El Monstruo de La Laguna
El Monstruo de La Laguna
El Monstruo de La Laguna
la ciudad. Solo tena seis aos, pero l pensaba que ya era mayor para tomar sus
propias decisiones y salir solo a conocer el mundo.
Por eso Jons sala a escondidas, porque a sus paps no les gustaba que fuera solo
por ah. A pesar de los cerrojos y las alarmas que haba en casa para evitar que
saliese de all, Jons siempre encontraba la manera de salir sin que nadie se
enterase.
- Quiero salir de aqu! - les deca Jons-. No me gusta estar encerrado quiero
ser libre como un pjaro!
Los padres de Jons ya no saban cmo explicarle que no lo tenan encerrado, sino
que lo nico que pretendan era que no se marchase y le pasara algo.
En vacaciones, Jons y su familia se fueron a pasar unos das a una cabaa que
tenan en el bosque. Cerca haba una hermosa laguna de aguas limpias llena de
hermosos peces. Jons nunca se haba atrevido a baarse en la laguna porque le
haban dicho que no deba de hacerlo, ya que en ella viva un tremendo monstruo que
se llevaba a quienes osaban perturbar su paz.
Cuando llegaron a la cabaa, el pap de Jons tuvo una conversacin con su hijo.
Jons, recuerda que no te puedes baar en la laguna. Solo puedes meterte hasta las
rodillas.
- Eso del monstruo son historias para pequeos, pap. Yo ya soy mayor -dijo Jons.
- No es ningn cuento, as que ser mejor que obedezcas, a no ser que quieras que
el monstruo de la laguna te lleve a su cueva y te encierre all -dijo el pap de
Jons.
Jons no poda creerse que su padre todava le contara esas historias para nios
pequeos tan ridculas. As que le dio la razn y se fue a lo suyo.
Esa misma noche, Jons sali a escondidas y se acerc a la laguna. Todo estaba
tranquilo. Meti un pie en el agua. Luego meti otro. Avanz un paso, dos pasos,
tres pasos. El agua ya le llegaba a las rodillas.
- Mi pap es ms alto que yo -pens Jons-. Dar dos pasos ms. El agua me cubrir
hasta la cadera que es justo donde tiene las rodillas mi padre. No pasar nada.
- Qu tontera! -pens Jons-. Seguro que aqu no hay ningn monstruo. Voy a
meterme un poco ms adentro.
Jons se meti hasta la cintura. Y como vio que no pasaba nada, se meti un poquito
ms, hasta el cuello. Y entonces se puso a nadar. Cuando se quiso dar cuenta estaba
en medio de la laguna. Pero no tena ningn miedo.
- Lo siento mucho pap. Tenas razn, casi se me lleva el monstruo del lago.
- Jons hijo, no hay ningn monstruo. Tu madre y yo te hemos contado esa historia
para evitar que hicieras lo que has hecho, porque es muy peligroso nadar en la
laguna. Reconozco que no tendramos que haberte mentido, pero solo queramos
protegerte.
- Tranquilo pap, no pasa nada- dijo Jons dando un gran abrazo a su padre.
Desde entonces Jons ha aprendido que puede ser libre sin desobedecer a sus padres
y que tiene que escuchar sus sabios consejos. Y ya no se siente encerrado: ahora
sabe que est protegido.