1 Clasificación de La Entrevista

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Deinición y aspectos conceptuales de la entrevista

COMUNICACIÓN

CONVERSACIÓN
VS. FINALIDAD
ENTREVISTA

INTERACCIÓN

Figura 1.1. Intercambio verbal de información: entrevista vs. conversación.

El elemento «interacción» es el que marca la diferencia en esta con-


versación que se establece en la entrevista. En este diálogo todo gira
en torno a que el entrevistado proporcione la información adecuada
al propósito de la demanda; el entrevistado ha de sentirse pues cómo-
do y con libertad de hablar sobre aquello que se le vaya a preguntar
o plantear. El entrevistador utiliza sus conocimientos, aporta su expe-
riencia y trabaja con las técnicas más adecuadas. Debe saber qué pre-
guntar, cómo preguntar y saber guardar silencio y escuchar. El entre-
vistador es el responsable de dirigir y controlar los comportamientos
verbales y no verbales, por supuesto los suyos, pero también ha de
saber influir en los del entrevistado, controlar la distribución de las in-
tervenciones y conocer la naturaleza de los contenidos que se van a
desarrollar. El que hace la demanda, normalmente el entrevistado, ne-
cesita ayuda, y el profesional la ofrece. Esta diferencia de roles hace
que la entrevista se diferencie de una relación de amistad o entre igua-
les, aportando por ello mismo la ventaja del distanciamiento emocional
y la objetividad para abordar el problema. Al final del capítulo, en el
cuadro 1.1 se resumen algunas de las características que definen a un
buen entrevistador.

1.3. CLASIFICACIÓN DE LA ENTREVISTA

Existen muchos tipos de entrevista y muchos criterios que nos pue-


den ayudar a clasificarlas. Hay algunas tipologías que las clasifican in-
cluso según el número de participantes (individual o en grupo) o la
cantidad de sesiones en las que se distribuye. Aquí se optará por elegir
aquellos criterios que están más relacionados con las dimensiones esen-
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ciales de la entrevista, y que parecen ser más útiles en su conceptuali-
Manual de la entrevista psicológica

zación y delimitación. Según el marco teórico de referencia terapéutica,


las entrevistas se pueden clasificar en función de su:

➪ Estructura.
➪ Grado de dirección o participación.
➪ Ámbito de aplicación-fines u objetivos.
➪ Funciones.
➪ Secuencia temporal.
➪ Marco teórico terapéutico.

1.3.1. Estructura
Por estructura de la entrevista se suele entender el grado de especi-
ficación y estandarización de sus distintos elementos/componentes, ta-
les como: preguntas, respuestas, secuencia de las preguntas (fijación de
una secuencia), registro y elaboración de la información e incluso la
interpretación de la información. En ese sentido, hay entrevistas estruc-
turadas, no estructuradas y semiestructuradas.

a) No estructurada
La entrevista sólo se realiza en función de algunas líneas muy gene-
rales; es el propio proceso de interacción el que determinará el orden
de preguntas y su tipo, por lo que permite tratar a cada entrevistado de
manera idiosincrásica (Segal y Hersen, 2010).

b) Estructurada
Aquella entrevista en la que los elementos anteriormente menciona-
dos, en su totalidad o en parte, tienen un formato prefijado; es decir, las
preguntas están previamente establecidas, el orden de formulación y las
posibilidades de respuestas del entrevistador están acotados y restringi-
dos, hay una orden de dirección de la entrevista a través de sus seccio-
nes y la combinación de ciertos criterios ayuda a la interpretación de las
respuestas del entrevistado.
Según Segal y Hersen (2010), en las entrevistas estructuradas se
pregunta de una manera y con una secuencia predeterminadas. Las res-
puestas del entrevistado se suelen codificar bien en un formato dicotó-
mico, bien usando una escala Likert, sobre todo para evaluar la fre-
cuencia, la duración o la gravedad de aquello sobre lo que se le
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pregunta. En la tabla 1.2 se ilustra con un ítem de la ADIS-IV (Di Nardo,
Deinición y aspectos conceptuales de la entrevista

Brown y Barlow, 1994) un ejemplo de entrevista estructurada o semies-


tructurada.

