Aguardiente y Viñas en Chile 1777
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Amalia Castro
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Aguardiente y vias en Chile: Quillota, Colchagua y Cauquenes en el Padrn de 1777
Pablo Lacoste Juan Guillermo Muoz Amalia Castro
Pp. 105 a 127
Pablo Lacoste*
Juan Guillermo Muoz**
Amalia Castro***
RESUMEN
El artculo estudia la elaboracin de aguardiente en la Zona Central de Chile, en los
corregimientos de Quillota, Colchagua y Cauquenes a partir del padrn de 1777. Se
detecta una cultura de elaboracin de aguardiente a partir de borras y orujo en la Zona
Central de Chile. Ello implica una clara diferencia con las prcticas vigentes en el Norte
de Chile, donde se elaboraba aguardiente a partir del vino (pisco). Esta actividad no estaba
concentrada sino distribuida entre muchos pequeos productores. Era una actividad
transversal a distintos sectores sociales: distinguidos nobles y audaces comerciantes; ricos
hacendados y campesinos pobres.
Palabras clave: Viticultura, aguardiente, agroindustria.
105
ABSTRACT
The article examines the production of brandy in central Chile, in the districts of Quillota,
Colchagua and Cauquenes from 1777 census. Culture is detected production of spirits
from lees and pomace in central Chile. This implies a clear difference with current practice
in northern Chile, which was produced from wine brandy (pisco). This activity was not
concentrated but distributed among many small producers. It was a cross-cutting activity
to different social sectors distinguished nobles and merchants bold, rich landowners and
poor peasants.
Keywords: Viticulture, brandy, agrobusiness.
106
Su lmite norte estaba formado por los ros Choapa e Illapel que lo separaban del corregimiento de
Coquimbo. Por el sur, el valle de Casablanca y la cuesta de Lo Prado la separaban del corregimiento
de Melipilla. Limitaba al oeste con la jurisdiccin de Valparaso y el Ocano Pacfico (la estancia
de Quintero estaba dentro de la jurisdiccin de Quillota). El lmite este estaba en la Cordillera de
la Costa que separaba al corregimiento de Quillota del Combarbal por el nordeste, del valle del
Aconcagua en el centro-este y de la ciudad de Santiago en el centro-sur.
2
Cobos (1989: 50-51).
3
Mellafe y Salinas (1988: 97).
4
Este se extenda de cordillera a mar, teniendo como lmite norte el ro Maule hasta tocar el
Longav y el estero de La Raya, afluente del Itata.
107
Mercedes de Manso del Tutubn, que acab por tomar el nombre del partido
(1742), seguida de San Antonio de la Florida o Huerta de Maule (1754) y San
Javier (1755). Hacia 1772 la poblacin de este corregimiento ascenda a 15.000
personas. De acuerdo a las descripciones de la poca, Cauquenes posea buenas
tierras y condiciones para la agricultura, sobre todo viedos, sumando otros tipos
de explotacin (maderera, pesquera y minera) aunque su desarrollo se encontraba
frenado por las distancias, el alto costo del transporte y el bajo precio de los
productos agropecuarios comercializables5. Al igual que Quillota y Colchagua, su
carcter era rural. En los tres corregimientos, la poblacin se arraig en el campo,
a pesar de los esfuerzos de la autoridad por asentarlos en villas y ciudades. Por ello,
lo importante era lo que suceda en las parcelas agropecuarias, grandes y pequeas,
que se hallaban distribuidas a lo largo del territorio.
De este modo, los registros documentaron tres corregimientos rurales al
comenzar el ltimo cuarto del siglo XVIII que las autoridades supusieron factibles
de aportar al erario si se pona un impuesto al aguardiente: Quillota (23.000
habitantes), Colchagua (14.000) y Cauquenes (15.000). Los tres tenan en comn
un aislamiento relativo de sus ciudades vecinas producto de las malas condiciones
para el transporte y las comunicaciones: montaas, grandes ros y falta de caminos
(inclusive en el siglo XVIII) hicieron de los intercambios a lomo de mula unas
de las pocas alternativas viables. Por ejemplo, para llegar de Quillota a Santiago,
era necesario atravesar la Cordillera de la Costa por la cuesta La Dormida, lo cual
exiga trepar a ms de 1200 metros de altitud para llegar a la hacienda de Til Til y
de all, avanzar hacia Santiago a travs de algunas lomas menores.
Los recursos hdricos tuvieron un papel de especial importancia como
organizadores de la actividad socioeconmica, ya que ordenaron los asentamientos
y generaron espacios frtiles para el desarrollo, operando como autnticos oasis
verdes en zonas predominantemente ridas. Para el transporte, se construyeron
puentes colgantes en el siglo XVI sobre los ros Maipo y Cachapoal6. Ms al
sur, en vez de puentes, se organiz un sistema de balsas de piel de lobo, lo cual
encareca el transporte, porque no solo haba que pagar los costos del servicio
de los balseros, sino tambin los derechos que exigan los cabildos. En los ros
interjurisdiccionales haba doble imposicin. As, por ejemplo, para cruzar el ro
Maule, haba que pagar tributos tanto al Cabildo de Talca como al Cabildo de
Cauquenes. Mientras los arrieros enlazaban estos corregimientos con los mercados
del norte y el sur, las barcas y lanchones prestaban un servicio de transporte por los
ros Aconcagua, Cachapoal, Tinguiririca, Loncomilla y Maule, en direccin al oeste
para desembocar en pequeos puertos como Concn y Nueva Bilbao de Gardoqu,
5
6
108
actual Constitucin, sobre el Ocano Pacfico; y desde all los barcos de alta mar
completaban el transporte hacia los puertos de Talcahuano, en el sur, y Valparaso,
en el norte. A pesar de estas dificultades, los campesinos de estas localidades se
propusieron cultivar las vias y elaborar vinos y aguardientes, apuntando sobre
todo, a mercados secundarios, como los yacimientos mineros. El presente artculo
procura dimensionar esos trabajos.
Cabe advertir que en el resto de los corregimientos la indagatoria sobre
la produccin de aguardientes fue un fracaso, as el 19 de julio de 1779 el
administrador general de real aduana le escriba al gobernador que en Melipilla,
Aconcagua, Rere, Itata, y Concepcin no se haba cumplido, y que los informes
de Rancagua estaban sin oficio, firma, ni autorizacin alguna. De hecho para la
Villa de Santa Cruz de Triana y sus chcaras solo se anot el vino que se cosechaba
anualmente, y no el aguardiente, con 14 sujetos y 675 arrobas. En El Mostazal,
en cambio, se consideraron ambos productos, anotndose diez viateros con 1260
arrobas de vino y 38 de aguardiente, lo que se contradice en los testamentos e
inventarios de la poca7.
La industria vitivincola de estos partidos del Valle Central se hallaba
fuertemente condicionada por la falta de carreteras. Si se compara, por ejemplo,
con Cuyo, las diferencias son notables. En principio, las vias del Valle Central
tenan la ventaja de mayor cercana a los mercados que los cuyanos. Las haciendas
vallecentralinas estaban como mximo a 250 km de Santiago o Concepcin,
mientras que los viticultores cuyanos estaban a ms de 1.000 km de Buenos
Aires. Pero esta ventaja quedaba neutralizada por los accidentes geogrficos:
los cuyanos llegaban fcilmente a Buenos Aires con sus carretas, a travs de las
planicies pampeanas. El trfico comenz en el siglo XVII, y madur en la centuria
siguiente. Hacia fines del XVIII, cada ao salan 700 carretas de Mendoza, cargadas
mayoritariamente con botijas de vino, rumbo a los mercados rioplatenses. En
Mendoza los troperos formaron un gremio poderoso y prspero, que dinamiz la
economa y lider el proceso de surgimiento de una protoburguesa regional8. En
cambio, este sistema no exista en el Maule ni en Quillota; la Cordillera de la Costa
y los ros tan caudalosos como el Maipo, el Cachapoal, el Tinguiririca, Maule y el
Loncomilla, entre otros, juntamente con las ondulaciones del terreno, impedan la
circulacin de carretas en largas distancias, a menos que se construyeran costosos
puentes y otras obras de arte. El primer camino importante para carretas en Chile
fue el que construy don Ambrosio OHiggins entre Santiago y Valparaso a fines
del siglo XVIII9.
