VILAS Populismo Latinoamericano Enfoque
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Desarrollo Econ6mico, v. 28, N? 111 (octubre-diciembre 1988)
EL POPULISMO LATINOAMERICANO:
UN ENFOQUE ESTRUCTURAL
CARLOS M. VILAS*
1. Introduccion
de populista seria larguisima. Parece haber populismo para todos los gustos:
rativas.
A primera vista la vaguedad podria tener que ver con el caracter deri-
el concepto.
populismo esta ligada mas bien al caracter de la mayoria de los analisis del
ragua.
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vez algo que ver con la estructura material de la sociedad -el nivel y moda-
cas, estos factores expresan y apuran la crisis del orden oligarquico. El popu-
ces y limitaciones.
1 Los estudios basicos sobre el populismo en America Latina son los de T. DI TELLA: "Popu-
Populismo, marginalidad y dependencia (San Jose: EDUCA, 1973); y 0. IANNI: A formacao do esta-
do populista na America Latina (Rio de Janeiro: Civiliza;ao Brasileira, 1975). Por su parte, M.
New Mexico Press, 1982); M. CANOVAN: Populism (London: Junction Books, 1981); y A. VAN
NIEKERK: Populism and Political Development in Latin America (Rotterdam: Rotterdam Univer-
sity Press, 1974), ofrecen analisis generales y comparativos; ver tambien J. A. MOISES: "Reflexoes
sobre os estudos do populismo na America Latina", en Cadernos (Centro de Estudos Noel Nutels,
Niteroi, Rio de Janeiro, setembro 1976). La reduccion del populismo a una particular "interpelacion
ideologica" corresponde a E. LACLAU: Politics and Ideology in Marxist Theory (Londres: New Left
Books, 1977), aunque algunos antecedentes de este enfoque pueden encontrarse en G. IONESCU y
Amorrurtu, 1970).
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vivirlos como tales-; tampoco son meros instrumentos politicos a los que se
en todo caso esos elementos no son mas que expresiones de una modalidad
personal.
No se pretende elaborar en este art iculo una teorfa del populismo que
basicas.
aqui se ha escogido.
una rapida incursion hacia una de las experiencias "originarias" del popu-
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sus proposiciones, permiten captar con claridad el nucleo de las tesis popu-
listas 2.
tria domestica rural (artel), divorciaba a la masa del pueblo de sus tierras y
amparada por una elevada proteccion aduanera y por subsidios fiscales, era
nacional, controlado por los paises mas avanzados que cerraban el paso a
dos "populistas liberales"; ademas, esa ideologia economica se encuentra presente tambien en las
corrientes revolucionarias del populismo ruso. Cf. F. VENTURI: El populismo ruso (Madrid: Revista
BERLIN: Pensadores rusos (Mexico: Fondo de Cultura Economica, 1979); 1. PANTIN: El pensa-
miento socialista en Rusia: Paso de ideologia a ciencia (MoscG: Progreso, 1979); A. WALICKI: The
Controversy over Capitalism. Studies in the Social Philosophy of the Russian Populists (Oxford,
at the Clarendon Press, 1969). Sobre el intercambio de ideas con Marx, cf. por ejemplo T. SHANIN:
Late Marx and the Russian Road (New York: Monthly Review Press, 1983). La polemica de Lenin
con el populismo de su epoca se encuentra recopilada pot Fernando Claudin en tres volumenes: V. 1.
LENIN: Escritos economicos (1893.1899) (Madrid: Siglo XXI, 1974); a estos trabajos debe agre-
garse El desarrollo del capitalisnmo en Rusia (Buenos Aires: Ediciones Estudio, 1973).
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experiencia ajena y tratar de sortear los dolores del capitalismo para avanzar
con reorientar la accion del estado, ya que era esa accion la que le servia de
la via capitalista; solo el Estado puede invertir capital con miras al bienestar
capitalista y estancamiento3.
populismo ruso deberia ser entendido, en este sentido, tanto como una
clada sin dudas con fantasias romanticas urbanas sobre la pureza de la vida
3 Conviene destacar que los populistas no negaban viabilidad a todo capitalismo, sino solamente
al capitalismo en las sociedades atrasadas. No trataban de explicar por que el capitalismo fue posible
en occidente, sino por qu6 no era posible -o en todo caso, no tenia sentido- en un pais atrasado.
