4 El Gran Sol de Mercurio - Isaac Asimov
4 El Gran Sol de Mercurio - Isaac Asimov
4 El Gran Sol de Mercurio - Isaac Asimov
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LOCO O CUERDO?
Urteil! grit inmediatamente Bigman con una ferocidad que puso rgidos
todos los msculos de su pequeo cuerpo. Esa alimaa
Por qu Urteil? pregunt Lucky con calma.
Nos advirti que miremos nuestros trajes, Lucky. No te acuerdas?
Claro que s. Y es exactamente lo que he hecho.
Naturalmente. l prepar la jugada. Encontramos un traje roto y creemos
que es un gran tipo. As, la prxima vez nos desharemos en amabilidades para
agradecrselo. No caigas en la trampa, Lucky. Es un
Espera, Bigman, espera! No vay as tan deprisa. Considralo de esta forma.
Urteil dijo que Mindes tambin haba intentado matarle. Supongamos que le
creemos. Supongamos que Mindes intentara sabotear el traje y que Urteil se
diera cuenta a tiempo. Urteil nos advertira que tuviramos cuidado con el mismo
truco. Quiz el culpable sea Mindes.
Arenas de Marte, Lucky, no puede ser. Ese tipo, Mindes, est atiborrado de
pldoras somnferas, y antes de estarlo no le perdimos de vista ni un minuto desde
que pusimos los pies en esta repugnante roca.
De acuerdo. Cmo sabemos que est dormido y bajo medicacin?
pregunt Lucky.
Gardoma dice empez Bigman, y se call.
Exactamente. Gardoma dice! Sin embargo, no hemos visto a Mindes. Slo
sabemos lo que nos dijo el doctor Gardoma, y el doctor Gardoma es muy amigo
de Mindes.
Estn los dos metidos en esto dijo Bigman, con instantnea conviccin.
Cometas saltadores
Espera, espera, no saltes t tambin. Gran Galaxia, Bigman, estoy tratando
de poner en orden mis pensamientos, y t no dejas de interrumpirme. Su tono
era todo lo desaprobador que poda ser con respecto a su pequeo amigo.
Prosigui: Te has quejado una docena de veces de que no te explico todo lo que
me pasa por la imaginacin hasta que las cosas estn solucionadas. Es por eso,
bobalicn. En cuanto expongo una teora, t vas a la carga, con todas tus armas
amartilladas y dispuestas.
Lo siento, Lucky dijo Bigman. Contina.
Muy bien. Resulta fcil sospechar de Urteil. No gusta a nadie. Ni siquiera al
doctor Peverale. Ya viste cmo reaccion al mencionar su nombre. Slo le
hemos encontrado una vez y t y a le tienes antipata
Digamos que s murmur Bigman.
mientras que a m tampoco me resulta precisamente simptico.
Cualquiera pudo romper este traje y esperar que las sospechas recay eran en
Urteil si es que la cosa llegaba a descubrirse, y se hubiera descubierto despus de
matar a alguien, si no antes.
Te sigo, Lucky.
Por otra parte continu Lucky en tono conciliador, Mindes y a ha
tratado de librarse de m con una pistola. Si la tentativa fue seria, no parece un
tipo capaz de hacer algo tan indirecto como rasgar un traje. En cuanto al doctor
Gardoma, no creo que llegue a matar a un consejero slo por amistad hacia
Mindes.
As pues, qu decides? exclam Bigman con impaciencia.
Por ahora nada dijo Lucky , a excepcin de que hemos de dormir un
poco.
Abri la cama y fue al lavabo.
Bigman le sigui con la mirada y se encogi de hombros.
PREPARATIVOS
OSCURIDAD Y LUZ
Pero, mientras tena el cuerpo en tensin y los msculos de las piernas casi
vibrantes en el primer instante de la contraccin, un grito ahogado de mxima
sorpresa son repentinamente en los odos de Bigman.
Los dos se encontraban all, en un mundo gris y oscuro en el cual sus
respectivas luces hacan resaltar el oponente. Fuera del campo de accin de las
luces, nada, as que el sbito movimiento que tuvo lugar ms all de la lnea de
visin pas desapercibido al principio.
Su primera reaccin, su primer pensamiento fue: Lucky ! Haba vuelto
Lucky ? Haba logrado aduearse de algn modo de la situacin, cambiar los
papeles?
Pero hubo un nuevo movimiento, y el pensamiento de Lucky se desvaneci.
Era como si un fragmento de la rocosa pared del pozo se hubiera desprendido
por s solo y estuviera descendiendo en la lenta cada que era caracterstica de la
baja gravedad de Mercurio.
Una cuerda de roca que pareca flexible, que toc el hombro de Urteil y se
adhiri a l. Otra parecida y a le rodeaba la cintura. Otra se movi lentamente, a
su alrededor, como si formara parte de un mundo irreal hecho de movimientos
retardados. Pero cuando el borde rode el brazo de Urteil y toc el metal que
cubra su pecho, el brazo y el pecho se juntaron. Fue como si la lenta y
aparentemente frgil cuerda posey era la irresistible fuerza de una boa
constrictora.
Si la primera reaccin de Urteil fue de sorpresa, ahora no haba en su voz otra
cosa que el terror ms absoluto.
Fras dijo con voz ronca. Estn fras.
La trastornada mente de Bigman no consegua hacerse cargo de la nueva
situacin. Un trozo de aquella roca haba rodeado el antebrazo y la mueca de
Urteil. La culata de la pistola se mantuvo en su lugar.
Una ltima cuerda descenda lentamente. Su aspecto era tan rocoso que
resultaban invisibles hasta que una de ellas se apartaba de la pared.
Las cuerdas estaban conectadas unas con otras como un solo organismo, pero
no haba ncleo, no haba cuerpo . Era como un pulpo de piedra que
nicamente constara de tentculos.
Bigman tuvo una idea inesperada.
Pens que la roca haba desarrollado una forma de vida a lo largo de las
prolongadas edades de la evolucin mercuriana. Una forma de vida
completamente distinta a las conocidas por la Tierra. Una vida que se alimentaba
de los restos de calor.
Por qu no? Los tentculos deban arrastrarse de un lado a otro, buscando
hasta la menor partcula de calor que pudiera existir.
Bigman se los imagin trasladndose al Polo Norte de Mercurio cuando la
humanidad fue a establecerse all. Primero las minas y despus el Observatorio
les proporcionaron interminables chispas de calor.
Era posible que los hombres tambin fueran su presa. Por qu no? Los seres
humanos eran una fuente de calor. Algn minero aislado debi haber sido
ocasionalmente atrapado. Paralizado por el terror y un fro repentino, no habra
podido gritar reclamando ay uda. Minutos ms tarde, su unidad energtica estaba
demasiado baja para hacer una llamada radiofnica. Algo ms tarde, estara
muerto, convertido en una estatua de hielo.
La absurda historia de las muertes ocurridas en las minas que Cook les
relatara tena sentido.
Todo esto pas por la mente de Bigman en un segundo mientras permaneca
inmvil, luchando todava con una sensacin de atolondrada sorpresa ante el
sbito giro de los acontecimientos.
La voz de Urteil gimi:
No puedo Ay deme ay deme Tengo fro fro
Bigman exclam:
Resista. Ya voy.
Haba olvidado que aquel hombre era un enemigo, que momentos antes haba
estado a punto de matar a Bigman a sangre fra. El pequeo marciano slo vio
una cosa: era un hombre, desvalido en las garras de algo inhumano.
Desde que los hombres dejaron por primera vez la Tierra y se aventuraron
en los peligros y misterios del espacio exterior, haba prevalecido una estricta ley
no escrita. Deba olvidarse toda enemistad cuando el hombre se enfrentaba con
el enemigo comn, las fuerzas inhumanas de los otros mundos.
Era posible que no todo el mundo se adhiriera a esa ley, pero Bigman lo hizo.
Estuvo junto a Urteil de un salto, tirando de su brazo.
Urteil murmur:
Ay deme
Bigman asi la pistola que Urteil segua sosteniendo, tratando de evitar el
tentculo que rodeaba la mano cerrada de Urteil. Bigman vio que el tentculo no
se curvaba suavemente como hubiera hecho una serpiente. Estaba doblado en
secciones, como si constara de numerosos segmentos rgidos unidos entre s.
La otra mano de Bigman, que buscaba un apoy o en el traje de Urteil, hizo
momentneamente contacto con uno de los tentculos y se apart a toda
velocidad. El fro era un dardo helado, que le atraves y quem la mano.
Cualquiera que fuese el mtodo de aquellas criaturas para extraer el calor, no se
pareca a nada de lo que l saba.
Bigman tir desesperadamente de la pistola, forcejeando sin descanso. Al
principio no repar en la extraa presin de su espalda, despus una sensacin
helada le envolvi y no se desvaneci. Cuando trat de escaparse no pudo. Un
tentculo haba descendido sobre l y le haba abrazado.
Los dos hombres podran haber crecido juntos, tan firmemente unidos
estaban.
El dolor fsico causado por el fro aument, y Bigman tir de la pistola como
un loco. Estaba cediendo?
La voz de Urteil le sobresalt al murmurar:
Es intil
Urteil se tambale y entonces, lentamente, bajo la dbil atraccin de la
gravedad de Mercurio, se cay hacia un lado, arrastrando consigo a Bigman.
El cuerpo de Bigman estaba entumecido; empezaba a perder la sensacin.
Apenas se daba cuenta de si an sostena la pistola o no. En caso afirmativo,
estaba cediendo a sus bruscos tirones o no era ms que una ltima y vana
esperanza?
