Jordán de Asso y Del Río. Instituciones Del Derecho Civil de Castilla. Lima, Instituto Pacífico, 2015.

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DEL DERECHO
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IGNACIO FORDAN
DE ASSO '{ DEL RIO
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YRODRIGUEZ
INSTITUCIONES DEL DERECHO CIVIL DE CASTILLA

DON IGNACIO JORDAN DE ASSO Y DEL RIO, Y DON MIGUL DE MANUL Y RODRGUEZ

2016
I N S T I T U T O P A C F I C O

INSTITUCIONES
DEL DERECHO CIVIL
DE CASTILLA,
POR LOS DOCTORES DON IGNACIO JORDAN DE ASSO
y del Rio, y Don Migul de Manul y Rodrguez.

VAN AADIDAS AL FIN DE CADA TITULO


las diferencias que de este Derecho se observan en Aragon
por disposicin de sus Fueros.

EDICIN CUARTA
CORREGIDA NOTABLEMENTE, Y AUMENTADA
la parte histrica que comprehende la introduccion
La Revista Actualidad Civil del Instituto Pacfico ofrece en esta
oportunidad la cuarta edicin del libro primero de Instituciones del De-
recho Civil de Castilla, del escritor, jurista e historiador espaol Ignacio
Jordn de Asso y del Ro (1742-1814) y del historiador espaol Migul
de Manul y Rodrguez (s. XVIII).

En este texto se abordan las principales instituciones del derecho


de personas de Castilla que fueron aplicadas por los jueces de la po-
ca; adems de establecer las diferencias con el derecho civil de Aragn.

Para la presente edicin se ha tomado como fuente el original del


libro, publicado en 1786, Madrid, por la Imprenta de Andres De Sotos.
Reproducimos tal como aparece en dicha edicin, mantenindose el
estilo y el lenguaje de su poca.
C tenemos, que todos los de nuestro Seoro
deben saber estas nuestras Leyes. Ley 31.
tit. 14.patt. 5.
INSTITUCIONES DEL DERECHO CIVIL DE CASTILLA

NDICE GENERAL

(I) AL LECTOR............................................................................................................................................... 11

LIBRO PRIMERO.
DE LAS PERSONAS

TITULO PRIMERO: Del estado natural de las Personas............................................................................... 17

TITULO II: De la Tutela, y Curadura............................................................................................................. 20

TITULO III: De las obligaciones de los Tutores, y Curadores........................................................................ 26

TITULO IV: De las escusas de los tutores, y Curadores; y como acaban la tutela, y curadura.................... 30

TITULO V: Del estado civil de las personas................................................................................................... 34

TITULO VI: Del Desposorio, y Matrimonio..................................................................................................... 53

TITULO VII: De las dotes y arras, donados de esposos, y ganancias entre marido, y mujer....................... 58

TITULO VIII: De la diferencia de hijos, y patria potestad............................................................................... 74

INSTITUTO PACFICO 9
INSTITUCIONES DEL DERECHO CIVIL DE CASTILLA

(I)
AL LECTOR.

Las Instituciones del Derecho Civil de Castilla, que ofrecemos al Pbli-


co, son el fruto de nuestras tareas, dirigidas al nico fin de corresponder en
quanto sea posible a los deseos de los hombres juiciosos de nuestra Na-
cin, quienes lamentndose de la falta de una Obra de esta clase, ponderan
quan difcil, y escabrosa sea la inteligencia, y prctica de nuestras Leyes. En
verdad no es fcil comprehender aquellos primeros fundamentos de nuestra
Jurisprudencia con el penoso, y casi Insuperable trabajo, que trahe consigo
la lectura dilatadsima de tantos, y tan varios cuerpos, como son los que
componen las Leyes de estos Reynos. Desmaya el mas fuerte ai ver que sin
el socorro de unos elementos en ciencia tan vasta, ha de ir formando con-
cepto de ella con solo el estudio del crecido amontonamiento de sus partes.
Llega confundirse el mas perspicaz, y aplicado, si recurre para su alivio
los comentos de sus Glosadores; porque han pretendido, no sabemos con
qu intencin, utilidad, buscar la primera razon de nuestras Leyes en los
principios del Derecho Romano; siendo as que nuestros primeros Legis-
ladores, quienes imitaron los que les succedieron, no solo las fundaron
sobre otros muy diversos, sino que aborrecieron aquellos, y los apartaron
expresamente de sus Tribunales.

Los Wisitgodos prohibieron baxo ciertas penas el uso, y alegacin de


las Leyes Romanas, como consta de las ll. 8. y 9. tit. I. lib. 2. del Fuero Juzgo.

Esta prohibicion se repite en la l. 5. tit. 6. lib. I. del Fuero Real. Y aunque


el Seor D. Alonso el Sabio nos incorpor en las Partidas muchas Leyes
Romanas, con expresar en la l. 15. tit.I. part. I. que todos aquellos que son
del seoro del facedor de las Leyes, sobre que las l pone, son tenudos de
las obedecer, guardar, judgarse por ellas, non por otro escrito de otra
ley fecba en ninguna manera: y en la l. 6. tit. 4. part. 3. hablando de los Jue-
ces: Que los pleytos que vinieren ante ellos, los libren bien, lealmente lo

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mas aina que pudieren, por las leyes de este libro, non por otras; quiso
darnos entender que las estraaba de su dominio del mismo modo que
sus antepasados.

La l. 3. tit. I. lib. 2. Recop. que es la primera de Toro, declara con expre-


sin cierta el orden de alegacin, prueba, y valimiento que han de tener las
Leyes de los diferentes Cdigos civiles del Reyno; y previene que las pleytos
se determinen en primer lugar por las Leyes de la Nueva Recopilacion; y en
falta de estas, por los Fueros que estn en uso, y Leyes de Partidas. Esto
mismo se halla confirmado por la Pragmtica Sancion del Seor Felipe II.
de 14. de Marzo de 1567, que v la frente de la Nueva Recopilacion. Y es
digno de advertirse, que en ninguna de estas partes se hace mencion de las
Leyes de los Romanos.

El Aut. I. tit. I. lib. 2. pondera el abuso de citar Autores estrangeros,


prefirindolos los nuestros; y el error en alegar Leyes civiles, Romanas,
y Cannicas, que entre nosotros notienen fuerza alguna por s. El mismo
Aut. I. y la referida /. 3. expresan que en ocurriendo duda sobre alguna Ley
Real, en falta de esta, se ocurra al Prncipe, para que interprete, y provea;
la qual ley es tan antigua en este Reyno, como que concuerda con la l. II. tit.
1. lib. 2. Fuero Juzgo, y esta se repite en la l. I tit. 7. lib. 1. del Fuero Real;
advirtiendo, que la mencionada l. 3. de la Recopilacion manda que no se use
la ley de Madrid, que permitia seguir las opiniones de Baldo, y otros Autores
estrangeros.

A vista de esto queda desvanecida la opinin de algunos Regncolas,


quienes en falta de Ley Real pretenden se debe acudir al Derecho Romano.

La l. 4. tit. I. lib. 2. Recop. manda los Letrados se dediquen princi-


palmente al estudio de las Leyes Reales. El Decreto del Seor Felipe V.
de 1713. y el Auto 3. tit. I. lib. 2. mandan se ensee el Derecho Espaol en
nuestras Universidades, donde solo se habia de permitir el estudio del Ro-
mano, para mayor ilustracin, y noticia del que fuese aplicado, como lo dis-
pone el Seor Don Alonso el XI. en la l. I. tit. 28. del Ordinamiento de Alcal
de 1348. inserta en dicha l. 3. tit. I. lib. 2. Recop.

Finalmente, lo perjudicial de este abuso, y quan conveniente sera es-


traar de estos Reynos las Leyes Romanas, lo han convencido diferentes
Sabios de Espaa; pero principalmente lo hizo con poderosas razones el

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INSTITUCIONES DEL DERECHO CIVIL DE CASTILLA

insigne D. Gaspar de Criales y Arce, Arzobispo de Rhegio en Calabria, en su


Carta dirigida Felipe IV. en el ao de 1646. pag. 304. y siguientes.

El fin, pues, de estas Instituciones es presentar las verdades, y prin-


cipios del Derecho Espaol, ajustados sus leyes, y no los abusos que
tal vez ha introducido la practica. Esto nos ha obligado abstenernos de
citar leyes del Derecho Romano, probando toda proposicin con sola la ley
nuestra supletoria, y aun apoyando aquellas proposiciones, que no expre-
san nuestras leyes, y cuyo conocimiento es necesario, con autoridad de
solo Autor Regncola, y clsico. Las definiciones se ponen con las mismas
palabras de la ley, fin de que no pierdan la fuerza, y energa con que las
concibieron nuestros Legisladores. Paramos de propsito la consideracin
en aquellas disposiciones de Derecho, que han tenido su origen entre no-
sotros, y que por tanto se merecen nuestro principal cuidado. Toda la Obra
se divide en tres libros, conforme los tres objetos de Justicia, personas,
cosas, y acciones. Estos se subdividen por ttulos, tratando en cada uno de
ellos por captulos y prrafos, que se notan al margen para mayor claridad,
los miembros que distinguen la cosa principal, y no siguiendo servilmente
Justiniano en sus Instituciones, como lo han practicado sin utilidad ventajosa
algunos de los nuestros. Cada qual de estos miembros se trata all en par-
ticular con orden, y mtodo geomtrico, el qual nos ha parecido nico para
hacer perceptibles los principios de nuestra Jurisprudencia, y desengaar
los que han pretendido hacer esta ciencia incapaz de demostracin ma-
temtica.

Al todo de la Obra precede, como necesaria, una Introduccin, en que


damos noticia clara de los quatro estados de nuestra Legislacin, com-
puesta de leyes Conciliares, de fueros, de leyes meramente de Cortes, y
de Decretos, Pragmticas, Cdulas, y Cartas acordadas. Para evitar toda
confusion en asunto tan obscuro, hemos determinado tratarlo por partes
cronolgicamente, dando con oportunidad noticia del origen, que tienen los
cuerpos de nuestro Derecho, que estn impresos,y de que se han formado
estas Instituciones; de sus Autores; partes de que se componen; su fuerza;
sus principales Comentadores, y de la mejor edicin de cadauno. Baxo este
plan se expresan los Concilios Nacionales, que habiendo sido juntamente
Cortes generales, dieron leyes civiles la Espaa.

Menciname muchos Fueros generales, y municipales de la Nacin,


que no se han ocultado nuestro estudio, dando alguna ida de los mas
notables, de su uso, y de sus confirmaciones, arregladas sus citas los M.

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SS. que de la mayor parte de ellos poseemos; declranse las Cortes gene-
rales, que se han celebrado para establecer, mejorar nuestra jurispruden-
cia: de las quales apuntamos aquellas peticiones, que por ser de particular
nota, tiles, trasladadas las Recopilaciones, hemos convenido en que no
debian pasarse en silencio; pero omitimos aquellas Cortes que no se adap-
taron con nuestro objeto, y que solo causaran aqu proligidad, y confusion.
Ultimamente de estas noticias legales, histricas se forma la perfecta idea
de la Legislacin de Espaa, se d la definicin de la justicia; se explica qu
cosa es ley entre nosotros; quin la puede establecer; quines, y qundo
obliga; y qu fuerza tienen, y en qu se distinguen las tres especies de us,
costumbre, y fuero.

En seguimiento de la noticia histrica de la Legislacin Castellana, da-


mos la misma de los Fueros, y constitucin legal de Aragon, para hacer este
particular servicio esta Provincia, que ha dado patria, y enseanza uno
de nosotros. Y segun esta ida, al fin de cada ttulo notamos con separacin
aquella parte de Jurisprudencia peculiar aquel Reyno por disposicin de
sus Fueros, sin estendernos lo dems en que la prctica se conforma con
el Derecho Comn.

La utilidad que discurrimos ha de resultar d aqu toda la Nacin, se-


gn nuestro corto entender, es la que nos ha mantenido con tesn en el tra-
bajo; y aunque tal vez no ser Obra perfecta en todas sus partes, tendremos
siempre la satisfaccin de haber abierto un camino, hasta ahora cerrado, por
donde los Sabios de nuestra patria penetrando con mas facilidad, y nimo,
lleguen allanarlo perfectamente. Esto quisiramos ver logrado en nuestros
dias, y este fin les dirigimos nuestros ruegos, para que cada uno con el
buen gusto, y ciencia de que est dotado, d la tabla, que les presenta-
mos, el lleno de luces que necesitare.

Ahora, pues, para abrigo, y confirmacin de algunas cosas, que tal vez
notarn los lectores en esta Obra, les suplicamos tengan presentes las ad-
vertencias que siguen.

I. Que en la pg. 31. de la Introduccin, citamos el Quaderno de Her-


mandad, que hicieron los Hijos-dalgo en las Cortes de Burgos de 1315. se-
gun el exemplar M. S. que conservamos en nuestro poder; pero no igno-
ramos que anda impreso en el libro de los Privilegios de Cceres desde la
pgina 145, y parte de l en las Relaciones Genealgicas del Marques de
Trocifal, App. Escrit. 75.

14 ACTUALIDAD CIVIL
INSTITUCIONES DEL DERECHO CIVIL DE CASTILLA

II. Igualmente en la pag. 31. citamos las Ordenanzas de la Banda, se-


gn el M. S. que vimos en el Archivo de Monserrate, aunque en las impresas
por el Doctor Joseph Mcheli Mrquez en el fol. 49. de su libro Tesoro Militar
de Caballera, edicin de Madrid de 1642. se hallan treinta y ocho captulos
de la regla, y nosotros pongamos solo veinte y tres, segn aquel.

III. De las Cortes, cuyos quadernos se han Impreso, no se ponen las


ediciones; pues aunque de todas hemos visto exemplares, y por ellos cita-
mos las peticiones tiles, intiles, cornos no tenemos todava bien ave-
riguadas las veces que se han repetido aquellas, nos ha parecido que no
debamos aventurar una noticia incompleta, que esperamos dar en adelante
con: mayor aumento.

IV. Las Cortes de Madrid de 1567 de que hablamos en la pag. 55. de


la Introduccin, se prueban con la autoridad de Pinelo; pera hemos visto
despus un quaderno de ellas, impreso en el mismo ao en Madrid en casa
de Alonso Gmez y Plerres Cosin, que contiene 76 captulos. En efecto,
este quaderno es muy raro. De sus 76 peticiones solo se oyeron 35. Por la
peticin 1 consta que se incorporaron por aquel ao las Salinas de todo el
Reyno en el Patrimonio Real. Esta advertencia se tendr presente para la
pag. 57, en donde decimos que no hemos visto quaderno impreso de estas
Cortes.

V. No tratamos de los Juicios privilegiados de Aragn, porque nunca


pudiramos dar en este com-pendio una noticia tan cabal como la que se
halla en el M. S. bien conocido del Seor Marques de la Corona, y particular-
mente en la Ilustracin de los quatro Procesos, que public en el ao 1764
el Doctor D. Juan Francisco La-Ripa.

VI. Incurriramos desde luego en la nota de desagradecidos, si vista


del particular aprecio que el pblico ha hecho de esta Obra, no dabamos
aqu un testimonio de nuestro reconocimiento. Algunos de los Estudios ge-
nerales de Espaa la han juzgado mui proporcionada para instruirse en los
elementos de nuestra Jurisprudencia: el nuevo mtodo de los establecidos
en la Universidad de Granada, y los Estatutos del Colegio de S. Fulgencio
de Murcia expresamente prefieren estas Instituciones quantas se han pu-
blicado hasta el dia en el Reyno, y mandan que por ellas se ensee en sus
Ctedras de Leyes el Derecho Espaol.

INSTITUTO PACFICO 15
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VII. Varios sugetos bien intencionados han sido los verdaderos correc-
tores de esta edicin. Siempre que se nos corrija con igual fundamento y
prudencia, nos mostraremos agradecidos, porque todo nuestro esmero se
dirije unicamente al acierto, y no la disputa, ni provocacion, de que jams
resulta instruirse la juventud.

16 ACTUALIDAD CIVIL
INSTITUCIONES DEL DERECHO CIVIL DE CASTILLA

LIBRO PRIMERO
DE LAS PERSONAS
TITULO PRIMERO
Del estado natural de las Personas.

Haviendose de dividir esta Obra en tres Libros, que sigan


el orden de los tres objetos del Derecho; esto es, Personas, Co- CAP. I
sas, y Acciones, en este primer Libro, que es el de las Personas, Del estado de
los hombres
hemos de tratar ante todo del estado de ellas. La Persona es: en general y
sus divisiones
el hombre considerado en su estado; por lo que se dice que no
puede haver persona sin que se considere en uno, otro estado.

Estado es: la condicion, la manera en que los ornes viven,


estn, l.I. tit. 23. part. 4. La variedad de condiciones proviene
de la naturaleza, de la voluntad de los mismos hombres; y por
esto el estado de los hombres es natural y civil.

Segn el estado natural; los hombres en primer lugar, es-


tn por nacer, ya actualmente nacidos, De aqullos, por razn
de humanidad, est establecido: Que mientras es en favor de
S.I
ellos lo que se hace, les aproveche como si fuesen ya nacidos, De la primera
/. 3. tit. 23. part. 4. division del
estado natural
del hombre
en los que
De ste principio e Derecho se sigue: I. Que los que estn estn por
nacer, y los
por nacer, retengan todos sus derechos sin lesin alguna has- actualmente
nacidos
ta el tiempo de su nacimiento. Lara Compendium vita hominis,
cap.I. n.4. II. Que esta concesin del Derecho se efecte solo,
quando el que est para nacer sale del vientre de la madre per-
fecto y vivo, /. 2. tit. 8L lib. Recop. III. Que el no nacido se entien-
da parte de la madre, en lo que le causa provecho: Por lo que,
IV. se dilata la muger preada el suplicio, tormento, otra pena

INSTITUTO PACFICO 17
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hasta que para, l. /.3. tit, 23. part. 4 V. Que si alguno est intere-
sado por la succesion del no nacido, pueda poner guardas la
preada, y deba denunciarse el parto al interesado, l. 17. tit.6.
part.6. VI. Que muerto el Rey, quedando preada l Reyna, se
le preste el omenage en nombre de el que ha de nacer. Gregorio
Lpez la Ley 5 tit. 15 part. 2.gl. 1. Ultimamente son muchos
los efectos, para los quales se consideran corno nacidos los que
an estn en el vientre, pero siendo genos del asunto de este
capitulo, pueden verse en Lara cap. 4. all.

Los y anualmente nacidos son: aquellos que salieron


vivos del vientre de la madre. De aqui se infiere: I. Que no
merecen este nombre Ios que nacen, se sacan del vientre
de la madre sin figura, forma humana, los quales llamamos
monstruos, l.5 tit. 23. part, 4. II. Estos monstruos no se cuentan
en el numero de los hijos, respecto de reputarle por muertos d
l.5. all. III. Que los que nacen con figura humana, aunque ten-
gan defecto en algun miembro, parte del cuerpo, sean tenidos
por hombres, d. ley.alli. IV. Que de dos que nacieron un mismo
tiempo, el varon se presume antes nacido que la muger y si son
ambos varones, no constando quien naci primero, se reparte
la herencia, y se juzga, iguales, l.12. tit.33. part.7. V. Que para
reputarse natural, y no abortivo el feto para la succesion, y otros
efectos de Derecho, se requiere que quando nazca, est todo
vivo; que nazca en tiempo legitimo: lo que declara la l.4. tit.23.
part.4.; esto es, en el septimo, nono, dcimo mes, y no en el
octavo, undcimo; que viva 24. horas; y que este baptizado,
l.2, tit.8. lib.5. Recop. Posthumo es: el mozo, que nace despues
de la muerte de su padre. l.20. tii. I. part.6.

Los hombres, en segundo lugar, nacen varones, hembras, S.II.


y aunque encaso de duda sus derechos sean iguales, sin em- De la segunda
division de
bargo, como nuestras Leyes se acomodan lo que regularmente este estado
en varones y
sucede, estando en mayor grado la prudencia en los hombres, y hembras
siendo las mugeres de naruraleza mas frgil, nace de aqui: que
sean aquellos de mejor condicion que estas en muchas cosas,
l.2. tit.23.part.4. Vela. disert.4. n.4 y n.88.

De este axioma deducimos: I. Que solo los hombres pue-


den obtener empleos, y oficios pblicos, con exclusin de las
mugeres, como se infiere de la razon que d la l.4. tit.4. part.3.
para excluirlas del oficio de Juez, no siendo Seoras de Vasa-

18 ACTUALIDAD CIVIL
INSTITUCIONES DEL DERECHO CIVIL DE CASTILLA

llos. II. Que la ignorancia del Derecho no dae muchas veces


las mugeres, ll.31. tit.14.part.5. y 21. tit.I. part.I. III. Que el her-
mafrodita goce de los derechos, que son propios de aquel sexo,
que mas prevaleciere en l.

Son los hombres en tercer lugar mayores de 25 aos, S.III.


De la tercera
menores de edad. Estos se consideran antes, despues de la divisin de
este estado
pubertad, que en los varones empieza los catorce aos, y en en mayores y
las hembras los doce, ll.12. y ult tit.16. part.6. Considerados menores de
edad
antes de la pubertad se Llaman pupilos, l.4.tit.11. part.5; y en
esta edad se ha de distinguir, la infancia, que dura hasta los siete
aos, l.I. tit.7.part.2; l.4. tit.16. part.4.

Desde esta edad hasta los diez aos y medio, tanto varo-
nes, como hembras, se hallan, y llaman proximos la infancia;
y entonces no.se sugetan las penas, l.8. tit. 31. part. 7. y l.8.
tit.9. part.7. Desde este tiempo hasta el de la pubertad se llaman
proximos la pbertad, y ya se consideran capaces de dolo,
y malicia, y por consiguiente se sugetan las penas, l.6. tit.5.
part.6.; l.2. tit. 7. y l.4. tit.19. all, l.17.tit.14. part.7. con otras.

Es obligacin de la madre alimentar los hijos en los tres


primeros aos de la niez. Desde esta edad hasta los 25. pasa
la obligacin al padre,. quien toca tambin darles la competen-
te educacin, ll.2. y 3. tit. 19. part.4; exceptuando aquellos que
se han mostrado ingratos para con sus padres, tienen lo sufi-
ciente para vivir l. 6. tit.19. part. 4 Pero si la madre fuese pobre,
deber el padre proveer lo necesario para criarlos. En caso de
divorcio legitimo, aquel por cuya causa sucedi, deber dar de lo
suyo para alimentar los hijos, que estarn al cuidado de la parte,
que no motiv el pleyto de divorcio, l.3. tit.19. part.4.