Aqui reside el inter6s del narodnichestvo en relaci6n con la acumulaci6n capitalista en las sociedades
perif6ricas contemporaneas.
4 V6ase por ejemplo T. SHANIN: La clase inc6moda (Madrid: Alianza Editorial, 1984) y
Russia as a 'Developing Society' (New Haven and Londres: Yale University Press, 1986); N.
POLLACK: The Populist Response to Industrial America (Cambridge, Mass.: Harvard University
Press, 1976); Th. SALOUTOS (ed.): Populism. Reaction or Reform? (Huntington, NY: Krieger
Publishing Co. 1978); R. HOFSTADTER: The Age of Reform (New York: Vintage Books, 1955);
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populismo estaba dado mas por el referente de sus mensajes que por el
cia del concepto de modo de produccion capitalista, mas alla de las formas
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propias relaciones de produccion al par que las proyecta sobre nuevas regio-
La division internacional del trabajo impuesta por los paises avanzados freno,
6 Cf. T. EVERS: El Estado en la periferia capitalista (Mexico: Siglo XXI, 1979), 26 y ss.;
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local paso tambien a beneficiarse del patron de articulacion definido por ese
las clases sociales. Que esta compleja articulacion se haya traducido en ganan-
nida en Periu en la decada de 1920 entre Victor Haya de la Torre y Jose Mariategui. La posicion asu-
mida por Haya de la Torre -en Peru el imperialismo precedia al desarrollo de relaciones capitalistas
de produccion-, frente a Mariategui que sostenia la posici6n leninista del imperialismo como "fase
superior" del capitalismo, se aproxima de alguna manera a la tesis de Warren sobre el imperialismo
como "pionero del capitalismo" en la periferia. Cf. C. GERMANA: "La pol6mica Haya de la Torre-
Mariategui: Reforma o revolucion en el Periu", Andlisis (Lima) 2-3 (abril 1977) 143:181; B.
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de vista teorico, a una fraccion del capital industrial y a una etapa del des-
y en esa etapa de desarrollo, esa fraccion del capital industrial era clara-
lismo tardio. El desbarajuste del mercado internacional por la crisis, los altos
por habitante similares. Pero tan pronto como la guerra termino, esa posi-
los hechos, para una gran fraccion del capital, producir para la acumulacion.
LIVINGSTONE (ed.): Economic Policy for Development (Hammonsworth: Penguin, 1971), 256:277.
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gidos fue aprovechada tambien por el capital extranjero, sobre todo norte-
trial. Pero en buena medida ese aporte tuvo lugar merced a una transforma-
ses, aunque eran sin duda burgueses pequefios. De tal manera que en America
que los elementos comunes hayan podido manifestarse con efectos opuestos
en uno y otro caso: en Rusia -como tambien en los Estados Unidos-, para
cuestiones como el nivel de proteccion con que podrian contar frente a las
9 Lo mismo ocurre con el nacionalismo como ideologia. En el capitalismo avanzado fue una de
las componentes de la ideologia fascista; en el Tercer Mundo, es un ingrediente de las luchas antiimpe-
rialistas y anticolonialistas.
crisis de la clase empresaria (Buenos Aires: Pleamar, 1967) 73 y ss.; sobre Brasil, N. VILELA LUZ:
A luta pela industrializafao do Brasil (San Pablo: Editora Alfa-Omnega, 1975), cap. IV.