La luz de su traje se amortiguaba a medida que su unidad motriz traspasaba
su energa a las voraces cuerdas consumidoras de energa.
La muerte por congelacin no poda estar muy lejos.
EL LADO SOLAR
SABOTEADOR!
La figura era alta, incluso ms alta que Lucky. Deba medir ms de dos metros, y
era ancha en proporcin. Todo lo que se vea era reluciente metal, brillante donde
reflejaba los ray os del Sol, y negro donde no ocurra as. Pero debajo del metal
no haba carne ni sangre, slo ms metal, maquinaria, tubos y una micropila que
dotaba a la figura de energa nuclear y produca los ray os gamma que Lucky
haba detectado con su ergmetro de bolso.
Las extremidades de la criatura eran monstruosas y sus piernas se
mantuvieron considerablemente separadas en el estado de inmovilidad en que se
encontraba frente a Lucky. A modo de ojos tena dos clulas fotoelctricas que
despedan brillantes ray os rojos. Su boca no era ms que un corte sobre el metal
en la parte baja de su cara.
Era un hombre mecnico, un robot, y a Lucky le bast una mirada para saber
que no era un robot de manufactura terrestre. La Tierra haba inventado el robot
positrnico, pero nunca haba construido un modelo como aqul.
La boca del robot se abri y cerr con movimientos irregulares como si
hablara.
Lucky habl severamente, pues saba que era esencial afirmarse como un
hombre y, por lo tanto, como amo desde el primer momento.
No puedo or ningn sonido en el vaco, robot. Conecta la radio.
Y entonces la boca del robot permaneci inmvil, pero en el receptor de
Lucky son una voz, spera y desigual, con las palabras extraamente
espaciadas. Dijo:
Quin es usted, seor? Qu hace aqu?
No me hagas preguntas dijo Lucky . Qu haces t aqu?
Un robot no poda decir ms que la verdad. Contest:
He sido instruido para destruir ciertos objetos a intervalos.
Por quin?
He sido instruido para no responder a esta pregunta.
Eres de fabricacin siriana?
Fui construido en uno de los planetas de la Confederacin Siriana.
Lucky frunci el ceo. La voz de la criatura era verdaderamente
desagradable. Los pocos robots de fabricacin terrestre que Lucky haba tenido
ocasin de ver en laboratorios experimentales disponan de cajas vocales que,
por sonido directo o por radio, parecan tan agradables y naturales como una voz
humana bien cultivada. Era indudable que los sirianos tenan que perfeccionarse
en este sentido.
Lucky pas a concentrarse en un problema ms inmediato. Dijo:
Tengo que encontrar una zona sombreada. Ven conmigo.
El robot se apresur a responder:
Le conducir a la sombra ms prxima. Parti a un cierto trote,
moviendo las piernas de metal con bastante irregularidad. Lucky sigui a la
criatura. No necesitaba gua para llegar a la sombra, pero se rezag tras el robot
para observar su paso.
Lo que, desde lejos, pareciera a Lucky un paso lento o pesado, result ser una
pronunciada cojera. Cojera y voz spera. Dos imperfecciones en un robot cuy a
apariencia externa era la de una magnfica maravilla mecnica. Lleg a la
forzosa conclusin de que el robot no deba de estar adaptado al calor y a la
radiacin de Mercurio. Probablemente, la exposicin lo haba daado. Lucky era
lo bastante cientfico como para sentir lstima por ello. Era demasiado hermoso
para que sufriera tales desperfectos.
Contempl la mquina con admiracin. Debajo de aquel macizo crneo de
acero cromado haba un delicado ovoide de esponjoso platino iridio de un tamao
aproximado a un cerebro humano. En su interior, trillones y trillones de
positrones surgan y se desvanecan en millonsimas de segundo. A medida que
surgan y se desvanecan, trazaban caminos calculados con anterioridad que
duplicaban, en forma simplificada, las clulas pensantes del cerebro humano.
Los ingenieros haban calculado estas sendas positrnicas a conveniencia de
la humanidad, y haban trazado en ellas las Tres Ley es de la Robtica.
La Primera Ley era que un robot no poda hacer dao a ningn ser humano
ni dejar que se lo hicieran. No haba nada ms importante que eso. Nada poda
desbancarla.
La Segunda Ley era que un robot deba obedecer rdenes a excepcin de
aquellas que contravinieran la Primera Ley.
La Tercera Ley permita al robot protegerse a s mismo, siempre que la
Primera y Segunda Ley no fueran quebrantadas.
Lucky volvi a la realidad al ver que el robot tropezaba y estaba a punto de
caerse. No haba ninguna desigualdad en el terreno, ningn escollo con el que
hubiera podido topar. De haberlo habido, una lnea de sombra negra lo habra
denunciado.
El terreno era completamente liso en aquel punto. El paso del robot se haba
quebrado sin una razn concreta y le haba hecho tambalear. El robot se recuper
tras balancearse violentamente. Una vez hecho esto, reemprendi su marcha
hacia la sombra como si nada hubiera pasado.
Lucky pens: Es indudable que funciona mal .
Entraron juntos en la sombra, y Lucky encendi la luz de su traje.
Dijo:
Haces mal en destruir una instalacin necesaria. Ests perjudicando a los
hombres.
No se reflej ninguna emocin en el rostro del robot; no era posible. Tampoco
se reflej en su voz. Dijo:
Estoy obedeciendo rdenes.
Esta es la Segunda Ley repuso severamente Lucky . Sin embargo, no
puedes obedecer rdenes que daen a los seres humanos. Esto sera violar la
Primera Ley.
No he visto a ningn hombre. No he daado a nadie.
Has daado a hombres que no veas. Te lo digo y o.
No he daado a ningn hombre repiti obstinadamente el robot, y Lucky
se extra de esta repeticin. A pesar de su magnfico aspecto, quiz no fuera un
modelo muy avanzado.
El robot prosigui:
He sido instruido para evitar a los hombres. He sido advertido de la
proximidad de los hombres, pero no he sido advertido de la suy a.
Lucky clav la mirada en un punto del paisaje mercuriano, ms all de la
sombra, rojizo y gris en su may or parte pero salpicado de grandes manchas
formadas por el material negro que pareca tan comn en aquella parte de
Mercurio. Pens en el relato de Mindes acerca de haber divisado al robot dos
veces (ahora tena sentido) y haberlo perdido al tratar de acercarse. Su propia
invasin secreta del lado solar, combinada con el uso del ergmetro,
afortunadamente haba tenido xito.
Con sbita energa pregunt:
Quin te dijo que evitaras a los hombres?
La verdad era que Lucky no esperaba sorprender al robot. La mente de un
robot es maquinaria, pens. No puede ser engaada o inducida, del mismo modo
que no se puede obligar a una luz de traje a encenderse dando al interruptor y
simulando cerrar el contacto. El robot dijo:
He sido instruido para no responder a esta pregunta. Entonces
lentamente, como si pronunciara las palabras contra su voluntad, dijo: No
deseo que siga hacindome este tipo de preguntas; son molestas.
Lucky pens: Quebrantar la Primera Ley sera ms molesto .
Sali deliberadamente de la sombra. Pregunt al robot que le sigui:
Cul es tu nmero de serie?
RL-726.
Muy bien, RL-726, te das plena cuenta de que soy un hombre?
S.
No estoy equipado para resistir el calor del Sol de Mercurio.
Yo tampoco repuso el robot.
Ya lo he notado dijo Lucky pensando en el tropezn que diera el robot
unos minutos antes. No obstante, un hombre est mucho menos equipado para
ello que un robot. Lo comprendes?
S.
En este caso, escucha. Quiero que interrumpas tus actividades destructivas,
y quiero que me digas quin te orden destruir las instalaciones.
He sido instruido para
Si no me obedeces dijo Lucky, alzando la voz, permanecer al Sol
hasta caer muerto y t habrs violado la Primera Ley, puesto que me habrs
dejado morir pudiendo evitarlo.
Lucky aguard sombramente. Naturalmente, la declaracin de un robot no
poda ser aceptada como evidencia en ningn tribunal, pero servira para
asegurarle que estaba en la buena pista si le deca lo que quera.
Pero el robot no dijo nada. Se balanceaba. Uno de los ojos se extingui
repentinamente (otra imperfeccin!) y volvi a brillar casi enseguida. Su voz
esboz una especie de graznido, y despus dijo en un murmullo:
Le pondr a salvo.
Me resistir dijo Lucky , y tendrs que hacerme dao. Si respondes a
mi pregunta, volver a la sombra por mi propio pie, y me habrs salvado la vida
sin causarme absolutamente ningn dao.
Silencio. Lucky dijo:
Me dirs quin te orden destruir las instalaciones?
Y entonces el robot avanz repentinamente, y no se detuvo hasta encontrarse
a medio metro de Lucky.
Le he dicho que no me hiciera esta pregunta.
Adelant las manos como si fuese a agarrar a Lucky, pero no complet el
movimiento. Lucky lo observ sombramente, pero con tranquilidad. Un robot no
poda atacar a ningn ser humano.
Pero entonces el robot alz una de sus enormes manos y se la llev a la
cabeza, exactamente igual que si fuera un hombre con dolor de cabeza.
Dolor de cabeza!
Una sbita idea asalt a Lucky. Gran Galaxia! Haba estado ciego, estpida
y criminalmente ciego!
No eran las piernas del robot las que funcionaban mal, ni la voz, ni los ojos.
