Bloque 2 - Filosofia Medieval y Renacimiento
Bloque 2 - Filosofia Medieval y Renacimiento
Bloque 2 - Filosofia Medieval y Renacimiento
FILOSOFA MEDIEVAL Y
RENACIMIENTO
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PANORMICA HISTRICO-
FILOSFICA DEL MEDIEVO.
Durante los cinco primeros siglos de nuestra era (es decir, hasta la cada del
Imperio Romano en el ao 476, sg. V), aparece, se desarrolla y adquiere una fuerza cada
vez mayor el CRISTIANISMO. Religin o Filosofa? Es una religin que poco a poco va
impregnndose de todas aquellas ideas filosficas que le sirven, al principio, para
defender su fe en un contexto cultural adverso y, ms tarde, afianzarla creando una serie
de sistemas filosficos propiamente cristianos, es decir, la Filosofa Cristiana.
La Filosofa denominada Cristiana se forma y adquiere pleno desarrollo entre los
siglos I-XIV de nuestra era.
Durante estos catorce siglos la Historia del Pensamiento queda definida por el
constante dilogo entre Religin y Filosofa, o dicho de otro modo, entre la Razn y la Fe.
Ahora bien, este dilogo no se realizar del mismo modo en todos los siglos, sino que
pasar por una serie de etapas:
1) Del siglo I al V encontramos un periodo que se denomina Patrstica o de los Padres
de la Iglesia. Sus escritos denotan un conocimiento regular de la tradicin filosfica
griega y latina, asimilando aquellos aspectos de sta que les sirven para interpretar el
mensaje de Jess y, en general, para interpretar la palabra de Dios revelada en la Biblia.
Sobre todo asimilarn filosofa platnica, neoplatnica y estoica.
Asimismo, en estos siglos iniciales se producen escisiones en el seno de la Iglesia:
las llamadas herejas o interpretaciones errneas de la Fe, lo que obliga a convocar
concilios para fijar la ortodoxia cristiana, la cual va a quedar definitivamente plasmada en
los dogmas que de modo sinttico se exponen en el Credo, formulado en el Concilio de
Nicea (ao 325). El ltimo y ms importante Padre de la Iglesia es San Agustn (354-430).
2) Entre el siglo V y el siglo X, es decir, desde la cada del Imperio Romano, que
histricamente significa el comienzo de la Edad Media, hasta el denominado
Renacimiento Carolingio, Europa va a ir constituyndose lentamente como un conjunto de
pueblos distintos, que darn origen a las naciones modernas. La organizacin social de
este periodo es el Feudalismo.
Hay un general abandono de la Filosofa, si exceptuamos a Boecio (siglo VI) y, al
final del periodo, a filsofos del Renacimiento Carolingio (siglo IX) como Alcuino de York y
Escoto Erigena.
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alcanzara a conocer.
La filosofa de San Agustn es un pensamiento cristiano de corte platnico: afirma la
existencia de Ideas eternas en la mente de Dios con arreglo a las cuales fue creado el
Mundo a partir de la nada. Y para explicar cmo llegamos a conocer esos modelos
eternos y universales, San Agustn sostiene que es gracias a la luz natural que Dios ha
puesto en el interior de nuestra alma en forma de Inteligencia o Razn, la cual nos permite
superar la limitacin de nuestro ser particular, temporal y mudable, y alcanzar la
contemplacin intuitiva de lo inmutable, eterno y universal, es decir, las Ideas o Causas
Ejemplares de las cosas del mundo sensible. Esta es la Teora de la Iluminacin de San
Agustn para explicar el conocimiento: Dios ha iluminado nuestra alma con la luz de la
razn, gracias a la cual llegamos a conocer lo universal, es decir, las Ideas, y a Quien las
tiene en su mente, es decir, a Dios mismo.
Al hablar de la naturaleza del hombre, San Agustn, lo mismo que Platn, considera
al hombre como producto de la unin accidental de alma y cuerpo. El alma est destinada
a encontrar dentro de s misma a Dios y a dominar sobre el cuerpo. De ah que sea el
supremo principio constitutivo de la persona humana. En cuanto a su origen: ha sido
creada por Dios individualmente para cada cuerpo.
Por lo que se refiere a su teora poltica, San Agustn no pretende fundamentar la
primaca de la Iglesia sobre el Estado (lo que se llam posteriormente, agustinismo
poltico, el Estado o Imperio debe subordinarse a la Iglesia, pues sta es una sociedad
ms perfecta que ha de proporcionar a aqul los principios polticomorales de conducta y
gobierno; idea que prevaleci durante la edad media), sino que ms bien pretende una
revitalizacin del papel del Estado; para san Agustn, todos los Estados de esta tierra
tienen que preocuparse exclusivamente de organizar la convivencia entre los ciudadanos
de forma pacfica y tratando de que todos tengan acceso a los viene materiales. Si bien la
autoridad slo corresponde a Dios, Dios tambin quiere que los hombres ejerzan el poder
como servicio y responsabilidad.
La escolstica temprana.
El s. XI resulta ser un siglo de vivo despertar cultural: es el momento en que
comienza el Romnico en Arte, empiezan a surgir las incipientes literaturas nacionales y
se desarrolla en profundidad la filosofa medieval propiamente dicha, es decir, la
Escolstica.
En estos siglos es constante la lucha entre el Papado y el Imperio, lucha que
desemboca en el acrecentamiento del poder econmico y poltico de la Iglesia. Al mismo
tiempo, surgen dentro de la Iglesia movimientos religiosos de vuelta a la pobreza
evanglica que cuestionan la opulencia de la orden de Cluny: as se funda el Cster y, ms
tarde, en el siglo XIII, las llamadas rdenes mendicantes (Franciscanos -platnicos- y
Dominicos -aristotlicos-), que pronto llegarn a ocupar las ctedras de las todava
nuevas Universidades pese a la oposicin de los maestros seculares (=no religiosos).
Asimismo, hay un hecho histrico que va a tener consecuencias filosficas de
importancia: despus de varios siglos de luchas, se produce en la pennsula ibrica un
clima de convivencia pacfica entre musulmanes y cristianos, cuyas consecuencias
culturales ms notables son la creacin de la Escuela de Traductores de Toledo (siglo XI),
en la cual se van a traducir al latn y al romance textos orientales que conservaban la
filosofa griega desconocida en la Europa cristiana.
El momento de esplendor cultural de la pennsula queda reflejado tambin por la
aparicin en Crdoba de un grupo de filsofos rabes conocedores y comentadores de la
obra de Aristteles, cuya influencia en la escolstica cristiana a travs de su representante
ms destacado, es decir, Averroes (+1198) fue crucial para la recuperacin de la filosofa
aristotlica, y de otro grupo de filsofos judos, de entre los cuales cabe citar a
Maimnides (+1204).
Una tesis averrosta, llamada teora de la doble verdad (afirma que existen dos
tipos de verdades: las que conseguimos con nuestro pensamiento racional y las que
aceptamos por fe, y que ambas son legtimas/vlidas aunque se contradigan) ser objeto
de arduos debates durante el siglo XIII en la Universidad-Escuela de Pars. Al fin, la
Iglesia la condenar como hereja en el ao 1277, y todos aquellos que la defiendan sern
perseguidos como herejes.
La cultura ya no se encuentra nicamente en los monasterios, se desarrolla
tambin en las ciudades, donde se crean Escuelas en las que los hombres, las ideas y los
libros circulan con bastante libertad.
San Anselmo de Canterbury (1033-1109) es considerado como uno de los
iniciadores de la filosofa escolstica cristiana, cuyo clima intelectual queda bien reflejado
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en esta frase suya fides quaerens intellectum (la fe que busca entender). Construye el
conocido argumento ontolgico para demostrar la existencia de Dios, sobre el que se
discute no slo en la Edad Media.
LOS DOS PROBLEMAS CENTRALES DE LA
FILOSOFA ESCOLSTICA.
A) El problema de los Universales.
B) El problema de las relaciones entre la Razn y la Fe.
En el siglo XIII, tres son las ms importantes corrientes filosficas dentro del mbito del
Cristianismo:
1) La filosofa platnico-agustiniana:
Cultivada por los franciscanos, entre los que cabe destacar a San Buenaventura.
Defienden la validez del argumento ontolgico de San Anselmo. En el tema de los
universales, defienden el realismo exagerado. Y en el asunto de las relaciones razn-fe,
siguen la postura de San Agustn, afirmando que la razn, si no es orientada/guiada por la
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fe, es incapaz por s misma de alcanzar ninguna verdad acerca de Dios.
2) El aristotelismo heterodoxo o averrosmo latino:
Hasta prcticamente el siglo XIII, de Aristteles slo se conocen en el Occidente cristiano
las obras de Lgica (el rganon), gracias a las traducciones y comentarios que de ellas
hizo Boecio (siglo VI), predominando, por tanto, el platonismo. Sin embargo, el hecho
histrico de la expansin del Islam posibilit que todas las obras de Aristteles
conservadas en Oriente fueran traducidas, primero, del siriaco al rabe, y ms tarde, del
rabe al latn, llegando de este modo a ser otra vez conocidas en Occidente. El
conocimiento de la filosofa aristotlica caus tal impacto intelectual entre los pensadores
cristianos que pronto Aristteles lleg a ser llamado el Filsofo.
El ms importante comentarista rabe de Aristteles, a travs del cual el pensamiento
aristotlico empez a ser conocido en el mbito cristiano, fue el filsofo, telogo, mdico y
matemtico cordobs Averroes (1126-1198). Su aristotelismo, llamado averrosta, llegar
a ser difundido ampliamente en la Universidad de Pars, por autores como Siger de
Brabante.
El averrosmo latino, afirma la eternidad del mundo, la caducidad mortal del alma (inmortal
slo el entendimiento activo o agente que, dicen, es el mismo para todos los hombres) y
la teora de la doble verdad (que al defender la autonoma e independencia de la razn
frente a la fe anunciaba ya la crisis de la escolstica y concitaba la oposicin frontal de la
Iglesia, la cual terminar por condenar el averrosmo como perniciosa hereja en el ao
1277 y, claro est, prohibiendo su enseanza en las escuelas-universidades).
3) El aristotelismo cristiano:
Es la orientacin filosfica de los dominicos: entre ellos, cabe destacar a San Alberto
Magno (que llev a cabo la primera adaptacin del aristotelismo al pensamiento cristiano
y divulg los escritos aristotlicos de Fsica) y TOMS DE AQUINO (el ms original e
influyente comentarista cristiano de Aristteles).
El estudio directo de los textos de Aristteles (gracias a traducciones directas del griego
que encarga al helenista Guillermo de Moerbeke), lleva a Toms de Aquino a afirmar que
el averrosmo es una interpretacin errnea del gran filsofo griego. As, por ejemplo,
Toms de
Aquino sostiene, frente a los averrostas, que en las obras de Aristteles pueden hallarse
pasajes en los que se afirma la inmortalidad del alma individual (y no slo la del
entendimiento activo o agente, comn para todos los hombres); asimismo que, aunque
es cierto que Aristteles afirm que no puede demostrarse racionalmente que el mundo
haya sido hecho en un momento dado, tambin afirm que tampoco puede ser
demostrada su eternidad; y en cuanto a la teora de la doble verdad, dice Toms de
Aquino, ni siquiera se encuentra en Aristteles, es de Averroes, y es absurda, porque
contradice toda lgica humana que una afirmacin verdadera desde el punto de vista de
la Fe pueda ser a la vez falsa racionalmente. Para Toms de Aquino, Filosofa y Teologa,
an poseyendo objetos, mtodos y criterios diferentes deben complementarse. Cuando la
filosofa y la teologa se ocupan del mismo tema necesariamente tienen que decir lo
mismo; la filosofa y la teologa pueden y deben ayudarse mutuamente.
Profundizando un poco ms en la filosofa de Santo Toms podemos decir que es
tributaria de una largusima tradicin histrica. En algn sentido puede decirse que el
tomismo nace de la confluencia de las grandes corrientes de pensamiento que cruzaron la
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antigedad y el medievo: platonismo y aristotelismo, helenismo y arabismo, paganismo y
cristianismo, sin olvidar otras corrientes secundarias, como la filosofa hebrea. Toms de
Aquino supo aprovechar el inmenso trabajo de asimilacin de sus predecesores, tanto
lejanos como prximos, e intent descubrir y acoger toda manifestacin vlida y
verdadera del pensamiento humano, independientemente de su origen. Por ello podemos
afirmar que su obra constituye un punto de referencia para todos los que buscan la verdad
y tratan de promover al hombre desde su nivel profundo de pensador. Evidentemente,
Toms de Aquino es hijo de su tiempo: su obra aparece como respuesta a la necesidad
histrica de ofrecer una visin de totalidad integradora, fiel a la razn y a la fe.
El marco bsico de la filosofa de Toms de Aquino, es decir, el entramado de sus
principales tesis metafsicas es de origen aristotlico. Se empe en la gigantesca tarea
de reconciliar el pensamiento de Aristteles con el cristianismo, siendo el ms decisivo
creador de la construccin intelectual llamada escolstica. Se sabe que Santo Toms
haba comenzado a familiarizarse con el Estagirita al comienzo de sus estudios, durante
su primera estancia en la Universidad de Npoles. Ms tarde, las enseanzas de su
maestro, Alberto Magno, le ayudaron a comprender mucho mejor el alcance y
trascendencia de la filosofa aristotlica. No en vano, los dos principales representantes
del aristotelismo medieval fueron San Alberto Magno y Santo Toms de Aquino. El mrito
de Alberto Magno fue descubrir las grandes posibilidades que ofreca la filosofa de
Aristteles para dar un fundamento ms slido a la expresin racional del dogma
cristiano, y en haber orientado en ese sentido a su discpulo Santo Toms. En relacin
con esta cuestin debemos destacar que, ese mismo Toms de Aquino que fue declarado
Doctor de la Iglesia en 1567 por Po V, no goz de la comprensin y adhesin de sus
coetneos. Por el contrario, a lo largo de toda su vida tuvo que sufrir y combatir, no slo el
ataque de los profesores seculares (que negaban el derecho de los religiosos a la
actividad docente e investigadora propia de la universidad), sino tambin la actitud de
cerrada hostilidad respecto al aristotelismo de la mayora de sus compaeros telogos,
herederos de las prohibiciones que, desde principios del s. XIII, la Iglesia haba formulado
sobre el estudio de Aristteles. A pesar de todo, convencido de que el autntico
pensamiento de Aristteles, a diferencia de su interpretacin averrosta, era compatible
con la tradicin agustiniana, Toms de Aquino inici y culmin la integracin del
pensamiento aristotlico en la sntesis teolgica y filosfica cristiana, con la nica
intencin de proporcionarle nuevos elementos verdaderos. No obstante, no dud en
corregir al Estagirita en temas importantes como su concepcin acerca de la forma
substancial como acto ms profundo de las cosas, o completar su caracterizacin de Dios
como primer motor con las de Causa primera radical del mundo, eficiente en sentido
creador y ejemplar, etc.
Platonismo y neoplatonismo tambin estn presentes en el pensamiento de santo
Toms.
La consideracin de Dios como causa ejemplar, teorizada por San Agustn, segn
la cual las Ideas de todas las cosas estn en la mente de Dios, es parcialmente aceptada
por santo Toms, a travs de su interpretacin "analgica" del ser. En la medida en que
todas las sustancias reciben la existencia de Dios, el ser no les pertenece propiamente
sino que lo tienen por analoga con Dios; y lo mismo ocurre con las dems perfecciones.
La posicin que mantiene con respecto a la filosofa le lleva a plantearse como
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primer problema filosfico el demostrar la existencia de Dios. Demostracin que le parece
necesaria y posible y que realiza a travs de cinco vas; es una demostracin a posteriori
que parte de los sentidos, llegando a establecer la necesidad de la existencia de un ser
supremo, Dios, que explica lo que los sentidos no pueden.
Afirma tambin que el conocimiento sensible es la base del conocimiento
intelectual; el entendimiento agente desmaterializa la imagen sensible e individual y
abstrae la forma, que pasa al entendimiento posible, donde se produce el conocimiento
intelectual, que es universal.
En cuanto a su tica se centra en el concepto de ley natural. La ley natural es la
parte de la ley eterna que atae al hombre, que es un ser libre y por tanto puede o no
cumplir la ley, y por otro, es expresin de la naturaleza humana y por ello todo hombre la
conoce espontneamente. Por ltimo, con respecto al Estado, lo ve como una institucin
basada en la naturaleza del hombre y su tarea es conducir al pueblo a una vida justa y
virtuosa, preservando la paz y el binestar comn.
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TEMA 3.
SAN AGUSTN.
Prioridad de la fe sobre la razn y
adecuacin del orden poltico a la
fe.
Podemos empezar diciendo que para san Agustn hay una primaca y prioridad de la fe
sobre la razn. La fe es anterior a la razn crtica. La razn se supedita a la fe y
es inferior a ella: Mejor es creer lo que es verdadero aunque todava no lo
veas, que pensar que ves lo verdadero cuando es falso. Cmo
define la fe san Agustn? Con la fe no hay dudas, la fe es siempre
verdadera, es producto de una iluminacin interior, precede y justifica
la razn, es autnoma y suficiente en s misma En cambio, la Razn,
est supeditada a la fe, puede ser verdadera o falsa: ser verdadera
slo cuando corrobora las verdades de la fe ( ayuda a entender lo que
creemos). La razn falsa es aquella que se desva de la fe, aquella que
es producto de pensar que ves lo verdadero cuando es falso. Por todo ello, la
razn es insuficiente e incompleta.
Ahora bien, dicho esto, y sentadas las bases de la superioridad y suficiencia de la
religin sobre la filosofa, San Agustn enumera tres actitudes, tres posiciones en torno
a la relacin entre fe y razn:
1-. La actitud de quin ni siquiera desea entender y opina que basta creer.
2-. Aquella actitud que desea an comprender lo que cree.
3-. Quin a travs de la verdadera razn comprende lo que tan slo crea.
