Socioeconomía de Ecuador
Socioeconomía de Ecuador
Socioeconomía de Ecuador
CHNE
2017 P1
UNIDAD 1
EL ECUADOR COMO REPBLICA
Los territorios de lo que hoy es la Repu blica del Ecuador no formaron -antes de la
conquista incaica- una nacio n o un estado como el que el padre Juan de Velasco
llamo Reino de Quito; por el contrario, estuvieron divididos -especialmente en la
sierra- por diferentes pueblos, parcialidades y cacicazgos que constantemente se
hacan la guerra, situacio n que facilitara la conquista, primero por parte de los
incas y luego de los espan oles.
Sin embargo, es preciso destacar que para defenderse de los invasores se lograron
conformar ciertas confederaciones como la Caranqui, que bajo la conduccio n de
Nazacota Puento lucho tenazmente para resistir a Huayna-Ca pac.
Diez an os ma s tarde y gracias a las gestiones realizadas por don Pedro Gual,
Espan a reconocio la existencia de la Repu blica del Ecuador.
El Ecuador tiene como capital a la ciudad de Quito y esta integrado por veinticuatro
provincias, seis de las cuales, Esmeraldas, Manab, Los Ros, Guayas, Santa Elena y
El ro pertenecen a la regio n litoral o costa; once pertenecen a la regio n
interandina o sierra: Carchi, Imbabura, Pichincha, Santo Domingo de los Tza chilas,
Cotopaxi, Tungurahua, Chimborazo, Bolvar, Can ar, Azuay y Loja; seis pertenecen a
la regio n riental: Sucumbos, Napo, rellana, Pastaza, Morona-Santiago y Zamora-
Chinchipe; y la u ltima pertenece a la regio n insular y esta formada por el
archipie lago de Gala pagos.
Durante los u ltimos an os del siglo XX, en la costa se desarrollo , de manera muy
importante, el cultivo y la produccio n de camarones, mientras en la sierra se
implementaron extensos sembros de flores, en ambos casos destinados a la
exportacio n
LA IDENTIDAD NACIONAL :
Es la ma s compleja de las manifestaciones. Adema s, es el resultado del proceso
histo rico en el cual una sociedad ha participado. La identidad nacional se
manifiesta fundamentalmente a trave s del idioma, las tradiciones y costumbres, la
historia comu n, los valores generales, las aspiraciones como pueblo, la
composicio n e tnica de los habitantes, la cultura especfica que ellos han generado,
etc.
En la teora poltica el tema de la identidad nacional es uno de los ma s complejos y
pole micos. Se considera que generalmente las sociedades adquieren rasgos de
identidad nacional au n antes de constituir los llamados Estados nacionales. El
concepto de nacio n, por tanto, es diferente al de Estado. La nacio n es la identidad
forjada por una sociedad sobre la base de los rasgos comunes que la diferencian
frente a otras sociedades. El Estado es la institucionalizacio n del poder poltico. Se
habla de estado-nacional cuando son precisamente los nacionales quienes han
logrado institucionalizarse como poder poltico, en un momento especfico de su
historia.
Por todo este conjunto de caractersticas y circunstancias, no resulta fa cil definir
los rasgos de identidad nacional de una colectividad o sociedad. Adema s, tales
rasgos no se dan de una vez y para siempre, en forma definitiva. Tambie n los rasgos
de identidad nacional se modifican en la historia, as como nuevos rasgos de
identidad se adquieren cuando las sociedades toman conciencia de ellos como
propios.
La identidad nacional ecuatoriana es el resultado de un largo proceso histo rico. Las
sociedades aborgenes de la e poca preinca sica, dejaron un legado histo rico-cultural
que forma parte de la identidad ecuatoriana. Tambie n el Incario incorporo nuevos
rasgos de identidad. La conquista y la colonizacio n espan ola aportaron con otros
tantos nuevos elementos a la identidad de la Real Audiencia de Quito. Sobre la base
de esas herencias, pero tambie n con los nuevos aportes de la vida republicana,
durante el siglo XIX y el XX se han logrado consolidar y hacer conciencia los
mu ltiples rasgos de la identidad nacional ecuatoriana. Pero, al mismo tiempo,
desde el Estado se han procurado generar elementos y rasgos de identidad
nacional.
Con la Independencia y la fundacio n de la repu blica, el Estado del Ecuador se
identifica como un estado-nacional soberano. La identidad ecuatoriana, por tanto,
tiene que ver con sus elementos:
1. Poblacin: la poblacio n nacional, de acuerdo con la definicio n Constitucional, es
plurie tnica y multicultural. Su identidad es fruto de la particular evolucio n
histo rica del pas.
