Del Olmo Lete Gregorio - Mitos Y Leyendas Rituales de Los Semitas Occidentales

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M itos, leyendas y rituales

de los semitas occidentales


E d ició n y trad u cció n
de G reg o rio del O lm o Lete

T R O X T A
EDICIONS DE LA UNXVERSIXAT DE BARCELONA
PLIEGOS DE O R I E N T E
SERIE PRÓXIM O OR IEN TE DIRECTOR; G REG ORIO DEL O L M O LETE

© C r e g o r io d el O lm o Lete, 1998

© E d icio n s de la U niversitat de Bavcelona, 1998

© E d ito rial T io t t a , S.A ., 1998


Sagasta, 33 * 2SO O 4 M ad rid
teíé fo n o : $[ 59 3 90 4 0
fax: 91 5 9 3 9 1 ”
e -m a il: tr o íía ^ in fo r n c t.c s
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diseñ o de co lecció n
J o a q u ín G a l l e g o y A l f o n so so stres

ISBN TROTTA: 8 4 - 8 1 6 4 - 2 8 4 - 3
ISBN EUB: 8 4 - 8 3 3 8 - O 7 S - 5
d ep ósito legal: V A -9 56/9 8

im presión
Sim ancas E d icio n es, S .A .
C O N T E N ID O

Introducción......................................................................... 9
Abreviaturas........ ................................................................ 31

TEXTOS

Ciclo canónico de B a al...................................................... 35


Ciclo baálico menor............................................ *............. 125
Los mitos cultuales de los ciclos de El y de Yarhu........ 147
Sagas y epopeyas................................................................. 167
Textos de la praxis ritual................................................. 247

Bibliografía.......................................................................... 301
Glosario................................................................................ 307
Indice general......... ............................................................ 313

7
INTRODUCCIÓN

I. C O N T E X T O H IS T Ó R IC O Y C U L T U R A L

1. El territorio

La zona del próximo o medio Oriente conocida como ‘Le­


vante’ o Siria-Palestina resulta hasta nuestros días geográfi­
camente imprecisa: estaría definida grosso modo por el lími­
te fronterizo turco-sirio al Norte, la península del Sinaí al
Sur, la costa mediterránea al Oeste y una línea ideal que,
descendiendo al este de la cuenca del Habur cortaría el de­
sierto siro-arábigo desde la frontera siro-iraquí actual hasta
el golfo de Áqaba.
Culturalmente, sin embargo, es de una significación his­
tórica determinante, en sí misma y como como cuna de nues­
tra propia cultural occidental. Así delimitada, se la puede
considerar el habitat histórico de los llamados ‘semitas occi­
dentales’ en la óptica de los textos mesopotámicos (acadios)
antiguos. Con frecuencia se habla a este repecto de Canaán y
cananeos, en relación sobre todo con la zona costera central
(la posterior Fenicia) y la región meridional (la posterior
Palestina), de acuerdo con la tradición hebrea antigua y la
organización egipcia del territorio en el Imperio Nuevo1. La
denominación es antigua y aparece ya en textos acadios de
principios del ü milenio (Mari). Con todo, la imprecisión
geográfica e histórica que tal denominación comporta acon­
seja su abandono, aunque pueda resultar válida como eti­
queta cultural genérica.

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Hábitat de los semitas (ñor-)occidentales en el n milenio a.C.

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La zona como tal no constituyó nunca en la antigüedad
una unidad política, pero a lo largo de la historia se desarro­
llaron en ese ámbito diferentes centros de poder y cultura
sumamente intersantes.

2. Desarrollo histórico

A mediados del III milenio a.C. este espacio geográfico nos


aparece historiográficamente cubierto por el importante rei­
no de Ebla, con influjo en la zona y más allá de ella. Sus
archivos nos dan una imagen de emporio/imperio comer­
cial, pero también se dibuja a través de ellos una red de rela­
ciones diplomáticas, militares y culturales con otros centros
de la zona y con Mesopotamia. Ebla no está sola; aunque
menos documentados, los reinos de Mari, Emar, Qatna y
Gubia aparecen ya activos; últimamente el descubrimiento
del archivo de Tel Baydar, con documentación anterior in­
cluso a Ebla, nos confirma el dinamismo sirio de esta época.
Dinamismo que interrumpirá la intervención militar del Im­
perio acádico al final del milenio, como a su inicio la expan­
sión urukeana le había proporcionado un gran impulso.
Se genera entonces una zona de sombra de la que emer­
ge un nuevo cuadro dominado por la presencia omnímoda
de los amorreos al frente de todos los Imperios del momen­
to en el próximo Oriente antiguo. En esa primera mitad del
II milenio es Mari quien toma el relevo como centro de po­
der. Sus archivos nos iluminan con intensidad la efervescen­
cia del mundo sirio de la época. Los reinos de Yamhad (Ale-
po), Karkemish, Ugarit, Gubia, Qatna y Alalah aparecen
ilustrados a través de su relación con Mari, testificada en sus
archivos. Siria es en este momento una zona de actividad
política, militar y cultural de significación superior proba-
blemente a la dé Mesopotamia. Y de nuevo será de allí de
donde proceda la invasión y la destrucción (Hammurapi de
Babilonia), seguida por la entrada en escena de una nueva
fuerza, el Imperio hitita antiguo. Este se asentará ya en ella

11
como elemento de presencia ineludible (su rey Murshili I
llega incluso a devastar Babilonia), sobre todo en la zona
septentrional de Alepo-Alalah. Los archivos reales de la ca­
pital hitita Hattusha (Bogazkóy) nos ilustran sobre la situa­
ción.
Momentáneamente el poder hitita se verá eclipsado por
la aparición en la zona de una nueva potencia militar, los
hurritas del imperio de Mitanni, que arrebatan a aquéllos el
reino de Alepo; los archivos del reino feudatario de Alalah
nos ilustran ampliamente sobre el nuevo estado de cosas. La
expansión hurrita hacia el sur de Siria llega hasta el límite de
influencia egipcia en la zona, con virtiendo así a Siria en esce­
nario del contacto y conflicto que enfrenta a las dos grandes
potencias del momento en Levante. Escenario que hereda del
nuevo Imperio hitita en el último tercio del n milenio a.C.,
una vez suprimido el predominio hurrita en la zona norte. Un
reflejo directo de la nueva situación, desde el punto de vista
económico y religioso, nos lo ofrece el archivo de Emar, un
principado sirio bajo protectorado hitita que nos ha legado
un amplia documentación cultual y administrativa.

3. Ugarit e Israel

En este clima de conflicto permanente emerge en la segun­


da mitad del H milenio a.C. la significación de un pequeño
reino del norte, de antigua implantación pero de escasa im­
portancia política y militar. Su archivo nos ilustra, como no
lo había hecho ningún otro anteriormente, sobre la situa­
ción histórica del momento. Ubicado en la zona de contacto
de las grandes potencias del momento (hititas y egipcios),
supo mantener una actitud flexible y acomodaticia que le
garantizó el respeto y protección de éstas y le permitió de­
sarrollar una actividad política, social y cultural muy rica.
Y, lo que para nosotros es altamente importante, supo pre­
servarla y transmitirla por medio de un peculiar sistema de
escritura que unió la técnica gráfica cuneiforme con el siste­

12
ma alfabético. Ella permitió al minúsculo reino vasallo de
Ugarit sobrevivir a su propia ruina, acaecida a principios del
siglo X II a.C.
A partir de este momento las invasiones, tanto de los
Pueblos del Mar como de los araraeos, que hacen desapare­
cer el Imperio hitita, por un lado, y detienen el influjo egip­
cio dentro de sus fronteras, por otro, transforman la zona
durante el I milenio en un mosaico de pequeños reinos ára­
meos (Norte) y cananeos (Sur), entre los que emergerán con
significación propia los reinos hebreos de Palestina. Pero su
especificidad cultural y religiosa, ampliamente desarrollada
en su tradición escrita, anulará y acabará por engullir todo
su entorno, que no puede competir con ellos en tradición
documental. Sólo el mundo fenicio podrá parangonárseles,
hasta que caiga absorbido por Roma. Pero este ámbito cultu­
ral cae ya fuera de nuestra visión inmediata aunque en él se
reflejen muchos elementos que aportaremos a continuación.

II. LA L IT E R A T U R A U G A R ÍT IC A

1. Los archivos

Como en otros muchos casos de descubrimientos arqueoló­


gicos, el de la ciudad de Ugarit se debió a un hecho fortuito.
En marzo de 1929, un labrador de la costa siria próxima a
Latakia topó con su arado con una lastra de piedra que dejó
al descubierto una antigua tumba. Era el inicio de una fructí­
fera misión arqueológica que duraría hasta nuestros días y
que pondría al descubierto las ruinas de la antigua ciudad de
Ugarit, ruinas qué ocultaban un formidable conjunto de ar­
chivos de textos. Y son precisamente estos archivos y sus
textos los que aquí nos interesan.
En definitiva son éstos (los de Ebla, Tel Baydar, Mari,
Alalah, Emar y Ugarit, amén de otras colecciones menores
de textos) los que nos permiten, de manera parcial y con

13
frecuencia desenfocada, reconstruir la historia de la Siria
antigua. Nos faltan, no obstante, archivos tan importantes
como los de Yamhad, Karkemish, Qatna, Hasor y demás ‘rei­
nos meridionales’, que nos permitirían reconstruir desde una
visión contrastada la movida historia del momento. Pero a
diferencia de los demás archivos de la época, el de Ugarit
nos ha conservado, aparte de gran cantidad de documenta­
ción administrativa y cultual como aquéllos, una notable se­
rie de textos mitológicos y literarios ausentes de los demás.
Por medio de aquélla podemos reconstruir la historia políti­
ca e institucional de los otros reinos, incluso el desarrollo de
su praxis religiosa, pero sabemos muy poco de su mito, de la
articulación de sus creencias y configuración de su universo
divino, apenas dejado entrever por la mención de sus dioses
y algunas otras referenicias sueltas.
Y esto es precisamente lo que hace de los archivos ugarí-
ticos la fuente básica para reconstruir el universo mitológico
de la Siria del II milenio, que sin duda fue más rico de lo que
tal reconstrucción permite suponer.
Los textos fueron todos hallados en el nivel correspon­
diente a la época última de la ciudad (siglos XIV-XII a.C.).
Los lugares precisos de su descubrimiento son: la Biblioteca,
adosada al templo de Baal, y el Palacio real o Gran Palacio.
En la primera aparecieron textos de carácter predominante­
mente mitolológico y épico, mientras los del segundo son de
naturaleza administrativa. Otros textos fueron hallados en
el archivo del Palacio Pequeño o Palacio del Sur así como en
archivos particulares, pertenecientes a personal del culto y
la adivinización que mantenían sus propios registros, y en el
archivo del Palacio extramuros (Ras Ibn Hani).
Tales textos fueron incisos en tablillas de arcilla y están
redactados básicamente en la lengua del intercambio inter­
nacional del momento (acadio) y en la propia de la ciudad
(ugarítico). De menor importancia y número son los que tes­
timonian otros sistemas de escritura, correspondientes a
otras tantas lenguas diferentes: egipcio jeroglífico, hitita je-

14
rogtífíco y cuneiforme, hurrita, micénico linear y chipriota.
Esta diversidad da una idea del carácter cosmopolita de ía
cultura ugarítica.
Pero los textos que aquí nos interesan son ios redac­
tados en la propia lengua y en un sistema cuneiforme alfabé­
tico hasta ahora desconocido. En el mismo se combina el
sistema alfabético, de origen siro-cananeo, que aisló los fo­
nemas consonanticos por medio de un elenco limitado de
grafemas (silabogramas de ápice consonántico), y el proce­
dimiento caligráfico mesopotámico de la escritura cuneifor­
me sobre tablillas de arcilla. Este último garantizó la pervi-
vencia de la literatura ugarítica, mientras la de otros pueblos
de la zona, que utilizaban ya desde principios del n milenio
el mismo sistema consonático, se disolvió materialmente al
haber sido consignada en sorportes biodegradables (perga­
mino o papiro).

2. Tipología de los textos

Por razón de su contenido y función, estos textos pueden


dividirse en las siguientes categorías literarias:
I. Textos narrativo-poéticos: mitos y leyendas.
II. Textos rituales: culto y magia.
III. Textos escolares: abecedarios, ejercicios escríbales,
textos léxicos.
IV. Textos de cancillería: cartas y convenios.
V.. Textos administrativos: inventarios, cuentas, fac­
turas2.
De entre esta masa de textos, de momento aquí nos van
a ocupar los pertenecientes a ía primera categoría y sólo par­
cialmente los de la segunda. Son los textos que, además de
poseer un valor literario propiamente tal (I), sirven para re­
componer el universo ideológico y, más en concreto, el uni­
verso de las creencias religiosas (II), en su más amplia gama,
de aquella sociedad. Son testimonio de una cultura que, sin
poseer el soporte de la unidad política de sus grandes veci­

15
nos (Egipto, Mesopotamia, Anatolia), supo construir su pro­
pia identidad, compartida por todo un mosaico de pequeños
Estados. Su peculiar concepción religiosa y su creatividad
cultural no se vieron absorbidas por aquéllos.
Los textos literarios que aquí vamos a considerar son, en
primer lugar, los mitológicos y épicos que comprenden: el
gran Ciclo canónico de Baal (KTU 1.1-6), el Ciclo baálico
menor (KTU 1.10-13), los Mitos cultuales de los ciclos de El
ydeYarhu (KTU 1 .2 3 ,2 4 ,1 1 4 ), la Saga de los Refaim (KTU
1.20-22), la Epopeya de Kirta (KTU 1.14-16) y la Epopeya
de Aqhat (KTU 1.17-19). A éstos se sumará una selección de
textos de la práctica religiosa que sólo en determinados ca­
sos (textos de conjuro) manifiestan una estructura literaria y
forma poética, más allá de su valor como registros de apoyo
de la acción cultual. Los agrupamos bajo los siguientes epí­
grafes: El panteón de los dioses de Ugarit (KTU 1.118,
1.102), La liturgia sacrificial (KTU 1.41, 1.43, 1.115), La
liturgia sacrificial dinástica (KTU 1 .3 9 ,1 .1 0 6 ,1 .1 1 2 ), La li­
turgia de la palabra en el culto (KTU 1.108, 1.161, 1.40,
1 .6 5 ,1 .1 2 3 ), Conjuros mágicos (KTU 1 .1 1 9 ,1 .1 2 4 ,1 .1 0 0 ,
1.169, 1.96). A cada una de estas unidades textuales prece­
derá una introducción en la que se analizará sumariamente
su género y su sentido.
En cuanto a la estructura del discurso, se ha de señalar
que los textos de la primera categoría y, como señalábamos,
algunos también de la segunda, se presentan en ‘forma poé­
tica’, entendiendo por tal un modo de expresión de alguna
manera medido y uniformizado. Esto queda claro, dada la
constancia del formulario y el permanente paralelismo que
manifiesta. Se crean así expresiones homogéneas que se co­
rresponden en sus partes. Ello hace que se hable de poesía,
es decir, de ‘forma’ ligada y organizada internamente. No
poseemos, con todo, el sistema métrico que preside tal orga­
nización, si de veras existió alguno. Por eso nos vemos obli­
gados a recurrir al contenido (paralelismo semántico) y a la
simetría externa (esticometría y paralelismo funcional), asu­

16
miendo razonablemente que el verso o unidad de organiza­
ción poética debe tener una longitud homogénea, corres­
pondiente a un número proporcionalmente igual de unida­
des fonemáticas o sílabas. Se admite, con todo, que es el
ritmo acentual el elemento determinante de la métrica cana-
nea3. Ateniéndonos a los datos mencionados, sobre todo al
paralelismo y constancia del formulario, el verso ugarítico
parece mantenerse dentro de unos límites prosódicos que
oscilan entre las siete y las doce sílabas, con predominio de
ocho/once.
Como las misma estructura paralelística deja suponer,
esas unidades esticométricas se organizan en grupos binarios
o ternarios (bícolon, trícolon). Tales agrupaciones constitu­
yen la estrofa básica y a su vez pueden organizarse en unida­
des estróficas más complejas (dístico, trístico), incluso en
enumeraciones o escalas numéricas que suponen tres o cua­
tro bícola.
Estilísticamente es típica de estas composiciones ‘litera­
rias’ (mitológicas y épicas) la combinación de elementos des­
criptivos y dialógicos. Ello hace que no nos hallemos ante
puros relatos ni ante puros dramas. Se trata de dos recursos
estilísticos propios de la narrativa en general. Pero junto a
estas dos situaciones clave de la expresión literaria hay una
característica que resalta enormemente dentro de estos tex­
tos. Es su pronunciado esquematismo formal, entendiendo
por tal el empleo constante de esquemas binarios del tipo
orden-ejecución, oferta-aceptación, súplica-concesión, pre­
gunta-respuesta, etc.; en general podríamos agruparlos bajo
la categoría de ‘proposición-réplica*. Dichos esquemas pue­
den incluso combinar el aspecto descriptivo (ejecución) con
el enunciativo o dialógico (orden). Esto impone al conjunto
una andadura sumamente iterativa en la que la ‘repetición’
se erige en recurso épico-dramático de primer orden. No
interesará, pues, el progreso rápido de la acción, sino su
recurrencia en fórmulas hechas que permiten contemplarla,
dominarla, detenerse en ella. Éste es de tal manera un recur-

17
so reflejo y consciente que a veces eí escriba se permite eco­
nomizar texto remitiendo a un párrafo anterior para su re­
petición.
Por otra parte, este esquematismo desemboca en un for­
mulario que resulta él mismo enormemente estereotipado,
transcendiendo incluso las respectivas composiciones parti­
culares para manifestarse como bien común de la expresión
literaria del momento. En este sentido, la literatura ugarítica
huye de la improvisación y de la innovación y se atiene a la
descripción de su universo religioso por medio de fórmulas
ya logradas que resultan casi artículos de fe. El movimiento
de los dioses, sobre todo, está presidido por un enorme hie-
ratismo literario: sus desplazamientos, reacciones, palabras,
son siempre iguales, tanto como los lugares de su morada o
la jerarquía de sus títulos. Se revela aquí el fondo profunda­
mente oral de esta literatura.

3. La presente edición

Nuestra obra ofrece los textos mitológicos y épicos de Uga­


rit, junto con una selección de textos rituales y mágicos que
nos permiten asomarnos a su fe y religiosidad. Con anterio­
ridad habíamos ya publicado una edición bilingüe, con am­
plio aparato crítico y comentario, de los mismos4. La presen­
te significa una revisión de aquélla, de acuerdo con las nuevas
lecturas y versiones de las tablillas5 y los numerosos estudios
de detalle sobre pasajes concretos. El aspecto filológico de
tal revisión se ha concretado en nuestro diccionario ugaríti-
co, al que remitimos para una discusión y justificación de las
diferentes opciones6. Aquí nos limitaremos a indicar en nota,
de manera sucinta, otras posibilidades de interpretación,
impuestas por lo general por la ambigüedad semántica de
que padece la lengua ugarítica, falta de vocalización, o debi­
das a diferentes intentos de restitución del texto dañado;
Tales notas, así como los comentarios e introducciones al-
texto, han sido limitados al mínimo, con el fin de no distraer

18
al lector en su apreciación directa y seguida del mismo. Nues­
tras obras antes mentadas dedican a los mismos amplio espa­
cio y a ellas remitimos al lector que desee mayor ilustración
sobre un tema, paso o vocablo concreto. La bibliografía sis­
temática, aportada al final de esta versión, está específica­
mente diseñada para satisfacer esa exigencia y poner al al­
cance del lector los más recientes estudios sobre la literatura
ugarítica.

III. E L U N IV E R S O M IT O L Ó G IC O D E U G A R IT

1. Los dioses principales

De entre lós innumerables dioses que constituyen el panteón


de Ugarit sólo unos pocos, en concreto unos diez o doce, son
activos en su literatura, hablan y obran, mientras tenemos en
ella la mención de algunos otros cuyo papel queda muy im­
preciso. No vamos a intentar aquí un análisis de su ‘persona­
lidad’, sino que vamos a fijarnos únicamente en los puntos
clave que determinan las relaciones vigentes entre ellos, para
poder trazar así las coordenadas del universo mitológico de
Ugarit.
El dios supremo del panteón ugarítico es El, que man­
tiene esta supremacía incontrastada tanto en los textos mi­
tológicos como en los épicos. No es posible advertir en ellos
indicios serios de una pretendida degradación de esta divi­
nidad o de su progresiva pérdida de importancia. En los
textos mitológicos aparece como la suprema instancia que
decide la jerarquización de los demás dioses. El es sobre
todo el que determina y distribuye la realeza entre ellos. El
mismo es rey, que tiene su morada, de múltiples estancias,
en la ‘montaña santa’, junto a la fuente de las aguas primor­
diales, pero se preocupa de nombrar a otro que reine inme­
diatamente sobre dioses y hombres, con lo que adquiere
más bien el rango de emperador supremo.

19
Precisamente en torno a su designación y su reconocí-
miento como ‘rey5 de los dioses gira todo el movimiento
épico del ciclo mitológico de Baal. Pues tal designación no
es un hecho caprichoso y autónomo de El, sino que tiene
las características de una ‘sanción’, de un reconocimiento
de hecho de la supremacía manifestada por los dioses en
sus mutuos enfrentamientos. En realidad, el único candida­
to válido es Baal, el dios de la lluvia y de la fecundidad; y lo
que el mito trata de hacer es precisamente fundar y garanti­
zar su realeza. El primer contrincante que le sale al paso, y
que parece obtener la sanción de El en su pretensión, es el-
dios Yam, la divinidad del mar. Su enfrentamiento parece
referirse a una situación primordial, cuando tal realeza no
había sido aún detentada por nadie, aunque ya se vislum­
braba a Baal como futuro rey. De hecho, la proclamación
de Yam tiene las características de una destitución de Baal
por su comportamiento impropio para con los demás dio­
ses. A este propósito, no se puede olvidar el carácter prola-
tivo de los temas mitológicos {de hecho, Baal será luego el
rey) y su organización cíclica. No podemos precisar más
este punto, pero la reducción a términos estacionales de
este conflicto resulta muy problemática. Quizá lo que se
sancione con esta primera candidatura de Yam para ser ‘rey
de los dioses’ sea la prioridad del elemento acuoso en todas
las teo-cosmogonías antiguas. De todos modos, contra tal
pretensión se alza Baal, y con la fuerza supradivina de la
magia, que le proporciona el dios artesano Kothar en for­
ma de unas mazas prodigiosas, logra deshacerse de su ad­
versario y desbaratar su pretensión. La proclamación, pues,
por parte de El abre paso a la realidad del contraste entre
las divinidades, tal como lo indicaba el mismo dios supre­
mo. Proclamación y victoria (podríamos decir ‘carisma’)
son ambos elementos indispensables. Quizá nos hallemos
ante el posible reflejo de un orden social en el que el man­
do se obtenía por designación (elección) y por demostra­
ción (carisma) o, mejor aun, en el que la aceptación estaba

20
supeditada a la demostración de la capacidad correspon­
diente.
Precisamente en este mismo contexto se sitúa la preten­
sión y el fracaso del segundo pretendiente a la realeza divi­
na, Athtar, el dios del desierto, que no en vano constituye
con el mar el par de aspectos que definen ai caos primitivo.
Frente a la candidatura de Yam, la suya no tiene ninguna
probabilidad, por carecer de los requisitos elementales para
ser rey.
Pero incluso, aun después de su triunfo sobre Yam, Baal
se ve obligado a recurrir al dios supremo El para conseguir
su reconocimiento y proclamación como ‘rey de los dioses’
y obtener consiguientemente su permiso para edificarse el
palacio que le corresponde como tal, palacio que le cons­
truirá Kothar. Para lograrlo se vale de nuevo de la ayuda de
otras divinidades, en concreto del ascendiente de la diosa
Anat, hija de El, sobre su padre y de la persuasión de Ashera,
esposa del mismo dios El. De ese modo el panteón de Uga­
rit se delinea dividido en dos grupos: dioses favorables u
hostiles a Baal. En realidad, la mayoría de los dioses, que se
nombran bajo el apelativo genérico de ‘hijos de El’ o de ‘los
setenta hijos de Ashera’, y hasta el mismo El, aparecen a la
expectativa en el conflicto que opone a Baal con sus princi­
pales contrincantes, pues la mitología ugarítica es la ‘histo­
ria de Baal’.
Vencido Yam y conseguida la realeza por Baal, no está
todo hecho. Surge ahora el enfrentamiento más decisivo, el
de Baal con Mot, divinidad de la esterilidad y de la muerte.
Tal enfrentamiento aparece como el de la sequía y la lluvia,
la vida y la muerte, que ambas divinidades personalizan. En
un primer encuentro, Baal tiene que ceder ante la suprema­
cía de M ot y descender a su reino de muerte, momento que
se aprovechará para adelantar de nuevo la candidatura de
Athtar al trono divino. Pero de nuevo su incapacidad es ma­
nifiesta. Nadie puede suplantar a Baal como rey. Se impone,
pues, su vuelta, que se logra gracias a la intervención belico-

21
sa de Anat, su ‘hermana-esposa’, y que el mismo El constata
en un sueño premonitorio. Vuelto de nuevo a la vida, y con­
tando con la decisión de éste en su favor, logra Baal impo­
nerse en un segundo encuentro a su adversario, ayudado esta
vez por el consejo persuasivo de la diosa Shapash. De esa
manera reina ya incontrastado en su palacio regio con la
aquiescencia de El,

2. El sistema binario del panteón de Ugarit

Baal representa la fuerza providente y conservadora del.


mundo, mientras El ostenta más bien el carácter de fuerza
generadora y creadora (ab adm, bny bnwt, ‘padre dei hom­
bre, creador de las creaturas’), aunque no tengamos drama -
tización alguna cosmogónica de tal actividad, es decir, un
relato de creación. No son, pues, dos divinidades antagóni­
cas, no hay entre ellas un real conflicto ni está en marcha un
proceso de suplantación; estamos ante una mitología conso­
lidada. Baal nunca aparece como dios supremo. El conflicto
existe, pero se plantea entre Yam, Athtar y Mot, por un lado,
y Baal, por otro, ayudado por Anat, Kothar y Shapash. La
parej'a suprema El-Ashera se mantiene en cierta postura am­
bigua. Si en un primer momento la predilección de El se
inclina hacia Yam y si Ashera muestra cierta reticencia ante
Baal, debida sin duda al enfrentamiento de éste con sus hijos
y en primer lugar con Yam, ambas divinidades se ponen de
parte de aquél a la hora de consolidar su realeza y dirimir el
conflicto que le opone a Mot, a pesar de ser definido éste
como el ‘Amado de El’. Se aprecia así una cierta concomi­
tancia original entre las divinidades supremas, El y Ashera, y
el principio primordial caótico y ctónico-infernal, mar-de­
sierto-infierno, como realidad más originaria y previa. En
cambio, el triunfo de Baal significa el de la vida y el cosmos,
realidades posteriores, pero más definitivas a la hora de re­
conquistar ía aquiescencia y el apoyo de los dioses supre­
mos. Esta dicotomía orgánica del módulo primordial, dios

22
supremo-dios inmediato, es estructural en toda la mitología
oriental.
Sí que podemos hallar en Ugarit, en cambio, restos no
de una suplantación de El por Baal, sino de la fusión de dos
sistemas de nomenclatura de este módulo mitológico estruc­
tural. Por un lado tendríamos el sistema cananeo Dagón-
Baal y, por otro, el amorreo El-Hadad (posiblemente el caso
es también extensible a las denominaciones Anat-Ashtarte),
De hecho a Baal se le denomina tanto Hadad (bd) como ‘hijo
de Dagón’ (bn dgn). Y si no cabe duda de la identificación de
Baal con Hadad, no debiera haberla tampoco de la de El y
Dagón. El argumento aducido para su distinción, ocurrencia
de ambos nombres en las mismas listas de dioses y ofrendas,
no es en manera alguna definitivo. Tales ocurrencias supo­
nen distintas denominaciones cúlticas, no distintas entida­
des míticas; como tampoco las suponen las distintas ocu­
rrencias del nombre de Baal. Al menos en los textos literarios
mitológicos no hay indicación válida de la suplantación de
El por Baal ni de la distinción entre El y Dagón.

3. Las diosas principales

Entre las divinidades femeninas operantes en estos mitos,


además de Shapash y Ashera, está Anat, que merece especial
atención por su actuación esforzada y decidida en favor de
Baal. Aparece también como hija de El y consiguientemente
también siempre como ‘hermana’ de Baal. La relación es­
ponsalicia con éste no aparece en ningún texto de los centra­
les, aunque se la supone incluida en aquella denominación
figurada de ‘hermana’. En realidad, Baal, como fuerza fe­
cúndame, es el ‘Baal de la tierra’ y en ese sentido está estruc­
turalmente referido, en la dinámica del mito, a la diosa de la
fecundidad y el amor, a la gran virgen y madre. Pero cuando
ha de engendrar, se une a una novilla. Su función no es pro­
crear un panteón de dioses, sino asegurar la fecundidad de la
tierra, de los hombres, lo cual es igualmente válido para

23
Anatu. En ese sentido no forman una pareja con descenden­
cia; su prole es la vida misma. Respecto de las ‘hijas’ de Baal
Pidray, Talay y Arsay, no se sabe realmente de qué genera­
ción proceden ni quién sea su madre; son, en realidad, la
expresión de la actividad primordial del dios, como se des­
prende de sus denominaciones: ‘hija de la luz’, ‘hija del or­
vallo’, ‘hija de la crecida’, Anat, por otra parte, parece segu­
ro que no tiene descendencia. Aparece esencialmente como
divinidad guerrera, batalladora, personificación de una fuer­
za que se impone al mismo dios supremo y que es capaz de
salvar al dios de la vida, Baal, de los lazos del dios de la
muerte, Mot. A éste le extermina sin piedad y sin mayor
dificultad. Su fuerza guerrera no conoce oposición válida. Es
así comprensible ía acogida que tal divinidad tuvo en los
grandes Imperios batalladores como Egipto, en cuanto pa-
trona de una actividad esencial de los mismos, mientras en
Canaán fue perdiendo importancia en favor de su doble,
Ashtarte, personificación más bien del amor y la belleza, que
en Ugarit apenas si desempeña papel alguno. Su mención va
a veces unida a la de Anat, como hijas ambas de El. Esta
supremacía de la fuerza de la guerra sobre la del amor en la
mitología básica de Ugarit (de hecho, en ella apenas está pre­
sente el aspecto erótico y sí, en cambio, sobresale el con­
flictivo) y la correspondiente significación de las respecti­
vas divinidades abogan por la atribución de tal mitología, o
de aquella de la que dependa la ugarítica, a un estadio socio-
político conflictivo de la sociedad de Ugarit antes de su defi­
nitivo asentamiento en Canaán. Por otra parte, no se puede
desconocer que tal aspecto corresponde bien al tema épico
del ciclo mitológico de Baal, en el que se trata de solventar el
problema de la supremacía y triunfo de este dios sobre sus
enemigos y no tanto el de su funcionalidad como divinidad
de la fecundidad cultual. Este aspecto se resalta en mitos
cúlticos como el de Los dioses apuestos, el de Los amores de
Baal y Anat, el de La Virgen Madre Anat y quizá en el de Las
bodas de Yarhu y Nikkal.

24
Ashera, por su parte, mantiene un papel más estático en
todo este conflicto mitológico y aparece como la gran inter-
cesora ante su esposo El en favor de Baal, para obtener la
edificación de su palacio y la declaración de su realeza. Esto
no obstante, tanto su reacción previa a tal intercesión (acu­
sación a Baal de haber asesinado a sus hijos) como la subsi­
guiente a la muerte de este dios (reproche de Anat, que la
supone apresuradamente entregada a buscar un sustituto de
Baaí como rey de los dioses) dejan entrever unas relaciones,
si no tensas, al menos recelosas con este dios. Coincide en
esto, como vimos, con su esposo El; y también aquí su ex­
presa vinculación con Yam, Athtar y los ‘monstruos mari­
nos’ hace pensar en una relación especial de las divinidades
supremas con el caos y el desierto primordiales como su ac­
titud más original, frente al posterior apoyo a la divinidad
del cosmos y la vida. Ashera, con todo, no parece haber des­
empeñado un papel muy decisivo en la mitología ugarítica, y
su correlación con la Ashera bíblica supone un largo proce­
so de desarrollo mitológico, no suficientemente esclarecido
aún, sobre todo en su relación con Baal, en el estadio de la
mitología cananea que refleja la Biblia hebrea.
Finalmente, la diosa Shapash, el Sol, mantiene una
función secundaria en el ciclo mitológico, pero bastante
estable y uniforme. En primer lugar, aparece como la di­
vinidad del consejo definitivo en los contrastes que en­
frentan a los dioses. Así, disuade a Athtar de su pretensión
de reinar en lugar de Yam y a M ot de la suya de suplantar
a Baal. Junto a esta su capacidad de consejera sapiente,
sirve de guía a Anat en su búsqueda de Baal y le ayuda a
sepultarle en Safón. En realidad, es una divinidad relacio­
nada con el mundo infernal, que recorre en su curso noc­
turno. De ahí que se le atribuya una relación directa con
los Refaim y de ahí también la que se supone mantiene
con el dios de la muerte y el infierno, casi como si fuera
su lugarteniente en la tierra durante la época del ardor
estival. Esta ‘Lámpara de los dioses’, que todo lo ilumina

25
y conoce, en particular los designios del dios supremo,
actúa, en consecuencia, como su mensajero.

4. Los dioses de la épica y otros textos

En la literatura épica, la actuación de los dioses es menos


precisa. El manifiesta una decidida intervención en los acon­
tecimientos de los mortales. Así, predice e instruye a Kirta
sobre el procedimiento para conseguir su deseo de hacerse
con una esposa, que la divinidad sanciona y otorga. Igual­
mente concede a este rey y a Daniel la bendición eficaz ■de la
fecundidad, que se traduce en acto seguidamente. En estos
casos, la intervención de Baal es la de mero intercesor ante el
Dios supremo. Tenemos así confirmada, por una literatura
que se considera normalmente más tardía que la mitológica,
la supremacía incontrastada del dios El frente a Baal, y en un
campo, el de la fecundidad, donde podría esperarse la inter­
vención principal de éste. Dígase lo mismo en el caso de la
enfermedad de Kirta; es de nuevo El quien le cura, ante la
impotencia o reticencia de los demás dioses, incluido, por
tanto, Baal. Ambas divinidades, de todos modos, aparecen
como benévolas y favorables al hombre.
En cambio, las divinidades femeninas, Ashera y Anat,
desarrollan una actividad perturbadora del destino humano
en las epopeyas de Kirta y Aqhat. La primera, celosa de su
voto, parece ser la causante de la enfermedad del rey, que le
habría sido infiel. Pero, sobre todo, la segunda desarrolla
frente al hombre su característica violencia y, por encima
incluso de la voluntad del mismo dios supremo, acarrea la
muerte al héroe que se le enfrenta. Su actuación aparece así
en desacuerdo con la de su hermano Baal, al que secundaba
siempre en la literatura mitológica. No hay más remedio,
por tanto, que constatar una cierta desigualdad de concep­
ción en cuanto a la actuación de las diversas divinidades en
la literatura mitológica y en la épica, en las ‘historias' de los
dioses y en las de los hombres. En el ámbito del destino hu­

26
mano, al margen, por tanto, de su caracterización naturalís­
tica, los dioses manifiestan una mayor autonomía, menor
jerarquizad ón; cada uno retiene su propio papel frente al
hombre. Al menos por lo que se refiere a las divinidades
principales. Incluso el mismo Kothar mantiene su función
de dios artesano, pero al parecer sin dependencia de ningu­
na otra divinidad. Los demás dioses o genios divinos que se
mencionan en estas epopeyas (Elish, Atiqat, Yatipán) desa­
rrollan una función subsidiaria.
En cuanto al contenido mitológico de los poemas meno­
res, su estado de deficiente conservación y su carácter más
episódico no permiten muchas generalizaciones. Los anali­
zaremos en su momento oportuno. Aquí sólo pretendíamos
destacar las díneas máximas de la concepción de la divinidad
que manifiesta la literatura ugarítica. A propósito de cada
poema nos detendremos más concretamente en la organiza­
ción y sentido del mito respectivo y, dentro del mismo, en la
función y figura de cada divinidad.
Por su parte los textos de la práctica litúrgica demues­
tran un carácter estático a este respecto y no nos ilustran
sobre las relaciones de los dioses entre sí, más allá de la
jeraquización que puede suponer el orden de sus enumera­
ciones o listas, divergentes a este respecto. Sólo en algún
caso aislado nos informan sobre la especial actuación de al­
gún dios secundario, como Horón en el ámbito de la magia.
Haremos referencia a tales datos al momento de presentar
los correspondientes textos.

IV . L IT E R A T U R A U G A R ÍT IC A Y B IB L IA H E B R E A

1. Filología compartida

Los textos ugaríticos y la Biblia hebrea constituyen los dos


cuerpos de literatura de que disponemos para acercarnos a
la comprensión de la cultura semítica occidental antigua. La

27
diferencia de concepción religiosa entre la mitología ugaríti-
ca y la teología hebrea es manifiesta. Pero esto no es óbice
para que se dé entre ambas literaturas una enorme superficie
de contacto tanto desde le punto de vista formal como de
contenido; en el fondo, una gran coincidencia de discurso.
De ahí que resulte inevitable el recurso a ambas para su mu­
tua elucidación.
Hoy es normal entre biblistas acudir a la filología ugarí-
tica para tratar de precisar el sentido y origen de determina­
dos lexemas hebreos de sentido impreciso o para descubrir
el trasfondo cananeo de determinados conceptos e institu­
ciones del mundo bíblico. El vasto elenco de ‘pares lingüísti­
cos’, fórmulas y clichés léxicos que comparten la expresión
poética ugarítica y la hebrea hacen indispensable y legítimo
tal recurso7. Por otra parte, hoy resulta cada vez más evi­
dente el enorme peso cultural y religioso que soporta la Bi­
blia hebrea y el básico cananeísmo del mundo hebreo ante­
rior al exilio babilónico y a la consiguiente revisión religiosa
de su tradición8. Ahora bien, la literatura ugarítica brinda
por primera vez la posibilidad de acceder a las concepciones
cananeas tal como sus protagonistas las formularon y con­
trastarlas así con la visión polémica y sesgada que de las mis­
mas nos ofreció el posterior yahwismo.
Por su parte, la interpretación de numerosas secciones y
elementos de los textos ugaríticos dependió en sus inicios y
depende todavía hoy en día del recurso a la filología hebrea.
Ésta ofrece un contexto lexicográfico más amplio y más ve-
rificable que el ugarítico, limitado con frecuencia a ocurren­
cias singulares o muy limitadas de numerosos lexemas. En
principio, la interpretación de los textos ugaríticos ha de
basarse en la filología semítica comparada, y dentro de ella
la aportación hebrea es determinante y con frecuencia dis­
criminante frente a otras posibilidades ofrecidas por otros
ámbitos lingüísticos como el árabe o el acadio.

28
2. Precariedad semántica ugarítica

Aun así, la semántica ugarítica adolece de una enorme ambi­


güedad, a falta de la verificación contextual impuesta por su
reducido y con frecuencia fragmentario cuerpo textual. El
lector no ha de extrañarse, consiguientemente, por la enor­
me divergencia que ofrecen las opciones interpretativas que
se ofrecen en nota como alternativas de traducción (señala­
das con el signo /:). Dimanan normalmente del apoyo com­
parativo que cada autor ha preferido como más adecuado
para justificar la línea interpretativa del texto en su conjunto
por él adoptada. Se trata con frecuencia de meras posibilida­
des no verificables. No puede olvidarse a este repecto el prin­
cipio de que un lexema ‘significa’ en una lengua, es decir, en
el propio sistema de oposiciones semánticas, y no puede ve­
nir definido por lo que signifique en otra. Es posible, cierta­
mente, que los sistemas se solapen con frecuencia, sobre todo
en caso de lenguas de la misma familia y en contacto cultu­
ral, pero tal posibilidad debe verificarse contextualmente en
cada caso. Como en ninguna otra filología quizá, se impone
en la ugarítica una actitud de modestia y provisionalidad en
la labor de interpretación y traducción de sus textos.

NOTAS

1. Cf. N, P. Lemcbe, The Canaamtes and Their Land. The Tradition o f


the Canaamtes, Sheffield, 1991.
2. Los textos se toman y traducen de la edición preparada por M.
Dietrich, O. Loretz y J, Sanmartín, T he Cuneiform Alphabetic Texts from Uga­
rit, Ras Ibn Hani and Other Places (KTU: 2.a ed. ampliada) (= KTU), Miinster,
1995. Proceden todos de la su primera serie (KTU 1.1-176): «Literary and
Religious Texts». Esta edición resulta una nueva lectura de las tablillas íjue
básicamente coincide con la editio princeps ofrecida por las publicaciones ofi­
ciales de la misión arqueológica de Ras Shamra-Ugaric. Sucesivas relecíuras
aportan precisiones y variantes, generalmente por lo que a las secciones oscu­
ras, dañadas o fragmentarias de las tablillas se refiere: las recogemos en las
notas al texto, junto con las alternativas de traducción que las asumen. Pero la
transcripción de estos textos, at tratarse normalmente de ejemplares únicos en

29
escritura consonántica, no presenta variantes. La edición citada registra los
lugares donde tales tablillas se conservan (Museos de Alepo, Damasco o el
Louvre).
3. Cf. W, van der Mcer y J. C. de Moor (eds.), The Structural Analysis
ofB iblícal and Canaanite Poetry, Sheffield, 1988; W. G. E. Watson, Classic
Hebrew Poetry, A Guide to its Techniques, Sheffield, 1984.
4 . G. del Olmo Lete, Mitos y leyendas de Canaán según la tradición de
Ugarit (= MLC), Madrid, 1981. Para los textos rituales y mágicos véase G. del
Olmo Lete, La religión cananea según la liturgia de Ugarit (= RC), Sabadeli,
1992.
5. Para las nuevas versiones de conjunto aparecidas con posterioridad
cí. la Bibliografía al final del libro. Especial atención se ha prestado a las
traducciones de De Moor, Dietrich-Loretz, Pardee y Parker et al. Las alterna­
tivas que se señalan en nota se refieren normalmente a tales versiones, a veces
peculiares y otras compartidas, de tales autores.
6. G. de! Olmo Lete y J . Sanmartín, Diccionario d e la lengua ugarítica,
vol. 1 (= DLU), Sabadeli, 1996 (el vol. II aparecerá en breve).
7. Cf., entre otras muchas obras, L. R. Fisher y S. Hummel (eds.), Ras
Shantra Parallels. The Texts from Ugarit and the Hebrew Bible I-IH, Roma,
1972, 1 9 7 5 ,1 9 8 1 ; Y. Avishur, Stylistic Studies in Word-Pairs m Bibücaland
Ancient Semitic Literatures, Kevelaer/Neukirchen-Vluyn, 1984.
8. Cf. O. Loretz, Ugarit und die Bibel. Kanaandische Gótter und Reli­
gión im Alten Testament, Darmstadt, 1990; G. del Olmo Lete, «La religión
cananea de ios antiguos hebreos», en G. del Olmo Lete (ed.), Mitología y
religión del Oriente antiguo II/2. Semitas occidentales, Sabadeli, 1995, pp.
223-350.

30
ABREVIATURAS

1, Generales

a.C. antes de Cristo


ac. acadio
ar. árabe
cf. véase
Cro Libro bíblico de las Crónicas
Gn Libro bíblico del Génesis
hb. hebreo
Mal Libro bíblico del profeta Malaquías
ND nombre divino
NL nombre de lugar
NNPP nombres propios
Re Libro bíblico de los Reyes
Sal Libro bíblico de los Salmos
ug. ugarítico
Zac Libro bíblico del profeta Zacarías

2. Signos

[] texto perdido y restaurado a veces


< > texto omitido y reintegrado
() elemento explicativo del texto
{ } elemento sobrante en el original
f: versión alternativa
(/) sentido alternativo
(?) sentido dudoso
(!) lectura corregida
— falta
(Para las abreviaturas bibliográficas DLU, IMC, KTU, MLC, RC,
cf. la bibliografía en el apéndice al final del texto.)

