Poemario Desandar Lo Andado. Manuel Silva Acevedo PDF
Poemario Desandar Lo Andado. Manuel Silva Acevedo PDF
Poemario Desandar Lo Andado. Manuel Silva Acevedo PDF
SILVA ACEVEDO
DESANDAR
LO ANDADO
poemas
Ediciones Cordillera
DESANDAR
'"
LO ANDADO
MANUEL
SILVA ACEVEDO
DESANDAR
LO ANDADO
poemas
1988
Ediciones Cordillera
Published by Ediciones Cordillera
Copyright e 1988 Manuel Silva Acevedo and
Ediciones Cordillera
Cover by Patricia Israel
Portrait by Sotelo
ISBN 0-919661-08-4
Las Aguilas
Th presencia me asalta
y el estallido de mis fuerzas
son estas águilas que perturban mi sueño.
Esclerosis
Fausto
Panda Humana
El Ojo se festeja
El Ojo se festeja.
El Ojo se festeja.
El Ojo se festeja.
Mi palabra y mi su eño
Mi palabra y mi sue ño
son un mismo tema de animales,
en mansedumbre todos,
rapaces, viperinos como llamas de vida,
breves resplandores
reposando sobre sus pat as delan teras,
acompañándonos en este paso por el mundo.
Uncidos en circulo
Enciende y exting ue
S u vol untad
Como un ojo de su cu en ca
Distancia ínfima
Cen iza s
De mirarla
Se escupe al cielo
Qu e va n a mente intenta
Quién más
Esos paisajes
Pero a hí
Co n sólo h erir
Quién me hizo el oj o,
quién me abrió el apetito,
quién me dejó con ganas,
quién desató mi lengua
con sólo herir
una parte terriblemente hosca
de rru mente.
Infernáculo
Ultima señal
Habrá d e arder
Aún es tiempo
Desgaje d el oficio
S igo
o sé qué busco.
o sé dónde buscarlo.
o encuentro lo que busco.
pero sigo buscando.
41
Sabe Dios
Ya d e niño
La fl o r de la carroña
Se las llena
Privado de voluntad
Peligro inminente
El dolor de la esterilidad
se refleja objetivamente en estos fotogramas
tomados en distintos momentos del proceso
de descondicionamiento mental.
En esta mueca que deforma la mandí bula
es el alma la que parece querer salir huyendo.
Ya se avecina el estremecimiento total de los sentidos
en contacto con las húmedas paredes de la mente
donde una bola de goma rebota enloquecida
y un niño corre. salta. maldice
tratando vanamente de alcanzarla.
49
A golpes de puño
Leche amarga
Levanta el albañil
una casa en llagas.
A 1 m enor s íntoma
Tirado de espaldas
Sueño imperfecto
El agua se arrepient e
Quién se aparece
Cayéndonos encima
Se agolpa
Hostil frontera
Reclamo mi d erecho
Llego al convencimient o
de mi total nulidad.
Se le vantan
De pan yagua
Hombres de rodillas,
mujeres obligadas,
infantes cargados de pena,
familias agobiadas de padecimiento,
legiones de esclavos sin rostro,
borradas en las manos
las líneas del destino,
batirán sus alas de pan yagua.
65
Sentados a la mesa
S in sonido
Campo de amarte
A la manera de Apollinaire
Así te quiero,
paridora como conej a,
criminal como ví bora,
tiránica como abej a,
inescrupulosa como hiena,
voraz como la rata de afil ados dien tes,
pequeña como el piojo de la harin a,
impertinente como los cuer vos de las fábulas ,
sabia como la más necia de las criaturas,
obvia como el cielo,
rapaz como la garra de la buha,
ardiente como la loba en celo,
sigilosa como las bacterias,
venenosa como ciertos hongos,
impaciente como las cigarras,
rápida como la lengua del bas ilisco,
triste como la lluvia,
humilde como la cabeza entre las manos ,
fugaz como las estrellas fugaces,
permanente como el s ilencio,
alba como las estrellas multitudinarias.
frágil como una moned a.
desnuda como las estatuas y más qu e las estatuas.
abierta como las flores, abierta hast a el delirio.
colmada como colmena en el verano.
profusa como las primeras letras.
confiada como las golondrinas.
en los cables eléctricos,
74
Quién podría
Anja
Rosas Rojas
H e traído p ara ti
este ramo de rosas roj as artificiales
y su color empalidece ante el rojo de tu boca,
vampiresa.
A s u d e bid o tiempo
El galán perfecto
E 1 galán perfecto
le da un beso con lengua
a la desdentada.
Al acaso
Reacción en cadena
Espejo de vicios
Zoo
Moneda de oro
Usted. la favorita
de mis crímenes inconfesables.
Usted, la secuestrada
por la que no exijo otro rescate
que la moneda de oro
que se va por la hendij a
entre la vida y la muerte.