2. Territorio: el ecuatoriano se identifica con el territorio correspondiente a su
Estado-nacional. Forja una conciencia de pertenencia a e l.
3. Poder poltico: los ecuatorianos se reconocen en el Estado soberano que ha sido
edificado por su propia historia. Las instituciones polticas y las luchas por el poder
forman parte de la identidad nacional en ese mismo estado.
La identidad se interpreta tambie n ligada a su bu squeda, lo que se refleja en la
constante convivencia de elementos culturales propios y ajenos a nivel de
costumbres alimenticias y de "lenguajes prestados", por ejemplo. Es muy
importante entender que somos "distintos", por lo que esa bu squeda de identidad
se debe basar en la heterogeneidad cultural.
No se puede culpar al desarrollo econo mico de todas estas lacras, muchas son fruto
de la falta de la presencia de los padres en sus hogares, que han buscado la forma
de traer ma s ingresos, eso no esta ren ido con la moral y las buenas costumbres, lo
que esta causando estos inconvenientes, son la falta de planificacio n del tiempo de
los padres de familia, para pasar un tiempo de calidad con sus hijos, las
obligaciones del trabajo, no les permite mantenerse mayor tiempo en sus hogares y
si a esto se adiciona los aspectos de cara cter social que conllevan las relaciones
laborales, entonces no se encuentra tiempo para controlar o por lo menos dialogar
con sus familiares.
UNIDAD 2
LA DEMOCRACIA EN EL ECUADOR:
Casi diez an os de gobierno civil han demostrado las dificultades reales existentes
en la internalizacio n y ejercicio de los procedimientos previstos por la democracia
formal, en ausencia de una cultura poltica que sustente, permita o incentive su
observancia en cuanto a la relacio n entre los poderes del Estado, por ejemplo, o los
procedimientos previstos por la representacio n de intereses y resolucio n de
conflictos. Los nueve an os de gobierno civil han demostrado, asimismo, las
dificultades inherentes al ejercicio mismo de la democracia formal cuando
estructura, contexto y cultura poltica privilegian el procesamiento y resolucio n de
conflictos reales y potenciales a trave s de mecanismos informales, personalistas y
clientelares, poco proclives a inscribirse en reglas de juego y procedimientos
propios de la institucionalidad democra - tica misma13. Hasta el 10 de agosto de
1980, el perodo posretorno estuvo signado por frecuentes crisis constitucionales
y legislativas. Los recursos obstruccionistas practicados por la derecha poltica, las
rivalidades entre los partidos de centroizquierda y la debilidad estructural
generalizada del centro y la izquierda, pueden sen alarse como los factores
conducentes a las crisis en cuestio n14. En varias ocasiones, el sistema estuvo a
punto de quebrarse, quiebre impedido a trave s de soluciones de ndole coyuntural,
que dejaran intocados los problemas de fondo. Es el caso de la pugna de poderes
(entre el Ejecutivo y el Congreso) durante el Gobierno de Roldo s, generada por
fisuras internas en CFP relacionadas a las pretensiones de Assad Bucaram de
monopolizar, desde el Congreso, el liderazgo partidista15. Desde la Presidencia del
Congreso, Bucaram logro co- 196 Amparo Mene ndez-Carrio n 13 El uso del te rmino
clientelismo en la literatura poltica ecuatoriana es frecuente, si bien su adopcio n
no se remite, generalmente, a su conceptualizacio n y las implicaciones que la
aplicabilidad del concepto reviste para entender la naturaleza de determinadas
modalidades de comportamiento poltico. Assad Bucaram, entonces lder del
partido Concentracio n de Fuerzas Populares, de corte populista fue proscrito por
los militares como candidato presidencial en la eleccio n de 1978, primera del
Retorno. En su lugar, CFP candidatizo a Jaime Roldo s Aguilera, una figura
virtualmente desconocida entonces, a nivel nacional. La proscripcio n forzada de
Assad Bucaram y la victoria de Roldo s, resulto eventualmente en una lucha intensa
por el liderazgo de CFP. Esta lucha alimento el proceso de fragmentacio n partidista
y se tradujo en una batalla ejecutivo-legislativo durante la presidencia de Roldo s,
siendo Assad Bucaram presidente del Congreso. El partido que posteriormente
heredara la ba- locar la Administracio n en una postura defensiva, forza ndole a
vetar medidas adoptadas por el Congreso e interfiriendo sus posibilidades de
