posiciones nicas: cuando el individuo ocupa una sola posicin de
149
vinculados al mundo laboral (desempleados estudiantes personas dedicadas a las tareas domsticas jubilados discapacitados etc.) pero que
lgicamente tienen alguna trayectoria de clase al remitir siempre a
unidades familiares que pueden ser obreras capitalistas o pequeo-burguesas; por ejemplo un obrero jubilado un estudiante que acabar
siendo trabajador asalariado etc.
Es necesario aclarar tambin que si bien obviamente las posiciones
en el proceso de trabajo las ocupan siempre personas concretas} lo decisivo es el carcter de clase de la unidad familiar a la cual pertenecen.
La familia es la unidad bsica de anlisis en la medida en que en ella se
determina la necesidad o no de vender la fuerza de trabajo para sus
miembros. Por ejemplo por ms que formalmente el hijo de un capitalista pueda ser un asalariado (en alguna empresa familiar o en cualquier
otra) en verdad no est econmicamente obligado a vender su fuerza
de trabajo para subsistir razn por la cual no pertenece a la clase obrera
sino a la burguesa.
Lo que pone de manifiesto la existencia de posiciones contradictorias
de clase as como la de situaciones mltiples e indirectas de los individuos en relacin a ellas es en definitiva que los contornos o fronteras
de clase son siempre difusos en la realidad emprica como ocurre por
definicin con cualquier categora de anlisis social (etnia nacin familia religin etc.); por exponerlo grficamente: el hecho de que en el
continuo-estatura segn el cual podramos ordenar al conjunto de la
poblacin desde la persona ms baja a la ms alta no exista un punto
de corte ntido y objetivo a partir del cual se pudiera decir que acaban
los bajos y empiezan los altos no significa como es obvio que
no existan altos y bajos.
150
61
Ibid., p. 396.
151
152
153
6.
cantil, sin lugar para la explotacin. En un segundo momento, en la Seccin Segunda, se muestra que ese marco mercantil implica necesariamente la existencia del capital, pues solo tiene sentido que el din ero
circule como capital, valorizndose. Esta dependencia entre dinero y
capital no significa que el concepto de capital brote o se derive a partir
del despliegue del concepto anterior, el dinero, sino que el uno no puede
darse sin el otro dentro de un mismo plano sincrnico, en la definicin
de un nico sistema.
Lo que Marx trata de demostrar es que no existe capital sin m ercado
ni mercado sin capital. Uno y otro constituyen diferentes aspectos de
una misma y nica estructura. Si el intercambio no es universal, tampoco puede haber capital -la valorizacin del dinero- ni estructura
nica, pues el plusvalor en un contexto de cambio no generalizado
puede tener un origen meramente externo al propio mbito de la circu!acin (por ejemplo, a partir de la relacin con comunidades no mercantiles) . La clave de la sociedad capitalista es que la extraccin del
producto excedente de los trabajadores tiene lugar por va mercantil, a
travs de relaciones de valor. Por ello, circulacin mercantil simple y
produccin capitalista no constituyen en la exposicin de M arx dos estructuras distintas, sino dos pasos o etapas en la construccin terica
de una misma y nica estructura: en la Seccin Primera se analiza la circulacin mercantil como esfera en la cual se expresa la validez igual de
los trabajos particulares, y en la Seccin Segunda se investiga el capital,
mostrando que esa relacin social de validez entre los trabajos es el vehculo de una relacin de explotacin entre clases.
Escindir los ciclos M-D-M y D-M-D' en el sentido en que lo h ace la
lectura tradicional, como si cada uno de ellos fuese la expresin de una
estructura social distinta, separando el mercado del capitalismo,
supone considerar al primero como un simple instrumento de asignacin de recursos de carcter neutro, compatible con distintas estructuras
sociales, incluido el socialismo. Esta concepcin es la que est en la base
del reformismo poltico, que no cuestiona la propiedad privada sobre
la economa, idealiza el mercado y se centra en criticar los excesos capitalistas (el poder de las grandes corporaciones, de la banca, etc.) . Pero
para Marx el mercado no es un simple mecanismo que se relacionara externamente con el capital, sino que constituye la forma en que se
manifiesta la produccin capitalista, una estructura de produccin ato-
62
154
155
miza da de la que forma parte la circulacin del dinero como capital. Por
eso entiende que cualquier intento de superar el capitalismo pasa necesariamente por superar la produccin privada y las relaciones mercantiles por medio de las cuales se articula 65 .
CAPTULO
sobre este aspecto en el Apndice Final del libro a propsito del llamado
socialismo de mercado.
Del recorrido realizado hasta aqu hemos obtenido dos resultados fundamentales : i) por un lado (en el captulo 1), la definicin del valor
como una relacin social de validez o equivalencia, pues es en el intercambio de mercancas donde los diversos trabajos concretos (implicados
en la produccin de cada tipo de mercanca) se homologan como cantidades distintas de una magnitud comn, el trabajo abstracto, pasando
de ese modo a formar parte de la divisin social del trabajo ii) por otro
lado (en el captulo 2), que los productores no son simples trabajadores
individuales que operan con sus propios medios de produccin, sino
empresas capitalistas que explotan trabajo asalariado. A partir de estos
dos resultados toca analizar ahora la mecnica del proceso de validacin
social de los trabajos particulares (realizados en las diversas empresas),
explicando de qu forma se cumple la ley del valor en el marco de la
competencia capitalista, para lo cual debemos abandonar el nivel de
anlisis del capital en general -levantando el supuesto inicial, mantenido a lo largo de los dos captulos anteriores, de que el trabajo particular se realiza siempre de acuerdo al TTSN- y entrar en el de los
mltiples capitales, cada uno de ellos con una productividad (dotacin tcnica) distinta. El problema especfico del que nos ocupamos en
este captulo es, por lo tanto, el de explicar la lgica reproductiva de un
sistema basado en decisiones privadas de produccin que deben ser validadas socialmente, desvelando cmo se distribuye el trabajo total del
que dispone la sociedad entre las diferentes actividades -y, en consecuencia, entre las distintas necesidades sociales- en ausencia de coordinacin consciente de la produccin global.
Para examinar adecuadamente las diferentes dimensiones que presenta el proceso de reproduccin capitalista el captulo se divide en tres
156
157
65 Volveremos
cada uno de ellos como parte integrante del trabajo social global- solo
se alcanza indirectamente a travs del intercambio, igualando productos
cualitativamente distintos como cantidades de una misma magnitud, el
trabajo abstracto. En ese proceso de homologacin social de los trabajos
debemos distinguir dos aspectos distintos : i) uno relativo al mbito de
la produccin: en qu medida el trabajo particular efectuado en cada
caso se corresponde con el TTSN exigido para cada tipo de mercanCaj
ii) el otro relativo al mbito de la circulacin : de qu forma se ajusta el
valor de cambio (el precio de mercado) al valor (la norma del TTSN).
Por lo tanto, no se trata ya en este punto de establecer cunto cuesta producir por trmino medio una determinada mercanca -es decir, no nos
ocupamos ahora de la cuestin de cmo se determina la magnitud del
valor, analizada en el captulo 1, base para explicar las proporciones normales de cambio-, sino de evaluar cunto le cuesta producirla a cada productor particular y, por otra parte, de cmo se imponen los tiempos
medios de trabajo en el mercado, en las relaciones de cambio de unas
mercancas con otras. Para examinar todo ello se debe abandonar el
nivel de anlisis del capital en general -donde el trabajo particular
se tomaba como mero representante del trabajo de productividad
media y se supona adems la igualdad entre oferta y demanda, es decir,
el equilibrio del mercado (estos haban sido los supuestos adoptados
en los dos captulos anteriores)- para adentrarnos en el de los mltiples capitales - forma de existencia real del capital a escala de la sociedad- , donde cada uno de ellos posee un nivel de productividad
distinto y la masa de mercancas producida en cada rama se enfrenta
con la necesidad social (expresada como demanda solvente), levantando asimismo el supuesto del equilibrio entre oferta y demanda.
Toca analizar ahora, en definitiva, de qu forma, a travs de qu mecanismos, se cumple la ley del valor -y rige la nocin de trabajo abstracto - en el marco de la competencia capitalista.
Para desarrollar todo este anlisis seguiremos los siguientes pasos.
En el apartado 1.1 se aborda el proceso de reduccin del trabajo particular al TTSN, distinguiendo entre valor individual y valor, lo cual equivale a reconocer la existencia de una productividad de valor distinta
para cada capital individual. En el marco de esta discusin se defiende
una interpretacin alternativa, basada en la obra de Felipe Martnez
Marzoa, del llamado problema de la transformacin de los valores en
158
159
precios de produccin, que pretende ser ms consecuente con los fundamentos de la teora del valor expuestos globalmente en el captulo 1;
adicionalmente se analiza en ese mismo marco la renta agraria como un
caso especial en el funcionamiento de la ley del valor. El apartado 1.2
estudia el proceso de ajuste del valor de cambio al valor, mostrando que
el juego de la oferta y la demanda no es otra cosa que el mecanismo especfico a travs del cual se cumple la ley del valor. Finalmente, en el
apartado 1.3, se hace una recapitulacin de las diferentes categoras utilizadas a lo largo del epgrafe.
1.1.
ii) Una segunda posibilidad ser que el trabajo particular est tcnicamente atrasado con respecto al promedio, de manera que una hora
de trabajo real representar menos de una hora de TTSN -es decir, las
mercancas elaboradas en una hora de trabajo particular no podrn intercambiarse por mercancas de otro tipo elaboradas en una hora de trabajo medio, sino por menos- y, en consecuencia, el valor individual (lo
que le cuesta al productor en cuestin obtener la mercanca) se situar
por encima del valor ( w> W). Esto significa que en cada hora de trabajo
el productor particular rinde menos valor que el productor promedio
-o dicho de otra forma: produce con costes superiores a la media-,
por lo que estamos ante un trabajo menos productivo de valor. Marx ilustra esta posibilidad en el captulo 1 del Libro I con el ejemplo de un tejedor manual que sigue empleando el mismo tiempo de trabajo por
unidad de tela tras la introduccin en el sector del telar de vapor,
que duplica la productividad laboral, por lo cual en la nueva situacin
tcnica su trabajo particular representa solo la mitad de valor que antes
(al haberse reducido a la mitad el TTSN) 3.
160
161
En el marco de la dispersin productiva caracterstica del sistema capitalista - donde no hay dos empresas tcnicamente iguales y siempre
existe una jerarqua desde las ms adelantadas a las ms atrasadas-, la
generacin de valor y plusvalor en cada capital no depende simplemente
de la cantidad de trabajo real empleado, sino fundamentalmente de su
productividad, de las condiciones tcnicas bajo las cuales se ejerce. Si
producir la mercanca X exige por trmino medio 10 horas de trabajo
(este ser, expresado en dinero, el valor de dicha mercanca), el productor que emplee 12 horas (este ser su valor individual) no estar generando 12 horas de valor sino solo 10, quedando las dos horas restantes
exclusivamente a su cuenta como trabajo privado, sin homologar socialmente y lo contrario ocurre si un productor emplea 8 horas de trabajo
real (este es su valor individual), que estar generando 1Ohoras de valor
al realizar un trabajo potenciado con respecto al promedio. En consecuencia, sucede que los productores atrasados validan cada una de
sus horas de trabajo real por menos de una hora de trabajo social, mientras que los avanzados consiguen que se les reconozca una hora de trabajo social en menos de una hora de su tiempo de trabajo particular.
Trabajos desigualmente dotados desde el punto de vista tcnico generan
de este modo distintas magnitudes de valor por unidad de tiempo. En
otras palabras: dado que las mercancas se venden ( tendencialmente)
a su valor (determinado por el TTSN), los productores con valores individuales inferiores al valor - esto es, con productividad superior a la
media- obtienen plusvalores extraordinarios con respecto al beneficio
promedio, y lo contrario sucede con las empresas cuyos valores indivi-
162
El captulo X del Libro I constituye la referencia bsica en la explicacin de la formacin de plusvalores extraordinarios en base a la nocin de trabajo potenciado. En
l Marx seala que el trabajo cuya fuerza productiva es excepcional opera como trabajo potenciado, esto es, en lapsos iguales genera valores superiores a los que produce
el trabajo social medio del mismo tipo (K, I, p. 386).
S K, l, p. S l.
163
tiempo 7 Pues bien, a la luz de todo lo que se ha ido exponiendo, el significado de este pasaje es el siguiente: dado que la productividad es una
caracterstica del trabajo real concreto, referida a los productores particulares, cuando Marx seala en ese contexto que hacemos abstraccin
de dicha forma til concreta del trabajo, esto solo puede significar que
tomamos ya, como supuesto constructivo (pero no, obviamente, como
descripcin de lo que sucede en la actividad real, donde siempre existe
dispersin tcnica entre las empresas), el trabajo particular como representativo del trabajo medio (y, en consecuencia, hace aparecer el valor
como estrictamente proporcional al trabajo real empleado), por lo que
el valor individual se equipara al valor. En resumen, Marx est considerando en ese pasaje un capital individual pero representativo desde el
punto de vista tcnico del capital general .
Cuando en una determinada rama se eleva la fuerza productiva del
trabajo tras la generalizacin de una nueva tcnica, se reduce el T TSN,
desaparecen los plusvalores extraordinarios (las diferencias en la generacin de valor entre los trabajos particulares) y se obtiene una mayor
cantidad de bienes y servicios (aumenta la riqueza), pero no se genera
ms valor en la rama (por el conjunto del trabajo real all empleado).
Precisamente porque no se genera ms valor es por lo que el valor unitario de las mercancas tiende a descender conforme se eleva la productividad con el paso del tiempo. Si para producir 1O unidades de la
mercanca X se emplean por las empresas de una rama 40 horas de trabajo, cada unidad de X tendr entonces un valor de 4 horas de trabajo.
Una duplicacin de la productividad en la rama reducir a la mitad el
valor de cada mercanca, a 2 horas, pero en la rama se seguir rindiendo
la misma cantidad de valor que antes. El valor no es otra cosa que trabajo
medio y, lgicamente, una hora de trabajo medio siempre es, para cualquier momento del tiempo, una hora de trabajo medio, por ms que el
desarrollo de la fuerza productiva del trabajo se eleve histricamente.
Solo sincrnicamente, en relacin a cada instante del tiempo, cabe hablar
de diferencias en la generacin de valor, y ello, adems, en relacin a las
diferencias de productividad de los trabajos particulares, pues la mayor
o menor productividad del trabajo lo es siempre del trabajo particular
con respecto al promedio. Pero el trabajo realizado en una determinada
sociedad no genera ms valor (mientras el total de horas de trabajo real
Mande! ( 1979), Carchedi ( 1991) o Gouverneur ( 2002) son algunos de los autores
representativos de esta posicin.
164
K, 1, p. 57.
165
1.1.2.
1.1.2.1. EL TRNSITO EN EL ANLISIS DEL NIVEL DEL CAPITAL EN GENERAL AL DE LOS MLTIPLES CAPITALES : LOS TRMINOS DEL
PROBLEMA DE LA TRANSFORMACIN
En el captulo anterior se ha analizado el capital y su circuito a nivel de
abstraccin del Capital en general, tomando el conjunto de la economa como si fuese un nico capital para estudiar en mejores condiciones las propiedades que le corresponden como relacin social de
produccin especfica. En ese marco de anlisis, la referencia a un capital
individual o a una rama particular de la economa se haca siempre en
calidad de representante (o parte alcuota) de ese capital nico, expresin
del nivel general de desarrollo de las fuerzas productivas de la sociedad.
Tal supuesto metodolgico tena dos implicaciones fundamentales: i) por
un lado, se consider provisionalmente que todos los trabajos particulares
operaban de acuerdo a la norma del TTSN, por lo que el valor individual
coincida con el valor y, por consiguiente, el plusvalor obtenido en cada
caso resultaba ser estrictamente proporcional a la cantidad de trabajo
directo real empleadoj ii) por otro lado, ese nivel de abstraccin global
supona tambin admitir parmetros nicos de la produccin, con una
misma composicin del capital, tasa de plusvalor y tasa de ganancia para
todas las unidades y ramas de la economa.
166
167
composicin del capital que tengaj concretamente, en las ramas de composicin superior (inferior) a la media, la tasa de plusvalor habr de ser
tambin superior (inferior) a su media social, y lo ser exactamente hasta
garantizar la tasa media de ganancia de la economa. Como resultado de
ello, el plusvalor obtenido en cada rama -o si se prefiere, la retribucin
del capital- ya no ser proporcional al trabajo directo empleado (representado en v), sino al capital total invertido (c+v) y, en consecuencia, la
situacin de equilibrio (en torno a la cual fluctan los precios en el mercado) no ser ya aquella en que las diferentes mercancas se cambian de
forma proporcional a la cantidad de trabajo (directo e indirecto) que incorporan, sino la que se alcanza cuando cada capitalista obtiene un beneficio proporcional a la totalidad del capital invertido.
que con igual p' (del 100%) tiene menor cae-, razn por la cual esas
magnitudes ( 120, 130 y 140) no pueden constituir los verdaderos precios de equilibrio que regulan los precios efectivos de mercado. Ninguna
situacin que contemple tasas de ganancia tan dispares puede representar una condicin de equilibrio en la distribucin del trabajo y del capital entre las ramas.
Para que los diferentes capitales obtengan la ganancia media de la
economa, las mercancas habrn de intercambiarse entonces a una magnitud distinta de la constituida por la simple suma de c+v+p (el convencional valor ) j ms concretamente, los precios de la rama I
debern subir y los de la III bajar hasta el nivel en el que resulten igualadas las tasas de ganancia de las tres ramas. Esta nueva magnitud de
equilibrio surgida de la tendencia a igualar g ' en todas las ramas se conoce en la literatura econmica como precio de produccin (pp) y
matemticamente es el resultado de sumar el coste de produccin ,
c+v, y la ganancia media correspondiente al capital invertido, g ' ( c+v) :
Para ver todo esto ms claramente por medio de un ejemplo numrico supongamos una economa compuesta por tres capitales de igual
tamao pero diferente cae, cada uno de ellos en representacin de una
rama distinta. Tambin suponemos inicialmente una misma tasa de
plusvalor del lOO% para las tres ramas. Los datos recogidos en la Tabla
1 se expresan en unidades monetarias y estn referidos al valor de la
produccin total de cada rama (el valor de cada mercanca sera, lgicamente, el resultado de dividir ese valor total de la rama por el nmero
de unidades producidas) .
Tabla l. Formacin de los valores
Rama
valor
g' (%)
80
20
20
120
20
II
70
30
30
130
30
lii
60
40
40
140
40
A partir de estos datos, los valores, tal y como se conciben convencionalmente, seran sencillamente el resultado de sumar c+v+p para
cada una de las ramas: 120, 130 y 140, respectivamente. Pero si las mercancas se vendiesen de acuerdo a estas magnitudes, los capitales I y II
(con rentabilidades del20% y 30% respectivamente) se desplazaran, lgicamente, hacia la rama III que ofrece una g' mayor (del40%) -puesto
168
pp = e + v + g ' (e + v)
En nuestro ejemplo, la tasa media de ganancia -un parmetro que se
toma como expresin de esa tendencia estructural a la igualacin intersectorial de la rentabildiad- es del30%, resultado de dividir la suma del
plusvalor obtenido en las tres ramas ( 90 = 20 + 30 + 40) por el total de
capital invertido (300 = [80+20] + [70+30] + [60+40]). Los precios
de produccin se forman sumando esa ganancia media sobre los costes
(c+v) y es de 130 para las tres ramas. De este modo, bajo las nuevas condiciones que establece la competencia intersectorial y su tendencia a
igualar g ' en todas las ramas, los capitales de cae superior a la media de
la economa (es decir, con menor proporcin de capital variable que la
media), los de la rama I, tendrn un precio de produccin sup erior
al valor ( 130> 120), y lo contrario sucede con los capitales cuya cae
sea inferior a la media (esto es, con mayor proporcin de capital variable), los de la rama III, los cuales vendern a un precio de produccin por debajo de su valor ( 130<140 ), tal y como se ilustra en la
Tabla 2.
169
g' media(%)
Precio
produccin
Diferencia
valor-pp
80
20
20
30
130
+10
II
70
30
30
30
130
III
60
40
40
30
130
-10
170
leyes distintas : el primero dependera de la cantidad de trabajo cristalizado en cada mercanca mientras que el segundo lo hara de la cantidad
de capital invertido (sin importar la cantidad de trabajo directo realizado) . Una cosa sera1por consiguiente1el trabajo social objetivado en la
produccin y otra cosa distinta el trabajo social apropiado en la circulacin
por los capitales1en el intercambio de unas mercancas con otras1a partir
de transferencias de valor desde las ramas de menor a las de mayor
cae. El funcionamiento capitalista incluira as dos dinmicas distintas
pero superpuestas 10 : i) por un lado estara la produccin de plusvalor1
que respondera a la ley de una igual tasa de plusvalor1 segn la cual el
plusvalor generado en cada rama sera proporcional a la cantidad de trabajo directo empleado y ii) por otro lado1operando simultneamente1
estara el proceso de distribucin de ese plusvalor en la circulacin1conforme a la tendencia a la igualacin intersectorial de g' como resultado de
las transferencias sealadas desde las ramas de menor a las de mayor
coc. De acuerdo con esta visin1la competencia capitalista1en la medida
en que da pie a la formacin de unos nuevos precios de equilibrio (los
precios de produccin distintos a los valores-trabajo\ sera algo ms
que el simple mecanismo de realizacin de la ley del valor1ya que supondra su alteracin.
1.1.2.2. UNA INT ERPRETACIN ALTERNATIVA DEL PROBLEMA DE LA
TRANSFORMACIN
171
11
172
173
medida fsica del valor que hara incomparables los trabajos de las diversas ramas. Pero el proceso de validacin social de los trabajos particulares no tiene lugar de forma independiente en cada rama (esto es, no
hay tantos procesos como ramas) 1 sino que se trata de un proceso general
y nico que involucra al conjunto del aparato productivo1 y para ello1 adems de considerar diferencias de productividad intrasectoriales1 en algn
sentido debe poder afirmarse que todo un sector est tcnicamente atrasado o adelantado con respecto a otro. Tal y como se adelant en el captulo primero (apartado 2.2), si la nocin de valor tiene dos dimensiones,
relativas al carcter abstracto y medio del trabajo que constituye su contenido - pues trabajo abstracto y trabajo promedio son dos caras de la
misma categora1 del valor como propiedad comn de las mercancas- 1
resulta obvio que no podr definirse cada una de ellas a un nivel de abstraccin distinto1 el trabajo abstracto a nivel intersectorial1 mientras que
su carcter medio (el TTSN) se limita a un nivel meramente sectorial. Si
la abstraccin del trabajo es universal1 el promedio que l implica debe
ser igualmente general1 de carcter suprasectorial.
Las implicaciones de todo lo anterior a la hora de abordar el problema de la transformacin son evidentes. De acuerdo con la argumentacin desarrollada1 lo que la formacin de los precios de produccin
estara indicando es en qu medida el trabajo de toda una rama llega a
contar como trabajo abstracto1 en trminos de un trabajo promedio suprasectorialmente definido1 lo cual supone reconocer que los trabajos
de unos sectores son ms productivos de valor que los de otros1 esto es1
que en el mismo lapso de tiempo rinden ms o menos valor dependiendo del nivel tcnico relativo bajo el que operen. Las supuestas
transferencias de valor de los sectores ms atrasados a los ms adelantados de la lectura tradicional estara indicando en realidad un nuevo
paso en la reduccin de trabajo concreto (ahora de los diferentes sectores) a trabajo abstracto (suprasectorialmente definido) 1 proceso en el
que los sectores atrasados emplean ms horas de trabajo real que las que
corresponden a una media intersectorial de la productividad1 y lo contrario sucede en los sectores ms avanzados.
La abstraccin de los trabajos particulares en el intercambio -)'j en ese
acto1 la definicin del promedio laboral respecto al cual se miden- tendra
lugar1 de acuerdo con esta visin alternativa1 en dos pasos sucesivos relativos a dos niveles de abstraccin distintos: i) en primer lugar a nivel in-
12
174
175
13
Guerrero ( 2000b) utiliza esta misma expresin aunque desde un enfoque terico
distinto.
14
Martnez Marzoa, 1983, p. 70.
176
K, Ill, p. 965.
177
las cuales se ejerce en cada caso (bien dentro de una misma rama, bien
entre ramas distintas) . Al respecto, resulta llamativo que se admita habitualmente -tambin por parte de Liria y Alegre- la existencia intrasectorial de valores individuales distintos y, por tanto, la desigual
productividad de valor de los trabajos particulares segn su dotacin
tcnica, sin considerar por ello que se est anulando la diferencia entre
trabajar y funcionar, mientras se niega que algo similar pueda
ocurrir tambin entre los trabajos de las diferentes ramas con respecto
a la productividad media de la economa. Pero o bien se acepta que todos
los trabajos particulares, con independencia de la rama en la que operen,
rinden siempre la misma cantidad de valor - activndose, en consecuencia, las transferencias pertinentes de valor y plusvalor en la circulacin tanto entre empresas dentro de un mismo sector (para explicar la
formacin de plusvalores extraordinarios) como entre sectores distintos
(para explicar la igualacin intersectorial de la tasa de ganancia) 19 - o
necesariamente deber admitirse lo contrario, las diferencias en la reduccin de trabajo real a trabajo abstracto y, por tanto, la desigual generacin de valor tanto intra como intersectorialmente, pues lo que carece
de todo sentido es admitir esas diferencias de productividad en un caso
(intrasectorialmente) pero no en el otro (intersectorialmente). Como
ya se ha explicado en el apartado anterior, si la abstraccin del trabajo
que implica el intercambio universal debe abarcar, por su misma universalidad, al conjunto de la sociedad, cada trabajo particular real debe
poder compararse y reducirse en relacin a un promedio intersectorial
de la productividad.
Que la relacin entre las variaciones de la composicin orgnica, por
un lado, y de la magnitud de valor generada por el trabajo (medio) de
cada sector - esto es, de la productividad del trabajo - , por otro, n o sea
lineal, en el sentido de que una y otra no varen de forma estrictamente
proporcional (pues un determinado incremento de coc no tiene por qu
suponer un incremento proporcional del valor generado ni por tanto
tampoco del precio de produccin), no significa, obviamente, que tal
relacin no exista y que no pueda tomarse la coc como un indicador de
la desigual eficacia en la generacin de valor de las distintas ramas:w.
16
17
178
19
20
179
180
22
181
intrasectorial, que cualquier avance tcnico introducido por algn capital individual acabar inevitablemente generalizndose. Por todo ello,
la operacin de la ley del valor presupone el carcter indefinidamente
reproducible de los diferentes insumas utilizados en la produccin y,
con ellos, de las mercancas producidas en cada una de las ramas. Y
solo en un marco de libre competencia, definido por la pluralidad de
productores en cada rama, el valor de las mercancas puede ser determinado objetivamente por las condiciones tcnicas medias vigentes
en cada momento.
Pues bien, este principio general presupuesto en todo el anlisis precedente choca, sin embargo, con las limitaciones que encuentra el desarrollo de la actividad productiva cuando esta tiene como base la tierra,
es decir, cualquier actividad que suponga la explotacin de algn recurso natural limitado (como la agricultura, la minera, etc.). En efecto,
la fertilidad natural de un terreno, su ubicacin (para usos comerciales,
industriales o residenciales), as como la riqueza de su subsuelo son aspectos que no dependen del trabajo humano y que, por tal motivo, se
encuentran estrictamente limitados. En el caso de la agricultura, una
misma tcnica (por ejemplo, un determinado sistema de siembra, riego
y recoleccin) ofrecer resultados muy dispares dependiendo de las
condiciones naturales de la parcela ocupada. Por ello, a diferencia de lo
que sucede en cualquier otro sector de actividad donde siempre puede
alcanzarse la productividad ms elevada si se realiza la inversin adecuada, la posibilidad de obtener los mayores rendimientos en la agricultura depende del acceso a tierras de determinada calidad, es decir,
esa posibilidad est condicionada por un elemento natural, no reproducible, que se encuentra limitado. De este modo, una vez que los terrenos de mayor fertilidad han sido ya todos ocupados, el resto de
capitales deber conformarse con porciones de tierra de peor calidad.
As, para cubrir la demanda completa de productos agrcolas, el proceso
de utilizacin de tierras cada vez menos frtiles continuar hasta llegar
a ocupar aquella parcela que permita al capital all invertido obtener al
menos la tasa de ganancia media de la economa, pues si ello no fuese
posible, lgicamente el capitalista se desplazara a otra rama donde s
pudiera conseguirla.
La existencia de elementos limitados por la naturaleza como base de
determinadas actividades productivas introduce, por consiguiente, una
1.1.3.