TABLA 1.2
Entrevistas estructuradas y semiestructuradas: un ejemplo

4a. ¿Se siente ansioso acerca de estas situaciones porque teme que pueda
tener un ataque de pánico inesperado? (si es necesario, explicar qué es un
ataque de pánico)
SÍ _________ NO _________
Si la respuesta es SÍ,
4b. En otras ocasiones en las que se expone a _________, ¿ha experimenta-
do un episodio de miedo intenso/ansiedad que ha aparecido de forma
brusca e inesperada?
ADIS-IV (Di Nardo, Brown y Barlow, 1994)

El que la entrevista esté estructurada facilita la posibilidad de estan-


darizar, cuantificar y, por tanto, someter los resultados a comparacio-
nes numéricas. Como antes se ha comentado, este tipo de entrevista
surgió para solventar el problema de la poca fiabilidad y validez de las
entrevistas, sobre todo de aquellas que implican decisiones clasificato-
rias (por ejemplo, diagnóstico) y tienen consecuencias para el futuro y
la predicción. Son el tipo de entrevistas adecuadas para la investiga-
ción, ya que a todos los entrevistados se les hacen las mismas pregun-
tas, que se codifican de igual manera, con lo que se obtiene una infor-
mación más uniforme, válida y fiable. Suelen ser las más indicadas para
realizar diagnósticos y tareas de selección de personal porque reducen
el grado de variabilidad y de discrepancia de la exploración. En el ca-
pítulo 8 se ilustran algunas de las entrevistas estructuradas más rele-
vantes.

c) Semiestructurada
Las preguntas tienen algún tipo de estructuración: el guión está for-
mado por áreas concretas, dentro las cuales el entrevistador puede ha-
cer las preguntas que le parezcan oportunas, siguiendo algún tipo de
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orientación algo detallada. Ejemplo de entrevistas semiestructuradas
Manual de la entrevista psicológica

son la ADIS-IV (Anxiety Disorders Interview Schedule for DSM-IV) an-


teriormente mencionada o la SADS (The Schedule for Affective Disor-
ders and Schizophrenia; Spitzer y Endicott, 1978), diseñada para el diag-
nóstico de trastornos afectivos y psicóticos en adultos.
Ahora bien, la estructuración en la entrevista también puede presen-
tar ciertas desventajas y limitaciones:

➪ La rigidez a la que se tiene que someter y su poca flexibilidad en


la aplicación individual podrían llevar a formular las preguntas en
el momento menos conveniente.
➪ Puede presentar el riesgo de convertirse en un interrogatorio.
➪ Puede generar resistencias.
➪ Precisamente para no caer en los dos riesgos anteriores, requieren
una doble habilidad: saber hacer entrevistas y saber hacer esa en-
trevista estructurada en concreto; es decir, requiere una formación
específica para tal fin.

1.3.2. Grado de dirección o participación


Grado en que el entrevistador determina el contenido y el desarrollo
de la entrevista. Ello afectará a la manera de formular las preguntas o
sus intervenciones verbales, cuándo hablar, cuándo escuchar y cuándo
cambiar de foco o de tema. En este sentido, se habla de entrevistas di-
rectivas y no directivas.

a) Directivas
Desde el punto de vista de un parámetro «objetivo», por ejemplo
cuantificando el tiempo en que cada interlocutor está hablando, en las
entrevistas directivas el entrevistador emplea mucho tiempo en sus in-
tervenciones. Sin embargo, no sólo es cuestión del tiempo en que habla
uno y otro, sino del estilo que le imprime: el entrevistador habla más
con el fin de formular preguntas e intervenir, parece más activo en la
iniciativa de la conversación, elige el tema para hablar, lo encauza. La
participación del entrevistador está determinada por su marco de refe-
rencia, por su propia perspectiva, es decir, sus interpretaciones, su aná-
lisis de lo que en ese momento puede ayudar más a su cliente, sus in-
dicaciones y su visión del problema. Es un estilo de entrevista cuyo
objetivo principal es obtener el máximo de información para formular
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hipótesis que guíen la evaluación y la intervención.
Deinición y aspectos conceptuales de la entrevista