implementar un programa de gobierno de vocacio n transformadora. Sin detenerse
aqu en las consecuencias e implicaciones polticas de la eventual ruptura entre
Jaime Roldo s y Assad Bucaram, cabe destacar que la subsiguiente fragmentacio n
del partido de gobierno pondra a la administracio n del Presidente Roldo s y
posteriormente a su sucesor, svaldo Hurtado, en una postura defensiva que
implicara esfuerzos casi permanentes de construccio n y mantenimiento de
alianzas parlamentarias16. Tal es el caso de La Convergencia, acuerdo entre los
sectores de centroizquierda inducido por la crisis poltica que se dio a raz de la
desaparicio n prematura del Presidente Roldo s, poco tiempo despue s del conflicto
fronterizo con Peru , la sucesio n de Hurtado y la intensificacio n de ataques al
gobierno por parte de sectores de derecha. La perspectiva de golpe forzo a los
sectores de centroizquierda del Congreso a coaligarse en La Convergencia. Una
vez que la crisis poltica amaino , el pacto se erosiono , evidenciando la
transitoriedad de los intereses que lo sustentaban. Asimismo, el reparto de carteras
ministeriales se utilizo como mecanismo para mantener coaliciones legislativas,
acuerdos tambie n efmeros. De 1979 a mediados de 1983, 58 personas haban
ejercido trece Ministerios. La designacio n promedio de Ministro de Bienestar
Social, por ejemplo, fue de 148 das (Conaghan, 1985:18). La precariedad del orden
civil fue manifiesta en el periodo, particularmente a partir de la agudizacio n de la
crisis econo mica, que en 1982 dio lugar a movilizaciones populares lideradas por
el Frente Unitario de Trabajadores en protesta por las medidas de austeridad17. A
partir de la decisio n del Presidente Hurtado de adoptar medidas de emergencia, la
derecha planteo una camLa democracia en el Ecuador: desafos, dilemas y
perspectivas 197 se del apoyo cefepista, anclada en las barriadas de Guayaquil, es
el Partido Roldosista Ecuatoriano, cuyo candidato presidencial, Abdala Bucaram,
disputara la segunda vuelta electoral con Rodrigo Borja, en mayo de 1988. 16 Al
respecto, ve ase Conaghan (1985). Sobre la gestio n de Roldo s y Hurtado,
respectivamente, ve ase Moncayo (1982), ensayo de cara cter testimonial que
mantiene un distanciamiento crtico de actores y procesos, estemos o no de
acuerdo con sus premisas y opiniones. Con respecto a la naturaleza apologe tica
de otros trabajos sobre el mismo perodo
LA GOBERNABILIDAD:
En te rminos teo ricos, el viraje ma s importante esta dado por el abandono del
marxismo como marco conceptual para interpretar la vida poltica ecuatoriana.
Muy pocos trabajos importantes han aparecido en los u ltimos an os encuadrados en
el aparato conceptual del marxismo. En realidad, el movimiento de renovacio n
teo rica siguio , en la u ltima de cada, una tendencia iniciada a mediados de los an os
ochenta (Verdesoto 1991). La ruptura con el marxismo significa principalmente
dos cosas: por un lado, entender la esfera poltica en su especificidad, sin tener
forzosamente que explicar sus movimientos desde la economa; y, por otro,
entender los actores polticos ma s alla de las clases y sus intereses econo micos. De
este modo, los actores polticos desarrollan la capacidad de imprimir al juego
poltico una racionalidad especfica; la poltica ya no se entiende solamente como
un epifeno meno de la lucha de clases, y la relacio n entre poltica y economa se
analiza a partir de una serie de mediaciones. so del proceso de transicio n
democra tica lo que movio la reflexio n sobre las tres tema ticas sen aladas. El
escepticismo llego a ser tan profundo que en algu n momento se hablo incluso del
Ecuador como un pas democra ticamente ingobernable (Sa nchez Parga 1991). Si
esta conclusio n sonaba muy provocadora por sus peligrosas implicaciones
polticas, pareca necesario, entonces, discutir que se entenda por democracia, que
la define como re gimen poltico y forma de gobierno, y que tipo de cultura poltica
resulta compatible con su arquitectura institucional. A comienzos de los an os
noventa, todas estas preguntas resultaban extremadamente novedosas para los
estudios polticos ecuatorianos. Las conexiones entre democracia, cultura poltica y
gobernabilidad aparecen relativamente claras. Conforme la democracia
