Cuerpo y Subjetividad PDF
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Cuerpo y subjetividad :
Rasgos, configuraciones y
proyecciones
Cita sugerida
Cachorro, G. (2008) Cuerpo y subjetividad : Rasgos,
configuraciones y proyecciones [En lnea]. Jornadas de Cuerpo y
Cultura de la UNLP, 15 al 17 de mayo de 2008, La Plata.
Disponible en Memoria Acadmica:
http://www.fuentesmemoria.fahce.unlp.edu.ar/trab_eventos/ev.697
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UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA PLATA
FACULTAD DE HUMANIDADES Y
CIENCIAS DE LA EDUCACIN
DEPARTAMENTO DE EDUCACIN FSICA
Resumen:
El cuerpo y la subjetividad constituyen dos conceptos relevantes en las ciencias sociales. Solos o
agrupados han sido objetos de estudios de diversas disciplinas, abordados con tratamientos de lo ms
diversos. Su riqueza es inagotable y admite infinitas miradas. Este texto aborda estas categoras tericas,
proponiendo tres secciones diferenciadas.
La primera dibuja los rasgos de las dos categoras tericas, las describe identificando sus estructuras,
lmites, propiedades, cruces. Se establecen definiciones que acerca del cuerpo, la corporalidad, la
subjetividad y la intersubjetividad. Se producen retratos, bocetos, trazos y lneas. Se identifican estilos.
En el segundo apartado, el cuerpo y la subjetividad son observados en su perpetuo flujo y
movimiento, es decir en sus configuraciones. La mirada se focaliza en el despliegue de prcticas donde
conviven los conceptos adoptando diversas formas siempre inacabadas, sujetas a incesantes
reformulaciones. Cuerpo y subjetividad expresan sus encuentros, desencuentros, crisis y cambios. El
proceso muestra la existencia de una obra abierta, una funcin que contina. Sus conjunciones,
articulaciones, plexos, tramas, conexiones materializados en las vidas cotidianas.
La ltima parte del texto, transita por las proyecciones de la subjetividad corporal. Las perspectivas,
tendencias hacia donde se dirigen los cuerpos y las subjetividades. El destino que va perfilndose hacia
cuerpos y subjetividades peculiares. Las especulaciones que pueden hacerse con base a un presente
donde se van gestando ciertos desenlaces probables.
NDICE:
1. Introduccin
1. Introduccin
El cuerpo y la subjetividad constituyen dos conceptos relevantes en las ciencias sociales. Solos o
agrupados han sido objetos de estudios de diversas disciplinas, abordados con tratamientos de lo ms
diversos. Su riqueza es inagotable y admite infinitas miradas. Este texto aborda estas categoras tericas,
proponiendo tres secciones diferenciadas.
La primera dibuja los rasgos de las dos categoras tericas, las describe identificando sus estructuras,
lmites, propiedades, cruces. Se establecen definiciones que acerca del cuerpo, la corporalidad, la
subjetividad y la intersubjetividad. Se producen retratos, bocetos, trazos y lneas. Se identifican estilos.
En el segundo apartado, el cuerpo y la subjetividad son observados en su perpetuo flujo y
movimiento, es decir en sus configuraciones. La mirada se focaliza en el despliegue de prcticas donde
conviven los conceptos adoptando diversas formas siempre inacabadas, sujetas a incesantes
reformulaciones. Cuerpo y subjetividad expresan sus encuentros, desencuentros, crisis, cambios,
estancamientos. El proceso muestra la existencia de una obra abierta, una funcin que contina. Sus
conjunciones, articulaciones, plexos, tramas, conexiones materializados en las vidas cotidianas.
La ltima parte del texto, transita por las proyecciones de la subjetividad corporal. Las perspectivas,
tendencias hacia donde se dirigen los cuerpos y las subjetividades. El destino que va perfilndose hacia
cuerpos y subjetividades peculiares. Las especulaciones que pueden hacerse con base a un presente
donde se van gestando ciertos desenlaces probables.
El cuerpo podemos definirlo siguiendo a Foucault (1992), como la superficie de inscripcin material de
todos los sucesos, el sitio donde se graban todos los desfallecimientos, las felicidades, los placeres.
Considero al cuerpo como un mapa concreto, real como el plano de una ciudad o el croquis de una casa.
Pero tambin contiene una dimensin sagrada, tiene una ngel y un demonio, un aura, unas energas
intangibles, unas fuerzas paranormales que la recorren y surcan que le corresponde a la subjetividad. No
es cualquier cuerpo, es el cuerpo humano que se construye socialmente al participar de la vida cultural. La
reflexin fenomenolgica que se hace sobre su materia deviene en corporalidad. Una corporalidad original
e individual. Las marcas sociales del cuerpo se pueden expresar en las cicatrices, las quemaduras, las
mutilaciones, los rasgos peculiares que otorgan las manchas, lunares, las irrepetibles huellas dactilares. Se
puede marcar con las palabras dichas por las alteridades referenciadas como importantes por el sujeto, y
el efecto que ellas producen en el cuerpo y la corporalidad. El cuerpo es un mapa, un objeto significante
que adquiere sentidos y significados en sus puestas en escena. Esos episodios vivenciados graban en la
piel las zonas ergenas y no ergenas. Hay una topografa personal que localiza los placeres en zonas
preferenciales del cuerpo. Tambin se marcan las zonas irritables, sensibles y delicadas por el dolor.
La subjetividad se constituye a la par de estos episodios, surge con el cuerpo y en l se introduce con
distintos niveles de profundidad, la subjetividad est caracterizada por su cartografiado. Este modo de
entender los conceptos, asigna un aspecto dinmico, mvil, hacedor de la subjetividad y un lado
complementario esttico, estable y ubicado. Siguiendo a De Certeau (1996: 131), podemos asignar la
nocin de recorrido para la subjetividad y de mapa para el cuerpo, estableciendo cierto paralelismo con
esta coordinacin que el autor sugiere entre el hacer del recorrido y el ver del mapa. Cuerpo y
subjetividad pueden mantener una relacin de conflictiva, armoniosa, trgica, silenciosa, autista o
fragmentada. Pueden estar unidos en armona o incomunicados, en definitiva nos muestran la
indeterminacin de una relacin abierta. Su conjuncin involucra el cuerpo, como un sitio geogrfico
claramente referenciado y una subjetividad como los trayectos de la historia que se construyen sobre los
lugares que el cuerpo le ofrece.
En este modo de enfocar al cuerpo humano, adquiere importancia la representacin grfica, el dibujo,
la ilustracin. Los estudiosos del cuerpo objeto, han perfeccionado el registro de imgenes. Apoyados en
una tecnologa sofisticada y compleja lograron tomar fotos cada vez ms ntidas y precisas de fetos en el
vientre materno durante un embarazo, radiografas de fracturas expuestas, tomografas computadas de
cada sector milimtrico del cerebro, ecografas de diversas porciones musculares. Los atlas de los
cuerpos humanos, cada vez vienen provistos de una mejorada definicin en variados colores. Los cuerpos
son reportados con imgenes de alta definicin, nitidez y precisin que invaden hasta la ms minscula
porcin celular. Esto posibilita un mejor conocimiento de su funcionamiento, su biomecnica, sus
enfermedades. Las ilustraciones grficas de cuerpos en diversas situaciones, la descomposicin de sus
partes, la diseccin de sus msculos, la muestra en microscopio, la exposicin de inserciones, musculares,
son solo dibujos. Son posibles de retratar, elaborando planos, sagital, horizontal, vertical. Este proceso del
dibujo corporal perfeccionado, repite en forma ms minuciosa ms de lo mismo.
