El Pensamiento de Platon PDF
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PENSAMIENTO
DE PLATN
G. M. A.
GRUBE
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G. M. A. GRUBE
EL PENSAMIENTO
DE PLATON
TRADUCCIN ESPAOLA
DE
E
EDITORIAL CREDOS
BIBLIOTECA HISPNICA DE FILOSOFA
Fundada POR NGEL GONZLEZ LVAREZ
G. M. A. GRUB.
P r im e ra e d ic i n , 1973.
3.a R e i m p r e s i n .
ISBN 84-249*2211-5.
Impreso en Espaa. Printed in Spain.
Grficas Cndor, S. A., Snchez Pacheco, 81, Madrid, 1994. 6719.
A R. Cary Gilson
PREFACIO
i I, 232-73.
Prefacio 15
y ltimo, el Sofista, el Poltico, el Filebo, el Timeo, el Cridas
y las Leyes. Pero cuando descendemos a ulteriores detalles,
al orden de los dilogos dentro de un grupo particular,
Ritter mismo reconoce que la estilometra no sirve dema
siado, siendo sus propias conclusiones el resultado de argu
mentos mucho ms subjetivos. As, por ejemplo, sita al
Hipias Menor y al Protgoras en un momento muy tem
prano dentro del prim er grupo, porque cree que Platn
nunca habra publicado un retrato de Scrates tan poco
lisonjero con posterioridad a su muerte. A travs de mi
discusin de estos dilogos aparecer que tal retrato no
difiere notablemente de los otros; en cualquier caso resulta
muy cuestionable que Platn escribiera nada antes del ao
399 a. C. En relacin con este tipo de argumentos me con
sidero en absoluta libertad de disentir. En el caso del Hipias
M enorque es una clara reductio ad absurdum de la ecua
cin la virtud equivale al saber en su forma ms simple
me parece preferible ocuparme de l despus de otros di
logos en que tal ecuacin es explicada. De hecho, podra
haber sido escrito en cualquier momento del perodo pri-
mero. :
Aparte de esto, los nicos cambios de cierta importancia
que introducira en el detallado orden de R itter2 consisti
ran en situar definitivamente el Protgoras despus del
Gorgias, y el Banquete despus del Fedn; me parece tam
2 Ob. cit., 273. Primer perodo: Hipias Menor, Laques, Protgoras,
Crmides (Hipias Mayor), Etifrn, Apologa, Critn, Gorgias, Menn,
Eutidemo, Cratiio, Menexeno, Lists, Banquete, Fedn.
Segundo perodo: Repblica, Fedro; Teeteto, Parmnides.
Tercer perodo: Sofista, Poltico, Timeo, Critias, Filebo, Leyes
(Epnomis).
En The essence, pg. 27, ofrece sta ordenacin, pero dividida en
seis grupos basados en una combinacin de estilstica y otras consi
deraciones. La referencia a su obra ms amplia pondr de manifiesto
que la estilometra solamente le lleva hasta donde he propuesto.
16 El pensamiento de Platon
bin preferible, pero esto no es ya importante, situar el
Teeteto despus del Parmnides, y el Timeo despus del
Filebo. Respecto de todos estos puntos, excepto el primero*
el mismo Ritter reconoce sus dudas. Evidentemente, es im
posible lograr la certeza a nivel de estos detalles, y por lo
que se refiere a los dilogos menores podemos con todo
derecho guiarnos por la conveniencia de la exposicin siem
pre que se mantenga la coherencia.
Aadir que, si en algn caso en particular y siempre
dentro del esquema de los tres grupos se pudiera demos
trar taxativamente mi error, tal hecho no importara dema
siado. Es cierto, por tratarse de un hecho comprobable, que
el tema del placer se discute de modo ms sutil y avanzado
en el Protgoras que en el Gorgias. Cabra, desde luego,
que el Protgoras hubiera sido escrito antes, y que las dife
rencias entre ambos se debieran a la disparidad de las
situaciones, a la diversidad del ngulo desde el que se dis
cute el problema, a la diversidad de auditorio e incluso al
estado de nimo del artista, factor ste muy difcil de cali
brar. Pues Platn fue tan dramaturgo como filsofo, y, aun
como filsofo, jams redujo su pensamiento a un sistema
desarrollado de forma ordenada. L o mismo vale para el
Banquete y el Fedn. Un orden cronolgico diferente signi
ficara que Platn se habra encontrado en un orden inverso
e n l o s distintos estados de nimo que en ellos aparecen. L o
considero improbable, pero posible.
La cuestin socrtica es el problema de hasta qu punto
es histrico el retrato platnico de Scrates. Es bien cono
cido que no se corresponde con el que aparece en la obra
de Jenofonte, y que se ha solido considerar a este ltimo
como historiador ms veraz. Pero ya J . Bum et y A. E. Tay
lor defendieron el punto de vista de que el Scrates de los
d i l o g o s platnicos es, en lo esencial, el Scrates histrico,
Prefacio 17
y que las teoras que Platn pone en sus labios fueron
sostenidas realmente por l. El punto de vista que hoy da
ha alcanzado general aceptacin es el de que Burnet y
Taylor han demostrado que Scrates debi de ser en gran
medida el tipo de hombre que encontramos en Platn, pero
resulta improbable que sostuviera todas aquellas doctrinas
que aparecen atribuidas a l, especialmente la teora de las
Ideas en su estadio desarrollado. Me ocupar de este punto
al tratar de las Ideas, aun cuando no me ser necesario
refutar la posicin general de Burnet y Taylor. Otros lo
han hecho ya de forma convincente. Quiz convendra aa
dir que a Platn le habra resultado difcil trazar una lnea
divisoria entre Scrates y l mismo. Estoy seguro de que
a menudo habra pensado que no haca sino exponer y
ampliar los puntos de vista de su maestro, mientras este
ltimo, de estar vivo, no los habra reconocido como pro
pios. Se trata, en definitiva, de puntos de vista platnicos,
y a partir de ahora debe entenderse que el nombre de
Scrates hace referencia al Scrates platnico, a menos que
expresamente se haga referencia al Scrates histrico.
Puesto que este libro va dirigido a todos aquellos que
se interesan por Platn, ya sea a travs de traducciones ya
en su original, en ninguna parte del texto se han utilizado
palabras griegas que no vayan acompaadas inmediatamente
de traduccin o explicacin. Puede no ocurrir as en los
apndices, por estar dirigidos de forma particular a espe
cialistas y porque en ellos la cuestin discutible es precisa
mente la interpretacin de las palabras griegas.