ecuatoriana ha ido mostrando sus debilidades institucionales, expresadas de modo
claro en sus frecuentes crisis de gobernabilidad, la cultura poltica ha emergido
como un eslabo n crtico para entender la racionalidad de las pra cticas de los
actores polticos. La creciente preocupacio n por la ingobernabilidad, entendida de
un modo general como un desorden del poder (Mene ndez 1991), llevo a los
polito logos a indagar de un modo ma s sistema tico la significacio n de la democracia
como re gimen poltico y arquitectura institucional, para luego problematizar las
relaciones de esos marcos normativos con la cultura poltica. As mismo, frente a la
sospecha que despierta el te rmino gobernabilidad como una invitacio n a pensar el
juego poltico desde el orden y el control social, se han hecho esfuerzos por definir
conceptualmente lo que sera una gobernabilidad democra tica. El viraje en los
campos de intere s tema tico ha planteado innovadoras perspectivas analticas. La
democracia aparece problematizada en sus relaciones con el conflicto (Pachano
1996; Sa nchez Parga 1998; Verdesoto 1996; Arcos 1998); con el populismo (de la
Torre 1996, 2000a, 2000b; Burbano de Lara 14 Felipe Burbano de Lara Lo que esta
en juego en este proceso de transicio n teo rica es la autonoma de lo poltico. Como
ya lo haba planteado Verdesoto a propo sito de los estudios polticos en los an os
ochenta: El problema que se plantea es devolverle entidad al Estado y a la poltica,
entidad como instrumental analtico, tiempo especfico de funcionamiento social y
estatuto teo rico (Verdesoto 1991:37). Como se vera ma s adelante, el
distanciamiento del marxismo tambie n ha permitido profundizar en el concepto de
sistema poltico. 2 Un ejemplo de la sospecha frente al te rmino constituye el libro
colectivo El mito de la gobernabilidad, Herna n Yanes Quintero (comp.), Trama
Editorial, 1996. La misma perspectiva crtica aparece en el artculo de Francisco
Mun oz, Gobernabilidad y democracia, publicado en la revista ICNS No. 3,
agosto-octubre, 1997. 1998; Moreano 1992); con la ciudadana (Mene ndez
Carrio n 1991; Verdesoto 1996; Sa nchez Parga 1995; Pachano 1996); con una
modernidad ausente o precaria (Bustamante 1996; Echeverra 1997; Burbano de
Lara 1998); con el re gimen de partidos (Conaghan 1995; Issacs 1991; Meja 1996,
2002; CRDES 1999); con la gobernabilidad y la pobreza (Hurtado 1997; Burbano
de Lara - Rowland 1998; CRDES 1999); con el sistema poltico (Echeverra 1997;
Sa nchez Parga 1998; Pachano 1996, Mene ndezCarrio n 1991); y con la cultura
poltica (de la Torre 1996; Burbano de Lara 1998; Ramrez 1999; X. Andrade 2001;
P. Andrade 1999; Bustamante 1996; Montu far 2000)3 . A ma s de todas estas
tema ticas diversas y sugerentes, hay preocupaciones relativamente compartidas.
La ausencia de ciudadana, la debilidad de las instituciones democra ticas, la crisis
de representacio n del sistema poltico y de los partidos, la gobernabilidad y el
clientelismo son problemas que atraviesan las reflexiones de los autores incluidos
en la Antologa. En esta introduccio n me propongo presentar las principales lneas
de ana - lisis sugeridas en los textos antologados. Pretende ser un esfuerzo
relativamente sistema tico de interpretacio n, pero al mismo tiempo, un intento por
armar un dia logo entre las distintas perspectivas de ana lisis abiertas en los an os
noventa. El papel del antologador es armar un rompe cabezas, juntar piezas
dispersas, subrayar, desde su perspectiva, las contribuciones de cada autor, y
sugerir futuras lneas de trabajo dentro de las tema ticas abordadas. Los artculos
seleccionados no agotan las problema ticas propuestas, por supuesto, pero son
representativos de las ma s sugerentes y consistentes lneas de ana lisis en cada una
de ellas. En contra de una opinio n bastante generalizada, que repite con demasiada
insistencia sobre la crisis de las ciencias sociales en el Ecuador, los artculos de esta
antologa muestran lneas originales de reflexio n. El Ecuador no tiene un problema
de calidad sino de cantidad en su produccio n acade mica. Muy pocos autores
trabajan en estas tema ticas y no siempre de un modo persistente. Muchos
esfuerzos se abandonan apenas se dan los primeros pasos. Poner a un grupo de
artculos en un mismo libro permite tener una visio n de conjunto de lo que se ha
