Claude Perrault
Claude Perrault
La belleza es ante todo criterio y suele percibirse como una fantasa subjetiva que
depende de numerosos factores externos (la moda o el grado de educacin, por
ejemplo). Para actualizar las reglas racionales que insinan la belleza, conviene
proceder primero a un minucioso anlisis filolgico de
Vitruvio, pero su texto resulta a menudo enigmtico y su traduccin desacertada en
varios puntos. Aun as, Perrault no consigue establecer una definicin exacta de las
proporciones correctas, pero s unas pautas selectivas para definir la belleza
arquitectnica. Aunque hallamos proporciones absolutas en el cosmos y el cuerpo
humano, no ocurre lo mismo en arquitectura. Lo que percibimos como bello en las
proporciones de los miembros arquitectnicos no resulta obligatoriamente de la razn
lgica o de una ley natural, sino de una aprobacin general y de la costumbre. Cmo
explicar entonces que algunos detalles arquitectnicos claramente aberrantes sean
considerados como bellos por los especialistas? Ni siquiera los arquitectos antiguos, tan
venerados, proporcionaron las columnas segn el modelo natural formado por el ser
humano. Es un error tomar la anatoma humana como referencia para la basa, el fuste y
el capitel de una columna, por no sealar que tanto el cuerpo humano como la columna
son muy variables y que resulta imposible, por tanto, deducir de ellos proporciones
ideales. Por consiguiente, si la percepcin de la belleza se realiza segn la exactitud de
las proporciones, solo puede ser una nocin relativa de la belleza, o belleza arbitraria
segn la expresin que emplea Perrault. En otros trminos, lo bello es lo que gusta a la
mayora de los hombres que tienen gusto y educacin, independientemente de cualquier
ley de la Naturaleza. Pero la belleza arbitraria tiene su corolario, un principio objetivo
al que Perrault llama belleza positiva. Reside en la finalidad utilitaria del edificio, es
decir, en la solidez, salubridad y comodidad del mismo. Por tanto, toda evaluacin debe
tomar en cuenta la relacin entre el destino del edificio y su decoracin para lograr una
verdadera valoracin esttica.
Unas inmensas columnas erigidas delante de un edificio modesto jams sern bellas,
incluso aunque hubiesen respetado todas las reglas tradicionales de la proporcionalidad.
Ms tarde, en Ordonnance Perrault complementa estos criterios objetivos con una serie
de cualidades generales, como la riqueza de los materiales, la precisin de la ejecucin y
la simetra, sin olvidarse de la magnificencia del edificio.
tienne-Louis Boulle fue uno arquitecto frances del Neoclasicismo nacido en Paris el
12 de febrero de 1728, empezo estudiando pintura pero mas tarde cambio a la
arquitectura. Estudio con arquitectos como Jacques-Franois Blondel, Germain
Boffrand y Jean-Laurent Le Geay de los cuales aprendio el estilo de arquitectura clsica
francesa predominante en los siglos XVII y XVIII y el Neoclasicismo hacia el que
evolucion a mediados de siglo.
Boulle es mejor conocido por las ideas que propuso y el estilo arquitectonico que
plasmaba en sus bocetos, el cual era un estilo geomtrico abstracto distintivo inspirado
por formas clsicas. Fue maestro y terico en la cole Nationale des Ponts et Chausses.
El proyecto mas reconocido de Boulle es el Cenotafio para Isaac Newton el cual nunca
se construyo.
Los proyectos de Boulle eran de gran tamao, esto se puede observar en las escalas que
ponia en sus bocetos ya sea escalas humanas como en el grabado del Deuxieme projet
pour la Bibliotheque du Roi o en el tamao que tenian los arboles en su idea para el
Cenotafio de Newton.
En esta foto se muestra el proyecto q tenia Boulle para la biblioteca del rey, se puede
apreciar que las paredes estan llenas de libros dispuestos en varios pisos alrededor de un
area libre en la cual la gente podia ponerse a estudiar, el techo esta coronado por una
boveda de caon corrido la cual esta adornada con patrones geometricos. Me parece una
idea interesante mas que nada por las dimensiones que maneja, creo que Boulle queria
que el edificio fuera imponente, inspirara respeto y a la vez fuera un homenaje al
conocimiento.