b) No directivas
En este caso, el que ocupa más tiempo en sus intervenciones es el
entrevistado. El entrevistador procura interferir lo menos posible en el
curso natural del habla del cliente. Las intervenciones que hace el en-
trevistador se realizan desde el marco de referencia y el foco del entre-
vistado, puesto que el objetivo primordial es ponerlo en contacto con
su experiencia y con sus vivencias, evitando, por tanto, ofrecer el punto
de vista del entrevistador o constreñir al entrevistado.
El objetivo inmediato de este estilo es crear un buen clima, la capta-
ción empática del entrevistado, al que se le ayuda a esclarecer su pro-
blema desde su propia posición (Ibáñez, 2010). Su máxima expresión
serán el estilo de terapia centrada en el cliente de Rogers (1961) y las
técnicas verbales no directivas que se comentarán más adelante en el
capítulo 4. Es el paradigma de la escucha activa; ello exige gran capa-
cidad de concentración y empatía, encauzando al entrevistado cuando
empiece a divagar, bien haciéndolo consciente de ello, bien evitando
las barreras que se detectan para verbalizar sus ideas. En la tabla 1.3 se
hace una comparativa de ambos estilos de conducir una entrevista.

TABLA 1.3
Comparación estilos directivos y no directivos en la entrevista

ESTILO DIRECTIVO ESTILO NO DIRECTIVO


Obtener la máxima cantidad Conseguir una relación y
de información fiable, válida y ambiente que potencien la
Propósito útil. disponibilidad del entrevis-
tado a reflexionar y elabo-
rar sus pensamientos.
Lleva el peso de la conversa- Muestra explícitamente acep-
ción. tación y comprensión.
Hace preguntas específicas, Anima a la expresión de
Entrevistador
elige temas, explica. emociones, actitudes y re-
Activo: propone áreas a explo- flexiones sobre comporta-
rar o modificar. mientos.
Convertir la conversación en Derivar a una conversación
un interrogatorio. trivial.
Peligros Se puede incurrir en sesgos (te- La información relevante
mas precipitados, selección ina- puede diluirse.
propiada de información, etc.). 33
Manual de la entrevista psicológica

En cualquier caso, como se ha mencionado anteriormente, una de


las cualidades de la entrevista es su flexibilidad; por tanto, el estilo que
se le imprima puede variar y, de hecho, es bueno que varíe en función
de ciertos factores:

➪ Del objetivo de la entrevista: aquellas entrevistas cuyo propósito


sea obtener el máximo de información en el menor tiempo posi-
ble claramente requieren un estilo directivo. Para aquellas cuyo
propósito sea incrementar la autodirección del entrevistado será
más apropiado utilizar un estilo no directivo.
➪ De las características del entrevistado: las personas que tienen ten-
dencia a divagar, a perderse en sus razonamientos y precisan an-
clajes concretos para seguir una conversación necesitarán un esti-
lo más directivo.
➪ De la escuela terapéutica: hay entrevistas terapéuticas con un es-
tilo muy definido. Así, las entrevistas de corte fenomenológico
o humanista son casi por definición no directivas, mientras que
las entrevistas de corte conductual tienen una orientación direc-
tiva.
➪ Del estilo personal del entrevistador: dado que parte de las habi-
lidades de la entrevista proceden de nuestra destreza cotidiana a
la hora de conversar y relacionarnos con los demás, hay amplias
diferencias individuales en nuestros estilos y preferencias al dialo-
gar con otros.
➪ Puede variar a lo largo de la entrevista, y de hecho variará. Iniciar
la entrevista con un estilo no directivo ayudará a crear un mejor
clima.

Ahora bien, no hay que confundir el estilo directivo o no directivo


de la entrevista con su «dirección». Quede claro que, sea cual sea el es-
tilo de la entrevista, quien la ha de dirigir en todo momento (y ello es
un tema de interacción y roles diferenciados) es el entrevistador; de lo
contrario, algo estará yendo irremisiblemente mal.