producido en un perodo determinado. En el caso del Ecuador, ma s que ausencia de
reflexio n, me atrevera a decir que hay una enorme Democracia, cultura poltica y
gobernabilidad
No siempre los autores mencionados han tratado en extenso y de modo sistema tico
cada uno de los temas sen alados, pero han hecho referencias importantes en varios
de sus trabajos, las cuales intentaremos presentar en esta introduccio n. Dispersio n
del trabajo acade mico casi un autismo institucional e individual que limita,
finalmente, la posibilidad de construir de un modo ma s colectivo un saber poltico
sobre el Ecuador. La tarea acade mica transcurre en los intersticios de pequen os
ghettos, a los cuales se aferran los autores. De esos ghettos, la mayora preferira no
salir. Un cierto temor al debate, a la confrontacio n de las ideas y a la crtica, muy
vinculado a un exagerado personalismo, caracteriza el espritu de los ghettos
intelectuales ecuatorianos. El aislamiento explica ese silencio pavoroso que suele
seguir al aparecimiento de los libros de ciencias sociales en el Ecuador. Muy pocos
los debaten, muy pocos son resen ados, muy pocos son ledos con atencio n y
dedicacio n. Los libros satisfacen la obligacio n personal de escribir y producir, pero
poco llenan el espacio del debate acade mico. Hacer una antologa supone, pues,
juntar autores, intentar una aproximacio n y un dia logo entre ellos, con el intento de
que cada uno, y todos en conjunto, puedan salir beneficiados.
c) Seguridad Los Andes no son una amenaza trasnacional, pero pueden serlo. La
agenda de seguridad andina va ma s alla de la irradiacio n de la violencia
colombiana y de la agenda de seguridad de Estados Unidos. Como en ninguna otra
regio n, los temas de violencia, narcotra fico y terrorismo se sobreponen a los temas
de democracia y desarrollo. bligan a una intensificacio n de la cooperacio n poltica
en el plano de la construccio n de nuevas voluntades, especialmente en el plano de
la gobernabilidad, representacio n, modernizacio n institucional, ciudadana y
participacio n. La gobernabilidad nacional en los pases andinos se ve afectada por
las concepciones y acciones de seguridad internacional de los principales
afectados. Los pases andinos no han logrado una nocio n renovada de seguridad en
el contexto actual, especficamente en lograr posiciones regionales sobre las
drogas. La poltica externa andina ha estado dominada por los temas comerciales.
Para lograr su renovacio n se debe, por un lado, evitar que re-emerjan conflictos
interestatales; y, por otro lado, abordar formas nuevas de integracio n.
7 partidos polticos
9 movimientos polticos nacionales
Fue fundado por Abdala Bucaram Pulley, y aprobado por el Consejo Nacional
Electoral de Ecuador tras presentar 226.040 firmas va lidas para su inscripcio n.
Para las elecciones presidenciales de Ecuador de 2017, el partido selecciono a su
lder Dalo Bucaram como candidato presidencial, adema s de proponer como
candidatos a asambleistas a figuras histo ricas del desaparecido Partido Roldosista
Ecuatoriano como Alfredo Adum, ex ministro de energa de Abdala Bucaram.
Fue fundado por Washington Pesa ntez, ex fiscal general del Ecuador, quien era
cercano al gobierno de Rafael Correa. Se ubica en la centro izquierda poltica,
siguiendo la ideologa de la Tercera Va y Progresismo. El 19 de marzo, Pesa ntez
anuncio su precandidatura a la presidencia de la repu blica por el movimiento para
las Elecciones presidenciales de Ecuador de 2017.
Desde 1985 hasta 1996 han habido 8 rondas petroleras que ocupan un a rea de
aproximadamente 4.2 millones de hecta reas de las cuales casi 3.6 millones
corresponden a los de los 13 millones de has que conforman la Amazona
ecuatoriana e sta a su vez, representa el 46% del territorio nacional. La novena
ronda se produjo en 2002 donde se licito los campos de la costa, excluyendo los de
la Amazona. Para fines del 2002 se termina de construir el leoducto de Crudos
Pesados (CP) como parte de la estrategia de expansio n de la frontera petrolera.
Desde el 2003 el gobierno anuncia la de cima ronda petrolera para la concesio n de
a reas en los territorios de Napo, Pastaza y Zamora Chinchipe, adema s de la
continuacio n del proyecto ITT (Ishpingo, Tambococha, Tiputini) que esta situado
en el Parque Nacional Yasun y la Reserva Faunstica Cuyabeno.