Las tres imagenes anteriores son una representacion de lo que podria ser el Cenotafio de
Newton en la actualidad o como podria ser construido, aun que es un buen trabajo siento
que no tiene el mismo impacto que tiene el boceto de Boulle, para mi el boceto original
tiene un cierto misticismo, creo que el modo de trabajar la luz en el boceto crea un
encuentro entre la ciencia, la razon, lo oculto, lo misterioso.
Esta imagen muestra lo que Boulle tenia pensado para la opera de Paris, el proyecto en
rotonda era un homenaje a las mujeres elegantes y se inspiraba en el templo de Cnido
que estaba dedicado en la antigedad a Venus. Se pueden apreciar varias formas
geometricas y el uso de varios arcos de diferentes tipos. El uso del espacio me parece
bueno ya que no solo se enfoca en construir hacia arriba sino que construye tambien
galerias subterraneas las cuales probablemente hubieran albergado todo lo necesario
para las puestas en escena de las obras que ahi se presentarian.
Divagando un poco esta semejanza me hace pensar muchas cosas pero lo mas
interesante era la idea de que la Estrella de la Muerte estuviera basada en los bocetos de
un arquitecto del siglo XVIII, es una idea que no me sorprenderia en lo mas minimo ya
que no es extrao que la gente se inspire en las ideas del pasado para crear algo nuevo,
el mismo Boulle y el Neoclacisimo miraban al periodo clasico para tomar inspiracion y
proyectar nuevas creaciones. Creo que el tratar de adaptar alguna idea, ya sea antigua o
actual, es un ejercicio bastante interesante y productivo que puede dar como resultado
cosas maravillosas e impresionantes.
Al final se me hace un detalle muy curioso que un arquitecto que en la practica hizo, al
parecer, muy pocas cosas sea tan reconocido. Normalmente un arquitecto es reconocido
por sus obras erigidas pero en el caso de Boulle sus proyectos y bocetos son lo unico
que necesita para ser una figura importante en este mundo.
edoux:
Revolucin y Neoclasicismo
EMIL KAUFMANN
Del libro De Ledoux a Le Corbusier, Emil Kaufmann (Ed. Gustavo Gili, Barcelona 1985)
La era de Ledoux fue una poca de anhelos impetuosos por metas grandiosas y lejanas.
Mientras en Alemania la poesa del Sturm und Drang maduraba hacia formas clsicas o se
extraviaba por senderos romnticos, en Francia imperaban corrientes de carcter ms efectivo.
Se puso manos a la obra en la construccin de nuevos cimientos, tanto en el sentido metafrico
como en el literal de la expresin, a nivel social y a nivel arquitectnico. La incertidumbre de la
direccin a seguir explica la diversidad de caminos emprendidos. Tan slo el sentimiento de
que aquello que hasta ahora haba tenido validez no deba ya tenerla, era universalmente
compartido.
Una oscura voluntad de cambio impulsaba a toda suerte de infatigables bsquedas y tentativas.
Nada ms indicativo del estado de nimo de aquellos das que la confesin del Hyperion de
Hlderlin: "No somos nada. Lo que buscamos lo es todo". La humanidad presa de la ms
profunda inquietud luch denodadamente por las nuevas formas. Una sbita ansiedad se
abati sobre ella empujndola a buscar condiciones de vida mejores y ms puras. Esta peculiar
situacin espiritual es bien conocida de la historia de la literatura y de la historia de las grandes
revoluciones sociales. Por el contrario, su repercusin sobre las artes figurativas apenas si ha
sido entrevista hasta ahora. Es, sobre todo, en los proyectos de los arquitectos de la
Revolucin donde dicha repercusin puede ser advertida. Cada una de ambas naciones, la
francesa y la alemana, dieron al mismo tiempo, en la forma ms acorde a sus aptitudes,
expresin similar a sentimientos y deseos idnticos.
