Observacion y Entrevista
Observacion y Entrevista
Observacion y Entrevista
Ps. Xiomara
ASIGNATURA
Psicología Clínica
INTEGRANTES:
TUMBES – PERÚ
Con mucho cariño a nuestros
abnegados padres, que son
nuestro apoyo constante.
PRESENTACIÓN
Por consiguiente, las técnicas utilizadas para el desarrollo de este trabajo han sido
la investigación profunda, lectura minuciosa de libros, la recopilación de información
mediante fichas, anotaciones, resúmenes. Debido a esto, hemos creído
conveniente dividir la monografía en dos capítulos; el primero se refiere a La
Observación; por otro lado, el segundo capítulo abarcara a La Entrevista.
1. OBJETIVO GENERAL
2. OBJETIVOS ESPECÍFICOS.
PORTADA
DEDICATORIA
PRESENTACIÓN
INTRODUCCIÓN
CAPITULO I
1. LA OBSERVACIÓN
1.1. CONCEPTO
1.2. FASES Y CLASIFICACIÓN
1.3. VENTAJAS, LIMITACIONES Y DIFICULTADES.
1.4. CARACTERISTICAS DELIMITADORAS DEL METODO OBSERVACIONAL:
1.5. OBSERVACIÓN PSICOLÓGICA:
1.5.1. UNIDADES DE ANÁLISIS (¿QUÉ OBSERVAR?)
1.6. UNIDADES DE MEDIDA (¿QUÉ MEDIR DE LA UNIDAD?)
1.7. TÉCNICAS DE REGISTRO (¿CON QUÉ OBSERVAR?)
1.8. LA OBSERVACIÓN EN EL METODO CLINICO
1.9. PRINCIPIOS BÁSICOS PARA REALIZAR UNA OBSERVACIÓN
CAPITULO II
2. ENTREVISTA.
2.1. CONCEPTO
2.2. TIPOS
2.3. FASES
2.4. ELEMENTOS
2.5. INTERPRETACION
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFÍA
CAPITULO I
1. LA OBSERVACION:
1.1. CONCEPTO:
Observación sistemática:
“Es un método de investigación donde los eventos son seleccionados,
registrados y codificados en unidades significativas” (Anguera, 1982,
1990).
Observación no sistemática:
Se caracteriza por la flexibilidad total, guiada solamente por la
formulación del problema a ser estudiado y algunas ideas generales
acerca de los aspectos de importancia probable, no hay definición
previa de lo que se va a observar. La sistematización de un proceso
de observación no tiene que ser total o no existir, ya que la
sistematización de las observaciones es un continuo que admite
diferentes grados.
Según las diferentes estrategias de observación o el papel del observador:
Observación participante: “Es una estrategia de investigación en la
que el observador tiene un papel activo” (Denzin, 1978).
Consiste en investigar al mismo tiempo que se participa en las
actividades propias del grupo que se está investigando. En la
observación participante se entra en contacto con los sujetos a fin de
conocer, lo mejor posible, su vida y actividades.
Observación no participante: En este caso el observador no es parte
activa del grupo que se está observando.
Según el lugar de ocurrencia de la observación:
Observación de campo:
La observación se realiza en los lugares donde ocurren los hechos o
fenómenos investigados.
Observación de laboratorio:
Esta se entiende de dos maneras, o bien hace referencia a los lugares
pre-establecidos donde se realiza la observación, o bien a grupos
humanos determinados para observar sus comportamientos. - según
la implicación física de quien la realiza: a) Observación directa: son
aquellas en las que el observador se pone en contacto directa y
personalmente con el hecho o fenómeno a observar.
Por último, pueden ser consideradas como unidad de análisis las interacciones
habidas entre las actividades de la/s persona/s y los elementos ambientales
(estímulos físicos y sociales). En este trabajo vamos a considerar por unidad de análisis
u observación aquel conjunto de eventos conductuales que pueden presentar
distintos grados de molaridad-molecularidad en función de los objetivos de la
evaluación.