1.3.3. Ámbitos de aplicación-fines u objetivos


de la entrevista
La distinción más relevante en cuanto a ámbitos o campos de aplica-
ción es la que se refiere a sus fines u objetivos. Sin pretender ser ex-
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haustivos, y teniendo en cuenta que la entrevista con función de eva-
Deinición y aspectos conceptuales de la entrevista

luación será común a varios campos, los ámbitos más importantes de la


entrevista suelen ser:

a) Asesoramiento (counselling)

En este contexto, el entrevistado pide ayuda profesional para ubi-


carse, centrarse en alguna faceta, bien sea en relación con aspectos de
la vida cotidiana, lo que en nuestro ámbito se conoce con el térmi-
no  counselling (véase el capítulo 11), o bien en lo referente a su
orientación escolar o vocacional (véase el capítulo 15). Se trata de una
relación de ayuda, pero en este caso el cliente cuenta con todos sus
recursos mentales intactos; su problema es algo que él mismo solucio-
nará con ayuda del profesional, quien le acompañará en todo el pro-
ceso de resolución.

b) Clínico

En este ámbito el problema por el cual el cliente pide ayuda y con-


sulta tiene que ver con la psicopatología y las alteraciones mentales. En
este caso el entrevistado no está en plenitud de sus recursos mentales,
y lo que se requiere es un cambio terapéutico. Como se verá a conti-
nuación, dentro de la entrevista clínica hay diversas funciones y fines:
evaluación y diagnóstica, motivadora y terapéutica.

c) Selección

En este campo de aplicación la demanda consiste en encontrar el


mejor candidato para un puesto de trabajo. El perfil que ha de tener el
nuevo trabajador lo proporciona la empresa, y el entrevistador suele
utilizar la entrevista como técnica para seleccionar a la persona que me-
jor se ajuste a él. Este tema se desarrolla en el capítulo 13.

1.3.4. Funciones

Al ser la entrevista una técnica tan versátil, se utiliza con diversas


funciones incluso en un mismo ámbito de aplicación. Así, nos encontra-
mos con que en el ámbito clínico la entrevista desempeña al menos tres
funciones claramente diferenciadas: 35
Manual de la entrevista psicológica

a) Evaluación y diagnóstico
Su función es recabar la información precisa y necesaria para valorar,
evaluar o diagnosticar el problema. Se debe abarcar tanto la informa-
ción verbal como la no verbal. La información se utiliza para valorar el
funcionamiento de la persona y decidir, si es preciso, una intervención,
y, si es así, de qué tipo. Aquí también se podría incluir la entrevista de
anamnesis, un tipo específico de entrevista de evaluación, en este caso
de la biografía y desarrollo de la persona entrevistada. Este tema se de-
sarrolla en el capítulo 8.

b) Motivadora
Se trata de animar al paciente a que asuma su problema, a que inicie
el proceso de cambio terapéutico y vea la necesidad no sólo de involu-
crarse en él, sino también de mantenerlo (capítulo 10).

c) Terapéutica
Pretende establecer metas terapéuticas y pasos para conseguirlas
con el fin de inducir un cambio que ayude a la persona a mejorar su
calidad de vida con respecto a su enfermedad o trastorno. La relación
paciente-terapeuta siempre es fundamental, pero en este caso va a ser
una parte esencial en el proceso de cambio (véase el capítulo 11).

1.3.5. Secuencia temporal

En el ámbito clínico el proceso de evaluación-intervención va cu-


briendo distintos objetivos en función del momento en que se ubique
en el proceso; así, en este ámbito se suelen distinguir los siguientes ti-
pos de entrevista:

a) Screening
Es un tipo de entrevista, normalmente semiestructurada y de me-
nor duración, que permite evaluar aspectos importantes que suceden
o sufre la persona con el fin de valorar que sus necesidades pue-
den ser cubiertas por los servicios prestados en esa unidad o dispo-
36
sitivo.
Deinición y aspectos conceptuales de la entrevista

b) Entrevista inicial
Aquella que sirve de primera toma de contacto y que tiene como
propósito identificar el objetivo genérico de la relación de ayuda que se
puede llegar establecer.

c) Entrevista de devolución
Una vez que el entrevistador ha acabado su evaluación, es fundamental
no sólo dar respuesta a la demanda del paciente sino también dar feedback
de la visión que el profesional tiene del problema que le trajo a consulta y
comunicar la formulación que ha realizado el clínico. Suele ser el primer
paso para incrementar la motivación del paciente, a través de la compren-
sión de lo que le sucede y los medios de los que dispone para mejorar e
iniciar la terapia. Será más compleja cuanto más complicado sea el pro-
blema que presente el paciente. Este tema se desarrolla en el capítulo 9.

d) Entrevista de alta clínica


Su propósito es terminar el proceso y despedir al paciente cerrando
el caso. Puede que se concierte alguna cita en el futuro como segui-
miento; puede que la despedida sea temporal y que la relación se reto-
me en un tiempo posterior por una recaída o por otra causa, pero el
objetivo que motivó este encuentro y esta consulta se ha resuelto y, por
tanto, se ha de cerrar el proceso.

1.3.6. Según el marco teórico de referencia


terapéutica
La fundamentación teórica de la orientación terapéutica va a determi-
nar en realidad qué información es relevante recabar, qué cosas habrá
que modificar, cuáles serán las metas terapéuticas, cómo se estructura la
entrevista, e incluso el estilo que mejor va a ayudar al terapeuta a con-
seguir sus objetivos. Dentro de este apartado hay tres grandes modelos
terapéuticos que dan lugar a tres maneras de concebir la entrevista:

a) Entrevista dinámica
Centrada en el descubrimiento de lo inconsciente y en las interpre-
taciones que va haciendo el terapeuta con el fin de que el paciente in-
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tegre en su conciencia sus conflictos y los resuelva. El entrevistador no
Manual de la entrevista psicológica

es un elemento neutro y por ello se esfuerza en no interferir en el flujo


libre de las asociaciones de ideas del paciente, aunque tiene un estilo
claramente directivo. La expresión verbal es fundamental para el análi-
sis y la interpretación que haga el terapeuta.

b) Entrevista fenomenológica
Paradigma de un estilo no directivo de entrevista; la estrategia es
ayudar a promover el autoconocimiento y el desarrollo de potencial
humano del cliente, cuyas dificultades han tenido su origen en un de-
sarrollo personal insuficiente, de modo que no es considerado un «en-
fermo», sino alguien que desconoce la forma en que su peculiar manera
de percibir la realidad afecta a sus conductas específicas. El entrevista-
dor y el entrevistado, terapeuta y cliente, mantienen una relación huma-
na real y por tanto la propia interacción tiene un importante papel te-
rapéutico. Se potencia la expresión de sentimientos y de actitudes y su
integración.

c) Entrevista conductual
En tanto que los problemas del paciente tienen origen en experien-
cias desadaptativas de aprendizaje, la entrevista recaba datos para rea-
lizar un análisis funcional de tales conductas. Las conductas problema
se descomponen en unidades funcionales que se definen topográfi-
ca y funcionalmente para, posteriormente, esbozar algunas indicacio-
nes sobre medidas terapéuticas a seguir según las hipótesis que se
han planteado. El estilo es claramente directivo, y el terapeuta en esta
interacción es el experto que evalúa los datos obtenidos, delimita
los  objetivos terapéuticos y las técnicas a emplear, para finalmente
analizar momento a momento los resultados del tratamiento seleccio-
nado.

1.4. COMPARACIÓN CON OTRAS TÉCNICAS


DE RECOGIDA DE INFORMACIÓN

La entrevista se puede enmarcar en sentido amplio dentro de las lla-


madas «técnicas de autoinforme», es decir, aquellas en las que la perso-
na informa sobre sí misma, sobre sus experiencias y significados. Hay
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otro tipo de autoinformes, los tests, que son técnicas estandarizadas de

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