89
S u lodo
Usted me alentaba
co n sus oj os de lámpara de aceit e.
Yo era su gota demoros a.
su llam a me estaba mordiendo.
E nsúciese ahora.
tenga su lodo.
Tan fatigosa, tan dolid a,
muriéndose conmigo.
90
Co mo un sonámbulo
De puro espanto
Me desparramo en su piel
como un hormiguero urgido por la hambruna.
De puro espanto arrojo sobre su costado
mi ponzoña sin esperanza.
Me arranco como maleza ácida y terrible.
92
Alojo de la muerte
Como si volviera
Mujeres
Mujeres a caballo,
mujeres encaramadas al poder,
yo quiero a otras
magníficas como una manzana a la redonda.
recónditas como napas subterráneas.
desbordantes como una vuelta
alrededor del sol,
adheridas como el fuego al tronco,
rodeadas de espesa vegetación,
enredaderas pero no enredadoras,
permanentes como ríos en su profundo lecho.
abrigadoras como puertos fluviales,
totales como la muerte,
absolutas como la sed,
recién aceitadas y puestas a punto.
Yo me acuesto de espaldas
para mirar en el cielo
esas hembras que pasan como gordas nubes.
A Enrique Lihr:
99
•••
Hay un lobo en mi entraña
que pugna por nacer.
Mi corazón de oveja, lerda criatura,
se des angra por él.
100
•••
Por qué si soy ovej a
deploro mi ovina mansedumbre.
Por qué maldigo mi pacífica cabeza
vuelta hacia el sol.
Por qué deseo ahogarme
en la sangre de mis brutas hermanas
apacentadas.
101
•••
•••
Yo, la ovej a soñadora,
pacía entre las nubes,
pero un día la loba me tragó
y yo, la estúpida cordera,
conocí entonces la noche,
la verdadera noche,
y allí en la tiniebla
de su entraña de loba
me sentí lobo malo de repente.
103
•••
Si me dieran a optar
sería lobo.
Pero qué puedo hacer si esta pobre pelleja
no relumbra como la noche negra
y estos magros colmillos no muerden ni desgarran.
Si me dieran a op tar
sabría acometer como acometo ahora
esta mísera alfalfa, famélica, ovejuna
Si me dieran a optar
los bosques silenciosos serían mi guarida
y mi aullid o ominoso haría temblar a los rebaños.
Pero qué puedo hacer con mis albos vellones,
cómo transfigurar mi condición ovina.
104
•••
•••
Yo era una ovej a mansa,
siempre miré hacia el suelo.
Yo era sólo una oveja ru tin ari a.
Yo era un alma ovej una
sedienta de aventuras.
Yo era en el fondo
una ovej a aventurera.
Yo deseaba convertirme
en oveja descarriada.
E xpreso aquí mis sinceros agradecimientos
a la piadosa águila hu man a
que me desgarró la yugu lar de un picot azo.
106
•••
j No es menester un amo!
Amor es menester, amor lobuno.
El lobo más feroz ama a su loba
y escarba y huele y hurga
y le clava los oj os y la escucha
y la loba celeste de las con stelaciones
mueve la cola y ríe y lo saluda.
107
•••
El lobo dio alcance a la loba,
yo lo estaba viendo.
La cogió de los flancos con el hocico,
lamió su vientre y aulló
irguiendo la cabeza,
yo lo estaba viendo.
Yo que no soy más que una oveja asustadiza
y puedo afirmarlo nuevamente,
el lobo y la loba lloraban
restregando sus cuellos,
la oscuridad les caía encima,
había un gran silencio,
no había más que piedras
y los astros rodaban por el cielo.
108
•••
Lobo a penalidad,
lobo y a ciegas,
lobo a fatalidad.
lobo a porfía.
lobo de natural,
lobo de ovejas.
pastor a dentelladas.
aullador de estrellas.
109
•• •
¡A la loba!
Gritaron los hombres ya bebidos.
La bestia alzó las orej as
y corrió a refugiarse entre mis patas.
Me miró a los ojos
y no había fiereza en su se mblante.
¡A la loba!
Volvió a escucharse el grit o ya cercano.
Ella agitó la cola,
dio un langüetazo en el agu a
y vi s us ojos negros
recortados contra el azul del cielo.
De spués hu yó hacia al monte.
E ntonces. yo, la ovej a libre de sospecha
me vi sola ante los hombres
y s us negras bocas de escopeta.
110
• ••
•••
Yo, la tonta oveja,
nadie más ignorante que yo,
me pregunto
quién tendrá piedad del lobo
y más todavía,
quién dará sepultura al lobo
cuando muera de viejo
miope y lleno de piojos.
112
•••
Se te extraña.
se te busca.
se te indaga.
se te persigue en vano,
tu oculto nombre en vano.
no levantar falso testimonio
contra el lobo.
contra el prójimo lobo
que aúlla por su prójima.