H remitido al lector, en notas a pie de pgina; a algu
nos pasajes de otras obras sobre Platn cuando y slo
cuando- suponen alguna contribucin positiva a la cues
tin tratada, o bien cuando me he considerado en deuda
con ellas. Al final aparece una lista completa de los libros
18 El pensamiento de Platn
citados. Si en la nota aparece slo el autor y la pgina,
entindase que me refiero a la primera obra de ese autor
que figura en la lista. La gran deuda que todos los estu
diosos de Platn tienen contrada con los muchos autores
que les precedieron no puede ser expresamente sealada de
esta manera, lo cual hace que sea an mayor. Juntamente
con otros de mi generacin debo mucho a las obras de
Burnet, Taylor, Shorey, Dis, Ritter y Wilamowitz. El libro
Platon de Wilamowitz constituye para m la obra ms suge-
rente sobre la materia.
Debo dar las gracias a muchos colegas, estudiantes y
amigos que me han prestado ayuda durante aos con tiles
sugerencias y crticas, especialmente a Mr. L. H. G. Green
wood del Emmanuel College de Cambridge; tambin al
profesor Gilbert Norwood, que con gran gentileza revis
las pruebas. En muy gran medida me siento en deuda tam
bin con el gran maestro a quien est dedicado este libro.
Suyas fueron las palabras que por primera vez abrieron
para m las puertas doradas.
G. M. A. G rube
Trinity College,
Toronto.
Marzo de 1935.
13 De igual forma, Wilamowitz (I, 208; II, 78-9) y Ritter (I, 570)
evitan encontrar en este pasaje la teora de las Ideas. Lo mismo
32 El pensamiento de Platon
de Platon, que taies palabras podan, al menos, ser inter
pretadas de esta forma.
Esta transicin de las palabras y , a travs de
la cual van adquiriendo de modo natural un significado que
ms tarde se convertir en tcnico, nos ofrece una buena
oportunidad para encontrar contestacin al debatido pro
blema de como y a partir de qu significado primitivo se
desarroll el significado tcnico de estos trminos para nos
otros intraducibies. El significado ms usual de la palabra
eidos, presente a menudo en Platn, es el de estatura cor
poral o aspecto fsico. El eidos de un hombre es el aspecto
que ofrece. Es evidente que todas las acciones piadosas,
por ejemplo, al igual todas las cosas bellas, presentan algo
en comn, un aspecto comn para el observador, que es
precisamente aquello que en cada caso pretende Scrates
definir. Efectivamente, Scrates recaba de Eutifrn una
explicacin sobre la apariencia de tales acciones, de modo
que sea posible identificarlas, de la misma manera que
podramos identificar a un hombre tomando como base la
descripcin de su aspecto. No da la impresin de que se
trate de un uso forzado de la palabra. A partir de aqu,
entre preguntar cul es el aspecto que presentan todas las
acciones piadosas y preguntar qu es este aspecto que pre
sentan, suponiendo en este segundo caso la existencia de
algo ms all de las acciones mismas a lo cual stas se
asemejen, no hay sino un paso; este paso lo dio Platn
definitivamente entre el Eutifrn y el Menn, de un lado,
y el Fedn, de otro. En efecto, en este ltimo dilogo la
existencia separada del eidos y su entidad independiente
16 386 a:
, *
< ,
-. . .
a t ;
38 El pensamiento de Platon
Algo ms adelante encontramos otro ejemplo: el carpin
tero fabrica una lanzadera pensando en la funcin natural
de una lanzadera, o, ms literalmente, mirando a algo de
tal naturaleza que sea capaz de tejer 17. Si por casualidad
rompe esta lanzadera, podr construir otra; al hacerlo, no
mirar a la que se ha roto, sino al eidos que tena ante
su vista cuando hizo la primera, y a esto podemos con
todo derecho denominarlo lo que es en s misma una lan
zadera (cct ) Esto es comn a todas las
lanzaderas, ya que todas ellas han de poseer el eidos
(forma, apariencia, aspecto?) de una lanzadera; Del mis
mo modo, el legislador que pone nombre a las cosas debe
poner la mirada en lo que un nombre es en s mismo,
y debe dar a cada nombre el eidos propio de nombre con
las slabas apropiadas.
Estos pasajes son de extrema importancia para el des
arrollo del lxico tcnico en Platn y en relacin con el
significado que posee para su auditorio, cuando no para
l mismo. Es cierto que en los pasajes arriba citados el
lxico es trabajoso y el significado resulta oscuro. El car
pintero hace una lanzadera. Esta accin, al igual que cual
quier otra, est condicionada por ciertos elementos natu
rales. Slo podr hacer tal utensilio de una forma determi
nada, limitacin que es expresada al decir que slo puede
hacerla con los ojos de la mente puestos en las propiedades
~D
- A . . . ...
Parm., 135 b.
32 157 a-d.
La teora de las Ideas 73
46 Vase 631c, 639 d, 645 a; 688 e, 696 c; 730 c y sigs.; cabe tambin
observar que, en el caso de la msica, en 700 a y sigs., la divisin
contina siendo de acuerdo con las Formas.
47 Vase 726, 889 e, 892 a, 897 b y passim.
La teora de las Ideas 87
Quiz.
No quiz, amigo mo, sino con certeza. No cabe un m
todo ms seguro que ste para cualquiera.
Acepto tu palabra, amigo extranjero. Continuemos adelante
con esta suposicin.
48 967 e: , . En
relacin con el tema de las Ideas en las Leyes, vase el anlisis de
Brochard {tudes, 151-68), con el que estoy completamente de acuerdo
(con todo, comete un pequeo error cuando, en 668 c y sigs., inter
preta que y se refieren al mundo de las Ideas.
Estas expresiones aluden claramente a los fenmenos que las obras
de arte imitan).
88 El pensamiento de Platn
y susceptibles de ser aprehendidas por la inteligencia huma
na. Y, una vez establecida la necesidad de tales realidades,
a Platn le bast afirmar la existencia de tal realidad para
lela a lo que nosotros nos inclinaramos a denominar con
cepto abstracto. No obstante, sera un error considerar a
las Ideas como conceptos, ya que un concepto no puede por
definicin existir en tanto que la mente no lo conciba:
Platn deliberadamente rehus admitir que esto pueda ocu
rrir con sus Ideas. Se trata ms bien de la realidad objetiva
a que el concepto corresponde, y estn dotadas de existencia
independientemente de que las conozcamos o no. Aun cuan
do la humanidad entera estuviera formada por salvajes
insensatos, la Idea universal de justicia existira en toda su
plenitud; ocurrira, a lo sumo, que su realizacin en el
mundo sera menos perfecta. De este modo, en el inteli
gible no hay lugar para el progreso o la evolucin: el
patrn es invariablemente el mismo, aun cuando la copia
el mundo sensible pueda reflejarlo con mayor o me
nor exactitud en distintos momentos. Si en el mundo sen
sible hay o no una evolucin progresiva en este sentido,
es algo que Platn no ha especificado de forma clara y defi
nitiva; el mito del Poltico parece demostrar, no obstante,
que las antiguas creencias en ciclos de progreso y retroceso
alternativos ejercieron gran atraccin sobre Platn.