11 En Mexico, por ejemplo, ei prograrra del Partido Libetal (1? de julio 1906) planteaba:
"...cuando el pueblo es demasiado pobre, cuando sus recursos apenas le alcanzan para mal comer,
consume s6olo articulos de primera necesidad, y aun 6stos en pequena escala (...). Pero si estos ham-
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diera el gran salto -pero sobre todo en aquellos paises de la region que ya
por la retraccion del comercio exterior y por las politicas cambiarias, arance-
del capital industrial tuvo lugar orientado hacia una demanda preexistente
que no era, en lo fundamental, la de las clases populares, por mas que fuera
demanda de bienes de consumo y de uso final. Esto vale tanto para los
paises que contaron con cierto crecimiento industrial desde fines del siglo
XIX12, cuanto para los que directamente comenzaron ese crecimiento des-
tido, y similares, constituyen en esta epoca, segun los paises, entre la mitad
clase del consumo viene dado menos por el tipo de mercancias que se ofertan
-si se quiere, por su valor de uso- que por el perfil de la distribucion del
de las que la distribucion del ingreso suele ser una especie de contracara.
brientos dejan de serlo; si Ilegan a estar en condiciones de satisfacer sus necesidades normales; en una
palabra, si su trabajo les es bien o siquiera regularmente pagado, consumiran infinidad de articulos
de que hoy estan privados, y haran necesaria una gran produccion de esos articulos. Cuando los millo-
nes de parias que hoy vegetan en el hambre y en la desnudez coman menos mal, usen ropa y calzado
y dejen de tener petate por todo ajuar, la demanda de mil g6neros y objetos que hoy es insignificante
mente empujado a desarrollarse en una escala que jamas alcanzaria mientras subsistieran las actuales
Research Review, VII, 1 1972:95-122) afirma que no puede hablarse propiamente de industrializacion
en America Latina antes de 1930, el hecho es que hacia 1914 la industria argentina abastecia el 91 %
CARR (ed.): Latin American Affairs (Oxford University Press 1970), St. Anthony's Papers N? 22.
bles, f6sforos, corbatas, la casi totalidad de los artfculos enlatados, etcetera. Cf. W. DEAN: "A indus-
trializacao durante a Republica Velha", en Historia Geral da Civilizapao Brasileira. III: 0 Brasil Repu-
blicano. 1. Estrutura de Poder e Economia (1889-1930) (San Pablo: Difusao Editorial, 1977),
cap. I1.
(Santiago: CESO, 1972), y S. AMIN: "Self-Reliance and the New International Economic Order",
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ble para los pequenios capitales e incluso para algunos talleres familiares;
tantes15.
condiciones para que el capital industrial pudiera presionar sobre ese exce-
15 "La mayor productividad de una industria (...) no ha aumentado con el crecimiento del
tamaio de las fabricas", senialaba a principios de la decada de 1940 uno de los mas dinamicos indus-
triales argentinos. "Pareceria que la tendencia actual para lograr una mayor expansion de una deter-
minada rama de la industria -en conjunto- consiste en reducir el tamahio de las fabricas. El futuro
industrial nos Hlevaria mas bien a una cierta interdependencia de las fabricas integrantes de una rama
de industria, con tamafios individuales menores y mas especializados". Cf. Torcuato DI TELLA,
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este periodo, con la distribucion del ingreso hacia los asalariados, o con
cion del ingreso tuvo lugar mucho mas por el aumento de la masa de asala-
riados, que por el crecimiento del salario por hombre ocupado 16. Pero
b) La dimension politico-ideolo6gica
16 Sin embargo en la Argentina la expansion del empleo industrial no impidio que durante la
decada de 1930 y principios de la de 1940 la curva de distribucion del ingreso se moviera en sentido
M. ZYLMELMAN: Las etapas del desarrollo economico argentino (Buenos Aires: EUDEBA, 1967),
478; CEPAL: El desarrollo economico y la distribucion del ingreso en la Argentina (Nueva York:
Naciones Unidas, 1968), cuadro 39. R. ISCARO: Origen y desarrollo del movimiento sindical argen-
tino (Buenos Aires: Anteo, 1958) narra varios casos de reduccion absoluta del nivel de los salarios.
17 Este artlculo tiene por objeto discutir los factores que intervinieron en la constituci6n del
populismo latinoamericano; deja de lado por lo tanto la indagaci6n de por qu6 la estrategia populista
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tido para ella por el sector exportador, y bajo su tutela. Para superar tales
En algunos paises fue esa misma oligarquia la que impuls6 politicas que
nacional.
solucion para sus tribulaciones; en todo caso, tal aumento habria de ser el
sefialadas, que emanaban del bajo nivel de los salarios-. En estas condicio-
potencial actualizable a traves del aumento del salario, que como uno de los
tasa de ganancia.