En el 2006 se declaro la caducidad del contrato de explotacio n del bloque 15 que el
estado mantena con la compan a ccidental. En ese an o se alcanzaron precios
records para el crudo a nivel mundial.
A inicios del 2007 el nuevo gobierno anuncia la construccio n de una nueva
refinera en la provincia de Manab con una capacidad de refinacio n de 300.000
barriles diarios. En este an o tambie n se inicia el intercambio de crudo por
derivados con Venezuela (alrededor de 1.5 1.6 barriles de crudo de Ecuador por 1
barril de derivados de Venezuela).
La fuente ma s importante de la economa del Ecuador es la exportacio n de crudo y
derivados que en los u ltimos 10 an os ha oscilado entre un 43 y 66% del total de
exportaciones del pas y entre un 43 y 59% del presupuesto general del Estado.
Ecuador en sus 40 an os aproximadamente de explotacio n petrolera, mantiene un
historial bastante nefasto para la economa nacional como para la degradacio n de
los ecosistemas naturales. Cuando se conocio la primera noticia que confirmaba la
existencia de yacimientos petroleros en la amazona, la poblacio n ecuatoriana vivio
una avalancha de comentarios de economistas, polticos y aventureros que hicieron
creer que ecuador estaba a las puertas del desarrollo tecnolo gico y financiero
producto de los ingresos econo micos que generaran las exportaciones de petro leo.
Estos ana lisis no eran objetivos debido a que si bien es cierto los yacimientos
petroleros produciran gran cantidad de petro leo, suficientes para convertirnos en
pas regularmente exportador, las divisas que generaron dichas exportaciones no
ingresaban al erario nacional; en efecto, la produccio n petrolera estuvo a cargo
inicialmente de la compan a Texaco, quien extrajo la mayor cantidad de petro leo de
los pozos con mayor produccio n mediante contratos petroleros de participacio n
firmados sin mayores beneficios nacionales. Texaco aprovecho la falta de
regulacio n no so lo para beneficiarse econo micamente de la actividad sino para
cometer algunas irregularidades que actualmente han sido demandadas civilmente
por los perjudicados en el denominado juicio del siglo que llevan adelante en la
Corte de sucumbios. Sin embargo, la historia de la produccio n petrolera en el
ecuador data de mucho tiempo atra s. Los primeros indicios cientficos de la
existencia de petro leo en el Ecuador se registran a finales del siglo pasado, aunque
hay cro nicas anteriores en que los indgenas hablaban de un elemento, con las
caractersticas del petro leo que brotaba naturalmente en la superficie y era
utilizado con fines medicinales, de all por ejemplo el nombre del campo petrolero
de la Provincia de Napo denominado punyarayacu1 (yacu = agua, pungara =
aceite). II. BREVE RESEN A DE LA EXPLOTACIN PETROLERA EN EL ECUADOR 1
LA DEUDA EXTERNA.-
F
uente: Ministerio de Economa y Finanzas, Banco Central del Ecuador. Elaboracio n:
Asesora, Banco Central del Ecuador.
LA CRISIS FINANCIERA NACIONAL:
ANTES DE LA DOLARIZACIN
El Ecuador vive una crisis financiera generalizada, unida a una crisis fiscal, una
inflacio n acentuada y una recesio n de la economa, agudizada por una erra tica
poltica econo mica por parte del gobierno de recie n depuesto presidente Mahuad.
