Lección 10

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Lección 10: Para el 8 de septiembre de 2018

EL TERCER VIAJE MISIONERO


Sábado 1º de
septiembre__________________________________________________________
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Hechos 18:24-28; 19; 20:7-12, 15-
27; 2 Corintios 4:8-14; Hechos 21:1-15.
PARA MEMORIZAR:
“De ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi
carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio
de la gracia de Dios” (Hech. 20:24).
El relato de Lucas sobre el tercer viaje de Pablo comienza abruptamente. El texto
solamente dice que después de pasar un tiempo en Antioquía, el centro de las
misiones de Pablo, el apóstol emprendió otro viaje, pasando sucesivamente por “la
región de Galacia y de Frigia, confirmando a todos los discípulos” (Hech. 18:23). Así que,
una sola frase abarca los primeros 2.400 kilómetros del viaje.
Esto se debe a que el objetivo principal del viaje era Éfeso, donde Pablo pasó más
tiempo que en ninguna otra ciudad en el transcurso de sus viajes. Desde una
perspectiva evangelizadora, el ministerio en Éfeso fue muy fructífero; el impacto de
la predicación de Pablo llegó a toda la provincia de Asia (Hech. 19:10, 26).
Probablemente durante esta época se fundaron las iglesias de Colosas, Hierápolis
y Laodicea, quizá por medio de Epafras (Col. 4:12, 13), uno de los colaboradores de
Pablo (Col. 1:7; File. 23).
Es el último de Pablo que se registra en Hechos. Pablo lo inició como hombre libre.
En cambio, el viaje a Roma lo realizó como prisionero.
ESPÍRITU DE PROFECÍA
El Señor aborrece la indiferencia y la deslealtad en tiempo de crisis para su obra. Todo el
universo contempla con interés indecible las escenas finales de la gran controversia entre el
bien y el mal. Los hijos de Dios se están acercando a las fronteras del mundo eterno; ¿qué
podría resultar de más importancia para ellos que el ser leales al Dios del cielo? A través de
los siglos, Dios ha tenido héroes morales; y los tiene ahora en aquellos que, como José, Elias
y Daniel, no se avergüenzan de reconocerse como su pueblo particular. La bendición especial
de Dios acompaña las labores de los hombres de acción que no se dejan desviar de la línea
recta ni del deber, sino que con energía divina preguntan: “¿Quién es de Jehová?” [Éxodo
32:26]. Son hombres que no se conforman con hacer la pregunta, sino que piden a quienes
decidan identificarse con el pueblo de Dios que se adelanten y revelen inequívocamente su
fidelidad al Rey de reyes y Señor de señores… Su obra consiste en recibir la luz de la Palabra
y dejarla resplandecer sobre el mundo en rayos claros y constantes. Su lema es ser fieles a
Dios (Profetas y reyes, p. 108).
Los apóstoles no contaban su vida por preciosa y se regocijaban de ser tenidos por dignos de
sufrir oprobio por el nombre de Cristo. Pablo y Silas sufrieron la pérdida de todo. Fueron
azotados y arrojados brutalmente al piso frío de una mazmorra, en una posición muy dolorosa,
con los pies elevados y sujetos en el cepo. ¿Llegaron protestas y quejas a los oídos del
carcelero? ¡Oh, no! Desde el interior de la cárcel, se elevaron voces que rompían el silencio
de la noche con cantos de gozo y alabanza a Dios. Animaban a estos discípulos un profundo
y ferviente amor por la causa de su Redentor, a favor de la cual sufrían.
En la medida en que la verdad de Dios llene nuestro corazón, absorba nuestros afectos y rija
nuestra vida, tendremos por gozo el sufrir por la verdad. Ni las paredes de la cárcel, ni la
hoguera del martirio, podrán entonces dominamos ni poner obstáculo a la gran obra
(Testimonios para la iglesia, tomo 3, p. 446).
Vuestra fortaleza espiritual y vuestro crecimiento en la gracia estarán en proporción con la
tarea de amor y buenas obras que alegremente realicéis para vuestro Salvador, quien no se
reservó nada, ni siquiera su propia vida para salvaros…
Si poseéis las riquezas de la gracia de Cristo en vuestro corazón, no os aferraréis a ellas
mientras la salvación de las almas dependa del conocimiento del camino de la salvación que
podéis proporcionar. Quizá estas almas no vengan a vosotros y os confíen los anhelos de su
corazón, pero muchas están hambrientas, insatisfechas; y Cristo murió para que pudieran
poseer las riquezas de su gracia. ¿Qué haréis para que esas almas puedan compartir las
bendiciones que disfrutáis? (La maravillosa gracia de Dios, p. 309).
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Domingo 2 de septiembre | Lección


10___________________________________________
ÉFESO: PRIMERA PARTE
Hechos 18:24 al 28 registra que mientras Pablo todavía estaba en viaje hacia Éfeso
un creyente judío llamado Apolos llegó a esa ciudad. Era un hombre elocuente y
bien versado en las Escrituras. Es evidente que Apolos era un seguidor de Jesús,
por la manera en que Lucas lo describe: “Había sido instruido en el camino del Señor, y
con gran fervor hablaba y enseñaba con la mayor exactitud acerca de Jesús” (Hech.
18:25). Con todo, solo conocía el bautismo de Juan. Después de haber sido
bautizado por Juan el Bautista, Apolos conoció a Jesús durante la vida terrenal del
Señor, pero debió de haberse distanciado de la zona (probablemente regresó a
Alejandría) antes de los acontecimientos de la Pasión y el Pentecostés.
Esto explica por qué Aquila y Priscila lo instruyeron con más precisión. Aunque podía
mostrar con las Escrituras que Jesús era el Mesías de Israel (Hech. 18:28), Apolos
necesitaba ponerse al día con los desarrollos del cristianismo desde el ministerio de
Jesús. Sin embargo, Aquila y Priscila hicieron más que eso por Apolos: con los otros
creyentes de Éfeso, le dieron una carta de recomendación dirigida a las iglesias de
Acaya (Hech. 18:27), lo que le permitió tener un ministerio eficaz en Corinto (1 Cor.
3:4-6; 4:6; 16:12).
Lee Hechos 19:1 al 7. ¿Qué le sucedió a Pablo cuando llegó a Éfeso?
Hechos 19:1-7
1
Aconteció que entre tanto que Apolos estaba en Corinto, Pablo, después de recorrer
las regiones superiores, vino a Efeso, y hallando a ciertos discípulos, 2 les dijo:
¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando creísteis? Y ellos le dijeron: Ni siquiera hemos
oído si hay Espíritu Santo. 3 Entonces dijo: ¿En qué, pues, fuisteis bautizados? Ellos
dijeron: En el bautismo de Juan. 4 Dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de
arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en aquel que vendría después de él,
esto es, en Jesús el Cristo. 5 Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del
Señor Jesús. 6 Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu
Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban. 7 Eran por todos unos doce hombres.
La historia de Apolos está relacionada con el relato de los doce hombres que Pablo
encontró en Éfeso a su arribo a esa ciudad, porque su situación era muy similar. El
hecho de que se los describa como “discípulos” (Hech. 19:1) y el contenido de la
pregunta que les hizo Pablo (Hech. 19:2) indican claramente que ya creían en Jesús.
Al mismo tiempo, lo que le respondieron a Pablo demuestra que, al igual que Apolos,
también eran ex discípulos de Juan el Bautista que se habían convertido en
seguidores de Jesús sin haber experimentado el Pentecostés. Debían tener una
oportunidad de disfrutar de una experiencia más profunda con el Señor.
“Al llegar a Éfeso, Pablo encontró a doce hermanos que, como Apolos, habían sido discípulos
de Juan el Bautista, y como él habían adquirido cierto conocimiento de la misión de Cristo.
No tenían la capacidad de Apolos, pero con la misma sinceridad y fe estaban tratando de
extender el conocimiento que habían recibido” (HAp 228).
Deberíamos considerar el nuevo bautismo de ellos a la luz de esta situación única. No venían
de otra confesión cristiana, ni estaban experimentando la conversión. Simplemente, estaban
siendo integrados al cristianismo tradicional. El hecho de recibir al Espíritu y hablar en
lenguas probablemente signifique que eran misioneros cristianos, como lo era Apolos, y ahora
estaban plenamente capacitados para dar testimonio de Jesucristo dondequiera que fuesen.
COMENTARIO DE LA LECCIÓN
Hechos 19:1-7
1
Aconteció que entre tanto que Apolos estaba en Corinto, Pablo, después de recorrer las
regiones superiores, vino a Efeso, y hallando a ciertos discípulos, 2 les dijo: ¿Recibisteis el
Espíritu Santo cuando creísteis? Y ellos le dijeron: Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu
Santo. 3 Entonces dijo: ¿En qué, pues, fuisteis bautizados? Ellos dijeron: En el bautismo de
Juan. 4 Dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que
creyesen en aquel que vendría después de él, esto es, en Jesús el Cristo. 5 Cuando oyeron esto,
fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús. 6 Y habiéndoles impuesto Pablo las manos,
vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban. 7 Eran por todos
unos doce hombres.
Éfeso era la ciudad perfecta que el diablo había escogido para abrir una de sus oficinas mas
poderosas y concurridas en todas la faz de la tierra:
-Era un centro de idolatría elevadísima, gracias al magnífico y esplendoroso templo de la gran
diosa Diana y el venerado Jupiter
-Ellos celebraban un culto idolátrico que tenía sus bases y fundamentos en la superstición
-La oficina central de la magia permanecían abiertas las 24 horas del día
-Tenían un alto orgullo nacional, y eran amantes de las ganancias.
¡Vaya que perfecta combinación para la propagación de las doctrinas de los demonios y del
príncipe de las tinieblas!
Los apóstoles siempre tuvieron dos enemigos gigantes en la predicación del evangelio, uno
de ellos era el judaísmo y el otro era el paganismo.
El judaísmo era un sistema arraigado y sin cambiar, un sistema que había sido inaugurado
muchos siglos antes, y por ese largo tiempo había sido cimentado profundamente en la mente
de sus feligreses. El judaísmo era un sistema muy bien fundado, y difícil de cambiar, de
conquistar o de alterar.
Por el otro lado el paganismo era todo lo opuesto al judaísmo, era un sistema con muchas
variaciones y ramificaciones, donde sus seguidores no tenían una forma o patrón de conducta
uniforme para seguir.
Cada quien tenía un culto a su dios y a su religión, que era el resultado de su propia
imaginación. Los dos sistemas eran difíciles para combatir, pero posiblemente el paganismo
era aún mucho mas difícil para ser conquistado, ya que el paganismo era un culto basado en
el miedo y la superstición, mezclado con la filosofía y los refinamientos intelectuales del
hombre, respaldado con los aprendizajes de las bellas artes y los conocimientos profundos de
la ciencia, apoyados por el orgullo nacional y auspiciado por el poder del estado.
Hay un poder profundo que ata al humano a su país de origen, a sus amigos, a sus propiedades,
a la libertad, a la vida, y a su religión. Pero el mas profundo de todos esos poderes, es el poder
de la religión. Por la religión, el humano está dispuesto a sacrificar todo lo que tiene y si es
posible hasta dar su propia vida.
Éfeso reunía todas las características arriba mencionadas, era una hermosa ciudad, tenían su
orgullo nacional que era el templo de la grandiosa Diana, tenían una ciudad llena de idolatría
respaldada por la superstición y la magia, y tenía mucha gente rica.
A Éfeso llegó el apóstol Pablo a predicar y allí encontró a cuatro diferentes grupos religiosos:
-El primer grupo eran aquellos que vivían bajo la tenue y antigua luz de la predicación de
Juan el bautista
-El segundo grupo eran los judíos que vivían en completa ceguera espiritual
-El tercer grupo eran los paganos, que alumbraban sus vidas con el tenebroso resplandor de
la media noche de la superstición y de la idolatría
-El cuarto grupo eran los magos que caminaban en completa obscuridad.
Estos cuatro oidores diferentes que existían en Éfeso, escucharon a Pablo y un efecto fue
producido en ellos, ese efecto fue el resultado de la disposición que ellos tenían al escuchar
la Palabra de Dios.
Los discípulos de Juan: Mantenían lo que habían aprendido en la dispensación de Juan el
bautista. Hay muchos que dicen que la teología es una ciencia completada y que ya no hay
nada mas que descubrir en ésta.
Esto es un error, lo mismo pudiéramos decir de las estrellas, que están en el firmamento desde
la primera vez que Adán abrió los ojos y aparentemente no ha habido ningún cambio, pero la
ciencia moderna prueba todo lo contrario.
Las piedras han estado en el suelo por miles de años, pero cada una de ellas tiene una historia
que contar a todo geólogo que se proponen saber sus misterios.
Lo mismo sucede con la Biblia, se puede leer cien veces, y la próxima vez que se lea, hay
algo nuevo para descubrir.Por lo tanto el cristianismo es todo lo contrario a lo que muchos
creen, en el cristianismo y en la Biblia, siempre hay nuevas dimensiones para explorar.