31
TEXTOS
CICLO CANÓNICO DE BAAL
El llamado ciclo de Baal engloba una serie de textos que des­
criben las vicisitudes por las que pasa este dios para afirmar
su predominio como rey de dioses y hombres. Predominio
que tiene su fundamento en su reconocida capacidad, como
dios de la lluvia, de garantizar la vida y la fertilidad en una
zona que depende esencialmente de la misma. De entre estos
textos, los contenidos en las tablillas KTU 1.1-6 constituyen
lo que denominaríamos el ciclo canónico1. Incluso cabe pen­
sar que forman una unidad redaccional, aunque el estado
fragmentario de los mismos, que tantas veces habremos de
lamentar en relación con el conjunto de la literatura ugaríti­
ca que nos ha llegado, nos impide afirmarlo con seguridad.
Sobre todo las tres primeras tablillas no ofrecen una secuen­
cia clara, ni entre sí ni en relación con las siguientes. Podría­
mos estar ante diferentes unidades redaccionales. Sin em­
bargo, desde el punto de vista ‘del argumento mitológico’, la
secuencia puede asumirse con mucha probabilidad.
Aquí lo presentaremos repartido en tres mitemas per­
fectamente concatenados entre sí: el del Combate de Baal
contra Yam, el dios Mar u Océano primordial; el de la Cons­
trucción del palacio de Baal, su morada, baluarte y despensa;
y, finalmente, el del Combate de Baal con Mot, el dios Muer­
te. Por el primero, Baal conquista su derecho a la suprema­

37
cía entre los dioses, reconocida y sancionada por el dios su­
premo, El. Por el segundo, tal supremacía se confirma, im­
pone y es reconocida por dioses y hombres. Por el tercero,
tal afirmación del dios de la vida se somete al test permanen­
te de su propio límite, la muerte, y se transforma en una
victoria que debe renovarse constantemente (la vida no es,
sino que deviene, es un proceso de constante acoso y supera­
ción).
Todos estos contrastes y luchas divinas están presididos
por la suprema y en cierto sentido lejana figura del dios El.
Este dios primordial nunca perderá su supremacía, pero deja
que sus ‘hijos’ se repartan el ‘cosmos’; mejor dicho, que or­
ganicen ese cosmos a través del contraste de las fuerzas y
poderes que incorporan. El se limitará a dar su sanción, y de
esa manera legitimar y confirmar el resultado de tal contras­
te, desde una aparente neutralidad. Como dios primordial
tiene sus raíces, su morada, en el fondo del caos: Yam es por
eso su ‘hijo predilecto’. Pero como dios creador patrocina la
vida y la organización consiguiente del ‘cosmos’ en la que
aquélla prospera. Por tanto se pondrá de parte de Baal en su
enfrentamiento con los poderes del caos y la muerte. De esta
manera, en la concepción baálica, la realidad se organiza en
tres ámbitos, presididos cada uno por un ‘hijo de El’: el Océa­
no primordial, dominado por el dios Yam, el Cielo en y des­
de el que reina Baal, y el Infierno, la trastienda de la vida, en
el que impera Mot. Los tres ámbitos en que también la mito­
logía griega dividía el poder de los dioses: el cielo-tierra para
Júpiter, el mar para Poseidón y el infierno para Plutón. Y en
el centro de este triángulo mitológico, la tierra del hombre
abierta al beneficio o maleficio de aquellos poderes.
Esta es una concepción mitológica enormemente diná­
mica y de una profunda significación antropológica, a me­
dio camino entre un pesimismo nihilista y un optimismo
irreal. La vida es una conquista incesante y frágil, siempre
amenazada de muerte, absorbida por ésta. Se trata de una
concepción religiosa que no aporta una seguridad cómoda y

38
definitiva: su mismo dios se ve sometido a una incesante y
anual pasión para salvar el destino de la vida. En esta efemé-
ride personal tendrá dioses ‘ayudantes’ y dioses ‘contrincan­
tes’; bandos en que se divide el panteón ugarítico en razón
misma del reparto de poderes esbozado y la mentada ambi­
valencia del dios supremo El, del que todos son ‘hijos’. Entre
aquéllos sobresaldrán el dios de la magia, Kothar, y la diosa
del amor y la guerra, Anat, su hermana-esposa. El dios Sol
(Shapash) resultará más ambivalente en su actuación en es­
tos conflictos. La realeza de Baal es, pues, una realeza ardua
y limitada, como de hecho se vivía y percibía la realeza em­
pírica en aquellas coordenadas históricas: el rey debía vivir
en un constante esfuerzo de afirmación, en lucha permanen­
te contra sus enemigos y supeditado al poder supremo de
Hatti o de Egipto.
De hecho, aparte de esta concepción mitológica de base,
el ciclo de Baal está presidido por una estructurante ideolo­
gía regia. Todo poder decisivo tiende a afirmarse como rea­
leza, con lo que el mito adquiere un ineludible sentido polí­
tico. Se refleja en él, por un lado y de manera más superficial,
el orden imperante históricamente en la Siria del II milenio,
al que más arriba nos referíamos. Bajo la suprema y lejana
preeminencia del soberano hitita (o egipcio para el caso de
la Siria meridional), los monarcas de los pequeños reinos
sirios se afirman en constante pugna de unos con otros, cir­
cunscritos en su poder y en riesgo constante de perderlo.
Aquél se limitará las más de las veces a sancionar situaciones
de hecho surgidas de tales conflictos, con tal de que éstos no
afecten a su soberanía imperial.
Pero, a un nivel más profundo, se da en esta formula­
ción literaria una osmosis ideológica entre el rey como dios
y el dios como rey. La realeza como categoría absoluta y
divina en la que se expresa el poder de los dioses, que otorga
a los reyes humanos una capacidad de ser y actuar equipara­
ble a la de aquéllos y que se consumará en una identificación
con la esfera divina post mortem. Baal era el patrón de la

39
cía entre los dioses, reconocida y sancionada por el dios su­
premo, El. Por el segundo, tal supremacía se confirma, im­
pone y es reconocida por dioses y hombres. Por el tercero,
tal afirmación del dios de la vida se somete al test permanen­
te de su propio límite, la muerte, y se transforma en una
victoria que debe renovarse constantemente (la vida no es,
sino que deviene, es un proceso de constante acoso y supera­
ción).
Todos estos contrastes y luchas divinas están presididos
por la suprema y en cierto sentido lejana figura del dios El.
Este dios primordial nunca perderá su supremacía, pero deja
que sus ‘hijos’ se repartan el ‘cosmos’; mejor dicho, que or­
ganicen ese cosmos a través del contraste de las fuerzas y
poderes que incorporan. El se limitará a dar su sanción, y de
esa manera legitimar y confirmar el resultado de tal contras­
te, desde una aparente neutralidad. Como dios primordial
tiene sus raíces, su morada, en el fondo del caos: Yam es por
eso su ‘hijo predilecto’. Pero como dios creador patrocina la
vida y la organización consiguiente del ‘cosmos’ en la que
aquélla prospera. Por tanto se pondrá de parte de Baal en su
enfrentamiento con los poderes del caos y la muerte. De esta
manera, en la concepción baálica, la realidad se organiza en
tres ámbitos, presididos cada uno por un ‘hijo de El’: el Océa­
no primordial, dominado por el dios Yam, el Cielo en y des­
de el que reina Baal, y el Infierno, la trastienda de la vida, en
el que impera Mot. Los tres ámbitos en que también la mito­
logía griega dividía el poder de los dioses: el cielo-tierra para
Júpiter, el mar para Poseidón y el infierno para Plutón. Y en
el centro de este triángulo mitológico, la tierra del hombre
abierta al beneficio o maleficio de aquellos poderes.
Esta es una concepción mitológica enormemente diná­
mica y de una profunda significación antropológica, a me­
dio camino entre un pesimismo nihilista y un optimismo
irreal. La vida es una conquista incesante y frágil, siempre
amenazada de muerte, absorbida por ésta. Se trata de. una
concepción religiosa que no aporta una seguridad cómoda y

38
definitiva: su mismo dios se ve sometido a una incesante y
anual pasión para salvar el destino de la vida. En esta efemé-
ride personal tendrá dioses ‘ayudantes’ y dioses ‘contrincan­
tes’; bandos en que se divide el panteón ugarítico en razón
misma del reparto de poderes esbozado y la mentada ambi­
valencia del dios supremo El, del que todos son ‘hijos’. Entre
aquéllos sobresaldrán el dios de la magia, Kothar, y la diosa
del amor y la guerra, Anat, su hermana-esposa. El dios Sol
(Shapash) resultará más ambivalente en su actuación en es­
tos conflictos. La realeza de Baal es, pues, una realeza ardua
y limitada, como de hecho se vivía y percibía la realeza em­
pírica en aquellas coordenadas históricas: el rey debía vivir
en un constante esfuerzo de afirmación, en lucha permanen­
te contra sus enemigos y supeditado al poder supremo de
Hatti o de Egipto.
De hecho, aparte de esta concepción mitológica de base,
el ciclo de Baal está presidido por una estructurante ideolo­
gía regia. Todo poder decisivo tiende a afirmarse como rea­
leza, con lo que el mito adquiere un ineludible sentido polí­
tico. Se refleja en él, por un lado y de manera más superficial,
el orden imperante históricamente en la Siria del II milenio,
al que más arriba nos referíamos. Bajo la suprema y lejana
preeminencia del soberano hitita (o egipcio para el caso de
la Siria meridional), los monarcas de los pequeños reinos
sirios se afirman en constante pugna de unos con otros, cir­
cunscritos en su poder y en riesgo constante de perderlo.
Aquél se limitará las más de las veces a sancionar situaciones
de hecho surgidas de tales conflictos, con tal de que éstos no
afecten a su soberanía imperial.
Pero, a un nivel más profundo, se da en esta formula­
ción literaria una osmosis ideológica entre el rey como dios
y el dios como rey. La realeza como categoría absoluta y
divina en la que se expresa el poder de los dioses, que otorga
a los reyes humanos una capacidad de ser y actuar equipara­
ble a la de aquéllos y que se consumará en una identificación
con la esfera divina post mortem. Baal era el patrón de la

39
dinastía real y a su vez el rey era entronizado como ‘Baal’,
según sabemos por un texto de Mari (A. 1 9 6 8 :2 ’-5?) en el
que el dios Baal/Adad de Alepo, el gran Baal amorreo-cana-
neo, dice al rey Zimri-Lin: «Las armas con que combatí a
Témtum (el Abismo/Mar) te las entregué a ti; con el óleo de
mi victoria te ungí». Es clara la referencia al mito ugarítico y
al combate de Marduk con Tiamat en el poema babilónico
Enuma Elis. El mitema, pues, se remonta a principios del II
milenio y se presenta perfectamente integrado en la afirma­
ción y legitimación de la monarquía amorrea de Mari, como
lo sería medio milenio más tarde de la de Ugarit.
Esta mitología de la fertilidad resulta así a la vez una
teología de la realeza, entendida como realidad y regalidad
al mismo tiempo. En esta perspectiva, el dios El mantendrá
inmarcesible su carácter de Emperador indiscutido, si bien el
dios próximo y de recurso inmediato será siempre Baal. A él
acudirán los fieles ugaritas más a que ningún otro dios y la
tradición épica, como veremos, revelará su papel de interce­
sor en favor del rey ante el dios supremo El.
Tal conjunto literario constituye el mito sirio por exce­
lencia, sin paralelo en otras literaturas orientales, pero sí con
posible influencia en otros mitos mesopotámicos. A este res­
pecto hoy en día comienza a abrirse paso la opinión de que
el mito babilónico del Enuma Elis y la figura de Marduk qué
en él se dibuja tienen ascendencia semítica occidental o amo­
rrea, como demostraría el citado texto de Mari.

NOTAS

1. Sobre el orden de las tablillas, cf. MLC 81ss.; últimamente resúme la


situación M . Smith, The Ugaritic Baal Cycle I, Leiden-New York-Koln, 1994,
pp. 2ss.; una opinión divergente ofrece J. C. de Moor, The SeasonalPattem in
the Ugaritic Myth ofBtFÍu, Neukirchen-Vluyn, 1971, pp. 35ss,

40
LA LUCHA ENTRE BAAL Y YAM
(KTU 1.1-1.2)

El primer mitema {KTU 1.1 y 1.2), de los tres en que hemos


dividido el ciclo, se inicia con un lamento que describe o
expone la situación lamentable en que se encuentra la divini­
dad, al parecer Yam (el texto de esta columna es muy frag­
mentario). Tal lamento, tiene el propósito de excitar el
compromiso del dios supremo El en favor de aquél, propósi­
to que se logra al declararse El por Yam y nombrarle rey.
Pero tal declaración, necesaria en la concepción mitológica
de Ugarit que recurre siempre a El para legitimar la preemi­
nencia entre los dioses, sólo es efectiva si va acompañada de
la^victoria sobre el posible contrincante. Y en este caso, el
contrincante es Baal, el protagonista del mito. Lo que ha
hecho, pues, El es sancionar un contraste, convocando a los
dioses a un festín para que accedan y colaboren con su deci­
sión. De tales convocatorias el texto nos ha conservado sólo
las de los dioses Anat y Kothar, con sus respectivos encargos,
sin duda los más significativos, enunciadas a través de un
formulario tópico de viaje y citación, fragmentario pero
reconstruible a partir de sus paralelos. En principio, el dios
artesano responde, al parecer, a la llamada de El, aunque
luego, una vez resuelto Baal a luchar contra su adversario, se
pondrá de su parte. De Anat-Ashtarte el mito sólo nos con­
servará una intervención más bien recusante y opuesta al
furor destructor y victorioso de Baal, coincidiendo con la
postura medrosa y aquiescente de los demás dioses.
De hecho, después de haber recibido Kothar el (segundo)
encargo del dios supremo El de edificar el palacio de Yam, el

41
contraste entre los dos contrincantes es ineludible. La pre­
tensión del dios Athtar, como posible tercero en discordia,
es orillada por el dios Sol, Shapash, que le disuade de querer
enfrentarse con él, pues Yam posee el beneplácito de El,
mientras su insuficiencia para el cargo de rey es manifiesta.
A la negativa de sometimiento, formulada imprecatoria­
mente por Baal, que equivale a una declaración de guerra e
insumisión frente a El y Yam, responde éste exigiendo de los
dioses que le sea entregado Baal, de acuerdo con el decreto
de El. Los dioses, a pesar de la reprimenda de Baal, enmude­
cen ante la demanda y El decreta el sometimiento de Baal a
Yam, a quien había encargado ya anteriormente llevarlo a
cabo.
A pesar de tener todo el ‘cielo’ en contra, Baal se rebela
y ataca a los mensajeros de Yam, como expresión de su
voluntad de responder en persona a su señor. Su respuesta
no se nos ha conservado, pero los hechos la suplen y nos
presentan a continuación a las dos divinidades enzarzadas
en singular combate. Este es encarnizado, pues Yam resulta
invulnerable, y cuando ya parece que la suerte es decidi­
damente adversa para Baal, la intervención mágica del dios
artesano Kothar le dota de armas capaces de destruir a su
adversario, al segundo intento. Así, con ayuda de una fuerza
superior a la voluntad misma de los dioses, la magia, consi­
gue Baal al fin la victoria sobre su contrincante y se alza con
la dignidad real. Ya sólo falta que El sancione lo que la
victoria ha demostrado, incluso contra su decisión, aunque
no contra su sospecha. A este mitema de La lucha de Baal y
Yam hace referencia, sin duda, el texto de Mari citado más
arriba.
El conflicto entre Yam y Baal reproduce, sin duda, un
contraste o crisis natural vivida con especial intensidad y
urgencia por las gentes de Ugarit, o tradicionalmente recibi­
da y transmitida en su ámbito. En este sentido, el episodio
mítico parece estar unido al contraste primordial, que atesti­
gua toda la mitología oriental, entre el caos acuoso y el cos­

42
mos organizado y fértil; de él poseemos, al parecer, varias
versiones o alusiones en la misma Ugarit, como hacen supo­
ner las referencias a la victoria sobre Leviatán/Lotán y
Tunnán por parte de Baal y Anat. La misma Biblia hebrea ha
guardado vestigios de estos combates míticos, tanto en el
relato tardío de la creación (Gn 1) como en algunas alusio­
nes sueltas a los mismos (Sal 65,7-8; 74,12-17; 89,10-15;
93,1-5; 104,1-9; Job 9,5-14; 38,8-11; 40,15-41...).
El fenómeno del mar es para las gentes de Ugarit, que
viven a su orilla y lo surcan incesantemente, un elemento de
interés mitificador que transciende y engloba la significa­
ción estacional que el mal tiempo invernal representa como
momento de riesgo y aniquilación de la vida, que en él se
está gestando. Su contención es vivida como un contraste
radical y primordial entre dioses. Este combate primordial
acaba con él de una vez para siempre y se asegura la supre­
macía de Baal, que garantiza la tranquilidad del orden cós­
mico, incluso la navegación: la osadía de lanzarse al Mar
vencido. Naturalmente, el mito posee también un sentido
estacional dentro de! tema de la fertilidad, en cuanto esa
victoria supone un control de la potencia siempre amena­
zante del Mar que permite el desarrollo de la vida en la
tierra, sobre la que reina Baal, que la fecunda con su lluvia;
sentido que se pone sobre todo de relieve en los momentos
de su mayor furor.

KTU 1.1 V

Esta tablilla, de seis columnas, ha perdido dos (Vly l)y debe


leerse en orden inverso a l de su numeración original'. La co­
lumna V, de la que se conservan sólo cabos de líneas, se pre­
senta como un diálogo entre dioses (éEl y Yam?) en el que es
posible vislumbrar su confabulación contra Baal, quizá como
consecuencia de la actitud prepotente de este dios.

43
KTU 1.1 IV

El texto comienza aquí a ofrecer sentido y nos presenta al


dios El que invita (?) a los dioses a un banquete en que pro­
clamará a Yam su rey, instándole a derrocar a Baal en un
pugilato, ya que sólo esa victoria dará efectividad a su procla­
mación. Tal invitación resulta tanto la consecuencia de la
trama prevista en la columna precedente como la respuesta a
una queja de una(s) diosa(s) (Ha diosa madre, Ashera?) con­
tra Baal y en favor de Yam1.

Queja divina

(Laguna)

Alto gritaron (/gritad) a [los distantes (dioses)],


[fuerte clamaron (/clamad)] a los lejanos,
a [la asamblea de los dioses] gritaron (/gritad):
— i El se ha sentado en [su sala de fiestas],
[está El bebiendo vino hasta la saciedad!3],
5 (mientras) ignominia del Eternal [es su morada],
[vergüenza] de los dioses la casa de vuestro ‘señor’
[ignominia la mansión de vuestro ‘dueño’*];
que no puede andar ligero por la tierra,
[ni marchar con presteza] por el polvo.
De barro asqueroso [se alimenta en abundancia],
le dan a beber suciedad a raudales.
Le ponen [una copa en la mano],
10 un cáliz entre las dos;
[lo que contiene es] una suerte de desperdicios,
como grava [lo que en él] se reúne.
¡Se ha declarado El enemigo (?)J de su hijo,
el Toro, [su padre, del nombre de Yaw (/Yam)!].

44
Proclamación de Yam

Y respondió el Benigno, El, el Entrañable:


— [¡Vaya que si proclamaré] el nombre de mi hijo Yaw!6;
¡[de cierto, (?)] diosa(s)!, [su nombre es: ‘Amado de El’ (?)].
Y proclamó el nombre de Yam, 15
[el nombre de (/del) Amado de El].
[Entonces la(s) diosa(s)] respondió (/respondieron):
— Para nuestro sustento [se ha proclamado tu nombre],
has sido tú proclamado ‘señor’.
[Y respondió el Toro El, su padre]:
— Yo, el Benigno, El, [el Entrañable],
[el cetro (?) te he puesto] en ¡as manos,
he proclado [tu nombre, Yam (?)],
tu nombre es: ‘Amado de El’. 20
[Se te adjudicará el palacio (hecho) con mí oro],
[se te dará] la casa (hecha) con mi plata,
que habrás [de conquistar y arrebatar]
de manos de Baal, el Todopoderoso,
^ [de manos del Auriga de las nubes].
Pues nos (/me) despreció [en su orgullo (?)],
[nos (/me) molestó en su altivez (?)].
¡Arrójale de [su trono regio],
[del diván, del solio] de su poder, 25
[espantándole como un pájaro de sus dominios (?)!7]
Pues si no [le arrojas de su trono (?)],
te aplastará como [un cordero en tierra],
[como un lechón contra el suelo (?)8].

Banquete

Ofreció El [un festín en su casa],


[un banquete en su palacio].
Proclamó [en la sala de fiestas el nombre de Yam (?)],
[su nombre es ‘Amado de El’].
Degolló bueyes [y también ovejas], 30

45
[abatió] toros y [carneros cebones],
[novillos de un año]
corderos, [lechales a montones9].
(Laguna)

KTU 1.1 III

En consonancia con la situación, El cita al dios artesano


Kothar para encargarle la labor que debe llevar a cabo en
beneficio de Yam, cita a la que aquel dios responde con pres­
teza 10.

Mensaje de El a Kothar

(Laguna)
— [Así, pues, poned" cara]
1 [hacia Menfis1-5, que de (un) dios es todo él]:
[Creta] es la sede [de su trono],
[Menfis, la tierra de su propiedad].
A través de mil acres, [diez mil fanegas13]
[a los pies de Kothar14] inclinaos y caed,
[postraos y rendidle honores];
y decid a [Kothar-Hasis],
5 [repetid a (Hayan)], el artesano ambidiestro:
— [Mensaje del Toro, El, tu padre],
palabra del Benigno, [tu progenitor]:
— ¡Oh Kothar...,
prepara...
dispón en la roca (? )...!
10 — Empuña tu asta (y) tu [maza]15,
[hacia mí tus pies se den prisa],
hacia mí se apresuren [tus pasos],
[hacia la montaña], el monte Kas16.
Pues tengo un dicho [que voy a comunicarte],
una palabra que quiero repetirte.
[Es el dicho del árbol y la charla de la piedra17]:

46
el cuchicheo de los cielos con [la tierra],
[de los abismos con las estrellas].
<La piedra18 del rayo que no comprenden los cielos>,
la ‘voz’ que no comprenden los hombres, 15
[ni entienden las multitudes de la tierra].
Ven y yo (te) lo [revelaré]
[en mi montaña, el monte Kas].

Respuesta y marcha de Kothar

Respondió Kothar-Hasis:
— [Idos, idos, heraldos divinos];
vosotros podéis ir despacio, [pero yo he de dejar]
[Creta] por el dios más lejano19,
Menfis [por la divinidad más distante],
a/por dos capas debajo de [las fuentes de la tierra], 20
[tres medidas] de las profundidades20.
Así, puso entonces [cara]
[hacia el benigno], El, el Entrañable21,
hacia la montaña, [el monte Kas].
Se presentó en la gruta22 de El [y entró]
[en la residencia del Rey], Padre de años23.
A [los pies de El se inclinó y cayó],
se postró [y le rindió honores], 25
[Y replicó] el Toro El, [su pa]dre:
— [Escucha, ¡oh Kothar-Hasis;
de prisa [construye...],
[de prisa...]
en medio [...].
(Laguna)

KTU 1.1 II

La columna reproduce los mismos formularios en relación


esta vez con la citación de la diosa Anat por parte de su padre
El; el resto es en gran parte irreconstruible.

47
Mensaje de El a Anat

(Laguna)
1* — [Así, pues, poned cara
hacia Inbub24.
A través de mil barrios, diez mil manzanas;
a los pies de Anat inclinaos y caed,
postraos y rendidle honores;
y decid a la Virgen25 Anat,
repetid a la ‘Pretendida de los pueblos’26:
— Mensaje del Toro El, tu padre,
palabra del Benigno, tu progenitor:
Sal al paso de la guerra en la tierra,
pon en la estepa concordia,
derrama paz en el seno de la tierra,
reposo en las entrañas del campo]27.
1 [Empuña tu asta (y) tu maza],
[ha]cia mí tus pies [se den prisa],
[hacia mí se apresuren] tus pasos,
[hacia la montaña, el monte Kas].

5 (Diez líneas de texto fragmentario y no reconstruible2S)

Así, [pusieron entonces cara]


[hacia] Inbub.
15 A través de mil barrios, [diez mil manzanas25],
[a los] pies de Anat [se inclinaron y cayeron],
[se] postraron y [le rindieron honores].
[Alzaron su voz y] exclamaron:
— Mensaje [del Toro30 El, tu padre],
[palabra del] Benigno, tu progenitor:
[Sal al paso de ía guerra en la tierra],
pon en la estepa [concordia],
[derrama paz] en el seno de la tierra,
20 [reposo en las entrañas] del campo.
Empuña [tu asta (y) tu maza],

48
[hacia mí cus pies] se den prisa,
[hacia mí se apresuren cus pasos],
hacia la montaña, [el monte Kas],

(Laguna)

KTU 1.2 III

El texto se continúa en la tablilla siguiente, de cuatro colum­


nas, cuyo orden es, con toda probabilidad, en razón del desa­
rrollo temático del mito, inverso al de la numeración origi­
n alcom o pasaba con la primera31. En esta columna vuelven
a recurrir los mismos formularios que expresan la respuesta
del dios Kothar a lo que resulta una nueva cita por parte de El
para encargarle, esta vez de manera inequívoca, la construc­
ción del palacio del dios Yam. No es clara la necesidad de este
segundo encargo, a no ser que el primero no se refiriera al
‘palacio’*1.

Respuesta y marcha de Kothar

(Laguna)
— [Idos, idos, heraldos divinos;
vosotros podéis ir despacio, pero yo he de dejar
Creta] por el dios más lejano,
[Menfis por la divinidad más distante,
a/por dos capas debajo de las fuentes de la tierra,
a tres medidas de las profundidades33].
[Así], puso entonces cara
hacia El (que mora) en la fuente de [los dos raudales],
[en el seno del venero de los dos océanos34].
[Se presentó] en la gruta de El y entró
en la morada del Rey, [Padre de años].
[A los pies de El se inclinó] y cayó,
se postró y [le] rindió honores35.

Nuevo encargo del dios El

[Y respondió el Toro El, su padre]:


— [Escucha, ¡oh] Kothar-Hasis!: ¡venga!,
construye la casa de(l Príncipe) Yam,
[alza] el palacio del Juez3á [Nahar].
[la casa de] Nahar en medio [del mar],
¡Venga, Kothar-Hasis!,
a construir la casa del Príncipe Yam,
[a levantar] el palacio [del Juez] Nahar,
en medio del [venero de los dos océanos37].
10 [Date prisa] en construir su casa,
date prisa en alzar [su palacio].
[Mil acres abarcará] la casa,
[diez mil] fanegas el palacio.

Intromisión de Athtar

[Se apresuró] a encender [el fuego],


el Doncel en los campos de Yam;
[en la morada de] Yam
día [tras día lo encendió].
Entonces Athtar38, el [pretendiente {?), exclamó]:
— Llamaradas y [conflagación (?)],
[sí], el fuego [se encendió] para [mi palacio],
el fuego [para mi casa] trajeron,
y [así no me contaré]
como quien desciende [al infierno]
sin [casa y] sin hijo (?) w.

50
Intervención disuasoria de Shapash

[Entonces] Shapash, la Lámpara de los dioses, 15


alzó su voz y exclamó:
— [Escucha], por favor, [Athtar]:
[salió fiador40] el Toro El, tu padre,
ante el Príncipe Yam,
ante el Juez Nahar.
[¿Cómo] quieres que te escuche41
el Toro [El, tu padre?].
De seguro arrancará [el soporte de] tu asiento,
[volcará, sí,] tu [trono] regio,
sin duda romperá tu cetro de mando42.
Y respondió Athtar, el [pretendiente(?)]:
— ¡Tómame [de la mano (?)], Toro El, mi padre!
Yo no tengo casa como los dioses,
ni mansión [como los santos]43. 20
En solitario descenderé a mi ‘almario’44,
me lavarán hábiles [criados]
en la casa [del Príncipe] Yam,
en el palacio del Juez Nahar.
<Respondió Shapash: >
— Salió fiador (?) el Toro, El, su padre,
an[te el Prín]cipe Yam,
[ante el Juez Nahar],
¿Podrás tú [entonces] ser rey, sí o no?45.
Pues además no tienes mujer como [los dioses]
[ni esposa como los santos].
[En su casa] el Príncipe Yam morará,
[en su palacio] el Juez Nahar,
[a anunciarlo El] me envió46.

Y respondió Athtar [el pretendiente {?)] 25

(Laguna)

51
KTU 1.2 I

En el proceso de afirmación de Yam como rey de los dioses se


llega ahora al enfrentamiento directo con su antagonista Baal,
cuya entrega y sumisión reclama a la asamblea de los dioses,
ante la negativa de éste a sometérsele voluntariamente, al
parecer.

Imprecación de Baal

(Laguna)

— Tú te has levantado contra [mí (?)].


[Y respondió] Baal, el Todopoderoso:
— [¡De tu trono seas arrojado],
5 [del trono de] tu poder [expulsado (?)!47]-
[¡En tu mollera Yagrush golpee],
en tu cabeza Ayyamur48, [Príncipe Yam],
[en tu mollera], Juez Nahar!
¡Rompa [Horón49, ¡oh Yam!],
[rompa Horón] tu cabeza,
Ashtarte50, [Nombre de Baal, tu mollera!]51.
¡[Ojalá...] tambaleándote (?)
caigas en el límite (...)
10 (y como al) Padre de años dos mujeres te tofmen...]!52.

Mensaje de Yam

Mensajeros envió Yam,


[una embajada el Juez Nahar];
que con gran regocijo partieron,
[con alegría en el rostro],
respirando satisfacción (?).
— Marchad mancebos [sin deteneros];
[así, pues, poned cara

52
hacia la Asamblea plenaria53,
hacia la montaña Lalu],
[A los pies de El] no caigáis,
no os postréis (ante) la [Asamblea] plenaria.
[Puestos en pie transmitid vuestro] encargo,
repetid vuestro comunicado
y decid al Toro El, [mi padre],
repetid a la Asamblea] plenaria:
— Mensaje de Yam, vuestro Señor,
de vuestro dueño, [el Juez Nahar]:
— Entregad, dioses, a quien rendís pleitesía,
a quien rendís pleitesía, multitudes54.
Entregad a Baal [y a sus servidores],
al hijo de Dagón, de cuyo oro pueda apoderarme.

Reaccción de los dioses y reproche de Baal

Marcharon los mancebos sin detenerse;


[así,] pusieron entonces cara
hacia la montaña Lalu55,
hacia la Asamblea plenaria.
A su vez los dioses a comer se habían sentado,
los santos a nutrirse,
estando Baal en pie junto a El.
Apenas los dioses les vieron,
vieron a los mensajeros de Yam,
a la embajada del Juez [Nahar],
bajaron los dioses sus cabezas
sobre sus rodillas
y asientos principescos.
Les reprochó Baal:
— ¿Por qué habéis bajado, dioses, vuestras cabezas,
sobre vuestras rodillas
y asientos principescos?
Alguno de los dioses habría de responder56
a los dictados de los mensajeros de Yam,
de la embajada del Juez Nahar.
Alzad, dioses, vuestras cabezas
de sobre vuestras rodillas,
de sobre vuestros asientos principescos,
que yo mismo voy a responder a los mensajeros de Yam,
a la embajada del Juez Nahar.
Alzaron los dioses sus cabezas
de sobre sus rodillas,
de sobre sus asientos principescos.

Transmisión del mensaje

30 Luego llegaron los mensajeros de Yam,


la embajada del Juez Nahar.
A los pies de El no cayeron,
no se postraron (ante) la Asamblea plenaria.
Puestos en pie transmitieron su encargo
repitieron su comunicado;
(como) una gran llamarada aparecieron,
(como) una espada afilada su [lengua].
Dijeron al Toro El, su padre:
— Mensaje de Yam, vuestro señor,
de vuestro [dueño], el Juez Nahar:
— Entregad, dioses, a quien rendís pleitesía,
35 a quien rendís pleitesía, [multitudes].
Entregad a Baal y a sus servidores
al hijo de Dagón, de cuyo oro pueda apoderarme.

Respuesta de El

[Respondió] el Toro El, su padre:


— Siervo tuyo es Baal, ioh Yam!,
siervo tuyo es Baal, [¡Nahar!],
el hijo de Dagón tu prisionero.
Él te aportará un tributo como los (otros) dioses,
él te aportará como los santos una ofrenda.

54
Reacción de Baal

De ira se puso lívido ei Príncipe Baal.


[Agarró] en su mano un cuchillo,
en su diestra un machete.
[Golpeó (?)] a los mancebos [de Yam].
[Su diestra] Anat agarró, 40
su izquierda asió Ashtarre:
— ¿Cómo puedes [golpear a fos mensajeros de Yam],
a la embajada del Juez Nahar?
A un mensajero de llagas (le) había [cubierto la cabeza],
[herido] a (otro) mensajero en la espalda,
que las palabras de su señor [habían traído],
[el mensaje de su dueño...]í7.
De ira se puso lívido el Príncipe Baal.
Las terrazas con [los humores regó (?)58],
[los campos con la sangre] de los mensajeros de Yam, 45
de la embajada del Juez Nahar.
[Y respondió el Príncipe Baal]:
— Yo mismo contesto a Yam, vuestro señor,
a [vuestro dueño, el Juez Nahar]:
— [Escucha] la palabra del Campeón Hadad5’ :
¿Comparsa [de Yam, voy a ser yo ...]
[uno más de su séquito ... (?)],
de los que se prosternan ...?so.
(Laguna)

KTU 1.2 II

CTexto irreconstruible)
(Laguna)

KTU 1.2 IV

Del ataque a los mensajeros Baal pasa al enfrentamiento di­


recto con su antagonista, el dios Yam. En un primer momen-

55
to éste parece llevar ventaja, pero entonces viene en ayuda de
Baal el dios artesano y mago, Kothar, con el que al parecer ha
tenido un encuentro previo. Le proporciona el arma letal que
le otorgará la victoria sobre su enemigo. Aparece así la magia
como un poder autónomo y supremo al que están sometidos
los avatares de los mismos dioses.

Escena de combate

(Laguna)
1 — [La fuerza (?) de mi] mano cede,
fenece [el vigor (?) de mi] espíritu.
[A mi enemigo (?)] no fui capaz de expulsar,
aunque arrojé [mis dardos (?)61].
Pero en Yam la calma no sufrió mengua,
a Yam ei pecho [le creció (?)],
[al] Juez Nahar el tórax (?)62.
Entonces a espada intenté (arremeter)63,
poner fuego [a su casa (?)64].
(Pero) a tierra cayó nuestra fuerza,
5 al suelo nuestra potencia65.
(Apenas) de su boca la frase salió,
de sus labios su palabra,
cuando, dando un grito66, se precipitó
a los pies del trono del Príncipe Yam.

Intervención de Kothar

Y replicó Kothar-Hasis:
— íNo te lo dije67, ¡oh Príncipe Baal!,
no te le repetí, ioh Auriga de la nubes!?
Ahora a tu enemigo, Baal,
ahora a tu enemigo debes aplastar,
ahora debes destruir a tu adversario.
10 Posesiónate de tu reino eterno,
de tu dominio por los siglos de los siglos.

56
Las armas mágicas decisivas

Kothar dos mazas68 hizo bajar


y proclamó sus nombres:
— Tú tienes por nombre Yagrush1”.
¡Yagrush, expulsa a Yam,
expulsa a Yam de su trono,
a Nahar del solio de su poder!
Salta de las manos de Baal,
como un águila70 de sus dedos.
Golpea en los hombros al Príncipe Yam,
en el pecho al Juez Nahar.
Saltó la maza de las manos de Baal,
como un águila de sus dedos;
golpeó en los hombros al Príncipe Yam,
en el pecho al Juez Nahar.
(Pero) fuerte era Yam (y) no cayó,
no se doblaron sus artejos,
no se descompuso su figura.
Kothar (otras) dos mazas hizo bajar
y 'proclamó sus nombres:
— Tú tienes por nombre Ayyamur71.
¡Ayyamur, echa a Yam,
echa a Yam de su trono,
a Nahar del solio de su poder!
Salta de las manos de Baal,
como un águila de sus dedos,
golpea en el cráneo al Príncipe Yam,
en la frente al Juez Nahar.
¡Que se desplome Yam,
y caiga a .tierra!
Saltó la maza de las manos de Baal,
como un águila de sus dedos;
golpeó en el cráneo al Príncipe Yam,
en la frente al Juez Nahar.
Se desplomó Yam,
cayó a tierra.
Se doblaron sus artejos,
y se descompuso su figura.
Arrastró Baal y deshizo a Yam,
acabó con el Juez Nahar.

intervención de Ashtarte

Por el nombre (le) reprochó Ashtarte72:


— Avergüénzate7-5, ¡oh Ba[al], el Victorioso!,
avergüénzate, ¡oh Auriga de las nubes!,
30 pues cautivo nuestro era eí Príncipe [Yam],
[pues] cautivo nuestro era el Juez Nahar.
Apenas salió [de su boca la frase],
se avergonzó, sí, Baal, el Victorioso,
pero [repuso (?) ...]:
— Yam está sin duda muerto,
Baal reina/e.

35 repuso:
— Yam está sin duda muerto,
[Baal reina/e],
(Texto irreconstruible)
(Laguna)

NOTAS

1. Algunos autores, como De Moor, Dietrich-Loretz y Pardee, mantie­


nen el orden de la editio princeps.
2. Pero el texto, demasiado fragmentario, no permite una interpreta­
ción segura. Cf., para las diferentes opiniones: MI.C 99-102; J . C. de Moor,
An Anthology o f Reiigious Texts from Ugarit, Leiden, 1987, pp. 24-26; M.
Smith, The Ugaritic Baal Cycle, pp. 131-155.
3. Parri [a escena, vid. infra pp. 158ss. (KTU 1.114). Todas las recons­
trucciones del texto de esta columna son aproximativas y se fundan en el
contexto inmediato o en lugares paralelos del mito. La propuesta intenta sal­
var aquí !a estructura prosódico-paralelística del verso ‘cananeo’.

58
4. El dios aludido podría ser Yam, que sufre la actuación desordenada
de Baal y cuya exaltación se describe a continuación.
5. Cf. DLU 152 (/G-R-Y/). /: ‘nombra a su hijo...’.
6. Alusión al cambio de nombre para ei nuevo rey. O posible error
escriba], dada la semejanza de los signos cuneiformes, por ym {.}k. En todo
caso, este ND yw no tiene que ver, al parecer, con el Dios de la Biblia yhwh.
7. Para la fórmula, cf. KTU 1.3 IV 1-3.
8. Para la fórmula, cf. KTU 1.3 V 1.
9. Para la fórmula, cf. KTU 1.4 VI 40-43.
10. La columna es reconstruida desde fórmulas y frases hechas que se
repiten a lo largo de estos textos.
11. Cabe la traducción en pasado ejecutivo; ‘pusieron cara es decir,
en el momento de la transmisión, no en el del encargo del mensaje. Sobre el
estilo y formulario de mensaje en la literatura ugarítica, cf. MLC 52ss.
12. Llamada en ug. hkpt, transcripción de eg. h(w)t-k'-pt(h), ‘la casa del
ka de Ptah’. En paralelo se menciona a Creta, ug. kptr. Ambos topónimos
definen el ámbito o morada del dios de la magia Kothar-Hasis, el Hefesto
cananeo.
13. Versión aproximativa de una frase hecha que pretende reproducir la
semántica de los términos semíticos [id, bnn) como medidas de superficie
más que de longitud. La frase podría unirse a! bícolon precedente como indi­
cación de la marcha más que de la meta.
14. También llamado Hayan, dios de la técnica y la magia, el Hefesto/
Vulcano siro-cananeo, descrito siempre como ‘el de los trabajos de las dos
manos’.
15. /: «apresúrate, corre, date prisa ug. hlk ‘sk ‘bsk.
’7' 16. Diferentes designaciones mitológicas del ‘Olimpo’ siro-cananeo, si­
tuado para ios ugaritas en el monte Casio de la época clásica, el Gabalu-l-
’Aqra‘ moderno.
17. /: ‘un asunto de madera y una charla de piedra’ . Esta sorprendente
expresión de implicaciones cósmicas parece referirse a la revelación del ‘rayo’,
realidad sólo conocida por la divinidad, que se apresta a revelarla, tal como
supone el texto paralelo KTU 1.3 III 20-28, del que aquí se ha omitido una
íínea. Las diferencias de versión surgen ante la ambigüedad que ofrece ug.
abtt, ‘piedra’ o formal verbal ‘yo entiendo’ [incluso: ‘yo construyo’], así como
ug. rgm, ‘voz', ‘palabra o dicho’, ‘asunto’ y ‘trueno’ . Pero por qué el ‘rayo’ es
una palabra del árbol tiene que ver posiblemente con su simbolización como
el asta del dios de la Tempestad en la famosa estela de Baal, conservada en el
museo del Louvre: una rama florida que acaba en una cabeza de piedra. Den­
tro del mismo lenguaje mitológico, la ‘voz’ del dios es el ‘trueno’ .
18. /: ‘yo entiendo’, ug. abn.
19. /: ‘Creta está lejana, dioses’, ug. Irhq.
20. /: ‘con dos saltos entre los surcos de la tierra, con tres largos de hon­
donadas’. Las versiones de esta ‘marcha’, bien ‘subterránea’ bien ‘atlética’, son
imprecisas lingüísticamente (ug. mtpdm, mth). La distancia tan retóricamente
indicada puede ser referida a la marcha o a la meta; cf. supra n. 13.
21. Atributos característicos del dios El (I'tpn il dpid), perfectamente in­

59
terpretables desde la lexicografía árabe; incluso latif es un atributo de Allah en
el Corán.
22. Cf. DLU 139 (dd). /: "la tienda*, Éla montaña, ‘la antesala’, ‘campa­
mento*.
23. /: Shanum, divinidad auxiliar del dios El (cf, KTU 1.114:19),
24. La morada de la diosa Anat (cf, KTU 1.100:20).
25. /: ‘doncella1, epíteto normativo de la diosa Anat.
26. Título específico de Anat, Como hermana-esposa-viuda (ybmt limtri)
de Baal, Anat es la novia pretendida por todos los dioses tutelares como su
paredra y protectora de sus pueblos (/: ‘de Lim’, divinidad amorrea no atesti­
guada en Ugarit en otros contextos).
27. El texto reconstruye el "envío’ de los mensajeros y el ‘encargo* del
mensaje que a continuación se repite en forma ejecutiva (cf. KTU 1.3 III 14ss.).
28. Cf. los intentos de De Moor, ARTU 20s.; Dietrich-Loretz, TUA.T 4,
1 104s,: éstos supondrían el encargo de reunir preciosos materiales así como el
propósito de llevar a cabo un conjuro (contra los enemigos).
29. Variante (ug. hzr> el segundo término falta) respecto al cliché habi­
tual que habla de ‘acres5 y ‘fanegas* (cf. n. 13); aquí la medida/distancia se
hace probablemente en función del espacio habitado.
30. Apelativo divino como expresión de fertilidad y poder.
31. De opinión contraria son también en este caso, entre otros autores,
de Moor, Dietrich-Loretz y Pardee.
3 2. En el texto fragmentario KTU 1.1 III 26-27 {?) tendríamos más bien
una ‘cita* de revelación o podría tratrarse de la fabricación del ‘rayo’ como
arma de combate, a cuyo desenlace victorioso seguiría la concesión del pala­
cio, como acontece a propósito de Baal. Así lo hemos supuesto en la traduc­
ción ofrecida (cf. n. 17).
33. Para la fórmula, cf. KTU 1.1 ítl 17-21.
34. El sentido de ug. nhr, en paralelo con apq thmt\ Venero o cauce de
los dos abismo u océanos*» la fuente de los dos nkrm , hace relación a las
corrientes.primordiales, donde se sitúa la morada del dios supremo: en el
origen mismo del ‘agua* caótica y vital aí mismo tiempo. Para otra designa­
ción de la morada de El» cf. n. 19. Asimismo, Nahar (nhr) es el epíteto paralelo
que designa al dios Yam, el Mar. No se trata en ningún caso de ‘río*. La
designación de! lugar com oapq, ‘cauce, lecho*, ha inducido a situar la morada
empírica y cultual del dios El en Khirbet *Apqa (Pope), en las fuentes del actual
Nahar ’lbrabim , entre otras localizaciones.
35. Fórmulas fijas de marcha y pleitesía.
36. En el sentido de ‘Jerarca*, ‘Soberano*, no precisamente de dictamina-
dor de pleitos.
37; La reconstrucción es hipotética. Alternativamente se podría suponer
el formulario previo (KTU 1.1 III 12) y situar la construcción del palacio de
Yam en ‘la montaña (de El), el monte Kas* (?). Cf. M. Smith,Tfce Ugaritic Baal
Cyclef pp. 22Jss.
38. Divinidad menor en Ugarit, siempre pretendiendo adelantar su can­
didatura al trono de los dioses en las situaciones que enfrentan a éstos por el
mismo.
39. Texto deficiente y traducción hipotética; una interpretación comple*

60
tamente divergente ofrece de Moor, An Anthoiogy o f Reiigious Texts, p. 36.
Aquí se supone que comienza la realización de la labor encargada, lo que
suscita las expectactivas del dios Athrar, divinidad también de la tierra fértil
en la zona siro-cananea, que espera ser el suplente de Baal y destinatario del
palacio en construcción. Vid. infra KTU 1.6 1 53-67, una nueva aparición del
mismo en similar circunstancia. Para la restauración, cf. línea 19.
40. /: ‘vengará», en el sentido de tomar su partido. La raíz semítica *t'r
tiene el valor genérico de ‘salir en defensa’, no sólo el específicamente árabe
de ‘vengar la sangre’, es decir, el asesinato de un miembro de la familia.
41. /: ‘que no te oiga’, dada la anfibología de la partícula ug. I.
42. Fórmula fija (cf. KTU 1.6 VI 26-29).
43. Fórmula fija que define la situación de inferioridad de un dios no rey
(cf. KTU 1.3 V 38s., entre otros lugares).
44. Texto oscuro. El término ug. npSn, ‘sepultura’, connota probable­
mente el doble sentido de ‘lugar de las almas’ {npií) y ‘garganta’ del dios Mot,
que engulle a los vivos, hombres y dioses, como relatará más tarde el mito (cf.
KTU 1.6 H 21-23).
45. /: ‘tanto si eres como si no eres rey’. Texto oscuro. Podría también
entenderse como dicho por Athtar: ‘íYo soy rey o no lo soy?’; ‘soy rey; si (no)
lo so y ..,’.
46. Reconstrucción hipotética, como otras varias propuestas.
47. Reconstrucción hipotética, que supone la pretensión de ser rey y la
provisional accesión al trono de Yam, una vez construido su palacio.
48. Cf. KTU 1.2 IV lls s . para estos nombres del par de mazas que Kothar
proporciona a Baal para derribar a Yam.
49. Divinidad relacionada con los conjuros según KTU 1.100:57ss.
50. Divinidad de escaso relieve en Ugarit, emparejada normalmente con
Anat, acaso como su doble. La advocación ‘Ashtarte, Nombre de Baal’ perdu­
rará en la práctica ritual feno-púnica.
51. Esta fórmula imprecatoria de maldición reaparece en KTU 1.16 VI
54-57.
52. Reconstrucción hipotética. ‘Padre de años’ (ug. ab fnm) es un califi­
cativo del dios El. Quizá se hace aquí referencia a situaciones como la supues­
ta en KTU 1.114:17ss. Por otro lado, la imprecación parece haber sido escrita
en líneas más cortas que el resto de la columna (?).
53. Designación de la asamblea de todos los dioses reunidos en torno al
dios supremo El. Literalmente: ‘la Asamblea de la Convención’ (ug, phr ttfd).
El santuario del desierto se llama en la Biblia ‘la Tienda de la Convención’ (hb.
‘obel mo‘ed).
54. /• ‘las multitudes (de los hombres)’ (cf. 1.5 VI 24).
55. Otro nombre del Olimpo cananeo, en cuanto sede de la Asamblea
divina y, así, morada también del dios El. Los tres nombres (Huríana, Haisu y
Lula) aparecen documentados en los textos hititas; cf. M. Dietrich y O. Loretz,
Mythen und Epen (in ugaritischer Sprache) IV (TUAT III: Weisheitstexte,
Mythen und Epen), Gütersloh, 1997, p. 1103, n. 4.
56. ¡: ‘a una deberían responder los dioses’, ug. ahd ílm fny.
57. Interpretación incierta. /: ‘un mensajero lleva el báculo ..., entre sus
hombros (lleva) la palabra de su señor’, ug. ntlak bn ktpm rgm b'íh.