Las Ideas son ajenas al espacio e inmateriales. Esto
est perfectamente claro a partir del Fedn; sera pueril y
ridculo apurar ciertas expresiones poticas que aparecen
en algunos mitos y que parecen afirmar lo contrario. Las
Ideas son independientes de las cosas particulares: los
hombres podrn nacer y morir, podrn incluso m orir todos
ellos y, sin embargo, la Idea de hombre, al igual que la de
belleza, bondad y todas las dems, continuaran existiendo.
De hecho, la humanidad como tal no muere, y seguramente
La teora de las Ideas 89
el problema de la extincin de las especies no se le ocurri
a Platn.
En tanto que verdad, las Ideas son las realidades obje
tivas que sirven de referente a los trminos generales. Desde
este punto de vista, Platn las consider como frmulas
matemticas que gobiernan el mundo fsico y extraen el
orden a partir del caos, como leyes que gobiernan todas las
acciones humanas as como todos los movimientos de los
astros y planetas, como nica norma correcta para la con
ducta moral. Como matemtico, siempre so con introdu
cir tambin el rigor de las matemticas en este mbito.
En la medida en que las Ideas contribuyen a la armona,
son tambin bellas y constituyen los objetos de nuestro apa
sionado anhelo de ver, conocer y comprender la belleza y,
merced a esta comprensin, de engendrar tambin belleza.
Como fuente del orden que produce armona all donde
antes reinaba el caos, son tambin buenas, ya que la armo
na es la esencia de la bondad y utilidad (trminos prcti
camente sinnimos para un griego), mientras que lo discor
dante es no slo feo, sino tambin carente de utilidad y
autodestructor. Las Ideas son tambin las verdades de la
lgica, ya que tanto el sujeto como el predicado derivan
de ellas su significacin. No obstante, considerarlas mera
mente como entidades lgicas y leyes del pensamiento sera
desposeer al platonismo de toda su inspiracin, as como
de todo su atractivo emocional.
II
EL PLACER
26 Cf. Ritter, II, 446: Der Philebus ist in seinem Urteil ber die
notwendige Lustgefhle entschieden weniger schroff ais die Polit eia,
as como el anlisis completo, ad loe. Pero aun cuando Platn habla
a veces como un fantico del intelecto, en sus momentos de mayor
sosiego recomend siempre un desarrollo equilibrado de todas las
partes del hombre; por ej., en la Repblica, 410, donde se reconoce
que la dedicacin excesiva al estudio, cuando llega a descuidar la
formacin fsica, produce hombres blandos.
27 Vanse las pgs. 83 y sigs. para un anlisis de la frmula meta
fsica.
124 El pensamiento de Platn
Recordemos esto acerca de ambos: la Mente es afn a la
Causa y a su gnero, mientras que el placer es en s mismo
ilimitado y afn al gnero de las cosas que ni tienen ni tendrn
en s mismas comienzo, medio y fin.
30 Platn utiliza aqu dos palabras para indicar los placeres ver
daderos: , verdadero o real, y , justo o correcto. El
segundo es evidentemente ms apropiado. Vase Ritter, II, 443.
128 El pensamiento de Platn
De esta manera podemos gozar anticipando cosas que van
a suceder y tambin cosas que no sucedern (40 a):
Todos los hombres, como acabamos de decir, estn llenos
de esperanza.
As es.:
Y cada uno de nosotros sostiene una especie de conver
sacin consigo mismo, a la cual llamamos esperanza.
S.
Y de esta forma tenemos imgenes pintadas en el interior
de nosotros mismos. Hay personas que a menudo se ven a s
mismas poseyendo una gran fortuna, y encuentran mucho
placer en esta visin. Y se ven a s mismos pintados dentro
de s mismos gozando enormemente.
EROS
NOTA
6 Wilamowitz (I, 341) afirma del alma en el Fedn\ sie ist vielmehr
durchaus eine Einheit, ais Gegensatz zum Korper erfasst. Hay, por
supuesto, una alusin a los placeres ms elevados, pero slo una
alusin.
7 Weg des Todes, Friedlander, I, 75.
198 El pensamiento de Platn
ros. Las almas vivientes, por tanto, provienen de almas
muertas, y las muertas, de las vivientes. Si aceptamos esta
ley general, hmos de convenir en que hay un doble viaje
que va de la muerte a la vida y de la vida a la muerte
(72b):
Pues si unas cosas no dieran lugar siempre a otras, al engen
drarse, como si se movieran circularmente, sino que una cosa
se transformara en otra en .un movimiento rectilneo hacia su
opuesto, sin volver de nuevo en su viaje de retomo, ocurrira
que todas las cosas al final tendran la misma forma, alcan
zaran el mismo estado y cesaran de producirse.
LOS DIOSES
2 Helena, 580.
234 El pensamiento de Platn
simblico, por lo menos para el griego culto. A veces este
simbolismo era perdido de vista por parte del hombre reli
gioso comn y se llegaba a un antropomorfismo muy craso;
sin embargo, antes de condenarlo con excesiva satisfaccin,
deberamos recordar que el viejo Seor de los Ejrcitos de
la barba blanca (personaje mucho menos agradable que
Zeus) no ha sido todava expulsado definitivamente de
nuestro moderno paraso.
Algo de la primitiva vaguedad qued adherido incluso
a los super-hombres olmpicos ms regularizados, lo cual
puede contribuir a explicar por qu la religin griega no
tuvo dogma ni credo. Puede parecer machaconera innece
saria el insistir de esta manera en que no existe palabra
alguna en ninguna lengua moderna que sirva para traducir
adecuadamente , pero pienso que el no haber mante
nido la distincin entre ambas nociones ha sido responsable
de buen nmero de confusiones en el estudio del Dios de
Platn3. Nuestra palabra Dios sintetiza dos conceptos que
los griegos mantuvieron separados y que se diferencian con
toda claridad en Platn. Lo divino presenta dos aspectos:
el esttico y el dinmico. Dios puede ser considerado como
la realidad ltima, la forma ms elevada de ser, lo absoluto
y eterno. Tambin hablamos de Dios como creador, eslabn
primero de la cadena, no de la existencia, sino de la causa
cin, hacedor, fuerza activa que produce el movimiento y
la vida.
La pregunta acerca de la naturaleza de Dios en Platn
no admite, por tanto, una respuesta nica. No se trata de
una sola pregunta, sino de dos, y no puede responderse a
ambas de la misma manera. Deberamos preguntar : qu
13 Fedn, 62 b, 63 c, 67 a.
244 El pensamiento de Platon
dioses son, en este caso, nuestros guas despus de la muer
te, si bien el papel que desempean no es verdaderamente
importante. En otras palabras, los dioses y las Formas no
aparecen juntamente.
Cabe decir que, hasta la Repblica, los dioses son utili
zados de forma general para referirse a los poderes divinos,
sin entrar en discusiones y anlisis, si exceptuamos hasta
cierto punto el Eutifrn. Una vez que las Ideas estn ya
plenamente desarrolladas, nos da la impresin de que stas
y los dioses nunca aparecen juntos en el escenario. Difcil
mente cabe decir que se distingan, y ciertamente tampoco
se identifican; simplemente, no se los menciona a la vez.