Apolo y los doce discípulos de Juan que estaban en Éfeso, estaban en el camino correcto,
estaban guardando lo que habían aprendido en espera de recibir una luz mayor y mas
poderosa.
Los judíos: La mayoría de ellos neciamente rechazaron la salvación que Cristo les ofreció,
colocándose de esa manera en una riesgosa posición con respecto a la vida eterna.
Los exorcistas vagabundos: Estos respresentan a aquellos que hacen negocios con los
poderes, dones y regalos que el evangelio les confiere. Hubo un profeta que pidió permiso
para maldecir el pueblo de Israel por amor a las riquezas, hubo un siervo de un profeta que
quiso cobrar por la sanación que realizó su patrón, el mas infame de ellos vendió a su Maestro
por unas cuantas monedas de plata.
Hubo un tiempo donde se vendían indulgencias para el perdón de los pecados cometidos y
también por los pecados que se planeaban cometer. Posiblemente hasta el mismo Diablo le
da vergüenza cuando hacemos negocios con el evangelio de Cristo. Los exorcistas
ambulantes de Éfeso, intentaron usar los poderes del evangelio, y lo único que consiguieron,
fue una buena paliza demoníaca.
Los Magos: Este fue un grupo de oidores interesantes, fueron sinceros y obedientes,
quemaron sus costosas biblias de oscuridad y de mentiras, y las cambiaron por Biblias llenas
de luz y de verdad.
El apóstol tenía que enfrentar a todas estas personas extremadamente ignorantes en el campo
espiritual. Cuando nos toca enfrentar a estos tipos de personas, tenemos que hacerlo con
compasión y no con irritación. Hay algunos casos que la ignorancia es el resultado de la
maldad, pero en la mayoría de casos la ignorancia espiritual es involuntaria, y es nuestro
deber usar de la piedad y el amor cristiano, cuando instruimos a tales personas.
Hechos 19:1-7
1
Aconteció que entre tanto que Apolos estaba en Corinto, Pablo, después de recorrer las
regiones superiores, vino a Efeso, y hallando a ciertos discípulos, 2 les dijo: ¿Recibisteis el
Espíritu Santo cuando creísteis? Y ellos le dijeron: Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu
Santo. 3 Entonces dijo: ¿En qué, pues, fuisteis bautizados? Ellos dijeron: En el bautismo de
Juan. 4 Dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que
creyesen en aquel que vendría después de él, esto es, en Jesús el Cristo. 5 Cuando oyeron esto,
fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús. 6 Y habiéndoles impuesto Pablo las manos,
vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban. 7 Eran por todos
unos doce hombres.
En la lección dos de este trimestre titulada “El Pentecostes”, hablamos extensamente del don
de lenguas, y allí explicamos que hay tres maneras aceptables para comprender el don de
lenguas:
La primera argumenta que el don de lenguas, bajo la influencia del Espíritu Santo, es la
capacidad de hablar en otros idiomas, que está basada en el libro de Hechos, capítulo 2.
Esta es la más aceptada de las tres formas del don de lenguas. Existe un consenso generalizado
que el don de lenguas se refiere a idiomas extranjeros: “y comenzaron a hablar en otras
lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen”(Hechos 2: 4). Cada uno de los
asistentes “…les oía hablar en su propia lengua” (Hechos 2: 6). Todo el libro de Hechos
enfatiza el mismo pensamiento respecto al don de lenguas.
La comisión evangélica en Marcos 16:17 incluye la siguiente frase: “… en mi nombre
hablarán nuevas lenguas”, instrucción que seguramente se está refiriendo a idiomas
extranjeros. Por lo tanto de acuerdo con el libro de Hechos, el don de lenguas es la capacidad
otorgada por el Espíritu Santo para hablar otros idiomas.
La segunda sostiene que el don de lenguas es la habilidad de hablar el idioma de los ángeles.
Esto se basa en el texto que encontramos en 1 Corintios 13:1 “Si yo hablase lenguas humanas
o angélicas…” El don de lenguas angelical es un género del que muy poco sabemos, sabemos
que ha existido o existe; porque este párrafo lo menciona.
Cabe la posibilidad que los profetas que recibían visitas angelicales de parte del cielo, como
Daniel, Ezequiel y Juan, se les dotaba del don de lengua angelical para comprender con
exactitud esos mensajes, esto es solo un pensamiento o una especulación, mía.
La tercera interpretación sostiene que, bajo la influencia del Espíritu Santo, el don de lenguas
proporciona un lenguaje que se caracteriza por una expresión initeligible o
incomprensible “2 Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios; pues
nadie le entiende, aunque por el Espíritu habla misterios.” (1 Corintios 14:2).
Y es aquí precisamente, donde encontramos la dificultad de este tema:
En 1 Corintios 14: 2 “2 Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios;
pues nadie le entiende, aunque por el Espíritu habla misterios.”
Lo desconcertante de este texto es que dice; “pues nadie le entiende”. Entonces muchos
llegan a concluir que hay dos maneras en que el don de lenguas se puede manifestar. Una es
hablar en otros idiomas existentes y conocidos; la otra es hablar en idiomas que nadie
entiende.
En el mismo capítulo 14 de 1 Corintios, Pablo da instrucciones para aquellos que hablan el
don de lenguas que no se entiende, algunas normas que se desprenden de la enseñanza bíblica
son:
Evitar el desorden y la confusión en los servicios religiosos:
“23 Si, pues, toda la iglesia se reúne en un solo lugar, y todos hablan en lenguas, y entran
indoctos o incrédulos, ¿no dirán que estáis locos?” (1 Corintios 14)
No puede haber más de una persona hablando al mismo tiempo:
“27 Si habla alguno en lengua extraña, sea esto por dos, o a lo más tres, y por turno;…” (1
Corintios 4)
El acto de hablar en lengua desconocida, no es para usarse en la iglesia, excepto si hay una
persona que esté interpretando el mensaje de la lengua desconocida.
“28 Y si no hay intérprete, calle en la iglesia, y hable para sí mismo y para Dios.” (1 Corintios
14)
Es mejor hablar palabras con entendimientos que rezar un idioma que no se conoce:
“19 pero en la iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento, para enseñar
también a otros, que diez mil palabras en lengua desconocida.” (1 Corintios 14)
El don de lenguas de Pablo era un don natural de aprendizaje rápido:
“18 Doy gracias a Dios que hablo en lenguas más que todos vosotros” (1 Corintios 14)
Si los que asistimos a la iglesia, hablamos el mismo idioma, no hay necesidad del don de
lenguas.
Pero hay una pregunta que no contestamos en esa lección y que se formuló mucho: ¿Por qué
en la era apostólica, toda persona que era ungida por el Espíritu Santo terminaba hablando en
lenguas incluyendo la lengua incomprensible?
Esta es mi opinión personal: Espiritualmente hablando; el hablar en lenguas estaba de moda
para esos días.
El Espíritu Santo otorga todo don cuando se necesita, si hay necesidad de predicar el
evangelio en otra lengua, sin duda alguna el Espíritu Santo investirá a sus “elegidos” para que
usen el don de lengua.
Pero posiblemente en los días de los apóstoles, las personas que se convertían, querían estar
seguras de que su conversión estaba aprobada por el Espíritu Santo, y el Espíritu Santo en su
infinito amor regalaba una monedita de consolación y de comprobación para afirmar el gozo
y la fe del nuevo converso. Posiblemente si no se necesitaba el don de lengua, de todas
maneras el Espíritu Santo proporcionaba el don de lengua incomprensible para asegurar al
nuevo creyente su presencia en esa nueva vida espiritual.
Quizas por eso, el mismo apóstol Pablo, aconseja sobre el comportamiento a seguir sobre el
don de lengua incomprensible: No hacer escándalo, no hablar todos al mismo tiempo sino
uno por uno, y que siempre tuvieran la presencia de un intérprete. Con la presencia de un
intérprete se podía saber que idioma la persona estaba hablando y que mensaje estaba dando.
Esta es mi opinión, si usted cree que no tiene peso, por favor descártelo.
8
Y entrando Pablo en la sinagoga, habló con denuedo por espacio de tres meses, discutiendo
y persuadiendo acerca del reino de Dios… 10 Así continuó por espacio de dos años, de manera
que todos los que habitaban en Asia, judíos y griegos, oyeron la palabra del Señor Jesús. 11 Y
hacía Dios milagros extraordinarios por mano de Pablo, 12 de tal manera que aun se llevaban
a los enfermos los paños o delantales de su cuerpo, y las enfermedades se iban de ellos, y los
espíritus malos salían. (Hechos 19)
Interesante versículo: Humanamente hablando, encontramos una vara que hizo muchos
milagros, vertió agua de la roca, derramó diez plagas y abrió también el mar. Una capa que
habría ríos para poder pasar en lo seco, un río que sanó a un leproso, los huesos de un profeta
que resucitaron a un muerto, la sombra de Pedro que sanaba a todo el que ésta invisiblemente
tocaba, y ahora tenemos paños o delantales sanadores.
El estudio de este día hace una conección inmediata del sanamiento de la mujer con flujo,
hecha por Jesús. Efectivamente, para entender el estudio de este día no podemos dejar de
estudiar, este milagro de Jesús.
La historia del milagro de la mujer con flujo, es una de los milagros y una de las interrupciones
más hermosas, que ocurrió en medio de otro milagro aún más poderoso cómo fue la
resurrección de la hija de Jairo.
Este milagro demuestra el genuino poder de la fe, aunque ésta sea por los medio herrados.
Esta pobre y acabada mujer se había hecho más tímida por su larga enfermedad, por sus
esperanzas tronchadas en los médicos de su época y también por la pobreza.
No se atrevía a enfrentar a Jesús, especialmente cuando sabía que Jesús se encaminaba a sanar
la hija de un importante líder religioso como lo era Jairo, pero si se atrevió a abrir paso entre
la muchedumbre y robar un milagro.
Es muy fácil apuntar el error y la ignorancia de la fe de esta mujer, ella no tenía duda que
Jesús la podía sanar, pero ella decidió usar el método equivocado para conseguir la sanación,
ella usó para su sanación un objeto de Jesucristo; y en este caso fue su manto ó su ropa.
Esta es una manera de superstición, hay muchos de nosotros que creemos en cosas y objetos
como medios curativos. Jesús, como lo hizo con esta mujer, muchas veces nos sigue la
corriente y se ajusta a nuestra creencia y fe; no por que estamos correctos, sino para más tarde
enseñarnos y afirmarnos en la fe real y verdadera.
A pesar que la mayoría de cristiano tratamos de evitar estos errores, recordemos que todavía
hay un gran grupo de ellos que se aferran un crucifijo, muchos de ellos se aferran a la imagen
de algún personaje bíblico, y lo hacen con una fuerte y sincera fe infantil y Dios en su gran
amor ajusta su misericordia a la fe de estas personas. Estas personas igual a la mujer con flujo,
están en la primaria del cristianismo y Dios no los defrauda, después del milagro Dios se
encarga de que crezcan espiritualmente hasta llegar a la comprensión de los designios y
voluntad de Dios.
Esta experiencia nos enseña a no escandalizarnos, ni contradecir, ni a discutir con esas
personas que nos cuentas de los milagros recibidos a través de un medio equivocado, de un
amuleto, o de un “santo”.