La pobreza escusa de criar los hijos; y asi no pudiendo los


padres cumplir con esta obligacin, ser cargo de los a velos,
teniendo facultades para ello, l.4. tit. 19. part.4. Esta misma obli-
gacin se estende los hijos naturales, con alguna limitacin
en quanto los adulterinos, incestuosos, cuya crianza est
cargo de solos los parientes de la madre, por constar siempre
de esta, y no del padre, l.5.tit.19. part.4. Ultimamente, la menor
edad de varones, y hembras estiende desde la pubertad hasta
los 25 aos ll.4. y 5. tit.11. part.5; l.2. tit.19. part.6. Advirtase
que no pueden los menores de 18 aos exerder oficio alguno

INSTITUTO PACFICO 19
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en los Pueblos, l. 16. tit.3 lib.7 Recop. ni hasta dicha edad son
hbiles para la Milicia, segn Ordenanza de Quintas de 16. de
Noviembre de 1761.

En cuarto lugar, los mayores de 25 aos son jovenes, vie-


jos. La juventud empieza los 25 aos, y dura hasta los cinquen-
ta en los hombres, y hasta los quarenta en las mugeres; segun S.IV.
De la cuarta
sentencia fundada de Narbona, Annales juris, an. 50. quest.I. En divisin de
los 50. y 40 aos respectivamente empieza la vejez, edad respe- este estado
en jvenes y
table, y llena de privilegios, que toca largamente el Lara cap.30. viejos

alli, y se notarn en sus proprios lugares, contentndonos con


decir aqu, que para eximir del servicio militar es bastante la
edad de 40. aos; segn la citada Ordenanza de 1761

En Aragn la mayor edad empieza los 14, aos en uno,


y otro sexo, para los efectos que previene la observ. unica de ARAGON
contract. minor. lib.5.

La obligacin de alimentar los hijos comprehende igual-


mmte los naturales, que pueden pedir alimentos en vida de
sus padres, pero no, muertos estos.

Fuero un. de Natis ex damn. coitu, lib.5 y observ. 25. de


gener. privileg. lib.2 Asimismo est determinado, que el consorte
sobreviviente, aliment los hijos. Fuero I. de Aliment. lib.5; y sto
se entiende tambin de los hijastros. Fuer.2. de Aliment.

TITULO II.
De la Tutela, y Curadura.
La tercera divisin que hemos hecho de los hombres, segn
el estado natural, en menores, y, mayores de edad, nos conduce
tratar aqui inmediatamente de la Tutela, y Curadera, como
propias de estas edades.

La Tutela es: la guarda que es dada, otorgada al hurfa-


no, libre menor de catorce aos la hurfana menor de doce CAP. I.
aos, que non se puede, nin sabe amparar, l.I. tit.16. part.6. De De la tutela

que se sigue, qe tutela es lo mismo que guarda, y tutor lo mis-


mo que guardador del hurfano. Por hurfano entendemos: el
que no tiene padre, diferencia de que antiguamente se daba

20 ACTUALIDAD CIVIL
INSTITUCIONES DEL DERECHO CIVIL DE CASTILLA

este nombre solamente los hijos qu eran sin padre, y madre


hasta los 15 aos, como dice la l.I. tit.3. lib.4. Fuero Juzgo.

Es indubitable que la suprema guarda de los hurfanos re-


side en nuestros Reyes, y sus Magistrados, quienes han querido
tomarla baxo su amparo, celo y proteccin; como, consta cla-
ramente de la l.14. tit.18.part.3 vers. Esto tovieron; y d la l.20. S.I.
Que la tutela
tit. 23. part.3.. En Aragn es terminante el Fuero 2. de Tutor, y de los hurfa-
Curat. lib. 5 que empieza asi: Oficio del Seor Rey es proveir a nos es propia
del soberano,
los pupilos constituidos en menor edad, que sus bienes les sean y sus magsi-
trados.
conservados. De aqui se origina sin duda el .vigilar, intervenir
tanto su autordad en los, nombramientos, aprobaciones, y remo-
ciones de los tutores, competiendo al Magistrado, qu hace las
veces del Soberano, por sola razn de su oficio, el derecho de
remover de la tutela al negligente, sospechoso y mal guardador,
aun quando no proceda acusacin de parte, sino por mero exa-
men privado, l.3. tit.18. part.6. De aqui .es tambin que sus cau-
sas sean privilegiadas, y caso de Corte, l.8. tit, 3. lib.4. Recop.

Por lo que no hemos de suponer los Tutores aquella potes-


tad, y dominio absoluto, que las Leyes Romanas les concedan;
por rzon de no ser entre nosotros la tutela figura, y remedo de
aquel alto grado de patria potestad, qu los padres tenian sobre
sus hijos, sino mas bien una proteccin del menor, exercitada
por los tutores en nombre del Soberano, Magistrado, quien
est encomendada, la guarda de ios hurfanos

En las citadas Leyes tiene nuestra tutela fundadas sus pre-


rrogativas, que la hacen, algo distinta en el conceptode la que los S.II
Consecuen-
Romanos reconocian, segn las suyas. Esta idea clara y confor- cias de este
me nuestras leyes nos hace, entender: I. Porque ningun tutor, principio

excepcin del nombrado por el padre puede exercer la tutela


sin intervenir Decreto del Juez para ello, ll.6 y 8. tit.16. part.6,
II. Porque la confirmacin de la tutela sirve solo para aprobar, y
dar facultad al tutor, y no para suplir sus defectos. III. Por que el
hurfano est obligado reverenciar al Tutor, como persona que
S.III
representa al Magistrado, en cuyo nombre exerce la tutela: IV. Para quin
Porque la tutela es empleo viril, publico, y personal: V. Pocque sirve la tutela,
y qu.
en el nombramiento de tutor se atiende nicamente al bien y
provecho del pupilo.

INSTITUTO PACFICO 21
DON IGNACIO JORDAN DE ASSO Y DEL RIO, Y DON MIGUL DE MANUL Y RODRGUEZ

De la difinicion de la tutela se sigue: I. Que el tutor se d


principalmente para guarda de la persona del hurfano, y en su
consequencia para la de sus bienes, l.1. tit.16. part.6. II. Que
solo se de al menor de catorce aos, la menor de doce, d.,
l.1. III. Que eso A menores reciban el tutor, aunque no lo pidan,
no quieran, d. l.1: IV. Que solo se de al hurfano o menor sin
padre d l.I.

Siendo la tutela un empleo viril, pblico, y personal, I. no


podrn; ser tutores los menores de veinte y cinco aos, l4. tit.16.
part.6. pues no rige en este caso la l.I. tit.16 lib.3 del Fuero Real, S. IV.
Quien puede
que pone veinte aos. II. Tampoco podrn serlo el mudo, el ser tutor

sordo, fatuo, desmemoriado, prdigo, los Obispos, Monges, y


Religiosos, ll.4. y 14. tit.16. part.6 pero s los Clrigos, siendo
pacientes del pupilo, y pidindolo dentro de qutro meses, d.
l.14. III. Tambin se excluyen las mujeres al no ser tales, que el
grande afecto para con el pupilo pueda suplir el vicio de su sexo:
tales son la madre, y la avuela d. I.4. tit.16.part.6

Atendiendose en el nombramiento del Tutor el mayor bien,


y provecho del hurfano, tuvieron a bien nuestros legisladores
el que hiciese tambin ley en este nombramiento la voluntad
expresa del testador para con el pupilo, que instituye heredero;
porque juzgaron muy natural, que ninguno mejor que el Testador
mirara en aquella hora por el hurfano, y bienes que le dexaba.
CAP. II.
Por como muchas veces faltan estos testamentos, quisieron en De las espe-
este caso, que el mas cercano pariente tuviese derecho para cies que hay
de tutela
ser guardador del hurfano, como suponiendo en el todo aquel
mayor afecto, que es ms natural en un pariente, que en un
estrao. ltimamente, careciendo el pupilo de aquella exprsin
del Testador, y de parientes, qued arbitrio al Magistrado para
nombrar un estrao por tutor, siendo hombre bueno, y leal. Na-
cen pues de aqui las tres especies de tutores, conocidas entre
|os Romanos, y adoptadas por nuestras Leyes, Testamentario,
legitimo y dativo, de que habla la l.2, cit. 16. part.6.

Como el fundamento de la tutela testamentaria es aquel


afecto que se supone en el Testador, de aqui se infiere: I. Que, S.I.
De la tutela
el padre puede dexar Tutor no solo al hijo nacido, sino tambin testamentaria.
al por nacer, l.3.tt.16. part.6 y es de extraar, que contra una
ley tan expresa diga el Seor Vela, disert.I n.48. lo contrario,
fundandolo en textos del Derecho Romano, que nada sirven en

22 ACTUALIDAD CIVIL
INSTITUCIONES DEL DERECHO CIVIL DE CASTILLA

estos Reynos; II. Que el avuelo puede igualmente nombrar Tu-


tor al nieto, con tal que no Haya de recaer en la potestad del
padre, d. l.3. III. Que pueda hacerlo la madre, quando quedan
sin padre los hijos, y los nombra herederos; pero no, faltando
esta circunstancia, aunque si lo hiciese, ser habido, y admitido
por Tutor testamentario, si el Juez quiere confirmarlo, l.6. tit.16.
part.6. IV. Que el padre puede nombrar tutor al hijo natural; bien
que deber ser confirmado por el Juez, l.8. tit.16. part.6. V. Que
el Tutor testamentario ha de ser nombrado con certeza, indi-
vidualidad de persona: Por lo que VI. si se nombr Tutor uno,
cuyo nombre Es comn dos no haviendo pruebas ciertas con
que se pueda asegurar qual de ellos quiso nombrar el Testador,
ni uno, ni otro ser Tutor, l.7. tit. 16. part.6. VII. Que el tutor testa-
mentario puede darse con condicin, por cierto tiempo, y simple;
absolutamente en cuyos casos se deber seguir invariable-
mente la Testador, l.8.tit.16. part. 6.

Como la tutela testamentaria en tanto subsiste en quanto


es provechosa, y til al pupilo, se sigue de aqui, que si la madre,
avuela fuese nombrada tutor en Testamento de padre podr
serl con tal que no pase segundo matrimoni, y renunciando
qualquier derecho, que favoreciendo ella, podri ser perjudicial
al hurfano: lo qual est fundado en que la muger, aspirando
otro matrimonio, se presume que pone su afecto en el marido,
y no en su hijo, por cuyo amor se le admiti la tutela, ll.4.y 5
tit.16. part. 6.

Diximos, que en falta de Tutor testamentario, tenian lugar, y S.II.


De la tutela
derecho la tutela del pupilo sus pa rientes mas cercanos, que legitima

forman la segunda especie de tutela; que llamamos legitima: de


donde nace:

I. Que este derecho proviene del mas prximo grad de


consanguinidad con el hurfano; y asi debe preferirse el de mas
cercano parentesco; en su falta, el que prximamente le succe-
de en esta consanguinidad l.9. tit. 16. part.6. Por, lo. Que; II. la
tutela legitima sigue las leyes de succesion, que se expresan en
adelante. De aqu es, III. que ia fnadre es la primera este dere-
cho, y en su falta la avuela y n defecto, nolencia de ambas, el
pariente mas cercano d. l.9 a diferencia de que por la l.3. tit.3. lib.
4. del Fuero Juzgo, era primero la madre; y casandose esta el
hermano mayor del pupilo, si llegaba veinte aos en cuya falta

INSTITUTO PACFICO 23
DON IGNACIO JORDAN DE ASSO Y DEL RIO, Y DON MIGUL DE MANUL Y RODRGUEZ

entraba el tio paterno, y de este pasaba su hijo, acabandose


en los que eran consanguneos del pupilo.

Una vez que dicha ley 9. Al la preferencia para la tutela


legitima la madre, y avuela, es evidente; que tuvo poco funda-
mento el Seor Gutierrez para constituir por quarta especie de
tutela la que exercen ia madre y la avuela. Vease su tratado de
Tutelis & Curris part. 1. cap. IV. Si hay muchos parientes en igual
grado de consanguinidad con el pupilo, todos sern Tutores,
l.t.1.tit.16. part.16. y administraran como se dir en el capitulo
siguiente,
S.III.
La tutela legitima de los patronos no se conoce hoy dia. De la tutela
Dativa

A fin de que proceda el Juez en el nombramiento del Tutor


dativo con todo conocimiento, y mire por la mayor utilidad del
pupilo, se ha establecido: I. Que regularmente proceda peticin
de este sqialmiento. II. Que no todo Juez puede hacerlo IlI. Que
solo haya lugar el tutor dativo, quedando falta el testamentario y
legitimo, II.2. y 12. Tit. 16. Part 6.

Precediendo peticin de parte para el nombramiento del Tu-


tor dativo, hace: I; Que deben pedir en primer lugar los parientes
mas cercanos; y no hacindolo pierden el derecho de sucesin,
que podan tener en los bienes del hurfano, l.12. tit.16. part.6.
II. Que en falta de estos, pedirn los amigos del pupilo, y en la
de todos, cualquiera Vecino del Pueblo, d.l.12. III. Pero cuando
ninguno de estos lo haga, y conozca el Juez que queda desam-
parado el pupilo, deber nombrar tutor de oficio, y por la potes-
tad que le est encomendada

Como no todo juez puede: nombrar tutor, se h de advertir:


I. Que solo esto lo pueden hacer los Jueces competentes, qua-
les son los que se hallan, en el lugar del domicilio del huerfa-
no en el del nacimiento de este, o de su padre; en el lugar
donde se hallan la mayor parte de los bienes raices del pupilo,
l. 12. tit. 16. Part. 6. Y fuera de estos ningun Juez puede poner
Tutor Gutirrez Tut. & Cur.part.I. cap. 16. II. Que si acaeciere que
los tres Jueces diesen Tutor, aquel prevalecer, qe contase ser
nombrado primero, pero si esto lo hubiese hecho en un mismo
dia, y no se pudiese averiguar esta prelacin, entonces valdr el
nombramiento del Juez del domicilio del huerfano. Asi se conje-

24 ACTUALIDAD CIVIL
INSTITUCIONES DEL DERECHO CIVIL DE CASTILLA

tura del ordn con que estos jueces se nombran en d. l.I2.Vese


Greg. Lpez all glos.13. III. Que este nombramiento pertenece
al Juez mayor, que puede delegarlo en el menor, quando los
bienes del pupilo no pasan del valor de quinientos maraveds; d.
I.12. IV. Que el nombramiento del Tutor para hurfano de Gran-
de compete al Rey, al Magistrado, quien diere particular co-
misin, l. 14., tit. 5. lib.2 Resap.

Siendo el tutor dativo el que entra en falta del testamentario


y legitimo, se sigue: I. Que por sola ausendia, temporal inca-
pacidad del Tutor testamentario, legitimo, no se de Tutor, sino
Curador I. 13. tit. 16. part. al fin. II. Y que solo dure hasta la edad
de catorce aos en los varones, y doce en las mujeres, d. l.12.
Vease la forma de este nombramiento en la l.94.tit. 18.part.3.

Exercitandose la tutela por cualquiera de estos tres Tutores


en nombre del Magistrado, ser neceara la confirmacin, de-
creto que dan los Jueces para que el Tutor administre, y cuide la
persona del pupilo, como se ve en las ll.4. 6. y 8. tit. 16.part.6 Y
si la l.3 alli. parece que exceptua de esta regla general al Tutor
nombrado por el padre, no haciendo mencin de tal decreto, es
por presumir que un padre echar mano de sugerto idneo; y
hbil, quien encomiende la persona, y bienes de su hijo legi-
timo.

Curador es: Aquel que dan por guardador los mayores de CAP. III.
De la curadura
catorce aos, menores de viente y cinco, leyendo en su acuer-
do, aun a los queren mayores creyendo locos, desmentor
l.13. tit.6. part.6: la qual definicin debe entenderse los prdi-
gos, que se computan locos por su mala conducta.

Muchas de las cosas que hemos dicho hasta aqu de los


Tutores, deben entenderse tambin de los curadores por lo que
pasaremos a expresar las siguientes diferencias: I Que los ma-
yores de catorce aos y doce aos no pueden recibir curador-
contra suvoluntad, excepto para plebeyos, d.l, 13. II.Que no se
debe dexar curador en testamento, y si se dexa, necesitar con-
firmacion de juez, d. l. 13. alli. Que no hay curaderia legitima
para los fuirosos, segn Lopez en la gl.i. la l.2. tit.16. part.6. IV.
Que l Curador se d en primer lugar los bienes, y por consi-
guiente la persona. Lpez a d. l.13. gl.2.

INSTITUTO PACFICO 25
DON IGNACIO JORDAN DE ASSO Y DEL RIO, Y DON MIGUL DE MANUL Y RODRGUEZ

Acabandose la tutela los catorce, y doce aos, empezar


en estas edades la curadura respectiva de cada sexo; bien que
tambin tendr lugar el nombramiento del Curador, siempre que
acabe la tutela por alguna de las causas, que pondremos quan-
do se hablar de esto en el tit.4.

En Aragon son de advertir las siguientes diferencias: I. Que ARAGON

no se conoce la Tutela legitima, Obs.9 de tutorib. Lib.5. II. Que


si hay dos tutores nombredos, se prefiere para administrar el
que hizo inventario, segn Portols; verb. Tutor. n.26. III. Que
la madre, aunque pase a segundo matrimonio, no dexa la tutela
de sus hijos, Fuero 3. de Tutor. IV. Que el Tutor testameritario no
necesita decreto de Juez; pero deber jurar, segn disposicin
clara del Fuero 2. De Tutorib. Aunque dice lo contrario Portles,
verb. Tutor. n.32. V. Que el Juez, siendo requerido, nombre Tu-
tor, aunque sea pstumo por aquella parte, de donde descien-
den los bienes; de modo que si el hurfano queda sin padre, ni
madre, s le nombraran dos tutores de parte de ambos, Obs. I.
de tutor y fuero 4. de tutor. VI.Que la madre se prefiera para la
tutela dativa, si quiere ser tutriz. Obs. 3 de Tutor. VII. Que no se
da curador al prdigo, sino en el caso de ser insensato obs. 7
de tutor. VIII. Es de notar que el Fuero un ut minor viglinti annis,
lib,. 5 prohibi a los menores de veinte alos el engenar, obligar,
hypothecar sus bienes, y solo les dex la facultad de testar. Des-
pus de las cortes de 1564 se les prohibi generalmente el con-
traer, excepto capitulacin matrimonial, sin autoridad del juez, y
de dos parientes prximos por la parte de donde descienden los
bienes. Rubric, que los menores de veinte aos. Bien que esta
ultima circunstancia no se observa siempre en la practica.

TITULO III.
De las obligaciones de los Tutores, y Curadores

Para desempear el cargo de Tutor, Curador cop con CAP. I


De las ob-
exactitud, es preciso que la tutela, curaduria no solo se admita ligaciones del
tutor y Curador
segn las leyes del Reyno, sino que tambin se exerza segn por lo que toca
la adminsi-
ellas. I. Se admite la curador por lo tutela segn estas Leyes, tracion de sus
siempre que en su admisin el Tutor pone en salvo al pupilo, y cargos

sus bienes. II. Exercese debidamente, siempre que el Tutor cui-


da en primer lugar la persona del hurfano, y en consecuencia
los bienes, y haberes.

26 ACTUALIDAD CIVIL
INSTITUCIONES DEL DERECHO CIVIL DE CASTILLA

Como el tomar el cargo de Tutor sea poner en salvo la per-


sona, y bienes del pupilo, es evidente: I. Por por que nuestras
Leyes mandan en primer lugar, que el Tutor afiance con juramen-
to, l.9. tit.16 part.6. y no dando fianzas, sea de ningn momento
quant hagan los Tutores, y aun haya motivo para que el Juez la
Administracin; bien que la madre, avuela, que admite la tutela S. I.
Por lo que mira
legitima, solo esta obligada hacer las renuncias que hemos la admisin.

dicho, d. l.9. II. Por que estn obligados los Tutores, y Curadores
hacer inventario; y no hacindolo, puedan removerse, no ser
que haya justa causa para no hacerse; pero aun en este caso se
debe luego mandar hacer, l.15. tit.16. part.6 y este inventario ha
de ser hecho con otorgamiento del Juez ante Escrivano publico,
y con expresin de muebles, raices, y dems que prescribe la l.
99 tit. 18. part.3, siendo este inventario, de tal fuerza y valor que
no se admite contradicion por el Tutor, aun en caso de haver
expresado mas bienes de los que tena el pupilo, l.120. tit.18.
part.3. Pero quando no hay bienes, debe el Tutor protestar de
ello ante el juez para que esta protesta le sirva de inventario,
descargo en la razn de cuentas. Lpez la d. l.99. tit.18. part.3.
glos.3. III. Porque estn obligados al pupilo, y sus herederos los
bienes del Tutor desde el dia que comienza usar de la ta tutela,
hasta el dia en que d cuentas de ella, l. 23. tit. 13. part.5.

Tomada posesin de la tutela baxo estas solemnidades,


debe administrarse bien, y legtimamente. Para lo qual, como no
pocas veces sucede que esta administracin est encomendada S. II
Por lo que mira
muchos, ya porque los nombr el testador, ya porque, encon- la adminis-
trndose todos en un mismo grado de consanguinidad, igual- tracion

mente les d el Magistrado este encargo lo qual siempre trahe


mil disturbios entre los Contutores y malas consequencias para
el hurfano: puedese en estos cansos convenirse entre ellos el
que uno se encargue d la administracin pupilar con aproba-
cin del Juez; quien en caso de desavenencia puede nombrar
por administrador al que ofrezca mayores seguridades l.11. tit.
16. part.6.

Para esta buena administracin son necesarias dos obliga-


ciones: una, que mira al cuidado de la persona del pupilo; y otra
que pertenece al cuidado de sus bienes. Aquella es la principal,
y de ella se sigue. I. Que el Tutor no puede dexar indefenso al
pupilo por ningn caso. Por lo que II. debe demandar o defender
el pleito que moviese, le fuese movido; en cuyo caso, si fuesen

INSTITUTO PACFICO 27
DON IGNACIO JORDAN DE ASSO Y DEL RIO, Y DON MIGUL DE MANUL Y RODRGUEZ

dos, mas los tutores, qualquiera puede hacerlo por si solo,


no estando presente el otro pero esto ha de entender siendo
el pupilo menor de siete aos, pues si es mayor podr mover
pleito y responder con otorgamiento, y presencia de guardador,
l.17. Tit.16. part.6. III.Debe el tutor personar estos pleitos por si
mismo, y no por procurador, d. l.17. IV. Y hallndose impedido
de poder hacerlo, puede nombrar actor para una causa deter-
minada, que deber expresarse en la escritura de poder, cuya
formula se halla en la l.96.tit.18.part.3 pero siempre con la obli-
gacin de estar al dao, que provenga de este nombramiento,
d.l.96. V.Dada la sentencia contra el guardador en tales pelitos,
no se hace entrega en los bienes de l, sino en los del hurfano,
d. l.17. Tit.16. part.6. VI. Debe interponer su autoridad en los
negocios, y contratos del pupilo porque de otro modo este no
se obligar con los contrayentes, no ser que la obligacin sea
en beneficio del hurfano, como dice d. l. 17. VII. Debe darle
educacin, instruile en aquellas ciencias, artes, que segn
su familia, nacimiento, y haberes, le correspondan, l. 16, tit.16.
part.6. VIII. Debe alimentarlo de sus caudales, segn lo dispon-
ga el Juez, dexando siempre seguras las fincas; pero quando
convenga no manifestar sus riquezas, pobreza, puede hacerlo
el Tutor de lo suyo, y despues acudir para el reembolso los
del pupilo, l.20. tit.16. part.6. IX. Ha de darle habitacion, casa,
y esta ser la que el padre huviese sealado en el testamento;
y no haviendola sealado, so criar en la de la madre; y en su
falta, casandose esta, se deber criar en aquella que deter-
minase el Juez, quien h de cuidar, y atender al bien del pupilo;
pero de ninguna suerte en casa de aquel, que puede heredar
sus bines: I.19. tit.16. part.6.