Se definia asi, para esta fraccion del capital, una contradiccion entre
gica respecto del sistema exportador, tuvieron mucho que ver con esta "falta
mente habria sido el tipo de relaciones de produccion sobre las que dicha
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de alianza de esta fraccion del capital con sectores del asalariado urbano.
La frase del politico brasileiio Washington Luis --"La cuestion social es una
tal industrial de estos paises en esta etapa, esta era mas bien con las demas
sia industrial debia encontrar esa expresion politica en el Estado, pero era
exportador.
mente de los aparatos del Estado. Hubo sin dudas dentro de la burguesia
trato de voces aisladas, o bien emitidas despues que el Estado habia avanzado
das, o por lo menos reguladas, por el Estado, y de los factores que conduje-
decada de 1930. Cf. J. LINDENBOIM: "El empresario industrial argentino y sus organizaciones gre-
miales entre 1930 y 1946", Desarrollo Economico, vol. 16, N0 62 (julio-setiembre 1976), 163: 201.
California Press, 1954). La Carta da Paz Social elaborada en la Conferencia de Teresopolis de la Aso-
ciacion Comercial de Rio de Janeiro (mayo 1945) estipulaba en su articulo 3: "No solo por motivos
de solidaridad social, sino de conveniencia economica, debe aumentarse lo mas rapidamente posible
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de la demanda asalariada, va mas alla de los limites fijados para este trabajo.
entre esta fraccion del capital y las masas populares urbanas, como sustento
cion del trayecto a recorrer en comun, del modo como habra de recorrerse
acepta esta muy escueta caracterizacion, parece evidente que no tiene sen-
tido afirmar en general la existencia de una alianza de clases entre los indus-
sobre todo, con clases y fracciones del sistema exportador, e incluso con
su capital 0.
tina (1930-1970) (Buenos Aires: Siglo XXI, 1972), y G. O'DONNELL: "Estado y alianzas en la
20 Refiriendose al primer periodo peronista, Cardoso sefiala con acierto que "no se trata propia-
mente de la constitucion de un sistema expreso de alianzas sino de una 'coyuntura de poder' que
dades dependientes (Mexico: Siglo XXI, 1973), 106. En un analisis del sindicalismo populista brasi-
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por el Estado.
dicion de su existencia.
del gasto publico, tuvo como objetivo la creacion de bases solidas para que
se sustituian los precios del 'mercado viejo' por 'precios sociales', cuya
dad, por los nuevos parametros, que seran el nuevo lecho del rio"21.
leno, Weffort habla de "alianzas y compromisos de circunstancia entre los grupos dominantes que
sobrevivieron a la revolucion del '30 y los que se formaron despues de ella". Cf. "Los sindicatos en
21 Cf. F. DE OLIVEIRA: "A economia brasileira: Critica a razao dualista", Estudos CEBRAP,
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puiblico, tal como fue impulsada por el "Estado Novo" de Vargas desde
velt y en las recomendaciones antic iclicas de lord Keynes. Durante las deca-
das de 1930 y 1940 la activa intervencion del Estado en los hechos econo-
micos era algo admitido sin ambages por la teoria y la practica de la poli-
Estado creo las condiciones para una mas acelerada y amplia formacion de
que la rodeo, a los conflictos sociales y politicos que acelero y que condu-
pueblo" 22.
fueron otros tantos mecanismos que, al par que recogian demandas levan-
tadas desde mucho antes por las masas, permitieron fortalecer las bases de
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Estado populista -la integracion como aparatos del Estado, de las organiza-
men populista pudo asi delegar en los aparatos burocraticos de esos cuerpos
Ell uno y otro caso la idea de armonia social expresa la realidad de los com-
algo similar puede sefialarse, por ejemplo, con relacion al nacionalismo popu-
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sector extranjero "viejo" -con medidas que fueron desde la simple regla-
nuevas areas de prioridad del capital industrial, en las que se trato de disefiar
populista 23.
sos hacia los asalariados, dados los niveles y ritmos prevalecientes de acumu-
estrategia de acumulacion que "pasa" por la distribucion. Pero aun asi, con
23 Cf. Th SKIDMORE: Brasil: De Getulio a Castelo (Rio de Janeiro: Paz e Terra, 1976),
297 y ss.; A. ANGUIANO: El Estado y la politica obrera del cardenismo (Mexico: ERA, 1975), 100
y ss.; J. C. ESTEBAN: Imperialismo y desarrollo economico (Buenos Aires: Palestra, 1960); F. POR-
1976).