182
183
modificacin fundamental en el funcionamiento de la ley del valor. Tomando como referencia el caso de los productos agrcolas, su precio de
venta vendr determinado por la productividad de las peores tierras cultivadas (que es la de los capitales agrcolas que obtienen al menos la rentabilidad media de la economa), y no por las empresas de productividad
media, como sucede en el resto de actividades industriales. Por esta
razn, mientras las sobreganancias originadas en las diferencias de productividad entre empresas en cualquier otra rama de la economa tienden
a desaparecer conforme se generaliza la tcnica ms avanzada, en el sector
agrcola (siempre y cuando el avance tcnico no lo compense, como veremos luego) no sucede lo mismo: la mayor productividad no se generaliza y, en consecuencia, las sobreganancias se mantienen para los
capitales que ocupan las tierras ms frtiles. Pues bien, a esta sobreganancia que obtienen todos los productores en relacin al que explota la
tierra menos frtil - una sobreganancia cuya magnitud depender precisamente de la diferente fertilidad natural de la tierra cultivada- es a lo
que se denomina renta diferenciaF 4
Para ver con un ejemplo numrico cmo se forma la renta diferencial
consideremos el cultivo de trigo en tres parcelas, A, B y C, de igual tamao pero fertilidad diferente, donde A es la menos frtil y C la ms
frtil, explotadas las tres con una misma tcnica correspondiente a una
inversin de 100.000 suponemos tambin una g' media en la economa del20%. La Tabla 3 presenta los datos.
Parcela
K= c+v
(miles )
g' (%)
Producto
(unidades)
Beneficio
Valor produccin
Valor
individual
produccin
Renta
100
20
20
60
60
100
20
20
40
60
20.3=60
lOO
20
20
30
60
30.4=130
24
Marx estudia la renta de la tierra en el marco del anlisis del reparto del plusvalor
(en ganancia, inters y renta) entre las distintas fracciones de la clase dominante en la
seccin VI del Libro III. El Tomo II de las Teoras sobre las plusvala est dedicado a la
revisin de esa categora en la historia de la economa poltica.
La productividad del trabajo agrcola est siempre vinculada a determinadas condiciones naturales, y es porque el trabajo no opera en el vaco que las diferencias de
productividad dan origen a diferencias de valor (K, VIII, p. 1040).
184
185
25
Como ya sealara David Ricardo, el Cereal no se encarece porque hay que pagar
una renta, sino que debe pagarse una renta porque el cereal es caro (2004, p. 56).
186
187
28
29
188
1.2.
1.2.1.
A lo largo del epgrafe anterior he considerado la existencia de diferencias (tanto intrasectoriales como intersectoriales) en la generacin de
K, III, p. 1028.
31
189
valor por parte del trabajo de los distintos capitales individuales. Aunque el anlisis se ha centrado en las condiciones tcnicas de la produccin1 examinando en qu medida el trabajo real se reduca en cada caso
al trabajo promedio (no solo sectorial sino tambin intersectorial) 1 el
resultado es algo que solo se revela a posteriori1cuando al acudir al mercado cada productor comprueba por cuantas horas de trabajo abstracto
-el cual se expresa1como venimos repitiendo1en las relaciones normales
de cambio- puede homologar sus horas de trabajo particular33 . Pero en
un marco mercantil1donde no hay asignacin directa de los tiempos de
trabajo a las diferentes actividades -lo cual presupone tanto la libre movilidad del capital entre las ramas como la diversidad de productores en
cada una de ellas-1adems de evaluar en qu medida el trabajo realizado
en cada unidad productiva se ajusta a la norma del TTSN1se debe comparar tambin la cantidad total producida por el conjunto de los productores de cierta mercanca (la oferta) con su necesidad social respaldada
por poder de compra (la demanda). Toca examinar ahora1en definitiva1
de qu forma el valor de cambio de las mercancas (el precio de mercado)
llega a ajustarse al valor (la norma del TTSN) 1o lo que es lo mismo1de
qu modo rige el valor1en tanto que promedio laboral1en la competencia entre los distintos capitales34
Pues bien1en relacin a este proceso de ajuste caben dos posibilidades generales dependiendo de si la oferta y la demanda de una determinada mercanca se igualan o no:
el caso de operar con una tcnica atrasada1 su valor individual ser superior al valor (lo que significa que sus horas de trabajo real valdrn
menos que las promedio) 1lo cual se le manifestar1 como ya vimos1 en
forma de mayores costes unitarios y menor rentabilidadj por el contrario1
si el productor opera por encima del promedio tcnico vigente obtendr
un valor individual inferior al valor (sus horas de trabajo real valdrn ms
que las promedio) 1logrando entonces menores costes unitarios y mayor
rentabilidad. En ambos casos los productos se venden segn su valor
(porque estamos en el supuesto de O=D ) 1pero como los trabajos particulares estn desigualmente dotados desde el punto de vista tcnico1rinden cantidades de valor distintas por unidad de tiempo 35
ii) Cuando la oferta de la rama no iguala a la demanda ( O:t:D) los
productos no se venden de acuerdo con su valor y pueden darse dos escenarios distintos:
i) Cuando la oferta de la rama es igual a la demanda ( O=D) los productos se venden segn su valorj en esa situacin1para los productores
individuales pueden suceder dos cosas:
l. Si el productor particular emplea el TTSN todo su trabajo real se
ducidas excede su demanda el precio de venta cae por debajo del valor.
En principio1ese descenso del precio afectar a la posibilidad de realizar
el valor generado para todas las empresas1pero evidentemente la incidencia de este hecho ser muy distinta dependiendo del nivel tcnico
de cada una de ellas (es decir1 en relacin al especfico valor individual
que tengan\ aumentando la presin sobre los productores ms atrasados1 cuyos elevados costes por unidad de producto (y menor rentabilidad) no permitirn hacer frente durante mucho tiempo a precios de
venta inferiores al valor. Ante esta situacin1la quiebra de las empresas
menos eficientes o la salida de algunos capitales hacia otras ramas en
busca de mejores oportunidades reducir el exceso de produccin y devolver ( tendencialmente) el precio de mercado al nivel determinado
por el TTSN.
2. Subproduccin ( O<D): cuando la cantidad producida no alcanza
a satisfacer la demanda existente el precio de mercado se eleva por encima del valor1permitiendo incluso a los productores atrasados realizar
ms valor del realmente generado -haciendo que el precio de mercado
se aproxime al valor individual ms elevado (por los mayores costes unitarios) de las empresas atrasadas-1facilitndoles transitoriamente la su-
Js Dejamos aqu de lado el hecho real (pero secundario para lo que ahora estamos explicando) de que los productores ms eficientes (con valores individuales ms bajos)
pueden vender sus productos por debajo del valor para ganar cuota de mercado.
190
191
Oferta=
Demanda
Esfera de la
circulacin
No utiliza TTSN
A: precio = valor
C: precio =valor
B: precio *-valor
D: precio *-valor
transferencias de valor
Oferta*Demanda
transferencias de valor
192
193
36
37
194
instante es una cuestin que solo afecta al valor que pueden realizar las
empresas individualmente1pero no a la definicin del valor mismo1que
es una magnitud social que se mantiene igual mientras no cambien las
condiciones tcnicas medias de la produccin; o dicho de otra forma:
las relaciones puntuales de cambio que puedan darse en el mercado no
afectan a la proporcin normal de cambio por medio de las cuales se expresa el trabajo promedio 38 Una sobreproduccin de coches1por ejemplo1 significa ciertamente que parte del trabajo invertido en su fabricacin
no se llega a reconocer como trabajo social - bien porque la cantidad producida no pudo venderse en su totalidad1bien porque se venda pero a
un precio inferior a su valor- 1pero nada de eso significa que el valor del
coche1lo que cuesta producirlo segn las condiciones tcnicas medias1
se haya modificado. Esta explicacin sirve para hacer ver que los trabajos
privados efectuados en empresas independientes no son inmediatamente trabajo social. Solo con la venta de los productos los trabajos privados se validan socialmente. Si las mercancas no logran venderse (o
lo hacen a un precio inferior a su valor) porque han sido producidas en
exceso1 parte del trabajo privado no se reconoce como trabajo social. Y
este hecho generar un reajuste en la divisin del trabajo entre las dis tintas actividades.
Para los bienes reproducibles la oferta siempre puede ajustarse a
cualquier variacin de la demanda1que se limita a fijar la cantidad vendida a cada precio (conocida como cantidad de equilibrio ) 39 ; de esta
forma 1la demanda tendra una incidencia sobre la distribucin del trabajo entre los diversos sectores1pero no sobre los valores. Si existe pluralidad de productores1 es decir1 libre competencia por el lado de la
oferta1los precios tienden inevitablemente hacia el valor1determinado
por los costes medios de produccin; por ejemplo1si un aumento de la
productividad en una rama rebaja el valor de la mercanca X de 10 a S
38
Guerrero, 2002a, captulo 2. En el Libro III (pp. 228-229) Marx llama valor de
mercado al valor cuando toma en consideracin la suma total de mercancas producidas en una rama y tiene en cuenta el peso relativo de las diferentes categoras de empresas segn su nivel de productividad. As, el valor de mercado ser el que
determine la categora de empresas con mayor peso, que generalmente sern las de
productividad media.
39 La teora del valor-trabajo se ocupa de los bienes reproducibles mediante trabajo,
no se aplica a los mercados de subasta con stockslimitados, que son la excepcin, y no
reflejan el funcionamiento normal del modo de produccin capitalista.
195
40
Por ello resultan completamente absurdos e irrelevantes los ejemplos que suelen
poner los partidarios de la teora subjetiva del valor de individuos aislados en situaciones extremas y que valoran mucho algn artculo que necesitan para sobrevivir,
como el tpico ejemplo de un sediento en el desierto al que se le ofrece agua y estara
dispuesto a pagar mucho dinero por conseguirla, o casos similares, pues se trata de situaciones ahistricas y de carcter asocial sin el ms mnimo inters para comprender
el funcionamiento y naturaleza de una estructura social como es el modo de produccin capitalista.
41
Rubin,1974, captulo XVII.
42
No de la demanda constituida por las necesidades sociales, sino nicamente por
aquellas necesidades respaldadas por poder de compra suficiente.
196
43
197
Q~
CaJttidad (Q)
45
198
de organizacin no capitalista de la economa. Para ello, oferta y demanda dejan de concebirse como variables temporales, contrariamente
a lo que ocurra en la economa poltica clsica y en Marx, para hacerlo
en trminos exclusivamente sincrnicos, como una cantidad relacionada inversamente con el precio, considerando como dadas tanto la estructura de los consumidores como la de los productores. Sobre esa base
se supone entonces que si suben los precios bajar la cantidad demandada, de forma que la curva de demanda tendr una pendiente negativa;
simtricamente, por el lado de la oferta se supone que la produccin de
unidades adicionales acarrear costes crecientes (se dejan de lado las rebajas de costes por innovacin tcnica), por lo que los precios deben
subir para incrementar la produccin, de donde se deriva una curva de
oferta con pendiente positiva.
Ciertamente, como venimos explicando, el movimiento de los precios a partir del juego entre oferta y demanda es el mecanismo de ajuste
a travs del cual se cumple la ley del valor, pero dicho mecanismo no
tiene ni mucho menos el automatismo que le presupone la economa
neoclsica. Por el contrario, debido a la anarqua de la produccin, la
opacidad informativa y la incertidumbre consustanciales al mercado,
son muy frecuentes los comportamientos de precios que no siguen la
evolucin esperada, como ocurre con el desarrollo de burbujas (en
tiempos recientes tenemos la vivienda, fibra ptica, empresas punto
com , etc.), donde los precios suben durante periodos prolongados sin
que la cantidad demandada decline sino todo lo contrario. Pero con una
interpretacin dinmica de las variables pueden comprenderse casos
en que las pendientes de las curvas de oferta y demanda resulten distintas a las convencionales (pudiendo incluso llegar a ser invertidas en
algunos contextos crticos: positiva la de demanda y negativa la de
oferta), mostrando que el proceso de ajuste de los precios no conduce
automticamente al equilibrio sino que puede generar dinmicas turbulentas46. Los modelos neoclsicos describen siempre situaciones estacionarias donde solo se destacan las fuerzas que tienden a mantener
o restaurar automticamente el equilibrio, nunca las que lo alteran. En
el prximo captulo veremos que el desarrollo de la acumulacin de capital tiende a desestabilizar recurrentemente todo el proceso de repro-
46
199
resultado fuese que todos ganan sera} porque por definicin no existe
propiamente tal competencia.
Este proceso competitivo a travs del cual se impone la ley del valor
se desarrolla en dos niveles distintos intrasectorial e intersectorialJ de
forma simultnea48 :
1.2.3.
LA COMPETENCIA CAPITALISTA
K, 1, p. 433.
200
48
201
De acuerdo con lo sealado} tendramos la siguiente secuencia explicativa del carcter turbulento y destructivo de la competencia:
ii) Por otro lado} se reduce el anlisis de la competencia al de la estructura del mercado} entendida como equivalente al nmero de competidores y su distinta capacidad de influencia sobre el precio} capacidad
que ira desde el control nulo de las empresas precio aceptantes en CP
hasta el control total del monopolio} pasando por los diversos grados
de poder de mercado como son el duopolioJ el oligopolio y la competencia monopolista55 El grado de competencia dependera en definitiva}
del nmero de empresas y no} como en Marx} de la fuerza de los contendientes. Sin embargo}la empresa monopolista no implica necesariamente
altos precios y baja cantidad producida. Esto solo es as si se asume el supuesto neoclsico de la uniformidad tcnica} ya que las grandes empresas
suelen emplear tcnicas superiores a las de las empresas de menor tamao y, por consiguiente} pueden ofrecer mercancas ms baratas.
El mtodo de la esttica comparativa en que se basa el anlisis neoclsico plantea un corto plazo esttico en el que tanto el nmero de empresas como el tamao de las plantas y equipos estn dados} mientras en
el largo plazo admite que vare el nmero de empresas y se ajuste su escala. Sobre el supuesto completamente irreal de la uniformidad tcnica
(la tcnica est dada} permanece inalterada en toda la simulacin y es
igual para todos los capitales) se establece as una falsa dicotoma entre}
por un lado} el modelo de empresa competitiva} que sera tanto precioaceptante (incapaz de influir sobre el precio) como pasiva (ni le preocupa
ni quiere influir sobre el precio) y} por otro} el modelo de empresa precio-determinante decidida a fijar el precio en ausencia o limitacin de
competencia. Este resultado lo consigue disociando artificialmente la tcnica de la escala} cuando en la actividad real varan conjuntamente 56
Todos estos supuestos fantasiosos del universo neoclsico sin conexin alguna con lo que sucede en la competencia real} son sin em bargo
imprescindibles para conseguir la imagen deseada del mercado como
mecanismo eficiente y armnico} as como para sostener una teora del
valor construida a partir de la simetra entre las condiciones de la pro-
ss En niveles ms avanzados de microeconoma convencional, con la teora de los mercados disputables (Baumol, Salvatore), se admite que el nmero de empresas no determina las formas de la competencia, ya que lo relevante es la libertad de entrada al
sector, lo que significa que la competencia real sera, en realidad, menos importante
que la potencial.
56
Guerrero, 1995, p. 57 y 2002a, apartados 2.4 y 2.5.
202
203
53
Tanto en la tradicin de la economa poltica clsica como muy especialmente en Marx la competencia se identifica con la fuerza que impone la determinacin objetiva de los precios a partir de los tiempos
medios de trabajo (los Costes de produccin ). Cuando la oferta no
est limitada y la competencia es una realidad, los precios tienden necesariamente hacia el valor (la curva de oferta de largo plazo se vuelve
horizontal) y la demanda (o la utilidad, si se prefiere) nicamente
interviene para determinar la cantidad de mercancas que se desean ad-
57
Para reconocer un lugar a las empresas de costes decrecientes conservando el enfoque del equilibrio parcial neoclsico hay que recurrir a la invencin de las economas
de escala externas a la empresa pero internas a la industria , donde cada empresa tendra costes crecientes mientras que la industria en su conjunto opera con costes decrecientes, lo que significa ahorro de costes para las empresas cuando aumenta el
tamao del sector. Guerrero, 2002a, p. 56 y ss.
204
58
Astarita, 2013.
Para un repaso detallado de la evolucin de esta tesis en la economa marxista remitimos a Guerrero, 1997, captulo 6 y Guerrero, 2007b.
59
205
Un destacado caso reciente ha sido el de Hewlett-Packard, que ha separado su negocio de ordenadores personales e impresoras de sus operaciones de software, hardware
y servicios corporativos, creando dos firmas distintas cotizadas en bolsa. Otros casos
han sido los de gigantes como Altria, Morgan Stanley, Tirner Warner o Abbott Labs.
6 2 Nos basamos para desarrollar todo este punto en Astarita (2009a, captulo 2).
6!
206
ii) Entre precios tericos y reales. Los precios tericos son construcciones conceptuales (sin presencia como tal en la actividad real) que utilizamos para explicar el nivel de equilibrio en torno al cual fluctan los
precios reales que observamos en el da a da del mercado. En este captulo
hemos visto que la construccin de esos centros de gravedad se realiza
en dos pasos sucesivos que dan cuenta de niveles de abstraccin distin-
207
( ferta=demanda)
(oferta"demanda)
Efectivo
1
Individual
ectorial
Valores
absolutos
(h ras de trabajo ocia!)
Tericos
(tras irnpue;.to )
f - - 1-
Valor
Valor
Valor de
individual
sectorial
produccin
( i)
(s)
(p)
i/ ij
s1 sj
P l Pj
Otra
Valores
relativos
Expre ados
en cantidades de:
mercanca
(j)
Dine ro
( )
Precio
Precio
Precio de pro-
individual
sectorial
duccin
i /
s/
p/
Precios de
Precios
mercado
ef ectivos
2.
2.1.
63
208
Tomamos, por tanto, como equivalentes para este anlisis los trminos pas y
espacio nacional de valor .
209
210
65
(1984y 1986).
66
Esta es la explicacin de Mandel ( 1979), Shaikh ( 1991), Carchedi (1991) o Gouverneur (2002).
211
supongamos tambin, 1Oveces ms bajos en B que en A, las dos inversiones en capital variable sern muy distintas, de 50 en A y de 5 en B
(con salarios de 10 y 1 por trabajador respectivamente). Las ecuaciones de los convencionales valores seran entonces las siguientes:
A : 200c + SOv + SOp = 300
B: SOc + Sv + 9Sp = 150
Pero con la igualacin de la tasa de ganancia entre los dos capitales
estas magnitudes se alteran para formar los precios de produccin:
el total de capital invertido (e + v) entre los dos pases es 305 ( = 250 +
SS) y el plusvalor 145 ( = SO + 9 S), por lo que la tasa general de ganancia ser de 4 7% ( = 145 : 305); as, al capital invertido en A le corresponde un beneficio de 118,8 ( = OA 7 S . 250) y al de B otro de 26,1 ( =
0,47 S . SS). Los precios de produccin obtenidos a partir de esa g'
media seran:
A: 200c + SOv + 118,8p = 368,8
B: SOc + Sv + 26,1p = 81,1
En los dos pases se genera el mismo valor nuevo (v + p) de 100,
pero en el mercado, con la venta de las mercancas a sus precios de
produccin, Ase apropia de 168 ( = SOv + 118,8Sp) mientras B tan
solo de 31,1 ( = Sv + 26,1 p); de este modo, lo que B pierde se transfiere a A, dando lugar a un intercambio desigual entre pases. Un
corolario importante, con implicaciones polticas, de esta explicacin
de las transferencias de valor por diferencias salariales sera que los
trabajadores de los pases avanzados participaran de la explotacin
de los trabajadores de los pases atrasados.
La clave de la tesis del intercambio desigual de Emmanuel est en
suponer que los trabajos de los dos pases se realizan segn las condiciones tcnicas normales a nivel mundial69, razn por la cual los trabajos
reales de los pases atrasados generaran tanto valor por unidad de
tiempo como los de los pases adelantados. Sin embargo, esto no es lo
que sucede en la realidad, donde las empresas de los pases atrasados
suelen ser tcnicamente inferiores a las de los desarrollados, razn por
69
67
Emmanuel, 1972.
68
N os basamos en Astarita ( 2009a, p. 109) .
212
Concretamente Emmanuel considera que el pas atrasado exporta un producto primario que no tiene competencia del pas avanzado, por lo que es formador de precio
a nivel mundial.
213
2.2. LA PAUTA DEL COMERCIO INTERNACIONAL : PRODUCTIVIDADES NACIONALES RELATIVAS Y TIPO DE CAMBIO
Ya hemos dicho que el comercio internacional relaciona espacios nacionales de valor distintos. A travs de l, los trabajos de los diferentes
pases se comparan entre s y se reducen (en diferente medida, dependiendo de su productividad relativa) a un mismo tiempo de trabajo promedio de carcter mundial, pasando de ese modo a formar parte del
trabajo social mundial. Esta comparacin de los trabajos nacionales a
travs del comercio internacional puede tener lugar por dos vas distintas: i) de forma directa, en un mismo mercado con un nico precio mundial nominado en alguna moneda de referencia internacional (dlar,
euro, etc.), como es el caso de muchos productos estandarizados ( commodities) o de los mercados de futuros (materias primas y productos
energticos) ii) de forma indirecta, a travs de la moneda nacional (esto
es, en precios nacionales) y los tipos de cambio, que es el caso ms general, el que suscita mayor controversia terica y sobre el que nos centramos a continuacin.
Formalmente el tipo de cambio (R) es la relacin a la que se intercambia la moneda de un pas por la de otro. Habitualmente se define
como el precio de una moneda extranjera expresado en trminos de la
moneda nacional as, R=$/ hace referencia a la cantidad de dlares
necesarios para adquirir un euro por ejemplo, si decimos que el tipo
214
Pas B
Xb
2h = 10$
8h= 80
Xs
4h = 20$
4h = 40
70
215
ses 72 . Rppc se calcula a partir del cociente entre dos cestas de bienes representativas del nivel de precios en cada pas (en nuestro ejemplo la
suma de los dos bienes Xb y Xs, es decir, 120 = 80 + 40 en By 30$ =
1O + 20 en A) y se expresa como cantidad de moneda del pas atrasado
() por unidad de moneda del pas adelantado ( $):
216
73
Sin excluir que en el espacio atrasado pueda haber ocasionalmente algn productor
con la tcnica ms elevada a nivel mundial.
217
atrasan relativamente, sin que por ello las fuerzas productivas se estanquen en trminos absolutos. Esto no significa negar que excepcionalmente un pas atrasado pueda mejorar su posicin en la jerarqua
econmica mundial, solo supone reconocer que ese ascenso pasa necesariamente por mejorar su productividad relativa.
Tambin las diferencias en la generacin de valor entre los distintos
pases explicaran el fenmeno del deterioro de los trminos de intercambio
que sufren habitualmente las economas menos desarrolladas (basadas
en la exportacin de productos primarios) frente a las industrializadas, al
apreciarse tendencialmente el precio de los productos industriales respecto al de los productos agrcolas y materias primas 74 Concretamente,
esta situacin respondera a las crecientes diferencias en la aplicacin
de trabajo complejo (el que requiere una preparacin especial, superior
a la media) y de trabajo simple (el de cualificacin normal en cada momento del tiempo) en unos y otros pases, donde a mayor proporcin
de trabajo complejo por unidad productiva, como sucede en las empresas de los pases desarrollados, mayor generacin de valor (y plusvalor)
por unidad de tiempo 75 . El deterioro de los trminos de intercambio no
sera entonces un fenmeno de la circulacin, derivado del poder de
mercado de algunos grupos de empresas y pases, o del comportamiento
de los salarios, sino un resultado de las diferencias de productividad
entre pases.
2. Una segunda consecuencia, al menos en el largo plazo, de las diferencias nacionales de productividad es la definicin de un tipo de
cambio para los pases atrasados situado por encima del que determina
la paridad de poder de compra, es decir, sus monedas tienden a estar
depreciadas en trminos reales con respecto a las de los pases desarrollados. En el plano monetario se producir, en consecuencia, una ero-
74
Aunque en el corto plazo pueda haber momentos en que los precios de las materias
primas se aprecien con respecto a los productos industriales (como ocurri, por ejemplo, entre 2000 y 20008), a largo plazo hay evidencia emprica del deterioro de los trminos de intercambio. De conjunto, el precio de las materias primas en el ao 2000
habra perdido entre el S0-60% de su valor relativo frente a las manufacturas en los
aos 20 del pasado siglo. Astarita 2009, captulo S, p. 1S 1, citando el trabajo de
Ocampo y Parra, 2003, Los trminos del intercambio de los productos bsicos en
el siglo XX >>, Revista CEPAL, 70, pp. 7-3S.
75
Astarita, 2009a, captulo S.
218
sin del poder de compra de la moneda del pas atrasado y, como contrapartida, un aumento de la del adelantado. Los tipos de cambio no se
podrn establecer al nivel de la paridad de poder de compra puesto que
al necesitar el pas atrasado importar ciertos medios de produccin tcnicamente avanzados imprescindibles para que su economa funcione
(y tambin para pagar su deuda externa), se ver obligado a exportar
devaluando (en relacin a la paridad del poder de compra) con el fin de
obtener las divisas necesarias. Esta depreciacin de la moneda es la que
explica por qu los pases atrasados no presentan dficits comerciales
permanentes. Paralelamente, los desequilibrios comerciales estructurales que tienden a originar las diferencias de productividad se traducen
en subidas de tipos de inters de los pases atrasados (y no tanto de precios, como sostiene la teora cuantitativa del dinero) que los lleva a endeudarse con los desarrollados, por lo que adems del dficit comercial
(que compensa va depreciacin) ,la otra caracterstica de las economas
perifricas es su endeudamiento crnico. Esta doble dependencia, comercial y financiera, de las economas perifricas se completa con la penetracin del capital extranjero y su progresivo control sobre los sectores
estratgicos (energa, minera, banca, infraestructuras, telecomunica.
cwnes,
et c. )76.
Esto ltimo tiene importantes consecuencias para las monedas nacionales en su articulacin con el mercado mundial. Las monedas de
los pases atrasados solo cumplen su funcin de equivalente de valor en
la medida en que estn respaldadas por monedas fuertes, particularmente por la que acta como moneda de referencia internacional (el
dlar desde el fin de la na GM). Esto explica la necesidad que tienen las
economas menos desarrolladas de acumular reservas de divisas como
forma de respaldo de la base monetaria nacional. Pero adems, en la
medida en que la economa atrasada se convierte en el destino de inversiones extranjeras, se genera otra exigencia de vinculacin y respaldo
de la moneda nacional en la moneda mundial, y es que la culminacin
con xito del proceso de valorizacin requiere garantizar el reflujo de
dinero a dinero mundial, pues solo as la remesa de beneficios y la amortizacin del capital tiene lugar77
76
77
219
El modelo expuesto a lo largo de este apartado plantea que los movimientos del tipo de cambio fluctan en torno a niveles determinados
estructuralmente por las productividades relativas. Sin embargo, habra
otros dos niveles de determinacin. Sobre esta determinacin estructural, de largo plazo, operara un segundo nivel de determinacin basado
en la evolucin del cuadro macroeconmico general, especialmente de
la balanza de pagos (cuenta corriente, deuda externa, nivel de reservas,
etc.), pero tambin al comportamiento de la rentabilidad, la acumulacin y el crecimiento, as como a la evolucin de la inflacin y la tasa de
inters 78 En ltimo lugar, gravitando sobre los dos niveles anteriores,
intervendra el componente especulativo sobre las monedas, con un carcter eminentemente coyuntural. La especulacin nunca determina las
tendencias de fondo del tipo de cambio (como no lo hace de ningn
precio, que depende del valor), solo las profundiza, pues el juego de la
oferta y la demanda opera siempre sobre la evolucin de la situacin
macro econmica general y la evolucin de las productividades relativas
segn criterios que impone la ley del valor.
Un caso especial en la relacin entre espacios nacionales de valor
con diferentes niveles de productividad, la definicin de los tipos de
cambio y el papel de las monedas es el de la construccin de la zona
euro. El nacimiento del euro representa un paso cualitativo dentro del
proyecto de las principales burguesas europeas (bajo hegemona alemana) de constituir un polo econmico alternativo a EEUU. Para ese
objetivo estratgico - formulado explcitamente tras el fin la guerra
fra, cuando las elites econmicas y polticas europeas exigen relajar
la tutela imperial estadounidense- se haca necesaria la creacin de una
moneda nica fuerte capaz de rivalizar con el dlar y disputarle los privilegios que se derivan de ser la moneda de referencia mundial (reserva
de valor y medio de pago internacional) . La principal ventaja de la hegemona del dlar es que permite a la economa estadounidense no
tener que financiar sus importaciones con exportaciones de un monto
equivalente, como s estn obligados a hacer el resto de pases. EEUU
puede ser permanentemente deficitario en su balanza comercial-como
viene ocurriendo desde el hundimiento del patrn oro en 1971- mien-
tras el resto de pases acumulen dlares como reserva (sin que EEUU
tenga que exportar bienes por ese valor retenido) o como medio de pago
en los mercados internacionales. El resultado es que el resto del mundo
intercambia sus mercancas (una riqueza real) por un smbolo de valor
(el dlar) que no se transforma en verdadero valor producido en EEUU79
Por eso, la ventaja econmica estadounidense depende, en ltimo trmino, de que el dlar contine siendo la moneda del comercio internacional y reserva mundial de valor.
