Las Mas Hermosas Cartas de Amor Entre Manuela y Simon Bolivar PDF
Las Mas Hermosas Cartas de Amor Entre Manuela y Simon Bolivar PDF
Las Mas Hermosas Cartas de Amor Entre Manuela y Simon Bolivar PDF
de Amor
entre
Manuela y Simn
acompaadas de los
Diarios de Quito y Paita,
as como de otros documentos
1
Hugo Rafael Chvez Fras
Presidente de la Repblica Bolivariana de Venezuela
2
3
4
NOTA EDITORIAL
5
6
Presentacin
Bolvar y Manuela, es la historia del amor y las mil batallas, por la
independencia, la libertad, la justicia y la igualdad, es la historia que
trasciende la profundidad de nuestros corazones, su influencia nos hace
un llamado a la reflexin, un llamado que es una luz que nos irradia,
nos arropa, nos toca y ya slo nos queda el privilegio de reconocer que
como bolivarianos somos parte de esta historia.
7
Presidente del Banco del Tesoro
8
Testimonio de Simn Bolvar
A modo de Prlogo
9
10
Su Excelencia se levant hoy con un poco de nimo de salir de
paseo a caballo. Regres ms alegre y conversador; as que aprovech
para que me hiciera algunas confidencias sobre sus sentimientos de l
acerca de mi seora Manuela:
11
Pero tena ella razn: yo haba faltado a la fidelidad jurada, y me
reca el castigo. Me calm y relaj mis nimos y cuando se dio cuenta
de que yo no opona resistencia, se levant plida, sudorosa, con la
boca ensangrentada y mirndome me dijo: Ninguna, oiga bien esto
seor, que para eso tiene odos: ninguna perra va a volver a dormir con
usted en mi cama! (ensendome el arete) No porque usted lo admita,
tampoco porque se lo ofrezcan. Se visti y se fue.
12
a Hzar, secretaria y guardin celoso de los archivos y correspondencia
confidencial personal ma. De batalla en batalla, a teniente, capitn y
por ltimo, se lo gana con el arrojo de su valenta, que mis generales
atnitos vean; coronel! Y qu tiene que ver el amor en todo esto?
Nada.
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14
Cartas de amor de Manuela y Simn
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Cuartel General en Guaranda a 3 de julio de 1822
Dame tiempo.
17
El Garzal, a 27 de julio de 1822
Los bajos a las riberas del Garzal hacen un coloquio para desnu
dar los cuerpos y mojarlos sumergidos en un bao venusiano; acom
paado del susurro de los guaduales prximos y del canto de pericos
y loros espantados por su propio nerviosismo. Le digo yo, que anso
de la presencia de usted aqu. Toda esta pintura es de mi invencin;
as queruegoaustedqueperdonemisdesvarospormiansiedaddeusted yde
verlopresente, disfrutandode todoesto queestanhermoso.
18
El Garzal, a 28 de julio de 1822
19
Quito, 30 de diciembre de 1822
20
Quito, a diciembre 30 de 1822
21
Cuartel General Pasto, a 30 de enero de 1823
Mi adorada Manuelita:
Recib tu apreciable que regocij mi alma, al mismo tiempo que me
hizo saltar de la cama; de lo contrario, esta hubiera sido vctima de la
provocada ansiedad en m.
Manuela bella, Manuela ma, hoy mismo dejo todo y voy, cual
centella que traspasa el universo, a encontrarme con la ms dulce y
tierna mujercita que colma mis pasiones con el ansia infinita de gozarte
aqu y ahora, sin que importen las distancias. Cmo lo sientes, ah?
Verdad que tambin estoy loco por ti?
Tuyo,
22
Catahuango, a febrero 12 de 1823
A Su Excelencia
General Simn Bolvar
A ms de encontrarme condenada por mis parientes en Quito, la
suerte al revs en mi matrimonio (siempre supe desde el principio que
sera as), usted me incomoda con el comportamiento de usted, de sus
sentimientos que son desprendidos de toda realidad.
Cree usted que este destino cruel puede ser justo? No! Mil ve
ces no! Quiere usted la separacin por su propia determinacin, o
por los auspicios de lo que usted llama honor? La eternidad que nos
separa slo es la ceguera de su determinacin de usted, que no lo ve
ms. Arrnquese usted si quiere, su corazn de usted, pero el mo No!
Lo tengo vivo para usted, que s lo es para m toda mi adoracin, por
encima de todos los prejuicios.
Suya,
23
Cuartel General de Lima, a 13 de septiembre de 1823
24
Quito, septiembre 23 de 1823
Suya,
25
Lima, a octubre 18 de 1823
Suya,
26
Las siguientes cinco cartas, escritas desde La
Per de Lacroix
Magdalena, se refieren al incidente del zarcillo,
narrado segn testimonio de
27
28
I. Cuartel General en La Magdalena Lima
Octubre 29 de 1823
Su hombre idolatrado,
29
II. La Magdalena, 6:30 p.m.
Seora:
Nunca despus de una batalla encontr un hombre tan mal
tratado y maltrecho como yo mismo me hallo ahora, y sin el auxilio
de usted. Quisiera usted ceder en su enojo y darme una oportuni
dad para explicrselo?
30
III. La Magdalena, 7:
III: 7:30
30p.m.
p.m.
Seora: Seora:
En mi situacin, ya no encuentro otro recurso que el de
levantarme como Lzaro e implorar su benevolencia conmigo.
En mi situacin, ya no encuentro otro recurso que el de levantarme
Sepacomo
ustedlzaro e implorar
que parezco sude
perro benevolencia conmigo.por jaura.
hortelano castigado
31
IV. La Magdalena, 8 p.m.
Seora:
Medite usted la situacin. Acaso no dej de asistirme en unos
das? Yo imploro de su misericordia de usted, que proviene de su
alma pura; no me deje morir de amor sin su presencia. Puedo
volver a llamarla mi bella Manuela? Explqueme qu conducta debo
seguir respecto a usted.
Suyo,
32
V. La Magdalena, 9:30 p.m.
Perdname, tuyo,
33
Lima, a 27 de febrero de 1824
Al seor Libertador
General Simn Bolvar
Muy seor mo:
Por correo he sabido de su desgracia de usted. No ve usted, se
or, por usted mismo? Corro a su lado hasta Pativilca. Escribo muy de
prisa por el ansia que tengo. Maana salgo con algunos patriotas y
tropa de Lima, pues son noticias frescas el que los peninsulares junto
con los traidores de Torre Tagle, dan ultimtum a esta ciudad; y hallo
justificacin en hacerlo porque para usted su salud no cuenta. Yo bien s
que con mi compaa usted se sentir mejor, dando al traste con todas
sus desgracias; que yo pueda ser remedio de sus males. Me espera
usted? Su amiga, desesperada por verlo, que es,
Manuela
34
Huamachuco, a 26 de mayo de 1824
Manuela
35
Huamachuco, a 30 de mayo de 1824
Manuela
36
Cuartel General en Huaraz, a 9 de junio de 1824
Manuelita
Mi adorada:
T me hablas del orgullo que sientes de tu participacin en esta
campaa. Pues bien, mi amiga, Reciba usted mi felicitacin y al mismo
tiempo mi encargo! Quiere usted probar las desgracias de esta lucha?
Vamos! El padecimiento, la angustia, la impotencia numrica y la
ausencia de pertrechos hacen del hombre ms valeroso un ttere de la
guerra.
Crees que estoy loco? Esos nevados sirven para templar el nimo
de los patriotas que engrosan nuestras filas. A qu no te apuntas? Nos
espera una llanura que la Providencia nos dispone para el triunfo.
Junn! Qu tal?