La segunda obligacin que pertenece al cuidado de los bie-


nes del pupilo, se comprehende en las siguientes reglas: I. Que
no puede d Tutor enagehar cosa alguna de los muebles sin otor-
gamiento del Juez del lugar del domicilio; que no proceder sin
conocmiento de causa, y utilidad del hurfano, l.4. tit.5. part.5.
sin embargo podr executarlo sin noticia del Juez, siendo con
el fin de dotar la hurfana, l.14.tit.II. part.4. II. Mucho menos
podr enagenar los raices, sino que sea para pagar deudas del
padre, casar hermanos del pupilo; pero esto con aprobacin del
Juez, l.18. tit.6 part.6. y d. l.14. III. Aun en estos casos; y causas
justas de enajenacin de raices no consetira el Juez se haga de
la casa del padre avuelo del hurfano, en que conste haya na-

28 ACTUALIDAD CIVIL
INSTITUCIONES DEL DERECHO CIVIL DE CASTILLA

cido este, sino que absolutamente, no pueda escusarse, d. l.18.


tit.16.part. 6. IV. Tampoco puede el Tutor empear los raices sin
autoridad de Juez, pero s podr hacerlo con los muebles, resul-
tando manifiesto provecho al hurfano; para lo qual podr poner
el dinero que tomre de estos empeos, en ganancias, y pro del
mismo, l.8. tit.13 part.5. V. Que el Tutor no puede comprar cosa
alguna del pupilo, sino con expreso otorgamiento del Juez, y
consentimiento de los Contutores, l.23. tit. 11 lib.5. Recop., l.4.
tit.5. part.5. y aun en este caso ha de ser manifiesto el provecho,
y utilidad del hurfano; pues no siendo asi, queda al pupilo libre
la restitucin del dao, cuya demanda ha de interponer ante el
Juez dentro de quatro aos. d. l.4. VI. Puede no obstante de
propia autoridad hacer todas las expensas necesarias, que le
permite el Derecho, como pagar salarios de Maestros, deudas,
dotes, &c. para cuyo resarcimiento quedan obligados al Tutor
los bienes del pupilo. Greg. Lpez la l.23. tit.13. part.5. glos.4
al fin.

Siendo gravosa la administracin de la tutela, seria difcil


hallar Tutores que quisieran desempear gratuitamente esta
obligacin. En cuyo principio se fund la disposicin de la l.2.
tit.7. lib. 3. del Fuero Real; que seala al Tutor por su trabajo la S. III.
decima de las rentas del pupilo, deducidas las expensas y se De la decima
del tutor
empieza contar desde que acept, jur, y afianz. El origen de
esta decima se halla en las Leyes de los Godos, como aparece
en la l.3. tit.7,. lib.4. Fuero Juzgo. Trata este asunto largamen-
te Gaspar Baeza en su Obra: de Decima Tutori, Hispano Jure,
prestanda adonde nos remitimos.

Estos principios deben aplicarse los Curadores de los me-


nores de veinte y cinco aos; y para graduar de vlidos, nulos
los contratos, que celebran sin autoridad del Curador, se ha de
ver si les son tiles, perjudiciales, la qual regla est expresa S. IV.
Aplicacin de
en la l.17.tit.16.part.6 y se confirma en diferentes especies de esta doctrina
obligaciones ll. 3. 4. y 5. tit. 1. part.5; l.4. tit.12. part.5. l.47. tit. los Curadores

13. Part.5 y otras. No solo el contrato perjudicial es nulo, sino


que tambin puede el menor pedir entrega de los menoscabos,
segn las ll. 2. 3. 5. y 7., tit. 19. part. 6. no ser que interviniese
engao de parte del menor; pues entonces la ley favorece al
engaado, l.6. tit.19.part.6.

INSTITUTO PACFICO 29
DON IGNACIO JORDAN DE ASSO Y DEL RIO, Y DON MIGUL DE MANUL Y RODRGUEZ

En Aragn debe igualmente el Tutor jurar, y afianzar, obs.


3. de Tutor, lib. 5. y hacer un inventario, la qual providencia se
entiende tambin con el Curador del furioso, Fuero 2. de Tutor.
lib. 5. pero no .est obligado aumentar el patrimonio del pupilo,
y todo quanto gane, y utilice ser en beneficio suyo. Molino verb. ARAGON

Tutor.

No puede enagenar los bienes raices sin decreto de Juez;


pero podr hacerlo con los muebles siempre y quando sea con-
veniente, obs. 6. De Tutor.

Quando se trate de defender pleyto del pupilo, puede cons-


tituir Procurador antes de contestar, abs.8. de Tutor.

El Tutor en Aragon no percibe la decima, como en Castilla.

TITULO IV.

De las escusas de los tutores, y Curadores; y


como acaban la tutela, y curadura.

Como el Tutor, Curador, nombrado por qualquier modo de


los dichos, puede renunciar este nombramiento, proponiendo
tiempo, y ante Juez la escusa, se viene en conocimiento de que
su ministerio es personal, y pblico; por lo que las mismas co-
sas que escusan generalmente del ministerio publico personal,
CAP. I.
escusan tambin de la tutela. Escusa es: mostrar alguna razn De las escusas
de Tutores, y
derecha en juicio, por que aquel que es dado por guardador de Curadores en
general.
algn hurfano, no es tenudo de rescibir en guarda l, nin
sus bienes, l. 1 tit. 17. Part.6.

Las escusas, son voluntarias, necesarias. Las volunta-


rias se admiten en juicio por razon de privilegio se escusan: I.
Los que tienen cinco hijos legtimos, y naturales vivos, aunque
hayan perdido en servicio del Rey en la guerra alguno, algunos
de ellos, l.2. tit. 17. part.6. II. Los Recaudadores de rentas Rea-
les d. l.2. III. Los Embaxadores d.l.2. IV. Los Jueces que estan S.I.
De las dos
en actual residencia d.l.2. Las quales quatro escusas solo se especies de
escusas,
admiten, s se verifican antes de la admisin de la tutela; pero voluntarias,
necesarias.
no sirven despues, d.l.2. V. Los Maestros de Gramatica, Tetho-
rica, Dialectica, y de Medicina, si estn en acual exercicio en su
patria, fuera de ella, por mandato, facultad Real, l. 3. tit. 17.

30 ACTUALIDAD CIVIL
INSTITUCIONES DEL DERECHO CIVIL DE CASTILLA

part. 6. VI. Los Doctores en Leyes; que son Jueces, o conseje-


ros; los Profesores de Philosofia, y Cavalleros. Que estn en la
corte del Rey. d.l.3. VII. El que se ausenta por orden Real, nom-
brado Tutor interino por el Juez; pues una vez se restituye su
pais, buelve tomar la tutela; y no se le puede dar otra dentro de
un ao, sino que el lo quiera, d.l.2

Se escusan del cargo de Tutores por impotencia I. El que


tiene a su cargo tres escuelas, d.l.2. II. El pobre pordiosero, y
que solo vive de lo que gana diariamente, d.l.2. III.El que esta
enfermo de continuo, que ni aun puede dar cabo a sus cosas,
d.l.2. IV. El que no sabe leer, ni escribir, y no se atreve por esta
razon a desmpearlo, d.l.2. Pero estas escusas no competen al
pechero del Rey, como lo nota la l.12.tit.14. lib.6. Recop.

Finalmente se escusan voluntariamente por razon de ho-


nestidad: I. El que ha tenido con el padre del hurfano enemistad
capital, fuese su acual enemigo. d. l.2. II. El que tiene pleyto
con el pupilo, espera tenerlo, d. l. 2. III. El marido nombrado
guardador de los bienes de su muger menor de edad, pues debe
pedir para evitar toda sospecha sobre s, que el Juez nombre
otro guardador, l.3 tit. 17. p.6.

Las escusas necesarias son aquellas, por las quales no


puede el Tutor nombrado, aunque quiera, tomar su cargo la
administracin, y quedan referidas en el titulo segundo.

Deben los Tutores, que quieren excusarse, formar esta pre-


tension ante el Juez competente, para lo qual se requiere: I. Que
se ponga pedimento dentro de cinquenta dias, desde que supo
el nombramiento. II. Que se haga este juicio en el Juzgado del
Juez del lugar, en que est domiciliado el Tutor, que se es ecusa.
III. Que si estuviere ausente mas lejos de cien millas, se le con- S.II.
tar por cada veinte millas mas un dia, y los treinta que tiene por Del proceso de
escusa
razn d las cien millas, para que venga proponer la escusa.
IV. Que dentro de quatro meses se finalice el pleyto de si vale,
no la escusa propuesta. V. Que sintindose agraviado de la sen-
tencia del Juez el que se escusa, pueda apelar de ella al Juez
Superior, l. 4. tit. 17. part. 6.

La tutela, y curadura acaban de muchos modos: I. Pr edad


del hurfano, que es en los varones catorce aos, y en las hem-

INSTITUTO PACFICO 31
DON IGNACIO JORDAN DE ASSO Y DEL RIO, Y DON MIGUL DE MANUL Y RODRGUEZ

bras doce, como se deduce de la definicin de la tutela, y cura-


dura, l.21. tit. 16. Part.6 y asi la curadura se termina a los veinte
y cinco aos. II. Por muerte, destierro; del Tutor, hurfano;
d.l.21. III. Por cumplirse la condicin, y tiempo, el qual modo es
propieo de la tutela testamentaria, porque como diximos, solo
CAP. II.
el Testador puede poner condicin, nombrar por determinado Del como
acaban estos
tiempo al Tutor. IV. Por la adopcin. V. Por la remocin cargos

El ultimo modo con que hemos dicho qe se d fin la tu-


tela, es la remocin del tutor sospechoso, que tiene su origen en
aquel principio cierto, por el qual esta obligado el Tutor admi-
nistrar con toda fidelidad, y cuidado los bienes del pupilo. Por lo
que sospechosos se llamaran: Aquellos que, usan de fraude,
trampa, menoscabo en el oficio de tutor, por sus costumbres
se hacen sospechosos, aqunue de otra parte tengan que de pa-
gar, princp. Del tit. 18., part.6. De aqu se deducen estos tres
axiomas: I. Que sospechoso sea qualquier que haga patente su
mal proceder, descuido. II. Que es digno de ser removido de
la administracin, y de castigo, si obrare en dao notable del
pupilo. III. Que la acusacin en este caso sea pblica por razn
del objeto, fin, y forma.

Del primer axioma se sigue: I. Que la pobreza, por s sola


no hga sospechoso al Tutor, si de otra parte es morigerado;
y asi, aunque al pobre se le aparte de la administracin de la
tutela, porque estn en peligro los bienes del hurfano, no se re-
putar como sospechoso; pero si hubiese maltratado los bienes
de otro pupilo, huviese tenido mal proceder, y havra lugar
la sospecha, l.1. tit.18. part.6. II. Que una vez acusado el Tutor
sospechoso, no se; libra de la acusacin ofreciendo fianzas. Por
lo que, III. aun siendo rico, y prometiendo resarcir los daos cau-
sados, no debe mantenersele en la administracin de la Tutela,
d.7.

Del segundo axioma se deduce: I. Que acusado el Tutor se


le debe privar de laadministracin mientras dura el Juicio, y nom-
brarse Curador interino, l. 3. tit. 18. part. 6. II. Que resultando en
este juicio haver causado dao notable al pupilo, sea infame, y
pague los menoscabos, l.4. tit.18. part.6 bien que no se tendr
por infame, si solo se le eacusa de hombre perezoso, y de poco
cuidado, d.l.4.

32 ACTUALIDAD CIVIL
INSTITUCIONES DEL DERECHO CIVIL DE CASTILLA

Del terter axioma se infiere: I. Que estn obligadas mover


esta acusacin la madre, avuela, hermana, ama del pupilo, por
razn de aquella mayor piedad con que se interesan en su bien,
l. 2. tit. 18. part.6. II. Que pueda tambin acusar qual quiera del
Pueblo, aunque sean mugeres, exceptuados los pupilos, d. 1.2.
III. Pero podrn los menores acusar al Curador con consenti-
miento de sus parientes, d. 1.2. IV. Que esta acusacin pue-
de intentarse contra qualquiera especie de Tutor, d. 1.2. V. Que
deba practicarse ante el Juez del lugar donde tiene los bienes el
pupilo, d. 1.2. VI. Que no haviendo quien acuse al Tutor, y siendo
evidentes los argumentos de su mala conduda, puede el Juez de
propia autoridad remover al Tutor, Harmanoje juicioy poniendo
entre tanto un Curador, d. l. 3. all.

Acabada la tutela por alguno de los modos sobre dichos,


debe el Tutor dar cuentas al Curador de la administracin de
la tutela pupilar, si se acabase por haver cumplido la edad el
hurfano, en la qual se libra de la sujecin del Tutor. Pero si
este fuese removido por sospechoso antes de acabarse la edd
pupilar, deber dar las cuentas al guardador, que nombrase el CAP. III
De la mani-
Juez. Y el Curador, fenecida la curadura, por haver cumplido festacin de
cuentas, que
el mozo veinte y cinco aos, dar cuenta de su administracin deben hacer
Tutores y
al mismo mozo, l. 21. tit.16. part.6. Para esto se obligan no solo Cuiradores
los bienes del Tutor, y Curador, sino tambin los de sus fiadores,
y; herederos, al hurfano, y sus herederos, d. l.21. al fin. De las
obligaciones que tienen Tutor, y Curador, y, quedan referidas en
el Titulo tercero, puedese muy bien inferir, de que se les har
cargo en este juicio.

Ultimamente la doctrina de este capitulo puede aplicarse al


Curador, teniendo presentes los puntos, en que se diferencia del
Tutor.

No tratamos de la tutela de los hijos de nuestros Sobera-


nos, porque esto mas pertenece al Derecho publico Espaol.
Consltese la l.3, tit.15.part.2. y al Gutierrez de Tutel. Cur.part.
1. cap. 18.

Por practica de Aragn procede casi lomismo que hemos


dicho de Castilla sobre la remocion de Tutores Sospechosos.
Vease la obs.5. de Tutor. Es de notar, que el Tutor no puede dar
las cuentas al menor de veinte aos, sin intervencin del Juez, y

INSTITUTO PACFICO 33
DON IGNACIO JORDAN DE ASSO Y DEL RIO, Y DON MIGUL DE MANUL Y RODRGUEZ

de dos parientes cercanos por la parte de donde descienden los


bienes, Fuer. un de Libert. & Absolution. lib.5. Que si se descuid
en hacer el inventario por instrumento, como previene el Fuero,
se deferir al juramento del pupilo, quando es y mayor de edad,
para tomarle las cuentas, Fuer. 2. de Tutor.

TITULO V.
Del estado civil de las personas.

Dada la explicacin del estado natural de las personas, sus


divisiones, y propiedades, pasaremos hacer lo mismo en el
estado civil, que es el segundo miembro de la primera divisin,
que hicismos a la frente de este libro.
CAP. I.
Del estado
Segn l estado civil, se consideran los hombres: I. Como civil de las per-
sonas, y sus
naturales de estos Reynos, y estrangeros. II. Como Nobles, Hi- divisiones.
dalgos, Cavalleros, y Plebeyos. III. Como Legos, y Eclesisticos.
La distincin entre libres, y esclavos, que trahe nuestro Derecho
en la part.4. tit.21. y 22. se halla desconocida en el dia, no
ser que quiera establecerse por los Negros, que se emplean en
Indias en los trabajos de minas, que se tienen.en esclavitud
por algn particular; pero aun en esta circunstancia es agena de
este tratado.

Naturaleza tanto quiere decir como: debido a que ban los


omes unos con otros por alguna derecha razon se amar, en se
querer, l.1. tit.24. p.4. Segn esta definicin que comprehende
generalmente la obligacin, que tienen todos los naturales para
con aquellos quines estn obligados por alguna razon, han CAP. II.
De la primera
lugar los diez modos de adquirir naturaleza, que expresa la l.2. divisin del
estado civil en
alli, pero no siendo al presente todos de nuestra consideracin, naturales, y
estrngeros
por pertenecer unos al Derecho de Gentes, y otros la razn
de sujetarse al juicio del Magistrado, callaremos absolutamente
aquellos, y estos los trataremos en sus respectivos lugares, con-
tentndonos ahora con llamar natural de esto Reynos, segn la
ley Supletoria aquel, que fuere nacido en estos reynos, e hijo
de padres, que ambos dos, a los menos el padre sea asi-
mismo nascido en estos reynos, baya contrabido domicilio en
ellos, y adems de esto haya vivido en ellos por tiempo de diez
aos. l.10. tit.3. lib.5 y Recop.

34 ACTUALIDAD CIVIL
INSTITUCIONES DEL DERECHO CIVIL DE CASTILLA

De aqui se sigue: I.Que son dos los modos de adquirirse


la naturalidad, por haver nacido en estos Reynos, siendo lo
menos el padre natural de ellos; bien si los Padres han habi-
tado diez aos con intencion de domiciliarse, d.l. 19. II. Que si
el padre se halla ausente en servicio, por mandado del Rey,
y en este tiempo naciere el hijo fuera, ser sin embargo natural S.I.
Espaol, por reputarse nacido en Espaa, d. l.19. III. Que esto Modos de
adquirirse la
se entiende de los hijos naturales, y legtimos; pues para que los naturaleza en
estos Reynos
espurios adquieran naturalidad, se requiere, que tanto el padre
como la madre; hayan nacido domiciliadose por diez aos en
el Reyno d.l.19.

Por razn de esta naturalidad, nacen entre el Rey, y el natu-


ral tertas obligaciones qiie pertenecen l Derecho Publico Ve-
se la part.2 desde tit. 2 hasta el 21.

Adquirida la naturalidad, I. hacese capaz el natural de los


empleos, y puestos pblicos. II: Obliga se prestar al Rey todo
quanto dice la part.2 desde el tit.12. hasta el 31. III. No puede
ser convenido fuera del Reyno, Aut. 3. tit.8.lib. 1. IV. Prohibese-
le ba-xo pena de perdimiento de bienes, y destierro perpetuo
salir fuera de l estudiar; exceptuando las Universidades de
Bolonia, Coimbra, Roma, y Naples, l.25 tt.7. l.1. Recop. Pero
haviendo cesado las razones de esta constitucin, Juzgamos S.II
Esenciones de
no se observe n el dia. V. No pueden vestir los naturales otras los naturales,
y sus obliga-
ropas, que las fabricadas en el Reyno, Aut. 7. Tit. 2. lib.5. ley ciones

preciosa, pero totalmente inobservada.

Pierdese la naturalidad de cinco modos. I. Por traycion del


natural contra el Rey, y esto envuelve la perdida de bienes, y
mercedes. l.5. tit. 24. Part.4. II. Si el Rey machina muerte del
natural sin justicia ni derecho. III. Si le niega justicia. IV. Si des-
honra su muger, d.l. 5. Estos tres ltimos pueden ha ver dado
origen al V. que consiste en desnaturalizacion, renuncia volun-
taria, que hace el natural.

De aqui resulta el cesar todas las obligaciones reciprocas; S.III


De los modos
porque desnaturar, tanto quiere decir, como salir orne de la na- de perderse la
naturaleza
turaleza, que b con su Seor, con la tierra en que vive d. I. 5.

No han faltado poderosas razones nuestros Legsladores


Para excluir los estraos de los empleos publicos, y Eclesis-

INSTITUTO PACFICO 35
DON IGNACIO JORDAN DE ASSO Y DEL RIO, Y DON MIGUL DE MANUL Y RODRGUEZ

ticos, y obligarles ciertas cosas, que convienen para el buen


govierno. Por eso han dispuesto: I. Que no puedan obtener-Al-
caldas, Regimientos Ciudades, Villas, ni ser Regidores Ju-
rados, l.2. y 27. tit.3. lib.7 Recop. II. Que no puedan obtener
Beneficios ni pensiones sobre estos, l. 14. 15. 17. 18. y 25. tit. 3. S.IV
lib. 1. Recop. III. Que no se hagan donaciones, ni trapasaciones De los es-
trangeros
de Villas, Castillos, Jurisdicciones su favor, l. 1.y 2, tit. 10. lib.
5. Recop. V; Que no se les de posesione Encomienda alguna.
Aut, 6 tit. 3. lib. 1. V. Y para que estas leyes fuesen inviolables,
prohibieron conceder naturalidad ls estrangeros, y mandaron,
que el Rey no lo consienta, l 36. tit. 3. lib. 1. Recop. VI. Que no
puedan ser Correrdores de Cambio, ni Mercaderas l.7. tit. 16
lib.5 Recop. VII. Que no Ies escuse la ignorancia de las Cedu-
las Reales, Pregones, Edictos, &. sobre sacas, y entras de co-
sas vedadas, registros, derechos de Aduana, &. Bobadilla Polit.
L.4.c.5.n.71. Vease l.15. tit 1. part. 1. VIII. Que solo puedan usar
de los vestidos que traxern Contra Pragmtica de trages por
espacio de seis meses, desde el da que entraron en Espaa,
l.1. cap. 17. Tit. 12. Lib.7. Recop. IX. Que no anden por las calles
Buhoneros estrangros Aut.un.tit. 20, lib.7. X. Que no puedan
tener carniceras, panaderas ni pescaderas en los pueblos l. 2.
tit.3. lib. 7. Recp. XI. Pero no pagarn moneda forera, haciendo
constar, que lo menos moraron fura del Reyno por tres aos,
l.7. tit.33.lib.9. Recop.

