Metabolismo de Glucógeno
Metabolismo de Glucógeno
Metabolismo de Glucógeno
I. INTRODUCCIÓN
En los animales, la digestión del almidón y del glucógeno empieza en la boca, con
la acción de la alfa-amilasa que se secreta en la saliva. Esta enzima rompe con los
enlaces internos alfa 1-4 de ambos polímeros. En el intestino, la digestión continúa,
facilitada por la alfa- amilasa secretada por el páncreas. Esta enzima degrada la amilosa a
maltosa y un poco de glucosa. Sin embargo, solo degrada parcialmente la amilopectina y
el glucógeno, porque no es capaz de romper los enlaces alfa 1,6 que se encuentran en
los puntos de ramificación. El producto de la digestión completa de la amilopectina o del
glucógeno por la alfa-amilasa se denomina dextrina límite, para continuar su
degradación es necesaria la acción de una "enzima desramificante", la alfa 1-6
glucosidasa (también llamada isomaltasa). Esta acción expone un nuevo grupo de
ramificaciones con enlaces alfa 1-4, que pueden ser atacadas por la alfa-amilasa, hasta
alcanzar una nueva serie de ramificaciones con enlaces alfa 1-6.
El resultado final de la acción secuencial de estas dos enzimas es la degradación
completa del almidón o glucógeno a maltosa y algo de glucosa. La maltosa se rompe
hidrolíticamente por la maltasa, dando 2 moléculas de glucosa, que se absorbe a
continuación al torrente circulatorio y se transporta a los diversos tejidos para su
utilización.
Fosforilasa del Músculo: Esta enzima difiere de la fosforilasa hepática por varias
razones, principalmente porque existe en dos formas, las variedades a y b. La
fosforilasa a del músculo (P.M. 495 000) es un dímero de b, y contiene cuatro
unidades de fosfato de piridoxal por molécula, en tanto que la variedad b sólo
contiene dos.
Las dos variedades presentan transformaciones mutuas. En el músculo en reposo
predomina ampliamente la fosforilasa b; se activa y convierte en fosforilasa a por
efecto de la cinasa de fosforilasa b, activada a su vez por el AMP cíclico. Puesto
que la adrenalina (pero no el glucágon) aumenta considerablemente la formación
de la AMP cíclico en el músculo, esta hormona aumenta la actividad de las
fosforilasas del músculo e hígado, mientras que la acción del glucágon sólo se
ejerce sobre el hígado.
En reposo, el AMP cíclico del músculo no basta para activar la fosforilasa, pero el
ejercicio muscular y la anaerobiosis probablemente aumentan localmente la
concentración del adenilato cíclico.
BIBLIOGRAFIA
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