A la amante idolatrada
Tuyo,
Bolvar
37
Huamachuco, 16 de junio 1824
Suya siempre,
Manuela
38
Huaraz, a junio 17 de 1824
Tenga cuidado.
Suya,
Manuela
39
Cuartel General de Junn a 6 de agosto de 1824
Su afectsimo,
S.E. El Libertador,
Bolvar
40
Cuartel General en Andahuaylas, a 26 de septiembre de 1824
(Confidencial)
Manuela ma:
El 3 del prximo, deseo que te reportes con Hctor, a fin de
coordinar el asunto que nos preocupa. El coronel Salguero lleva los
partes de la estrategia, para que Hctor vea la conveniencia de hacerlo
en Huamanga frente al Condorcunga. El motivo: que todos los batallones
sepan que el Libertador y Presidente est all, con ellos, en su tienda de
campaa, aunque con tabardillo. El general Solom llegar en mi mula
parda a fin de que se crea que soy yo.
Tuyo,
Bolvar
41
Cuartel General de Chalhuancada, a octubre 4 de 1824
42
Cuartel General de Huancayo, a 24 de octubre de 1824
Mi adorada Manuelita:
Mi bella y buena Manuela, hoy he recibido la Ley del Congreso
de Colombia, del 28 de julio, quitndome todas las facultades
extraordinarias de las cuales me hallaba investido por el ejecutivo;
traspasndolas todas, sin excepcin, a Santander.
Tuyo,
Bolvar
43
Chancayo, a 9 de noviembre de 1824
Mi adorada Manuelita:
Estoy muy agradecido por tu oportuna correspondencia, que al
detalle me informa de los odios de esas gentes perniciosas, la mayora
campesinos que sin ms motivo que el de su rebelda, hostigan a las
tropas. Tambin los del comportamiento de los generales Uno y Heres.
Bolvar
44
Cuartel General de Huancavilca Diciembre 20 de 1824
Tuyo,
45
Lima a 14 de abril de 1825
46
Ica, 20 de abril de 1825
Bolvar.
47
Cuartel General Ica, a 21 de abril de 1825
Mi adorada Manuelita:
Voy acompaado, quiero decir, con la compaa de tus gratsimos
recuerdos. Pienso, dentro de mis relaciones, que mucho ha de ser el
trabajo que debo realizar y s que me esperan la Grandeza y la Gloria.
Sin embargo, todo se empaa en la remembranza de tu imagen vestal
y hermosa, casi causante de esta lucha interna de mi corazn que se
halla entre mis deberes; la disciplina, mi trabajo intelectual y el amor.
No sabes, Manuela ma, cmo te ansa este corazn viejo y cansado, en
el deseo ferviente de que tu presencia lo rejuvenezca y lo haga palpitar
de nuevo al ritmo de como sano!
Tuyo en el alma,
Bolvar
48
Cuartel General en Ica, a 26 de abril de 1825
Mi adorada Manuelita:
Mi amor, marcho hoy con destino al Alto Per, a Chuquisaca, lleno
de proyectos que son mi ilusin de crear una nueva Repblica. Y por lo
tanto, la demanda ha de ser mucho trabajo que realizar con la direccin
de la Providencia y donde alcanzar lo ms grande de mi gloria, que me
tiene pensando en ti, a cada momento en que tu imagen me acompaa
a todo lado, haciendo de ideas vivas el palaciego almbar de mi vida y
mis labores.
49
Lima, a mayo 1 de 1825
50
Lima, a mayo 3 de 1825
Suya,
Manuela
51
Lima, a 5 de mayo de 1825
Ahora dir usted que soy libidinosa por todo lo que voy a decirle:
que me bese toda, como me dej enseada, No lo ve? Cmo me las
arreglar sin la presencia de usted? Pregunto, Por qu me ha dejado
enamorada? Con el alma en pedazos! Usted dice que el amor nos libera.
Si, pero juntos. Eso fue comprobado por lo de Junn; de lo contrario me
siento encarcelada en mi desasosiego.
Suya,
52
Lima, a 9 de mayo de 1825
Suya,
53
Lima, a 18 de mayo de 1825
Contsteme usted aunque sea slo una lnea, s? Dle vida a esta
pobre mujer que amargada por las circunstancias desea slo estar a su
lado y no apartada de usted.
Suya,
Manuela
54
Lima, a 28 de mayo de 1825
Suya,
55
Cuartel General Arequipa, junio 8 de 1825
Mi adorada Manuelita:
Mi amor: tu hermosa carta del 1 de mayo y la perentoria del 3,
me han hecho reflexionar en todas las circunstancias que nos afectan
mutuamente. Aoro que en estas tierras no ests a mi lado, disfrutando
de encuentros gloriosos con quienes premiaron al genio de mi Proyecto
de Constitucin Poltica del 16 de mayo, sobre la creacin de la nacin
Bolvar.
Tu amante,
Bolvar
56
Cuartel General en Tunja, junio 16 de 1825
57
/sin fecha
58
Cuartel General en Pucar, a 17 de junio 1825
Mi adorada Manuelita:
Mi amor, me gust mucho lo que dices, que has ido a rezar, porque
en verdad debemos tener fe en que estaremos juntos muy pronto; pero
para ello trataremos de ser cada da mejores, ms buenos que el anterior;
aunque sobra decrtelo, porque t naciste buena y humanitaria. Por
esto me siento plenamente orgulloso de ti, porque s de tus caridades y
benevolencias. Me encanta que seas piadosa (aunque no lo eres tanto),
amn de que te desvives por los desposedos. De paso s que haces
respetar la imagen de la Repblica con fervor y ahnco; solo que esto te
trae mil contrariedades.
59
Cuartel General en el Cuzco, 10 de julio de 1825
Tuyo,
60
Lima a 14 de julio de 1825
Suya,
61
La Paz, 29 de septiembre de 1825
A Manuela la bella
Mi adorada Manuelita:
Vale ms un grano de cebada que un hombre ansioso en espera
del amor! Porque este es un derecho de nostalgia. Yo, que me jacto de
tranquilo, Estoy en penumbras de mi desasosiego! Slo pienso en ti,
nada ms que en ti y en todo lo que tienen de deliciosas tus formas. Lo
que siempre est en mi mente atormentada por tus bellos recuerdos, es
la imagen de lo que imagino en perenne fervor de tu amor y el mo.
62
Oh! ingratitud indolente. Hazlo en favor de una orden expresa,
de tu ms fino adversario en los campos del amor! Si no, atiende al
prximo Consejillo de guerrilla, por indisciplina e insubordinacin,
al faltar acatamiento a una orden superior.
63
Cuartel General en Potos, a 9 de octubre de 1825
64
Potos, 13 de octubre de 1825
Mi querida amiga:
Estoy en la cama y leo tu carta del 2 de setiembre. No s lo que ms
me sorprende: si el maltrato que t recibes por m o la fuerza de tus
sentimientos, que a la vez admiro y compadezco.
65
Plata, 26 de noviembre de 1825
Mi amor:
Sabes que me ha dado mucho gusto tu hermosa carta! Es muy
bonita, la que me ha entregado Salazar. El estilo de ella tiene un mrito
capaz de hacerte adorar por tu espritu admirable. Lo que me dices de tu
marido es doloroso y gracioso a la vez. Deseo verte libre, pero inocente
juntamente; porque no puedo soportar la idea de ser el robador de un
corazn que fue virtuoso, y no lo es por mi culpa. No s cmo hacer
para conciliar, mi dicha y la tuya, con tu deber y el mo: no s cortar
este nudo que Alejandro con su espada no hara ms que intrincar ms
y ms; pues no se trata de espada ni de fuerza, sino de amor puro y de
amor culpable; de deber y de falta; de mi amor, en fin, con Manuela,
la bella.