En los das del Gttinger Hainbund que entre 1772 y 1775 iba a concentrar a la joven Alemania
hacia nuevas aspiraciones, germinaban en Ledoux los planos de la Ciudad Ideal de Chaux. No
es necesario insistir aqu en toda la amplitud y profundidad del gran movimiento; por lo que
respecta a los anhelos arquitectnicos de Francia, pocos ejemplos pueden ser citados, si
exceptuamos la obra de Ledoux. Pero es suficiente recurrir a l, ya que casi todas las diversas
corrientes de fines del siglo XVIII parecen haberse encarnado en su persona, de modo menos
evidente que la envoltura clasicista, pero de manera tanto ms significativa. En lo sucesivo nos
referiremos menos a la figura del arquitecto que al trasfondo y al sustrato de su obra artstica.
Esta constituye un fiel reflejo de su poca, abundante en profundas conmociones y en grandes
realizaciones, la poca de la ascensin de la filosofa y la poesa alemanas, los das de la gran
Revolucin.
Ledoux se distingue de los arquitectos de la Revolucin por su mayor deseo de tener en cuenta
la voluntad de la poca sirvindose de medios estrictamente arquitectnicos. Un edificio de
grandes dimensiones debe culminar o, como l lo expresa, pyramider. Por ese motivo levant
Ledoux sobre la direccin de las Salinas, en un primer proyecto no realizado, un potente cuerpo
de coronacin. Tambin Blondel conoca bien la exigencia de pyramider pero entenda este
concepto de otro modo que Ledoux. El afn de gradacin romntico era absolutamente distinto
a la aspiracin barroca por el crecimiento orgnico y al deseo barroco de diferenciacin
jerrquica. Y, en consecuencia, las formas que se derivaban tenan una estampa por entero
diferente. El rasgo caracterstico del arte prerrevolucionario estriba en el predominio de un
motivo central; el revolucionario y el postrevolucionario se distinguen por la creciente
acumulacin de bloques elevndose unos sobre otros....Mientras que el Barroco era la
expresin de sentimientos desatados e ilustraba la pasin del hombre, la arquitectura
revolucionaria pretenda impresionar por la potencia de las masas, por la fuerza de las formas
-de ah su predileccin por lo egipcio, que no cristaliz tan slo a causa de la campaa
napolenica-, en fin, por el tratamiento de los materiales.
La ciclpea prominencia de los edificios para las Salinas, la imponente disposicin del Palacio
de Justicia de Aix, la gravedad de la prisin para esta misma ciudad, con las rechonchas
columnas de entrada y los desnudos muros con escasas aberturas, dan cumplido ejemplo de
esta voluntad, que tuvo su analoga en el genial vigor de la actitud del Sturm und Drang
alemn. En el vestido, la ambicin de "efectos" condujo a ciertos excesos en la moda, a los
incroyables, las merveilleuses.
Para entender el sentido de estos extraos proyectos, es necesario aceptarlos por lo que son:
ejemplos expresivos de la "arquitectura parlante" y pruebas de la vehemencia con que Ledoux
reaccion ante las nuevas ideas, dbiles en s mismas. "Les projects les plus simples prennent
la teinte de l'ame qui les concoit".
Una de las metas mas significativas de la poca era la universalidad o, para usar una expresin
propia de aquel tiempo, el cosmopolitismo. Con l emergi a la superficie el gran problema que
mantendra permanentemente ocupados a los siglos XIX y XX, la cuestin social, el problema
del acceso de las grandes multitudes a elevadas formas de vida, a un mejor modo de vivir que,
hasta la Revolucin, estaba reservado tan slo a un pequeo crculo de individuos. La idea de
la igualdad de derechos trascendi visiblemente al campo del arte. El nuevo credo cosmopolita
se expresa en este mbito de mltiples maneras. La teora de Ledoux no establece ya
diferencia alguna entre arte "alto" y arte "bajo". Con la desaparicin de las diferencias de
categora en la arquitectura, todas las tareas de edificacin asumen igual valor y el crculo de
temas arquitectnicos se ampla a partir de ese momento, como nunca hasta entonces. El
temprano eclecticismo temtico, que se ocupa casi exclusivamente de iglesias, castillos, las
"mejores" residencias y, a lo sumo, las construcciones militares, queda desplazado por el
reciente universalismo arquitectnico. El desarrollo no se detiene a causa de que la
construccin de viviendas se "mecanice"; la edificacin con fines utilitarios, empieza a ser no
slo un problema tcnico, sino una cuestin arquitectnica.