Este privilegio es precisamente lo que la unificacin monetaria europea pretende desafiar. Sin embargo, la construccin de la zona euro
est atravesada y lastrada por una contradiccin irresoluble entre lamoneda nica y las acusadas diferencias nacionales de productividad. Recordemos que la desigual fortaleza de las monedas expresa en ltimo
trmino el desarrollo relativo de las fuerzas productivas en los diferentes
pases. Sin embargo, en la zona euro los espacios nacionales de valor,
cada uno con sus propias cuentas nacionales (balanza fiscal y comercial)
y con productividades medias muy distintas, se encuentran monetariamente unificados. El euro establece un tipo de cambio fijo entre las antiguas monedas nacionales que acta a la postre como una camisa de
fuerza sobre las diferentes economas, cuando se siguen produciendo
desarrollos econmicos muy distintos en cada pas, con una evolucin
divergente de la productividad entre las economas ms y menos desarrolladas. En las dcadas anteriores a la unificacin monetaria el marco
alemn se haba revaluado considerablemente con respecto a las monedas perifricas como la peseta, la lira o el dracma. Para Alemania, una
economa de base exportadora, el euro est devaluado respecto al
marco, lo cual favorece sus exportaciones, pero para los pases atrasados
(como Grecia, Portugal o Espaa) est apreciado con respecto a sus antiguas monedas, dificultando las exportaciones. El resultado son dficits
comerciales en el Sur (Gracia, Espaa, Italia ... ) y supervits en los
pases centrales como Alemania, Holanda o Austria. De ese modo, los
supervits comerciales de Alemania financian los dficits de los pases
del sur, que han visto as reforzada su dependencia comercial con dependencia financiera. En este contexto, las economas ms atrasadas,
sin posibilidad de seguir los progresos de productividad de las ms desarrolladas (y mucho menos de converger con ellas), se ven obligadas a
78
En la medida en que un tipo de cambio fijo no responda a la evolucin de las productividades relativas, se har insostenible a medio plazo, a menos que el dficit por
cuenta corriente se compense con la entrada de capitales.
220
79
Carchedi, 2012b.
221
Ibid, p. 38.
Sl
222
Ibid., p. 31 y SS.
223
Para Ricardo, a pesar de reconocer que tanto la competencia nacional como la internacional se basan en la actuacin de empresas maximizadoras del beneficio, los principios que regulan los precios seran
distintos en un caso y en el otro. Mientras en el comercio nacional son
los costes unitarios los que determinan los trminos del intercambio,
en el comercio entre pases este principio dejara de actuar, y las empresas exportadoras pasaran a ser las que gocen de ventajas comparativas
por obra de un mecanismo monetario de ajuste automtico basado en
la teora cuantitativa del dinero. Inicialmente, segn la propia teora de
Ricardo, tambin en el comercio internacional los menores costes de
las empresas del pas ms eficiente se imponen sobre los mayores costes
de las empresas del pas menos eficiente. En el clebre ejemplo sobre el
comercio entre Inglaterra y Portugal83, Portugal tiene mayor productividad tanto en la fabricacin de tela como de vino, pero mayor productividad relativa en el vino que en la tela con respecto a Inglaterra. El
resultado es un excedente comercial para Portugal y un dficit para Inglaterra que provocar la salida de oro (dinero) para saldarlo. Es en ese
preciso instante cuando entrara en juego el mecanismo monetario para
invertir los trminos del intercambio. Segn la teora cuantitativa del
dinero, la entrada de dinero adicional al pas con supervit comercial
acabar por elevar el nivel de precios, lo que se traducir en una prdida
de competitividad y en un freno a sus exportaciones, y justo lo contrario
suceder en el pas con dficit comercial, donde la salida de dinero har
bajar los precios mejorando la competitividad. Este ajuste monetario
modifica las relaciones de ventaja absoluta de los distintos bienes, haciendo que algunos de ellos, que antes no eran competitivos, pasen ahora
a serlo en el pas menos eficiente, y a la inversa en el pas ms eficiente,
donde algunos bienes que gozaban inicialmente de ventaja absoluta
pasan ahora a no tenerla. El proceso de ajuste continuar hasta que se
alcance una situacin de equilibrio en las balanzas de pago de los dos
pases. El mecanismo monetario cumple as la funcin de transformar
la ventaja comparativa en una ventaja absoluta basada en precios inferiores pero desligados de los tiempos medios de trabajo (es decir, de los
costes de produccin, objetivamente determinados). El corolario de
todo ello es que el libre comercio resulta universalmente beneficioso,
con independencia de las estructuras tcnicas y de costes (de las empresas) de los pases. Cada nacin se especializar entonces en aquellas
mercancas para las que tenga costes comparativos ms bajos (es decir,
donde su ventaja absoluta es mayor).
Las versiones contemporneas de la teora de la ventaja comparativa
no se basan ya en la teora objetiva del valor y defienden variantes del
mecanismo monetario de equilibrio sugerido por Ricardo. As, se sustituyen las exportaciones/importaciones de oro por los saldos monetarios
en trminos reales, o por el aumento del desempleo ligado al dficit comercial, o tambin por la modificacin de los tipos de cambio nominales
y reales (con devaluaciones o depreciaciones de la divisa del pas deficitario) 84 Ms all de estas diferencias, se mantiene la defensa del principio
de la ventaja comparativa para sostener que cada pas se beneficia del comercio internacional si se especializa en la produccin y exportacin de
los bienes en los que es relativamente ms eficiente (los que puede producir a un coste comparativamente ms bajo) e importa los bienes en
que sea relativamente menos eficiente (los que produce con un coste
comparativamente ms elevado) 1 aunque en trminos absolutos sea ms
eficiente que otros pases en la produccin de todos los bienes. La conclusin es que el pas ms atrasado podra beneficiarse exportando los
bienes en los que es comparativamente ms eficiente.
Ahora bien, lo llamativo en la exposicin del principio de la ventaja
comparativa en los manuales neoclsicos es que no se dice que la actuacin de ese principio sea lo que efectivamente ocurre en la realidad, sino
que se limita a indicar que a los pases les conviene especializarse (o
expresiones similares) en los bienes en los que son relativamente ms
eficientes y de esa forma pueden beneficiarse o sera beneficioso
el comercio internacional. Planteado en abstracto, como simple ejercicio
matemtico, ciertamente la especializacin completa sobre el principio
de la ventaja comparativa resultara universalmente beneficiosa. Pero
esta previsin oculta que quienes comercian en el mercado mundial no
son directamente los pases -consensuando amistosamente en qu especializarse- sino empresas privadas maximizadoras del beneficio que
no van a renunciar a seguir su actividad mientras obtengan una rentabilidad suficiente, aunque no dispongan de ventaja comparativa85 Los
84
83
85
224
225
modelos de ventaja comparativa simplemente postulan lo que sera deseable1 o bien lo que sucedera bajo una especializacin completa1pero
no lo que en verdad ocurre1y es que si una empresa goza de ventaja absoluta en su actividad no deja de producir para que las empresas del
pas se especialicen donde existan ventajas comparativas 86 Por otra
parte1si se abandona la teora cuantitativa del dinero1los flujos monetarios que se activan no generan necesariamente las modificaciones previstas de precios relativos como para compensar los desequilibrios
comerciales y en las balanzas de pagos. Lo normal es que esos flujos refuercen la produccin en los pases competitivos y generen movimientos en los tipos de inters (y no tanto en los precios) 1 elevndose en el
pas importador y descendiendo en el exportador87 .
cuerpo en esos territorios el proceso de acumulacin originaria1un proceso que se encargara de establecer las condiciones generales para la
progresiva accin de la ley del valor y la consolidacin de las relaciones
de produccin capitalistas: concentracin de la propiedad1proletarizacin de la poblacin local1formacin de mercados internos1etc. De esta
forma 1 a medida que las condiciones para la produccin y la acumulacin capitalistas se generalizaban1el recurso a los mtodos extraeconmicos de extraccin del excedente fue cediendo el protagonismo a los
estrictamente econmico-mercantiles basados en la produccin de plusvalor. Al calor de las inversiones coloniales se fueron formando tambin
capitales locales que de forma progresiva iran ganando peso y autonoma respecto a los forneos. Con el tiempo1sobre la base de un mercado
interno cada vez ms extenso1el desarrollo de la acumulacin configur
formas de capitalismo perifrico1ms o menos dependiente de los capitales y la tecnologa de los pases centrales1 pero que iran consolidando paulatinamente a sus respectivas burguesas locales. En una
segunda etapa1 a partir del proceso de descolonizacin de las dcadas
de los SO a 70 del pasado siglo1 la continuidad del desarrollo desigual1
el atraso y la dependencia hasta nuestros das se explica ya principalmente por el propio funcionamiento de la ley del valor y la competencia.
Ms recientemente1con la globalizacin neoliberal iniciada en la dcada de los 801 tiene lugar un salto en la expansin mundial del capital
que relega definitivamente las formas precapitalistas de produccin a
un lugar cada vez ms residual en la mayor parte de pases y regiones de
la periferia.
En este nuevo contexto definido por la mundializacin de las relaciones de produccin capitalistas y la desaparicin de la dominacin
estrictamente colonial (aunque se mantengan las guerras de agresin1
invasiones y algunos protectorados) 1 las categoras de dependencia y de
imperialismo adquieren un nuevo significado. La dependencia debe ser
entendida a partir de estas nuevas condiciones como desarrollo deformado y subordinado a los capitales de los pases ms desarrollados y a
sus Estados. Y es este predominio econmico de las grandes potencias
el que se concreta siempre en presiones e injerencias de todo tipo para
favorecer los intereses de sus respectivos capitales nacionales. Ms all
de un origen colonial nico para los pases atrasados1no existe ninguna
dicotoma pura centro-periferia1sino toda una jerarqua mundial de es-
Pero es que adems, cuando se abandona el modelo 2*2 (dos pases, dos mercancas) tpico de los manuales neoclsicos por otro ms realista para dar cabida a mltiples pases y mercancas, el resultado inevitable es una indeterminacin en la
definicin del patrn de comercio sobre el principio de las ventajas comparativas. En
el supuesto de n mercancas solo es posible determinar inequvocamente la ventaja
comparativa de los dos bienes que ocupan las posiciones extremas de la jerarqua de
costes, quedando indeterminada la posicin de todos los dems bienes (Guerrero,
1995, pp. 44-49) .
87
Guerrero, 2002, p. 169.
226
227
con independencia de lo productivos que sean (en funcin del nivel tcnico) 1generan ms valor del que se apropian por medio del salario. Pero
adems1 los capitales de las grandes potencias se encuentran habitualmente entrelazados con los de los pases dependientes (en la banca1gran
industria1en fondos de inversin1etc.) y los dos explotan en pie de igualdad (en estricta proporcin a su peso econmico1 no por alguna coercin poltica imperial) al trabajo el hecho de que los capitalistas nativos
puedan tener un peso minoritario en determinadas inversiones no los
convierte en explotados por los capitalistas fo rneos. Por otra parte1
cada vez es ms frecuente que capitales procedentes de pases emergentes (como Mxico1Brasil1India1China o Corea del Sur) se inviertan no
solo en pases atrasados sino tambin en pases capitalistas desarrollados1 sin que por ello estos ltimos pasen a ser pases explotados por
los primeros.
Tampoco la deuda externa constituye un mecanismo de explotacin
de un pas. La tasa de inters de los crditos no mide el grado de explotacin de los prestamistas sobre los pueblos (unidad de trabajadores
y capitalistas nativos) 1sino solo la forma en que se divide el plusvalor extrado de los trabajadores entre fracciones distintas de la clase dominante1
con independencia de su nacionalidad88 Y lo mismo se aplica a los ttulos
de deuda pblica1 muchos de cuyos tenedores son inversores nativos.
Tanto la colocacin de estos ttulos como el nivel del tipo de inters responde principalmente a criterios relativos a la lgica del capital y a la
oferta y demanda de fondos prestables1 como son la rentabilidad de la
inversin1el riesgo1el cuadro macroeconmico1etc.1y no a imposiciones
polticas de las grandes potencias (de hecho1altos intereses se pagan tambin de unos pases perifricos a otros1incluso entre aquellos que juegan
un papel poltico relativamente autnomo en la arena internacional
ejemplos recientes han sido la compra de bonos argentinos por el gobierno venezolano o de ttulos de Ecuador por China) .
Que los pases desarrollados no exploten a los dependientes no
niega1 obviamente1 la injerencia sistemtica de los primeros sobre los
segundos (incluida la intervencin militar directa cuando las circunsc
tancias as lo exijan) para conseguir ventajas de todo tipo (comerciales1
financieras 1monetarias1geopolticas1etc.). Solo supone reconocer que
el mecanismo principal que explica el desarrollo desigual y la depen88
228
Astarita, 2009a.
229
230
231
3.
3.1.
89
sucedera en una comunidad socialista91 - 1debe existir tambin una determinada proporcionalidad en la magnitud de valor de la produccin
de las diversas ramas para que los intercambios entre unas y otras tengan
lugar y las distintas mercancas puedan pagarse. Al igual que el valor de
uso es condicin material del valor1 la reconstitucin de la capacidad
productiva de la sociedad (la reposicin de los medios de produccin
y medios de consumo gastados) constituye la base material de la reproduccin del capital social global1 de la interdependencia entre los circuitos de los capitales individuales.
La forma ms sencilla de examinar esas relaciones de interdependencia entre las diversas actividades es considerar una divisin de la produccin social en dos grandes sectores: el sector 11 que agrupa a todas las
empresas encargadas de fabricar los medios de produccin1y el sector Il1
que rene a las empresas dedicadas a producir los medios de consumo.
Dada esta divisin1para que la reproduccin del capital global tenga lugar1
deber guardarse entre ambos sectores una estricta condicin de equilibrio estructural: el sector I tendr que reproducir los medios de produccin gastados en los dos sectores1mientras que el sector II deber hacer
lo propio con los medios de consumo requeridos por los trabajadores y
los capitalistas del conjunto de la economa. Esta condicin de equilibrio
general entre los dos sectores puede darse1tal y como se avanz en el captulo 21bajo dos supuestos distintos segn el uso que se haga del plusvalor obtenido: como reproduccin simple1 cuando todo el plusvalor se
consume improductivamente por los capitalistas en su sustento personal
y, en consecuencia1la capacidad productiva de la sociedad se mantiene
en la misma escala y como reproduccin ampliada1 cuando parte del plusvalor se acumula1adquiriendo medios de produccin y fuerza de trabajo
adicionales (a los requeridos para reponer los desgastados) 1y la capacidad
productiva general se reproduce entonces en una escala creciente.
Los esquemas de reproduccin de Marx constituyen una propuesta de
formalizacin matemtica de esta condicin de equilibrio general del
sistema92 . Su funcin es la de presentar idealmente1 en trminos pura-
+p
= c+v
= c+v+p
-e
K, I, pp. 695-597.
232
91
92
233
C2 + v2 + P2 = v 1+ v2 + P 1 + P2
Simplificando las dos ecuaciones anteriores al eliminar los elementos
comunes en ellas obtenemos la siguiente igualdad bsica:
c2= V + P1
cuyo significado es que el valor del capital constante consumido en
el sector II tiene que ser igual a la suma del capital variable y del plusvalor del sector I, de forma que la demanda de medios de produccin del
sector II equivalga a la demanda de medios de consumo del sector l.
ii) La reproduccin ampliada. Bajo el supuesto de reproduccin ampliada una parte del plusvalor obtenido se acumula para convertirse en
93 La confusin respecto a la funcin terica de los esquemas de reproduccin los convirti a principios del pasado siglo en la base de las discusiones acerca de las crisis y de
las posibilidades de supervivencia del capitalismo, con la participacin de destacados
autores como Tugn-Baranowsky, Hilferding, Bauer, Kautsky, Lenin o Luxemburg.
94 Obviamos aqu los incrementos de productividad que puedan originarse exclusivamente en las mejoras organizativas del trabajo.
234
235
realizado se valida como parte del trabajo social global, pero si las mercanca no se venden en su totalidad (o si lo hacen a un precio inferior a
su valor) porque existe exceso de produccin, parte del trabajo efectuado
se mantiene como trabajo privado, sin homologar socialmente.
Lo que sucede es que en la medida en que las condiciones de equilibrio estructural no se cumplan, se activarn los procesos de ajuste pertinentes que tiendan a hacerlas cumplir, expulsando capitales de las
ramas con sobreproduccin (y menor rentabilidad) y atrayndolos en
otras con dficit de produccin (y rentabilidad superior a la media),
distribuyndose de esa forma el trabajo total del que dispone la sociedad
entre las diversas actividades. Esto significa que en un sistema de produccin atomizada, basado en la propiedad privada sobre los medios
de produccin, las condiciones de reproduccin expuestas en los esquemas solo se cumplen de manera tendencia!, por medio de suc~~iv~s
desajustes y reajustes, nunca de forma directa o inmediata. El eqmhbn o
intersectorial representado en los esquemas de reproduccin no es nada
parecido a un estado en el que pudiera encontrarse en algn momento la economa real-o hacia el que tendiese de forma natural y automtica, a travs de ajustes menores, como postula la economa
convencional95-, sino un centro de gravedad que regula los intercambios
reales y, a travs de sus oscilaciones, determina la distribucin del trabajo y del capital entre las ramas. En realidad, lo verdaderamente relevante en relacin al anlisis del modo de produccin capitalista no sera
entender por qu llega a generar de manera recurrente crisis o interrupciones momentneas del proceso reproductivo global, sino explicar
cmo logra una economa basada en decisiones privadas de produccin
reproducirse efectivamente, que es el problema del que nos venimos
ocupando a lo largo de todo este captulo. A este respecto, puede entenderse que la explicacin de la forma en que se reproduce el capitalismo
sea al mismo tiempo una respuesta a la cuestin de cmo y por qu se
236
237
forma anrquica de funcionamiento y1 cuando esos desequilibrios alcanzan una amplitud y profundidad incompatibles con la reproduccin
normal1 son reconducidos por medio de violentos procesos de ajuste1
con quiebras1 subutilizacin de la capacidad productiva1 desempleo y
desvalorizacin de activos. El carcter catico y destructivo del proceso
de ajuste se agrava por la opacidad e incertidumbres permanentes que
caracterizan al marco mercantil. Por eso son tan frecuentes dinmicas
contradictorias que no restauran automticamente el equilibrio de
pleno empleo1como es el caso de los procesos en forma de bola de nieve
(por ejemplo1cuando bajan los precios no tiene por qu subir automticamente la demanda1pues en la medida en que aquellos sigan bajando
aumenta el poder de compra de los agentes\ las burbujas (retroalimentacin positiva de precios y demanda) 1los pnicos y contagios.
En la medida en que los esquemas de reproduccin exponen las exigencias de continuidad del sistema1indicando las magnitudes de equilibrio que regulan la actividad econmica real1 constituyen al mismo
tiempo la formalizacin matemtica del sistema de valores. Solo si los
precios (es decir1 los intercambios) corresponden al valor1 los movimientos del capital (es decir1 del trabajo directa e indirectamente empleado) entre las ramas se detienen para alcanzar el equilibrio entre la
oferta y la demanda1vendindose ntegramente la cantidad producida
y realizando todo el valor generado. Como solo son estables las relaciones de cambio que se fijen al nivel del valor1 son esas magnitudes de
valor las que representan las condiciones de reproduccin del sistema.
Y dado que las modificaciones en el valor de las mercancas afectan a la
distribucin del trabajo social entre las ramas1 el valor cumple el papel
de regulador de la actividad productiva y la ley del valor representa la
ley del equilibrio de la economa mercantil98 Los esquemas expuestos
con solo dos grandes sectores son1como hemos dicho1la representacin
ms simple de la economa capitalista1por lo que la formalizacin adecuada del sistema de valores sera un sistema de ecuaciones simultneas
con n mercancas cuyas magnitudes estn expresadas en dinero.
Adems1para modelizar adecuadamente la reproduccin capitalista
habra que considerar la existencia de relaciones no lineales entre las variables1 lo que conduce a reconocer dinmicas turbulentas y explosivas
96
238
239
que conducen a la crisis - como las que se analizarn en el prximo captulo- , lo que introduce una enorme complejidad matemtica. Recordemos que las mercancas no entran en el proceso productivo como
meros valores de uso -como plantea la economa convencional (neoclsica y neo -ricardiana), que concibe la economa en trminos fsicos,
a la manera de un sistema de trueque generalizado- , sino como magnitudes de valor expresadas en dinero que se modifican permanentemente
alterando todos los parmetros de la produccin y reproduccin capitalista. El objetivo de la produccin capitalista es la valorizacin de una
suma de dinero, no la expansin fsica de la produccin o la reproduccin general del sistema, como si se tratase de una economa planificada,
ya que no hay en todo el proceso reproductivo un punto de vista o una
finalidad general del sistema, sino tan solo unidades de capital compitiendo por su supervivencia.
240
SEGUNDA PARTE
CAPTUL04
LA DINMICA DE LA ACUMULACIN:
CAMBIO TCNICO, RENTABILIDAD Y CRISIS
243
LA DINMICA DE LA ACUMULACIN
tado 4) se aborda el papel del Estado en el proceso de acumulacin, poniendo de relieve su naturaleza contradictoria as como los lmites del
intervencionismo a la hora de regular el ciclo. El resultado de los desequilibrios en la valorizacin del capital global y de la caa de los beneficios
es la crisis (apartado S), caracterizada como una perturbacin grave, pero
puntual, del proceso de reproduccin econmica y que se expresa como
contraccin de la actividad y abrupto aumento del desempleo. El siguiente paso (apartado 6) ser estudiar la dimensin financiera del proceso reproductivo destacando el rol contradictorio que juega el crdito,
ya que por un lado constituye un componente necesario de la reproduccin capitalista que acta como palanca de la acumulacin, pero precisamente por cumplir esa funcin de palanca, amplifica y exacerba todas
sus contradicciones y desequilibrios. El captulo se completa (apartado
7) con un anlisis del capitalismo neoliberal del que se destaca sus rasgos
contradictorios as como su significado profundamente regresivo para
los trabajadores este anlisis proporciona el marco general para comprender las causas de la crisis financiera internacional de 2008 y la posterior Gran Recesin del capitalismo global.
riodo con el total de capital invertido en la produccin2, y para el conjunto de la economa se mide por la tasa general de ganancia 3 :
l.
g'=p/C+V
En trminos generales, cuando la rentabilidad mej ora o es elevada,
la acumulacin se acelera y crecen con ella la produccin y el empleo,
mientras que cuando la rentabilidad cae o es baja, la inversin tiende a
retraerse y, como consecuencia de ello, se frena el crecimiento de la produccin y aumenta el nivel de desempleo. La secuencia de determinacin causal entre las variables va, por lo tanto, de la rentabilidad al
crecimiento de la produccin y del empleo a travs del comportamiento
de la acumulacin:
rentabilidad - acumulacin- crecimiento y empleo
Pues bien, lo caracterstico de la reproduccin capitalista es que en el
transcurso de cada fase expansiva, conforme la inversin se intensifica y
el crecimiento de la produccin se prolonga en el tiempo, se despliegan
fuerzas internas al proceso de circulacin del capital global que erosionan
la rentabilidad y terminan reduciendo la masa de beneficios empresariales,
lo cual frena la inversin, que hunde a su vez la demanda agregada y provoca el estallido de la crisis, caracterizada por una abrupta contraccin de
la actividad productiva general y la consiguiente destruccin de empleo 4
As, por lo general, antes de cada crisis -definida en la macroeconoma
convencional contempornea como al menos dos trimestres consecutivos
de crecimiento negativo de la actividad (medida en trminos del PIB)se registra una cada de la rentabilidad general de la economa seguida
poco despus por una reduccin de la masa agregada de beneficios. Una
vez estalla la crisis, sin embargo, es la propia recesin la que crea las condiciones generales para una recuperacin de la rentabilidad que permite
2
244
245
LA DINMICA DE LA ACUMULACIN
iniciar una nueva fase de crecimiento. De este modo se genera endgenamente una pauta cclica del desarrollo capitalista a partir de la relacin
contradictoria entre acumulacin y rentabilidad: el aumento de la rentabilidad impulsa la acumulacin, cuyo desarrollo termina siempre por hundir los beneficios, pero al hacerlo se frena la propia inversin, lo cual desata
la crisis que permite la recuperacin de la rentabilidad y a travs de ella,
el inicio de una nueva expansin, y as indefinidamente.
Las Grficas 1 y 2 muestran esta pauta cclica para la economa estadounidense durante el periodo 1947-2014. En ambos casos las columnas en gris indican los periodos de recesin de acuerdo a la cronologa
del National Bureau of Economic Research (NBER), US Business Cycle
Expansions and Contractions; as, las columnas ms anchas muestran crisis ms prolongadas, lo cual no equivale necesariamente a que sean ms
profundas o graves (por intensidad de la cada del PIB) 5 La Grfica 1
muestra la evolucin de la inversin (capital fijo privado) y de las ganancias (antes y despus de impuestos) de las corporaciones como participacin en el ingreso nacional (Ingreso Bruto Domstico) y la Grfica
2lo hace en trminos absolutos (en dlares constantes de 2005).
Tomo como referencia para mis estimaciones a Tapia 2012 y 2013, a quien agradecezco sus comentarios aclaratorios. Tambin agradezco la ayuda de Csar Snchez
para realizar los clculos.
246
1948
1954
1960
1966
1972
1978
1984
1990
1996
2002
2008
2014
Recordemos que la valorizacin del capital es el proceso completo por medio del
cual una inversin dineraria se recupera acrecentada, gracias a la explotacin del trabajo, cuando las nuevas mercancas producidas se venden de acuerdo a su valor.
247
LA DINMICA DE LA ACUMULACIN
situacin general de sobreproduccin de mercancas sin vender y sobrecapacidad instalada, lo que perturba el proceso general de reproduccin econmica. Por ello, aunque la acumulacin genera siempre un
crculo virtuoso entre beneficios, inversin, consumo y crecimiento,
cuando los desequilibrios desplegados en su transcurso alcanzan cierto
punto, ese proceso de retroalimentacin positiva se interrumpe para dar
paso a una dinmica contraria que reduce los beneficios, frena la inversin y desemboca finalmente en crisis. La secuencia general que puede
apreciarse en la mayora de ciclos va, por consiguiente, de la cada de
los beneficios a la crisis a travs del freno en el esfuerzo inversor:
ii) En la esfera de la circulacin, por su parte, la acumulacin compulsiva inducida por la competencia tiende a desequilibrar las condiciones
de realizacin del valor de las mercancas producidas -bien por el crecimiento desproporcionado de las ramas, bien por el exceso de produccin
respecto al consumo-, agudizando las guerras de precios que reducen
los mrgenes de beneficio de las empresas (sobre todo de las menos eficientes, cuyos costes unitarios son ms elevados). Cuando estos desajustes involucran a ramas destacadas de la economa o que han constituido
el motor de la expansin, pueden acabar contagiando al resto de la actividad y provocar una saturacin general del mercado.
Como se ver en los siguientes apartados, los desequilibrios en uno
y otro mbito estn en permanente interaccin, alimentndose mutuamente, y se reflejan de manera conjunta en la tendencia al descenso de
la tasa general de ganancia en cada fase expansiva del ciclo. La influencia
negativa del cambio tcnico sobre la rentabilidad se combina siempre,
en mayor o menor medida, con dificultades de realizacin originadas
por la competencia y el crecimiento anrquico de la produccin, por lo
que no todas las crisis pueden explicarse simple y directamente por el
aumento del capital constante por unidad de trabajo, como han interpretado de forma unilateral numerosos autores 7 Tarde o temprano, el
resultado al que conduce la combinacin de los desequilibrios en los
dos planos es, invariablemente, una cada de los beneficios empresariales que cortocircuita el proceso global de valorizacin, generando una
7
Este reduccionismo contrasta con la visin del propio Marx, que nunca pretendi
explicar todas las crisis por el simple aumento del capital constante respecto al variable,
y en sus anlisis incorpora siempre otro tipo de determinaciones, como hace en el
Libro III de El Capital con la crisis inglesa de 1847.
248
249
LA DINMICA DE LA ACUMULACIN
2.
2.1.
2.1 .1.
10
Shaikh, 1990.
Aunque hay otras formas de competencia, la guerra de precios es la principal, y de
ella forma parte la posibilidad de mejorar el producto a un coste igual o menor.
12
Sin esta sustitucin general de fuerza de trabajo por mquinas la acumulacin setopara adems con escasez de mano de obra y la consecuente presin alcista de los salarios amenazara la ganancia.
250
251
11
en relacin al capital variable 13 Este impulso general se manifiesta igualmente en una creciente capitalizacin de la produccin1con el aumento
del capital constante (suma de la depreciacin del capital fijo ms circulante) por unidad de producto1 de tal modo que en un valor unitario
( c+v+p) tendencialmente menor (consecuencia del desarrollo de la productividad laboral) el aumento del capital constante (e) queda compensado por una reduccin an mayor de la parte correspondiente al valor
nuevo incorporado al producto (v+p) 14
Aunque este tipo de cambio tcnico sustitutivo de fuerza de trabajo
por medios de produccin permite elevar la fuerza productiva del trabajo1 abaratar las mercancas y aumentar la produccin de riqueza1tiene
sin embargo un impacto negativo sobre la rentabilidad del capital1al reducir en trminos relativos la nica fuente de valor y plusvalor que es el
trabajo directo de los obreros. Como la mecanizacin implica una relacin creciente de trabajo indirecto a directo y1 correspondientemente1
una relacin decreciente de valor nuevo a valor pasado (v+p /e) 151 la tasa
de ganancia tendr un lmite superior1denominado tasa mxima de ganancia1 es decir1 una relacin de valor nuevo a capital invertido (v+p / c+v\
tambin descendente1 y ello con independencia del reparto del valor
nuevo generado entre plusvalor y capital variable (incluso si los trabajadores no llegasen a percibir ningn ingreso) 16 Aunque los capitales individuales que primero adopten las tcnicas ms intensivas en capital fijo
obtengan plusvalores extraordinarios1 cuando las nuevas condiciones
de produccin se generalizan1se reduce en trminos relativos la generacin de valor y la tasa de ganancia media de la economa desciende.
