Una Mujer Fantástica - María Fernanda Martínez
Una Mujer Fantástica - María Fernanda Martínez
Una Mujer Fantástica - María Fernanda Martínez
Una mujer fantástica es una película chilena del año 2017, realizada durante dos años en la
ciudad de Santiago bajo la dirección de Sebastián Lelio y escrita en conjunto con Gonzalo
Maza. Fue ganadora de múltiples premios, entre ellos el Oso de plata al Mejor guion en el
Festival Internacional de Cine de Berlín, el galardón a mejor película en los Premios Platino
de cine iberoamericano y el Oscar a mejor película de habla no inglesa.
De esta manera, la película presenta varias capas que nos remiten a la formulación de
preguntas aplicables a casi que cualquier sociedad contemporánea. Por un lado, tiene como
tema el amor y la pérdida, insertando directamente la cuestión del duelo, y en un segundo
nivel, propone cómo se vive o se modifica la experimentación de lo anterior si se es una
mujer trans. El filme de esta manera toca los prejuicios existentes en contra de lo transgénero
y cómo estos llegan a afectar el cómo se asume la valides o no del amor, repercutiendo
tajantemente en un proceso que se supone tan corriente como el duelo.
Así mismo, el juego con lo transgenérico va de la mano con una búsqueda de lo que Lelio
llamaría “reventar las etiquetas”, ya que coquetea con lo que no necesita definir unas
fronteras o situarse en una sola categoría, sino que simplemente es y se desarrolla sin pedir
permiso. El director juega con esa idea en diferentes planos: el transgenerismo generalizado
que pensamos se materializa en los cuerpos; una película transgenérica que oscila entre
diferentes géneros cinematográfico y colores; y un transgenerismo como idea que atraviesa
toda la película y que puede acercarse a la reflexión, como diría Francisco Reyes de que “la
vida (en sí misma) es transgenérica” (5 abrl 2017).
Es por esto que Una mujer fantástica nos hace platear varias preguntas: ¿existen realmente
personas no válidas para la sociedad que nos hagan pensarnos con el derecho perseguirlas o
juzgarlas?, ¿acaso no caemos en cuenta de que nos convertimos en deshumanizadores de
otros?, ¿asumimos que podemos censurar aquello que a partir de los prejuicios creemos que
no tiene lugar en la sociedad?, lo que también podría remitirnos a ¿qué tan viable es pensar
que hay relaciones (de pareja) o amores que deberían ser censurados?.
Estas preguntas tienen que ver con esas casillas que Lelio quiere que intentemos poner en
tela de juicio en el filme, colocando como protagonista a una mujer trans que no le teme a
los prejuicios y que lucha en contra de lo que le impongan a partir de estos con tal de serse
fiel a sí misma. A través de ella Lelio instaura la idea de que no existe una forma determinada
de ser en el mundo y que lo único que hace el establecimiento de estas formas determinadas
de ser, bien pueda ser, heterosexual, bisexual…, no son más que maneras de fundar tratos y
posiciones específicas de los integrantes de una sociedad, creando discriminación e
invalidación de los que NOSOTROS SITUAMOS en las casillas de “menos normales”.
Así mismo, en la fotografía, la forma en la que se juega con el color funciona como metáfora
para hablar de la multiplicidad de formas y posibilidades que representa ser. Que no tenemos
y que no somos negro o blanco, sino que somos con muchos matices, somos con muchos
colores como en la segunda escena del filme en la que se presenta el nombre de la película y
se ven varios cambios de color mientras la cámara se acerca uno de los personajes. El color
cambia del naranja, al rojo, luego al amarillo, al verde, al morado, se vuelve al azul para
retornar al morado y terminar en fucsia.
Referencias:
Gonzalo Frías (5 abril 2017) Entrevista: “Conversamos con Francisco Reyes y Daniela Vega
en 7mo vicio”. Chile. Programa 7mo vicio, canal Via X.