Temario Español
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1. Funciones de la lengua
Las funciones del lenguaje se refieren al uso de la lengua que hace un hablante. Son los diferentes
objetivos, propósitos y servicio que se le da al lenguaje al comunicarse, dándose una función del
lenguaje por cada factor que tiene éste, en donde la función que prevalece es el factor en donde más se
pone énfasis al comunicarse
1.1 Referencial
Es la función del lenguaje en donde se pone énfasis al factor de contexto. Al ser el contexto todo
lo extra comunicativo, la función referencial trata solamente sucesos reales y comprobables, ya
que no son opiniones ni cosas subjetivas, lo que es una serie de elementos verificables.
Está presente en todos los actos comunicativos. Se da cuando el mensaje que se transmite puede
ser verificable, porque claramente reconocemos la relación que se establece entre el mensaje y el
objeto (referente). Los recursos lingüísticos principales de esta función son los deícticos.
Es aquella que utiliza el lenguaje denotativo (el significado primario de las palabras). Prevalecen
los sustantivos y verbos; los textos informativos, científicos, periodísticos como también afiches.
Llamada también representativa, denotativa o cognoscitiva. Permite brindar conocimientos,
conceptos, información objetiva. Está relacionada con el referente.
Tiene como principal objetivo el informar. Los textos que la contienen se caracterizan por ser
objetivos y unívocos. Esta función la encontramos en los llamados textos científicos, cuyo
propósito es ofrecer conocimientos. Se caracterizan por aludir a lo extralingüístico, es decir, a
nuestro entorno o lo que nos rodea. Ejemplo: el hombre es un ser racional.
1.2 Apelativa
Se llama conativa de latín "conatus" (inicio), porque el emisor espera el inicio de una reacción
por parte del receptor.
Se centra en el receptor. Es la función de mandato y pregunta. Sus recursos lingüísticos son los
vocativos, modo imperativo, oraciones interrogativas, utilización deliberada de elementos
afectivos, adjetivos valorativos, términos connotativos y toda la serie de recursos retóricos. Se da
en lenguaje coloquial, es dominante en la publicidad y propaganda política e ideológica en
general. Mediante el uso de esta función se pretende causar una reacción en el receptor. Es decir
con esta función se pretende que haga algo o que deje de hacer. Ejemplos:
Ejemplo: «¡Cierra la puerta!» - «Observen las imágenes y respondan.» Puede ocurrir que una
frase aparentemente referencial esconda una función apelativa.
Ejemplo: «La ventana está abierta» - Puede estar haciendo una mera descripción de un hecho,
pero también puede haber un contexto: «Cierra la ventana».
1.3 Poética
Es la orientada al mensaje. Aparece siempre que la expresión atrae la atención sobre su forma.
Constante en lenguaje publicitario. Cualquier manifestación en la que se utilice el lenguaje con
propósito estético o chocante. Sus recursos son variados, todas las figuras estilísticas y juegos de
palabras. Esta función se encuentra especialmente, aunque no exclusivamente, en los textos
literarios.
Para concluir, observemos que la función expresiva o emotiva se manifiesta gracias a los
significados afectivos o connotativos que se establecen sobre la base de los significados
denotativos: cuando hablamos, expresamos nuestro estado de ánimo, nuestras actitudes o nuestra
pertenencia a un grupo social, damos información sobre nosotros mismos, exteriorizamos
síntomas, aunque no tengamos siempre plena conciencia de ello. El emisor se comunica para
transmitir la información centrada objetivamente en la realidad exterior referente a las ideas que
tiene sobre ella.
Constituyen esta función todas las unidades que utilizamos para iniciar, mantener o finalizar la
conversación. Ejemplos: Por supuesto, claro, escucho, naturalmente, entiendo, como no, OK,
perfecto, bien, ya, de acuerdo, etcétera.
Está presente en los mensajes que sirven para garantizar que el canal funciona correctamente y
que el mensaje llega sin interrupciones.
1.6 Metalingüística
Se centra en el propio código de la lengua. Se utiliza para hablar del propio lenguaje, aclara el
mensaje. Se manifiesta en declaraciones y definiciones.
Este discurso pretende que el público reconstruya un evento similar al que orador quiere
exponer. Este discurso debe describir tamaño, forma, color, composición, edad y condición; este
discurso está compuesto por: componente denotativo que describe el componente de manera
objetiva y el componente connotativo que describe de manera subjetiva; para organizarlo el
orador debe describir siguiendo una secuencia lógica. En este tipo de discurso se utiliza en los
temas de entidades concretas como por ejemplo: edificios, auditorios, revistas, etc.
2.2 Narrativo
se utiliza para contar o referir una historia o suceso. No solo se utiliza en los textos narrativos de
tipo literarios, sino también en noticias, chistes, etc. El discurso narrativo es la exposición de unos
hechos relatables por medio de una trama y un argumento. las formas en las que el discurso
narrativo se desarrolla serían la descripción, la narración, el diálogo, el monólogo, la elipsis... y
la estrategia discursiva más utilizada correspondería a la asociación por analogía, que es lo que
en lenguaje literario se llamaría metáfora.
2.3 Argumentativo
se estructura a partir de una tesis, la cual se defiende entregando razonamientos que permitan
probar o demostrar dicha proposición, o bien persuadir al otro de lo que se afirma o se niega. El
objetivo principal del discurso argumentativo es convencer, y a ello debe ir dirigida cada palabra
que elijamos. El discurso argumentativo se estructura de la siguiente manera: en primer lugar se
expone la tesis (a modo de introducción) o las ideas que se pretenden demostrar; luego se pasa a
la argumentación propiamente dicha, con las opiniones concretas razonadas convenientemente;
finalmente se expresa la conclusión, que vuelve a la idea inicial, pero esta vez con el peso de la
razón detrás.
2.4 Expositivo
Secuencias: identifica el orden de las acciones; por comparación: identifica caracteres, tiempos y
lugares explícitos; de causa o efecto: identifica razones explícitas de ciertos sucesos o acciones.
donde tambien se basan en ciertos términos para la elaboración de un trabajo.
Efectuamos una lectura más profunda, ahondando en la comprensión del texto, reconociendo las
ideas que se suceden y el tema principal, realizando cuadros sinópticos, mapas conceptuales,
resúmenes y síntesis. La mayor parte de estas técnicas son más adecuadas para textos expositivos
que para textos literarios.
Nivel Inferencial
Buscamos relaciones que van más allá de lo leído, explicamos el texto más ampliamente,
agregando informaciones y experiencias anteriores, relacionando lo leído con nuestros saberes
previos, formulando hipótesis y nuevas ideas. La meta del nivel inferencial es la elaboración de
conclusiones. Este nivel de comprensión es muy poco practicado en la escuela, ya que requiere
un considerable grado de abstracción por parte del lector. Favorece la relación con otros campos
del saber y la integración de nuevos conocimientos en un todo.
deducir detalles adicionales, que según las conjeturas del lector, pudieron haberse
incluido en el texto para hacerlo más informativo, interesante y convincente;
deducir ideas principales, no incluidas explícitamente;
deducir secuencias, sobre acciones que pudieron haber ocurrido si el texto hubiera
terminado de otra manera;
deducir relaciones de causa y efecto, realizando hipótesis sobre las motivaciones o
caracteres y sus relaciones en el tiempo y el lugar. Se pueden hacer conjeturas sobre las
causas que indujeron al autor a incluir ciertas ideas, palabras, caracterizaciones, acciones;
predecir acontecimientos sobre la base de una lectura inconclusa, deliberadamente o no;
interpretar un lenguaje figurativo, para inferir la significación literal de un texto.
Nivel crítico
Emitimos juicios sobre el texto leído, lo aceptamos o rechazamos pero con fundamentos. La
lectura crítica tiene un carácter evaluativo donde interviene la formación del lector, su criterio y
conocimientos de lo leído.
Los juicios toman en cuenta cualidades de exactitud, aceptabilidad, probabilidad. Los juicios
pueden ser:
de realidad o fantasía: según la experiencia del lector con las cosas que lo rodean.
de adecuación y validez: compara lo que está escrito con otras fuentes de información.
de apropiación: requiere evaluación relativa en las diferentes partes, para asimilarlo.
de rechazo o aceptación: depende del código moral y del sistema de valores del lector.