Este es el resultado paradjico de la produccin capitalista1donde el incremento de la fuerza productiva del trabajo que permite aumentar la
riqueza material de la sociedad toma la forma social especfica de una
produccin restringida de valor1 al reducir el peso relativo del trabajo
directo frente al indirecto en el proceso productivo global.
2.1.2. LA ACCIN DE
CAUSAS CONTRARRESTANTES
252
253
13
14
LA DINMICA DE LA ACUMULACIN
crezca ms que cvc (esta ltima puede incluso descender) la tasa de ganancia subir, y lo contrario suceder si el denominador aumenta ms
rpidamente que el numerador.
Para evitar en el anlisis emprico el sesgo que la evolucin en el
corto plazo de la distribucin del ingreso entre las clases pueda imponer
(a travs del comportamiento de los salarios reales en determinadas coyunturas) a la medicin de cvc, la denominada productividad del capitaF 8
puede ser un indicador apropiado para evaluar las tendencias profundas
del cambio tcnico capitalista y su relacin con la rentabilidad. Si llamamos Y al valor nuevo, B a los beneficios empresariales y K a la suma
del capital constante y variable invertido, tenemos entonces una descomposicin alternativa de la tasa de ganancia:
g'= p/c+v
= (p/v) / (c/v + v/v) = p '/ cvc + 1
En esta nueva frmula vemos que g' est determinada por p ' y por
cvc: depende positivamente del incremento de p ' y negativamente del
aumento de cvc. De este modo, en los perodos durante los cuales p '
17
RANTE LA EXPANSIN
Segn vimos en el captulo 2, cvc puede variar por dos tipos de causas: por cambios
en etc o por cambios en el valor de sus componentes, los medios de produccin y la
fuerza de trabajo. Por su parte, cae evala la composicin del capital excluyendo los
cambios de valor (por ejemplo, si se encarecen las materias primas o si suben los salarios), tomando nicamente en consideracin aquellas modificaciones de la composicin de valor que resultan de los cambios en etc (por ejemplo, si se utilizan ms
mquinas u otras ms avanzadas), por lo que puede tomarse como un ndice de la
composicin del capital a precios constantes.
Naturalmente, esta productividad del capital no tiene nada que ver con la nocin
neoclsica del mismo nombre, pues el capital no se reduce aqu a los medios de produccin y adems imputa el total del valor del producto al trabajo, y no a los diferentes
factores (los medios de produccin, la fuerza de trabajo y la tierra).
19
Dumnil y Lvy, 2003 y 2007j Cmara, 2010.
254
255
18
LA DINMICA DE LA ACUMULACIN
aumento de la fuerza productiva del trabajo que impulsa la mecanizacin del proceso productivo global, el movimiento final de g' queda indeterminado, sin que su cada sea entonces ninguna necesidad del propio
desarrollo de la acumulacin, como plantea Marx en sus borradores de
trabajo. Por ello, si realmente el impacto del cambio tcnico sustitutivo
de fuerza de trabajo por medios de produccin cada vez ms eficientes
ha de manifestarse peridicamente en una cada tendencia! de la tasa
general de ganancia, lo ser por cuanto las fuerzas contrarrestantes, a
diferencia de lo que ocurre con el avance permanente de la mecanizacin, operan contenidas dentro de lmites estrictos, de tal forma que en
el transcurso de la expansin, conforme el proceso de inversin se acelera, el impulso compensatorio de esas contratendencias tiende inevitablemente a agotarse.
Para comprender entonces por qu debe imponerse cada cierto
tiempo la cada de la rentabilidad general debemos examinar con detalle
las diferencias existentes entre las distintas fuerzas en liza.
21
256
257
L A DINMICA DE LA ACUMULACIN
el capital invertido sufre una desvalorizacin )'j por este lado1 hay una erosin de la tasa de ganancia1 ya que el valor transferido por ese medio de
produccin a las mercancas producidas (un valor que1 como decimos1 se
ha reducido respecto al momento en que fue comprado) es inferior a la
cantidad de valor necesaria para que no baje la tasa de ganancia. Aunque
este efecto negativo se compensa con un fondo lquido de amortizacin
en la empresa superior al valor del medio de produccin (ahora abaratado) que debe reemplazar1 si la desvalorizacin es muy intensa e incluye
la obsolescencia tecnolgica1 las mquinas no se llegan a amortizar y esa
compensacin no siempre es posible pudiendo ocasionar prdidas importantes en algunos capitales y ramas. Esta presin se acenta si las inversiones se financiaron a crdito1 en cuyo caso la carga de la deuda se
vuelve mucho ms pesada cuando el progreso tcnico se acelera y los equipos se desvalorizan rpidamente y hay que renovarlos1 por lo que saldar
esas deudas se vuelve problemtico y puede conducir a la quiebra. Por
todo ello) en periodos de rpido avance tcnico1 el incremento de la productividad (el abaratamiento de las mercancas1 incluidos los medios de
produccin) puede convertirse para muchas empresas y ramas en un factor que erosione la rentabilidad por su efecto destructivo sobre el valor
del capital ya acumulado. Retener exclusivamente la influencia positiva
del desarrollo de la productividad sobre la rentabilidad es propio de los
modelos estticos de equilibrio general de la economa convencional1
donde el valor de los insumos y los productos (las entradas y salidas del
sistema) se determinan de manera simultnea1 sin lugar para procesos dinmicos de desvalorizacin sobre las inversiones como los sealados.
3. Por ltimo1 cuando el ritmo de la inversin se acelera suelen producirse tensiones en los mercados de materias primas y de energ~. Ello
se debe a que la oferta de este tipo de insumos1 con gran peso en muchas
actividades) al estar limitada por factores naturales1 no es totalmente
elstica) como s ocurre con los insumos industriales1 de forma que sus
precios fluctan mucho ms intensamente que el resto de precios durante el ciclo: crecen por encima del precio de los productos acabados
en las expansiones y descienden mucho ms durante las contracciones
de modo que la relacin del ndice de precios de materias primas al de
los productos acabados es proccicla. En algunos ciclos1 la abrupta subida del precio de las materias primas o de la energa puede actuar como
un factor clave en el deterioro de la rentabilidad1 acelerando el crec)
258
K, III, pp. 317-318. Rosdolsky desarrolla este argumento, 1978, pp. 450-451.
Marx, Grundrisse, 1, pp. 276-284.
259
LA DINMICA DE LA ACUMULACI N
TTSN disminuye, desaparecen los beneficios extraordinarios de las empresas punteras y para la economa en su conjunto la tasa media de ganancia desciende, pues la masa total de plusvalor extrado del conjunto
de los trabajadores se relaciona ahora con un volumen mayor de capital
invertido en la produccin. Lgicamente, ese descenso de la rentabilidad media de la economa afectar en mayor medida a las empresas tecnolgicamente ms atrasadas, cuyos costes unitarios son ms elevados,
que tendrn mayores dificultades para sobrevivir26 . En definitiva, toda
la discusin anterior muestra que el progreso tcnico tiene costes en
trminos de rentabilidad, ya que el incremento de la productividad laboral socava peridicamente las bases de la valorizacin al limitar relativamente la obtencin de plusvalor.
Hasta aqu hemos considerado la existencia de una tendencia a la
cada de la tasa de ganancia ligada al cambio tcnico ahorrador de trabajo,
aun cuando las contratendencias -el aumento de p ' y la reduccin o
constancia de cvc- puedan imponerse durante determinado periodo,
como suele ocurrir despus de cada recesin y en los primeros aos de
la expansin, manteniendo al alza la tasa de ganancia efectiva. Pero como
avanzamos en el primer apartado, estas dificultades en el terreno de la
produccin interaccionan siempre con los desequilibrios que el desarrollo
de la fuerza productiva del trabajo y la acumulacin generan peridicamente tambin en el mbito de la circulacin, como a continuacin vamos
a comprobar, reforzando as la tendencia al descenso recurrente de la
rentabilidad media de la economa.
3. En tercer lugar, g' se vuelve cada vez menos sensible a los incrementos de p' cuanto mayor sea ya cvc. Un mismo aumento relativo (porcentual) de cvc para dos niveles distintos suyos exige desiguales incrementos
de p ', mayores en el caso del nivel ms elevado de cvc, para lograr que g'
no caiga. Por ello, los incrementos de p ' necesarios para mantener una
misma g' sern cada vez mayores conforme aumenta el nivel de cvc y ms
elevado sea ya el desarrollo de las fuerzas productivas25
4. Por ltimo, pero no menos importante, debemos sealar que durante la fase expansiva del ciclo el desempleo desciende y se fortalece la
capacidad negociadora de los trabajadores, por lo que los salarios reales
(el poder de compra de los salarios) tienden a aumentar, pudiendo hacerlo
incluso por encima del crecimiento de la productividad, en cuyo caso p'
podra llegar a descender. Por otra parte, cuando el crecimiento de la productividad se desacelera, los salarios reales no su ajustan inmediatamente
al inferior nuevo ritmo, ya que tienen una rigidez a la baja debido a la resistencia obrera y a su anclaje legal en la negociacin colectiva.
La incidencia de todos estos lmites (en diferente grado y combinacin) sobre las dos principales fuerzas contrarrestantes explica por qu
el efecto erosivo sobre la rentabilidad del cambio tcnico sustitutivo de
fuerza de trabajo por medios de produccin -que acta como teln de
fondo reduciendo lag' mxima- se acaba imponiendo, de forma recurrente, cada cierto tiempo. Adems, conforme el techo de rentabilidad
disminuya por el incremento de la mecanizacin, el rango dentro del
cual puede moverse la tasa de ganancia efectiva ser cada vez ms estrecho. Aunque los capitales pioneros en adoptar las tcnicas ms avanzadas e intensivas en capital fijo consigan inicialmente menores costes
unitarios, mayor cuota de mercado y, como consecuencia de ello, un
beneficio extraordinario por encima del beneficio medio del sistema,
una vez la nueva tcnica se generaliza por la presin competitiva, el
25
Para una demostracin matemtica de este argumento cf. Valle Baeza, 1983.
260
26
Como las empresas fijan contablemente sus precios por mark up, aplicando un margen sobre sus costes monetarios, la cada de la rentabilidad general y sectorial se les
manifiesta individualmente como un margen de beneficio excesivo para poder seguir
vendiendo sus productos al mismo precio que antes. Este problema de ventas estara
indicando que el valor nuevo generado en la empresa (de acuerdo a sus condiciones
tcnicas particulares) es en realidad inferior al fijado por el procedimiento de recargo
sobre los costes.
261
LA DINMICA DE LA ACUMULACIN
de realizacin del valor de las nuevas mercancas producidas (el paso M'D ').Al tratarse de un proceso compulsivo, que opera a travs de la competencia, la acumulacin conduce recurrentemente a desequilibrios en
la relacin entre produccin y consumo, as como en el crecimiento de
las diversas ramas 27 Es la presin de la competencia la que obliga a cada
empresa a mejorar incesantemente su eficiencia productiva para tratar de
ganar cuota de mercado ofreciendo artculos ms baratos, sin que el aumento resultante de la produccin total en cada rama, y por extensin en
el conjunto de la economa, obedezca a ningn plan general. Si las mercancas no logran venderse en su totalidad, o si lo hacen a un precio inferior a su valor porque el mercado se encuentra saturado, los capitalistas
dejan de realizar el valor ntegro de su producto, la valorizacin no concluye con xito y en consecuencia las ganancias empresariales se reducen.
Como la infinidad de decisiones privadas de produccin, inversin y consumo que se realizan a cada momento no tienen por qu ser compatibles
o acordes entre s, el desequilibrio de mercado es la situacin normal de
la reproduccin capitalista. Pero bajo determinadas circunstancias,
cuando esas distorsiones alcanzan cierta amplitud e involucran a ramas
fundamentales de la economa, pueden llegar a contagiar al conjunto de
la actividad productiva -o, paralelamente, interactuar con las dificultades
de la valorizacin en el terreno de la produccin que hemos examinado
antes- y desembocar en crisis generales de sobreproduccin 28
Estos desequilibrios en las condiciones de la realizacin del producto, cuya causa ltima es el carcter anrquico, no conscientemente
planificado, de la produccin capitalista, son fundamentalmente de
dos tipos:
i) Sobreproduccin
La tendencia a la sobreproduccin, la saturacin del mercado con
masas de mercancas sin vender, es inherente a la produccin capitalista.
La introduccin de mquinas y equipos cada vez ms potentes que impulsa el proceso de acumulacin va generalmente asociada a un incre27
Nos referimos a los desequilibrios que van ms all de los naturales ajustes de inventarios y de utilizacin de la capacidad instalada.
28
Recordemos que el equilibrio general representado en los esquemas de reproduccin solo indica cules son en cada momento las magnitudes reguladoras de las relaciones de mercado, pero nunca puede darse tal cual en una economa compuesta por
millones de unidades de produccin privadas decidiendo cada una por su cuenta.
262
263
LA DINMICA DE LA ACUMULACIN
264
30
Recordemos que la tasa media de ganancia rige nicamente a travs de estos procesos
convulsos de reajuste permanente entre las ramas.
265
LA DINMICA DE LA ACUMULACIN
3.
3.1.
266
3.2. LA DETERMINACIN CAUSAL ENTRE LAS VARIABLES EN EL CICLO : RENTABILIDAD, INVERSIN Y CONSUMO
32
267
LA DINMICA DE LA ACUMULACI N
268
Grfica 3. Ciclos de Ganancias (antes de impuestos) e Inversiones reales. Datos trimestrales, EEUU 1947-2014, dlares de 2005
300
200
1 00
o
-100
-2 0 0
-300
- 400
1 948
19 5 4
1 960
1966
1972
1978
C i c l o Gan a ncia s
1996
1984
2002
2008
20 1 4
Ci c lo In ve r s i n
Fuente: Datos del BEA. Mediante Hodrick-Prescott se extrajo la serie cclica de la original.
Grfica 4. Ciclos de Ganancias e Inversiones suavizados. Datos trimestrales, EEUU,
1947-2014, dlares de 2005
4
3
-1
-2
-3
1972
1978
1984
1 990
1 996
2002
2008
2014
C icl o su a vi za d o de In ve r s io n es
Fuente: Datos del BEA. Se utiliz de forma iterativa el filtro Hodrick-Prescott, primero
para extraer de la serie original su ciclo (mediante un parmetro de 1600) y luego se suaviz
(con un parmetro de SO). Los datos estn a precios del primer trimestre de 2005=100
269
LA DINMICA DE LA ACUMULACIN
no tiende automticamente a la estabilidad sino que lo hace al desequilibrio, que se ha tratado de atenuar mediante la poltica econmica (fiscal
y monetaria) pero que solo pospone, en muchos casos amplificando, el
estallido de la crisis. En el Anexo a este mismo captulo se ofrece una
prueba estadstica de esta determinacin de las ganancias sobre la inversin a partir del test de causalidad de Granger.
Si se examina ms en detalle el comportamiento de las distintas variables en el transcurso del ciclo, fijndonos en su evolucin trimestral,
se observa que las ganancias tienden a estancarse y luego a decrecer varios trimestres antes del inicio de la recesin. Los datos de la Tabla 1
son promedios trimestrales de todos los ciclos (cada ciclo y cada crisis
presenta, lgicamente, una evolucin parcialmente distinta).
Tabla l. Crecimientos promedios de las ganancias,los salarios y la inversin en las recesiones y recuperaciones. EEUU 1947-2014. Datos reales a precios del primer trimestre, 2005=100
Ganancias
Periodo 1947-2014
Antes
de impuestos
Inversin privada
Salarios
N de trimestres
Despus
de impuestos
To da la mu estra
0,92%
1, 14%
0,99%
0,79%
268
Expansin
1,71%
2,40%
2,12%
0,98%
217
Recesin
-3,86%
-2,01 %
-4,7 1%
-0,70%
SI
Trimestres
previos a la recesin
-8
0,90%
3,62%
0,77%
0,96%
-7
4,14%
4,52%
2,57%
1,62%
10
-6
1,70%
2,97%
0, 79%
0,95%
10
-5
0,05%
0,45 %
0,24%
1,30%
10
-4
-0,76%
-0,84%
2,33%
0,97%
10
-3
-0,46%
-0,55 %
2,39%
1,09%
11
-2
0, 15%
0,42%
2,60%
0,76%
11
-1
-1,76%
-0,64%
0,06%
0,91 %
11
-1,80%
0,19%
-4,91 %
-0,86%
11
+1
9,91 %
11,08%
6,05%
0,59%
10
10
+2
7,08%
6,33%
5,95%
1,12%
+3
4,78%
4,60%
3,96%
1,14%
10
+4
6,24%
7,41%
4,77%
1,50%
10
Fuente: Elaboracin propia a partir de datos del GDP and personal inca me. Las series
estn deflactadas primer trimestre de 2005=100. El trimestre -1 de la tabla sera el
trimestre inmediatamente previo a la recesin (el trimestre -2 el segundo trimestre
270
antes de la recesin, y as hasta el trimestre -8, que sera el octavo trimestre antes de
la recesin), el trimestre O sera el ltimo trimestre de la recesin y el trimestre + 1 el
primer trimestre de la expansin.
La referencia para este anlisis trimestral del ciclo es Tapia, 2012 y 2013.
271
L A DINMICA DE LA ACUMULACIN
Todos estos resultados son fundamentales para comprender la naturaleza y dinmica capitalista. En una economa cuyo fin ltimo es el
beneficio (y no la satisfaccin de las necesidades sociales), el crecimiento y el empleo dependen fundamentalmente de la inversin, no de
la demanda de bienes de consumo. Dado que los ingresos a repartir
entre las clases se generan en la produccin, solo tiene sentido que la
demanda agregada (suma de consumo, inversin, gasto pblico y exportaciones netas) se contraiga en determinado punto del ciclo, porque
la inversin se frena en respuesta a una cada previa de los beneficios,
no por una restriccin general del consumo.
Es fundamental entender aqu que las ganancias no equivalen auto mticamente a demanda. El flujo de ganancias generadas anualmente
por un capital no se convierte en demanda mientras no se gaste en nuevos medios de produccin o en bienes de consumo de los capitalistas.
La clave est en determinar por qu en determinado momento los capitalistas pueden dejar de ejercer esa capacidad de consumo, y la explicacin de Marx - que corroboran los datos- es que eso sucede porque
previamente caen las ganancias empresariales. En otras palabras: la demanda global no es una variable exgena al proceso productivo pues la
determinan los propios capitalistas a travs de sus decisiones de inversin: comprando medios de produccin y contratando fuerza de trabajo
(pues la demanda de medios de consumo depende de que los capitalistas contraten trabajadores). Todo acto productivo arranca siempre
con una decisin de inversin, por eso la soberana es en todo momento del capitalista, no del consumidor. An en el caso de que un
incremento general de salarios aumentase las ventas, si los beneficios
no se recuperan tambin - por el efecto negativo de esa subida salarial,
porque aumenta el coste del capital, se reducen los mrgenes o por cualquier otra circunstancia- y las expectativas empresariales no mejoran,
la acumulacin se ralentizar o no se reanudar y el crecimiento ser
dbil (todo ello dejando de lado que un aumento general de los salarios
enviara directamente a la quiebra a los capitales menos eficientes).
272
i) Por un lado se requiere precisar cul es el indicador de la rentabilidad por el que se guan realmente las empresas en sus decisiones de
273
iri.versin1si son los beneficios ya realizados o los esperados1y ello incluye aclarar tambin qu forma de beneficio neto se toma en consideracin (despus de impuestos1 del pago de intereses1 etc.). Esto es
decisivo porque cuando se detectan los primeros problemas de sobreproduccin en una rama y las empresas comienzan a acumular inventarios1 niveles elevados o incluso crecientes de ganancias realizadas en
el pasado inmediato no tienen por qu conducir a nuevos impulsos en
la inversin1y lo que sucede es que se frenan planes de ampliacin1se
reduce la compra de insumas y la contratacin de nueva fuerza de trabajo. Debe examinarse1por tanto1la relacin compleja entre ganancias
realizadas1ganancias esperadas e inversin para cada ciclo. Debido a la
incertidumbre caracterstica del marco mercantil las perspectivas de ganancia suelen pesar ms que los beneficios ya realizados en las decisiones de inversin de las empresas. Y esas expectativas dependen de
factores muy variados y voltiles entre los que se incluyen la previsin
de ventas1las cotizaciones burstiles1la evolucin de los tipos de inters1
el estado de la competencia1los cambios en la poltica econmica o la
evolucin de la economa mundial. Por este motivo1 los factores que
median entre la cada de la tasa de ganancia1la posterior reduccin de
la masa de beneficios y finalmente el freno de la inversin son tambin
extremadamente variados: la cada de las horas trabajadas1 sobreproduccin y guerras de precios1incrementos salariales1 contraccin de la
demanda1subida del precio de las materias primas1factores monetarios1
financieros o institucionales1 etc.
LA DINMICA DE LA ACUMULACIN
ii) Pero adems se hace necesario particularizar el anlisis de la obstruccin de la acumulacin y la crisis1 que no puede explicarse correctamente al nivel del capital en general 1 sino que debe atender a la
evolucin de los principales capitales y ramas de la economa34 . Desafortunadamente1 en los anlisis marxistas ha prevalecido una lectura demasiado esquemtica y abstracta de la secuencia que conducira a la
crisis centrada en la trayectoria de la tasa general de ganancia y en la
34
Hay que tener en cuenta adems que las estadsticas de la Contabilidad Nacional
solo suministran una aproximacin muy imprecisa (por falta de datos, opacidad intrnseca del sistema mercantil, por el marco terico empleado, etc.) sobre las distintas
variables y no permiten captar los procesos concretos de erosin de rentabilidad y crisis en empresas y ramas.
274
Debe quedar claro a partir de todo lo expuesto en los apartados anteriores -as como por los datos ofrecidos- que ni la cada de la rentabilidad en cada fase expansiva del ciclo ni la sobreproduccin general
caracterstica de toda crisis derivan de un problema de subconsumo de
los trabajadores por bajos salarios. El consumo o demanda agregada en
una economa (una vez descontado el consumo intermedio de las empresas cuando realizan compras entre s) no se limita al consumo obrero1
sino que incluye tambin el de los capitalistas y la inversin (ms el gasto
pblico y las exportaciones netas si consideramos la existencia del Estado
y una economa abierta)3 5 La capacidad de consumo de los asalariados
35
En trminos contables convencionales la demanda agregada (DA) = C + 1 + G +
Xn, donde C es consumo, 1 la inversin, G gasto pblico y Xn las exportaciones netas.
275
LA DINMICA DE LA ACUMULACIN
36
Tampoco en el largo plazo se sostiene la tesis sub consumista. En las ltimas dcadas
de polticas neoliberales la participacin de los salarios en el ingreso nacional ha descendido pero el consumo se ha mantenido o ha subido gracias a los capitalistas y capas
de altos ingresos.
37
K, II, p. 502. Volveremos sobre esto al analizar la crisis en el apartado 5.2.
38 Como veremos en el siguiente captulo, la distribucin cada vez ms desigual del ingreso es una ley de la acumulacin capitalista, una tendencia estructural del sistema, por
lo que no puede ser nunca la explicacin de un fenmeno peridico como la crisis.
39
Tomamos el argumento de Carchedi, 2012a.
276
277
LA DINMICA DE LA ACUMULACIN
parte de capitalistas y asalariados. Esta es la restriccin general que impone la ley del valor-trabajo al circuito reproductivo: ni la capacidad de
compra se puede elevar artificialmente (por ejemplo mediante el gasto
pblico que es una deduccin del valor nuevo ya generado) ni es insuficiente para realizar la totalidad del producto. Lo que explica el estallido
de la crisis es que en determinado momento de la senda de crecimiento
algunos agentes los capitalistas no ejercen su poder de compra porque
su rentabilidad ha cado o no hay buenas expectativas de negocio.
En la tesis subconsumista se considera en cambio que el poder de
compra global no es necesariamente igual al valor del producto y que
el sistema tiende a la crisis como resultado de un consumo insuficiente
para sostener la demanda global. En esta visin} el valor del producto
resultara de una suma de partes con orgenes independientes de forma
que habra fuentes de demanda autnomas cuyo poder de compra no
derivara del valor generado en la produccin. Ms concretamente la
ganancia no aparece como una parte del valor creado en la produccin
sino como un recargo sobre los costes (mark up) que depende} en consecuencia del mercado} de que exista una demanda adecuada para realizarla. El problema evidente con esta tesis es que al no sostenerse en
una teora del valor consistente deja sin explicar cul es el origen de ese
poder de compra adicional que permitira realizar la parte del producto
correspondiente a la ganancia. El corolario es una concepcin del funcionamiento de las economas capitalistas basado en el comportamiento
de la demanda (el consumo) J y no en el de los beneficios; y aunque la
demanda agregada se divide en consumo e inversin (suponiendo una
economa cerrada y sin Estado) Jpara los sub consumistas el componente
decisivo sera siempre el consumo} puesto que la inversin es en ltima
instancia una derivada del consumo (las empresas solo invertiran si
venden). Sin embargo} como vimos al analizar la tendencia a la sobreproduccin} los capitales no invierten principalmente en respuesta a los
cambios en la demanda} sino que lo hacen por la presin de la competencia en su lucha por la supervivencia. La visin de parte de los autores
postkeynesianos (como KaleckiJ Kaldor o Robinson) es la inversa a la
que hemos expuesto: la variable independiente sera la inversin y la
tasa de ganancia dependera de ella40; en ltima instancia el ciclo tendra
278
40
Para Kalecki, por ejemplo, los capitalistas pueden decidir invertir y consumir ms
en un periodo dado de tiempo que en el anterior, pero no pueden decidir el ganar
279
L A DINMICA DE LA ACUMULACI N
una naturaleza no objetiva, controlado por los capitalistas y sus decisiones o no de invertir, como por ejemplo para evitar una situacin de
pleno empleo (esta es la tesis de Kalecki) que fortalezca en exceso a la
clase trabajadora frente al capital.
En cuanto a las implicaciones polticas del subconsumismo, es fcil
entender que conducen inevitablemente al reformismo. En efecto, si los
desequilibrios y las crisis son consecuencia del bajo consumo obrero, o
del incremento de la desigualdad en la distribucin del ingreso entre las
clases, entonces sera posible anular el ciclo y armonizar el funcionamiento de las economas capitalistas por la va de la conciliacin de intereses entre capital y trabajo, pues ambos estaran objetivamente
interesados en un reparto ms justo de la tarta. Se tratara entonces
de acabar con las crisis y asegurar el crecimiento continuo a travs de la
mejora del bienestar de la mayora de la poblacin y de la reduccin de
las desigualdades. La lucha obrera por mejorar las condiciones laborales
y elevar los salarios no solo no resultara ya antagnica con los intereses
de la burguesa, sino que sera funcional para la reproduccin del sistema. Los dirigentes reformistas del movimiento obrero se convertiran
en la prctica en los verdaderos hombres de Estado (burgus), los
que haran gala de una verdadera visin estratgica frente a los idelogos, economistas y polticos tradicionales del capital, incapaces de gestionar adecuadamente los intereses de la clase a la que representan.
Pero si elevar los salarios y mejorar las condiciones de vida de lapoblacin trabajadora fuese realmente la clave para evitar la crisis, o bien
para salir de ella de forma no traumtica y ms vigorosa, la pregunta evidente es por qu no se hace?, qu misteriosos e irracionales motivos
impediran a la burguesa y a sus representantes polticos aplicar esa poltica? Lo que sucede, para desgracia de los reformistas, es que el capitalismo no funciona realmente de esa forma. Si la rentabilidad se ha
desplomando, subir salarios es contraproducente y solo puede profundizar la recesin. Y lo mismo sucede en la fase alcista del ciclo, cuando
la subida salarial constituye un factor ms de erosin de la rentabilidad.
El problema aqu no es, obviamente, una cuestin de las preferencias
polticas que tengamos entre reformistas y revolucionarios, como habi-
ms. Por lo tanto, sus decisiones sobre inversin y consumo determinan las ganancias,
y no a la inversa (1985, p. 47) . La conclusin es obvia: mientras se decidan a invertir,
los capitalistas obtendrn ganancias y el crecimiento de la economa no se detiene.
ii) La otra conclusin evidente es la imposibilidad de reformar el capitalismo mediante la intervencin pblica, estimulando conveniente-
280
281
LA DINMICA DE LA ACUMULACIN
3.5.
siones por crisis estructurales que suponen una ruptura del orden productivo e institucional precedente y el inicio de una reestructuracin
general de la economa42
Tomando como referencia la economa estadounidense} podemos
distinguir en el periodo 1947-2014 diferentes fases de medio-largo plazo
en la acumulacin y el crecimiento determinadas por la evolucin de la
rentabilidad general (ver grfica S):
l. Fase 1947-1966: fuerte ascenso de la tasa de ganancia hasta finales
de los 60} que est en la base de la fase de expansin de posguerra} con-
siderada la edad de oro del capitalismo mundial} tanto por las elevadas tasas de crecimiento como por la suavidad de las recesiones que
tienen lugar en ella.