La fe de esta mujer era imperfecta, pero lo importante es, que aun siendo imperfecta; era fe.
No hay ninguna conexión entre el toque de los dedos de la mujer con el manto de Jesús, pero
Jesús se rebajó a los pensamientos infantiles de ella y le ayudó a conseguir lo que ella tanto
soñaba: Y él le dijo: Hija, tu fe te ha salvado; ve en paz.
La misericordia y el amor de Dios, es como el aceite y el agua, que se ajustan a la forma de
la vasija de barro. Al final ella comprendió que no fue el toque de sus manos, que no fue el
manto de Jesús, sino la fe en Jesús, lo que la había sanado.
Esta mujer también creyó que podía escaparse con la bendición de Jesús y que Jesús no sería
lo suficientemente sabio para darse cuenta del milagro ocurrido. Que manera más interesante
de pensar, creer que Jesús tenía el poder de hacer un milagro, pero no el suficiente
conocimiento para darse cuenta del milagro acontecido.
De muy buena gana, ella hubiera desaparecido con un milagro robado, pero Jesús la forzó a
parar en frente de la multitud. Con la vista de toda la multitud sobre ella, “vino temblando, y
postrándose a sus pies” Aún es esta situación embarazosa para la pobre mujer, Jesús le estaba
ayudando a que ella recuperara la confianza propia, su dignidad como mujer, y que también
dijera la verdad.
Que contraste el de Jesús; usualmente mandaba a los que recibían un milagro a callarlo, pero
en este caso Jesús estaba haciendo todo lo contrario, pero era un acto de completa bondad
para ella, era una manera para que la imperfecta fe de esta mujer fuera corregida y confirmada.
Si Jesús hubiera permitido que la mujer con flujo se hubiera escapado con un milagro robado,
ella se hubiera marchado solamente con la mitad de la bendición, se hubiera marchado sana,
pero no hubiera experimentado el gozo de la confesión, no hubiera probado el delicioso y
profundo amor de Dios, ni tampoco su perdón, ni lo mas importante que era la salvación.
Esta fue la única mujer en la Biblia, que Jesús le llamó “Hija”.
13
Pero algunos de los judíos, exorcistas ambulantes, intentaron invocar el nombre del Señor
Jesús sobre los que tenían espíritus malos, diciendo: Os conjuro por Jesús, el que predica
Pablo.
14
Había siete hijos de un tal Esceva… que hacían esto…
La rica y lujosa ciudad de Éfeso era centro de operaciones del demonio, el príncipe de las
tinieblas había colocado en esta ciudad una de sus oficinas mas importantes para esos días.
Dios había comisionado a Pablo para ir en contra de este baluarte de las tinieblas, era el
poderoso Espíritu Santo quien haría la obra; ante tan opulento teatro del mal, una férrea
batalla era de esperar.
Con la llegada de Pablo, una gran revolución espiritual azotó a Éfeso, de la misma manera
que una tormenta azota a una ciudad. En la ciudad de Éfeso, Pablo había encontrado a Apolo
y a doce discípulos de Juan el bautista, los bautizó en el nombre del Padre, en el nombre del
Hijo y en el nombre del Espíritu Santo y como una consecuencia de ese nuevo bautismo, estos
hombres fueron investidos con el poder del Espíritu Santo.
La superstición y la magia, se había posesionado de la ciudad de Éfeso desde tiempos
memoriales, una superstición fácilmente agrega otra superstición, una acto de magia es
precedida facimente por otro acto de magia.
Para los magos y los exorcistas ambulantes, el cristianismo era una nueva y avanzadísima
escuela de magia, los sietes hijos de Esceva estaban tan impresionados y anonadados con tal
suculento poder, que estaban dispuestos a tratar este nuevo sistema. La magia del cristianismo
era tan poderosa que lograba expulsar demonios y que curaba a enfermos solamente con la
presencia de un pañuelo o delantal que hubiera sido usado por el gran mago Pablo.
No nos podemos deshacer de estos impostores fácilmente, ellos deseaban hacer un buen
trabajo, y por ello les podemos acreditar que tenían una buen motivo.
¿Dónde fallaron los siete hermano exorcistas al tratar de expulsar demonios? Fallaron en cada
punto de su empresa.
“13 Pero algunos de los judíos, exorcistas ambulantes, intentaron invocar el nombre del Señor
Jesús…” (Hechos 19)
Ellos comenzaron su ministerio por el camino equivocado, y comenzar el ministerio del
cristianismo por el camino equivocado, es siempre la gran explicación que existe para los
fracasos espirituales del hombre.
“…intentaron invocar el nombre del Señor Jesús…”
El cristianismo no es asuntos de intentos o de ensayos, el cristianismo es un llamado, es un
fuego que quema el corazón de sus seguidores, es un principio espiritual de fe, de gozo y de
obediencia, que se inicia con la presencia del Espíritu Santo en la mente y el corazón del
individuo. El cristianismo no es una alternativa en la vida del hombre, sino una necesidad
imperativa.
Si los hijos de Esceva hubieran dicho a los demonios: “Os conjuro por Jesús a quien
amamos…” la historia hubiera sido diferente, pero ellos dijeron: “Os conjuro por Jesús, el
que predica Pablo”
Pasaron por alto un pequeño detalle; que en el cristianismo no hay ningún departamento que
delega o traspasa la fe de un individuo a otro. Mi fe es mi fe, su fe es su fe, cada quien tiene
su propia fe, su propia experiencia, su propio conocimiento, y su propio evangelio y no existe
tal caso de traspaso de poder espiritual entre los hijos de Dios.
Dicho sea de paso, cada quien tiene su propio evangelio, y esa es la razón numero uno que
hace fracasar a todos aquellos predicadores que andan copiando sermones ajenos para
predicarlos, están predicando la vivencia de otro y no su propia experiencia.
El espíritu inmundo puede ser expulsado solamente por el gran Filántropo y Salvador de la
humanidad. El espíritu inmundo puede ser expulsado solamente si se tiene la fe genuina en
Jesucristo.
Los exorcistas pronunciaron el nombre de Cristo, sin tener la fe genuina, y eso les acarreó
una seria consecuencia. Para un milagro, no es suficiente solamente pronunciar el nombre de
Jesús, es necesaria la fe sobre el nombre de Jesús.
15
Pero respondiendo el espíritu malo, dijo: A Jesús conozco, y sé quién es Pablo; pero
vosotros, ¿quiénes sois? 16 Y el hombre en quien estaba el espíritu malo, saltando sobre ellos
y dominándolos, pudo más que ellos, de tal manera que huyeron de aquella casa desnudos y
heridos. (Hechos 19)
El infierno reconoce a Cristo y a sus verdaderos seguidores: “A Jesús conozco” dijo el
demonio “y sé quién es Pablo; pero vosotros, ¿quiénes sois?”
Hubo un tiempo cuando Saulo fue un ministro de las huestes del mal e hizo su trabajo muy
bien. Ese servicio que prestó por algun tiempo en la causa de Satanás, hizo que el diablo
llegará a conocer muy bien el carácter de Pablo. Mas tarde el que una vez fue el emisario del
infierno, se convirtió en el emisario del evangelio, y se convirtió también el mas férreo
oponente y enemigo de su antiguo jefe. Por eso con toda claridad el demonio dijo: “A Jesús
conozco y se quien es Pablo”
El infierno desprecia, reprende y toma venganza sobre todos aquellos que pretenden ser
religiosos y no lo son. “Pero vosotros ¿Quienes sois?” ¿Quien les ha dado el derecho de usar
el dulce y sagrado Nombre ante el cual nosotros nos postramos y temblamos?
¡Gloria a Cristo! el infierno no respeta ni a sus propios ministros, cuando estos tocan el
sagrado nombre de Cristo, impuriamente y sin permiso. El infierno no solo demostró
indignación y descontento con los hijos de Esceva, sino que les dio un escarmiento para que
ellos nunca volvieran a usar las cosas sagradas sin permiso del cielo.
De esto aprendemos tres asuntos muy importantes:
Primero: Que todo esfuerzo que haga un cristianismo que es falzo, lo único que logra es
incrementar las fuerzas del mal. El demonio en este caso, tomó fuerzas ante el esfuerzo que
estaban haciendo los falsos exorcistas.
Segundo: El cielo emplea al mismo infierno para castigar el mal del hombre. Los pecadores
son los mas grandes atormentadores de los otros pecadores, esto siempre ha sido así en todos
los tiempos y en todos los lugares.
Tercero: Los impostores espirituales no logran engañar ni al cielo, ni al infierno.
17
Y esto fue notorio a todos los que habitaban en Efeso, así judíos como griegos; y tuvieron
temor todos ellos, y era magnificado el nombre del Señor Jesús. 18 Y muchos de los que
habían creído venían, confesando y dando cuenta de sus hechos. 19 Asimismo muchos de los
que habían practicado la magia trajeron los libros y los quemaron delante de todos; y hecha
la cuenta de su precio, hallaron que era cincuenta mil piezas de plata. 20 Así crecía y prevalecía
poderosamente la palabra del Señor. (Hechos 19)
La narrativa nos demuestra tres resultados en esta historia:
1-17 Y esto fue notorio a todos los que habitaban en Efeso, así judíos como griegos; y tuvieron
temor todos ellos, y era magnificado el nombre del Señor Jesús.
Hubo un movimiento popular a favor de la verdad: “y tuvieron temor todos ellos, y era
magnificado el nombre del Señor Jesús.” El evangelio es el poder mas grande que puede
existir en esta tierra. El evangelio tiene el poder para actuar en el corazón del hombre,
renovarlo y cambiarlo a la imagen de Dios, todo esto lo hace el evangelio sin usar ninguna
arma terrenal, pero si con el gradioso poder de nuestro Dios, es Espíritu Santo.
2-18 Y muchos de los que habían creído venían, confesando y dando cuenta de sus hechos.
Esta es una abierta confesión de fe. Nicodemos y Jose de Arimatea eran seguidores secretos
de Jesús, ante la crisis fue donde ellos públicamente -sin decir una palabra-, mostraron al
mundo sus verdaderos motivos y pensamientos. Muchas veces las crisis nos hace que
revelemos lo que en verdad somos, ya sea para bien o para mal.
3-19 Asimismo muchos de los que habían practicado la magia trajeron los libros y los
quemaron delante de todos; y hecha la cuenta de su precio, hallaron que era cincuenta mil
piezas de plata. 20 Así crecía y prevalecía poderosamente la palabra del Señor.
Se realiza una renunciación consiente de las prácticas del mal y como resultado de esta
transformación, la Palabra del Señor crecía y prevalecía poderosamente.
23
