La Educación y Al Crisis de La Modernidad. Carmona Granero
La Educación y Al Crisis de La Modernidad. Carmona Granero
La Educación y Al Crisis de La Modernidad. Carmona Granero
ISSN: 1317-102X
[email protected]
Universidad Catlica Cecilio Acosta
Venezuela
Resumen
En este trabajo llevamos a cabo algunas reflexiones a cerca de la si-
tuacin y el papel de la educacin en el contexto de la crisis de la Moder-
nidad. En el escenario de la crisis del paradigma de la racionalidad occi-
dental y, concretamente, de las repercusiones de esta crisis en la educa-
cin, tratamos de resaltar la importancia de las propuestas actuales acer-
ca de una educacin humanizadora para el siglo XXI y de la formacin
del docente frente a los retos de esta educacin, cuyos proyectos emergen
a partir de la crtica al modelo educativo tecnocrtico instrumental.
Palabras clave: Modernidad, Razn instrumental, Educacin, Hu-
manismo.
Introduccin
La humanidad se enfrenta hoy a graves problemas generados
por el llamado proceso civilizatorio, propio de la racionalidad
moderna y cuya solucin es de gran trascendencia para el presente
y las venideras generaciones. La situacin descrita, denunciada
desde distintas perspectivas, remite a un punto en comn: El para-
digma racionalista de la modernidad nos ha sumido en una profun-
da crisis y por tanto, es preciso su cuestionamiento o la crtica a la
racionalidad moderna. Aquel sueo en el poder de la razn de or-
ganizar un mundo humano, pleno de libertad y progreso no se ha
realizado; por el contrario, lo que se constata es un mundo deshu-
manizado. Los ideales o los grandes relatos modernos: el proyecto
emancipador, el progresista, el innovador y el democrtico, queda-
ron en promesas y utopas.
En el momento de pasar a los hechos, la Modernidad acusa
grandes contradicciones. Si bien es cierto que la razn, elevada a
suprema fuerza emancipadora, ha permitido secularizar la cultura
y la sociedad, liberando al hombre del oscurantismo opresor, tam-
bin es verdad que el conocimiento cientfico tcnico se ha venido
convirtiendo en la razn instrumental, guiada por los nicos crite-
rios de eficacia y xito, entregando al hombre al imperio de pode-
res burocrticos y econmicos. Es por ello que todo anlisis que
aspire a abordar la crisis social, humana o educativa del mundo
contemporneo no puede hacerlo sin la referencia obligada al pre-
dominio de la racionalidad instrumental entendida como una de las
patologas del proyecto de la Modernidad y, de igual manera, al
contexto actual de su crisis. Y es que no solo estamos en presencia
de una crisis de los fundamentos de la ciencia, sino tambin de la
filosofa y, en general, ante una crisis de los fundamentos del pen-
samiento.
Dentro de este escenario de la crisis del paradigma de la ra-
cionalidad occidental y, concretamente, de las repercusiones de
esta crisis en la educacin, tratamos de resaltar en este trabajo la
importancia de las propuestas actuales acerca de la educacin hu-
manista para el siglo XXI que emergen a partir de la crtica al mo-
2 Utilizamos este trmino con la significacin que le atribuye Freire: educacin huma-
nizadora y liberadora y, por lo tanto, remediadora de la deshumanizacin producida
por la educacin tecnocrtica: Del adiestramiento del recurso humano al desarrollo
del talento y los valores humanos (1980). En esta orientacin, Stephen Toulmin nos
habla de humanizar la modernidad (1990).
3. Educacin y dilogo
Una dimensin fundamental de la educacin humanista es la
incorporacin del dilogo; un dilogo que sea encuentro sustantivo
donde ambos interlocutores formulan y reformulan sus visiones y
se nutran mutuamente. De esta forma, se suprime el antagonismo
educador-educando y se conciben ambos como seres con opciones
diversas; a travs del dilogo la educacin adquiere su genuino ca-
rcter humanista y se transforma en prctica de libertad. La praxis
educativa debe ser un proceso de interaccin dialgica y reflexiva,
donde intervengan todos los participantes. Una educacin huma-
nista no podr ser ni dominacin ni soledad. Deber ser necesaria-
mente dialgica; a travs del dilogo, la educacin adquiere su ge-
nuino carcter humanista y se transforma en prctica de la libertad
(Freire, 1980).
La educacin, en este sentido, es dilogo, comunicacin y no
transferencia de saber. Es el acto del encuentro entre sujetos inter-
locutores y solo as podr ser liberadora y no domesticadora. La
educacin libertadora es incompatible con una pedagoga que de
manera consciente o mistificada, ha sido prctica de dominacin.
La prctica de la libertad slo encontrar adecuada expresin en
una pedagoga en que el oprimido tenga condiciones de descubrir-
se y conquistarse, reflexivamente como sujeto de su propio destino
histrico (Freire, 1990).
Consideraciones finales
A partir de las observaciones de Habermas, se llevan a cabo
planteamientos epistemolgicos que consideran la naturaleza y el
estatus del conocimiento profesional generado en la escuela, en la
bsqueda de categoras epistemolgicas que permitan reconstruir
una teora del conocimiento superadora del reduccionismo cienti-
ficista que antagoniza el conocimiento cientfico respecto al coti-
diano, convirtiendo a aqul en una forma de ideologa social y a
ste en mera actividad rutinaria e instrumental. Siguiendo a Haber-
mas, se considera que slo desde una epistemologa que reconozca
la dialctica que se establece entre los intereses llamados subjeti-
vos y el conocimiento objetivo, podremos comenzar a dar cuenta
de un conocimiento que emancipe el pensamiento rutinario domi-
nante en la escuela, en la perspectiva de generar un pensamiento
reflexivo y autnomo. La reflexin, por tanto es la estrategia me-
todolgica compleja a travs de la cual tomamos conciencia de
nuestras creencias e intereses individuales y colectivos y nos con-
vertimos en constructores de nuestro conocimiento y prctica.
Partiendo del intento de recuperacin, por parte de Haber-
mas, de la categora de reflexin frente al olvido del positivismo,
la teora crtica de la educacin propone nuevas visiones sobre el
papel del docente en el aula, considerando posible la superacin
de la prctica rutinaria propia del aula tradicional y, de esta ma-
nera, reivindicar la dimensin reflexiva capaz de aglutinar for-
mas de pensamiento racional e intuitivo que conforme un proceso
constructivo nico. Los profesores actuaran como prcticos re-
flexivos que pueden activar procesos de reflexin sobre la accin
docente y abrir as la posibilidad de convertirse en Investigadores
en el aula.
En el proceso de reflexin crtica sobre la accin, el profesor
puede tomar conciencia explcita de los modelos pedaggicos y
epistemolgicos que se evidencian en su actuacin profesional y,
someterlos a contraste con los resultados de su actuacin. El profe-
sor, en definitiva, puede criticar sosegadamente su conocimiento
tcito y su reflexin espontnea durante la accin y para ello puede
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