61
58. /.- ‘{se secarán]’. Las ‘terrazas’ hacen referencia posiblemente al típico
sistema oriental de cultivo, sobre todo de viñas, en las laderas de las colinas y
montes. De todas las maneras, la versión ‘terrajas’ es controvertida. Podría
tratarse simplemente de ‘tierra de secano, barbecho’ (ug. Sdmt, ‘campos de
M o f [?]).
59. Nombre alternativo de Baal.
60. Interpretación conjetural.
61. Versión hipotética.
62. Todo el trícolon es muy conjetural: unos suponen una descripción
del asustado Baal (De M oor); otros, la de un amenazante Yam (Smith), otros
la de un arrogante Baal (Pardee).
63. /: ‘fui puesto a prueba’, ug. ¿ís.
64. Texto deficiente. /: ‘asaltar’, ‘atacar’; ‘tuve que besar’, ug. aníq.
65. /: ‘en tierra caerá el noble, en el polvo el poderoso’, ug. krs ypl ufa y
u>l ’pr 'zmny.
66. Algunas versiones suponen una forma verbal finita ( ttn) con una dio­
sa imprecisa como sujeto. /: ‘su voz se alzó’, ug. tvttn gb (suponiendo que ug.
g es femenino).
67. /: ‘ya te lo dije’, ug. Irgmt (functor l impreciso).
68. Se trata probablemente de una ‘maza doble’: de dos que actúan como
una. De ahí la ambigüedad de las concordancias gramaticales. Hacen referen­
cia a la prototípica arma doble de Baal: ‘trueno/rayo’,
69. /:Yagarrish. En ambos casos el sentido es: ‘ique expulse!’, uti nomen-
omen.
70. Se trata de un ave de presa de ambigua identificación (ug. «ir, ‘águi­
la, halcón, gavilán’ ...).
71. Su sentido es: ‘¡Que eche fuera todo!’ .
72. Diosa que tiene por epíteto ‘Nombre de Baal’ (cf. n. 50).
73. /: ‘dispérsa(le)’, ug. bt.

62
EL PALACIO DE BAAL
(KTU 1.3-1.4)

El mitema siguiente, desarrollado en las tablillas KTU 1.3 y


1.4, está íntimamente relacionado con el primero, en cuan­
to habla también de la construcción de un palacio, esta vez
el de Baal, al que le corresponde por derecho incuestiona­
ble de victoria y preeminencia. Pero ahora no se trata sólo
de asegurar el derecho de Baal a poseer una morada propia,
sino que su construcción va a dar lugar a una exposición
mitológica de la naturaleza y funciones de este dios.
En este mitema segundo el contraste entre divinidades
está ausente, al menos de la manera preeminente que po­
see en los otros dos. Se inicia con unas escenas de agasajo a
Baal y de desfogue regocijado (¿ritual, magia?) de la pro­
pia fuerza por parte de la diosa Anat, cuyo encaje en la
secuencia del mitema no es claro. Acaso representa la su­
presión de todo resto de oposición a su hermano/esposo
triunfante...
La escena aboca a una cita en que se comunica a Anat el
propósito de Baal de proceder a la construcción de sus atri­
butos básicos, el rayo y el trueno; cita a la que ella, después
de haberse certificado del bienestar de su hermano, respon­
de con presteza, encaminándose a su encuentro. La cita po­
see un eco del mensaje de paz cristiano, mientras la morada
de Baal es definida con la denominación clásica del poste­
rior Santuario de Yahweh en Jerusalén, ‘el Monte de su he­
redad’.
A su llegada, Baal la recibe con agasajos, pero, una vez
junto a él, Anat se entera de un hecho decisivo: este dios no

63
tiene palacio, elemento indispensable para afirmarse como
rey, y que como tal depende del consentimiento del dios
supremo, El. En consecuencia, ella decide encargarse de re­
cabar tal consentimiento, recurriendo incluso a la amenaza
violenta. Tal consentimiento se refiere en primer lugar a su
proclamación como ‘rey de los dioses’, título ya conquistado
por Baal en su lucha con Yam. No conocemos, en todo caso,
la respuesta de El a la solicitud de Anat para poder decidir
sobre el valor de su intervención. Se podría incluso suponer
que, aun estando de acuerdo El con tal petición y habiendo
otorgado su permiso, él mismo le encargue recabar primero
el beneplácito de Ashera y sus hijos, los dioses, pues segu­
ramente la actitud belicosa de Baal y de la misma Anat les ha
enajenado sus voluntades (cf. KTU 1.4 II 21ss.). De todos
modos, ese preciso recurso a Ashera está unido al someti­
miento de Yam y a la exclusión de toda pretensión por parte
de éste, tal como parece sugerirse en KTU 1.4 II 30ss. Esta
súbita aparición de Yam deja en claro que éste ‘no ha sido
aniquilado’, que mitológicamente es siempre el oponente de
Baal (y que los dos episodios son independientes y no for­
man unidad redaccional). Por otra parte, ese recurso a Ashe­
ra tiene probablemente un sentido estructural en el mito si­
rio, en cuanto se precisa la elección/propuesta por parte de
la diosa-madre del candidato a la realeza divina, tal y como
presupondrá KTU 1.6 I 43-55, cuando se trate de nombrar
un dios-rey en lugar de Baal.
Se encarga en consecuencia a los mensajeros divinos
comuniquen a Kothar, el dios artesano, se ponga a las órde­
nes de Baal para construir su palacio, a la vez que ha de
cuidarse de preparar el regalo que es preciso llevar a Ashera
para facilitar su consentimiento. Provistos de los obsequios
que ha fraguado Kothar, Anat y Baal se dirigen a la morada
de la diosa madre, quien los recibe en principio de manera
sobresaltada y poco amistosa. Se deja, no obstante, seducir
por sus regalos y previene las pretensiones o protestas de su
hijo Yam, como decíamos. A continuación, una vez oídas sus

64
quejas y recibido su homenaje, les recomienda homenajear a
su vez al dios supremo El en una especie de galante inter­
cambio de recomendaciones que refleja la igualitaria rela­
ción en que se mueve el prototípico matrimonio de los dio­
ses supremos, que viven cada uno por su cuenta. Se encamina
luego con Anat a la morada de aquél, para llevar a cabo tal
homenaje de valedora/intercesora.
A su llegada, Ei reacciona regocijado y le da la bien­
venida; picaramente disimula su propio encargo e insinúa
que la visita de su esposa tiene acaso intención amatoria.
Ashera se deja de requilorios y, sin más preámbulos, le expo­
ne su deseo, el mismo de Anat, de que sea reconocido Baal
como rey de los dioses por decreto suyo. A la objeción con­
sabida que se alza contra tal pretensión, la falta de palacio,
responde ya esta vez El decretando se le construya a Baal
una casa, oficializando así su encargo previo y dejando en
claro que no es cosa suya la ejecución material del mismo.
Tal decreto llena de júbilo a Ashera, que ordena se comuni­
que apresuradamente a Baal la noticia, orden que le trans­
mije Anat y que Baal se da prisa en poner por obra, citando
y encargándola a su vez a Kothar.
El futuro palacio no es sólo una residencia regia, sino el
baluarte del dominio y providencia de Baal. En el plan, se­
gún este dios, debe entrar la construcción de una claraboya,
a lo que en principio se opone Baal, temeroso de que resulte
una gatera por donde escapen sus hijas o sea burlado por su
enemigo, el dios Yam, siempre al acecho. Pero la reconocida
ventaja de tal apertura le llevará a dar más tarde su consenti­
miento y a asumir los riesgos indicados, una vez seguro de su
poder. Dejando pendiente este asunto, se reúnen los mate­
riales y se construye el palacio, que es inaugurado solemne­
mente con invitación a todos los dioses.
Como rey que posee ya los debidos atributos, se lanza
Baal a una campaña de afirmación de su soberanía regia, de
la que vuelve con el propósito de abrir una claraboya en su
casa, como elemento, sin duda, imprescindible para hacer

65
sentir a todos, dioses y hombres, la eficacia de su voz poten­
te, el trueno, y de su arma, el rayo. Kothar, regocijado por
ver confirmado su consejo, lo ejecuta, y Baal comprueba
cómo su terror se impone a todos sus enemigos.
Baal se siente ahora dispuesto a lanzar un reto definitivo
al último enemigo que le queda, Mot, divinidad que tiene su
trono en el Infierno, y que como tal no puede ser su contrin­
cante por el trono de los dioses y de los hombres, pero que le
puede atacar desde otra perspectiva. Le envía sus mensajeros
con el encargo de hacerle reconocer su soberanía incontras-
tada. Es una buena ocasión para definir la característica vo­
racidad de tal dios y describir a grandes rasgos su infernal
morada.
La tablilla acaba con su propio colofón, pero el motivo
enunciado la relaciona directamente con la siguiente, KTU
1.5, que lo retoma. Por su parte, el mitema del ‘palacio’ po­
dría ser considerado propiamente como un mitema de afir­
mación. En él trata de resaltarse la función del dios Baal, su
protagonista, como divinidad soberana y principal que rei­
na, como señor del trueno, el rayo y la lluvia, con el beneplá­
cito de dioses y hombres, y sin enemigo capaz de hacerle
frente. Su sede gloriosa es la expresión de ese dominio
incontrastado, de su cualidad de dios estable e inconmovible
en su propia función, de su lograda soberanía. En este senti­
do, el tema del ‘palacio’ es el reverso del tema del ‘contraste’
o ‘lucha’ : la confirmación, por decreto divino, de su realeza
conseguida por la victoria.

KTU 1.3 í

La victoria de Baal parece tener una primera celebración en


su ámbito propio, antes de que se ponga en marcha todo el
proceso que aquélla entraña. La escena no presenta al dios
acogido por su corte y agasajado con un brindis, del que el
vino y el canto son elementos constitutivos.

66
Banquete celestial

(Laguna de unas 25 líneas)

El servidor1 de Baal, el Victorioso,


el maestresala del Príncipe, Señor de la tierra,
alzándose preparó (la mesa) y le dio de comer,
apartó lechales2 en su presencia,
con un cuchillo ‘a la sal’ filetes de cebón.
Se aprestó a convidarle y le ofreció de beber,
puso una copa en su mano,
un cáliz entre ambas dos:
el póculo de un gran potentado3,
el copón4 de un héroe celeste;
una copa santa que jamás pudo ver mujer,
un cáliz que ni siquiera Ashera pudo contemplar.
Mil cuartillos cogía de vino,
diez mil combinaba de su mezcla.
Alzándose entonó y cantó
^—los címbalos en manos del aedo— ,
cantó el mancebo de suave voz
ante Baal en las cumbres de Safón.
Contemplaba Baal a sus hijas5,
miraba a Pidray, hija de la luz6,
también a Talay, hija del orvallo.
i [Sabía] a ciencia cierta Pidray
que era la novia [glorio]sa7
y [Talay (?)] .............
(Laguna de unas 12-14 líneas)

KTU 1.3 II

La escena siguiente, cuya ilación con la precedente no es cla­


ra, nos presenta a la diosa Anat empeñada en una sangrienta
carnicería, ejecutada sobre innotos enemigos, enemigos aca­
so de su hermano-esposo Baal. Ella estaría ignorante de su
victoria sobre Yam o quizá la organizaba como celebración
ritual y festiva de la misma. Para ello la diosa se prepara con
un make-up también ritual, que suprimirá una vez cumplida
su acción. En este caso el texto se continúa en la cabecera de
la columna siguiente.

Combate real de Anat

(Laguna de unas 25 líneas)


1

(La pusieron) la alheña de siete doncellas


aroma de coriandro y (esencia de) ostras.
Cerró las puertas de su casa Anat
5 y se topó con los mancebos al pie del monte.
Y entonces Anat se peleó en el valle,
se batió entre (las) dos ciudades8.
Aplastó al pueblo de la orilla del mar,
destruyó a la gente del sol naciente.
A sus pies como bolas (rodaban) cabezas,
10 por encima como langostas (volaban) manos,
como saltamontes en enjambre9 las palmas de los guerreros.
Se ató cabezas al dorso,
se ciñó de palmas la cintura;
las rodillas hundió en la sangre de los guerreros
las pantorrillas en el mondongo de los combatientes.
15 Con (su) fusta desalojó a los ancianos,
con el nervio de su arco a la población10.

Combate ritual de Anat

Y luego Anat a su casa vino,


descendió la diosa a su palacio.
Pero no estaba saciada de su pelea en el valle,
20 de su combate entre (las) dos ciudades.
Dispuso sillas como11 guerreros,

68
preparó mesas como soldados,
taburetes como adalides.
Sin medida se peleó y (lo) contempló
se batió y (lo) estuvo mirando Anat.
Se hinchó su hígado de risa, 25
se llenó su corazón de alegría,
el hígado de Anat de (satisfacción de) triunfo,
mientras las rodillas hundía en la sangre de los guerreros
las pantorrillas en el mondongo de los combatientes.
Hasta la saciedad se peleó en su casa,
se batió entre las mesas. 30

Purificación ritual

Se limpió (luego) de su casa la sangre de los guerreros,


se vertió óleo de paz12 en un plato.
Lavó sus manos la Virgen Anat,
sus dedos la ‘Pretendida de los pueblos’.
Lavó sus manos de la sangre de los guerreros,
sus dedos del mondongo de los combatientes. 35
Dispuso las sillas cómo sillas,
fas mesas como mesas,
los taburetes preparó como taburetes.
Le sacaron agua y (la) lavaron13,
(con) rocío del cielo, aceite de la tierra,
(con) orvallo del Auriga de las nubes14; 40
(con) rocío que los cielos le vertieron,
(con) orvallo que le derramaron las estrellas.
Se maquilló (con esencia de) ostras KTU 1.3
cuya exhalación15 (llega) [a mil acres] en el mar. ui 1
(Laguna de unas 20 líneas)

Como si su hermano Baal contemplara de lejos aquel frenesí


divino, le envía un mensaje recomendándole calma y citán­
dola a su morada, pues tiene algo decisivo que comunicarle.

69
El texto, que se desarrolla ininterrumpidamente a lo largo de
las columnas III y IV, describe la reacción de Anat ante tal
misiva y su marcha, primero a la morada de Baal, en aten­
ción a su cita, y luego a la de El, para conseguirse conceda a
' Baal el palacio que le corresponde.

Mensaje de Baal a Anat

— [¡Que se vierta óleo de paz en un plato,


que lave sus manos la Virgen Anat
sus dedos la ‘Pretendida de los pueblos’].
[Que coja la lira en sus manos16],
5 que coloque la cítara a su pecho
(y) cante el amor de Baal, el Todopoderoso,
el cariño de Pidray, hija de la luz,
el afecto de Talay, hija del orvallo,
el amor de Arsay, hija de la ‘crecida’ 17.
Como jóvenes sirvientes habéis de entrar,
10 a los pies de Anat inclinaos y caed,
postraos (y) rendidle honores.
Y decid a la Virgen Anat,
repetid a la ‘Pretendida de los pueblos’;
— Mensaje de Baal, el Todopoderoso,
palabra del más potente de los héroes:
15 — Sal al paso de la guerra'8 en la tierra,
pon en las estepas concordia19,
derrama paz en el seno de la tierra,
reposo en las entrañas del campo.
Empuña tu asta (y) tu maza20,
20 hacia mí tus pies se den prisa,
hacia mí se apresuren tus pasos.
Pues tengo un asunto que voy a comunicarte,
una palabra que quiero repetirte.
Es el dicho del árbol y la charla de la piedra:
el cuchicheo de los cielos con la tierra,
25 de los abismos con las estrellas:

70
la ‘piedra’ del rayo, que no comprenden los cielos,
la voz que no comprenden los hombres,
ni entienden las multitudes de la tierra.
Ven y yo te lo revelaré
en mi montaña divina, Safón,
en (mi) santuario, en el monte de mi posesión, 30
en el lugar de delicia, en la cumbre del triunfo21.
.....

Reacción de Anat

Apenas Anat atisbó a los dos dioses,


a ella los pies le temblaron,
por detrás el lomo se le dobló,
por encima su rostro se puso a sudar;
se contrajeron las junturas de su lomo, 35
los músculos23 de espalda.
Alzó su voz y exclamó:
— ¿Cómo es que llegan Gapán y Ugar2'1?
¿Qué enemigo ha salido a Baal,
adversario al Auriga de las nubes?
¿No aplasté yo al Amado de El, Yam,
no acabé con Nahar, dios grande25?
¿No amordacé al Dragón26, 40
cerré27 su [boca]?
Aplasté a la Serpiente tortuosa,
al Tirano de siete cabezas28.
Aplasté al Amado de El, Arish29,
aniquilé al Novillo divino, Atik.
Aplasté a la Perra divina, Ishat, 45
acabé con la hija dé El, Dubub30.
Me pelearé31 por la plata, me posesionaré del oro
del que quiera echar a Baal de las alturas de Safón, KTU 1.3
expulsándole32 como un pájaro de sus dominios33, /V1
arrojarle de su trono regio,
del diván, del solio de su poder.

71
¿Qué enemigo ha salido a Baal,
adversario al Auriga de las nubes?

Transmisión del mensaje

5 Respondiéronle los mancebos, esto le repondieron:


— Ningún enemigo salió a Baal,
ni adversario al Auriga de las nubes.
Mensaje de Baal el Todopoderoso,
palabra del más potente de los héroes:
— Sal al paso de la guerra en la tierra,
pon en las estepas concordia,
10 . derrama paz en el seno de la tierra,
reposo en las entrañas del campo.
Empuña tu asta (y) tu maza,
hacia mí tus pies se den prisa,
hacia mí se apresuren tus pasos.
[Pues tengo un asunto] que voy a comunicarte,
una palabra [que quiero repetirte].
15 [El dicho] del árbol y la charla de la [piedra];
[la voz que no comprenden] los hombres,
[ni] entienden [las multitudes] de la tierra.
[el cuchicheo de los cielos con la ti]erra,
de los abismos [con las estrellas];
[la ‘piedra’ del rayo], que no conocen los cielos.
[Ven y yo] te lo revelaré
[en mi montaña] divina, Safón,
20 en (mi) santuario, en el monte de mi posesión34.

Respuesta de Anat

Y respondió la Virgen Anat,


replicó la [‘Pretendida] de los pueblos’;
— [Yo35] saldré al paso de la guerra [en la tierra],
[pondré] en las estepas concordia,
derramaré [paz] en el seno de la tierra,

72
[reposo] en las entrañas del campo.
Ponga [en los cielos] Baal sus nubes36,
encienda [el Auriga de las nubes sus relám] pagos-
(que) yo saldré al paso de la guerra en la tierra,
pondré en las estepas concordia,
derramaré paz en el seno de la tierra,
reposo en las entrañas dei campo.
Y otra cosa voy a decir (os):
idos, idos, heraldos divinos;
vosotros podéis ir despacio, pero yo he de dejar
Ughar38 por el dios más lejano,
Inbub por la divinidad más distante,
a dos capas por debajo de las fuentes de la tierra,
a tres medidas (?) de las profundidades39.

Llegada ante Baal

Puso así entonces cara


hacia E^aal en las alturas de Safón.
Desde mil acres, diez mil fanegas
la marcha de su hermana Baal vio,
el paso ligero, sí, de la hija40 de su padre.
Apartó a las mujeres41 de su presencia,
puso una res de vacuno ante ella,
un cebón directamente ante su vista.
Le sacaron agua y (la) lavaron
(con) rocío del cielo, aceite de la tierra,
(con) rocío que los cielos le vertieron,
(con) orvallo que le derramaron las estrellas.
Se ungió (con esencia de) ostras
cuya exhalación (llega) a mil acres [en el mar]42.

(Laguna de unas 15 líneas)


Situación de Baal y respuesta de Anat

— [No tiene] casa [Baal, no, como los dioses],


[ni mansión] como los hijos de [Ashera],
[la morada de El es el cobijo] de su hijo.
La morada [de la Gran Dama, Ashera del Mar],
50 (es) la morada de Pidray, [hija de la luz],
[el cobijo] de Talay, hija del orvallo,
[la morada de Arsay], hija de la crecida,
[la morada de las novias] gloriosas43.
Y respondió la Virgen Anat:
— Me hará caso a mí el Toro El, mí padre,
a mí me hará caso y a él [le haré caso yo]44.

KTU 1.3 Pues le puedo arrastrar como un cordero por tierra,


vi [hacer correr] por su canicie sangre,
por la canicie de su barba [humores],
en caso de que no dé una casa a Baal como a los (otros) dioses,
[una mansión] como a los hijos de Ashera.

Marcha de Anat cabe El y su respuesta

5 [Apoyó los] pies y [saltó]45 a tierra,


[puso] entonces [cara]
[hacia El] (que mora) en la fuente de los dos raudales,
[en el seno del venero de los dos océanos].
Se dirigió a la gruta (?) de El y entró
[en la morada] del Rey, Padre [de años]4é.
Sollozando47 entró en la gruta48,
del creador [y] padre [de los dio]ses49.
10 Su voz escuchó el Toro El, su padre.
Respondió El desde las siete estancias,
desde las ocho [antesalas50:

15

74
51

— La Luminaria de los dioses, Shapash,


[abrasando] está el vigor53 de los cielos
en manos [del hijo de El, Mot53].

Diálogo entre El y Anat

Y respondió la Virgen Anat:


— [En la estructura] de (tu) casa, ioh El!, 20
en la estructura54 de tu casa no te complazcas,
no te alegres en la excelsitud de tu palacio.
De seguro55 yo puedo alcanzarlos con [mi diestra],
deshacer(Ios) con la potencia de mi largo brazo.
Puedo machacarte a ti la mollera,
hacer correr por tu canicie [sangre], 25
por la canicie de tu barba humores56.
Respondió El desde las siete estancias,
desde las ocho antesalas:
— Ya sé, hija, que eres [irascible57],
que no hay entre las diosas oposición58 como la tuya.
¿Qué deseas, ¡oh Virgen Anat!?
Y respondió la Virgen Anat:
— ¡Tu mensaje, El, es sabio, 30
sabio eres59 tú por la eternidad!
¡Dichosa vida la de tu mensaje!:
‘¡Nuestro rey es Baal, el Todopoderoso,
nuestro Juez, al que no hay quien supere!’.
Todos a una su cáliz60 le llevaremos,
todos a una le llevaremos su copa.
Suspirando exclamó61 así el Toro El, su padre, 35
El, el rey que le estableció;
exclamaron Ashera y sus hijos,
la diosa (madre) y el clan de sus parientes:
— No tiene casa Baal, no, como los dioses,
ni mansión como los hijos de Ashera,
la morada de El es el cobijo de su hijo. 40

75
La morada de la Gran Dama, Ashera del Mar,
(es) la morada de [Pidray], hija de la luz,
[el cobijo] de Talay, [hija] del orvallo,
la morada de [Arsay, hija de la crecida],
' la morada [de las novias gloriosas].
(Laguna de unas 15 líneas)

KTU 1.3 VI

El repetido lamento o constatación con que acaba la colum­


na precedente conduce a buscar un remedio a la situación
que haga viable la proclamación de Baal como rey: se envía a
los dióscoros de la diosa madre hacia el dios artesano para
que intervenga en el asunto. Nos ha quedado sólo el formula­
rio que describe su marcha.

Encargo de mensaje

(Laguna de unas 10 líneas)


1 ............
— [Llevad mi mensaje en] vuestra cabeza,
[mis palabras] en vuestra frente
5 [y pasad] través de] mil [acres por] el mar,
diez mil [fanegas] por los dos raudales.
Pasad cimas, pasad alturas62,
pasad la zona del horizonte63 celeste;
10 apresuraos64, ¡oh tritones65 de Ashera!,
marchad, ¡oh Qadesh-Amrar!66.
Así, pues, poned cara
hacia Menfis, que de (un) dios es todo él:
15 Creta es la sedé de su trono,
Menfis, la tierra de su propiedad.
A través de mil acres, diez mil fanegas67,
a los pies de Kothar inclinaos y caed,
20 postraos y rendidle honores.
Y decid a Kothar-Hasis,

76
repetid a Hayán, el artesano ambidiestro:
— Mensaje de [Baal, el Todopoderoso68],
[palabra del más potente de los héroes]

(Laguna de unas 20 líneas)

KTU 1.41

La nueva tablilla se inicia con la transmisión del mensaje


cuya primera formulación como encargo quedó truncada.
Incluye la repetición del clamor de los dioses ante la situa­
ción de falta de morada apropiada y propia que sufre el pre­
tendiente a rey de los dioses, Baal, cuyo reconocimiento ha­
bía ido Anat a reclamar. Un rey sin palacio es inimaginable.
Se pone así en antecedentes al dios artesano que ha de llevar
a cabo su construcción. Pero la operación es de tal enverga­
dura que previamente se ha de conseguir la acquiescencia de
la diosa madre, que ha de asumir como propia la propuesta (a
ella corresponde señalar el pretendiente, como veremos de
nuevo en KTU 1.6143ss.), presentarla ante el dios supremo y
recabar su consentimiento. Para ello los regalos que fragüe
Kothar servirán de argumento persuasivo en manos de Baal y
Anat, que se dirigirán con ellos a solicitar la intervención de
Ashera. Ésta acepta y van todos juntos luego a recabar el con­
sentimiento del dios El. Este lo otorga a su esposa sin obje­
ción alguna y en consecuencia Kothar pone manos a la obra.
Una vez construido, Baal exhibirá desde él todo su poder.

Encargo a Kothar

(Laguna de unas 20 líneas)

[Suspirando ha exclamado así] el Toro [El, su padre],


El, el rey [que le estableció];
[han exclamado] Ashera [y sus hijos],
la diosa (madre) [y el clan de sus parientes]:
10 — [No tiene casa Baal, no, como los dioses],
[ni mansión como los hijos de Ashera],
la morada de El es el cobijo de su hijo.
15 La morada de la Gran Dama, Ashera del Mar,
(es) la morada de las novias gloriosas;
la morada de Pidray, hija de la luz,
el cobijo de Talay, hija del orvallo,
la morada de Arsay, hija de la crecida,
20 — Y otra cosa voy a decirte:
Cuídate, por favor, del agasajo
de la Gran Dama, Ashera del Mar,
del obsequio de la Progenitora de los dioses.

Ejecución del encargo

Hayán subió a los fuelles de la fragua,


en las manos Hasis (cogió) sus mangos.
25 Fundió plata, derritió oro.
fundió plata por miles (de sidos),
oro fundió por miríadas.
Fundió un dosel y un lecho,
30 un estrado divino69 de veinte mil (sidos).
Un estrado divino vaciado en plata,
cubierto con ‘baño’ de oro.
Un solio divino, un diván de metal precioso,
35 un escabel divino esmaltado en electro.
Unas andas70 divinas con 'abrazaderas’71
sobre sus varales de oro72.
Una mesa divina que estaba repujada con especies de animales;
40 con bestias de los fundamentos de la tierra.
Una fuente divina de elaboración al estilo de Amurru,
de forma al estilo de la tierra de Yamán73,
en la que había toros salvajes a miríadas.

78
KTU 1.4 II

La doble línea con que se cierra la columna anterior está su­


poniendo de nuevo una repetición de fórmulas, impuestas
por el estilo de mensaje y marcha, a la vez que un cambio de
escena. De hecho, la segunda columna nos traslada a la mo­
rada de la diosa madre, sorprendida en sus quehaceres do-
méstico-conyugales; preparándose, quizá, para atraerse a su
lejano cónyuge. La inesperada llegada de Baal y Anat la pone
en guardia, ante la triste experiencia que su comportamiento
con Yam y adláteres le ha proporcionado.

Escena de conjuro

(Laguna de unas 16 líneas)


............ 1

Cogió ella su huso [en la mano],


el uso del conjuro74 en su diestra.
Su túnica (?), que cubría su carne, 5
se quitó75, su vestido junto al mar,
su doble túnica (?) junto a los dos raudales.
Puso un puchero al fuego,
una cazuela encima de las brasas.
Cojuró76 al Toro El, el Entrañable, 10
se propició al Creador de las creaturas.

Reacción de Ashera

Al alzar sus ojos la vio,


la marcha de Baal Ashera sí contempló,
la marcha de la Virgen Anat, 15
el paso ligero de la ‘Pretendida [de los pueblos]’.
A ella los pies [le temblaron],
[por detrás] el lomo [se le dobló],
[por encima] su rostro se puso a sudar;

79
se contrajeron [las junturas de su] lomo,
20 los músculos de su espalda77.
Alzó su voz y exclamó:
— ¿Cómo es que llega Baal, el Todopoderoso,
cómo es que llega la Virgen Anat?
¡Mis asesinos son ellos, los asesinos de mis hijos,
25 ellos [los destructores] del clan de mis parientes!
(Pero) el reflejo de la plata vio Ashera,
el reflejo de la plata y el brillo del oro.
Se alegró la Gran Dama, Ashera del Mar,
(y) en voz alta a sus mancebos así gritó:
30 — ¡Mirad los bien forjados objetos (y) [detened a Yam]78,
tritones de la Gran Dama Ashera [del M ar]!
Coge una red en tus manos, [Qadesh],
una barredera con ambas manos, [Ammrar].
Sobre el amado de El, Yam, [echadla],
35 sobre Yam, el dios que [puede rebelarse (?)],
sobre Nahar, el dios que [puede atacar (?)]
a Baal, el Todopoderoso,...
a la Virgen A n at,...
(Texto irreconstruible de unas 10 líneas)

KTU 1.4 III

Pero también Baal tiene motivos de queja por el comporta­


miento de los otros dioses, sobre todo Yam, para con él, a
pesar de su reconocido triunfo y derecho a la realeza. El en­
cuentro con la diosa madre equilibrará la situación.

Queja de Baal

(Laguna y texto irreconstruible de unas 1 2 + 5 líneas)

5 ...........
— [El] te asegurará [por siempre],
de generación en generación [el vigor] de tu vida

80
y el aliento que [en ti mora (?)],
ioh dios detentor de la realeza!79.
Replicó Baal, el Todopoderoso,
se pronunció el Auriga de las nubes:
— Puesto en pie se aprestó (Yam [?]) a resistirme,
se alzó a escupirme
en medio de la asamblea de los dioses80.
Se puso [inmundicia] en mi mesa,
abominación en !a copa que yo bebo.
—Pues dos sacrificios abomina Baal,
tres el Auriga de las nubes:
el sacrificio de desvergüenza y el de lujuria,
el sacrificio de lascivia con esclavas.
Pues en él la desvergüenza de veras está patente,
y en él hay trato lascivo de esclavas.

Diálogo cortés

Después81 (que) llegó Baal, el Todopoderoso,


llegó la Virgen Anat,
agasajaron a la Gran Dama, Ashera del Mar
obsequiaron a la Progenitora de los dioses.
Y respondió la Gran Dama, Ashera del Mar:
— ¿Cómo es que agasajáis a la Gran Dama, Ashera del Mar,
obsequiáis a la Progenitora de los dioses?
¿Habéis agasajado (ya) al Toro El, el Entrañable,
y obsequiado al Creador de las creaturas?
Y respondió la Virgen Anat:
— Agasajamos (ahora) a la Gran Dama, Ashera del Mar,
obsequiamos a la Progenitora de los dioses.
[Luego] le obsequieremos a él.
[Se acomodó82] Baal, el Todopoderoso,
[se acomodó] la Gran Dama, Ashera del Mar,
[se acomodó] la Virgen Anat.
[Mientras] comían y bebían [los dioses],
[se proporcionaron] res(es) [lechal(es)],
[con un cuchillo] ‘a la sal’ filetes de cebón.
[Bebieron] en cáliz vino,
[en copa de oro] sangre de cepas ...]si.
(Laguna de unas 9 líneas)

KTU 1.4 IV

Convencida de la buena causa de Baal, Ashera se pone en


marcha hacia la morada de su esposo, El. Una vez recabado
su consentimiento, se procederá a la edificación del palacio
de Baal, de la que se encargará el dios artesano, Kothar. Un
sacrificio festejará su culminación. El texto se extiende de
manera ininterrumpida a lo largo de las columnas IV-VI.

Preparativos y viaje de Ashera

(Laguna de unas 12 líneas)


1 [Y respondió la Gran Dama], Ashera del Mar:
— [Escuchad, ioh Qadesh-JAmrar,
[tritones de la Gran Dama], Ashera del Mar:
[Enjaezad el asno], aparejad el macho,
5 [poned los jaeces] de plata,
[las gualdrapas] de oro (amarillo),
preparad eí jaez de ia borrica84.
Escucharon Qadesh-Amrar,
enjaezaron el asno, aparejaron el macho,
10 pusieron los jaeces de plata,
las gualdrapas de oro (amarillo),
prepararon el jaez de la borrica.
Tomaron en brazos Qadesh-Amrar
y pusieron a Ashera a lomos del jumento,
15 en lo mejor de la grupa del macho.
Qadesh se puso a iluminar85,
Amrar como una estrella por delante.
Seguía detrás la Virgen Anat,
mientras Baal se marchó a las alturas de Safón.

82
Así, puso entonces cara
hacia El, (que mora) en la fuente de los dos raudales,
en el seno del venero de los dos océanos.
Se dirigió a la gruta de El y entró
en la morada del Rey, Padre de años*-’.
A los pies de El se inclinó y cayó,
se postró y le rindió honores.

Acogida, diálogo y concesión

Apenas ta vio El,


desfrunció el ceño y se echó a reír.
Sus pies en el escabel apoyó
y retorció sus dedos.
Alzó su voz y exclamó:
— ¿Cómo es que llega la Gran Dama, Ashera del Mar?,
¿cómo es que viene la Progenitora de los dioses?
Sin duda tendrás hambre, toma un bocado,
o si tienes sed, bebe un trago87.
Come o bebe,
come de las mesas viandas,
bebe en cáliz vino,
en copa de oro sangre de cepas.
¿Acaso88 el amor de El, el Rey, te ha excitado,
el afecto del Toro te ha conmovido?
Y respondió la Gran Dama, Ashera del Mar:
— ¡Tu mensaje, El, es sabio,
sabio eres tú por la eternidad!
¡Dichosa vida la de tu mensaje!:
— ¡Nuestro rey es Baal, el Todopoderoso,
nuestro Juez, al que no hay quien supere!’.
Todos a una su cáliz le llevaremos,
todos a una le llevaremos su copa®9.
[Suspirando] exclamó así el Toro El, su padre,
El, el Rey que le estableció.
Exclamaron Ashera y sus hijos,
ía diosa (madre) y el clan de sus parientes:
50 — No tiene casa Baal, no, como los dioses,
ni mansión como los hijos de Ashera,
la morada de El es el cobijo de su hijo.
La morada de la Gran Dama, Ashera del Mar,
(es) la morada de las novias gloriosas;
55 la morada de Pidray, hija de la luz,
el cobijo de Talay, hija del orvallo,
la morada de Arsay, hija de la crecida,
Y respondió el Benigno, El, el Entrañable:
— ¿Pero acaso un esclavo soy yo, un criado de Ashera?;
60 ¿acaso un esclavo soy yo que empuña la llana
o es una esclava Ashera
para dedicarse a hacer ladrillos?
KTU 1.4 V ¡Construyase una casa a Baal como (la de) los dioses,
1 una mansión, sí, como (la de) los hijos de Ashera!
Respondió la Gran Dama, Ashera del Mar:
— ¡Grande eres, El, en verdad eres sabio!
La canicie de tu barba de veras te instruye,
5 la compasión90 que abriga (?) tu pecho.
Ya que así podrá almacenar su lluvia Baal,
hacer acopio de abundancia de nieve91.
Y podrá dar su voz desde las nubes,
fulminar a la tierra rayos.
10 ¡Que una casa de cedro le acaben
o (, en todo caso,)/y una casa de ladrillo le levanten!*2.

Comunicación de la concesión

Comuniqúese, pues, a Baal, el Todopoderoso:


— Convoca una cuadrilla en tu casa,
una brigada93 dentro de tu palacio.
15 Que te aporten los montes abundante plata,
las colinas el más preciado oro,
que te aporten las más nobles gemas.
Y construye una casa de plata y oro,

84
una casa del más puro lapislázuli.
Se alegró la Virgen Anat, 20
alzó los pies y saltó a tierra94.
Así, puso entonces cara
hacia Baal (que mora) en las alturas de Safón,
a través de mil acres, diez mil fanegas95.
Se rió la Virgen Anat, 25
alzó su voz y exclamó:
— Entérate, Baal, de fas nuevas que te traigo:
se te va a construir una casa como (la de) tus hermanos,
una mansión como (la de) tus parientes.
Convoca una cuadrilla en tu casa,
una brigada dentro de tu palacio. 30
Que te aporten ios montes abundante plata,
las colinas el más preciado oro;
y construye una casa de plata y oro,
una casa del más preciado lapislázuli.

Ejecución de la obra

Se alegró Baal, el Todopoderoso, 35


convocó una cuadrilla en su casa,
una brigada dentro de su palacio.
Le aportaron los montes abundante plata,
las colinas el más preciado oro,
le aportaron las más nobles gemas. 40
Envió por Kothar-Hasis.

(Ahora) se vuelve a recitar ‘cuando son enviados mancebos-


[mensajeros1.

Encargo de Baal

Después (que) llegó Kothar-Hasis


puso un buey ante él, 45

85
un cebón directamente ante su vista97.
Se (le) preparó un trono y se (le) sentó
a la diestra de Baal, el Todopoderoso.
Mientras comían (y) bebían los dioses,
respondió Baal, el Todopoderoso,
50 replicó el Auriga de tas nubes:
— [De prisa] una casa, Kothar,
de prisa alza un palacio;
de prisa una casa has de construir,
de prisa has de alzar un palacio
55 en las cumbres de Safón.
Mil acres abarcará la casa,
diez mil fanegas el palacio.
Y respondió Kothar-Hasis:
— Escucha, ¡oh Baal, el Todopoderoso!,
60 atiende, ¡oh Auriga de las nubes!
Voy a poner una claraboya en la casa,
una ventana en el palacio98.
Y respondió Baal, el Victorioso:
— No pongas claraboya en [la casa],
65 (ni) ventana en el palacio.

............ (?)
KTU 1.4 Y respondió Kothar-Hasis:
Vi l — Ya atenderás, Baal, a mis palabras.
Repitió su frase Kothar-Hasis:
— Escucha, por favor, ¡oh Baal, el Todopoderoso!
5 Déjame poner una claraboya en la casa,
una ventana en el palacio".
Y respondió Baal, el Poderososo:
— No pongas claraboya en la casa,
(ni) ventana en el palacio,
10 no desaparezca [Pidray], hija de la luz,
[huya (?) Talay], hija del orvallo;
[no se alce] el amado de El, Yam,

86
[y se apreste] a resistirme y escupirme100.
[Votvió] a responder Kothar-Hasis: 15
— Ya atenderás, Baal, a mis palabras.

Ejecución del encargo

[Los dioses (?)101] a construir su casa


[se apresuraron (?)], a alzar su palacio.
[Marcharon] al Líbano y a sus bosques,
al Shiryón, codiciado102 por sus cedros.
¡Oh, sí, el Líbano y sus árboles, 20
el Shiryón, codiciado por sus cedros!
Encendieron fuego en la casa,
llamas en el palacio.
Así un día y otro
devoró el fuego en la casa, 25
las llamas en el palacio.
Un tercer (y) cuarto día
devoró el fuego en la casa,
lasilamas en el palacio.
Un quinto (y) sexto día
devoró el fuego en la casa, 30
las llamas en el palacio.
Y, ¡mira!, al séptimo día
se extinguió el fuego en la casa,
las llamas en el palacio.
Se había convertido la plata en láminas,
el oro transformado en ladrillos. 35
Se alegró Baal, el Todopoderoso.
— Mi casa de plata he construido,
mi palacio de oro.
La distribución103 de su casa Baal dispuso,
Hadad dispuso la distribución de su palacio.

87
Banquete de inauguración

40 Degolló bueyes y también ovejas,


abatió toros y carneros cebones,
novillos de un año,
corderos, lechales a montones104.
Invitó a sus hermanos a su casa,
45 a sus parientes a su palacio,
invitó a los setenta hijos de Ashera.
Abasteció a los dioses de corderos (y) vino,
abasteció a las diosas de corderas [(y) vino (?)],
abasteció a los dioses de toros (y) vi[no],
50 abasteció a las diosas de vacas [(y) vino (?)],
abasteció a los dioses de solios (y) vino,
abasteció a las diosas de asientos [(y) vino (?)],
abasteció a los dioses de jarras (y)/de vino,
abasteció a las diosas de tazas [(y)/de vino (?)]l0S.
55 Mientras comían (y) bebían los dioses,
se proporcionaron reses lechales,
con un cuchillo ‘a la sal’ filetes de cebón.
Bebieron en cáliz vino,
[en copa] de oro sangre [de cepas]10á.
(Laguna de unas 7 líneas)

KTU 1.4 VII


(La laguna textual entre las columnas VI y VII no es muy
significativa. La escena de festiva celebración se continúa,
mientras Baal ultima la disposición de su palacio y comienza
a manifestar su poder desde él. En el cénit de su gloria lanza
un reto a su definitivo enemigo, el dios Mot).

Toma de posesión del trono y del reino

1 ... [en su casa (?)] de lapislázuli.


[Se sentó (?) en su trono] Baal, el Todopoderoso,
en [el solio del po]der.

88
El amado de El, Yam, [hacía de escabel (?)],
[sus pies reposaban (?)] sobre su cabeza.
El dios [Hadad (?)] se alejó (luego) de la montaña,
mientras [se divertían (?)] los dioses en Safón.
Pasó [de ciudad] en ciudad,
se paseó de villa en villa.
Sesenta y seis ciudades tomó,
setenta y siete villas;
ochenta Baal [asoló],
noventa Baal [desalojó (?)]107.
[Hadad] a [su palacio volvió],
Baal dentro de (su) casa.

Afirmación de soberanía

Y respondió Baal, el Todopoderoso:


— Voy a poner a Kothar hoy mismo,
a Kothar con esta misma fecha108,
a que abra una ventana en la casa,
una claraboya en el palacio;
que abra incluso una aspillera en la nubes,
conforme a las palabras del (mismo) Kothar-Hasis.
Se echó a reír Kothar-Hasis,
alzó su voz y exclamó:
— ¿No te lo dije, ioh Baal, el Victorioso!,
que ya atenderías, Baal, a mis palabras?
Abrió una ventana en la casa
una claraboya en el palacio,
abrió Baal una aspillera en las nubes.
Su voz109 santa Baal emitió,
repitió Baal la [expresión] de sus labios.
Su voz santa [hizo temblar] la tierra,
la expresión de [sus labios] los montes.
— Voy a hacer temblar ai más oculto [...]'l0;
[las alturas (?)] primordiales,
los altos de la tierra temblarán.
35 Los enemigos de Baal (se a)cogieron (a) los bosques,
los adversarios de Hadad (a) las laderas del monte.
Y respondió Baal, el Todopoderoso:
— Enemigos de Hadad, ¿por qué os asustáis,
por qué teméis los dardos del ‘Valeroso’111?
40 Los ojos de Baal preceden a sus manos,
cuando se dispara el asta de cedro de su diestra’12.
¿Después que se ha sentado Baal en su casa11-5,
alguien, rey o no,
una tierra de dominio establecerá?114.
45 ¿Un correo no he de enviar (ahora) al divino Mot,
un heraldo al amado de El, el Adalid,
de modo que grite a M ot en su alma,
se instruya el amado de El en su interior?115.
50 Yo soy el único que reinará sobre los dioses,
el que de veras engordará a dioses y hombres,
el que saciará a las multitudes de la tierra.

Envío de mensajeros a Mot

En voz alta a sus mancebos Baal así gritó:


— Mirad, Gapán y Ugar116:
55 en oscuridad está envuelto el mar,
en densa tiniebla [las cumbres primordiales]117.
Las alas de las bandadas (de aves)118 (?) [se abrasan (?)],
de las nubes [las bandadas] bajan,
[de tos cielos las aves] descienden (?).
(Laguna de unas 9 líneas)

KTU 1.4 VIII

Después de una breve interrupción, qué contenía el resto de


las instrucciones de Baal, el texto nos describe el envío de los
mensajeros a la morada de Mot, el ‘Infierno’ cananeo. En la
laguna final, omitida la repetición de la llegada de los mensa­
jeros y la entrega de su mensaje, se describía probablemente
la respuesta de Mot.

90
— Así, pues, poned cara 1
hacia el monte Targhuziza,
hacia el monte Tharrumagi^, t
hacia los dos alcores del confín de la tierra.
Alzad la montaña sobre las manos, 5
el macizo encima de las palmas,
y descended a la morada de reclusión120 de la ‘tierra’,
contaos entre los que bajan a (esa) ‘tierra’.
— Así, pues, poned cara 10
hacia su ciudad ‘Fangosa’,
(pues) una poza es el trono de su sede,
un lodazal121 la tierra de su posesión.
Y prestad atención, heraldos divinos: 15
no os acerquéis (demasiado) al divino Mot,
no os ponga como un cordero en su boca,
como un lechal en la abertura de su esófago quedéis 20
[triturados122.
(Pues) la Luminaria de los dioses, Shapash,
abrasando está el vigor de los cielos123
por manos del amado de El, Mot.
A nfll acres, diez mil fanegas, 25
a los pies de M ot inclinaos y caed,
postraos y rendidle honores,
y decid al divino Mot, 30
repetid al amado de El:
— Mensaje de Baal, el Todopoderoso,
[palabra] del más potente de los [héroes]:
— Mi casa [de plata] he construido, 35
[mi palacio de o r o ]...
[He invitado (?)] a mis hermanos, [a toda mi estirpe],
a mis hermanos [he invitado] a mi morada, 40
[a mi estirpe] dentro [de mi palacio].
[No] invito [sin embargo al divino] Mot,
[para que no se sacie el hi]jo de El,
[engor]de ei amado [de El, el héro]e. 45
[Partieron Gapán] y Ugar ...