A partir de sus registros corporales, los mdicos nos aportaron un cdigo de palabras que explican
los mecanismos de funcionamiento de un organismo, los sentidos de circulacin de los fluidos corporales,
los mecanismos de autorregulacin, las funciones de cada una de las clulas humanas que integran esa
materialidad fsica. Los observadores detallistas y meticulosos anotaron medidas, proporciones, tamaos.
Este registro pormenorizado de los componentes del fsico humano, sus medidas, en la carne y el
esqueleto puede constatarse en la obra de Pierre Morel, el autor describe en forma detallada el craneo, la
cabeza, el esqueleto, la piel, los pelos, y los caracteres sanguneos. Define a la antropologa fsica como
el estudio de las caractersticas somticas que permite clasificar a los hombres en diferentes razas
(1977:5).
El hombre anatomizado (Le Bretn: 46) podemos visualizarlo en los compendios de anatoma y
diseccin utilizados por los estudiantes de Medicina. All, contemplamos los procesos de escisin del
cuerpo y la persona. El cadver, es el objeto de estudio desmenuzado en diversas partes para ser
ofrecido como material de trabajo inigualable en el reconocimiento de cada porcin de ese fsico muerto,
donde habitaba una persona con identidad.
Con respecto a la biomecnica, existe un anlisis de las posibilidades de movimiento del cuerpo
humano, donde la terminologa empleada hace alusin a expresiones como mecnica de pierna, sinergia,
estereotipo, automatizacin, centro de gravedad, movimiento de anteroversin, ngulos de giros,
encadenamiento cintico, etc. (Baumler G. y Schneider K. 1989) y nos demuestra la robotizacin de
gestos motores. En este sector, subyace una nocin de cuerpo mquina compuesto por palancas,
apoyos, sistemas energticos, condicionadas por las leyes fsicas de la naturaleza.
El cuerpo no se reduce a su morfologa. El cuerpo tiene una estrecha relacin con la subjetividad. Este
concepto invisible, nos provoca la imaginacin, despierta nuestro sentido del odo. La subjetividad no tiene
materia, puede interpretarse en los sujetos y sus cuerpos. En este sentido la subjetividad puede
imaginarse, deducirse de la manifestacin corporal. La imaginacin se complementa con la descripcin.
Cuerpo y subjetividad, descripcin e imaginacin son dos caras de una misma moneda. Esta relacin
puede apreciarse cuando identificamos los rasgos externos de una persona y accedemos a una imagen
de su presencia fsica. Este conocimiento de partes no llega hasta las profundidades del saber corporal.
Es decir, podemos nombrar los rganos internos, tomar muestras de sangre, divisar lunares, tocar la piel.
Las dimensiones que escapan a las descripciones son la subjetividad corporal, la sexualidad, los modos
de relacin que el sujeto tiene con su propio cuerpo y que deviene en subjetividad. La produccin de ese
saber es relacional y subjetivo, es producto de trayectorias biogrficas. La subjetividad exige
interpretaciones complejas porque en ella, se anidan los deseos, placeres y pasiones del cuerpo que han
sido elaboradas en forma desigual por los actores.
Las representaciones del propio cuerpo, corren por cuenta del conjunto de prcticas corporales
protagonizadas por los sujetos en diversos espacios de la vida social. La representacin grfica de un
cuerpo caracterizada como el boceto objetivo tiene su lado complementario en la apropiacin subjetiva del
dibujo, que hace el sujeto de su propio cuerpo y del otro. Las representaciones son el resultado de un
recorrido experiencial plagado de eventos que marcan al cuerpo. Las huellas del cuerpo, las cicatrices
curten a los sujetos. El sida, la mastectoma, la lesin irreversible, la infertilidad son eventos dramticos
que ponen en crisis la representacin personal del propio cuerpo y exigen una recomposicin de la
identidad corporal. Las representaciones sociales de los cuerpos se engendran en las formas de asumir
los procesos configuradores de la cultura corporal. Las miradas interpeladoras de los otros, pesan en ese
proceso de construccin de la propia imagen corporal. El juzgamiento de ese coro incide en la produccin
y el diseo corporal orquestado para los sujetos que necesitan de la aprobacin y el elogio de un cuerpo
preparado para el reconocimiento de su belleza. Tal como lo sostiene D. Jodelet, (1986: 500) existe una
relacin entre la representacin social del cuerpo y la vivencia corporal del individuo.
Los diversos estudiosos de los cuerpos humanos, han elaborado diversas teoras acerca de la
conciencia corporal y el registro de las diversas partes que constituyen la superficie somtica de un sujeto.
Los abordajes plantean recorridos por la sensopercepcin que establece la existencia de tres niveles de
sensaciones la propioceptivas (el registro de los huesos y las articulaciones), exteroceptiva (el medio
circundante) e interoceptiva (las visceras del organismo) (Bernard: 28). La conciencia corporal, la eutona
son corrientes de trabajo corporal dedicadas a los aprendizajes motrices que localizan las partes del
cuerpo en la expresin del movimiento. En este terreno de los registros corporales propios y ajenos,
existen ideas en torno a los procesos de estructuracin de las nociones corporales. Se presentan las
categoras de imagen y esquema corporal. Los tratamientos de estos conceptos se han expresado en un
plano predominantemente anatmico y fisiolgico. Las aferencias centros nerviosos, zonas de memoria
cortical, almacenamiento de informacin gentica, mapas mentales. Existieron corrimientos hacia lecturas
psicoanalticas, y sociolgicas que generaron aportes significativos al debate lo enriquecieron pero no lo
esclarecieron.
En este apartado existe una diferenciacin de los conceptos esquema e imagen corporal. Las dos
construcciones lingsticas remiten a races epistmicas antagnicas. Uno el fisiolgico, otro el
psicolgico, una misma y nica realidad fenomenolgica que es la del propio cuerpo (Le Boulch: 217)
Este autor va a plantear una convergencia entre dos tratamientos anlogos sugiriendo al esquema
corporal o imagen corporal del cuerpo como una intuicin de conjunto o un conocimiento inmediato que
tenemos de nuestro cuerpo en estado esttico o en movimiento en relacin con sus diferentes partes entre
ellas y en sus relaciones en el espacio circundante de objetos y de las personas (Le Boulch: 217).
La produccin de la imagen corporal entonces, las apariencias tienen una importancia pues inciden en
la aprobacin o rechazo social de los observadores. Este elemento puede apreciarse en la creacin de
figuras polticas, y el trabajo estratgico de modistos personales que determinan la eleccin estilos
corporales que correspondan con la subjetividad de un candidato.
