Poema Temblor
Poema Temblor
Poema Temblor
IMAN GUAYASAMIN
Runa wagacun
wayrapa kallpanta mikuchun,
qan rayku.
Wayasamin sutiyki
intipa quepa ñeqen churinkunapa qaparisganmi
Quito muyup apu wamanikunapa katatatasqan
waqascan, riti mirasqan,
cielomantapas astawan sinchi sombran.
Manan chayllachu:
Estados Unidos, China, Tawantinsuyu
tukuy llaqtapi runakuna ñakasqanta,
imaymana mañakusqanmanta
qan, rauraq waygey, qaparinki,
Apurimaq mayu astawan hatun
astawan mana tanichiq simiwan.
¡Allinmi, waygey! ¡Estabín, Oswaldo!
QUE GUAYASAMIN
KATATAY
TEMBLOR
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2. Iman Guayasamin... Qué Guayasamín, homenaje al pintor
ecuatoriano Oswaldo Guayasamín fue escrito probablemente
entre 1964 y 1965. José María Arguedas concluyó el poema en
quechua, pero dejó inconclusa la versión en castellano. Esta
ha sido concluida por Jesús Ruiz Durand.
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4. Katatay Temblor, se publicó por primera vez en el número 2
de la revista Kachkaniraimi (Lima, 1966) y en el número 39-40
de Alcor (Asunción, 1966). Al pie del original José María
Arguedas da una explicación de las circunstancias en que
escribió este poema: Escribí este himno luego de haber visto
bailar a mis hermanos, hijos del pueblo de Ishua residentes en
Lima.
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Este hecho motiva a JMA uno de sus poemas más complejos y,
aparentemente más oscuros. En él se trata el enfrentamiento
entre una hambrienta serpiente (USA, el capitalismo) y los
cóndores (nosotros los nativos de América).
Sybila Arredondo
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Estos poemas pueden ser tenidos por himnos que en su oración
decantan la fuerza del testimonio y el grito contra el tiempo: la voz
que rueda de sus páginas se instala en una curva que avanza desde el
periodo legendario y se aventura en el porvenir, con manifiesta
voluntad de historia. En su palabra se enhebra jubilosamente una
dimensión mítica, a cuyo concierto asoman criaturas divinas,
humanas, animales, artificios inventados por el hombre; seres y
objetos del mundo de arriba, del mundo de acá, del mundo de abajo;
y el luminoso mundo que el sol expende sobre Cuba revolucionaria.
La poesía de Arguedas arranca de una constante: de la contemplación
de la realidad múltiple; del asombro o la adhesión, del amor o del
odio acerados, del compromiso siempre. La realidad que es
experiencia insobornable, es por eso tan concreta y fluyente, como si
fuera intuida, desvelada, porque es a la vez presentida y descubierta,
pues en ella se funden la herencia y la consagración mágicas, en
discordia con el saber cognoscitivo y la arrogancia de los doctores.
Experiencia personal, tradición mágica, revelación del tiempo mítico
confluyen en el devenir histórico y configuran la realidad poética de
Arguedas. Su voz es rotunda y afirmativa; su voto en beneficio de la
entera aventura humana, sin extravío teórico. La vida, como la
poesía, aflora de una intuición primordial con la que el poeta rehace
su cosmogonía, sustituye a los dioses y remueve las vallas que
sojuzgan al hombre de carne y hueso, instándolo a su liberación
permanente, a su humanidad definitiva
Alberto Escobar