Nivel apreciativo
Si el texto es literario, tendremos en este nivel que referirnos también a los valores estéticos, el
estilo, los recursos de expresión, etc., pero este es un aspecto que requiere lectores más
avanzados, por lo que se aconseja practicarlo en cursos superiores.
4. Gramatica
4.1 oracion
Sin embargo, el funcionalismo lingüístico entiende la oración como un continuum dentro del cual
una serie de rasgos o propiedades, cuyo fin es identificar no la pertenencia sino la gradación,
confluyen y tienden a coincidir según una determinada probabilidad. Esto provoca que dentro de
una categoría existen miembros que pueden llegar a ser mejores ejemplos que otros a los cuales
se les llama prototipos.
Desde el punto de vista de la entonación, está delimitado por dos pausas (una al inicio y
otra al final).
Desde el punto de vista semántico, transmite un mensaje con sentido cabal para un
determinado contexto, o sea, no precisa nada más para ser interpretada.
Desde el punto de vista sintáctico, es autónoma. Esto significa que la oración no está
incluida dentro de otra unidad gramatical. También es importante señalar que toda
oración posee un verbo conjugado.
En gramática tradicional es común clasificar las oraciones se pueden clasificar atendiendo a
criterios sintácticos, semánticos y pragmáticos.
Criterios sintácticos
La gramática tradicional trata las oraciones desde un punto de vista de componentes inmediatos:
Oraciones compuestas: son las que dos o más oraciones forman otra oración; por ejemplo: A
Carlos le gusta jugar fútbol, pero a María solo le gusta jugar cricket.
Oraciones copulativas (o atributivas): aquellas que cuentan con un predicado nominal. Éstos
constan de un verbo que hace de cópula entre el sujeto y el atributo.
Oraciones adversativas: aquellas que van precedidas por una conjunción adversativa (pero,
sino, aunque, no obstante, mas, sino que). Contradicen el significado de la oración a la que se
unen por la susodicha conjunción. (Ej.: Tú lo sabes, pero yo no).
Oraciones disyuntivas: aquellas que van precedidas por una conjunción disyuntiva (o, u).
Contradicen o matizan el significado de la oración a la que se unen por la susodicha conjunción.
Oraciones subordinadas: Aquellas oraciones que hacen parte de otra principal y desempeñan
en ella la función que realiza otra palabra, ya sea de sustantivo,adjetivo o adverbio.
Tradicionalmente, estas oraciones se han denominado subordinadas y principal a la oración de
la que forma parte. Las oraciones subordinadas carecen, por sí solas de significación y se ligan a
las principales mediante conjunciones subordinantes.
Este enfoque difiere grandemente de los enfoques más formales, y en cierto modo más aplicables
a la generalidad de lenguas del mundo. En estos enfoques lo más importante no es la cualidad de
los elementos de unión en las oraciones compuestas sino el tipo de estructura jerárquica que se
da entre las diversas partes de dicha oración.
Según la divisibilidad
Las oraciones bimembres son aquellas que poseen dos miembros (o constituyentes sintácticos)
y por lo tanto, pueden ser analizadas estructuralmente según sus partes. Se reconocen dos
grandes grupos: las oraciones bimembres averbales y las verbales u orales:
Según el tipo de sintagma nominal que hace de sujeto las oraciones se pueden clasificar en:
Oraciones personales explícitas, en las que existe un sintagma nominal fonéticamente realizado
que es sujeto de la oración.
Oraciones personales implícitas o elípticas. En la que no aparece ningún sujeto explícitamente,
y se analizan comúnmente como casos de sujeto elíptico.
Oraciones impersonales, en las que no existe sujeto explícito ni implícito. Normalmente se
refiere a oraciones que expresan situaciones atmosféricas (llueve, hace frío, ...), existenciales
(hay comida), para las que no existe un referente que pudiera ser interpretado como sujeto
semántico de la oración. Y las impersonales (pseudo)reflejas del tipo aquí se vive bien tiene
sujeto...
Según la forma del sintagma verbal o en particular el número de verbos flexionados las oraciones
se pueden clasificar en simples o compuestas:
Oraciones simples, tradicionalmente analizadas como formadas por un único predicado. Desde
el punto de vista generativa contienen un único núcleo de inflexión o de tiempo.
Oraciones compuestas, en las que existe más de un verbo conjugado, y en las que por tanto
alguno de los constituyentes sintácticos, es una oración subordinada o sintagma temporal que a
su vez es parte del sintagma temporal mayor que constituye la oración compuesta completa.
Una oración subordinada (o secundaria) es una oración que depende de la proposición principal.
Es decir, la oración subordinada es una oración que es a su vez un constituyente sintáctico de
otro sintagma que no es oración. Y por tanto, la oración subordinada no tiene una autonomía
sintáctica (si es considerada sola) y es "subordinada" por otra, siendo locuciones adverbiales o
conjunciones. La oración subordinada puede ser explícita (verbo conjugado en un modo
definido) o implícita (el verbo está conjugado en un modo indefinido).
Coordinación o parataxis
Las oraciones coordinadas tienen relación de igualdad jerárquica, es decir, están en el mismo del
árbol sintáctico. Se puede decir que son dos oraciones que se han unido en condición de
igualdad, manteniendo su estatus la una respecto de la otra. Las oraciones formadas por dos o
más oraciones simples coordinadas se conocen como oraciones compuestas por coordinación
(especificando además el tipo de esta coordinación, que viene marcado por el nexo, pudiendo ser
de todos los tipos que se muestra en los ejemplos. El nexo de este tipo de coordinación se conoce
como conjunción.
Subordinación o hipotaxis
Las oraciones subordinadas establecen una relación de dependencia respecto de otra oración, es
decir, jerárquicamente están dominadas por otra oración llamada oración principal. Las oraciones
formadas por una oración principal y una o más oraciones subordinadas se conocen como
oraciones complejas u oraciones compuestas por subordinación (especificando además el tipo de
esta, que viene también marcado por el nexo), pudiendo ser de todos los tipos que se muestra en
los ejemplos:
Oración principal, tipo de oración de la que depende una oración subordinada, del tipo que sea.
Estas proposiciones si se encontraran sin nexos serían oraciones autónomas y completas.
Ejemplo:
Trajo todas las referencias para completar el artículo en cuanto hubo terminado el texto
principal.
Oración subordinada sustantiva, tipo de oración subordinada por una conjunción subordinante
y con las funciones propias del sustantivo respecto de la oración principal (sujeto, objeto...):
Que participe el público es importante. (En este ejemplo, la oración subordinada ejerce de sujeto
dentro de una oración atributiva o copulativa).
El bibliotecario no permite que los vándalos editen ese artículo. (En este otro, la oración
subordinada ejerce de objeto directo).
Hago las cosas como mejor sé. (Oración subordinada adverbial modal (o de modo).)
Enunciativas o declarativas, a las que en general puede dotárseles de un valor de verdad y que
a su vez se dividen según contengan elementos de negación o no en afirmativas y negativas.
Exhortativas o imperativas, que en general no tienen un valor de verdad asignable ya que no
reflejan un estado de hechos. Las oraciones exhortativas también se conocen como oraciones
imperativas. Este tipo de oraciones expresan un consejo, ruego, mandato o prohibición. Los
indicadores de la modalidad en este tipo de oraciones es el uso de las formas verbales en
imperativo y en subjuntivo. Un ejemplo de esta oración es: "¡Escuchad esta noticia!"
Exclamativas, tampoco tienen un valor de verdad y tienen una finalidad expresiva, y en lenguas
indoeuropeas frecuentemente son introducidas por un complementador. El hablante suele
expresar sus sentimientos de alegría, dolor, admiración, sorpresa,etc... es decir, expresa
afectividad, manifiestan una emoción. El indicador de modalidad que interviene en estos tipos
de oraciones es la entonación. Ésta nos ayuda a distinguir la oración exclamativa del resto de
oraciones. Siempre va con signos de exclamación, por ejemplo: "¡Que bonito día hizo ayer!"
Interrogativas, las oraciones interrogativas no tienen valor de verdad sino que sirven para pedir
información. En las lenguas indoeuropeas es frecuente que empiecen con un interrogativo de
tipo pronominal dislocado al principio de la frase e inviertan el orden del sujeto y el verbo (¿Qué
está diciendo ese hombre en voz alta?). Algunas oraciones interrogativas (de respuesta sí/no) no
tienen palabra interrogativa al principio pero sí tienen inversión (¿Ya sabe Pedro lo que ha
pasado?).