Hubo por aquel tiempo un disturbio no pequeño acerca del Camino. 24 Porque un platero
llamado Demetrio, que hacía de plata templecillos de Diana, daba no poca ganancia a los
artífices; 25 a los cuales, reunidos con los obreros del mismo oficio, dijo: Varones, sabéis que
de este oficio obtenemos nuestra riqueza; 26 pero veis y oís que este Pablo, no solamente en
Efeso, sino en casi toda Asia, ha apartado a muchas gentes con persuasión, diciendo que no
son dioses los que se hacen con las manos. 27 Y no solamente hay peligro de que este nuestro
negocio venga a desacreditarse, sino también que el templo de la gran diosa Diana sea
estimado en nada, y comience a ser destruida la majestad de aquella a quien venera toda Asia,
y el mundo entero. 28 Cuando oyeron estas cosas, se llenaron de ira, y gritaron, diciendo:
¡Grande es Diana de los efesios! 29 Y la ciudad se llenó de confusión, y a una se lanzaron al
teatro, arrebatando a Gayo y a Aristarco, macedonios, compañeros de Pablo. 30 Y queriendo
Pablo salir al pueblo, los discípulos no le dejaron. 31 También algunas de las autoridades de
Asia, que eran sus amigos, le enviaron recado, rogándole que no se presentase en el
teatro. 32 Unos, pues, gritaban una cosa, y otros otra; porque la concurrencia estaba confusa,
y los más no sabían por qué se habían reunido. 33 Y sacaron de entre la multitud a Alejandro,
empujándole los judíos. Entonces Alejandro, pedido silencio con la mano, quería hablar en
su defensa ante el pueblo. 34 Pero cuando le conocieron que era judío, todos a una voz gritaron
casi por dos horas: ¡Grande es Diana de los efesios! 35 Entonces el escribano, cuando había
apaciguado a la multitud, dijo: Varones efesios, ¿y quién es el hombre que no sabe que la
ciudad de los efesios es guardiana del templo de la gran diosa Diana, y de la imagen venida
de Júpiter? 36 Puesto que esto no puede contradecirse, es necesario que os apacigüéis, y que
nada hagáis precipitadamente. 37 Porque habéis traído a estos hombres, sin ser sacrílegos ni
blasfemadores de vuestra diosa. 38 Que si Demetrio y los artífices que están con él tienen
pleito contra alguno, audiencias se conceden, y procónsules hay; acúsense los unos a los
otros. 39 Y si demandáis alguna otra cosa, en legítima asamblea se puede decidir. 40 Porque
peligro hay de que seamos acusados de sedición por esto de hoy, no habiendo ninguna causa
por la cual podamos dar razón de este concurso. 41 Y habiendo dicho esto, despidió la
asamblea. (Hechos 19)
Demeterio no ha muerto, sigue vivo, siempre está preocupado por no perder las fuertes
ganancias que consigue la religión.
En todas las religiones actuales encontramos a los Demetrios, siempre luchando para que un
centavo no vaya a faltar, para que las ganancias no vayan a disminuir, para que el negocio de
la religión no vaya a menguar. Tristemente en nuestra religión también hay muchos
Demetrios, y posiblemente sean los peores Demetrios que puedan existir en el mundo
religioso.
Un hombre puede dirigir un gran mal, sin ser éste un gran hombre. Demetrio no tenía historia,
no se sabía de él, pero a pesar de eso, ese día logró levantar los ánimos de una ciudad antera.
Esto no lo logró a través de ningún poder de persuasión, o de elocuencia, lo logró apelando a
las poderosas pasiones que se encuentran adormitadas en todas las personas que son egoístas
y avarientas. Cualquier persona puede hacer esto y cuando logran levantar la violencia
popular, éstos llegan a creer que son grandes caudillos o poderosos héroes.
Pablo posiblemente no sabía la revolución que se estaba formando, posiblemente no sabía
que existía un hombre llamado Demetrio y tampoco sabía que le estaba haciendo daño a
alguien.
¿Era malo Demetrio? Posiblemente no, posiblemente estaba defendiendo la única religión
que conocía y que se creía que era la mejor del mundo para esos días. Posiblemente Demetrio
estaba defendiendo un trabajo que era sublime a su manera de ver, ya que era que era una
combinación de la religión y las bellas artes. Posiblemente creía que el resultado de su arte
religioso no solo hacía a sus conciudadanos más religiosos, sino que también mas patriotas.
Al final la ignorancia de Demetrio, no justifica el pecado de idolatría.
Si Pablo hubiera predicado un mensaje vago y barato, Demetrio pudiera haber hecho de Pablo
un ídolo, pero no fue así, Pablo predicó en Éfeso un mensaje que golpeaba los fundamentos
de la idolatría y ahora el negocio de la religión estaba en peligro, para los comerciantes del
templo de la diosa Diana.
Cada vez que se predica un mensaje que toca los bolsillos de la religión; habrá problemas,
cada vez que se predica un mensaje que sacude la concupiscencia de las personas, habrá
problemas; cada vez que se predica un mensaje que perfora la conciencia, habrá problemas.
La situación de Demetrio es una situación humillante, y es una situación elegida por él mismo.
El versículo 27, es el texto cumbre de la humillación religiosa y la desvergüenza que afecta a
todos los comerciantes de la religión: “27 Y no solamente hay peligro de que este nuestro
negocio venga a desacreditarse, sino también que el templo de la gran diosa Diana sea
estimado en nada, y comience a ser destruida la majestad de aquella a quien venera toda Asia,
y el mundo entero.”
A este ultimo texto, fácilmente le pudiéramos titular; “Pánico Religioso” De acuerdo a
Demetrio el templo de la gran diosa Diana estaba en peligro. Si hay un templo hecho por las
manos de los hombres que está en peligro de caer, hay que dejarlo caer.
El gran reto de Jesucristo fue: “… Destruid este templo, y en tres días lo levantaré.” (Juan 2:
19) Esta es una declaración de Cristo que carece de pánico religioso en su totalidad.
Cientos de libros se han escrito en contra del cristianismo, miles de predicciones se han
formulado en su contra asegurando su total fracaso y desaparición, ¿Ha muerto el
cristianismo? No, y no hay porque tener pánico de que el cristianismo fracase. Si el
cristiansmo está basado en la verdad divina, Dios se encargará de protegerlo, esa es la mejor
manera para probar cuan cierta es la religión que profesamos y cuan verdadero es el Dios a
quien seguimos.
Los cristianos no mantenemos nuestra religión en un museo de historia, ni tampoco la
protegemos en una caja fuerte, el concepto que nos formamos de Dios nadie lo puede
quebrantar, ni tampoco nadie lo puede robar.
Nadie nos puede quitar de la mente, los pasajes de la Biblia que hemos aprendido, ni nos
pueden quitar los profundos conceptos bíblicos que hemos abrazado. No importa el orden en
que la Biblia fue formada, no importa si algunas veces las reglas de la gramática cambia de
idioma a idioma, la esencia es la misma, el mensaje es el mismo.
La Biblia habla al corazón de la humanidad como ningún otro libro lo consigue hacer, está
hecha para inspirar la vida del hombre, para responder a las necesidades espirituales de la
humanidad, nos enseña la brevedad de la vida terrenal, nos confirma nuestra pronta muerte
terrenal, nos enseña la realidad del pecado, nos conduce a sentir la necesidad de un Salvador,
nos muestra quien es el Salvador que gratuitamente nos ofrece la salvación. ¿Pánico espiritual
que el cristianismo fracase? No, eso nunca ha existido, no existe, ni tampoco existirá, ya que
la Biblia y el cristianismo han probado siglo tras siglo, que el Dios a quien servimos, seguimos
y adoramos, no es producto de la mente del hombre, sino es el gran Dios que tiene su morada
en las bóvedas celestes.
28
Cuando oyeron estas cosas, se llenaron de ira, y gritaron, diciendo: ¡Grande es Diana de los
efesios! 29 Y la ciudad se llenó de confusión, y a una se lanzaron al teatro, arrebatando a Gayo
y a Aristarco, macedonios, compañeros de Pablo. 30 Y queriendo Pablo salir al pueblo, los
discípulos no le dejaron. 31 También algunas de las autoridades de Asia, que eran sus amigos,
le enviaron recado, rogándole que no se presentase en el teatro. 32 Unos, pues, gritaban una
cosa, y otros otra; porque la concurrencia estaba confusa, y los más no sabían por qué se
habían reunido. 33 Y sacaron de entre la multitud a Alejandro, empujándole los judíos.
Entonces Alejandro, pedido silencio con la mano, quería hablar en su defensa ante el
pueblo. 34 Pero cuando le conocieron que era judío, todos a una voz gritaron casi por dos
horas: ¡Grande es Diana de los efesios! 35 Entonces el escribano, cuando había
apac. 28 Cuando oyeron estas cosas, se llenaron de ira, y gritaron, diciendo: ¡Grande es Diana
de los efesios! 29 Y la ciudad se llenó de confusión, y a una se lanzaron al teatro, arrebatando
a Gayo y a Aristarco, macedonios, compañeros de Pablo. 30 Y queriendo Pablo salir al
pueblo, los discípulos no le dejaron. 31 También algunas de las autoridades de Asia, que eran
sus amigos, le enviaron recado, rogándole que no se presentase en el teatro. 32 Unos, pues,
gritaban una cosa, y otros otra; porque la concurrencia estaba confusa, y los más no sabían
por qué se habían reunido. 33 Y sacaron de entre la multitud a Alejandro, empujándole los
judíos. Entonces Alejandro, pedido silencio con la mano, quería hablar en su defensa ante el
pueblo. 34 Pero cuando le conocieron que era judío, todos a una voz gritaron casi por dos
horas: ¡Grande es Diana de los efesios! 35 Entonces el escribano, cuando había apaciguado a
la multitud, dijo: Varones efesios, ¿y quién es el hombre que no sabe que la ciudad de los
efesios es guardiana del templo de la gran diosa Diana, y de la imagen venida de
Júpiter? 36 Puesto que esto no puede contradecirse, es necesario que os apacigüéis, y que nada
hagáis precipitadamente. 37 Porque habéis traído a estos hombres, sin ser sacrílegos ni
blasfemadores de vuestra diosa. 38 Que si Demetrio y los artífices que están con él tienen
pleito contra alguno, audiencias se conceden, y procónsules hay; acúsense los unos a los
otros. 39 Y si demandáis alguna otra cosa, en legítima asamblea se puede decidir. 40 Porque
peligro hay de que seamos acusados de sedición por esto de hoy, no habiendo ninguna causa
por la cual podamos dar razón de este concurso. 41 Y habiendo dicho esto, despidió la
asamblea. (Hechos 19)