Cmo iba a afectarles el calor? Era tena que serlo el mismo cerebro
positrnico lo que estaba afectado; el delicado cerebro positrnico, que haba
estado expuesto al calor y la radiacin del Sol de Mercurio, durante cunto
tiempo? Meses?
Aquel cerebro y a deba estar parcialmente estropeado.
Si el robot hubiera sido humano, habra podido decirse que se hallaba en una
de las fases de una depresin mental. Habra podido decirse que estaba en
camino de volverse loco. Un robot loco! Enloquecido por el calor y la
radiacin!
Hasta qu punto se mantendran las Tres Ley es en un cerebro positrnico
estropeado? Y all estaba Lucky Starr, amenazando a un robot con su propia
muerte, mientras aquel mismo robot, casi loco, avanzaba hacia l con los brazos
extendidos.
El dilema en que Lucky haba colocado al robot poda contribuir a su locura.
Cautelosamente, Lucky retrocedi. Dijo:
Te encuentras bien?
El robot no contest. Sus pasos se apresuraron.
Lucky pens: Est a punto de romper la Primera Ley ; debe estar al borde
de la disolucin completa. Un cerebro positrnico tiene que estar hecho pedazos
para ser capaz de una cosa as. Sin embargo, por otra parte, el robot haba
resistido durante meses. Poda resistir muchos meses ms .
Habl en un desesperado intento de retrasar los acontecimientos y disponer
de tiempo para pensar.
Pregunt:
Tienes dolor de cabeza?
Dolor? repiti el robot. No s el significado de esa palabra.
Lucky dijo:
Me estoy acalorando. Ser mejor que nos retiremos a la sombra.
Nada de hablar de dejarse morir de calor. Se alej casi corriendo.
La voz del robot reson con estruendo:
Me han dicho que evitara cualquier interferencia en las rdenes recibidas.
Lucky sac la pistola y suspir. Sera una lstima verse obligado a destruir el
robot. Constitua un trabajo magnfico, y el Consejo podra investigar sus
funciones con provecho. Y destruirlo sin haber obtenido siquiera la informacin
deseada le repugnaba.
Lucky dijo:
Detente donde ests.
Los brazos del robot se movieron espasmdicamente al tiempo que echaba a
correr, y Lucky se escap por los pelos gracias a un salto muy oportuno, en el
que aprovech al mximo la ventaja proporcionada por la gravedad de
Mercurio.
Si lograra adentrarse en la sombra; si el robot le siguiera hasta all
El fro podra calmar aquellas sendas positrnicas desequilibradas. Quiz se
volviera ms dcil, ms razonable, y Lucky pudiera evitar su destruccin.
Lucky volvi a saltar a un lado, y el robot pas corriendo nuevamente junto a
l, levantando con sus piernas metlicas una nube de piedrecillas negras que
cay rpida y limpiamente sobre la superficie de Mercurio, y a que no haba
atmsfera que la mantuviera en suspenso. Era una extraa persecucin, la caza
del hombre y el robot acallada y silenciada por el vaco.
La confianza de Lucky aument. Los movimientos del robot eran cada vez
ms espasmdicos. Su control de los mecanismos y rels que manipulaban sus
extremidades era imperfecto y cada vez lo era ms.
Sin embargo, el robot estaba intentando alejarse de la sombra. Estaba,
definitiva e indudablemente, tratando de matarle.
Y Lucky segua sin decidirse a utilizar la pistola.
Se detuvo en seco. El robot tambin se detuvo. Se encontraban cara a cara, a
un metro y medio de distancia, inmviles sobre la mancha negra de sulfuro de
hierro. La negrura no haca ms que acrecentar el calor y Lucky sinti una
creciente debilidad. El robot se interpona sombramente entre Lucky y la
sombra.
Lucky dijo:
Aprtate de mi camino. Hablar le resultaba difcil.
El robot contest:
Me han dicho que evitara cualquier interferencia en las rdenes recibidas.
Usted ha interferido.
Lucky y a no tena alternativa. Haba calculado mal. Nunca se le haba
ocurrido dudar de la validez de las Tres Ley es bajo cualquier circunstancia. La
verdad se le haba revelado demasiado tarde, y su error le haba llevado a esto: el
peligro de su propia vida y la necesidad de destruir un robot.
Alz la pistola tristemente.
Y casi enseguida se dio cuenta de que haba cometido otro error. Haba
esperado demasiado, y la acumulacin de calor y cansancio haba convertido su
cuerpo en una mquina tan imperfecta como la del robot. Su brazo se elev
lentamente, y el robot pareci crecer en tamao ante su mente y visin
exhaustas.
El robot hizo un rpido movimiento, y esta vez el cansado cuerpo de Lucky no
pudo aventajarle en rapidez. La pistola fue arrebatada de la mano de Lucky y
sali por los aires. El brazo de Lucky se encontr fuertemente apretado por una
mano de metal, y su cintura fue rodeada por un brazo de metal.
Ni an en las mejores circunstancias, Lucky hubiera podido luchar con los
msculos de acero del hombre mecnico. Ningn ser humano hubiera podido
hacerlo. Ahora sinti que toda capacidad de resistencia se desvaneca.
nicamente sinti el calor.
El robot aument la presin, doblando a Lucky hacia atrs como si fuera un
mueco de trapo. Lucky pens aturdidamente en la debilidad estructural del traje
aislante. Un traje espacial ordinario le habra protegido incluso contra la fuerza
de un robot. Un traje aislante, no. En cualquier momento, una parte de l poda
doblarse y ceder.
Lucky agit desesperadamente el brazo libre, araando con los dedos las
negras piedrecillas del suelo.
Le asalt una repentina idea. Intent con todas sus fuerzas aprestarse para
evitar lo que pareca una muerte inevitable a manos de un robot loco.
12
PRELUDIO DE UN DUELO
El apuro en que Lucky se encontraba era anlogo, pero a la inversa, de aquel que
Bigman tuvo que afrontar unas horas antes. Bigman haba sido amenazado no por
el calor, sino por un fro creciente. Estaba apresado en las garras de las ptreas
cuerdas tan firmemente como Lucky en las del robot metlico. Sin embargo,
en cierto modo, la situacin de Bigman permita conservar alguna esperanza. Su
mano aterida se asa desesperadamente a la pistola encerrada en el puo de
Urteil.
Y la pistola se desprenda. De hecho, se solt tan repentinamente que los
dedos ateridos de Bigman estuvieron a punto de dejarla caer.
Arenas de Marte! murmur, agarrndola.
Si hubiera sabido cul era el punto vulnerable de los tentculos, si hubiera
podido destrozar cualquier parte de esos tentculos sin matar a Urteil ni matarse
l mismo, el problema habra sido muy sencillo. En su caso, slo haba una carta
a la que apostar, y no muy buena por cierto.
Toc con el pulgar el control de intensidad, apretndolo ms y ms. Estaba
adormecindose, lo cual era mala seal. Ya haca varios minutos que Urteil no
daba ningn signo de vida.
Ahora tena la intensidad en el mnimo. Una cosa ms; deba llegar al
activador con el ndice sin soltar la pistola.
Cielos! No poda soltarla.
El ndice roz el lugar debido y lo apret. La pistola se calent. Se dio cuenta
de ello por el opaco resplandor rojo de la rejilla que cubra el can. Aquello no
era conveniente para la rejilla, puesto que una pistola no estaba destinada para
servir de ray o calorfico, pero no importaba.
Con toda la fuerza que le quedaba, Bigman lanz la pistola lo ms lejos que
pudo. Entonces le pareci como si la realidad se tambaleara un momento, y l se
encontrara al borde de la inconsciencia.
Despus sinti la primera oleada de calor, una pequea filtracin de calor que
entraba en su cuerpo procedente de la unidad motriz, y lanz un dbil grito de
alegra. El calor era suficiente prueba de que la energa haba dejado de
alimentar los voraces cuerpos de aquellos tentculos consumidores de calor.
Movi los brazos. Levant una pierna. Estaban libres. Los tentculos se haban
ido.
La intensidad de la luz de su traje haba aumentado, y pudo ver claramente el
lugar donde cay era la pistola. El lugar, s, pero la pistola no. En el sitio donde sta
deba hallarse slo haba una masa moviente de tentculos grises entrelazados.
Con temblorosos movimientos, Bigman cogi la pistola de Urteil y, ponindola
al mnimo, la tir ms all de la primera. Eso distraera a la criatura si la energa
de la primera se agotaba.
Bigman exclam impacientemente:
Eh, Urteil! Me oy e?
No recibi contestacin.
Con toda la fuerza que pudo reunir, arrastr a la figura cubierta con el traje
espacial lejos de aquel lugar. La luz del traje de Urteil brillaba dbilmente, y el
indicador de la unidad motriz revelaba que no estaba completamente vaca. La
temperatura dentro del traje se normalizara enseguida.
Bigman llam al Centro. Ahora y a no era posible otra decisin. En su estado
de debilidad, con el suministro de energa a un nivel tan bajo, otro encuentro con
vida mercuriana les rematara. Y y a se las arreglara para proteger a Lucky
como pudiera.
Fue notable la rapidez con que acudieron a rescatarlos.
Con dos tazas de caf y una comida caliente en el estmago, rodeado por la
luz y el calor del Centro, la flexible mente de Bigman consider el reciente
horror con la debida perspectiva. Ya no era ms que un desagradable recuerdo.
El doctor Peverale revoloteaba a su alrededor con un aire parcialmente
similar a una madre ansiosa y a un anciano nervioso. Su cabello gris acerado
estaba en desorden.
Est seguro de que se encuentra bien, Bigman? No le duele nada?