El cuerpo humano, establece una relacin con la naturaleza y la cultura. La opcin de la desnudez y la
vestimenta muestran la relacin del sujeto con la influencia de la cultura. La ropa puede ser elegida en
funcin de su utilidad (para protegerse de las condiciones climticas del medio circundante) o por criterios
estticos (produccin de la apariencia corporal para los otros). Lo cierto es que los seres humanos visten
o desnudan sus cuerpos, muestran, insinan, seducen, provocan, esconden, resaltan a travs de modos
personales de eleccin de sus ropajes y accesorios corporales. La presentacin de la figura corporal es
una composicin influenciada por la relacin que mantiene el hombre con su propio cuerpo y con su
sexualidad. Se explica el origen psicolgico del vestido: el pudor y la vanidad (Mainetti, 1993: 32).
Es til la nocin de hexis corporal que nos aporta Bourdieu (1979), en tanto nos muestra la puesta en
escena de los portes y las posturas que acompaan la colocacin de ropas segn las clases sociales. Es
valido retomar ciertos movimientos o grupalidades sociales que se manifestaban como cuerpos colectivos
con rasgos distintivos fijados en la indumentaria. No hace falta describir los estereotipos corporales de
hippies, yuppies, skinheads, gticos, deportistas. Esos modelos disfrazan al cuerpo, lo visten y movilizan
nuestras tipificaciones de cuerpos docentes, cuerpos religiosos, cuerpos empresarios, cuerpos
diplomticos.
La ropa suele ser entendida como un revestimiento de la piel y hasta llega a nombrrsela como una
segunda piel. El disfraz nos invita a la composicin corporal de la figura humana. Esa composicin hace
uso de una esttica corporal que delinea contornos, resalta volmenes, esconde zonas inconvenientes,
subraya sectores sensuales, marca la piel con tatuajes. La antesala del evento social, predispone a los
actores para una fiesta. La preparacin previa, el vestuario, el maquillado, el peinado, e aprovisionamiento
de accesorios en su conjunto son piezas que se combinan para los rituales sociales de ocasin. Los
rituales sociales (celebraciones religiosas, militares, polticas, deportivas) nos muestran el profundo
condicionamiento que ejercen esas convenciones, sobre la presentacin pertinente y adecuada de los
cuerpos vestidos para los particulares encuadres institucionales. Existe un orden cultural que se impuso al
orden de la naturaleza.
Las posibilidades de combinacin, estn librados al criterio del compositor. Las producciones de
figuras corporales hoy muestran disfraces de todo tipo. Existe una mezcla de elementos clsicos, rsticos,
deportivos, artsticos, polticos, erticos, escolares. Los criterios de la composicin muestran la
heterogeneidad de los disfraces. Los sujetos en algunos casos, estn en plena bsqueda de una identidad
personal que los diferencie del resto. En otros, algo donde sujetarse. El disfraz es provisorio, de ocasin,
contingente. Lo interesante de esta eleccin radica en su posible intencionalidad oculta que contiene esa
opcin. El disfraz es una estrategia interesante de extirpar elementos de diversos contextos, reunirlos en
un cuerpo y mezclarlos para ver como queda en su conjuncin. Tal como lo seal Beatriz Sarlo, el disfraz
vive de cierta discontinuidad y su belleza sorpresiva proviene del arte de lo imprevisto ms que del canon
(1994:35)
El disfraz corporal tiene unas zonas borrosas donde es difcil rotular algunas apariencias corporales,
es el caso de cuerpos ambiguos, raros, exticos, desubicados, inditos que escapan a nuestros criterios
convencionales de clasificacin. Es el caso de los replanteos de los criterios de combinacin en la
composicin de la figura corporal en contextos que se desestructuran. Camisas unisex, colores sin
clasificacin de gnero, tinturas y cortes de pelo novedosos. Las reformulaciones prestan a
interpretaciones diversas. Los ropajes de prostitutas, camisas de obreros, pantalones de campesinos,
botas de militares, son sacados de su contexto original y reubicados en otros mbitos de socializacin.
Son retomados y resignificados en otros sitios de interaccin social.
En este desfile de cuerpos producidos con criterios subjetivos podemos analizar una tensin entre el
cuerpo desnudo y el cuerpo vestido. Nuestras miradas focalizadas en los disfraces corporales, identifican
cuerpos de los exhibicionistas, los modelos de cuerpos femeninos con lenceras, adorados por fetichistas
de la produccin y despliegue de todo el vestuario. El lado reverso del disfraz lo muestran los cuerpos
nudistas, posando en la playa, en una sensacin placentera de libertad, en una mimesis con la naturaleza
que despierta el voyeurismo de los ajenos al crculo de excntricos transgresores de las tradiciones
sociales. Puede cotejarse tambin en mujeres desafiantes que trasladan la propuesta del desnudo en una
calle cntrica de la ciudad, esperando reacciones de sus impvidos observadores. La interseccin del
uniforme y el vestido tal vez este en el streep tease de esos disfraces que lentamente van despojndose
de sus prendas hasta dejar el cuerpo en total estado de desnudez, movilizando las fantasas de los
espectadores
Las mscaras por su parte, hacen mencin a los mltiples personajes que puede protagonizar un
sujeto en los diversos casilleros de la vida social. Las posiciones adoptadas por los sujetos con sus
cuerpos, los modos de manifestar la corporalidad estn modeladas por la subjetividad. El cuerpo con el
despliegue de los disfraces ms atrevidos, osados o el cuerpo desnudo, expuesto en situacin de desafo
lmite nos expresa entrelneas una subjetividad particular. La subjetividad suele estar enmascarada. Los
cuerpos son construcciones sociales de la ropa o del nudismo por las formas de la subjetividad. La
subjetividad se esconde detrs de antifaces y caretas, despliega roles refugindose en objetos que no
dejan visualizar la identidad del sujeto.
Las mascaras de la subjetividad y los disfraces corporales en pleno carnaval, debajo tienen tensiones,
fuerzas ctnicas. Contienen las fuerzas opuestas de lo humano y lo animal. Nos advierte Maffesoli (2001:
12) donisacos, tribales, nmades, los modos arcaicos ya no son marginales. Poco a poco contaminan el
conjunto de las prcticas posmodernas, y raros son los individuos o grupos sociales que pueden quedar
indemnes.
El funcionamiento de un organismo est regido por un conjunto de mecanismos articulados entre si.
En su conjunto establecen un ritmo biolgico, un biorritmo que puede constatarse en las pulsaciones, las
frecuencias cardacas, las inspiraciones y expiraciones, las tensiones arteriales y hasta las excreciones
humorales. En el mbito de la Educacin Fsica, este tipo de datos son ponderados para tener bajo control
las evoluciones de un reloj corporal. Con este tiempo evaluado, sometido a seguimiento se infieren niveles
de cido lctico, presin sangunea, hipotermia o hipertermias. Se puede constatar en las regularidades o
irregularidades, ciclos menstruales, procesos digestivos, tiempos de generacin y muerte de clulas.
Los mesociclos, fases, etapas, las periodicidades, responden a las posibilidades de respuesta
humanas que esos organismos pueden ofrecer. Las metas de superacin estn evaluadas en el tiempo y
sobre el tiempo (horas, das, semanas, meses). All aparecen curvas de rendimiento,
supercompensaciones, etc. Hay datos concretos, la hora universal, el horario preestablecido, la marca de
una carrera de 100 metros, el tiempo estipulado de una clase de Educacin Fsica. La particularidad
relacin que tiene el tiempo con el organismo puede verse en los criterios de organizacin de la clase. La
clase considera lmites y posibilidades de los cuerpos. En base a esos parmetros, en la bibliografa
puede hallarse momentos de la clase inicial, fundamental y cierre. A cada una de estas partes, le
corresponde tiempos. Estas ponderacionesLos ritmos circadianos alterados por el viaje y la estada
transitoria a otro pas que tiene los horarios invertidos a los del viajante y que exigen un desmesurado
esfuerzo de adaptacin fsica.
El tiempo subjetivo es una dimensin poco abordada en el mbito de la Educacin Fsica. Ms all de
su presencia ineludible, ha sido relativizada. El tiempo como construccin social modulada por los actores
de un particular anudamiento dentro del tejido social ha sido colocada en un segundo plano. En todo caso
fue registrada en un aqu y ahora, en las condiciones concretas de existencia. cuerpo emergente de
mltiples y complejos sistemas que interactan determinando la particular manera de estar en el mundo.
(M. Chokler: 30), en el presente puro pero sin avizorar las tendencias de futuros temporales.
Sus tiempos subjetivos se expresan en las escalas de valores que ellos le atribuyen. Los formas de
distribuir los tiempos de estructurar y administrarlo en la realidad donde estn situados. En esta
composicin lugarea, el cuerpo deviene lento, cadencioso, relajado, estresado, histrico, violento. El
cuerpo tiene una profunda relacin con esas maneras de vivir el tiempo. La temporalidad subjetiva nos
recalca la percepcin del propio cuerpo librada a parmetros personales. La inevitable finitud del cuerpo el
paso del tiempo es vivido y asumido por los sujetos de mltiples maneras. Se siente viejo, joven, ertico,
frgido, sensual, desabrido. La evidencia fsica delata, se lucha por la postergacin de la vejez, se niega la
muerte silenciosa de sus dimensiones. Las arrugas, la carne flcida, la rigidez articular, las disfunciones
sexuales, la cada del cabello, intentan taparse. Existen tratamientos de restauracin capilar, tcnicas de
rejuvenecimiento, reanimaciones artificiales, reimplantes, regeneraciones celulares, unguentos especiales
para revitalizar las clulas muertas, hacer ms lento el paso del tiempo en el cuerpo. La longevidad, la
prolongacin del tiempo es un tema central de la cultura posmoderna.
El cuerpo joven tiene valor, en esa instancia se pretende detener el tiempo. Se niegan, eluden o
mienten las edades. La asuncin y reconocimiento de desgastes corporales, ciclos cumplidos exigen
elaboraciones y preparaciones. Si tomamos los procesos acelerados que viven los deportistas y las
modelos. Jugadores sometidos a infiltraciones, exprimen las fuerzas al mximo, e incluso utilizan
sustancias aceleradoras de los rendimientos fsicos. Tienen compactado en un tiempo de vida acotado el
momento pico de su carrera. Cuando el cuerpo est en su mximo apogeo y esplendor, cuando est en la
cima. Ese momento es efmero, esta demasiado concentrado su experiencia esta saturada, muy apretada
en mrgenes de tiempos acotados. Se gasta y cuando se funde como si tuviera una vida til, y decae su
rendimiento necesita ser relevado. Lo que se pierde es la rutina, la vida cotidiana de la modelo o del
deportista que deja la pasarela o el vestuario, los campos de juego, las concentraciones. Esa subjetividad
necesita ser restaurada o esa subjetividad debe estar preparada para los tiempos por-venir. Debe montar
nuevos cimientos donde apoyarse para poder seguir encontrando una excusa para la vida. Debe entrar en
una nueva etapa y amoldarse a ella reestableciendo sentidos.
Mainetti (1999: 127-133) especifica la existencia de tres tiempos el fsico (temporeidad) mortal,
limitado va hacia la muertes irreversible, mental (temporalidad) con sus componentes anmicos con un
pasado para la nostalgia del arrepentimiento, un presente fugaz o vaco, viene con presto de placer o por
el tedio henchido; el futuro imprevisible pero implacable, tortura con la angustia o la desesperanza y social
(temporaneidad) adaptada al tiempo vulgar, cultural o mundano, que se refiere al tiempo constructo de los
relojes y calendarios. Los cronmetros de la vida diaria, los artefactos. El homo infirmus trata de conciliar
el tiempo biolgico y el tiempo humano. La biografa se inscribe en la biologa mostrando edades y etapas
o estaciones: juventud, madurez, senectud. El tiempo ha sido separado de los ritmos biolgicos existe una
imposicin del ritmo trabajo y reposo. La vivencia del tiempo en tres estructuras sociales bsicas:
preindustrial conservadora con resistencia al cambio, industrial de la novedad y pos industrial de futurista y
prospectiva.
Sus ttulos: tiempo biolgico, tiempo humano, etaneidad, actualidad y efemeridad. La duracin
temporal tiene que ver con la percepcin de las permanencias y cambios en las vidas cotidianas. La
riqueza o la monotona de las experiencias. Hoy la crisis de los tiempos por las novedades, las mudanzas
y lo efmero.
La percepcin del tiempo va asociada con el registro doloroso de la duracin y el aburrimiento, guarda
relacin con las urgencias que desean repararse. El tiempo cclico del eterno retorno y el rectilneo del
progreso indefinido.
Los espacios constituyen el piso o la plataforma que invita a los cuerpos a habitarlos. Podemos
considerar el espacio desde un punto de vista objetivo, matemtico que establece medidas, delimita con
medianeras propiedades, hace empadronamientos, divisiones y loteos. Los planos del espacio trabajados
por los arquitectos en los hogares o las ciudades. Existen datos objetivos, verificables, universales. Largo,
ancho, altura, profundidad. El espacio fsico es un dato posible de registrar en un polideportivo. Las lneas
continuas y discontinuas, pintadas en un rectngulo de juego para las prcticas de deportes colectivos, son
precisas y claras. Existen reglamentos y sistemas codificados que estandarizan las dimensiones de los
distintos sectores de la cancha. Son las medidas reglamentarias de una pista de atletismo, una cancha de
voley o una pileta de natacin olmpica. Ese espacio tiene espacios internos delimitados con marcas que
sirven para ubicar reas, zonas, vrtices, centros, periferias. Son nombradas como rea chica, zona de
lanzamiento, punto penal, lateral izquierdo, zona de reposicin, tercer andarivel, punto de partida,
raya final. Es un espacio sealizado, institucionalizado. Es un espacio ordenado a veces tambin por las
referencias de un cesto, un arco o una red divorcia de oponentes. Su orden condiciona los
desplazamientos de los sujetos (anteroposteriores, laterales, circulares, diagonales, etc.), los contactos
entre los participantes, el tiempo de duracin. El espacio esta preparado para un tipo de prcticas
corporales, en este caso sometido al rgimen deportivo donde tambin existen zonas fijas y mviles. Las
nociones espaciales incluyen el adentro afuera, arriba abajo, adelante atrs, lateralidad izquierda y
derecha, grande chico, cerca lejos, juntos separados o alto y bajo.
El espacio no se cierra en la preparacin de una infraestructura que respete las normas de las
asociaciones. Los espacios son habitados por los actores y son resignificados. El espacio es vivido por
sus practicantes, y es apropiado. Todas estas nociones han sido tratadas por la fenomenologa y en el
terreno disciplinar de la Educacin Fsica por la psicomotricidad. Esta corriente establece enunciados
interesantes pero solo quedan en titulares carentes de mayores profundizaciones o en otros casos, pasan
a ser recetarios mal interpretados por adherentes. Nuevamente la referencia en el espacio es el cuerpo y
se analiza el espacio corporal y su toma de conciencia. Se establecen etapas que van desde el espacio
vivido, al percibido y luego el concebido. En ese progreso de la estructuracin espacial, se resean
descentramientos y las extensiones de los conceptos que colaboran el la orientacin espacial (Honnoun:
81).
Nuestros cuerpos construyen nociones espaciales con lmites y potencialidades. Los espacios ponen
en relacin a los individuos. Hay una fascinacin por este experimentar corporal. Las propuestas de
incursiones espaciales en la actualidad combinan vuelos de bautismo, palestra, buceo, teatro alternativo
con otros criterios de uso espacial, supervivencia en espacios naturales, juegos simuladores en el ciber
espacio, la oferta extrema de vuelo en una nave espacial. Son propuestas corporales variadas, algunas
que se combinan entre si a travs de pasajes por el aire, agua y tierra. El capitalismo se ha metido de
lleno en el espacio y las sensaciones cenestsicas del cuerpo. Explota esas potenciales conexiones del
hombre con los paisajes de la naturaleza
La subjetividad tiene territorios por recorrer, incursiona en las infinitas posibilidades. Hace a la
exploracin, la bsqueda, la apropiacin. El espacio natural y el artificial. El de la montaa agreste o el de
la montaa rusa del parque de diversiones.
Los territorios de la subjetividad nos ubican en esa colonizacin de terrenos en la ciudad, las tribus
que celebran rituales y se apoderan de ciertos sitios. All montan sus escenarios. Las prcticas corporales
callejeras nos demuestra una subjetividad pugnando por territorios donde instalarse para celebrara rituales.
La asistencia a rampas para ensayan actividades motrices con patinetas. El uso de escalinatas y enormes
playones de cemento en un edificio pblico para ensayar una y otra vez movimientos corporales del
baile, el uso de los espacios verdes de la ciudad para convocar a encuentros de murgas, el reparto de
semforos estratgicos entre malabaristas. Los territorios se generan por la presencia de sus hacedores.
Son sitios de reunin que tienen un valor afectivo. Es un refugio, una guarida, all se vuelca la subjetividad
corporal. Es decir hay que distinguir un espacio cuantitativo de la mensura y la estadstica numrica, a un
espacio cualitativo, donde pesan las significaciones sociales de sus protagonistas.
Las zonas erticas constituyen un claro ejemplo de la historia biogrfica singular que recibe trazos
personales producto del cmulo de contactos con otros seres. Las formas de excitacin, las obsesiones,
los placeres se configuraron en el desarrollo de prcticas corporales que fueron sedimentndose en
experiencias fundantes y estructurantes. Marcaron a fuego una manera de experimentar y localizar el
deseo y el placer en sectores concretos del cuerpo. Hay entonces una topografa cultural producida por
los encuentros generados con otros cuerpos.
El despliegue de prcticas corporales, estn regidas por habitus, o las matrices culturales de
formacin. Ellas expresan modos y usos particulares de manifestacin. Existen prcticas corporales cada
vez que participan un conjunto de personas involucrando sus cuerpos como elemento central de la
comunicacin humana produciendo sentidos sociales. Es decir estn agrupados por algn elemento estn
ubicados en procesos compartidos. Tomar como referencia esas estructuras que operan a las espaldas
de los sujetos nos permiten ver a los cuerpos individuales y colectivos en comunidades de sentido. Las
infinitas posibilidades de manifestacin que posee el cuerpo en cuanto a sus mltiples sentidos culturales
pueden constatarse en la proliferacin de las ms diversas prcticas corporales en las instituciones
religiosas, polticas, deportivas, educativas, artsticas, mediticas.
La complejidad de estas prcticas corporales radica en los mltiples cruces e intersecciones que
tienen entre si las instituciones. Los sujetos con sus cuerpos atraviesan y estn atravesados por una
heterognea cantidad de discursos institucionales. Sus prcticas se elaboran en medio de tensiones y
devienen en composiciones abiertas. Las prcticas corporales son provisorias estn en pleno proceso de
reelaboracin. Las trayectorias biogrficas de los sujetos hacen que esas prcticas corporales se sometan
a constantes procesos de rectificacin y ratificacin. Esas trayectorias si bien pueden tener tendencias
firmes marcadas a fuego por una vocacin imposible de descarrilar, pueden efectuar cambios de
trayectorias o empalmes con vas alternativas. La seduccin de nuevas actividades corporales y motrices
puede ser un posible desvo hacia nuevas rutas y destinos.
Las relaciones humanas que se establecen entre los sujetos, se manifiestan en redes de relaciones
sociales y estn mediadas por distintas instituciones sociales. La relacin entre el sujeto y las instituciones
produce la construccin y reconstruccin de diversas realidades culturales. Los sujetos sociales, nos
demuestran la existencia de especificas tramas intersujetivas (comunidades, grupos, sistemas,
instituciones). Las tramas intersubjetivas se engendran en las formas de entablar relaciones sociales y
organizar las vidas cotidianas reguladas por dispositivos institucionales. Los sujetos asumen sus
actuaciones sociales segn los particulares encuadres de realizacin que condicionan sus formas de
participar y producir con otros la realidad.
Las mltiples formas de interaccin social entabladas por los sujetos en sus modalidades de
enfrentamiento cara a cara o mediadas por objetos de la tecnologa, nos posibilitan ver las redes sociales
en los cuerpos de los sujetos. Los sujetos ponen el cuerpo en las tramas intersubjetivas y en esa
exposicin corporal conforman cuerpos colectivos que bien podemos contemplarlos como un tejido social,
o como la unin de los cuerpos individuales subsumidos en un mismo conjunto un entretejido corporal.
Las alianzas de cuerpos individuales en una ceremonia religiosa, genera una comunin simblica de
fieles, investidos por una misma creencia religiosa que participan de una misa dominical. Los cuerpos de
simpatizantes de un equipo de ftbol convocados para participar de un espectculo deportivo en un
estadio, se agrupan por el mismo lazo afectivo que los amarra a un mismo deseo, ms all de las
diferencias personales. En el aliento colectivo hacia los jugadores, el coro de voces que arenga a sus
favoritos de demuestra la conformacin de un tejido social de aficionados.
