Aspectos Ideológicos Del Neoliberalismo

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Hctor Samour

Aspectos ideolgicos

del paradigma neoliberal

El renacimiento del pensamiento liberal, en su forma de neoliberalismo, surge

al menos desde la dcada de los aos ochenta: Reagan, Thatcher y Kohl, los

programas y las polticas econmicas impuestas por el Banco Mundial y el

Fondo Monetario internacional, al menos desde la dcada de los aos ochenta, e

incluso mucho antes, el trabajo de los "Chicago Boys" y su aplicacin en una

serie de pases, en particular en Amrica Latina, dan muestra de que el

pensamiento neoliberal ya tiene una cierta tradicin en nuestro continente. Su

resurgimiento y predominio ha coincidido con el agotamiento de la teora social

demcrata y el naufragio del socialismo real y revolucionario. El neoliberalismo

se ha proclamado la ideologa triunfante y hegemnica, toda vez que la apertura

del comercio, la liberalizacin del mercado, la privatizacin, la descentralizacin

y la reduccin del Estado se han convertido en los principios rectores de la

poltica econmica de la mayor parte de los gobiernos del mundo.

Desde esta perspectiva, en lo que sigue se enfatizarn las principales tesis del

pensamiento neoliberal. Como se ver, el neoliberalismo no es slo un conjunto

de polticas de ajuste o una mera forma de organizar la economa, sino una

ideologa cuyo paradigma comprende una concepcin de las ciencias sociales,

una antropologa, una teora de la sociedad y una teora de la poltica, y que se

presenta con pretensiones cognoscitivas universales y reduccionistas.

Como ideologa, el neoliberalismo contemporneo tiene diferencias esenciales

con el liberalismo clsico. Para Luis de Sebastin, el neoliberalismo es la negacin

del liberalismo clsico, por cuanto implica un darwinismo social opuesto a los

ideales, motivaciones y objetivos econmicos y sociales de los autores de la

economa poltica britnica, como Adam Smith, Malthus o Stuart Mili. El libe

ralismo de estos pensadores tena un ideal competitivo humanista congruente

con los ideales revolucionarios de la burguesa ascendente y con una concepcin

tica que se expresaba en la preocupacin de los economistas clsicos por la

suerte de las gentes o el problema social, que la revolucin industrial estaba

generando. En Amrica Latina, este liberalismo tuvo un fuerte componente nacio-

603
nalista e, incluso, antiimperialista (Bedoy, 1993). Para Franz Hinkelammert (1984),

el pensamiento neoliberal se distingue del pensamiento liberal original. Si bien

ambos son pensamientos de legitimacin de la sociedad burguesa, ambos difieren

en el tipo de sociedad burguesa que legitiman y en las sociedades contra las que

se dirigen. El pensamiento liberal clsico es un discurso de legitimacin de la

sociedad burguesa dirigido contra las sociedades precapitalistas. El pensamiento

neoliberal legitima la sociedad burguesa contra las tendencias hacia una sociedad

socialista. Es una legitimacin del capitalismo y, a la vez, una deslegitimacin

de la sociedad socialista. El pensamiento liberal original se presentaba como una

superacin de todas las sociedades anteriores al capitalismo. El neoliberalismo

contemporneo es un pensamiento que busca evitar la superacin de la sociedad

burguesa por la sociedad socialista.

Por otra parte, la identificacin de "liberalismo" sin ms con "neoliberalismo"

es inadecuada porque el neoliberalismo es slo una de las corrientes del

liberalismo contemporneo, muy diferente del liberalismo democrtico de John

Dewey, Harold Laski, Crawford Macpherson, Ralf Dahrendorf, Norberto Bobbio,

Raymon Aron y John Rawls (Merquior, 1993). Hay estudios que destacan con

rigurosidad la gnesis y el desarrollo del liberalismo en sus diferentes versiones,

tanto progresistas como conservadoras, resaltando con nitidez los rasgos que los

diferencian. No es lo mismo el "liberalismo" de Popper, Mises y Hayek, que el

liberalismo de "izquierda" de Dewey, Keynes o Kelsen; o el liberalismo

"sociolgico" de Aron y Dahrendorf y el neocontractualismo de Rawls y Bobbio

(ibdem).

l. El paradigma neoliberal y su crtica

Podemos hablar de un paradigma neoliberal. L os paradigmas en las ciencias

sociales difieren enormemente de los de las ciencias naturales analizados por

T homas Kuhn cfr.,


( 19 7 1). Su caracterstica ms sobresaliente es su amplitud

tem tica, que generalmente contiene una concepcin de la ciencia, una

antropologa, una teora de la sociedad, una teora de la poltica y del Estado. Si

bien esto puede ser una objecin a la teora social por su dificultad para delimitar

su objeto, a diferencia de las ciencias naturales, sin embargo, hay que tener en

cuenta que en el mbito social los fenmenos se entrelazan y forman una totalidad

en sentido estricto, por lo que el anlisis de un grupo de fenmenos no se puede

realizar sin la referencia a los dems ( Hinkelammert, 1977; Ellacura, 1991).

