Queso Costeño
Queso Costeño
Se caracteriza por ser una variedad de queso no madurado, es decir fresco, elaborado con
leche de vaca sin pasteurizar, no ácido, con un sabor salado entre moderado y fuerte. Tiene un
65% de humedad y 45% de materia grasa en extracto seco. Se clasifica en semiduro, con un
alto contenido de materia grasa según la FAO/OMS. Su forma es en bloques de sección
rectangular con un tamaño de 15 a 20cm y peso entre 6 a 40kg. Su apariencia externa es de
color crema, sin brillo y de superficies irregulares. La apariencia interna presenta una textura
abierta, de consistencia dura y seca que no se desbarata fácilmente (Gómez, 2005).
El queso costeño es de dos tipos: el amasado de la cuajada y el picado. Las materias primas,
equipos y en general la tecnología utilizada es similar, con pequeñas diferencias en los
instrumentos de corte, manejo de la cuajada y suero. El queso costeño picado tiene algunos
ojos, textura dura y seca, que no se deshace fácilmente cuando se frota entre los dedos. El
amasado es moderadamente duro, suelta poca agua, tiene algunos ojos y se deshace
fácilmente cuando se frota entre los dedos (Díaz, 2009).
Según Chávez y Romero (2006) la elaboración de este producto sigue el siguiente proceso:
Filtración: este proceso se realiza con coladores o cedazos en acero inoxidable, nylon o
plástico con la finalidad de eliminar partículas extrañas de la leche.
Adición del cuajo: La utilización del cuajo en la leche, tiene como objeto la formación de un
coagulo firme, que retenga la mayoría de los sólidos de la leche y que permita su corte y
agitación para eliminar el suero que queda atrapado en su interior.
Moldeo: Tiene por objeto, darle forma al queso según las exigencias del mercado, de
acuerdo al tamaño más adecuado para transportar y según el gusto del consumidor. Esta
técnica consiste en agrupar los gránulos de cuajada dentro de un molde para que
posteriormente facilite el prensado de la cuajada.