Bolvar
66
Lima, 27 de noviembre de 1825
Seor:
Estoy muy brava y muy enferma. Cun cierto es que las grandes
ausencias matan el amor, y aumentan las grandes pasiones. Usted, que
me tendra un poco de amor, la gran separacin lo acab. Yo, que por
usted tuve pasin y esta la he conservado por conservar mi reposo y mi
dicha, que ella exista y existir, mientras viva Manuela.
Manuela
67
Chuquisaca, a 23 de enero de 1826
Manuela
68
Chuquisaca, a 8 de febrero de 1826
69
Chuquisaca, a 15 de febrero de 1826
Su Manuela
70
Chuquisaca, a 26 de febrero de 1826
Su Manuela
71
Chuquisaca, a 17 de marzo de 1826
Manuela
72
Lima, 6 de abril de 1826
Mi querida amiga:
Mucho me complacen tus amables cartas y la expresin de tus
carios; son mi placer en medio de la ausencia. Ya digo a Sucre, que
te recomiendo nuevamente, y no ms. A tu mam, que no se vaya por
nada, nada, nada: mira que yo me voy a fines de ste para all sin falta.
Esprame a todo trance. Has odo? Has entendido??? Si no, eres una
ingrata, prfida y ms aun que todo esto, eres una enemiga.
Tu amante.
Bolvar
73
La Magdalena, a 16 de abril de 1826
Adorada Manuelita:
Hoy empiezo un rgimen disciplinario que me ser muy til en el
desempeo de mis posteriores acciones. Dormir pocas horas, rendir
culto a la templanza y a la castidad, virtudes merecedoras del respeto
del hombre.
Siempre tuyo,
74
Lima, abril 20 de 1826
Mi adorada Manuelita:
T me acechas entre el lecho de las acacias y los cedros, aprisio
nando mi pobre humanidad entre tus brazos. Yo me entrego a tal
prisin como raptado por el encanto de tu sutil sonrisa y tu audacia,
en mritos estratgicos para aparecerte como Diana en los jardines
de Odiseo.
Te amo,
75
Chuquisaca, a 17 de mayo de 1826
Suya,
76
La Magdalena, julio de 1826
Mi adorada:
Con que t no me contestas claramente sobre tu terrible viaje a
Londres??? !!! Es posible, mi amiga? Vamos! no te vengas con enigmas
misteriosos. Diga Ud. la verdad, y no se vaya Ud. a ninguna parte: yo lo
quiero resueltamente.
Tuyo
77
Lima, a octubre 4 de 1826
78
Ibarra, 6 de octubre (1826)
Mi encantadora Manuela:
Tu carta del 12 de septiembre me ha encantado: todo es amor en ti.
Yo tambin me ocupo de esta ardiente fiebre que nos devora como a
dos nios. Yo, viejo, sufro el mal que ya deba haber olvidado. T sola,
me tienes en este estado. T me pides que te diga, que no quiero a
nadie.
Estoy tan cansado del viaje y de todas las quejas de tu tierra, que no
tengo tiempo para escribirte con letras chiquiticas y cartas grandotas
como t quieres. Pero en recompensa, si no rezo, estoy todo el da y la
noche entera haciendo meditaciones eternas sobre tus gracias y sobre
lo que te amo; sobre mi vuelta y lo que hars y lo que har cuando nos
veamos otra vez. No puedo ms con la mano. No s escribir.
Bolvar
79
Pasto, a 13 de octubre de 1826
Mi adorada Manuela:
Recib tu carta del 29 de septiembre, justamente en el momento
ms ocupado; ocupacin que he dejado de lado por satisfacerme y
atender tus dulces palabras, que convierten mi corazn en un reloj
desacompasado por la nostalgia.
Tu amante idolatrado,
Bolvar
80
Ibarra, 18 de octubre de 1826
Tuyo de corazn,
Bolvar
81
Bogot, a 22 de noviembre de 1826
Presidencia de la Repblica
A la seora Manuela Senz
Mi adorada Manuelita:
Slo en ti encuentro esa amistad y finura que me son tan queridas;
ya que no hay nadie que guarde el respeto a su Libertador y Presidente,
y quien no sienta repulsin por el manejo del Gobierno; tanto yo
mismo, he tenido que enfrentarme a la desvergenza de algunos de mis
oficiales, como del coronel Ortega; por su irresponsable administracin
en la Intendencia de Fontabn.
Tuyo,
82
Guayaquil, a 7 de febrero de 1827
83
S que usted se encuentra muy enfadado, y no es para menos. Cunto
quisiera estar a su lado y reconfortarlo dndole nimo. No se preocupe
por m; dse usted cuenta que sirvo hasta para armar escndalos a su
favor. Usted, cudese. Si usted me invita voy presurosa en cuanto llegue
esta.
Suya,
84
Cuartel General de Caracas, a 5 de abril de 1827
Mi adorada Manuelita:
Mucho me he preocupado por tus aventuras, y ms el que te
torturen en mi nombre cuando se entiende el riesgo de tu vida en esas
circunstancias. Yo, el glorioso Bolvar, tengo que decirte que no esperaba
una satisfaccin tan grande para mi corazn, que el sentirme pletrico
de confianza por esa amable locura tuya. Gracias a la Providencia
te encuentras bien y a salvo. Te ruego disculpar mi indolencia al no
escribirte, pero ms de un asunto me trae de cabeza.
Bolvar
85
(fines de febrero de 1828) (a Bolvar)
Dios quiera que mueran todos estos malvados que se llaman Paula,
Padilla, Pez, pues de este ltimo siempre espero algo. Sera el gran da
de Colombia el da que estos viles muriesen; stos, y otros son los que
le estn sacrificando con sus maldades, para hacerlo vctima un da u
otro. Este el pensamiento ms humano: que mueran diez para salvar
millones.
Adis, seor. Hace cinco das que estoy en cama con fiebre, que
cre ser tabardillo, pero ha cedido y slo tengo ya poca calentura, pero
mucho dolor de garganta, y apenas puede escribir su
Manuela
86
Bogot, marzo 26 de 1828
Adorada Manuelita:
Gracias doy a la Providencia por tenerte a ti, compaera fiel, tus
consejos son consentidos por mis obligaciones, tuyos son todos mis
afectos. Lo que estimas sobre los generales del Grupo P (Paula, Padilla,
Pez) no debe incomodarte; deja para las preocupaciones de este viejo,
todas tus dudas. Espero seguir recibiendo tus consideraciones, como el
amante ansioso de tu presencia.
Te ama,
87
Bucaramanga, 3 de abril de 1828
Albricias
Recib, mi buena Manuela, tus tres cartas que me han llenado de
mil afectos: cada una tiene su mrito y su gracia particular. No falt a
la oferta de la carta, pero no vi a Torres, y la mand con Ur., que te la
dio. Una de tus cartas est muy tierna y me penetra de ternura; la otra
me divirti mucho por tu buen humor; y la tercera, me satisface de las
injurias pasadas y no merecidas. A todo voy a contestar con una palabra
ms elocuente que tu Elosa, tu modelo. Me voy para Bogot, ya no voy
a Venezuela. Tampoco pienso en pasar a Cartagena, y probablemente
nos veremos muy pronto. Qu tal? no te gusta? Pues, amiga, as soy
yo, el que te ama con toda su alma,
Bolvar
88
Bucaramanga, a mayo 18 de 1828
Mi adorada Manuela:
Me encuentro aqu, solo, en esta ciudad que me turba con las
noticias que a diario recibo de las deliberaciones de la Convencin de
Ocaa; s que me falta tu consejo y tu presencia, aqu donde todo me
es ingrato.