Dubitativas, estas oraciones expresan una suposición o probabilidad.Los indicadores de
modalidad de estas oraciones son el uso de los verbos en futuro de indicativo o en condicional.
Un ejemplo de este tipo de oraciones: Sería una chica muy tranquila.
Optativa o desiderativa: Las oraciones optativas también se pueden llamar desiderativas.
Expresan un deseo y a veces se pueden pronunciar en forma exclamativa. Los indicadores de la
modalidad que podemos identificar en este tipo de oraciones es el uso de los tiempos verbales
en subjuntivo. También es habitual utilizar la interjección "OJALÁ" como otro indicador de la
modalidad. Un ejemplo de oración optativa es: "¡Ojalá eso que me han contado no sea verdad!"
Según lo dicho (Qué es lo dicho), o también el tipo de verbo (más concretamente su semántica o
bien su morfología):
Oración copulativa (o atributiva), si el predicado es nominal. Éstos constan de un verbo que
hace de cópula entre el sujeto y el atributo.
Oración predicativa, con predicado verbal, es decir, con un verbo que no es copulativo. Los
predicados verbales pueden, a su vez, dividirse en:
o Transitivas o intransitivas, dependiendo de si llevan complemento directo o no,
respectivamente.
o Reflexivas, si es el sujeto quien realiza y recibe la acción del verbo.
o Recíprocas, en las que los sujetos se intercambian la acción.
o Personales o impersonales: las personales poseen sujeto. Las impersonales, no. El verbo
en las impersonales se encuentra en tercera persona del singular. Hay tres grupos de
oraciones impersonales:
Con verbos meteorológicos ("llover", "granizar").
Con verbos como "haber", "hacer", "ser", "sobrar con", "bastar con"...
Con "se", que es una marca de impersonalidad. No confundir con el pronombre
personal de tercera persona.
¡Atención! No confundir las oraciones impersonales con las formas no personales de un verbo (infinitivo,
gerundio y participio)
Activas o pasivas (en las lenguas ergativas no existe generalmente voz pasiva sino la llamada
antipasiva). Por otra parte, en español hay dos tipos de pasivas:
Pasivas propiamente dichas: que cuentan con un sujeto paciente y el verbo (el núcleo del predicado)
está en voz pasiva. Pueden tener opcionalmente un complemento agente, aunque este puede no
aparecer. Ejemplo de oración pasiva: "Los alumnos fueron recibidos amablemente por sus profesores"
que tiene sujeto paciente (los alumnos) que recibe la acción indicada por el verbo (recibir) y un
complemento circunstancial agente (por sus profesores) que corresponde a quien o quienes realizan la
acción del verbo en pasiva.
Pasivas reflejas, pasivas con morfema de pasividad o pasivas perifrasticas SE: Estas oraciones se
caracterizan por tener un sujeto inanimado paciente, carecen de complemento agente, el verbo (núcleo
del predicado) tiene una forma propia de la voz activa. Necesariamente usan el morfema "se" como
marca de pasiva refleja y además el verbo está en tercera persona. Ejemplo: Se entregaron los
resultados oportunamente. En esta oración, apreciamos por el método de la concordancia que el sujeto
oracional corresponde al sintagma los resultados. Éste es de carácter paciente, ya que recibe la acción
indicada por el verbo en voz activa(entregar) y observamos la presencia del morfema se. No hay C. C.
En algunas lenguas los verbos transitivos y los intransitivos tienen marcas morfológicas explícitas
y, por tanto, en esas lenguas la transitividad puede ser una categoría expresada
morfológicamente.
Muchas lenguas carecen propiamente de verbo copulativo por lo que en ellas, las oraciones
copulativas de las lenguas europeas se traducen por un sujeto yuxtapuesto a su atributo
(generalmente otro nombre) sin verbo copulativo de por medio. Por esa razón desde una
perspectiva translingüística sería más adecuado hablar de predicación nominal, más que de
oraciones copulativas.
En muchas lenguas pueden existir voces gramaticales diferentes de la activa y la pasiva, siendo
las más frecuentes la antipasiva, la causativa o la aplicativa.
En sintaxis, el sujeto es uno de los sintagmas nominales requeridos por los verbos finitos no
impersonales en las lenguas nominativo-acusativas y, por tanto, es uno de los elementos destacados de
la mayoría de oraciones en esas lenguas. En las lenguas ergativas frecuentemente se sigue usando el
término sujeto para el único participante de una intransitiva, aunque su funcionamiento sintáctico
(elisiones, cambio de diátesis) en cierto modo es opuesto a como funcionan los sujetos en lenguas
nominativo-acuativas.
El sujeto es un concepto sintáctico, y aunque en ciertas lenguas pueden usarse criterios fonéticos,
morfológicos e incluso semánticos para identificarlo, todos éstos últimos son falibles por lo que
la identificación de sujeto debe atenerse en lo posible a la sintaxis.
En español, por ejemplo, el sujeto de un verbo en voz activa suele cumplir que:
Sin embargo, en una oración como "Me gustan mucho los helados en verano", no se cumple
ninguno de los dos anteriores criterios. Por esa razón conviene usar un criterio puramente
sintáctico, como por ejemplo la concordancia gramátical, así si consideramos las oraciones
alternativas:
Se aprecia que el único elemento que obligatoriamente concuerda con el verbo en número es
precisamente el sujeto, que en este caso ni ocupa el primer lugar en la oración ni es un agente
Criterios fonéticos
En muchas lenguas del mundo toda oración completa requiere la presencia de un sujeto explícito.
En otras lenguas por el contrario se acepta la posibilidad de que no exista un elemento
fonéticamente realizado que pueda ser interpretado como sujeto, en estos casos se habla de sujeto
elíptico. Finalmente algunas en las oraciones genuinamente impersonales (las relacionadas por
ejemplo con verbos meteorológicos: llueve, nieva, ...) no existe sujeto semántico asociado.
Aunque en las lenguas de sujeto explícito obligatorio suele aparecer un pronombre expletivo en
la posición usual de sujeto, esto sucede en francés e inglés:
(1a) It rains
(1b) Il pleut
(1c) Ø llueve
En (1a) y (1b) aparecen los "pronombres expletivos" it y il que no tienen referente real (es decir,
semántica vacíos).
Criterios semánticos
Un criterio de identificación semántica del sujeto es ver, de entre todos los nombres (más
exactamente sintagmas nominales), cuál de ellos tiene un referente que pueda ser experimentador
o agente de la predicación del verbo. Si el verbo tiene forma pasiva, entonces el sujeto puede ser
también paciente.
Sujeto agente es el que realiza, controla o preside la acción que ejecuta el verbo, y por
tanto aparece siempre en las oraciones activas: Pedro come peras / El rey ganó la regata.
Sujeto paciente es el que padece la acción realizada por el verbo y ejecutada por un
complemento agente con la preposición por o de, que puede aparecer u omitirse; por eso
es el sujeto de las oraciones pasivas: "La circulación fue desviada por la carretera (por el
policía de tráfico)". "El paciente fue operado por el doctor". "Lorca era conocido de
todos". "Se vende piso".
Sujeto causativo es el que no ejecuta directamente la acción, pero la preside: "Felipe II
construyó El Escorial'.
Sujeto compuesto, aquel cuyo sintagma nominal posee dos núcleos: "Pedro y Luis
salieron a pescar."
Experimentador es el elemento que designa a un participante de la predicación verbal
que no es un partícipe consciente o voluntario del estado o proceso predicado por el
verbo. Generalmente los sujetos de las oraciones intransitivas que designan estado o
actividad mental son experimentadores.
Predicado verbal
La gramática tradicional postula que todo predicado verbal debe contener un verbo (en las
lenguas con inflexión de tiempo dicho verbo debe estar conjugado según el tiempo gramatical).
Y a ese verbo puede ir acompañado de objetos verbales, atributos o elementos adverbiales.
