01 Apocalipsis Libro de Esperanza
01 Apocalipsis Libro de Esperanza
01 Apocalipsis Libro de Esperanza
En esa visin optimista del triunfo final es donde est la fuerza del nico
escrito de visiones que se acept desde el comienzo como canto de esperanza y
de alegra y que lleno de paz y de confianza a los seguidores del Cordero.
MENSAJE Y SIGNIFICADO
No es fcil descansar en la propia fe despus de haber ledo un par de
captulos del Apocalipsis y de haber admirado la fuerza de sus metforas y el
secreto de sus anuncios. Se adivina en sus pginas un misterio, en parte
esperanzador y en parte desconcertante. Hay en l mucho de angustia; pero tal
vez brota, al final de un rato de lectura en sus insondables comparaciones y en
sus trayectorias cabalsticas, la sospecha de que est todo dicho para iniciados
en lenguajes que hoy casi nos resultan incomprensibles.
- Y sabemos que Cristo sali triunfante del sepulcro, como los cristianos
terminarn triunfando en todas las persecuciones, pues tienen consigo la
fortaleza de Dios y esta es muy superior a las argucias de los hombres.
- Es Cristo el que lleva a los elegidos por los caminos de la verdad para
contemplar la sabidura y la fortaleza divina, pues es el alfa y el omega de todos
los caminos de la vida y de la historia.
Tenemos que saber esperar a encontrarnos con el Apocalipsis, tal vez a que el
dolor nos visite, a que el riesgo no corroa las entraas, a que el peligro de
perderla fe y tal vez la vida se cierna sobre nosotros. Cuando eso llegue,
seremos capaces de tomar en nuestras manos el libro del Apocalipsis y
entonces sabremos que es eso de:
Para hacer frente a esta situacin de crisis, que podemos datar a finales del
siglo I, en tiempos del emperador Domiciano, un autor genial perteneciente a los
crculos jonicos escribi esta obra nica y misteriosa. No debe extraar que el
autor del libro se ampare en la autoridad del apstol Juan, pues este fenmeno
era muy frecuente entre los escritores antiguos, y de modo especial entre los
escritores de la corriente apocalptica. No se trata de una falsificacin, ni de un
plagio. Es simplemente una relacin ideal que el verdadero autor del libro
establece con un personaje clebre del pasado al que admira profundamente y
bajo cuya gua espiritual se pone a escribir.
El origen concreto de los smbolos del libro del Apocalipsis hay que buscarlo
fundamentalmente en el Antiguo Testamento, aunque a veces proceden tambin
de tradiciones judas o de experiencias naturales. Los fenmenos csmicos, los
animales, los colores, los vestidos, los minerales preciosos, el hombre y su
entorno social, todo es aprovechable para expresar un mensaje que desborda
las realidades naturales.
Que actitud tomar ante el smbolo? En primer lugar hay que dejarnos
impresionar por su fuerza, no ofrecer resistencia ante su capacidad de
evocacin, meternos en esa atmsfera envolvente y sobrecogedora que tiene el
poder de emocionarnos y situarnos en regiones cercanas a la contemplacin del
misterio. Luego hay que ir descifrando el smbolo pacientemente, analizando
cada elemento no a uno desde un estudio riguroso. Es preciso extraer su
contenido teolgico, sin quitarle su poder de evocacin. En consecuencia, no se
puede eer este libro demasiado deprisa; el ritmo de su lectura debe ser lento,
intercalado de profundas pausas reflexivas y atentos silencios. Finalmente es
preciso comprender el contenido del smbolo desde la situacin concreta que el
lector esta viviendo; de su historia personal, de la comunidad cristiana, de la
Iglesia, de los hombres. Es preciso contrastar el smbolo con la historia. De lo
contrario quedar en pura ficcin desencarnada, Sin ese poder que encierra para
iluminar y orientar nuestra marcha por el mundo el smbolo carece de sentido.
El gnero apocalptico
La apocalptica es, ante todo, una mentalidad y una actitud religiosa que, en su
concepcin del mundo, cuenta con la accin de Dios, que crea un mundo nuevo
y elimina el antiguo por oponerse a la realizacin de sus planes de salud para el
hombre. Esta concepcin, al poner por escrito sus perspectivas, crea el
correspondiente gnero literario, llamado apocalptico. La mentalidad
apocalptica y su correspondiente gnero literario surgen en todas aquellas
religiones que se preguntan por el fin del mundo, por el sentido ltimo de la
historia y la suerte adversa del hombre, justo en un mundo que le es hostil. No
estamos, por tanto, ante un gnero literario tpicamente cristiano. El cristianismo
hered este gnero literario del judasmo.
El libro del Apocalipsis nos sita, una vez ms, ante la paradoja. Nosotros
hemos vinculado a este nombre algo que es secreto, oculto, misterioso,
enigmtico... Y ah est la paradoja. Porque, en su intencin y finalidad, es
exactamente todo lo contrario. Lo dice claramente su mismo nombre;
apocalipsis significa revelacin-manifestacin (Ap 1.1).
El autor de este libro no ha sido Juan el Zebedeo. Debe ser buscado dentro
del mundo tan rico que conocemos con el nombre de mundo de Juan; aunque
nada obsta a que verdaderamente haya sido l en el tiempo en que estuvo
desterrado, segn la tradicin, en la isla de Patmos.
Al hablar del gnero apocalptico nos hemos referido a su carcter annimo:
el escritor se ampara bajo la autoridad de algn personaje famoso al que se le
atribuyen las visiones. En este libro se dice expresamente que quien recibe las
visiones es Juan. A qu Juan se est refiriendo? En el texto tan slo se dir:
"vuestro hermano y compaero de la tribulacin, del reino y de la paciencia, en
Jess" (1, 9). Una tradicin, que parte ya de S. Justino en el S. II, le identifica con
el apstol Juan. Sin embargo, hubo iglesias, como las de Siria y Palestina, que
no incluyeron este libro en su canon hasta el S. V.
Esto nos lleva a pensar que tambin aqu pudo suceder que el autor annimo,
aunque discpulo suyo, se cobij bajo la autoridad del apstol Juan
Sobre la Fecha
Sobre el Lugar
- Los colores: Blanco = gloria, victoria, alegra, pureza; rojo = sangre de los
mrtires, violencia; escarlata = lujuria, ostentacin; Negro = muerte, impiedad
- El dragn = Satans; la bestia que sale del mar = los poderes del mal; el
imperio romano; la bestia que Sale de la tierra = los falsos profetas