La postura de San Agustn es conciliadora: la fe es suficiente, pero acompaada de
razn parece ms satisfactoria, ms placentera. Como l mismo afirma en otra parte,
la fe conoce inmediatamente la verdad, pero la filosofa proporciona la felicidad de
entender lo que gracias a la fe ya se saba. La fe no necesita la razn; la desea en
tanto en cuanto la religin es la filosofa verdadera. La postura agustiniana defiende
dos posicionamientos:
A)"Cree para comprender" (crede ut intelligas), dejando claro el predominio de la
fe. Sin sta (sin la adhesin a los dogmas revelados), no podremos llegar a
comprender la Verdad (con maysculas: Dios y todo lo creado por l). Al mismo
tiempo, nos invita a
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B) "Comprender para creer" (intellige ut credas): la fe puede y debe apoyarse en
la razn con el fin de esclarecer los contenidos revelados.
En definitiva, creer para entender (priorizando la fe), pero tambin entiendo para
creer ( defendiendo un lugar para la filosofa).
La convivencia entre religin y filosofa no fue fcil durante la Edad Media. Los dogmas
de la religin y los diferentes postulados de las corrientes filosficas no eran, en las
postrimeras del imperio romano, ni contrarias, ni siquiera contradictorias. Lo que
resultaba escandaloso a la filosofa de aquel tiempo era aquella pretensin de
autoridad exclusiva y definitiva, esa intransigencia con respecto a la verdad, basada
solamente en criterios irracionales y en iluminaciones divinas.
El problema era viejo: la compatibilidad entre la razn y el mito, entre lo racional, lo
humano y lo sobrenatural o divino. El enfrentamiento entre filosofa y religin (entre
razn y fe) representa dos concepciones muy diferentes del mundo: capacidad
inmanente del ser humano frente a iluminacin divina. La fe es completa, inmutable y
definitiva, la razn humana incompleta y efmera.
En el largo perodo que transcurre entre el declinar de la filosofa clsica y pagana
frente a la religin cristiana y el Renacimiento (que supone un redescubrimiento de la
razn como fuente autnoma de conocimiento) probablemente nunca estuvo el
ejercicio de la razn en peligro es difcil que el ser humano pueda renunciar o
prescindir de una de las facultades de las que naturalmente est dotado. Si corri
peligro, en cambio, su autonoma y su ejercicio en libertad. La filosofa sobrevivi en
tanto en cuanto instrumento de la fe.
Donde no se d la justicia que consiste en que el sumo Dios impere sobre la sociedad
y que as en los hombres de esta sociedad el alma impere sobre el cuerpo y la razn
sobre los vicios, de acuerdo con el mandato de Dios, de manera que todo el pueblo
viva de la fe, igual que el creyente, que obra por amor a Dios y al prjimo como a s
mismo; donde no hay esta justicia, no hay sociedad fundada en derechos e intereses
comunes y, por tanto, no hay pueblo, de acuerdo con la autntica definicin de
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pueblo, por lo que tampoco habr poltica, porque donde no hay pueblo, no puede
haber poltica (AGUSTN DE HIPONA, La ciudad de Dios, XIX, cap. 23).
En este fragmento, como podemos observar, Agustn nos plantea una definicin de
JUSTICIA de corte marcadamente cristiano: La Justicia consiste en que Dios impere
en la sociedad (Ciudad de Dios frente a Ciudad Terrenal), y que en el hombre impere
el alma sobre el cuerpo, es decir, que se aleje de todo vicio, exceso y por tanto,
pecado. As pues, un pueblo regido por la fe ser donde pueda darse la justicia y la
felicidad, en caso contrario no habr justicia, y por tanto, no podr haber ni poltica ni
pueblo. Por tanto, siguiendo a san Agustn, la fe es algo primordial (tal y como
veamos en el punto anterior dedicado a la relacin razn-fe) y fundamental para la
buena vida del ser humano, no slo a nivel individual sino tambin a nivel social. Para
san Agustn, han sido los vicios, la relajacin y el desgobierno los causantes del
resquebrajamiento del imperio romano y no el cristianismo. Segn San Agustn la raza
humana est viciada desde sus orgenes, la vida social est cargada de males
hereditarios contra los cuales lucha en vano la voluntad individual, por ello, los reinos
del mundo estn basados en la injusticia y prosperan en virtud de los derramamientos
de sangre. Contra Cicern, que afirma que el estado descansa en la justicia, San
Agustn sostiene que si esto fuera cierto la propia Roma no constituira un estado
puesto que no resulta posible encontrar la verdadera justicia en el orden temporal, el
nico estado verdadero, desde este punto de vista, sera la Ciudad de Dios. No
obstante, Agustn advierte que el estado de fuerza que ha dicho, olvidad la justicia, no
se distingue de una banda de ladrones. Hombres y estados son para l voluntad, pero
deben ser voluntad ordenada y sujeta a normas, y esto se consigue a travs de la fe.
Centrndonos ahora, aunque sea brevemente, en lo que nos dice san Agustn en la
Ciudad de Dios, ste nos plantea Dos ciudades, generadas respectivamente por el
amor del hombre hacia Dios (Ciudad de Dios), y por el amor del hombre a s mismo
(ciudad terrenal), se disputan el dominio de la tierra, y ambas aspiran a la paz. Un
concepto clave del pensamiento de San Agustn que concibe como "fin de nuestros
bienes".
Las dos ciudades estn mezcladas y se entrecruzan: no son dos tipos de realizaciones
histricas (Estado civil e Iglesia, por ejemplo), sino principios opuestos de la conducta
personal y de las realidades sociales. Por consiguiente, esta contraposicin no
responde a las dos realidades sociales de la Iglesia y los Estados civiles, sino que
expresa ms bien las dos comunidades espirituales segn la ley de Dios o contra ella,
comunidad del orden o del caos, del ideal o del instinto.
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As pues, en el desarrollo de la historia, los lmites de las dos ciudades no son
perfectamente netos: la Iglesia no coincide con la ciudad de Dios, ya que en el interior
de ella conviven buenos y malos, del mismo modo en que la ciudad terrena no se
identifica con ninguna entidad poltica determinada. Lo mismo Iglesia que Estado
pueden alinearse tanto en un campo como en otro. Agustn reconoce el carcter
natural de la sociedad civil y del Estado. La Iglesia, por su parte, ha de servir de
mentora de la sociedad y del Estado, para vigilar y encaminar a los hombres a su
salvacin. La autoridad civil, si se halla impregnada del espritu cristiano, puede
facilitar y promover la ciudad eterna postulada por la voluntad divina.
Pertenece al sentido de la historia del mundo el hecho de que estas dos ciudades se
contrapongan y luchen entre s. Sin embargo, y sta es la conclusin de San Agustn,
cualquiera que sea la historia de la humanidad, con sus alternancias de predominio
del bien y del mal, al final la "civitas terrena" perecer y saldr vencedora la "civitas
Dei", en virtud del amor a Dios, "pues el bien es inmortal y la victoria ha de ser de
Dios".
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COMENTARIO DE TEXTO SAN AGUSTN.
3. Donde no se d la justicia que consiste en que el sumo Dios impere sobre la sociedad y
que as en los hombres de esta sociedad el alma impere sobre el cuerpo y la razn sobre
los vicios, de acuerdo con el mandato de Dios, de manera que todo el pueblo viva de la fe,
igual que el creyente, que obra por amor a Dios y al prjimo como a s mismo; donde no
hay esta justicia, no hay sociedad fundada en derechos e intereses comunes y, por tanto,
no hay pueblo, de acuerdo con la autntica definicin de pueblo, por lo que tampoco
habr poltica, porque donde no hay pueblo, no puede haber poltica (AGUSTN DE
HIPONA, La ciudad de Dios, XIX, cap. 23).
a) Contextualizar al autor.
San Agustn de Hipona es un filsofo del s. IV d. C., por tanto pertenece a la filosofa
antigua. Influenciado por la filosofa platnica, adapta la teora de las ideas a los
principios del cristianismo, ubicando las Ideas en la mente divina. En el mbito
poltico, nos plantea la superioridad de la fe sobre la razn, aunque comprender los
dogmas de fe es algo importante para san Agistn, y la superioridad moral de la
ciudad de Dios frente a la ciudad terrenal.
b) Tema.
c) Ideas.
- La justicia que se debe dar en la sociedad depende de que impere Dios en dicha
sociedad y si esto es as, el alma imperar sobre el cuerpo y la razn vencer
sobre los vicios y el pecado.
- A travs de la justicia, entendida en sentido agustiniano, se lograr que la fe se
extienda en la sociedad y el amor a los dems sea algo comn.
- Sin esa justicia basada en Dios no puede establecerse una comunidad y no
pueden existir leyes e instituciones polticas.
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TEMA 4.
SANTO TOMS DE AQUINO
RELACIN ENTRE RAZN
(FILOSOFA) Y FE (TEOLOGA).
A lo largo del siglo trece, junto con la influencia agustiniana tambin se haba
desarrollado una corriente de signo contrario, el averrosmo latino, que haba
insistido, entre otras, en la teora de la "doble verdad". Segn esta teora, habra una
verdad para la teologa y una verdad para la filosofa, independientes una de otra, y
cada una con su propio mbito de aplicacin y de conocimiento. La verdad de la razn
puede coincidir con la verdad de la fe, o no. En todo caso, siendo independientes, no
debe interferir una en el terreno de la otra. Santo Toms rechazar esta teora,
insistiendo en la existencia de una nica verdad, que puede ser conocida desde la
razn y desde la fe. Sin embargo, reconoce la particularidad y la independencia de
esos dos campos, por lo que cada una de ellas tendr su objeto y mtodo propio de
conocimiento. La filosofa se ocupar del conocimiento de las verdades naturales, que
pueden ser alcanzadas por la luz natural de la razn; y la teologa se ocupar del
conocimiento de las verdades reveladas, de las verdades que slo puede ser
conocidas mediante la luz de la revelacin divina. Ello supone una modificacin
sustancial de la concepcin tradicional (agustiniana) de las relaciones entre la razn y
la fe. La filosofa, el mbito propio de aplicacin de la razn deja, en cierto sentido, de
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ser la "sierva" de la teologa, al reconocerle un objeto y un mtodo propio de
conocimiento.
Visto as, la filosofa es autnoma, ya que tiene su propio mtodo y por tanto,
no cabe hablar de una filosofa cristiana. De hecho, sto. Toms no funde la filosofa
con la teologa, pero tampoco las mantiene separadas. Su tendencia es la de
establecer un equilibrio que se funda en el modo como son concebidas las verdades.
Hay, segn Toms, verdades estrictamente teolgicas, que son conocidas por
revelacin, y verdades filosficas, que han sido establecidas por la razn, y verdades
a la vez filosficas y teolgicas, ya que han sido reveladas y al mismo tiempo pueden
ser establecidas por la razn. No existe, pues, incompatibilidad entre fe y razn
porque tanto una como otra, consideran las mismas verdades aunque de manera
diferente. La razn puede y debe moverse con toda libertad sin temor a encontrar,
siempre que proceda rectamente, nada contrario a la fe, de ah que pueda haber una
filosofa pagana, compatible con el cristianismo.
El ser humano concreto fue creado por Dios para un fin sobrenatural, para la
felicidad perfecta, que solamente es alcanzable en la vida futura, en la visin de Dios;
pero, el hombre, puede alcanzar una felicidad imperfecta en esta vida mediante el
ejercicio de sus capacidades naturales, mediante un conocimiento filosfico de Dios,
obtenido a partir de las criaturas y mediante el logro y el ejercicio de las virtudes
naturales. El filsofo puede probar la existencia de Dios a partir de las criaturas y
lograr un cierto conocimiento analgico de Dios, y definir las virtudes naturales y los
medios para conseguirlas. Tanto el filsofo como el telogo consideran al hombre
concreto: la diferencia est en que el filsofo, aunque capaz de ver y considerar la
naturaleza humana como tal, no puede descubrir todo lo que hay en el hombre, no
puede descubrir la vocacin sobrenatural de ste; solamente puede hacer parte del
camino en el descubrimiento del destino del hombre, precisamente porque el hombre
fue creado para un fin que trasciende los poderes de su naturaleza. Santo Toms
considera al hombre en concreto, pero no puede saber todo lo que hay que saber
acerca del hombre en concreto.