A dems, los paradigmas en las Ciencias S ociales son sucesivos y coexistentes,

por lo que no hay "ciencia normal" con un solo paradigma que dete rm ine la

i nvestigacin. Otr o de los rasgos es que sus . principios no estn claramente

explicitados n i expuestos separadamente de las teoras y concepciones de los

autores de las corrientes que se inscriben en l. I ncluso, muchos de ellos tienen

el carcter de supuestos que no aparecen en el primer plano del discurso. Pero se

trata de principios o hiptesis tericas cuestionables, y la crtica a un paradigma

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se vuelve radical cuando el cuestionamiento no slo se refiere a algunos de sus

principios y teoras, sino a su estructura terica y a su paradigma.

A continuacin expondr crticamente algunas proposiciones tericas centrales

o principios del paradigma neoliberal. En primer lugar me referir a su

antropologa, en segn lugar a su teora de la sociedad y, finalmente, a su teora

de la poltica.

2. La antropologa neoliberal

No existe en el neoliberalismo una antropologa sistematizada y elaborada en

forma coherente, y muchas de sus proposiciones tericas son descripciones fcticas

de la realidad humana tal y como sta se ha configurado histricamente dentro del

sistema capitalista en sus diferentes fases histricas. El neoliberalismo pretende, tal

y como en su tiempo lo intent el liberalismo clsico, fundar su concepcin de la

sociedad y del Estado en una antropologa. Sin embargo, como muestra Macpherson

(1970) en el caso de Hobbes y l.ocke, no logra evitar la circularidad, pues conforma

su visin del ser humano extrapolndola de las relaciones sociales existentes. Es

decir, un concepto de ser humano, extrado de un modelo histrico de sociedad, es

hipostasiado y presentado como el paradigma universal de lo humano.

Asentado eso, el modelo antropolgico neoliberal se reduce a los siguientes

principios:

l. El individualismo posesivo (Macpherson) que eleva la propiedad privada

a propiedad esencial de la naturaleza humana. El ser humano es libre y esta

libertad reside en el hecho de que cada individuo es propietario de s mismo y

de sus bienes. La propiedad y, por ende, la libertad son evidencia de la naturaleza

y no hace falta demostrarla ni justificarla; es una verdad universal. Desde esta

perspectiva, el ser humano se define, en ltima instancia , por su cualid a d

poseedora que lo determina como un sujeto de preferencias y gustos llamado a

realizar su esencia como competidor en el mercado. Es una concepcin del ser

humano radicalmente economicista que proviene del l i beralismo clsico de

Hobbes, l.ocke y Smith, y que es asumida por los autores neoliberales. Entre las

crticas ms importantes se destacan las que provienen del liberalismo democrtico

de John Stuart Mili, Harold Laski y Crawford Macpherson. Hinkelammert seala

que se trata de una concepcin que hace abstraccin del ser humano como un

ser de necesidades y lo convierte en un puro sujeto de preferencias, as reduce la

racionalidad econmica a un mero problema de equilibrio de factores y de precios

relativos, sosla y ando el problema de la satisfaccin de las necesidades bsicas y

el del equilibrio ecolgico, esto es, el de las relaciones entre el ser humano y la

naturaleza (1977 y 1984). Se trata de la exaltacin de un "horno economicus",

sin trabas, que establece sus relaciones sociales literalmente de individuo a

i ndividuo, con el m ni mo de reglas, slo las necesarias para poder mantener su

capacidad de hacer lo que quiera sin daar a nadie (Lpez Camps, 1993).

605
2. EL ser humano es bsicamente un ser de normas y de tradiciones. Es una

tesis que Popper sostiene como uno de los principales principios liberales. Las

instituciones solas nunca son suficientes si no estn atemperadas por las

tradiciones, Las instituciones son siempre ambivalentes, en el sentido de que, en

ausencia de una tradicin fuerte, tambin pueden servir al propsito opuesto

para el que estaban destinadas a servir. En este principio se basa la "ingeniera

fragmentaria" de Popper, que no pretende revolucionar la sociedad sino

nicamente reformarla sobre la base de un respeto a la ms importante de las

tradiciones que es el "marco moral". Esta sobrevaloracin del papel de las normas

y tradiciones en la vida social proviene de un supuesto conservador: que ellas

son racionales por el slo hecho de existir, por cuanto representan la sabidura

de las generaciones anteriores. Este supuesto pretende sustraer las tradiciones

del anlisis racional y soslaya que con frecuencia las normas y el "marco moral"

de una sociedad son expresin de la cultura dominante e interiorizacin de

relaciones de poder y que, por tanto, ms que constituir el marco adecuado para

el despliegue de la libertad humana, son un obstculo para la misma.