DESARROLLO
130 1
120
IIO J
100
90
70
g
50
194547 49 .51
Dejamos de lado los movimientos de muy corto plazo determinados por el ajuste
rpido de inventarios y por la variacin en la utilizacin de la capacidad instalada. En
estos casos las empresas responden a los cambios en la demanda evaluando el diferencial entre su nivel de inventarios y el nivel deseado y ajustan modificando la tasa
de utilizacin de la capacidad instalada.
53 55 57 59 61
41
282
(,) 65 67 69 71
N mero ndice G/ K -
73 75 77 79 8 1 83 85 87 8'> 91
N m ero ndice Gl Y -
93 95 97 992001)
Nm ero nd ice Y/ K
283
112013
LA DINMICA DE LA AC UMULACIN
el carcter privado de los beneficios y socializar las prdidas. Por este motivo, a pesar del creciente protagonismo del Estado a lo largo del pasado
siglo y de la variedad de polticas econmicas ensayadas1 el que la estructura econmica sea la misma explica que el ciclo y las crisis no hayan
dejado de producirse.
La creencia en que el intervencionismo estatal puede llegar a gobernar la economa manteniendo una senda estable de crecimiento y evitar
las crisis (o al menos salir de ellas sin destruccin de fuerzas productivas
ni grandes padecimientos sociales) se sostiene en dos tipos de incomprensiones acerca del funcionamiento capitalista:
43
284
i) Por un lado, se basa en la idea -ya rechazada anteriormente a propsito del subconsumismo- de que la produccin capitalista responde
a la demanda de consumo de la poblacin (cuyo principal componente
son siempre los ingresos salariales de las familias obreras) y no a los beneficios de las empresas. En el enfoque keynesiano1 paradigma del planteamiento reformista1 se considera que las dificultades del capitalismo
se originan en un dficit estructural de la demanda agregada por cuanto
la propensin al consumo baja a medida que aumenta el nivel de ingreso
y a que la inversin (el otro componente clave de la demanda global)
hace lo propio en tanto disminuye su rendimiento esperado (la eficiencia marginal del capital de Keynes). La manera de evitar la crisis
y favorecer el crecimiento, superando la tendencia natural del sistema a
la subutilizacin de los recursos, sera entonces estimular adecuadamente la demanda agregada, preferentemente a travs del gasto pblico;
complementariamente, el reformismo sindical y poltico de izquierdas
aade el reclamo de subida salarial y una distribucin del ingreso entre
las clases menos desigual.
En cualquiera de sus variantes, tanto el diagnstico como el tratamiento prescrito por el reformismo se basan en una concepcin del funcionamiento de las economas capitalistas basado en el protagonismo
del consumo y la demanda que no concuerda con lo que sucede en la
realidad. Tal y como ya hemos explicado, el enfoque keynesiano invierte
la causalidad que va de la rentabilidad al crecimiento (a travs de la acumulacin) y considera que el ascenso de la rentabilidad sera consecuencia de una mayor produccin inducida por la mejora del consumo
gracias al crecimiento de los salarios o del gasto pblico. Sin embargo,
una subida generalizada de salarios tiene en primer lugar un efecto ne-
285
LA DINMICA DE LA ACUMULACIN
gativo sobre la rentabilidad y a travs de ella, sobre la produccinj de entrada, los capitales menos eficientes iran directamente a la quiebra al no
poder hacer frente a los mayores costes laborales. Pero es que adems, si
hay capacidad productiva ociosa, como sucede siempre en diferente
grado, el aumento de ventas no activa automticamente la produccin,
solo permite realizar el valor generado a costa de bajar la rentabilidad por
el incremento salarial. Cualquier intervencin pblica que no eleve la
rentabilidad, aunque inicialmente pueda estimular el consumo y haga
crecer las ventas, mantendr bajo el crecimiento y en ningn caso evitar
la recesin 44
protagonismo de los mecanismos de mercado, y keynesianas, defensoras del papel corrector del Estado 45 Es cierto que bajo determinadas
circunstancias el gasto pblico puede favorecer la actividad y atemperar
el ciclo, estabilizando compras (de medidos de produccin y de consumo) con las que fijar un suelo ms elevado para la demanda agregada
durante las crisis y atenuando la incertidumbre. Pero la contrapartida
es que se trata de un gasto que en ltimo trmino ha de ser financiado
mediante impuestos sobre la actividad productiva, que ms all de la
forma particular que adopten, remiten necesariamente a dos nicas
fuentes: las rentas del trabajo o las del capital. En principio, todo impuesto sobre los beneficios empresariales reduce las posibilidades de
acumulacin, pero como ese dinero recaudado vuelve luego al capital
en forma de ayudas y de contratos pblicos a las empresas, se trata en
realidad de una mera redistribucin al interior de la clase capitalista. El
gasto pblico solo mejora la situacin desde el punto de vista del capital
en su conjunto si su financiacin proviene en trminos netos de los impuestos directos e indirectos a los trabajadores, no sobre el capital.
Aunque el dficit pblico no puede crecer indefinidamente para
sostener el crecimiento, s podra suceder, como sugieren los autores
reformistas, que una inyeccin inicial de gasto generase un efecto multiplicador (es decir, en cadena) en la economa que estimulara el crecimiento o permitiese salir de la recesin, pues los nuevos ingresos a
trabajadores y accionistas podran activar el consumo y la produccin .
Sin embargo el multiplicador no tiene el automatismo que habitualmente se le presupone y todo depende siempre de la decisin de los capitalistas de ejercer o no su capacidad de inversin 46 Si no ven buenas
perspectivas de ganancia (porque temen un aumento de la presin fiscal, por inestabilidad poltica o por cualquier otra circunstancia) pueden
45
286
287
44
L A DINMICA DE LA ACUMULACIN
mantener esos ingresos adicionales provenientes del gasto pblico retenidos como ahorro, o bien destinarlos a la especulacin financiera o
a saldar deudas. Esto es lo que sucedi en Japn durante los aos 90 del
pasado siglo a pesar de las masivas inyecciones de liquidez, o tambin
en la gran recesin mundial iniciada en 2008. Lo que ponen de manifiesto esos casos es que el gasto pblico no puede sustituir sin ms al
gasto privado cuando este ltimo no se lleva a cabo por problemas de
rentabilidad. La clave para que la demanda agregada se recupere realmente son siempre las inversiones, que dependen de los beneficios de
las empresas y de las perspectivas de negocio que vean. Todo el ciclo
productivo pasa necesariamente por la decisin ltima de los capitalistas
de invertir, no de las autoridades polticas o de los consumidores .
5.
LAS CRISIS
Esta ley fue formulada a principios del siglo XIX a partir de las contribuciones de
Say, Mill y Ricardo e incorporada en el pasado siglo al ncleo de la economa neoclsica. Una buena introduccin a sus fundamentos y a la controversia que suscita es Rodrguez Herrera, 2012.
48
Cf. captulo 1, apartado 3.2.
288
289
47
LA DINMICA DE LA ACUMULACIN
bida abrupta del precio del petrleo decretada por un crtel de productores como la sucedida en 1973).
Pero sucede que los supuestos sobre los que se construye la ley de
los mercados no se corresponden en modo alguno con las caractersticas bsicas de las economas capitalistas. Si bien es cierto que en la
produccin se genera el poder de compra necesario para absorber latotalidad del producto -pues es el valor nuevo generado por el trabajo el
que se distribuye en forma de rentas entre las clases- ello solo ocurre si
el total de las mercancas producidas se vende de acuerdo a su valor, ya
que solo entonces se hace efectivo el poder de compra equivalente a la
totalidad del producto. Y es aqu donde surgen los problemas y aparece
la posibilidad de la crisis, porque de ningn modo ese paso est asegurado de antemano.
En primer lugar, como ya sealamos al analizar las distintas funciones
del dinero en el captulo 1, la posibilidad de la crisis reside en la propia
naturaleza de la circulacin mercantil (bajo el supuesto de circulacin
simple, sin considerar todava la existencia del capital), que difiere de
manera esencial del cambio directo de productos o trueque, pues permite que la venta no vaya seguida necesariamente por una compra,
como sucede cuando por algn motivo el dinero se atesora como reserva de valor y se retiene fuera de la circulacin. En la economa convencional, como ocurre con la teora del equilibrio general (tanto en su
versin neoclsica como neorricardiana), el dinero queda reducido a
sus funciones meramente tcnicas, atendiendo nicamente a su dimensin cuantitativa como instrumento para facilitar el intercambio, sin
considerar su dimensin cualitativa de equivalente general de valor,
medio de validacin social de los trabajos privados (en virtud del cual
es tambin reserva de valor y medio de atesoramiento). Sin embargo,
pese a que la produccin (oferta) genera ciertamente los ingresos necesarios para sostener una capacidad de consumo (demanda) de la
misma magnitud, esos ingresos no tienen por qu traducirse siempre,
de manera automtica, en consumo, y pueden retenerse en cualquier
momento como tesoro. La clave est en entender que en el mercado no
se cambian productos por productos, sino mercancas por dinero, motivo por el cual la circulacin mercantil no implica necesariamente el
equilibrio general entre compras y ventas. Cuanto mayor sea el atesoramiento de los flujos monetarios, en respuesta por ejemplo a un au-
290
291
LA DINMICA DE LA AC UMULACIN
5.2. LA CRJSIS
54
Para una introduccin crtica a este enfoque cf. Guerrero, 1997, captulo 8 y 2000b.
53
Como ya se indic, en trminos de la contabilidad nacional actual se considera que
una economa est en crisis o recesin cuando encadena al menos dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo de la produccin agregada.
Mientras la cantidad de trabajo directo (nmero de trabajadores por horas realizadas) siga aumentando (dada p '),la masa de plusvalor generada no disminuye. Para
que los beneficios desciendan Marx apunta expresamente una situacin lmite donde
las horas de trabajo ya no pueden ampliarse porque no existe nueva fuerza de trabajo
disponible o por una subida salarial (Libro III, p. 322 y ss.).
292
293
52
LA DINMICA DE LA ACUMULACIN
del cual se recompone el ciclo de valorizacin global y se crean las condiciones para la recuperacin de la rentabilidad general de la economa.
Esta recomposicin de las condiciones de la rentabilidad se despliega simultneamente en los dos planos del proceso global de valorizacin:
cada g '
-7
294
295
Como escribe el propio Marx las crisis son soluciones violentas momentneas de
las contradicciones existentes, erupciones violentas que restablecen por el momento
el equilibrio perturbado >> (K, III, p. 320).
56
Por ejemplo, la gran expansin tras la II GM tuvo una de sus causas en la formidable
destruccin de capital que supuso la Gran Depresin de los 30 y la propia guerra mundial, y no tanto por las polticas keynesianas.
296
LA DINMICA DE LA ACUMULACIN
ganancias1como sera la subida de impuestos al capital o los incrementos salariales que propone el reformismo1 solo empeora la situacin y
retrasa la recuperacin. Esto significa que no puede haber nunca una
salida progresista o social a la crisis1favorable a la mayora social
trabajadora1 sino solo destruccin de fuerzas productivas1 desempleo
masivo y aumento de la explotacin de los trabajadores. Es un hecho
histricamente comprobado que el capitalismo nicamente logra salir
de sus crisis degradando las condiciones laborales1deprimiendo los salarios y empeorando las condiciones de vida de la mayora social1nunca
mejorndolas.
A partir de todo lo sealado pueden comprenderse los dos rasgos
bsicos que tienen las crisis peridicas capitalistas: i) su carcter inevitable1 debido al funcionamiento competitivo1y por tanto anrquico1de
la produccinj no se trata1por tanto1 de episodios accidentales ocasionados por fuerzas externas a ella (errores de poltica econmica o
de las autoridades monetarias1lucha sindical1catstrofes naturales1etc.) j
y ii) su carcter necesario1por ser la nica forma de corregir los excesos
y reconducir los desequilibrios desarrollados durante la fase expansiva1
creando mediante la destruccin de capital y el recorte de salarios las
condiciones generales para una recuperacin de la rentabilidad que permita reanudar el proceso de acumulacin global.
5.3. LAS
CRISIS ESTRUCTURALES
Hasta ahora nos hemos referido a las crisis peridicas de carcter coyuntural que regulan el ciclo econmico de corto plazo tpico de las economas capitalistas. Pero cada cierto tiempo se producen tambin crisis
estructurales1crisis mucho m s profundas y prolongadas de la economa
mundial que son expresin de desequilibrios econmicos1 institucionales y geopolticos en el desarrollo capitalista global1 similares a los
movimientos de las placas tectnicas en la superficie terrestre1 y que
abren el paso a transformaciones profundas en las relaciones econmicas1 sociales e institucionales vigentes. Dependiendo de cmo se resuelvan1 si con una intensa destruccin de capital en un breve lapso de
tiempo o bien manteniendo artificialmente con la ayuda pblica a grandes empresas y sectores con problemas1pueden dar paso a recuperaciones relativamente rpidas y vigorosas de la actividad general o bien a
297
LA DINMICA DE LA ACUMULACI N
i) Desde finales del siglo XIX hasta la crisis de 1929, formacin del
capitalismo de la gran empresa y primer auge financiero. En esta etapa
tienen lugar transformaciones profundas ligadas al salto en el proceso
de concentracin y centralizacin del capital: 1) cambios en las formas
de propiedad (extensin de las sociedades por acciones, que delegan
las funciones empresariales del capital en cuadros gerenciales) j 2) nuevas formas de organizacin del trabajo basadas en el taylorismo (apropiacin de los conocimientos obreros ligados a la figura del artesano) j
y 3) desarrollo del capital financiero. Por otra parte, las tensiones interimperialistas en un escenario marcado por la ausencia de una potencia
hegemnica desembocarn en las dos guerras mundiales.
57
58
De hecho, el principal agente de esa doctrina en Europa durante el periodo de posguerra fue la socialdemocracia, cauce poltico para integrar a la clase obrera en las estructuras del Estado.
298
299
tes econmicas y polticas mundiales de liquidar los restos de la contratacin laboral estable as como de los servicios pblicos no mercantiles
(educacin, sanidad y pensiones), procediendo a una redistribucin del
ingreso global todava ms drstica en beneficio de la clase dominante
y de las capas de profesionales asalariados y autnomos de altos ingresos
aliadas con ella.
6.
6.1.
CAPITAL E INTERS
300
as una distincin fundamental entre el capitalista dinerario (el prestamista), encarnacin general de la propiedad privada de los medios de
produccin, remunerado por el inters, y el capitalista empresario o capitalista activo (el prestatario), encarnacin del capital en funciones,
que percibe la ganancia empresarial. Qu determina entonces la divisin
del plusvalor entre el inters y la ganancia empresarial? En trminos generales, cuando la economa no est en crisis, la magnitud del inters,
expresada en el tipo de inters (un porcentaje anual sobre el dinero prestado), se situar entre dos lmites precisos: por debajo de la tasa media
de ganancia, pues en caso contrario los capitalistas productivos no solicitaran dinero para sus inversiones, y por encima de cero, pues de lo
contrario los poseedores de dinero no lo prestaran 59 Dentro de ese
margen el tipo de inters fluctuar en funcin de la oferta y la demanda
de dinero prestable que exista en cada momento, por lo que su magnitud
no obedece a ninguna ley -como si sucede con las oscilaciones de los
precios (incluidos los salarios) en torno al valor- y no existe una tasa
natural suya60 Precisamente por depender de la oferta y la demanda
de dinero, el tipo de inters posee un marcado carcter procclico: se
mantiene bajo durante los perodos de expansin, cuando los problemas
de realizacin en el mercado son mnimos, la autofinanciacin de las
empresas a partir de sus propios beneficios mejora y el dinero fluye con
normalidad hacia la actividad productiva, y se eleva cuando la acumulacin se desacelera, los desequilibrios en el ciclo de valorizacin (tanto
en la produccin como en la circulacin) se agudizan, aparecen problemas de liquidez en las empresas y la oferta de dinero se vuelve escasa.
Cuando la economa se halla en recesin, los capitalistas piden prestado
no tanto para invertir como para hacer frente a sus obligaciones de pago
y evitar la quiebra, por lo que el tipo de inters puede llegar a situarse
en esos momentos por encima de la tasa de media de ganancia 6 1
Nada en la explicacin anterior niega que en la determinacin de la
tasa de inters exista un componente exgeno ligado a factores institucionales, al estar influida hasta cierto punto por la autoridad monetaria.
59
60
301
LA DINMICA DE LA ACUMULACIN
Pero eso no significa de ningn modo que sea una variable exgena,
ya que en ltimo trmino se encuentra sometida a fuerzas econmicas
reales (y no solo monetarias) como son los procesos de creacin de
valor, la competencia o la evolucin de la rentabilidad, en la medida en
que el inters es una parte del plusvalor generado por el trabajo. La capacidad de la autoridad monetaria para influir sobre la tasa de inters
es limitada (y lo mismo sucede con la masa monetaria, la base monetaria
o con el tipo de cambio), lo cual significa sencillamente que la evolucin
de esta variable no puede sustraerse indefinidamente a la accin de las
leyes econmicas 62 A diferencia de las interpretaciones unilaterales de
los enfoques econmicos convencionales, en la concepcin de Marx la
tasa de inters es tanto un fenmeno real, vinculado a las condiciones de generacin y realizacin del plusvalor, como monetario , porque el valor y el capital solo existen como magnitudes dinerarias.
Un efecto de la divisin cuantitativa del plusvalor entre inters y ganancia empresarial es que crea la apariencia de una diferencia cualitativa
entre ambas magnitudes, como si cada una de ellas procediese de una
63
fuente distinta, ninguna relacionada con la explotacin del trabajo Se
genera as una representacin invertida de la relacin de cada una de
esas dos formas de capital, el capital a prstamo y el capital activo, con
la extraccin del plusvalor. Por un lado, el inters permite al capitalista
dinerario participar del plusvalor extrado de la explotacin de los trabajadores, pero al no relacionarse directamente con ningn proceso productivo (la relacin solo se establece aqu con otro capitalista) aparece
como una facultad que tendra el dinero de incrementarse a partir de s
mismo, haciendo mxima la mistificacin de la relacin de explotacin.
Pero si bien cada capitalista individual siempre puede decidir entre invertir o prestar su dinero, los capitalistas en su conjunto no tienen tal
opcin, pues la fuente nica de sus ingresos como clase reside en la explotacin comn del trabajo. Por eso la expansin del crdito (y de las
finanzas en general) nunca puede desconectarse completamente de su
base productiva real y tiene siempre una autonoma relativa respecto a
poner un ejemplo, a pesar de que los Bancos Centrales respondieron al colapso
financiero de finales de 2008 bajando las tasas de inters de referencia prcticamente
a cero, los tipos en el mercado no siguieron el mismo camino, sino que por lo general
subieron, en muchos casos de manera muy notable.
63 K, III, captulo XXIII.
los procesos de generacin y distribucin de valor. Por su parte, la ganancia empresarial del capitalista activo aparece en la conciencia comn
de los individuos como fruto de la actividad empresarial del capitalista
en el proceso de produccin -entendido como proceso meramente tcnico, desprovisto de su forma social capitalista-, como si fuese una especie de Salario de supervisin o direccin , y no un ingreso
derivado de la explotacin del trabajo asalariado 64
62 Por
302
64
K, III, p. 489.
Tomamos como referencia fundamental para este punto a Heinrich, 2008, captulo
VIII.II.
65
303
L A DINMICA DE LA ACUMULACIN
i) Los bancos
Son las instituciones encargadas de canalizar los recursos monetarios
de los diferentes agentes (empresas1 particulares e instituciones) para
ponerlos a disposicin de quienes los requieran. Sus beneficios provienen principalmente de la diferencia entre las tasas a las que prestan (ms
altas) y de las que pagan (ms bajas) por los depsitos recibidos. Otras
fuentes de ingresos son las comisiones y tasas cobradas por la gestin
de activos as como por la realizacin de operaciones financieras. Como
sucede en cualquier otra empresa1la tasa de ganancia de un banco viene
dada por la relacin de los beneficios obtenidos con el capital invertido
(en instalaciones1equipos1fuerza de trabajo1etc.).
Pero los bancos no solo se dedican a centralizar y canalizar hacia la
inversin productiva recursos ya existentes en la sociedad1sino que tambin tienen la facultad de crear dinero1denominado dinero crediticio
o dinero bancario. El dinero crediticio es una promesa de pago que cumple algunas de las funciones del dinero (principalmente la de medio de
pago) y que se genera a partir de los depsitos bancarios 66 Cuando A
toma prestados 100 euros de B1 B recibe un certificado de deuda por
ese importe que es un compromiso de pago. Si luego B realiza una compra a C y este acepta como pago el certificado de deuda1 esa promesa
de pago habr actuado como dinero. Adems de los 100 euros iniciales
en dinero real (del que dispone A para efectuar sus compras) hay ahora
otros 100 euros de dinero bancario (con el que compra B). Una vez la
promesa de pago ha sido efectivamente cumplida1la deuda se cancela
y el dinero surgido con la concesin del crdito desaparece. El dinero
crediticio se crea y se cancela1por tanto1 como mero flujo.
Dado que la mayor parte de pagos se realiza por transferencia entre
cuentas y como tampoco los crditos se pagan normalmente en efectivo1
en realidad los bancos solo necesitan disponer de una pequea cantidad
de dinero metlico en relacin al dinero crediticio creado. As1por cada
100 euros ingresados el banco solo debe mantener una pequea parte
en efectivo1 denominada coeficiente de reserva 1 y puede prestar el resto.
La importancia de ese coeficiente reside en que variando su tamao se
puede determinar la cantidad de dinero crediticio que puede llegar a
emitir el sistema bancario en su conjunto. Si el coeficiente fuese 1 por
66
304
67
Dejamos de lado las posibles filtraciones hacia la circulacin (es decir, que todo el
dinero creado no permanezca en forma de cuentas corrientes), porque no afecta a la
explicacin de cmo se crea el dinero bancario.
68 En la literatura no neoclsica se discrepa, no obstante, del grado de incidencia que
se otorga al BC a travs de su poltica de restriccin de reservas: los horizontalistaS >>
consideran mnima esta incidencia y que siempre se pueden obtener reservas adicionales al tipo de inters fijado por el BC, por lo cual la oferta de dinero de crdito es
horizontal respecto al tipo de inters; los estructuralistas>>, por su parte, piensan que
hay una mayor interaccin entre BC y bancos, que se condicionan mutuamente, por
lo que la funcin de oferta de dinero de crdito es creciente a corto plazo, es decir, la
oferta de dinero depende tanto de la demanda de crditos como de la reaccin de las
autoridades monetarias.
305
L A DI NMICA DE LA ACUMULACIN
nica o cuantitativa, relativa a la cantidad de dinero crediticio que el sistema bancario puede crear a partir de una determinada cantidad de moneda real, sino esencialmente cualitativa 69 . La moneda central posee
existencia social inmediata como equivalente general de valor y su intercambio con las mercancas confirma la validez social de los trabajos
privados involucrados en la produccin de esos bienes y servicios. Por
el contrario, el dinero crediticio nace de una relacin privada entre banco
(prestamista) y capitalista productivo (prestatario), por lo que representa un anticipo de pago. Cuando se concede un prstamo los bancos
crean depsitos a favor de sus clientes y solo cuando estos retiran dinero
el crdito adquiere existencia social. A travs de ese acto se valida a priori
un trabajo privado que luego deber confirmarse como trabajo social
en el momento de saldar la correspondiente deuda con un pago real
(que destruye finalmente el dinero bancario creado). El crdito solo
aplaza la necesaria transformacin de la mercanca en moneda, en ningn caso la evita.
Esta diferencia esencial entre los dos tipos de moneda muestra por
qu el dinero no puede ser nunca mero dinero crediticio. El dinero crediticio no deja de ser nunca una moneda privada en el sentido de que
es el banco el que crea los depsitos en el marco de una relacin privada
entre agentes, y ello genera una contradiccin permanente entre el sistema financiero y su base monetaria, pues el primero permite autonomizar determinadas formas y funciones del dinero, desconectndolas
parcialmente de su base monetaria como representante del trabajo social. Esto explica tambin por qu es inviable un sistema basado en la
emisin privada de moneda, una situacin donde cada capital pudiera
emitir su propio dinero, tal y como defienden las corrientes econmicas
burguesas ms extremistas, como la escuela austriaca. Sin un equivalente
general (es decir, nico) de valor la circulacin mercantil se volvera imposible, ya que cada agente podra aceptar unas monedas y no otras, por
lo que el intercambio quedara fcilmente cortocircuitado y no se podran comparar los trabajos implicados en la produccin de cada mercanca (es decir, quedaran sin reducir a una sustancia comn) ni por
tanto validarse socialmente. Esta diferencia esencial entre moneda real
y crdito se pone especialmente de manifiesto durante las crisis, cuando
los agentes demandan moneda real como refugio de valor. El dinero pri-
69
306
307
pecto al dinero reaF 0 . En este caso tenemos por un lado el capital real
invertido en la produccin y por otro los documentos que otorgan derecho al pago de intereses y dividendos1que se negocian en funcin de su
cotizacin cambiante. Aunque esa cotizacin pueda autonomizarse en
un grado considerable de su contenido en trabajo y del plusvalor realmente generado1 no lo puede hacer completamente y1 cada cierto
tiempo1 el equilibrio entre precio y valor se restaura violentamente por
medio de la desvalorizacin de activos1con el desplome de las cotizaciones. Los mercados burstiles dan lugar a ganancias financieras individuales1 pero no pueden ser nunca en s mismos fuente de enriquecimiento
de los capitalistas como clase1la cual depende1lgicamente1 de la apropiacin del plustrabajo obrero. La ley del valor impone una restriccin
de fondo sobre el mbito burstil1pues no puede distribuirse nunca ms
valor y riqueza de la que ha sido producida.
Debido a la forma particular en que se determina su precio en los
mercados burstiles y a la gran autonoma que puede alcanzar la cotizacin con respecto a su contenido en trabajo (el valor) 1Marx considera
estos documentos capital ficticio. Esta nocin la introduce para referirse
en general a aquellos activos financieros cuyo valor de mercado o cotizacin deja de corresponder en algn momento con un capital real. As1
el capital accionara sera ficticio solo en la medida en que su cotizacin
se disocie del valor real de los medios de produccin que representa.
Aunque el dinero que ingresa una empresa con la emisin de acciones
s constituye un capital real1pues permite adquirir medios de produccin y contratar fuerza de trabajo1cuando la cotizacin de esas acciones
se disocia del valor del capital realmente invertido en la produccin pasa
tambin a conformar capital ficticio. No obstante1 el caso ms claro de
capital ficticio es el de los ttulos de deuda pblica 1 pues al no respaldar
ningn proceso real de valorizacin1el dinero que ingresa el Estado por
esos documentos no acta como capital. Los ttulos que la componen
(letras1bonos y obligaciones1de menor a mayor plazo de vencimiento)
solo otorgan derecho a participar en la recaudacin de impuestos sobre
el sector productivo de la economa y por eso su valor vara en funcin
de la percepcin de la solvencia de la Hacienda Pblica.
LA DINMICA DE LA ACUMULACIN
K, III, p. 782.
Jord, Osear et al. (2011) muestran a partir del estudio de 200 crisis entre 1870 y
2008 en 14 pases desarrollados que el crecimiento del crdito es un elemento macroeconmico decisivo, destacando la retroalimentacin de las finanzas con el ciclo.
72
70
308
309
LA DINMICA DE LA ACUMULACIN
piezan a detectarse los primeros sntomas de sobreinversin y agotamiento de la expansin. En este punto del ciclo1el crdito puede prolongar
artificialmente el auge durante algn tiempo1financiando la inversin
y la rotacin del capital cuando ya comienzan a acumularse stocks de mercancas sin vender1actuando de ese modo como palanca de la sobreacumulacin. De hecho1 los fenmenos de sobreacumulacin van ligados
habitualmente a un mayor endeudamiento de las empresas1lo cual indica
que el aumento de la composicin orgnica y en valor del capital supuso
adems un aumento de sus pasivos. Por otra parte1cuando grandes inversiones han sido fmanciadas a crdito1aunque la sobreproduccin empiece
a ser una realidad amenazante1las empresas no pueden dar marcha atrs
y se ven abocadas a una huida hacia adelante que agudiza la sobrecapacidad instalada y la guerra de precios. Es en este escenario de progresiva
obstruccin de la valorizacin cuando cualquier contratiempo puntual
-como una subida de tipos1del precio de algunas materias primas1el aumento de los salarios o una cada de las ventas en alguna rama destacadapuede actuar como desencadenante de la crisis.
Una vez estalla la crisis1 el crdito puede amplificar su dimensin y
potencia destructiva por dos vas distintas. Por un lado1 al aumentar la
incertidumbre crece tambin la preferencia por la liquidez1 de forma
que bancos y otros propietarios de dinero son renuentes a prestar1 con
lo que se estrangula an ms la actividad productiva. Por otro lado1ante
la restriccin del crdito los tipos tienden a subir1 afectando tanto a las
ganancias como a la inversin y al consumo. En medio de la espiral recesiva1 puede cortarse la cadena de pagos entre empresas1que se vern
obligadas a vender a cualquier precio para poder hacer frente a sus vencimientos. La desvalorizacin de los activos que respaldan las deudas1
unido a la menor rentabilidad de las inversiones1 amenazan la solidez
financiera de las empresas y muchas de ellas van a la quiebra.