Una vez aclarada la relacin entre la razn y la fe, este pensador cristiano,
considera que la tarea fundamental que debe hacerse es la demostracin de la
existencia de Dios.
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Toms de Aquino plantea cinco caminos (vas) para demostrar la existencia de
Dios que presentan una estructura comn de cuatro pasos: En todas ellas 1) se parte
de una clase de hechos observables en la experiencia. 2) Tras esto se comprueba
que esa clase de hechos, por su propia estructura interna, necesita una explicacin
causal que justifique su existencia, ya que por s misma esa clase de hechos no se
explica. 3) A continuacin se niega que esa explicacin pueda consistir en una
cadena infinita de hechos de experiencia de la misma clase que se intenta explicar.
4) Y por ltimo se pasa a concluir la necesidad de que exista un ser que sea
trascendente a esa clase de hechos y el cul, por tener una propiedad en concreto que
le caracteriza, sea capaz de explicar la existencia de la clase de hechos de experiencia
de la que se parte; a ese ser se le llama Dios.
1 Va del movimiento: parte del movimiento y alcanza la existencia de Dios
como motor inmvil (Dios). (inspirada en Aristteles).2 Va de las causas causadas:
parte de que hay causas causadas y culmina en la existencia de Dios como causa
incausada (Dios).3 Va de los seres contingentes: parte de que existen seres
contingentes y llega a la existencia de un ser necesario (Dios) (inspirada en Avicena).
4 Va de los grados de perfeccin: parte de la gradacin de los seres y concluye que
existe necesariamente un ser perfecto (Dios), (de inspiracin platnica). 5 Va del
orden: parte del orden del mundo y concluye que existe una inteligencia ordenadora.
De esta manera, Toms de Aquino piensa que se llega a la demostracin de la
existencia de Dios, con lo que se aprecia la compatibilidad de la razn y la fe, de la
teologa natural y la teologa dogmtica o revelada. Ahora debe plantear qu es ese
ser, cul es su esencia, pues hasta ahora slo nos ha demostrado su existencia.
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COMENTARIO DE TEXTO SANTO TOMS DE AQUINO.
4. Para la salvacin humana fue necesario que, adems de las materias filosficas, cuyo
campo analiza la razn humana, hubiera alguna ciencia cuyo criterio fuera lo divino. Y
esto es as porque Dios, como fin al que se dirige el hombre, excede la comprensin a la
que puede llegar slo la razn. Dice Isaas 64,4: Dios! Nadie ha visto lo que tienes
preparado para los que te aman. Slo T. El fin tiene que ser conocido por el hombre para
que hacia l pueda dirigir su pensar y su obrar. Por eso fue necesario que el hombre, para
su salvacin, conociera por revelacin divina lo que no poda alcanzar por su exclusiva
razn humana. Ms an. Lo que de Dios puede comprender la sola razn humana,
tambin precisa la revelacin divina, ya que, con la sola razn humana, la verdad de Dios
sera conocida por pocos, despus de muchos anlisis y con resultados plagados de
errores. Y, sin embargo, del exacto conocimiento de la verdad de Dios depende la total
salvacin del hombre, pues en Dios est la salvacin. As, pues, para que la salvacin
llegara a los hombres de forma ms fcil y segura, fue necesario que los hombres fueran
instruidos acerca de lo divino, por revelacin divina. Por todo ello se deduce la necesidad
de que, adems de las materias filosficas, resultado de la razn, hubiera una doctrina
sagrada, resultado de la revelacin (TOMS DE AQUINO, Suma de Teologa, I, c. 1, art.
1, trad. de Jos Martorell, Madrid, B.A.C., 2001, pp. 85 86; tambin se puede encontrar
en http://www.dominicos.org/publicaciones/Biblioteca/suma1.htm )
a) Contextualizar al autor.
Santo Toms es un filsofo del s.XIII, perteneciente por tanto a la filosofa medieval.
Influido por la filosofa aristotlica intento conjugar tal filosofa pagana con el
cristianismo. En el mbito de la relacin entre razn y fe, tema muy importante en
esta poca, nos plantea una sntesis y conciliacin entre ambos mbitos. Razn y fe
deben complementarse.
b) Tema.
Dios es el fin ltimo de todo ser humano, y por ello es necesaria la revelacin, para
que todos sin excepcin tengan la posibilidad de alcanzar dicho fin ltimo.
c) Ideas.
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En este texto de carcter argumentativo, Toms de Aquino parte de una idea
central de su pensamiento filosfico, no slo se necesita de la filosofa y la
razn, sino que tambin es necesaria la teologa revelada y la fe; y por qu?
Porque la esencia de Dios excede la comprensin racional del hombre, y porque
el hombre para lograr su salvacin eterna necesita conocer a Dios y si esto se
dejase slo de la mano de la razn, muy pocos lo alcanzaran, y ya que Dios es
el fin de todo hombre, todos deben acceder a l, y por ello se necesita de la
revelacin y la fe.
e) Explicacin de la ideas.
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TEMA 5
GUILLERMO DE OCKHAM
SEPARACIN ENTRE IGLESIA Y ESTADO
Antes de abordar el tema en cuestin, debemos empezar diciendo que su posicin
sobre este tema est en relacin con su concepcin acerca de la relacin entre Razn
y Fe. Puesto que el nico conocimiento posible es la experiencia y puesto que la nica
realidad posible es la naturaleza, cualquier realidad que trascienda la experiencia no
puede alcanzarse por un camino natural y humano. Ockham afirma explcitamente la
heterogeneidad radical entre la filosofa y la fe, la cual slo podra ser demostrada si
se tuviera un conocimiento intuitivo de Dios y de la realidad sobrenatural,
conocimiento que es imposible para el hombre. La teologa deja de ser equiparada con
la ciencia y se convierte en un puro acervo de nociones prcticas y especulativas
desprovistas de evidencia racional y de validez emprica. Para
Ockham, no es contradictorio que Dios juzgue como meritorio
un acto falto de cualquier disposicin sobrenatural, y por ello, la
salvacin no es slo para el que vive segn los dictmenes de la
fe; la fe ya no es condicin necesaria de salvacin. La libre
investigacin filosfica confiere al hombre tal nobleza que le
puede hacer digno de la vida eterna.