Baxo otr tnas estrcha. Significacin entendemos tambin


por estrangeros de una Provincia al que no es nacido en ella; y
en este sentido prohiban antiguamente los Fueros de Aragn,
que ningn estrangero; obtuviese mpleos, ni dignidades en el.
Reyno. Pero el Seor Phelipe V por Decreto de 7 de Julio de
1723; que es el Aut.30. tit. 2. Lib.3 mand que igualmente se
admitiese en aquella Corona para los empleos qualquiera de los
nacidos en los otros Reynqs de Castilla dexando en su fuerza
la ley de Mallorca, que manda no pueda ninguno que no sea
mayorquin obtener dignidad, renta de sus iglesia, d. Aut. 30.

La segunda divisin de los hombres, segn el estado civil,


es en Nobles, Cavalleros, Hidalgos y Plebeyos. Nuestras leyes
distinguen claramente estas cuatro clases, como se vera en el
discurso de este capitulo.

36 ACTUALIDAD CIVIL
INSTITUCIONES DEL DERECHO CIVIL DE CASTILLA

Podemos definir nobleza: Un conjunto de acciones buenas, CAP. III


De la segunda
quienes llamaron nuestros antiguos gentileza, que muestra divisin del
estado
tanto como nobleza de bondad. Asi se deduce de la l.2. tit. 21. civil en nobles,
Cavalleros,
Part.2. que distingue tres noblezas, la de linaje, saber y accio- Hidalgos, y
Plebeyos
nes. La nobleza de acciones junta con la de linaje, se reine de
la mejor d. l.2. y esta separada de aquella pierde mucho de su S.I.
De los nobles,
aprecio, l.6.tit. 9. Part.2. Hay otra nobleza de posesion, que se sus especies,
y privilegios
adquiere por titulo de veinte aos, l.8.tit. 11. Lib.2. Recop. Que
correge la l. 1 tit.7 lib.5 alli. La qual pedia quarenta

Es la clase de Nobles la mas estimada en el Reyno por su


nacimiento, acciones, saber; y asi vemos que son y deben ser
preferidos para los grandes oficios l. 2. tit. 9. part. 2; siendo tanta
su estimacin desde los principios de nuestra Monrcha, que
quando.se daba la Corona por eleccin alguno de los Godos,
debia tener la circunstancia de Noble por ser elegido Rey l.8.
Prol. del Fuero Juzgo.

Por esto los Nobles estn llenos de privilegios, y esencio-


nes, que pueden reducirse tres generos, I. La de tributos ple-
beyos. II. La de no pderseles dar tormento, ni encarcelar por
deuda civil. III. La Esencion que tuvieron d no desdecirse del
agravio que havian hecho.

El primero que Libro los Nobles de pechos fue el Conde


Don Sancho Garda de Nobilit. glos. 6. n. 8. Hallase confirmado
este privilegio en las ll.7. y. 9. tit. 11. lib. 2 Aecop. y en la L io. tit2.
ib. 6. /// aunque Ja ley 19. tit. 14. lib. 6. Recop. expresa, que de-
ben contribuir para las obras publicas. Esta esencion de pechos
fue comunicada a la viuda del Noble, porque debe ser horada
Como su marido l.9 tit.11. lib. 2. l.25 tit. 11. lib. 5, Recop y cesa si
se casa con pechero 4 prd -la vuelve recobrar en enviudando,
i.9. Es de notar la antigua solemnidad, que refiere Villadiego la
1.8. Prol. del Fuero Juzgo, n. 52. como necesaria entonces para
reintegrarse en el goze de este privilegio.

El privilegio de no ser encarcelado, contenido en la l.4 tit.2.


lib.6 Recop. cesa, I. Si el Noble renuncia el con juramento
solemne. Villadiego d. I. 8.n.68. II. Si al tiempo de contraer la
deuda civil, se oculta la nobleza al contrayente. Gmez la 14.
y 4.tit.2 lib.6. Recp. IV. Si la deuda procede de delito, quasi

INSTITUTO PACFICO 37
DON IGNACIO JORDAN DE ASSO Y DEL RIO, Y DON MIGUL DE MANUL Y RODRGUEZ

delito, l.6 tit. 2.lib.6.Recp. en cuyo caso se seala al Noble crcel


mas honesta, que la comn del plebeyo, l.11.tit.2.lib.6.Recop.

Cmo siempre fue cosa vergonzosa el desdecirse, la Ley


quiso exceptuar los Nobles de tal pena, l. 2. tit. 10. Lib.8. Re-
cop. Villadiego la l. 6. tit.. lib. 12. del Fuero juzgo, n.16. Es tam-
bin privilegio muy particular, que la Justicia no deba quebrantar
la casa de los Nobles. I.61. tit.4, lib. 2. Recop.

Como los Doctores componen la segunda clase de Nobles,


que trahe la l.2. tit.21. part.2 no es de estraar, que gocen la
esencion de pechos 11, 8; y 9. tit. 6. lib. 1. Recop. pero esto no
se estiende ios Bachilleres l.2. tit. 14. lib. 6. Recop. ni tampoco
los hijos ilegtimos de los Nobles, e Hidalgos, l. 20. tit. 11. lib.
2; l.9. tit.8. lib.5. Recop.

Explicada la Nobleza en general, vamos declarar sus es-


pecies particulares, de que hablan nuestras leyes. En primer lu-
gar distinguiremos la Nobleza de Solar de la titulada, aunque
esta incluya, aquella. Por Solar se, entiende: territorio con casa
S.II.
en l, situado en tierra fuerte de montaa, segn dice Garca de De los grados
de Nobleza
Nobil. Glos. 18.n.35. Esta Nobleza de solar conocido ha sido
siempre de mucha estimacin.

La Nobleza titulada se distingua por los ttulos de. Duque,


Marquz, Conde, y Vizconde. Los Godos in-troduxeron en Es-
paa el tirulo de Duque apropiado, los mayores Generales de
Ejercito, nombrados por el Emperador y por esto dice la l. 11.
Tit.1. part. 2. que Duque: es como caudillo de hueste y que tom
este, oficio antiguamente de mano del emperador. Hernan de
Mexia en lib. 1. Cap.75. de su Nobiliario trahe sus privilegios,
que era muchos y se derogaron por la l.8. tit.1 lib.4. Recp.

El titulo de Marqus se mantuvo algn tiempo con prelacion


al Conde Salazar de Mendoza Origen de las Dignid. Segl. De
Castilla, Lib.3. Cap. 14. Segn d.l. 11. Tit. Part.2. Marquesera:
Seor de alguna gran tierra, que esta en comarca de Reynos.
Dicen que esta voz se deriv de la alemana Marcbgraph, que
significa Capitan de Frontera. Aludiendo esto Don Bernardo
Conde de Barcelona en un privilegio del ao 794. Se intirul Du-
que, Conde y Marques de las Espaas, Mendoza. alli.

38 ACTUALIDAD CIVIL
INSTITUCIONES DEL DERECHO CIVIL DE CASTILLA

Trata sus preheminencias Mxa lib.i cap. 76. Conde es:


Compaero, que acompaa cotidianamente al Emperador,
Rey, facindole servicio sealado, d. I. 11. Este titulo es mas
antiguo n Espaa, que los de Buque; y Marqus. Mexa lib. I.
cap.77. En tiempo de la dominacin Romana los Governadores
de Espaa se intitulaban Condes, y asi Dioclesiano, y Maximi-
liano en la l.14. Cod. de fid instrum. Llaman a Severo Conde de
Espaa. En el tiempo de los Godos se daba el titulo de Condes
a los Governantes, y Magistrados de las Provincias, como tam-
bien a los principales oficios de las Casa Real, y por esto tuvo
mas estimacin el titulo de Conde, que el de Duque, Mendoza
alli. Lib.3. cap.5. Hoy da los Condes, y Duqes se nombran del
Consejo del Rey, l.4. lib.2. Recop. La qual indica la razon.

Vizconde eran: los hijos mayores de los condes. Mexia alli,


lib.1. cap.78 y se llamaban asi, por que segn la l.11.tit. 1. Part.2.
Vizconde es: el ooficial que tiene lugar de Conde.

Por la pracmatica de tratamientos, que es la l.16.tit.1 lib.4.


Recop. Al cap. 14. Los grandes Marqueses, y Condes solo tie-
nen tratamiento de Seora; por lo que es pura gracias el de
Excelencia, que hoy se les d.

Todos estos nobles admisnitran justicia en sus tierras, y se-


oros por privilegio y de costumbre, y no de otra manera, l.12.
tit.1. part.2. Esta jurisdiccin no se estiende hacer leyes, ni
conceder legitimaciones d.l.12.

Tambien introduxo en Castilla el titulo de Infanzon que co-


rresponde a los Catalanes, y Varvasores de Italia. El Infanzon no
puede usar de poder, y jurisdiccin sino por privilegio especial,
l.3. tit. 1. Part.2.

Los Cavalleros constituyen otra clase de Nobleza, Su ori-


gen viene de los reyes Godos, que habiendo sido ta guerreros,
y caudillos, premiaban el merito del valor, y de las armas. En los
principios los Cavalleros se escogan de mil uno, y comumente
se echaba mano para este exercicio de los hombres de mayor
robustez, y coraje, como cazadores, herreros, carniceros, etc. S.III.
De los caval-
L.1. tit.21. part.2. Pero vindose que estos obraban sin pundonor leros; quienes
pueden ser;
por la baxeza de su nacimiento, se escogieron despues para como; y que
obligaciones
cavalleros gente honrada, y de buen linaje; los cuales, como tengan

INSTITUTO PACFICO 39
DON IGNACIO JORDAN DE ASSO Y DEL RIO, Y DON MIGUL DE MANUL Y RODRGUEZ

fuesen gente de bien, que es lo mismo que de algo, llamaron


Hijosdalgo, d.l.2. A esta especie de Cavalleros llamaban Cava-
lleros de Espuela Dorada. Garcia de Nobil. gl. 1. n. 52. Empe-
zaron entonces a ser mas honrados, y en este estado conviene
la definicin de la cavalera quendo dice la l.1. tit. 21. Part. 2.
Que es: la compaa de nobles omes que fueron puestos para
defender las tierras Eran mas venerados que los otros militare,
y decianse cavalleros, por ser mas honroso ir caballo, que en
otra bestia, d.l.1.

Para distinguir mas esta noble clase disponan nuestras


Leyes ciertas ceremonias, con las quales se armaba Cavallero
aquel, que tenia los debidos requisitos. Deba pues el da antes
de armarse por tal, velar en la Iglesia, y prepararse lavandose,
limpindose, y vistindose lo mejor que era posible, l. 13. tit. 21.
part.2. Despues de oir Misa, el que le armaba, le preguntaha si
quera ser Cavallero y respondido, que si, le calzaba la espuela,
y ceia la espada sobre el brial, con la cabeza descubierta y
dsembaynandola, juraba ser leal . Dios, al Rey,y su patria.
Luego le daban los Cavalleros concurrentes una pescosada, y
Un beso, l. 14. alli.

El Padrino le descea la espada, y este havia de ser,


Seor natural, cavallero, hombre honrado, l. 15. alli. Se sea-
laba el nuevo Cavallero con un hierro en el brazo izquierdo, y se
sentaba su nombre, y linage con el de otros en un libro del Lugar
de donde era, para saber quando faltaba a sus obligaciones, l.
21. Alli; y es natural se funde en, esto la moderna disposicion de
la l. 17. tit. 1. lib.6. Rec. segun la qual deben las Audiencias, y
Chancillerias hacer inventarlo de los Cavalleros.

A mas de la hidalgua se requeran pra ser Cavallero las cir-


cunstancias de buenas costumbres, de entendidos, sabios,bien
inclinados, de arteros, y maosos, de leales, e inteligentes en
armas, y cavallos, ll. 4. 5. 6.7. 8.9. y 10. tit. 21. part. 2.

Estaban excluidos de dar cavalleria la muger, aunque fuese


Reyna, el loco, el Clrigo, y l Religioso de Orden Regular, y no
Militar, l. 11. tit. 21. part.2. Asimismo no podan ser armados Ca-
valleros el pobre, contrahecho, viciado de cuerpo, el mercader,
el traydor, y el condenado muerte, l. 12. alli. Ni el que huviese
recibido cavalleria ilegtimamente, por escarnio en estos tres

40 ACTUALIDAD CIVIL
INSTITUCIONES DEL DERECHO CIVIL DE CASTILLA

casos: I. Si el que le arm no poda hacerlo. II. Si l era inhbil,


y sabindolo recibi la cavalleria. III. Si la compr, recibi por
nteres, d. I.12. Y por derecho novsimo se prohibe tambin ar-
marse Cavalleros los pecheros, l.4 tit. 1. lib. 6. Recop.

Las obligaciones de los Cavalleros nuevamente creados,


que llamaban Noveles eran: I. de respetar, honrar, ayudar, y de-
fender al que les di la cavalleria, excepto los casos, que expre-
sa la l.16. tit.21. part. 2 y sus padrinos de espada por tres aos,
d. 1.16. II. El cvalcar, no llevando detrs nadie, l. 17. alli. III.
El socorrer, otros Cavalleros pobres, y guardar lo que seles
encomendaba, l. 21. alli. IV. Cuidar de sus armas, y cavallos,
manteniendo el arns cumplido, y mas una mula, haca, d. I.
21. y l. 1. tit. 1. lib. 6. Recop. V. Guardar su palabra, no. mentir,
y medir las expresines en el hablar, l. 22. tit. 21. .part. 2. VI.
Debian ir la guerra, bien enviar otro en su lugar, si tenian
cumplidos sesenta aos, l. 1. tit. I. lib. 6. Recop.

A mas de estas obligaciones, deban distinguirse los Cava-


lleros del dems pueblo en el vestido y comida, bebida, y dormir.
Sus vestidos deban. ser alegres; el manto largo, que llegase
hasta los pies; y deban ponernerselo quando estaban en las
Ciudades, asistan la comida con los dems, ll. 17. y 18.
tit. 21. part. 2. Su comida era solo de carnes substanciosas, y
por la tarde, permitiendoseles tomar alguna cosa por la maa-
na en tiempo de guerra. La bebida agua mezclada con vinagre
para mejor templar la sed, vino aguado. Dorman poco, y du-
ramente, l. 19. alli. Mientras coman se les leian las Historias
de grandes hechos, llamaban los ancianos para que se las
refiriesen, y lo mismo hacan quando no podan dormir, l.20. alli.

Eran muchos sus privilegios, y los principales: I. El ser hon-


rados, aun de los Reyes. II. El sentarse los primeros en las Igle-
sias, despues del Rey, y Preben- dados. III. El darles adorar
la Paz. IV. El no sentar nadie en su mesa. V. El no poderse
quebrantar sus casas por la Justicia, ni prenderles las armas,
y cavallos, l.23. tit. 21. part.2. 1. 9. tit. 1. lib.8. Recop. VI. El es-
tar esentos de pechos, l. 1. alli. Recop. y esto aun que hayan
sido pecheros, salvo las cosas en que Hijosdalgo deben pechar,
l.2. alli. Recop. y con tal que no exerzan oficios viles, /. 3. alli.
Recop.; pero por la l. 4. alli. y deben pechar los qpe pechaban
antes de ser Cavalletos, y sus hijos. VII. No se es daba tormen-

INSTITUTO PACFICO 41
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to salvo caso de traycion. VIII. Ni padecan muerte Afrentosa 5


pues en caso de delito, que la mereciese, se les cortaba la ca-
beza, se les mataba de hambre; per por delito de robo se
les despeaba al mar. IX. No les corra la prescripcin estando
ausentes en servicio del Ry. X. Y podan hacer Testamento sin
las solemnidades de derecho. Todo lo trah la l. 24. tit. 21. part.
2. Muchos de estos privilegios subsisten en el dia. Por la l. 1. tit.
1 lib. 6. Recop. est prevenido, que no pasen los hijos de los
Cavalleros, si nacieron antes de armarse sus padres

Perdanse los privilegios referidos: I. Por perder malme-


ter sus armas, y cavallo al juego, con mugeres II. Por armar
Cavallero quien no debia serlo. III.Por ser Mercader, exrcr
oficio baxo. IV. Por huir de la batalla. V. Por desamparar el Cas-
tillo; y VI, por no socorrer al Rey, si era posible. En estos casos,
para desarmar al Cavallero, el Escudero le cortaba la cinta de la
espada por las espaldas, y desataba la correa de las espuelas,
con loque se volvia inhbil para los oficios civiles, como explica
la l. 2. tit. 21. part.2.

Estas ceremonias fueron cesando desde que Don Juan el


II. reserv al Rey nicamente el derecho de armar Cavallero,
disponiendo que se hiciese por su mano, y no por Carta, l. 5. tit.
1. lib. 6. Recop. pero despues los Reyes Catholicos lo hicieron
comn Rey, y Reyna, l.6. tit. 1. lib. 6. Recop.

Eran muy comunes antiguamente los retos, desafios, y li-


des entre los Cavolleros, y los Moros; bien entre los mismos
Hidalgos, quando la ocasion exigia el vindicar la propia honra, y
estimacin. De esto hablan los tit. 3. y 4. part 7. tit. 12. del lib. 4.
del Fuero Reak y el tit. 9. lib:7. Del

Ordinamiento. Modernamente estan prohibidos los desafios


baxo graves penas por Real Decreto del Seor Felipe V. del ao
1716, que es el Auto 1. tit. 8. lib. 8.

De esta clase de cavalleros nacieron los Ordenes de Cava-


lleria tan celebres, en nuestra Historia; y aunque permanecen en
el dia, han cesado ya en las mas la formalidad, y solemnidades
de su instituto; pruebas, y otras cosas, que ntervenian para ves-
tir l habito.

42 ACTUALIDAD CIVIL
INSTITUCIONES DEL DERECHO CIVIL DE CASTILLA

Nuestras Leyes hacen mencin de los cavalleros de pre-


mia, alarde, y de guerra; de los Caballeros pardos, y Cavalle-
ros quantiosos. Por Cavalleros de premia, alarde y y de guerra,
parece se entiende la demas milicia de este genero, que debia
estar pronta para ir la guerra; los quales tenan sus privilegios;
usos, y costumbres, que se les manda guardar por la l.10. tit.I.
R lib. 6. Recop.

De que circunstancia tomasen la denominacin los Cava-


lleros pardos, no es cosa clara, y menos quando tuvieron su
principio, solo consta que por Fuero de Len se les concedi
esencion de pechos, si mantenan armas, y cavallos. Y asi pare-
ce que esta especie de milicia se componia de pecheros. Garca
de Nobilit. gl.I. S.I.n. 56. Doa Juana, y Don Carlos anularon en
1518 el Regimiento de Cavalleros pardos, que havia armado el
Cardenal Ximenez de Csneros, l. 16. tit. I. lib. 6. Recop.

Los Cavalleros quantiosos se llamaron asi de la renta de-


terminada que deban tener para mantener cavallo, y armas, y
servir en la guerra. Esta por algn tiempo fue de mil ducados de
oro, que hacen trecientos setenta y cinco mil maraveds; y una
vez hechos Cavalleros de quantia estaban obligados mante-
ner armas y cavallo, y hacer alarde (pasar revista) dos veces
al ao, l. 12. tit. 1; lib. 6. Recop.; quedando solo libres de esta
obligacin, quando el patrimonio se les disminua de cien mil
maraveds, d.l 12. pero despues se requiri la cantidad de dos
mil ducados para ser tales Cavalleros, y se les dispensaba la
obligacin dicha, quando su renta baxaba de doscientos mil ma-
raveds, l. 18. alli. En veinte y cho de Junio de 1613. se refor-
maron los Cavalleros quantiosos, que havia .establecido Phelipe
II Aut. I. tit.1. lib. 6. pero en 1734. se volvi armar Regimiento
de quantiosos en Andaluca con varias esenciones, que nos re-
fiere el Aut. 2. alli.

Hidalgua es: Nobleza que viene los omes por linage, l.3.
tit. 21. part.2. Una de las cosas en que se distingue la nobleza de
la hidalgua es, en que estar se adquiere por sola parte de padre,
y asi el hijo de padre hidalgo, y madre villana, ser hidalgo, pero
no noble, d.l.3. Por hidalgos se entienden: los hombres esco-
gidos de buenos lugares, con algo; que tanto quiere decir en
lengua de Espaa, como bien y por eso los llamaron hijos-dalgo

INSTITUTO PACFICO 43
DON IGNACIO JORDAN DE ASSO Y DEL RIO, Y DON MIGUL DE MANUL Y RODRGUEZ

que muestra tanto, como hijo de bien, l. 2. all. El sabio Otalora S. IV.
en su libro, que intitul: Summa Nobilitatis De los
Hidalgos, de
sus clases, y
privilegios.
Hispanica, part.2. cap. 4. n.2. dice que no ley jams co-
mo, y quando empezaron los hijos-dalgos en Espaa

La citada l. 2. nos da la etymoligia de la palabra hijo-dalgo:


pero es de advertir que el pobre, si es de buen linage, no pierde
su calidad, pues le basta el descender de quien tiene algo; por-
que la nobleza de hidalgua no procede del mismo hidalgo, sino
del primero de su familia escogido para ser tal, d. l.2. y siendo
heredada la hidalgua, es cierto que no la perderan los fabrican-
tes de paos, telas, y otros texidos, como previenen los Aut. 2.
y 6.tit 12. lib. 5.

El bien, algo que consistia las mas veces en l Seorio


de vasallos, era de tres.modos. I. Seoro de devisa, que es: Ia
heredad, que viene al horne de parte de su padre y, su madre;
de sus avuelos, , de los otros de quien desciende; que es parti-
da entre ellos. II. Seorio de solar, cuyos solariegos eran: omes
poblados en suelo de otro. III. Seoro de behetria, que quiere
decir: Heredamiento, que es suyo quito de aqul que vive en l
y puede rescibir por Seor quien quisiere que mejor le faga, l.
3. tit. 25. part.41

Por razn de estos Seorios se llamaron los Hijosdalgo Ri-


cos-ornes. Garcia de Nobil. gl. 18. n. 20. y tambin baronesy l.
10. tit. 25. part.4. Estos Ricos-omes, si eran echados del Reyno
por l Rey y podan ser seguidos de sus vasallos y baxo sus
ordenes servir otro Rey, y aun en caso de guerra contra el
qu los ech; l.11. tit 25. part.4. Es verdad que los vasallos no
estaban obligados seguirles, y aun no deban hacerlo, si el
Rico-ome se pasaba tierras de Moros, ll.12. y 13. tit.25. part.4.

A mas de sta especie de hidalgua por linage, havia otra


por merced, de la qual se haria tal abuso, que no solo Juzgaron
conveniente los Seores Reyes Catholicos revocar las merce-

1 El asunto de Bebetrias es materia, que hasta el dia no ha tratado magistralmente alguno de nuestros
Historiadores, y Jurisperitos. Es digno de nuestra atencion, y por tanto en la publicacion que hemos
hecho del Fuero viejo de Castilla, hemos procurado satisfacer lo posible a los curiosos, y amantes
de nuestras antigedades, por medio de un discurso, que all se inserta, sobre el origen, duracin,
y exenciones de este Seorio, y sus adyacentes. All se vern las noticias, que aqu serian tal vez
prolijas, sobre los tributos de behetras, vasallos solariegos, &c.