Unos y otros, por supuesto, son divinos en el sentido gene
ral de estar por encima de la humanidad. Si queremos insis
tir en encontrar una conexin entre ellos, hemos de decir
que los dioses representan mticamente el mundo eterno
que las Ideas describen de una forma diferente.
Pero, ciertamente, las Ideas parecen afincarse con mayor
firmeza, si bien los dioses no han rendido an su supre
maca o, por lo menos, no han confesado su rendicin.
En el Banquete el amor, que es el deseo de una perfeccin
an no alcanzada, no puede ser un dios, pues un dios es
perfecto; es solamente un espritu. En la Repblica los
dioses parecen mantenerse an en pie de igualdad con las
Ideas, pero tampoco aqu se nos otorga explicacin alguna
de su relacin mutua. Y es interesante observar que a lo
largo de toda la Repblica, hasta el mito del libro dcimo,
los dioses entran en la discusin solamente en sentido
propio slo dos veces, ambas en el curso de una discusin
acerca del arte. Puesto que el arte mismo se ocupa de
mitos, sacamos una impresin fuerte del carcter mtico
de los dioses. La primera mencin aparece en el libro ter
cero, donde se critican y rechazan las narraciones de los
Los dioses 245
26 Vase 46c-e, 44 e, 73 b, 75 d, 78 b, 80 d; y en 74 c.
Los dioses 261
puesto que posee, o mejor, es sabidura y la sabidura se
nos ha dicho repetidamente (30 b; cf. Sofista 249)- no
puede existir sin alma. Y aqu podemos ver con claridad
a qu absurdos vamos a parar si apuramos excesivamente
y tomamos demasiado literalmente los detalles del mito.
El dios ha de ser alma al igual que los otros dioses y, sin
embargo, l es el creador de todas las almas, lo cual es
absurdo. Es caracterstico de Platn el expresar el principio
divino como unidad a la vez y pluralidad, puesto que fue
un griego y un pagano, por ms que intrpretes posteriores
pretendan imponerle el monotesmo e intenten buscar en
su obra los indicios de sus propias concepciones religiosas
supuestamente ms elevadas, en lugar de explicarlo desde
l mismo.
En cuanto a la relacin entre los dioses, el alma del
mundo y las almas humanas, poco podemos decir si quere
mos evitar sutilezas fuera de lugar. Los dioses forman parte
definitivamente del alma del mundo y, ms an, juntamente
con el elemento eterno que hay en las almas humanas,
constituyen aquel alma, ya que, considerados individual
mente, son los distintos focos de la fuerza anmica que,
considerada a su vez como un todo, es el alma del universo.
Y cabe, por consiguiente, a la vista de lo anteriormente
dicho, identificar a su vez esta alma del mundo con el
demiurgo mticamente representado como el creador de l.
En cuanto a la pregunta de por qu entonces no tom
Platn al alma del mundo como punto de partida, debi
ser porque quera ofrecer un anlisis de sus diferentes
aspectos o componentes, un anlisis de cierta importancia
desde el punto de vista psicolgico, y ste solamente poda
ofrecerse en el seno de una construccin cosmolgica y des
cribiendo el proceso de su creacin. Las exigencias del
esquema requeran, en este supuesto, una causa motora
262 El pensamiento de Platon
para explicar el proceso, y esta causa o hacedor tuvo que
aparecer en escena.
Por debajo de todas estas almas activas en la escala de
la realidad se encuentra aquello que hace posible su acti
vidad en el mundo fsico, el receptculo, lugar o matriz, el
. No es esta la ocasin de entrar en el difcil
problema de la naturaleza de este receptculo. Baste decir
que es concebido como pura potencialidad desprovista de
forma, y que Platn parece haberlo considerado ms bien
como el ms-y-menos descrito en el Filebo'v , a saber, como
un sustrato indeterminado de cualidades ms bien que de
materia. Tiene, como vimos, Una especie de movimiento des
ordenado propio, que probablemente debe identificarse con
la resistencia que impide que las Ideas se realicen perfec
tamente y que el mundo sea perfecto, Pero, sea lo que fuere,
no es materia. Es ms bien una fusin del espacio puro
y lo indeterminado, considerado cualitativamente.
Tenemos, pues, las Ideas, modelo eterno e inmutable de
todos los significados del mundo, que, Una vez ms, nos
recuerda las definiciones socrticas. A continuacin los dio
ses, almas perfectas al servicio del bien, que, junto con el
amor del bien existente en las almas de los hombres, for
man el alma del mundo en su totalidad, mientras que este
amor del bien, considerado abstractamente y asociado a la
sabidura a que siempre tiende, es la causa de la vida, el
hacedor o demiurgo. Y, por debajo de todos ellos, la mis
teriosa matriz en cuyo interior los dioses y el elemento
divino que hay en los hombres se esfuerzan por llevar a
cabo una representacin fsica de las Ideas supremas. La
idea de que hombres y dioses tienen as un objetivo comn
EL ARTE
I. LAS ARTES
37 Por ejemplo, Leyes, 668 a. Cf. Fedro, 248 e; Poltico, 288 c; Sofista,
234 b (citado arriba); Cratilo, 429. Esta concepcin del arte como
imitacin no parece tener su origen en Platn (cf. Finsler, pgs. 11
y sigs.). Como en otros casos, Platn toma una doctrina ms o
menos vaga, la analiza y le da una significacin ms profunda;
El arte 309
su pretensin de educador, dando de esta forma expresin
teortica a una idea comn entre los griegos, y justifica
la consideracin a la poesa en cuanto que constituye una
ayuda para la vida buena. Ms an, ampla esta considera
cin en los mismos trminos a la totalidad de las dems
artes. En vez de acusar ruidosamente a Platn por reducir
la poesa a simple imitacin de la vida, deberamos comen
zar alabndole por haber captado su vinculacin con la vida.
La reverencia hacia los poetas ha llevado desde antiguo
a los hombres a buscar orientacin en ellos. Platn subraya
que est de acuerdo en que los poetas deben guiarnos, pero
se esfuerza en poner de manifiesto que no son, por s mis
mos, unos guas infalibles. No poseen conocimiento y el
conocimiento es lo nico infalible. Niega que la imagina
cin, la intuicin potica o como quiera que la llamemos,
sea una facultad superior al pensamiento. Como cualquier
otro artesano, el artista debe someterse a los dictados de
aquellos que tienen presente el bien del Estado y conocen
la forma de conseguirlo.
En todo esto piensa cuando, en la Repblica, ataca las
pretensiones excesivas de los artistas. No tienen conoci
miento del bien y del mal, no adoptan una actitud crtica.