91
Respuesta-mensaje de Mot

[Y respondió el Amado de El, Mot:


— Así, pues, poned cara
bada Baal (que mora) en las alturas de Safón.
Y decid a Baal, el Todopoderoso,
repetid al Auriga de las nubes:
—Mensaje del divino Mot,
palabra del amado de El, el Adalid:
— Sábete que mi apetito es el apetito del león de la estepa,
o, si se quiere, la gana del tiburón (que mora) en el mar;
o bien (el ansia de) la alberca que buscan los toros salvajes,
(de) la fuente (que anhela), sí, la manada de ciervas;
o, (dicho) sin ambages,
mi apetito devora a montones.
Y es verdad que a dos manos yo engullo
y que son siete las raciones de mi plato
y que mi copa mezcla (vino) a raudales.
Invítame, pues, Baal, junto con mis hermanos,
convídame, Hadad, junto con mis parientes
a córner con mis hermanos viandas
y a beber con mis parientes vino,
éHas acaso olvidado, Baal,
que voy de veras a destruirte,
que voy a machacarte?].

Borde [El escriba fue Ilimilku, M ijnistro-Oficiante125 de


Niqmad, Rey de Ugarit.

N OTAS

1. £1 texto previo parece mencionar una divinidad desconocida, de


nombre (p)rdmn. De Moor la relaciona con el griego Radamantis, que reinaba
en los Campos Elíseos* Aquí parece prsentarse como ‘servídorTmaestresala’
de Baal. Cabe la traducción en forma verbal: csirvió7‘atendió,>ug. ebd*
2, Cf. el texto paralelo KTU 1.4 VI 56ss. Aquí ha caído probablemente la
palabra <mrgtm>. Pero también cabría traducir independientemente ug. td
por ‘pechuga’, como pieza selecta de carne.

92
3. /: ‘un vaso grande, imponente de aspecto’, ug. bk rb c'pn ri.
4. Leyendo ug. ridn.
5. Nada sabemos de la consorte que le diera tales hijas. Estas resultan
ser la encarnación de sus atributos como dios de la fertilidad.
6. !\ ‘del rocío/aguamiel’, ug. ar. Pero en ug. rocío propiamente es ti.
7. Cf, KTU 1.2 4:26. El texto es, de todas las maneras, fragmentario y
oscuro; la interpretación, hipotética.
8. /: ‘en campo abierto’, ug. bn qrytm, mejor que suponer una referen­
cias a dos ciudades concretas.
9. /: ‘como cáscaras de plátano’; cf. DLU 160 (grm), para las diversas
sugerencias de interpretación.
10. El par ug. íblmdnt, traducido aquí por ‘ancianos’/‘población’, tiene
otras interpretaciones: ‘ancianos'/‘veteranos’; ‘fuertes’/'soldados’; ‘jóvenes’/
‘prisioneros’/1...... ’; ‘raptores’/1opositores’. La diosa no se ensaña con
estos sujetos, simplemente los ahuyenta; podría representar el pueblo no mili­
tante, descrito por sus componentes sociológicos: ‘ancianos’ (como clase diri­
gente) y el resto de la población. Tai polaridad es bien conocida en la literatu­
ra oriental.
11. Como si se tratara de una invitación. /: ‘como si fuesen’ > ‘para ser’,
ug. ksat Imhr/tlhnt ¡sbim, en una especie de combate mímico. Cf. en línea 36
la misma construcción: ‘las sillas como sillas’ (> ‘para volver a ser’), ug. ksat l
ksat, mientras en este caso la versión ‘para’ o ‘sobre’ tiene escaso sentido: se
trata entonces de restablecer el uso normal del mobiliario, una vez cumplida
la acción mímico-ritual; /: para los.
12. /: ‘aceite puro, virgen’, ug. Smn slm.
13. /: ‘sacó agua y se lavó’, ug. thspn ... trhs. Pero esta última forma
verba’f(ír) no apoya tal versión; se esperaría una forma reflexiva.
14. Epíteto clásico de Baal como dios de la tempestad y la lluvia fecun­
dante.
15. /: ‘morada’ (cf. KTU 1.3 IV 45s.).
16. Texto reconstruido a partir de KTU 1.101:14ss.
17. Versión conjetural, generalmente asumida, de y’bdr.
18. /: ‘ofrece pan de paz’, ug. qryy bars ntlhtnt.
19. /: ‘pon ... mandragoras/ofrendas de amor’, ug. s i ... ddym.
20. Cf. p. 59, n.15.
21. Para esta fraseología cf. p. 5 9 , n.17.
22. La doble línea indica la omisión de una parte de texto conocido. En
este caso, posiblemente el formulario de marcha de los mensajeros, que en el
estilo de mensaje sigue a su encargo; cf. MLC 52ss. A continuación se les
supone ya llegados ante la diosa.
23. /: ‘sus nalgas por detras’; ‘su espinazo se debilitó’, ug. anS dt zrk.
24. Los mensajeros o dióscoros de Baai: ‘Viña’ y ‘Campo’.
25. /: ‘el dios de los grandes (entre los dioses)’ (cf. KTU 1.6 V 2-3). Las
frases admiten también versión aseverativa en vez de interrogativa.
26. /: Tunnán’. Se trata de un prototípko monstruo marino que también
aparece en la tradición bíblica (hb. tannin).
27. /: ‘acabé con él’, ug. iStm Ih.
28. Cf. KTU 1.5 1 1-3; p. 121, n.2.

93
29. Este monstruo enemigo de Baal vuelve a aparecer mentado al final
del ciclo, en KTU 1.6 VI 51.
30. Este último par de monstruos hembras (‘Fuego’ y ‘Llama’) cierra la
serie de siete enemigos de Baal destruidos por Anat. En KTU 1.2 IV 2Jss. era
Baa! en persona quien aniquilaba a Yam, un indicio bastante claro de diferen­
cia de tradiciones y de que las tablillas KTU 1.1-2 no forman probablemente
unidad redaccional con KTU 1.3.
31. /: ‘me peleé’, ug. imths, suponiendo que todo posible enemigo ha
sido ya vencido, como supone el contexto inmediato.
32. /: ‘que picotea’, ug, míss.
33. /: ‘nido’; ‘oídos’, ug. udn.
34. Cf. supra el encargo del mensaje. La repetición del cliché no es exac­
ta, tiene variantes en la distribución de los versos. Estamos ante un claro ejem­
plo de literatura oral que se aprendía y recitaba de memoria.
35. /: ‘<en dónde?’, ug. [a]ti.
36. /: ‘rayos’; ‘calderos’, ug. mdth.
37. Texto defectuoso. /: ‘haga salir [la lluvia] de su [...]’, ug. yb'r .
38: Otro nombre de la morada de Anat, ug. ugr.
39. Para la fraseología, cf. KTU 1.1 I I I 17-21.
40. /: ‘de la viuda/prometida’, interpretando así ybrtt como una variante
de ybmt (cf. p. 60, n. 26). Preferimos descomponer la expresión en y-bnt.
41. No sabemos a cuáles se refiere; quizá a ‘sus hijas’, mentadassapra 123.
42. Para la fraseología, cf. KTU 1.3 J I I 1 -2.
43. Para este formulario, cf. infra V 38ss.; 1.4 19ss. Se trata de un cliché
repetido por diversos interlocutores, esta vez probablemente en boca del en­
torno de Baal al que ha llegado Anat.
44. Es decir: ‘me prestará atención, se pondrá de mi parte, accederá a mi
petición, nos pondremos de acuerdo’. Expresión semítica que en la Biblia
hebrea se usa para indicar la ‘vuelta o conversión’ del pueblo a su Dios y
viceversa (cf. Zac 1,3; Mal 3,7; 2 Cr 30,6).
45. /: ‘hincó ... escapó de’; ‘arrastró los pies y escapó de la tierra’; ‘echó
sus pies y la tierra tembló’, ug. td‘s p‘tt wtr ars.
46. Para este formulario, cf. ÍCTU 1.2 III 5ss.
47. /: ‘en la fortaleza’; ‘se inclinó’, ug. msr.
48. Cf. p. 242, n. 47.
49. Texto incierto.
50. Literalmente: ‘entrada de las estancias reservadas’, ug. ap sgrt.
51. Posiblemente la respuesta del dios El hacía referencia a la situación
todavía indefinida de Baal, pues le quedan aún otros enemigos que superar,
como la actuación del ‘So!’ hace presagiar.
52. /: ‘Shapash tiene un color polvoriento, sucios están los cielos’ ; ‘...
abrasa, los cielos están desvalidos ug. SpS shrrt la smnt.
53. Ei dios ‘Muerte’, rey del Infierno, el siguiente contrincante de Baal;
su enfrentamiento se describirá en la tablillas KTU 1.5/6, aquí ya insinuado. El
ciclo manifiesta así unidad argumenta!, aunque no forme unidad redaccional.
Para la fraseología, cf. KTU 1.4 V III21 ss.
54. /: ‘[los h ijo s)..., hijas de tu casa’, ug. bnt bhtk.
55. /: ‘<no es verdad que ug. al.

94
Sé. Para la fraseología cf. supra 111 lss.
5 7. /; ‘como un hombre’, ug. k anít.
5 8. /: ‘escarnio’, ‘tan emotivo como tú’, ug. qlsk.
59. !\ ‘tu sabiduría’, ug. hkntk. Cf. infra KTU i .4 IV 41ss.
60. /: ‘sus dones’, ug. qlh. Se quiere dar a entender tanto el acto de vasa­
llaje como el de servicio, en reconocimiento de la supremacía de Baal.
61. Otras versiones suponen aquí a Baal como sujeto de este cliché (cf.
supra n. 43) por una pretendida razón de concordancia gramatical; por el
contrario, el verbo usado (s¿>) requiere normalmente la preposición (/). Ade­
más, Baal no se halla presente y, en todo caso, se esperaría la fórmula en
primera persona. Por otra parte, el cliché tanto representa una queja-súplica
como que una objeción a su pretensión de ser rey.
62. /: ‘Biblos <f¡’ (topónimos), ug. gbl, q‘1.
63. /: 'islas/costas’; ‘Menfis’, ug. ihtnp; cf. DLU 16 (iht).
64. /; 'echad (vuestras redes)’; ‘llevad’, ug. ímír.
65. /: ‘pescadores’, ug. dgy.
66. Los dióscoros de Ashera: ‘Santo’ y ‘Bendito’.
67. Cf. p. 59, n. 13, para la fraseología.
68. /: ‘de nuestra Dueña, Ashera del Mar’, como la situación reclamaría.
El texto es fragmentario, pero parece favorecer la integración propuesta.
69. /: ‘para El’, ug. i!.
70. /: ‘sandalias’; ‘cama’, ug, tt‘l,
71. /: ‘con laxo’; ‘de primera calidad’; 'con cabezal’, ug. d qblbt.
72. Verso de sentido oscuro. /: ‘cuyo soporte era de oro’; ‘con oro verti­
do encima de ellas’; ‘encima, pone un grabado’.
73. Topónimo desconocido; al parecer, se le cita también en KTU
1.40*27.
74. Toda la escena refleja un encuadre mágico. La interpretación de f l t
como verbo es muy improbable. /: ‘poderoso’ ; ‘de dignidad’.
75. /: ‘llevó’, ug, tm f.
76. /: ‘pretende ganarse’, ug, fpp.
77. Para la fraseología, cf. KTU 1.3 III 33ss.
78. Texto defectuoso. /: ‘expertos del fondo [del mar]’, ug. mktr apq
[ym ].
79. Restauración y versión muy hipotéticas.
80. Otras versiones prolongan aquí la actuación de Baal: ‘replicó ... se
alzó ... escupió en medio de la asamblea de los dioses’. Pero la situación no lo
permite (Baal y Anat están lejos de la Asamblea divina) y tal suposición contra­
dice además el normal uso de las fórmulas introductorias del discurso que
siguen inmediatamente.
81. Lo anterior parece ser un peludia del encuentro quizá como respues­
ta a los mensajeros de Ashera que le salen al paso.
82. Restauración hipotética.
83. Para este formulario hecho, ci. ittfra VI 55ss.
84. Formulario fijo que volverá a.áprecer en la épica; cf. KTU 1.19 II 3ss.
85. /: ‘a guiar’, ug. yuhdm Stfr.
86. Para esta descripción tópica de la morada de El, cf. KTU 1.1 III 23s.;
1.2 I I I 4-5.

9?
87. Texto defectuoso y oscuro. /: *..., no tienes más que pedir,... yo haré
cualquier cosa (por ti)’; ‘..., pues has viajado largo trecho, ... has hecho un
largo camino’ ; de acuerdo con la restauración propuesta del texto dañado.
88. Otras versiones entienden la conjunción o marcador hm, aquí y en
otros casos, como functor deíctico enfático: ‘he aquí’; c f DLU 166s.: (hm (I))
para el tratamiento lexicográfico.
89. Repetición del mensaje-propuesta de Anat en KTU 1.3 V 30ss., al
que sigue, como en aquel caso, la queja/objeción sobre la situación de desam­
paro de Baal. De nuevo resalta el carácter estereotípico de este literatura que
utiliza las mismas fórmulas para las mismas situaciones, aunque varíen los
protagonistas.
90. Texto incierto. /: ‘suave barba’; ‘respiro’, ug. rhrt{n)t.
91. Texto cíe difícil interpretación, ug. y dn cdn tkt bglt. Otras versiones
proponen: ‘así puede Baal enriquecer con su lluvia,... con abundante agua a
raudales’; ‘enviar su lluvia a tiem po,... la estación de los chubascos impetuo­
sos’; ‘fijar el momento de su lluvia, el tiempo deí carro en la tempestad’, en
alusión a su título de ‘Auriga de las nubes’. Para la justificación lexicográfica
de nuestra traducción, véase DLU 7 3 ,1 4 6 (':dn, glt).
92. El sujeto podría ser también Baal. Adviértase que los ladrillos setán
de oro (cf. infra VI 34s.).
93. /: ‘una caravana .... mercancías’; cf, DLU 74s., 198 {hm, ‘dbt).
94. Para la frase, cf. n. 45.
95. Para el formulario cf. p. 5 9 , n. 13. Aquí la fórmula parece se refiere
más bien a la distancia del recorrido, no a la que alcanza la sonora carcajada
de la diosa.
96. De nuevo (cf. n. 22 y final de KTU 1,4 I) el doble trazo indica una
interrupción en el texto, aquí explicitada con una glosa que remite a un for­
mulario conocido y omitido: el de envío de mensajeros. Omisión que ei rapso­
da tenía que suplir por su parte. De esta manera se aligera el texto y se pone
una vez más de manifiesto el carácter iterativo, propio de la literatura oral, de
esta épica.
97. Para la fórmula, cf. 1.3 IV 41 s.
98. Cabe una versión en interrogativo: ‘<no tengo que poner ...?’.
99. De nuevo, cabe también en este caso la versión en forma interroga­
tiva.
100. El texto de los dos últimos versos es defectuoso y la integración hipo­
tética. De Moor supone aquí una alusión a la pretensión de Yam de hacerse
con las ‘hijas* de Baal.
101. Puede tratarse de Kothar-Hasis, tomado como un par de dioses, o
bien él y sus colaboradores divinos.
102. /: ‘la delicia de’, ug. nthmd.
103. /.- ‘equipamiento, ajuar, muebles’, ug. 'dbt.
104. La fórmula ya apareció en KTU 1.1 IV 30ss.
105. Esta versión es gramaticalmente correcta, dada la forma causativa
3pq, que admite doble acusativo. Pero aun así no deja de sorprender el empa­
rejamiento ‘solios’ y ‘asientos’ con el ‘vino’ frente a los otros pares donde la
mención del vino resulta normal. Según la opción alternativa, tendríamos aquí
una categorización de los dioses por sus emblemas o epifanías: dioses-corde­

96
ros, diosas-corderas, etc. En tal caso sólo se trataría de proporcionar vino,
asumiendo que la ‘carne’ ya ha sido mentada en las líneas anteriores. Curiosa­
mente, el texto omite la mención del ‘vino* a propósito de las diosas (aunque
podría restituirse al final de línea), mientras la cita, claramente, a propósito de
los dioses. ¿No se les proporcionaba vino a las diosas? Cf. más arriba a propó­
sito de la ‘copa’ de Baal que ‘ninguna diosa vio nunca’ (KTU 1.3 114s.).
106. De nuevo un formulario fijo (cf. KTU 1,4 III 40ss., entre otros
textos).
107. Reconstrucciones hipotéticas.
108. /: ‘hijo del Mar, ... de la Confluencia’, dada la ambivalencia de la
expresión ug. bn ym /‘dt.
109. La voz de Baal es el trueno de !a tormenta.
110. /: ‘voy a invadir’; en ningún caso ‘voy a apresurarme’, ug. ahin. El
texto es incierto. Tenemos posibiemente aquí una referencia a la morada in­
fernal de Mot, el gran enemigo de Baal, al que este dios reta a continuación y
cuya mansión se sitúa 'bajo las cumbres primordiales’ (cf. mfra col. VIH).
111. /: ‘escuderos/batallón del Guerrero’, ug. ntq dmm. Este último voca­
blo resulta un epíteto de Baal que parece perdurar en la tradición que Filón de
Biblos nos transmitió (Demarus) acerca de la genealogía de los dioses cana-
neos.
112. Es decir: Baal apunta certeramente, no de manera incontrolada; es
inútil huir. A la vez, sus armas, trueno y rayo (‘el asta de cedro1), tienen un
efecto benéfico. El será el rey incontrastado. Otras opciones suponen: ‘mira
Baal hacia el Este, su mano tiembla s í , ‘en su mano (tiene) la maza', ug. ‘n
f/t qdm ydh kgtd.
113. En razón de la homografía de la forma ug.yíí?, cabe la traducción: ‘A
continuación se volvió a su casa’. Pero el contexto parece suponer que nos
mantenemos todavía en discurso directo.
114. /: 'en la tierra de su dominio’, ug. ars drkt yítkn. Es decir: nadie
puede pretender suplantar a Baal.
U S . Se trata de una invitación a recapacitar, en el fondo, de un desafío
que Baal lanza a su más terrible enemigo, el dios de la sequía y la muerte.
Desafío que va a perder, habiendo de bajar de hecho a las fauces (np¿) de éste.
Cf, para la expresión KTU 1.16 VI 26. Pero caben otras interpretaciones,
dada fa anfibología de ug. nps, con la que probablemente aquí se juega (‘alma’
/‘garganta’), y la posibilidad de que sea Mot el sujeto de !a proclama siguiente,
que a su vez se puede leer como el mensaje o reto que Baal va a encargar se
lleve a Mot.
116. Los dióscoros de Baal (cf. KTU 1.3 III 36).
117. Texto fragmentario y oscuro, dada la homografía de varios términos
ugaríticos. Cabe apreciar una referencia a la acción de M ot y sus adláteres. Cf.
iitfra V III21 ss. y KTU 1.6 II 24ss. para una descripción similar de la actividad
del Sol ‘en manos de M ot’. Pero también una referencia a la tempestad con
que Baal envuelve tierra y mar.
118. En KTU 1.24:46$. las diosas Kotharot, llamadas ‘golondrinas’, cons­
tituyen una mnt. /: ‘de Manat’, diosa del ‘Destino’, ug. ibr mnt. Estamos pro­
bablemente, puesto que Mot aún no ha entrado en escena, ante una alusión al
nubarrón de la tormenta desplegado por Baal como expresión de su amena­

97
zante poder frente al formidable enemigo al que va a retar con su mensaje
subsiguiente. Como primer efecto, las aves no pueden vofar.
119. Dos topónimos mitológicos desconocidos.
120. /: ‘fibertad/liberación’, eufemismo por fa ‘tierra de no retorno’, el
Infierno, ug. bt hpttars.
121. Estos términos (‘fangosa’, ‘poza, ‘lodazal’) se pueden tomar como
otros tantos topónimos que designan la ciudad de M ot (ug. hmryt, m k, hh).
122. Para la fórmula cf. KTU 1.6 II 22s.
123. Cf. KTU 1.3 V 17s.
124. Como decíamos (cf, n. 96), la doble línea supone una omisión de
repetición de un texto fijo, normalmente de ‘envío de mensaje’. La laguna de
unas 16 líneas que se da a continuación puede llenarse con la transcripción del
mensaje de M ot que ofrece la siguiente tablilla: la parte final de su encargo y
la totalidad de su transmisión. Esto implica que KTU 1.4 y 1.5 se suceden sin
solución de continuidad o, Jo que es lo mismo, forman unidad redaccional.
125. En el doble sentido de ministro de culto y de actas.

98
EL COMBATE DE BAAL Y M O T
(KTU 1.5-1.6)

El tercer mitema del ciclo, conflicto o lucha entre los dioses


Baal y M ot (la Muerte), contenido en las tablillas KTU 1.5 y
1.6, mantiene una estructura narrativa similar en sus moti­
vos a la del primero. Se inicia con un mensaje-lamento de
M ot, mitad amenaza, mitad reproche, en el que describe la
situación deplorable a que le ha reducido la actuación de
Baal. Se refiere a una de esas variantes de la lucha primordial
de este dios con Yam y sus monstruos, a que aludimos antes
y del que trataba el primer mitema y que éste explicaba qui­
zá en sus partes perdidas. La victoria de Baal sobre el caos
acuoso y su triunfo como rey de la tierra ha sido en realidad
también una victoria sobre Mot, el dios de la esterilidad y de
la muerte. Al primer contraste sucede ahora este otro.
A tal amenaza-lamento responde Baal declarándose vasa­
llo de M ot y, en contraste con la actitud antes manifestada,
acepta la declaración de sumisión que en el primer mitema
le imponía el dios supremo y que Baal rechazaría. Aquí tam­
bién, el mismo dios supremo parece sancionar este some­
timiento de Baal a M ot, su descenso al Infierno, una vez
garantizadas las medidas que aseguren la pervivencia de la
fertilidad en la tierra; Guando se comprueba la desaparición
y muerte de Baal, El y Anat le lloran, y ésta se preocupa de
proporcionarle honrosa sepultura en su morada de Safón,
acompañándola con el correspondiente rito fúnebre. ¿Ha
sido sincero el luto de El por Baal? El reproche de Anat a los
dioses parece suponer que éstos se alegran de la desapari­

99
ción de Baal, que hay entre elios, capitaneados por Ashera,
una cierta enemiga contra él, aunque el dios supremo se
muestra ahora ajeno a tal actitud. De todos modos, se impo­
ne buscar un sustituto al rey muerto y depuesto, y de nuevo
el candidato, esta vez por elección, no por pretensión propia
como en el primer episodio, es Athtar. Pero otra vez su inca­
pacidad para tal función es manifiesta.
Consiguientemente, o ha de reinar M ot en la tierra o se
impone ir en busca de Baal y restituirle en su trono. Y ésta es
la tarea que ahora emprende Anat, la diosa que, en contraste
con lo que manifiesta el primer mitema, se muestra aquí de­
cidida y celosa partidaria de Baal. Ya le buscó y lloró muerto;
ahora le encontrará y aclamará vivo. Y eso sólo le es posible
a través de un contraste declarado con Mot, el asesino de su
‘hermano’ Baal, que desemboca en su completa destrucción.
Tal destrucción, en el juego de las oposiciones mito­
lógicas, supone la liberación o ‘resurrección’ de Baal, que
escapa al poderío del dios de la muerte que le había devora­
do, vencido éste por el celo animoso de su ‘hermana’. Vuel­
to a la vida Baal, el regocijo reina, ante todo en el ‘pecho’ del
dios supremo, que ve asegurado el trono de los celestes. Sólo
queda ahora dar con su paradero, y de eso se encarga Anat,
ayudada de nuevo por la diosa Shapash. Pero como en el
ámbito mítico las preeminencias no se regalan, sino que
significan contrastes reales, la restauración de Baal debe ir
precedida de su victoria. Consiguientemente, como final del
episodio vemos a Baal y M ot (de nuevo la destrucción de un
dios no signfica su desaparición) enzarzados en desenfrena­
do combate con sucesivas etapas de resultado incierto. La
superioridad de Baal se impone y Mot la acepta, siguiendo
también aquí el consejo de Shapash, como en el primer mite­
ma hizo Athtar. Acaba el episodio con un himno de victoria
y esperanza en honor de Shapash (<¡o de Baal?).
Esta vez el conflicto, dentro de su exclusivo protago­
nismo divino, refleja un plano de vivencia más inmediata.;
no tanto de separación de los ámbitos cósmicos, como era el

100
caso en el primer mitema, cuanto de organización del mis­
mo. En la perspectiva de Ugarit diríamos que se ha vuelto la
mirada desde el mar, que está enfrente, hacia la tierra, a su
espalda. Y en esta perspectiva se objetiva el gran problema
de la vida y ¡a muerte, de la fertilidad y la esterilidad, de la
lluvia y la sequía, de la gran lucha entre Mot, el dios de la
muerte, que es la personificación de todas las múltiples y
variadas fuerzas que tienden a truncar y aniquilar la vida, y
Baal, que no es sólo el dios de la lluvia fertilizante, sino más
genéricamente el dios del cielo, el dios de la vida, la personi­
ficación de todas las fuerzas dadoras, conservadoras y re­
novadoras de la misma.
El valor principal de este tratado de teología baálica en
estilo épico-dramático radica en la imagen que nos aporta
del universo mítico que vigía en el ‘Norte de Canaán’ a me­
diados del u milenio a.C., con sus contrastes entre dioses y
las funciones de éstos dentro del ámbito de la fertilidad y de
la vida. Una imagen que, sin duda, no divergía mucho de la
que poseían otras regiones de la zona y con la que toparían
‘lo^hijos de Israel’ durante su asentamiento en Palestina.
Son precisamente los antagonismos bíblicos los que, por con­
traste, nos certifican tal fundamental identidad, a la vez que
se esclarecen, a la luz de los textos ugaríticos, en su sentido
último, que hasta hoy nos resultaba muy impreciso.
Por otra parte, el mito de Baal no manifiesta dependen­
cia ni influencia alguna de mitos parecidos provenientes de
Mesopotamia. Se trata de dos universos mitológicos y ecoló­
gicos diferentes: en uno es el dios de la lluvia el patrón de la
vida, en otro, la corriente del río y su canalización. El dios
de la tempestad, Adad, es en Mesopotamia una providencia
menor, más bien una amenaza. No obstante, se aprecian en
el mito baálico determinados temas que sí tienen su desarro­
llo en la mitología mesopotámica, como, por ejemplo, el
descenso de ciertas divinidades al Infierno, la configuración
de éste, la función del dios Sol, etc.

101
KTU 1.5 I

El episodio final del Ciclo de Baal enfrenta a este dios de la


vida con su enemigo definitvo, el dios de la muerte, Mot. Las
vicisitudes de tal enfrentamiento suponen una provisional
derrota de aquél como preludio de una trabajosa y también
provisional victoria final, que remite sin duda a una reitera­
ción del entero Ciclo. El episodio se abre con la respuesta de
Mot a la invitación de Baal, que cambia la dirección de ésta y
obliga al dios de la vida a viajar al Inferno, a las fauces de
Mot. El texto nos ofrece el final del mensaje en el momento
de su encargo y en su totalidad en el de su transmisión, como
decíamos. Esto permite la reintegración propuesta y asegura
la secuencia inmediata de KTU 1.4-5. La separación que aquí
hacemos es meramente argumental.

Continuación de la respuesta-mesaje de Mot

1 — Aunque1 aplastaste a Leviatán2, la serpiente huidiza,


acabaste con la serpiente tortuosa,
el ‘Tirano’ de siete cabezas,
(y) se arrugaron3 (y) aflojaron los cielos
como el ceñidor de tu túnica4,
5 yo (te) pienso devorar a palmos,
a trozos de dos codos5.
¡Venga, pues, desciende6 a las fauces del divino Mot,
al sumidero7 del amado de El, el Adalid!

Transmisión del mensaje

Marcharon sin detenerse los (dos) dioses;


10 así, pusieron entonces cara
hacia Baal {que mora) en las alturas de Safón.
Y dijeron Gapán y Ugar:
— Mensaje del divino M ot,
palabra del amado de El, el Adalid:

102
— Mi apetito8, sí, es el apetito del león de la estepa,
o9, si se quiere, la gana del tiburón10 (que mora) en el mar; 15
o bien (el ansia de) la alberca que buscan los toros salvajes,
(de) la fuente (que anhela), sí, la manada de ciervas.
O, (dicho) sin ambages,
mi apetito devora a montones11.
Y es verdad que a dos manos yo engullo 20
y que son siete las raciones de mi plato
y que mi copa mezcla (vino) a raudales.
Invítame, pues, Baal, junto con mis hermanos,
convídame, Hadad, junto con mis parientes
a comer con mis hermanos viandas
y a beber con mis parientes vino. 25
¿Has acaso olvidado12, Baal,
que yo voy de veras a destruirte,
que [voy a machacar (?)]te?
Aunque aplastaste [a Leviatán, la serpiente] huidiza,
acabaste [con la serpiente tortuosa],
el ‘Tirano’ [de siete cabezas], 30
(y) se^arrugaron (y) [aflojaron los cielos]
[como el ceñidor de] tu [túnica],
¡yo te pienso devorar a palmos,
a trozos de dos codos.
¡Venga, pues, desciende a las fauces del divino Mot,
al sumidero del amado de El, el Adalid!] 1
(Laguna de unas 30 líneas)

KTU 1.5 II

La laguna que media entre las columnas I y II de esta tablilla


parece encubrir una primera reacción negativa de Baal, segui­
da quizá de la insistencia en la voracidad de Mot y el carácter
inevitable de su actuación. En consecuencia, Baal se atemori­
za ante la amenza que incumbe sobre l a ‘vida’ y decide acep­
tar la invitación de Mot para salvar a ésta.

103
Mensaje amenazante de Mot a Baal

(Laguna de unas 12 líneas)


1
— [Cuando ponga Mot un labio en la ti]erra y otro en el cielo,
[cuando extienda] (su) lengua a las estrellas,
entrará [Baal] en sus entrañas,
5 en su boca caerá cuando se agoste14 el olivo,
el producto de la tierra y la fruta de los árboles.

Respuesta de Baal

Se atemorizó ante él Baal, el Todopoderoso,


le tuvo miedo el Auriga de las nubes:
— Marchad, decid al divino Mot,
repetid al amado de El, el Adalid:
10 — Mensaje de Baal, el Todopoderoso,
palabra del más potente de los héroes:
— ¡(Qué) vergüenza15, oh divino Mot!,
¡siervo tuyo soy a perpetuidad!
Marcharon sin detenerse los (dos) dioses;
así, pusieron entonces cara
hacia el divino Mot,
15 hacia su ciudad ‘Fangosa’,
(pues) una poza es el trono de su sede,
un lodazal la tierra de su posesión16.
Alzaron su voz y exclamaron:
— Mensaje de Baal, el Todopoderoso,
palabra del más potente de los héroes:
— ¡(Qué) vergüenza, oh divino Mot!,
siervo tuyo soy a perpetuidad!
20 Se alegró el divino Mot,
[alzó] su voz y exclamó:
— ¿Cómo podrá (ahora) proporcionar humedad [Baal],
[cómo podrá Hadad] esparcir gotas?
El vigor de Hadad...17.
(Texto irreconstruible de S líneas y laguna de 25)

104
1.5 III

Las columnas III y IV ofrecen sólo inicios de líneas por lo que


su reconstrucción es altamente hipotética. Con toda reserva
seguimos la propuesta por de Moor y aceptada por Dietrich y
Loretz. Posiblemente se dan instruciones —no sabemos por
parte de quién, acaso por la diosa Shapash, su acompañante e
introductora ante Mot— a Baal para su viaje a la Morada de
Mot y se describe el procedimiento mágico repetitivo que ha­
brá de seguirse para su acercamiento a éste,

Instrucciones para el viaje (?)

(Laguna de unas 10 líneas)


............... 1
— Amplia es la morada [que has de alcanzar],
grande la mansión de la ‘dicha’,
[una delicia] la tierra de la ‘dicha’.
[A tal efecto (?)] te has de preparar,
has de completar [tu atuendo (?)].
Ha de ser blanca [tuveste], 5
ha de tener la blancura [de la Luna],
puro como las estrellas [ha de ser tu atuendo].
Luego yo gritaré a M ot [(para que salga) de su casa],
al Amado (de El), (para que salga) de dentro [de su
palacio]. 10
(A ti) (?) yo te transformaré en ...
te convertiré en ...
Pon cara de asustado (?) y ve f, ¡oh Baal!],
[pon cara de asustado] y ve, ¡oh dios!,
[ve], ¡el más apuesto de los dioses! 15
[Y di a M ot]:
— Crías de ganado en abundancia [te traigo],
crías de ganado en abundacia [te aporto].
Luego yo gritaré (otra vez) a Mot [(para que salga) de su casa],
al Amado (de El) (para que salga) de dentro [de su palacio].

105
20 [Pon cara de asustado] y ve, ¡oh dios!,
[ve, Baal,] y di al divino [Mot]:
— Con abundacia de crías de ganado [vengo],
con abundacia de ganado lanar y [vacuno],
ganado rollizo en abundacia [te traigo].
25 Luego yo gritaré (otra vez) a Mot [(para que salga) de su casa],
al Amado (de El) (para que salga) de dentro [de su palacio].
Pon cara de asustado y ve [, ¡oh Baal!],
pon cara de asustado y ve [, ¡oh dios!].

(Laguna de una 20 líneas)

1.5 IV

El texto, muy deficiente, sólo permite entrever que se solicita


(no sabemos por quién) la presencia de Baal en el banquete
que los dioses continúan celebrado en su reciétn inaugurado
palacio (¿presididos por el dios El?). Extraña su ausencia.
Baal finalmente aparece y la fiesta sigue.

(Laguna de unas 20 líneas).


1

Cien espíritus (?) [envió (?)]


a que escrutaran la tierra.
5 Alzó su voz [y exclamó]:
— (Dónde, pues, está Ba[al, el Todopoderoso],
dónde Hadad, [el más potente de los héroes (?)]?IS.
10 ¡Que se presente Baal [con siete de sus servidores],
con ocho [de sus jabatos19]!
¡Que se acerque [...],
a comer de mi caza!20
Mientras comían [y bebían los dioses],
se proporcionaron [reses lechales],
con un cuchillo [‘a la sal’ filetes de cebón],
15 Bebieron en [cáliz vino],

106
en copa de oro [sangre de cepas]21.
Copas de plata [llenaron],
cáliz [tras cáliz],
Y repitieron la ronda de vino [los coperos] {?),
subieron mosto [de la casa],
[vino] de la casa de El,
[hasta agotar las existencias],
[acarrearon] a cuestas22.
[Alzaron su voz los dioses]:
— ¿Quién ha enviado a decir...,
[quién] ha enviado a decir una calumnia...?
Repitieron...
— Un detractor...

(Laguna de unas 11 líneas)

1.5 V

En las líneas que restan de esta columnas Baal recibe instruc­


ciones precisas (ide la diosa Shapash?) sobre lo que ha de
hacer antes de dirigirse a la morada de Mot, instrucciones que
él ejecutará puntualmente y que parecen indicar que ha de
dejar en la tierra un sustituto que garantice la continuidad de
la vida, por si se tratara de un viaje sin retomo.

Instrucciones para Baal

(Laguna23 de unas 25 líneas)


— [Escucha, Baal, el Todopoderoso,
ama a una novilla en la tierra de ‘Peste’,
a uña vaquilla en los campos de ‘Playa-Mortandad’.
Yace con ella setenta y siete veces,
que sea montada ochenta y ocho
y conciba y para un infante}.
Baal, Todopoderoso, [invístele] con la veste de novillo tuyo24,
[con tu fuerza, regalo] de tu diestra,
con las cadenas (que cuelgan [?]) de tu [pecho]25.
El vigor de un novillo [tendrá tu hijo];
5 yo le pondré en la caverna de los dioses de la ‘tierra’26.
Y tú coge tus nubes,
tu viento, tu borrasca27, tu lluvia,
contigo a tus siete mancebos,
a tus ocho ‘jabatos”®*;
10 contigo a Pidray, hija de la luz,
contigo a Talay, hija del orvallo.
Entonces tu cara dirige, sí,
hacia la montaña Kankanay29.
Alza la montaña sobre las manos,
el macizo encima de las palmas
15 y desciende a la morada de reclusión50 de la ‘tierra’,
cuéntate entre los que bajan a (esa) ‘tierra’
y sabrán los dioses que has muerto.

Ejecución de las instrucciones

Escuchó Baal, el Todopoderoso,


amó a una novilla en ia ctierra de> ‘Peste’-*1,
a una vaquilla en los campos de ‘Playa-Mortandad’52.
20 Yació con ella setenta y siete veces,
fue montada ochenta y ocho
y [concibió] y parió un infante33.
Ba[al, el Todopoderoso, le invistió con la veste [de toro suyo],
con su fuerza, regalo de su diestra,
[con las cadenas (que colgaban)] de su pecho34.
[El vigor de un novillo [tuvo su hijo];
le pusieron en la caverna de los dioses de la ‘tierra’.
Y Baal cogió sus nubes,
su viento, su borrasca, su lluvia,
consigo a sus siete mancebos,
a sus ocho ‘jabatos’;
consigo a Pidray, hija de la luz,
consigo a Talay, hija del orvallo-

108
Entonces su cara dirigió, sí,
hacia la montaña Kankanay.
Alzó la montaña sobre las manos,
el macizo encima de las palmas
y descendió a la morada de reclusión de la ‘tierra’,
se contó entre los que bajan a (esa) ‘tierra’
y supieron los dioses que había muerto],

KTU 1.5 VI

El texto de la columna siguiente supone, en su laguna, que


Baal ha desaparecido después de haber cumplido con las ins­
trucciones que se le dieron en la precedente. En su búsqueda
se han enviado mensajeros, que vuelven con la noticia de que
Baal yace muerto en el mismo lugar en donde engendró a su
sustituto. En realidad, el muerto podría ser éste, como supo­
ne de Moor35, en cuyo caso hemos de suponer que se trataba
de instrucciones secretas, pues ‘los dioses creen/saben que ha
muerto‘ (V 16s.). A partir de aquí la trama mítica se desarro­
lla sinjnterrupcióm a lo largo de la columna I de la tablilla
siguiente con el lamento de El y Anat por Baal muerto, su
entierro ‘en la caverna de los dioses de la tierra’36, el festín
funerario en su honor y el intento de buscar un pretendiente
adecuado que asuma sus funciones de rey.

Baal está muerto

(Laguna de m as 30 líneas)
[Así, pusieron entonces cara
hacia El, (que mora) en la fuente de los dos raudales,
en el seno del veneró de los dos océanos].
[Se dirigieron a la gruta de El] y entraron 1
[en la morada del Rey, Padre] de años37.
[Alzaron su voz y exclamaron]:
— Hemos dado vueltas [hasta los extremos de la tierra],
hasta los límites de las praderas. 5

109
Llegamos a la ‘delicia’ de la tierra de ‘Peste’,
a la ‘hermosura5 de los campos de ‘Playa-Mortandad’,
llegamos hasta Baal, caído en tierra.
10 ¡Muerto está Baal, el Todopoderoso,
pereció el Príncipe, Señor de la tierra!

Deploración de El por Baal

Entonces el Benigno, El, el Entrañable,


bajó del trono, se sentó en el escabel,
y dejando el escabel se sentó en tierra.
15 Esparció ceniza-58 de aflicción sobre su cabeza,
polvo de humillación sobre su cráneo,
por vestido se cubrió con una túnica ritual.
La piel con (un cuchillo de) piedra desgarró,
las dos trenzas39 con una navaja (de afeitar),
(se) laceró las mejillas y el mentón.
20 Roturó la caña de su brazo,
aró como un huerto su pecho,
como un valle roturó su dorso.
Alzó su voz y exclamó:
— ¡Baal está muerto! <Qué va a ser del pueblo?
¡El hijo de Dagón! ¿Qué va a ser de la multitud?
25 En pos de Baal voy a bajar a la ‘tierra’.

Deploración de Anat y ‘entierro’ de Baal

También Anat recorrió y rastreó


todo monte hasta las entrañas de la tierra,
toda altura hasta el seno de los campos.
Llegó a la ‘delicia’ de la tierra de ‘Peste’,
a la ‘hermosura’ de los campos de ‘Playa-Mortandad’,
30 llegó hasta Baal, caído en tierra40.
< Esparció ceniza de aflicción sobre su cabeza,
polvo de humillación sobre su cráneo > ,
por vestido se cubrió con una túnica ritual.

110
De Baal. KTU1.6!
La piel con (un cuchillo de) piedra desgarró, 1
las dos trenzas [con una navaja] {de afeitar),
{se) laceró las mejillas y el mentón.
[Roturó] la caña de su brazo
aró como un huerto su pecho, 5
como un valle roturó su dorso.
< Alzó su voz y exclamó > :
— ¡Baal está muerto! ¿Qué va a ser del pueblo?
¡El hijo de Dagón! ¿Qué va a ser de la multitud?
En pos de Baal vamos a bajar a la ‘tierra’.
Con'" ella bajó la Luminaria de los dioses, Shapash.
Hasta que se sació de llorar,
bebió como vino lágrimas. 10
En voz alta gritó a la Luminaria de los dioses, Shapash:
— Cárgame, por favor, a Baal, el Todopoderoso.
Escuchó ía Luminaria de los dioses, Shapash,
alzó a Baal, el Todopoderoso,
a hombros de Anat, sí, le puso. 15
Lo s»bió ella a las cumbres de Safón,
le lloró y le sepultó,
le puso en la caverna de los dioses de la ‘tierra’42.

Banquete funerario

Degolló setenta toros salvajes,


como sacrificio fúnebre43 de Baal, el Todopoderoso;
degolló setenta reses de vacuno, 20
como sacrificio fúnebre de Baal, el Todopoderoso;
degolló setenta reses ovinas,
como sacrificio fúnebre de Baal, el Todopoderoso;
degolló setenta ciervos,
como sacrificio fúnebre de Baal, el Todopoderoso; 25
degolló setenta cabras monteses,
como sacrificio fúnebre de Baal, el Victorioso;
degolló setenta corzos44,

111
Llegamos a la ‘delicia’ de la tierra de ‘Peste’,
a la ‘hermosura’ de los campos de ‘Playa-Mortandad’,
llegamos hasta Baal, caído en tierra.
10 ¡Muerto está Baal, el Todopoderoso,
pereció el Príncipe, Señor de la tierra!

Deploración de El por Baal

Entonces el Benigno, El, el Entrañable,


bajó del trono, se sentó en el escabel,
y dejando el escabel se sentó en tierra.
15 Esparció ceniza38 de aflicción sobre su cabeza,
polvo de humillación sobre su cráneo,
por vestido se cubrió con una túnica ritual.
La piel con (un cuchillo de) piedra desgarró,
las dos trenzas39 con una navaja (de afeitar),
(se) laceró las mejillas y el mentón.
20 Roturó la caña de su brazo,
aró como un huerto su pecho,
como un valle roturó su dorso.
Alzó su voz y exclamó:
— ¡Baal está muerto! ¿Qué va a ser del pueblo?
¡El hijo de Dagón! ¿Qué va a ser de la multitud?
25 En pos de Baal voy a bajar a la ‘tierra’.

Deploración de Anat y ‘entierro’ de Baal

También Anat recorrió y rastreó


todo monte hasta las entrañas de la tierra,
toda altura hasta el seno de los campos.
Llegó a la ‘delicia’ de la tierra de ‘Peste’,
a la ‘hermosura’ de los campos de ‘Playa-Mortandad’,
30 llegó hasta Baal, caído en tierra40.
< Esparció ceniza de aflicción sobre su cabeza,
polvo de humillación sobre su cráneo > ,
por vestido se cubrió con una túnica ritual.

110
De Baal. KTU 1.61
La piel con (un cuchillo de) piedra desgarró, 1
las dos trenzas [con una navaja] (de afeitar),
(se) laceró las mejillas y el mentón.
[Roturó] la caña de su brazo
aró como un huerto su pecho, 5
como un valle roturó su dorso.
< Alzó su voz y exclamó >:
— ¡Baal está muerto! ¿Qué va a ser del pueblo?
¡El hijo de Dagón! ¿Qué va a ser de la multitud?
En pos de Baal vamos a bajar a la ‘tierra’.
Con41 ella bajó la Luminaria de los dioses, Shapash.
Hasta que se sació de llorar,
bebió como vino lágrimas. 10
En voz alta gritó a la Luminaria de los dioses, Shapash:
— Cárgame, por favor, a Baal, el Todopoderoso.
Escuchó la Luminaria de los dioses, Shapash,
alzó a Baal, el Todopoderoso,
a hombros de Anat, sí, le puso. 15
Lo subió ella a las cumbres de Safón,
le lloró y le sepultó,
le puso en la caverna de los dioses de la ‘tierra’42.

Banquete funerario

Degolló setenta toros salvajes,


como sacrificio fúnebre43 de Baal, el Todopoderoso;
degolló setenta reses de vacuno, 20
como sacrificio fúnebre de Baal, el Todopoderoso;
degolló setenta reses ovinas,
como sacrificio fúnebre de Baal, el Todopoderoso;
degolló setenta ciervos,
como sacrificio fúnebre de Baal, el Todopoderoso; 25
degolló setenta cabras monteses,
como sacrificio fúnebre de Baal, el Victorioso;
degolló setenta corzos44,

111
como sacrificio fúnebre de Baal, el Todopoderoso.
30 [Ante su es]tirpe se declaró viuda nubil (?) Anat,
[de modo que uno de sus pró]ceres fuese cuñado de los
dioses43.