1.5.1.1. CONTINÚO DEL COMPORTAMIENTO
1.5.1.2. Atributos
1.5.1.3. CONDUCTAS
1.5.1.4. INTERACCIONES
En ocasiones la unidad a observar no está formada, tan sólo, por una/s conducta/s
previamente descrita/s, sino por la relación secuencial entre dos eventos procedentes
de dos o más personas o entre una persona y una dimensión ambiental. Estas
unidades de análisis son fundamentalmente utilizadas por los evaluadores que
persiguen la indagación de las relaciones funcionales entre eventos.
En el mismo sentido que las del apartado anterior, existe una especificación
previa de las conductas o clases de conductas que interesa observar.
Estas unidades están constituidas por influencias recíprocas existentes entre
individuos o entre un individuo y un grupo o un determinado ambiente.
La observación de interacciones suele realizarse en unidades de tiempo
previamente establecidas, adecuadas (temporalmente) a estas unidades de
observación.
Por último, las medidas de archivo, las más interesantes en evaluación de las descritas
hasta aquí, son aquellas que han sido registradas en documentos o informes,
generalmente de forma escrita. En este último apartado pueden incluirse datos tan
importantes como los procedentes de cuadernos escolares, pinturas o dibujos, las
notas del currículo académico y otros muchos documentos personales que,
procedentes del pasado, son el resultado de la realización de determinadas
actividades por parte del sujeto en su vida cotidiana pasada y que pueden resultar de
gran interés en evaluación psicológica.
Por otro lado, tanto las situaciones artificiales como las naturales suponen escenarios
para recoger productos de conducta. Así, tras una sesión de juego pueden ser
observados productos de la conducta lúdica y/o escolar de un niño o, también,
redacciones, dibujos, rompecabezas, etc. Por otra parte, también es posible registrar
productos de conducta en situaciones naturales, como, por ejemplo, cuando se trata
de evaluar el número de piezas producidas por un operario o el número y la calidad
de trabajo despachado por una secretaria. Incluso podríamos decir que las
puntuaciones en los clásicos test de ejecución serían ni más ni menos que
observaciones sobre productos de conducta recogidos en situaciones artificiales con
un material tipificado.
1.6.1. OCURRENCIA
1.6.2. ORDEN
Estímulo-respuesta (E-R)
Respuesta-consecuencias (R-C)
Conducta-conducta (R-R)
Por tanto, puede ser necesario examinar la secuencia en que las conductas aparecen.
Como señala Anguera (2003), el orden consiste en la explicitación de la secuencia de
las distintas ocurrencias de conducta. Aporta un matiz importante a la ocurrencia
dado que, en ocasiones, dos sesiones de observación podrían no diferir en la
ocurrencia de aparición de conductas pero sí en el orden en que éstas aparecen.
1.6.3. FRECUENCIA
Fundamentalmente utilizada en el registro de conductas, clases de conducta e
interacciones, la frecuencia hace referencia a la extensión en la cual un determinado
evento ocurre en una unidad de tiempo.
Por ejemplo, el número de veces que un escolar golpea a otro durante la jornada
escolar, el número de botellas de vino que un alcohólico ingiere al día, el número de
desobediencias de un niño seguidas de atención de la madre. La frecuencia de un
evento puede presentarse en números absolutos o según una tasa o porcentaje final.
Es decir, podemos decir que una persona ha llegado tarde a su oficina 20 veces en un
mes o decir que es impuntual el 90 por 100 de los días. Este tipo de propiedad de las
unidades de análisis presenta, como señala Kazdin (1981), una serie de características:
1.6.4. DURACIÓN
Así, por ejemplo, con el fin de conocer cuán estudioso es un escolar, podemos
registrar cuántas veces se dedica al estudio a la semana, o al día (frecuencia), pero tal
vez sea más importante, en base a nuestro objetivo, conocer la duración de sus
períodos de estudio. Como señalan Cone y Foster (1982), las propiedades temporales
de un determinado evento pueden ser tres:
El intervalo entre el comienzo y el final de una determinada actividad, la
llamada propiamente duración.