Apoyndose exclusivamente en la inspiracin, representan
la vida humana y se identifican emocionalmente con sus
personajes^ En este contexto es cuando limita a la perso
nificacin el significado de la palabra . Con ello pre
tende decir que el poeta o actor o rapsodo se identifica
con un personaje, llega a convertirse en este personaje con
el correr del tiempo, ya que terminamos convirtindonos
en aquello que imitamos. Al aplicarse a las dems artes,
especialmente en el libro diez, la palabra ampla su signi
ficado, si bien su contenido esencial contina siendo el
mismo: copia acrtica de un objeto, resultando afectado
310 El pensamiento de Platon
acrticamente en lo emocional por ella. Los poetas imita
tivos de la Repblica son precisamente los que hacen esto.
Este grupo incluye a todos los poetas existentes desde
Homero, al menos en cuanto a algunas partes de su obra,
y todos ellos son expulsados del Estado ideal. Pero, repito,
se trata del Estado ideal.
Todos los poetas imitativos son malos, utilizando la
palabra imitativo en el sentido restringido arriba explicado.
Pero implcitamente se supone la existencia de otro tipo
de poetas. En el sentido ms amplio, todos los poetas son
imitadores. El pasaje del Sofista sobre la imitacin, que
hemos citado arriba, da paso a dos tipos de imitacin: el
primero se basa en el conocimiento, el segundo no. Cuando
se discute sobre arte en la Repblica, la palabra suele refe
rirse a este tipo de imitacin solamente. Este uso laxo de
la terminologa es francamente propio de Platn y cabe
encontrar ejemplos paralelos en otros cam pos3. El filsofo-
poeta no sera un imitador en el sentido peyorativo, y no
habra sido llamado imitador en la Repblica. Pero s lo
sera en otro lugar, en el sentido amplio. El asunto se com
plica posteriormente porque Platn, en la poca en que
escribi las Leyes, parece haber abandonado la esperanza
del filsofo-poeta, que no necesitara supervisin, al ser l
mismo uno de los supervisores, de la misma forma que
haba abandonado prcticamente la esperanza del filsofo-
rey 39. De aqu que en este dilogo deban someterse a cen
sura todos los poetas, y que no espere siquiera que stos
347 c.
Cf. pg. 129.
316 El pensamiento de Platon
riamos decir, al someterlo indebidamente a su razn (el
simple cuidado en el uso de la lengua y la ausencia de
hiatos en las ltimas obras son algo diferente), al subor
dinar implacablemente en sus obras la forma al contenido,
termin por relegar la totalidad del arte a instrumento de
educacin para los jvenes y esparcimiento para los adul
tos, considerndolo un elemento de mucho menos valor para
la vida de los hombres, un elemento que, de no ser contro
lado acaso la mayora de los hombres no son unos chi
quillos para l?, podra conducirlos por mal camino; un
elemento de inmensa influencia en los hombres que no han
alcanzado la edad de la razn, un elemento que, al igual
que los juegos de los nios -importantes tambin, ha de
ser organizado para ellos por el filsofo-estadista dotado
de una madurez y un sentido de los valores que ni los
artistas ni el resto de los hombres pueden esperar conseguir.
II. LA RETRICA
CUERPO ALMA
Ciencias
Gimnasia Medicina Derecho Justicia
Falsificaciones
Cosmtica Cocina Sofstica Retrica
LA EDUCACIN
19 38 a: 6 .
354 El pensamiento de Platon
castigo. Todas las trazas son de que no pens en la posi
bilidad de un conflicto entre sus convicciones ntimas y las
leyes de Atenas, pero, desde luego, no dud en desobedecer
a la ley tal como la interpretaban sus conciudadanos, si
bien acat su veredicto y se neg a escapar.
Scrates consideraba esta tendencia del alma, este
intento personal de hacerse lo mejor posible, como una
bsqueda de la verdad en las cuestiones morales por parte
de los hombres, puesta en marcha por el amor a la sabi
dura (); el despliegue de este amor constitua
para Platn el objetivo supremo de la educacin. Platn
se daba perfecta cuenta de la diferencia que hay entre edu
cacin e instruccin. La teora del Recuerdo pone d relieve
que el hombre posee una capacidad especial para esta bs
queda de la Verdad; que en la mente humana existe algo
que ver la verdad simplemente con que se dirija en
la direccin correcta.
En el Menn tenemos una aplicacin prctica de este
principio. El esclavo de Menn, totalmente ignorante en
geometra, llega a descubrir a base exclusivamente de
contestar a las preguntas de Scrates y sin que se le d
ninguna informacin particular qe, para construir un
cuadrado que tenga un rea dos veces mayor que la de
un cuadrado dado, es necesario trazar el segundo sobre la
diagonal del primero. Comete errores; pero l mismo los
corrige, y este sorprendente pasaje (82 b y sigs.) podra muy
bien ser considerado por siempre como modelo del mtodo
adecuado de enseanza incluso en lo tocante a las mate
mticas.
El principio fundamental de la educacin aparece cla
ramente expresado en la Repblica. Scrates acaba de des
cribir, en la conocida parbola de la caverna, cmo los hom
bres se elevan desde la oscuridad del mundo de los fen
La educacin 355
menos y las incertidumbres de la opinin hasta el reino
radiante del conocimiento (518 b):
25 537c: 6 yp , oC.
364 El pensamiento de Platn
tiene lugar a los veinte aos y se tributan honores espe
ciales a los que han tenido xito. El conocimiento cientfico
que han adquirido de forma hasta cierto punto dispersa
y errante es reemprendido ahora en serio y enseado cien
tficamente, hasta que su interconexin llegue a ser clara.
Esto durar diez aos.
A los treinta aos se lleva a cabo una segunda seleccin:
esta seleccin es especialmente rigurosa, ya que el curso
de dialctica que viene a continuacin, al ocuparse del pro
blema de los primeros principios, est cargado de peligros,
a no ser para los ms equilibrados26, y deben tomarse
mltiples precauciones. Aquellos que superen esta dura
prueba seguirn un curso de dialctica de cinco aos. Des
pus de esto, deben participar en los asuntos pblicos y
desempear los cargos del Estado para que no queden
por detrs de los dems en experiencia prctica, (539 e).
Este perodo dura quince aos. A los cincuenta aos les
est permitido retirarse de la vida activa siempre que se
hayan justificado.
Ya son gobernantes en el sentido ms pleno y pasan
la mayor parte del tiempo en la contemplacin del bien,
excepto cuando les toque gobernar el Estado. Esto no cons
tituye para ellos una tarea agradable, pero han de hacerlo
en atencin al Estado y para educar a otros como ellos
mismos. A su muerte, se les rendirn los mximos honores.
Todo lo que se ha dicho acerca de los hombres se -aplica
tambin a las m ujeres27.
POLTICA
2 328 c: ,
.