7
Archivo Nacional de Chile (AN), Fondo Capitana General (FCG), 353, 155 a 158.
Lacoste (2005 a y b).
9
Pinto, 1976.
8
109
110
para ello se usaba el borujo, es decir, el hollejo y los restos de jugo de uva restantes
despus de la primera pisada. En Per, en cambio, al parecer este destilado se
fabricaba a partir del mosto12. Esta era una actividad complementaria pero
importante dentro del sistema vitivincola regional. La naturaleza del equipamiento
de lagares y prensa facilitaba estas tendencias, dado que por su poca fuerza, debe
necesariamente dejar mucho jugo en los orujos; por ese motivo se pone otra vez en
el lagar para volverlo a pisar o bien, se destina directamente a destilacin y, como
producen mucho aguardiente, esto compensa en algo la imperfeccin de la prensa.
Se calcula, en muchas partes, que este segundo producto costea todos los gastos de
cultivo, vendimia y fabricacin del vino13.
La documentacin del Padrn permite inferir que el aguardiente elaborado
en estos corregimientos, corresponde a este mtodo. Las instrucciones de los
corregidores a sus lugartenientes sealaban, concretamente, que deban tomar
declaracin jurada a los dueos de vias para que bajo dicho juramento declaren
el aguardiente que cosechan de orujos y borras, segn informa don Pedro
Carvallo, en El Olivar el 20 de diciembre de 177714. Y este fue, justamente, el
criterio que se tuvo en cuenta para elaborar los informes. As, por ejemplo, don
Jos de Avaria, arrendatario de la hacienda de Choapa, en Illapel, al norte del
corregimiento de Quillota, declar bajo juramento que esa propiedad producira
70 arrobas de aguardiente, poco ms o menos, entre borras y orujo, informa don
Cristbal Miranda, teniente de alcalde mayor de minas y de justicia del asiento
de Illapel, el 17 de diciembre de 177715. Por su parte, el capitn don Manuel de
Valdovinos Salinas, lugarteniente del corregidor en Malloa, elev su informe el
13 de noviembre de 1777, sealando explcitamente, junto a cada viticultor, la
cantidad de aguardiente que entre borras y borujos sacar16. Lo mismo ocurra a la
inversa: cuando un viticultor no elaboraba aguardiente a partir de estos materiales,
la documentacin lo indicaba. Por ejemplo, en la misma doctrina de Malloa, se
informa que don Gabriel de Duabeytia no saca aguardiente de los borujos que
solo sacar de las borras17. Esta prctica de elaborar aguardiente a partir de orujos
y borras se extendi en la Zona Central de Chile, hasta consolidarse en el siglo
XVIII y mantenerse an con fuerza en el XIX.
De estos datos, lo primero que se observa es la notable cantidad de
viticultores. En una poblacin todava reducida y dispersa, resulta considerable
12
111
la cantidad de vias que haba. Esta situacin contrasta con algunas visiones que
se haban construido sobre la propiedad en Chile, tradicionalmente atribuida
a grandes haciendas. El censo revela una co-existencia del modelo de grandes
latifundios, organizados en haciendas, con pequeas propiedades agroindustriales,
centradas en la vid y el vino. En otras palabras, junto con el gran hacendado, que
orientaba sus recursos a la agricultura y la ganadera (actividades primarias), vena
surgiendo una pequea burguesa que, a partir de la vid y el vino, estaba echando
las bases de un incipiente desarrollo industrial en Chile.