3. Los seres humanos son naturalmente desiguales y slo puede haber

igualdad ante el mercado y ante la ley. El concepto de "igualdad de

oportunidades" significa en el neoliberalismo, no un derecho igual a una vida

plenamente humana para todos, sino "el mismo derecho, igual para todos, de

participar en la carrera competitiva para alcanzar el mximo beneficio posible"

(Macpherson, 1968, p. 64). Con este supuesto se justifica la desigualdad de la

propiedad porque la raz de la misma no est en el tipo de divisin social del

trabajo o en las relaciones sociales de produccin, sino en la desigualdad de

fuerza y destreza, en el diferente mrito personal de cada uno en la lucha

competitiva para conseguir bienes. O en otras palabras, el binomio opulencia

pobreza no es un problema estructural de las relaciones sociales capitalistas, sino

un problema de ingenio personal y de mayor o menor aplicacin en la competencia

del mercado. Las desigualdades sociales son consecuencia nicamente de las

desigualdades naturales. Desde esta perspectiva, el neoliberalismo es un

darwinismo social que interpreta el aumento del nmero de pobres como un

costo necesario de la evolucin social, para que los mejor dotados prosperen y

los menos dotados desaparezcan.

4. La libertad es individual, negativa y slo econmica. Se excluye la

dimensin positiva de la libertad, como capacidad efectiva de hacer y auto

rrealizarse. Los filsofos polticos distinguen con frecuencia un concepto liberal

clsico de libertad del concepto democrtico de libertad. En la visin puramente

liberal, libertad significa slo ausencia de coercin. En el concepto democrtico,

libertad significa fundamentalmente capacidad de autodeterminacin (Merquior,

1993, p. 23). En el primer concepto quedan comprendidas las llamadas libertades

negativas que siempre son libertades contra la posible interferencia de alguien.

Aqu se inscriben las libertades civiles, la libertad de expresin y la libertad de

606
mercado. La libertad positiva es, por el contrario, el deseo de autodeterminarse

en forma autnoma. No es libertad meramente contra, sino libertad para, es

decir, para el autodominio y el control de la propia vida. La teora y defensa de

libertad que realiza el neoliberalismo se reduce slo a la dimensin negativa de

la libertad como ausencia de coercin, haciendo abstraccin de sus dimensiones

filosficas, psicolgicas, sociales, polticas y culturales, para exaltar su dimensin

de libertad econmica en y para el mercado. El nico marco de realizacin es el

mercado. Esto responde a su visin del ser humano como propietario, y de la

sociedad como mundo de propietarios que se encuentran y reconocen a travs

del intercambio de mercancas y donde realizan su libertad (Samour, 1987; Mairet,

1980).

5. El neoliberalismo en cuanto exige la sumisin de los individuos al mercado

y sus leyes, cae en un individualismo autocontradictorio (Hinkelammert, 1984,

p. 77). Es un individualismo que niega al individuo su razn subjetiva e individual,

y la sustituye por la razn emanada del mecanismo colectivo de produccin de

decisiones determinados por el mecanismo del mercado, al cual todos deben

someterse. Esto repercute en la visin liberal de la libertad humana: "el hombre

es libre en tanto y en cuanto los precios son libres" (Hinkelammert). La liberacin

del ser humano es consecuencia y tambin subproducto de la liberacin de los

precios. Haciendo libres los precios, el ser humano se libera. Esta visin de la

libertad contrasta con la visin que tiene toda la tradicin del pensamiento crtico.