Poltica 395
No es el peligro, sino la inutilidad de intentarlo, lo que
debi retraer a Platn. No hay un eco encolerizado de su
amargo desencanto en el pasaje de la Repblica (496 c) en
que dice a propsito de los autnticos filsofos:
8 Cf. Rep. 489 b, 519 c-d. Vase tambin sup., pg. 272, n. 33,
Poltica 403
Supongamos, por tanto, un granjero, un constructor, un
tejedor y un zapatero. Cmo se reparten el trabajo? Cada
uno de ellos atender a todas sus propias necesidades, o,
ms bien, uno de ellos se encargar de la agricultura, otro
de la edificacin, etc., para todos los dems? La segunda es,
a todas luces, la mejor alternativa; y esto, por dos razones:
en prim er lugar, porque los hombres nacen con habilidades
distintas, de forma que uno desempear mejor cierto
oficio, y otro, otro. Y aun cuando no fuera as, un hombre
que se especializa en un trabajo har siempre lo que deba
hacerse en el momento ms oportuno. En la agricultura,
por ejemplo, deber acomodarse al tiempo y a las estacio
nes. De esta forma adopta Scrates el principio de la divi
sin del trabajo y de la especializacin, explicando de la
manera ms sencilla que se trata del sistema ms adecuado
a la naturaleza de los hombres y ms efectivo. Este punto
es importante, y lo utilizar ampliamente cuando Glaucn
rechace su primera descripcin idlica de la vida sencilla
como algo no mejor que una ciudad de puercos (372 d).
Pero, si hemos de tener todos los refinamientos de la
civilizacin, no tendremos ms remedio que admitir en
nuestro hasta ahora pequeo gremio de trabajadores im
prescindibles una legin de cazadores e imitadores, msi
cos, poetas, rapsodos, actores, danzantes, empresarios de
teatro, mueblistas de todas clases y especialistas en belleza
(373 b). Deberemos contar con ms empleados, nodrizas, bar
beros, cocineros, porqueros, vaqueros, etc. (la vida sencilla
era vegetariana). En este Estado febril resultar que la
tierra no bastar ya para alimentar a la poblacin, una vez
que los hombres hayan comenzado a caminar por el sendero
codicioso que lleva a la acumulacin sin lmites de riqueza.
Codiciarn la tierra de sus vecinos y tendremos guerra
(373 e):
404 El pensamiento de Platn
No nos fijemos ahora en si la guerra produce buenos o
malos resultados, sino solamente en esto: que hemos dado
con el origen de la guerra, con la fuente de todos los males
que se producen en el Estado, tanto pblicos como privados.
15 433 e: .
412 El pensamiento de Platn
como reyes, o bien aquellos que ahora llevan el nombre de
rey o gobernante estudien filosofa de manera autntica y
adecuada, hasta que se unifiquen el poder poltico y la filosofa
y hasta que los muchos que ahora van por uno u otro camino
no sean definitivamente apartados de ellos.
BURNET Y EL FEDN
FILEBO, 23 d - 27 c
1 Bury, pg. xlii, dice que son los o iroct que median
entre el Uno y los muchos. Pero en toda divisin el de cual
quier clase es tambin un y, por consiguiente, tiene que ser
identificado con -.
460 El pensamiento de Platn
aparecen diferenciados y deberan ser denominados Ideas,
como en la Repblica.
Alcibiades I Crmides
Clitofonte
Banquete
409 D-E: 398.
178 A -180 C: 155.
180 C -185 C: 155-157. Cratilo
181 A: 337. 386 E - 387 A: 37-38.
186 E - 188 E: 157. 389 A -390 A: 38.
189 C -193 D: 158. 424D: 287.
194 E - 197 E: 160. 429: 308.
198D: 160. 430 C: 304.
201 D- 209 A: 161-162. 439 C: 40.
205 B-C: 275.
206 E - 208 E: 162, 23(^231
Eutidemo
210 A- 212 E: 165-168.
211 A: 20. 278 E - 282 D: 336.
223 C: 282. 288 D -292 E: 337-338.
470 El pensamiento de Platon
Eutifrn Filebo
2D: 356. 11B-13B: 120-122.
5D, 6D: 30-31, 442. 12 C: 240.
8 D: 341. 14 D -16 E: 81, 82.
10 A: 236. 15 E: 386.
20 C - 22 D: 122.
Fedn 23 C - 27 C: 83, 458464.
28C: 123*
60 A: 98. 31A-32 B: 123-124.
60D: 275. 33C-41B: 125-128.
61 B: 279. 45 C-E: 131.
61 D: 444. 48A -50B: 295, 298.
62 B, 63 A: 243, 50 E - 51 C: 85, 132-133.
64 D, 65 A: 108. 62C: 280.
65B - 66A: 40-42, 439-440. 63E: 135.
66B-E: 196.
67 A: 243.
68 E - 69 B: 108. Gorgias
72B: 198.
447 At 92.
72 E - 76 C: 4243, 439440.
450 B-C: 338.
78 C - 80 B: 4344, 440.
456A -461 B: 92.
84, 87A -88B: 199-200.
462C: 318.
93 A, 94 B: 200.
462C -480D: 92.
96 A - 98 C: 44, 201, 383.
464 C: 318.
100 B-E: 4445, 439-440.
481D: 396.
102B - 105B: 45, 50, 201, 439440.
482C -507E: 94-101, 207.
106 B: 201.
497 E: 32.
114 B: 108.
500 A: 336.
503 A: 319.
Fedro 504-506: 318.
229C -230A: 238-239. 506 D: 32, 336, 343.
231 A -234 C: 168. 509 E: 328.
237 C -241 D: 171. 513C -521 D: 396-397.
242 E: 247.
243 C: 172. Hipias Mayor
244A -256D: 61, 63, 173-178, 205-
206, 210, 217, 247-248, 293-295. 297C: 108.
258E: 120. 298D -303 E: 107-108.
259 E - 272 B: 216, 320-327. 299 A: 135.
ndice de pasajes de Platn 471
Hipias Menor 701E: 433.
705 E, 706 B: 405, 431.
376B: 341. 709 A-C: 432.
710 A-B: 382.
ln 711 B-D, 712 D: 433434.
719 -723 C: 431.
533 D- 534 A: 277. 726: 224.
536 E y passim: 276-278. 729 B: 365, 368.
730 C-D: 86, 382.
731C: 345.
Laques 737 C, 738 C, 739 C, 740 D: 434.
741 B, 742 C: 434.
179 D: 397.
747 C: 386.
185 E: 194.
747D: 431.
188D: 295.
754 E, 757 B, C: 435.
193 D ss;: 443.
764 C- 766 B: 371-372.
passim: 330-331.
768B: 436.
788A -822D: 372-378.
799A -817D: 306-307.
Leyes
805 A: 434.
624A -635D: 367-368, 430. 807 C: 137.
631 C, 639 B: 86. 817 C: 295.
637 D -660 A: 86, 367-371. 828 D: 306.
653 C -672 E: 299-305. 836 B - 842 A: 186-188.
643 D-E: 384. 839 A: 145.
645 A: 86. 846E: 434.
661B: 337. 847 0: 434.