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mas claro; el proyecto populista fue financiado en ultima instancia por las
masas del campo. Cuando el gobiemo Goulart trato de llevar al campo sus
24 Ademas de las obras ya citadas de Weffort, Oliveira y Anguiano, cf. entre otros 0. IANN1:
El colapso del populismo en Brasil (Mexico: UNAM, 1974) y B. SILVERMAN: "Labor Ideology and
11 (1968-1969), 243:258.
25 Sin embargo, Cardenas se opuso f6rreamente a que los campesinos se incorporaran junto a los
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SOS" de las masas; el papel autonomo del Estado como gestor supremo de
unica altemativa:
evitando aquellos males del industrialismo que son evitables, tales como la aglo-
Los errores del sistema industrial no son inevitables, o por lo menos asi lo creemos
dades humanas, en donde la maquinaria se emplee para liberar al hombre del tra-
mos a los industriales si van a producir mas cuando aumentamos cinco veces el
salario y aumenta cinco veces el consumo. No les preguntamos si se salen del punto
6ptimo. No nos importa. Ahora estan produciendo mas. (...) Cada uno come mas,
viste mejor, vive mas feliz y los capitalistas ganan mas ahora que antes27.
agricultor que fecunde la tierra, no tienen raz6n para abrigar temores (...). Jamis
deben recelar de la fuerza del pueblo los que trabajan con el pueblo y para el
y de todos los tipos de traficantes, que lucran sobre la miseria ajena, comercian
con el hambre de sus semejantes y dan hasta el alma al diablo para acumular rique-
zas a costa del sudor, de la angustia y del sacrificio de la mayoria de la poblaci6n 28.
Las masas obreras que no han sido organizadas presentan un panorama peli-
moderna demuestra que las masas obreras mejor organizadas son, sin duda, las que
Es preciso, pues, que el pueblo se organice, no s6lo para defender sus propios
Nuevo Mexico, 1951), pag. 213. La cita pertenece a un discurso pronunciado por el autor -alto
funcionario del gobierno mexicano- el 4 de julio 1935 en la Universidad de Virginia, Estados Unidos.
74 y 75.
28 G. Vargas, discurso del 10 de mayo 1951 en el Estadio Vasco da Gama. Cf. Getulio Vargas
PERON: El pueblo quiere saber de que se trata (Buenos Aires, sin indicacion de Editor, 1946), 177-
178.
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intereses, sino tambi6n para dar al gobierno el punto de apoyo indispensable para
E1 sistema que nace (...) debe tener sentido social, privando sobre una burgue-
sia que debe respetar hoy a las masas si quiere conservar sus negocios32.
(...) o remediamos con serenidad y justo sentido de las circunstancias los males
dos, como condicion para prosperar no tenemos que admitir el predominio brutali-
Somos, en una sociedad carcomida por las luchas sociales, el ejemplo de la coope-
acci6n directiva del Estado, (...) porque es indudable que no hay que olvidar que
el Estado, que representa a todos los demas habitantes, tiene tambien allf su parte
"largo"? No puede pensarse un populismo sine die, del mismo modo que
bilidad.
como posible, e incluso como necesaria, para la fraccion del capital indus-
nistas en la sede de la Union Obrera Metalurgica. La Naci6n (Buenos Aires), 13 de diciembre 1972.
historia de las luchas sociales en Argentina (Buenos Aires: Corregidor, 1974), 124.