Cuanto ms se desarrolla el sistema crediticio ms dependiente se
hace de l la coordinacin del proceso reproductivo global y1consecuentemente1 mayor capacidad desestabilizadora tiene una posible interrupcin del flujo de crdito 73 Como hemos comentado antes1 el crdito
introduce una alteracin en el proceso de validacin social del trabajo
al anticipar la realizacin del valor de las mercancas cuando an falta
por confirmar el carcter social de ese trabajo privado1lo que solo ocurre
con la liquidacin de la deuda1que a su vez depende de los ingresos por
la venta de las mercancas 74 Si no se logra la venta de las mercancas
cuyo valor fue adelantado con la concesin del crdito1 o si esas ventas
solo tuvieran lugar parcialmente (o a un precio inferior a su valor) 1los
crditos en posesin de los bancos no podrn convertirse en moneda y
sufrirn una desvalorizacin. Una crisis de realizacin se convierte por
esta va en una crisis monetaria (por la no transformacin de las mercancas en dinero) y abre la posibilidad de una crisis bancaria. Si finalmente es el Banco Central quien acude al auxilio1simplemente traslada
el problema a otro nivel1 socializndose las prdidas: la autoridad monetaria estara reconociendo la validacin social de trabajos privados
sin que esta haya tenido lugar en el mercado1 generando de esta forma
inflacin y depreciacin de la moneda.
310
6.4.
311
LA DINMICA DE LA ACUMULACIN
crecimiento del capital social global que tiene lugar con el desarrollo
histrico de la acumulacin impulse necesariamente tambin el crecimiento del crdito 79 En efecto1 del circuito productivo estn surgiendo
permanentemente fondos lquidos que temporalmente permanecen
ociosos 1 sin reinvertir1 y que se ofrecen en el mercado de capitales1
como ocurre con el fondo de la acumulacin para la adquisicin de
nuevos medios de produccin y con el fondo para la amortizacin
del capital fijo 80 . Tanto en un caso como en el otro se requiere de una
suma mnima para acometer esas operaciones y hasta el momento de
llevarlas a cabo se puede emplear ese dinero como capital que devenga
inters en los mercados financieros. Pero tambin puede suceder que
se acometan esas intervenciones mediante un crdito1 sin necesidad de
esperar a que el flujo de plusvalor generado lo haga posible. En este caso
los ingresos de la actividad productiva no tienen como destino los propios fondos de acumulacin y amortizacin de la empresa sino el pago
de inters. En cualquier caso1 la principal aportacin de dinero al circuito financiero es la que procede de las ganancias generadas en el sector
no financiero de la economa.
Lo anterior explica por qu el movimiento del capital a inters que
se encuentra mediado por el sistema crediticio no es algo accesorio1 de
lo que se podra prescindir para la existencia general del capital1 sino que
constituye un elemento absolutamente imprescindible para la coordinacin de la reproduccin econmica que deriva de la propia naturaleza
del capital. Conforme se desarrolla histricamente la produccin capitalista crecen tambin las necesidades de crdito y de la actividad financiera. La expansin de las finanzas no se limita1 por lo tanto1 a una u otra
de las etapas en que puede dividirse la evolucin histrica del modo de
produccin capitalista e incluye tambin el periodo keynesiano1 tradicionalmente considerado de contencin de las finanzas. En EEUU1 por
ejemplo1 la participacin del sector financiero en el PIB no ha dejado
de aumentar desde el fin de la na GM1 pasando del2% al8% en 20081
sin que puedan establecerse etapas cualitativamente distintas en ese recorrido81. En la fase neoliberal1 con el despliegue de la globalizacin y
79
K, III, p. 781.
77
78
81
Informe Anual del Banco de Pagos Internacionales (BIS), Basilea, 201 O, p. 84 Astarita 20llb.
312
313
LA DINMICA DE LA ACUMULACIN
gticas, de distribucin comercial, etc.) es lo ms habitual en el capitalismo actual. Adems, el crdito sirve para financiar la acumulacin y
permite aumentar la tasa de ganancia del capital industrial o productivo84. Para verlo supongamos que la tasa media de ganancia de la economa es del 8% y el tipo de inters del S%. Si un capitalista invierte 1
milln de euros en una sociedad puede obtener 80.000 euros de beneficios. Pero si adems toma prestado otro milln de euros y tambin los
invierte, obtendr otros 80.000 euros de los que debe restar 50.000 por
el pago de intereses al prestamista, quedando 30.000 de beneficios
netos. El beneficio total para ese capitalista que se ha endeudado es de
110.00 euros (80.000 + 30.000). Su capital individual de 1 milln de
euros, el nico que es de su propiedad, le ha reportado, gracias al endeudamiento, no el 8% de ganancia media, sino el 11%. Este aumento
de las ganancias es el principal incentivo para recurrir al crdito, pero el
endeudamiento lgicamente comporta un riesgo. Si la situacin empeora y la tasa media de ganancia cae por debajo de la tasa de inters, el dinero tomado a prstamo no solo no genera un beneficio adicional sino
que supone una prdida. Y al revs, si la tasa media de beneficio se eleva
mientras los intereses se mantienen al mismo nivel, las ganancias aumentan. A mayor peso del endeudamiento en la capitalizacin total de
la empresa, mayor incidencia tendrn en los balances contables las fluctuaciones de la tasa de ganancia y de la tasa de inters.
En realidad, la tesis de la financiarizacin es una variante de la del
capitalismo monopolista, al sugerir en ltimo trmino que no existen leyes objetivas de la produccin y que la economa puede manejarse
a voluntad por parte de los grandes grupos empresariales, en este caso
del capital financiero. Pero las tasas de inters y las condiciones de prstamo no son decididas por ningn oligopolio bancario (al menos no de
forma permanente), sino que estn determinadas en ltima instancia por
las condiciones del propio circuito productivo. Por supuesto, la especulacin en los mercados financieros existe -por ejemplo, juega un papel
destacado en los mercados de materias primas, alimentos y otros productos-, pero nunca suplanta la determinacin objetiva de los precios a partir de los costes de produccin. La ley del valor determina los precios
pero lo hace a travs de constantes fluctuaciones, y es en ese proceso de
82
Para evaluar adecuadamente el peso de las finanzas habra que tomar como mbito
de anlisis la economa mundial y no una economa nacional u otra, sobre todo debido a la movilidad del capital en el marco de la desregulacin neo liberal de las ltimas dcadas.
83
Como se apunta en el citado Informe del BIS: El alto grado de apalancamiento
de las entidades financieras, unido a su dependencia de la financiacin a corto plazo
y a la opacidad e iliquidez de sus exposiciones al riesgo, ha hecho que el sector sea ms
sensible a las contracciones econmicas. Como resultado, las acciones financieras han
registrado rentabilidades particularmente dbiles en periodos de tensiones generalizadas en los mercados. Cuando la rentabilidad del conjunto del mercado ha sido extremadamente baja (concretamente, cuando se ha situado en el20% inferior de su
rango histrico), la rentabilidad anual de las acciones financieras ha solido ser inferior
en 1Opuntos porcentuales o ms a la de las acciones de las instituciones no financieras
(Grfico VI.2, panel izquierdo). En cambio, durante los periodos de auge (panel derecho) su rentabilidad ha superado a la del resto del mercado solo por un ligero margen (BIS, 2010, pp. 82-83 ).
314
84
315
LA DINMICA DE LA ACUMULACI N
ajuste donde la especulacin puede jugar un papel importante, alimentando las tendencias objetivas de fondo. En este sentido, la diferencia del
sector financiero con el resto de ramas es de grado, no cualitativa.
La supuesta oposicin entre capital financiero 1capital productivo diluye el concepto de capital entendido como relacin social basada en la
explotacin del trabajo, una totalidad orgnica en movimiento compuesta de diferentes fases, formas y funciones, y lo sustituye por un conjunto de formas autnomas agregadas a posteriori. De este modo, la
contradiccin capital/trabajo es suplantada por la oposicin capital financiero 1economa productiva (suma del capital productivo y las clases
populares) y, como consecuencia de ello, se desplaza el centro de atencin al problema de la distribucin del plusvalor entre distintas fracciones del capital, y no al de su extraccin de los trabajadores. Se contrapone
as un supuesto capitalismo productivo, reivindicable por las corrientes nacionalistas populares y pequeo-burguesas, con otro especulativo y parasitario, condensacin de todos los males de la economa
capitalista, cuando tal distincin en el capitalismo real nunca es ntida.
Los problemas de la sociedad capitalista no derivaran entonces de las
relaciones de produccin basadas en la explotacin del trabajo y la anarqua de la produccin, sino del dominio de una particular fraccin del
capital, lo que dara base terica a las propuestas polticas reformistas.
7.
El neoliberalismo representa una nueva forma de gestin del capitalismo global basada en una vuelta a los principios econmicos prekeynesianos y liberada progresivamente de los compromisos institucionales
con la clase trabajadora que caracterizaron el periodo reformista de posguerra en el marco de la guerra fra del imperialismo euro-estadounidense contra la URSS. Inicialmente fue el programa de respuesta de
las elites econmicas mundiales y de sus representantes polticos a la
crisis estructural de mediados de los aos 70 con el fin de restaurar la
rentabilidad y relanzar la acumulacin sobre nuevas bases. Del mismo
modo que la respuesta de la burguesa mundial a la Gran Depresin de
los 30 fue el reformismo keynesiano (con independencia del rgimen
poltico: desde el nazismo alemn alNew Deal de Roosvelt), la crisis de
ii) La apertura de nuevos espacios econmicos y geogrficos de valorizacin. Una segunda va para recuperar la rentabilidad ha sido la apertura
de nuevos espacios de inversin capitalista, que son de dos tipos : 1) econmicos: con la privatizacin de empresas y sectores que se haban mantenido en manos pblicas durante el periodo keynesiano, primero del
entramado industrial (energa, telecomunicaciones, automotriz ... ) y
en una segunda fase de los servicios pblicos no mercantiles (sanidad,
educacin, pensiones ... ) j y 2) geogrficos: gracias a la desregulacin de
la movilidad del capital productivo y mercantil a nivel internacional, en
buena parte hacia regiones menos desarrolladas (tal es el significado de
316
317
85
Cmara, 2012.
LA DINMICA DE LA ACUMULACIN
2. Como consecuencia de lo anterior uno de los rasgos ms singulares del periodo neoliberal ha sido la distribucin cada vez ms desigual
del ingreso entre las clases a la que se une la creciente dispersin salarial
en el seno de la propia clase trabajadora con una capa de asalariados
profesionales de altos ingresos favorable los procesos privatizadores y
de regresividad fiscal.
iii) Desregulacin financiera . Una tercera va para recuperar la rentabilidad ha sido la reactivacin de los circuitos de valorizacin no productiva} D-D '}que haban permanecido ms reglamentados durante
el periodo keynesianoJ mediante la liberalizacin de la movilidad del
capital dinerario y la creacin de nuevos instrumentos y productos financieros. El objetivo de esta desregulacin es permitir una mayor movilidad internacional del capital y favorecer la concentracin de recursos
para adecuarse a las necesidades de la globalizacin y a la poltica de privatizaciones anteriormente sealadas. Todo ello se ha traducido en un
desarrollo del sector financiero imprescindible para cumplir con las
nuevas exigencias de la reproduccin del capital mundializadoJ con el
correspondiente aumento del peso de los intereses y dividendos repartidos (aunque como ya hemos explicado} estos perceptores no constituyan una fraccin autnoma del capital mundial} puesto que el
capital financiero se encuentra entrelazado con el capital productivo
en la actividad real) .
7.2. RASGOS Y CONTRADICCIONES DEL CAPITALISMO NEO LIBERAL
A lo largo de las tres ltimas dcadas la reestructuracin neoliberal del
capital global ha logrado imponer un nuevo patrn mundial de acumulacin opuesto al vigente durante la etapa de posguerra. Este nuevo modelo est marcado} no obstante por rasgos contradictorios que lo
vuelven especialmente inestable y propenso a la crisis 86 Para examinarlo
nos apoyamos en los datos de la economa estadounidense que dado
su peso y posicin hegemnica sirve para caracterizar las siguientes tendencias de la economa mundial:
l. Se ha producido una recuperacin tendencia! (ms all de las fluc-
tuaciones de corto plazo) de la rentabilidad general de largo plazo basada en un aumento de la explotacin del trabajo y no tanto en mejoras
significativas de productividad. En cualquier caso esta recuperacin
queda lejos de restaurar los niveles del periodo de posguerra.
86
318
319
L A DINMICA DE LA ACUMULACIN
320
87
321
ANEXO
C AUSALIDAD DE GRANGER ENTRE GANANCIAS E INVERSIN
La causalidad de Granger es una prueba estadstica para evaluar si los resultados de una variable ayudan a predecir los de otra retrasada en el
tiempo 88 Se dice entonces que A es causa de B en el sentido de Granger si con la ayuda de A se explica mejor la evolucin de B. Si es as, significa que hay precedencia, lo cual no equivale necesariamente a que
exista causalidad (en el sentido de que las variaciones en los valores de
una variable sean la causa de las variaciones en los valores de la otra),
pues la correlacin entre las dos variables puede ser espuria, pero lo que
s es cierto es que la falta de precedencia s excluye la causalidad. Es, por
tanto, una causalidad de carcter no determinista sino probabilstico.
Las tres posibilidades en relacin con esta prueba son: i) que exista
una causalidad unidireccional: el resultado de A predice el de B, se dice
entonces que A causa en el sentido de Granger el resultado de B,
pero no al revs; ii) que exista causalidad bidireccional: el resultado de
A predice el de B e igualmente el resultado de B predice el de A; iii) la
ltima posibilidad es que no exista causalidad alguna entre las variables.
Para realizar el test se formulan diferentes hiptesis nulas , donde
se plantea que no existe causalidad, para rechazarlas o no. Si se rechaza
una hiptesis nula es, por lo tanto, porque existe causalidad en el sentido de Granger . La hiptesis nula se rechaza si el resultado es menor
del S% y se acepta si es mayor a ese porcentaje. Por otra parte, el Rezago
1 es para cualquier momento (trimestre) del tiempo de la serie, el trimestre previo; el Rezago 8 equivale a 4 trimestres (dos aos) atrs; etc.
Nuestro objetivo es averiguar si las ganancias causan o no las inversiones; recordemos que el planteamiento postkeynesinao plantea la causalidad inversa (son las inversiones las que determinan las ganancias).
De ello se derivan dos hiptesis:
l. Primera hiptesis nula: Ganancias (antes de impuestos) no causan a inversiones .
88
Tapia, 2011. Agradezco a Csar Snchez su ayuda para realizar este test.
323
Hiptesis nula
Rezago (trimestre)
0.44
80.76
Rezagos (trimestres)
0.12
38.37
Rezagos
0.44
6.65
Rezagos
1.24
0.62
Rezagos
1.57
3.30
Rezagos
16
1.48
7.11
Rezagos
20
1.65
10.72
Fuente: Datos obtenidos de las Tablas 1.10 y 1.1.9 del GDP and personal income. Las
series estn desestacionalizadas y deflactadas al primer trimestre de 2005= 100. Se realiz la causalidad de Granger con las series en tasas de cambio trimestral.
324
(Hiptesis 2)
(Hiptesis 1)
325
326
327
!bid., p. 1120.
328
dentales desarrollados la distribucin del ingreso se autonomiz parcialmente de las exigencias objetivas de la valorizacin y la acumulacin
del capital - una expresin de ello fue que en algunos casos los salarios
reales crecieron durante aos por encima de la productividad-, hasta
que sobrevino la crisis estructural de mediados de los 70; y una situacin inversa ha venido ocurriendo en la etapa neoliberal actual, donde
para algunas capas de la clase trabajadora los salarios han llegado a caer
por debajo del coste de reproduccin normal de la fuerza de trabajo (tal
es el caso de los denominados trabajadores pobres, un perfil sociolaboral cada vez ms extendido, cuyos ingresos salariales no alcanzan
para subsistir de acuerdo al nivel de vida medio existente) . Formulado
de forma ms sinttica puede decirse que las leyes econmicas del modo
de produccin capitalista, incluida la distribucin del ingreso entre las
clases, son el vehculo del antagonismo social, no su producto. Por este
motivo Marx critica de manera implacable las ilusiones reformistas en
el seno del movimiento obrero que reducen las demandas de emancipacin del trabajo a la reivindicacin de un reparto ms justo entre
las clases, sin cuestionar el propio rgimen social capitalista y el monopolio de una minora de la poblacin sobre los medios de produccin5
Marx recuerda que la distribucin no es meramente el reparto del valor
nuevo (a travs de las mercancas en las que se objetiva), pues remite antes
de nada a la desigual distribucin de las condiciones de produccin entre
los miembros de la sociedad. Por eso, para el autor de El Capital, la concepcin que solo considera histricas las relaciones de distribucin, pero
no las de produccin ( ... ) es la concepcin de la crtica incipiente, pero
an apocada, de la economa burguesa 6
Frente a la visin que otorga a la lucha de clases el rol determinante
en la evolucin y dinmica de la distribucin capitalista, Marx pone de
manifiesto que la condicin de la valorizacin del capital global, y con
s En la Crtica al Programa de Gotha seala que la distribucin de los medios de consumo es, en todo momento, un corolario de la distribucin de las propias condiciones
de produccin. Y esta es una caracterstica del modo mismo de produccin. ( .. .)El
socialismo vulgar (y por intermedio suyo, una parte de la democracia) ha aprendido
de los economistas burgueses a considerar y tratar la distribucin como algo independiente del modo de produccin, y, por tanto, a exponer el socialismo como una doctrina que gira principalmente en torno a la distribucin ( 1968, p. 23 ).
6
!bid., III, p. 1120.
329
Las propuestas actuales de reparto del trabajo, renta bsica o similares entraran dentro de las ilusiones reformistas que denunciara Marx por cuanto aspiran a
anular la determinacin objetiva del valor de la fuerza de trabajo, desconectando las
leyes de la distribucin de las de la acumulacin (por ejemplo, evitando que los obreros tengan la necesidad econmica de vender su fuerza de trabajo), sin cuestionar el propio rgimen de produccin capitalista.
8
Para un desarrollo de la teora del salario en Marx cf. Guerrero, 1989.
330
2.
A partir del nuevo valor generado por el trabajo en el proceso de produccin, el capitalista paga el salario por medio del cual se repone el
valor de la fuerza de trabajo empleada, siendo la parte restante, como
sabemos, el plusvalor. Sin embargo, el capitalista no dispone ntegramente de ese plusvalor obtenido pues debe compartirlo, por un lado,
con el propietario del suelo sobre el cual se realiza la actividad (en caso
de no ser l mismo su propietario), al cual deber pagar una renta 9, y,
por otro lado, con el prestamista (en caso de haberlo) que le adelant
el capital necesario para poner en marcha la inversin, al cual deber
abonar un inters 10 El residuo que queda una vez efectuadas esas deducciones sobre el plusvalor extrado de los trabajadores constituye propiamente la ganancia empresarial del capitalista productivo. De esta
forma, tal y como ya vimos en el captulo 3 (apartado 3), el producto
anual global de la sociedad se divide -tanto en trminos materiales como
de valor- entre la parte que repone los medios de produccin consumidos en el transcurso de la produccin y el producto final (o neto), que
es la parte que se distribuye en forma de ingresos entre los distintos
agentes sociales que participan de una u otra forma en el proceso de
produccin: los salarios de los trabajadores, por un lado, y el inters del
prestamista, la renta del propietario del suelo y la ganancia empresarial,
como fracciones del plusproducto o excedente, por otro.
De acuerdo con estas distinciones, el capital (sea propio o prestado),
la tierra y la fuerza de trabajo son fuentes de ingreso para sus respectivos
propietarios porque constituyen medios de apropiacin del producto creado por el trabajo u. Bajo condiciones capitalistas de produccin es posible
apropiarse como ingreso de una parte del valor nuevo (y del producto
final en el cual se materializa) por medio de la propiedad del capital
(en rigor, los medios de produccin), del suelo y de la fuerza de trabajo :
el capital es una fuente de ingresos para el capitalista porque le permite
9
11
331
apropiarse del beneficio extrado del trabajo obrero (o participar de l cobrando un inters en caso de ser el prestamista) la propiedad del suelo es
fuente de ingreso para el terrateniente porque le permite igualmente apropiarse en forma de renta de una parte del plusvalor extrado de los trabajadores y la fuerza de trabajo es fuente de ingresos para los productores
porque estos reciben a cambio de su trabajo un salario.
Sin embargo, para los agentes que participan en la produccin (trabajadores, capitalistas y terratenientes) las cosas se presentan de forma
totalmente invertida. En efecto, en la superficie de la sociedad burguesa,
segn lo que sucede en la esfera de la circulacin, donde cada individuo
aspira a vender las mercancas de las que es propietario para obtener un
ingreso (y en el caso de los recursos productivos unos aportan su terreno, otros su capital y otros su capacidad laboral), el valor nuevo parece no ser todo l resultado del trabajo sino ms bien el producto de
fuentes autnomas de valor, de la contribucin por separado del capital (los medios de produccin), el suelo y la fuerza de trabajo, a los
que, en consecuencia, les correspondera legtimamente ser tambin
medios de apropiacin de partes del valor agregado as, el trabajo generara el salario, el capital un beneficio y la tierra una renta. Como ser
propietario de un determinado recurso (sea el capital, la tierra o la fuerza
laboral) permite apropiarse de una parte del producto final, una relacin
jurdica como es la propiedad crea la apariencia de una contribucin de
los diferentes factores al valor del producto. Esto es justamente lo
que enuncia la teora de los factores de produccin originalmente
formulada por J. B. Say. Puesto que la propiedad de los medios de produccin (o de la tierra) es el medio para apropiarse del plusvalor extrado de los trabajadores, la capacidad de crear plusvalor aparece como si
fuese una facultad intrnseca de los medios de produccin (o de la tierra) en cuanto tales, haciendo que una determinada relacin social,
como es el capital, aparezca como una cosa (un elemento material), impregnando as a la relacin capitalista un carcter fetichista, mistificador
de su naturaleza explotadora. A la conexin aparente entre capital-ganancia (o capital-inters), suelo-renta y trabajo-salario Marx la denomina frmula trinitaria, base de la economa vulgar.
De acuerdo con esta teora de los factores de produccin, en condiciones normales, si existe libre competencia, cada factor recibira
como pago (es decir, como ingreso del propietario) por su aportacin
a la produccin el equivalente de valor que supuestamente agrega al producto final, por lo que la explotacin entre las clases desaparece como
hecho estructural o ms exactamente, puede haberla pero sobre cualquier factor en la medida en que perciba un ingreso inferior a su (supuesta) contribucin al valor del producto en trminos de la economa
neoclsica: siempre que el ingreso sea superior a su productividad marginal (pues a nivel agregado el ingreso nacional se agota en la retribucin
de los factores de acuerdo a sus productividades marginales); as, el capital podra perfectamente estar explotado por el trabajo si los salarios
creciesen por encima de su productividad marginal. En realidad, desde
este enfoque, no habra propiamente clases, tan solo individuos desigualmente dotados de recursos (alguna combinacin de fuerza de trabajo,
capital o tierra). Todos los individuos seran propietarios de un
determinado vector de factores de produccin y el que la gran mayora
de ellos solo lo sea realmente de su capacidad de trabajo (y la posible propiedad de los dos otros factores sea insignificante para esa mayora, sin
capacidad de alterar la obligacin de vender la fuerza laboral) carece en
esta perspectiva terica convencional de relevancia alguna.
Por el tipo de representaciones que genera, Marx considera con
razn que en la frmula trinitaria est consumada la mistificacin
del modo capitalista de produccin, la cosificacin de las relaciones sociales, la amalgama directa de las relaciones materiales de produccin
con su determinacin histrico-social 12 . Este fetichismo de las formas
sociales burguesas no es de ningn modo, conviene dejarlo claro, un
simple error o confusin, y mucho menos una manipulacin
de los grupos sociales dominantes para mantenerse en el poder. La
forma fetichista que adopta la distribucin del ingreso entre las clases
es, por el contrario, un efecto necesario - como lo son tambin otras representaciones mistificadoras que hemos ido descubriendo a lo largo
de nuestro recorrido-, de la forma de organizacin social capitalista 13
332
333
12
K, III, p. 1056.
Al analizar las categoras ms simples del modo capitalista de produccin, como
son las de mercanca y dinero, se ha puesto ya de relieve, seala Marx, el carcter
mistificador que transforma las relaciones sociales a las que sirven en la produccin,
como portadores, los elementos materiales de la riqueza, en atributos de asas mismas
cosas (mercancas) y que llega an ms lejos al convertir la relacin misma de produccin en una cosa (dinero) >> (K, III, p. 1052) .
13
El primer paso de nuestro anlisis en el captulo 1 consisti precisamente en demostrar a partir de la exposicin de la dialctica entre forma
y sustancia de valor que la ley del valor solo comparece en trminos de
las relaciones de cambio entre las cosas y no directamente como tal
como objetividad abstracta (de la que forma parte indisoluble el capital
como relacin social de explotacin) 14 Y es este hecho el que permite
a la sociedad burguesa concebirse a s misma como una comunidad enteramente constituida por relaciones de compra-venta1 como una sociedad fundada 1 por lo tanto1 sobre los principios jurdicos modernos
de libertad1 igualdad y propiedad1sin lugar para la existencia de clases
sociales y las relaciones de explotacin entre ellas.
La explicacin de esta apariencia es que la naturaleza social del valor
su carcter de relacin social1 aparece en la sociedad - en la conciencia
corriente de los agentes de la produccin y tambin en la economa convencional- como una propiedad natural de las cosas1como si los bienes
y servicios tuviesen valor en cualquier contexto social por el simple
hecho de ser productos del trabajo1y no como expresin de una determinada estructura social basada en los trabajos ejercidos de manera independiente unos de otros. Se reduce de este modo la forma social
capitalista de la produccin (la existencia de trabajo asalariado! capital y
propiedad de la tierra) a su contenido puramente material en el proceso de
trabajo (la combinacin de trabajo1 medios de produccin y tierra) . Y
dado que en calidad de valor de uso la mercanca es ciertamente el resultado de la contribucin de los distintos elementos materiales que participan en su elaboracin1se concibe igualmente el valor1la propiedad
social de las cosas1como adicin de cuotas autnomas de valor por parte
de los diferentes factores de produccin. El proceso de trabajo (por
el que se obtienen los valores de uso) se toma directamente como proceso de valorizacin. Se pone al mismo nivel una relacin social de produccin histricamente determinada1como es el capital1con el trabajo
y la tierra1 que son dos elementos materiales del proceso de trabajo comunes a todos los modos de produccin (como el esclavismo1 feudalismo1 etc.) 15 .
En la base de esta inversin que atribuye el valor a factores de produccin diversos y oculta la explotacin est el hecho de que en la su-
14
15
16
17
334
335
19
2
Ibid., p. 1056.
Ibid., p. 1057.
Fernndez Liria y Alegre Zahonero, 2010, apartados 1.3.4, 6.1.2 y captulo IV.
21
336
337
Lo que hace la teora del valor-trabajo es, en definitiva, plantear el estudio del proceso social desde un determinado punto de vista que nos interesa en tanto que cientficos sociales (y no, por ejemplo, como
ingenieros, fsicos o psiclogos), y que consiste en investigar las relaciones sociales que definen el modo de produccin capitalista. El valor
es sencillamente la forma que adoptan las relaciones sociales entre los
productores cuando los trabajos se ejercen de forma independiente
unos de otros y solo se relacionan entre s a travs del intercambio de
productos. Por eso dijimos que la teora del valor-trabajo es el proyecto
terico en que se materializa la investigacin social cuando la sociedad
histrica objeto de estudio es aquella en la que las cosas son mercancas
y domina el modo de produccin capitalista.
Tomar el trabajo como fundamento del valor -partir, por lo tanto,
de la teora del valor-trabajo para analizar el modo de produccin capitalista- responde a consideraciones de orden prctico, a decisiones analticas que tienen ciertamente un fondo poltico o moral, como
es el diferenciar radicalmente lo que hacen los hombres de lo que hacen
las mquinas, pero no porque se trate de razones ellas mismas polticas,
morales o ideolgicas del investigador, sino por razones estrictamente
tericas, constitutivas de un objeto de estudio que tiene una naturaleza
puramente social 22 Lo esencial del problema econmico es, a juicio de
Marx, averiguar de qu manera los hombres en su relacin con la naturaleza satisfacen sus necesidades de subsistencia social. Y este problema
no puede reducirse en ningn caso a la base material, fsico-tcnica, del
proceso de trabajo (esta sera una problemtica ms propia de la ingeniera), pero tampoco a la relacin subjetiva de los consumidores con
las cosas (esta sera, en cambio, una problemtica de tipo psicolgico).
22
Fernndez Liria y Alegre Zahonero, 2010, pp. 228-229. Este aspecto fue planteado
de forma acertada por Maurice Dobb en Economa poltica y capitalismo ( 1966): Que
el trabajo constituye un costo en un sentido nico es, naturalmente, un supuesto pero
un supuesto nacido de un punto de vista particular acerca de lo que es la esencia del
problema econmico. Como tal no es una definicin arbitraria, sino un intento de
poner al descubierto la forma esencial de los acontecimientos reales. ( ... ) Toda teora
del valor constituye necesariamente una definicin implcita de la forma general y del
terreno que se ha decidido en llamar econmico. Lo esencial del problema econmico,
de acuerdo con esta teora y con la opinin tradicional, consiste en la lucha del hombre
con la naturaleza para arrancarle el sustento segn las diferentes formas de produccin
a travs de las principales etapas de la historia (p. 20).