Della volpe (1969) distingue entre libertad socialista y libertad burguesa. La

libertad burguesa es la libertad civil, esto es, la libertad de los miembros de la

sociedad civil en su sentido histrico y tcnico: la libertad de los productores

capitalistas, garantizada polticamente por la separacin de poderes y,

especficamente, por el poder legislativo-representativo. La libertad socialista, en

cambio, es una libertad igualitaria y expresa el derecho de cualquier ser humano

al reconocimiento social de sus cualidades y capacidades personales. Es la

instancia democrtica, realmente universal, del mrito, es decir, de la potenciacin

social del individuo y, por lo tanto, de su personalidad. Es una libertad en funcin

de la justicia. En una lnea similar, Ellacura.(1990) defini la libertad humana

como autodeterminacin de lo que el ser humano quiere ser y de lo que quieres

hacer en funcin de lo que quiere ser, cualesquiera que sean los estmulos o

tendencias que acompaen este querer. "La libertad es, por tanto, "libertad de"

la naturaleza, pero "en" y "desde" la naturaleza como subtensin dinmica y,

sobre todo, libertad "para ser lo que quiere ser"(ibdem, p. 350). La libertad no

es slo "de", no es slo negativa, sino tambin es libertad "para" realizarse

humanamente, a partir de los condicionamientos que nos impone nuestra

circunstancia. Desde esta perspectiva, Ellacura critica el concepto liberal de

libertad como unilateral y fundado en la propiedad privada y la riqueza y propone

un concepto integral de libertad referido a los pobres y la pobreza y que se

concretiza --'O debe concretizarse- como un proceso de liberacin. "La

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liberalizacin - dice Ellacura- parece que tiene como objetivo la libertad,

pero pretende hacerla por camino falso, donde la libertad de unos pocos se

identifica con la negacin real de la misma para los dems", y donde se supone

" que slo el tener-ms con referencia a tener-ms-que-otros, es lo que posibilita

el ser-ms, el ser realmente libre" (Ellacura, 1985, pp. 101-102). El objetivo

primario de la liberacin es, en cambio, la justicia, "entendiendo por justicia que

cada uno sea, tenga y se le d, no lo que se supone que ya es suyo porque lo

posee, sino lo que le es debido por su condicin de persona humana y de socio

de una determinada comunidad y, en definitiva, miembro de la misma especie"

(ibdem).

3. Visin neoliberal de la sociedad y la poltica

Podemos caracterizar esta visin a partir de los siguientes principios:

l. La historia 110 tiene un sentido o un fin determinado, pero consiste en el

desarrollo y la lucha entre la sociedad abierta y cerrada (Popper, 1973): "La

historia no tiene orden, lgica, sentido y mucho menos una direccin racional

que los socilogos, economistas o idelogos podran detectar por anticipado . . .

Qu es, entonces, la historia? Una improvisacin mltiple y constante, un

animado caos al que los historiadores dan apariencia de orden, una casi infinita

multiplicacin contradictoria de sucesos que -para poder entenderlos- las

ciencias sociales reducen a arbitrarios esquemas y a sntesis y derroteros que

resultan en todos los casos una nfima versin e incluso caricatura de la historia

real" (Vargas Llosa, 1992, p. 6).


\

Si bien se puede estar de acuerdo con Popper en la importancia de los sentidos

subjetivos y de las acciones personales en la historia, as como en la falta de

existencia de un fin predeterminado en ella, sin embargo, los acontecimientos

histricos muestran tendencias y sentidos objetivos que no pueden reducirse a

las puras significaciones e intenciones de los sujetos. A dem s, la historia tiene

un carcter procesual y estructural por el que los acontecimientos histricos

nunca son unidades aislables, s i n ci momentos de un proceso en virtud del cual

unos acontecimientos v ienen inc l uidos o estn v inc ul ados a otros (Ellacura,

1990). Por ello la e x pl i cacin histrica no puede reducirse a puros comporta

mientos individuales y subjetivos.

Adems, la distincin entre sociedades cerradas y abiertas es esquemtica e

ideologizada, criticable en su valor cientfico y ms bien es una caracterizacin

dirigida a descalificar el socialismo y a cualquier movimiento que pretenda la

su p eracin de la sociedad capitalista, a la que los neoliberales consideran

-mistificadamente- urya sociedad abierta por ant o nomasia.

2. La sociedad capitalista contempornea es la mejor de cuantas han existido

y es insuperable. Se apela a los hechos histricos y, en concreto, al derrumbe del

.608
"socialismo real" para proclamar las bondades y supremaca del capitalismo

sobre cualquier tipo de sociedad. En este sentido, el neoliberalismo proclama el

agotamiento de las utopas y el advenimiento del "final de la historia". El

neoliberalismo sostiene que el descalabro del socialismo representa, no nicamente

el fracaso de una opcin econmica, sino el fin de un mito y de sus valores

asociados, especialmente de aquellos que vinculan la lucha social con el progreso

histrico y sustentan la superioridad del socialismo sobre el capitalismo. A partir

de aqu, el neoliberalismo sostiene dos cosas:

(a) La imposibilidad de disear proyectos emancipadores alternativos al

capitalismo. Se afirma que el movimiento de la historia, en sentido hegeliano,

se ha acabado por la desaparicin de la negacin, y hemos llegado, por tanto,

al final de la historia y al futuro definitivo por la hegemona incuestionable

de la ideologa neoliberal y del sistema capitalista, sin otra alternativa que

sea capaz de convertirse en su anttesis (Fukuyama, 1989).