Tuyo,
89
Bogot, julio 29 de 1828
Dgame usted! que por esto pesqu el resfro, por asistir a una
cita. Supe esta tarde, a las diez, los planes malvados contra su Ilustre
persona, que ya perfeccionan Santander, Crdoba, Crespo, Serena y
otros, incluidos seis ladinos. Incluso acordaron el santo y sea.
Manuela
90
Bogot, agosto 1 de 1828
Manuela
91
Bogot, agosto 7 de 1828
Manuela
92
Cuartel General en Ibarra, noviembre 2 de 1829
Mi adorada Manuelita,
Mi amor:
Tengo el gusto de participarte con albricias la conclusin del tratado
de paz con el Per, que fuera firmado y ratificado el 22 de Sept. pasado;
para dar as, la anhelada paz a la Gran Colombia.
93
(11 de mayo de 1830)
Mi amor:
Tengo el gusto de decirte que voy muy bien y lleno de pena, por tu
afliccin y la ma, por nuestra separacin. Amor mo, mucho te amo,
pero ms te amar si tienes ahora ms que nunca mucho juicio. Cuidado
con lo que haces, pues si no, nos pierdes a ambos perdindote t.
94
Soledad, 10 de septiembre de 1830
Adorada Manuelita:
Tu conducta y la ma, que estrechan nuestra relacin con el cmulo
de la sensualidad que corre por tus venas y las mas, le dan a esta pasin
enfermiza, el desenfreno de mis sentidos irritados por el mal que ha
invadido ya mi pobre humanidad. Y todo esfuerzo que consigo por el
trajn continuo del trabajo intelectual y fsico, casi desborda en el vivo
inters que me hace recordarte.
Soy tuyo.
95
Cartagena, a 20 de septiembre de 1830
Mi adorada Manuelita:
T me reprochas el haberte dejado. Acaso no fue siempre lo mismo?
Temprano el da, sin el calor de tu cuerpo, era el mismo vaco en esa
estancia. Las circunstancias adversas al sentimiento de estos dos pobres
seres, mendigos del amor, lo impidieron todo.
Tuyo siempre,
96
Turbaco, a 2 de octubre de 1830
Mi adorada Manuelita:
T, Manuela ma, con tu frrea voluntad te resistes a verme. Tu
influencia sobre mi espritu ya no est ms conmigo, y turbado por la
circunstancia de la amistad y el dolor de separarme para siempre de la
patria, que me dio la vida, no encuentro consuelo.
Vente, ruego.
Tuyo,
97
98
Cartas sin fecha
99
100
Simn
Mi hombre idolatrado:
Seor: no siga ms enfadado conmigo; usted sabe que yo no
tengo la culpa, s? No pens encontrar esas gentes en su casa, se
or, Cree usted que puedo verle? Cuando usted estime conveniente
atender a su llamado. Me perdona usted?
Suya,
101
Simn
Mi amor:
Mi Simn triste y amargado. Mis das tambin se ven rodeados por
una huraa soledad, llena de la nostalgia hermosa de su nombre.
102
General Simn Bolvar
Seor mo, mi amor:
No me basta decir te quiero; por eso lo escribo, por la necesidad y
el apremio de mi pecho.
Su Manuela
103
Simn
Mi amor:
Hay algo en usted que nunca he conquistado; es algo que no me
pertenece, me conturba y estremece; algo en ese amor suyo que an
no he encontrado: atormentado e indefinible. Yo tengo ansiedad en las
noches y no amanece, como un suplicio voraz que come y crece entre
est mi carne viva all escondida.
Dgamelo usted,
104
Mi Simn:
En mi soledad y desesperacin, gimo por la ausencia de usted. No
ve que es agona! Dle un poquito de su amor, a su amor que lo vene-
ra. No se haga usted a ruegos, que usted no es de esa calaa. Yo oigo
dentro de m misma la voz de usted; Por qu se niega usted a verme?
No es suficiente lo que le digo, o me cree usted loca? S, lo estoy, y
perdida! Por su culpa de usted, Cmo no estarlo? Tngame compa-
sin; s, no se olvide de m. Sabe que yo soy slo suya.
Manuela
105
General Simn Bolvar
Muy seor mo:
Escribo esta, para hablarte de otro tema, ya que me siento en cal-
ma, pues recib su apreciable del 5. Ve que s puede ser amable con-
migo? Tres leguas no son camino para usted. Por qu no viene a visitar
a su ms fiel amiga y conversar sobre lo que me dice de la libertad de
palabra?
Juzga usted mis actos? Pues le dir: esto distingue al hombre de las
bestias, y marca el lmite entre el rugido y la maledicencia. Convierte
a cada hombre en actor de su misma tragedia o en legislador de su
patria.
Amor,
106
General Simn Bolvar
Muy seor mo:
Sobre esos sueos suyos que tanto le preocupan, pienso que nada
hay ms normal que, un hombre ligado a la guerra, vea en sueos esos
rostros que se desfiguran y esos hombres que desaparecen bajo la ga-
rra cruel, de la muerte oculta detrs de las montaas.
Manuela
107
Mi adorado Simn:
Este ltimo mes ha sido de conversar con usted. Me siento muy fe-
liz de leer sus apreciables que ahora recibo con mayor frecuencia. Me
hacen recordar la fruicin con que nos escribamos en Per.
Manuela
108
General Simn Bolvar
Muy seor mo:
Dice usted que sabe y conoce cmo es mi amor hacia usted. Sin
embargo, le escribo a usted, sta y le nombro siempre. As soy yo, que
s me entusiasmo por usted slo con nombrarlo. No tengo otro alicien-
te, No! Porque ni siquiera usted me contesta. Tanto le cuesta hacerlo?
Ser porque ya no soy la duea de sus sueos? Dgamelo usted sin
ambages, que yo de frgil no tengo nada. Slo con mis delirios de gran-
deza junto a usted me consuelo.
Manuela
109
(Desde Lima)
Seor:
Yo s que usted estar enfadado conmigo, pero yo no tengo la cul-
pa; entr por el comedor y vi que haba gente; mand a llevar candela
para sahumar unas sbanas al cuarto inmediato, y al ir para all, me
encontr con todos. Con esta pena ni he dormido, y lo mejor es, seor,
que yo no vaya a su casa sino cuando usted pueda o quiera verme. D-
game si come algo, antes de todos.
Manuela
110
Manuela ma:
Mi ms profunda pasin y mi total fidelidad sern la muestra de la
entrega a la mujer nica que adoro con todo mi corazn.
El amor de tu vida,
Bolvar
111
(A Manuela Senz)
El hielo de mis aos se reanima con tus bondades y gracias. Tu amor
da una vida que est espirando. Yo no puedo estar sin ti, no puedo pri-
varme voluntariamente de mi Manuela. No tengo tanta fuerza como t
para no verte: apenas basta una inmensa distancia; te veo aunque lejos
de ti. Ven, ven, ven luego.
Tuyo de alma.
Bolvar
112
Diario de Quito
de Manuela S enz
113
114
19 de mayo de 1822
Hemos llegado a Quito sin novedad. El ejrcito se desvi en Tambi-
llo y nosotras seguimos hacia el Norte, hasta la plaza de San Francisco,
donde nos apeamos para llegar en andas hasta la casa.
20 de mayo de 1822
Los chapetones miran con mucho recelo a todo recin llegado, piden
salvoconducto y dems cdulas de trnsito, a fin de realizar algn ha-
llazgo de sedicin que es su trmino favorito.