Elección del sustituto

Así, puso entonces cara


hacia El, (que mora) en la fuente de los dos raudales,
en el seno del venero de los dos océanos.
35 Se dirigió a la gruta de El y entró
en la morada del Rey, Padre de años.
A los pies de El se inclinó y cayó
se postró y le rindió honores.
Alzó su voz y exclamó46:
40 — ¡Que se alegren ahora Ashera y sus hijos,
la diosa (madre) y el clan de sus parientes!
Pues muerto está Baal, el Todopoderoso,
pereció el Príncipe, Señor de la Tierra.
En voz alta gritó El
45 a la Gran Dama, Ashera del Mar:
— Escucha, ¡oh Gran Dama, Asheradel M ar!,
propon uno de tus hijos para que yo le haga rey.
Y respondió la Gran Dama, Ashera del Mar:
— ¡Venga, hagamos rey a uno inteligente y perspicaz!47.
Y respondió el Benigno, El, el Entrañable:
50 — Uno débil de fuerzas no podrá competir,
con Baal no podrá medir (su) lanza,
con el hijo de Dagón, porque desfallecerá'"'.
Y respondió la Gran Dama, Ashera del Mar:
— ¡Hagamos entonces rey a Athtar, el Terrible!49.
55 ¡Que reine Athtar, el Terrible!
Acto seguido Athtar, el Terrible,
subió a las cumbres de Safón,
se sentó en el trono de Baal, el Todopoderoso.

112
Sus pies no llegaban al escabel,
su cabeza no alcanzaba a su remate. 60
Y respondió Athtar, el Terrible:
— No puedo reinar en las cumbres de Safón.
Descendió Athtar, el Terrible,
descendió del trono de Baal, eí Todopoderoso.
¿Acaso iba a reinar en la tierra, (que) de (un) dios es toda
ellaj0, 65
[quien sólo vale (?) para] sacar agua con un caldero,
[quien sólo vale (?) para] sacar agua con una jarra?51.

KTU 1.6 II

Ante el fracaso en hallar un sustituto de Baal, se impone ir en


su búsqueda y rescatarle de las fauces de Mot, que es quien se
supone le ha devorado. Y a esta tarea se apresta Anat, su her­
mana-esposa, que deberá enfrentarse al dios del Infierno.

Anat busca a Baal

(Laguna de unas 30 líneas)


............ 1

Un día y más pasaron


y Anat, la Doncella, le buscó52. 5
Como el corazón de la vaca por su ternero,
como el corazón de la oveja por su cordero,
así (batía) el corazón de Anat por Baal.
Cogió a M ot por el borde del vestido, 10
le agarró por el extremo del manto.
Alzó su voz y exclamó:
— ¡Venga, Mot, dame a mi hermano!
Y respondió el divino Mot:
— ¿Qué deseas de mí, ¡oh Virgen Anat!?

113
15 Yo mismo recorrí y rastreé
todo monte hasta las entrañas de la tierra,
toda altura hasta el seno de los campos.
Mi apetito estaba a falta de hombres,
mi gana a falta de las multitudes de la tierra.
Llegué a la delicia de la tierra de ‘Peste’,
20 a la hermosura de los campos de ‘Playa-Mortandad’.
Encontré a Baal, el Todopoderoso,
yo mismo le puse como un cordero en mi boca,
como un lechal en la abertura de mi esófago quedó
triturado53.
La Luminaria de los cielos, Shapash,
25 abrasando estaba el vigor de los cielos
en manos del divino M ot54.
Un día y más pasaron,
los días se hicieron meses,
Anat, la Doncella, le buscó.
Como el corazón de la vaca por su ternero,
como el corazón de la oveja por su cordero,
30 así (batía) el corazón de Anat por Baal.
Cogió al divino Mot;
con un cuchillo le partió,
con un bieldo le bieldó,
en el fuego le quemó,
con piedras de molino le trituró,
35 en el campo le diseminó.
Su carne la comieron, sí, los pájaros,
sus trozos los devoraron las aves;
la carne a la carne llamó55.

KTU 1.6 ÍII

La búsqueda de Baal y su desentrañamiento por Anat acaban


con el recurso a la adivinación; en este caso, a un sueño del

114
propio dios supremo que desvele si, como consecuencia de la
intervención de la diosa, aquél está vivo (ha vuelto a la vida)
o muerto. O, lo que es lo mismo, si la sequía se va a impo­
ner o la lluvia hará su aparición. El dios El plantea el pro­
cedimiento como una incubado con un signo de valor
disyuntivo: si/no. Resuelta positivamente la cuestión, Anat
recibe el encargo de reanudar la búsqueda, ayudada por el
dios Sol, ahora a su disposición. El texto, truncado en su
inicio, se continúa por el borde en la primera columna del
reverso (IV).

Revelación de Baal vivo

(Laguna de unas 40 líneas)

— [Pero si está muerto Baal, el Todopoderoso,


y si pereció el Príncipe, Señor de la tierra,
en el sueño del Benigno, El, el Entrañable,
en la visión del Creador de las creaturas,
los cielos aceite no lloverán,
los torrentes no fluirán con miel,
y sabré yo que murió Baal, el Todopoderoso],
que pereció el PrínciEpe, Señor de la tierra].
Pero si está vivo Baal, el Todopoderoso,
y si está en su ser el Príncipe, Se[ñor de la tierra],
en el sueño del Benigno, El, el Entrañable,
en la visión del Creador de las creaturas,
los cielos aceite lloverán,
los torrentes fluirán con miel,
y sabré yo que está vivo Baal, el Todopoderoso,
que está en su ser el Príncipe, Se[ñor de la tierra].
En el sueño del Benigno, El, el Entrañable,
en la visión del Creador de las creaturas,
los cielos aceite llovieron,
los torrentes fluyeron con miel.
Se alegró el Benigno, El, el Entrañable,
15 sus pies en el escabel apoyó,
y desfrunció el ceño y se echó a reír56.
Alzó su voz y exclamó:
— Me sentaré y reposaré,
y reposará en mi pecho mi alma,
20 porque está vivo Baal, el Victorioso,
porque está en su ser el Príncipe, Señor de la tierra.

Encargo de búsqueda de Baal

En voz alta gritó El a la Virgen Anat:


— Escucha, ¡oh Virgen Anat!,
di a la Luminaria de los dioses, Shapash:
KTU 1.6 — Resecos están los surcos de los campos, ¡oh Shapash!,
N l resecos los surcos de los campos, ¡dios!57.
Baal ha dejado los surcos de la arada58.
¿Dónde está Baal, el Todopoderoso,
5 dónde el Príncipe, Señor de la tierra?
Marchó la Virgen Anat;
así, puso entonces cara
hacia la Luminaria de los dioses, Shapash.
Alzó su voz y exclamó:
10 — Mensaje del Toro El, tu padre,
palabra del Benigno, tu progenitor:
— Resecos están los surcos de los campos, ¡oh Shapash!,
resecos los surcos de los campos, ¡dios!
Baal ha dejado los surcos de la arada.
15 ¿Dónde está Baal, el Victorioso,
dónde el Príncipe* Señor de la tierra?
Y respondió la Luminaria de los dioses, Shapash:
— Vierte vino chispeante59 de las tinas,
que traiga la comitiva60 de tu{s) congénere(s),
20 que yo buscaré a Baal, el Todopoderoso.
Y respondió la Virgen Anat:

11 6
— Doquiera (vayas), ¡oh Shapash!,
doquiera61, El te proteja,
que te protejan en paz (los dioses)62.

(Laguna de unas 35 líneas)

KTU 1.6 V

En el espacio perdido ha de presuponerse que Shapash cum­


ple su misión: descubre a Baal vivo y dispuesto a reinvidicar
su preeminencia, la cual pasará por someter a los dioses,
‘hijos deAshera’, que se han supuesto contentos con su muer­
te (cf. KTU 1.6 I 39ss.), al decir de Anat. Tal cosa parece
presuponer el fragmento inicial de la columna V. Por otra
parte, las lineas 33-3S parecen el cumplimiento de la pre­
monición del retorno triunfal de Baal a su trono (líneas 5-
6). Ambos textos son, con todo, deficientes y no cabe excluir
del todo una versión en pasado, como actuación llevada ya
a cabo por Baal. La súbita aparición de Baal al cabo del
tiempo, fuera ya del alcance de Mot, hace prorrumpirá éste
en una amenaza de exterminio de los humanos con vida, si
no se le proporciona un sustituto divino en lugar de aquel
que se le ha escapado, obligado por la contundente actua­
ción de Anat (si es que alguna vez llegó realmente a devorar­
le y no más bien a su reemplazante). El ciclo estacional,
pues, anuncia el declive del estiaje y la vuelta de la lluvia
fecundante. Mot reclama mientras tanto una víctima susti­
tutoria que calme su apetito devorador y deje a salvo la
vida, conjurando su intempestiva acometida en época de
fertilidad.

117
Vengaza anunciada de Baal

1 — Agarrará Baal a los hijos de Ashera;


a los grandes golpeará con el alfanje,
a los que (son) como Yam63 golpeará con la maza,
a los pequeños64 arrastrará por tierra.
5 Y [se sentará] Baal en su trono regio,
[en el diván], el solio de su poder.

Reencuentro con Mot

Los días se hicieron meses,


los meses se hicieron años;
hasta que a los siete años
aflojó (?) el divino M ot
10 ante Baal, el Todopoderoso.
Alzó su voz y exclamó:
— Por tu causa, Baal, he visto la postración,
por tu causa he visto el aventamiento <a bieldo,
por tu causa he visto el trinchamiento> a cuchillo*15,
por tu causa he visto la combustión por fuego,
15 por tu causa [he visto la molienjda a la piedra,
por [tu cau]sa he visto [el cerni]do con criba,
por tu causa he visto la caída (?) en el campo,
por tu causa he visto la diseminación en ei mar.
20 Da(me) uno de tus hermanos para que yo le devore
y cese la ira que padezco.
Si no me das uno de tus hermanos,
mira, entonces (serán) mi presa [...],
mi alimento, [los hombres],
25 mí comida, las multitudes de [la tierra].
¡Que caiga, pues, [uno de tus hermanos],

(Laguna de unas 25 líneas)

118
KTU 1.6 VI

Al parecer, Baal asiente a la demanda de Mot, pero astuta­


mente le engaña y le hace devorar a sus propios hijos, los
dioses infernales: el Infierno se alimenta de sus muertos, y la
vida prospera a su pesar. Se desata en consecuencia una feroz
contienda entre ambos poderes, de la vida y la muerte, que
acaba con una apretada y provisional victoria en favor de
Baal, apoyada por el sabio consejo de Shapash. Esta sabia
divinidad se presenta como una fuerza ambigua que tanto
induce la mortífera abrasadora sequía como hace crecer la
vida con sus benéficos rayos. Representa la sabiduría del ‘mo­
mento ad ecu ad od e la realidad aceptada. Al final del ciclo es
cantada (?) como divinidad propicia.

Combate Baal-Mot

[Se peleó por la plata, se posesionó del oro] 1


del que quiso echarle [de las alturas de Safón],
expulsarle [de su trono regio]
[como un pájaro] de [sus] do[minios]66.
[Entregó sus propios hermanos Baal]
[como alimento al divino] Mot, 5
[como consumición], el Campeón de los pueblos67.
[Entonces los consumió] el divino Mot,
[devoró (?)] a sus siete mancebos68.
Y respondió el divino Mot:
— Y [he aquí] que a mis hermanos hizo Baal mi alimento, 10
a los hijos de mi madre, mi consumición.
Se volvió hacia Baal (que mora) en las cumbres de Safón,
alzó su voz y exclamó:
— A mis hermanos hiciste, Baal, mi alimento,
a los hijos de mi madre, mi consumición. 15
Se atacaron como luchadores69:
Mot era fuerte, Baal era fuerte.
Se acornearon como toros salvajes:
M ot era fuerte, Baal era fuerte.

119
Se mordieron como serpientes:
20 Mot era fuerte, Baal era fuerte.
Se arrastraron como alazanes70,
Mot cayó, Baal cayó.

Desenlace del combate

(Desde) arriba Shapash gritó71 a Mot:


— Escucha, por favor, ¡oh divino Mot!
¿Cómo puedes pelearte
25 con Baal, el Todopoderoso?
¿Cómo quieres que te escuche72
el Toro Ei, tu padre?
De seguro arrancará el soporte de tu sede73,
volcará, sí, tu trono regio,
si duda romperá tu cetro de mando74.
30 Se atemorizó el divino Mot,
tuvo miedo el amado de El, el Adalid,
se agitó M ot en su postración75.
Al[zó su voz y exclamó]:
— Baal ha de instalarse en su trono regio,
35 en el diván, el solio de su poder.
[Asumirá su reino eterno],
su dominio [por generaciones].
He aquí que [contará] los años [con El],
[los meses con el Benigno, El], el Entrañable76.
40 [,..77] citó a
[... y] familiares:
— [¡Venga, venid!], ¡venga, bajad!,
[que la carne {?)] es tierna!
¡A comer, sí, pan de ofrenda,
45 a beber, venga, vino de obsequio!
¡Shapash, a los Refaim tú dominas,
Shapash, tú dominas a los divinales!
[Mira], en torno tuyo78 están los dioses,
mira, los hombres79 en torno tuyo.

120
Kothar es tu compañero80,
y Hasis, tu conocido81. 50
Con YaraS2 están Arish y el Dragón83:
que Kothar-Hasis (los) expulse,
que (los) eche Kothar-Hasis.

El escriba fue Ilimilku, shubaní,


discípulo de Attán, Arúspice84, 55
Sumo Sacerdote, Jefe de Pastores,
Oficiante85 de Niqmad, Rey de Ugarit,
Señor, y r g b b ‘ 1, t r m n i i .

NOTAS

1. /: ‘cuando’; ‘es cierto que’, en razón de la anfibología del functor ug. k.


2. Ug. Itn, Lotán, a saber, Leviatán, el proverbial monstruo primordial,
ayudante de Yam, el ‘Dragón/Serpiente de siete cabezas’, aniquilado por Anat
(cf. KTU 1.3 III 40ss.). La fatídica serpiente reaparecerá en la apocalíptica del
Antiguo Testamento (Is 27,1; Sal 74,13s.; 104,26; Am 9,3; Job 3 ,8 ; 26,3;
40,25ss.), del Nuevo Testamento (Ap 12,3; 13,1; 17,7: el Dragón de siete
cabeza^) y en la apócrifa, transformada en una figura apocalíptico-cscatológi-
ca. Cf. C. Uehlinger, «Leviathan», en K. van der Toor et al. (eds.), Dictionary
ofD eities and Demons in the Bible, Leiden-New York-Koln, 1995, cois. 956-
964.
3. /: ‘quedaste al desnudo’; ‘se calentaron.’, ug. ttkh ttrp.
4. /: ‘te consumiré/devoraré’; ‘permíteme desgarrarte a trozos’, ug. ipdk
... iípi utm.
5. El texto es muy confuso. /: ‘que yo devoraré costados, entrañas y
antebrazos’; ‘con gemidos yo soy devorado, (como) trozo de boñiga muero’,
ug. ispi utm drqtnamím. Cf. DLU 59s., 141 (ut, drq).
6. /: ‘¡no has bajado todavía!’ (= ¡ya bajarás!), ug., lyrt, por anfibología
del functor ug. I.
7. Denominación impresionista de la ‘garganta’ del dios, que lleva a su
vientre/morada, el Infierno. Hay aquí una interacción de diferentes niveles
semánticos.
8. /: ‘garganta’, otro de los valores del semítico nps.
9. La partícula ug. km permite construir también estas frases como inte­
rrogaciones disyuntivas.
10. Versión aproxiraativa. /: ‘delfín’; literalmente: ‘el que bufa’, ug. anhr.
11. /: ‘barro’ ; ‘como un asno’, por la amfibología de ug. btnr.
12. /: ‘bebamos’, ug. nit.
13. Para este texto, cf. la anticipación deí mismo más arriba.

121
14. /: 'como oiiva agostada’; ‘por que está abrasando’, ug. khrrzt.
15. Traducción incierta. /: ‘apresúrate’; ‘¡salve!, ‘¡saludos!’, ug. bht.
16. Cf. KTU 1.4 VIII lOss.
17. Texto muy fragmentario e incierto; no se ha de excluir una restaura­
ción del tipo: ‘¿Cómo es que (ahora) me invita [Baal con mis hermanos], me
convida Hadad (con mis parientes]
18. /: ‘ [nuestro rey]’; ‘[el que engorda a los dioses]’, cf. KTU 1.4 Vil
50-51.
19. Con este terónimo se designa a sus más aguerridos ‘guardaespaldas’
(cf. KTU 1.5 V 8-9; también KTU 1.15 IV 6s. y paralelos, para el uso de
terónimos como apelativos humanos). Todo este texto es deficiente y oscuro.
Se propone también: ‘en sus siete estancias, en sus siete antesalas’, cf, KTU 1.3
V 11-12.
20. /: ‘el pan de mi banquete!’, ug. Ihm ms[.
21. Para el formulario cf. 1.4 IV 37s.
22. Literalmente: ‘con correas (de arrastre)’, ug, cl hbH. Reconstrucción
altamente hipotética.
23. Parte de esta laguna puede rellenarse con eí inicio del encargo que
Baal lleva a cabo, transcrito ahora, en el momento de la encomienda, en for­
ma yusiva.
24. Como si fuera un aíterego. /: ‘tu soberanía’, ug. ipd prk.
25. Texto muy deficiente y oscuro.
26. Se supone que está destinado a morir. Se asegura para él la dignidad
de dios ctónico después de la muerte.
27. /: ‘tus rayos’; ‘tus calderos, regaderas (~ por ‘nubes’ [?])’, ug. mdlk.
28. Cf. n. 19 para este tipo de designación. La referencia a una constela­
ción (<las Pléyades?) es meramente hipotética y poco probable.
29. /: ‘de mi túnel’, suponiendo que es la diosa Sol la que habla; ‘de mi
tapadera, cubierta’, suponiendo que es Mot quien así se expresa (cf. KTU 1.4
VIII 2-3: las montañas que ‘tapan’ el acceso al Infierno).
30. Cf. p. 98, n.120 (KTU 1.4 VIII 5-9).
31. /: ‘tierra de pastos’, ‘descampado’, ug. bdbr.
32. Probablemente la antesala del Infierno, una especie de ‘Campos
Elíseos’ cananeos.
33. /: ‘hermano gemelo’. Para de M oor una especie de doble o ‘rey por
un día’, según eí uso mesopotámico en el festival de Año Nuevo, que con­
funda a todos respecto al destino real de Baal. Éste luego aparecerá como
‘resucitado’, con vida (KTU 1.6 III). Por otro lado, no se puede suponer en
al[ el inicio de alp, pues tal prole (‘ox’/'Ochsen’) está excluida como impro­
pia de Baal por 1.10 III 2ss. Debe leerse ai[ryn como requiere además la
línea 1.
34. Con la repetición ejecutiva queda cubierta la laguna de una 11 líneas
que presenta la columna, dentro del más puro estilo de la narrativa épica
cananea, que se caracteriza por estas repeticiones.
35. Cf, De Moor, An Antholcry ofReligious Texts, pp. 79, 83 n. 403: se­
ría a éste al que devoraría Mot.
36. Cf. líneas 5-6 de la columna precedente, donde se dice que éste será
ei destino de su sustituto.

122
37. Para el formulario que define la marcha a la morada del dios El, cf.
KTU 1.1 III 23s.; 1.2 III 4s.; 1.4 IV 20ss,; 1,6 I 32ss.
38. /: "una gavilla*; ‘basura1* ‘suciedad1, ug. cmr.
39. Quizá ‘patillas’. í\ ‘usando un sílex’; ‘incisiones*, ug. psltm.
40. En el caso de Anat se unen los formularios que describen el viaje de
los mensajeros y la deploración de El.
41. /: ‘a ella baja’, ug. cmb.
42. Cf. KTU 1.5 V 5 s .y n . 26.
43. El término ug. gmn es de interpretación incierta. Se proponen como
versiones alternativas: ‘por que Baal, el Todopoderoso, había sido profanado,
ensuciado’; ‘como lamento’.
44. /: ‘asnos’, texto ug. fragmentario y(?)]hmrm,
45. O ‘yerno de El’. El texto es deficiente y ha sido objeto de varias inte­
graciones. La versión ofrecida, propuesta por de Moor, supone que se aplica
a la viuda de Baal un procedimiento similar al que suponía la ley del levirato en
Israel: el hermano del difunto debía tomar por esposa la viuda de su hermano
(ug. ybmt, hb. ybmb), muerto sin descendencia. Por eso, a continuación se dirige
Anat, la hermana-esposa de Baal, a El para saber quién será el sucesor de aquél.
46. Para eí formulario cf. p. 95, n. 86.
47. interpretando así yde yíhm ‘don sábelo-todo’ (= ‘(el) que sabe y
urde’), que podía tomarse como el hipocorístico de la deidad propuesta. /: ‘el
que sabe/es capaz de traer la humedad'; ‘el que sabe (cómo) fluye el jugo’; o
simplemente ei teónimo ydc*ylhn> de tipo ‘amorreo\
48. /: *ante el hijo de Dagón dobla la rodilla’, ug. ktmsm.
49. /: c<no hemos de hacer ug. bit nmlk.
^ 50. h y reinó en la divina tierra toda ella’ ; dios de toda ella’, Pero tal
versión está aparentemente en contradicción con lo dicho anteriormente so­
bre su incapacidad para ser rey en lugar de Baal, que es el auténtico ‘Rey/
Señor de la tierra1 (ug, bl a rs). Para escapar a esta dificultad se prentende que
‘tierra’ aquí significa ‘tierra llana’, susceptible de regadío, o ‘Infierno’, corres­
pondiendo en ambos casos a las supuestas características del dios Athtar como
dios de la irrigación artificial y divinidad ctónico-infernal (?). Para el sentido
del cliché cf. 1.3 VI I2ss., dicho de la morada de Kothar.
51. Posible referencia a su capacidad como dios de la irrigación artificial (?).
52. /: ‘interrogó \ ug. tngtb.
53. Para la fraseología, cf. KTU 1.4 VIII 17ss.
54. Para la frase, cf. KTU 1*4 VIII 2 lss. Ésta explica en qué consiste el
que Mot ‘devore a Baal1, como se ha asegurado previamente: la implantación
de la sequía en la tierra bajo el tórrido sol del verano.
55. /: ‘los carní(voros) engordaron con la carne’, ug. sir ISirysh, La inten­
ción del proceder de Anat es claro: puesto que M ot dice haber ‘devorado* a
Baal, ‘desentrañarle’ y sembrarle en el campo hará posible que Baal rebrote y
se libere.
56. Para la fraseología, cf. KTU 1.4 IV 27ss.
57. /: ‘los campos de El*; ‘los campos espléndidos’, ug. £dm il. La dificul­
tad derivada del género normal femenino de la diosa Shapash no es insupera­
ble. Tal género fluctúa en las diversas mitologías orientales. Por otra parte,
véase la secuencia de la pareja épéfyrh en KTU 1.43 ú 1,14; en tales empareja-

123
miemos siempre precede el Varón’. El mismo fenómeno se presenta quizá a
continuación en las líneas 22-23.
58. /: ‘¡(acaso) te hicieron a ti Señor de los surcos de la arada?’, ug. ystk
Ifi €nt mbrtí , en relación con la aseveración de Mot en El 24 s.
59. Literalmente: ‘vino de ojo(s)’, ug. yn ‘n.
60. /: ‘traigan coronas (?) tus congéneres’; ‘pon coronas sobre tus congé­
neres’, ug. bi lyt. Cf. DLU 250 (iyt).
61. /: ‘con fuerza y más fuerza’, ug. an tan.
62. La expresión reproduce una conocida fórmula epistolar de saludo.
63. /: ‘los atacantes, destructores’; ‘los sicarios de Yam’, según las dife­
rentes interpretaciones de ug, dkym (cf. DLU 131).
64. /: ‘el ardiente calor de M ot’; ‘el pequeño de Yam’, según las diferen­
tes lecturas de sgnn. La asumida aquí supone ‘pequeños’ por oposición a rbm,
‘grandes’, de la línea 2. Algunos autores lo traducen por ‘numerosos’, desha­
ciendo así la correlación ‘grandes/pequeños’, como categorías de dioses.
65. Haplografía; cf. supra su destrucción por Anat, II 30ss.
66. Para la reconstrucción de este texto, cf. 1.3 III 47-IV 2.
67. Cf. infra líneas lOs. Para el epíteto, cf. KTU 1.2 I 46.
68. Cf. KTU 1.5 V 8s., donde también aparecen tos siete mancebos de
Baal. Se trataría de la cohorte que acompaña a los grandes dioses.
69. ‘se acecharon como gallos de pelea’, ug. ytfn kgmrm.
70. La semántica tanto de ug. msb como de Ism es imprecisa, /: ‘se patea­
ron como animales de carrera'.
71. Cf. KTU 1.161:19 para esta frase de introducción de discurso direc­
to por parte de Shapash.
72. I: ‘¿cómo va a dejar de oírte?’, dada la ambigüedad semántica del
functor ug. al.
73. /: ‘los postes de tu residencia’, ug. alt tbtk.
74. La frase reaparece en la inscripción del sarcófago de Ahirom de
Biblos.
75. Cf. las líneas 21s. (ql) y V 12. /: ‘se agitó por sus palabras’; ‘se alzó a
su voz’ ; ‘entró en razón a su voz’, ug. y:r m t bqlb.
76. Reconstrucción hipotética. Cf. KTU 1.17 VI 28s.
77. No sabemos quién invita ni quiénes son los invitados. Verosímilmente
éstos son Shapash y los demás dioses celebrados en el himno siguiente. La
restauración de Anat en este lugar es completamente hipotética.
78. /: ‘tu compañía’, ug. ‘dk.
79. /: ‘muertos (divinizados)’; ‘héroes’, ug. mtm.
80. /: ‘tu mago, conjurador’, ug. hbrk.
......3 1 ./ : ‘adivino’, ug. d‘t . ............................................................................
82. /: ‘en el día d e...’; ‘en el mar están’; ‘al M ar... expulse...’, ug, bym ... yd.
83. Los monstruos enemigos de Baal y comparsas del dios del mar Yam
que Anat aseguró haber aniquilado. Cf. KTU 1.3 III 40ss.
84. Ésta parece ser la más verosímil interpretación de ug. prln, título de
origen extranjero.
85. /: ‘secretario de estado’, ug. fy .
86. Sobre estas dos denominaciones del rey de Ugarit, cf. RC ]66ss.,
donde se discuten otras interpretaciones. /: topónimos yrgb y trmn.

124
CICLO BAÁLICO MENOR
Aparte del ciclo normativo, la mitología baálica de Ugarit
nos ha conservado una serie de textos fragmentarios que,
por una lado, ponen de relieve su complejidad y abudancia
y, por otro, desarrollan un aspecto, el de Baal como dios de
la fertilidad, poco explicitado en aquél, preocupado sobre
todo por asegurar su supremacía regia primordial por enci­
m a r e cualquier otro contrincante divino. Estos mitemas
menores nos permiten suponer la existencia de un ‘ciclo
baálico menor’, el cual nos revela aspectos complementarios
del dios. Junto a los textos que presentan una inteligibilidad
aceptable, se han conservado vestigios de otros varios mite­
mas en torno a la figura de Baal, pero su fragmentario estado
de conservación no permite conclusiones claras sobre su con­
tenido y función (KTU 1.7, 1 .8 ,1 .9 ,1 .2 5 ,1 .8 3 ,1 .9 2 , 1.93,
1.101). Son exponente manifiesto, eso sí, de la abundante
literatura mitológica que la figura de tal divinidad concitó a
propósito, sobre todo, de situaciones vitales y religiosas no
suficientemente explicitadas en eí ciclo canónico.

127
LOS AMORES DE BAAL Y ANAT
(KTU 1.10-1.11)

Característico en tal sentido es el texto KTU 1.10 (en el que


tal vez podría integrarse el breve fragmento KTU 1.11), que
nos habla de las relaciones amorosas y su fruto de Baal y la
Virgen Anat, sobre las que tan reticente y pudoroso se mues­
tra el ciclo baálico normativo. La hermana se revela aquí
como la amante apasionada y atrevida que busca a su amor y
anhela poder ofrecerle el fruto de su relación. La pareja Baal-
Anat se presenta sin ambages y en un marco de imaginería
mitológica como el paradigma de la relación amorosa y de
su fertilidad prototípica. Lo que no excluye una configura­
ción de ésta profundamente antropomórfica, con sus crestas
de búsqueda y encuentro, frustración y plenitud, casi como
un Cantar de los cantares cananeo, con un acento más crudo
y resuelto en el aspecto sexuai-generativo.
Aparece la diosa Anat, saliendo en busca de Baal y pre­
guntando por su paradero. La respuesta es que Baal ha mar­
chado de caza, señalándose el lugar preciso de su excursión:
el pantano de Shamak, que sabemos corresponde a la zona
del norte del mar de Tiberiades, denominado lago Hule an­
tes de su desecación. En consecuencia, la diosa parte en su
búsqueda. Su encuentro con Baal es descrito según conoci­
das fórmulas estereotípicas de avistamicnto y saludo. En las
mismas parece aludirse a la colaboración de la diosa Anat en
las luchas que enfrentan a Baal con sus enemigos y que nos
son conocidas por el ciclo canónico. En concreto, la alusión
a la ‘tierra’ (infernal) sugiere que en este caso el enemigo
previsto es Mot, el dios de la esterilidad.

128
A continuación, en una situación visionaria, como co­
rresponde a la importancia del caso, Anat atisba a la novilla
que, identificada de algún modo consigo misma, será fe­
cundada por Baa!. Al parecer, el experimento se repite va­
rias veces, como es típico en estos relatos cultuales, o bien
Baal fecunda a la vez a varias novillas, de entre las cuales, al
fin, saldrá su esperada prole. En todo caso, aquí radica el
núcleo del poema. La procreación es lo que al parecer preo­
cupa a Baal, según un texto oscuro que posiblemente perte­
nece a este lugar (1.11:1-6). De acuerdo con el mismo, Baal
mantiene una abundante relación sexual con Anat, fecun­
dando a la vez a las novillas que la Virgen le ofrece como sus
sustitutas y que darán a luz para ella, según el conocido pro­
cedimiento oriental en caso de infecundidad de la esposa, y
de las que nacerá la prole a Baal. El tema ya era conocido en
la mitología normativa (cf. KTU 1.5 V 18ss.).
Este dato queda resaltado convenientemente por con­
traste: ante la nueva del nacimiento a Anat de un/a becerro/
a reacciona Baal con una exclamación de frustración. Como
papece deducirse del mismo valor semántico: se trataría de
un tipo manso y doméstico de animal que no es adecuado
representante y sustituto de Baal. Éste, frustrado, se retira a
su morada, su ‘Monte santo’. Pero, por fin, un último parto
de otra de las novillas aporta la solución, que Anat se apresu­
ra a comunicar a Baal. Lo satisfactorio de tal nueva radica
precisamente en la naturaleza de la prole nacida a Baal: esta
vez un ‘toro macho bravo, salvaje’, que Anat reconoce como
la auténtica prole baáíica y a la vista del cual reacciona jubi­
losamente, tomando a continuación tal prole bajo su protec­
ción especial. Como última escena aparece Anat yendo a
comunicar la buena nueva o ‘evangelio de natividad’ a Baal,
ante la que éste reacciona con alegría.
El poema tiene, pues, el valor de un mito de fecundidad
o de celebración de Baal como dios promotor de la misma,
aspecto poco desarrollado en el ciclo baálico canónico, más
preocupado por el de la supremacía y soberanía de aquel

129
dios frente a sus adversarios en ese campo. Aquí se explícita
la potencia fecundante que allí se afirma, en la misma línea
en que el texto KTU 1.23 lo hace en relación con el dios El,
poema con el que el nuestro manifiesta algunos contactos,
que posiblemente supone y que quizá pretende suplantar.
Igualmente Anat despliega aquí su carácter de diosa del amor
y la fecundidad, frente al primordialmente guerrero que de­
sarrolla en el ciclo normativo. Las dos divinidades de la fe­
cundidad aparecen en su relación amorosa que procrea vida
y da origen al toro vigoroso, encarnación de la fuerza de
Baal en la tierra. Tiene así el poema un sentido más pecuario
que agrario/estacional, aspecto éste resaltado sobre todo en
el ciclo canónico, aunque naturalmente ambos aspectos es­
tán relacionados.
En cuanto a la localización de la acción mítica en la ribera
pantanosa del lago Hule y la posible perduración de tal culto
en el santuario cananeo-israelítico de Lais-Dan, hay que re­
conocer la sorprendente correlación toponímica de Shamak,
lugar del encuentro de Baal y Anat, con el yamma d‘‘ samkj
Semachonítis, como aquél es denominado en la tradición ju­
día. Pero el lugar mítico no tiene por qué coincidir necesaria
y exclusivamente con el empírico.

KTU 1.10 I

La primera columna, muy fragmentaria, sólo permite una


reconstrucción hipotética 1que deja entrever los preparativos
de Anat antes de lanzarase en busca de su ‘hermano’ Baal.

(Laguna de unas 20 líneas)

1 [Se lavó] la Virgen Anat],


[... se maquiljló con polvos,
[con esenjcia que los dioses no conocen,
[que ignora] la asamblea de las estrellas,
5 [que no comprende] la familia de los cielos2.

130
[Pretendió seducir a] Baal, el Todopoderoso,
[encandilar] al Auriga de las nubes,
[para que Baal no] acose a los pueblos,
[para que Hadad] vuelva a3 la tierra.
[¡Que su poder reviva] a los muertos,
[que haga florecer] la mano del Héroe el erial4!
[¡Que Baal benevolencia muestre,
[que Hadad gracia] otorgue!
[Se lavó] la Virgen Anat,
[se maquilló la ‘Pretendida] de los pueblos’,
[para que Baal no acose] a los pueblos,
[para que Hadad] vuelva a la tierra.
[De ese modo se regocijará to]da carne,
[se llenará de gozo toda alma (?)].
(Laguna de unas 13 líneas)

KTU 1.10 II

Una vez covenientemente adobada, Anat se dirige al encuen­


tro 4 e Baal, ocupado en sus propios ejercicios venatorios. La
descripción del viaje se ha perdido; es probable que viniese
dada según el consabido formulario de marcha del que el mito
baálico nos ha ofrecido cumplidos ejemplos.

(Laguna de unas 20 lineas)


— [¿Está Baal en su casa],
[el dios Hadad] en su palacio?
Y respondieron los pajes de Baal:
— No está Baal en casa,
el dios Hadad en su palacio.
Su arco tomó en su mano,
y sus flechas en su diestra.
Luego puso cara
hacia las riberas de Shamak5,
llenas de toros salvajes.
Ahuecó el ala la Virgen Anat,
ahuecó el ala y escapó volando
hacia las riberas de Shamak,
llenas de toros salvajes.
Entonces alzó sus ojos Baal, el Todopoderoso,
alzó, sí, sus ojos y vio;
15 vio, sí, a la Virgen Anat,
la más graciosa entre las hermanas6 de Baal.
Ante ella se apresuró a alzarse, .
a sus pies se prosternó y cayó.
Alzó su voz y dijo:
20 — ¡Que vivas, hermana, largamente!7.
Tus vigorosos cuernos8, Virgen Anat,
tus vigorosos cuernos Baal los ungirá,
Baal los ungirá con (poder de) vuelo9.
Así atravesaremos en la ‘tierra’ a mis enemigos,
25 y en el ‘polvo’10 a los adversarios de tu hermano.
Entonces alzó sus ojos la Virgen Anat,
alzó, sí, sus ojos y vio;
vio a una novilla y escapó corriendo,
escapó corriendo y (/que) escapó chozpando
30 con la gracia, con el donaire de la bandada de las Kotharot11.
[En voz alta] a Baal gritó Anat:
— [¡Mira], Baal, lo que he visto,
[dios] Hadad, lo que nuestros ojos [vieron]! (?).
[Miró] Baal, el Victorioso,
35 [a la Virgen] Anat contempló12.
(Texto irreconstruible de 5 líneas)

KTU 1.11

Es posible que este pequeño fragmento forme parte del texto


perdido entre la II y III columna. En et mismo se describiría
la relación sexual entre Baal y Anat.

1 [Baal (?)] apretó y agarró su vulva,


[Anat (?)] apretó y agarró sus testículos.

132
[Y Ba]al desfalleció (?) por el becerro (?),
[por el morlaco de] la Virgen Anat.
[Al abrazarse/besarse (?) hubo] concepción y parto 5
[con la ayuda (?)] de la banda de las Kotharot:
[un hijo nació (?) a] la Virgen Anat,
[progenie a] Baal el Todopoderoso.
(Texto de 13 líneas irreconstruible)

KTU 1.10 III

Parece ser que la relación no ha dado el apetecido resultado y


se ha de recurrir a un sistema sustitutorio, una especie de
‘vientre de alquiler’, ya que la Virgen Anat no responde a las
expectativas. Recuérdese cómo ya en el mito (KTU 1.5 V
18ss,), antes de ir al encuentro de Mot, Baal copula con una
novilla que le pare su sustituto. De nuevo aquí será una vaca
la encargada de engendrar para Baal. Pero una vaca de algu­
na manera elegida por Anat, que así se identifica con ella (cf.
KTU 1.13:29-30, donde Anat es denominada la ‘novilla de
Baal’). La diosa del furor y la guerra, para funcionar como
diosa de la vida y la procreación, tiene que metamorfosearse.
Esta simbologia teromórfica es propia de la religión cananea
y resulta la formulación mítica del celebre becerro que la sim­
boliza en el pensamiento bíblico. Tanto Baal como El son
denominados ‘el Toro’ en el mito ugarítico).

(Laguna de unas 20 líneas)


— [Un ternero] la novilla parirá: 1
un becerro13 a la Virgen Anat,
una becerra a la ‘Pretendida de los pueblos’.
Y respondió Baal, el Todopoderoso:
— ¿Para qué como nuestro Creador excelso14 [soy yo],
como la ancestral estirpe que nos costituyó?15. 5
Se abalanzó Baal, llena [su ‘mano’ (?)],
el dios Hadad, llenó su [‘dedo’ (?)]16.
Desflorada fue la vulva de la Virgen Anat,

133
10 la vulva, sí, de la más graciosa de las hermanas de Baal17.
Ascendió Baal a la montaña,
el hijo, sí, de Dagón al [terreno (de su posesión) (?)18].
Se sentó Baal en su trono [regio],
el hijo de Dagón en el solio [de su poder],
15 Por el becerro el grito [alzó Baal],
por el becerro el grito lanzó [Hadad],
Marchó y escapó chozpando [Anat],
con gracia, con do[naire y exclamó]:
— La novilla, la novilla [que vi]
20 un morlaco19 parió [a Baal],
un toro salvaje, sí, at [Auriga de las nubes].
Abrazó la novilla [a su morlaco],
abrazó la novilla [a su toro salvaje],
y le cubrió con su ubre,
25 (mientras) él chupaba (?) sus pezones (?), sí, y su calostro20,
el calostro de su infancia.
La ladera ascendió (Anat) por la montaña,
la cuesta por el monte del triunfo21.
30 Ascendió así al (monte) Arar22,
al Arar y al Safón,
a la delicia, al monte del triunfo.
En voz alta a Baal gritó:
— ¡La buena nueva de El recibe, Baal,
recíbela, sí, progenie de Dagón!
35 Pues un morlaco a Baal ha nacido,
un toro salvaje, sí, al Auriga de las nubes.
Se alegró Baal, el Victorioso.

N OTAS

1. Cf. de Moor ,An Anihology ofReligious Texts, pp. 11 Os., uno de los
pocos autores que la ha intentado.
2. Para la reconstrucción, contenido y sintaxis, véase KTU 1.3 I I 38-111
2 ; III 26-28.
3. /: ‘se aposente en’, ug. ytb lars.

134
4. Para su reconstrucción, cf. un cierto paralelo semántico con KTU
1.19 II 12-18.
5. Con toda probabilidad se refiere a la región de la zona pantanosa de
Hule, al norte del lago de Tiberiítdes, recientemente desecada. La Transjorda-
nia a esta altura es también una zona con interesantes resonancias en la mito­
logía ugarítica (cf. KTU 1.108:2-3: Ashtarot-Hedreí).
6. La denominación equivale en el lenguaje mitológico y lírico del anti­
guo Oriente a amante, esposa.
7. /: ‘ ¡vamos a alargar la vida, hermana!’, ug. hurt abt w rtark.
8. /: ‘los cuernos de tu tocado’; la diosa es representada con cuernos,
como otras divinides orientales. En KTU 1.13:29s será denominada expresa­
mente ‘novilla de Baal’.
9. El carácter alado y volador es otro aspecto que se supone a muchas
divinidades orientales, entre ellas a Anat.
10. El par ‘tierra’//‘polvo’ puede ser una referencia al ‘Infierno’, morada
del máximo enemigo del Baal, el dios Mot.
11. Divinidades del parto, mencionadas en otros textos y cantadas espe­
cialmente en KTU 1.24:40ss., donde se las denomina ‘las golondrinas’.
12. /: ‘su boca (abra)’, ug. pb, posible eufemismo sexual.
13. El término ugatítico alp designa de manera genérica ‘una res bovina
macho’; en los contextos mitológico y cultual no se puede traducir por ‘buey’,
animal que no puede representar adecuadamente la fertilidad y no es apto
como víctima sacrificial.
14. /: ‘de seguro como nuestro Creador (puedo yo mon]tarte’(?), ug. Im
kqnytt ‘i-,
1 J. La potencia generativa primordial corresponde al dios supremo El,
el ‘'Padre de los dioses’ y ‘Creador de las creaturas’, cuyo vigor sexual celebra
KTU 1.23.
16. Posible referencia a la erección sexual.
17. Pero la ambigüedad del lexcma p en ugarítico (‘boca’ y functor ‘y,
también’) permite otras interpretaciones. /: Virgen y (sólo) virgen es Anat,
aunque sea la más graciosa
18. /: ‘cie[los]’, ug. b ¿(.
19- El producto de! parto es ahora un ibr, un bóvido macho en cuanto
tal, no un simple e indiferenciado alp.
20'- Versión incierta. /: ‘sobre su obligo, sí, y tierna piel ug. ■fl Srh
u/Shph.
21. /: ‘poderoso’, ug. gr tliyt..
22. Otra denominación de la morada de Baal, desconocida en la mitolo­
gía ugarítica. En los textos administrativos parece designar el distrito en el que
sé halla situado el Safón.

135
BAAL Y LOS DIOSES DEL DESIERTO
(KTU 1.12)

Un segundo mitema baálico de fecundidad, pero de sentido


diverso, es el del Combate de Baal y los dioses del desierto.
Dado lo fragmentario y discontinuo dei texto, creo que debe
renunciarse a toda pretensión de determinar su significación
global, habiéndonos de contentar con precisar las secciones
preservadas lo más exactamente posible. La conexión entre
las dos columnas que lo componen se deja adivinar, así como
la continuación del texto, desde las implicaciones generales
de la mitología baálica. Su desglose proprociona la secuencia
de escenas siguiente.
Se abre con una queja pronunciada al parecer por unas
divinidades femeninas, lo que aproxima formalmente nues­
tro texto a KTU 1 .1 IV 2ss, (cf. también KTU 1 .5 11 ss.). Como
allí, también aquí responde El regocijado, no sabemos por
qué. La razón habría que buscarla en la futura actuación de
los seres cuyo nacimiento él dispone, fatal para Baal, con lo
que también aquí El se presentaría como hostil a ese dios, al
igual que en el caso de la exaltación de Yam. La respuesta es
en realidad una orden dada a cierta esclava/concubina divina
para que se dirija al desierto a dar a luz a unos seres misterio­
sos, caracterizados como ‘voraces’. En este casó lá temática
aproxima nuestro texto a KTU 1.23:30ss., donde el mismo
dios El engendra también de madres inferiores unos dioseci­
llos voraces, que se instalan en el desierto. Se insiste allí tam­
bién en la descripción de su voracidad, mientras en KTU 1.12
I 30-33 se exalta su aspecto combativo: ‘tendrán cuernos

136
como toros y morrillo como morlacos, también tendrán el as­
pecto de Baal’. Un dato interesante: también aquí se anuncia
la proclamación del nombre por parte de El, como en el caso
de Yam en KTU 1.1 IV 15-19. Los versos finales de la sección
nos introducen a Baal, que se encuentra con los ‘voraces’, ya
nacidos y desarrollados, y ante los que toma una actitud
igualmente ‘voraz’.
El texto se interrumpe aquí, pero es presumible que la
laguna de unas 35 líneas que se interpone contuviese la des­
cripción del enfrentamiento entre ambas partes, tal como
dejan entrever los inicios de línea conservados. Cuando el
texto vuelve a ser inteligible nos hallamos con la descripción
de la derrota de Baal ante los ‘voraces’. Sus motivos pueden
desglosarse así: desfallecimiento y captura de Baal; su lamen­
table situación consiguiente y los efectos de ésta sobre la tie­
rra: sequía total durante siete/ocho años; finalmente, moti­
vación del caso: cae Baal en venganza por su enfrentamiento
y muerte de su hermanos, el resto de los ‘setenta hijos’, en
confrontación esta vez con sus vengadores, nuevos y más
fuertes hijos de EL La consecuencia de esta muerte de Baal es
la paralización de toda actividad humana, la suspensión del
orden social, no sólo el natural.
Nos hallamos, pues, ante el fragmento de una teomaquia
al estilo de las que enfrentan a Baal con Yam y M ot (quizá
aludido en el epíteto ‘príncipe’, como se le denomina tam­
bién en KTU 1.23:8), y en el fondo con el mismo sentido:
contraste entre el dios de la fertilidad y las fuerzas destructo­
ras de la misma, que vienen del desierto. Teomaquia motiva­
da por Baal y promovida por El, en connivencia con las otras
divinidades, resentidas por la actitud hostil de aquél. Tene­
mos así un nuevo indicio de la oposición más o menos mani­
fiesta que opone en el panteón ugarítico a la ‘Familia de El’
y a la ‘Asamblea de Baal’. Este se ve obligado a afirmarse en
su posición de dios patrón inmediato en pugna incesante con
poderes igualmente primordiales, es decir, divinos, que se la
disputan e intentan suplantarle, imponiendo el caos y la

137
muerte. El esquema es conocido en la mitología de Ugarit,
aunque nuestro texto no puede insertarse en la secuencia del
ciclo normativo. De acuerdo con aquél, cabe suponer que en
la parte perdida del mitema se narraba el ‘levantamiento’ o
resurrección de Baal, con la ayuda de sus partidarios, y su
consiguiente victoria sobre sus contrincantes, momentánea­
mente victoriosos. En el esquema mitológico de Ugarit, Baal
siempre triunfa en última instancia. La consideración, en
cambio, de este texto como un mito ritual de hidroforía de­
pende básicamente de una determinada versión de sus líneas
finales, que nosotros estimamos menos probable.