(b) La inutilidad de las formas ideolgicas y de las utopas. No existen referentes

nicos ni puede haberlos. Lo nico que cuenta es la accin inmediata. Esto

apunta al "fin del socialismo" y su propuesta de una sociedad sin explotacin.

Los individuos y grupos sociales pueden orientar su accin a travs de una

pluralidad de sentidos, aunque siempre dentro de los parmetros del liberalismo

(Femndez, 1993; Lpez Camps, 1993). Los autores neoliberales no han

podido elaborar una argumentacin vlida y enuncian una serie de tesis que

son insuficientes e infundadas.

Para sostener el carcter insuperable del capitalismo, apelan a que es el sistema

ms acorde con la naturaleza humana y que, por tanto, cambiarlo supone cambiar

al ser humano, lo cual es imposible. Popper deriva el carcter insuperable del

capitalismo postulando una especie de ley de tendencia que dice que el intento

de los revolucionarios de crear una nueva sociedad conducira al retomo de la

animalidad, y de all recomenzara el proceso de la evolucin humana que

desembocara en un nuevo perodo capitalista, de all a otra revolucin que

llevara a otro retomo a la animalidad y as sucesivamente (Vergara, 1984).

Todo intento de "realizar el cielo en la tierra, nos seduce a transformar la tierra

en un infierno; un infierno, como solamente lo pueden realizar unos hombres

contra otros" (Popper, citado por Hinkelammert, 1984, p. 168). Su postura

antiutpica lleva a una hipstasis del capitalismo actual como el lmite de la

posibilidad de toda historia. En general, el anti-utopismo militante de los tericos

neoliberales repudia el socialismo como utopa y creen que su anti-utopismo es

de por s garanta de factibilidad, pero no visualizan el carcter utpico del

proyecto liberal.

Apoyndose en estudios de Polanyi, Lechner (1981) seala que el surgimiento

del capitalismo no obedeci a ninguna necesidad histrica o a una tendencia

inscrita en la naturaleza humana. Fue producto de la confluencia de una serie de

609
factores econmicos, sociales, polticos, jurdicos y culturales. Por tanto, no se

puede sostener su carcter insuperable apoyndose en su supuesta correspondencia

con la naturaleza humana o el orden natural. En la actualidad, el capitalismo

enfrenta una crisis ecolgica, de desempleo, de pauperizacin cuya solucin

desborda los lmites de la sociedad capitalista. Se trata de la actualidad de la

crtica de Marx al capitalismo, mediante la cual ste denuncia al mercado

capitalista como un automatismo mortal que subvierte las propias fuentes de la

productividad sobre la cual fundamenta su eficacia: el hombre y la naturaleza. El

capitalismo conlleva intrnsecamente en su dinmica un aumento acumulativo de

la destructividad que tendencialmente lleva a la catstrofe del sistema entero:

"no solamente analiza la destructividad del mercado en relacin a su

productividad, sino que llega al resultado de que esta destructividad aumenta

ms rpidamente que la propia productividad. El sistema se transforma en un

peligro p ara la misma sobrevivencia de la humanidad " (H in k elammert, 199la,

p. 13).

Ellacura habla de la " ma li cia intrnseca" del capitalismo por su tendencia

explotadora y depredatoria que lleva a un "arrastre casi irresistible hacia una

profunda deshumanizacin, inse rt a intrnsecamente en los dinamismos reales del

siste m a capitalista: modos abusivos y/o superficiales y alienantes de buscar la

propia seguridad y felicidad por la va de la acumulacin privada, del consumismo

y del entretenimiento; sometimiento a las leyes del mercado consumista, promo

vido propagandsticamente en todo tipo de actividades, incluso en el terreno

cultural; insolidaridad manifiesta del individuo, de la familia, del Estado en

contra de otros individuos, f a mi lias o Estados . . . la ferocidad depredatoria se

convierte en el dinamismo fundamental y la solidaridad generosa se queda

reducida a sanar incidental y superficialmente las heridas de los pobres, que

caus la depredacin" (1992, p. 405) . De ello Ellacura concluye que el ideal

prctico de la civilizacin del capital no es universalizable materialmente ni

deseable desde el punto de vis t a tico: "el estilo de vida propuesto en y por

mecnica de su desarrollo no humaniza, plenifica ni hace feliz, como lo demuestra,

entre otros ndices, el creciente consumo de drogas, constituido en uno de los

principales problemas del mu ndo desarrollado. Ese estilo de vida est movido

por el miedo y la inseguridad, por la vaciedad interior, por la necesidad de

dominar para no ser dominado, por la urgencia de exhibir lo que se tiene, ya que

no se puede comunicar lo que se es" (ibdem, p. 407).