Algunos ejemplos:
En gramática tradicional, el predicado se considera una de las dos partes que componen una
oración simple, siendo la otra parte el sujeto o "participante externo" sobre el cual el predicado
declara algo (esto es estrictamente cierto sólo en las oraciones enunciativas).1 En el análisis
generativista más reciente ese análisis simple de gramática tradicional no se usa, por varias
razones:
De acuerdo con el análisis de la gramática tradicional, los elementos oracionales que pueden
acompañar al verbo en el predicado verbal en español pueden ser:
"Argumentos" verbales:
o Complemento directo (CD): acompaña siempre a los verbos transitivos.
o Complemento indirecto (CI).
o Complemento de régimen (CR), también llamado suplemento.
Adjuntos sintácticos (elementos oblicuos):
o Complemento circunstancial (CC).
o Complemento preposicional del verbo.
o Complemento agente (C. agente, sólo en oraciones pasivas).
A parte del participante que es codificado como sujeto, la mayoría de verbos requiere sólo un
argumento adicional o complemento obligatorio (que morfológicamente es un CD, un CI o un
CR), fuera de ese argumento propiamente dicho el resto de "argumentos" son lo que se llaman
adjuntos [sintácticos] .
Predicado nominal
En estas oraciones la información semántica recae en los elementos que acompañan al verbo
copulativo ser. En español y otras lenguas el verbo copulativo únicamente tiene la función de
servir de apoyo del núcleo del sintagma de tiempo pero dicho verbo no atribuye papel temático a
ningún otro elemento a diferencia de un verbo copulativo en un predicado verbal.
Predicado adjetival
Oraciones no personales
En las oraciones impersonales no hay sujeto lógico. Para la gramática tradicional, toda la oración
es parte del predicado y ha de ser analizada como tal. En español, el núcleo del predicado
siempre está en tercera persona y puede llevar complementos.
El análisis generativista difiere de la tradicional y se postula que un pronombre expletivo
fonéticamente vacío, que es un tipo de sujeto elíptico está presente en la oración. Que dicha
posición debe ir ocupada obligatoriamente se refleja en la construcción de ascenso:
En (a) el verbo parece es impersonal por lo que carece de sujeto lógico, sin embargo se postula
que existe una posición preverbal (especificador sintáctico) que podría estar ocupada por un
sujeto vacío. La construcción (b) semánticamente equivalente, muestra que la posición preverbal
está ocupada por el elemento Juan que es el sujeto lógico de dormir pero que es atraído hacia la
posición de especificador sintáctico de parece. En gramática tradicional no existe explicación de
porqué (a) y (b) son semánticamente equivalentes siendo que la primera debería ser analizada
como un predicado y la segunda como un sujeto más un predicado!
5. Redaccion
El orden de las palabras en una oración (sintaxis), la puntuación y la acentuación pueden variar
según la intención del autor. En ciertas oraciones ello dependerá de que se emita una idea u otra
diferente: en ocasiones lo opuesto a lo que se pretende expresar. Antes de empezar a escribir es
necesario organizar mentalmente las ideas que se quieren trasladar al papel o al monitor o
pantalla de la computadora u ordenador.
Una vez ordenadas en la mente, es necesario identificar las ideas principales y las secundarias.
Se elabora un esquema en el que se escriban en orden, según la importancia de cada una. Es
importante el orden de una oración, ya que de lo contrario resultará carente de sentido. Más aún,
si de manera lógica y cuidada no se es capaz de ordenar lo que se quiere decir, el escrito perderá
todo interés. Toda redacción necesita coherencia y cohesión textuales.
Algunos de los denominados «medios» cuentan con manuales de estilo, o imparten cursos de
capacitación en sus «instalaciones». Personal que labora en empresas que no disponen de estas
«facilidades» y que desea superarse toma cursos en instituciones públicas o privadas.
6. Vocabulario
6.1 Analogia
Analogía del griego αναλογíα (ana -reiteración o comparación- y logos razón), significa
comparación o relación entre varias razones o conceptos; comparar o relacionar dos o más seres
u objetos, a través de la razón, señalando características generales y particulares, generando
razonamientos basados en la existencia de semejanzas entre estos, aplicando a uno de ellos una
relación o una propiedad que está claramente establecida en el otro.
La analogía designa una forma inductiva de argumentar que asevera que si dos o más entidades
son semejantes en uno o más aspectos, entonces lo más probable es que también existan entre
ellos más semejanzas en otras facetas.
Analogías continuas En las respuestas tendremos que encontrar otra palabra que unida a
la última forme una pareja que guarde la misma relación que la primera.
Si la primera pareja consta de dos sinónimos, la segunda tendrá que estar formada también
por dos sinónimos.
Ejemplos:
1. INEPTITUD es a TORPEZA como IGUALDAD es a :
a) paridad b) desequilibrio c) desnivel d) coherencia
Solución: respuesta a)
Ineptitud y torpeza son sinónimos, por tanto, la respuesta será aquella palabra que signifique
lo mismo que igualdad.
Ejemplos:
1. ALABANZA es a TEMOR como LOA es a :
a) alabanza b) aprobación c) respeto d) educación
Solución: respuesta c)
Alabanza y Loa son sinónimos. La solución tendrá que ser un sinónimo de Temor.
Ejemplos:
1. .... es a IMAGEN como RADIO es a:
a) televisión – sonido b) fotografía – palabras
c) fotografía – sonido d) televisión – locutor
Solución: respuesta a)
Tenemos que buscar un medio de comunicación que se base en la imagen. El segundo
concepto será en qué se basa la radio.
NOTA: Nunca se considerará sinónimo de una palabra la misma palabra repetida en una
alternativa de respuesta
6.2 Sinonimos
La sinonimia estricta es muy rara en las lenguas, y suele darse por la existencia de formas
dialectales coexistentes, o en formas léxicas del mismo significado pero usadas en contextos
diferentes. La sinonimia parcial es mucho más frecuente.
Clases de sinonimia
(en este contexto alterado, puede ser cambiado por modificado, sinonimia parcial).
Como se puede observar, nervioso y modificado son sinónimos parciales de alterado, pues cada
uno es válido para determinados contextos. Sin embargo, en el primer ejemplo no es posible
substituir alterado por modificado (sin cambio de significado) ni en el segundo alterado por
nervioso.
asno – borrico
marido - esposo
alberca - piscina
Sinonimia referencial. Los términos relacionados remiten al mismo referente pero no significan
lo mismo, no presentan exactamente los mismos rasgos significativos. Por ejemplo: ::limonada –
elemento líquido, mesa - mueble
Sinonimia contextual. Los términos relacionados pueden conmutarse únicamente en
determinados contextos. Por ejemplo:
La sinonimia también puede referirse a la figura que consiste en usar intencionadamente voces
sinónimas de significación similar para amplificar o reforzar la expresión de un concepto, por
ejemplo:
6.3 Antonimos
Antónimos son palabras que tienen un significado opuesto o contrario. Deben pertenecer, al
igual que los sinónimos, a la misma categoría gramatical. Por ejemplo, antónimos de alegría son:
tristeza, depresión, melancolía...; antónimos de grande son pequeño o chico.
Graduales: Las dos palabras se oponen de forma gradual; hay otras palabras que
significan lo mismo con diferente grado. Ejemplos: blanco y negro (hay gris), frío y
caliente (hay templado, gélido, helado, tibio...).
Complementarios: El significado de una elimina el de la otra ,incompatibles entre si.
Ejemplo: vivo y muerto (no se puede estar vivo y muerto a la vez).Es decir, la afirmación
de uno implica la negación del otro. EJ: Si algo es legal, no puede ser ilegal.
Recíprocos: designan una relación desde el punto de vista opuesto, no se puede dar uno
sin el otro. Ejemplo: comprar y vender (para que alguien venda una cosa otro tiene que
comprarla; si uno no compra, el otro no vende, pero no se puede comprar algo si no lo
vende alguien)
6.4 Homofonos
Homofonía etimológicamente proviene del término griego ὁμόφωνος homóphōnos compuesto
de ὁμο- homo- que significa "igual" y φωνή phōnḗ que quiere decir "sonido, voz".
Homofonía y homografía
Las palabras homófonas pueden a su vez ser homógrafas si se escriben igual, como "traje" del
verbo traer o "traje" de vestir, o bien heterógrafas si se escriben de forma diferente, como "vaca"
de animal y "baca" del coche. En español y otros idiomas los "acentos diacríticos" son una
manera de distinguir en la escritura
Homofonía en español
En español no todas las palabras homógrafas son homófonas,debido a que no existe una relación
uno a uno entre el conjunto de letras y el de fonemas:
Así como estos casos existen una cantidad enorme que incluyen otras letras de parecido sonoro.