44 ACTUALIDAD CIVIL
INSTITUCIONES DEL DERECHO CIVIL DE CASTILLA

des de hidalguia concedidas por Don Enrique: l. 7. tit. 2. lib. 6.


Recop. sino que el Seor Don Juan II. y Don Carlos, y Doa
Juana revocaron las que se havian dado sin Justa causa y se
mand, que absolutamente no se librran cartas, ni privilegios
de hidalguia, l. 8, tit. 2. lib. 6. Recop.
Son muchos los privilegios, y libertades de los Hijos-dalgo,
que se Ies deben guardar indemnes, segn las ll. 13. y 14. tit. i.
lib. 6. Recop. Los Hijos-dalgo de linage no iban la guerra com-
pelidos, y apremiados, como los de merced, privilegio. Otalora,
port. 3. c.4. n.2. Ni sus cavallos, armas podan ser prendadas
por deudas, fianza, que no sea Real, l.2. tit. 1. lib. 6. Recop.
Deben tener crcel aparte l.II t tit. 2. lib.6. No pechan por los
bienes, que hayan comprado de pecheros, l.14. tit.14. lib.6. Rec.
Estos privilegios no pueden renunciarse, d. l. 14. all. aunque
antiguamente podia hacerse, segn la formula, que trahe Villa-
diego, la l. 8. Prol. del Fuero Juzgo n.61. y estuvo en uso.

Sobre pruebas de nobleza, hidalgua nos remitimos al lib.


3. en donde juzgamos ser mas correspondience hablar de ellas,

Baxo el nombre de plebeyos entendemos todos aquellos,


que exercen algn arte, labran las tierras; las quales dos espe- S. VI.
De los Plebe-
cies explican las Partidas con las expresiones d obra, y labor. yos.

Las obras son las que los omes facen estando en casas, en
lugares encubiertos. Las laborres son: todas aquellas cosas que
los omes facen trabajando por razon de fechura; por razon de
tiempo, en que resciben trabajo, andan fuera por los montes,
por los campos. han por fuerza sufrir frio; calentura, se-
gun el tiempo que face. Estos se llaman Labradores, y aquellos
Menestrales; porque buscan en el arte su menester, l.5. tit.20.
part.2.

Arreglndonos las Leyes, que en el da rigen, solo adverti-


remos, que la definicin de la labor d bien entender lo mucho
que quiso el Seor Don Alonso el Sabio representarnos el traba-
jo, penalidad, y sudores, con que los Labradores nos procuran
todo quanto necesitamos para el mantenimiento, y conservacin
de nuestra vida constituyndolos por esto de una clase mas no-
ble que los meros menestrales. Sin duda que proceden de aqu
los privilegios, y esenciones de la gente de labor, entre los quales
son los mas principales: I. Que no puedan ser comprehendidos
en quintas; lo qual se concedio y en la peticin 7. de las Cor-

INSTITUTO PACFICO 45
DON IGNACIO JORDAN DE ASSO Y DEL RIO, Y DON MIGUL DE MANUL Y RODRGUEZ

tes de Burgos de 1429. y 1430. II. Que no sean execurados en


tiempo de sus cosechas, salvo por deudas Reales, procedidas
de delito, ll. 25.y 26. tit.21.lib. 4. Recop. Hace memoria de este
privilegio la Pragmtica de 28. de Agosto de 1603, qe lo estien-
de los cosecheros de vino, y aceyte, sobre cuyos generos. se
impuso el Servicio de los diez y ocho millones, que en las Cortes
inmediatas se havian concedido al Rey. III. Que sus aparejos de
labranza, bestias de labor, y pan que cocieren, esten esentas
de ser tomados por deuda civil, ni por juicio executivo, salvo por
deuda Real, de Diezmos, y Rentas Eclesisticas, Seoriles,
d.ll. 25. y 26. y l. 28. alli.

No menos han procurado nuestras Leyes el arreglo de la


menestrala; que de tiempo muy antiguo se han dividido por
oficios en Colegios, Gremios, o Cofradas. Sus estatutos; qu
varian en cada uno de ellos, constituyen la forma de su gobier-
no, admisin de Oficiales para Maestros, y otras cosas, que
pertenecen sus funciones interiores, y exteriores; pero debe
siempre preceder aprobacin Real para su valimiento. Son no
obstante leyes generales: I. Qu ninguno tenga dos oficios
un mismo tiempo, l. 12. tit.12. lib. 5. Recop. ni aun siendo de
aquellos que tienen cierta dependiencia entre s por razn de
los generos que consumen, cuyo exemplo nos d la l. 1. tit. 11.
Lib.7. Recop. II. Todo jornalero, menestral debe trabajar des-
pues que sale el Sol hasta que se pone dentro de lugar, y fuera
hasta tal hora que llegue al lugar al ponerse, pena del quarto del
jornal, l.2. all. III.Que los Concejos tasen los jornales segn el
precio de los comestibles de la comarca, l. 3. all. IV. Que sea
pagado el jornalero la noche si quiere; y que ninguno de ellos
pueda ser elegido por oficio del comn, pena del doblo, no ocu-
pando cada dueo mas que doce cada da, l. 4. alli, y l. 10. tit.
3. lib.7. Recop. Vanse sobre varios obrages de menestrala los
tit.13.14.15.16.17; 18. 19. 20. y 23. del lib. 7. Recop.

La.tercera divisin de los hombres, segn el estado civil de


las personas, en Legos, y Eclesisticos, se halla apoyada en la
l. 2. tit. 23. part. 4. Eclesisticos son aquellos, que componen el CAP. IV.
De la tercera
estado gerarquic de la Iglesia. Llamanse Clrigos; que tanto divisin del
estado civil
quiere decir, como omes escogidos en suerte de. Dios; l. 1. tit. en Legos; y
6. part. I. Eclesiasticos.

46 ACTUALIDAD CIVIL
INSTITUCIONES DEL DERECHO CIVIL DE CASTILLA

Los Eclesisticos son Regulares y Seculares. Los Regu- S. UN.


De los Eclesi-
lares son: los que dexan todas las cosas del siglo y toman asticos, sus
especies, Privi-
alguna Regla de Religin para servir a Dios prometiendo de la legios Reales,
y limitaciones
guardar, l.I. tit.7. part.I. De aqu se puede deducir que sean Cle- de estos.

rigos Seculares. A la primera especie pertenecen los Monges,


Frayles, y Canonigos Regulares, quienes nuestras Leyes lla-
man Consonjes de Claustro, l.1. tit.7. part.1 que en el da casi
no subsisten.

Los privilegios Eclesisticos se reducen su fuero, inmu-


nidad y esenciones, que gozan inmediatamente por concesion
Real, l.50. tit.6. p.1. Del Fuero hablaremos algo en su lugar al
lib.3. Nada diremos de la inmunidad, por contemplar que esto
pertenece al Deredio Canonico-Hispano. Sobre esenciones de-
bemos decir, que les es concedida la de alcvalas, l.6. tit. 18. lib.9.
Recop, y esto se entiende en la venta de sus bienes, y frutos de
sus haciendas; pero no por lo que sacan de tierras arrendadas,
de los tratos y grangerias de qualquiera calidad, segn el Auto
de Presidentes, que es la l.1. tit. 18. lib.9. Recop. que se mand
guardar por Cdula de 20. de Julio de 1763 la qual previene se
tomen relaciones juradas de las rentas de los Eclesisticos; y si
estas fuesen falsas, que procedan las Justicias averiguar, y
valuar los bienes por medio de exprtos jurados. Esta esencion
de alcavala no se estiende los Clrigos de Ordenes menores,
l.2. tit. 4. lib. 1. Recop.

Segn las Instrucciones, y Reales Decretos de 1745. 1771.


y 1760. que declaran el Art. 8. del Concordato del ao 1737.
todos los bienes Eclesisticos de primers fundaciones estn
sentos de tributos; pero los que se adquirieron posteriormente
dicho a ao de 1737 debern estar sujetos contribucin. Y
asi, estaran obligados los Clrigos contribuir, y ayudar los
Legos en lo que se paga por va de utensilios quarteles, aguar-
diente, mejoras de fundos, censos, &c.

Igualmente debern contribuir para las obras publicas; que


se hacen en Beneficio comn, l.12. tit.3. lib.1. rec. y, pagarn los
derechos de salida por lo que extrageren fueradel Reyno, Aut. 4.
tit 18. lib.9.

Sobre la gracia del Escmado, Casa Dezmera de conce-


sin Apostolica, vease el Real Decreto de 24 de Enero de 1761.

INSTITUTO PACFICO 47
DON IGNACIO JORDAN DE ASSO Y DEL RIO, Y DON MIGUL DE MANUL Y RODRGUEZ

y Martinez en su Librera de Jueces tom. 2. cap. 2. n. 84. hasta


el 92.

Es de advertir, que los Clrigos y Regulares no pueden ser


agentes, salvo en causas, y negocios de sus Captulos y Comu-
nidades, debiendo presentar antes licencia de sus Superiores,
Aut.1. y 2. tit. 3. Lib.l y Real Cdula de 25. de Noviembre de
1764.

Tambin est prevenido, que los Regulares no vivan fuera


de sus Conventos por ningn titulo, Cdula de 4. de Agosto de
1767; y que no pidan limosna con tablilla sin licencia del Conse-
jo, Decreto de 16 de Septiembre de 1766.

Ultimamente no se reputan por vecinos de los Pueblos, se-


gn Real Cdula 21. de Diciembre de 1766.

Todo lo qual hemos notado aqui, por discurrir que estos


puntos no se podan tratar con mas mtodo en otro lugar.

Para dar fin este capitulo, solo nos falta aadir lo respecti-
vo Aragn en punto de Nobleza; El nombre de Infanzn, como
consta por la observ.2. de Condit. Infantionatus, lib. 6. compre-
hendia antiguamente toda clase de Nobles en Aragn: no obs-
tante lo cual, es evidente, que los Seores ms principales del
Reyno se llamaron Rieos-omes, nombre cuya etymologa es
bien incierta. Los Ricos-ornes de naturaleza fueron tenidos por
los de mas esclarecida Nobleza; y descendientes de aquellos
insignes varones, que govermarom al principio el nuevo Rey-
no de Sobrarve. Ayudaron tanto las conquistaste los Reyes,
que estos acostumbraron distribuirles muchas de las tierras
conquistadas. La unin de estas tierras se llamaba Baronia; y
de aqui tomaron los poseedores la denominacin de Barones,
que en muchas partes de los Fueros equivales Ricos-omes.
Es verdad, que no todos poseyero Baronas, comp se infiere de
la observ. 4, de Condit. Infant.

Huvo otra clase de Ricos-ornes, dichos de Mesnada, que


aunque distinguidos; no lo eran tanteo como los primeros. Los
creaba el Rey, sacndolos de l clase de los Mesnaderos, y so-
bre sto huvo infinitos ltercados entre los Reyes, y Ricos-omes
de naturaleza.

48 ACTUALIDAD CIVIL
INSTITUCIONES DEL DERECHO CIVIL DE CASTILLA

Todos los Pueblos de Aragn contribuan con varos im-


puestos, y tributos, ya en fruto, ya en dinero; al Rey, y los
Ricos-omes para yudar mantener un Cuerpo de Tropas en
tiempo de guerra. Estos lmpuestos se conocan con los nom-
bres de pechas, colonias, zofras, cavalgadas, deberas, &c. Y la
porcion de estas rentas, tributos, sealada cada Rico-ome,
se llamaba honor, y el estipendio; que gozaban los cavalleros
al servicio de los Ricos-ornes, y del Rey, Cavalleria de honor,
Cavalleriade Mesnada, observ.23. de Privileg. General. lib. 9.
entre las quales havia diferencia; porque aquellas-solan ser per-
petuas, estas amovibles; bien que en esto huvo variacin. A las
Cavallerias de honor en lo antiguo estaba anexa la obligacin
de servir un mes; y mas modernamente, tres meses cada ao.
Y asi se han de entender aquellas palabras: Item, que los Ricos-
omes; del Privil. Gener. lib. 1.

Quando llegaba el caso de restituir al Rey los Castillos que


se les havia confiado, y los honores amovibles, que havian re-
cibido, debian xecutarlo sin gravar los vecinos del Pueblo,
Fuero un de Stipendiis, lib. 7. pero tambin lograban la ventaja
de que quando el Rey cargaba nuevos tributos sobr las tierras
de honor, tenan la prelacon en percibir sus rentas, Fuer. un. Ut
Borones Aragonum; lib. 7.

Debian los Ricos-omes sealar los Cavalleros, Infan-


zones sus porciones, s pena de ser privados de la tierra del
Rey, que la poda asignar otro Noble, Fuero un. Quod Barones
Aragonum, lib.7. y solo tenian la facultad de reservarse algunas
cavallerias razn de diez una, Fuer. um. de. Baron. quot. Ca-
val. Lib.7. No podan los Ricos-omes privar los Infanzones de
la cavalleria sin conocimiento de causa, Fuero unic. de Barn.
Aragn. lib.7. Ni debian tampoco exigir el trlbuto de cenas, y ser-
vicios en Lugares Realengos, Fuer. un, de Nobil. & Infant. lib. 7.
Tambien era uso que el Gran Justicia de Aragon con, otro sugeto
nombrado por el Rey, tuviese el conocimiento de la diminucin
de estas rentas, cavallerias, Fuer. un. de Diminut. Cavall. Lib.7.

Para cobrar mas fcilmente las rentas de su honor, exercian


jurisdiccin en aquella tierra y nombraban Alcaldes, Bayles.
Era tan absoluto su dominio, que podan matar con hambre,
sed, y frio a sus vasallos de servidumbre, obs. 19 de Privil. Ge-

INSTITUTO PACFICO 49
DON IGNACIO JORDAN DE ASSO Y DEL RIO, Y DON MIGUL DE MANUL Y RODRGUEZ

ner. Estos infelices, llamados Collati Tendelli, eran de tan dura


condicin, como los esclavos Romanos; y quiza esto les oblig
rebelarse contra sus Seores, capitulando al fin la obligacin
perpetua de pagar ciertos tributos, y desde entonces se llamaron
Villanos de parada, obs.9 de Priv. Domina Infantiona, lib. 6. Vea-
se Ramrez de Lege Regia, . 32. 33. 34. 35. y 36. En el Rey
nado de Don Pedro II. fueron perdiendo los Ricos-ornes mucho
de esta jurisdiccin, que se fue agregando la del Gran Justicia.
Zurita lib. 2. Anal. c. 64.

Heredaba la Rica-ombra, y honor anexo el hijo, que elegia,


y nombraba el Rico-ome; bien entendido, que no podia dividirse
el honor, ni recaer la eleccin en bastardo. Los demas hijos que-
daban en la clase de Mesnaderos nobles: que gozaban de los
privilegios de los Ricos-omes, pero no los de los Cavalleros, obs.
3. de Condit. Infant.

Conservse algunos siglos la denominacin de Ricos-omes,


y no empezaron llamarse Nobles hasta el ao de 1390. Monte-
mayor de Cuenca Sumaria investigacin del origen, y privilegios
de los Ricos-hombres cap. 3. al fin.

Perdan los Ricos-omes el honor: I. Por pasarse al servicio


de otro Principe, sin licencia del Rey, obs. 9. de Condit. Infant.
II. Por faltar al respeto debido al Soberano, obs. 10. ibid. III. Por
descuidar notablemente el servicio del Rey, obs. 6. ibid. IV. Si
por su culpa se deterioraba, y venia menos el honor, Fuer. un.
de Stipendiis. V. Si gravaba con censos, impuestos las cavalle-
rias, Fuer.un. Quod Bar. Arag. teneantur. lib. 7. VI. Si honraban
con el grado de la Milicia al que no era Infanzn, Ciudadano
honrado, Fuer, 1.y 2. de Creat. Militum., lib. 7. VII. Si declaraban
falsamente por Infanzn al que no lo era, obs. 11 .de Condit.
Infant.

Interviniendo alguno de los referidos motivos, no podia el


Rey degradar los Ricos-omes, sin que el Justicia, y Conse-
jo Supremo conociesen de la causa; pero una vez degradados,
se reducan la condicin de Mesnaderos, Fuer.15. de Privileg.
General.

Eran infinitos los privilegios de los Ricos-omes. No estaban


obligados ir la guerra, sino capitaneados por el Rey. Servan

50 ACTUALIDAD CIVIL
INSTITUCIONES DEL DERECHO CIVIL DE CASTILLA

dos meses su costa; y podian retirarse, si el Rey no queria


mantenerlos; ni estaban obligados pasar el mar, observ.17.
deCondit. Infant. Llevaban delante una especie de Alferez con
un pendn, seera. Tomaban el titulo de Don, diferencia del
Mosen, que convenia los Cavalleros, Hijos-dalgo. Blancas en
sus Comentarios, pag. 404. No podian ser condenados muer-
te, ni pena corporal, obs. 2. de Pace, lib.7. ni detenidos en cr-
cel por deudas, Fuer. un. Que los Nobles, &. lib.7. Si un Noble
Mesnadero, Cavallero iba vivir fuera del dominio del Rey,
quedaban encomendados este su muger, e hijos, y bienes,
Fuer. un. de. Barn. Mesnadar. & Infant. lib.7. Y mas de esto
gozaban todos los privilegios de Cavalleros, Infanzones, obs.
3. de Condit. Infant.

Debe tenerse presente: I. Que no se comunica la Nobleza


los hijos adoptivos; pero si a los hijos legtimos havidos antes
de concederse. Cuenca cap. 2. al principio. II. Que los Nobles
estrangeros, estando en Aragn tienen los privilegios, que los
naturales del Reyno. Portoles verb. Nobiles n. 4. aunque el Fuer.
4. de Creat. Milit. que es del ao 1510, pide que los tales nobles
Cavalleros esten creados con las qualidades, que requieren los
Fueros.

Tambin eran Nobles distinguidos los Mesnaderos, Cava-


lleros que estaban inmediatamente al servicio del Rey, y de quien
reciban su estipendio, Cavalleria de Mesnada, que les estaba
sealada sobre los tributos de los Pueblos, obs. 24. de Priv. Ge-
ner. No se deben confundir estos con los Mesnaderos nobles,
hijos segundos de los Ricos-omes. Era requisito esencial, que
no huviesen sido antes vasallos de otro. Cuenca cap.5.fol. 143.

Cavalleros Vasallos de los Ricos-omes se decan los que


estaban sueldo de estos, y gozaban las Cavallrias de honor,
qu arriba expresamos. Para conseguir este titulo, y privilegios
adherentes, era preciso estar antes incluido en la clase de In-
fanzones; de la qual sacaban los Ricos-omes los que armaban
Cevalleros de Espuela Dorada, dndoles con que mantenerse.
Las ceremonias para armarse se hallan en Cuenca cap. 7. No
deban servir sino mediante la paga proporcionada al numero de
cavallos que llevaban, ni podan ser exeutados en ellos, obs.25.
de Privil. Gener. Molino verb. Bestia. Pero deban en la batalla

INSTITUTO PACFICO 51
DON IGNACIO JORDAN DE ASSO Y DEL RIO, Y DON MIGUL DE MANUL Y RODRGUEZ

defender al Rico-ome de quien recivian la paga, y aun cederle el


cavallo en caso necesario, Fuer. 2. de Re Milt. lib. 7.
Hay otra especie de Cavalleros, que se crean por privilegio
Real, sin preceder la calidad de hidalgo. Cuenca cap. 6. alli.

Los meros Infanzones equivalen los Hijos-dalgo de Casti-


lla. La opinion mas fundada los hace descendientes de los Capi-
tanes de las Tropas de los Infantes, y Ricos-omes, Cuenca cap,
8. fal. 191. La diferencia entre estos, y los Cavalleros es clara
por lo dicho; y mas, porque los Cavalleros se creaban, y los
Infanzones nacan tales: y asi, mal dice Blancas pag. 320. que
eran lo mismo que los Cavalleros. Estos eran los Infanzones,
llamados Ermunios, por estar esentos de muchos tributos, como
el de berbage, y boalage; Fuer. 1. de Immunit. Milit. Lib. 7. Zurita
lib. 2. Anal. cap. 64.

Ni contribuan con servicios sino en tiempo de guerra, para


la reparacin de puertas, y muros del Pueblo, en donde tenan
su casa, obs. 1. de Privil. Milit. lib. 6. Solo seguan al Rey sus
expensas con el servicio do lanzas en caso de batalla campal
de recobro de alguna Fortaleza, y esto por espacio de tres das,
Fuer. 1. de Condit. Infant. lib.7. No poda el Rey exigir monedage
en las tierras de los Ricos-omes, Infanzones, Fuer. un. Quod
Dominus Rex, lib. 7. En causas criminales estaban solo sujetos
al Rey, y Justicia, obs. 11. de Salv. Infant. lib. 6. El Infanzn que
casaba con plebeya, no pechaba por los bienes de su muger,
obs. 6. de Salv. Infant. Tampoco deban forzarse sus casas, obs
6. de Privil. Militum, lib.6. Tenan facultad para beneficiar, y usar
de las Salinas, Fuer. 3. de Immunit. Milit. Las Infanzonas tenan
tambin sus privilegios particulares, que trahe el tit. de Privil. Do-
mina Infantiona, lib. 7. Los Ciudadanos de Zaragoza, sus hijos, y
descendientes gozan del privilegio de Infanzones, y pueden ser
armados Cavalleros. Zurita pare. 4. lib. 18. cap. 3.

Los Infanzones de sangre son distintos de los Infanzones


francos de carta, de privilegio. La muchedumbre de estos, y
de Cavalleros huvo de ocasionar la providencia de las Cortes de
Calatayud en tiempo de D. Juan II. ao de 1461, en que se limit
la facultad de conceder estos privilegios, Fuer. 3. de Creat. Milit.

En Aragn se conoce otra hidalgua llamada local, que se


solia conceder los naturales de ciertos Pueblos, como en efec-

52 ACTUALIDAD CIVIL
INSTITUCIONES DEL DERECHO CIVIL DE CASTILLA

to se concedi Luna, Erla, y las cinco Villas; Exea, Tauste, Sos,


Uncastillo, y Sadava. Estos tales Pueblos gozaban la esncion
de pechos pero no los privilegios de Infanzones. Cuenca cap. 9.