De la narrativa aprendemos lo siguiente:


-Cuando las multitudes se apresuran airadamente para tomar venganza, casi siempre escogen
a las personas equivocadas. En este caso estaba en problemas Alejandro, a quien escogieron
de entre la multitud y que no tenía nada que ver con la predicación de Pablo.
-Cuando las multitudes tienen la misma queja, la revuelta y la violencia crecen
desmedidamente
-La multitud de Éfeso estaba tan salvaje, y tan irrazonable que era un riesgo innecesario que
Pablo fuera y los enfrentara
-“Grita lo mas fuerte que puedas” es el mensaje que se da cuando las multitudes se reúnen en
forma airada. Por lo general en dichas asambleas los presentes no saben por qué están
gritando, pero aun así, siguen con su desenfrenada gritería.
-Una persona que logra saber el por qué de la reunión de una multitud airada, es mas sabio
que toda la multitud reunida
Es realmente importante recalcar la actuación del escribano de la ciudad, muy sabia, muy al
grano y contundente, sabia como trabajar los ánimos de una multitud que tenía un miedo
infundado.
La venida del escribano romano de la ciudad, apacentó a la multitud, de la misma manera que
las autoridades actuales muchas veces logran apacentar las multitudes. Hay casos donde dos
personas están peleando, aparece la autoridad, y los peleadores como por arte de magia paran
sus combates, cada quien parte con un rumbo opuesto, mirando al cielo, con un silbido en sus
labios, con las manos en los bolsillos, como si allí nunca hubiera pasado nada.
-Buenos ciudadanos; ¿A que se debe tanta gritería?- “¡Grande es Diana de los
efesios!”respondió la multitud.
-Eso todos lo sabemos- dijo el buen hombre.
-Si Demetrio y sus amigos tienen algún problema contra Pablo, soliciten ayuda al gobierno
para que les prepare su caso, los dos lados serán escuchados y la justicia romana se aplicará
al transgresor- Dijo el escribano
-Pero esta no es la manera de solventar los problemas en esta ciudad, regresen calladamente
a sus hogares, y todas sus quejas serán atendidas de una manera legal. Recuerden que este
comportamiento de violencia pública es un asunto muy delicado. Ustedes no viven bajo
ninguna ley marcial, ni tampoco hay una legión de soldado que los gobiernen. Ustedes viven
bajo una provincia romana con un procónsul y con su humilde servidor que está dispuesto a
escucharlos. Si no me escuchan me temo que Demetrio y sus seguidores tendrán que
comparecer como criminales ante la ley romana por tal gesto de violencia pública y no Pablo
por su predicación.-
Ante tan sublime y corto mensaje, la multitud se disipó en paz y en quietud, apuntándose el
cristianismo otra gran victoria en contra del paganismo y en contra de las huestes de las
tinieblas.

ESPÍRITU DE PROFECÍA
En el tiempo de los apóstoles, la porción occidental del Asia Menor se conocía como la
provincia romana de Asia. Éfeso, la capital, era un gran centro comercial. Su puerto estaba
atestado de barcos, y en sus calles se agolpaban gentes de todos los países. Como Corinto,
ofrecía un campo promisorio para el esfuerzo misionero.
Los judíos, esparcidos ampliamente ahora en todos los países civilizados, esperaban en
general el advenimiento del Mesías. Cuando Juan el Bautista predicaba, muchos, en sus
visitas a Jerusalén en ocasión de las fiestas anuales, habían ido a las orillas del Jordán para
escucharle. Allí habían oído a Jesús proclamado como el Prometido, y habían llevado las
nuevas a todas partes del mundo. Así había preparado la Providencia el terreno para las
labores de los apóstoles (Los hechos de los apóstoles, p. 228).
Durante el largo período de su ministerio en Éfeso, donde por tres años realizó un agresivo
esfuerzo evangélico en esa región, Pablo trabajó de nuevo en su oficio. En Éfeso, como en
Corinto, el apóstol fue alegrado por la presencia de Aquila y Priscila, quienes le habían
acompañado en su regreso al Asia al fin de su segundo viaje misionero…
Mientras trabajaba con Aquila se mantenía en relación con el gran Maestro, sin perder
ninguna oportunidad para testificar a favor del Salvador y ayudar a los necesitados. Su mente
estaba constantemente en procura de conocimiento espiritual. Daba instrucción a sus
colaboradores en las cosas espirituales, y ofrecía también un ejemplo de laboriosidad y trabajo
cabal. Era un obrero rápido y hábil, diligente en los negocios, ardiente “en espíritu; sirviendo
al Señor” [Romanos 12:11]. Mientras trabajaba en su oficio, el apóstol tenía acceso a una
clase de gente que de otra manera no hubiera podido alcanzar. Mostraba a sus asociados que
la habilidad en las artes comunes es un don de Dios, quien provee tanto el don como la
sabiduría para usarlo correctamente. Enseñaba que aun en el trabajo de cada día, ha de
honrarse a Dios. Sus manos encallecidas por el trabajo no menoscababan en nada la fuerza
de sus patéticos llamamientos como ministro cristiano (Los hechos de los apóstoles, pp. 282,
283).
En la actualidad hay tantos que ignoran la obra del Espíritu Santo en el corazón como los
creyentes de Éfeso [Hechos 19:1-6]; sin embargo, no hay verdad que sea enseñada con más
claridad en la Palabra de Dios. Los profetas y los apóstoles se han espaciado en este tema.
Cristo mismo llama nuestra atención al desarrollo del reino vegetal para ilustrar la operación
de su Espíritu al sostener la vida espiritual. La savia de la vid que asciende desde las raíces
se extiende por todas las ramas para producir crecimiento, flores y frutos. Del mismo modo
el poder vivificador del Espíritu Santo, que procede del Salvador, invade el alma, renueva los
motivos y los afectos e incluso somete los pensamientos a la obediencia de la voluntad de
Dios, capacitando al que lo recibe a dar preciosos frutos manifestados en actos santificados
(Cada día con Dios, p. 250).
69