Las tramas sociales se hacen visibles con la presencia fsica del cuerpo. Las marchas, movilizaciones
sociales de protesta o reclamos de manifestantes tiene un efecto estremecedor en la medida que logran
entretejer un cuerpo colectivo capaz de trasmitir la potencia de un mensaje con la configuracin de una
esttica particular de comunicacin de muchos cuerpos agrupados en una coreografa de bailarines, un
desnudo colectivo, el disciplinado desfile militar, el movimiento de olas de una tribuna o el ruido
ensordecedor de murgueros, o la procesin silenciosa de fieles religiosos.
Los saberes del cuerpo y de la subjetividad no son universales. La relacin cuerpo y subjetividad no
pueden presentarse como verdades nicas. Cuerpo y subjetividad juntos y separados constituyen
conceptos tericos presentes en diversos campos sociales y en cada uno de esos territorios disciplinares
adoptan fisonomas distintas. En el mbito de la Educacin Fsica, en la Medicina, el Psicoanlisis, las
religiones, las terapias alternativas, el mismo mercado corporal por enumerar sectores significativos y
relevantes, ms no excluyentes, dentro de la cultura corporal. En todos y cada uno de ellos, podemos
apreciar un tratamiento y abordaje de la subjetividad que produce versiones del saber y tambin del poder,
singulares. Si nos remitimos al ejercicio mdico, podemos constatar el reconocimiento esa investidura
profesional. Un paciente se desnuda ante el especialista, una embarazada reconoce y legitima el
conocimiento de su gineclogo y deja ser explorada en sus zonas corporales ms ntimas. La exposicin
fsica se fundamenta en una revisacin clnica de rigor, un control mdico peridico que asegura un manejo
de informacin sobre el proceso anatomofisiolgico del organismo. El desnudo no se efecta ante
cualquier desconocido. Esta situacin demuestra que existe un saber sobre el cuerpo y la subjetividad
materializado en un fsico.
Las mltiples articulaciones que pueden ofrecer el cuerpo y la subjetividad son tratadas por las
instituciones religiosas. Los curas, asumen posiciones de saber y desarrollan tareas de curaciones
espirituales, se les atribuyen poderes milagrosos en anomalas fsicas. La palabra, la oracin opera sobre
el cuerpo de los fieles creyentes. La invocacin de esos poderes sanadores genera milagros, mejoras,
alivios a los dolores de la subjetividad corporal. Desautoriza a veces a la agremiacin mdica que
diagnostica infertilidad a una mujer en pleno proceso de embarazo. Los actores que pertenecen a estas
comunidades de la fe confiesan sus secretos, ventilan sus deseos corporales, testimonian sus pecados
corporales a un desconocido. El cura, est vestido de representante de un Dios. En el ejercicio de ese
papel de confesor, orador, evangelizador, exorcista, obtiene un constante caudal de datos acerca de los
malestares del cuerpo y la subjetividad. La posibilidad de conocer los secretos corporales permite tener
una medicin de las tendencias del cuerpo y la subjetividad. La constante recoleccin de informacin si es
procesada y deviene en un saber fresco en constante recambio que no deja de llegar a los odos atentos
de los sacerdotes. El aprovechamiento de esta apertura de las dimensiones corporales ms ntimas,
sagradas y oscuras de los sujetos, permite construir un conjunto de saberes actualizados del cuerpo y la
subjetividad.
Los psicoanalistas tambin abordan problemas del cuerpo y la subjetividad. En sus sesiones con su
agenda de pacientes obtienen una informacin constante de las problemticas corporales emergentes. El
divn es un lugar donde se producen saberes experienciales con la carne de los analizados.
Las terapias corporales alternativas se ofrecen como soluciones a los desajustes del cuerpo y la
subjetividad. Aromaterapia, Yoga, Reiki, psicologa gestalt, psicologa sistmica, parapsicologa,
manosantas, brujos para trabajos especiales, libros de autoayuda. Son la oferta a la carta con la que
cuenta un sujeto en pleno proceso de crisis de identidad de esa pareja cuerpo y subjetividad. Cada
especialista tendr sus tcticas y estrategias de seduccin para capturar al desesperado. Todos tienen
trabajo, cada uno se vales de recursos distintos, la ciencia, la investigacin, la fe, el engao, la
supersticin.
No podemos dejar de mencionar a las enfermeras del amor esas mujeres trabajadoras de la carne
que conocen los deseos ms siniestros y ocultos de hombres reprimidos, frustrados. Ellas ofrecen
absolutamente todo a buen precio la plata es lo de menos- . El carcter polimorfo de la sexualidad
liberado de las ataduras normativas puesto en su ms libre expresin, la posibilidad de pedir y ser
correspondido en la ms retorcida fantasa incumplida, est garantizada por la generosa trabajadora del
cuerpo, nadie garantiza resultados esperados del cliente, pero al menos la oportunidad de concrecin la
tiene. La prostituta o mejor dicho, la trabajadora de la carne luego de haber incursionado en todo tipo de
trabajos sexuales, de haber correspondido a la mas variada gamo de pedidos especiales, ha recopilado e
inventariado elementos valiosos de la subjetividad corporal. En su trabajo diario, las dimensiones sexuales
de los sujetos estn ah, abiertas en carne viva. Hay una produccin del saber corporal en un terreno
spero como es el de la sexualidad a partir del ejercicio concreto, ah se pone y expone el cuerpo.
Los rasgos de una sociedad capitalista regida por leyes del mercado, crea un mercado muy
importante. El mercado del cuerpo. El cuerpo es aprovechado en sus dimensiones estticas, deportivas,
sexuales. Las lecturas de las necesidades insatisfechas del cuerpo y la subjetividad producen un armado
de productos para las urgencias de los clientes. La indumentaria deportiva, las joyas, los autos, etc. Las
necesidades corporales escuchadas por las industrias culturales promueven productos novedosos. Sex
shopp, con un catlogo de productos que incluyen: Penes artificiales, consoladores, pastillas para mejorar
el rendimiento sexual, muecas inflables, filmaciones pornogrficas. Si existen estas fbricas es porque
los diseadores conocen de las debilidades corporales y los sueos postergados de la subjetividad.
Bernard Arcand (1993:44) hace una revisin de las producciones pornogrficas y enumera la
propuesta en vivo,, los peep shows, los burdeles tambin agrupados en los lives shows, variaciones de
clubs de strip-tease y la integracin del telfono, las computadoras para dinamizar los intercambios de
mensajes obscenos.
Las conjunciones del cuerpo y la subjetividad se manifiestan en una relacin que muestra la misteriosa
tensin de la vida y la muerte. Las extirpaciones de quistes, las trompas de Falopio ligadas, no solo son
cirugas mdicas mayores. Son tambin luchas por expulsar del soma la enfermedad representada en un
cncer o la negacin de esa sagrada posibilidad de gestar vida en el vientre. El aborto tambin es una
expulsin del cuerpo que exige seguimientos en las elaboraciones de duelos. Sacarse del cuerpo un
cuerpo no deseado para vivir como uno quiere, nos instala en esta toma de decisiones acerca de la vida y
la muerte. Estas fuerzas incrustadas en el cuerpo y la subjetividad tensionan en agona constante.