Generalmente se sen ala e sta es resultado de causas internas y externas, tales como,
la inestabilidad poltica de los u ltimos an os, la guerra con el Peru , el impacto del
feno meno de "El Nin o", las crisis internacionales y la suspensio n de la lneas de
cre dito a las economas emergentes, entre las cuales se cuenta el Ecuador. En
te rminos especficos, sin embargo, tiene sus races inmediatas en la situacio n
econo mica del pas, el comportamiento del sector financiero en el nuevo marco
legal, introducido por el gobierno de Dura n Balle n (1992 1996), y en las
reacciones "puntuales" del Estado ante este comportamiento. A diferencia de los
que pensaban sus propulsores (De al Torre, 1997), el nuevo marco legal y,
especialmente la Ley de Instituciones Financieras, al definir en forma difusa que es
un "grupo financiero", abrio las puertas para que los banqueros se transformaran
en "empresarios" y pudieran dedicarse a toda clase de negocios [2]. Posibilito
tambie n la concentracio n y la vinculacio n de cre ditos en empresas de los
principales accionistas de los bancos; permitio , a trave s de la fusio n de las "casas
valores", el surgimiento de bancos de biles y pequen os que repercutieron
negativamente en el conjunto del sistema bancario. Ma s alla de sus enunciados no
abrio , adema s, al menos hasta noviembre de 1998, cuando ya era demasiado
tarde a la banca nacional a la inversio n extranjera lo que impidio realizar alianzas
estrate gicas y fortalecer el sistema. Por otro lado, no se mejoraron los mecanismos
de control por parte de la Superintendencia de Bancos. Por el contrario, luego de
un proceso de "modernizacio n" cao tico iniciado en 1994, que desmorono la escasa
capacidad te cnica de las autoridades para intervenir " ex ante" en el control los
problemas que, poco despue s, se empezaron a detectar en el sistema financiero. El
nuevo marco, finalmente, no fue "legitimado ni reconocido", en la pra ctica, por el
sistema judicial ecuatoriano. Esta situacio n dio origen a que la mayora de los
accionistas y duen os de los bancos, responsables de la crisis actual del Ecuador,
hayan podido salir "indemnes" y que, por los oscuros caminos del juego poltico,
hayan logrado transferirle al Estado sus costos y responsabilidad. 1 INDICADRES
DE LA CRISIS A partir de 1995 segu n un ex Gerente del Banco Central (Jaramillo,
1999) - en el Ecuador, se terminan los esfuerzos de estabilizacio n de la economa y
se acumulan una serie de desequilibrios que se desatan a partir de 1998. La
inflacio n, en 1999, sube hasta el 60% (INEC,1999). La emisio n alrededor del 150%
y la depreciacio n aumenta hasta ma s del 190%. Despue s de un estancamiento del
PIB durante 1997 y 98, en 1999 cae a 7.3%, la ma s alta de la historia del pas
desde que se tienen informaciones oficiales. Por su parte, la demanda interna
disminuye sobre el 10%. Como resultado de esta situacio n el desempleo y el
subempleo suben, en el u ltimo an o, al 16% y 57%, respectivamente, lo que pone en
evidencia que alrededor del 75% no tienen pleno empleo y que ma s de los 2/3 de
la poblacio n se encuentra en situacio n de pobreza. El salario mnimo vital,
incluyendo todos los ingresos, cae a menos de 53 do lares por mes. Respecto de los
indicadores macro econo micos el de ficit fiscal que era de 1.5% respecto del PIB
aumenta hasta - 5.8%. No obstante, el pago de los intereses de la deuda pu blica
(interna y externa) se incrementa al 7% del PIB. Si al pago de intereses agregamos
la amortizacio n de la deuda pu blica, las necesidades brutas de financiamiento
fueron de casi el 11.8% del PIB en 1998 y 11% en 1999. De otra parte, el servicio
de la deuda pu blica total (externa e interna) de alrededor de 16.000 millones de
do lares, se aproxima al 50% de las exportaciones de bienes y servicios no
factoriales. En una situacio n de de ficit fiscal y de alta carga del servicio de la deuda
se comprende que, en octubre de 1999, el Ecuador, sugerido por el Fondo
Monetario Internacional y el Tesoro norteamericano [3] haya dejado de pagar los
bonos Brady que luego se extendio a los eurobonos y a la deuda privada.
EL SALVATAJE BANCARIO
EL PROCESO DE LA DOLARIZACIN:
El te rmino "Dolarizacio n" cobra fuerza a finales de los an os setenta, cuando se
abandona los regmenes de tipo de cambio fijo y se pasa a sistemas donde
prevalece el tipo de cambio flexible, este hecho hace perder credibilidad sobre la
moneda local (o de circulacio n legal) e impulsa a los agentes econo micos a
resguardase en monedas consideradas fuertes (divisas) histo ricamente la moneda
que ha llenado este requisito es el Do lar, por ello el te rmino con el cual se identifica
este proceso. En la actualidad la dolarizacio n ha tomado importancia en la
dina mica econo mica de muchos pases sobre todo en pases latinoamericanos y de
Europa riental, donde en de cadas pasadas surgieron notables procesos
inflacionarios.