KTU 1.12 I

El mito parece, pues, una nueva versión del contraste que


enfrenta a Baal con las fuerzas de la esterilidad y la muerte y
que el Ciclo normativo desarrolla de manera prototípica. El
estado fragmentario de la tablilla impide poder presentar el
argumento con seguridad y nitidez en todas sus partes. Nos
quedan sólo algunos retazos del mismo.

(Laguna de unas 10 líneas y otras 6 irreconstruibles)


5 ............

— [Está resultando] nuestra preñez como la de Shahar,


[está siendo] nuestro parto como el de la Aurora1.
Nuestra entraña, El, padre nuestro,
10 el hígado como el fuego2 nos devoran,
nuestros pechos como cachorros3 nos mordisquean.
El se rió en su corazón,
se regocijó-en su entraña:
15 — Vete tú, ¡oh Talish!, sierva de Yarhu,
¡oh Damgay!, sierva de Ashera.
Toma tu taburete, tus angarillas, tus pañales
20 y vete al encinar de Takam,
al centro del divino desierto de Shaiy4.

138
Clava los codos en tierra,
los antebrazos en el suelo’,
retuércete y pare a los ‘voraces’,
encoge tus rodillas6 y da a luz a los ‘destrozones’,
El proclamó sus nombres7.
Tenían cuernos como toros 30
y morrillo como ‘morlacos’;
también tenían el aspecto de Baal.
Baal se había ido a rastrear,
se había dirigido hacia las lindes del desierto. 35
Y he aquí que llegó junto a los ‘voraces’,
se topó con los ‘destrozones’.
Baal los codició ardientemente,
el hijo de Dagón se enardeció por ellos.
Baal se les acercó por su pie,
sí, el dios Hadad a su pasos.

KTU 1.12 II

El texto fragmentario apenas permite hacerse una idea del


primer resultado del encuentro. Cuando aquél se hace inteli­
gible, nos aparece Baal saliendo derrotado del embite. Resul­
ta así el texto en cierto sentido ‘la pasión de Baal', cuya muer­
te acarrea consecuencias desastrosas de todo orden, natural y
social. El texto resulta ser una teomaquia como las que en­
frentaban a Baal con Yam y Mot. En la misma se conmemora
un episodio de la historia y destino de Baal: su momentáneo
y recurrente fracaso ante los dioses del desierto, de la esterili­
dad. No sabemos cómo se coordinaba en esta versión tal epi­
sodio con el de su triunfo también recurrente.

(Laguna de unas 5 líneas)9


í ].-[ ]
[ ]
y los ojos [eran como los de Baal],
el rostro [como el de Hadad].

139
5 Baal se [les acercó a pie],
el dios Hadad [a su paso],
de manera imperceptible (?)10.
[Baal] los codició [ardientemente],
el dios <Hadad> se enardeció [por ellos],
10 [su] entraña [se conmovió (?)].
Un día [y otro pasó (?)].
Intentó [ ]
estaba devorado [ ]
como un [ ]
15 [ ]
[ ]
[ ]
[ ]
en [ ]
20 y en [ ]
Baal [se les acercó por su pie,
el dios Hadad [a su paso],
de manera imperceptible.
Los reunió Baal [ ],
25 el hijo de Dagón [los ].
Los agrupó [ ],
e/al último [ ].
Las heces de su copa [bebieron],
la poción del Noble [les enardeció (?)],
30 la poción del Terrible les excitó.
A los ojos de Baal los agarró [el miedo],
a su torso agarró [el espanto],
a los pies de Baal los agarró [el pavor]11.
Y (le) abatieron los ‘sedientos’ [como a un toro],
35 (le) agarraron los ‘voraces’ [como a un morlaco],
cayó en la ciénaga [Baal]12.
Sus hocicos13 se inflamaron [„.],
en sus lomos prendió el ardor [...],
sus cuernos como de uno con ter[cianas (?) se
debilitaron].

140
El (quedó) como uno que se abrasa [de fiebre], 40
(cuyos) dientes la muerte (?) [hace crujir (?)]H.
Se resquebrajó completamente la [tierra],
las vaguadas de los campos se resecaron.
Siete años El completó (así),
sí, ocho giros de tiempo. 45
Pues se vistió como un vestido la sangre de sus hermanos15,
como un manto la sangre de sus congéneres.
Pues a sus setenta y siete hermanos [salió al paso],
también a los ochenta y ocho.
El príncipe de sus hermanos le encontró, 50
sí, le topó el príncipe de sus camaradas.
Frente al caudillo más distinguido,
frente a la tropa más escogida16
cayó así Baal como un toro,
se dobló Hadad como un ‘morlaco’, 55
en medio de la ciénaga, Baal.
Cedió él en la supremacía,
cedió en él la afirmación.
Dejó [en consecuencia] el rey el juicio,
abandonaron las aguadoras la fuente;
cesó el murmullo’7 del templo, 60
cesó el tintineo de la fragua'8.

N OTAS

1. /: ‘Qadmo’ ; ‘el Este’, ug. qdm.


2. I; ‘animales’, ug. ki¡< t> .
3. /: ‘dolorosamente, como con amargura’; ‘como palomas’, leyendo
trm en vez de mrm.
4. h. ilan o de los demonios//desierto del dios destructor’, ug. md(í)br il
íiy.
5. La polisemia de los lexemas ugaríticos amt, 'zm e yd permite otras
traducciones; v.g. ‘esclava7‘fuertemente7‘echa’. Creemos que el parelelismo
favorece la versión asumida.
6. /: ‘¡que te bendigan’, dada la ambivalencia del Eexema ug. brk.

141
7. /: ‘ ique los dioses proclamen sus nombres!’. Para esta prerrogativa del
dios El cf. KTU 1,1 IV 13».
8. Propiamente ‘por su Pata’> en alusión posiblemente a la caracteriza­
ción teromófica de la divinidades aquí en juego.
9. Para la reconstrucción hipotética ofrecida, cf. en parte de Moor, An
Anthology ofReligtous Texts, pp. 131s.
10. Literalmente: ‘viniendo sin venir’, ug. a t bl at.
11. Preferible esta versión a la que ve aquí a Baal disponiéndose a montar
y disparar su arco, arma que la mitología no atribuye a este Dios.
12. Cf. infra líneas 53-55.
13. /: ‘a continuación’ ; ‘en la fuerza de su rostro’, ug. anpnm.
14. Versión hipotética.
15. O bien los que se revisten son ‘sus hermanos’, con ‘un vestido de
sangre/lamento’; cf. DLU 132s. {dm (II), /d-m-m/),
16. /: ‘en un tiempo crucial, en un momento crucial’; ‘en el máximo peli­
gro’, dada la anfibología de ug. ‘dn y skn.
17. /: ‘la fuente’, ug. qr, favorecido por la presencia en la línea anterior de
‘aguadoras’.
18. /: ‘el pozo de la casa del mago’, ug. mslt bt brí. La polisemia de estos
versos finales es muy pronunciada. Algunos autores leen aquí una plegaria
ritual para invocar e inducir la caída de agua (ug. Stk < *ntk). Pero a esto se
oponen algunas razones lexicográficas (‘verter’ requiere normalmente prepo­
sición) y gramaticales (improbables imperativo Gt y combinación de formas
imperativas y yusivas con cambio de persona), lo que conlleva la correspon­
diente modificación del sentido de los diferentes lexemas. Con todo, un colo­
fón de esa naturaleza es perfectamente verosímil, si se supone que estamos
ante un mito-ritual, pero tal hipótesis no se impone. Parece más bien tratarse
de un elemento descriptivo más de! mitema.

142
LA VIRGEN-MADRE ANAT
(KTU 1.13)

Finalmente el mitema de La Virgen-Madre Anat ofrece un


texto que ha sido objeto de repetidos intentos de interpreta­
ción con resultados enormemente divergentes. En mi opi­
nión, el texto no debe ser caracterizado como himno, ya que
no aparecen en él los elementos distintivos del género, ni
como un conjuro-plegaria contra la infertilidad, como ha
sido propuesto últimamente. Sp trata más bien de otro
mitema parcial que desarrolla un aspecto del ciclo mitoló­
gico básico de Baal-Anat: el de la caracterización de Anat
como ‘novilla de Baal’ y su consiguiente alumbramiento,
mientras en KTU 1.5 V 18-21, e incluso en KTU 1.10-11,
comentado más arriba, no se formula abiertamente tal iden­
tificación y nunca se menciona el parto de Anat. En ese sen­
tido resulta un texto heterodoxo y más evolucionado, que
pretende ofrecer una especie de epítome mito-dogmático de
la figura de Anat como diosa de la guerra y de la fecundidad,
conjugando en ese tema último su virginidad con su mater­
nidad. Aquí su maternidad parece ofrecerse como resultado
de su capacidad de violenta luchadora por la vida, encarna­
da en el destino de su ‘hermano’ Baal, cuya defensa le lleva a
enfrentarse violentamente con la misma Muerte (Mot). Des­
pués de tal esfuerzo recibe en recompensa (¿de quién?) una
morada celeste donde descansar. El texto entra, así, a for­
mar parte de ese grupo de mitos menores que desarrollan
expresamente el tema de la fertilidad (humano-animal), ocul­
to en el ciclo clásico bajo el simbolismo directo de la lucha
por el poder entre los dioses, aunque en el fondo sea éste un

143
poder de vida. Como aquéllos, este breve epítome o mitema
tiene todas las posibilidades de haber sido usado ampliamen­
te en las expresiones de religiosidad popular y recitado con
frecuencia. Quizá la presente tablilla sea una copia vulgar y
poco cuidada de entre las muchas que pudieron existir de tal
texto.

Como peculiaridad escribal el texto aparece subrayado en casi


todas sus líneas, una característica poco frecuente.

(Laguna de 2 líneas)
1 — ...............................

[así ioh] doncella!, darás a luz.


[Hiere un día], traspasa durante dos,
derri[ba durante tres] días,
5 ve, mata [durante cuatro].
Corta manos que chorreen [sangre],
a tu cintura ata las cabezas de tus guerreros
y vuelen de/a tu brazo1 tus águilas.
Y vete a descansar a tu monte Inbub:
10 el podio de tu monte yo lo he reconocido,
yo mismo te lo di a ti (/sí) por mansión.
A la techumbre de los cielos elévate
y corre al podio de las estrellas2.
Allí han caído como ladrillos3 [lingotes de oro (?)],
como vigas, fresnos [magníficos (?)].
15 Has de adentrarte en el confín4 de la morada,
[en el interior de tu pala]cio y santuario (?).
La caverna(-morada) [de los dioses (se eleva)] por encima de
las estrellas,
es placentera [como una copa] repujada5.
Se lavó la Virgen Anat,
se bañó el ‘Seno de los pueblos’6
20 y ascendió hacia El[, el Toro], su padre:

144
— i La casa, hecha para ti, es perfecta!
Te escuchó, ¡oh novilla!,
y prestó atención, ¡oh Seno de] los pueblos!,
(su) voz a tus oídos [hace ahora llegar (?)]7:
— Por haber ligado a la perversión,
revistiéndote así de luz8,
mensajeros celestes partieron9,
celestes príncipes regios fueron enviados [a decir]10:
— Con vigor fortificaré a vuestro hijo,
como a príncipe primogénito os le bendeciré.
Ansiosa se puso Anat, la Novilla de Baal,
en trance de parto Anat, 30
cuyas entrañas no habían conocido la concepción,
ni sus senos la lactancia.
[... en] (el monte) Inbub [su nombre] proclamó,
su mano [bendijo (?)] al pequeño".
Una copa [tomó en su diestra]
[con] el viento, el aguacero y las nubes;
un cáliz [sobre él] volcó...

(Laguna de unas 6 líneas)

NOTAS

1. Difícilmente ‘al lado de’, ug. I.


2. Éstas y las siguientes líneas son leídas de modo muy diferente por
otros autores. El texto es muy deficiente y oscuro, de manera que no merece la
pena detenerse a discutir y consignar tales hipótesis.
3. /: ‘blancos pétalos’, ug. klbnt.
4. /: ‘como gotas de sudor que caen de una ceja’, ug. k [d‘]mm tzpn Ipit.
Estas versiones resultan un caso extremo de la heterogeneidad en que se mue­
ve con frecuencia la interpretación de los textos ugaríticos, con gran margen
para la fabulación y obligada a apoyarse en paralelos externos.
5. Literalmente: ‘de imagen’, ug. [fep] slm. Otras varias versiones son
posibles; v.g. : ‘la plata de la imagen es más bella que las estrellas’.
6. Variante de la denominación usual: ‘la Pretendida de los pueblos’,
ug. td limm ; se resaltaría así el carácter de diosa de la fertilidad de Anat.
7. Acabado el tema de la ‘morada’, se pasa ahora al del hijo que se le
prometió al inicio de! poema. Otras versiones son igualmente posibles.

145
8. /: 'porque la esposa es inaccesible, por que el 'pozo’ está cerrado’, ug.
krtqt mrgt-, se trataría de una metáfora sexual.
9. h ‘fortificar (al esposo)’, ug. tmrzbl.
10. Téngase en cuenta que ug, tlak implica el envío de ‘noticias’, no de
otras realidades. Asimismo, la versión de zbl por ‘esposo’ (< ‘impregnador’)
es muy discutible,
11. /: ‘el agujero no podía abrir, su ‘mano’ lo halló demasiado pequeño’,
ug. inbb p‘r ydb [...] sgr, metáfora de tipo sexual (!).

146
LOS MITOS CULTUALES
DE LOS CICLOS DE EL Y DE YARHU
Como en el caso de Baal, también del dios El los textos ugá-
ríticos ofrecen dos caracterizaciones diferentes. El mito, que
definimos baálico por su protagonista, pero que reserva tam­
bién un papel clave al dios supremo y define su papel en la
mitología oficial, nos lo presenta como una divinidad lejana
y un tanto expectante ante los avatares por los que pasa su
familia. Poseemos, en cambio, un par de textos que ofrecen
del mismo una imagen desenfadada y ligeramente procaz,
que hace del ‘Entrañable’ un dios muy humano y próximo,
sin duda muy del gusto de sus fieles. Estos mitos presentan,
por otra parte, una estructura de agenda ceremonial que está
suponiendo eran recitados o escenificados en el culto o la
práctica mágica. Un indicio más de su popularidad y fre­
cuente uso.
De modo similar, también del dios Yarhu, la Luna, po­
seemos un texto que celebra su matrimonio como hierós
lógos del ritual de nupcias. Junto con él se canta a las diosas
Kotharot, las patronas del parto. La conjunción de ambos
textos es, pues, intencionada y adecuada. Resultan, por otra
parte, un claro reflejo de la importancia que estas divinida­
des estelares tenía en la piedad popular y que los textos ri­
tuales ponen con frecuencia de manifiesto.

149
LOS DIOSES APUESTOS Y HERMOSOS
(KTU 1.23)

Es probable que tengamos aquí el ritual de un rito de fecun­


didad del que se nos presentan los elementos dramáticos
(gesto) y recitativos (palabra). Ambos se mezclan y se ofre­
cen de manera sumaria: inicios de los recitados y resumen de
las acciones rituales. Ello impide tener una idea clara del
desarrollo de la liturgia total. En cambio, el mito recitativo
que la acompaña (líneas 30ss.) puede ser seguido con facili­
dad y nitidez, dado el buen estado del texto, que se nos ha
conservado íntegramente. Este nos desarrolla una hieroga-
mia por la que el dios El, ‘padre de los dioses’, genera unas
divinidades menores, el único mitema de este tipo que nos
ofrece la mitología ugarítica. Estas divinidades astrales,
Shahar y Shalem, Alba y Ocaso, son celebradas como prota­
gonistas de un festival de primicias y así como garantes de la
fertilidad de la tierra en el correspondiente momento del
ciclo estacional que ellas presiden desde el cielo.
Dejando de lado las rúbricas y elementos antifonales, el
recitado mitológico se puede esquematizar así. Comienza el
texto con un invitatorio a celebrar a los ‘dioses apuestos y
hermosos’, cuyo nacimiento se va a contar. De entrada nos
ofrece una escena erótico-mágica en la que el dios El preten­
de y consigue seducir a dos hieródulas, a las que deja encinta
y que darán a luz a los mentados dioses, Shahar y Shalem,
que son situados en su morada celeste.
Pero, además de divinidades celestes, los recién nacidos
se revelan como dioses voraces, siempre al acecho de un ex-

150
tremo al otro dei horizonte y dispuestos a devorar todo ele­
mento de vida que se despliegue por el ámbito que aquél
enmarca: cielo y mar. Se revelan en realidad como divinida­
des del desierto, como en general todas las astrales, desde
donde acecharán la tierra cultivada.
Estimo que el texto representa así un ritual de un festi­
val de primicias o cosechas bajo la advocación de las divini­
dades tutelares del momento, los dioses astrales Shahar y
Shalem, personificaciones de Venus-Athtar (acaso de
Ashtarte). Para ello se utiliza el esquema de la hierogamia
mítica, que es a la vez reflejo de la cultual y que culmina en el
banquete de primicias y acción de gracias. Ambos elementos
son parte esencial de un ritual de fecundidad-fertilidad,
como la ocasión impone.

KTU 1.23

Las rúbricas, incipits de salmodia y recitado mitológico, apa­


recen separados por líneas corridas en la tablillas. Mantenemos
tal separación para facilitar la lectura del texto como ritual.

Rúbricas e incipits

¡Voy a invocar a los dioses [apuestos], 1


[a cantar a los apuestos] y hermosos,
[que moran] entre1 [dunas]!
¡Gloria sea dada a los excelsos2
[que habitan] en el desierto de dunas3!
¡[Se apresten a poner una corona] en su cabeza, 5
que sea colocada [sobre su cráneo]4!
¡Comed toda clase de manjares,
bebed toda clase de embriagadores vinos,
a la salud5 del rey, a la salud de la reina,
oficiantes6 y escolta!

— ‘Está sentado en sü trono Mot-Shar7,


con el cetro de la esterilidad en una mano,

151
en Sa otra el cetro de la viudez,
que los podadores podaron como una cepa,
10 ataron los gavilladores como una vid,
que echaron en la terraza® como una cepa’9.

Siete veces se recita (esto) frente al trono


y los oficiantes lo corean.

— ‘El campo es campo de los (dos) dioses10,


campo de Ashera y la Doncella’" .
15 Siete veces junto al fuego
mancebos de suave voz (lo cantan).
Coriandro en leche (?),
menta en manteca
y junto a la caldera siete veces
(como) una ofrenda de perfumes [se ofrece].

— ‘Se fue de caza la Doncella12,


(su vestido [?]) se ciñó’.
Un mancebo apuesto [lo canta]
y los nombres de los oficiantes [recita (?)].

Asientos para los dioses ocho más [ocho!J se preparan],


20 siete veces (son invocados [■?]).

De lana azul y roja [se visten los oficiantes {?)],


de carmesí los cantores1"1...

— Voy a invocar a los dioses apuestos,


[a los voraces ya de sólo] un día15,
que maman de tos pezones de Ashera;
25 a Shapash que se cuida.de su debilidad16
[con frutas] y uvas.
¡A la salud de oficiantes y escolta,
que vienen con sacrificios de acción de gracias!

152
— ‘El campo es <campo> de los (dos) dioses,
campo de Ashera y la Doncella’.
— ‘Está sentado en su trono el dios’17.

Recitado mitológico

[Se dirigió El] a la orilla del mar,


y marchó a la orilla del Océano.
[Acechó (?)]:E1 a dos ‘consagradas’18,
a dos ‘consagradas’ al frente de la caldera.
¡Mira!, una se agachaba, la otra se alzaba19;
mira, una gritaba: ‘¡Padre, padre!’,
y la otra: ‘¡Madre, madre!’.
Se alargó la ‘mano’10 de El como el mar,
la ‘mano’ de El como la marea;
era larga la ‘mano’ de El como et mar,
el miembro de El como la marea.
Tomó El a las dos ‘consagradas’,
a las dos ‘consagradas’ al frente de la caldera,
las tomó y las metió en su casa.
Echó mano2’ El de su cetro,
cogió con la diestra su bastón.
(Lo) alzó y disparó al cielo,
disparó en el cielo a un pájaro,
lo desplumó y puso sobre las brasas.
El a las dos mujeres quiso efectivamente seducir.
Si ambas mujeres gritaban:
‘iOh hombre, hombre32!, de tu cetro echaste mano,
cogiste con diestra tu bastón;
¡mira!, un pájaro has tostado al fuego,
lo has asado a las brasas’,
entonces las dos mujeres serían mujeres de El,
mujeres de El y esto por siempre.
Pero si: las dos mujeres gritaban:
‘¡Oh padre, padre!, de tu cetro echaste mano,
cogiste con la diestra tu bastón;
45 ¡mira!, un pájaro has tostado al fuego,
lo has asado a las brasas’,
entonces las dos hijas serían hijas de El,
hijas de El y esto por siempre.
Y he aquí que las dos mujeres gritaron:
— ¡Oh hombre, hombre.1, de tu cetro echaste mano,
cogiste con la diestra tu bastón;
¡mira!, un pájaro has tostado al fuego,
lo has tostado a la brasas’.
Y las dos mujeres fueron mujeres de El,
mujeres de El y esto por siempre.
50 Se inclinó, besó sus labios;
y sus labios eran dulces,
dulces como las granadas.
Al besarlas hubo concepción,
al abrazarlas hubo preñez.
Se acurrucaron y dieron a luz
a Shahar y Shalem.
Palabra a El se le llevó:
— ¡Oh!, las dos mujeres de El han dado a luz.
— ¿Qué es lo que han dado a luz?
A mis hijos, Shahar y Shalem.
Coged y dejád(se)los23 a la Gran Dama Shapash
y las estrellas inmutables.
55 Se inclinó, besó sus labios;
y sus labios eran dulces,
[dulces como las granadas].
Al besarlas hubo concepción,
al abrazarlas hubo preñez.

Volverá a recitarse hasta cinco veces más24


ante las imágenes y (lo) cantará la asamblea.

Ambas se acurrucaron y dieron a luz,


a los dioses apuestos dieron a luz,

154
a los voraces ya de un solo día,
que maman aún de los pezones25.
Palabra a El se le llevó:
— ¡Oh!, las dos mujeres de El han dado a luz. 60
— «Qué es lo que han dado a luz?
A los dioses apuestos,
a los voraces ya de sólo un día,
que maman aún de los pezones.
Ponen26 un labio en la tierra
y otro en el cielo,
y entran en su boca
los pájaros del cielo
y los peces del mar;
y volando pieza tras pieza27
meten a dos carrillos en su boca
y no se sacian.
— ¡Oh mujeres que he desposado!
¡Oh hijos que he engendrado! 65
Coged y quedar (os) en el desierto santo2a,
allí avecindaos19 junto a las piedras y los troncos
durante siete años completos,
durante ocho giros de tiempo.
Los dioses graciosos recorrieron el campo,
rastrearon las lindes del desierto.
Se encontraron con el guarda del sembrado
y gritaron ellos al guarda del sembrado:
— ¡Oh guarda, guarda, abre! 70
Y él abrió una brecha para ellos
y ellos se introdujeron.
— Si (hay para nosotros) pan,
danos para que comamos;
si hay (para nosotros vino),
danos para que bebamos.
Y respondió el guarda del sembrado:
— (Hay pan, que entró a manos llenas (?)),
hay vino, que entró en (abundancia);

155
75 (cualquiera sea) el que liegue,
a él una cántara de vino (le corresponde)...,
y su vasija30 se llena de vino...

NOTAS

1. /: "hijos de’, ug. bn £p[.


2. /: ‘que colocan una ciudad en la altura’, ug. ytnm qtt l ‘í[.
3. /.: ‘adornos de sus manos’, ug, ípm yd[ ]r.
4. Versión y reconstrucción hipotéticas.
5. /: ‘¡salve!, ug. ¡Im. Para esta fórmula de saludo y albricias, cf. KTU
1.123:28ss.; 1,161:31ss.
6. /: ‘árabes, guerreros beduinos’, ug. rrbm, poco probable.
7. /: ‘Mutu y Samt’ = ‘Guerrero y Soberano’, ug. mt Sr.
8. /: ‘campo-de-un-hombre’; ‘sarmientos’; ‘tronco’; ‘erial’ = ‘campo de
Mot/muerte’, ug. ídmt.
9. Cabe !a versión en presente y en modo volitivo: ‘que podan’, ‘¡que
poden!’ .
10. Posiblemente el par celebrado en este ritual; o, en general, ‘campo(s)
divino(s)’, ug. Sd ilm.
11. Probable denominación de la misma diosa Ashera (<Anat?) (literal­
mente: ‘Entrañable’, como se dice también del dios El, su consorte, aunque
con otra expresión (il dpid).
12. Cf. KTU 1 .2 2 1 1 Os.
13. Cf. KTU 1,41:51. Quizá ‘tronos, moradas o habitáculos’ , ug. rntbt,
14. /: ‘los jefes’, ug. Srm.
15. /: ‘que delimitan el día’; ‘par de devoradores del día que los hizo
nacer’, ug. agzrym bn ym.
16. Texto oscuro. /: 'perro-guardián de su puerta’; ‘que brilla sobre sus
ramas’, ug. msprt dltbm,
17. /: ‘recitará de nuevo’, que supone una restauración poco probable
del texto ug, il[m] ytb. Probablemente se refiere a Mot-Sar; cf. supra línea 8.
Pero también podría referirse a línea 19.
18. El término (m ífltm ) ha sido traducido de diversas maneras: ‘elegi­
das'; ‘acróbatas’; ‘que ofrecen’; ‘teas’, etc., como transformaciones semánti­
cos de la base ‘ly, ‘subir’.
19. /: funa era pequeña, la otra grande’, ug. hlh íSpl hlh trm. Se trata
probablemente de una descripción de la danza ejecutada por tales mujeres.
20. Posible referencia al miembro viril del dios. Algunos autores tradu­
cen la expresión en forma volitiva: ‘ ¡has de alargarte..,!’, ug. tirkm yd il k ym.
21. Se utiliza aquí el mismo verbo (nht) que en KTU 1 .2 IV 11 servía para
describir cómo Kothar proporcionaba su arma mágica a Baal, El sema básico
de ¡a ‘raíz’ es ‘bajar’ y de ahí ‘poner al alcance’, etc. /: ‘bajó’ ; ‘tenía caíd o,...
bajado’, ug. ilhth nht.

156
22. /: ‘ioh mi marido, mi marido!’, ug. ymt mt.
23. /: ‘realizad grandes hazañas’; ‘preparad (una ofrenda)’, ug. ‘db l ¡p¡\
cf. DLU 72s (‘db).
24. En total siete veces se habría de repetir esta antífona, posiblemente
de manera alternante entre los chantres y e! pueblo asistente. Pero el texto es
deficiente y otros autores leen aquí el recuento de los meses (cinco/diez) de la
preñez hasta el parto, como hará Daniel antes del nacimiento de su hijo Aqhat
(cf. KTU 1.17 II 43ss.). Es ciertamente sorprendente la coincidencia del mis­
mo par de ‘raíces’ (ytb, ‘sentarse’; spr, ‘contar’) en ambos textos. Pero el caso
es que tal coincidencia se da también con KTU 1.4 V 42s. (tb, ‘volver de
nuevo, repetir’, tttspr, ‘recitado’), en el sentido que presupone la versión adop­
tada. El argumento lexicográfico no es decisivo. Amén de que debe hacerse en
et segundo caso una lectura diferente y otorgar a phr klat un valor desconoci­
do en la lexicográfica ugarítica. También es cierto, por otra parte, que en este
caso no se separa la rúbrica por dobles líneas como se hace en KTU 1.4 V 42s.
25. Cabe integrar aquí <de Ashera>, de acuerdo con línea 2 4 , mejor
que suponer ‘la Señora’ (íí), como sugeriría la línea 61. Pero lo más acertado
es abstenerse de ambas integraciones y suponer que aquí se hace referencia a
su temprana voracidad: ‘que maman (todavía) de los pezones’.
26. /: ‘está dirigido un labio’, pasando en ambos casos sí a la línea si­
guiente, con lo que desaparece la mención de ‘la Señora’.
27. /: ‘están devorando’; ‘se alzan, delimitación tras delimitación’, ug.
umddgzr l<g>zr; en ningún caso ‘mancebo, joven’ (ug. gzr).
28. /: ‘estableced en el desierto un santuario’ ; ‘elevad una ofrenda’, ug.
‘db ík mdbr qdS.
29. Posible referencia a su función como dioses del desierto y la sequía
(divinidades astrales, de culto beduino meridional) durante un ciclo ‘canóni­
co’ de tiempo (cf. KTU 1.12 I I ...; 1.6 V ...). /: ‘arrastrarán piedras...’, ug. tm
tgrgr iabnm.
30. / :‘su compañero’, ug. hbrb; cf. DLU 172 (br II).

157
UNA ORGÍA DIVINA QUE CURA LA EMBRIAGUEZ
(KTU 1.114)

Finalmente, el texto 1.114 nos presenta otro mito ritual del


ciclo del dios El que podríamos definir como una orgía divi­
na. En el mismo se acentúa esa tendencia lúdica y desenfada­
da con que la mitología ugarítica se siente inclinada a presen­
tar la figura y las andanzas del dios supremo El, el Benigno,
el Bondadoso, como se advertía claramente en el texto 1.23.
En este caso la tendencia liega casi a la burla, ofreciendo una
escena de orgía en que Ei y los demás dioses se entregan a un
desenfrenado consumo de vino que acaba con el dios supre­
mo rodando por ei suelo, sueltos sus esfínteres, mientras el
dios Yarhu se presta a hacer de bufón, jugueteando bajo la
mesa y recibiendo alternativamente tajadas y golpes, según
se le reconozca o no por parte de los comensales divinos. Los
ayudantes de El, Thakamún y Shunam, le ayudan a salir de
aquel lamentable estado de catalepsia etílica y le llevan a su
casa, mientras un desconocido diablillo, con ‘cuernos y rabo’,
un genio maléfico sin duda, le pone la zancadilla haciéndole
caer de bruces en (o le embadurna con) sus propias heces,
induciendo su derrumbe cataléptico. Por su parte, las diosas
Anat y Ashtarte se van en busca del remedio que le vuelva a
su sano juicio. Es probablemente tal remedio, que tiene así
garantizada su eficacia mítica, el que se recomienda a con­
tinuación para su uso en situaciones similares.
El colofón de este texto resulta ser así una prescripción
mágico-profiláctica, lo que obliga a encuadrarlo dentro de la
categoría de los textos de medicina/magia de la que más

158
abajo ofreceremos otros ejemplos. No obstante, la amplitud
del mito que precede y funda la validez del remedio ofrecido
autoriza a su consideración como una más de las caracteriza­
ciones del dios El en la mitología ugarítica.

El ofreció en su casa un festín de caza,


de cacería dentro de su palacio,
invitando a los dioses a trinchar.
Los dioses comieron y bebieron,
bebieron vino hasta hartarse,
vino nuevo hasta emborracharse'.
Yarhu se sirvió2 (una tajada de) lomo’
como un perro4, se arrastró por debajo de la mesa.
El dios que le reconocía
le ofrecía5 carne >de caza<
y el que no le reconocía le golpeaba >en la tripa {?)<
con el bastón por debajo de la mesa.
A Ashtarte y Anat se acercó;
^Ashtarte le ofreció una pata,
Anat una paletilla.
Refunfuñóles el portero de la casa de El:
que no ofrecieran a un perro una pata,
sirvieran a un gozque una paletilla.
A El, su padre, (también) refunfuñó.
El se sentó como cabeza de grupo (?)s,
tomó asiento entre sus ‘contertulios’7.
Bebió vino hasta hartarse,
vino nuevo hasta emborracharse.
El se marchó (luego) a su casa,
se dirigió a su mansión;
le sostenían Thakamún y Shunam.
Entonces se le acercó Habay*,
el que lleva cuernos y rabo,
a pringarle9 con su caca y orina.
Cayó El como un muerto,
El, como los que bajan a la ‘tierra’10.
Anat y Ashtarte se fueron a rastrear
en el cam[po un remedio (?)] santo,
en las altu[ras una medicina ... (?)].

25 .............
Ashtarte y Anat [los hallaron (?)]
y con ellos le hicieron volver11 [en sí],
al aplicar ei remedio, ¡mira!, éste se despertó13.

Esto es lo que se habrá de poner sobre su (del enfermo) frente:


30 ‘pelo de perro’13, así como (sobre) su cabeza, garganta y
ombligo14..
Se pondrá15 junto con zumo de olivas tempranas16.

N OTAS

1. Cabe traducir este último terceto como discurso directo de El que


invita a comer y beber.
2./:‘se preparó’, ‘se asó’, ug. y d b , aquí y en versos posteriores; cf. DLU
72s. {‘db).
3. /: ‘su copa’, ug. gbh.
4. Aunque el texto es deficiente, la reconstrucción es casi segura. La
mención del ‘perro’ aquí y en línea 11 (también deficientemente escrito) remi­
ten a la mención del ‘pelo de perro’ de línea 29, el remedio cuya eficacia el
mito pretende fundar. Se trata de un juego de alusiones literarias que reflejan
creencias mágicas.
5. /: ‘preparaba, asaba’, ug. y d b.
6. Texto corrompido. /: ‘en su sociedad de bebedores’. Podría quizá'
sugerirse, como mera hipótesis, la versión: ‘como cabeza de perro’; es decir,
‘como uno cualquiera’ (cf. para la expresión 2 Sm 3,8 : m ’ü keleb), leyendo k rf
a i k[!b\. Con ello conseguiríamos una nueva mención de ‘perro’, esta vez en
relación con el dios supremo. Cf. la nueva lectura de Dietrich-Loretz (Fs.
Gordon, 1998, p. 178) w la$k[r, ‘en realidad completamente borracho’.
7. /: ‘en su ‘club” ; referencia a ug. mrzh, ‘club’, como grupo y lugar de
reunión de una cofradía que en los textos aparece relacionada con el consumo
de vino. Su relación con el culto (de tipo orgiástico o funerario) no parece
clara.
8. El personaje es desconocido en la mitología ugarítica. Su descripción

160
teromórfica (‘cuernos y rabo’) ha hecho pensar a unos en la figura del buey
Apis egipcio (hpy); a otros, en un demonio avant.la lettre.
9. I: ‘a tumbarle en’; ‘resbaló’, ug. yiSn; ‘a escarnecerle’, suponiendo
otra división del verso.
10. Cf. KTU 1.4 VI» 8 f.
11. /: ‘sentarse, aposentarse en su ug. whhm .tttb.
12. /: ‘como se aplica para rejuvenecer’, ug. km trpa hn rir.
13. Ug. ¡Fr klb corresponde a ac. Sárat kalbi (salmi), ‘pelo de perro (ne­
gro)’. Se trata de un elemento bien conocido en la farmacopea antigua. En un
texto acadio.(TDP 26:44-45: ¡arat kalbi salmi; cf. R. Labat, Traité Accadisn
de Diagnostiques et Pronostiques Médicaux I, Paris-Leiden, 1951, p. 194) apa­
rece conjuntamente con Usan kalbi, la consabida planta cinoglosa (‘lengua de
perro’); igualmente en la conocida colección de sinónimos farmacéuticos
Uruanna (1:471), bajo la forma Ser kalbi (aun\. GIRi.PAD.DU, ‘hueso de pe­
rro’; cf. R. Campbell Thompson, A Dictionary o f Assyrian Botany, London,
1949, pp. 23ss ). Pero su uso mágico-medicinal en acadio supone que se trata
realmente de ‘pelo’ de perro (comunicación del profesor M. Civil). Cf. la
nueva lectura de Dietrich-Loretz (Fs. Gordon, 1998, p. 179) hS crk, ‘tomillo
molido (?)’.
14. /: ‘cabeza de la planta-pqq y su tallo’, ug. wris pqqwSrh. El texto es
lexicográficamente muy controvertido. Las dos opciones básicas son: enume­
ración de partes del cuerpo sobre las que colocar el remedio o partes de la
planta (desconocida) que debe acompañar como tal al ‘pelo de perro’.
15. /: ‘mezclará’, ug. yStabdh, como excipiente para uso tópico. Preferi­
ble a ‘beberá’, en razón del uso de ahdh en las prescripciones hipiátricas.
16. Es decir, de ‘otoño’; cf. DLU 198 (hrpnt ).

161
M ITO RITUAL DE LAS BODAS DE YARHU Y NIKKAL
(KTU 1.24)

De similar sentido al texto KTU 1.23 es el mito ritual de Las


bodas de Yarhu y Nikkal-lb. La tablilla ofrece, separadas por
una línea horizontal, dos composiciones que se inician con
la misma forma hímnica (‘voy a cantar’). La primera pronto
deja la forma hímnica para extenderse en la descripción mí­
tica de las bodas de Yarhu, el dios Luna, con la diosa Nikkal,
que en la mitología sumeria es efectivamente la consorte de
Suen, el dios Luna. Comienza con una prolación, a modo de
oráculo o preludio mítico, que adelantar el resultado a que
tienden los tratos posteriores. Resuena allí la bien conocida
anunciación que nos transmite el profeta Isaías: ‘¡He aquí
que la doncella dará a luz un hijo!’ (KTU 1.24:7; cf. Is 7,14).
En su cuerpo central desarrolla el tema de la petición de
mano o boda, precedido por tal anuncio profético de su fe­
cundidad. La petición la dirige el pretendiente al padre de la
novia. Este declina la solicitud, indicando un mejor partido;
por ejemplo, una de las hijas de Baal. Pero el novio Yarhu no
cede e insiste en su boda con Nikkal. Ante tal insistencia, la
familia de la novia se aviene y comienzan a pesar la dote.
La segunda composición es una invocación y canto a las
Kotharot; ambos himnos se relaciona así íntimamente, a
modo de inclusión literaria y probablemente cúltica. Sin
duda, las dos formaban parte de la liturgia de bodas.
Tenemos aquí un himno nupcial o epitalámico que in­
cluye un mito, cantado probablemente con ocasión de de la
ceremonia nupcial como su hierbs lógos y su momentoimpe-

162
tratorio. Como es costumbre en Oriente, moderno y anti­
guo, dicha ceremonia coincidía con el fin de las cosechas en
otoño y tenía su momento preciso de celebración al atarde­
cer. Su formulario y ritual se reproduciría aquí en parte.

— Voy a cantar a Nikkal-Ib,


la (hija) de Hirihíb1, rey2 de la fruta del verano,
la de Hirihib, rey de la época de las nucías.
Al declinar Shapash,
Yarhu estrechará y abrazará
a la que dará a luz,
a la hija fecunda de Hirifhib] (?).
¡[Oh Ko]tharot!, ¡oh3 hijas del Lucero, [las Golondrinas4]!
¡He aquí que la doncella dará a luz un hijo [a Yarhu]!
Sus ojos por su amor5 se enardecerán,
sus labios por su ‘carne’,
pues su padre le infundirá vigor vital
como a una esposa de su palacio.
¡Escuchad, diosas Kotharot!,
[ en]derezadle (?),
por su amor se enardezcan sus [ojos (?)].
¡Que su señor padre [.......... ],
Dagón de Tuttuí6 [.......... ]!
¡Buen éxito, oh Kotharot!,
¡hijas del Lucero, las Golondrinas!
Envió Yarhu, la Luminaria de los cielos,
a decir a Hirihib, rey de la fruta del verano:
— Concede que a Nikkal la despose Yarhu,
que entre Ib en su casa.
Yo pagaré su dote a su padre:
mil sidos de plata, diez mil de oro;
daré los más brillantes lapislázulis.
Yo haré de su ‘campo’ un carmen,
del campo de su amor un vergel7.
Respondió Hirihib, rey de la fruta del verano:
25 — ¡Oh el más apuesto de los dioses,
hazte yerno de Baal,
despósate con Pidray, [hija de la luz]8!
Yo te introduciré a su padre Baal,
intercederá también Athtar.
Despósate, si no, con Yabrudmay9,
30 entra así en la casa10 de su padre.
Se exacerbó y respondió Yarhu,
la Luminaria de los cielos así replicó:
— Con Nikkal es mi boda,
con Nikkal se desposa Yarhu.
Su señor padre dispuso la barra de la balanza,
35 su madre los platillos de la misma;
sus hermanos dispusieron el fiel {?),
sus hermanas las pesas de la balanza.
— Nikkal-íb a quien yo canto
es la luz de Yarhu.
¡Que Yaru te ilumine!

40 — Voy a cantar a las diosas Kotharot,


{las hijas) del Lucero, las Golondrinas,
las hijas del Lucero, señor del Cuarto Creciente11,
que descienden con plantas aromáticas a l gb (})'2,
con zumo de olivo pujante cada noche13
45 en compañía del Benigno, El, el Entrañable14.
En mi boca tengo su recuento,
en mis labios su reparto15:
Thiluhah y Mulughay,
Thatiqat (y) con ella Baquiat,
Taqiat con Purubahthi,
50 Damiqtu, la menor de las Kotharot.

164
NOTAS
1. Divinidad, al parecer hurrita, desconocida en Ugarit.
2. /: ‘consejero matrimonial (de dos tipos distintos)’. Pero la base mlk
no tiene ese vaior (acadio) en semítico occidental.
3. /: ‘a las dada la ambivalencia del functor ug. i.
4. /: ‘radiantes’, ug. snnt,
5. /: ‘por su mano’, ug. lydh, como eufemismo de sentido sexual.
6. Célebre santuario de Dagón, según los textos de Mari. En la época de
los archivos de Ugarit su recuerdo era meramente ‘histórico’.
7. Posible semántica erótica de estas alusiones.
8. Sobre las ‘hijas’ de Baal, cf. KTU 1.3 I 23.
9. Otra ‘hija’ de Baal, posiblemente una variante del ignoto determina­
tivo ybdr, que forma parte del epíteto de Arsay {bt y'bdr) aquí tomado por
ella.
10. Leyendo i bu, como expresión deprecativa/imperativa. /: ‘el león ex­
citará a la casa de su padre7.
11. /: ‘de ía hoz’, ug. b‘lgm l, en posible referencia a su forma.
12. Referencia, quizá, a esta instalación cúltica del santuario palatino; cf.
del Olmo Lete, La religión cananea , p. 28.
13. Texto corrompido. Leyendogb b zt dm. /: ‘sobre las olivas
14. Son las colaboradoras del dios Supremo, ‘padre de dioses y hombres’
y así supremo patrón de la vida y la fertilidad (cf. KTU 1.23) que ellas pro­
mueven con sus plantas y recetas mágicas.
15. Se ofrecen a continuación los nombres de las «efe Kotharot, de acuer-
doiton la tradición sumeria. No creo verosímil que se trate, por ramo, de la
mención de una esposa concreta, de nombre ptbbt, identificada con una de
aquellas divinidades. Los otros nombres habrían de interpretarse en tal caso
como: ‘sus regalos y dote sean pesados para ella. ¡Aplausos para

165
SAGAS Y EPOPEYAS
LA SAGA DE LOS REFAIM
(KTU 1.20-22)

A medio camino entre el mito y la estricta leyenda épica nos


encontramos con la Saga de los Refaim, que cabe también
definir como mito-ritual, fragmentariamente conservado.
Tal mito nos presenta a los Refaim, los manes regios o ‘hé­
roes divinizados’. A su círculo pertenecen los reyes legenda­
rios Kirta y Daniel, pero igualmente los miembros de la di­
nastía reinante, los muertos antiguos y los más recientes:
todo el ‘clan de Ditán’ (cf. KTU 1.161 :lss.). Su caracteriza­
ción es clara: son los ‘Refaim de la tierra/infierno’. El mito
citado menciona otros ‘héroes’ más, como Yahipán y Tha-
maq, los asistentes inmediatos de El, que retoman el papel
inicial del mentado Daniel como anfitrión del agasajo a que
los demás son invitados y que probablemente corresponde a
un ritual palatino elevado a mito cúltico. Como tal los pre­
senta en su ámbito celeste en torno a su jefe y patrón Baal.
La ciudad, con su ‘era’ y ‘plantío’, es el destino de estos ‘gue­
rreros’ divinos, portadores de la bendición de la fertilidad y
cuya reunión acaba con un banquete celestial para el que se
sacrifican abundantes y óptimas víctimas y se escancia el más
preciado vino^A lo largo de siete días banquetean los Refaim
y al séptimo se les une BaaL
El mito, a pesar de su fragmentariedad, deja entrever la
exaltación divina de los ‘héroes-manes7gloriosos de la dinas­
tía, centrada de alguna manera en la figura del legendario Da­
niel, cuyo destino trágico, así como el de su hijo Aqhat, canta
la correspondiente leyenda. Frente al tema de su muerte

169
narrada en ésta, el mito evocaría ahora su exaltación a !a
categoría de Rapa, de 'héroe divino’, que anularía la maldi­
ción de esterilidad que aquélla indujo en el reino de manera
prototípica. Quizá formara parte de un ‘ciclo’ épico en tor­
no a tales figuras. Pero el clima mitológico y los personajes
que lo pueblan son nuevos y no aparecen en la Leyenda de
Aqhat (KTU 1.17-19). Esta evocación mitológica de los Re­
faim y la consiguiente descripción de su existencia en el
mundo del más allá tendrían más bien su correlato cúltico en
textos como KTU 1.108 y 1.161. Partiendo de ahí, el senti­
do de la composición sería el de la exaltación — acaso el de
la ‘evocación’— de estos ‘manes’ protectores que ‘han en­
trado en el concilio de los dioses’.
Es una gran lástima que el estado deficiente del texto
nos impida percibir el sentido claro y definitivo de este
mitema escrito originalmente sobre tres tablillas. Está domi­
nado por los Refaim, ios héroes ancestrales y como tales ya
muertos y elevados a la categoría divinal. En este contexto
podría suponerse una especial referencia al mentado ‘ciclo’
de Daniel y su hijo Aqhat, la ‘heroización’ del cual se conme­
moraría en este poema.

