Cancer Infantil
Cancer Infantil
Cancer Infantil
Cada año 900 casos nuevos de cáncer se reportan en la población infantil. Los avances
actuales han incrementado el número de niños que sobreviven a su enfermedad. En
los años 50 el cáncer (leucemia) el porcentaje de sobrevivientes era de 2%,
actualmente esta estadística aumentó a un 70%.
Impacto en el niño
Por otra parte, la exposición del niño a las resonancias magnéticas suelen causarle
ansiedad al permanecer bajo una luz tenue casi inmovilizados y sin compañía de sus
seres queridos durante su realización. Además, a lo largo de los diversos tratamientos,
el niño suele generar comportamientos de oposición, resistencia, poca colaboración al
personal de salud; así como también alterar su sueño y aumentar
preocupaciones/miedos (batas, instrumentos médicos, fármacos). La ansiedad y
reacciones fisiológicas (náuseas, erupciones cutáneas, insomnio, llanto) también
aparecen de manera anticipatoria como respuestas a condicionamientos previos ante
los mecanismos de intervención médica previamente señalados.
Impacto en la familia
Por otra parte, los otros hijos del matrimonio suelen mostrarse celosos y enfadados al
observar los cuidados especiales y el mayor foco de atención puesto en su hermano
con la enfermedad. Otros, se sienten culpables por permanecer sanos, o reaccionar
con conductas inadecuadas para recuperar la atención perdida.
La fase del diagnóstico es considerada una de las fases más estresantes de la enfermedad, ya
que ningún padre está preparado para escuchar que su hijo tiene cáncer. Conocer el
diagnostico supone un impacto psicológico muy fuerte para la familia y despierta diversas
emociones en todos sus miembros.
Tras conocer el diagnóstico de su hijo, surge una cuestión, si deben informar de la situación al
hijo o no. Es importante ser honesto con el niño enfermo, ya que tiene derecho a saber lo que
le está sucediendo. Al ser comunicado al niño, este necesitara de mucho apoyo, puede ver la
enfermedad como castigo o puede sentir miedo debido a que desconoce el ambiente
hospitalario, características de su enfermedad o los efectos secundarios del tratamiento. Debe
de ser informado de todo (de acuerdo a su edad) para poder disminuir sus miedos.
Antes de ser comunicado al niño se debe saber el conocimiento previo que el niño posea ante
la enfermedad y cuales son sus principales temores. Debemos ser sensibles a las demandas de
información del niño. La información brindada se le proporciona depende a su capacidad de
comprensión y su edad.
La fase del tratamiento, es conveniente que continúe el contacto de los padres con el
personal sanitario, con el objetivo de aclarar las dudas que presenten. Los padres padecen de
incertidumbre y ansiedad acerca de los efectos de la enfermedad, el éxito del tratamiento y su
futuro. Es importante que los padres mantengan sus niveles de estrés y angustia al mínimo,
para la pronta mejoría del niño (percibe todo).
El niño en cuanto al procedimiento médico, se utiliza la distracción para que el niño focalice su
atención a otro elemento diferente y disminuir los niveles de estrés. Algunas veces es
conveniente que el niño sienta que tiene el control de su tratamiento, sin embargo no dejar
nunca el control en sus manos. Los autores concluyen que el ajuste del niño al cáncer puede
asociarse con la conducta de los padres.
El apoyo al niño con cáncer no solo debe ser por parte de los padres o el personal sanitario si
no también por parte de la escuela, ya que ayudara en cuanto a su adaptabilidad al su medio.
5. Mencione las técnicas psicológicas para la disminución de mareos y vómitos
condicionados
Como se sabe la quimioterapia es un procedimiento muy eficaz para impedir el
desarrollo de nuevos tumores, sin embargo, lleva consigo numerosos efectos
secundario que destacan la náuseas y los vómitos.
Por otro lado, con frecuencia los niños suelen experimentar náuseas y vómitos antes
de comenzar el tratamiento, sea al entrar al hospital o incluso al pensar en el
procedimiento. Esto se trata de respuestas aprendidas de experiencias anteriores
desagradables con la quimioterapia. El tratamiento recomendado para reducir las
náuseas y vómitos condicionados de los enfermos de cáncer infantil incluye la
relajación progresiva con imágenes guiadas.
-Relajación muscular progresiva: se enseña a relajarse, tensando relajando los grupos
musculares.
-Imaginación guiada: Sirve para desviar la atención de la sensación de vómitos y
nauseas a un lugar o imagen agradable y relajante.
-La desensibilización sistemática: Se construye una jerarquía de situaciones
relacionada con la quimioterapia y se expone a los niños a este tratamiento, al tiempo
que se relajan.
Los pacientes que padecen de cáncer, el dolor es muy frecuente y perturban su calidad de
vida. En el caso de niños con cáncer le suele resultar doloroso algunos procedimientos médicos
sencillo como las extracciones de sangre. Por ello se utiliza diversas técnicas para apaciguar su
dolor como:
-Escala de rostros de dolor: Se le muestra una serie de caras sonrientes y tristes de las que el
niño debe elegir en función al dolor que experimente.