Estoy perfectamente. Nunca me haba sentido mejor insisti Bigman.
La cuestin es, cmo est Urteil?
Al parecer, se recuperar. La voz del astrnomo se enfri. El doctor
Gardoma le ha examinado y afirma que no hay ningn motivo de preocupacin.
Estupendo dijo Bigman casi con alegra.
El doctor Peverale pregunt con cierta sorpresa:
Acaso le inquieta su estado?
Claro que s, doctor. Tengo planes para l.
El doctor Hanley Cook entr en aquel momento, casi temblando de
excitacin.
Hemos enviado algunos hombres a las minas para tratar de coger alguna
de esas criaturas. Se han llevado unidades trmicas; son el cebo para los peces,
saben? Se volvi a Bigman. Fue una suerte que pudieran escapar.
La voz de Bigman se hizo estridente y pareci ofendido.
No fue suerte, fue cerebro. Me imagin que lo que buscaban era calor.
Supuse que era su fuente de energa preferida, as que se la proporcion.
El doctor Peverale se fue entonces, pero Cook permaneci all, hablando de
las criaturas, y endo y viniendo de un lado a otro, y tejiendo una suposicin tras
otra.
Imagnese! Las viejas historias de muerte por congelacin en las minas
eran ciertas. Realmente ciertas! Pinselo! No son ms que tentculos rocosos
que actan como esponjas calorficas, absorbiendo energa donde quiera que
hagan contacto. Est seguro de la descripcin, Bigman?
Claro que lo estoy. Cuando atrapen una, lo ver por s mismo.
Vay a descubrimiento!
Cmo se explica que no hay an sido descubiertas hasta ahora? pregunt
Bigman.
Por lo que me cuenta, adquieren el aspecto de aquello que les rodea.
Mimetismo protector. Adems, slo atacan a hombres aislados. Quiz dijo con
creciente excitacin y sin dejar de entrelazar y doblar los dedos tengan alguna
clase de instinto, alguna inteligencia rudimentaria que les mantenga ocultas.
Estoy seguro de ello. Es una clase de inteligencia que les mantena fuera de
nuestro camino. Saban que su nica seguridad estaba en la oscuridad, as que
slo atacaban a hombres aislados. Despus, durante treinta aos o ms no
aparece ningn hombre en las minas. Su preciosa fuente de calor desapareci,
pero no sucumbieron a la tentacin de invadir el Centro. Pero cuando el hombre
volvi a bajar a las minas, la tentacin fue demasiado grande y una de las
criaturas atac, an cuando haba dos hombres y no uno. Para ellas, fue fatal.
Han sido descubiertas.
Por qu no van al lado solar, si quieren energa y son tan inteligentes?
inquiri Bigman.
Quiz sea demasiado caluroso se apresur a responder Cook.
Se lanzaron sobre la pistola y estaba al rojo vivo.
El lado solar puede tener demasiada radiacin. Es posible que no estn
adaptadas a ella. O quiz hay a otra especie de criaturas parecidas en el lado
solar. Cmo vamos a saberlo? Quiz las del lado oscuro vivan de minerales
radioactivos y del resplandor coronario.
Bigman se encogi de hombros. Opinaba que tales especulaciones eran
intiles.
Y la lnea de pensamiento de Cook pareci cambiar tambin. Mir
especulativamente a Bigman, rascndose la barbilla con un dedo.
As que ha salvado la vida de Urteil.
Exacto.
Bueno, quiz hay a hecho bien. Si Urteil hubiera muerto, le habran culpado
a usted. El senador Swenson habra podido hacerles las cosas muy difciles, a
usted, a Starr y al Consejo. No importa la explicacin que usted hubiera dado, la
cuestin es que habra estado all cuando Urteil muriera, y eso habra sido
suficiente para Swenson.
Escuche dijo Bigman, con impaciencia, cundo podr ver a Urteil?
Cuando el doctor Gardoma lo diga.
En este caso, pngase en comunicacin con l y dgale que me d permiso.
Cook clav pensativamente la mirada en el pequeo marciano.
Qu se propone?
Y como Bigman tena que hacer algunos arreglos relativos a la gravedad,
explic parte de su plan a Cook.
RESULTADOS DE UN DUELO
Por su parte, Bigman avanz con suaves movimientos de sus piernas, que se
tradujeron en lentos grciles pasos, como si estuviera sobre muelles.
En cierto modo, as era. La gravedad de la superficie de Mercurio era casi
exactamente igual a la gravedad de la superficie de Marte, a la que estaba muy
acostumbrado. Sus fros ojos grises, de escrutadora mirada, observaron todos los
balanceos del cuerpo de Urteil y todos los movimientos de sus msculos al tratar
de mantenerse en pie.
Los pequeos errores de juicio, incluso en algo tan simple como mantener el
equilibrio, eran inevitables al desenvolverse en una gravedad a la que no estaba
acostumbrado.
Bigman se puso rpidamente en movimiento, saltando de un pie a otro y de
un lado a otro en algo similar a un baile, que si bien era divertido resultaba
altamente desconcertante.
Qu es esto? Gru Urteil con exasperacin. Un vals marciano?
Algo as repuso Bigman. Dispar un brazo, y sus nudillos desnudos
golpearon a Urteil en el costado con un ruido sordo, haciendo tambalear a su
contrincante.
Un murmullo recorri a los espectadores y se oy un grito de Bien,
muchacho! Bigman permaneci inmvil, con los brazos en jarras, esperando
que Urteil recobrara el equilibrio.
Urteil lo hizo as en cuestin de cinco segundos, pero ahora tena una
contusin en el costado y una mancha roja en las mejillas.
Dispar fuertemente el brazo, con la palma de la mano derecha medio
abierta como si una bofetada fuera suficiente para poner fuera de combate a
aquel repugnante insecto.
Pero el golpe no dio en el blanco y Urteil se fue detrs del puo. Bigman se
haba agachado, esquivando el puetazo por slo unos centmetros y con la
seguridad de un cuerpo perfectamente coordinado. Los esfuerzos de Urteil para
detenerse le hicieron tambalear peligrosamente, de espaldas a Bigman.
Bigman apoy un pie en el trasero de Urteil y le dio un ligero empujn. Esto
le hizo retroceder saltando sobre el otro pie, pero Urteil se cay lentamente de
bruces.
Hubo una explosin de risas entre las filas de espectadores.
Uno de los tcnicos grit:
He cambiado de opinin, Urteil; voy a apostar.
Urteil no dio muestras de haberlo odo. Se hallaba nuevamente frente a
Bigman, y de la comisura de sus gruesos labios se escapaba una viscosa gota de
saliva:
Aumenten la gravedad! chill con voz ronca. Pongan la gravedad
normal!
Qu pasa, gordinfln? se burl Bigman. No tiene bastante con veinte
kilos a su favor?
Le matar; le matar grit Urteil.
Adelante! Bigman extendi los brazos en burlona invitacin.
Pero Urteil no haba perdido totalmente la razn. Rode a Bigman, saltando
con torpeza. Dijo:
En cuanto me acostumbre a la gravedad, te agarrar por cualquier sitio y
te retorcer la parte que sea.
Retuerce.
Pero un ansioso silencio reinaba ahora entre los hombres que contemplaban
la pelea. Urteil era un barril inclinado, con los brazos extendidos y las piernas
separadas. Iba recobrando el equilibrio, a medida que se acostumbraba a la
gravedad reducida.
En comparacin, Bigman era un delgado tallo. Poda ser tan gil y rpido
como un bailarn, pero pareca lastimosamente pequeo.
Bigman no tena aspecto de estar preocupado. Sali hacia delante con un
sbito movimiento de pies que le hizo volar por los aires, y cuando Urteil se
abalanz hacia la elevada figura, Bigman levant los pies y se encontr detrs de
su adversario antes de que el otro tuviera tiempo de volverse.
Hubo un fuerte aplauso, y Bigman esboz una sonrisa.
Realiz algo semejante a una pirueta al escurrirse por debajo de uno de los
grandes brazos que le amenazaban, alargando un brazo y dejando caer el canto
de la mano sobre el bceps.
Urteil ahog una exclamacin de dolor y gir de nuevo.
Urteil reciba ahora todas estas provocaciones destinadas a impresionar a los
asistentes con una calma que no presagiaba nada bueno. Bigman, por su parte,
intentaba conseguir por todos los medios que Urteil hiciera un movimiento brusco
y perdiese el equilibrio.
Adelante y atrs; golpes rpidos y fuertes, que por todas sus caractersticas
representaban una provocacin.
Pero, en el interior del pequeo marciano, naca un nuevo respeto hacia
Urteil. El hombre le haca frente. Se mantena firme como un oso que rechaza el
ataque de un perro de presa. Y Bigman era el perro de presa, que slo poda
rondar por los alrededores, gruir, ladrar y permanecer fuera del alcance de las
garras del oso.
Urteil pareca incluso un oso con su cuerpo peludo y voluminoso, sus
pequeos ojos iny ectados en sangre y su rostro oculto por una incipiente barba.
Pelea, hombre incit Bigman. Soy el nico en proporcionar
distraccin a los espectadores.
Urteil mene lentamente la cabeza y dijo:
Acrcate.
Desde luego repuso jovialmente Bigman, precipitndose sobre l. Con
veloces movimientos, peg a Urteil en el lado de la mandbula, y pas por debajo
de su brazo y se apart casi al mismo tiempo.
Urteil movi ligeramente el brazo, pero era demasiado tarde y no complet
el movimiento. Se balance un poco.
Vuelve a intentarlo dijo.