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Ockham tambin tom partido en la controversia entre la Iglesia y el Estado; en dicha
controversia Ockham defendi firmemente la independencia del Estado en relacin a
la Iglesia y atac fuertemente el absolutismo papal.
Al mantener una clara distincin entre los poderes espiritual y temporal, Ockham no
estaba proponiendo una teora revolucionaria. l insisti en que la cabeza suprema en
la esfera espiritual, a saber, el Papa, no es la fuente del poder y la autoridad imperial,
y tambin en que la confirmacin pontificia no es necesaria para dar validez a una
eleccin imperial. Si el Papa se atribuye a s mismo, o trata de asumir poder en la
esfera temporal, est invadiendo un territorio sobre el cual no tiene jurisdiccin
alguna. La autoridad del emperador no deriva del Papa, sino de su eleccin en la que
los electores ocupan el lugar del pueblo. No puede haber la menor duda de que
Ockham vea el poder poltico como derivado de Dios a travs del pueblo, ya fuera
inmediatamente, en el caso de que el pueblo eligiese directamente un soberano, ya
fuera mediatamente, si el pueblo haba acordado algn otro medio de transmitir la
autoridad poltica. El Estado necesita un gobierno, y el pueblo no puede por menos de
escoger un soberano de una u otra especie, sea emperador, rey o magistrado; pero
en ningn caso la autoridad deriva del poder espiritual ni depende de ste.
Todos los hombres nacen libres, en el sentido de que tienen un derecho a la libertad y
gozan del derecho natural de elegir a sus gobernantes. La libertad fundamental del
hombre para elegir y conceder la autoridad temporal es un derecho que ningn poder
sobre la tierra puede arrebatarle. La comunidad puede, por su propia voluntad,
establecer una monarqua hereditaria, pero en este caso, se somete voluntariamente
al monarca y si el monarca traiciona su confianza y abusa de su autoridad, la
comunidad puede afirmar su autoridad deponindole. Nadie puede ponerse por
encima de la comunidad excepto por la decisin y consentimiento de sta. Si hubiese
algn pueblo sin gobernante para los asuntos temporales, el Papa no tendra ni el
derecho ni el poder de designar gobernantes para dicho pueblo si ste desea designar
su propio gobernante o gobernantes.
Por ltimo, resear que el medio que Ockham sugiri para limitar el poder papal fue el
establecimiento de un Concilio general, el cual incluira laicos y no solamente clrigos.
Ockham no consideraba el concilio general como un rgano para hacer declaraciones
doctrinales infalibles, pero pensaba que sera ms probable el acierto de un concilio
que el del Papa por s slo. Ockham consideraba el Concilio como un freno al
absolutismo del Papa. Ockham no deseaba destruir el gobierno pontificio de la Iglesia,
pero le pareca que el papado de Avin no era apto para gobernar sin freno ni
limitaciones.
En conclusin, sobre las relaciones entre el Imperio y el Papado, Ockham opta por la
independencia recproca de los dos poderes. No obstante, Ockham reconoce con todo
una cierta jurisdiccin del Imperio sobre el Papado, sobre todo en lo que se refiere a
la eleccin del Papa. En algn caso, el mismo inters de la Iglesia puede requerir que
el Papa sea elegido por el emperador o por otros laicos.
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COMENTARIO DE TEXTO DE GUILLERMO DE OCKHAM.
b) Tema.
El Papa no debe ni puede, por cuestin de derecho, inmiscuirse en los asuntos polticos y
decisiones del Emperador, siempre y cuando ste no se oponga a las leyes de Dios.
c) Ideas.
- El poder del Papa (como sucesor de san Pedro) no alcanza a emperadores y reyes
siempre que stos sean respetuosos con las leyes de Dios.
- Si el Papa violase los derechos de los emperadores y reyes no tendra validez tales
acciones. De este modo, se impide que el Papado acte de forma arbitraria,
siguiendo tan slo los dictados de acaparar riqueza y poder.
En este texto Ockham nos plantea la incapacidad del papado (en concreto se estara
refiriendo a Juan XXII, el Papa de su poca) a la hora de decidir o elegir al gobernante de
un pas, territorio o ciudad. Para Ockham hay una clara y estricta separacin entre Iglesia
y Estado, y el Papa no puede decidir cosas que no le incumben, no puede entremeterse
en asuntos que slo competen al pueblo desde tiempos inmemoriales, previos incluso al
establecimiento de la ley evanglica, por ello, el Papa no puede hacer lo que le venga en
gana, no puede urdir tramas y conspiraciones para poner a su gente o familiares al
frente de un determinado territorio. Adems, Ockham, al igual como los pensadores de
esta poca medieval, critican duramente cualquier absolutismo y totalitarismo, sea
ejercido por el Papa o por el emperador o gobernante de turno; y por ello, para Ockham,
no slo el Papa no debe inmiscuirse en asuntos temporales sino tampoco puede ejercer
un poder absoluto dentro del seno de la Iglesia, ya que la Iglesia es la comunidad histrica
formada y constituida por todos los cristianos a lo largo de la historia, y es esa comunidad
de cristianos la que debe establecer lo que deben creer, deben establecer los dogmas de
fe; el Papa es una persona de carne y hueso que puede equivocarse e incluso caer en
herejas, y por ese motivo no puede alzarse como nica voz autorizada. Por todo ello,
Ockham es partidario de establecer un concilio constituido por clrigos y laicos que pueda
poner freno a las decisiones absolutistas del Papa (principalmente del papado de Avion,
un papado que no estaba dispuesto a aceptar la pobreza de la Iglesia, ni la tolerancia
religiosa, ni la libertad de investigacin cientfica y filosfica). Y para terminar, recordar
que Ockham reconoce una cierta jurisdiccin del Imperio sobre el Papado, sobre todo
en lo que se refiere a la eleccin del Papa. En algn caso, el mismo inters de la
Iglesia puede requerir que el Papa sea elegido por el emperador o por otros laicos.