Las formas de asumir estos procesos, nos ubica en posiciones respecto del cuerpo individual y
colectivo. La resurreccin de la carne, la reencarnacin son mitos fabulosos que estn presentes en la vida
ordinaria de cualquier actor que transite en cualquier lugar recndito del planeta. La apuesta por la vida
hace que las personas se sensibilicen y donen sus rganos para posibles transplantes de necesitados. La
donacin de rganos no solo es el reemplazo de un pieza fundida por un repuesto nuevo. El xito del
transplante significa a veces para la familia del donante la prolongacin de la vida de un ser querido, en un
cuerpo desconocido, una parte del fallecido se mantiene vivo habitando el cuerpo de otra persona. Las
encarnaciones tambin se expresan en las donaciones de porciones de rganos para seres queridos
revalidando as un lazo de amistad, fundiendo en esa demostracin de amor un vnculo corporal
misterioso que se funda en el riesgo de muerte del ofrendante, al someterse a una extraccin de un
pedazo de hgado, una porcin de mdula.
Las entraas de la subjetividad estn termoreguladas por las corrientes fras y clidas de la vida
cotidiana. All se sedimentan las vivencias placenteras y dolorosas del sujeto, todo va a parar a ese sitio
secreto. La subjetividad se hace con heridas profundas, con tajos a la moral, atravesando enfermedades,
convulsiones nerviosas. La subjetividad de construye en el dolor y el sufrimiento. En ella se cobijan los
placeres y los momentos de gloria, el tedio y el aburrimiento. En los fugaces instantes de felicidad. Todo
confluye en ese sitio y se graba en la historia del cuerpo. Los dolores del alma, los corazones rotos, las
piernas cortadas, son conjunciones de la biografa y la biologa. Las parejas que se desangran, el
envenenamiento, la metamorfosis del amor en odio visceral, el ataque verbal a las fbras ms ntimas del
ser humano. Todas estas configuraciones nos demuestran la profunda alianza del cuerpo y la subjetividad.
La percepcin del horizonte futuro en torno al cuerpo y la subjetividad de los sujetos, incide en las
posiciones asumidas ante la vida. El panorama que se vea o que se quiera ver condiciona las posibles
proyecciones hacia delante. El cuerpo y la subjetividad, puede ser imaginada, pensada o estar ligada a
utopas, anhelos y sueos anidados en el mundo interno de los sujetos.
Los sujetos se expresan a travs de sus cuerpos. Son hacedores, que despliegan trayectorias por el
espacio social, tienen diversos niveles de movilidad dentro de los campos de accin. La participacin en
cada sitio social, los expone dentro de situaciones de interaccin social, en sus diversas modalidades.
Podemos constatar la intervencin de los actores tomando posiciones, librando luchas por illusio. Es
decir los eventos transcurren, acontecen los episodios. La historia se va gestando. Hay entonces un
devenir del cuerpo y la subjetividad donde cada participante construye sus lugares, traza sus circuitos,
diagrama sus viajes, establece sus recorridos. Existen habitus, ethos disposicionales que condicionan
estas prcticas sociales y podemos constatarlos en las mltiples maneras de colocar el cuerpo en la
sociedad. Estn los cuerpos que tienden a la conservacin, a la estereotipia, la seguridad ontolgica del
mundo previsible, controlado marcado por la rutina del da a da. Son los cuerpos ortodoxos, tradicionales
que estn cmodos en estaciones fijas. Sus moradas estn fijadas en el tiempo y el espacio. Tienen
anclaje y profundidad, echaron races y de all no se mueven. Ese emplazamiento repite una y otra vez los
mismos hbitos alimenticios, la misma posicin en la cama durante la relacin sexual, el mismo corte de
pelo. Todo igual, la estructura no cambia.
Los otros cuerpos son los cuerpos inquietos, curiosos, deseosos de cambiar, renovar y enriquecerse
en el nomadismo. Su condicin de cuerpo migrante lo coloca en equilibrios inestables. Sus constantes
desplazamientos, la inquietud, la bsqueda por cada intersticio oculto de una ciudad, el conocer ms
regiones geogrficas, probar nuevas sensaciones corporales, incursionar en novedades, experimentar la
convivencia con otras culturas. La exploracin de alternativas corporales nuevas.
Este devenir corporal que puede identificarse en tendencias a corporales hacia el emplazamiento
somtico o al desplazamiento subjetivo guarda una estrecha relacin con el destino. Lo cuerpos pueden
salir a buscar el destino o pueden esperarlo. Se traduce en la apertura o el repliegue del cuerpo en cada
una de sus dimensiones de manifestacin. Nos muestra las matrices culturales ms rgidas o ms
plsticas que se internalizan en los cuerpos. Caminos, surcos, recorridos, laberintos de la subjetividad.
Hay desvos atajos, parajes. Rumbos, vuelos, aterrizajes. Los emplazamientos y los desplazamientos son
una composicin.
El futuro es una dimensin temporal que intriga y seduce a los sujetos. Existen intrigas sobre lo que
nos va a pasar ms adelante. Muchos se atreven a consultar a parapsiclogos, curanderos, visionarios
que profesan esa cualidad de lectura anticipatoria de lo que va a ocurrir en un tiempo que an est por
llegar. Se pregunta por la muerte fsica, por la continuidad de una pareja, por eventuales desgracias e
infortunios de trabajo la salud y el amor. El cuerpo est profundamente involucrado en estas
especulaciones. Se lee en la mano los caminos cortados, continuos. Se confeccionas cartas astrales. Las
formas de hacerse cargo del futuro se expresan en formas mticas, mgicas, racionales. El futuro es un
tiempo inquietante. El panorama que se puede tener depende de las formas de lectura que un sujeto quiera
desarrollar. El futuro del cuerpo puede planificarse con visiones a largo plazo. Esto implica tomar recaudos
sobre la salud, la alimentacin, la seguridad fsica, el ejercicio fsico. Esa contemplacin del maana tiene
presente la relacin vida muerte, nada es eterno, y hay que ser prevenido, tratando de estar preparado
para eventuales problemas.
El futuro de un gimnasta, una modelo, un obrero, todos aquellos actores que tienen su propio cuerpo
como herramienta de trabajo tiene en mente en forma latente o manifiesta una idea del proceso inevitable
del cuerpo. La nocin de futuro, no se elabora en el aire, existe un clima social un coro social que incide en
la percepcin del porvenir. Estos condicionantes culturales promueven miradas optimistas o pesimistas
que se ejemplifica en cuerpos que pueden operar como tales. Un boxeador en plena carrera, puede tener
registro de colegas que cumplieron su ciclo y apreciar no solo su actual condicin fsica sino toda su
trayectoria deportiva con sus eventos ms destacados. Esos datos ensean, muestran posibilidades,
tendencias por donde uno tal vez, puede pasar o llegar. Las historias biogrficas de Monzn, Loche,
Gatica, sirven de referencia para las nuevas generaciones de pgiles. Lo que experimento otro en un lugar
donde hoy yo estoy y donde voy a estar puede pasarme, al margen de las variables contextuales en
divergencia de una poca y otra, estoy anoticiado. El futuro es de los que planifican, apuestan, elaboran
proyectos, piensan constantemente en ideas inteligentes. Lo hace quien se anticipa a la vejez prematura,
quien ahorra para eventuales accidentes.