El registro de la provincia de Quillota se realiz teniendo en cuenta sus
ocho doctrinas. La mayor produccin de esta provincia se hallaba en las doctrinas
de Quillota y Limache, en el corazn del Valle Central, unos 100 km al nordeste
de Santiago. En esas dos localidades se cultivaban 80 vias y se elaboraban 176
arrobas de aguardiente. En total, Quillota agrupaba 92 vias, con una produccin
de 275 arrobas 72 cuartillos.
En el corregimiento de Colchagua, se perciban tres grupos de lugares,
algunos coincidentes con doctrinas, claramente diferenciadas. Por un lado estaban
los distritos de clara vocacin vitivincola, como Chimbarongo (34 vias), Ro
Claro (29), Teno (25), Nancagua (19), Malloa (18) y la villa de San Fernando
(17). En un nivel intermedio se encontraban Coinco (1118) Colchagua (10 vias),
Tutuqun (10) y Candelaria (ocho). Las de menor incidencia vitivincola eran
Estrella (seis), Taguataguas y Guacarge (cinco cada una) Pichidegua (cuatro),
Olivar (tres), Lolol y Navidad (dos vias cada una), En su conjunto, en Colchagua
haba 208 vias con una produccin de 541 arrobas y 23 cuartillos.
El partido de Cauquenes fue tambin registrado en el censo. A diferencia
de los de Quillota y Colchagua, no se entregan datos discriminados por doctrina.
Pero aparecen otras informaciones relevantes. Por ejemplo, al final de su informe
al gobernador del 17 de diciembre de 1777, don Bernardo Lpez, corregidor de
Cauquenes, aadi: Agrguese a esta suma la cantidad de una arroba y un cuarto
que en el numero de 15 sujetos pobres (ilegible) vias se cosechan los que no van
nominados para no aumentar este padrn19. Esta referencia muestra el desdn del
corregidor por los pequeos viticultores, que apenas cultivaban pocas plantas de
via. Al parecer, sus nombres no merecan figurar en un padrn oficial. Agrupaba
67 vias que producan 89 arrobas y cuatro cuartillos.
Si bien las cifras pueden mostrar la produccin aguardentera como algo
marginal, era relevante por la utilidad que brindaba: los productores de vino deban
fabricarlo para satisfacer los gustos de sus consumidores, que preferan vinos con
alto grado alcohlico. Al agregar aguardiente se elevaba el espritu de los vinos
18
19
112
113
menos de tres arrobas de aguardiente por ao. Los pequeos productores destilaban
de tres a diez arrobas por cosecha; los medianos elaboraban entre 11 y 26 arrobas,
mientras que los grandes superaban las 50. Para examinar el tema en detalle se han
elaborado el Cuadro I y el Cuadro II.
Cuadro I
Cantidad de productores de aguardiente (agrupados por tamao)
Corregimientos de Quillota, Cauquenes y Colchagua (1777)
Quillota
Cauquenes
Colchagua
Total
Productores %
Productores %
Productores %
Productores %
48
58%
45
85% 153
82% 246
76%
Pequea 29
3-10 @
35%
15% 22
11% 59
18%
Mediana 5
11-26 @
6%
12
6%
17
5%
Grande
70 @
1%
0,3%
Micro
-3 @
Total
83
100 53
100 187
100 323
100
Fuente: Elaboracin propia a partir del padrn de vias de 1777. Archivo Nacional de Chile,
Capitana General, volumen 353, fojas 119-158.
Cuadro II
Tamaos y produccin: Auge de la pequea propiedad
Quillota
Cauquenes
Colchagua
@ Agte
65
22%
43,50
50,7% 206,5
38% 315,0
34,5%
Pequea 134
3-10 @
45%
42,25
49,2% 144,1
27% 320,35
35%
Mediana 24
11-26 @
8%
183,0
34% 207,0
22%
Grande
70 o +
24%
7%
Micro
-3 @
70
@ Agte
Total
@ Agte
@ Agte
70,0
Total
293
100 85,75
100
533,6
100 912,35
100
Fuente: Elaboracin propia a partir del padrn de vias de 1777. Archivo Nacional de Chile,
Capitana General, volumen 353, fojas 119-158.