661 E: 430. 860 D -864 D: 345-348.
662 B -663 C: 136. 875D: 430.
668 A: 308. 885 C - 907 A: 224-227, 263-268
668 C-E: 86. 913 C: 239.
677 E - 683 C: 433. 961 A-968 A: 86-87, 383.
687 C -699 E: 432433.
688 B: 382. Lists
688 E: 86.
689C: 385. passim: 146-154.
692 C: 382. 210 B-C: 329.
696 C: 86. 218 A ss.: 443.
700 A - 701 B: 86, 305. 219 D: 30.
701 C: 432. 221 A: 99.
472 El pensamiento de Platn
Menn 345D: 328.
347 C: 315.
70A -77D: 33-35.
351 B -356 D: 102-104.
81 A-D: 36, 194.
82 B - 84 A: 354.
86B: 195. Repblica
87 C: 350.
334 A: 339.
89 E - 94 C: 351-353, 397.
335D: 298.
338C -347A: 339, 401.
Parmnides 338D: 425.
351 A: 329.
130 C - 134 A: 64-66.
351 C -352 C: 152.
135B: 72.
365 D-E: 263.
369B -375E: 402405.
Poltico 373 B: 283.
258 D-E, 259 C: 418. 377 B: 281, 356.
260D, E: 367. 377 B - 402 A: 279-285.
262 B: 79. 378 D: 239.
267 B, C: 419. 379 B: 245.
268D -274E: 219, 419421, 396 E: 279-299.
275E - 276B: 426. 402C -403C: 145, 357.
277B: 419. 410 C -412 E: 49, 358.
279B -283A: 427. 415 A-B, 416 D, E: 406408.
283B - 285B: 452-457. 420B: 415.
285 A: 445. 421 D -423A: 407.
288 C: 308. 423 A-B: 410.
290 A: 427. 424B: 359.
291 C -292A: 425. 425 A-E, 427 A: 359, 372, 410.
292B -302A: 420424. 427B: 240.
303D -305E: 427-428. 428 A - 434 E: 411.
304 E, 307 D, 308 B: 79. 435 D -441 A: 204-205, 415.
443 C-E: 209.
444D: 344.
Protgoras 457 C - 464 B: 112, 143, 408.
318 D, E: 338, 398. 458 A: 129.
319 E: 397. 461E: 240.
325C -326C: 349-350. 468 C, D: 111.
329B-E: 334, 350. 472D: 286.
331A-B: 335. 473 E: 411.
337 C: 106. 474 C - 475 C: 112,211.
ndice de pasajes de Platn 473
475D: 384. 246A -249D: 249, 261, 446451, 460.
475E: 441. 254 A: 219.
476 A-C: 49-50. 267 A: 297.
477 C-D: 33,441.
478 A-E: 213. Teeteto
484C: 286.
153 A: 75.
485 D: 112,210.
155E: 74.
487 A: 359.
157 A-D: 72.
488 A-E: 286, 413.
163 E: 33.
489B: 402. 167 A: 318.
489E - 490C: 359. 172E: 189.
490 E - 491 D: 139. 173C: 305.
493D: 287.
175C - 177B: 72.
496 C-E: 395. 176C: 385.
500D -501 B: 51, 287. 177 A: 366.
508 A -509C: 51-52, 62, 247. 185 C-D: 72.
509D -511 E: 53-57. 186 A-C: 125, 218.
514 A-517 A: 58.
518 B-D: 355.
519C -521 D: 272, 397, 402, 415. Timeo
522A -539E: 359-364. 28 A - 29 E: 251-252.
523E - 524D: 213. 30 B: 220, 261.
533 C: 413. 31A-B: 253.
546 A-D: 58. 33D -40A: 254.
554C -579D: 416. 37 C: 221, 235.
578 D -580 C: 113. 40 D, 41 A: 254-255.
580 D - 587 E: 113-120, 211. 44 E, 46 C-E: 260.
595 A -607C: 288, 290-293. 51 E, 53 D: 260.
597 B-D: 246, 55D: 253.
602C -603D: 213, 291. 64 A-C: 124, 130.
608 D -612 A: 190,215. 68 E - 69 C: 260.
617 E: 246. 69 C - 70 D: 222-223.
73 B -74 A: 212.
73 B, 74 C, 75 D: 212, 260.
Sofista
77 B: 224.
219 B-C: 296. 77D: 212.
227E - 228E: 343. " 78 B: 223, 260.
229E - 230E: 365-366. 80 D: 260.
234B -235C: 296-297. 90 A: 224.
237 A -256 E: 74-79. 92 A: 260.
NDICE DE PALABRAS GRIEGAS
: 329. : 385.
: 152, 343, 345, 347, 348. : vase Demiurgo,
: 201, 231, 233. vase Diaresis.
atxa: vase Causa, : 213, 218, 387.
(en relacin con el pla : 281.
cer): 118, 127. : 35, 111, 339, 343, 348,
: vase Recuerdo, 411.
: 330, 428. : vase Opinin,
: 344. : 33, 75, 446.
: 176.
: 20, 459.
(en la educacin): 358. : vase Hbitos,
(vase tambin Virtud): (vase Ideas); uso y sig
109, 230, 350. nificado de la palabra: 19, 23,
: vase Armona, 32, 46, 47, 62, 73, 81, 213, 357,
: 199. 440, 458-464.
: 326. : 56.
<: 402. : vase Ser,
: 341.
: 345. : 365-366,
: 262, 461.
:: 318.
: 78, 209. ^: 81.
i (vase tambin ( : vase Pasin,
Autoconocimiento): 329. : 112, 310.
(): 332, 362.
: 224. (y ) (vase Eros):
: 161. 149, 169, 176, 294.
476 El pensamiento de Platon
: 143. -, : 79, 452 ss.
: 150. : 324.
: 359. (vase y Medi
: 336. da): 452.
, : vase Imi
: 223, 256, 257. tacin,
: vase ,
: 275, 280, 357.
: 332. : 49, 173, 285, 295, 357.
: 279.
: vase Mito.
: 288, 306.
, (vase Dioses): 232-
234, 242, 259, 270. (vase Concepto): 65.
: 205, 209, 223, 381. : vase Convencin,
: 435.
(): 365.
: 122. : vase Nous.
: 176, 210.
Adam, J.: 58, 59, 361. Burnet, J.: 68, 70, 189, 207, 421,
Afrodita: 241, 294. 437-445, 463.
Pandemos y celeste, 155, 170. Bury, R. G.: 155, 459, 462.
Agatn (en el Banquete): 154, 160,
164.
Calicles: 91, 93-100, 101, 126, 336,
Alcestis: 155.
396.
Alcibiades (en el Banquete): 145,
Campbell, L.: 14.
180.
Cebes: 43 ss., 198 ss., 438 ss.
(en ei Alcibiades): 397.
Cimn: 319, 397.
Alcmen: 124.
Ciro: 433.
Alejandro de Afrodisia: 25.