Bigman volvi a intentarlo, retorcindose y agachndose esta vez por debajo
del otro brazo y concluy endo con una pequea reverencia con la que agradeci
las exclamaciones de aprobacin.
Vuelve a intentarlo dijo pesadamente Urteil.
Desde luego repuso Bigman. Y le embisti.
Esta vez Urteil estaba preparado. No movi ni la cabeza ni los brazos, pero
lanz el pie derecho hacia adelante.
Bigman se dobl en dos en el aire, o trat de hacerlo, pero no lo consigui
totalmente. Uno de sus tobillos recibi el brutal puntapi de Urteil. Bigman lanz
un aullido de dolor. El rpido movimiento de Urteil le impuls hacia adelante, y
Bigman, con un rpido y desesperado empujn en la espalda del otro, aceler
dicho movimiento.
Esta vez Urteil, ms acostumbrado a la gravedad, no cay de bruces como
antes y se recuper con may or rapidez, mientras Bigman, con el tobillo dolorido,
se mova a su alrededor con alarmante torpeza.
Con un estridente grito Urteil carg sobre l y Bigman, que se apoy aba en el
pie sano, no fue bastante rpido. Recibi uno de los puetazos en pleno hombro
derecho. El otro le golpe en el codo derecho. Ambos se desplomaron al mismo
tiempo.
Un grito se escap de las bocas de los espectadores y Cook, que estaba plido,
exclam: Detengan la pelea! con una voz ronca que fue completamente
desoda.
Urteil se puso en pie, sin soltar a Bigman, levantando al marciano como si
fuera una pluma. Bigman, con el rostro contrado por el dolor, se retorci para
poner un pie en el suelo.
Urteil susurr al odo de su pequeo compaero:
Te creste muy listo al convencerme para luchar en un ambiente de baja
gravedad. Sigues pensando lo mismo?
Bigman no perdi el tiempo en reflexionar. Tena que apoy ar, por lo menos,
un pie en el suelo. O en la rtula de Urteil, pues su pie derecho se pos
momentneamente en la rodilla de Urteil y tuvo que conformarse con eso.
Bigman apret con todas sus fuerzas y se dio impulso hacia atrs.
Urteil se balance hacia adelante. Esto no representaba ningn peligro para
Urteil, pero sus msculos en equilibrio se excedieron en la baja gravedad, y al
enderezarse se tambale hacia atrs. Y al hacerlo, Bigman, que lo esperaba,
cambi su peso y empuj con todas sus fuerzas hacia adelante.
Urteil se desplom tan repentinamente que los espectadores no pudieron ver
la causa de su cada. Bigman luch por desasirse sin conseguirlo del todo.
Se puso de pie como un gato, con el brazo derecho an apresado. Bigman
descarg el brazo izquierdo sobre la mueca de Urteil y dio un fuerte rodillazo en
el codo del otro.
Urteil lanz un gemido y afloj la presin sobre el brazo de Bigman al verse
obligado a cambiar de posicin para evitar la fractura de su propio brazo.
Bigman aprovech la oportunidad con la rapidez de un motor a reaccin.
Liber completamente su mano sin soltar la mueca de Urteil. Su mano derecha
cay sobre el brazo de Urteil por encima del codo. Con ella logr inmovilizar
totalmente el brazo de Urteil.
Urteil estaba ponindose trabajosamente en pie, y mientras lo haca, el
cuerpo de Bigman se encorv y los msculos de su espalda se contrajeron con
esfuerzo. Se levant al mismo tiempo que Urteil luchaba por hacerlo.
Los msculos de Bigman, junto con la accin de levantarse de Urteil, alzaron
ese enorme cuerpo del suelo en un lento movimiento, impresionante
demostracin de lo que poda hacerse en un campo de baja gravedad.
Con los msculos a punto de estallar, Bigman levant an ms el torso de
Urteil, y despus lo solt, mirando cmo describa un arco parablico que
pareca grotescamente lento segn las normas de la Tierra.
Todos los espectadores fueron sorprendidos por el sbito cambio de gravedad.
La plena gravedad de la Tierra se impuso con la fuerza y velocidad de un disparo
de lanzarray os, y Bigman cay de rodillas con una dolorosa torcedura de su
tobillo contusionado. Los que miraban tambin se desplomaron con un coro de
confusas exclamaciones de dolor y asombro.
Bigman no pudo ver claramente lo que le suceda a Urteil. El cambio de
gravedad le sorprendi en el punto ms alto de la parbola, hacindole caer con
brusca aceleracin. Su cabeza choc contra el montante de proteccin de uno de
los generadores dndose un fuerte golpe.
Bigman, una vez hubo logrado ponerse en pie, trat de aclarar sus confusos
pensamientos. Se tambale y vio a Urteil tendido en el suelo, y a Cook arrodillado
a su lado.
Qu ha pasado? exclam Bigman. Qu ha pasado con la gravedad?
Los dems repitieron la pregunta. Por lo que Bigman haba podido observar,
Cook era el nico que pareca estar pensando.
Cook deca:
No se preocupe de la gravedad. Se trata de Urteil.
Est herido? inquiri alguien.
Ya no dijo Cook, levantndose de su posicin arrodillada. Estoy casi
seguro de que ha muerto.
Rodearon el cuerpo. Bigman dijo:
Lo mejor es llamar al doctor Gardoma. Apenas logr or sus propias
palabras. Se le acababa de ocurrir algo muy importante.
Habr problemas dijo Cook. Usted le ha matado Bigman.
Ha sido el cambio de gravedad replic Bigman.
Ser difcil de explicar.
Bigman dijo:
Afrontar cualquier problema; no se preocupe.
Cook se humedeci los labios y apart la mirada.
Llamar a Gardoma.
Gardoma lleg cinco minutos despus; y la brevedad de su examen demostr
que Cook estaba en lo cierto.
El mdico se levant, enjugndose las manos en un pauelo. Dijo
gravemente:
Est muerto. Tiene el crneo fracturado. Cmo ha sucedido?
Se oy eron varias contestaciones a la vez, pero Cook las acall con un gesto.
Dijo:
Una pelea entre Bigman y Urteil.
Entre Bigman y Urteil! explot el doctor Gardoma. Quin ha dado
su autorizacin para eso? Usted est loco, si espera que Bigman resista
Tranquilo dijo Bigman. Yo estoy de una sola pieza.
Cook se defendi diciendo:
Es cierto, Gardoma, es Urteil el que ha muerto. Y fue Bigman el que
insisti para que se celebrara el combate. Lo admite as, verdad?
Claro que lo admito contest Bigman. Tambin dije que deba tener
lugar bajo gravedad mercuriana.
El doctor Gardoma abri desmesuradamente los ojos.
Gravedad mercuriana? Aqu? Se mir los pies como preguntndose si
sus sentidos le estaran engaando y realmente fuera ms ligero de lo que l se
senta.
Ya no hay gravedad mercuriana dijo Bigman, porque el campo de
seudo gravedad cambi a gravedad terrestre en un momento crucial. Bam!
Exactamente as! Eso es lo que ha matado a Urteil, y no otra cosa.
Por qu causa pas la seudo gravedad a los niveles terrestres? pregunt
Gardoma. Hubo un silencio.
Cook dijo dbilmente:
Es posible que hay a sido un corto
Tonteras dijo Bigman, la palanca est arriba. No ha podido subir sola.
Hubo un nuevo silenci, bastante incmodo esta vez.
Uno de los tcnicos se aclar la garganta y dijo:
Quiz, en la excitacin de la pelea, alguien estuviera por all y la subiera
con el hombro sin darse cuenta siquiera.
Los otros se apresuraron a asentir. Uno de ellos dijo:
Espacio! Ha ocurrido y basta!
Cook dijo:
Tendr que denunciar todo el incidente. Bigman
Bueno dijo el pequeo marciano tranquilamente, estoy bajo arresto
por homicidio impremeditado?
No dijo Cook con inseguridad. No voy a arrestarle, pero tendr que
dar parte de lo ocurrido, y es posible que acaben por arrestarle.
Uh, uh. Bueno, gracias por la advertencia. Por primera vez, desde que
regresara de las minas, Bigman se encontr pensando en Lucky.
Esto pens s que es un gran problema para Lucky, cuando vuelva .
Y, sin embargo, el pequeo marciano estaba extraamente agitado, pues no
dudaba que podra salirse del problema y ensear a Lucky dos o tres cosas a lo
largo del proceso.
Una nueva voz exclam:
Bigman!
Todo el mundo alz la mirada. Era Peverale quien bajaba por la rampa
procedente de los niveles superiores.
Gran Espacio, Bigman, est ah abajo? Y Cook? Despus, casi
displicentemente: Qu sucede?
Nadie fue capaz de pronunciar una sola palabra. Los ojos del anciano
astrnomo, se posaron en el cuerpo inanimado de Urteil, y pregunt con suave
asombro:
Est muerto?
Para estupefaccin de Bigman, Peverale pareci no tener mucho inters en
ello. Ni siquiera esper que respondieran a su pregunta antes de volverse una vez
ms hacia Bigman. Dijo:
Dnde est Lucky Starr?
Bigman abri la boca pero no articul ningn sonido. Finalmente, consigui
decir:
Por qu lo pregunta?
Sigue todava en las minas?
Bueno
O est en el lado solar?
Bueno
Gran Espacio, hombre, est en el lado solar?
Bigman dijo:
Quiero saber por qu lo pregunta.
Mindes repuso Peverale con impaciencia ha salido en su nave a
patrullar la zona cubierta por sus cables. Lo hace a menudo.
Y qu?