3. El mercado es el nico ordenamiento econmico racional. Los tericos

neoliberales sostienen que el mercado es un sistema autorregulado porque existe

una tendencia al equ ili brio en el libre j ue g o de sus factores. Sin embargo, sta

no es una afirmacin emprica, s i no dogmtica que afirma que la tendencia al

equilibrio se producir ms en tanto y en cuanto ms se asegure la libertad de

contrato en todos los mercados y en todas las actividades (H in k elammert, 1984,

p p . 60-62). La competencia perfecta no es un concepto emprico sino un concepto

610
lmite trascendental y en ningn caso hay una tendencia automtica de aproxi

macin al concepto lmite (ibdem). El mismo Hayek reconoce que la "com

petencia perfecta significa realmente la falta total de actividades competitivas".

La competencia realmente existente no puede producir una tendencia al equilibrio,

justamente porque el equilibrio perfecto es lo opuesto a la competencia; la

competencia implica el desequilibrio (ibdem). En ningn caso hay automatismos

que produzcan tendencias empricas a conceptos lmites. Sostener su existencia

presupone confundir conceptos empricos y conceptos trascendentales.

Histricamente, nunca ha existido un mercado competitivo en las diferentes fases

de desarrollo del capitalismo (Lechner, 1981). La idea de un mercado auto

rregulador es una utopa, pero los neoliberales no sienten el carcter utpico de

esa utopa. Conciben el mercado como la presencia de una perfeccin que hace

falta imponer, y por ello propugnan una extensin agresiva del mercado y la

destruccin o debilitamiento de todos los grupos que puedan poner resistencia a

la poltica del mercado total (Hinkelammert, 1987, p. 192).

4. El neoliberalismo no significa una desestatizacin de la vida social, como

lo afirman sus idelogos, sino una reestructuracin de los fines del Estado por

la cual se minimizan las funciones sociales y se fortalecen las coercitivas, con el

objeto de fortalecerse frente a la sociedad civil y sus demandas. Su proyecto es

de un Estado vanguardista que debe extender y profundizar la lgica del mercado

e imponer su antiintervencionismo (Vergara, 1983, p. 24). Su crtica a la

organizacin burocrtica del Estado no busca una mayor participacin de las

masas ni una real democratizacin, sino el "derrocamiento de la poltica" (Hayek)

como forma de autodeterminacin colectiva de los medios de vida y la eliminacin

de todos los grupos sociales que puedan oponerse al ordenamiento capitalista

(ibdem, p. 233; Crozier, 1989, pp. 71-80). En este sentido, su rechazo a la

justicia social o distributiva y la afirmacin total del mercado se dirige a la vez

contra la racionalidad material de las masas y su participacin poltica, que les

permita transformar sus condiciones de vida. El capitalismo es reacio a toda

forma de racionalidad material porque le presenta problemas de legitimacin

(Lechner, 1986, p. 234).

La concepcin neoliberal del Estado como instrumento en funcin del

beneficio imputado a la libertad econmica se fundamenta en un individualismo

radical que atomiza a la sociedad al grado de perder toda referencia a la totalidad.

La sociedad es reducida a un conjunto de unidades claramente delimitadas y

establecidas, cuyas relaciones pueden ser clasificadas segn reglas unvocas

(Lechner, 1981, p. 27). La consecuencia de esto es una concepcin negativa del

poder que siempre se considera como coercin ilegtima que amenaza la libertad

individual o la restringe. Su individualismo metodolgico les bloquea pensarlo

como relacin social y analizar las relaciones de dominacin que son de ndole

preponderan temen te estructural. Polanyi muestra que h i s t r i c a rn e n t el

intervencionismo estatal sobre el mercado se configur como una,' reaccin

611
espontnea, una defensa colectiva por medio del Estado, contra la disgregacin

social y por el fracaso de la libertad prometida por el mercado. Fue la total

mercantilizacin de la vida humana lo que engendr la necesidad de restringir el

mercado (ibdem).'Por ello, en el debate sobre Estado y mercado, hay que repensar

la Razn del Estado, no en el sentido clsico de una "lgica" propia del poder,

sino como categora histrica que simboliza la totalidad social. Si lo caracterstico

de la sociedad capitalista es la organizacin de todas las relaciones sociales en

tomo a la economa de mercado -y el fracaso de sta como eje articulador- se

hace necesario otro principio organizador basado en la Razn de Estado

(intervencionismo estatal) que asegure la reproduccin de la vida social (ibdem,

p. 31).