114
115
116
117
118
sus bienes para rematarlos. Se completaron tres libros de a cuartilla con las cuentas,
pero solo se pudo consignar deudas por fanegas de trigo y animales25.
Junto con los aventureros, la industria de la vid y el vino convoc tambin
a sectores ms modestos, que avanzaron lentamente a partir de su propio trabajo
personal. Como ejemplos se pueden citar los casos de doa Rosa Guzmn, don
Jos Rojas, don Jos Guerrero y don Toms Arriagada. Doa Rosa Guzmn
era hija natural de don Jos Guzmn, no recibi propiedades en herencia sino
un legado paterno de 250 pesos, que se le adjudicaron en la testamentara el 3
de noviembre de 1802 en San Fernando26. A pesar de los problemas derivados
de su origen, logr abrirse camino y en 1777 figura como propietaria de una
via en Cauquenes y productora de una arroba de aguardiente. Algo parecido
ocurri con el matrimonio formado por don Jos Rojas Hidalgo y doa Mara
Antonia Serrano. En el momento de casarse, ninguno de los dos aport bienes
al matrimonio. Gracias a la industria y el trabajo de ella, lograron generar una
situacin de relativa prosperidad, lo cual se reflej en la compra de la estancia de
Puangue, en Melipilla, segn declara l en el testamento del 15 de septiembre de
1792, y ambos en uno mutuo del 23 de marzo de 179727. Adems en el barrio de la
Chimba, calle Recoleta, tambin adquirieron una finca. El Padrn los registr con
una via en Limache, que produca dos arrobas y media de aguardiente. Don Jos
Guerrero tambin puede asimilarse a este grupo; el registro de 1777 lo situ con
una via en Quillota y una arroba y media de aguardiente. Sus bienes se limitaban
a un solar con lo edificado y plantado, incluyendo su casa, su via y sus frutales.
Por su parte, don Toms Arriagada comenz su vida econmicamente activa con
pocos recursos. Su mujer no aport bienes dotales al casamiento, mientras que
l posea un majuelo de via con rboles. Despus de una vida de trabajo, logr
formar una posicin relativamente prspera: su via tena 2828 plantas; la bodega
era un edificio de 21 por siete varas tres cuartos, con 16 tinajas, tres pailas y can
para destilar aguardiente. El inventario de sus bienes, en 1790, registr tambin
entre 50 y 60 arrobas de vino. Tena un molino de pan, ropa, dos esclavos y ajuar
de la casa, que inclua los aderezos de mate con bombilla y mancerina de plata28.
El Padrn registr ocho sujetos de esta familia, y la viuda de otro, curiosamente su
fundador, nacido en el siglo XVI, ya haba tenido vias en el valle de Teno.
Mayor presencia tuvo otro sector social privilegiado, ms amplio en Amrica
Latina en general y en Chile en particular: el grupo de los terratenientes. Buena
parte de los productores de aguardiente eran propietarios de extensiones ms
25
119
Padrn 1777
Observaciones
Andrs Lobo
1 via 1 @
Cauquenes
Josefa Huerta
1 via 2 @
Cauquenes
900 cuadras
29
Tras la muerte de su hermano, Andrs Lobo vendi la estancia a doa Ignacia Martnez. Santiago,
4 de agosto de 1755. AN, FES, 757, 265 v.
30
AN, FJSF, 39, 5, 1- 8 v.
31
AN, FJC, 24, 12, 1- 32 v.
120
Luis Molina
1 via 2 @
Cauquenes
Juan Lpez
1 via 3 @
Cauquenes
Bernardo Valdebenito
2000 cuadras
Mara Prado
1 via 3,5 @
Casablanca
Estancia de Curacav
Petronila Miranda
1 via 8 @
San Fernando
Nicols de la Cerda
3 vias 8 @
La Ligua
Estancia Chicauma
Lucas Vsquez
1 via 1 @
Quillota
Estancia El Coliguay
Juan Vsquez
1 via 2 @
Una estancia de 1000 cuadras
Quillota
Fuente: Elaboracin propia a partir del padrn de vias de 1777. Archivo Nacional de Chile,
Capitana General, volumen 353, fojas 119-158. Fondos judiciales y notariales.