Que no s si est loco o cuerdo al decir que ha visto all a Lucky Starr.
Dnde? pregunt Bigman.
El doctor Peverale frunci los labios con una mueca de desaprobacin.
As que est all. Eso parece evidente. Bueno, su amigo Lucky Starr al
parecer tena problemas con un hombre mecnico, un robot.
Un robot!
Y segn Mindes, que no ha aterrizado pero espera el envo de un grupo de
socorro, Lucky Starr est muerto!
14
PRELUDIO DE UN JUICIO
Saba que lo primero era recuperar fuerzas. Para ello deba apartarse de la
radiacin directa del gran Sol de Mercurio y, adems, rpidamente. Deba
alcanzar la sombra de la loma cercana, la sombra que no haba logrado alcanzar
durante el duelo con el robot.
Dobl trabajosamente los pies. Adelant pesadamente el cuerpo hacia la
sombra de la loma, arrastrando el peso del robot consigo. Una y otra vez. El
proceso pareca durar eternamente y el universo brillaba a su alrededor. Una y
otra vez.
Pareca no tener fuerzas ni sensacin en las piernas, y era como si el robot
pesara una tonelada.
Incluso con la baja gravedad de Mercurio, la tarea pareca estar ms all de
sus debilitadas fuerzas, y slo gracias a un enorme esfuerzo de volumen sigui
adelante.
La cabeza fue la primera parte de su cuerpo en entrar en la sombra. La luz se
desvaneci. Aguard, jadeando, y entonces, con un esfuerzo que pareci romper
los msculos de sus muslos, se dio impulso hacia adelante una y otra vez.
Estaba en la sombra. Una de las piernas del robot se encontraba an en el sol,
despidiendo reflejos en todas direcciones. Lucky mir por encima del hombro y
se dio cuenta de ello. Despus, casi alegremente, se sumi en la inconsciencia.
Ms tarde, pareci recobrar la percepcin de los sentidos a intervalos.
Despus, mucho ms tarde, permaneci inmvil, consciente de estar tendido
sobre una cama, tratando de recordar esos intervalos. En su memoria haba
fragmentarias escenas de gente que se aproximaba, de una vaga impresin de
movimiento en un vehculo a reaccin, de la voz de Bigman, estridente y ansiosa.
Despus, con algo ms de claridad, los socorros de un mdico.
Despus, un nuevo espacio en blanco, seguido por el claro recuerdo de la voz
del doctor Peverale hacindole amables preguntas.
Lucky recordaba haberle contestado de forma coherente, as que su estado
debi empeorar a continuacin. Abri los ojos.
El doctor Gardoma le estaba mirando sombramente, con una hipodrmica
en la mano.
Cmo se encuentra? pregunt.
Lucky sonri.
Cmo debera encontrarme?
Yo dira que muerto, despus de lo que ha pasado. Pero su constitucin es
admirable, y por eso est an con vida.
Bigman, que no haba dejado de pasear ansiosamente fuera del campo visual
de Lucky, entr de lleno en l.
No ser gracias a Mindes. Por qu no baj esa cabeza de chorlito y sac a
Lucky de all una vez divis la pierna del robot? Qu esperaba? Acaso pretenda
dejar morir a Lucky ?
El doctor Gardoma dej la hipodrmica y se lav las manos. De espaldas a
Bigman, dijo:
Scott Mindes estaba convencido de que Lucky haba muerto. Su nica
preocupacin fue mantenerse alejado para que nadie le acusara de ser el
asesino. Saba que haba intentado matar a Lucky en una ocasin y que los dems
se acordaban de ello.
Cmo iba a pensar tal cosa esta vez? El robot
El propio Mindes est muy nervioso estos das. Llam pidiendo ay uda; era
lo mejor que poda hacer.
Lucky dijo:
Tmatelo con calma, Bigman. Yo no corra peligro. Estaba descansando en
la sombra, y ahora y a me encuentro bien. Qu hay del robot, Gardoma? Fue
recuperado?
Lo tenemos en el Centro. Sin embargo, el cerebro est destruido y resulta
imposible de estudiar.
Qu lstima! coment Lucky. El mdico alz la voz.
Muy bien, Bigman, vmonos. Tiene que dormir.
Oiga empez Bigman, indignado. Lucky se apresur a aadir:
No se preocupe, Gardoma. En realidad, me gustara hablar a solas con l.
El doctor Gardoma titube, y despus se encogi de hombros.
Necesita dormir, pero le concedo media hora. Luego debe irse.
Se ir.
En cuanto se hallaron solos, Bigman agarr a Lucky por el hombro y le
sacudi violentamente. Con voz extraamente sofocada, dijo:
Qu tonto has sido! Si el calor no afecta al robot tan a tiempo, como en las
pelculas subetreas
Lucky sonri tristemente.
No fue una coincidencia, Bigman dijo. Si llego a esperar un desenlace
subetreo ahora estara muerto. Tuve que emplear una artimaa con el robot.
Cul?
Su caja craneal estaba muy pulida. Reflejaba una amplia parte de la
radiacin solar. Eso significaba que la temperatura del cerebro positrnico era
bastante alta para arruinar su sentido comn, pero no lo bastante para detenerlo
completamente. Por suerte, una buena parte del suelo mercuriano que nos rodea
est hecho de una sustancia negra muy suelta. Logr ponerle un poco en la
cabeza.
Qu conseguiste con eso?
El color negro absorbe el calor, Bigman; no lo refleja. La temperatura del
cerebro del robot aument rpidamente y muri casi enseguida. Sin embargo,
estuvo muy cerca de No nos acordemos de eso. Qu ha sucedido aqu
mientras y o estaba fuera? Alguna cosa?
Alguna cosa? Caramba! Escucha! Y mientras Bigman hablaba, Lucky
escuch atentamente, con una expresin que se fue haciendo ms grave a
medida que el relato avanzaba. Cuando lleg a la conclusin, tena el ceo
fruncido.
Puedes decirme por qu luchaste con Urteil? Fue una tontera.
Lucky repuso Bigman, ofendido, fue cuestin de estrategia! T
siempre dices que y o slo ataco de frente y no se puede confiar en m para una
astucia. Esto fue una astucia. Saba que poda vencerle en baja gravedad
Parece que te cost mucho. Tienes el tobillo hinchado.
Resbal. Un accidente. Adems, le venc. Habamos hecho un trato. l
poda hacer mucho dao al Consejo con sus mentiras, pero si y o ganaba l nos
dejara en paz.
Acaso confiabas en que cumplira su palabra?
Bueno dijo Bigman, agitado. Lucky prosigui.
Has dicho que le salvaste la vida. l deba saberlo y, sin embargo, eso no le
hizo abandonar su propsito. Crees que iba a hacerlo a resultas de un combate de
boxeo?
Bueno dijo Bigman otra vez.
Especialmente si perda, y a que la humillacin de una derrota en pblico le
habra enfurecido te dir lo que creo, Bigman. Lo hiciste porque queras darle
una paliza y vengarte de l por sus burlas. Lo que me cuentas que hicisteis un
trato no fue ms que una excusa para tener la oportunidad de pegarle. No es
verdad?
Vamos, Lucky, vamos!
Bueno, estoy equivocado?
Quera hacer el trato
Pero lo que realmente perseguas era luchar con l, y mira lo que has
conseguido.
Bigman baj los ojos.
Lo siento.
Lucky se aplac enseguida.
Oh, Gran Galaxia, Bigman, no estoy enfadado contigo. En realidad, estoy
enfadado conmigo mismo. Juzgu mal a aquel robot y casi me dejo matar por
falta de reflexin. Vea que estaba estropeado y no se me ocurri pensar que era
debido al efecto del calor en su cerebro positrnico hasta que casi fue demasiado
tarde. Bueno, el pasado encierra una leccin para el futuro pero, de todos modos,
olvidmoslo. Ahora hay que decidir el camino a seguir en el caso de Urteil.
Bigman recobr inmediatamente su buen humor.
Sea como fuere dijo, esa alimaa y a nos ha dejado en paz.
l s repuso Lucky , pero qu hay del Senador Swenson?
Hum.
Cmo explicaremos lo ocurrido? El Consejo de Ciencias est sometido a
una investigacin y el investigador muere como resultado de una pelea instigada
por alguien prximo al Consejo, alguien que es casi un miembro de l. Eso tendr
muy mal aspecto.
Fue un accidente. El campo de seudo gravedad
Esto no nos sirve de nada. Tendr que hablar con Peverale y
Bigman enrojeci y contest apresuradamente:
Peverale es slo un viejo. No presta ninguna atencin a todo esto.
Lucky se apoy sobre un codo.
Qu quieres decir con eso de que no presta ninguna atencin?
Es la verdad dijo Bigman con vehemencia. Entr cuando Urteil y aca
muerto en el suelo y no se inmut. Pregunt: Est muerto? , y eso fue todo.
Eso fue todo?
Eso fue todo. Despus quiso saber dnde estabas y dijo que Mindes haba
llamado diciendo que un robot te haba matado.
Lucky sigui mirando fijamente a Bigman.
Eso fue todo?
Eso fue todo dijo Bigman con desasosiego.
Qu ha ocurrido desde entonces? Vamos, Bigman. T no quieres que nadie
hable con Peverale; por qu no?
Bigman apart la mirada.
Vamos, Bigman.
Bueno, voy a ser juzgado o algo parecido.
Juzgado!
Peverale sostiene que ha sido un asesinato y que levantar una gran
polvareda en la Tierra. Dice que debemos averiguar de quin ha sido la culpa.