5. La democracia es slo un mtodo poltico y debe adecuarse al orden de

las tradiciones y normas sociales (Jaraquemada, 1991, pp. 41-52). Se elimina

toda referencia tica y se propone un concepto de democracia que refleja lo que

son los individuos dentro de la sociedad de mercado y de cmo se comporta

efectivamente el sistema poltico en las sociedades capitalistas desarrolladas

(Bachrach, 1973). La democracia es un mecanismo para elegir y autorizar

gobiernos a travs de la competencia entre dos o ms grupos de lites, organizados

en partidos polticos. Se rechaza el concepto de democracia de la teora liberal

clsica y su contenido tico y se sustituye por un modelo basado en la competencia

mutua entre lites polticas y donde el papel de los ciudadanos se reduce a la

mera eleccin peridica de sus gobernantes (ibdem). Es un concepto abstracto

de democracia, opuesto al del liberalismo democrtico y de toda forma de

socialismo, del que se excluye la dimensin social, econmica y toda propuesta

de democratizacin real de la sociedad y del Estado. La democracia no asume

categoras valorativas, "la democracia no suministra ms que una armazn dentro

de la cual los ciudadanos pueden actuar de una manera ms o menos organizada

y coherente" (Popper, 19 67 , p. 420). En esta lnea, Hayek afirma que "la

democracia no entraa un valor l t i mo o absoluto y ha de ser j uzgada por sus

logros. Probablemente la democracia es el mtodo para conseguir ciertos fines,

pero no constituye un fin en s m is m a" (1 9 7 5, p. 146). Esto implica que la

democracia puede ser sustituible por el autoritarismo cuando su funcionamiento

vaya contra la lgica del mercado. Desde a q u se entiende la paradoja de la

libertad o de la tolerancia que plantea Popper: no podemos ser ilimitadamente

tolerantes con los intolerantes : "La tolerancia ilimitada debe conducir a la

desaparicin de la tolerancia. Si extendemos la tolerancia ilimitada aun a aquellos

!I que son intolerantes, si no nos h alla m os preparados para defender una sociedad
;

tolerante contra las tropelas de los intolerantes, el resultado ser la destruccin


!t
;

de los tolerantes, y, j unto con ellos, de la tolerancia" (citado por Jaraquemada,


1!
'.l
1991 , p. 48). La democracia, por tanto, desde la visin neolib eral, no puede

:I

de fi nirse , como el gobierno de la mayora, por cuanto si bien la s elecciones


n

tienen importancia para determinar qu lites van a gobernar, hay que cuidar que

612

i
1
la mayora resultante de la aplicacin del mtodo no gobierne tirnicamente

(Popper, 1988). Popper critica la teora clsica de la democracia por haber

colocado el centro de la cuestin poltica en la pregunta "Quin debe gobernar

el Estado?", y de la cual deriva, segn l, la tesis de la soberana popular

incontrolada. La pregunta central debe ser: Cmo evitar las situaciones en que

un mal gobernante puede causar graves daos?". La visin neoliberal de la

democracia, prioriza, por tanto, el control institucional y la gobernabilidad sobre

la soberana y participacin de las masas.

6. Los neoliberales sustituyen la soberana popular por la concepcin de la

soberana de la ley, identificando la democracia y el liberalismo poltico con

este principio. El Estado de Derecho "significa que el Estado est sometido en

todas sus acciones a normas fijas y conocidas de antemano; normas que permiten

a cada uno prever con suficiente certidumbre cmo usar la autoridad en cada

circunstancia sus poderes coercitivos, y disponer los propios asuntos individuales

sobre la base de ese conocimiento" (Hayek, 1985, p. 102). El derecho en la

concepcin neoliberal no debe ir en contra de la moral tradicional de la sociedad

y debe operar como una salvaguardia del mbito privado frente al interven

cionismo del Estado y a la expansin de los lmites del ejercicio del poder

(Hayek, 1975, p. 286). El derecho debe estar ajustado al orden espontneo del

mercado y sus normas deben corresponder a lo que Popper llama "leyes socio

lgicas o leyes naturales de la vida social", que son inmutables (Jaraquemada,

o.e., p. 52).