Hidalgua personal adquieren en Aragn los Doctores en


Derecho, Fuero de las Cortes de Monzn ao de 1553. Rubr. del
Privil. de los Dotores en Derecho, confirmado en las de 1564.
Para evitar tanta prolixidad nos remitimos al tit. y observ. de
Privil. Genera tit. y observ. de Condit. Infanta; observ. de Privil
Milit, al Cuenca cap. y 10; y al Zurita lib. 3. Anal. cap. 66. que
suplirn lo poco que hemos omitido sobre los privilegios de los
Nobles.

Quanto queda dicho sobre la nobleza de Aragn, se hallar


confirmado con mas extensin en los Comentarios de Blancas
desde la pag. 302. hasta la 342.

En la clase de plebeyos se incluyen: I. Los Artfices, y Me-


nestrales, los quales llama los dedos del Cuerpo Poltico el
Ramrez de Lege Regia, . 16. n. 28. Hay varias decisiones en
los Tribunales de Aragn para que los menestrales de un oficio
no puedan exercer otro distinto. Ramrez alli, n. 29. II. Los Labra-
dores, cuyo especial privilegio es el de que no sean presos por
deudas en los meses de Julio, Agosto, y Septiembte. Fuer. Privil.
de los Labradores del ao 1626.

TITULO VI.
Del Desposorio, y Matrimonio.

Los hombres en tercer lugar se consideran en el estado de


familia y segn este, son, casados, solteros. A esta divisin
pertenece el Matrimonio, quien acompaan comunmente las CAP.I.
Del estado de
dotes, y donaciones propter nuptias, que nosotros llamamos Familia, y sus
consideracio-
arras: por lo que explicado inmediatamente el Desposorio, como nes.

antecedente al Matrimonio, trataremos de uno, y otro en el pre-


sente capitulo, dexando para el que se sigue la explicacin de la
dote, y arras.

Nosotros consideramos el Matrimonio como contrato que


se celebra entre los desposados, y de quien toma su fuerza, y
valor; pero autorizado por la Iglesia, qu le dio digno lugar entre

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sus Sacramentos por razn de su dignidad, mystica significa-


cin, y sus fines: l. 5. tit. l. part. 4.11.3. y 4. tit. 2. part.4.

Baxo la consideracin de contrato, como lo trataremos aqui,


dexando para los Canonistas todo lo Del desposorio que tiene
de Sacramento, y Eclesistico, debe preceder al matrimonio una
solemnidad, que testifique las voluntades de los contrayentes, S.I.
Del desposo-
que llamamos desposorio, y es: El prometimiento que facen rio.

los omes por palabra quando quieren casar; l.1. tit.1. part. 4. Ex-
ceptuase de esta definicin general el mudo, que por medio de
seales evidentes, y claras suple el pronunciamiento de palabra,
l. 5. tit. 2. part. 4.

De esta definicin deducimos los axiomas siguientes: I. Que


el desposorio es un consentimiento que dan los mismos que se
desposan, con voluntad de casarse. II. Que debe preceder al
matrimonio. III. Que es un mero pacto, celebrado sin solemnidad
de Derechos pero de tal fuerza, que por el quedan obligados los
desposados contraher matrimonio despues.

Siendo el desposorio un consentimiento hecho por los mis-


mos que se desposan, es evidente: I. Que solo puede celebrarlo
el que tiene edad para consentir; y asi podr el vron, muger,
que pasa de siete aos, l.6. tit. 1. part. 4. bien el menor de
siete aos, si despues de cumplidos se ratifica, d. l. 6. II. Pero
no el loco; sino que recobrando el juicio volviese prometer, l.
6. tit. 2. part. 4. III. Que el padre no desposa las hijas sin estar
estas delante, y consentir, l.10. tit. 1. part. 4. mas si jurare, y
prometiere el padre casar alguna de sus hijas con otro, y ellas
consintieren, est ai arbitrio del padre la eleccin de la hija, no
sealando, qual de ellas prometia: bien que en este caso, s una
sola hija quedase viva, estarla obligado casarla. Y si despues
de la promesa sealase una, y el varn no quiere esta por mu-
ger, quedar el padre libre de la obligacin pero si el varn antes
de hacerse este sealamiento usase de alguna de ellas, deber
tomar por muger esta, y no otra, l. 11. tit. 1. part. 4. IV. Que bien
se puede hacer que el desposorio tenga su efeco en el arbitrio
del padre, diciendo alguno de los desposados: te tomar por
muger, marido, si place mi padre; l. 3. tit I.part. 4.

Precediendo este consentimiento al matrimonio, se sigue: I.


Que sean los desposorios, de presente, de futuro, ll.2. y 3. tit.

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1. part.4. cuyas diferencias explica la l, 9. alli. II. Que se celebren


de quatro modos, por condicion causa, manera, demostracin,
ll. 1 y 2. tit.4. part. 4. Condicion es: pleyto, postura, que es
fecha sobre otro pleyto con esta palabra si; v. gr. quando dice:
prometo casarme contigo, si fueres Roma. Causa, es, quando
dice: prometo casar contigo, porque hiciste tal cosa. Manera es,
quando se dice: Doyte cien maravedis, que me hagas una casa.
Demostracin es el decir: Prometo darte tal cosa, que compr
de fulano nombrando uno, y otro sealadamente, d. l.2. tit.part.4.

III. Estas condiciones deben ser honestas, y conformes


la naturaleza del desposorio, ll. 3. 4. y 5. tit. 4, part. 4. IV. Las
torpes, e imposibles no vician el desposorio, y se tienen por no
havidas, l.6. tit. 4. part. 4.

Por consistir el desposorio en un mero pago, se puede ce-


lebrar con juramento, sin el, l. 10. tit.1. part.4. y entre ausentes
por procurador, por carta, l. 1. tit. 1. part.4. El efedo de este
pronunciamiento es la obligacin mutua, que nace entre los des-
posados para contraher matrimonio; y deaqui es: I. Que los des-
posados tengan impedimento para casarse con otro, no ser
que intervenga segundo desposorio juramentado, no sindolo el
primero, l.8. all. II. Que los impedimentos canonicos, y civiles,
que impiden, y disuelven el matrimonio, impidan, y disuelvan los
deposorios, Il. 8. 9. y 12. all, cotejadas con las ll. 11.12.13.14.
15. 16. y 17. tit. 2. part. 4. III. Que sus causas sean de Tribunal
Eclesistico, l. 7. tit. 1. part. 4. IV. Que los desposorios celebra-
dos en qualquiera de los modos legtimos, que hemos dicho, no
obliguen sino cumplida la condicin, causa, demonstracion,
maera, con que se hizo el desposorio, l 3. tit. 4. part. 4.

Casamiento es: ayuntamiento de marido; de muger, fecho


contal entencion de vivir siempre en uno, de non se partir; S.II.
guardando lealtad cada uno de ellos al otro, no se ayutando el Del matrimonio

varon otra mujer, nin ella otro varon, viviendo ambos dos,
l.1. tit.2. part.4.

Fndanse eri est definicin los principios siguientes: I. Que


ninguno, que sea inhbil para procrear, pued contraher matri-
mnio, por ser el fin de este la procreacin. II. Que la union per-
petua no pueda deshacerse, contrahido el matrimonio legtima-

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mente. III. Que para ser valido el matrimonio haya de concurrir


voluntad, y consentimiento en la pronunciacin de promesa.. IV.
Que no sea hecho clandestinamente. V. Que para no departirse
el casamiento, se guarde lealtad entre marido, y muger. VI. Que
no se pueda hacer, haviendo impedimento canonico, civil.

Del primer principio se scart stas consecuencias: I. Que


no puede contraher matrimonio el menor de catorce aos, ni la
menor de doce; aunque si se encontrasen antes de esta edad
con tal capacidad, podrn casarse, l. 6. tit. 1. part. 4. II. Ni el
castrado, no ser que despus sobrevenga capacidad de pro-
crear. l. 4. tit. 8. part. 4. III. Ni el impotente por maleficio, frialdad,
flaqueza, estrechez; y dems impedimentos, de que habla el tit.
8. part. 4.

Del segundo principio nace: I. Que ninguna enfermedad,


que sobrevenga despues de consumado el matrimonio, puede
disolverlo, l. 7. tit. 2. part. 4. bien que pueden los casados no vivir
juntos, si fuese contagiosa, lo juzgare la Iglesia, d. l. 7. II. Que
la muger se haga de la condicion, estado, y dignidad del marido,
aunque antes de casarse hayan sido desiguales en el estado, d.
l. 7. III. Que el matrimonio consumado, y no el rato, sea indiso-
luble en quanto al vinculo, pero no en quanto la cohabitacin,
l. 4. tit. 1. part. 4.

Del tercer principio se infiere: I. Que no bastar el consenti-


miento sin la voluntad de casar, l. 5. tit.2. part.4. II. Que carta de
Rey para que una viuda, doncella case contra su voluntad, no
vale, l. 10. tit. 1. lib. 5. Recop. III. Que el Seor no puede apre-
miar al Vasallo para que case, /. 11. tit. 1. lib. 5. Recop. IV. Qu
esta voluntad se pueda explicar por palabras., por seas en los
que sean mudos, d. I. 5. V. Que este consentir miento, volun-
tad se puede substituir en pariente, estrao para casarse en
nombre del que casa, haciendo poder especial para ello, d. I. 5.
VI. Que este consentimiento falte, si acaeciere error de persona,
pero no de calidad, l. 10. tit. 2. part. 4.

Del quarto principio deducimos: I. Que los casamientos


ocultos estn prohibidos por las justas razones, que expresan
las ll. 1. y 6. tit. 3. part.4. Y son los que se celebran sin testigos,
sin licencia de padre, madre, parientes, quienes este en-
comendada la novia; sin participarlo la Parroquia de donde

56 ACTUALIDAD CIVIL
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los contrayentes son parroquianos, l. 1. tit. 3. part. 4. II. Que


mas de las penas Eclesisticas, sern tambin dignos de las
civiles los que casaren encubiertamente, y asi no solo sus hijos
sern ilegtimos, l. 3. tit. part. 4.; sino que incurren, en la pena
de confiscacin de bienes, destierro, y justa causa para ser des-
heredados, l. 1. tit. 1. lib. 5. Recop. la qual se interpreta con lo
que expresan las ll.1. 2. 5. y 6. tit. 1. lib. 3. del Fuero Real, que
tratan de la exhereda cion en estos casos. III. Que el que vive
con Seor, y casa con su hija sin mandado de aquel, tenga pena
de destierro, y ella la de exheredacion, l. 2. tit. 1. lib. 5. Recop.

Faltase la lealtad siempre que I. se comete adulterio, cuya


pena es cannica, y tratase de ella, y su juicio en las ll. 8. y 19.
tit. 2. y l. 2. tit. 9. part. 4. II. Se falta mucho mas, quando alguno
de los casados casa otra vez, viviendo el otro de los consorts,
cuyo delito se castiga por las leyes civiles con las penas, que
explicarmos en el ultimo titulo del libro segundo, y expresan las
ll. 6. y 7. tit. I. lib. 5. Recop.

Segn el sexto principio, los impedimentos canoncos se


reducen: I. Al parentesco carnal, espiritual, ll. 12. y 17. tit. 2.
part. 4; y. los, tit.6. y 7. part. 4. II. AI pecado de incesto, l. 13. tit. 2.
part.4. III. A la muerte de alguno de los consortes, executada por
el otro de ellos, l. 1. tit.2. part.4. IV. A la diversidad de ley, Reli-
gin, l. 15. tit. 2. part. 4. V. Al Orden Sagrado, l.16. tit.2. part.4. VI.
Al voto solemne de castidad, Religion, l.11. tit.2 part.4.

Los impedimientos civiles son los que provienen por falta de


entendimiento, y por esta razn no pueden contraher matrimonio
los locos, fatuos. l.6. tit. 2. part. 4.

Tambin las leyes civiles prohiben el matrimonio en linea


reda, y en la transversal hasta el quarto grado. Pero como el pa-
renresco tiene dos consideraciones, una segn Fuero de Legos,
y otra segn Fuero Eclesistico, l. 3. tit. 6. part. 4. y como en
el matrimonio se siguen las reglas del Derecho Canonico, que-
dando las del Derecho Civil para regir los casos de succeciones
ab intestato, nos ha parecido mas regular explicar los grados
de consanguinidad, y afinidad, quando hablaremos de dichas
succesions.

INSTITUTO PACFICO 57
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Las causas matrimoniales son absolutamente del Tribu-


nal Eclesistico; y asi no es de nuestro instituto hablar de esto,
Veanse los tit. 9. y 10. part. 4.

Siendo el matrimonio tan ventajoso al bien del estado, nues-


tras leyes le favorecen de varios modos Y asi, I. la ley 5. tit. 1.
lib. 3. Recop. deroga enteramente la l. 13. tit. 1. lib. 3. del Fuero
Real, y la l. 3. tt. 12. part. 4. que prohibian las viudas volver
casar dentro del ao, despuesde la muerte del marido, y las
pens civiles, en que incurran; y la l.4. tit.1. lib.5. Recop. reserva
los hijos del primer matrimonio la propiedad de los bienes, que
huviere la muger del primer marido lo que tambin se entiende
del varn. II. Que todos los casar- dos esten esentos de cargas
concegiles los quatro primeros aos del matrimonio y los dos
primeros, de pechos Reales, y moneda forera; la qual esencion
ser perpetua durante sus vidas, si llegaren tener seis hijos, l.
14 tit. 1. lib. 5. y. Recop. III. Que si casan antes de diez y ocho
aos, pueden administrar sus bienes en llegando a dicha, d, l.14.
tit. 1. lib.5. Recop. IV. Que los hijos casados, velados tengan el
usufrubo de los bienes adventicios, l. 9. tit. I. lib. 5, Recop.

TITULO VII.

De las dotes y arras, donados de esposos,


y ganancias entre marido, y mujer.

Asi como hemos explicado en el capitulo antecedente que


cosa es desposorio, por ser necesario para comprehender que
cosa sea casamiento; del mismo modo es preciso explicar aqui
lo que es dote, arra, donado de esposo, y finalmente las ga-
nancias entre marido, y muger, porque son cosas que tienen su CAP.I.
De las dotes,
propio lugar alli donde sirven, para acabar de dar entender lo arras, etc.

que sea matrimonio.

Las dotes, y arras se dan antes, y despues de celebrado


elrmatrimonio, siendo sus fines el que los que se casan tengan
con que vivir, y guardar el matrimonio bien, y lealmente, princ.
tit. 11. part. 4. S.I.
De la dote, y
su primera
Dote es: el algo que da la muger al marido por razn de ca- divisin en
profecticia, y
samiento, l.1. tit.11. part.4. Se divide I. en profecticia, y adventi- adventicia.

cia. Esta es: la que da la muger por si misma de lo suyo a su ma-

58 ACTUALIDAD CIVIL
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rido, lo que da por ella su madre, alguno otro su pariente, que


no sean aquellos que suben, descienden por la linea derecha,
mas de los otros, asi como tio, primo, otro qualquier pariente,
estrao. La profecticia es: la dote que padre, avuelo, otro
qualquier de los ascendientes en linea recta dan de sus propios
bienes al marido l.2. tit. 11. part. 4.

De aqui es: I. Que si el padre debe algo la hija y se lo d


en dote al marido, aunque lo pague de sus bienes, ser dote
adventicia; porque no la d como padre, sino como la daria otro
estrao, d. I. 2. II. por la misma razn ser dote adventicia la que
sealada por estrao, la diese al padre para que este la entrega-
se la hija, d. I. 2.

Se divide II. la dote en necesaria, y voluntaria. La primera


es: la que est obligado el padre dar a la hija que tiene en su
poder. Voluntaria es: la que d la mujer voluntariamente, otro
qualquier en su nombre, l, 8. tit. II. part. 4. S.II.
De la segunda
divisin de
la dote en
La dote puede establecerse de muchos modos: I. Por pro- necesaria y
voluntaria
metimiento solemne, que llaman en Latin Stipulatio; como si di-
xese alguno la muger con quien casase: prometedes de me
dar en dote tal via vuestra, tal heredad, tantos maraveds,
quevos ha de dar tal ome y ella respndiese: prometo. II. Por S.III.
De los modos
prometimiento simple. III. Prometiendo darla al marido, otro con que se pu-
ede establecer
qualquiera en su nombre; pues en este caso es lo mismo que la dote
si la recibiese el marido, y est obligado responder por ella,
si acept, y aprob la promesa, 11.10. y 13. tit.11. part.4. IV. Se
puede constituir la dote puramente, y con condicin, y es de no-
tar, que la condicion: si se cumpliere el matrimonio, aunque no
se exprese, siempre se ha de entender. V. Puedese dar la dote
luego despues de prometida, plazo. Aquello se llama: dar la
dote mano; y es de esta especie la que en el mismo acto: de
la promesa se entrega al marido, otro en su nombre, que el
huviese sealado, aprobado. Tambin es dote dada mano
la que hace el marido la muger de lo que la debe diciendo:
Otorgades que me debedes en dote tantos maravedis, tal cosa
que yo vos havia dar Y dixese ella: Otorgolo, hel por firme,
soy pagada, asi como si la huviese recibido. Lo mismo ser si
el marido fuese deudor otro, y este acreedor le sealase por
dote la muger lo que el marido le debe, l. 13. tit. 11. part. 4. Dar
la dote plazo es: sealar dia, y tiempo cierto en que se d. Dia

INSTITUTO PACFICO 59
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cierto es, quando se promete la dote para dia sealado; y tiempo


cierto, quando se promete dar, v. gr, .dentro del ao el qual se ha
de empezar contar desde el dia que se celebran las bodas, l.
12. tit.11. part. 4.
Las cosas que se dan en dote son raices, muebles, l.14
tit.11. part. 4. Tamben pueden consistir en la deuda favor de la
muger; y para que valga esta especie de dote, se requier que
el deudor reconozca la deuda, y prometa pagarla al marido, l. 15.
tit. 11. part. 4. Estas cosas se aprecian, no se aprecian. Apre- S.IV.
De las cosas
ciada ser la dote, quando dice el que la da: Do vos tal cosa en que se dan en
dote
dote, y apreciola a cient maraveds. No ser apreciada, quando
solamente se dice: Do vos tal heredad en dote. La dote aprecia-
da tiene el privilegio de que en todo tiempo puede ser restituido
en el dao padecido por error de precio, tanto el que la d, como
el que la recibe, l.16. tit. II.part. 4.

De todo lo dicho se pueden sacar los axiomas sguientes: I.


El padre, y avuelo tienen obligacin de De los axioma., dotar
la hija, y nieta, segn sus haveres. II. La dote se constituye para
poder con mayor facilidad llevar las cargas del matrimonio. III.
El marido es el dueo de la dote mientras dura el matrimonio,
l.7 tit.11. part.4. IV. Disuelto el matrimonio, debe volverse la
muger, quien pertenezca. d. 1.7.

Del primer axioma se deduce: I. Que el padre quando casa S.V.


De los axiomas
la hija, la ha de dorar, tenga esta, 6 no algo de lo suyo, l.8. sobre que se
funde la dote.
tit.11. part.4. II. Que no hacindolo el padre, pueda ser apremia-
do ello por el Juez del Lugar, donde este, l. 9. tit. 11. part. 4.
III. Que el avuelo no est obligado dotar la nieta que est en
su poder, si ella, tiene de que dotarse, d. l.8. IV. Que en estas
mismas circunstancias deba el bisavuelo dotar la bisnieta, que
tiene en su poder, d. l. 8. V. Que no se pueda obligar la madre
dotar la hija quando el padre tiene de que hacerlo; pero no
se le quita el poderla dotar de su voluntad, d. l. 9, VI. Si la madre
es Herege, Judia, Mora, estar obligada dotar la hija Chris-
tiana, d. l.9. VII. Esta mism obligacin tiene qualquier que haya
en su poder, guarda alguna mujer; y se le podr apremiar
proporcion de sus haveres, y condicion de aquel con quien casa:
en cuyo caso, si diese mas de lo que ella tuviese no valdr aquel
sobrante, d. 1.9.

60 ACTUALIDAD CIVIL
INSTITUCIONES DEL DERECHO CIVIL DE CASTILLA

El exceso que se observaba en las dotes para casar las


hijas oblig establecer: I. Que quien tenga de dos cientos
quinientos mil maraveds de renta; sol pueda dotar cada una
de sus hijas en un cuento de maraveds; el que tenga menos,
solo en seiscientos mil; el que pasare de quinientos mil hasta un
cuento y quatrocientos maraveds, solo pueda dar un cuento y
medio; y el que tenga cuento y medio de renta, mas, pueda dar
en dote la renta de un ao, y no mas cada hija: de modo que
no pueda exceder de doce cuentos de maraveds; l. 1. tit. 2. lib.5.
Recop. II. Esto debe ser tan invariable; que Phelipe IV. declaro
nulas las dispensaciones que hiciese el Consejo contra el tenor
de esta ley; l. 5. tit. 2. Iib.5. Recop. y su observancia se repiti en
la Pragm. de Trages de 1723. al cap. 24.y 25. III. Que las Damas
de Palacio no lleven mas dote, que un cuento de maraveds, d.
l.5. IV. Que n se pueda, prometer en dote tercio, quinto d
bienes, d. l. 1.

Del segundo axioma se sigue: I. Que se pueda dar en dote


todo lo que pueda ser til al marido, ll.14.15.21 y 22. tit. 11. part.
4. II. Y asi no valdr la promesa de dote para eltiempo de la
muerte del marido, l.12. tit.11. part.4. III. Pero si otro, que no sea
la muger, promete la dote para tiempo incierto, valdr, por poder
morir en tiempo, que todava dure el matrimonio, y sea util, d. l.
12. IV. Que la dote se deba regular las riquezas de la muger, y
condicion del marido, l. 9 tit. 11. part. 4.