22 de mayo
Hay noticias de que es probable se entable batalla con el enemigo, ya
sea en las afueras o dentro de Quito; los realistas estn en vigilia por toda la
poblacin y no dejan de meter sus narices en todo y reuniones; poniendo fin
al encanto de hacerles estallar la plvora en las patas.
23 de mayo de 1822
Hoy, a las tres, ha llegado un soldado del Yaguachi vestido de pai-
sano con particulares para los simpatizantes de la causa, de que se pre-
paren ayudas de ser necesario de parte de los civiles para reforzar a los
valientes, pues se aprestan a tomar Quito con el seor general Sucre al
mando (este general es venezolano).
Los godos se han puesto nerviosos y andan por todas partes atisbando
el descuido de algunos para tomarles presos. Ya le he impartido rdenes
a Jonaths, yndose con Nathn a recoger informacin que sirva como
espionaje, de dnde se encuentran las fortificaciones y los puestos de de-
fensa de los espaoles, para mandarles dicha informacin a los patriotas.
115
24 de mayo de 1822
Hoy ha amanecido, con una gran agitacin que ha despertado a to-
dos en general. Los godos proclaman bandos a los cuatro vientos, or-
denando que no salgamos de las casas; pues hacer la contraorden es
justificacin de rebelda y se castiga con el cepo.
116
La maana tuvo un sol esplendoroso, radiante, como de gloria; para
sealar el triunfo de los patriotas.
Disparaban a todo lado, sin cuartel, hasta que los godos tocaron a
retirada.
117
del Paya y del Yaguachi respondieron valerosamente por la Victoria;
aunque los del Cazadores y Granaderos se batieron tambin en reti-
rada, que no se justific, por hallarse estos en las mejores posiciones, sin
que hicieran algo por luchar contra el enemigo. El general Sucre le pro-
puso a Aymerich (comandante de los espaoles) una rendicin honrosa,
muy digna de su gallarda, y que el realista acept. Ocasin que dio lu-
gar a la capitulacin y libertad de Quito del poder espaol.
25 de mayo
Las mingas, a las que precede la matraca, dan la vuelta a la ciudad.
La gente se ha salido a las calles a festejar, se celebr un Tedeum en la
Catedral y colaboramos todos en el arreglo y decoracin del altar. Esto
fue el da 25 de mayo.
Todos esperan que S.E. llegue a Quito, a fin de completar los festejos.
Hay gran ansiedad por verlo y conocerlo; adems que su presencia aqu
legitimara el establecimiento de la repblica
118
Manuela
P.D. Se dice que S.E. El Libertador Simn Bolvar llega en el mes de junio,
tal vez a finales.
Junio 4 de 1822
Parece que el Libertador prepara la adhesin de Guayaquil a la Gran
Colombia, pues sin este puerto no habra condicin estratgica de la re-
pblica.
Junio 6 de 1822
Hoy he platicado con el coronel Crdoba, pero me parece un hom-
bre rgido y poco de fiar, pues sus pretensiones son las de obtener la
misma gloria de S.E. El Libertador.
Junio 10 de 1822
Hoy se supo que S.E. El Libertador Simn Bolvar entr triunfante en
Pasto, luego de haber ganado palmo a palmo las laderas de esas cordi-
lleras, y que fue recibido, bajo palio y arco triunfal, por los simpatizantes
de la repblica, el da seis del presente.
Junio 13 de 1822
Estoy muy ocupada en estos das, pues hago parte del comit de re-
cepcin a S.E. Simn Bolvar. Me encuentro muy nerviosa y por este mo-
tivo escribo como tarada. He ordenado que traigan flores y jazmines de
Catahuango, y que dispongan todo lo mejor en procura de brindar a S.E.
Bolvar, una mejor recepcin, para lo cual he prestado la vajilla que me
regal James, enviada a la casa de don Juan Larrea, junto con dos mante-
les y cubiertos de plata. Como inventario se me ha dado un recibo.
119
Junio 15 de 1822
Todo es una locura, pues se ha anunciado que S.E. Simn Bolvar
llega maana, y los preparativos eran para fines de mes! Pero hay gran
contento y todo el mundo colabora en rehacer los arcos triunfales, ador-
nndolos con flores de las ms lindas y limpiando la ciudad y pintando
las fachadas de sus casas, decorando los balcones por donde pasar el
cortejo militar con S.E. a la cabeza.
Manuela
Junio 16 de 1822
La ciudad est vestida de fiesta, la gente corre por todos lados, los
indios que transportan encargos andan muy apresurados, y hay que ver
cmo la gente adorna las calles con arcos de caa guada y con ramas
de laurel y flores, colocndolas en las esquinas y los balcones con oca-
sin de festejar ya en serio, no slo la batalla de Pichincha sino tambin
el arribo de S.E. El Libertador Simn Bolvar y Presidente de Colombia,
por primera vez a Quito.
Manuela
120
Junio 19 de 1822
La caravana de los hroes entr a las ocho y media de la maana
por la calle principal, que da con la calle de Las Cruces, viniendo desde
Guayllabamba y pasando por los ejidos del norte. Enseguida voy a des-
cribir los hechos del 16 que los considero muy especiales por la fortuna
con que me han tocado.
121
mn Bolvar a la derecha, S.E. el general Sucre a la izquierda, posicin muy
bien ganada por su valenta a toda prueba. El corazn me palpitaba hasta el
delirio, creo que esto de ser patriota me viene ms por dentro de m misma
que por simpata.
122
orden del da, as como los comentarios. Se dispuso por parte del comit
de recepcin un gran festejo para el pueblo, y la tarima que sirvi para el
recibimiento en la plaza estaba abarrotada por las autoridades civiles y
eclesisticas, junto con las doce ninfas en banda de seis a lado y lado del
centro, donde estaba dispuesto el silln de S.E. El Libertador y Presidente
Simn Bolvar, lugar donde fue coronado una a una, doce veces, as: al
Valor, al Orden; a la Disciplina; al Honor; a la Libertad; al Patriotismo; a la
Hidalgua; al Carcter; a la Sabidura; a la Prstina Pureza; a la Justicia, y a
la Divina Misericordia, a medida que los discursos se pronunciaban.
Manuela
123
palpitaba al estallarme cuando de don Juan Larrea escuch: S.E. es para
m halagador presentarle a la seora Manuela Senz de Thorne. S.E.
Bolvar me mir fijamente con sus ojos negros, que queran descubrirlo
todo, y sonri.
Todas las parejas pararon para ver bailar a S.E. Bolvar, pues tiene
fama de excelente bailarn, aplaudindonos; cosa por la que me puse
muy contenta. S.E. me apart luego para decirme: Seora me dijo,
insisto en que usted ha tocado hoy justo en mi corazn. Su belleza es el
mejor regalo que un hroe puede recibir, pues su encantamiento se halla
en su agradable vivacidad. Es forzoso entonces que yo manifieste a usted
el motivo real de mi alegra. Me encuentro fascinado de usted por no
decir enamorado. De usted y de la Caballeresa del Sol. Quin hubiera
sabido que en esta ciudad se encontraba precisamente la poseedora del
crisol donde debo fraguar mis sentimientos. Su arrobadora belleza hace
que cualquier hombre transgreda los ms caros principios de la fidelidad
y del respeto. Permtame usted el que yo, su humilde admirador, haga
uso de esa maravillosa transgresin.
124
la compensacin a sus desvelos por la libertad, etctera, etctera, etc-
tera. Todos ellos respondan, a una que S.E. bien mereca tal halago, por
ser de lo ms exquisito para los hroes, cosa que me dejaba perpleja.
Junio 22 de 1822
Yo no s que me pas, pero me sent liberada de James, y en cambio
retribuida en la gloria de este seor, S.E. Simn Bolvar, que se ha fijado
en m y que me hace sentir la vida intensamente.