Ante las poderosas fuerzas impelentes que vemos en accin a finales del siglo XVIII, la
epidermis antiquizante que haba estado en vigor de modo exclusivo hasta entonces en las
consideraciones sobre historia del arte, carece de importancia digna de mencin.
Prescindiendo de que el uso de las formas clsicas en el arte occidental haba sido continuo a
lo largo de todas las pocas y teniendo en cuenta que su permanencia en el siglo XVIII se
deba al desarrollo de los estudios arqueolgicos y no a un redespertar del arte antiguo, no
debera prestarse excesiva atencin a los fenmenos meramente superficiales. Son decisivos,
en cambio, los procesos que tienen lugar bajo la superficie. Diversas erupciones tales como la
explosin de las pasiones sociales, los confusos desbordamientos poticos del Sturm und
Drang y los fantsticos proyectos de Ledoux y de los dems arquitectos de la Revolucin dan
cuenta de lo que se estaba gestando en las profundidades. La absoluta seriedad del
movimiento arquitectnico a que nos estamos refiriendo puede ser reconocida en que ste no
estuvo soportado por alocados espritus juveniles sino por artistas de avanzada edad que
estaban en su plena madurez, casi todos ellos acadmicos. Claro es que la mayora no estaba
todava en condiciones de comprender la audacia de tan esforzada empresa ni siquiera de
seguir la bandera de los lderes. Tambin a ellos Ledoux les pareci un individuo situado ms
all de lo racional como aquel otro apasionado revolucionario que el cartel...califica con las
siguientes palabras: "une espce de fou en architecture, Boulle le septuagnaire"
Junto a los grandes pensadores cuya obra se refleja en la de Ledoux, junto a Rousseau y
Pestalozzi, los muchos contemporneos que tomaron los caminos de Winckelman y que
esperaban hallar la renovacin tan ansiada por todos en la exhumacin del pasado, no
ejercieron sobre l apenas influencia, a pesar de los abundantes elogios de los que justamente
se hicieron acreedores. De hecho no podan decirle nada: para aqullos, sus intereses tenan
que ver ms con las formas, para l, en cambio, se trataba de los principios; aqullos se
afanaban en buscar modelos que pudieran tomar como norma, l en descubrir las bases
primarias del mismo construir a las cuales quera regresar para recomenzar, en cierto modo de
nuevo, desde el principio. La bsqueda, en civilizaciones desaparecidas, de soluciones a los
problemas del futuro era una empresa abocada al fracaso. El "neoclasicismo" fue un ltimo
intento pasajero en esta direccin: no constituy una reanimacin sino, justa y verdaderamente,
el fin del arte clsico.
As vemos nosotros el panorama de la segunda mitad del siglo XVIII en la historia universal y
en la historia de la literatura y el arte: primero, las nuevas ideas; luego, la profunda inquietud, la
bsqueda de caminos, los errores apasionados y los fracasos; ms, por ltimo -y no slo para
las grandes multitudes sino tambin para los grandes individuos- el retorno a lo antiguo, el
clasicismo de Goethe y de Schiller, el Imperio, en la poltica y en el arte; slo muy
espordicamente, la realizacin de las nuevas ideas -en el Cdigo Civil o, como veremos ms
claramente, en el legado de Ledoux. Tambin en su obra aparecen frecuentemente las fomas
clsicas; incluso entre sus proyectos para Chaux se encuentra una Bolsa con estilo de templo
griego. Asismismo, el bello interior del teatro de Besancon, con sus gradas de anfiteatro y por
cuya parte ms alta discurre una columnata, constituye una significativa referencia clasicista.
Ledoux, que posea en su biblioteca grandes tratados clsicos, pudo haber sacado de stos su
conocimiento del teatro antiguo o pudo haber imitado el Teatro Olmpico de Palladio. Pero no
utiliz el modelo como complacencia personal sino basndose en las ventajas prcticas que le
son propias, ya que en l los espectadores pueden gozar de la representacin a su entera
satisfaccin y, finalmente, porque las gradas libres que se amplan progresivamente en el
espacio, como en un movimiento ondulatorio, le parecan incomparablemente ms atrayentes
desde un punto de vista esttico que el desmenuzamiento del espacio a que dan lugar los
palcos italianos.