338
Para una buena crtica a los fundamentos de la concepcin neoclsica cf. Fernndez
Liria y Alegre Zahonero, 2010, especialmente su apartado 10.5.
23
339
vendedores de fuerza de trabajo, por un lado, con los propietarios capitalistas, por otro.
En una sociedad en la que los trabajadores no estuviesen separados
de la propiedad sobre las condiciones materiales de produccin, plantear la idea de la productividad (de valor) de los factores carecera
de todo sentido. En efecto, si cada productor trabajase con sus propios
medios de produccin -como ocurrira en un hipottico sistema de productores individuales- lgicamente no tendra que repartir el resultado
de su actividad laboral con nadie ms. Y otro tanto sucedera si los recursos productivos fuesen propiedad comn de la sociedad, pues en
este caso nadie estara legitimado para reclamar una participacin en el
producto social sin haber contribuido previamente a l como productor.
En cualquiera de los dos escenarios apuntados resulta evidente que no
se planteara propiamente la problemtica de la distribucin y, en consecuencia, a nadie se le ocurrira siquiera sealar como una cuestin de
inters analtico conocer cul puede ser la supuesta contribucin al producto final de los medios de produccin (y de la naturaleza), para a partir de ah tratar de deducir cunto le corresponde a los trabajadores y
cunto a las mquinas (y a la tierra).
Precisamente lo que Marx se encarga de hacer ver es que el concepto
mismo de ganancia capitalista solo tiene sentido una vez se ha conformado un mercado laboral, en relacin a una situacin social donde la
mayora de la poblacin ha sido despojada de las condiciones materiales
de existencia, pues solo es ah cuand o el productor deja de ser propietario legtimo de los resultados de su propio trabajo. El origen de la ganancia del propietario del capital hay que buscarlo, por tanto, en las
relaciones sociales capitalistas, y no en algn proceso fsico -tcnico, es
decir, en una propiedad que tendran los medios de produccin en
cuanto tales, o en alguna cualidad extraordinaria de los capitalistas como
la abstinencia o el riesgo , que en nada influyen sobre la magnitud
del beneficio empresariaF4 Por eso, la pregunta acerca de la ganancia no
24
340
puede reducirse a una cuestin puramente tcnica o cuantitativa, centrada en la forma de determinar su magnitud. Antes de cualquier clculo
sobre la masa o la tasa de ganancia (que ciertamente podra efectuarse
partiendo directamente de las condiciones tcnicas de produccin, expresadas en trminos fsicos, como plantea el modelo de Sraffa), M arx
considera absolutamente irrenunciable desde el punto de vista terico
dar cuenta del mecanismo social especfico que explique la existencia
de la ganancia misma como tal, descifrando su origen y naturaleza. Si
quienes elaboran la totalidad de los bienes y servicios en una economa
no son tambin, como decamos antes, sus legtimos propietarios - porque una parte de la produccin corresponde a quienes trabajan en ella
y la otra a los representantes jurdicos de los medios de produccin y
de la tierra-, ello no se debe, obviamente, a ningn tipo de determinacin natural o cualidad intrnseca de las cosas, sino sencillamente a la
existencia de determinadas relaciones sociales en el mbito de la produccin que generan esos resultados, y la tarea de la investigacin social
ser precisamente investigarlas, desnudando el mecanismo de explotacin en el que consisten.
La contribucin de los distintos factores de produccin al producto solo existe desde el punto de vista fsico, en relacin a la mercanca
considerada en su dimensin de valor de uso -y al proceso productivo
como proceso de produccin de riqueza- , pero no del valor - ni del proceso de valorizacin- , que es una propiedad social de las cosas, algo especficamente humano. Reducir una dimensin (el valor) a la otra (el
valor de uso),lo social a lo material, como sucede en la economa convencional (en cualquiera de sus variantes), equivale sencillam ente a
cambiar un objeto de estudio que tiene un carcter social por otro de
naturaleza fsico-tcnica que, p or definicin, nada puede ap ortar a la
comprensin del sistema de relaciones sociales en que consiste el capitalismo. Qu relevancia terica puede tener para conocer la naturaleza
de un sistema social pretender distinguir, y calcular por separado, la contribucin de, por ejemplo, la tierra, la azada y el trabajo del hombre a la
cosecha de trigo y vincular adems ese clculo a la distribucin del pro ducto neto entre los individuos? 25 . Una vez descontados los gastos de
cientfica, se halla planificada y se sirve en gran medida del sector pblico (universidades, institutos tecnolgicos, etc.).
2s Esta es la pregunta que se hacen Fernndez Liria y Alegre Zahonero, 2010, p. 502.
341
342
Existe, por lo dems, una acerada crtica, ya clsica, de carcter tcnico (pues no se ocupa expresamer1te de la ficcin que seala Marx
en la frmula trinitaria), a la inconsistencia de la teora neoclsica
del capital y la distribucin, que fue planteada originariamente por la
28
escuela postkeynesiana de Cambridge conJoan Robinson a la cabeza
Esta crtica plantea - y hacemos con esto un breve inciso para los familiarizados con los manuales neoclsicos de economa- , por un lado, que
para poder sostener que la retribucin de los factores corresponde a su
productividad marginal, concibiendo el precio como una suma del coste
de los factores, y negar as que exista explotacin del trabajo por el capital, la teora neoclsica debe asumir, contra toda la evidencia emprica,
la hiptesis de rendimientos decrecientes. Esto es as porque si los rendimientos de los factores fuesen crecientes, ni el salario puede ser igual
a la productividad marginal del trabajo, ni el beneficio (o el inters) igual
a la productividad marginal del capital - es decir, la remuneracin
del trabajo y del capital no puede hacerse segn el rendimiento de la ltima unidad adquirida de cada una de ellas, que sera la ms eficiente' pues en ese caso el pago de los factores superara al producto (ya que
todas las unidades anteriores empleadas son menos productivas) . La
productividad marginal decreciente de los factores es resultado del supuesto absurdo e irreal de mantener constante todo lo dems (el resto de
factores), cuando en la actividad real todo se modifica a la vez (la escala y
la tcnica) y lo normal son los rendimientos constantes o crecientes29 . Por
otro lado, la crtica de Cambridge advierte que la teora neoclsica del capital, basada en la funcin de produccin y las productividades fsicas de
los factores, es igualmente inconsistente, por circular. En efecto, para determinar los precios segn esta teora se necesita calcular las productividades marginales del trabajo y del capital, pero para estimar esta ltima,
dado que estamos ante un factor heterogneo (los medios de produccin utilizados en una empresa son muy distintos), se hace necesario
homogeneizarlo, y la nica forma posible de hacerlo es ... mediante los
precios, que es precisamente lo que se pretenda explicar, por lo que se
desemboca en un razonamiento puramente tautolgico. O dicho de otra
forma: el precio incluye la tasa media de ganancia, pero para obtenerla
se presuponen ya los precios, que es lo que homogeniza el capital por
28
29
343
3.
3.1 .
Cf. captulo 2.
344
de consumo. En las economas reales 1una parte importante de ese proceso tiene lugar adems por fuera de los circuitos mercantiles -~e produccin1 involucrando a los servicios pblicos desmercantihzados
(educacin1sanidad1guarderas1etc.) y al trabajo domstico. Todo ello
significa tambin que el producto especfico de ese proceso g_e~eral_ de
reproduccin obrera no es el trabajador individual (y su f~mrha) ~ smo
la fuerza de trabajo colectiva de la sociedad1la clase trabaJadora en su
conjunto.
. , .
Aunque las necesidades de reproduccin obrera aumenten hr~toncamente conforme se desarrollan las fuerzas productivas de la sociedad
-lo cual se expresa en el incremento de la masa de medios de subsistencia que componen la cesta de consumo obrero-1 ello no_ significa sin
embargo1 que el conjunto de esas necesidades no constituya en cada
momento y lugar una magnitud dada1 determinada ob;etwamente por
3
los bienes requeridos para la subsistencia social de los trabaj~dores ~. Los
individuos nunca eligen las condiciones sociales y matenales baJO las
cuales realizan su actividad y desarrollan su existencia. No es un resultado de la lucha obrera que el consumo asalariado medio sea cualitativa
y cuantitativamente distinto en dos mome~tos distan~es del tiempo
no lo es sencillamente porque son sustancialmente diferentes las exigencias de reproduccin obrera en cada uno de_ellos. En la a~tualidad
frente a la situacin1por ejemplo1 de hace 30 anos1 las necesidades de
reproduccin incluyen un nivel educativo y de formacin laboral mucho
ms exigente1 nuevas instalaciones y equipamientos para los hoga_res
uso de recursos informticos y de telecomunicacin1consumos crecrentes de transporte y energa1 atencin mdica ms completa etc. todo
lo cual es1por lo general1independiente de la voluntad de los agentes o
de la lucha de clases1pues est en funcin de las caractersticas del proceso global de produccin y del nivel de desarrollo de las fuerz~s productivas alcanzado por la sociedad. En tanto las fuerzas productivas se
desarrollan de manera continua1la reproduccin de la clase trabajadora
en cada momento histrico no podr efectuarse1lgicamente sobre las
bases tcnico-materiales previas1 sino nicamente sobre las presentes.
'!
Esta fue la base que aportaron los fisicratas para explicar el origen del excedente
en la produccin (y no en el intercambio, como pensaban los mercantilistas), con~e
bido como un residuo sobre el coste de produccin, aunque fuese formulado en terminos fsicos, sin una concepcin social del valor.
31
345
Por eso es absurdo pensar que el valor de la fuerza laboral pudiera representar un nivel de subsistencia meramente biolgico del trabajador.
Los individuos viven en sociedad y -a menos que esta asuma la forma
de una comunidad socialista) con una economa planificada democrticamente- no pueden decidir cul es el nivel tcnico y la estructura sectorial de la economa niJ en consecuencia) la cesta normal de mercancas
que el aparato productivo global pone a su alcance para su subsistencia.
Del mismo modo que un capitalista no puede hoy fabricar coches con
una tcnica de principios del siglo XX el obrero tampoco podr adquirir
un coche que sea resultado de aplicar esa tcnica obsoleta ... como tampoco en trminos generales) tener una instalacin elctrica en su hogar)
un telfono) un ordenador personal o desplazarse en un tren como los
de hace 40 aos.
Lo importante es comprender) por tanto) que la determinacin objetiva del valor de la fuerza laboral por su coste de reproduccin social
- ms allJ como luego veremos) de fenmenos coyunturales derivados
de la relacin de fuerza entre las clasesJ o de si se trata de una capa u
otra de la clase obrera (por cualificacin) ramaJ etc.) dentro de un
mismo espacio econmico nacional- representa una exigencia estructural del funcionamiento general del sistema impuesta por la accin de
la ley del valor y las necesidades de valorizacin y acumulacin del capital. Por eso) aunque la masa de medios de consumo a travs de la cual
se expresa el valor de la fuerza de trabajo aumente con el paso del tiempo)
la pauta de consumo obrero no deja de representar nunca un nivel de
subsistencia social en la medida en que solo garantiza) como norma) la estricta reproduccin social del trabajador. La condicin ltima para la reproduccin econmica del sistema es la reproduccin de la propia
relacin social capital-trabajo) lo cual exige mantener a la mayora de la
poblacin en la necesidad de vender su fuerza de trabajo) desposeda de
los recursos productivos con los que trabaja 32 . Una retribucin permanentemente superior al coste normal de reproduccin obrera no solo
amenazara la ganancia capitalista (recordemos que el plusvalor es un
residuo sobre el valor de la fuerza de trabajo que depende) adems) del
nivel tcnico con el que opera el trabajo en cada empresa) y acabara
por obstruir la acumulacin) sino que liberara al trabajador de la obli-
32
33
346
347
i) La tasa de asalarizacin (TA), que mide la proporcin de asalariados (A) respecto al total de ocupados (O), suma de asalariados, trabajadores independientes y empleadores de fuerza laboral ajena 36 :
No confundir con la conversin de asalariados en falsos autnomos como estrategia empresarial para reducir costes, en cuyo caso estamos ante una relacin de
dependencia laboral pero bajo una forma jurdica atpica.
35 D. Guerrero, 2006, p. 62 y ss.
34
348
TA=A/0
ii) La tasa de proletarizacin (TP), que expresa el porcentaje de proletarios, entendidos como suma de los asalariados y desocupados (D)
-es decir, el conjunto de individuos que necesita vender su fuerza de
trabajo para subsistir (tengan o no trabajo)- sobre el conjunto de lapoblacin activa (Ac), suma de ocupados y parados:
TP=A+D/Ac
Hay que tener aqu en cuenta, no obstante, que las estadsticas oficiales de la contabilidad nacional y de la Encuesta de Poblacin Activa
subestiman la dimensin real de la asalarizacin y proletarizacin de la
poblacin, ya que incluyen entre los trabajadores independientes a los
llamados falsos autnomos, una categora con un peso creciente,
que en verdad son trabajadores por cuenta ajena, insertos en una relacin laboral de dependencia, pero bajo una frmula jurdica no convencional, como estrategia patronal para abaratar costes y fragmentar las
plantillas (impidiendo su organizacin sindical).
En cualquier caso, la asalarizacin de la poblacin ocupada no es un
proceso lineal o mecnico, como no lo es tampoco ninguna tendencia
sistmica de la produccin capitalista. Hay periodos en que el progreso
tcnico rebaja significativamente para algunas actividades poco m ecanizadas las barreras de entada, permitiendo que elementos de la clase
obrera puedan transformarse en trabajadores autnomos o incluso en
pequeos patronos que contratan fuerza de trabajo, pero se trata de una
contratendencia que no anula en ningn caso la tendencia estructural
del sistema. El desarrollo histrico del modo de produccin capitalista
muestra de manera inequvoca que no se dirige hacia un horizonte de
pequea propiedad sino todo lo contrario, hacia una creciente concentracin econmica y una mayor desigualdad social entre propietarios y
no propietarios del capital.
36
349
Todo el anlisis est planteado aqu al nivel del conjunto de la clase obrera, dejando
de lado las diferencias que existen entre sus diferentes capas de acuerdo a su cualificacin, tipo de actividad, organizacin sindical, etc.
350
dana; se trata en ambos de casos de medidas que van directamente contra la lgica objetiva del capital (y no solo a paliar algunos de sus efectos)
y que por eso mismo no pueden ser asumidas bajo su dominio.
La amplitud de este contingente de poblacin desocupada depende
de la evolucin del proceso de acumulacin y del crecimiento de la actividad general tanto a corto como a medio y largo plazo. La tnica habitual en los movimientos de corto plazo (el ciclo analizado en el
captulo anterior) es que los salarios tiendan a situarse por encima del
valor de la fuerza de trabajo a medida en que se intensifica la acumulacin, crece la economa y se reduce el desempleo, y que caigan por debajo de ese coste de reproduccin obrera en los periodos de crisis y
estancamiento. Todo ello dentro de tendencias ms generales de la evolucin salarial correspondientes al tono general de las fases de medio y
largo plazo del desarrollo. En este sentido, puede haber fases alcistas del
ciclo en que las salarios se mantengan a un nivel bajo si ese movimiento
de corto plazo se inscribe dentro de una tendencia de ms largo plazo
marcada por el dbil crecimiento y elevado desempleo.
351
trico de la lucha sindical. En el lado opuesto, la burguesa intenta acentuar tanto como pueda esa competencia, preferentemente por vas poltico-legislativas, creando mercados laborales lo ms competitivos
posibles, limitando la negociacin colectiva y recortando los derechos laborales, pero sin excluir nunca, cuando la situacin lo requiera, el recurso
a la represin directa y la suspensin de derechos y libertades. Sobre la
base de la expropiacin generalizada de las condiciones produccin para
la mayora social, y existiendo un contingente permanente de poblacin
desempleada presionando para acceder a un puesto de trabajo, es fcil
comprender que cuanta ms libertad se introduzca en la relacin de
poder asimtrica entre capital y trabajo, tanto ms eficazmente operar
el mecanismo de explotacin capitalista, pues siempre habr alguien dispuesto a rebajar sus aspiraciones laborales y salariales (sin importar lo
muy degradadas que puedan encontrarse ya) con tal de acceder a un empleo. Lo que nos ensea la historia es que sin algn tipo de interferencia
poltica sobre la implacable lgica del mercado laboral que restrinja
la libertad negociadora de las partes, los salarios caeran inevitablemente por debajo del coste de reproduccin social del obrero.
tanto del nivel del salario nominal como del precio de los bienes de consumo, por lo que expresa el precio de la fuerza laboral en relacin al precio de las mercancas a cambio de las cuales se intercambia.
2. El salario real ( sr) -o salario en moneda constante- designa la cantidad de medios de consumo que el obrero puede comprar con su salario y representa el poder adquisitivo del salario 38 Su magnitud depende
Aunque el salario real constituye el principal determinante del nivel de vida del trabajador, en las economas reales no lo abarca completamente, pues debe contemplarse
tambin la incidencia del salario social correspondiente a los servicios pblicos no
mercantiles, as como de las posibles transferencias que acometa el Estado.
38
352
sr = sn / precio MC
Como los medios de consumo son extremadamente variados, la evolucin del salario real solo se puede estimar a travs de indicadores estadsticos, dividiendo un ndice de los salarios nominales p or otro de
los precios al consumidor (en representacin del precio promedio de
los bienes de consumo que componen la cesta normal de subsistencia
obrera) . Formulado en tasas de variacin de las variables (lo que se indica por medio de un asterisco) tendramos:
sr* = sn* -precio MC*
De este modo, si en un ao el salario nominal crece, por ejemplo, el
5%, y el precio de los medios de consumo lo hace un 4%, el salario real
habr aumentado un 1%, es decir, se incrementa la capacidad de compra
del trabajador en ese porcentaje por el contrario, si el salario nominal
crece un 2% mientras los precios suben un 3%, el salario real habr descendido un 1%.
3. El salario relativo (SR), por ltimo, es el salario considerado en su
relacin con la ganancia, como figura distributiva, y representa la participacin de los salarios (v) en el valor nuevo generado por el trabajo
(v+p), lo cual puede estimarse a nivel de cada empresa, rama o de la
economa en su conjunto, en este ltimo caso como porcentaje de los
salarios en la renta nacional (suponiendo una economa capitalista pura,
sin trabajadores autnomos ni sector pblico no mercantil).
SR= v/(v+p)
Teniendo en cuenta que el capital es una relacin social de produccin basada en la explotacin del trabajo, el salario relativo constituye la
forma ms adecuada de expresar el valor de la fuerza de trabajo, pues representa la fraccin de la jornada laboral durante la cual el obrero objetiva
un valor equivalente al de los medios de consumo por medio de los cuales asegura su subsistencia social el salario relativo es, por lo tanto, un
indicador del grado de desigualdad social entre las clases 39 .
39
353
productividad:
SR= v/(v+p) =(v/A)/ (v+p/ A)= salario real/ productividad
Expresado en tasas de variacin:
tipo en propiedad: medios de produccin, bienes inmuebles, ttulos financieros, etc. ) 41, y responde a dos procesos que actan de forma simultnea conforme se desarrolla la acumulacin: uno relativo al aumento
de la cantidad de obreros que son objeto de explotacin por cada capital
(y tambin a nivel agregado), y el otro al incremento del grado en que
son explotados.
i) La concentracin del capital
La reinversin de plusvalor para aumentar la escala del capital, adquiriendo medios de produccin y fuerza de trabajo adicionales, es la
va para obtener cantidades crecientes de plusvalor. Aunque la tasa de
explotacin del trabajo (p ') no aumente (porque no se eleve la productividad global, ni se obtengan plusvalores extraordinarios en una empresa), la desigualdad social entre las clases si lo hace por el simple efecto
de la concentracin y centralizacin del capital42 Como cada capital individual tiende a explotar a un nmero cada vez mayor de trabajadores,
de los que extrae una mayor cantidad de plusvalor, la distancia del capital con respecto al trabajo crece en trminos de ingresos.
Para ilustrarlo con un ejemplo sencillo supongamos una situacin
inicial donde existen 1Ocapitalistas que ganan en conjunto 2000 y 100
obreros que reciben en total otros 2000 en salarios43 La tasa de plusvalor ser, por lo tanto, del lOO%. Dado que los capitalistas reciben en
promedio 200 y cada trabajador 20, la relacin entre ganancia y salario es 10: l . Supongamos ahora que como consecuencia del desarrollo
capitalista tiene lugar un proceso de concentracin del capital con aumento de la escala de produccin y de la masa de trabajadores empleados, que pasa a ser de 200. Como la tasa de plusvalor sigue siendo del
100% (por hiptesis suponemos que no hay cambios en la productivi41
El salario relativo equivale al coste laboral unitario en trminos reales que mide el coste
laboral por unidad de producto, un indicador de uso frecuente en los estudios convencionales de competitividad empresarial.
354
355
40
K, I, p. 209.
El valor de la fuerza de trabajo -escribe Marx- est dado por el valor de una cantidad determinada de medios de subsistencia. Lo que vara con la fuerza productiva
del trabajo es el valor de esos medios de subsistencia, no su masa. La masa misma, si
aumenta la fuerza productiva del trabajo, puede acrecentarse simultneamente>> (K,
I, p. 635 ).
356
357
nicamente en la disminucin de la parte correspondiente al trabajo necesario, mientras aumenta el plustrabajo. La reduccin efectiva de la jornada laboral ha sido siempre una conquista del movimiento obrero,
nunca un resultado automtico del progreso tcnico.
46
47
358
48
K, l/3, p. 770.
359
3.4.2.
49
Guerrero, 2000a.
El fenmeno de los llamados trabajadores pobres (trabajadores cuyos ingresos
se sitan por debajo del umbral de pobreza en un pas) es una muestra de ello.
50
360
51
361
52
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363
APNDICE FINAL
EL COMUNISMO EN MARx
365
EL COMUNISMO EN MARx
l.
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estar formalmente reconocida, solo lo es realmente para quienes disponen de medios suficientes para ejercerla y as con cualquier otro derecho.
Dado que la independencia material del individuo es condicin de su libertad3, en ausencia de aquella para esa mayora de la poblacin que necesita vender su fuerza de trabajo para poder subsistir, se imponen nuevas
servidumbres de clase en sustitucin de las feudales. De ese modo, el derecho y el Estado de todos los ciudadanos que proclama la teora poltica
moderna, resulta ser en la prctica el derecho y el Estado de una determinada clase. Pero aparte de esta obstruccin material, el principio democrtico tambin se encuentra formalmente violado en los marcos
jurdico-polticos actuales por todo tipo de fraudes y restricciones a las
libertades y derechos. Esto obedece a la posicin defensiva de la burguesa como nueva clase dominante frente al movimiento obrero en el extremo, cuando la seguridad de la burguesa como clase no resulta
compatible con el mantenimiento de ciertas libertades democrticas,
procede a suspenderlas transitoriamente hasta que logre recomponer las
bases de su dominio.
Si en los regmenes capitalistas actuales (o al menos en los ms consolidados) se permite como situacin poltica normal un sucedneo de
parlamentarismo democrtico con sufragio universal (convenientemente
adulterado, por supuesto, por la ley electoral, la financiacin de partidos,
el oligopolio meditico, etc.) es sencillamente porque no es en las instituciones de representacin poltica donde reside realmente el poder y se
toman en ltimo trmino las decisiones fundamentales que afectan a la
sociedad. Es el capital a travs de su control de la produccin y del flujo
de la inversin el que siempre tiene la llave para bloquear el proceso de
reproduccin econmica de la sociedad si las decisiones polticas no se
pliegan a sus intereses. No hay un solo ejemplo histrico de un gobierno
que haya aplicado (o mejor, intentado aplicar) un programa no favorable
a los intereses generales del capital (o sencillamente que no cuente con
su aprobacin) sin que este haya desatado en su contra una guerra econmica y poltica de desestabilizacin que acabe por derrocado. En la
medida en que la sociedad entera se halla subordinada al capital, a sus
necesidades de valorizacin y expansin sin lmite - y esto es lo que interioriza da a da el trabajador cuando comprueba que su suerte est
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La distribucin de acuerdo con la contribucin personal es el medio para la reproduccin de una relacin de produccin basada en la fue rza de trabajo como propiedad
privada. Cf. M . Lebowitz, 2004.
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produccin es la capitalista estamos ante una sociedad basada en la explotacin del trabajo con independencia del grado en el que el Estado
intervenga en la economa o del tipo de rgimen poltico. La nica disyuntiva real es la que se da entre poder burgus y poder obrero, entre
control privado o social del excedente, no entre mercado y Estado.
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la imposibilidad de control racional y democrtico de las fuerzas productivas, prevaleciendo el inters privado sobre el general, por lo que
no impedira la inestabilidad econmica, la tendencia al desequilibrio
y las crisis recurrentes, con el consiguiente despilfarro de recursos
(quiebras, sobreproduccin, desempleo, subutilizacin de la capacidad
instalada, etc. ) 9; i) otra consecuencia inevitable sera la desigualdad creciente en el ingreso: en la lucha competitiva las cooperativas correran
irremediablemente suertes dispares, de manera que acabara habiendo
cooperativas pobres y ricas, lo cual se traducira en retribuciones muy distintas a sus miembros pero ligar la retribucin al xito de cada empresa
es un principio tpicamente capitalista que socava los valores de solidaridad y promueve la competencia entre los propios trabajadores, p reocupados exclusivamente de la suerte de SU empresa, cuan do
adems el xito comercial no depende nicamente del esfuerzo o eficiencia laboral, pues siempre existen todo tipo de interdependencias
productivas, innovaciones y obsolescencias no previstas, modas, economas/ deseco no mas de escala o externalidades (efectos sobre terceros que el precio no contempla) .
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2.
2.1.
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inevitable . No puede serlo porque no constituye nada que venga garantizado por el funcionamiento espontneo de la propia de la estructura -y menos an por alguna supuesta ley general del acontecer
histrico (por otra parte1 inexistente en el Marx maduro )-1 sino tan solo
una posibilidad que ella encierra 11 Para que la revolucin tenga lugar1 la
clase obrera debe pasar de la lucha espontnea (la que s se genera a
partir del mismo funcionamiento de la estructura) por mejorar las condiciones de vida y de venta de su fuerza de trabajo (lucha de la que
forma parte la reivindicacin de ciertas libertades indispensables para
poder organizarse) al nivel de la lucha poltica (ya consciente) por la
toma del poder. Efectuar ese paso requiere que los trabajadores se organicen polticamente como partido1 de forma independiente al resto
de clases (que cuentan con sus propios partidos) 1 y se doten de un programa socialista y de una estrategia revolucionaria para la conquista del
poder. Se trata de pasar del estado de clase en s al de clase para
s . Que ese trnsito est mediado necesariamente por la existencia del
partido revolucionario es lo que significa la clebre frmula leninista de
que la conciencia revolucionaria haya de sede introducida a la clase
obrera desde fuera de su actividad y lucha espontnea en el terreno
laboral (y no1 desde luego1 que algn partido concreto se autoproclame portador de las ideas y prcticas correctas).
Ahora bien1 inevitablemente1 esa toma de conciencia por las masas
trabajadoras no es nunca uniforme (y mucho menos general) como
consecuencia de la propia hegemona (poltica1 ideolgica y cultural)
burguesa1 por lo que el partido solo puede ser en realidad una parte de
vanguardia, por su nivel de conciencia y compromiso1 de la propia clase.
La posicin de Marx1 y ms tarde de Lenin y los bolcheviques1 es que
la lucha de clases no se desarrolla en un vaco ideolgico1 lo que hace
imprescindible la independencia poltica ( organizativa1 ideolgica 12 y
programtica) de los trabajadores para hacer la revolucin. No se trata1
obviamente1 de que el partido sustituya a la propia clase en el proceso revolucionario1 sino de que la toma como juez de su lnea poltica1
Esta sera la posicin del populismo posmarxista, que parte de una concepcin de
la sociedad como yuxtaposicin de instancias, fragmentos o identidades heterogneas,
ninguna de las cuales ocupara una posicin central, esto es, no habra ningn principio
articulador fundamental, por lo que la lucha de clases dejara de ser el conflicto central
a travs del cual se expresa la dinmica y despliegue histrico del capitalismo. Se oculta
as la explotacin del trabajo, causa de la tendencia a la polarizacin social, y se asume
como horizonte poltico la democratizacin del Estado (burgus).
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de sus propuestas y de su estrategia como tampoco significa que el partido revolucionario haya de ser el partido en el poder, ya que el poder
obrero, la dictadura del proletariado, no se refiere al poder de ningn
partido concreto 13 Esta visin clsica de la tradicin marxista se opone
tanto al sustituismo golpista (a la Blanqui) que propugna la toma
del poder poltico por una minora violenta al margen de la accin de
las masas, como del espontanesmo obrero, que considera que la
mera experiencia de lucha puede generar una conciencia revolucionaria
entre los trabajadores y asegurar el triunfo de la revolucin, sin necesidad de clarificar objetivos estratgicos y confrontar programas.
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de su control de los distintos aparatos del Estado y del auxilio del capital
internacional) para reconducir cualquier crisis de dominio. No cabe transicin pacfica (por va parlamentaria) y gradual (por reformas) al socialismo, porque ninguna clase dominante en la historia renuncia a sus
privilegios sin oponer una feroz resistencia y, en el plano estrictamente
econmico, porque la lgica expansiva del capital no admite enmiendas
ni ser superada por etapas, acumulando pequeas transformaciones que
generen cambios cualitativos o la metamorfosis del sistema, por ejemplo
restringiendo progresivamente su radio de accin y socavando las condiciones de la explotacin del trabajo.
Esta definicin de la estrategia revolucionaria se deriva de la concepcin marxista del Estado. Para Marx el Estado en la sociedad burguesa
siempre es, con independencia de la forma jurdica que asuma, la fuerza
material para la opresin de la clase trabajadora, garante en ltimo trmino de las condiciones generales de la explotacin capitalista. Por el
contrario, las corrientes reformistas del movimiento obrero se caracterizan por negar el carcter de clase del Estado, al que no consideran expresin del poder de la burguesa sino un organismo neutro -un espacio
de disputa poltica, donde se pueden ir conquistando o perdiendo posiciones- situado por encima de las clases 15 . Por ello, en vez de destruirlo
a travs de un proceso revolucionario para construir otro poder radicalmente distinto, basado en la participacin activa de los trabajadores,
consideran que es posible tomar su control mediante una mayora parlamentaria obrera o popular para ponerlo al servicio de la trans formacin gradual socialista. Sin embargo, la estructura del Estado
burgus, todo el edificio institucional que lo compone, est diseado
para evitar la participacin directa y continua de las masas trabajadoras
en los asuntos pblicos. Todos los aparatos del Estado (militar, administrativo, judicial, poltico, etc.) se encuentran sustrados al control directo de los ciudadanos, son rganos autnomos profesionales y en
sus instancias superiores estn ntimamente ligados por todo tipo de
vnculos (ideolgicos, polticos, familiares, culturales, sociales ... ) a la
clase capitalista. Para Marx, mientras los principales medios de produccin sigan en manos privadas, el Estado seguir siendo un aparato al
servicio del capital y sus necesidades de reproduccin ampliada.
15 Este era ya en tiempos de Marx el sentido de la consigna Estado libre incorporada
al programa de la socialdemocracia alemana por los partidarios de Lasalle en Gotha.
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riada. Pero entonces cul es la forma jurdico-poltica que ha de corresponder a la dictadura del proletariado?, o dicho de otra forma,
bajo qu condiciones jurdico-polticas puede el poder obrero -la dictadura del proletariado- asumir la tarea de construir el comunismo,
el control social y racional de la economa? La respuesta de Marx es
inequvocamente que esa forma poltica no puede ser otra que la repblica democrtica basada en el derecho, la libertad y la soberana
popular, el mismo modelo poltico que la burguesa trae al mundo como
ideal pero que es incapaz de hacer cumplir.
La razn es evidente: la democracia es una condicin necesaria para
el ejercicio del poder obrero entregado a la tarea de planificar racionalmente la economa, una tarea que constituye un acto de comunicacin
y deliberacin social permanente. Si el poder obrero solo puede existir
como proyecto conscientemente asumido -pues no responde a ninguna
ley objetiva o espontaneidad econmica-, la nica forma compatible
con el ejercicio de ese poder es, lgicamente, la democracia. Para la clase
obrera la democracia no es ningn ideal que enarbolar sino el presupuesto jurdico-poltico del socialismo, de la planificacin racional de
la produccin. Solo un marco de democracia plena, basado en las libertades, el derecho-igual y el sufragio universal, es compatible con un proyecto que aspira a la autodeterminacin de la propia sociedad, superando
la supeditacin de los individuos (y de la sociedad entera) a poderes privados como los encarnados por el capital.
Debe advertirse tambin aqu que, por su propia definicin, los derechos y las libertades democrticas no pueden tener lmites, es decir,
solo pueden ser establecidos coherentemente en trminos de universalidad, sin excluir de ellos a nadie (tampoco a los antiguos miembros de
las clases dominantes, pero que en la nueva situacin ya no cuentan con
20
ninguna plataforma material privilegiada para difundir sus ideas) . Por
ejemplo, si un miembro X est privado de la libertad de expresarse, ocurre entonces que se le est privando a todos los dems de la libertad de
escuchar lo que ese X pudiese querer decir. Reconocer la libertad de comunicacin o de reunin para alguien solo puede tener sentido si todos
y cada uno de los dems miembros de la comunidad tienen reconocido
ese mismo derecho. El derecho designa un sistema referido a todas las
personas, sin exclusiones, no una facultad que pudiera reservarse a unos
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clases, principalmente el tipo de relacin de la pequea y mediana burguesa con la clase obrera y el nuevo poder socialista.
A partir de la propia experiencia de la revolucin rusa, que hereda
una economa atrasada semifeudal, de base eminentemente campesina
y devastada por la guerra mundial y la posterior invasin imperialista,
los dirigentes bolcheviques consideraron que la duracin de esa transicin sera prolongada, ya que se deban crear las condiciones econmicas
necesarias (industrializacin, gran empresa, etc.) para la construccin
del nuevo orden poscapitalista. En ese contexto de extrema precariedad
econmica y cerco imperialista tuvo lugar un enconado debate en el
seno del partido bolchevique acerca de la estrategia a seguir para alcanzar el socialismo. Por un lado estaba la lnea representada por Preobrazhensky, que planteaba la necesidad de acelerar la industrializacin estatal
a partir del excedente agrcola, y por otro la encabezada por Bujarin,
que pretenda un desarrollo ms armnico entre la industria (de base
ya eminentemente estatal) y el campo (basado todava en la pequea y
mediana propiedad).
En la actualidad, sin embargo, a medida que el desarrollo del capitalismo a nivel mundial liquida los restos de la produccin de subsistencia
y de la pequea propiedad campesina, la duracin de esa transicin podra acortarse sensiblemente. En los pases capitalistas ms avanzados,
la pequea propiedad no capitalista tiene hoy un peso ya muy reducido
y representa un porcentaje minoritario de la poblacin, por lo que la nacionalizacin de los principales sectores y grupos empresariales supondra inmediatamente la constitucin de un gran sector estatal de la
economa, embrin de la futura economa socialista.
En cualquier caso, una vez expropiada la gran propiedad capitalista
tras la toma del poder, el camino hacia el socialismo a partir de ese preciso momento es el de la progresiva incorporacin del resto de actividades
al sector socialista, una incorporacin cuyo ritmo depender de la evolucin de las dos condiciones sealadas antes : i) de la posibilidad tcnico-econmica de integrar cada vez ms reas de actividad al plan, al
aparato productivo socializado, un proceso que se realizar de forma
gradual en funcin del nivel de desarrollo tcnico alcanzado en cada
sector y empresa, comenzando por los ms avanzados ii) en el plano
poltico, de la necesidad de preservar la alianza obrera con las fuerzas
pequeo-burguesas y, puntualmente, con elementos de la burguesa
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mente tcnico, la nocin de plan incluye, por tanto, dos elementos definitorios: i) la formulacin de un determinado fin que se propone conseguir, desglosado en objetivos especficos de desarrolloj y ii) las
disposiciones o medios adoptados con vistas a alcanzarlo. Pero en su
sentido socialista, la planificacin econmica exige adems la existencia
de una estructura institucional que asegure la participacin activa de
los productores en la elaboracin y ejecucin del plan.
As definida, la planificacin no constituye una tcnica que podra emplearse (en uno u otro grado) en diferentes contextos sociales
(incluido el capitalismo), sino una forma de organizacin econmica
de la sociedad basada en la propiedad colectiva de los principales medios de produccinj del mismo modo que tampoco el mercado es una
tcnica que podra aplicarse en el socialismo. Plan y mercado no
son simples instrumentos neutros de asignacin susceptibles de ser
utilizados en diferentes marcos sociales sino la expresin misma de
estructuras sociales distintas, formas de organizacin econmica y social
antagnicas.
En una economa socializada el principio que gua la actividad de las
empresas y justifica su existencia ya no es la rentabilidad - ms exactamente, ya no hay propiamente empresas rentables y no rentables (lo
cual no significa, obviamente, que un objetivo empresarial y una preocupacin primordial de las autoridades planificadoras no sea precisamente el de elevar constantemente la eficiencia) - , sino su pertinencia
tcnica para la consecucin de un fin general expresado democrticamente en el plan. La subordinacin de la actividad de la empresa socialista al objetivo fijado en el plan puede, no obstante, ser directa o
indirecta24 Esto sucede porque en el marco del plan general pueden
existir planes de rango inferior de distinto tipo (territoriales, sectoriales,
etc.) a los que se vincule la actividad de las diferentes empresas. Los
fines que se fijan en los planes de nivel inferior constituyen medios para
realizar el fin establecido en el plan general de la economa. Esta integracin de los fines empresariales en un fin comn supone una peculiaridad de la economa socialista, en oposicin a la existencia de fines
independientes y en paralelo de las empresas en el capitalismo.
Para comprender mejor el significado profundo de la planificacin
econmica y apreciar sus diferencias esenciales con la organizacin mer-
3.
22
K, III, p. 1044.
Para una introduccin al concepto y prctica de la planificacin puede verse Lange,
1992, captulo V; Lange (ed.), 1965; o Bettelheim, 197la, y 1971b.
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Guerrero, 2007.
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pons)} la ltima palabra la tienen siempre los capitalistas con sus decisiones de invertir de acuerdo a sus expectativas de ganancia al margen de las recomendaciones que puedan hacer los polticos} por lo que
el alcance de estas directrices es siempre muy limitado y en ningn
caso pueden modificar las leyes fundamentales de la produccin y reproduccin capitalista ni por supuesto} afectar a la naturaleza explotadora del capital.
El objetivo que nos proponemos en este apartado es mostrar que
una economa planificada en un sentido socialista es superior a la capitalista en un doble plano: i) en el democrtico: pues permite el control
social y racional de las fuerzas productivas acabando con la explotacin
del trabajo por medio de la apropiacin colectiva del excedente lo que
posibilita establecer metas generales libremente elegidas por el conjunto
de la poblacin para el desarrollo socioeconmico y asegurar el sostenimiento ecolgico del planeta y ii) en el econmico: por su mayor capacidad para desarrollar las fuerzas productivas} al asignar los recursos
de un modo ms eficiente y flexible que el mercado} sin derroches materiales ni desempleo gracias a la coordinacin tcnico-administrativa
de las empresas y a que se conocen en cada instante los recursos exactos
con que cuenta la sociedad} pudindolos canalizar hacia los usos que se
estimen ms convenientes en cada momento disponiendo de margen
de maniobra para condicionar escenarios futuros (algo absolutamente
imposible en las economas basadas en la propiedad privada) 27
De acuerdo con todo lo sealado} la posibilidad de llevar a cabo la
planificacin socialista de la economa depende de dos condiciones fundamentales: i) la existencia de un marco institucional que garantice la participacin democrtica de la poblacin en los distintos niveles y mbitos
de decisin (empresa rama} territorio ... ); ii) la existencia de una base
tcnica suficiente que permita procesar la informacin necesaria para
estimar los costes laborales de los productos y asignar con eficiencia los
recursos en ausencia de coordinacin mercantil.
En todo lo que sigue la referencia bsica es la obra de Paul Cockhott
y Allin Cottrell} quienes} a nuestro entender} vienen realizando la con-
tribucin ms ambiciosa y sugerente de las ltimas dcadas a la actualizacin del proyecto de planificacin socialista destacando las formidables posibilidades que se abren gracias a los continuos avances en los
campos de la informtica las telecomunicaciones y la inteligencia artificial} y situando los argumentos en favor del socialismo nuevamente a
la ofensiva.
3.2.
Una buena introduccin al debate actual sobre las posibilidades econmicas del socialismo es el monogrfico de Scence & Socety coordinado por Al Campbell (2012),
donde diversos autores comprometidos con el ideal socialista responden a cinco preguntas sobre la planificacin planteadas por la revista.
Un balance crtico que nada tiene que ver, conviene dejarlo claro, con los tpicos y
manipulaciones que maneja la propaganda anticomunista al uso, muy del gusto tambin de cierta izquierda. Coincidimos en esto con David Laibman ( 2006 y 2011),
quien entiende que la experiencia sovitica contiene contribuciones y lecciones valiosas (y no solo negativas) para los debates actuales sobre la actualizacin del proyecto
socialista.
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cicio es tanto ms oportuno por cuanto se necesita contrarrestar la influencia de los argumentos burgueses contra el socialismo y la planificacin, que hoy en da son hegemnicos incluso entre sectores de la
izquierda que se reclaman marxistas. No se trata, por lo tanto, de avanzar
aqu diseos institucionales acabados ni de desarrollar mtodos de planificacin concretos sino de ofrecer una base terica slida y coherente
que muestre la viabilidad de una economa socialista, una tarea ineludible, por otra parte, si se quiere contribuir a reforzar el compromiso
moral y poltico militante con el cambio social.
Por esta razn, a continuacin se exponen los que, segn considero,
seran los principales fundamentos para sostener cualquier propuesta o
ensayo de socialismo viable y eficiente en el plano estrictamente econmico, dejando de lado, adems de todo lo relativo a su estructura institucional (tipos de rganos de participacin democrtica, aspectos
jurdicos, etc.), otros tpicos econmicos como son la asignacin descentralizada de la inversin, la innovacin o los incentivos (que solo inventariamos en el apartado 3.2.3), de los que habra de ocuparse muy
en serio una economa socialista para explotar eficazmente todas sus
potencialidades.
Tomamos como punto de referencia textual para fundamentar nuestro modelo dos de los pasajes ms relevantes de Marx, uno de El capital
(Libro I) y el otro de la Crtica del Programa de Gotha, en los que plantea
en trminos muy generales y esquemticos cules seran los criterios
bsicos de la organizacin socialista de la economa:
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la participacin de cada productor en los medios de subsistencia est determinada por su tiempo de trabajo. Por consiguiente, el tiempo de trabajo
desempeara un papel doble. Su distribucin, socialmente planificada, regular la proporcin adecuada entre las varias funciones laborales y las diversas necesidades. Por otra parte, el tiempo de trabajo servir a la vez
como medida de la participacin individual del productor en el trabajo
comn, y tambin, por ende, de la parte individualmente consumible del
producto comn. Las relaciones sociales de los hombres con sus trabajos
y con los productos de estos siguen siendo aqu difanamente sencillas,
tanto en lo que respecta a la produccin como en lo que atae a la distribucin (p. 96).
Cita 2. Crtica del Programa de Gotha.
( ... ) el productor individual obtiene de la sociedad -despus de hechas
las obligadas deducciones- exactamente lo que ha dado. Lo que el productor ha dado a la sociedad es su cuota individual de trabajo. As, por ejemplo,
la jornada social de trabajo se compone de la suma de las hora de trabajo
individual el tiempo individual de trabajo de cada productor por separado
es la parte de la jornada social de trabajo que l aporta, su participacin en
ella. La sociedad le entrega un bono consignando que ha rendido tal o cual
cantidad de trabajo (despus de descontar lo que ha trabajado para el fondo
comn), y con este bono saca de los depsitos sociales de medios de consumo la parte equivalente a la cantidad de trabajo que rindi. La misma
cantidad de trabajo que ha dado a la sociedad bajo una forma, la recibe de
esta bajo otra forma distinta (p. 19 ).
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piedad privada de los medios de produccin) genera la informacin necesaria para el clculo econmico racional.
A pesar de todos estos pronsticos sombros, el formidable crecimiento de la economa sovitica desde los aos 30 -que transform en
pocas dcadas un pas semifeudal devastado por las dos guerras mundiales (la primera de ellas seguida de una guerra civil con invasin imperialista) en la segunda potencia industrial del planeta, liderando la
carrera espacial en los aos SO- motiv un repliegue de la crtica burguesa hacia el terreno de los problemas de informacin que, supuestamente, seran inherentes a una economa sin mercado y que lastraran
fatalmente su eficiencia. Todo se reduca a proclamar el carcter tcito
y disperso (entre los diferentes agentes), es decir no objetivable, de la
informacin y el conocimiento necesarios para realizar el clculo econmico29. En cualquier caso, hasta el inicio de la contrarrevolucin neoliberal de los 80, la tesis de la imposibilidad del clculo econmico
socialista haba quedado recluida en los crculos acadmicos y polticos
ms derechistas. Pero a raz de la restauracin capitalista en la URSS
entre finales de los aos 80 y primeros 90 recobr todo el protagonismo
hasta el punto de hacerse hegemnica como versin oficial de la burguesa mundial-a travs de sus representantes polticos y altavoces mediticos y acadmicos- para explicar el fin del socialismo en los
pases del bloque sovitico 30
En la base de esta concepcin opera una idealizacin de la figura del pequeo empresario, cuando ya no juega ningn papel clave en los pases de capitalismo ms avanzado como agente de la innovacin tcnica y empresarial, pues la funcin estrictamente
empresarial del capitalista recae, sobre todo en las grandes empresas, en cuerpos de
empleados asalariados y en la colaboracin con el sector pblico.
30 Es un mito construido con fines propagandsticos la idea del colapso econmico
de la URSS, sin pretender negar con ello los graves problemas econmicos que padeca
y la ralentizacin del crecimiento en los aos 70. El caso es que el verdadero hundimiento tuvo lugar cuando su ncleo dirigente se propuso, por voluntad poltica propia,
cortocircuitar a finales de los 80 el mecanismo econmico de reproduccin sovitico
con la introduccin abierta de relaciones mercantiles y apostando por que las empresas
retuvieran la mayor parte de sus ganancias monetarias (un principio de funcionamiento netamente capitalista),lo que provoc el caos y la estrepitosa cada de la economa entre los aos 1990 y 1991. Son especialmente recomendables sobre el tema,
aunque no compartimos todas sus ideas, los trabajos de Kotz y Weir ( 1997) y Keeran
. )
y Kenny ( 2008).
.
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Este hecho proporcion en las economas de tipo sovitico una base objetiva para el desarrollo de una tendencia firme hacia la restauracin capitalista, con el desarrollo de intereses privados que vinculaban la
gerencia empresarial a la burocracia estatal. Toda esta situacin de insuficiencia tcnica, unida al bloqueo poltico e institucional de la participacin activa de los trabajadores, explica que los medios de produccin
en verdad solo estuviesen nacionalizados pero no socializados en el sentido de efectivamente dominados y dirigidos por la sociedad a travs de
los organismos de planificacin y del poder obrero.
32
Para tener en cuenta en el clculo de costes que unos sectores son ms intensivos
en medios de produccin que otros -lo que bajo el capitalismo se expresa en la formacin de los precios de produccin , en el hecho de que los trabajos de las diferentes ramas rinden valor y plusvalor en desigual medida (cf. captulo 3, apartado 1)la autoridad de planificacin podra ponderar los trabajos directos de cada sector por
algn ndice de mecanizacin (por ejemplo, un ratio TI/TD ) .
33
Cockshott y Cottrell, 1993, 2008 tambin Cockshott y Zachariah, 2012.
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sentan las distintas actividades o ramas de la economa, y en ellas se indica a donde va a parar su produccin ( outputs), mientras las columnas
representan los productos ( inputs) de otras ramas que se usan en cada
actividad. Cada industria aparece, por tanto, dos veces: en calidad de
suministradora de recursos (ocupando una fila) y como consumidora
de recursos para llevar a cabo su actividad (ocupando una columna).
De este modo, si la primera fila representa la produccin de electricidad
y la segunda la produccin de petrleo, el trmino a 12 de la tabla (fila 1,
columna 2) sera la cantidad de petrleo empleada para producir electricidad, y el trmino a 21 (fila 2, columna 1) sera la cantidad de electricidad que se usa para producir petrleo. La ltima columna de la matriz
recoge el monto total producido (oferta) por cada proceso: tantos
Tw-hora de electricidad, tantos millones de barriles de petrleo, tantas
toneladas de pan, etc. La ltima fila de la tabla muestra la cantidad total
de cada producto utilizada (demanda) como insumo en to dos los
procesos de produccin38 . A su vez, la produccin total o bruta de una
rama se divide segn sea su destino en produccin intermedia (dirigida
al proceso productivo global: matriz de relaciones interindustriales) y
final (cuyo destino son usos finales : consumo individual, colectivo y la
inversin para ampliar la base productiva existente) .
Teniendo en cuenta todas estas distinciones, el problema central que
enfrenta la planificacin es el de asegurar que la produccin total de cada
producto iguale al menos su uso total previsto. La informacin disponible
para llevar a cabo esa tarea son: i) las propiedades tcnicas de los distintos procesos productivos en trminos de las tcnicas insumo-producto son los coeficientes tcnicos para llevar a cabo la produccin, que
expresan la utilizacin que una rama hace de productos de otra por unidad de produccin: la cantidad de madera necesaria para fabricar una
mesa, la cantidad de electricidad para obtener un coche, etc. ii) la otra
informacin disponible son los recursos existentes en la economa: cantidad y variedad de medios de produccin as como la cantidad y cualificacin de la fuerza laboral.
A partir de aqu, se trata de hacer la asignacin de recursos a las diferentes actividades respetando la restriccin anterior. La tarea es la de
equilibrar el plan, un asunto que matemticamente alude a solucin de
un sistema de ecuaciones simultneas. El problema es que en una eco-
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Cockshott y Cottrell ( 2008, p. 171), citando como fuente un estudio de O. Yun Improvement oj Soviet Economy Planing, Mosc, 1988.
4
Cockshott y Cottrell, 2006, p. 148.
4 1 Cockshott y Cottrell, 1993,2006 y 2008. Laibman (2011) desarrolla un modelo de
coordinacin que sigue un procedimiento iterativo con participacin activa de las empresas.
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produccin bruta
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presas debern devolver con cargo a sus mejoras de productividad (reduccin de costes por unidad de producto) 47
iii) Innovacin
La innovacin en las economas capitalistas enfrenta dos obstculos
fundamentales: depende de los beneficios que registren las empresas y
de su capacidad para imponer restricciones a su difusin por medio de
derechos de propiedad (patentes) o por la oligopolizacin de los principales sectores. Lgicamente, ninguna de estas trabas sigue operando
en el socialismo. Por otra parte, la innovacin en el capitalismo no responde a la mitologa del empresario innovador de Schumpeter, y no
guarda relacin alguna con el grado de liberalismo econmico existentej de hecho, los grandes avances son llevados a cabo en agencias pblicas, como institutos tecnolgicos y universidades, o en departamentos
de grandes conglomerados industriales. Este aspecto planificado de la
innovacin es precisamente el que una economa socialista puede desarrollar sin el cors de la propiedad privada.
iv) Incentivos
Aunque he propuesto el pago igualitario libremente decidido, complementariamente pueden implementarse incentivos a nivel de empresa
por ahorro de recursos y aumento de la eficiencia. Debe defenderse firmemente el principio de igualdad, pero durante algn tiempo seguramente ser necesario no prescindir de mecanismos de estmulo material.
El criterio sera mantener el grueso de la retribucin fija, segn el principio igualitario, y disponer de una parte menor variable en funcin de
mejoras en la productividad, calidad de los productos, demanda del trabajo, etc. a nivel de empresa.
45
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NDICE ANALTICO*
429
Composicin orgnica del capital (cae): 117-118, 167-169, 171173, 177, 179, 180-1 82, 187,
252n-254, 257, 310, 328.
Composicin tcnica del capital
(etc): 117-118, 137,251,254.
Comunismo: 366,370-371,373,
384,393.
Concentracin del capital: 136,
348, 355, 361.
Crdito: 70, 133, 137, 151, 229,
244,258,295,302-307,309-313,
315,320-321.
Depauperacin: 326, 354, 361.
Desarrollo desigual : 209, 226227, 229, 376.
Desempleo: 69, lOS, 135, 225,
239,244-245,260,268,276,292295,297,309,317,321,350-351,
359,377,392,414n.
Desequilibrio: 194, 212, 234,
238-239,244,248-249,251,261262, 264-265. 267, 270, 273, 276,
280,294,296-297,301,314,320,
367,377.
Desvalorizacin (de la fuerza de
trabajo): 119, 121, 357-358.
Desvalorizacin (del capital) : 249,
257-258, 276, 292, 294-296, 307.
Dinero crediticio: 71, 73, 128, 304307.
Equivalente general: 36, 44n, 56,
59-61,64-65,67,73,76, 86,207,
209, 290, 306.
Estado: 20, 26, 39, 71, 101, 120,
129, 143, 149, 189n, 207-208,
227, 230,250, 275, 279-280, 289,
430
NDICE ANALTICO
313-314,316-321,329,358-360,
398.
Obrero colectivo: 49n, 79n, 103,
114, 116, 128, 158n.
Paridad de poder de compra:
215-216,218-219.
Pequea burguesa: 144-145,
147-149n, 349n, 378.
Planificacin (econmica): 366,
370, 373-374, 384-385, 388-389,
391-394,396,400-401,403-406,
408,410-411,414.
Plustrabajo: 91, 106-107, 111,
113-114, 116, 119, 141, 144, 185,
259-260,278,308,327,348,359.
Plusproducto: 107, 112, 231,
292, 331.
Plusvalor absoluto: 119, 121n.
Plusvalor relativo: 119, 121,253,
326, 328, 358, 360.
Plusvalor extraordinario: 115,
120-121, 162, 185, 187.
Precio de produccin: 169-170,
172, 176-181, 188,208,233.
Problema de la transformacin
(de valores en precios de produccin): 158-159, 166-167, 171173,175.
Productividad de valor: 159, 166,
177, 179, 192.
Producto neto (o producto final):
79, 104, 107, 231-232, 239, 253,
276, 326, 331-333,340-341,348,
401,409,413.
Renta de la tierra:
-Absoluta: 177, 187-188.
-Diferencial: 184, 186, 188.
431
NDICE
Prefacio......................................................................................................
Introduccin. La teora del valor-trabajo de Marx como teora general de la dinmica capitalista................................................................. 13
l. Marx y la crtica de la economa poltica.............................
2. Una contabilidad laboral de la reproduccin econmica de
la sociedad........................................................................................
3. La obra de referencia......................................................................
4. Planteamiento y estructura del trabajo..........................................
13
21
26
29
Primera Parte.
La estructura social capitalista: la contabilidad dineraria del trabajo y el proceso de reproduccin social............................................ 33
Captulo l. El valor como relacin social de equivalencia entre los
trabajos................................................................................................ 35
l. El mbito de la objetividad abstracta............................................
1.1. El intercambio universal: el sistema de las cosas como
mercancas.................................................................................
1.2. La cuestin del valor...............................................................
1.2.1. El valor de cambio (o forma de valor)..........................
1.2.2. La nocin de valor...........................................................
2. El trabajo abstracto..........................................................................
2.1. El contenido (o sustancia) de valor.................................
2.2. La magnitud de valor.................................................................
2.3. El valor como relacin social de validez..............................
3. La contabilidad dineraria del valor...............................................
433
36
36
39
39
43
44
44
47
S1
56
NDICE
56
62
64
74
78
80
80
86
434
92
92
95
98
98
1O1
106
111
114
114
116
119
122
122
124
127
127
129
132
132
133
136
138
138
142
150
153
435
158
160
160
166
166
171
177
182
189
189
193
200
200
204
207
209
209
214
222
NDICE
226
231
231
236
Segunda Parte
La dinmica general de la reproduccin capitalista: acumulacin,
distribucin y crisis .......... ....................................................................... 241
Captulo 4. La dinmica de la acumulacin: cambio tcnico, rentabilidad y crisis ............................................................... ......................... 243
l . Reproduccin en desequilibrio: el desarrollo cclico capitalista ..
2. El mecanismo del ciclo: aumento de la fuerza productiva del
trabajo y cada de la rentabilidad .................................................
2.1 . Los desequilibrios en la esfera de la produccin ................
2.1.1. El cambio tcnico capitalista y su efecto negativo
sobre la rentabilidad .......................................................
2.1.2. La accin de causas contrarrestantes ......................
2.1.3 . La cada re currente de la tasa general de ganancia
durante la expansin .......................................................
2.2. Los desequilibrios en la esfera de la circulacin...................
3. La evolucin de la tasa general de ganancia y las fluctuaciones del desarrollo capitalista........................................................
3.1. Valorizacin del capital y tasa de ganancia ........................
3.2. La determinacin causal entre las variables en el ciclo:
rentabilidad, inversin y consumo ........................................
3.3. Rentabilidad e inversin: una relacin no mecnica ..........
3.4. Subconsumismo y reformismo.......................................
3.S. Las tendencias de medio-largo plazo de la acumulacin
y el desarrollo ............................................................................
4. El papel del Estado en la acumulacin ........................................
S. Las crisis ..........................................................................................
S.l. La ley de los mercados y las crisis ...................................
S.2. La crisis como mecanismo regulador de la acumulacin...
S.3. Las crisis estructurales ...........................................................
6. La dimensin financiera de la acumulacin ..............................
61
,
. . aplta1e 1nteres........................................................................
244
2S 1
2S 1
2S 1
2S3
2SS
261
266
266
267
272
27S
282
284
288
288
292
297
300
e
300
6.2. El sistema crediticio.................................................................. 303
436
309
31 1
3 16
316
318
319
323
326
331
331
336
344
344
3SO
3S2
3S4
3S4
361
..................................... 366
437
366
369
3 71
3 73
377
377
382
385
388
388
393
393
396
396
403
41 4
Bibliografa................................................................................................. 417
ndice analtico......................................................................................... 429
438