Del tercer axioma nace: I. Que el marido adquiera, y gane


los frutos de la dote, una vez celebrado el matrimonio, II. 125.
tit.11 .part 4. II. Que pertenezca al marido el menoscabo, au-
mento de la dot apreciada, causado despues de las bodas, y
no antes d. l. 18. all. III. Que los frutos gozados antes de las
bodas sean aumento de dote; bien qne por equidad se obser-
va, que el esposo que govierna, y viste la esposa el tiempo,
que la aguarda por su corta edad para casarse, no deba contar
por aumento de dote los frutos, que haya percibido antes del
matrimonio; l. 28. alli. IV. Que asimismo pertenezca al marido el
aumento, menoscabo de las cosas dtales contadas, pesadas,
y medidas; l.21. all. V. Pero de las no estimadas, que reciben
equivalente en su genero, como ganados, &. es de la muger el
dao, aumento; aunque el marido tiene la obligacin dq suplir
las cabezas que falten, de los hijos que nacieren d.ll. 8. y 21. all.
VI. Que dada eleccin al marido para volver la dote, su precio,

INSTITUTO PACFICO 61
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el dao, mejora ser de la muger, si el marido eligiere Volver


la cosa; y lo mismo si la muger se queda con la eleccin; d. l.
18. alli VII. Exceptuase el aumento; de la cantera no apreciada,
que es del marido, l. 27. alli. VIII. Que si la dote no apreciada
fuese ganada en Juicio, y la muger sali eviccion, debe ella
responder de la perdida; pero si la dio de buena fe, sin hacerse
responsable, el dao pertenecer al marido. Y por lo que respeta
a la dote apreciada debe la mujer darle otra cosa equivalente; l.
22. alli. lX. Que al marido competa cobrar la dote; l. 15. alli. X. A
no ser que sea deuda del padre, a vuelo, bisavuelo; en cuyo
caso no es responsable el marido al peligro que se sigese, vi-
niendo alguno de aquellos estado de pobreza, por no pderlos
apremiar para cobrarla de ellos; d. l. 15. XI. Pero si fuese deuda
destrao, pudiendo apremiarlo tiempo, ser responsable, aun
reducindose pobreza y la muger tendr accin para pedirla
al marido, si este no la cobrase, d. l.15. XII, Esto se entiede si
la deuda del estrao fuese duda de apremia porque si fuese
nacida de propia voluntad, v. g. si alguno huviese prometido
la muger darla alguna cosa cierta, y el marido se descuid en
pedirla tiempo en que este tal la pudiese pagar, entonces el
perjuicio ser para el marido; y si es cosa incierta, no tiene esta
obligacin de cobrarla, y por consiguiente no es responsable al
dao que resultare; d. l. 15. al fin.

Del quarto axioma se infiere: I. Que no puede el marido ena-


genar, vender, ni malvaratar la dote; l. 7. tit. 11 .part. 4. II. Pero si
lo hiciese, y temiese la muger que se reduzca pobreza, tendr
ella derecho para pedir fianzas, y que se la sealen alimentos;
l.29.alli.

Esta restitucion de dot tiene lugar en trs casos: I. Por


muerte de la muger. II. Por haver impedimento, que disuelva el
matrimonio. III. Por divorcio. En el primer caso, muriendo la mu-
ger sin hijos, se restituye la dote profecticia al padre; y si es ad-
venticia, los herederos de la muger, guardndose en este caso
los pactos de la escritura de dote, l. 30. tit.11. part. 4. pero Si S. VII.
dex hijos, el marido queda con el usufructo, y la propiedad pasa De la resti-
tucin de dote
ellos. Si la muger muere sin testar, y sin padre, y pariente que
la herede, la dote pertenece la Real Camara, l.12. tit.8. lib.5.
Recop. que deroga la l. 23. tit. 11. part.4. En el caso segundo y
si la dote es prefecticia se entrega al padre; y si adventicia,
ambos, y muerto el padre, la hija, tenga hijos, no, d. l.30. tit.

62 ACTUALIDAD CIVIL
INSTITUCIONES DEL DERECHO CIVIL DE CASTILLA

11 part. 4. En el tercer caso, si la dote es adventicia, se da la


hija, y no al padre, aunque viva, d. l. 30. alli.

La dote consistente en bienes raices se restituye luego


de disuelto el matrimnio, y si es de cosas muebles, se har la
restitucin dentro de un ao, no ser que haya hijos menores
de edad, pues el consorte, sobreviviente no tiene obligacin de
entregar, la dote hasta que lleguen edad mayor; pero deber
goverharios, y criarlos, y no enagenar, ni malvaratar la dote, l.
31. tit. 11. part. 4.

Al tiempo de esta restitucin puede el marido pedir se des-


cuenten las expensas, qu ha hecho n la cosa dotal, de que re-
sult benefcio; pero no aquellas, que sirvieron de mero adorno,
l.32. tit. 11. Part.4: lo que se entiende de la dote no apreciada,
pues en la apreciada, con restituir su estimacin ha cumplido,l.
26. all. Y si la dote era de cosas numeradas, pesadafo y medi-
das, debese volver la misma cantidad, l. 21. alli.

En esta restitucin se descuenta tambin a favor del marido


la parte de frutos cogidos, por coger de la dote en el ultim
ao, en que se disuelve el matrimonio, proporcion de los me-
ses, y dias que dur, d. l. 26. tit. 11. part. 4. Y jamas el mrido,
o sus herederos sern apremiados restituir esta dote, sino en
aquella parte que puedan, y no les quite los alimentos aunque el
Juez deber asegurar por plazos, de otro modo su restitucin,
d. l. 32. all. Pero en ningn caso se extinguir la accin pata
cobrar la dote, aunque se pierda el capital de ella, bienes, y ha-
cienda del marido, como advierte Ayora de Partitionibus, part. 1.
cap. 7. num.5.

No debe el marido restituir la dote, si la ganare por alguna


de estos tres modos, por pacto, por adulterio, por costumbre
del lugar donde se celebr el matrimonio l. 23. tit.11. part. 4.; y
esta costumbre ser de tanta fuerza, que aunque los casados
vayan vivir en otro pais, donde no se observe, no obstante de-
ber valer. sto se entiende no teniendo hijos, l. 24. alli.

Suele traher la mugr mas de la dote otros bienes que


llaman parafernales, y son: los bienes, las cosas, quier sean
muebles, raices, que retienen las mugeres para s apartadamen-
te, no entran en cuenta de la dote, l. 17. tit. 11. part. 4. De esta

INSTITUTO PACFICO 63
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definicin se sigue: 1. Si la mugr da al marido estos bienes con


intencin, que haya el seoro de ellos, lo tendr mientras dure el
matrimonio; y si esto no lo hiciese sealadamente en escritura,
ser siempre la mugr seora de ellos, d. l.17. II. S estos bienes
CAP. II.
se vendieren con aprobacin de la muger, no deber deducirse De los bienes
parafernales.
su precio al tiempo de la separancion pero s quando se convirti
en utilidad particular del marido; aunque la mujer consintiese,
no ser que sea tan pobre el marido, que sea preciso venderlos
para mantenerse. Ayora par.1. cap. 8. nn.2. 3. y 4. III. Vendidos
sin voluntad de la muger, tendr esta accin contra el; compra-
dor, y s no sacar el valor del cuerpo de los bienes de hacerse
particin. Ayora alli. n.5. IV. Los bienes del marido estn siempre
obligados por los perjuicios, y menoscabos, que hiciese en los
parafernales de su mujer. d.l.17.

Por arras entendemos: la donacion que d el varn la


muger por razon casamiento, l.1. tit. 11. part. 4. y tambin en
consideracin de la dote que recibi, l. 2. tit.11. part. 4. De aqui
se sigue; I. Que asi como la dote se puede dar antes, despues
del casamiento, as tambin las arras, d. l. 1. II. Que el pacto
expreso en la carta de dote, se entienda tambin en las rras, d. CAP. III.
l. 23. alli. III; Que fin de corregir el exceso en sealar lar arras, De las arras.

est prohibido el que puedan exceder el diez mo de los bienes


del marido, l. 1. tit. 2. lib. 3. Fuero Real y de modo, que si mas se
diere, no valga, y puedan los parientes pedir este sobrante, d. l.
1. IV. Que no se pueda renunciar esta ley, l. 2. tit.2. lib.5. de la
Recop. V. Que prometiendose las arras de los bienes presentes,
y de los que se adquieran en adelante, valdrn las arras aunque
no quepan en el diezmo de los bienes presentes, si al tiempo de
separarse el casamiento, se encuentran bienes gananciales,
hereditarios, que cumplan dicho diezmo, l. 2. tit. 2. lib. 3. Fuero
Real. Ayora, part.1. cap.7. n. 18. VI. Que si promete el marido
arras sobre los bienes que tiene, y despues apareciese no ser
suyos todos, sino, posedos con buena fe, no estar obligado
pagar sino el diezmo de los bienes que sean realmente suyos.
Ayora alli. n.23. VII. Que si en la dote padece engao el marido,
puede rehacerlo; y compensarlo en las arras. Ayora alli, n. 34.
VIII. Qu la muger, muriendo sin hijos, dispone de las arras como
quiera, l. 1. tit.2. lib.3. Fuero Real. X. Que si muere la mujer, te-
niendo hijos del marido, pueda disponer de la quarta parte de las
arras, y las otras tres deben quedar para los hijos, d. l.1. Fuero
Real. XI. Pero si muere sin hijos, y no dispone expresamente

64 ACTUALIDAD CIVIL
INSTITUCIONES DEL DERECHO CIVIL DE CASTILLA

de ellas, pasar sus herederos, l.3. tit.2. lib.5. Recop. XII. Que
muerto el marido, y dexando hijos, la mujer tendr el usufructo
de las arras, y los hijos de la propiedad, se casa esta segunda
vez. Ayora alli. n. 21. XIII, Que las arras se reputan bienes pro-
pios de la mugr, y por tanto, s se disuelve el casamiento, y se
gastaron durante el, se sacar del cuerpo de los bienes pero si
se prometieron para quando se separasen los consortes, se de-
ben sacar de los bienes propios del marido; porque seria agravio
de la muger el deducirlas de los gananciales, que tiene parte,
no ser que ella, renunciase las ganancas Ayora alli, n. 16, XIV.
Que no puede el marido enagenar las arras, aunque la muger lo
otorgue, por razn de la restitucin, l.4. tit. 2. lib. 3. Fuero Real.
XV. Si el.esposo huvo que ver con la espos, disuelto el matri-
monio, seran las, arras de ella; pero si no, volvern al esposo,
sus herederos, l.5. alli, Fuero Real, XVI. Que la muger pierda
las arras por adulterio, si se v de casa por su propia voluntad,
l. 6. alli. Fuero Real.

Dopadio es: el don, que da el esposo la esposa, ella l


francamente sin condicion, antes que el matrimonio sea cumpli-
do por palabras de presente l.3. tit. 11. part. 4.
CAP. V.
Asi como el exceso de las dotes, y arras se ha procurado De los
limitar por nuestras Leyes, del mismo modo se he moderado el donados

exceso d estas donaciones gratuitas: por la que est dispuesto:


I. Que el esposo no pueda dar la esposa por: via de donado
en vestidos, joyas, &. mas de lo qu montare la octava parte de
dote de la muger l.1. tit. 2. lib. 3. Recop. II, Que si las joyas exce-
den esta octava parte, no haga suyas la muger mas de aquellas
que compongan este valor, lo que est mandado observar por la
mencionada Pragmatica Real de 1723.

Esta donacion en quanto al efecto tiene ciertas limitacio-


nes: I. Si sucediere, que por culpa de uno d los desposados
no se haga el casamiento, debe volver al otro el donado, que
recibi, l. 3, tit. 1. part. 4, II. Pero si esto acaeciere por muerte
de alguno de los dos se ha de distinguir diciendo, que si muere
el esposo antes de besar la esposa, debe volver el donanado
los Herederos del finado; pero si la huviese besado, ganar
la mitad. Y si este donado huviese sido hecho al esposo por
la esposa, y muriese esta antes de casarse, se hayan besado,
no, vuelven las joyas, y dems cosas los herederos de la

INSTITUTO PACFICO 65
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esposa, d. I.3, Vease la l4. tit. 2. lib. 5. Recop. III. Haviendo solo
donado sin arras, ser de la muger, y deber restituirse ella
sus herederos separado el matrimonio baxo las mismas leyes,
que hemos dicho de las arras; y haviendo uno, y otro, ella, los
herederos podrn escoger lo que mas quisieren, y esto dentro el
termin de veinte das, d. I. 4. Recop.

El derecho de ganancias tiene su fundamento en la socie-


dad que se supone entre marido, y muger; por que trayendo esta
sus capitales en dote, donado, y bienes parafernales, y aquel
en la hacienda, y bienes que posee, se sigue, que las ganancias
qu resultan del manejo mancomunal de este cuerpo de, bienes,
sean por iguales partes de uno, y otro, compaero. De aqu po-
damos haver tomado motivo para trtar de las ganancias entre CAP. V.
marido, y muger, quando tratemos del contrato de sociedad por- De los bines
ganaciales
que en este sentido nos lo explican Ayora, y otros; pero nos ha
parecido mas propio tratar aqu esta materia, ya porque ha de
tomar mucha luz de lo que acabamos de decir sobre dote, arras,
&, y tambin porque contribuir formar idea percta del casa-
miento, que como hemos supuesto, solo consideramos aqui por
la parte que tiene de contrato.

Bienes de ganancia son: todo lo multiplicado durante el ma-


trimonio l.10. tit.9. lib.5. Rec. Por multiplicado se entiende todo lo
aumentado por titulo oneroso, y no lo adquirido por titulo lucra-
tivo, como herencia, donacin, etc, l.12. tit.3. lib.3. Fuero Real.
Y estos, bienes se presumen comunes, salvo aquellos que cada
uno probar ser suyos propios, l. 1. tit. 9. lib. 5. Recop. S. I.
Que son
bienes gana-
De todo esto se deduce: I. Que lo que el marido, mujer ciales.

trahen al matrimonio, como suyo propio, adquieren durante


l por titulo lucrativo, no venga en particin. II. Pero s lo adqui-
rido mientras fueren casados por compra otro titulo oneroso.
III. Que en estos bienes gananciales adquiera absoluto dominio,
luego de hecha la division, cada una por su mitad. IV. Que asi
como son comunes las ganancias, sean tambin los menosca- S. II.
Baxo quales
bos, que acontecieren en estos bienes, a no ser que sea por principios se
establezca el
culpa de uno solo. derecho de
Del primer principio se Infiere: I; Que la dote y arras, dona- ganancias mat-
rimoniales
do de esposo, y bienes parafernales no so bienes gananciales,
departicion. II. Ni la herencia de padre, parientes donacin
estrao al uno de los consortes, l.2. tlt.3. lib.3 Fuero Real; ll.2

66 ACTUALIDAD CIVIL
INSTITUCIONES DEL DERECHO CIVIL DE CASTILLA

y 3. tit. 9. lib.5. Recop. III. Ni la donacion hecha por los parien-


tes de la muger al marido, por el contrario, pues siempre se
cuenta capital de aquel quien se hizo. Ayora alli. part.1. cap.8.
nn.18. y 19. IV. NI el usufructo, que goza el padre en los bienes
del hijo; Y asi todos estos capitales deben separarse al tiempo
de disolverse el matrimonio, de la masa total, antes de hacer la
particin de bienes. Ayora alli. Part.1. cap.7. n.1. al 15. Y cap.
8. nn. 19. 20. y 21.

Del segundo principio se saca: I. Que vienen en particin los


fru7tos cogidos de todos estos capitales ganados, y mejorads
durante, el matrimonio, l.5. titi 9. lib. 5. Recop. II. Los frutos no
cogidos, que aparecieron en vias, arbols, etc. los no apare-
cidos, si la labor es tierra sembrada, l. 10. tit. 4. lib.3. Fuero Real.
III. Que estos frutos sean, siempre comunes aunque uno de los
consortes tenga mas haveres que el otro, l.4. all. Recop. IV. Se
dividen las mejoras de planto, edificacin, etc. con la diferencia,
que s el planto fuese hecho en tierra propia de alguno de los
consortes; se dividir sacando primero la estimacion de la tierra,
que tnia antes de plantar, y dandola al dueo de ella; pero si
se edific casa, horno, molino, en tierra de uno de ellos, aquel
cuya es la tierra quedar con lo edificado, y pagar el otro la mi-
tad del costo, que tuvo qando se edific, l.9. alli. Fuero Real. V.
Se divide tambin el valor de la compaia, oficio comprado por
marido, y muger, segun el que tenga al tiempo de la particin.
Ayora part. 1. cap. 8. n. 16. VI. Tambin se parten las pensiones
de la heredad arrendada, proprcin del tiempo que dur el
matrimcmio por aquel ao, Ayora part.1. cap 9. n.5. VII. Pero no
vienen en particin las mieses, frutos maduros de la heredad,
que alguno de los consortes trahe al matrimonio, y no se sem-
braron durante l: por lo que se sacaban antes del cuerpo de los
bienes. Ayora part. 1. cap. 9. n.3. VIII. Ni se dividen las mejoras
hechas en bines de Mayorazgo, l.6. tit. 7. Lib.5. Recop.

Del tercer principio nace: I. Que disuelto el matrimonio; el


que sobreviva: puede disponer de la, parte de los bienes multipli-
cados que le pernece, sin estar obligado a resevar la propiedad
a los hijos, l.6. tit.9. l.5. Recop. ll. Que lo que el marido dexase
a la mujer en testamento, no se entienda de lo que ella le per-
tenece de los gananciales; l.7. alli. III. Que el marido no puede
entregar sus bienes con malicia, y en fraude de estas ganacias;
l.5. alli. IV. Que el uno por deleito del otro no pierda sus bienes,

INSTITUTO PACFICO 67
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ni la mitad de las aganacias, l.10. alli. V.Que si la viuda vive luxu-


riosamente, y por delito, perder lo que hubo por razon de mitad
de ganaciales, ll.5. y 11. alli.

Del quarto principio se isigue: I. Que siendo comunes las


ganancias, y perjuicios, las deudas que se contrahen durante el
matrimonio, se paguen de los bienes comunes; pero las contra-
hidas antes, despues, l.14. tit.20. lib.3. Fuero Real. II. Que no
pagara la mitad de las deudas de la mujer, si renunciare a las
agancias, l.9. tit.9. lib.5 Recop. III. Los menoscabos causados
a la hacienda, por haverla arrendado el marido baxo precio,
por paga de censos, y deudas contrahidas por causa ilcita, no
deben perjudicar a la mujer; y asi en estos casos se ha de sacar
la perdida, menoscabo de la masa de los bienes, y darla la
mujer antes de partir. Ayora part. I. cap.8. n.14 y n.15. IV. Que
si casan hijos, y les prometen dote, se pague de los bienes ga-
nanciales; y no haviendoles de otros bienes; y si solo el padre
prometiese la dote, se pagara de los gananciales; y en falta de
estos, de solo los bienes del marido, l.8. tit.9. lib.5. Recop.

Damos por sentado: I. Que Aragon no esta obligado el pa-


dre dotar sus hijos, hijas, ya no por haver Fuero que tal diga,
ya por la libertad que tiene qualquiera para disponer de sus bie-
nes, y este es el parecer de Portoles, verb.Dos, n. 2. que discre-
pa del de Molino verb. Dos. II. Si se ha de juzgar por los efectos,
debemos decir que la propiedad, y dominio de la dote pertenece ARAGON.
a la mujer, que la puede enagenar, obs. 39. de June Dot. Lib.5.

Al primer principio pertenece: Que ya sea el marido, la


muger sobreviviente; ypuede dotar los hijos en tanto dieren en
vida a los otros. Observ. 15. De F. D. Y aun puede de los bienes
entre hermanos, dar al hijo que case por via de dote, lo que le
pereciere bbs. 17. alli.

Al segundo toca: I. Qu el dominio de la dote es tan privile-


giado, que no se puede executar por obligacin, en que la mujer
haya intervenido juntamente con el marido, Fuer. 7. de Homici-
dio, Lib.9. II.Que pierda este dominio por adulterio, pero no por
delito del marido, Fuer. 5. de F. D. Fuer. 8. De Homicidio. III Que
muerta la mujer, heredan la dote sus hijos legitimos, Fuer. 7. de
F. D. y estos tienen accin para pedirla, aunque en el instrumen-

68 ACTUALIDAD CIVIL
INSTITUCIONES DEL DERECHO CIVIL DE CASTILLA

to no se hubiesen expresado con individualidad de las cosas en


que consista. Obs. 3. de. F. D.

La donacin proter nuptias es la dote que el marido consti-


tuye a la mujer, por estar obligado a dotarla decentemente. Por-
toles la observ. 50. de. F. D. pero puede la mujer eximirle de
esta obligacin, por ser favorable ella sola, obs.5. de donat. lib.
8. que corrige el fuer. 1. de contract. conjung. lib. 5

Muerto el marido, no queda la mujer otro derecho que el


de viudedad en dicha dote y si casa segunda vez, pasa a los
hijos del primer marido, obs. 52. de F. D. y en falta de hijos, los
parientes de este.
Los hijos no pueden pedir la dote que el padre seal la
madre, hasta que mueran ambos; y si lo hijos mueriesen sin tes-
tar, el derecho de estos se refunde en el padre, y faltando este,
en sus parientes mas cercanos, obs. 5. y 42. de F. D. Ni tampoco
podran los hijos pedir, muerta la madre, lo que el padre la prome-
ti en dote por suponerse que esta promesa era para dorante la
vida, no ser que la dtase en todos sus bienes, pues entonces
seria una donacion universal, obs. 38 y 50. alli.

La constitucin de esta dot en favor, de mugr infanzo-


na, segun Fuero, ha de ser n tres heredades que tenga, en
adelante vivire el marido; muerto l qual, puede obligarlas la
muger, si no tiene alimentos y sus hijos no se los subministran.
Tambin puede sealar una de ellas por via de dote un hijo con
tal de que permanezca viuda, otra la Iglesia en que se enterr
el marido y la tercera generalmente a los hijos, Fuer. 2. de. F.D.
y obser. De F.D.

No obstante el derecho de los hijos la dote, constituida en


favor de la madre, puede el padre dotar la segunda mujer en
una de las tres heredades, que seal a la primera, con tal que
sea la de menos valor de modo que la heredarn los hijos que
hubiese de segundo matrimonio, Fuer. 7. de. F.D. Esto mismo se
entiende si casase tercera vez.

A la mujer, que no es Infanzona, la competen por via de dote


quinientos sueldos Jaqueses; bienque puede el marido dotarla
en mayor cantidad, no siendo en perjuicio de los hijos de otro
casamiento. Y si esta tal se la dota en calidad de Infanzona;

INSTITUTO PACFICO 69
DON IGNACIO JORDAN DE ASSO Y DEL RIO, Y DON MIGUL DE MANUL Y RODRGUEZ

gozar de los privilegios, y sus hijos la heredarn. La mujer villa-


na solo puede exigir esta dote, no haviendo tenido hijos. Fuer. 3.
de F.D. y obs. 24. de secund. Nupt. lib.5

No se ha confundir esta donacin con el excreix, aumento,


firma de dote, por la qual cede el marido alguna parte de sus
bienes, que segn el estilo comn, suele ser la tercera parte,
para asegurar la dote que llev su muger. Portoles la obs. 52.
de F. D. n.2. Esta firma de dote sucedi en lugar del Axovar, que
era la heredad que por los padres solia asignarse la hija mas
de la dot, y era propia herencia, y de los suyo; de modo que no
se podia enagenar antes de tener hijos; obs. 6. de F. D. pero esto
ya no se estila.
La propiedad del Excreix pertenece de tal modo la muger,
que el marido, y sus herederos no tienen derecho el, obs. 5.
de secund. Nupt.