125
la compaa, y orden que les pagaran muy bien y les atendieran a los
integrantes, en todo cuanto se requiriera para el desarrollo de estos actos
dramticos.
Manuela
126
El Libertador y Presidente de Colombia, en la plenitud de su gloria.
Cuando S.E. me lo ense, sus facciones cambiaron y tuvo como un
resplandor en el rostro, que se le combin con sus palabras: He aqu
(me dijo, sealando su retrato) al hombre en la plenitud de su gloria
guerrera; el orgullo de Amrica es el haber procreado al ms grande Li-
bertador de todos los tiempos. Mi gloria ha conquistado los lmites del
hemisferio y desde el Caribe hasta la mar ocano de Balboa, mi sombra
les cubre.
127
mi vigor y mi carcter, as como mis sentimientos, mi existencia si fuera
necesaria. Mi vida ser arrastrada por su gloria y suyos sern en sus das
aciagos mis consuelos. Y bien, nos hicimos cita clandestina, que no lo
fue para nadie. Esto a los dos no nos preocupa, pues slo se trata de la
carcoma que impide a los dbiles el enlace de dos almas correspondi-
das.
El Garzal, a 23 de de 1822
Estoy escribindole a S.E. una docena de esquelas, haciendo ms de-
liciosa la espera y ms acuciante para l la venida. El xito de una mujer
est en su gracia y en su ingenio, a ms de su belleza que atrae como el
almbar de las flores a los pajarillos que se deleitan con su nctar.
128
entran en la cuadra y el roncar de Ruperto, un inmenso caimn criado
desde pequeo y dcil. Todo entonces invita al regocijo del amor y de
la aventura.
129
130
Cartas a Bolvar y de Bolvar
sobre Manuela
131
132
Cuartel General Pasto, a enero 9 de 1823
Mi querida Antonia:
(Confidencial)
Recib con infinita satisfaccin tu apreciable del 6 de noviembre del 22,
que motiva mi conciencia. Adems, me halaga el que tanto te preocupes
por m; creme que me siento muy contento de saberme an inquirido por
tal preocupacin, adems de calmar tu curiosidad.
133
Las miserables habladuras que te han llegado como noticia, me
han lastimado profundamente por la delicadeza y finura de tu espritu,
y porque s de tu celo con que quieres a tu hermano y deseas mi bien.
Tu afectsimo hermano,
Bolvar
134
Cuartel General de Lima, septiembre 28 de 1823
S.E. El Libertador,
Bolvar
135
Chancayo, 9 de noviembre de 1824
Estudie usted todo sin descuidar los detalles del terreno, los avan-
ces del enemigo, y enve vigas de camino, a fin de tener toda la infor-
macin para, en caso de dividir los ejrcitos, juntarles nuevamente a
la hora y lugares oportunos. Esto imagino por los accesos difciles a su
paso.
S.E. El Libertador,
Bolvar
136
Ayacucho, Frente de Batalla, diciembre 10 de 1824
137
Bogot, enero 23 de 1825
Repblica de Colombia
Vicepresidencia
Al Excelentsimo seor
presidente de la repblica de Colombia
S.E. Simn Bolvar
(Privado)
En oficio del 9, nmero 3, que recib del Jefe del Ejrcito de Occi-
dente, fui notificado de como marchan las cosas por esas provincias
del Sur, donde el honor del ejrcito, enaltecido por la gloria de Ayacu-
cho, se ve mancillado por el infortunio de las habladuras.
138
Si V.E. considera el discutirlo personalmente, yo lo espero en Jucha,
con el fin de contribuir al buen entendimiento de los oficiales de este
cuerpo con el gobierno y con V.E. Si S.E. no considera esta, me veo en
la dignsima obligacin de enviarle, en tiempo prudente, otras, tal vez
con un carcter ms enrgico, a fin de conseguir de V.E. su opinin y
hecho favorable en estos requerimientos, por salvaguardar el honor de
nuestro querido Ejrcito.
139
Cuartel General de Lima, a febrero 17 de 1825
Al seor General
Francisco de Paula Santander
Vicepresidente de la repblica de Colombia
Mi querido general:
Ciertamente conozco de usted el apego a las leyes de disciplina
militar, que usted mismo me ayud a perfeccionar. Yo le dir a usted
que estas son rigurosamente ejecutadas y establecidas por todos los
oficiales; esto y ms, la tropa no duda un momento en cumplirlas! De
donde quiera que usted haya sacado que mi influencia es el motivo de
que Manuela sea ahora Coronel del Ejrcito Colombiano, no es ms
que una difamacin vil y despreciable como ausente de toda realidad.
140
Usted tiene razn de que yo sea tolerante de las mujeres a la reta-
guardia; pero yo le digo a usted S.E. que esto es una tranquilidad para
la tropa, un precio justo al conquistador el que su botn marche con
l. O acaso usted olvid su tiempo? Yo no soy, sin embargo, dbil ni
temo a alguno que no diga la verdad.
S.E. El Libertador,
Bolvar
141
Cuartel General de Ibarra, septiembre 17 de 1826
Seor General
Juan Jos Flores
En vista de los desrdenes de los ltimos das, confiero a usted res-
ponsabilidad en la persona de doa Manuela, para que permanecien-
do ella en Quito, su asistencia sea completa en todo orden, conforme
en que su bienestar personal est por encima de toda otra obligacin.
Bolvar
142
Tushaco, 1 de agosto de 1827
Bolvar
143
Cuartel General de Bucaramanga, junio 5 de 1828
S.E. El Libertador
Bolvar
144
Bucaramanga, junio 7 de 1828
Bolvar
145
Bogot (fines) de junio de 1828
146
Rompa Ud. esta carta, que no quiero que se quede existente, este
miserable documento de miseria y tontera.
Bolvar.
147
Bogot, agosto 29 de 1828
Presidencia de la Repblica
Al seor Prspero Pereira Gamba
Estimado seor y amigo:
Recib su apreciable del 16, en la que plasma con calidad sus impre-
siones, y que me ha llenado del afecto de mis ms caros amigos.
Mi vida, es cierto, son mis actos; pero juzgo que no existe el alma
que me alcance en la virtud de tomarla, a la par de la suya. Mucho
de la alabanza me ha hecho dao. S, pero concibo que los pueblos
harn de m su propia historia, con criterio y juicio, sin colmarla de
lisonjas, ni heroicas leyendas; todo s, asistido con la ms pura y ce-
ida realidad.
Vea usted por usted mismo. El que yo haya redactado esa Ley del
20 prximo pasado, censurndole y destituyendo su persona de su
anterior cargo de la Vicepresidencia, entre otros asuntos, y quedan-
do este suprimido, no alienta a la reconciliacin. Puede usted discre-
par con respecto a mi actitud, como ya lo ha hecho, mal interpretan-
do esta ley, que slo es salud de la repblica. Dir en substancia, que
queda como lo dice el Decreto: un nuevo sistema de gobierno regido
por un Consejo de Estado, bajo mi presidencia, con poderes especia-
les conferidos por el Acta del Congreso del 13 de junio.
149
liosa, inteligente, llena del arrojo, que usted y otros se privan en su
audacia. No saldr (ahora menos) de mi vida por cumplir caprichos
mezquinos y regionalistas. La que usted llama descocada, tiene en
orden riguroso todo el archivo que nadie supo guardar ms que su
intencin y juicio femeninos.
150
Cartas a Manuela y de Manuela
sobre Bolvar
151
152
Huamachuco, 28 de mayo de 1824.