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nal por lo menos- de ingresos, deja paso a la etapa del capitalismo trasnacio-
nal, con concentracion real de los ingresos. El mercado que interesa en esta
etapa es, en primer lugar, el de las propias empresas capitalistas -el "consu-
mercado local de altos ingresos, con los mercados de los paises vecinos, a
37 Cf. por ejemplo P. VUSKOVIC: "Distribucion del ingreso y opciones de desarrollo", Cua-
dernos de la Realidad Nacional, 5 (setiembre 1970), 41:60; A. PINTO: "Concentracion del progreso
1965), 3:69; M. C. TAVARES: "El proceso de sustitucion de importaciones como modelo de des-
arrollo reciente en America Latina", en A. BIANCHI (comp.): America Latina: Ensayos de interpre-
su articulacion en el mercado. Se trata de plantas con alta dotacion de capital invertido por trabajador,
integradas a cadenas de produccion para las que elaboran partes determinadas, sometidas a rigidos
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que antes fue practica sin conciencia, ahora es conciencia sin practica.
tasa de ganancia39.
Es evidente sin embargo que esta posibilidad, cuando existe, esta unica-
industriales. Por otra parte, la existencia misma de los controles actfua nega-
39 Cf. por ejemplo D. S. YAFFE: "The Marxian theory of crisis, capital and the state", Eco-
nony), and Society, 2, N? 2 (mayo 1973) 186:232, sobre la cuesti6n de la relacion entre tasa y masa
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ponerle un techo.
nica del capital, permite en principio que la burguesia acumule sobre la base
nadas al Estado. Se ha visto sin embargo que uno de los soportes de los
miento industrial, de las ramas con alta absorcion de empleo laboral, pro-
reciclaje hacia las empresas del impacto de los aumentos en las remunera-
con los sindicatos podia tener ante los ojos de los capitalistas, y acotando
populista.
niente y con algunos sectores del capital extranjero, que nutren el caracter
cia de las masas en la escena politica amenaza con profundizar tales contra-
dicciones y llevarlas mas alla de los limites demarcados por los intereses de
lugar malgre soi- plantea como una de sus condiciones cierta reorientacion
40 Cf. por ejemplo A. FERRER: "La economia politica del peronismo", El Trimestre Econo-
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de las masas populares y obreras por un lado, y del conjunto de las clases
lismo practica una reorientacion de las presiones populares, pero para ello
Limita la autonomia de las masas, pero debe aceptarla hasta que los limites
la armonia de clases, pero para ello debe legitimar la idea de cambio, movi-
miento, contradiccion.
vacion de las masas y la clase obrera. E! populismo tiene una realidad uni-
taria, por mas que sea unidad de opuestos, unidad contradictoria. Esta con-
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nales de estos paises, han devuelto actualidad a muchos de los temas plan-
mente, mas que como una conclusion- la cuestion del Estado en uno y otro
tipo de experiencias.
proyecto populista cuajara; en otras mas dio por tierra con el regimen popu-
naturaleza del Estado, sino modificar sus aparatos, cambiar sus modos de
in Historical Perspective (Londres: Metheun, 1982); mas en general, J. T. BYRES: "Of Neo-populist
pipe-dreams: Daedalus in the Third World and the Myth of Urban Bias", Journal of Peasant Studies,
9 (1979), 210:244.
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EL POPULISMO LATINOAMERICANO
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encarnan. Tal vez el 'unico caso en que tuvo lugar una transformacion del
su poder de fuego hacia nuevos sectores sociales. Tal vez esto no parezca
otro costal.
todas las experiencias revolucionarias del Tercer Mundo tienen como punto
son, asi, dominantes. Quizas sea por esto, en definitiva, que todos estamos
43 Tales, por ejemplo, los frustrados intentos de creaci6n de milicias populares en los que ha-
brian de ser momentos finales de los gobiernos de Per6n (1955) y Goulart (1964). La cuestion del
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CARLOS M. VILAS
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RESUMEN
evidencia lo que el autor denomina "condi- Es, por lo tanto, la estrategia de acumula-
ces y limitaciones.
nal -y eventualmente de cierta distribu-
SUMMARY
lism. It is suggested here that the achieved bourgeoisie, at a certain stage in the pro-
society and the prevailing type of produc- material or substantive dimension of po-
lity and the varieties of populism. From with other capital groups and with labour
this point of view, what is known as and other classes and subordinate groups,
lation of capital: a strategy in which features of the strategy, its scope and
limitations.
broadened personal consumption -and,
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