Cornford, F. .: 18, 207, 388.
Anaxgoras: 21, 24, 324, 383.
Cratilo, maestro de Platn: 23.
Anaximandro: 20.
Critias (en el Crmides): 332.
Anaximenes: 20:
Anito: 351-352.
Apolo: 239, 241, 242, 294, 299. Diels, H.: 22, 318, 465.
Aquiles: 155, 190. Dis, A.: 18, 38, 78, 258, 295, 318,
Aristfanes: 158-159, 350. 446-451.
Aristteles: 10, 13, 23-25, 84, 250, Digenes Laercio: 136.
325, 339, 410. Dion: 393.
Aspasia: 143. Dionisio, el dios: 241, 294, 299.
el tirano de Siracusa: 393.
Ditima: 154, 161 ss.
Barker, E.: 409, 415.
Bovet, P.: 246, 258.
Brochar, V.: 87, 236, 247, 251, 258, Egipto: 301, 377.
262, 451, 463. Empdocles: 20, 158, 421.
480 El pensamiento de Platn
Epicuro, los epicreos: 117, 136. Laques: 330,
Erixmaco: 157-158. Leoncio: 204.
Eurpides: 233, 240, 323. Lisias (en el Fedro): 167-168.
Lutoslawski, W.: 258, 447.
Fedro (en el Banquete): 154-155.
Fidias: 238. Marck, S.: 69, 466.
Field, G. C.: 12, 23, 437. Meleto: 356.
Filolao: 444. Midas: 322.
Finsler: 274, 277, 308. Milciades: 319, 397.
Friedlander, P.: 30, 91, 169, 197, Mugnier, R.: 258, 466.
219, 230, 316, 451, 463. Murray, G.: 238, 466.
Galeno: 207.
Glauco: 215 Natorp, P.: 24, 33, 69, 207, 246,
Glaucn: 357, 441. 451, 464, 466.
Gomperz, Th.: 451. Nicias: 330.
Gorgias: 22, 290.
Grube, G. M. A.: 30, 101, 220, 235, Orfeo, orfismo: 96, 155, 190, 196.
314,408.
Parmnides: 20, 24, 74, 155. :
Hackforth, R.: 207, 438. Pausanias (en el Banquete): 155-
Harward, J.: 270, 392. 157, 170, 185.
Herclito: 20, 71, 74, 139. Platn. Cronologa: 13 ss.
Hipcrates: 324. y el Scrates histrico: 16-17,
Hipotals: 146 ss. 23-24, 28, 328, 393.
Homero: 155, 190, 231, 237, 238, -crtico de su propia doctrina:
276, 278, 287-288, 292, 298, 310, 68.
314. .S u actitud respecto de su pro
pia obra artstica: 275, 315-
Ithurriague, J.: 143. 316. .
. respecto de la mujer
(vase tambin homosexuali
Jackson, H.: 70, 461. dad): 143 ss.
Jenofonte: 142, 308, 444. . ------ respecto de la poltica:
Jerjes: 433. 274, 315-316.
Jowett, B.: 57, 466. .Su miedo a las innovaciones:
300, 306, 358-359, 375, 436.
Lafontaine, A. P.: 125, 131, 466. . Su postura aristocrtica: 393,
Lagerborg, R.: 169, 466. 406-407.
ndice de nombres propios 481
. Su puritanismo: 91, 100, 106. . Su discurso en el Banquete:
. Su vocabulario: 81, 347. 160-167.
. Su filosofa: vase el ndice de . Posible peligrosidad de sus en
materias. seanzas: 364, 386, 423.
Plutarco: 250. , nico poltico de verdad: 397,
Polo: 92-93. 412.
Proclo: 250. y el hedonismo: 105-106.
Prdico: 106. y la homosexualidad: 145-147.
Protgoras: 22, 37, 71, 74, 102-105, y su confesin de ignorancia:
139, 318, 338, 350-351, 412. 332.
Soln: 231, 289.
Sfocles: 323.
Raeder, H.: 451.
Ritter, C.: 13, 14, 15, 16, 18, 31,
33/ 64, 91, 123, 127, 144, 165, Tales: 20, 233.
205, 250, 258, 272, 295, 333, 446- Tarrant, D.: 30.
451, 452, 464. Tate, J.: 239, 288.
Robin, L.: 25, 61, 159, 173, 205, 227, Taylor, A. E.: 9, 16, 17, 18, 24, 33,
247, 258, 438. 69, 169, 205, 207, 221, 235, 250,
Rodier, G.: 463. 270, 419, 429, 437, 451, 467.
Ross, W. D.: 23, 437-438, 466. Temstocles: 289, 319, 397.
Trasmaco: 400.
Causa Definicin:
las Ideas como : 47. socrtica: 23, 30-31.
. Sus cuatro especies: 84, 458 de Eros: 161, 169, 174, 322.
ss. de s mismo: 333.
Caverna de sophrosyne: 331-332.
el smil de la : 58. de valenta: 330-331.
de virtud: 34-35.
Cine
. Puntos de semejanza con la Demiurgo: 251-255, 259-260.
tragedia: 313. Diaresis
Comunismo como mtodo lgico: 63, 77-
en la Repblica'. 111, 407-410. 78, 82, 122, 418.
en las Leyes: 434> Dialctica: 54-56, 63, 77, 322, 338,
Concepto 362-363, 399.
e idea. Diferencia entre am Dilogos
bos: 88, 258.
Alcibiades I
Conjetura: vase Opinin. . Su autenticidad: 30.
ndice de materias 485
. Su lxico en relacin con las Fedn
Ideas: 30. .La teora de las Ideas: 28, 40-
. El conocimiento de s mis 47, 437-445.
mo: 333. .E l placer: 108-109.
.La poltica como ciencia: 397. .E l alma: 195-202.
. Los dioses: 243.
Apologa
.Divergencias con el Banque
.Scrates y los poetas: 276. te: 203, 211-212, 230-231.
sobre la vida poltica: 394.
Fedro
Vase tambin: 356. . La teora de las Ideas: 28, 61-
Banquete 63.
.Las Ideas: 28, 47-48, 61. . Eros: 167-180.
.E l placer: 110. El alma: 205-208, 217-218.
.Bros: 145, 154-167. .Los dioses: 247-248.
. Las artes: 293-295.
. Sus diferencias con el Fedn:
203, 211-212, 230-231. .La retrica: 319-326.
. La inmortalidad: 230-231. Fitebo
.Las Ideas: 80-85.
Crmides .E l placer: 120-138.
.Ni rastro de las Ideas: 29. .E l alma: 219-220.
.E l cuidado del alma: 192-193. .E l arte: 298-299.
. La sophrosyne como conoci
Gorgias
miento: 331-333.
. Ausencia de las Ideas: 29.
Cratito . El placer: 16, 91-100.
.Evolucin en el lxico relati .La retrica: 317-319.
vo a las Ideas: 37-39. . La poltica: 396-397.
Pgs.