Las dotes, y firmas de dote se constituan con tanto prjui-


cio de las herencias vinculadas, que por el Fuero 8. de F. D. se
prohibi los poseedores de las ocho Casas principales de Ara-
gn el poder cargar por titulo de firmas, y dotes mas que doce
mil ducados sobre las haciendas vinculadas.

Tengase presente, que en Aragn todos los bienes de la


muger son dotales bien se miran como efectos resultantes de
ellos, quales son las adquisiciones; y asi no se conocen los bie-
nes parafernales; obser. Penult. Declar. Monetat. Lib. 9

Para, comprehender lo perteneciente la divisin de los


bienes gananciales, se hian de sentar estos principios: I. Que el
marido durante el matrimonio, es seor de los bienes muebles,
aun de aquellos que llev la mujer; y administrador de los races;
obs. 24. de Donat. II. Que todo quanto adquieren marido, y mu-
ger por ttulo oneroso despus de casados, es comn de ambos,
obs. 53 .de F. D. Por toles la obs. 2 de F. D. n. 7

Del primer principio se sigue: I. Que el marido puede ena-


genar los bienes muebles, salvo en caso de enfermedad; y en-
tonces solo valdr la enagenacion en quanto los muebles, que
le pertenezcan; obs. 1. y fin. Ne vir fine uxore, lib. 1. II. Que
ausente el marido sin dexar Procurador, la muger tendr la ad-
minis tracion de los bienes, obs. 27. de F. D. III. Que si la muger

70 ACTUALIDAD CIVIL
INSTITUCIONES DEL DERECHO CIVIL DE CASTILLA

sobreviviente al marido quiere adquirir la mitad de los muebles,


deber satisfacer la mitad de las deudas, por las que este los
oblig; obs. 32. de F. Dot. IV. Que puede la muger cederle los
bienes muebles, y raices, como no sean de la dote, axovar; y
estos tales entran en divisin; obs. 1. de F.D.

Para proponer con claridad la doctrina, que se fonda en el


segundo principio, se han de distinguir dos casos: I. Si el consor-
te que sobreviva permanece en viudedad. II. Si el marido, la
muger pasan segundo matrimonio; advirtiendo de antemano:
I. Que antes de practicarse la divisin, s han de deducir de la
masa comn de los bienes las deudas, y expensas de sepultura;
obs.6 de secund. Nupt, y luego marido, y muger pueden, sacar
lo que llaman aventajas forales. Las del marido son: un caballo,
rocn, mula, dos bestias para arar; su cama armas, vestidos, y
librera. Los tres Fueros de los tres titulos seguidos, desde el que
empieza: De rebus; quas mortua prima uxor, etc. lib.5. Las de
la muger son: una mua de cabalgar; no rocin, ni macho obs. 34.
de F. D. cama, vestidos, Joyas, vaso de plata, etc. Fuer. 2. 3. y
4. de F. D. II. Que la divisin de bienes se hace entre el consorte
sobreviviente, y herederos del difunto. III, Que lo posedo duran-
te el matrimonio, en caso de duda, se presume comn. Portols
la obs. 53. de F. D. n.33.

Esto supuesto. en el primer caso procede lo siguiente: I.


Que esta divisin no haya lugar en lo que marido, y muger ad-
quirieron por titulo lucrativo, pues esto es privadamente de quien
lo adquiri, obs. 53. de F. D. II. Que solo se dividen los muebles,
que haya al tiempo de hacerse la particin, y no los que havla
quando muri la muger, salvo si se huviese hecho inventario,
obs.22. de F. D. III. Tampoco se dividen los bienes, que adquiri
el marido antes de casar, de consumar el matrimonio, obs. 23.
de F. D. IV. No se comprehenden en divisin los muebles que
gast uno de los consortes, no ser que huviese formado inven-
tario de ellos, emparamiento de dote, obs. 2. de F. D. V. Que
los muebles le tienen por consumidos, quando no consta en que
se colocaron; y s se pag algo con ellos, vienen en divisin, obs.
57. de F. D. VI. Que el marido tenga accin para pedir el legado,
que se dex l muger, por ser mueble, y corresponder la mi-
tad, obs. 44. de F. D. VII. Que el esposo adquiere enteramente
las joyas, que di la esposa, si esta muriere antes de consumar
el matrimonio, obs. 46. De F. D. pero si el marido muere antes,

INSTITUTO PACFICO 71
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se dividen: Portoles la d. obs. n. 4. VIII. Si el marido edific en


area de la muger, si plant via, olivar en su campo, hizo otra
mejora, tendr la quarta parte de la propiedad, bien la mitad
de la obra, y planto, que hizo, obs. 12. de F. D. atendindose al
valor actual que tiene la cosa al tiempo de la restitucin; Portales
d. obs. n. 2. IX. Si se tribut una heredad hasta cierto tiempo
marido, y muger, y alguno de ellos muere dentro del tiempo; el
que sobreviva tendr la mitad de dicha heredad; pues siendo su
dominio revocable, se considera como mueble, obs. 21. de F.D.

X. Si el marido compr algo, y muri sin pagar el precio,


deber la muger satisfacerlo a proporcion, si quiere lograrla mi-
tad, obs 28. de F. D. XI. Igualmente si el marido contraxo deuda
para cosa necesaria, como es mantener la casa, etc. lo que se
presume, si fue buen administrador, debe la muger pagar la mi-
tad, obs. 29. de F. D. XII. Que haviendo pleyto pendiente sobre
recobro de alguna deuda, debe la muger pagar la mitad de los
gastos por la parte, que le pertenece, obs. 30. de F. D. XIII. Si la
muger llevase v. gr. mil al matrimonio, y no se hiciese capitula-
cin matrimonial, en ste caso se comunica dicha cantidad; y el
marido paga la mitad, no ser que mediante capitulacin asegu-
rase el marido la restitucin, y entonces queda salva la muger, y
asi se ha de entender la obs. 44, de F. D. XIV. Si la muger llev
un bien raz como mueble, esto es, estimado, tasado; percibir
la mitad el marido, obs. 43. de F.D. y Portles ella, n. 2. XV. Si
uno de los consortes redimi la cosa del otro con dinero comn,
su heredero tendr derecho la mitad de ella; y lo mismo su-
ceder si se hizo algn legado, donacion de bienes raices en
favor de uno de ellos con el cargo de pagar cierta cantidad, y el
otro se adelant satisfacerla con los bienes comunes, obs. 47.
de F. D. XVI. Las pensiones, y rditos, aunque sean perpetuos,
se consideran como muebles por aquel ao, en que se hace la
divisin; obs. 63. de F. D. XVII. Los frutos, y rditos obligados
en publico instrumento con consentimiento de ambos consor-
tes no se dividen antes bien se deducen como deuda, no ser
que los percibiesen, sin embargo de estar obligados; si uno de
ellos les di otro destino durante el matrimonio, obs. 63. de F. D.
XVIII; Que como el consorcio contina hasta hacerse la divisin,
la qual entre otros modos se entiende hecha por el inventario,
pues interviniendo este, se cree que los consortes se apartan de
la comunion, sociedad segn Portoles la obs. 2. de F. D. n. 7.
es claro, que los bienes comprehenddos en el inventario gene-

72 ACTUALIDAD CIVIL
INSTITUCIONES DEL DERECHO CIVIL DE CASTILLA

ral, especial, deben venir en divisin; y asi se entendern las


obs. 62. 63. 64. y 65. de F. D. XIX. Que el consorte sobreviviente
tiene facultad (aunque se haya hecho inventario) para pagar con
los muebles comunes las deudas, que ambos se obligaron,
que uno de ellos consinti, obs. 64. de. F. D. XX. Si la muger
quiere tener viudedad, usufructo en los bienes raices, esto es,
en la porcion que tocaria los herederos del marido, no debe
hacer la divisin, obs.55. de F. D. XXI, Si muere marido muger,
quedando aparentes los frutos, los heredros percibirn la mitad
de ellos, por presumirse que se cultivaron expensas de ambos
consortes; pero si no quedaron frutos, sacarn la mitad de las
expensas, obs. 7. 37 y 61. de F. D.

En el segundo caso procede: I. Que si el marido pasa, a


segundo matrimonio, debe citar los parientes mas cercanos de
los hijos de su primera muger para dividir los bienes, que fueron
comunes; pero no pueden obligar los hijos al padre que incon-
tinenti haga la divisin, Fuer. 1. de secund. Nupt. lib. 5. II. Que
si el padre descuid el hacer esta particin, deber dividir con
los hijos de su primera mugerlo que gan durante el matrimonio
con la segunda, Fuer. 2. y obs. 1. de secund. Nupt. III. Que los
herederos de la primera muger heredarn la mitad de los bienes,
que comprosen primerio segundo matrimonio, si estos no se
dividieron, y la mitad que tocase al marido, deber dividirla entre
los hijos de la primera, y segunda muger; y en esta parte tendr
viudedad la segunda, obs. 10. de secund. Nupt. IV. Si el marido,
que havr casado dos veces, llega morir, y los herederos de
la primera muger quieren hacer particin con la segunda, sus
herederos, dividirn primero los muebles comunes del marido,
y segunda mujer; y los que constaren por inventario, testigos,
etc. que fueron propios de la segunda muger, se dividirn entre
los herederos de la primera y los del marido. La mitad de estos
se volver partir entre los herederos del marido, y los de la
segunda muger, exceptuando siempre las joyas: y asi respec-
tivamente, si el varn casre tercera, quarta vez. Todo esto
se entiende tambien de la muger, que casa segunda vez, obs.
3. de Secund. Nupt. V. Que en estos casos se deducen antes
las aventajas forales d. obs.3. VI. Que si el marido que cas
dos veces, por haver mejorado la herencia de la muger, logr
la quarta parte de la propiedad, mitad de las otras, como se
dixo, esta mitad se dividir entre los hijos del primero, y segundo
matrimonio, y la muger tendr la viudedad n ella. Y si el padre

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obr, mejor lo suyo, los hijos de la primera muger tendrn


la quart parte de la propiedad, mitad de las obras, y la otra
mitad se partir entre los hijos d la primera, y segunda muger,
reservando la viudedad de esta parte la segunda, d. obs. 10.
de Secund. nupt.

TITULO VIII.
De la diferencia de hijos, y patria potestad.

Baxo la tercera divisin, de los hombres, segun el estado


de familia, se comprehende la diferencia de hijos y el poder que
los padres tienen sobre ellos, al qual llamamos patria potestad.

Los hijos, son legitimos; naturales. Los legitimos son:


los que nacen de padre; de madre, que son casados verdera-
toente, segun manda Santa Iglesia; l. 1. Tit. 13. part.4. De aqu
se sigue: I. Que el hijo de aquellos, que casan manifiestamen-
te n faz de la Iglesia, aunque despues aparezca impedimento CAP. I.
De la divisin
para separarse y ser legitimo, quando los dos, alguno de ellos de los hijos en
ignoraba el impedimento, d. l. 1. II. Tambin ser legitimo eI hijo naturales, y
legitimos
que concibiese mientras se altercase en juicio este impedimen-
to, d. l. 1 III. No son legtimos los que nacen de aquellos, que
casan clandestinamente, de los que sabiendo tenan impedi-
mento para casarse, se casaron; aunque lo hicieren en faz de la
Iglesia, l. 2. alli. lV. Ni los que nacieren de padres no casados,
segn manda la Iglesia d.l. 2 V. Ni los hijos de barragana, aun-
que el padre casase con ella, d.l.2. Estos hijos legtimos gozan,
y heredan las honras de sus padres, avuelos, etc. son capaces
de dignidades, y succeden los padres, y otros parientes d. l. 2.

Los hijos naturales son: los que no nacen de casamiento


segund ley; l. 1. tit.15. part. 4. Estos comprehenden los forne-
cinos, notbos, que nacen de adulterio; los manceres, hijos
S. I.
de puta; los espurios; esto es, hijos de barragana, concubina; De los hijos
naturales
y los que se tienen de parienta, o Religiosa, que llaman inces-
tuosos, d. l. 1. Y estos no logran las ventajas de los hijos legti-
mos, l. 3. alli

Los hijos naturales se hacen legtimos de muchos modos:


I. Por merced Real, del Papa, l. 4. tit. 15. part. 4. II. Por testa-
mento confirmado por el Rey, l. 6. alli. III. Por escritura publica,

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l. 7. alli. IV. Por casar la hija con hombre ilustre, l. 8. alli. V. Por S. II.
ofrecerse el hijo al servicio del Rey, al Concejo de Ciudad, Modos de
legitimar los
Villa, ll. 5. y 8. alli. hijos naturales

Los efectos de estas.legitimaciones miran dos fines: I.


Que el; hijo legitimado se haga cpaz de los honores, que he-
mos dicho arriba eran propios de los hijos legtimos; en lo que
hemos de advertir, que as como la legitimacion Real no hace
capaz al legitimado para las Dignidades, y Beneficios Eclesis-
ticos; as tamble la del Papa no hace capaz al legitimado para
obtener honores seglares; y aun para lo Eclesistico no puede
obtener otra pieza, que la expresada en la dispensa, l. 4. tit. 15.
part.4. El otro fin de la legitimacin es hbilitar los legitimados
para que succedan los bienes de los padres en falta de legti-
mos. Vanse las ll. 4. 5. 6. 7. y. 8. alli. en donde se hallarn las
solemnidades de cada uno de estos actos.

Patria potestad es; el poder que han los padres sobre los hi-
jos, l. 1, tit. 17. part.4. Esta definicin declara, que esta potestad
es propia del padre, y no de la madre, ni de los parientes de esta,
l. 2. all. Debemos considerar este poder muy distante de aquel
derecho de vida, y muerte, que permitieron las Leyes Roma- CAP. II.
nas sobre los hijos, particularmente si hacemos reflexin de que De la patria
potestad.
nuestras costumbres, y leyes tuvieron su nacimiento en la Chris-
tiana, que abraza todo lo Justo; y humano. Por tanto, este poder
se ha de mirar cmo til al hijo, pues consiste propiamente en un
dominio economico, que tiene el padre sobre el hijo legitimo. De
este principio procede: I. Que los padres deben criar, alimentar,
y educar los hijos, que tengan en su poder, ll. j.y 5. tit. 19. part.
4. II. Castigarlos moderadamente, l. 18. alli. III. Encaminarlos,
y aconsejarlos bien, d. l. 18. IV. Que deban administrar, guiar,
y defender, asi en juicio, como fuera, los bienes adventicios de
sus hijos, teniendo el usufructo de ellos, y la propiedad de los
profecticios, l. 5. tit. 17. part.4. bien que el peculio, pegujar,
esto es, lo que adquieren los hijos en la milicia, sirviendo en la
Corte al Rey, es de ellos con toda propiedad, II. 6. y 7. alli. V.
Deben defenderlos en juicio, ya sean rebs, ya reos, ya actores,
l.11. all, exceptuados los dos casos de la l. 12. alli. VI. Pueden
obligarlos por el Juez que vuelvan su tutela, y poder si son
vagamundos, l. 10. alli.

Quatro son los modos con que se adquiere esta patria po-
testad: I. Por matrimonio legitimo. II. Por sentencia de Juez, que

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fallase ser hijo legitimo aquel de quien se dudaba. III. Por delito,
que cometiese el hijo contra el padre, que le di libertad, lo
S. I.
emancip. IV. Por la adopcion, l. 4. tit. 17. part. 4. Modos de ad-
quirir la patria
Del primer modo se sigue: I. Que los hijs legtimos sern potestad

los que estarn baxo la patria po testad, l. 2. tit. 17. part. 4. II.
Los legitimados, por mirarse como legtimos, l.4. tit. 15. part.4.
III. Pero no los naturales, y dems que baxo de este nombre se
hallan comprehendidos, d. l. 2.

El segundo modo adquirir este poder es evidente.

La Ingratitud del hijo para con el padre que lo emancip,


hace que vuelva otra vez su potestad, y este delito debe pro-
barse por palabra, o de hecho, que haya, causado deshonra al
padre, l. 19. tit. 18. part. 4.

El quarto modo consiste en la adopcion, porfijamiento,


que es: una manera que establecieron las Leyes y por la qual
pueden los omes ser fijos de otro, maguer non lo sean natural-
mente, l. 1. tit. 16. part. 4.

Esta adopcion es de dos modos: I. Quando se adoptan los


hijos que no estn baxo otro poder. II. Adoptando los hijos que
estn baxo la potestad de su legitimo padre, d. l. 1. Para que
valga uno, y otro porfijamiento es necesario el consentimiento
del que se quiere porfijar, en el primer modo manifiesto, y en el
segundo tcito, d. l. 1. El primer porfijamiento se hace solo con
autoridad del Rey, y se llama abrogatio, l. 8. tit. 16. part. 4.; y el
segundo con otorgamiento de Juez, y se llama adoptio, d. l. 18.
Las solemnidades de uno, y otro se hallan en la l. 17. tit. 7. part.
4.

El porfijamiento est fundado en este principio; Que debe


imitar la naturaleza. De donde se deriva: I. Que solo pueda por-
fijar el que no este baxo otra potestad, l. 2. tit. 16. part. 4. II. Que
sea mayor de diez y ocho aos al que ha de ser porfijado, d. I.
2. III. Que no tenga impedimento natural para tener hijos, d. I. 2.
Por lo que: IV. Si este impedimento se ha seguido de enferme-
dad, desgracia, podr porfijar, l. 3. alli. V. Que no pueda porfijar
la muger, no ser que sea para su alivio, y consuelo, haviendo
perdido un hijo en el servicio del Rey, de algn Concejo pero
ha de intervenir autoridad Real, d. I. 2.

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Como para la adopcion se requiere expreso, ta cito otor-


gamiento, y notable utilidad del adoptado, se ha establecido: I.
Que no pueda porfijarse el menor de siete aos sin padre, ni
el mayor de siete, y menor de catorce, no ser que intervenga
otorgamiento Real, conocimiento del provecho, que se seguir
al porfijado, y obligacin del porfijador pra restituir los bienes
del mozo sus legtimos succesores, si muriese antes de los
catorce aos, l. 4. tit. 16. part. II. Que el tutor no pueda porfijar
al mozo, que tiene en su guarda, por l sospecha en que podria
caer; y solo lo podr hacer teniendo el mozo veinte y cinco aos,
y con licencia Real, l.6. alli.

El porfijamiento causa el efecto de que el porfijado est


baxo la potestad del porfijador, lo mismo que en los hijos legi-
timos; bien que con alguna diferencia por lo que pertenece a la
succesion, como lo expresan las ll. 7. 8. y 9. tit. 16. part. 4.

La patria potestad se acaba de quatro modos: I. Por muerte


natural. II. Por destierro perpetuo, que se dice muerte civil. III.
Por dignidad del hijo. IV. Por emancipacin; princip, del tit. 18.
part. 4.

El primer modo se entiende, si el padre que muri no esta-


ba al tiempo de morir baxo el poder de su propio padre; porque
en este caso, el hijo que dexaba recaera baxo la potestad del
avuelo, segn la l. 1. tit. 18. Part. 4. aunque por derecho de la
Recopilacion proceder otra cosa, como veremos.

Al segundo modo pertenece: I. El destierro perpetuo del pa-


dre Isla, otro lugar cierto; qu es la deportatio de los Roma- S. II.
Modos de
nos. II. La condenacin perpetua las obras pblicas, minas, acabarse la pa-
tria potestad
etc. l. 2. tit. 18. part.4. III. Los encartados para siempre, l. 4. alli.
IV. Pero no los que se destierran por tiempo determinado, para
siempre, no confiscndoles los bienes, que son los relegados, l.
3. alli. V. Ni los encartados por tiempo cierto, d. l. 4.

La mayor parte de las doce dignidades de que habla el tit.


18. Part.4 desde la l, 17, hasta la 25, hoy da no se conoce;
por lo que tomando argumento de ellas, podemos decir, que ge-
neralmente toda dignidad que tenga anexa jurisdiccin, y toda
dignidad Eclesistica es bastante para sacar al hijo de la patria

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potestad; pues no es regular que el que juzga otros; tiene


empleo de exercicio, manejo, sea gobernado por otro.
En quanto la emancipacin, est dispuesto: I. Que esta
se haga ante juez Ordinario, l. 15. tit. 18. part 4. y dando antes
cuenta al Consejo, Aut. 20. l.9. l. 3.

II. Que Delante del padre, e hijo manifiesten su voluntad, el


uno de querer emahcipar, y el otro de ser emancipado, l.17. tit.
18. part. 4. III. Que siendo el hijo menor de siete aos, puede el
padre pedir al Rey le otorgue licencia para emanciparlo; y sin
este otorgamiento, el Juez del lugar donde est el padre, no po-
dr actuar la emancipacin; la qual en este caso puede hacerse
no estando presente el hijo; pero si fuese mayor de siete aos;
mas de autoridad Real, se requiere que el hijo otorgue ante el
Juez querer emanciparse, I. 16. tit. 1. part. 4. IV. Que los hijos
casados, velados se tienen por emancipados, l. 8. tit. 1. lib. 5.
Recop. en virtud de lo qual, los hijos que tuvieren no debern
recaer baxo el poder del avuelo, muertos ellos; pues en el mismo
acto de casarse quedaron fuera de la patria potestad.

Puede el Juez de oficio precisar los padres sacar de su


potestad los hijos por quatro causas: la primera por castigar al
hijo con crueldad: la segunda, por prostituir las hijas: la tercera,
por poseer lo que les fue mandado baxo condicion de emancipar
su hijo: la quarta, por malvaratar los bienes, portarse mal con
el que porfijo, l. 18. tit. 18. part. 4.

En Aragn tambin se conoce la diferencia de los hijos le-


gtimos, naturales, espurios, incestuosos. Hijos naturales se
llaman los de soltero, y soltera, que pudieron contraher matri-
monio. Los espurios son los mismos que los adulterinos; y los
incestuosos son aquellos, cuyo padre, madre son personas re-
ligiosas, parientes. Fuer. un. de nat. ex damn. coitu, lib. 5. Son
notables las diferencias en estas clases de hijos: I. Los naturales
pueden llevar las armas del padre, Portoles v. Bastardus, n.1. y
2. II. Son mas reparables estas diferencias por lo respectivo
alimentos, como aparece de los ttulos de nat. ex damn. coit. en
los Fueros, y Observancias, y se tocar en el tit. 3. del lib. 2. Los
naturales se legitiman de dos modos: I. Por el siguiente matri-
monio. II. Por privilegio del Rey. Lisa al lib. i.tit. 10. .. Aliquando.

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En Aragn no se conoce la patria potestad, obs. 2. ne pater,


vel mat. pro filiis, etc. lib. 2.

Qualquier, teniendo hijos legitimos, puede adoptar otro, ARAGON


que deber con los legitimos succeder en los bienes del padre,
pagar sus deudas, etc. Fuer. un. de Adopt. lib. 8. obs. 27. de Ge-
ner. Privileg. lib. 6. Pero hoy no est en uso semejante adopcion.

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