Muy bien. Cundo es el juicio?
Oy e, Lucky, no quera decrtelo. El doctor Gardoma ha recomendado que
no te excites.
No te portes como una gallina clueca, Bigman. Cundo es el juicio?
Maana a las dos, hora de la Tierra. Pero no hay de qu preocuparse,
Lucky.
Lucky dijo:
Que entre Gardoma.
Por qu?
Haz lo que te digo.
Bigman se dirigi a la puerta, y cuando volvi, el doctor Gardoma estaba con
l. Lucky dijo:
No hay razn para que no pueda abandonar la cama maana a las dos,
verdad?
El doctor Gardoma titube.
Preferira que no lo hiciera.
No me importa lo que usted prefiera. No me morir por eso, verdad?
No se morira aunque decidiera levantarse ahora mismo, seor Starr
contest el doctor Gardoma, ofendido, pera no es aconsejable.
De acuerdo. Haga el favor de decir al doctor Peverale que estar en el
juicio de Bigman. Supongo que y a est enterado, no es as?
S.
Todo el mundo lo saba excepto y o, no es verdad?
Su estado
Dgale al doctor Peverale que estar en el juicio y que no deben empezar
sin m.
Se lo dir repuso Gardoma, y ahora ser mejor que duerma. Venga
conmigo, Bigman.
Bigman protest:
Espere un momento. Se acerc rpidamente a la cama de Lucky y le
dijo: Mira, Lucky, no te preocupes. Tengo toda la situacin bajo control.
Lucky alz las cejas.
Bigman, consciente de su propia importancia, dijo:
Quera darte una sorpresa, maldita sea. Puedo demostrar que no tuve nada
que ver con que Urteil se rompiera el cuello. He resuelto el caso. Se dio un
golpe en el pecho. Yo lo he resuelto. Yo! Bigman! S quin es el responsable
de todo.
Lucky pregunt:
Quin?
Pero Bigman se apresur a exclamar:
No! No te lo dir. Quiero demostrarte que sirvo para algo ms que para
pelear. Esta vez ser y o el que lleve las riendas y t el que me observes, eso es
todo. Ya lo averiguars en el juicio.
El pequeo marciano arrug la cara con una sonrisa de satisfaccin, ejecut
un paso de baile, y sigui al doctor Gardoma fuera de la habitacin, con una
mirada de alegre triunfo.
15
EL JUICIO
Lucky penetr en el despacho del doctor Peverale poco antes de las dos del da
siguiente.
Los dems y a estaban all. El doctor Peverale, sentado tras una abarrotada
mesa antigua, le hizo una corts inclinacin de cabeza, y Lucky le respondi con
un grave:
Buenas tardes, seor.
El panorama era muy parecido al de la noche del banquete. Naturalmente,
Cook estaba all, tan nervioso como siempre y, en esta ocasin, tambin
demacrado. Estaba sentado en un gran silln a la derecha del doctor Peverale, y
el pequeo cuerpo de Bigman se perda en un silln igualmente grande a la
izquierda.
Mindes estaba all, con el rostro displicentemente contrado, y los dedos
separados para tabalear ocasionalmente encima de su pierna. El doctor Gardoma
se hallaba junto a l, impasible, aunque sus prpados se alzaron un momento para
mirar desaprobadoramente a Lucky cuando ste entr. Los jefes del
departamento de astronoma tambin estaban all. De hecho, el nico hombre
que haba estado presente en el banquete y ahora se hallaba ausente era Urteil.
El doctor Peverale empez enseguida con su amabilidad acostumbrada.
Ya podemos empezar. En primer lugar, unas cuantas palabras para el seor
Starr. Tengo entendido que Bigman le ha puesto en antecedentes de este acto
llamndolo juicio. Puede usted estar seguro de que no lo es. Si debe haber un
juicio, y espero que no, tendr lugar en la Tierra con jueces calificados y
asesores legales. Lo que aqu tratamos de hacer no es ms que elaborar un
informe para transmitir al Consejo de la Ciencia.
El doctor Peverale arregl algunos de los objetos que se extendan sin orden
ni concierto por su mesa y dijo:
Permtame que le explique por qu es necesario elaborar dicho informe.
En primer lugar, gracias a la osada penetracin del seor Starr en el lado solar, el
saboteador que ha estado oponindose al proy ecto del doctor Mindes ha sido
detenido. Result ser un robot de manufactura siriana, que y a no est en
condiciones de volver a funcionar. Seor Starr
S? dijo Lucky.
La importancia de la cuestin era tal que me tom la libertad de
interrogarle en cuanto le trajeron y cuando su estado bordeaba los lmites de la
inconsciencia.
Lo recuerdo dijo Lucky perfectamente.
Ser tan amable de confirmar algunas de sus respuestas, para el informe?
Desde luego.
En primer lugar, hay algn otro robot implicado en el asunto?
El robot no me lo dijo, pero y o no creo que los hay a.
Sin embargo, no especific que fuera el nico robot de Mercurio?
No.
Entonces puede haber otros.
No lo creo.
Esto no es ms que su opinin. El robot no dijo que no hubiera otros.
No.
Muy bien. Cuntos sirianos estn implicados?
El robot no quiso decrmelo. Ha recibido instrucciones de no hacerlo.
Precis el enclavamiento de los invasores sirianos?
No dijo nada a este respecto. Yo no mencion a los sirianos en absoluto.
Pero el robot era de fabricacin siriana, verdad?
l mismo lo admiti.
Ah. El doctor Peverale sonri forzadamente. Entonces me parece
evidente que hay sirianos en Mercurio y que estn en contra nuestra. El Consejo
de Ciencias debe enterarse de eso. Tiene que organizarse una bsqueda a fondo
de todo el planeta y, si los sirianos se nos escapan y abandonan Mercurio, por lo
menos debe haber una conciencia del peligro siriano.
Cook intervino:
Tambin est la cuestin de las formas de vida nativas de Mercurio, doctor
Peverale. El Consejo debe ser informado sobre eso tambin. Se volvi para
dirigirse a todos los presentes. Ay er fue capturada una de las criaturas y
El anciano astrnomo le interrumpi con impaciencia.
S, doctor Cook, el Consejo ser informado sin falta. No obstante, la
cuestin siriana reclama toda nuestra atencin. Los dems asuntos deben ser
sacrificados al peligro inmediato. Por ejemplo, sugiero que el doctor Mindes
abandone su proy ecto hasta que Mercurio sea un lugar seguro para los terrcolas.
No estar hablando en serio exclam precipitadamente Mindes. Hay
una gran cantidad de dinero, tiempo y esfuerzo invertidos aqu
He dicho hasta que Mercurio sea seguro, lo cual no implica un abandono
permanente del Proy ecto Luz. Y como es necesario dar una atencin
preponderante al peligro que amenaza a Mercurio, es necesario asegurarse que
el protector de Urteil, el senador Swenson, no obstruy a nuestra labor.
Lucky dijo:
Y quiere presentar al senador una cabeza de turco en la persona de
Bigman, debidamente acusado y atado de pies y manos. As, mientras l est
ocupado ensandose con Bigman, la caza de los sirianos podr llevarse a cabo
sin problemas.
El astrnomo alz sus blancas cejas.
Una cabeza de turco, seor Starr? Nosotros slo queremos aclarar los
hechos.
Bueno, pues siga adelante dijo Bigman, movindose con desasosiego en
su asiento. Aclararemos los hechos.
De acuerdo repuso el doctor Peverale. Como figura central, le
importa comenzar? Dganos todo lo ocurrido entre usted y Urteil. Dganoslo con
sus propias palabras, aunque le agradecer que sea breve. Y recuerde, todo lo
que aqu se declare ser grabado en un microfilme sonoro.
Bigman inquiri:
Desea que preste juramento?
Peverale mene la cabeza.
Esto no es un juicio formal.
Como usted quiera. Y con sorprendente desapasionamiento, Bigman
comenz su relato. Partiendo de las burlas de Urteil sobre su estatura y
continuando por el encuentro en las minas, finaliz con el duelo. Slo omiti las
amenazas de Urteil contra Lucky Starr y el Consejo.
Sigui el doctor Gardoma, verificando lo que haba sucedido con ocasin de
la primera entrevista entre Urteil y Bigman y describiendo asimismo, para el
informe, la escena que tuvo lugar durante el banquete. Prosigui con la narracin
del tratamiento a que someti a Urteil tras el regreso de las minas de ste.
Dijo:
Se recuper rpidamente de la hipotermia. No le ped ninguna explicacin,
y l tampoco me la dio. Sin embargo, pregunt por Bigman, y, por su expresin
cuando le dije que Bigman estaba completamente bien, deduje que su antipata
hacia Bigman era tan grande como antes. No se comport como si Bigman le
hubiera salvado la vida. No obstante, debo decir que Urteil no era muy
susceptible a los ataques de gratitud.
Eso es slo una opinin intervino el doctor Peverale con apresuramiento
, recomiendo que no restemos claridad al informe con tales declaraciones.
El doctor Cook fue el siguiente. l se centr en el duelo. Dijo:
Bigman fue el que insisti por que se celebrara la pelea. sta es la pura
verdad. Me pareci que si arreglaba una bajo escasa gravedad tal como Bigman
haba sugerido, con testigos, no podra ocurrir nada malo. Nosotros
intervendramos en caso de apuro. Tena miedo de que, si me negaba, se
pelearan sin testigos y eso diera lugar a graves consecuencias. Naturalmente, las
consecuencias no podran haber sido ms graves de lo que han sido, pero y o no lo
saba. Tendra que haberle consultado, doctor Peverale, lo admito.