En el caso de aquellas personas que paulatinamente fueron perdiendo la visin y la audicin, tambin
fueron nublando su percepcin de la realidad y la relacin con sus seres queridos, no ver no escuchar
dificulta y obstaculiza los canales de comunicacin humana ante un registro borroso de cada una de las
situaciones temporoespaciales donde se encuentra situado el sordo o el disminuido visual. Una operacin
de vista y un suplemento de audfono, devuelve esa intersubjetividad atenuada o desdibujada, por esos
sentidos corporales gastados. La transformacin de un cuerpo embarazado en todo su proceso muestra
tambin un acelerado desequilibrio en la representacin del propio cuerpo, la mujer puede verse
desconocida en esa imagen que se va deformando a medida que pasa el tiempo del embarazo. Los
cambios que ofrecen los transformistas y travestis son rotundos. Las amputaciones, mutilaciones son
revoluciones corporales que impactan en el corazn de la subjetividad. Esa subjetividad enfrenta una
reelaboracin de una imagen partida o fragmentada por un pedazo de fsico que ya no est ms.
La mudanza a un pas vecino en condicin de exiliado, el inicio de una nueva relacin amorosa, en
esos casos, la subjetividad se sumerge en procesos de rectificacin y ratificacin de las matrices
culturales de formacin. Esos pasajes pueden conectar al sujeto con sitios inexplorados. Las incursiones
en prcticas corporales nudistas, el acuerdo de una sexualidad de las parejas intercambiables swinggers,
haciendo un pasaje de la monogamia a la poligamia. El enamoramiento de otra persona y el abandono de
la otra. En los cuerpos pueden analizarse estos profundos desplazamientos.
El cuerpo de una mujer soltera, ertica, provocativa y seductora puede transformarse en un cuerpo
que abandona sus atractivos seductores y entrega sus energas a un nuevo amor maternal hacia su hijo.
La mirada libidinosa, sensual y lujuriosa, es desfigurada por una mirada tierna, tonta e ingenua, boba que
se enternece cuando aprecia cada accin nueva del recin nacido. La reformulacin de escalas de valores
en los proyectos de vida y en las atracciones de los sujetos colocan otras prioridades. Las jerarquas
hacen bajar el cuerpo sensible y levantar al cuerpo ejecutivo. Ese movimiento de piezas produce una
desarticulacin de la subjetividad. Es una revolucin lenta que va extinguiendo el fuego de la pasin
corporal y reubica las energas en el esfuerzo, le trabajo, el sacrificio de la produccin.
Si el futuro tiene ese rasgo inquietante de la incertidumbre, los sujetos se valen de diversas
estrategias para su apropiacin. El sexto sentido, las visiones paranormales, las intuiciones y
corazonadas, son modos de relacionarse con los episodios que an no se desencadenaron. El
componente mgico, la proteccin de fuerzas sobrenaturales, el ngel de la guarda que muchos aseguran
tener, configuran la fe y confianza en la suerte que no va a ser esquiva. Las apuestas a futuro tienen ese
fundamento extrao, misterioso que brinda una seguridad extraa de quienes transitan hacia destinos
inciertos y poco vaticinables. La seguridad se deposita en fuerzas csmicas de dioses paganos. Objetos
cargados de buena suerte, seales de buenos augurios, mensajes divinos, visiones en sueos de lo que
va a ocurrir. La seguridad ontolgica se estructura en esos halos de misterios, de quienes se sienten
cargados por fuerzas del bien y del mal. Estas fuerzas de la confianza la fe, se proyectan en objetos
protectores, amuletos, aguas benditas, animales malditos, cbalas infalibles, simbolismos numricos,
estampitas y minerales energticas, cintas de colores, etc. Los objetos y por supuesto, los cuerpos
pueden estar cargados. A los cuerpos se les atribuyen coloraciones y auras, transmiten sensaciones, se
asociacin con negatividades y positividades. Los cuerpos pueden estar bendecidos, posedos por
fuerzas del mal, estn endemoniados, tienen un ngel, en algunos casos deben ser sometidos a curas
espirituales o exorcismos.
La presencia fsica de algunas personas, suele estar acompaada con la llegada de la suerte y
prosperidad, un actor est asociado con la yeta, y la desgracia. La enunciacin de su nombre de identidad
moviliza en forma automtica, una aprehensin de los genitales o un seno que espante la desgracia. Los
cuerpos construidos en este entramado discursivo proyectan un futuro basado en leyes de la naturaleza
divina, esperando los mensajes y leyendo las profecas de los gurues inspirados. Los hechizos, las
brujeras encierran otra idea de cuerpo, que remarca sus rasgos primitivos en intima conexin con los
fluidos intangibles de la naturaleza. Es el cuerpo regido por sus deseos, que no es austero, y derrocha,
manteniendo la confianza en un Dios que proveer soluciones para ms adelante.
Las anticipaciones futuras pueden plantearse desde otro basamento. El futuro de quienes apelan a la
razn secular y autnoma aniquila todos los elementos mgicos y mticos. Sus argumentos son
racionales. Todo merece elaboracin, el futuro se construye, se somete a sistemas de previsin, se
planifica tratando de tener control absoluto de todo. Esto implica tener una lectura lgica y argumentativa
de las tendencias que se estn dando en la realidad. La capacidad de lectura premonitoria, es lgica pura,
inteligencia y deduccin pura. Es una manera de afrontar el futuro que se traduce en la disciplina corporal,
la sexualidad planificada, el control de los impulsos fsicos y emocionales, la dieta estricta de alimentacin
regulada en azcares y grasas, el chequeo y seguimiento mdico, la prctica de actividad fsica en forma
regular y sistemtica, el orden de tiempos corporales para el trabajo y el descanso.
El futuro planificado, es estratgico, trata de no dejar nada librado a las fuerzas del azar. Toma
recaudos ante potenciales peligros usa preservativos, respeta las campaas de vacunacin, usa
cinturones de seguridad en el rol de automovilista de la ciudad. Hace chequeos mdicos peridicamente,
controla y supervisa. Sus rasgos de organizacin, administracin de las fuerzas, aprovechamiento racional
de las fuerzas, ahorro. El sujeto es el supremo artfice de su destino, l es el nico responsable del
cuidado del propio cuerpo y del otro con una mirada a largo plazo. Es el cuerpo que toma medidas para
no ser sorprendido por eventos desagradables. Toma medidas de seguridad ante la latencia de
secuestros, atentados. Utiliza la tecnologa, instala alarmas, adquiere los servicios de vigilancia privada,
tiene presente la compaa aseguradora, y el sistema jubilatorio, guarda un colchn de dinero ante la
irrupcin de imponderables. Es un cuerpo arropado, sobreprotegido, mimado y con guardaespaldas.
Los cuerpos regidos por la lgica de la intuicin o la razn son rasgos a tener en cuenta a la hora de
entender las prcticas corporales de los sujetos en la poca actual. Los garantes de futuro estn
localizados en referencias distintas. La suerte ya est echada, el destino ya est marcado o el sujeto es
quien hace su historia y tiene la capacidad de torcer el rumbo de las cosas. Nos permite analizar las
formas de expresar las expectativas sociales y los objetivos de los practicantes. El futuro nos deja
acertijos por descifrar.
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