Por último, como dato curioso es importante decir que la homofonía no es un fenómeno que
afecte tan solo a la lingüística sino que también existe la homofonía en el campo musical, ¿En
qué consiste? La homofonía se da en distintas partes o líneas musicales que remueven
paralelamente en un ritmo y tono con la finalidad de formar acordes que brindan un
acompañamiento armónico a la melodía principal ya que en el campo musical también se utiliza
esta palabra para referirse a dos o más partes.
7. Generalidades de la ortografía
7.1 Uso de la s, c y z
Se escriben con C:
1.- Las palabras que llevan C, cuando esta letra tiene sonido fuerte ante a, o, u, l, r, y
antes de la última sílaba. Ejemplos: carreta, corredor, cubierta, cloro, crucero, acne.
2.- Las palabras que terminan en ancia, ancio, encia, encio, uncio, uncio. Las únicas
excepciones son ansia, Hortensia y hortensia.
Las terminaciones de los diminutivos cito, ecito, cico, ecico, cillo, ecillo y sus
femeninos correspondientes, salvo que se deriven de palabras con s en la última
sílaba. Ejemplos: bracito, nuevecito, hombrecico, airecillo.
4.- Las terminaciones cia, cie, cio. Son excepciones algunos nombres propios y
palabras de origen griego, tales como Rusia, Asia, Dionisio, gimnasio, idiosincrasia,
iglesia, anestesia, magnesia, etc.
5.- Los verbos que terminan en ciar, así como las palabras de las cuales proceden y
las que se derivan de ellas. Se exceptúan los verbos ansiar, extasiar, lisiar y sus
derivados. Ejemplos: Acariciar, beneficiar, presenciar.
6.- Los verbos que terminan en cer y cir, así como los grupos ce y ci de los derivados
de dichos verbos. Solamente se escriben con s los verbos ser, coser (con hilo y
aguja), toser, asir y sus compuestos, así como las palabras que de ellos se
derivan. Ejemplos: agradecer, zurcir.
Se esciben con S:
1.- Las palabras que al principio llevan la partícula es, seguida por b, f, g, l, m,
q. Ejemplos: esbozar, esfuerzo, esgrimir, esmero, esquelético.
2.- Las palabras que terminan en sión, partícula que se escribe después de l y
r, ejemplos: propulsión, inmersión. Excepciones: absorción, deserción, insersión,
porción y proporción.
3.- La mayor parte de las palabras que terminan en sión se determinan a través
de grupos, entre los cuales los más importantes están: misión, admisión; visión,
división; presión, depresión; fusión, confusión; cisión, concisión; tensión, extensión;
gresión, regresión; cesión, sucesión; prensión, comprensión; clusión, conclusión;
cusión, repercusión; pensión, suspensión; hesión, cohesión; censión, ascensión;
fesión, confesión, profesión, rosión, corrosión.
Se escriben con Z:
1.- Los adjetivos terminados en az y oz, llevan z al final. Ejemplos: capaz, atroz.
4.- Las palabras que son aumentativos o expresan la idea de golpe, si terminan en azo,
aza. Ejemplos: sablazo, manaza.
5.- Las terminaciones ez y eza de los sustantivos abstractos, que indica que es o tiene
lo que señala la raíz. Ejemplos: honradez de honrado; naturaleza de natural.
Se escriben con v:
Las palabras que comienzan por div, eva, prev, priv y prov, ejemplo divino, divorcio,
evaluar, evacuar, prevaler, prever, privar, privilegio, provisión, provocar.
Los prefijos:
o vice (hace las veces de o inferior), cuando va unido al nombre de un cargo,
jerarquía, incluida la palabra viceversa: vicecónsul, vicegobernador, vicerrector.
o villa (casa de campo, recreo, población pequeña) y sus compuestos y derivados,
salvo en billar, pues no cumple el significado del prefijo: villancico, villano, villa.
Las sílabas que empiezan con este sonido, a las que precede:
o la sílaba ad cuando está al inicio de la palabra: advenimiento, adverbio,
adversidad.
o las letras b, n y la sílaba ol: obvio, subversivo, inverosímil, inversión, polvorón,
resolver.
Los adjetivos terminados en ava, ave, avo, eva, eve, evo e iva, excepto arriba, estribo,
lavabo, rabo y sílaba: enclave, lesivo, longevo.
Las palabras terminadas en ívora, ívoro, vira y viro, excepto víbora: piscívora,
omnívoro, Elvira, triunviro.
Las formas del indefinido del indicativo y del pretérito y futuro imperfecto del subjuntivo
de los verbos andar, estar y tener, y sus compuestos: anduve, anduviste, anduviera,
anduviéramos (de andar), tuve, tuviste, tuviera, tuviéramos (de tener).
Se escriben con b:
Las sílabas: bla, ble, bli, blo, blu y bra, bre, bri, bro, bru: temblar, bledo, tablilla,
bloque, blusa, abrasión, hebreo, abrir, brote, abrumar.
Las palabras que comienzan con alb, bi, bu, bur y bus, excepto: Álvaro, Álvarez,
alveolo, vuelta, vuelco, vuestro, vulcanizar, vulgo y vulnerar. Ejemplos: albóndiga,
bífido, burdel y búsqueda.
Los prefijos:
o bibl (libro): biblia, bibliografía, biblioteca.
o bio (vida): biofísica, biografía, biotecnología.
o bis o biz (dos, doble): bisagra, bisiesto, bisílaba.
o sub (debajo): submarino, subteniente, subterráneo.
Las palabras terminadas en ber, bilidad, bir, buir, bundo y bunda, excepto: absolver,
atrever, entrever, hervir, precaver, servir, ver, vivir y movilidad. Ejemplos: absorber,
habilidad, cohibir, retribuir, moribundo, meditabunda.
Las palabras terminadas en aba, abais, ábamos, aban y abas del pretérito imperfecto del
indicativo de los verbos terminados en ar, más el del verbo ir: iba, íbamos, iban, andaba
(andar), caminábamos (caminar), soñabas (soñar).
7.3 Uso de G, J
Se escriben con g:
Todas las palabras que empiezan con germ e in, salvo injerto y sus derivados, e injección
y sus derivados: germen, germanofilia, germano, ingenio, ingerir, ingenuo.
Las palabras que llevan la partícula gest: gestionar, ingestión, gestación, congestión.
Los verbos terminados en ger, gir, girar e igerar, así como sus derivados: proteger,
afligir, presagiar, morigerar.
Las palabras que tienen como prefijo o sufijo la raíz griega geo, que significa tierra:
geoquímica, geodesia, epigeo, perogeo.
Las palabras que poseen la raíz latina legi, que significa ley: legítimo, legislativo,
legislar.
Las palabras que tienen la partícula gen, como: genealogía, homogéneo, vigente,
aborigen.
Excepto las formas de los verbos que tienen j en su infinitivo: dejen (dejar), aléjese
(alejar).
O las palabras: ajeno, berenjena, comején, enajenar, jején, Jenaro, jengibre, Jenofonte.
Se escriben con j:
Las palabras que comienzan por aje y eje, excepto agencia, agenda y agente: ajenjo,
ejemplo, ajetrear.
Las palabras terminadas en jero y jería, menos ligero: consejería, extranjero, pasajero,
relojería.
Los sustantivos terminados en aje, excepto en algunos casos como ambages: arbitraje,
linaje, paisaje, patinaje.
Los derivados de las palabras que se escriben con j: cajero (caja), bajeza (bajo), hijastro
(hijo).
Los sonidos je y ji de las formas verbales de los verbos que en infinitivo no llevan jota ni
g: reduje (reducir), dijo (decir), atrajo (atraer).
Uso de la “LL”
Se escribe LL en:
• Al principio o en medio de palabra.Ejemplo:Atropellar, ensilla, acaudillar , patrullar,
llama, llover.
•Los verbos terminados en llir y sus derivados.Ejemplo:Bullir, engullir, mullir, salpullir.
•Palabras terminadas en illa, illo y sus derivados.Ejemplo:Arcilla, astilla, caudillo, villa, rodilla.