Lección 10 | Lunes 3 de
septiembre______________________________________________
ÉFESO: SEGUNDA PARTE
En Éfeso, Pablo continuó con su práctica de predicar primeramente en la sinagoga.
Cuando se desató la oposición, él y los nuevos creyentes se trasladaron a la sala
de conferencias de un tal Tiranno, donde Pablo predicó diariamente durante dos
años (Hech. 19:8-10). El resumen que hace Lucas del ministerio de Pablo en Éfeso
es que toda la provincia fue intensamente evangelizada (Hech. 19:10, 26).
En Hechos 19:11 al 20, Lucas añade algunas historias de milagros que describen el
triunfo del poder de Dios en una ciudad donde la magia y otras prácticas
supersticiosas eran bastante comunes. No cabe duda de que Dios podía sanar a
través de Pablo, pero el hecho de que hasta los pañuelos y los delantales que el
apóstol había tocado tenían poder sanador (Hech. 19:12) quizá le resulte extraño a
algunos, aunque esto guarda similitudes con la curación de la mujer con hemorragia
por parte de Jesús (Luc. 8:44). Las creencias supersticiosas de Éfeso quizá hicieron
que Dios realizara milagros “extraordinarios”, como dice Lucas (Hech. 19:11).
Quizás este sea un ejemplo de que Dios satisface las necesidades del pueblo según
su nivel de entendimiento.
Satisfecho con los resultados de su misión en Éfeso, Pablo decidió ir a Jerusalén
(Hech. 19:21). Lucas no explica la razón de este viaje, pero sabemos por los escritos
de Pablo que deseaba entregar los fondos que había recaudado para aliviar la
pobreza de la iglesia de Jerusalén (Rom. 15:25-27; 1 Cor. 16:1-3). La formación de
un fondo de bienes en común en los primeros años, y una terrible hambruna en los
días de Claudio, empobreció a los creyentes de Judea, y Pablo vio en su pedido de
ayuda (Gál. 2:10) una oportunidad para fortalecer su confianza en su apostolado y
en la unidad de una iglesia que ahora era transcultural, a pesar de conocer los
riesgos a los que se exponía (Hech. 20:22, 23; Rom. 15:31).
Lee Hechos 19:23 al 41. ¿Cuál fue la verdadera razón de la oposición que afrontó Pablo
que se desató en Éfeso al final de su estadía allí?
Hechos 19:23-41
23
Hubo por aquel tiempo un disturbio no pequeño acerca del Camino. 24 Porque un
platero llamado Demetrio, que hacía de plata templecillos de Diana, daba no poca
ganancia a los artífices; 25 a los cuales, reunidos con los obreros del mismo oficio,
dijo: Varones, sabéis que de este oficio obtenemos nuestra riqueza; 26 pero veis y oís
que este Pablo, no solamente en Efeso, sino en casi toda Asia, ha apartado a muchas
gentes con persuasión, diciendo que no son dioses los que se hacen con las manos. 27 Y
no solamente hay peligro de que este nuestro negocio venga a desacreditarse, sino
también que el templo de la gran diosa Diana sea estimado en nada, y comience a ser
destruida la majestad de aquella a quien venera toda Asia, y el mundo
entero. 28 Cuando oyeron estas cosas, se llenaron de ira, y gritaron, diciendo:
!!Grande es Diana de los efesios! 29 Y la ciudad se llenó de confusión, y a una se
lanzaron al teatro, arrebatando a Gayo y a Aristarco, macedonios, compañeros de
Pablo. 30 Y queriendo Pablo salir al pueblo, los discípulos no le dejaron. 31 También
algunas de las autoridades de Asia, que eran sus amigos, le enviaron recado,
rogándole que no se presentase en el teatro. 32 Unos, pues, gritaban una cosa, y otros
otra; porque la concurrencia estaba confusa, y los más no sabían por qué se habían
reunido. 33 Y sacaron de entre la multitud a Alejandro, empujándole los judíos.
Entonces Alejandro, pedido silencio con la mano, quería hablar en su defensa ante el
pueblo. 34 Pero cuando le conocieron que era judío, todos a una voz gritaron casi por
dos horas: !!Grande es Diana de los efesios! 35 Entonces el escribano, cuando había
apaciguado a la multitud, dijo: Varones efesios, ¿y quién es el hombre que no sabe
que la ciudad de los efesios es guardiana del templo de la gran diosa Diana, y de la
imagen venida de Júpiter? 36 Puesto que esto no puede contradecirse, es necesario
que os apacigüéis, y que nada hagáis precipitadamente. 37 Porque habéis traído a
estos hombres, sin ser sacrílegos ni blasfemadores de vuestra diosa. 38 Que si
Demetrio y los artífices que están con él tienen pleito contra alguno, audiencias se
conceden, y procónsules hay; acúsense los unos a los otros. 39 Y si demandáis alguna
otra cosa, en legítima asamblea se puede decidir. 40 Porque peligro hay de que seamos
acusados de sedición por esto de hoy, no habiendo ninguna causa por la cual
podamos dar razón de este concurso. 41 Y habiendo dicho esto, despidió la asamblea.
La oposición tenía que ver con la adoración pagana, que se vio seriamente
amenazada por el ministerio de Pablo. La verdadera motivación de Demetrio
evidentemente era económica, pero pudo convertirla en un problema religioso
porque el templo de Artemisa (o Diana), considerado una de las siete maravillas del
mundo antiguo, estaba situado en Éfeso.
Lee Hechos 19:27. Fíjate cuán ingenioso fue Demetrio para implantar
la “piedad”religiosa en su intento de hacer que el dinero siguiera fluyendo. Como
cristianos, ¿por qué debemos tener cuidado de no usar nuestra fe, o una piedad fingida
en relación con nuestra fe, de la misma manera?
Hechos 19:27
27
Y no solamente hay peligro de que este nuestro negocio venga a desacreditarse,
sino también que el templo de la gran diosa Diana sea estimado en nada, y comience
a ser destruida la majestad de aquella a quien venera toda Asia, y el mundo entero.
COMENTARIO DE LA LECCIÓN
ESPÍRITU DE PROFECÍA
Al quemar estos libros de magia, los conversos efesios mostraron que ahora aborrecían las
cosas en las cuales se habían deleitado una vez. Era por la magia como habían ofendido
especialmente a Dios y puesto en peligro sus almas; y contra la magia manifestaron tal
indignación… Reteniendo estos libros, los discípulos se hubieran expuesto a la tentación;
vendiéndolos, hubieran colocado la tentación en el camino de otros. Habían renunciado al
reino de las tinieblas; y para destruir su poder, no vacilaron ante ningún sacrificio. Así la
verdad triunfó sobre los prejuicios de los hombres, y también sobre su amor al dinero… La
influencia que tuvo [ese acto] fue más extensa de lo que aún Pablo comprendía. Desde Éfeso
las nuevas se extendieron ampliamente, y se dio un poderoso impulso a la causa de Cristo.
Mucho después que el apóstol mismo hubo terminado su carrera, estas escenas vivían en la
memoria de los hombres, y eran el medio de ganar conversos para el evangelio (Conflicto y
valor, p. 343).
En su discurso Demetrio había indicado que su oficio estaba en peligro. Estas palabras revelan
la verdadera causa del tumulto de Éfeso, y también la causa de mucha de la persecución que
afrontaron los apóstoles en su trabajo. Demetrio y sus compañeros de oficio vieron que por
la enseñanza y la extensión del evangelio, el negocio de la fabricación de imágenes estaba en
peligro. Los ingresos de los sacerdotes y artesanos paganos estaban comprometidos y por esta
razón levantaron contra Pablo la más acerba oposición
La decisión del escribano y de otros que ocupaban puestos de honor en la ciudad, había puesto
a Pablo delante del pueblo como una persona inocente de acto ilegal alguno. Este fue otro
triunfo del cristianismo sobre el error y la superstición. Dios había levantado a un gran
magistrado para vindicar a su apóstol y detener a la turba tumultuosa. El corazón de Pablo se
llenó de gratitud a Dios porque su vida había sido conservada y el cristianismo no había
cobrado mala fama a causa del tumulto de Éfeso (Los hechos de los apóstoles, p. 239).
No se necesita mayor evidencia de que una persona está muy lejos de Jesús, y está
descuidando la oración secreta y la piedad personal, que el hecho de que exprese dudas y
descreimiento porque está en un ambiente desfavorable. Tales personas no tienen la religión
pura, verdadera, inmaculada de Cristo. Tienen un objeto espurio que el proceso de refinación
consumirá completamente como escoria. Tan pronto como Dios los prueba, y prueba su fe,
ellos vacilan, inclinándose primero a un lado y luego al otro. No tienen el objeto genuino que
Pablo poseía, quien podía gloriarse en la tribulación “sabiendo que la tribulación produce
paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; y la esperanza no avergüenza;
porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones” [Romanos 5:3-5]. Tienen
una religión circunstancial… tan pronto como la causa parece sufrir alguna adversidad, y el
trabajo avanza lentamente, y se necesita la ayuda de todos, estas pobres almas, aunque sean
profesos ministros del evangelio, esperan que todo termine en la nada. Son un obstáculo en
vez de una ayuda (Testimonios para la iglesia, t. 2, p. 456).
70

Martes 4 de septiembre | Lección


10_____________________________________________
TROAS
Después del motín (Hech. 19:23-41), Pablo decidió marcharse de Éfeso. Pero tomó
un desvío prolongado a través de Macedonia y de Acaya en vez de ir directo a
Jerusalén (Hech. 20:1-3). En este viaje, hubo representantes de algunas iglesias
gentiles que fueron con él (Hech. 20:4).
Lee Hechos 20:7 al 12. ¿Qué tiene de malo el argumento común de que estos versículos
ayudan a demostrar el cambio del sábado al domingo?
Hechos 20:7-12
7
El primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan, Pablo les
enseñaba, habiendo de salir al día siguiente; y alargó el discurso hasta la
medianoche. 8 Y había muchas lámparas en el aposento alto donde estaban
reunidos; 9 y un joven llamado Eutico, que estaba sentado en la ventana, rendido de
un sueño profundo, por cuanto Pablo disertaba largamente, vencido del sueño cayó
del tercer piso abajo, y fue levantado muerto. 10 Entonces descendió Pablo y se echó
sobre él, y abrazándole, dijo: No os alarméis, pues está vivo. 11 Después de haber
subido, y partido el pan y comido, habló largamente hasta el alba; y así salió. 12 Y
llevaron al joven vivo, y fueron grandemente consolados.
La escala de Pablo en Troas culminó con una reunión de la iglesia “el primer día de
la semana” (Hech. 20:7). Se reunieron para “partir el pan”, lo que probablemente se
refiera a la Santa Cena, con o sin la comida de camaradería con la que a menudo
se combinaban desde los primeros días de la iglesia en Jerusalén (Hech. 2:42, 46).
Si bien no se menciona la copa ni las oraciones, no se descarta esta posibilidad.
No obstante, el tema es que este hecho a menudo se usa como evidencia de que,
en la época de Pablo, al menos las iglesias gentiles ya habían reemplazado el
sábado por el domingo como un día de adoración.
Sin embargo, antes de hacer esa afirmación, es necesario establecer el día exacto
en que se realizó la reunión, así como la naturaleza de la reunión. La referencia al
uso de las lámparas (Hech. 20:8), junto con el hecho de que el mensaje de Pablo se
prolongó hasta la medianoche (Hech. 20:7), y luego hasta el amanecer (Hech.
20:11), sin mencionar el sueño profundo de Eutico (Hech. 20:9), dejan en claro que
era una reunión nocturna.
Sin embargo, la cuestión es si fue la noche anterior al domingo o la noche posterior
al domingo. La respuesta depende del sistema de cálculo temporal que Lucas
estuviese empleando, si el sistema judío (de puesta de sol a puesta de sol) o el
romano (de medianoche a medianoche). Si es el primero, entonces era sábado de
noche; en caso de ser el último, era domingo de noche.
De cualquier modo, el contexto de Hechos 20:7 al 12 indica que, por más que la
reunión se hubiese realizado el domingo de noche, no fue una reunión regular de la
iglesia sino una reunión especial debido a la partida de Pablo a la mañana siguiente.
Por lo tanto, es difícil concebir que este hecho aislado y excepcional ofrezca
respaldo para la observancia del domingo. Por cierto que no.
Reflexiona en todas las razones de la validez de la observancia del día de reposo
sabático. El poderoso respaldo bíblico para el sábado ¿cómo nos ayuda a confirmar
nuestra identidad como cristianos adventistas del séptimo día y el llamado que
recibimos para difundir al mundo el mensaje de los tres ángeles?
COMENTARIO DE LA LECCIÓN
ESPÍRITU DE PROFECÍA
Saliendo de Filipos, Pablo y Lucas alcanzaron a sus compañeros en Troas cinco días después,
y permanecieron durante siete días con los creyentes de allí.
En la última tarde de su estada, los hermanos se juntaron “a partir el pan”. El hecho de que
su amado maestro estaba por partir había hecho congregar a un grupo más numeroso que de
costumbre. Se reunieron en un “aposento alto” en el tercer piso. Allí, movido por el fervor de
su amor y solicitud por ellos, el apóstol predicó hasta la medianoche…
[Después, el] barco en que Pablo y sus compañeros querían continuar su viaje estaba por
zarpar, y los hermanos subieron a bordo apresuradamente. El apóstol mismo, sin embargo,
decidió seguir la ruta más directa por tierra entre Troas y Asón, para encontrar a sus
compañeros en esta última ciudad. Esto le dio un breve tiempo para meditar y orar. Las
dificultades y peligros relacionados con su próxima visita a Jerusalén, la actitud de la iglesia
allí hacia él y su obra, como también la condición de las iglesias y los intereses de la obra del
evangelio en otros campos, eran temas de reflexión fervorosa y ansiosa; y aprovechó esta
oportunidad especial para buscar a Dios en procura de fuerza y dirección (Los hechos de los
apóstoles, pp. 313, 314).
El aserto, tantas veces repetido, de que Cristo cambió el día de reposo, está refutado por sus
propias palabras. En su sermón sobre el monte, dijo: “No penséis que vine pare invalidar la
ley, o los profetas: no vine a invalidar, sino a cumplir. Porque en verdad os digo, que hasta
que pasen el cielo y la tierra, ni siquiera una jota ni un tilde pasará de la ley, hasta que el todo
sea cumplido. Por tanto cualquiera que quebrantare uno de estos más mínimos mandamientos,
y enseñare a los hombres así, será llamado muy pequeño en el reino de los cielos: mas
cualquiera que los hiciere y enseñare será llamado grande en el reino de los cielos” [Mateo
5:17-19, VM] (El conflicto de los siglos, p. 441).
Hay muchas personas que no han tenido jamás oportunidad de oír las verdades especiales
para nuestros tiempos. La obligación de observar el cuarto mandamiento no les ha sido jamás
presentada bajo su verdadera luz. Aquel que lee en todos los corazones y prueba todos los
móviles no dejará que nadie que desee conocer la verdad sea engañado en cuanto al resultado
final de la controversia…
El sábado será la gran piedra de toque de la lealtad; pues es el punto especialmente
controvertido. Cuando esta piedra de toque les sea aplicada finalmente a los hombres,
entonces se trazará la línea de demarcación entre los que sirven a Dios y los que no le sirven.
Mientras la observancia del falso día de reposo (domingo), en obedecimiento a la ley del
estado y en oposición al cuarto mandamiento, será una declaración de obediencia a un poder
que está en oposición a Dios, la observancia del verdadero día de reposo (sábado), en
obediencia a la ley de Dios, será señal evidente de la lealtad al Creador. Mientras que una
clase de personas, al aceptar el signo de la sumisión a los poderes del mundo, recibe la marca
de la bestia, la otra, por haber escogido el signo de obediencia a la autoridad divina, recibirá
el sello de Dios (El conflicto de los siglos, p. 591).
71

Lección 10 | Miércoles 5 de
septiembre__________________________________________
MILETO
De camino a Jerusalén, Pablo hizo otra parada, esta vez en Mileto, donde tuvo la
oportunidad de transmitir su discurso de despedida a los líderes de la iglesia de
Éfeso.
Lee Hechos 20:15 al 27. ¿Cuál fue el énfasis de Pablo en la parte introductoria de su
discurso?
Hechos 20:15-27
15
Navegando de allí, al día siguiente llegamos delante de Quío, y al otro día tomamos
puerto en Samos; y habiendo hecho escala en Trogilio, al día siguiente llegamos a
Mileto. 16 Porque Pablo se había propuesto pasar de largo a Efeso, para no detenerse
en Asia, pues se apresuraba por estar el día de Pentecostés, si le fuese posible, en
Jerusalén. 17 Enviando, pues, desde Mileto a Efeso, hizo llamar a los ancianos de la
iglesia. 18 Cuando vinieron a él, les dijo: Vosotros sabéis cómo me he comportado
entre vosotros todo el tiempo, desde el primer día que entré en Asia, 19 sirviendo al
Señor con toda humildad, y con muchas lágrimas, y pruebas que me han venido por
las asechanzas de los judíos; 20 y cómo nada que fuese útil he rehuido de anunciaros
y enseñaros, públicamente y por las casas, 21 testificando a judíos y a gentiles acerca
del arrepentimiento para con Dios, y de la fe en nuestro Señor Jesucristo. 22 Ahora,
he aquí, ligado yo en espíritu, voy a Jerusalén, sin saber lo que allá me ha de
acontecer; 23 salvo que el Espíritu Santo por todas las ciudades me da testimonio,
diciendo que me esperan prisiones y tribulaciones. 24 Pero de ninguna cosa hago
caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con
gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de
la gracia de Dios. 25 Y ahora, he aquí, yo sé que ninguno de todos vosotros, entre
quienes he pasado predicando el reino de Dios, verá más mi rostro. 26 Por tanto, yo
os protesto en el día de hoy, que estoy limpio de la sangre de todos; 27 porque no he
rehuido anunciaros todo el consejo de Dios.
Como ya había hecho planes para un nuevo viaje, que incluía Roma y España (Rom.
15:22-29), Pablo creía que nunca más volvería a Asia. Entonces, comenzó su
discurso con una especie de rendición de cuentas por los años que pasó en Éfeso.
Sin embargo, ese informe apuntaba no solo al pasado, es decir, a la forma en que
había vivido entre los efesios, sino también al futuro, ya que temía lo que pudiera
ocurrirle en Jerusalén.
El temor de Pablo no era infundado. La iglesia de Jerusalén lo miraba con cierto
escepticismo, por no decir con hostilidad, debido a su pasado como perseguidor y
por predicar un evangelio sin circuncisión (Hech. 21:20-26). Para las autoridades
judías, él no era más que un traidor y un apóstata de sus tradiciones religiosas
(Hech. 23:1, 2). A mediados del siglo I, especialmente a causa del desgobierno
romano, Judea también era presa de los ideales revolucionarios y nacionalistas.
Esta atmósfera influía en todos los segmentos de la sociedad judía, incluida la iglesia
posiblemente. En ese contexto, las actividades de aquel ex fariseo entre los gentiles
debieron de haberlo convertido en una figura notoria (Hech. 21:27-36).
Pablo también tenía otras preocupaciones. En Hechos 20:28 al 31, se centró en
cómo los dirigentes de la iglesia de Éfeso debían manejar el tema de los falsos
maestros, a quienes comparó con lobos salvajes que tratarían de extraviar y pervertir
el rebaño. Así que en la iglesia misma, e incluso en los primeros días de la iglesia,
el peligro de los falsos maestros era real. Como dijo Salomón en otro momento y en
otro contexto: “Nada hay nuevo debajo del sol” (Ecl. 1:9). La historia de la iglesia
cristiana revela los increíbles daños que los falsos maestros le han ocasionado a la
iglesia. El problema también seguirá existiendo hasta el fin (2 Tim. 4:3).
Sin duda Pablo tenía muchas cosas en mente, muchas preocupaciones; sin
embargo, su fidelidad y su diligencia nunca vacilaron.
Lee 2 Corintios 4:8 al 14. ¿Qué dice Pablo aquí que debemos aplicar a nuestra vida,
especialmente cuando vienen las pruebas? ¿Dónde pone Pablo su esperanza última?
2 Corintios 4:8-14
8
que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no
desesperados; 9 perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no
destruidos; 10 llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús, para
que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos. 11 Porque nosotros
que vivimos, siempre estamos entregados a muerte por causa de Jesús, para que
también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal. 12 De manera que la
muerte actúa en nosotros, y en vosotros la vida. 13 Pero teniendo el mismo espíritu de
fe, conforme a lo que está escrito: Creí, por lo cual hablé, nosotros también creemos,
por lo cual también hablamos, 14 sabiendo que el que resucitó al Señor Jesús, a
nosotros también nos resucitará con Jesús, y nos presentará juntamente con vosotros.
COMENTARIO DE LA LECCIÓN
ESPÍRITU DE PROFECÍA
A menos que estén arraigados y cimentados en la verdad bíblica, y que tengan una conexión
vital con Dios, muchos serán embelesados y engañados. Peligros no esperados acechan en
nuestro camino. Nuestra única seguridad es velar y orar constantemente. Mientras más cerca
vivamos de Jesús, más participaremos de su carácter puro y santo; y mientras más ofensivo
nos parezca el pecado, más exaltada y deseable nos parecerá la pureza y el resplandor de
Cristo.
Para encubrir su vida corrupta y aparentar que sus pecados son inofensivos, este hombre cita
casos registrados en la Biblia de hombres buenos que cayeron bajo la tentación. Pablo hizo
frente a este mismo tipo de hombres en sus días, y en todas las edades la iglesia ha sufrido la
maldición de su presencia. En Mileto, Pablo reunió a los ancianos de la iglesia y los amonestó
con respecto a lo que tendrían que encarar: “Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el
rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto como superintendentes para apacentar la iglesia
del Señor, la cual él ganó por su propia sangre. Porque yo sé que después de mi partida
entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán el rebaño. Y de vosotros
mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los
discípulos. Por tanto, velad, acordándoos que por tres años, de noche y de día, no he cesado
de amonestar con lágrimas a cada uno” [Hechos 20:28-31] (Testimonios para la iglesia, t. 5, p.
132).
Pablo llevaba consigo durante su vida en la tierra la misma atmósfera del cielo. Todos los que
se relacionaban con él experimentaban la influencia de su contacto con Cristo y su comunión
con los ángeles. En esto reside el poder de la verdad. La influencia espontánea e inconsciente
de una vida santa es el sermón más convincente que se puede predicar en favor del
cristianismo. Los argumentos, aunque sean incontestables, pueden provocar solo oposición;
pero un ejemplo piadoso tiene un poder que es imposible resistir del todo.
Mientras el apóstol perdía de vista sus propios sufrimientos inmediatos, sentía una profunda
preocupación por los discípulos a quienes dejaría para que hicieran frente al prejuicio, el odio
y la persecución. Al tratar de fortalecer y animar[los]… les repitió las sumamente preciosas
promesas que se dan a los que son perseguidos por causa de la justicia. Les aseguró que nada
dejaría de cumplirse de todo lo que el Señor ha dicho con respecto a los que son probados y
son fíeles. Se levantarán y resplandecerán, porque la luz del Señor aparecerá sobre ellos. Se
revestirán de hermosas vestiduras cuando se revele la gloria de Jehová. Por un poco de tiempo
podrán pasar por dificultades provocadas por numerosas tentaciones, podrán estar destituidos
de las comodidades de la tierra; pero deben animar sus corazones al decir: “Yo sé a quién he
creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito”. 2 Timoteo 2:12. Su
reprensión concluirá, y llegará la alegre mañana de la paz y el día perfecto (La historia de la
redención,p. 333).
72

Jueves 6 de septiembre | Lección


10______________________________________________
TIRO Y CESAREA
Después de Mileto, Lucas registra el viaje de Pablo con cierto detalle. Aún en camino
a Jerusalén, el apóstol pasó una semana en Tiro, en la costa fenicia, donde debía
descargar el barco (Hech. 21:1-6). Sin embargo, mientras estuvo allí, los creyentes
lo instaron a que no fuera a Jerusalén. El hecho de que los creyentes fueran guiados
por el Espíritu para advertirle a Pablo que no fuera a Jerusalén no necesariamente
está en contradicción con la orientación anterior del apóstol. El griego eteto en tō
pneumati, de Hechos 19:21, debería traducirse como “resolvió/se propuso en el
Espíritu”, en lugar de dar a entender que Pablo tomó esta decisión por su cuenta. El
hecho es que el Espíritu quizá les haya mostrado a los cristianos de Tiro los peligros
que le sobrevendrían a Pablo; y por ende, con gran preocupación, le recomendaron
que no prosiguiera con su objetivo. Ni siquiera Pablo estaba seguro de lo que le
sucedería en Jerusalén (Hech. 20:22, 23). La dirección divina no siempre deja todo
en claro, incluso para alguien como Pablo.
Lee Hechos 21:10 al 14. ¿Qué incidente especial tuvo lugar en Cesarea con respecto al
viaje de Pablo a Jerusalén?
Hechos 21:10-14
10
Y permaneciendo nosotros allí algunos días, descendió de Judea un profeta llamado
Agabo, 11 quien viniendo a vernos, tomó el cinto de Pablo, y atándose los pies y las
manos, dijo: Esto dice el Espíritu Santo: Así atarán los judíos en Jerusalén al varón
de quien es este cinto, y le entregarán en manos de los gentiles. 12 Al oír esto, le
rogamos nosotros y los de aquel lugar, que no subiese a Jerusalén. 13 Entonces Pablo
respondió: ¿Qué hacéis llorando y quebrantándome el corazón? Porque yo estoy
dispuesto no sólo a ser atado, mas aun a morir en Jerusalén por el nombre del Señor
Jesús. 14 Y como no le pudimos persuadir, desistimos, diciendo: Hágase la voluntad
del Señor.
Agabo era un profeta de Jerusalén que ya fue presentado en el relato de la
hambruna en Hechos 11:27 al 30. Al igual que algunas profecías del Antiguo
Testamento (por ejemplo, Isa. 20:1-6; Jer. 13:1-10), su mensaje fue actuado;
funcionó como una ilustración vívida de lo que le sucedería a Pablo al llegar a
Jerusalén, de cómo lo entregarían sus enemigos a los gentiles (los romanos).
Los que estaban con Pablo aparentemente consideraron que el mensaje de Agabo
era una advertencia, no una profecía, por lo que intentaron por todos los medios
convencer al apóstol de que no debía ir a Jerusalén. Aunque Pablo quedó
profundamente conmovido por la reacción de ellos, estaba decidido a cumplir su
misión, incluso a costa de su propia vida. Para él, la integridad del evangelio y la
unidad de la iglesia eran más importantes que su propia seguridad o sus intereses
personales.
“Nunca antes se había acercado el apóstol a Jerusalén con tan entristecido corazón. Sabía que
iba a encontrar pocos amigos y muchos enemigos. Se acercaba a la ciudad que había
rechazado y matado al Hijo de Dios, y sobre la cual pendían los juicios de la ira divina” (HAp
318).
Malinterpretado, difamado, maltratado y a menudo vilipendiado. Sin embargo, Pablo siguió
adelante con fe. ¿Cómo podemos aprender a hacer lo mismo en circunstancias
desalentadoras?
COMENTARIO DE LA LECCIÓN
ESPÍRITU DE PROFECÍA
El gran apóstol Pablo era firme cuando el deber y los principios estaban en juego; predicaba
a Cristo con gran arrojo; pero nunca se mostraba rudo o descortés. Era de corazón tierno, y
siempre manifestaba bondad y solicitud hacia los demás. La cortesía era una de sus
características señaladas y le dio acceso al mundo de una sociedad más encumbrada…
Pablo atraía corazones afectuosos dondequiera que iba; su alma estaba ligada a la de sus
hermanos. Cuando se separaba de ellos, sabiendo y asegurándoles que nunca volverían a ver
s rostro, los hermanos se llenaban de pesar, y le rogaban que permaneciera con ellos con tanto
fervor que él exclamaba: “¿Qué hacéis llorando y afligiéndome el corazón?” Su corazón
comprensivo se conmovía al presenciar y sentir su pesar frente a la separación definitiva.
Ellos lo amaban, y sentían que no podían separarse de él. ¿Qué cristiano no admira el carácter
de Pablo? Firme como una roca cuando defendía la verdad, era afectuoso y tierno como un
niño cuando estaba rodeado de amigos (Mi vida hoy, p. 199).
El corazón de Pablo estaba lleno de un hondo y constante sentimiento de su responsabilidad;
y él trabajaba en íntima comunión con Aquel que es la fuente de justicia, misericordia y
verdad. Se aferraba a la cruz de Cristo como su única garantía de éxito. El amor del Salvador
era el constante motivo que lo sostenía en sus conflictos con el yo y en su lucha contra el mal,
a medida que en el servicio de Cristo avanzaba frente a la frialdad del mundo y a la oposición
de sus enemigos.
Lo que la iglesia necesita en estos días de peligro, es un ejército de obreros que, como Pablo,
se hayan educado para ser útiles, que tengan una experiencia profunda en las cosas de Dios,
y que estén llenos de fervor y celo. Se necesitan hombres santificados, abnegados, valientes
y fíeles; hombres en cuyos corazones habite Cristo, “la esperanza de gloria” [Colosenses
1:27], y que con labios tocados por el fuego santo prediquen “la palabra” [2 Timoteo 4:2]. Por
falta de tales obreros, la causa de Dios languidece, y errores fatales, como un veneno
mortífero, mancillan la moral y agostan las esperanzas de gran parte de la especie humana
(Obreros evangélicos, p. 62).
Dios nos ha dado nuestras facultades intelectuales y morales; pero en extenso grado cada
persona es arquitecto de su propio carácter. Cada día va subiendo la estructura. La Palabra
de Dios nos advierte que prestemos atención a cómo edificamos, para que nuestro edificio
se funde, en la Roca eterna. Llegará el tiempo en que nuestra obra quedará revelada tal cual
es. Ahora es el momento para que todos cultiven las facultades que Dios les ha dado, a fin
de que puedan desarrollar un carácter que tenga utilidad aquí y sea apto para la vida
superior…
Dios pide almas fuertes, valientes, cristianas, activas y vivas, que sigan al verdadero
Modelo, y que ejerzan una influencia definida por Dios y lo recto. El Señor nos ha confiado,
como cometido sagrado, verdades importantísimas y solemnes, y debemos demostrar su
influencia en nuestra vida y carácter (Testimonios para la iglesia, tomo 4, pp. 649, 650).
73

Lección 10 | Viernes 7 de
septiembre____________________________________________
PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:
“El éxito que acompañaba la predicación del evangelio despertó de nuevo la ira de los judíos.
De todas partes llegaban noticias de la divulgación de la nueva doctrina, por la cual los judíos
eran relevados de la observancia de los ritos de la ley ceremonial y los gentiles eran admitidos
con iguales privilegios que los judíos como hijos de Abraham. En su predicación en Corinto,
Pablo presentó los mismos argumentos que defendió tan vigorosamente en sus epístolas. Su
enfática declaración: ‘No hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión’ (Col. 3:11), era
considerada por sus enemigos como una osada blasfemia, y decidieron reducir su voz al
silencio” (HAp 312).
“No podía contar siquiera con el apoyo y la simpatía de los hermanos en la fe. Los judíos
inconversos que le habían seguido muy de cerca el rastro no habían sido lentos en hacer
circular, acerca de él y su trabajo, los más desfavorables informes en Jerusalén, tanto
personalmente como por carta; y algunos, aun de los apóstoles y los ancianos, habían recibido
esos informes como verdad, sin hacer esfuerzo alguno por contradecirlos, ni manifestar deseo
de concordar con él” (HAp 319).

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