KTU 1.22 H

Reproducimos sólo y en orden inverso las columnas II y I del


texto KTU 1.22, pues los otros fragmentos únicamente han
conservado, y aun así de manera fragmentaria, el formulario-
invitatorio, repetido cinco (quizá originalmente siete) veces,
que aquí se ofrece de manera más completa. Su reconstruc­
ción en las partes no formulares es muy hipotética. Se nos
han perdido, sin duda, los elementos que completarían ese
formulario en las otras tablillas. Al invitatorio/evocación si­
gue la descripción de la bendición divina y la celebración del
banquete celestial por el que tales héroes divinos se incorpo­
ran a la corte celeste bajo el patronazgo de Baal, príncipe de
los Refaim.

170
(Laguna)

— Al terfcer día ............ ],


[..........] en raí palacio.
[.........-........],
venid a mi casa Re[faim].
[A mi casa] os [invito],
[os] convoco [a mi palacio].
En pos de él1 los Re[faim marcharon],
[en pos de] él partieron los [divinales].
[A llí,....., Rafa de Baal (?)],
Guerrero de Baal [y ... Guerrero] de Anat.
— Venid a [mi] casa, [Refaim],
[a mi casa] os invito,
[os] co[nvoco a] mi palacio.
En pos de [él los Refaim marcharon],
en pos de él [partieron los divinales].
[Allí (?)] Yahipán, el [luchador],
[el príncipe real, el eternal (?)]:
— Escuchad vosotros, [Refaim],
[prestad atención, divinales]:
— ¿Por qué ... [ ..............],
óleo de ... [ ................ ]?,
[ ............ ] un voto ha hecho:
— Si liega a [....... ]
[.......] sobre2 Amurru (?),
que se posesio[ne de su trono regio (?)],
del diván, el solio de su po[der] (...).
[A mi casa] os invito, Refaim,
[os convoco, divinales], a mi palacio.
[En pos de él los Refaim] marcharon,
en pos de él [partieron los divinales].
Uncieron los car[ros, aparejaron sus caballos (?)],
subieron a sus carros, [vinieron a/de] su ciudad3.
Marcharon [un día y otro],
[al alba4] del tercero
25 llegaron [los Refaim a las eras],
¡os [divinales a los plantíos].
(Laguna)

KTU 1.22 I
(Laguna)
1 [Desde los cie]los
[... y] le [bendijo (?)]:
— Mira, a tu hijo, a [tu descendencia verás],
a los hijos de (tu(s)) hijo(s) después de ti5.
Mira, [ellos (?) te tomarán] de la mano,
al más pequeño besarán tus labios.
5 Allí, hombro con hombro, (estaban) los (dos) hermanos6,
los que asisten a El con presteza7.
Allí exaltaban (?) el nombre de El los (héroes) mortales,
exaltaban bendiciéndolo el nombre de El los proceres.
Allí (estaban) Thamaq8, el Rafa9 de Baal,
Guerrero de Baal y Anat.
Allí (estaba) Yahipán10, el luchador,
10 el príncipe regio, eternal.
Mientras se lanzaba Anat a rastrear,
se ponía a acechar a las aves del cielo,
degollaron bueyes y también ovejas,
abatieron toros y carneros cebones,
novillos de un año,
corderos, lechales a montones...
15 Como plata para los invitados" las aceitunas (eran),
como oro para los invitados los dátiles.
La mesa fue perfumada con flor de vid,
con flor de vid real12.
He aquí que en (el primer) día
se escanció vino de Thamak,
mosto, vino de príncipes,
vino de la región de Ghalal13,
el vino de la felicidad,
collar de las floridas vides del Líbano,
20 rocío de mosto que El cultivó.

172
(Ese primer) día, imira!, y otro
los Refaim comieron y bebieron;
un tercer y cuarto día,
un quinto y sexto día
los Refaim comieron y bebieron
en la sala del festín de las primicias14
brotadas del corazón del Líbano. 25
¡Mira!, al séptimo [día],
[se acercó (?)] Baal, el Todoperoso:
— [..........] su(s) compañero(s),
miserable ( ? ) .............
(Laguna)

N OTAS

1. /: ‘al lugar sagrado, santuario’; ‘partida, marcha’, ug. atr; cf. DLU61
(iatr II).
2. Leyendo ‘l. /: ‘el cetro de ...’, ug 5.
3. /: ‘vinieron a sus garañones’, ug. rr; cf. DLU 87 {'-> I/II).
4. /: ‘al ocaso’, ah r Spstn.
5. /: ‘vu lugar sagrado’; ‘tu marcha’, n. 1.
6. Posible referencia a Thakamún y Shunara (tkmn winm), con posible
juego etimológico (tktn, ‘hombro’). Parece ofrecerse aquí una cierta descrip­
ción de la corte celeste de Eí.
7. /: ‘que cortan la muerte’, ug. blsmt.
8. Algunos autores traducen estos NNPP por predicados (‘levantó’;
‘murmuró’), pero la morfología del primero de ellos desaconseja esta inter­
pretación. Aquí entendemos que se describe el entorno de El con referencia a
‘héroes’ desconocidos para nosotros (quizá alguno \yhptt\ era el ‘nombre divi­
no’ de'Aqhat {?]).
9. Singular de ‘Refaim’, héroe muerto y divinizado en el más allá.
10. Posiblemente una divinidad secundaria, miembro de los Refaim (?).
Su nombre (yhpn) recuerda el del pretendiente al trono de Baalyíhn (KTU 1.6
VI 48) y al sicario de Anat ytpn (KTU 1.18 IV 6). /: ‘susurraba’; ‘rodeaba’.
11. El término ug. ‘brm tiene posiblemente connotaciones funerarias:
‘los que viajan, entran (en el más allá)’.
12. /: ‘entre la fruta ... en el salón’, ug, dpr thln b tfl; pero cf. línea 2 4,
donde tal estancia se denomina bt ikl.
13. /: ‘que no se sube a la cabeza’; ‘dulce y abundante’.
14. /; ‘en la cumbre’, ug. bpr.

173
LA EPOPEYA DE KIRTA
(KTU 1.14-16)

Además de ía literatura estrictamente mitológica, el genio-


literario semítico-occidental supo dar expresión a temas épi­
cos en obras que, como las anteriores míticas, son específicas
del área siria. Dos son ia epopeyas regias de ese tipo que nos
han llegado. Ni las figuras en ellas diseñadas ni la estructura
del relato tienen modelos orientales conocidos. No obstan­
te, los héroes conmemorados no aparecen desligados com­
pletamente de aquella tradición. Kirta, el protagonista de la
primera epopeya, era conocido, por el sello regio y otros
textos de Alalah, como el fundador de la dinastía hurrita de
Mittani, mientras Daniel, el padre del héroe Aqhat y prota­
gonista con su hijo de la otra leyenda épica ugarítica, pervive
en la tradición hebrea como uno de los legendarios sabios y
santos (cde Canaán?), junto con Noé y Job (cf. Ez 14,14.20;
28,3).
El primero de estos poemas épicos, género no muy abun­
dante en la literatura oriental antigua, representa la exalta­
ción de un legendario antepasado regio, quizá el supuesto
fundador de la dinastía de Ugarit. Al parecer recoge y se
apropia la leyenda de un héroe de un país lejano y extraño:
la del mentado fundador de la dinastía de Mitanni. Desarro­
lla el poema lo que podíamos definir como ‘los trabajos y los
días’ del héroe Kirta, rey del ignoto país de Hubur. Éste ve
su destino regido por la providencia de su ‘padre’, el dios El,
y por la ira despechada de su madrastra, la diosa Ashera,
según unos tópicos mitológicos conocidos. El destino huma-

174
no se configura en el más allá, de modo que las empresas de
la vida de este héroe son un ‘cumplimiento’ de las decisiones
de los dioses.
El poema se inicia con la descripción del infortunio del
rey Kirta que ha perdido toda su familia, mujer(es) e hijos y
se encuentra sin descendencia. Ante tal situación se dirige
desconsolado al dios El, quien en sueños escucha su súplica y
le indica el procedimiento que debe seguir para conseguir su
intento y traer a su palacio una nueva esposa, la hija (mejor,
la nieta) del rey Pabil de Udum. Tal procedimiento incluye la
propiciación de los dioses por medio de los oportunos sacri­
ficios, la leva de un ejército popular en el que todos, hasta
los más descapacitados del reino, participen, la marcha hacia
Udum y el asedio de la ciudad. No será preciso que la ata­
que; al cabo de siete días su rey, atemorizado, se le rendirá y
accederá a su petición. A continuación se iniciará una nego­
ciación de las condiciones de la retirada: Kirta ha de recha­
zar todas las ofertas de compensaciones económicas y dejar
bien en claro su pretensión, en una de las más bellas expan­
siones líricas de la literatura ugarítica.
La orden divina es cumplida exactamente por Kirta den­
tro de un preciso esquema narrativo orden/ejecución que tie­
ne sus paralelos en muchos relatos bíblicos en los que el Dios
de Israel enuncia oracularmente su voluntad, que luego el
jefe fiel (Moisés, Josué) ejecuta. En la ejecución del encargo
divino, con todo, Kirta introduce un elemento que no se le
había indicado. En su marcha hacia Udum se detiene en el
santuario de Ashera y hace un voto a la diosa. Tal voto-pro-
mesa era innecesario; Kirta tenía garantizado el éxito sim­
plemente con cumplir la orden divina. Esa iniciativa humana
hace intervenir a otra divinidad y va a ser la fuente de sus
posteriores problemas.
Una vez conseguido su intento, ve poblarse, con la ben­
dición del dios El, su casa de numerosos vástagos, entre ellos
el heredero. Pero en este clímax de felicidad, que lógicamen­
te debería imponer el cierre de la acción épica, surge el anti­

175
clímax: ‘Ashera recordó su v o t o A l parecer, pues el texto
es fragmentario, éste no fue cumplido y, en consecuencia, el
rey cae gravemente enfermo, en castigo, cabe suponer, de su
infidelidad. La enfermedad conmociona a todo el reino:
príncipes, nobles y todo el pueblo se ven afectados. La en­
fermedad del rey afecta también a la fertilidad de la tierra,
puesto que es el mediador de la bendición fecundante de los
dioses. Es ésta una buena ocasión para enunciar y acaso cues­
tionar, aunque sólo sea retóricamente, la ideología regia tra­
dicional. A lo largo del poema se ofrecen interesantes atisbos
de la misma. El rey es ‘hijo de El’, con una cierta garantía de
inmortalidad, y de él depende el bienestar del reino en todos
sus aspectos.
Sólo de nuevo la intervención del dios supremo El con­
sigue poner remedio a la situación, ante la incapacidad de
ios demás dioses al respecto. Crea un geniecillo benéfico
que se enfrenta al espíritu de la enfermedad que aflige al
rey y lo expulsa de su cuerpo. Una vez restablecido, debe
aún hacer frente a una posterior complicación: el heredero
Yassib, el fruto más anhelado de la bendición divina, recla­
ma su abdicación por haber faltado a sus deberes de rey,
incapacitado como estaba por la enfermedad. Entre tales
deberes se cuenta su función de jefe militar, pero también
su función social de ‘juzgar la causa de la viuda, dictaminar
el caso del oprimido’.
El tema es sumamente interesante, al reflejar una con­
cepción social de la monarquía fundada en la justicia y la
defensa del desvalido y no sólo una concepción mítica basa­
da en la mediación de la bendición de la fertilidad, con una
fraseología que usará la Biblia hebrea para definir la pro­
vidente preocupación del Dios de Israel por su pueblo: ‘de­
fensor del huérfano y de la viuda’. Y no se trata- de un
himple desahogo poético. El cliché se mantiene igualmente
a la hora de definir la actuación del rey Daniel, ‘que se
sentaba a la entrada de la puerta (de la ciudad), entre, los
nobles que se reúnen en la era a juzgar la causa de la viuda,

176
a dictaminar el caso del huérfano’. Precisamente la aparen­
te incapacidad de llevar a cabo este básico deber es lo que
motiva la rebelión del hijo de Kirta, que pretende suplan­
tarle. Por lo demás, una maldición paterna inapelable acaba
con esta revuelta de palacio y asegura la afirmación del rey
en su trono, recuperado tras la curación. Se pone así fin ex
abrupto a la pretensión del príncipe y a la trama de la le­
yenda.
Un ritmo elemental de ‘desgracia-salvación’, ‘pecado-
redención’ dinamiza todo el relato. El mentado ritmo es­
tructurante no es desconocido en la tradición bíblica, como
manifiesta el Libro de los Jueces, la más nutrida colección
de leyendas épicas del antiguo Israel. Sobre el mismo se
organiza su trama narrativa. En tal sentido esta epopeya,
más que una ‘historia doméstica’, es la exaltación épica del
‘héroe epónimo’, conforme al modelo de las epopeyas de
Sargón de Agadé y de los héroes griegos, tomando incluso
este término en el sentido de la mitología clásica: ser mor­
tal divinizado, considerado ‘hijo de dios’. De Kirta, hemos
visto, se dice expresamente que es ‘hijo de El’, deduciendo
de ahí su derecho ineludible a la inmortalidad y en ese
sentido a su ‘divinización’, pues la inmortalidad es propia
de los dioses. No se trata en nuestro poema de ‘narrar’ una
historia de corte, más o menos idealizada o mitologizada,
sino de ‘exaltar’ la función y destino del rey ancestral den­
tro de aquella ideología. De ahí que los elementos que usa
no sean tanto ‘episódicos’ cuanto ‘arquetípicos’ de la exis­
tencia regía.
Por otra parte, además de como ‘hijo de El’, a Kirta se
le considera, de acuerdo con lo dicho más arriba, como
perteneciente al grupo de los Refaim, que no sólo en la
lengua ugarítica, sino también en la tradición hebrea, ha
conservado el sentido y aspecto de ‘héroes’ legendarios,
cuyo origen semidivino, ‘heroico’, explica posiblemente Gn
6,1-4: el relato de la unión de los ‘hijos de Dios’ con las
‘hijas de los hombres’, momento en que aparecen los ‘hé-

177
roes de antaño’. Resulta, así, que este procedimiento de exal­
tación épica se encuentra extendido en el ámbito del Medi­
terráneo oriental del Ií milenio y se inserta como un dato
más en la esfera de coincidencias étnicas y culturales entre
helenos y semitas que los hallazgos creto-micénicos y ugarí-
ticos han puesto de manifiesto.
En eí plano de los hechos, el poema desarrolla, pues,
más que un ‘núcleo histórico’ (aun admitiendo la ‘historici­
dad’ de sus personajes y la validez de su marco geográfico),
una ‘tradición épica’ arquetípica remodelada como ‘los tra­
bajos y los días’ del héroe Kirta, rey de Hubur, que vive su .
destino humano gobernado por el patrocinio y la ira de los
dioses. Fuera de ese ‘recuerdo’ personal del epónimo ances­
tral, todo lo demás es demasiado tópico como para poder
precisar su valor histórico: sus desgracias y enfermedades,
su boda y expedición militar, su restablecimiento, las intri­
gas de su hijo mayor y la solicitud de los menores.

Introducción

KTU 1.14 [De] Kirta1


11
[Relato (?)} del Rey [de Hubur (?)],
[historia (?) de] Ki[rta, el Magnífico].
[ 1,
5 [del Apuesto servidor] de El,
[ ] de Nahar.

El infortunio de Kirta

La familia [de Kirta] quedó consumida,


la casa del rey pereció,
del que tuvo siete hermanos,
ocho hijos de una (misma) madre.
10 Kirta en su estirpe2 quedó arruinado

178
Kirta quedó minado en su solar3.
La esposa legítima no consiguió (mantener),
la consorte legal4.
(Otra) mujer desposó, pero se (le) marchó,
la que fue para él un ‘vengador de la madre’5
La tercera6 murió en la lozanía,
la cuarta de enfermedad.
La quinta se la cosechó Reshep,
la sexta el Procer7 Yam.
La séptima de ellas por Salhu8 fue abatida.
Contempló su estirpe Kirta,
contempló su estirpe arruinada,
completamente minada su mansión9.
Sí, en su totalidad la familia pereció
y en su integridad la sucesión.

El sueño sagrado

Entró en su cámara a llorar,


repitiendo sus quejas derramó lágrimas.
Corrían sus lágrimas
como sidos al suelo
como pesas de a cinco10 sobre el lecho.
En su llanto quedó adormecido,
en su lloro tuvo un desvanecimiento;
el sueño le venció y se acostó,
el desvanecimiento, y se acurrucó.

Teofanía y diálogo

Y en su sueño El descendió,
en su visión el Padre del hombre.
Y se acercó preguntando a Kirta:
— ¿Qué (tiene) Kirta, que llora,
que gime el Apuesto, Paje de El?
¿Es que desea la realeza del Toro, su padre,
o un poder como el del Padre del hombre?

[Coge plata y amarillo (metal),


oro junto con el lugar en que se encuentra
y siervos a perpetuidad,
aurigas de carro
de la reserva de esclavos.
Y respondió Kirta, el Noble,
el Apuesto, Paje de Ilu:
— éPara qué (quiero) yo amarillo (metal)],
KTU 1.14 [oro] junto con ei lugar" en que se encuentra12,
il 1 y siervos] a perpetuidad,
aurigas de carros
de la reserva de esclavos13?
[Concédeme] que consiga procrear hijos,
5 [dame] que pueda multiplicar [la parentela].

Oráculo-plan de acción

a) El sacrificio

Y [respondió] el Toro El, su padre:


— [¡Basta de14] llorar, Kirta,
de derramar lágrimas, Apuesto, Paje de Ei!
Lávate y maquíllate,
10 lava tus manos hasta el codo,
tus brazos hasta el hombro.
Entra [a la sombra de la tienda].
Coge un cordero [en tu mano],
un cordero sacrificial en tu derecha,
15 un recental con ambas (manos).
Una medida15 de tu pan de ofrenda16
coge, las entrañas17 de un ave sacrificial.
Echa vino en una copa de plata,

180
miel en una de oro.
{Sube encima de la torre}
Y sube encima de la torre,
monta a hombros del muro.
Levanta tus manos al cielo,
sacrifica al Toro El, tu padre.
Honra1®a Baal con tu sacrificio,
al hijo de Dagón con tu provisión.

b) Preparativos de avituallamiento

Y descienda Kirta de los terrados


a disponer alimento para19 la ciudad,
trigo para Be/at Hubur20.
Cueza pan de quinto21,
viandas de sexto mes.
Reúne la intendencia y que se ponga en marcha
el mayor ejército de avituallamiento,
y que salga la tropa a una22.

c) El ejército

Tu ejército (será) una fuerza inmensa:


los aurigas23, cientos de miríadas,
los mercenarios sin número,
los arqueros sin cuento.
Marchan24 por miles como llovizna,
y por miríadas como lluvia temprana caminan;
de dos en fondo avanzan,
caminan en ternas todos ellos.
El que vive sólo cierre su casa,
la viuda que alquile sus servicios25.
El enfermo cargue él mismo con su camastro,
el ciego camine a tientas26.
salga también el recién casado,
deje para otro su mujer,
50 para un extraño su amada37.
Como langostas se posarán en el campo,
KTU 1.14 como saltamontes en las lindes del desierto.
m 1

d) La marcha y el asedio

Marcha un día y otro,


un tercer, un cuarto día,
un quinto y un sexto día.
He aquí, al alba28 dei séptimo
llegarás a Udum, la Grande,
5 a Udum, la Poderosa29.
Atácale las ciudades,
insidíale las villas30.
Barridas31 del campo las leñadoras,
de las eras las que recogen (paja),
barridas de la fuente las aguadoras,
del pozo las que llenan (el cántaro),
10 aguarda32 quieto un día y otro,
un tercer y cuarto día,
un quinto y sexto día.
No dispares tus flechas contra la ciudad,
ni piedras arrojadizas33 (con honda).
Y, ¡mira!, al alba34 de! séptimo,
15 no podrá dormir Pabil, el rey,
por el ruido del relincho de sus caballos,
por el estruendo del rebuzno de sus asnos,
por el bramido de los bueyes de labor,
(por) el ladrido de los perros perdigueros.

e) El mensaje

20 Y te enviará (dos) mensajeros a ti,


a Kirta sus compromisarios35 (a decir):
— Mensaje del rey Pabil:

182
— Coge plata y amarillo (metal),
oro junto con el lugar en que se encuentra
y siervos a perpetuidad,
aurigas de carro
de la reserva de esclavos.
Coge, Kirta, víctimas pacíficas36 en abundancia
y márchate, Rey, de mi casa,
aléjate, Kirta, de mi mansión.
No asedies a Udum, la Grande,
a Udum, la Poderosa.
Udum es un don de El
y un presente del Padre del hombre.

f) La contrarréplica

Y tú harás volver a él los (dos) mensajeros (a decirle):


¿Para qué quiero yo plata y amarillo (metal),
oro junto con el lugar en que se encuentra
y siervos a perpetuidad,
aurigas de carro
de la reserva de esclavos?
Más bien, lo que no hay en mi casa me darás:
dame a la joven Hurray,
la más graciosa de la estirpe de tu primogénito;
cuya gracia es como la de Anat,
como la belleza de Ashtarte su belleza;
cuyas niñas de los ojos son gemas de lapislázuli,
sus pupilas, pateras de alabastro,
— me ceñirán (sus) pechos(?)37,
encontraré descanso en la mirada de sus ojos—
la que en mi sueño El me otorgó,
en mi visión el Padre del hombre,
para engendrar progenie a Kirta,
un príncipe, sí, al siervo de El.
Ejecución del oráculo

a) El sacrificio

50 Kirta volvió en sí y era un sueño,


el siervo de El, y era una revelación.
Se lavó y se maquilló,
lavó sus manos hasta el codo,
sus brazos hasta el hombro.
55 Entró a la sombra de la rienda.
Cogió un cordero victimal en su mano,
un recental con ambas (manos);
cogió una medida de su pan de ofrenda
las entrañas de un ave sacrificial.
KTU 1.14 Echó vino en una copa de plata,
JV1 miel en una de oro.
subió encima de la torre,
montó a hombros del muro.
5 Levantó sus manos al cielo,
sacrificó al Toro El, su padre;
honró a Baal con su sacrificio,
al hijo de Dagón con su provisión.

b) Preparativos de avituallamiento

Descendió Kirta de los terrados,


a disponer alimento para la ciudad.
10 trigo para Be/at Hubur;
coció pan de quinto,
[viandas] de sexto mes.
Reunió la intendencia y [se puso en marcha], -
[el mayor] ejército de avituallamiento,
[y salió la tropa] a una.

184
c) El ejército

Su ejército (era) una fuerza inmensa,


los aurigas, cientos de miríadas38.
Marchaban por miles como llovizna,
y por miríadas como lluvia temprana caminaban.
De dos en fondo avanzaban,
caminaban en ternas todos ellos.
El que vivía solo cerró su casa,
la viuda alquiló sus servicios;
el enfermo cargó él mismo con su camastro,
el ciego caminó a tientas;
también fue tomado39 el recién casado,
dejó para otro su mujer,
para un extraño su amada.
Como langostas se posaron en el campo,
como saltamontes en las lindes del desierto.

d) La marcha, el voto y el asedio

Marcharon un día y otro,


con la salida40 del sol al tercero
[legaron al santuario de Ashera de Sur,
a(l de) la Diosa de Sidyán41.
Allí hizo voto Kirta, el Noble:
— ¿Dónde42 está(s) Ashera de Sur
y la Diosa de Sidyán?
Si consigo llevar a mi casa a Hurray,
hago entrar a la doncella en mi mansión,
su doble en plata daré
y su triple en oro.
Marchó un día y otro,
un tercer y cuarto día;
con la salida del sol al cuarto día
llegó a Udum, la Grande,
a Udum, la Poderosa.
Atacóle las ciudades,
50 insidióle las villas.
Barridas de los campos las leñadoras,
de las eras las que recogen (paja),
KTU 1.14 barridas de la fuente lasaguadoras
Vi y del pozo las que llenan (el cántaro).
Aguardó quieto un día y otro,
un tercer y cuarto día,
5 un quinto y sexto día43.
He aquí, al alba del séptimo,
no pudo dormir Pabil, el rey,
por [el ruido] del relincho de sus caballos,
por el estruendo del rebuzno de sus asnos,
10 [por el bramido] de los bueyes de labor,
el ladrido de los perros perdigueros.

e) El mensaje

[Entonces el rey] Pabil


[en aí]ta voz a [su] mujer [así gritó]:
— Escucha por favor, [la a]graciada,
15 mujer [de Pabil]:
— [Le voy a enviar] un mensaje [a él],
[a Kir]ta en [... compromisarios.
]su, sí prepara,
20 ]entre sus manos.
]de seguro voy a enviar
Jsuyo.
[Entonces] en voz alta [a sus mensajeros así] gritó:
— el] honor de la ciudad
25 ]
]mis ofrendas de paz,
]
sa]crificio [....... ].
30 [Dirigid luego] el rostro,
hacia Kirta, [compromisarios],

186
y de[cid a Kirta], el Noble:
— Mensaje [de! rey Pabil]:
Coge [plata y ama]rillo (metal),
oro [junto con] el [lugar en que se encuentra], 35
siervos [a perpetuidad],
[aurigas de carros]
de [la reserva de esclavos].
{Coge, Kirta, víctimas pacíficas en abundancia. 40
No asedies a Udum, la Grande,
a Udum, la Poderosa.
Udum es un don de El,
un presente del Padre del hombre.
Aléjate, Rey, de mi casa],
[márchate, Kirta,] de mí mansión. 45

[Escucharon... ] KTU 1.14


VI 1
[ ]'
[Partieron los mensajeros sin detenerse],
[dirigieron entonces el rostro]
^ [hacia Kirta los compromisarios].
Alzaron [su voz y gritaron]:
— Mensaje [del rey Pabil]:
Coge plata y [aramillo (metal)],
[oro junto con el lugar en que se encuentra], 5
siervos a perpetuidad,
auri[gas de carros]
de la reserva [de esclavos].
Coge, Kirta, víctimas pací[ficas en abun]dancia.
No a[sedies] a Udum, la Grande, 10
a U[dum, la Po]derosa.
Udum es un don de El,
un presente del Padre del hombre.
Aléjate, Rey, de mi casa,
márchate, Kirta, de mi mansión. 15

187
f) La contrarréplica

Respondió Kirta, el Noble:


— ¿Para qué quiero yo plata y amarillo (metal),
oro junto con el lugar en que se encuentra,
siervos a perpetuidad,
20 aurigas de carros
de la reserva de esclavos?
Más bien, lo que no hay en mi casa me darás:
dame a la joven Hurray,
25 la más graciosa de la estirpe de tu primogénito,
cuya gracia es cómo la de Anat,
como la belleza de Ashtarte su belleza,
cuyas niñas de los ojos son gemas de lapislázuli,
30 süs pupilas pateras de alabastro44;
la que en mi sueño El me otorgó,
en mi visión el Padre del hombre,
para engendrar progenie a Kirta,
un príncipe al siervo de El.
35 Los mensajeros partieron sin detenerse,
dirigieron entonces el rostro
hacia el rey Pabil.
Alzaron su voz y gritaron:
40 — Mensaje de Kirta, el Noble,
palabra del Apuesto, [paje de El]:

ktu lis (Laguna de una 40 líneas*5)


I [De Kirta
— [¿Para qué quiero yo plata y amarillo (metal),
oro junto con el lugar en que se encuentra,
siervos a perpetuidad,
aurigas de carros
de la reserva de esclavos?
Más bien, lo que hay en mi casa me darás:
dame a la joven Hurray,
la más graciosa de la estirpe de tu primogénito,

188
cuya gracia es como la de Anat,
como la belleza de Ashtarte su belleza,
cuyas niñas de los ojos son gemas de lapislázuli,
sus pupilas pateras de alabastro;
la que en mi sueño El me otorgó,
en mi visión el Padre del hombre
para engendrar progenie a Kirta,
un príncipe al siervo de El].

g) Respuesta definitiva del rey Pabil

[Y respondió el rey Pabil:


— Marchad, decid a Kirta, el Noble:
—Mensaje del rey Pabil:
— Toma a la joven Hurray,
la más graciosa de la estirpe de mi primogénito.

Los mensajeros partieron sin detenerse,


dirigieron entonces el rostro
hacia Kirta, el Noble.
Alzaron su voz y gritar®»:,
— Mensaje del rey Pabil:
— Toma a la joven Hurray,
la más graciosa de la estirpe de mi primogénito.

Ella es... ]
la que al hambriento de la mano toma,
al sediento de la mano lleva.
A ella entregarán en prenda nuestros siervos,
a Kirta sus compromisarios.
La vaca muge por su ternero,
las crías sueltas46 por sus madres,
así gime todo Udum por ella.
Respondió Kirta, el Noble:
KTU 1.15 II

Texto defectuoso. Cuando se hace de nuevo inteligible, el tra­


to se ha ya consumado y el rey Kirta se halla ocupado en
preparar el banquete nupcial, al que, como es natural, han
sido invitados todos los dioses. Era lo que correspondía a un
matrimonio regio, fuente de fertilidad para el reino, y más en
este caso, en el que la boda es el culmen de una estrategia
divina, comunicada proféticamente al soberano.

(Laguna de unas 20 líneas)

Escena de banquete

1 [ ]
[Invitó] al Toro [El, su padre],
[convidó] a Baal, el Todopoderoso;
[invitó al Apu]esto (?), el Príncipe Yarhu,
5 [convidó] a Ko]thar-Hasis;
[invitó] a Rahmay (y) al Príncipe Reshep,
[así como] a la asamblea de los dioses en sus (tres)
tercios47.
A continuación, Kirta, el Noble,
10 un banquete43 en su casa preparó.
La entrada en su casa se permitió,
pero la salida no se permitió49.

Intercesión-bendición

Después que llegó la asamblea de los dioses,


habló Baal, el Todopoderoso:
— [¿Te vas] a ir de veras, ioh Benigno, El, el Entrañable!?
15 ¿No bendecirás [a Kirta], el Noble,
no confortarás al Apuesto, [al Paje] de El?».
Una copa cogió [El] en su mano,
un cáliz en su [diestra].

190
Impartió la bedición [a su siervo],
bendijo El a Kirta, [el Noble],
confortó al Apuesto, al Paje de El: 20
— La mujer que has tomado, ioh Kirta!,
la mujer que has traído a tu casa,
la doncella que has hecho entrar en tu mansión,
te engendrará siete hijos,
ocho te proporcionará.
Te engendrará al príncipe Yassib, 25
que se nutrirá de la leche de Ashera,
se amamantará a los pechos de la Virgen [Anat],
la nodrizas [de los dioses...].
[Engendrará al Príncipe...].

KTU 1.15 iir

En las líneas que faltan se enumeraban probablemente los


‘siete’!’ocho’ principes prometidos, como a continuación se
enumeran las 'seis1princesas correspondientes; éstas deberían
ser igualmente ‘ocho’, de acuerdo con el nombre de la menor,
‘Octavia’, como sabemos por su intervención posterior ’°.
Desgraciadamente lo dañado del texto no permite conocer
tales nombres, a excepción del de esta última. En todo caso
nos hallamos dentro de la ‘bendición de El*.

(Laguna de unas 15 líneas)


1
En gran manera exaltado seas, Kirta,
[entre los Refaim] de la ‘tierra’51,
[en la asamblea] del clan de Ditán.
Ella concebirá y te dará a luz hijas: 5
dará a luz a la infanta Tp[...]t,
dará a luz a la infanta [...],
dará a luz a la infanta [...],
dará a luz a la infanta [-..], 10
dará a luz a la infanta [...],

191
dará a luz a la infanta [Thitmanat/Octavia].
En gran manera exaltado seas [Kirta],
entre los Refaim de la ‘tierra’,
15 en la asamblea del clan de Ditán.
A la menor de ellas daré yo la primogenitura52.

Cumplimiento de la promesa-bendición

Bendijéron(le) los dioses (y) se fueron,


se fueron los dioses a sus tiendas,
la familia de El a sus moradas.
20 Concibió y le parió un hijo,
concibió y le parió (más/dos) hijos.
Y así, a los siete años,
los hijos de Kirta eran tantos como se prometió,
y las hijas de Hurray tantas como ellos.

La amenaza de Ashera

25 Pero recordó Ashera su voto,


la Diosa [su promesa...],
y alzó su voz y [exclamó]:
— Mira, por favor, íes que Kirta [va a romper]
o repetir53 su voto [el Rey] ?54.
30 [Entonces], yo (también) romperé [mi] compromiso (?),
[ 1
(Laguna de unas 7 líneas)

KTU 1.15 IV

En el espacio perdido se supone que la diosa cumple su ame­


naza y como consecuencia el rey Kirta cae gravemente enfer­
mo, en castigo de su perjurio. En los fragmentos que nos que­
dan de las restantes columnas IV-VI asistimos a una repetida
invitación de la reina Hurray, quien, siguiendo la orden de su

192
esposo, convoca a todos los dignatarios del reino a un ban­
quete sacrificial o festivo. Pero los invitados perciben que se
trata en realidad de un banquete de despedida del soberano
moribundo. La insistencia de la reina, cuya última explica­
ción se nos ha perdido, no logra apartarlos de su percepción
de la situación.

(Laguna de unas 5 líneas)

Orden de convocar la asamblea cívica

[Entonces Kirta, el Noble],


en voz alta [a su mujer así gritó]:
— Escucha, [¡oh dueña Hurray!]:
sacrifica [el más gordo] de tus cebones,
abre un ánfora de vino.
Llama a mis setenta ‘Toros’,
a mis ochenta ‘Gacelas’55,
a los ‘Toros’ de Hubur, la Grande,
de Hubur, la Poderosa.
Prepara (?) [víctimas pacíficas],
un banquete [... dis]pón.
Venga, invita [a un festín],
que los escanciadores sirvan bebida ,..56.

Ejecución: primera convocatoria

Escuchó la Dueña Hurray.


Sacrificó el más gordo de sus cebones,
abrió un ánfora de vino.
Hizo venir a él a sus ‘Toros’,
a él trajo a sus ‘Gacelas’,
los ‘Toros’ de Hubur, la Grande,
de Hubur, la Poderosa,
En casa de Kirta entraron,
a la morada [se precipitaron (?)],
al pabellón de huéspedes57 avanzaron.
Extendieron la mano al plato,
25 metieron58 el cuchillo en la carne.
[Y] dijo la Dueña Hurray:
— [Para co]mer y beber os llamé,
[al banquete sacrificial] de Kirta, vuestro Señor.
(Laguna de unas 13 líneas)

Segunda convocatoria

KTU US Sacrificó [el más gordo] de sus cebones,


V1 [ábrió una ánjfora [de vino],
Hizo [venir a él a sus ‘To]ros’,
a él [trajo a sus ‘Gace]las’].
5 Luego [en casa de Kirta entraron],
a la morada [se precipitaron (?)],
[al pabellón de huéspedes avanzaron].
[Extendieron] la mano al plato,
metieron [el cuchillo] en la carne.
[Y dijo] la Dueña Hurray:
10 — [Para comer] y beber os llamé,
[para implorar (?)] la bendición ...
[Por] Kirta lloraron,
[como] mugido de toro (era su voz).
[Como quien llora] a un muerto lloraron,
15 y en el corazón le enterraron (?)59.
[Se ple]gaban por la muerte [sus] dedos (?)60,
de Kirta, el que se unía a El61:
— A la puesta del sol se irá Kirta,
al ocaso del sol, nuestro Señor.
20 Y reinará Yassib62 sobre nosotros.
Y respondió [Kirta], el Noble:
— Sobre nosotros, mancebo, re[inarás],
(a) tu mujer sobre ...
(a) tu(s) [hijas] hará(n) salir ...
Hubur, la Grande,

194
Hubur, la Poderosa ... 25
El, el [Entrañable],
[...... ] en/de la enfermedad,
[................] llenará ...
(Laguna de unas 18 líneas)

Tercera convocatoria KTU L I S


VI
— Escuchad [.........]6J, 1
mientras coméis y bebéis.
Y respondió la Dueña Hurray:
— Para comer y beber os llamé,
(al) banquete sacrificial de Kirta, vuestro Señor 5
A presencia de Kirta entraron,
como mugido de toro era su voz.
En [su] visión [muerto estaba ya (?)] Kirta.
(Laguna de unas 40 líneas)

La siguiente escena nos presenta la reacción de los hijos ante


la enfermedad de su padre. Parece que en consejo de familia
se ba decidido plantear al enfermo la angustia que sus hijos
sienten y recabar sus instrucciones. A la vez, se deja entrever
ya en este momento la preanunciada predilección del padre
por la hija menor, mientras el primogénito Yassib no aparece
en escena. El encargado de transmitir el lamento es Elihu.

Lamentación encargada por el rey muribundo

— [/I presencia de tu padre/Kirta ve,


alza tu voz y di (llorando):
— En tu vida, padre nuestro, nos gozábamos,
en tu inmortalidad nos regocijábamos].

De Kirta KTU 3.36


«Como un perro (que) en tu casa (ha) envejecido64, 1
como un can a ia entrada de tu mausoleo,
sí, padre, ¡ay!, como los mortales te vas a morir

195
y tu mausoleo se ha de volver un (lamento) perenne,
5 canturreo de nigromante de las alturas65?
Por ti llora, padre, la montaña de Baal,
Safón, la fortaleza santa;
Ninnay66, la fortaleza poderosa,
el baluarte ancho de envergadura.
10 ¿Es entonces Kirta hijo de El,
progenie del ‘Benigno’ y ‘Santo’?67.

Lamentación pronunciada

A presencia de su padre entró,


lloró y crujió de dientes,
alzó su voz llorando:
— En tu vida, padre nuestro, nos gozábamos,
15 en tu inmortalidad nos regocijábamos.
¿Como un perro (que) en tu casa (ha) envejecido,
como un can a la entrada de tu mausoleo,
sí, padre, como los mortales te vas a morir
y tu mausoleo se ha de volver un (lamento) perenne,
canturreo de nigromante de las alturas?68.
20 ¿Cómo se dirá que es hijo de El Kirta,
progenie del ‘Benigno’ y ‘Santo’?
¿O es que los dioses mueren,
la progenie del ‘Benigno* deja de vivir?

Orden de convocar a su hija

Kirta, el Noble, respondió:


25 — ¡Hijo mío, no me llores,
no gimas por mí!
No agotes, hijo mío, la fuente de tus ojos,
los sesos69 de tu cabeza en lágrimas.
Llama a tu hermana Thitmanar,
la hija cuya concepción70 es nuestra fuerza.
30 Ella llorará y gemirá por mí.

196
¡Venga!, luego (?) se lo podrás decir71 a tu hermana,
se (lo) dirás por la noche (?),
pues yo sé que tu hermana es compasiva.
¡Que no derrame en los campos sus aguas/lágrimas,
la efusión de su alma en las alturas!
Habrás de esperar a la puesta de la Gran Dama Shapash
a la marcha73 de la Gran Luminaria,
Di entonces a tu hermana Thitmanat:
— Kirta, sí, ofrece un sacrificio,
el Rey da un banquete.
Coge tu pandereta en la mano,
tu tamboril74 en la diestra.
Ve, entona un canto en/a las ‘alturas’,
haz un voto7', ofrece plata como regalo tuyo76
‘y oro para todos’77.

Ejecución de la convocatoria

Entonces el Procer Elihu


su lanza agarró en la mano,
su jabalina en la diestra.
y se acercó a toda prisa (?)78.
[Cuan]do llegó, sí, el mancebo79,
su hermana había salido a sacar agua.
Su lanza en el marco80 apoyó,
su rostro81 asomó por la puerta.
Apenas ella a su hermano vio,
su cántaro8- en el suelo rompió,
[en presencia] de su hermano lloró (exclamando):
— í [Entonces es cierto que] está enfermo el Rey,
[muriéndose] Kirta, tu Señor?
El Procer Elihu [respondió]:
— [Sábete que noS3] está enfermo el Rey,
[ni muriéndose] Kirta, tu señor.
Kirta, sí, ofrece un sacrificio,
el Rey da un banquete.
KTU 1.16 II

Las 16 primeras líneas del texto ofrecen sólo una o dos letras
iniciales. Cabe suponer que Thitmanat se dirige a casa de su
padre, donde es acogida e invitada a un refrigerio, a la vez
que ella descubre la situación real.

Diálogo: descubrimiento de la situación

17 Se acercó a su hermano [y exclamó]:


— (Por qué me tienes abandonada84, [hermano]?
¿Cuántos meses hace que enfermó,
20 cuántos que se puso malo Kirta?
Respondió el Prócer [Elihu]:
— Tres meses hace que enfermó,
cuatro que se puso malo Kirta.
Quizá Kirta se esta yendo
25 [al ‘ocaso’ {?)] y al sepulcro85.
Gritó (?), [su voz alzó],
gritó, alzó [su] alarido (?),
como (mujer) afligida a la puerta [de la tumba (?)],
como la que está de parto (?) [...].
Al desnudo (?), sin ( ? ) .........
30 .........se humilló ( ? ) ............
sin (?) cobertura n i .....
[Hasta que de llorar (?)] su allegado (?) se sació,
[de gemir] el Prócer Elihu,
lloró ella, [la vo]z alzó,
gritó (?), alzó el alarido (?).

Lamentación (¿ensayada?) de Thitmanat

35 Lloró y crujió de dientes,


alzó su voz llorando:
— En tu vida, padre nuestro, nos gozábamos,
en tu inmortalidad nos regocijábamos.
¿Como un perro (que) en tu casa (ha) envejecido,

198
como un can a la entrada de tu mausoleo,
sí, padre, como los mortales te vas a morir 40
y tu mausoleo se ha de volver un (lamento) perenne,
canturreo de nigromante de las alturas?86.
cO es que los dioses mueren,
la progenie del ‘Benigno’ deja de vivir?
Por ti llora, padre, la montaña de Baal, 45
Safón, la fortaleza santa,
Ninnay, la fortaleza poderosa,
el baluarte ancho de envergadura.
¿Es entonces Kirta hi[jo de El],
progenie del ‘Benigno’ [y ‘Santo’] ?

Lamentación proferida por Thitmanat

Llorando entró [a presencia de su padre], 50


entró en la [estancia de Kirta y exclamó (?):].
(Texto fragmentario y laguna de unas 12 líneas)

KTU 1.16 III

El texto perdido podría reintegrarse en parte con la repeti­


ción del lamento. Una vez todos al corriente de la situación,
se pasa del lamento a la acción para conjurar las consecuen­
cias que la enfermedad del rey va —ha empezado ya— a indu­
cir en la fertilidad de su reino. El recurso en este caso es de
tipo mágico, llevado a cabo sin duda por los especialistas de
que estaba provista aquella sociedad (cf., infra, textos de adi­
vinación y magia), aunque desconozcamos su nombre.

(Laguna de unas 30 líneas)

Texto de conjuro

Vertió óleo en un plato y respondió87, 1


recorriendo88 la tierra y los cielos,
volviéndose hacia los extremos de la tierra,
hacia los confines89 de las praderas:

199
5 — ¡Una fuente90 para la tierra es la lluvia de Baal,
y para el campo la lluvia del Altísimo!
¡Una delicia es para la tierra la lluvia de Baal
y para el campo la lluvia del Altísimo!
¡Una delicia es para el trigo en el surco,
10 en la arada (es) como un perfume91,
sobre los oteros es como una diadema92!

Descripción de la situación

Alzaron sus cabezas los labriegos,


hacia arriba los que cuidan el trigo.
El grano se había acabado en sus depósitos,
15 se había acabado el vino en sus odres,
se había acabado el aceite en sus tinajas.
En la casa de Kirta [entraron...].
(Laguna de unas 18 líneas)

KTU 1.16 IV

Dada la desesperada situación y como respuesta al conjuro


mágico se impone el recurso a los dioses, que son convocados
a asamblea para poner remedio. La convocatoria se hace por
grados de burocracia divina: alguien invita a otro (¿Thaka-
mán y Shunam, los dióscoros de El?; cf. KTU 1,22 I 6: ‘que
asisten con presteza’) a convocar al heraldo divino. Una vez
convocado éste, el dios supremo El le encarga que convoque a
su veza los demás dioses. No sabemos quién toma la iniciati­
va de tal convocatoria en primera instancia; podría ser el dios
protector Baal. Este ya intervino antes a la hora de reclamar
la bendición divina sobre la pareja regia.

Convocatoria de los dioses

(Laguna de unas 16 líneas)


1 — [iOh servidor] de El!, escucha:
— Tu palabra [es sabia (?)] como la de El,

200
eres sabio como ei Toro, el Benigno.
Llama al heraldo de El, Elish,
a Elish, <el heraldo de la casa de Baal>,
y a su mujer la heraldo de las diosas.
Como una flecha (?), como un onagro (?) [partió (?)]9J,
llamó al heraldo divino, Elish,
a Elish, heraldo de la casa de Baal,
y a su mujer la heraldo de las diosas.
Y dijo el Benigno, El, ei Entrañable:
— Escucha(d), ¡oh heraldo de El, Elish,
Elish, heraldo de la casa de Baat,
y tu mujer la heraldo de las diosas!:
— Subid encima dei edificio,
al ‘parapeto’ superior94 del atalaya95;
por tres veces lo mismo, poderoso96 [de voz (?)],
desde97 el monte grita en voz alta,

(Lupina de unas 2 7 líneas)

KTU 1.16 V

Realizada la convocatoria por el heraldo divino, los dioses


van llegando uno tras otro. Sólo el final de esta procesión se
nos ha conservado. Una vez reunidos, el dios Supremo inicia­
rá un interrogatorio para ver quién de ellos es capaz de solu­
cionar el problema. Ante su incapacidad de poner remedio a
una situación creada por el poder de la diosa madre, será El
quien deba encargarse del asunto, recurriendo para ello a sus
artes mágicas, la única manera de hacer frente a este conflic­
to de poderes divinos.