Uso de la “Y”
La y (ye o y griega ) tiene dos sonidos: el de vocal y el de consonante, por lo cual en la escritura
puede confundirse con la i y la ll Al final de palabra y como conjunción tiene sonido vocálico; al
principio o enmedio de palabra, es consonante. Se escribe Y en:
•Como conjunción copulativa, pero se cambia por e ante palabras que comienzan por i o hi Sin
embargo, usamos y en principio de interrogación o si la palabra siguiente comienza por hie.
7.5 Uso de la H
Se escriben con H:
Todas las formas de los verbos que llevan h en el infinitivo: haber (hubo, habré,
habríamos, habrás), hacer (harás, hice, haremos, hizo), hallar (hallarais, hallamos,
hallaste, hallaré).
Las palabras compuestas de vocablos con esa letra: gentilhombre.
Los provenientes de las palabras que comienzan con hue, a excepción de los siguientes:
Esto se debe a que en los vocablos primitivos hueco, hueso, huevo y huérfano, la h inicial
no es originaria, sino que se les ha añadido por comenzar todas ellas con ue. La palabra
huevo, debido a que en los inicios de la imprenta se escribía: "vevo" y daba problemas de
comprensión; es el mismo caso que la h de la palabra francesa huit (ocho).
Las palabras que cuentan con una h intermedia separan vocales, como por ejemplo: vaho,
vehemente, desahucio, sahumerio, almohada, alcohol. A excepción de las palabras compuestas
de vocablos, por ejemplo: bienhechor, enhorabuena, algunas que inicien con los prefijos ad, des,
ex, in, por ejemplo: deshacer, exhaustiva, inhábilo, adherir, adhesivo.
Tampoco lo están una gran cantidad de palabras con h inicial: híbrido, hebilla, hacinar, huraño.
Las siguientes reglas nemotécnicas no han sido explicitadas por la Real Academia Española, sino
descubiertas por profesores o alumnos de español acostumbrados a revisar diccionarios.
Casi todas las palabras que empiezan por los diptongos ia y ie con la excepción de
iatrogénico: hiato, hielo.
Casi todas las palabras que empiezan por los diptongos ue y ui: hueco, huidizo, huele.
Algunas palabras que comienzan por hue o por hui, pueden igualmente escribirse con
güe y güi, respectivamente: huero, huipil, huisquil, escritas también güero, güipil,
güisquil.
Las palabras que comienzan por hum, salvo umbela, umbelífero, umbilicado, umbilical,
umbra, umbráculo, umbral, umbralado y umbrío: humano, humor, humildad.
7.6 Uso de la R, RR
2) En la terminación de palabras.
Ejemplos: amor, suplir, abrir, ser, constituir, horror, error, herir, reír, etc.
Utilización de la RR:
NOTA IMPORTANTE: En los casos en donde las palabras forman su opuesto anteponiendo el
prefijo I, es necesario poner la RR. Ejemplo: relevante, irrelevante, resistible, irresistible,
razonable, irrazonable, reparable, irreparable, etc.
7.7 Acentos
Las palabras átonas son escasas en número, pero muy importantes por el uso
extensivo que se hace de ellas. Entre ellas podemos citar las siguientes:
Las únicas palabras que poseen dos acentos prosódicos son los adverbios de modo formados
mediante la adición del sufijo -mente a un adjetivo. El primer acento es el del adjetivo; el
segundo es el correspondiente al sufijo.
Se llama tilde o acento ortográfico a una rayita oblicua (') que baja de derecha a
izquierda del que lee o escribe, y que se pone, en los casos adecuados, sobre alguna
de las vocales de la sílaba tónica de la palabra.
con-ver-sar
pas-tor
o-ra-ción
com-pe-tir
va-lor
Or-le-ans
Las palabras llanas son aquellas que tienen el acento prosódico en la penúltima sílaba.
pro-tes-tan-te
li-bro
di-fí-cil
ra-bi-no
bí-ceps
án-gel
Las palabras esdrújulas son aquellas que tienen el acento prosódico en la antepenúltima
sílaba.
prés-ta-mo
hi-pó-cri-ta
ag-nós-ti-co
cré-di-to
lle-gá-ba-mos
Las palabras sobreesdrújulas son aquellas que tienen el acento prosódico en una sílaba
anterior a la antepenúltima sílaba. Se trata de dos tipos de palabras:
Reglas básicas
Los monosílabos (sean átonos o no) no llevan tilde. Se exceptúan aquellos monosílabos
tónicos que coinciden en su grafía con otros átonos, en cuyo caso se coloca tilde en el
monosílabo tónico. Esta tilde se denomina tilde diacrítica. Su colocación (no sólo en los
monosílabos) se describe en el apartado correspondiente.
tam-bién
ja-más
lec-ción
se-gún
a-de-más
vir-tud
na-cio-nal
re-loj
a-co-me-ter
Or-le-ans
fe-liz
me-dios
lla-na
re-ve-la
mo-do
sub-jun-ti-vo
Las palabras llanas que terminan en otras letras siempre se acentúan (a estos efectos
no se considera la letra x representada por los fonemas /k/ + /s/, sino como tal, y por
tanto, las palabras llanas terminadas en x llevan tilde).
di-fí-cil
cár-cel
au-to-mó-vil
bí-ceps
Gon-zá-lez
i-nú-til
án-trax
ás-pe-ra
es-drú-jula
ca-tó-li-co
pro-pó-si-to
éx-ta-sis
La tilde diacrítica se coloca sobre ciertas palabras para distinguir entre diversos significados
del vocablo, según que sean tónicos o átonos. La tilde se coloca sobre la palabra tónica
aunque según las reglas generales no corresponda colocar tilde. Hay varias categorías:
o los pronombres éste, ésta, ése, ésa, aquél y aquélla, así como sus plurales,
llevan tilde para diferenciarlos de los determinantes equivalentes.
o los determinantes este, esta, ese, esa, aquel y aquella y sus plurales no llevan
tilde nunca.
o esto, eso y aquello no llevan tilde nunca, puesto que son siempre pronombres.
Hay que tener en cuenta que nunca llevan tilde los pronombres demostrativos que
actúan como antecedentes de un pronombre relativo sin coma interpuesta entre ambos:
Esos que trajiste no con adecuados.
Definiciones
Un diptongo es el conjunto de dos vocales dentro de una misma sílaba, una de las cuales será
siempre una vocal cerrada (i o u). Por tanto, cuando observemos que las dos vocales que
aparecen juntas dentro de una misma sílaba son abiertas (a, e u o), podemos afirmar que no
hay diptongo. Por ejemplo, existirá diptongo en palabras como a-vión, Jai-me, cuer-po, viu-
do..., pero no en hé-ro-e, a-ho-ra...
diptongos crecientes, formados por una vocal cerrada más una vocal abierta: ia, ie, io,
ua, ue, uo.
diptongos decrecientes, formados a su vez por una vocal abierta más una vocal
cerrada: ai, ei, oi, au, eu, ou. Cuando se encuentran al final de la palabra, los diptongos
ai, ei y oi se escriben ay, ay y oy, respectivamente.
diptongos formados por dos vocales cerradas, como iu, ui (este último se escribe uy
cuando se encuentra a final de palabra [salvo en el caso de benjuí y algún otro más
raro]). A efectos de acentuación, tal como estudiaremos posteriormente, los grupos
formados por iu o ui se consideran siempre diptongos.
Un triptongo aparece cuando no son dos, sino tres, las vocales que aparecen dentro
de una misma sílaba. La vocal situada en el centro es siempre abierta, en tanto que las
de los extremos son cerradas. Existen siete posibles triptongos:
uai (escrito uay cuando este triptongo se halla a final de palabra): a-ve-ri-guáis, U-ru-
guay...
uei (escrito uey cuando se encuentra a final de palabra): a-ve-ri-güéis, Ca-ma-güey...
iai: i-ni-ciáis...
iei: i-ni-ciéis...
iau: miau...
ioi: hioi-des...
uau: guau...
Cuando dos vocales se encuentran en contacto dentro de una palabra, pero no forman
parte de la misma sílaba, se dice que existe un hiato. Existen tres clases de hiatos:
hiato producido por el encuentro por dos vocales abiertas. Siempre que se encuentran
dos vocales abiertas, se produce un hiato: re-hén, al-de-a, le-ón...
hiato producido por el encuentro de una vocal cerrada tónica, situada delante o detrás
de una vocal abierta átona: ba-hí-a, o-í-do, fan-ta-sí-a...
hiato producido por el encuentro de una vocal cerrada átona con abierta tónica (gui-ón,
tru-hán...). Es el caso menos frecuente. Se trata siempre de palabras agudas
terminadas en vocal o en n.
Colocación de la tilde
Diptongos
La acentuación de los diptongos sigue las reglas generales. Por lo tanto, si el acento de la
palabra recae sobre una sílaba con diptongo, y a esta le corresponde una tilde según las reglas
generales, esta tilde se coloca sobre la vocal abierta (a, e u o). Veamos algún ejemplo: co-rréis,
hués-ped...
Cuando son dos vocales cerradas las que están en contacto (ui o iu), a efectos de
acentuación, se considera que se trata de un diptongo. Del mismo modo que para el
resto de los diptongos, si a dicho diptongo le corresponde una tilde, esta se coloca en
el segundo elemento: ben-juí, cuí-da-te, je-suí-ti-co, des-truí, pero je-sui-ta, des-truir...
Existen excepciones a esta última regla. Las formas verbales huí, huís, huía, huían y
huías (y sus equivalentes del verbo fluir) se acentúan.
Los onomásticos y patronímicos de origen catalán terminados en -iu o -ius, con acento
prosódico en la i se escriben sin tilde: Montoliu...
Se escriben también sin tilde los vocablos agudos terminados en au, eu y ou. Se trata
por lo general de patronímicos de origen catalán: Aribau, Salou, Bernabeu...
Triptongos
En los triptongos se sigue la regla general de los diptongos. Se coloca la tilde en la vocal
abierta del triptongo: a-ve-ri-guáis, li-cuéis...
En los triptongos agudos terminados en -uay y -uey se siguen las mismas normas
citadas en los diptongos respecto a la y final y, por tanto, no se acentúan palabras
como buey, Uruguay...
Hiatos
Si el hiato consiste en la unión de dos vocales abiertas, la tilde se coloca según las reglas
generales: le-ón, co-á-gu-lo...
Cuando la vocal tónica es la abierta, se coloca sobre ella la tilde, toda vez que se trata
siempre de palabras agudas terminadas en vocal o en n: lié, Sión, truhán...
a. si la palabra compuesta procede de la unión de dos palabras simples, sólo lleva tilde la
última componente si a la palabra compuesta le corresponde llevarla: contrapié,
decimoséptimo, cortafríos, radiocomunicación... (pierde su tilde siempre la primera
componente de la misma aunque la llevara cuando era simple: asimismo,
decimoséptimo, tiovivo...).
b. si las palabras se unen mediante guión (conservando la primera invariante la
terminación masculina singular), cada vocablo conserva su tilde si ya la tenía
previamente: físico-químico, anglo-soviético...
c. en el caso de los adverbios de modo formados mediante la adición del sufijo -mente
(que tienen en realidad dos acentos), se mantiene la tilde del adjetivo que origina el
adverbio si ya la tenía: ágil-mente, rápida-mente...
d. cuando a una forma verbal que ya tenía tilde se le añaden uno o varios pronombres, la
tilde se mantiene: dé-me, movió-se...
e. si al reunir una forma verbal que no tiene tilde con uno o varios pronombres resulta una
palabra esdrújula o sobreesdrújula, debemos ponerla: vámonos (de vamos), dáselo (de
da), entrégaselo (de entrega) ...
Acentuaciones dobles
alveolo alvéolo
chófer chofer
conclave cónclave
dinamo dínamo
fútbol futbol
gladíolo gladiolo
medula médula
olimpiada olimpíada
omóplato omoplato
ósmosis osmosis
pabilo pábilo
pentagrama pentágrama
período periodo
reuma reúma
austriaco austríaco
policiaco policíaco
Zodiaco Zodíaco
amoniaco amoníaco
cardiaco cardíaco
afilio afilío
auxilio auxilío
concilio concilío
expatrio expatrío
glorio glorío
vanaglorio vanaglorío
extasío extasio
Otras consideraciones
1. las letras mayúsculas deben llevar tilde siempre que les corresponda. Así lo determinan
las Nuevas Normas de Prosodia y Ortografía, el texto normativo publicado por la RAE
en 1959 y que constituye la base de la Ortografía. Es cierto, no obstante, que en el
Esbozo de una nueva Gramática de la Lengua Española, texto no normativo de
1974, se rebaja la norma a una recomendación.
2. las formas verbales fue, fui, vio y dio no llevan tilde por tratarse de monosílabos.
Aunque antiguamente sí la llevaban, las últimas normas ortográficas de la RAE (1959)
corrigen esta excepción.
3. la conjunción o lleva únicamente tilde cuando enlaza números (siempre que se escriban
con cifra, no con letra).
4. las palabras latinas que se han incorporado al castellano colocan su tilde según las
reglas generales (vademécum, currículum, accésit...).
5. las palabras y nombres propios de otros idiomas conservan su grafía original, si en
estos idiomas se escriban en alfabeto latino. Podrán acentuarse siguiendo las normas
españoles si así lo permiten su pronunciación y grafía originales: Wagner o Wágner.
6. si se trata de nombres geográficos, se sigue la norma anterior salvo que se haya
españolizado el término, en cuyo caso se acentúan según las reglas generales (lo que
se conoce por exónimos, como París, Aquisgrán, Milán, Lérida...).
7.8 Puntuacion
Los signos de puntuación delimitan las frases y los párrafos y establecen la jerarquía sintáctica
de las proposiciones, consiguiendo así estructurar el texto, ordenar las ideas y jerarquizarlas en
principales y secundarias, y eliminar ambigüedades.
El punto (.) es el signo de puntuación que se coloca al final de los enunciados y las oraciones
gramaticales en el español, además de en la mayoría de los lenguajes con el alfabeto latino. Se
escriben sin dejar espacio de separación con el carácter que precede, pero dejando un espacio con
el carácter que sigue a continuación, a no ser que dicho carácter sea de cierre. Existen tres clases
de punto: el punto y seguido, el punto y aparte y el punto final.
Punto y seguido. Separa enunciados dentro de un párrafo. Quiere decir que se continúa
escribiendo a continuación del punto; la primera letra escrita en este caso irá en
mayúscula. Por ejemplo: «Historia de España. El descubrimiento de América». Se
denomina punto y seguido, nombre más lógico y recomendable que el también usual de
punto seguido.
Punto y aparte. Separa dos párrafos de contenido diferente dentro del texto. A
continuación hay que comenzar a escribir en línea distinta. Para seguir las normas se debe
colocar sangría a la primera línea de texto del nuevo párrafo. Se denomina punto y
aparte, aunque en algunas zonas de América se dice punto aparte.
Punto final. Siempre se coloca al final, cerrando un texto o enunciado. No es correcta la
denominación punto y final, creada por analogía de las correctas punto y seguido y punto
y aparte.1
También se usa el punto para indicar que la palabra anterior es una abreviatura. En este caso se
escribe la abreviatura seguida del punto y se continúa escribiendo de forma usual. Esta última
clase de punto no se aplica en determinadas abreviaturas como puntos cardinales, acrónimos o
medidas, que se consideran símbolos.
La coma (,) es un signo de puntuación que señala una breve pausa dentro del enunciado. Se
emplea para separar los miembros análogos de una enumeración o serie, ya sean palabras o
frases, salvo los que vengan precedidos por alguna de las conjunciones y, e, o, u o ni. Por
ejemplo:
—María volvió a casa, hizo los deberes, cenó y se fue a la cama. —Mi casa tiene muebles,
mesas y cuatro camas.
Hay tendencias que admiten su uso para separar dos miembros independientes de una oración,
haya o no conjunción entre ellos, siempre y cuando sean realmente independientes; pues, si no,
estaríamos en el caso anterior:
También se utiliza para delimitar o aislar una aclaración o inciso (palabras u oraciones
incidentales):
—Nacho, mi primo, acaba de conseguir su primer empleo.
Las locuciones conjuntivas o adverbiales, sea cual sea su posición, van precedidas y seguidas de
coma, tales como: en efecto, es decir, en fin, por consiguiente.
Indicar que una o varias palabras han sido suprimidas por razones gramaticales o de estilo
(asíndeton, elipsis).2
Dos puntos
Este signo de puntuación (:) representa una pausa mayor que la de la coma y menor que la del
punto. Detiene el discurso para llamar la atención sobre lo que sigue, que siempre está en
estrecha relación con el texto precedente.3 Un uso importante y frecuente de este signo es
introducir citas textuales (uso que a veces se le atribuye incorrectamente a la coma).
El punto y coma
El punto y coma (;) es un signo de puntuación; gramaticalmente, se utiliza para unir dos
oraciones relacionadas en una sola frase (yuxtaposición):
—María estaba apenada por el examen. + María tendrá que estudiar más. = María estaba
apenada por el examen; tendrá que estudiar más. —Está lloviendo mucho. + No podremos ir
caminando. = Está lloviendo mucho; no podremos ir caminando.
—María estaba apenada por el examen y tendrá que estudiar más. —No podremos ir
caminando porque está lloviendo mucho.
También sirve para separar los elementos de una enumeración cuando se trata de expresiones que
incluyen comas:
—Había que estar en contacto con la naturaleza; dejar entrar el cielo, el mar y el viento; dormir
sobre tablones, sobre el suelo; sentarse en sillas medio rotas.
Además, se usa delante de las conjunciones o locuciones como pero, más, aunque, sin embargo,
por tanto y por consiguiente cuando los períodos tienen cierta longitud:
Las comillas (« », “ ”, ‘ ’) son signos de puntuación que se ponen al principio y al final de las
frases, palabras escritas como citas, ejemplos, de aquellas que se quiere destacar, ya sea por
importancia que le dé el autor o por su carácter irónico, vulgar o extranjero e impropio de la
lengua que se está usando. A pesar de que está verdaderamente extendido el uso de las comillas
inglesas (“ ”) es preferible emplear antes las angulares o españolas (« ») y reservar aquéllas, y
finalmente las simples (‘ ’), para cuando deban entrecomillarse partes de un texto ya
entrecomillado. Se utilizan, por ejemplo:
1. Para citar textualmente algo: p. ej., «Me dijo que “supuestamente llegaría hoy”».
2. Para señalar palabras usadas en un sentido distinto del normal, con el fin de indicar que
se han seleccionado intencionalmente y no por error.
3. Para indicar la intención irónica o sarcástica del empleo de una palabra.
4. Para indicar algo sobre una palabra o expresión.
5. Para presentar el significado de una palabra o expresión.
6. Para destacar que una palabra o expresión es extranjera, se trata de un apodo o de un
seudónimo.
Los paréntesis (en singular paréntesis) son signos de puntuación. Se usan en pares para separar
o intercalar un texto dentro de otro o para hacer una aclaración. Los distintos tipos son:
Los corchetes [ ].
Igual que las comillas, cuando se han de emplear varias veces en un mismo fragmento se utilizan
de la siguiente manera: (...[...{...}...]...)
El signo de interrogación (¿?) es un signo de puntuación que denota una pregunta. Su origen se
encuentra en el latín. La palabra «cuestión» viene del latín questio, o 'pregunta', abreviado como
«Qo». Esta abreviación se transformó en el signo de interrogación.
Una variante que no llegó a generalizarse fue la de utilizar la apertura sólo cuando el enunciado
fuera largo, o con riesgo de ambigüedad, pero no para las frases breves y claramente
interrogativas, como «Quién vive?». La influencia del inglés está haciendo retornar este viejo
criterio. Incluso es común que en las salas de chat o conversaciones en línea en español se use
solamente el signo (?) para preguntar, ya que ahorra tiempo al momento de presionar las teclas.
Esto podría no tener gran importancia debido a que se está utilizando en conversaciones
informales.
Signos de exclamación
Debe escribirse siempre uno para abrir (¡) y otro para cerrar (!), independientemente de la
longitud de la frase, oración o fragmento que encierren. Se utilizan para señalar el carácter
exclamativo de una oración. Se escriben para empezar y finalizar una oración exclamativa,
exhortativa o imperativa. También van entre signos de exclamación las interjecciones:
—¡Siéntate!
—¡Qué linda eres!
—¡Cuidado con el perro!
Los puntos suspensivos (…) son tres puntos sin espacios entre ellos, son un único signo de
puntuación que se utiliza al final de una palabra, frase u oración en lugar del punto u otro signo.
Se utilizan para dejar en duda o en suspenso una acción y son alineados horizontalmente al nivel
de la línea base de escritura.
Guion
La raya (—), que no debe confundirse con el guion bajo (_) —especialmente en contextos
informáticos— ni con el guion (-) —el cual es más corto— ya que tienen usos y significados
muy diferentes, se usa para introducir un inciso dentro de un período más extenso y para señalar
en los diálogos la intervención de cada locutor y los comentarios e incisos del narrador. Se
escriben dos, una para abrir y otra para cerrar, excepto cuando el diálogo no prosigue, que es
recomendable suprimir la última y sustituirla por el obligatorio punto; además, se escriben
separadas del resto de la frase con un espacio, y pegadas al propio inciso. En el caso de los
incisos puede sustituir a la coma para mayor aislamiento de los mismos, y también a los
paréntesis, pero para expresar uno menor.4
Usos de la raya:
7.9 Mayusculas
Como norma general, después de un punto (ya sea aparte o seguido) o cualquier otro signo que
sirva de conclusión de la frase u oración; por ejemplo:
Si la frase u oración tras los puntos suspensivos es una continuación y no otra frase
independiente, no llevará mayúscula:
Los títulos de libros, películas, canciones y otras obras de creación solo llevan mayúscula en la
primera palabra y los nombres propios que pudiera haber:1
Un mundo feliz
Cien años de soledad
Las cuitas del joven Werther.
El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha.
La Constitución.
o Votaron por una nueva modificación a la Constitución de la Nación Argentina.
Página/12
El Tiempo Online
La Revista de Neurología dejó de publicarse.
La revista Sociedad dejó de publicarse.
Paidós: Filosofía para la Vida (colección de una editorial).
Biblioteca de Grandes Autores Panameños.
En los libros sagrados cristianos, todos los sustantivos y adjetivos deben llevar mayúscula:
la Biblia
el Antiguo Testamento (si no fuera un texto sagrado se podría escribir: «Se ufanaba de haber
leído todo el Antiguo testamento de atrás para delante»).
el Nuevo Testamento (si no fuera un texto sagrado se podría escribir: «Aprendían el Nuevo
testamento de memoria»).
el Libro de los Jueces (si no fuera un texto sagrado se podría escribir: «Usaba las páginas del
Libro de los jueces como papel para armar»).
el Evangelio según San Lucas (si no fuera un texto sagrado se podría escribir: «El autor del
Evangelio de san Lucas no fue Lucas ni fue santo»).
la Carta a los Efesios (tanto «carta» como «efesios» son sustantivos comunes; si no fuera un
texto sagrado se podría escribir: «El obtuso contenido de la Carta a los efesios originó la palabra
“adefesio”»).
También se escriben con mayúscula los sustantivos y adjetivos que dan nombre a congresos,
cursillos, cursos, seminarios, etc.:
[editar] Conferencias
Aspectos normativos de las expresiones pluriverbales españolas.
El método ante el problema de Dios.
Historia de la traducción desde el siglo XVIII hasta la actualidad.
Introducción a la interpretación de conferencias.
Introducción a la promoción de la salud.
La filosofía y el restablecimiento de las creencias.
La pareja interior.
La utilización de lenguaje científico en la astrología actual.
La verdad y las formas jurídicas (conferencia de Foucault).
Las dos formas de convivencia: compañía o rivalidad.
Las novedades en la última edición de la «Ortografía de la lengua española» y otros detalles
importantes para los correctores.
Recursos avanzados para la corrección con comodines y macros.
Recursos electrónicos para la ortotipografía de la lengua inglesa.
Recursos electrónicos para la ortotipografía del español.
Revisión de traducciones: mejoras potenciales para traductores a partir de errores típicos.
Una introducción a la filosofía de Wittgenstein.
Una introducción a la relatividad general desde el punto de vista matemático.
Sustantivos propios
Cuando un apellido empieza con una preposición, esta se escribe con minúscula cuando
acompaña al nombre:
Pedro de Mendoza
o De Mendoza, adelantado español
Luis d’Elía
o el Sr. D’Elía
Si no aparece el nombre sino solo el apellido, la preposición debe escribirse con mayúscula:
el presidente De la Rúa
o Fernando de la Rúa
El código Da Vinci
o Leonardo da Vinci