Al capitn Santana
Mi amigo: Las desgracias estn conmigo, todas las cosas tienen su
trmino, el general no piensa ya en m, apenas me ha escrito dos cartas
en diecinueve das. Qu ser esto? Usted que siempre me ha dicho
que es mi amigo, me podr decir la causa? Yo creo que no, porque
usted peca de callado. Y que yo, se lo pregunte a usted! pero, A quin
le preguntar? A nadie; a mi mismo corazn, que ser el mejor y nico
amigo que tenga. Estoy dispuesta a cometer un absurdo; despus le
dir cul, y usted me dar la razn si no es injusto. No ser usted te-
merario; se acordar usted en mi ausencia de la que es muy amiga de
usted.
Manuela
153
Al doctor James Thorne
No, no, no ms, hombre, por Dios! Por qu hacerme usted escri-
bir faltando a mi resolucin? Vamos, qu adelanta usted, sino hacerme
pasar por el dolor de decir a usted mil veces no? Seor: usted es exce-
lente, es inimitable; jams dir otra cosa sino lo que es usted. Pero, mi
amigo, dejar a usted por el general Bolvar es algo; dejar a otro marido
sin las cualidades de usted sera nada.
154
ted. Usted anglicano y yo atea, es el ms fuerte impedimento religio-
so; el que estoy amando a otro, es mayor y ms fuerte. No ve usted
con qu formalidad pienso?
Su invariable amiga,
Manuela
155
Un manifiesto de Manuela Senz
que circul en Bogot en una hoja impresa
AL PBLICO
156
humano y prudente cualquier clase de desrdenes, bien sea por la parte
que me provocaron o bien por la ma: este paso hace ms relevante su
dignidad, sus virtudes y carcter pblico.
157
Del general Luis Per de Lacroix a
Manuela Senz
A mi seora doa Manuela Senz
Cartagena, diciembre 18 de 1830
158
infeliz y grande Bolvar, matado por la perversidad y por la ingratitud de los
que todo le deban, que todo haban recibido de su generosidad.
Ojal el cielo, ms justo que los hombres, echase una ojeada sobre
la pobre Colombia; viese la necesidad que hay de devolverle a Bolvar,
e hiciese el milagro de sacarle del sepulcro en que casi lo he dejado.
159
Kingston, Jamaica, 6 de mayo, 1834
160
muy ma. Para no dejar duda en los acontecimientos de atrs, yo invoco
a usted mismo en mi favor; usted sabe mi modo de conducirme, y esta
marcha llevar hasta el sepulcro, por ms que me haya zaherido la ca-
lumnia. El tiempo me justificar.
161
Guaranda, 19 de octubre de 1835
Ayer sal de aqu para el Sinchig y hoy he tenido que regresar por
obedecer a las rdenes del Gobierno. Usted se impondr por la copia
que le acompao; en ella ver que es dictada por un ebrio y escrita por
un imbcil. Hay razn para que esta canalla ponga por argumento mi
antigua conducta? Seor: mis hermanos mucho me han hecho sufrir:
basta! Algn da sentirs haberme mortificado, pues mi carcter y mi
conducta me justificarn. Yo present el pasaporte que usted tuvo la
bondad de darme; y apoyada en l, y lo que es ms, en mi inocencia,
no contramarchar sino por la fuerza y nadie me convencer, pues
mi resolucin est tomada. Slo que usted me diga: Manuela, usted
cometi el gran delito de querer al L, salga usted de su patria, pierda
usted gustosa lo poco que tiene, olvide patria, amigos, parientes, me
ver usted obedecer (con dolor); a lo menos ser dcil a usted, pero a
usted slo, y le dir adis su agradecida pero cuasi desesperada ami-
ga,
Manuela
162
Paita, 10 de agosto de 1850
163
El seor Ferguson no fue tan brusco en su respuesta; pero la cosa
qued en ese estado. Vino entonces don Pepe Pars y le dijo el general
todo. Este seor contest: Esas buenas gentes tienen por usted una
decisin que todo les parece una conspiracin. Pero usted hable
con ella maana, le dijo el general. No supe ms de esto, pero en muy
pocos das ms, fue el acontecimiento que voy a contar.
Seran las doce de la noche, cuando latieron mucho dos perros del
Libertador, y a ms se oy un ruido extrao que debe haber sido al cho-
car con los centinelas pero sin armas de fuego por evitar ruido.
164
forzando la puerta.
Yo fui a encontrarme con ellos para darle tiempo a que se fuese;
pero no tuve tiempo para verle saltar, ni cerrar la ventana. Desde que
me vieron me agarraron y me preguntaron: Dnde est Bolvar?.
Les dije que en el Consejo, que fue lo primero que se me ocurri; regis-
traron la primera pieza con tenacidad, pasaron a la segunda y viendo
la ventana abierta exclamaron: huy; se ha salvado! Yo les deca:
no, seores, no ha huido; est en el Consejo. Y por qu est abierta
esa ventana? Yo la acabo de abrir, porque deseaba saber qu ruido
haba. Unos me crean y otros no. Pasaron al otro cuarto, tocaron la
cama caliente, y ms se desconsolaron, por ms que yo les deca que
yo estuve acostada en ella esperando que saliesen del Consejo para
darle un bao; me llevaban a que les ensease el Consejo (pues usted
sabe que siendo esa casa nueve, no conocan cmo estaba repartida,
y el que qued a entrar a ensearles se acobard, segn se supo despus).
Yo les dije que saba que haba esa reunin, que la llamaban Consejo, a la
que iba en las noches El Libertador; pero yo no conoca el lugar, con esto se
enfadaron mucho y me llevaron con ellos, hasta que encontr a Ibarra heri-
do; y l desde que me vio me dijo: Conque han muerto al Libertador?
165
cuarto y le iban a tirar, pero su asistente les dijo: No maten al doctor;
y ellos dijeron: No hay que matar sacerdotes. Fui a llamar al cuarto de
don Fernando Bolvar que estaba enfermo, lo saqu y lo llev a meter
el cuerpo de Fergusson, pues yo lo crea vivo; lo puse en el cuarto de
Jos que estaba de gravedad enfermo; si no, muere; porque l se habra
puesto al peligro.
166
Dicen que les aconsej a los conjurados que no dijesen a sus jue-
ces que traan el plan de matarlo, pero que ellos decan que habiendo
ido a eso no podan negarlo. Hay otras tantsimas pruebas, que dio el
general, de humanidad que sera nunca acabar.
167
a saber cmo anclaban los cuarteles; con el aviso que le llev, sali y
fue para el Vargas. Lo dems usted lo sabe mejor que yo, sin estar pre-
sente; que si est, yo s que usted habra muerto.
Infinitas cosas referira a usted de este gnero, y las omito por no ser
ms larga, asegurndole a usted que en lo principal no fui yo ms que
el instrumento de la magnanimidad del gran Bolvar.
Manuela Senz
168
Diario de Paita
de Manuela S enz
169
170
Venzo de ser vengativa en grado sumo. Cmo perdonar? Si Simn
hubiera escuchado a esta su amiga, que s lo fue. Ah! otra cosa habra
sido (no habra quedado mico con cola). Creo en esa obligacin de dar
su merecido a quienes faltaron a la lealtad del Libertador y a la Rep-
blica, y a algunos que burlaron la gratitud para con l.
171
Ma carissima Manuela:
172
dejado en paz. Los tiene muy enseados; estos perros graciosos, acostum-
brados al cario, se deshacen por Jonaths, y yo no los controlo ms. San-
tander est ya viejo y cojo. Pienso que hay que fusilarlo para que no sufra,
pues le pas un coche por encima; se me va el corazn con mi perro.
173
nos consejos de un amigo (amiga), las delicias del alma. Y a Cervantes:
La mujer ha de ser buena, y parecerlo, que es ms, recriminndome mi
conducta con Santander.