En definitiva, el funcionamiento de la sociedad debe supeditarse a un marco

jurdico, general y permanente, basado en las tradiciones y orientado a la

competencia econmica. El valor de la tradicin que exaltan los neoliberales

implica una fuerte limitacin al principio de la soberana popular. Una mayora

circunstancial no puede derogar lo que se considera conforma el perfil ms

bsico de una sociedad y que se fundamenta en sus tradiciones, sobre todo la del

mercado:

Normalmente un grupo de hombres no se convierte en sociedad porque se d

leyes a s mismo, sino por obedecer idnticas normas de conducta. Esto

ltimo significa que el poder de la mayora viene limitado por estos principios

comnmente mantenidos y que no existe poder legtimo fuera de los mismos

(Hayek, 1 9 75, p. 147).

Para realizar este Estado de Derecho, Hayek propone una "utopa liberal" en

la cual todas las facultades legislativas estaran concentradas en una cmara

de representantes elegido e x clusivame n te entre las personas exitosas en el

mercado (Vergara, 1 9 9 1, p. 1 1 1 ) . Popper propone u n a democracia restringida

basada en un sistema b ipartidista que elimi n e la representacin proporcional

(1988 , pp. 1 4- 15). Nozick apuesta a una idea "minianarquista" de Estado,

donde ste sea slo protector y que no tenga derecho a imponer contribuciones.

613
Se trata de un Estado mnimo que sea compatible con la libertad y que no

"coarte los derechos individuales naturales (Merquior, 1993, p. 186).

4. Conclusin

Hemos analizado crticamente algunos principios del paradigma neoliberal,

sin asumir a priori un modelo que se considere adecuado. No hemos hecho

referencia a modelos o coordenadas intelectuales absolutas. Analizamos el

neoliberalismo de acuerdo con su propio paradigma y a partir de las

inconsistencias e incompatibilidades entre la teora neoliberal y ciertos supuestos

pertenecientes a la tradicin del pensamiento crtico. Entre estos supuestos estn

los siguientes:

l. El principio de la vida: todos los seres humanos tienen derecho a ella y no se

puede sacrificar la vida de otros para afirmar la lgica del mercado.

2. La opcin preferencial de los pobres: la lucha por la cultura de la vida tiene

como referente privilegiado la vida de los pobres, de las mayoras populares.

3. El desarrollo de la personalidad: todos los seres humanos deberan tener las

condiciones sociales, econmicas y culturales para desarrollar sus capacidades

y potencialidades. Si una racionalidad econmica o poltica lo impide no es

humana ni tica.

4. La democracia como autodeterminacin colectiva de los medios de vida de

la sociedad, lo cual implica una sociedad civil fuerte, abierta, libre y plural

sobre la base de relaciones de solidaridad que trasciendan la pura agregacin

de intereses privados.

5. El ser humano no se reduce a su dimensin econmica en el mercado.

6. Es dificil imaginar una sociedad carente de relaciones de solidaridad.

7. La complejidad, heterogeneidad y diferenciacin socioeconmica y cultural

de las sociedades latinoamericanas, hace muy difcil concebirlas como un

sistema de tradiciones que tienen en el mercado su ncleo central.

8. Los sistemas capitalistas en Amrica Latina han sido incapaces de satisfacer

las necesidades bsicas de la mayor parte de la poblacin; han creado

desigualdades cada vez mayores, han llevado a una enorme deuda externa,

han producido con frecuencia crisis econmicas profundas y han promovido

una cultura inmoral del consumismo y de la ganancia fcil.

Con esta exposicin hemos tratado de contribuir a la recuperacin del

pensamiento crtico a partir de una crtica a la ideologa neoliberal, que hoy se

presenta con caracteres hegemnicos. No se trata de reivindicar un pensamiento

utpico, ideologizado y subjetivo, sino tratar de romper con el estrechamiento

radical de los lmites de lo que aparece como posible. La poltica neoliberal en

614
Amrica Latina ha tenido xito en encarcelar el imaginario colectivo, cerrando

los lmites de lo que es siquiera imaginable como posible {Lander, 1991, p.

163). Ello hace necesario recuperar el pensamiento crtico, de reivindicar que las

cosas pueden ser de otra manera. La idea del fin de la historia, el universalismo

tecnocrtico neoliberal implican la imposicin de un slo modelo de vida posible;

negando, a nombre del pragmatismo y del fin de las utopas, toda posibilidad

alternativa. Sin un referente utpico alternativo, no hay desde dnde imaginar

que lo dado no es lo nico posible. La utopa como horizonte utpico, como lo

imposible que orienta lo posible y lo posible que manifiesta el potencial reprimido

de la existente dimensin sin la cual no hay un pensamiento crtico.

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