El doctor Peverale asinti.
Claro que tendra que haberlo hecho. Pero ahora la cuestin es que Bigman
insisti en que se celebrara el duelo y la gravedad fuera baja, verdad?
Eso es.
Y le asegur que matara a Urteil en esas condiciones.
Sus palabras exactas fueron que aplastara a aquella alimaa. Creo que slo
hablaba en sentido figurado. Estoy seguro de que no planeaba darle muerte.
El doctor Peverale se volvi a Bigman.
Tiene algn comentario que hacer respecto a eso?
S. Y puesto que el doctor Cook est declarando, quiero interrogarle.
El doctor Peverale pareci sorprendido.
Esto no es un juicio.
Escuche dijo Bigman con calor, la muerte de Urteil no fue un
accidente. Fue un asesinato, y quiero que se me d la oportunidad de
demostrarlo.
El silencio que acogi esta declaracin no dur ms que un momento. Fue
seguido por un verdadero alboroto.
Bigman alz la voz hasta un penetrante grito.
Deseo interrogar al doctor Hanley Cook.
Lucky Starr dijo framente:
Sugiero que permita a Bigman llevar esto a su manera, doctor Peverale.
El anciano astrnomo era la imagen de la confusin.
En realidad, y o no Bigman no puede Despus, guard silencio.
Bigman dijo:
En primer lugar, doctor Cook, cmo pudo Urteil llegar a enterarse de la
ruta que Lucky y y o bamos a seguir en las minas?
Cook enrojeci.
No saba que l conociera la ruta.
No nos sigui directamente. Tom una ruta paralela como si se propusiera
sorprendernos por la espalda y a bien adentrados en las minas, tras hacernos
creer que estbamos solos y nadie nos segua. Para hacer tal cosa, tena que
saber con toda exactitud la ruta que pensbamos seguir. Ahora bien, Lucky y y o
planeamos esa ruta con usted y con nadie ms. Lucky no se la dijo a Urteil y y o
tampoco. Quin fue?
Cook mir desesperadamente en torno a l como en demanda de ay uda.
No lo s.
No est claro que fue usted?
No. Es posible que nos oy era.
No pudo or las marcas en el mapa, doctor Cook Pasemos a otra cosa.
Pele con Urteil, y si la gravedad se hubiera mantenido en el nivel normal de
Mercurio, an estara vivo. Pero no se mantuvo ah. Fue sbitamente elevada al
nivel terrestre en un momento tan oportuno que fue suficiente para matarle.
Quin hizo eso?
No lo s.
Usted fue el primero en llegar junto a Urteil. Qu estaba haciendo?
Asegurarse de su muerte?
Me est usted ofendiendo. Doctor Peverale Cook volvi su llameante
rostro hacia su jefe.
El doctor Peverale dijo con agitacin:
Est acusando al doctor Cook de haber asesinado a Urteil?
Bigman repuso:
Mire, el repentino cambio de gravedad me tir al suelo. Cuando me puse
en pie, todos los dems estaban levantndose o seguan tendidos en el suelo.
Cuando de 40 a 75 kilos te caen sobre la espalda sin previo aviso, no puedes
levantarte a toda prisa. Pero Cook lo hizo. No slo estaba en pie, sino que haba
acudido al lado de Urteil y se hallaba inclinado sobre l.
Qu quiere demostrar con eso? inquiri Cook.
nicamente que no se cay cuando aument la gravedad, o de lo contrario
no habra podido llegar a tiempo junto a Urteil. Y por qu no se cay cuando la
gravedad aument? Porque esperaba que aumentara y estaba preparado. Y por
qu esperaba que aumentara? Porque usted accion la palanca.
Cook se volvi hacia el doctor Peverale.
Esto es persecucin; es una locura.
Pero el doctor Peverale mir a su segundo con verdadero horror.
Bigman dijo:
Permtame reconstruir el hecho. Cook trabajaba con Urteil. Slo de esta
manera pudo saber Urteil nuestra ruta en las minas. Pero trabajaba con Urteil
impulsado por el miedo. Es posible que Urteil le hiciera chantaje. Sea como
fuere, la nica escapatoria de Cook era matar a Urteil. Cuando le dije que
aplastara a aquella alimaa si nos pelebamos en un ambiente de baja gravedad,
deb darle una idea, y cuando la pelea tuvo lugar permaneci esperando junto a
la palanca. Eso es todo.
Aguarde exclam Cook apresuradamente, a punto de asfixiarse, eso es
todo eso es todo
No tienen que fiarse de m dijo Bigman. Si mi teora es cierta, y estoy
seguro de que lo es, Urteil debe tener algn papel, grabacin, o pelcula que
acuse a Cook. De otro modo, Cook no se hubiera sentido atrapado hasta el punto
de asesinarle. Slo tienen que buscar entre los efectos personales de Urteil.
Encontrarn alguna cosa y estar todo solucionado.
Estoy de acuerdo con Bigman dijo Lucky.
El doctor Peverale, tras recobrarse penosamente de su asombro, dijo:
Supongo que es el nico medio de aclarar las cosas, aunque
Y entonces el doctor Hanley Cook se derrumb, quedando plido, tembloroso,
e indefenso.
Esperen dijo dbilmente. Lo explicar todo.
Y todos los rostros se volvieron hacia l. Las enjutas mejillas de Hanley Cook
estaban baadas en sudor. Sus manos, que se alzaron en un gesto de splica,
temblaron violentamente. Dijo:
Urteil acudi a mi poco despus de llegar a Mercurio. Dijo que tena que
realizar una investigacin del Observatorio. Dijo que el senador Swenson tena
pruebas de su ineficacia y exagerado gasto. Dijo que era evidente que el doctor
Peverale deba ser destituido; que era un viejo incapaz de afrontar la
responsabilidad. Dijo que y o podra contribuir a hacer una sustitucin lgica.
El doctor Peverale, que le haba escuchado con un aire de extrema sorpresa,
exclam:
Cook!
Yo estaba de acuerdo con l prosigui Cook con una voz sin inflexiones
. Usted es demasiado viejo. De todos modos, y o soy el que se encarga de todo
mientras usted se distrae con su odio hacia los sirianos. Se volvi nuevamente a
Lucky . Urteil me dijo que si le ay udaba en su investigacin se encargara de
que y o fuera el prximo director. Le cre; todo el mundo sabe que el senador
Swenson es un hombre influy ente.
Le proporcion gran cantidad de informes. Algunos se los di escritos y
firmados. Dijo que lo necesitaba as para el proceso legal que tendra lugar
despus.
Y entonces entonces comenz a amenazarme con este escrito. Result
que estaba mucho ms interesado por el Proy ecto Luz y el Consejo de la
Ciencia. Quera que utilizara mi posicin para convertirme en una especie de
espa personal suy o. Me hizo entender claramente que ira al doctor Peverale con
la evidencia de lo que y o haba hecho, si me negaba. Eso habra significado el
trmino de mi carrera, de todo.
Tuve que servirle de espa. Tuve que informarle acerca de la ruta que Starr
y Bigman iban a seguir en las minas. Le mantuve informado de todo lo que
Mindes haca. Cuantos ms favores le haca ms dominado me tena. Y al cabo
de un tiempo me di cuenta de que algn da me perdera, sin tener en cuenta lo
mucho que y o le ay udara. Era esta clase de hombre. Empec a pensar que la
nica manera de escapar era matarle. Pero no se me ocurra cmo
Entonces fue cuando Bigman vino a comunicarme su plan de pelearse con
Urteil en un campo de baja gravedad. Pens que podra Las posibilidades eran
de una contra ciento, quiz de una contra mil, pero pens que no haba nada que
perder. As que me qued junto a los mandos de seudo gravedad y esper mi
oportunidad. Esta lleg y Urteil muri. Todo fue a la perfeccin. Me imagin que
se considerara un accidente. Incluso si Bigman resultaba perjudicado, el Consejo
no tena ms que intervenir y solucionarlo. Nadie saldra malparado excepto
Urteil, y l se lo mereca ms de cien veces. Bueno, eso es todo.
En el estupefacto silencio que sigui, el doctor Peverale dijo con voz ronca:
En vista de las circunstancias, Cook, puede usted considerarse relevado de
su puesto y bajo ar
Espere, espere exclam Bigman. La confesin an no est completa.
Oiga, Cook, sta fue la segunda vez que trataba de matar a Urteil, verdad?
La segunda vez? Cook alz trgicamente los ojos.
Qu me dice del traje aislante rasgado? Urteil nos advirti del peligro, as
que l debi pasar por un trance semejante. Acus a Mindes, pero ese Urteil era
un mentiroso y no se poda creer nada de lo que deca. Lo que y o digo es que
usted intent matar a Urteil de esa manera, pero l se dio cuenta a tiempo y le
oblig a trasladar el traje a nuestra habitacin cuando llegamos. Despus nos
advirti para que crey ramos que estaba de nuestro lado y sospechramos de
Mindes. No es as?
No grit Cook. No! No tuve nada que ver con ese traje aislante. Nada.
Oh, vamos empez Bigman. No vamos a creer que
Pero en este momento Lucky Starr se levant.
Est bien, Bigman. Cook no tuvo nada que ver con el traje aislante. Puedes
creerle. El responsable del traje aislante rasgado es el responsable del robot.
Bigman contempl incrdulamente a su amigo.
Te refieres a los sirianos, Lucky ?
Nada de sirianos repuso Lucky . No hay sirianos en Mercurio. Nunca
los ha habido.
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RESULTADOS DE UN JUICIO