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TEMA 6. NICOLS MAQUIAVELO.
TICA Y POLTICA.
SOBRE SI LOS POLTICOS TIENEN QUE
CUMPLIR NORMAS TICAS.
TICA Y POLTICA EN MAQUIAVELO.
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As pues, es bueno parecer ser clemente, fiel, humano, religioso y recto, y
tambin es bueno serlo en realidad, pero al mismo tiempo el prncipe debera estar de
tal manera dispuesto que supiese obrar de modo contrario cuando las circunstancias
lo requiriesen. Esto es as porque en las acciones de todos los hombres, y
especialmente en las de los prncipes, los resultados son lo que cuenta, y es por ellos
por los que el pueblo juzga. Si el prncipe tiene buen xito en establecer y mantener
su autoridad, los medios que emplee sern siempre calificados de honorables y sern
aprobados por todos. (EL FIN JUSTIFICA LOS MEDIOS).
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substraerse a ellas, porque en ese juego participamos activamente todos de una
manera u otra.
Maquiavelo jams se pregunta por el valor moral de un acto: lo nico que le interesa
es su valor poltico. l es propiamente un poltico, no un filsofo, ni un telogo. Piensa
que estos pueden, si lo desean, cuestionar desde el punto de vista tico la conducta
humana en los asuntos pblicos, pero eso no cambiara en absoluto la realidad de los
hechos. No reconoce el bien y el mal como tales, sino que se sirve de ambos
exclusivamente como dos instrumentos que deben conducir a la obtencin del xito,
sin tener en cuenta si ello es mediante la virtud o mediante el vicio. No en vano,
segn nuestro pensador, los buenos en sentido moral resultan intiles para la
sociedad: no estn constituidos para ser hombres "pblicos", sino ms bien para ser
hombres "privados".
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COMENTARIO DE TEXTO NICOLS MAQUIAVELO.
7. Pero, siendo mi propsito escribir algo til para quien lo lea, me ha parecido ms
conveniente ir directamente a la verdad real de la cosa que a la representacin
imaginaria de la misma. Muchos se han imaginado repblicas y principados que nadie
ha visto jams ni se ha sabido que existieran realmente; porque hay tanta distancia
de cmo se vive a cmo se debera vivir, que quien deja a un lado lo que se hace por
lo que se debera hacer, aprende antes su ruina que su preservacin: porque un
hombre que quiera hacer en todos los puntos profesin de bueno, labrar
necesariamente su ruina entre tantos que no lo son. Por todo ello es necesario a un
prncipe, si se quiere mantener, que aprenda a poder ser no bueno y a usar o no usar
de esta capacidad en funcin de la necesidad. (MAQUIAVELO, El prncipe. Trad. M. A.
Granada, Madrid, Alianza, p. 83).
- La primera idea nos dice que pretende ser til y centrarse en la realidad, no en
cosas imaginarias
- La segunda idea nos dice que muchos han hablado de repblicas imaginarias e
ideales donde se preocupan ms de cmo deberan ser las cosas, que de cmo son
realmente, por lo que esto lleva al desastre.
- La ltima idea, y como conclusin, dice que el gobernante debe aprender a ser no
bueno, utilizando la bondad dependiendo de la necesidad.
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Este es un texto en el que Maquiavelo expone una serie de ideas para llegar a una
conclusin, por lo que es un texto argumentativo; expone primeramente una serie de
ideas: (que quiere ser til al aconsejar sobre cmo se debe mantener en el poder el
gobernante; que no se deben buscar repblicas imaginarias sino que se debe ser
realista; que los gobernantes no pueden ser buenos, dado que los hombres son
malos); y despus de exponer estas ideas, y a modo de conclusin, nos dice que el
gobernante debe esforzarse (aprender) a ser malo, y utilizar la bondad dependiendo
de la necesidad.
En este texto, Maquiavelo nos plantea la distancia que hay entre tica y poltica, entre
lo que es y lo que debera ser. Quiz, a todos nos gustara que las cosas en asuntos
polticos fuesen de otra manera a como lo son, y por ello, algunos contemporneos de
Maquiavelo, como Toms Moro en Londres, escribi Utopa, donde nos narra una
sociedad poltica y socialmente ideal, sin embargo, Maquiavelo nos quiere quitar la
venda de los ojos, nos quiere alejar de falsas utopas para mostrarnos en su cruda
realidad lo tenebroso del poder poltico; el fin ltimo que siempre se debe defender a
ultranza de todo es el Estado, y para ello, el Prncipe debe actuar de tal modo que
pueda conseguir sus fines, sin que deba importarle qu medios utiliza para lograrlo,
ya que al fin y al cabo el fin justifica siempre los medios. Por ello, el Prncipe debe
estar preparado para ser malo, o como dira Maquiavelo, no-bueno; el prncipe debe
disfrazar sus, a primera vista, injustas, inmorales e irreligiosas acciones porque la
poltica es el reino de las "apariencias". Se ha de ser consciente de que es inevitable
"pecar" a veces para conservar el Estado y la libertad; el Prncipe podr utilizar la
fuerza, coaccionar, mentir, siempre y cuando lo separa encubrir y sea astuto en sus
decisiones, para as lograr sus objetivos, ya que el poder del Prncipe siempre estar
por encima de las leyes que el mismo dicte. La visin que nos muestra Maquiavelo no
es admisible desde nuestros ojos, pero Maquiavelo se limita a decirnos que las cosas
en poltica no pueden ser de otra manera, ya que el ser humano es egosta por
naturaleza, es agresivo, ambicioso, envidioso, siempre quiere ms, y por todo ello, el
Estado debe ser fuerte, debe proteger y defender a sus sbditos, y ello lo tiene que
hacer empleando cualquier tipo de medios, aunque estos no sean morales, porque lo
nico que reconoce el sbdito es su seguridad y su bienestar, y si lo tiene, no le
importa como lo ha conseguido el Estado. Por ltimo, recordar que el propio
Maquiavelo querra que las cosas fuesen de otra manera, pero l nos muestra como
son, por duras que parezcan, y si uno no quiere perecer, tiene que alejarse de la
moral y de la bondad en asuntos polticos.
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