El Cuadro III muestra el nexo que haba entre algunos viticultores y productores
de aguardiente, con la clase tradicional de los terratenientes. En muchos casos, el cultivo
de la via y la elaboracin de vinos y aguardientes era una tarea secundaria dentro de
una propiedad orientada fundamentalmente a la siembra o la ganadera.
Otro sujeto histrico involucrado en esta actividad era el agroindustrial.
Integraban este grupo aquellos que tenan buena parte de sus energas focalizadas en la
produccin de manufacturas de origen agropecuario; cultivaban vias y frutales para
elaborar vino, aguardiente y conservas; tambin tenan molinos, curtiembres y otras
instalaciones para elaborar sus productos agroindustriales y dedicarlos principalmente
a la comercializacin. Si el sector terrateniente se orientaba a la cultura de la renta, el
sector agroindustrial se inclinaba a la cultura del trabajo. Alejo Snchez, doa Luisa
de Hevia, don Manuel del Campo y Fermn Alvear formaban parte de este grupo.
Las vias de don Alejo Snchez tenan 1950 plantas, y su bodega contaba con
34 arrobas de vasija, adems de lagar y can de destilacin. Tena tres propiedades
que, en conjunto, reunan 110 cuadras de tierras; en el casco de su pequea estancia
tena un huerto de frutales donde cultivaba 131 plantas, incluyendo carozos
(durazneros y guindos), pomceas (perales, manzanos y membrilleros) y otros
(nogales, higueras, parrones), la particin de sus bienes se efectu en La Lagunilla,
Cauquenes, el 23 de agosto de 179332.
32
121
Doa Luisa de Hevia, empadronada viuda en 1778, tena una via con
1170 cepas, 43 arrobas de vasija en la bodega, tres lagares (uno de cuero), dos
pilones y 97 plantas frutales entre carozos (durazneros y albaricoques), pomceas
(manzanos y perales), ctricos (dos naranjos), y otros (seis nogales, tres olivos,
una higuera). La bodega era de nueve y media por cinco y media varas; la puerta
tena armellas de fierro. Sus particiones se efectuaron en San Fernando el 13 de
septiembre de 179433.
Don Manuel del Campo Lon, hijo de un francs que tambin fue
productor de vino y aguardiente, adems de la estancia de Panquehue tena una
hijuela en la estancia de Malloa y casa en la villa de San Fernando. Su via contaba
con 10.000 plantas; la bodega tena tres enfriaderas de 22 arrobas, junto con 39
tinajas con 325 arrobas de capacidad. En el inventario se registraron 183 arrobas
de vino aliado de buena calidad. Para elaborar aguardiente tena dos caones,
uno de dos varas y el otro de dos y media. Las construcciones incluan una pieza de
teja, otra pieza con corredor de horcones:
Un can que sirve de bodega con 18 varas de largo y media de ancho con una
puerta de dos manos de dos varas y cuarto de ancho con 20 vigas de madera de
canelo sus correspondientes tijerales clavados con clavos de pato su corredor con
12 horcones de espino y 28 viguetas, todo el corredor se halla algo maltratado; un
rancho para lagar, un rancho que sirve de casona, un rancho para granero y otro
rancho viejo. Sus particiones se efectuaron el 28 de septiembre de 178934.
La via de Fermn Alvear contaba con 9536 cepas; sus bodegas tenan una
capacidad de vasija de 231 arrobas; para destilar aguardiente tena una paila y
un can de cobre de una y media vara. Viva en una modesta casa de paredes
de adobe y techo de tejas, de 22 varas de largo por siete de ancho. Los notarios
detectaron tambin la presencia de 30 arrobas de vino bueno. Su hacienda tena
esclavos, diversos animales y una curtidura, segn se contabiliz en el inventario
de sus bienes, Cauquenes, 24 de septiembre de 179135.