El intervalo entre la presentación de un estímulo y el comienzo de una
respuesta, se refiere a la latencia de la respuesta.
El intervalo entre las manifestaciones sucesivas observadas, hace mención al
intervalo interrespuesta.
Por el contrario, los observadores conductuales y los que desde una perspectiva
diferencialista o médica utilizan productos de conducta emplean sistemas
estructurados y estándar de observación en forma de códigos de categorías de
conducta o de protocolos tipificados de recogida de datos. Por otra parte, el nivel de
estructuración puede depender también de la fase en la que se efectúa la
observación. Como señala Anguera (1981, 1990), la observación ha de realizarse
mediante un plan en el que en un primer momento se efectúa una observación
escasamente sistematizada, con el fin de estudiar la forma de operativizar el evento a
observar, fundamentalmente cuando no existen códigos tipificados sobre el fenómeno
objeto de examen.
En estos casos suele comenzarse con una observación no sistemática con la que se
trata de observar el continuo de la conducta con una observación prácticamente ad
libitum. Una vez realizada esa observación, se procederá a seleccionar los eventos
relevantes al objeto de la evaluación, que, en un segundo momento, pasarán a ser
observados de forma sistemática.
No obstante, cualquier clasificación que realicemos en base a esto será, hasta cierto
punto al menos, arbitraria. La que proponemos es la siguiente:
registros narrativos
escalas de apreciación
protocolos observacionales de conducta
códigos o sistemas de categorías;
valoración de productos de conducta,
recogida de datos mediante dispositivos mecánicos.
Cone y Foster (1982) citan dos fuentes fundamentales de error que afectan a la
fiabilidad de estos registros:
Los observadores pueden utilizar distintas descripciones verbales para una
misma conducta o patrón de conductas.
De acuerdo con ello, puede llegar a categorizarse o a dar distinta significación
a los mismos eventos. Estos tipos de error pueden controlarse en tanto en
cuanto los observadores sean previamente entrenados en el uso de un mismo
lenguaje descriptivo de las posibles actividades que vayan a producirse en el
campo de observación.
Las escalas de apreciación son útiles a la hora de tener una primera aproximación
cuantificada de la/s conducta/s problemática/s y adaptativa/s de un sujeto, como
también lo son otras opiniones que personas allegadas o jueces tengan sobre él.
Además realiza una descripción física particularizada del sujeto que le aporta un
conocimiento detallado y minucioso que permite identificarlo y diferenciarlo de los
demás sujetos. Este tipo de observación se inicia en forma céfalo caudal, o sea de la
cabeza a las extremidades inferiores y del centro del rostro hacia los lados, a fin de
conocer la simetría y el desarrollo del sujeto observado y si presenta características
especiales, como puede ser macrocefalia, microcefalia, estrabismo, hipertonía,
hipotonía, su tono muscular, señas particulares, etc.
En primer lugar como método para recoger la información debe planificarse a fin de
reunir los requisitos de validez y confiabilidad. Un segundo aspecto está referido a su
condición hábil, sistemática y poseedora de destreza en el registro de datos,
diferenciado los talantes significativos de la situación y los que no tienen importancia.
Así también se requiere habilidad para establecer las condiciones de manera tal que
los hechos observables se realicen en la forma más natural posible y sin influencia del
investigador u otros factores de intervención.
Descriptiva
Analítica
Experimental
Bingham y Moore:
"La entrevista es una conversaci6n seria, que se propone un fin determinado, distinto
del simple placer de la conversación". Le reconocen estos autores tres funciones:
recoger datos, informar y motivar.
2.4.1. EL ENTREVISTADOR:
2.4.2. EL ENTREVISTADO:
2.4.3. EL MENSAJE:
2.4.4. EL RUIDO:
2.6. LA INTERPRETACIÓN:
CONCLUSIONES:
BIBLIOGRAFÍA: