Informe Historia de La Cirugia
Informe Historia de La Cirugia
Informe Historia de La Cirugia
“La Cirugía es la más científica de las artes y la más artística de las ciencias”
La cirugía es uno de los resultados del desarrollo del conocimiento humano; su evolución
ha acompañado paso a paso los cambios sociales, económicos y culturales a lo largo del
tiempo. Muchos de estos cambios se verifican ahora mismo, y se planean innovaciones
insospechadas que habrán de surgir en el futuro.
Los resultados comunicados por tradición oral produjeron un acervo que persiste como
medicina popular hasta este día. Algunos padecimientos, sobre todo los benignos y las
consecuencias de los traumatismos, eran aceptados como inherentes a la existencia misma y
fueron tratados de manera empírica con herbolaria, remedios o por diversas medidas que
hoy se conocen como “higiénicas”; sin embargo, las enfermedades graves y las
incapacitantes se colocaron en una categoría diferente: se consideraron de origen
sobrenatural, y su causa se relacionó con el mal que se introducía al cuerpo de la víctima y
que se debía extraer por diversos medios, también sobrenaturales.
La magia y la religión formaban una unidad en la medicina del hombre primitivo. Esta
circunstancia explica el poder ejercido por el brujo o hechicero, quien demostraba su
sabiduría tratando al individuo en forma integral: física y espiritual.
Cuidado de heridas: Tribus primitivas las cubrían con hojas de plantas y telarañas y las
hacían lamer por animales. Otros le ponian planchas de oro.
Hemostáticos
Tenian conocimientos empirircos de uso de elementos mecanicos o por sustancias
hemostaticas: Presión directa de la carótida en el cuello o compresión del vaso
sangrante, Planchas de algodón (ampi) con marcado poder de absorción, uso de cenizas,
(uspa), del horno comunitario. Lavado con agua de lluvia (para posco). Clara de huevo,
(runtoq). Arcilla (turo), para cubrir la herida una vez suturada.
Criterios de supervivencia
En los márgenes de la trepanación se observan unos bordes suaves en la incisión, un
diploe cercano y regeneración ósea con osteofitos (se perciben examinando los bordes
de las craneotomías, hay sustitución de los alvéolos de la capa esponjosa del diploe por
el tejido compacto)
La ausencia de signos de reacción biológica en el cráneo trepanado sugiere que el sujeto
pudo fallecer después del procedimiento.
El neurólogo David Kushner de la Universidad de Miami y los antropólogos John
Verano (Universidad de Tulane) y Anne Titelbaum (Universidad de Arizona), estudiaron
las trepanaciones realizadas por los incas (1438-1533) y vieron que presentaban unos
niveles extraordinarios de supervivencia.
Según este estudio, que publicaron en la revista científica World Neurosurgery (2018),
entre el 75% y el 83% de los sujetos sometidos a perforaciones craneales vivían para
contarlo.
Instrumentos
Tumi: cuchillo ceremonial en forma de T, se usaba para cortar y abrir el cuero cabelludo,
mientras que los instrumentos de obsidiana y pedernal servían para cortar y perforar el
cráneo. El Tumi, es uno de los instrumentos quirúrgicos más utilizados para llevar a
cabo las trepanaciones craneanas, se encontró por primera vez en la Huaca La Ventana,
situada en Batán Grande, en la jurisdicción de Poma en el departamento de Lambayeque,
a inicios de 1937 por el Dr. Julio César Tello, estos restos proceden desde 700- 1300
d.C. Los tumis, sin embargo, no son exclusivos ni invenciones de la cultura Lambayeque
(Sicán), pues se han encontrado ejemplares de tumis que datan desde los tiempos moche
(100 a. C. - 600 d. C.) y fueron también empleados por los chimúes e incas (1300-1435)
El Tumi, conocido como "Tumi de Illimo" ó "Tumi de Lambayeque" por el lugar de su
procedencia, y que significa "cuchillo" en quechua, es una de las piezas más famosas del
arte precolombino, es un tipo de cuchillo ceremonial usado en el antiguo Perú, y según
la mayoría de evidencias representa al dios o señor principal de la región, con sus
atributos jerárquicos y que algunos autores afirman que se trata del legendario Dios
Naylamp ó Ñ añlap, representado como un ser antropomorfo atribuida a la leyenda de
quien fuera el fundador de Lambayeque. Los usos que se le dieron al Tumi se orientan
claramente al degollamiento de prisioneros. Los Incas lo utilizaron muy profusamente,
de igual forma los Chimus.
Kuchuna: cuchillos
Kuchuna Kiruyoc: cuchillo con dientes ( de champi).
Toqpina: usos múltiples
Phaqic tullu: similar al formón
Sikina: pinzas,
Uskuy: barrena, decolador
Haspyquq: separador con dientes.
Chectana: hacha de mano, usos múltiples.
La anestesia
Para operar, se anestesiaba al paciente con coca o alcohol, luego se procediá a cortar el
cuero cabelludo hasta llegar al cráneo y se delimitaba el área a cortar marcando el
́ etro. Se han descrito que para cortar el cráneo utilizaron la obsidiana (piedra
perim
volcánica), curetas de dientes de cachalote, el Tumi, entre otros instrumentos. Se extraiá
el área afectada, teniendo mucho cuidado, se limpiaba y tapaba la zona con una placa de
oro y por último se colocaban los vendajes con finos algodones propios de la zona.
El Virreinato del Perú fue una entidad territorial situada en América del Sur. Integrante
del imperio español y que fue creada por la Corona durante su dominio en el Nuevo
Mundo, entre los siglos XVI y XIX. Fundada desde el año 1542 al 1824 por el Rey
Carlos I.
La práctica en América, debido a la naturaleza bélica de este periodo, lo que se
necesitaba principalmente eran cirujanos para curar y sanar las heridas infligidas en
batalla. Las prácticas quirúrgicas, curaciones y de cirugía menor sobre la superficie
corporal recaían casi siempre en personas que no cumplían con el requisito de la
limpieza de sangre. Por último, teníamos a los flebotomistas, que eran practicantes
menores cuya principal labor era realizar las sangrías en los lugares del cuerpo y
magnitud según las órdenes dadas por los doctores.
Dos cirujanos a los que hace referencia Lastres, son el bachiller Enríquez y el bachiller
Marín que vinieron a América con instinto aventurero y ya en el nuevo mundo se
alistaron en las filas de Almagro buscando gloria y riquezas.
EL PROTOMEDICATO
Esta institución, que duró 278 años en el Perú, creada en 1570 por el rey Felipe II con el
nombre de Protomedicato General de Lima a cargo de Hernández de Sepúlveda. Los
primeros médicos peruanos se formaron sobre la base de una formación académica, y
convirtió el oficio de la sanación, en la práctica profesional formal; en pocas palabras,
una transición entre el curanderismo y la carrera de medicina.
El Dr. Uriel García Cáceres, en su presentación al presente libro, manifestó que “la
historia de la medicina peruana no es tanto un recuerdo nostálgico de pasajes que relatar,
sino más bien es la historia de las ideas, de los hechos que ocurrieron con veracidad en
nuestro país…”. Asimismo, invocó a los estudiosos peruanos, “quienes trabajan en los
hospitales, clínicas, consultorios, a quienes tratan con la vida de las personas, les toca
conocer la historia para poder avanzar en los descubrimientos que hagan en sus
pacientes”.
El autor resalta que “actualmente, la automedicación es la primera línea terapéutica (de
los enfermos), la consulta al boticario es la segunda y la consulta médica es la tercera
(línea terapéutica), estamos igual que antes del protomedicato, ya hace más de 400
años”, finalizó.
LOS AFRODESCENDIENTES
El Dr. Uriel García Cáceres, médico, investigador científico, político e historiador de la
medicina peruana, hace una entrega a el Diario "El Comercio", sobre la historia de los
afrodescendientes en la medicina peruana; que, como sanadores, aunque poco se
mencione, durante el Virreinato y en la época republicana, hasta mediados del siglo
XIX, jugaron un papel importante como profesionales de la salud.
Desde la época de los reyes católicos se prohibió, en España, el ingreso a las
universidades a los no descendientes de españoles. Esto para imposibilitar que judíos y
árabes se titulasen como profesionales de cualquier clase. Resultaba, sin embargo, que
los mejores médicos, sobre todo los que atendían a la nobleza, pertenecían a esas etnias.
Médicos de estas tierras
Pese a todo, en las colonias españolas de América, y en especial en el Perú, ocurrió algo
singular. Los afrodescendientes fueron admitidos para obtener el título de cirujano
latino, profesión que casi ningún criollo deseaba (los hijos de íberos puros no deseaban
ser cirujanos latinos).
Los únicos blancos eran los cirujanos españoles adscritos a los batallones militares de
ocupación. Para atender la demanda por este tipo de profesionales, el Real
Protomedicato de Lima tuvo que admitir a los descendientes africanos como cirujanos
latinos.
Por alguna razón, quizá por la innata habilidad manual, se prefirió a los afros para
amputar piernas o brazos, drenar panadizos, suturar piel y tejidos desgarrados o practicar
necropsias. No se hizo lo mismo con los amerindios o sus mezclados.
Pedro de Utrilla ‘El Joven’ fue un cirujano latino graduado en San Marcos, hijo de
un esclavo liberto de quien se dice que fue también cirujano (aunque no hay pruebas
como sí las hay de ‘El Joven’). Ejerció su profesión brillantemente, con fama y
prestancia.
José Manuel Dávalos (1758-1821), hijo de un importante español con una esclava
liberta, fue seminarista y cursó latinidad, filosofía y artes. Pasó a San Marcos para
cursar la carrera de cirujano latino (la única que podía seguir). Su padre pidió
permiso para que viajase a Europa, donde ingresó a la prestigiosa Universidad de
Montpellier, Francia, y fue discípulo de prominentes figuras científicas, como
Lavoisier.
Se graduó con honores con una tesis sobre las enfermedades vistas en Lima durante
su ejercicio. Su tesis, en correcto latín, fue publicada en francés por varias revistas
científicas. En Montpellier siguió cursos de botánica médica. De vuelta a Lima fue
maltratado por la universidad y recurrió a la Corte Real para revalidar su título
francés de doctor.
Al crearse la cátedra de botánica médica se presentó al concurso, pero perdió ante
un dibujante (ex soldado raso de un regimiento español sin título académico),
protegido de Unanue. Aceptó enseñar gratis mientras durase la ausencia del titular
que trabajaba dibujando para una misión botánica.
Hospitales menores:
Se califica así a los establecimientos dedicados tratar dolencias determinada (lepra,
cáncer terminal de mujeres). Iniciado en 1669 y dedicado a crónicos, incurables y
terminales junto con las convalecencias indígena y comunes
• 1533 Casa de enfermería de Tumbes
• 1534 Enfermería provisional de Jauja
• 1538 Casa de enfermería, primer Hospital de Lima.
• 1546 Hospital de la caridad de naturales, Cusco.
En 1576 Sanchez Renedo será el rector creando las cátedras de Prima y Visperas de
Medicina las cuales no llegaron a funcionar.
• Nuestro Santo Martín de Porras fue un ilustre barbero nació en 1579 hijo de español
con una criolla panameña de descendencia etíope. Trato a los enfermos en la
enfermería del convento de Santo Domingo con todas aquellas características que
finalmente lo llevaron a beato y posteriormente a Santo.
A finales del virreinato destacaron tres cirujanos, todos ellos mulatos, razón por la cual
no podían en primera instancia acceder a médicos:
José Manuel Dávalos (1767-1843) fue un cirujano que estudió en Francia, discípulo
de Lavoisier, se doctoró en Montpellier, y al regresar al Perú tuvo muchas
dificultades para ejercer la medicina a pesar del prestigio que tenía como estudiante
y doctor en medicina. Tanto así que es el único médico que es nombrado y elogiado
por Alexander Von Humboldt. Fue considerado como medico después de haber
pasado por un riguroso examen.
José Manuel Valdés es otro mulato nacido de una negra liberta que fue adoptado
por el español Baltazar Valdez y que accedió a médico por una licencia otorgada por
la corona española (licencia del Protomedico) por su prestigio y calidad como
medico a los 21 años en 1788. Siguió al Dr. Juan de la Roca y posteriormente, de
Hipólito Unanue. En Cabildo pidió al Virrey la petición de obtener el titulo de
Doctor, Carlos IV en junio del 1806 otorgo a Valdez el derecho de doctorado.
Realiza su Disertación Quirúrgica sobre el Chancro Uterino que se padece en Lima
donde se expone sus causas generales y particulares, los medios de precaverlo y de
curarlo.
José Pastor Larrinaga (1750-1823) un cirujano que estuvo a cargo del convento de
San Francisco, del hospital de San Bartolomé y del regimiento de milicias de
dragones de Caraballo. Escribió un libro denominado Apología de los Cirujanos del
Perú en 1791 donde escribe sobre el valor que tenían los 56 cirujanos inscritos y
reconocidos para atender 60.000 habitantes que en aquellos momentos tenía Lima,
fue defensor de su gremio, por haber iniciado el sistema de protección de sus
asociados llamado Monte Pío de los Cirujanos, único en su género en toda América
Hispana, y por haber desarrollado en el histórico Hospital de San Bartolomé de
morenos (1646-1821) una de las mejores Escuelas Prácticas de Medicina y Cirugía
(Colegio de Cirugía de San Carlos en Lima) , donde se formaron médicos y cirujanos
peruanos, que rivalizaron grandemente con las otras Escuelas Prácticas establecidas
en los Hospitales de Santa Ana, San Andrés, La Caridad y del Espíritu Santo de la
ciudad de Lima.
Recién a principios del siglo XVIII se conoce los conocimientos de Vesalio y Harvey
Bernardo Vargas Machuca, “Milicia y descripción de las Indias” en Madrid de 1892
menciona las medicinas que debe llevar el cirujano para curar las heridas y llagas en
enfrentamientos militares.
En 1711 se dio la orden local. El primer catedrático fue el Dr. Fontidueñas. Quien inició
la enseñanza anatómica fue el Dr. Pedro López en 1723
En 1752, el Rey confirmo la creación de la cátedra de Anatomía, que hasta ese momento
había estado funcionando irregularmente
Reflexiones sobre las parótidas y el carbunclo. Esta obra sirvió como lecciones a los
alumnos del Colegio San Fernando en su formación médica y quirúrgica.
Disertaciones Medico-Quirúrgicas sobre varios puntos importantes. En esta obra
presenta los motivos de la asociación de la medicina con la cirugía.
Memorias sobre la Disentería, sus causas, pronóstico y curación.
Éstas diferencias existentes valorativa mente entre médicos y cirujanos acabaron con la
llegada de Hipólito Unanue y la creación de la escuela de medicina de San Fernando. Se
unifican los estudios, se soslaya las prohibiciones y finalmente se unifica la profesión
con el título de médico cirujano.
El 12 de junio de 1878 realizó Lino Alarco el acto más osado de su carrera. Operó a
domicilio un quiste tumoral de ovario, convirtiéndose en el primer cirujano en realizar la
cirugía intraperitoneal en el Perú. Se contaba con la anestesia general de cloroformo,
desplazando al éter por su mejor tolerancia y versatilidad. Fue el anestésico empleado en
tan atrevida operación, bajo el celoso cuidado de los profesores Odriozola y Salazar. La
intervención fue un éxito y duró algo más de dos horas y media, dejándose drenaje para
el retiro del asa metálica que sostuvo el pedículo ovárico por varios días, como se
estilaba entonces.
La cirugía intraperitoneal ya se practicaba en Europa y en Norteamérica por maestros
como Koeberlé, Pean, Czerny, Billroth y otros, sin olvidar la pionera ovariectomía de
McDowell en 1809, pero los avances en el Perú eran lentos y la prudencia y el temor por
la afamada peritonitis seguía invadiendo el espíritu de los operadores. Koeberlé practicó
una ovariectomía en 1862 y Pean la realizó en 186415,18. Entonces la operación era
considerada de altísimo riesgo y existieron severos fracasos, mostrando las estadísticas
alemanas que de 54 ovariectomías habían fallecido 51 pacientes, reportando Atlee en
Norteamérica una mortalidad del 33%15. No obstante, la ovariectomía practicada por
Lino Alarco fue tan exitosa que tomó fama, al punto que produjo una manifestación del
Supremo Gobierno, solicitando un informe a la Facultad de Medicina para poner los
nuevos avances al servicio de los pacientes necesitados.
Decididamente la cirugía sufría un cambio científico revolucionario, pero puede
adivinarse que fue fundamentalmente el espíritu temerario y heroico del siglo lo que
condicionó el logro de tales hazañas, es decir la abnegación, el heroísmo y la búsqueda
incesante del individualismo, motores propulsores de los pioneros del momento. El
héroe social romántico y evolucionista volcado en pro de la medicina. Los impulsos que
despertaron la abnegación, el deseo infatigable de servir, los sentimientos extremos de
amor a la vida, la imparable curiosidad por lo desconocido y la búsqueda incesante del
heroísmo debieron contribuír decididamente, sumados a la infatigable persecución de la
meta de la excelencia, como lo prescribía la teoría de la Evolución Social
Finales del Siglo XIX• Wilhelm Roentgen: descubrimiento de los rayos X en 1895.
Aplicación de los cirujanos: descubrimiento al dx y la localización de fracturas y
luxaciones, y extracción de cuerpos extraños.• La práctica de la cirugía ya no era un
trabajo descuidado.
En la segunda mitad del siglo XX destacan nítidamente los doctores Víctor Baraco,
Gurmendi, y sin temor a decir que el más reconocido internacionalmente tanto por sus
publicaciones como por el desarrollo de técnicas operatorias fue el doctor Raúl Romero
Torres. En la naciente seguridad social destacaron Aurelio Díaz Ufano y Pompeyo
Chávez. Finalmente presentó esta fotografía tomada en el frontis del hospital Rebagliati,
donde se puede apreciar a los cirujanos fundadores de este hospital: Pompeyo Chavez,
Gustavo Lanatta, Luis del Aguila, Jorge Seminario, Frank Lizaraso, Julio del Campo,
Adolfo Guevara, Luis Montero, Madrid, Américo Ballenas, Granda, Villacorta, Duran,
Vicente Luna, entre otros que me es difícil reconocer y donde se puede apreciar las
características en el pulcro vestir de los cirujanos de hace 50 años.
Es recién a partir de la década del 50 que la cirugía en los Estados Unidos de
Norteamérica adquiere gran desarrollo impulsado por las Facultades de Medicina que
inauguraron los Programas Académicos de Post Grado en Cirugía, más conocidos como
Residentado Médico, donde el Médico Residente en corto tiempo y en base a un horario
recargado de actividades bajo guía del profesor, adquiere conocimientos y destrezas que
de otra forma le tomaría muchísimos años. El Perú no se quedó atrás inaugurándose la
residencia de cirugía oncológica en el INEN, primero, y luego la de cirugía general en la
Universidad Peruana Cayetano Heredia, seguidas por residencias de cirugía torácica y
cardiovascular, neurocirugía, urología, traumatología, etc. En ese sentido, valga la
oportunidad para recordar a esos Profesores Fundadores de la Universidad Peruana los
últimos 30 años Cayetano Heredia, que con su impulso personal iniciaron los diferentes
caminos que otros hemos continuado: Los Profesores Eduardo Cáceres, Victor Baracco,
Carlos Peschiera, Esteban Rocca, Luis Mayolo, Roberto Temple, René Obando, Jorge
Valdeavellano y otros; para todos ellos, nuestra eterna gratitud.
Dentro del aspecto tecnológico, también se ha contado con el desarrollo del instrumental
quirúrgico que permite facilitar los procedimientos y tiempos operatorios como son las
suturas automáticas, el desarrollo de lentes, microscopio operatorio, equipos de corte y
coagulación cada vez más sofisticados, etc.
Finalmente, dentro del campo de la cirugía general, ya en la última década del siglo
pasado, se desarrolla la cirugía laparoscópica, inicialmente con operaciones de la
vesícula biliar y posteriormente de los diferentes órganos de la cavidad abdominal, del
tórax, del retroperitoneo y la pelvis, dando mejor calidad de vida a los operados al
reducirse significativamente el tamaño de las incisiones quirúrgicas y favoreciéndolos
con menor dolor, recuperación rápida de los procedimientos quirúrgicos, más cosmética
y retorno precoz a sus actividades previas, convirtiéndose en uno de los grandes hitos de
la cirugía. Lo que en un inicio se aceptó como la terapia de oro para los procesos
vesiculares benignos en la década pasada, hoy en día la imaginación del cirujano,
ayudado con la tecnología moderna, ha permitido extenderla a otras patologías
incursionando en casi todos los campos de la cirugía, pudiéndose reconocer que no hay
órgano de la cavidad abdominal, torácica, pélvica y retroperitoneal que no pueda ser
abordado por cirugía laparoscópica con los beneficios reconocidos. Estos
procedimientos quirúrgicos se han visto aun más facilitados por el desarrollo de la
telecirugía a distancia, de carácter educativo por excelencia y lo que es aun más
adelantado la aparición del robot en cirugía, que permite realizar procedimientos mucho
más finos, que la mano del cirujano no podría por la precisión del instrumental.
Otro de los progresos de la cirugía vascular, se refiere a las operaciones de los grandes
vasos como los aneurismas de la aorta reduciéndose la morbimortalidad, especialmente
en pacientes ancianos. Sin embargo, las nuevas técnicas radiológicas invasivas, en
combinación con técnicas quirúrgicas, permiten evitar la resección de los aneurismas por
vía abierta, y realizar procedimientos mínimamente invasivos que permiten instalar
stents intravasculares en forma casi ambulatoria.
Quizás los cambios últimos de máquina-cerebro tienen el potencial para hacer que la
ciencia ficción del pasado se convierta en realidad al presente. Los pacientes con trauma
cerebral tienen mejor pronóstico hoy en día por el diagnóstico clínico y radiológico
mucho más fino de lo que tuvieron en el pasado. Además con el desarrollo de la
angiografía digital por sustracción se puede observar y clarificar la anatomía de los
aneurismas cerebrales antes de proceder con el tratamiento quirúrgico ó el manejo
endovascular que vienen desarrollándose rápidamente. También la separación de
siameses se ha logrado por el desarrollo de la neurocirugía.
El ser humano, ávido por la conservación de la especie, ha ido más allá de los trasplantes
de órganos y hoy en día se viene trabajando en forma experimental en la clonación de
seres vivos y de órganos, lo que ha abierto un nuevo campo de debate por
consideraciones éticas y religiosas.
La aplicación de las células madre, inicialmente de los embriones y luego del cordón
umbilical y últimamente de la cresta iliaca ha abierto una nueva esperanza para
enfermedades que en el momento actual no tienen cura y se viene aplicando en ensayos
clínicos de pacientes con enfermedad cardiaca extrema, Parkinson, diabetes mellitus etc.
Es muy importante deslindar los aspectos éticos, humanos y religiosos para su correcta
aplicación.
Recién hace 15 años en Europa aparece la banda gástrica como una técnica segura con
baja mortalidad y buena tolerancia de los pacientes y casi paralelamente las operaciones
de by pass laparoscópico en los Estados Unidos, con lo que se está consiguiendo reducir
significativamente el sobrepeso de los pacientes y mejorando el pronóstico de ellos.
Estas operaciones que se hacían a cielo abierto con gran morbimortalidad, se realizan en
la actualidad por laparoscopía con casi nula mortalidad.
Ambos procedimientos están en proceso de desarrollo y tendrá que pasar unos años para
tener resultados propios y comparar con los múltiples estudios que se vienen realizando
en el mundo. Es importante, que el cirujano que practica estas intervenciones trabaje en
equipo con nutricionistas, endocrinólogos, internistas, enfermeras, psicólogos, para
mejorar los resultados.
Por otro lado, este siglo se ha denominado el siglo de la calidad de vida de los pacientes,
y este enfoque no sólo se refiere a los tratamientos de patologías orgánicas, como puede
ser un tumor o un proceso infeccioso. Los aspectos psicológicos de lo que es “el sentirse
bien”, desde el punto de vista físico-estético, ha generado el boom de la cirugía plástica
y reconstructiva, despertando mayor interés por mejorar el aspecto físico, con técnicas
de liposucción, lipoescultura, implante de prótesis y reducción de senos y dejando de ser
una exclusiva terapia del sexo femenino. Hoy en día hay una proliferación de
especialistas y pseudo especialistas, cosmiatras, etc., que desgraciadamente, han
provocado lamentables complicaciones y decesos estando el Colegio Médico del Perú y
el Poder Judicial abocados a controlar y sancionar estos actos delictivos.
Comentario final
La evolución de la cirugía en las últimas décadas nos ha sorprendido a Médicos y
Cirujanos por la dinámica con la que se han desarrollado los cambios, tanto en la
filosofía del manejo de los pacientes como en la tecnología que ha facilitado convertir
las grandes operaciones en procedimientos quirúrgicos con mucho menor
morbimortalidad. El futuro próximo estamos seguros que nos deparará insospechables
avances que darán una mejor calidad de vida, así como una mayor expectativa de vida
de los pacientes.
Bibliografía
1. Kushner DS, Verano JW, Titelbaum AR, Trepanation procedures/outcomes:
Comparison of prehistoric Peru with other ancient, medieval and American-Civil-War
cranial surgery, World Neurosurgery (2018), doi: 10.1016/j.wneu.2018.03.143.
2. Townsend, Beacuchamp, Evers, Mattox. Sabinston Tratado de Cirugía. 18 ed. España:
Elsevier; 2009.
3. Lerma C. Arte, Humanismo y cirugía: Una visión Holística. Rev Colomb Cir [Revista
en Internet] 2009 [acceso 14 de abril 2012]. Disponible en:
http://www.ascolcirugia.org/revista/revistaoctubrediciembre 2009/arte.pdf
4. Cabezas Edgard. La medicina en América. Editorial Nacional de Salud y Seguridad
Social. Costa Rica, 1990.
5. Barrie Fairley. La “anestesia” en el imperio incaico. Rev. Esp. Anestesiol. Reanim.
2007; 54: 556-562)
6. Fernández José. La trepanación y cirugía de cráneo en el antiguo Perú. Revista de
Arqueología Año XXI números 230 y 231. Zugarto Ediciones. Madrid, 2000.
7. Alayza Escardó F. Historia de la Cirugía en el Perú. 1992.
8. Galán-Rodas, Edén; Laberiano Fernández, Caddie; Maguiña Vargas, Ciro. Historia del
Tumi: Sim ́ bolo de la Medicina Peruana y del Colegio Médico del Perú. Acta Médica
Peruana, vol. 29, núm. 1, enero-marzo, 2012, pp. 56-58. Disponible en:
http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=96624194014
9. Barboza. E. Rol de nuestra Universidad en la formación de cirujanos en el Perú.
Volumen Conmemorativo del XL Aniversario de la UPCH 2001:358-361.
10. Cáceres E, León L. Cáncer de mama. “Principios y Terapéutica Quirúrgica” de
Barboza. Primera edición. 1999;165-204.