113
•••
•••
Cayó la noche de bruces sobre el rebaño.
La descastada ovej a sintió la crispadura.
Fatalizada se apartó del corral
No deseó nada más en el mundo
que la roja vaharada de la loba.
115
•••
Se declaró la peste en mi familia.
Vi a mis torpes madrastras
gimiendo con la lengua reseca.
Murieron resignadas,
arrimadas unas contra otras.
Yo resistí la plaga,
ayuné, no bebí agua,
rechacé los cuidados
y una noche a matarme
vinieron los pastores armados de palos,
a matar a la loba,
la única en pie
en medio del rebaño diezmado.
116
•••
Déjeme a mí, la loba.
Déjenme a mí , la fiera solitaria.
Déjenme a mí. la bestia asoladora.
Déj enme la cordera.
déjenmela a la puritana.
Yo soy su sacramento,
a mí me espera.
117
•••
•••
N o seré nunca más prenda de nadie,
mucho menos de t i
pastor dormido contra el árbol.
No debiste confiar en la oveja mendiga ,
no debiste confiar
en mis estúpidas pupilas aguachentas.
Serás víctima de la ovej a belicosa.
Ya no habrá paz entre pastor y oveja.
119
•••
El pastor y la loba buscaban la cordera,
persiguiendo a la oculta treparon la ladera.
Se encontraron los dos, báculo y zarpa,
el pastor fue más hábil, la loba derrotada.
y a los pies del zagal,
la cordera perdida surgió de los despoj os
de la loba abatida.
120
•••
Se engaña el pastor,
se engaña el propio lobo.
No seré más la oveja en cautiverio.
El sol de la llanura
calentó demasiado mi cabeza.
Me convertí en la fiera milagrosa.
Ya tengo mi lugar entre las fieras.
Ampárate pastor, ampárate de mí.
Lobo en acecho, ampárame.
INDICE
Terrores Di u r nos
!~~i-::5~~·.··.··.··.·· ·.· .· .·
E l ojo se fe steja
¡¡
14
Me aproximo a la estación de l me d iodía 15
¿E s mi madre la piedra? 16
Mi palabra y mi sueño 17
Un cidos en ci rcu la 18
Enciende y ex tingu e 19
Su volu n tad 20
Como un ojo d e su cue nca 21
Distancia ínfima 22
Ceniza s 23
D eslumbramien to 24
D e mirarla 25
Se escupe al cielo 26
Qu e vanam en te intenta 27
Dando pala s d e cie go 28
Qu ién m ás 29
M ejor no p en sarl o 30
E sos p aisaj es 31
Vemos d esaparecer 32
Pero ah i 33
Con so lo h erir 34
1 nfern áculo 35
Ultima señ a l: 36
Habrá d e arder 37
Aún es ti empo 38
f~::;~~!: ~~.~.~~: : : :.: : :.: :.: : : : :.: .: :.: .: : : :.: :.: :.: :.: .: : : : .: : : :.: : .: .: : : : :.: .: :.: : :.: : :~
La d e nirio 42
~;~~jf~7[~: ) / ~!
Se ago lpa 59
Hostil fron te ra 60
Reclamo mi derecho 61
Por todos nosotr os 62
Se leva ntan 63
De pan y agua 64
E n el ce ntro del caos 65
S en tados a la m esa 66
Sin sonido 67
,l1on te d e Ven u s
Prisa p or nacer 70
Sin atenerse a las consecue ncias 71
Campo de amarte 72
A la manera de Apollinaire 73
En el fo ndo de l mar 75
Quién podria 76
A nj a 77
Rosas roja s 78
A su debido tie mpo 79
El galán perfecto 80
Al acaso 81
Con sólo dejar 82
Reacción en cadena 83
E spejo de v icio s 84
Mu sa araña 85
Zoo 87
Moneda d e oro 88
Su lado 89
Como un so nám bulo 90
De puro es p anto 91
Alojo de la m uert e 92
Toda forma camaL. 93
Como si vol viera 94
Como una ola en el mar 95
M uje res 96
Lobos y ooejas
'Jobos y ovejas 99
Libros de Ediciones Cord illera
Poesía
J orge Etcheverry: El evasionista
Naín Nórnez: Historias del reino vig ilado
Erik Martínez: Tequila Sunrise
Gonzalo Millán: Vida
Waldo Roj as: Almenara
Manuel Silva Acevedo: Desandar lo andado
Ornar Lara: Memoria
Antologías
Literatura chilena en Canadá (Nain Nórnez, ed.)
De próxima aparición:
Poetas chilenos en Europa (Soledad Bianchi, ed.l
Joven poesía chilena (Manuel Jofré, ed. )
G i r o l Books Inc.
:P.O. Box 5473, Station F
Ottawa, Ontario, Canada
K 2C 3Ml
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Ediciones Cordillera
in the City oí Ottawa
in July oí 1988 .