Manuela
174
Jonaths se ha ido por mi recomendacin a la casa de mi comadre
Chanita. Quin cuida de ella? Pobre, agarr esa fiebre amarilla y qued
exhausta. Aqu todo se ha ido convirtiendo en sanatorio.
Muy entrado en aos, como por los 83, alto pero encorbado, su pelo
blanco como de nieve y con bastn. No demor mucho porque dizque pen-
diente de un negocio. Me pregunt cosas que slo l saba, me enfad mu-
cho. Pero luego estuve tranquila y serena, comprend que este seor quera
revivir esas pocas. Slo pudimos contener el ansia de amistad que nos uni
con el nico hombre que verdaderamente vali.
175
ya es padre no hay como hacerle bromas). Estoy haciendo un chal que de
divino parece europeo, se lo envo a mi paisana doa Mercedes Jijn de
Flores.
Escribo cartas y cartas, y nadie apura mis asuntos en Quito. Slo por
la Providencia vivo. He desistido lo de Lima por no mortificarme con
James. Y a tal, slo resignacin y adelante. Al menos tengo todava ami-
gos, y a mi Nathn y Jonaths.
Jonaths vino con recados del muelle. Que vio al general Santa Cruz
con recados para m, de que al seor general Flores lo reeligieron por
ocho aos ms. Esto hace Dios con almas buenas y honestas. El seor
Pareja viene muy a menudo y su pltica es muy constructiva y adicta a
las rdenes del seor Presidente Flores.
Ya no tengo paciencia con ese canalla del Pedro Sanz. Todo me falta
y no hay como recaudar. Necesito hacer venir ac muchas cosas de mi
aprecio y consideracin, que tengo en Bogot y no tengo medio. Ya no
s qu hacer con la plata de deudas de mi hacienda ni quin vea por
ella.
Por fin ha destinado una persona indicada para manejar las cuentas
de mis deudores y para que mi desgracia sea menor. Don Pedro Sanz
no tuvo recato en el manejo de cuentas de todos los que me adeudan.
176
Soy por esto de gran gratitud para con este seor General.
Aqu todo est revuelto, y con gran vigilancia para todo; sin reserva
en violar valijas de correo.
Qu tanto desafuero?
Maa con susto me he dado con los atrevidos que de noticias traen el
que haban asesinado al presidente Flores en convite de sus amigos. Que
la guerra es inminente y barbaridades, fin. Que yo estuviera al mando, al
menos al lado de este seor para asesorar estrategias. Y que este seor,
que yo amo como la patria tampoco me ocupa para nada en el gobierno
y es terco como mula.
177
La prisin de este hombre envilece a quienes lo tomaron. Y no pongo
duda que lo fusilen. Mi corazn de luto se pone. Ya no hay con quin
contar. Voy a intrigar con destino a que sirva de algo para su libertad.
Ojal alguien se compadezca y me ayude.
A cuntos tuve que chirlear para que no perdieran la vida; para que
despertaran Las mulas, el horror de la cada por los abismos! S, todo
esto me persigue. Saco valor. Cierro el arcn para no desmayarme.
Este librito que contiene las lecturas ms caras de los grandes guerre-
ros griegos, fue saliendo del fondo del arcn; fue el regalo de este hom-
bre magnfico, sin querer l drmelo. Su apasionamiento por Temstocles,
Arstides, Cimn (era l Cimn o Simn). Siempre dijo l que as era el
carcter de este seor. Hanbal, Alcibades (sollozo).
Simn quiso que yo las tuviera, y son mas, muy mas y se irn con-
migo a la tumba. As lo he dicho muchas veces a tales seores que vie-
nen de visita, aqu a husmear lo que s. La historia no se la cuenta Se la
hace!
178
Hoy es domingo 27
Han pasado tres semanas desde la ltima vez que escrib y ha habido
extraordinarias.
Escribo estas lneas para saberme viva, viva por dentro. Despus de
todo, a mi edad Pienso en algunos amigos mos que daran todo por
tenerme en su casa, y por disfrutar de mis recuerdos o de los chistes de
Jonaths (que cuenta con gracia).
Nunca permit que Simn pensara en nuestro amor como una aven-
tura; lo colm de mis favores y mis apetencias y casi olvid su acostum-
brado flirteo donjuanesco. Adems, haba en los dos emocin y dicha
que no se destruira jams, que seran perdurables hasta el fin. Amar y
ser amada intensamente!
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tpidos de James. Slo desprecio senta por este pobre hombre. Lima:
visitas, fiestas, paseos, invitaciones, bailes, ostentacin de riqueza. Y del
amor qu?
Le manifest a S.E. que yo conoca muy bien las debilidades del se-
or general San Martn, que me haba condecorado como Caballeresa
del Sol. Simn no permiti que yo le hablara de esas debilidades. Por
el momento. Pero luego, muy preocupado, me pregunt: Sabe usted
seora, con qu elementos puedo, de su intuicin de usted, convencer a
este seor general, para que salga del pas sin alboroto, desistiendo de su
aventura temeraria de anexar Guayaquil al Per? Entonces yo le contes-
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t: Vaya usted en persona e impresione a esos indecisos, acjalos bajo
proteccin de la repblica de Colombia y encrguese usted mismo del
mando militar y poltico de ese puerto y su provincia.
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consagracin personal al Libertador Bolvar. No comprende que fuimos
amantes de espritus superiores. Que vivimos una misma posicin de
gloria ante el mundo, que vivimos un mismo sacrificio y una misma ma-
nera de ver las cosas y una misma desconfianza de todos.
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de nuestros desvelos. El Amor! Y juntos nos burlamos de los concilios
de nuestros enemigos. Estos, desunidos, demoraron en reunir su vengan-
za y su jaura para ver el fin de sus vctimas. Y cmo nos alejamos del
alcance de sus intenciones. Para l Santander. Para m Rocafuerte. Son
unos
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amor para l.
Simn saba que yo le amaba con mi vida misma. Al principio Oh!
amor deseado tuve que hacer de mujer, de secretaria, de escribiente,
soldado hzar, de espa, de inquisidora como intransigente. Yo medita-
ba planes. S, los consultaba con l, casi se los impona; pero l se deja-
ba arrebatar por mi locura de amante, y all quedaba todo.
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nada, nada para l.
Ayer domingo vi a don Manuel Surez y a su hijo, de transentes por
la plaza; ya est por los quince el nio. Pedro Simn, y que buen uso
hace de su nombre (caminando) a ms lo comentamos con mi comadre
Josefa y dice ella, que el nio sabe bien de dnde procede el nombre, y
que me reconoce como madrina. Nunca ha venido por ac, dizque por
respeto. Lo espero para unos dulces.
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Jonaths y Naths sirvieron mucho para esto. Todos los seores genera-
les y oficiales de S.E. El Libertador guardaban benevolente discrecin y
simpata hacia m. Con deferencia caracterstica hacia La dama duea
del corazn y de la vida de su Libertador (me trataban como si fuera yo
la esposa legtima de este seor).
Pareca que Simn lo supiera todo. Pero no era as, sus conocimien-
tos necesitaron siempre de mi apoyo; el que era conocer el ambage de
ideas de los naturales de estos lados del Sur. Insistentemente le ped que
fuera implacable, ms cuando se tratara del bien de la repblica.
Que no diera pie atrs en cada una de sus decisiones. Cosa por la
que me admiraba y respetaba.
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Le coment que al indio lo que ms le gusta es la charca y su troje,
as que Simn reparta tierras, y stos ayudaban con aprovisionamientos
de comida o con hombres.
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Bibliografa
Quito,
dor.
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ndice
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