-Técnicas distractoras: Sirven para desviar la atención de la fuente de dolor y dirigirla a otro
tipo de estimulación. Se puede usar estímulos externos como juguetes, muñecos y cuentos o
estímulos internos como imágenes emotivas
-Imágenes emotivas: Consiste que el niño se concentre en imágenes mentales que logren
evocar las sensaciones asociadas a esas imágenes.
-Técnicas de relajación y respiración: Sirve para reducir la ansiedad y tensión muscular que
frecuentemente acompañan el dolor. Un niño relajado, percibe menos dolorosos los
procedimientos médicos. En caso de niños pequeños pueden hacer que hagan pompas de
jabón como técnica de respiración.
-Otros métodos: técnicas conductuales con refuerzos positivos, implicación activa de los
padres, terapia musical o hipnosis.
7. -Mencione las técnicas de intervención psicológica frente la ansiedad y depresión en niños
con cáncer
Los problemas de ansiedad y miedo son normales en este tipo de pacientes. Al momento del
diagnóstico, el niño puede mostrar preocupación y desarrollar temor a estímulos como la
sangre o agujas. El temor es mayor ante las intervenciones quirúrgicas, suelen preguntar si
será doloroso o miedo al estar solos sin sus padres. Otra situación que suele generar mucha
ansiedad es al momento de realizar una resonancia magnética, pues la máquina, el ruido,
permanecer quieto atemorizan al niño. En estos casos, la intervención psicológica está dirigida
a enseñar al niño técnicas de relación, la visualización y a controlar la ansiedad. Por otro lado,
ante las hospitalizaciones, es necesario preparar al niño pues el hospital no es un lugar familiar
para él y además requiere que este en interacción con gente que no conoce. En estos casos, la
intervención psicológica está dirigida a proporcionar información e instruir al paciente con
estrategias de afrontamiento para conseguir la adaptación al ambiente nuevo, el lenguaje
debe ser entendible para ellos. Las técnicas operantes también son útiles, controlar la
disposición del ambiente con estímulos agradables para que resulte más agradable para el
niño, así mismo, proporcionar seguridad y afecto es importante, recibir la visita de sus
familiares; también animar al niño a participar actividades lúdicas como conocer el hospital o
hacer de médicos. Las estrategias más usadas son las autoinstrucciones, autoverbalizaciones
positivas, la imaginación de escenas agradables y la relación. Así mismo, es útil integrar estas
técnicas a un programa de intervención más amplio con la familia, una intervención
psicopedagógica. En España se emplea también la observación de modelos en formato
audiovisual, como “Mi operación”.
Los pacientes pediátricos suelen tener conductas de oposición al tratamiento como quejas,
rabietas. La adherencia es importante pues está relacionada a las tasas de curación, por otro
lado, la intrusividad de los tratamientos, sus efectos secundarios, las revisiones, los exámenes
físicos dificulta que esta se de fácilmente. Así mismo, es común el inadecuado seguimiento de
las prescripciones en la población infantil. Es importante hacer partícipe al niño del cuidado
médico. La adherencia debe ser multidisciplinar, con un componente educacional que permita
tener información sobre el tratamiento y enfermedad; con estrategias para mejorar las
habilidades de autocontrol por parte del niño; estrategias de intervención conductual y
atención e intervención ante posibles barreras que dificulten la adherencia, como problemas
psicológicos o desajuste emocional.
Se dice que el niño supera la enfermedad cuando pasa 5 años sin tratamientos, aun así es
necesario el tratamiento a largo plazo. Los padres deben apoyar y animar al niño a regresar al
colegio, sobre todo en los casos en los que el niño ha sufrido largas hospitalizaciones, si no
tiene los conocimientos básicos para su edad debido a que hubo un diagnostico a edad
temprana; respecto a eso, puede haber el miedo de los padres a que se contagie de alguna
enfermedad o miedo a las actitudes de sus compañeros. Para ello, es importa proporcionar al
niño información necesaria sobre sus cambios físicos y prepararlo para ignorar comentarios
inapropiados. Así mismo, los profesores deben identificar si el niño tiene alguna necesidad
educativa especial para su nivelación. Por otro lado, proporcionar información a los
compañeros del niño incrementa la comprensión de la condición del paciente.
En caso de afrontar la muerte cercana del niño, se debe de preparar a los padres para el
impacto emocional fuerte, dándoles información tanto a los padres como a la familia de
manera progresiva. Los niños muchas veces perciben su muerte por las reacciones de los
demás, por ello es importante dejar que manifiesten sus dudas, su tristeza y el temor a
separarse de sus padres, por otro lado, es importante que se sientan acompañados hasta el
final. Mientras los padres enfrentan sus sentimientos de culpabilidad, sus hermanos pueden
mostrar conductas atípicas o reacciones somáticas, en estos casos es importante que expresen
sus sentimientos y proporcionarles el apoyo que necesiten. En cuanto al personal sanitario se
les debe preparar para afrontar la muerte puesto que ellos brindar una gran inversión emotiva.
A la familia, se le proporciona apoyo antes, durante y después de la muerte del niño y al
personal se le proporciona apoyo y se promueve su habilidad para asistir a las familias
afectadas. En el colegio también se debe comunicar a los compañeros para q2ue enfrenten su
duelo.