Visto de esta forma, se pueden identificar diferentes conceptos del feno meno
estudiado; por consiguiente, cuando su origen es por el lado de la oferta tenemos
que por definicio n la dolarizacin es oficial (formal), implicando una sustitucio n
total e inmediata (se sustituye las tres funciones del dinero) de la moneda local por
la extranjera, fija ndose los contratos, precios y salarios a trave s de la divisa
(normalmente el Do lar). Si ocurre por el lado de la demanda por definicio n
estaramos hablando de dolarizacin informal (o de facto), siendo este un proceso
esponta neo de los individuos que se refugian en una divisa (moneda fuerte)
aunque no sea de circulacio n legal; cuando ocurre esponta neamente la misma por
lo general, atraviesa varias etapas que se pueden identificar como sigue:
INDICADORES MACROECONMICOS:
Los indicadores macroecono micos son datos estadsticos que indican el estado
actual de la economa de un estado segu n un sector econo mico concreto (industria,
mercado laboral, comercio, etc.). Los publican perio dicamente organismos
gubernamentales y agencias privadas. Tras la publicacio n de estos indicadores, es
posible observar la volatilidad del mercado (el grado de volatilidad viene
determinado por la importancia del indicador). En realidad, estas estadsticas
ayudan a los operadores de CFD a tomar el pulso a la economa y es por ello que
casi todos los interesados en los mercados financieros los siguen religiosamente.
Los principales indicadores macroecono micos son:
Indicadores de empleo
Los indicadores de empleo reflejan el estado general de una economa o ciclo
empresarial. Para entender el funcionamiento de una economa, es importante
saber el nu mero de empleos creados o destruidos, el porcentaje de mano de obra
en activo y el nu mero de personas que percibe prestaciones por desempleo. Para
calcular la inflacio n, tambie n es importante supervisar la tasa de crecimiento de los
salarios.
Ventas minoristas
El indicador de ventas minoristas se publica una vez al mes y es un dato
importante para el operador de divisas porque muestra la fuerza del gasto en
consumo y el e xito del sector minorista. El informe es especialmente u til porque es
un indicador puntual de los patrones de gasto del consumidor ajustado a variables
estacionales. Se puede utilizar para predecir el rendimiento de indicadores
retrospectivos ma s importantes y para determinar la direccio n inmediata de una
economa.
Balanza de pagos
La balanza de pagos representa la proporcio n entre la cantidad de pagos recibidos
del extranjero y la cantidad de pagos enviados al extranjero. lo que es lo mismo,
muestra el total de operaciones de comercio exterior, la balanza comercial y el
equilibro entre exportaciones e importaciones y pagos por transferencia. Si los
pagos recibidos superan a los pagos enviados a otros pases y organizaciones
internacionales, la balanza de pagos es positiva. El supera vit es un factor favorable
para el crecimiento de la moneda nacional.
Poltica fiscal y monetaria gubernamental
La estabilizacio n de la economa (por ejemplo, empleo pleno, control de la inflacio n
y una balanza de pagos equitativa) es uno de los objetivos que los gobiernos
intentan lograr mediante la manipulacio n de las polticas fiscales y monetarias. La
poltica fiscal atan e a los impuestos y al gasto pu blico y la poltica monetaria esta
relacionada con los mercados financieros y la oferta de cre ditos, dinero y otros
activos financieros.
REFORMAS PRESUPUESTARIAS
MODIFICACIONES PRESUPUESTARIAS.-
FUENTES DE CONSULTAS:
https://esigef.finanzas.gob.ec/esigef/Ayuda/RUP-DS-
030%20Instructivo%20de%20Reformas
%20Presupuestarias.pdf
https://www.inredh.org/archivos/documentos_ambiental/imp
actos_explotacion_petrolera_esp.pdf
http://www.eumed.net/cursecon/ecolat/ec/2016/deuda.html
https://contenido.bce.fin.ec/documentos/PublicacionesNotas/
Catalogo/Apuntes/ae28.pdf
https://es.scribd.com/doc/39745449/Deuda-Externa-Del-
Ecuador
http://www.memoriacrisisbancaria.com/www/articulos/Roqu
e_Espinosa_Crisis_bancaria.pdf
https://www.dspace.espol.edu.ec/bitstream/123456789/2194
/1/4310.pdf
https://esigef.finanzas.gob.ec/esigef/Ayuda/RUP-DS-
030%20Instructivo%20de%20Reformas
%20Presupuestarias.pdf
http://www.planificacion.gob.ec/wp-
content/uploads/downloads/2013/01/matriz_productiva_WE
Btodo.pdf
https://esigef.finanzas.gob.ec/esigef/Ayuda/RUP-DS-
030%20Instructivo%20de%20Reformas
%20Presupuestarias.pdf
http://www.ec-gov.net/docs/de_presu/25%20Modi.
%20Presupuestarias.pdf