El grupo de los agroindustriales se traslapaba, a veces, con el de los
terratenientes. En algunos casos, este sector se orient a la vitivinicultura con tal
nivel de intensidad, que esta tarea pas a formar parte importante dentro de su
dinmica. Los casos de doa Petronila Miranda, don Bernardo Valdebenito, don
Agustn Gamboa y doa Francisca Donoso son buenos ejemplos.
33
122
Doa Petronila Miranda Arce, viuda de don Ignacio Chacn Silva, era
propietaria de la hacienda Santa Gertrudis, junto al ro Tinguiririca. El terreno
comprenda 492 cuadras con sus casas y establecimientos pecuarios, agrcolas y
agroindustriales. Entre las plantas de vid se inclua un parral de uva negra, tres
pies de uva mollar y dos pies de uva de Italia (moscatel de Alejandra). Tambin
haba 15 pies de parral, un majuelo de 158 cepas, bien tratado, una via nueva
de 1790 plantas con cerco de tapia, y una via vieja de una cuadra y tres cuartos,
tan aparronada que no se pudo contar. En total, se cultivaban aproximadamente
5000 plantas. La mayor parte de la uva se dedicaba a elaborar vino. La bodega
contaba con 21 tinajas para conservar vino. All se registraron 30 arrobas de vino
de la cosecha anterior, otras 30 arrobas de vino aliado de la ltima cosecha y dos
arrobas de mosto sin alio. Para pisar la uva haba dos lagares de dos cueros cada
uno, una zaranda con su marco y su rejilla de ltigo, y 25 pilones, dos de ellos que
servan de piqueras. La hacienda tambin tena un galpn dedicado exclusivamente
a la produccin de aguardiente. Estaba equipado con dos caones de destilacin y
dos tinajas de aguardiente. Sus inventarios se verificaron el 19 de abril de 178436.
Don Bernardo Valdebenito era un terrateniente con cerca de 2000 cuadras,
como se ha sealado oportunamente. Pero parte importante de su energa se canalizaba
hacia la viticultura. Cultivaba 549 plantas de via frutal en la estancia de Curanipe y
una via de 4550 plantas en Itata, cerca de Coroe. Sus bodegas tenan cuatro tinajas
con 23 arrobas de capacidad; dos botijas; un barril de madera, una botijuela vidriada,
un vasito de cristal, dos botellas de vidrio. Test el 26 de setiembre de 180437.
Don Agustn de Gamboa Gajardo, anotado en el valle de Teno con dos
arrobas anuales de aguardiente. Adems de trabajar las tierras y via heredadas,
las actividades de la familia abarcaban molinera y curtiembre. Con doa Rosa
Torrealba Gonzlez de Medina, su mujer, compraron las estancias de Rauco y San
Lorenzo al comisario don Domingo de la Arriagada en 6.600 pesos, plantaron en
ellas una via, edificaron casas, hicieron una acequia y cercos, siendo por cierto, la
ganadera una de las actividades principales. Para sus operaciones sola recurrir a los
sistemas crediticios existentes en la poca38.
Por su parte doa Francisca Donoso Gutirrez, sacaba cuatro arrobas en
Colchagua, su familia haba sido duea de la estancia Santa Cruz de Unco. En
1786 fue empadronada en la jurisdiccin de Colchagua como noble y viuda. Haba
sido casada con el guipuzcoano don Sebastin de Estolaza Gorostiza, dueos de
extensas estancias, entre las cuales est Cayllige39.
36
123
CONCLUSIN
El Padrn de 1777 ha permitido detectar con mayor claridad algunos aspectos
de la produccin de aguardientes en la Zona Central de Chile en el siglo XVIII. En
primer lugar, se ha identificado una tendencia general de los viticultores a destilar
aguardiente como parte de su tarea de elaboracin de los productos de sus vias. La
mayor parte de la uva se dedicaba al vino, pero el aguardiente tambin representaba
una parte significativa. Por lo tanto, la investigacin permite detectar el carcter
universal que tena la prctica de la destilacin en el mundo de los viedos.
El segundo aspecto importante se refiere a la forma de obtener ese
aguardiente. En los tres corregimientos estudiados, todos ellos de la Zona Central
de Chile, la destilacin se realizaba a partir del orujo y las borras. De esta manera
se poda obtener un aguardiente de segunda categora, llamado tambin grapa.
Esta prctica difera claramente de los usos de la Zona Norte del pas (sobre todo
entre Copiap y los Valles del Elqui y Limar), donde se elaboraba aguardiente de
primera calidad, a partir de la destilacin del vino. Este producto se llamara Pisco.
El cruce de las listas de productores con los datos judiciales y notariales
ha permitido conocer mejor la extraccin socioeconmica de los productores
de aguardiente en la Zona Central de Chile. Nobles conservadores y audaces
comerciantes; pobres campesinos y acaudalados terratenientes; tal vez algunos
aventureros y severos trabajadores del campo vivieron experiencias diametralmente
opuestas; sus valores y estilos de vida podan presentar diferencias radicales. Sin
embargo, tuvieron algo en comn en aquel chileno siglo XVIII: se sintieron
atrados, como muchos de sus antepasados de los dos siglos anteriores, por el
mundo de la vid.
La via, el vino y el aguardiente tuvieron una capacidad de convocatoria
notable en el pueblo chileno. Se acercaron a ese mundo sectores cuyas tareas
principales pasaban por mbitos muy diversos: algunos tenan su medio de vida en
la minera; otros, en la ganadera, el comercio, entre otros. Pero, a pesar de ello, se
produjo como una convergencia hacia un punto de unidad cultural. Muchos de
estos sujetos histricos aceptaron la llamada de la via y coincidieron en construir
un paisaje rural y periurbano en torno a estos elementos.
El Padrn de 1777 entrega algunas claves para detectar un proceso que,
hasta ahora, haba permanecido poco visible. En los corregimientos perifricos
del Reino de Chile, donde las ciudades eran apenas villas incipientes con pocos
vecinos, y la poblacin estaba mayoritariamente distribuida en el campo, aislada y
sin medios de transporte disponibles, floreci una temprana industria vitivincola
de pequeos productores de aguardiente.
Sobre un total de 353 vias, el 90% de los propietarios se interesaron
por elaborar aguardiente para aprovechar los orujos y borras. No era la actividad
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principal de estas vias, pues su objetivo central era elaborar vino. Usualmente, los
productores dedicaban el 97,5% de la uva al vino y slo el 2,5% al aguardiente.
Este brindaba la oportunidad de un mejor aprovechamiento de las materias primas
que, de otro modo, se perdera. Al esforzarse en utilizar los orujos para obtener
aguardiente, estos viticultores lograban bajar sus costos de produccin y facilitar la
rentabilidad de la industria.
La importancia de esta actividad no radica en la calidad del producto; tal
como seal Claudio Gay, los aguardientes elaborados a partir de orujos y borras,
no eran bebidas agradables ni en gusto ni en perfume. Pero s fue importante desde
el punto de vista econmico y social. En lo econmico, el aguardiente signific
un ingreso extra, lo cual contribuy a facilitar la sustentabilidad econmica de los
emprendimientos rurales. En lo social, la prctica de utilizar los orujos y borras para
elaborar aguardiente constituy una costumbre que focaliz energas y atencin
en el mundo productivo; los viticultores aprendieron tcnicas de destilacin,
conservacin, envase, transporte y comercializacin de un producto comercial. Y
a travs del dominio de estas tcnicas, lograron fortalecer la cultura del trabajo
y a la vez, consolidaron el tradicional lazo entre los chilenos, la via, el vino y el
aguardiente.
REFERENCIAS
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