Deliberación del dios El

Entró [........ .....],


entró [...............],
entró [........
Y [se alzó (?) y dijo]
5 en la asam[blea de los dioses]:
— ¡Oh Ashera, [<¡.............] en tus manos,
[por qué no cumplió su voto (?)].
Su doble [en plata te dará ahora (?)],
su triple [en oro (?)9S].
10 [Y dijo el Benigno, E]l, el Entrañable:
— ¿[Quién] de los dioses [arrojará la enfermedad],
expeliendo la do[lencia?].
[No hubo entre los dioses] quien le respondiera.
Volvió a re[petir dos (y) tres veces] la pregunta:
— ¿Quién de [los dioses arrojará] la enfermedad,
15 expelien[do la dolencia?].
No hubo entre los dioses quien [le respondiera].
[Repitió cuatro], cinco veces la pregunta:
— ¿Quifén de los dioses] arrojará la enfermedad,
ex[peliendo la dolencia?].
No hubo entre los dioses quien le respondiera].
20 Repitió seis y siete veces la pregunta:
— ¿[Quién] de ios dioses arrojará la enfermedad,
expeliendo la dolencia?.
No hubo entre los dioses quien le respondiera.

Intervención mágica de El

Y dijo el Benigno, El, el Entrañable:


— ¡Sentaos", hijos míos, en vuestras sedes,
25 en vuestros tronos principescos!
Yo mismo haré un encantamiento100 y dispondré,
dispondré a la que arroje la enfermedad,
expeliendo la dolencia.
De óptimo barro llenó su mano,
30 un pellizco de arcilla modeló de la de alfarero.
[Modeló (?)] a una capaz de liquidar [la enfermedad],
[de enfrentarse (?)] a Tunnán/el Dragón101,
[....................] a Tunnán.

202
(Laguna de 6 líneas)

Una copa [tomó El en su mano],


un cáliz [en ambas manos y dijo]:
— Tú, Sha[atiqat...]
expulsa [la enfermedad (?) de Ki]rta,
Sha[atiqat........ ].
Una diade[ma!02 (?) .......... ],
en la boca de Sha[atiqat...].
[Y a continuación replicó] El:
— De la ciudad [espanta a Mot],
[de ía vilía] ahuyenta al en[emigo].
[Expulsa] la enfermedad [...],
[arroja] la dolencia [...].

(Laguna de unas 8 líneas)


¡Mot, seas derrotado,
tú, Shaatiqat, venga, vence!
«s
La curación de Kirta

Y se fue Shaatiqat,
en la casa de Kirta hizo su ingreso.
Llorando se dirigió y entró,
sollozando penetró dentro.
De la ciudad espantó a M ot103,
de la villa ahuyentó al enemigo1®4.
Con una vara golpeó (abriendo una) brecha195,
como si fuera la enfermedad, en su cabeza
y repetidamente106 le lavó del sudor.
Le abrió el apetito de comer
la gana de alimentarse.
Mot, así, fue derrotado,
Shaatiqat, pues, venció.
Restablecimiento del Rey

15 Y ordenó Kirta, el Noble,


alzó su voz y exclamó:
— Escucha, ¡oh Dueña Hurray!
Sacrifica un cordero, que voy a comer,
una res sacrificial, que voy a alimentarme.
Escuchó la Dueña Hurray,
20 Sacrificó un cordero y comió,
una res sacrificial y se alimentó.

La insurrección de Yassib: deliberación

He aquí que pasó un día y otro.


Se sentó107 Kirta en su trono,
se sentó en su trono real,
en el diván, el solio de su poder.
25 También Yassib se sentó en su palacio
y le aleccionó su interior:
— Ve a tu padre, Yassib,
ve a tu padre y dile,
repite a [Kirta, tu señor]:
30 — Escucha y pon atento [oído],
¿[Como guerrero a guerreros] podrás guiar108,
y a mesnadas [dar órdenes]’09?
Has hecho caer tus manos en la postración,
no has juzgado la causa de la viuda,
ni dictaminado el caso del oprimido.
35 Te has acogido a la cama de la dolencia,
has languidecido en el lecho de la enfermedad110.
Desciende de tu realeza, que yo reinaré,
de tu poder, que yo me sentaré (en el trono).

La insurrección de Yassib; pronunciamiento

Marchó el Procer Yassib,


40 a presencia de su padre entró,

204
alzó su voz y exclamó:
— Escucha, por favor, ¡oh Kirta, el Noble!,
escucha y pon atento oído.
¿Como guerrero a guerreros podrás guiar,
y a mesnadas dar órdenes?
Has hecho caer tus manos en la postración, 45
no has juzgado la causa de la viuda,
ni dictaminado el caso del oprimido,
ni arrojado a los depredadores del pobre.
En tu presencia no has alimentado al huérfano,
ni a tu espalda a la viuda. 50
Te has acogido a la cama de la dolencia,
has languidecido en el lecho de la enfermedad.
Desciende de tu realeza, que yo reinaré,
de tu poder, que yo me sentaré (en el trono).

La maldición de Kirta

Respondió Kirta, el Noble:


— ¡Que rompa Horón111, ¡oh hijo!, 55
que rompa Horón tu cabeza;
Ashtarte, Nombre de Baal, tu cráneo!
¡Ojalá corras veloz112 al térm ino"3 de tus años,
en la primicia de tu fuerza114, sí, seas humillado!
Borde
El escriba fue ílimilku, Ministro-Oficiante115.

N OTAS

1. Título del poema con el que se clasifican las tablillas pertenecientes al


mismo. Una especie de *cota* de archivación bibliográfica.
2. /: autoridad', ug. btkn; cf. DLU 183 (fctk ////).
3. En el sentido de ‘casa solariega*, que engloba edificio y familia. /:
‘sede (del trono)’; ‘descendencia’, ug. mknt.
4. /: ‘consiguió’» en afirmativo, dada la ambigüedad del functor ug.

205
5. Es decir, la persona más próxima y querida por la que se ha de cum­
plir (o que ha de cumplir) el sagrado deber de la venganza reparadora, de
acuerdo con la semántica del Término en árabe (f»V), Este cieñe los dos valo­
res: ‘venganza* y ‘vengador*. El texto (tar utn) es muy controvertido y las in­
terpretaciones y lecturas múltiples; v.g,: ‘parentela materna tuvo’; Ha parienta
materna (prima) que fue suya’; ‘la segunda, una madre fue para él*, etc. Todas
estas versiones parten de la connotación ‘sangre* de la raíz en árabe, pero eí
sema básico es Vengar(se), reparar, salir responsable o fiador de los derechos
conculcados’ (cf. KTU 1.2 II! 21).
6. Esta enumeración puede entenderse también como una serie partitiva
{la tercera, cuarta, etc., parte) referida a la descendencia conseguida de su
primera mujer.
7. /: ‘los pajes de Yam\ en referencia al dios Yam y su séquito como
fuerza destructora.
8. Divinidad maléfica. /: ‘espada/jabalina’; Shalh, nombre del río del
infierno; ‘un tipo de afección producida por magia'.
9. /: ‘{sede de su) trono*, ug, tbth; en todo caso ia resonancia dinástica
es clara.
10. /: ‘quintos (de sido)*, k mhmSt.
11. /: ‘una parte de sus suelo1, ug. yd mqmh.
12. Literalmente: ‘su lugar’, mina o cámara de tesoro.
13. Las posibilidades de traducción de estas frases son múltiples: 4oficia-
les, caballos, carros 'tiros de tres caballos, carros, esclavos’, ug. tlt sswrn
mrkbt ; cf. G. del Olmo Lete, Interpretación de la mitología cananea. Estudios
de semántica ugarítica (= IMC), Valencia, 1984, pp, 177ss.
14. Otras integraciones son posibles: ltu agotamiento es por llorar
*se acercó ... al lloroso*; ‘con buenas palabras mientras lloraba*.
15. /: ‘la totalidad’, ug. kit; cf. DLU 21 6 (kit).
16. /: ‘de tus mejores vituallas’, ug. Ihmk dnzl.
17. /: ‘aves(s)’, ug. msrrt.
18. /: ‘haz bajar’, ug. Srd.
19. /: ‘(traído) de la(s) ciudad(es)’, ug, akl Iqryt\ se trata más bien de
preparar una expedición que partirá de allí, a no ser que se tomen tales deno­
minaciones como referidas a sus habitantes.
20. Posible designación de la capital del reino (cf. hb. ‘Hija de Sión/Jeru-
salén*).
21. Es decir: ‘que (dure hasta)
22. ¡t ‘¡vengai1, expresión de énfasis (ug. me, normalmente con imperati­
vo) con que comenzaría el siguiente verso.
23. /: ‘trescientas miríadas*, ug. tlt mat rbt\ pero no hay numerando,
como a continuación se señala para las otras categorías, a no ser que se entien­
da dicho del ejército en general. Cf. n. 13.
24. Formas indicativas, mejor que yusivas, con las que luego se combi­
nan: visión y encargo./: ‘por miles1, dando a«3|rvalor de funtor modal ‘según,
por1; cf. DLU 61 (/’-í*r/).
25. /: ‘alquile a otro /un mercenario*; ‘haga una contribución generosa’,
ug. Skr tSkr>
26. /: ‘haga generosa donación*, ug. mzlymzl.

206
27. Se trata de un ejército en el que todos, aun los normalmente exentos
del servicio militar, participan. En realiad, como se verá, no habrá que luchar.
28. /: ‘al ocaso’, ug. ípim.
29. /: ‘pequeña’; ‘bien regada’, tnt.
30. /: ‘las dos villas’, ug. crm.
31. /: ‘ataca’; ‘volarán’, ug. &t.
32. /: ‘entonces’, dado el valor vario de ug. dm.
33. /: ‘contra las torres’, ug. mSpdt.
34. /: ‘ocaso’; cf. n. 28.
35. /: ‘a su campamento’, ug. msumh; cf. IMC 169ss.
36. Es decir: ‘botín de paz’; el término Slm(m) tiñe múltiples connotacio­
nes en el léxico ug.
37. Quizá: ‘me estrechará en el seno’. /: ‘que está ceñida de rubí’, según
otra reconstrucción. Texto corrupto que falta en la sección ejecutiva paralela;
quizá es intrusivo.
38. Aquí se ha suprimido el bícolon correspondiente a líneas II 37-38.
39. /: ‘llevó’, ug. wybl en vez de wysi de II 47.
40. /: ‘ocaso’, ug. ahrlpüm ; cf. n. 28,
41. Normalmente se entiende que las ciudades aquí aludidas son Tiro y
Sidón, en la costa fenicia.
42. /: ‘¡tan cierto como existe ...!’; ‘el don de ...’, ug. i itt-, cf. DLU 1 («'/).
43. Se omite aquí el bícolon de líneas III 12-14.
44. Se omite aquí el bícolon de líneas III 44-45.
45. El inicio de esta tablilla se ha perdido, pero puede reconstruirse des­
de los estereotipados mensajes que se suponen.
4 6. I: ‘soldados’, ug. bn hpt; cf. DLU 196 (hpt ).
"47. /: ‘un tercio de ella’. Aparente referencia a la organización tripartita
del panteón. O bien se puede pensar que se refiere a la ofrenda (‘ofreció’)
prometida en su voto a Ashera (‘el triple de su [peso] en oro’). Esta diosa no
aparece entre los invitados, a no ser que se la vea bajoel epíteto Rahmay.
48. /: ‘un portero puso’, según otra lectura del texto: ££r[t]/ t[g]r).
49. La expresión querría simplemte indicar que se ‘cerró la puerta’ una
vez iniciado el banquete (?).
50. También podría ser que los principes fueran sólo dos, Yassib e Uhu,
los únicos que aparecen luego en el poema, y las princesas seis; de esa manera
la última sería también ‘Octavia’.
51. Posible referencia al ‘Infierno’.
52. La fórmula refleja un tema tópico en la Biblia Hebrea: David y Salo­
món fueron ‘octavos’ en orden de generación, y de otras varias figuras se re­
salta que eran el ‘menor’ de los hermanos. A la vez se adelanta aquí el papel
que la infanta tendrá en la posterior enfermedad del rey. Mientras en aquel
momento se revela como la preferida de su padre, el hijo primogénito será
maldecido por pretender usurpar el trono.
5 3. Es decir, ‘confirmar’, ug. í»; /: cambiar.
54. La versión de ap por ‘ira’ y de u por ‘iayl’ no está justificada en este
lugar.,
55. Denominaciones simbólicas aplicadas a los nobles y prohombres del
reino, en razón quizá de sus específicas funciones civiles, militares o cultuales.

207
56. Texto defectuoso.
57. Leyenda gr por mr, ‘amargura, duelo’ o ‘mirra’.
58. Otras versiones suponen que es Hurray quien ‘maneja el plato, mete
el cuchillo’, ug. tqdm, tílk.
59. Es decir: le dieron por muerto. /: versión en discurso directo: ‘lloráis,
enterráis’/'lloraréis, enterraréis’, ug. tbkn, tqbm.
60. Texto deficiente.
61. Es posible entrever en estas oscuras expresiones un reflejo de la
ideología regia, que suponía la divinización del rey después de muerto; ug. krt
irk U.
62. El príncipe primogénito según II 25.
63. Texto defectuoso.
64. /; ‘envejecemos’ ; ‘merodeamos’, ug. >ftq; cf. DLU 93 (/‘-c-q/).
65. T exto oscuro, ug. b d a tta b sn y .f: ‘las mujeres dei padre en la altura’;
‘por mano de mujer, padre excelso/querido’.
66. Topónimo de vocalización desconocida.
67. La distribución de elementos suprasegmentales (interrogaciones re­
tóricas o aseveraciones) es aleatoria a la hora de traducir esta lamentación.
68. Aquí se omite el dístico de líneas I 6-9.
69. /: ‘el agua’, según la lectura del texto, ug. mh/my.
70. /: ‘cuya pasión es fuerte’. Cf. KTU 1.15 I I I 16: la hija menor se con­
vertirá en la primogénita. Es la manifestación del ‘vigor’ del rey en su edad
avanzada y consiguientemente de su capacidad para ser mediador de la fecun­
didad de su reino.
71. /: interpretación negativa de la partícula al-. ‘no’. Pero esto implica
un contrasentido con el posterior desarrollo del poema. Aunque no se puede
negar la realidad, la comunicación encargada incluye una táctica de disimulo
y ocultamiewo de la situación real, que la infanta descubrirá, como lo hicie­
ron los nobles.
72. La diosa ‘Sol’.
73. /: *Ia marcha, ocaso’; ‘hasta quue brille’, ug. ivtgh.
74. Leyendo tph.H[m]rqstk, frente a otras lecturas; apklgrgrk, ‘tu nariz//tu
garganta’.
75. Leyendo ndr en vez de adnk, ‘tu Señor’. Esta lectura justificaría las
alternativas de traducción propuestas en las notas siguientes.
76. /: ‘en nombre de tu soberano’, ug. bmgnk.
77. Quizá en oposición al ‘tercio (de los dioses)’ invitado albanquete
según KTU 1.15 II 7. /: ‘al completo’, tal vez una alusión al voto hecho por
Kirta, y al parecer no cumplido, que supone esa ofrende de plata y oro (1.14
IV 42s.). Se encargaría aquí una ofrenda de reparación/suplencia.
78. /: topónimo, ug. tn%.
79. !'. ‘ya había oscurecido’, ug. tvglm.
80. /: ‘en un cerro plantó’; ‘en el humbraP, ug. ti.
81. {: ‘su brillo’, ug¿ pnh.
82. Otra lectura: [kstyh, ‘sus tendones (se aflojaron)’.
83. La reintegración afirmativa es también posible.
84. Es decir, desinformada de la situación que afecta a supadre. /: ‘me
llevas (a nuestro padre)’; ‘me engañas’, ug. tb‘m\ DLU 103 (/b-'-r/ II).

208
85. Esta y sucesivas líneas son fragmentarias y su integración/traducción
muy dudosa. Caben dos opciones básicas: leer aquí la descripción de la tumba
que se construye para Kirta o el lamento de Thitmanat.
86. A continuación se invierte el orden de los dísticos tal y como apare­
cen en I 6-11 y 20-24. Las tres veces varía algún tanto el texto del lamento.
87. /: ‘contempló’. El texto de este conjuro se presta a varias lecturas,
basadas fundamentalmente en la diferente división de los ‘versos’ y en la
homografía de diversas raíces y formas ugaríticas (tr, 'n(y), ksm ...).
88. /: ‘el estremecimiento, temblor de ug. tr.
89. /: ‘la espelta’, ug. ksm.
90. /: ‘surco’ ; ‘mira, atiende en la tierra a la lluvia ug. ‘n.
91. /: ‘(para) la espelta’, ug. ksmm.
92. /: ‘hierbas fragantes’, ug. k !trtrt; cf. DLU 94 (ftrtrt).
93. Suponiendo hs un alófono de hz. Texto defectuoso. La alternativa
‘ícomo grava, como migas [se retinan!]’ (cf. KTU 1.1 ÍV 11) suena poco vero­
símil.
94. /: ‘a lomos de’, ug. ln{.}hnpt.
95. /: ‘anunciador’; ‘torreón’, ug. mSpy.
96. /■. ‘pequeño’, poco verosímil.
97. /: ‘a l ...’, ug. /, functor polisémico.
98. Referencia al voto emitido en KTU 1.15 IV 42s., y cuyo incumpli­
miento ha desencadenado toda la desgracia de Kirta. Al parecer, la diosa ma­
dre se muestra renuente o incapaz de dar marcha atrás en su actitud vengativa.
O se trata de una condición previa para que el procedimiento pueda tener
éxito.
99. /: ‘volveos’, ug. tb.
lOffr /: ‘moldearé’, ug. íhtrS; cf. DLU 181 (/-r-s/j•
101. Monstruo proverbial, enemigo de Baal y aniquilado por Anat (cf.
KTU 1.3 III 40). Se supone que las enfermedades son producidas por demo­
nios colaboradores del gran enemigo, la Muerte (cf. tnfra VI lss.). La nueva
creatura será más fuerte que los más fuertes.
102. /: ‘rosa-primavera’, ug. '(>•[(?).
103. Leyendo aquí m t en vez de nth e interpretando tdtt como una forma
de ug. /n-d-’/, /: ‘sobrevoló’ (ug. /d-’-y/); ‘hizo volar el conjuro’, leyendo ug.
m[nt]b.
104. /; ‘hizo volar el tallo florido’, ug. tdu Srr.
105. El procedimiento parece ser el clásico de la magia curativa: el malleus
maleficarutn. La enfermedad se va con eí sudor, que la arrastra fuera. /: ‘con
una vara mágica desató el nudo’, ug. htm fm t ptr.
106. /: ‘volvió’; ‘se sentó’, ug. t ttb.
107. /: ‘volvió’, ug. ytb.
108. /: ‘hablar’, ug. tdbr; cf. DLU 128 (/d-b-r/ I/II).
109. Texto oscuro. /: ‘cuando los raziadores hacen razias, tú te pones a
hablar; ‘cuando los invasores (invaden), tú estás ocioso’; ‘al más generoso
expulsas, pero al usurero permites que se quede’; ‘en tiempo de ataque huyes
y te agazapas en los montes’; ‘cuando los raziadores hacen razias, cuando los
acreedores (detienen) a los deudores...’, ug.kgzgzm tdbr wgrm t tu/y; cf. DLU
160s. (grm , gz).

209
110. /: ‘como (tu) hermana es la cama de la dolencia, compañera (tuya) es
la yacija de la enfermedad’ ; ‘tu consorte es tu enfermedad, tuconcubina tu
dolencia’, ug. km aht ‘r¡ mdw anSt ‘ri zbln ; cf, DLU 17s., 41, 90 (/a-h-d/,
anSt, ‘riI).
111. Dios patrón de actividades mágicas (cf, KTU 1.100:57ss.). Esta fór­
mula de maldición aparece también en KTU 1.2 I 7ss.
112. /: ‘caigas’, ug. tqln, frente a tpln en KTU 1.2 I 9.
113. /: ‘cumbre’; ‘terreno’, ug. gbl; cf. DLU 143 (gbi MI).
114. /: ‘por tu codicia’ ; ‘dentro de tus límites’, ug. bhpnk-, cf. DLU 179
{.hpn).
115. Según algunos autores, faltaría al menos otra tablilla, en la que se
narraría el resto del destino, supuestamente trágico, del rey Kirta. Pero quizá
este final exabrupto no sea ajeno al estilo épico de ia época. Ni el colofón
incompleto es argumento decisivo; quizá uno más completo y solemne, más
oficial, estaba reservado para textos mitológicos propiamente tales, para las
‘historias de los dioses’ (cf. 1.6 VI 54ss.). Su valor sacro y canónico lo im­
pondría.

210
EPOPEYA DE AQHAT
(KTU 1.17-19)

La Epopeya de Daniel/Aqbat presenta una construcción lite­


raria más perfecta, un carácter trágico más acentuado que la
de Kirta. La curva épica va de la desgracia a la prosperidad,
de la ofensa a la ruina, compensada por un final de vengan­
za. También el carácter mítico está más acentuado en este
caso. En la Epopeya de Kirta el trato entre dioses y hombres
se reduce al ámbito de la revelación y la palabra. En cambio,
en la Epopeya de Daniel/Aqbat tal trato es más cotidiano:
además de comer y beber las viandas que se le ofrecen en
casa ,<ie su fiel, como era también el caso en la Epopeya de
Kirta, la divinidad le regala un arco, discute con él y le pro­
pone una transacción o promete enseñarle a cazar; cuando
el hombre les rechaza, los dioses se vengan de él, teniendo
que recurrir para ello a estratagemas complicadas. Por otra
parte, le ayudan en sus intentos de venganza, atendiendo
fielmente sus súplicas, y quedan finalmente expuestos a sus
represalias. El mismo dios supremo, El, ha de doblegarse al
capricho de una divinidad inferior.
La trama de la epopeya se inicia, también en este caso,
con una escena de incubatio en la que el dios Baal se revela
como intercesor ante El en favor del rey Daniel, que no tiene
descendencia. Se pide la concesión de un hijo que pueda
cumplir con una serie de deberes de tipo cultual y funerario
para con su padre. El dios supremo accede y da su bendi­
ción, que es transmitida a Daniel. La reacción del padre ante
la buena nueva que se le comunica recuerda de nuevo el ien-

211
guaje mesiánico de Isaías (9,5): ‘reposará en mi interior mi
alma, porque un hijo me va a nacer...’. Bajo la protección de
las diosas del parto el niño nace y, una vez crecido, su padre
recibe la visita de! dios artesano Kothar, que le regala un
arco prodigioso. El dios es acogido con las mismas muestras
de hospitalidad con que Abrahán recibe la visita divina (Gn
18,1-15), encargando a su esposa le(s) prepare un suculento
refrigerio.
El mentado arco maravilloso será el elemento en torno
al que se desarrollará la trama de esta epopeya trágica. Re­
sulta que Anat, diosa del amor y la guerra, celosa de sus pre­
rrogativas, codicia tal arma y emprende, en consecuencia,
una serie de estratagemas para conseguirla. Pretende en pri­
mer lugar comprarla, a peso de plata y oro; quiere luego
cambiarla por una promesa de inmortalidad. A ambas pro­
puestas responde el ‘Procer’ Aqhat con una negativa total:
por un lado, si tanto lo desea, Anat puede pedir a Kothar
que le haga otro igual y, por otro, Aqhat no se toma en serio
tal promesa, plenamente consciente de que el destino del
hombre es la muerte.
Aún hay más. El procer humano se atreve a avanzar una
objeción plenamente ‘machista’ que supone la más clara
hybris o insulto que puede hacerse a la diosa: ‘los arcos [son
cosa] de guerreros. ¿Acaso ahora se dedican a cazar (con ellos)
las mujeres?’. La reación de la diosa es de suponer: le amena­
za de muerte. Para llevar a cabo su plan denuncia al atrevido
humano que la ha ofendido y recaba el consentimiento del
dios supremo El para aniquilarlo, en los mismos términos
amenazantes con que en el mito baálico le arrancó el consen­
timiento de proclamar rey a Baal y decretar la construcción
de su palacio. Su padre cede a sus-amenazas, pues sabe que
nada podrá detener a esta hija suya inexorable. Ella seduce al
joven prócer y le atrae a una zona precisa donde poder llevar
a cabo su plan de venganza. Para ello alquila los servicios de
un matón, un semidiós de segunda fila, al que camufla en una
bandada de águilas entre las que ella misma vuela. Cuando

212
tiene bien localizada su presa, le lanza sobre ella: el genio
maléfico golpea a Aqhat, que muere. Al parecer, no era éste
su intento, sino simplemente pretendía derribarle y quitarle
el arco. La cosa se le fue de las manos.
Pero tampoco de esta manera logra Anat su intento, pues
el arco se rompe y cae al agua (el texto es aquí fragmenta­
rio). La muerte del joven héroe es lamentada y deja pronto
sentir sus funestos efectos sobre la tierra, que ha sorbido su
sangre. Ésta se agosta, víctima de una pertinaz sequía. Su
padre Daniel, ignorante de lo sucedido y cumpliendo con su
función regia, pretende conjurar la situación y, acompañado
de su hija Pughat, recorre los campos en busca de cualquier
atisbo de vida que permita la regeneración. Es entonces cuan­
do le liega la noticia, que aquélla había presentido, de la
muerte del hijo. Parte ahora en busca de su cadáver y, ayuda­
do por Baal y después de tres conjuros sobre [as aves rapa­
ces, da con ‘la madre de las águilas’, que ha devorado a
Aqhat. Recoge lo que queda de sus restos y los sepulta con
honores divinos, como hacía Anat con los de Baal en el mito.
Lanza luego Daniel tres maldiciones sobre otras tantas
ciudades, posibles escenarios del crimen, siendo, naturalmen­
te, la tercera la que de veras corresponde a éste. Vuelto a su
palacio, celebra la lamentación por su hijo, mientras la her­
mana de éste se prepara para llevar a cabo la venganza. Pro­
vista de la bendición paterna y disfrazada con ropas de joven
guerrero (debajo) y de mujer (encima), como si fuera la diosa
Anat, se dirige al campamento del semidiós asesino a sueldo.
Este no descubre la treta y la recibe con mil agasajos. El vino
corre en abundancia y en medio de la euforia Yatipán confie­
sa su fechoría, ufanándose de ella. Entoces Pughat, como más
tarde la heroína hebrea Judit, le emborracha y se deshace de
su enemigo así burlado (final fragmentario).
En el fondo, Aqhat es una figura prometeica, y su epo­
peya, el canto a un destino heroico. Estamos también, por
eso, más próximos al mito que en el caso de la Epopeya de
Kirta. Hemos de resaltar así, por resultar aquí más claro que

213
en ésta, el carácter heroico de Daniel y Aqhat, antes aludido.
No se deduce sólo del tema y tenor del texto; a aquél se le
denomina expresamente ‘el Rapaí’, y en el poema de los
Refaim veremos de nuevo a Daniel relacionado con éstos.
Aqhat, a su vez, será enterrado en ‘la caverna de los dioses
de la tierra/infierno’, como Kirta veíamos que ‘era exaltado
entre los Refaim de la tierra/infierno’.
De la epopeya resulta, así, la heroización o exaltación
épica de los orígenes de un clan o ciudad a través de sus fun­
dadores. Estos se hallan insertos en una esfera próxima a la
divinidad, que configura su destino. Sus vicisitudes se expli­
can teológicamente. De este modo, el relato se relaciona con
similares de la literatura griega y de la tradición patriarcal
israelita y de su historia primitiva. En éstos, no obstante, se
pone mejor de relieve la figura humana de los protagonistas.
Las esferas, pues, resultan así menos diferenciadas; los
dioses son más humanos en sus reacciones y recursos. No
obstante, el marco teologal permanece ortodoxo: el dios El
responde a las súplicas, anuncia el futuro, decide en última
instancia el destino del hombre. Como en el poema de Kirta,
el dios tutelar resulta ser Baal, el que intercede y apoya con
su virtud taumatúrgica a la hora de la desgracia (derriba a las
aves y las reaninia a petición de Daniel). Peculiar es la fun­
ción de la diosa Anat, cuya actuación proporciona la trama
del poema.
Las figuras de Daniel y Aqhat, padre e hijo, sirven para
plasmar una situación típica del encuentro del hombre con la
divinidad. El mismo no se rige únicamente por los arquetipos
de la bendición y el castigo (por el pecado), sino que en tal
encuentro el hombre semita se halla expuesto al capricho de
los dioses, a su actuación amoral; máxime si frente a ellos
adopta una postura de autonomía que se satisface con lo
humano y desecha sus dones por imposibles (la inmortalidad),
a la vez que menosprecia sus capacidades. En el fondo, Aqhat
es una figura prometeica, y su epopeya, el canto a un destino
heroico.

214
Tales figuras son, pues, héroes y manes al mismo tiem­
po, con una significación perenne para e! futuro destino de
su grupo, en cuanto que condensan la experiencia religiosa
de la respectiva comunidad: el trato con su dios y la correla­
tiva revelación de éste. La cuestión, pues, del fondo históri­
co de la epopeya, además de incontrolable, pasa a un segun­
do término ante la significación religiosa y social de la misma.
La conducta de Daniel, que suplica a los dioses y es atendi­
do, y la de Aqhat, que se les opone y es arrollado por ellos,
junto con la descripción de los deberes sociales del ‘hijo ideal’
y la actuación del ‘padre y la hermana ideales’, constituyen
el auténtico problema o centro de interés que pretende plan­
tear y resolver el poema.
El carácter divino del rey no aparece tan claramente
enunciado como en la Epopeya de Kirta, ni se habla de su
inmortalidad. Más bien, ésta queda excluida por Aqhat como
posible suerte de los mortales. Resaltan más, en cambio, las
características morales. En caso de calamidad, debida a la
sequía que aflige a su tierra, Daniel se ocupa de cumplir las
súplicas y ritos mágicos que restablezcan la fertilidad. Este
tema, como vimos, aparecía también en la Epopeya de Kirta,
unido allí a la enfermedad del rey. Aquí se refleja otra ideo­
logía: la de la sangre derramada que hace infecunda la tierra.
La actuación del rey en cuanto ‘dispensador de la fertilidad’
es también aquí consecuencia de una acción épica más am­
plia, que supone la muerte de su hijo Aqhat. Ésta se inserta
en una tensión dramática decidida por el contraste de actitu­
des divinas, similar al que ofrecía la Epopeya de Kirta-. un
dios que protege, un dios que persigue.
Se trata, como en todo mito, de una proyección al cielo,
para explicarlo, del ritmo de la vida humana, con sus crestas
de prosperidad y desgracia. La vida y la muerte, la bendición
y la maldición tienen una fuente y un origen lejanos, divinos.
Obtenido el hijo de los dioses — lo que constituye un tópico
en toda la literatura oriental, incluida la bíblica— , Daniel lo
ve crecer bajo el amparo de los mismos y convertirse en un

215
diestro cazador. Cuando después muere, el suceso adquiere
su explicación en la envidia de otra divinidad, provocada
por la prestancia lograda y objetivada en su actitud insumisa.
El hombre-héroe ha tocado peligrosamente sus propios lími­
tes y ha entrado en conflicto de competencias con la divini­
dad; ha penetrado en ei reino de los contrastes absolutos e
¡acondicionados, donde las funciones están nítidamente re­
partidas y se defienden inexorablemente.
Resulta así también esta epopeya una pieza de hondo
valor sapiencial, encarnado en tradiciones que mantienen la
memoria de héroes antiguos, posiblemente ligados, como en
el caso de Kirta, a una ciudad o un reino. Con gusto compa­
raríamos estos poemas con nuestros romances de gesta, si su
carácter y estructura mitologal no los alejase tanto de la his­
toria, para acercarles más bien a otros prototipos formales
(no históricos), como, por ejemplo, los grandes poemas ho­
méricos. Así, sus protagonistas son héroes, encarnaciones de
un pasado hecho leyenda épica, que concreta la imagen reli­
giosa y social ideal del grupo en que se conservan. En Israel
serán suplantados por los ‘Patriarcas’ con la misma función
y técnica literaria, aunque desde unos presupuestos sociales
distintos: son héroes tribales, no regios, aunque la realeza
posea a estas alturas un carácter marcadamente doméstico y
patrimonial.

Rito de incubatio

ktu 1.17 [De Aqhat]


/
(Laguna de unas 10 líneas)
1 [Entonces Daniel, el Re] faí,
a continuación el Procer [Harnamí1],
revestido2 a los dioses alimentó,
[revestido dio de beber] a los santos.
Se quitó3 [su atuendo, se echó encima] y se acostó,
5 se quitó [su veste] y pernoctó.

216
He aquí un día [y otro]
[revestido] a los dioses Daniel,
[revestido a los dioses] alimentó,
revestido [dio de beber a] los santos.
Un tercer y cuarto día
[revestido a] los dioses Daniel,
revestido [a los dioses] alimentó, 10
revestido dio de beber a los [santos].
Un quinto y sexto día
revestido [a los dio]ses Daniel,
revestido a los dioses alimentó,
[reves] tido dio de beber a los santos.
Se quitó su atuendo [Dani]el,
se quitó su atuendo, se echó encima y se acostó, 15
[se quitó] su veste y pernoctó.

Teofanía de Baal

Y, ¡mira!, al séptimo día


se acertó, [sí], Baal compadecido
de la miseria4 de Daniel, el Refaí,
del quejido del Procer Harnamí,
el que no tenía hijo como sus hermanos,
ni descendencia como sus parientes:
— ¡Que5 pueda tener un hijo como sus hermanos 20
y descendencia como sus parientes,
(el que) revestido a los dioses alimenta,
revestido da de beber a los santos!
Bendícelo, ¡oh Toro El!, padre mío,
confórtalo, ¡oh Creador de las creaturas!
Y haya un hijo suyo en (su) casa, 25
descendencia en su palacio:

217
El hijo ideal: pedido6

que erija la estela de su dios familiar,


en el santuario, el cipo votivo de su gente;
que de la ‘tierra’ libere su ‘espíritu’7,
del ‘polvo’ proteja su(s) resto(s)s;
que cierre las mandíbulas9 de sus detractores,
expulse ai que le haga algo;
30 que le tome por la mano en su embriaguez,
cargue con él [cuando] esté harto de vino;
qu^.consuma su ración!0 en el templo de Baal,
[y] su porción en el santuario de El;
que revoque su tejado cuando (se forme) [barro],
lave sus vestidos cuando se ensucien.

Bendición divina

[Una copa] tornó El <en su mano,


un cáliz en su diestra.
Bendijo, s í,> " a su siervo,
bendijo [a Daní]el, el Refaí,
35 confortó [al Prócer Har]namí:
— En (su) vigor12 reviva Daniel, [el Refa]í,
en (su) apetito, el Prócer Harnamí;
[en (su) espí]ritu sienta él lozanía0 ,
a su lecho suba [y se eche].
Al besar a su esposa, [haya concepción],
40 al abrazarla, preñez14,
pariéndo(le) [su concepción],
su preñez [a Daniel, el Re]faL

El hijo ideal: concedido

Haya así un hijo suyo [en su casa],


[descendencia] en su palacio,
[que erija la estela de su] dios familiar,
45 [en el santuario el cipo votivo de tu gente];

218
[que de la] ‘tierra’ libere [su espíritu],
[del ‘polvo’] proteja su(s) resto(s);
[que cierre las fauces de sus detractores],
[expulse] a! que le haga algo15;
[que le tome por la mano en su embriaguez,
cargue con él cuando esté harto de vino;
que consuma su ración en el temp]o de Baal,
y su porción en el santuario de El;
que revoque su tejado cuando se forme barro,
lave sus vestidos cuando se ensucien].

Transmisión de la bendición

[Envió Baal a decir a Daniel, el Refaí,


sus mensajeros al Procer Hamamíj:
— En tu vigor revivirás, Daniiel, el Refaí,
en tu apetito, Procer Hamamí;
en tu espíritu sentirás lozanía,
a tu lecho subirás y te echarás.
Al besar a tu esposa, habrá concepción,
-al abrazarla, preñez,
pariéndole) su concepción,
su preñez a Daniel, el Refaí.
Habrá así un hijo tuyo en tu casa,
descendencia en tu palacio,

El hijo ideal: comunicado

que erija la estela de tu dios familiar],


[en el santuario] el ci[po votivo de tu gente]; KTU 1.17
[que de la ‘tierra’ libere tu espíritu], m
. del ‘polvo’ prote[ja tu(s) resto(s)];
[que cierre] las fauces de tus detractores,
expul [se al que te haga algo];
que consuma tu ración en el templo de [Baal],
[y tu porción] en el santuario de El;
que te tome por la mano en [tu embriaguez],

219
cargue contigo cuando estés harto de vino;
que revoque tu tejado cuando se forme barro,
lave tus vestidos cuando se ensucien.

Reacción de Daniel

A Daniel el rostro se le iluminó


y las cejas le resplandecieron por encima;
10 desfrunció el ceño y se echó a reír,
sus pies en el escabel apoyó.
Alzó su voz y exclamó:
— Yo me sentaré y descansaré,
y reposará en mi interior (mi) alma,
porque un hijo me va a nacer como a mis hermanos,
15 descendencia como a mis parientes,

El hijo ideal: conseguido

que erija la estela de mi dios familiar,


en el santuario el cipo votivo de mi gente;
<que de la ‘tierra’ libere mi espíritu > ,
del ‘polvo’ proteja mi(s) resto(s);
que cierre las fauces de mis detractores,
expulse al que me haga algo;
que me tome por la mano en mi embriaguez,
20 cargue conmigo cuando esté harto de vino;
que consuma mi ración en el templo de Baal,
mi porción en el santuario de El;
que revoque mi tejado cuando se forme barro,
lave mis vestidos cuando se ensucien.

Escena de banquete

Se dirigió Daniel a su casa,


25 marchó Daniel a su palacio.
Entraron en su casa las Kotharot,
las hijas del ‘Lucero’, las Golondrinas16.

220
A continuación, Daniel, el Refaí,
inmediatamente el Prócer Harnamí,
un buey sacrificó para las Kotharot,
dio de comer y de beber a las Kotharot,
a las hijas del ‘Lucero’, las Golondrinas.
He aquí, un día y otro
dio de comer y de beber a las Kotharot,
a las hijas del ‘Lucero’, las Golondrinas.
Un tercer y cuarto día
dio de comer y de beber a las Kotharot,
a las hijas del ‘Lucero’, las Golondrinas.
Un quinto y sexto día
dio de comer y de beber a las Kotharot,
a las hijas del ‘Lucero’, las Golondrinas.
Y, imira!, al séptimo día
se marcharon de su casa las Kotharot,
las hijas del ‘Lucero’, las Golondrinas,
dispensadoras de la delicia del lecho fecundo,
de la belleza del lecho de procreación.
Sementó Daniel a contar sus meses:
un mes y otro dejó transcurrir,
un tercer y cuarto [mes pasar].
[El déci]mo mes llegó
y el seno [de su mujer se abrió (?)].
(Laguna de unas 10 líneas)

KTU 1.17 V

Faltan por completo las columnas III y IV en las que se narra­


ría el nacimiento, imposición del nombre, infancia y adoles­
cencia del hijo de Daniel, Aqhat. Cuando el texto se reanuda,
el padre ve cumplida una premonición que le anunciaba la
venida del dios artesano. Este aporta un regalo decisivo al
joven ya crecido: un arco mágico que hará de él un cazador
sin rival.

(Laguna de unas 12 líneas)


Teofanta cumplida

— (Yo mismo) llevaré un arco [...],


multiplicaré17 por cuatro las flechas.
Y he aquí que al séptimo día,
entonces Daniel, el Refaí,
5 a continuación el Procer Harnamí,
se alzó y se sentó a la entrada de la puerta,
entre los nobles que en la era (estaban)
a juzgar la causa de la viuda,
dictaminar el caso del huérfano.
Al alzar sus ojos, entonces lo vio,
10 a través de mil acres, diez mil fanegas;
la marcha de Kothar sí que vio,
contempló el ligero paso de Hasis.
He aquí que traía un arco,
que había multiplicado por cuatro las flechas.

Banquete y regalo del arco

Al instante Daniel, el Refaí,


acto seguido el Procer Harnamí,
15 en voz alta a su mujer así gritó:
— Escucha, Dueña Danatay,
prepara un cordero de entre los añojos18
para el apetito19 de Kothar-Hasis,
para la gana de Hayán, el artesano ambidiestro.
Da de comer, de beber, a los dioses,
20 reconforta y agasájales,
a l(os) Señor(es) de Menfis, que de un dios es todo él20.
Escuchó la Dueña Danatay:
preparó un cordero de entre los añojos
para el apetito de Kothar-Hasis,
para la gana de Hayán, el artesano ambidiestro.
25 Cuando llegó Kothar-Hasis,
en las manos de Daniel puso el arco,

222
en sus rodillas dejó las flechas.
A continuación, Dueña Danatay
dio de comer y beber a los dioses,
les reconfortó y agasajó, 30
ai Señor de Menfis, que de un dios es todo él.
Marchó Kothar a su tienda,
Hayán se fue a su mansión.

Entrega del arco al hijo

A continuación Daniel, el Refaí,


acto seguido el Prócer Harnamí,
el arco bautizó21 [y ben]dijo, 35
por cuenta de Aqhat sin dudar lo bautijzó]:
— ¡Las primicias de tu caza, ioh hijo!,
[tráeme] las primicias de tu caza,
las primicias de la caza, sí, a mi palacio!
(Laguna de unas 11 líneas)

KTU 1.17 VI

El inicio del texto, después de la laguna que separa ambas


columnas, presenta a los dioses congregados en casa de Da­
niel, a donde han sido invitados para celebrar probablemente
la ‘iniciación’, la ‘confirmación’ del joven príncipe. Escena
similar a la que ofrecía el poema de Kirta con ocasión de la
boda real.

(Laguna de unas 9 líneas)

Escena de banquete
...................... 1
— [Comed de toda clase de] pan,
[bebed de] toda clase de vi [no].
[Mientras comían y bebían los dioses],
[se proporcionaron res(es) lechales]
[con un cu]chillo ‘a la sal’ [filetes de cebón].

223
5 [Bebieron en cáliz de plata] vino,
en copa de oro [sangre de cepas],
[escanciaron] copa tras copa.
[De nuevo sirvieron (?) los escanciadores,
hicieron subir mosto [..,]
[hasta que se agotó (?)] el vino elaborado.
Del cinto/carcaj22 [Aqhat to]mó una flecha,
quedó montado [el arco, creación de Ko]thar (?).

La tentación de Anat, la seducida seductora

10 Al alzar sus ojos ella lo vio:


[resplandecía (?) como un relámpago (?)],
su nervio como un rayo [brillaba],
como (cuando) conmueve al abismo un rayo.
[Apeteció Anat (?) disponer] de sus flechas,
montar el arco, creación de Ko[thar-Hasis],
cuyos ‘cuernos’/ramas se curvaban como una serpiente.
15 [El cáliz tiró] a tierra,
su copa derramó [en el suelo].
[Alzó su voz] y exclamó:
— Escucha, por favor, [¡oh, Procer Aqhat!],
Pide plata y te la daré,
[oro y] te lo otor[garé];
pero da tu arco a [la Virgen] Anat,
tus flechas a la ‘Pretendida de los pueblos’23.
20 Y respondió el Procer Aqhat:
— Los más estupendos fresnos del Líbano,
los más vigorosos24 nervios de los toros salvajes,
los más estupendos cuernos de las cabras monteses,
<los más vigorosos> tendones de los jarretes de toro,
las más espléndidas cañas de los vastos cañaverales
entrégalos a Kothar-Hasis
y que haga un arco para Anat,
25 flechas para la ‘Pretendida de los pueblos’.
Respondió la Virgen Anat:

224
— Pide vida, ¡oh Procer Aqhat!,
pide vida y te la daré,
inmortalidad y te la otorgaré.
Te haré contar años como Baal,
como el/los hijo(s) de El contarás meses.
Como Baal de cierto da la vida y convida, 30
al revivido convida y le ofrece de beber,
(mientras) entona y canta en su presencia e! aedo25,
yo misma también le corresponderé26,
daré la vida al Procer Aqhat27.

La tentación rechazada

Respondió el Procer Aqhat:


— No me embrolles, ¡oh Virgen!,
pues para un Procer tus embrollos son un lodazal.
¿Qué es lo que un hombre28 consigue como destino 35
último,
qué alcanza un hombre como resultado final?
Esmalte29 se verterá sobre mi cabeza,
‘lechada’ sobre mi cráneo;
[yo también] moriré la muerte de todos,
y como un mortal también pereceré.
[Además], te voy a decir otra cosa:
Los arcos [son propios] de guerreros.
¿Acaso ahora se dedican a cazar (con ellos) las mujeres30? 40

Amenaza de Anat

[A carcajadas] rió Anat,


pero en su corazón tramó un plan [y dijo]:
Hazme caso31, ¡oh Procer Aqhat!,
hazme caso y a ti [te haré caso yo].
Si de seguro te salgo al paso en la senda de la rebeldía,
[te topo] en el camino de la arrogancia,
a [mis pies] te derribaré yo misma,
al más apuesto (y) tenaz de los hombres. 45

225
Marcha de Anat

[Alzó los pies] y saltó a tierra32.


[Puso] entonces [cara]
hacia El (, que mora) en la fuente de los dos ríos,
[en el seno del venero de los dos océanos].
Se dirigió a la gruta de El [y entró]
en la morada del Rey, Padre de años33.
50 [A los pies de El] se inclinó y cayó,
se postró y le [rindió honores].
Calumnió al Prócer Aqhat,
[denigró al hijo de] Daniel, el Refaí.
Y dijo [la Virgen Anat],
[alzó] su voz y exclamó:
— Palabras34 [insolentes pronunció {?)] Aqhat,
se rego[deó]/escu[chó] ...
55 .....................
(Laguna de unas 10 líneas)

Borde [El escriba fue Ilimilku, shubaní, discípulo de Attán], el Arús-


pice.

KTU 1.18 1
El texto conservado comienza recogiendo el final de la de­
nuncia de Anat ante su padre El contra Aqhat, el ‘insolente’,
que se ha resistido a su deseo.

Amenaza de Anat

[Entonces destruiré (?)] sus [flechas],


yo misma romperé [su arco] {?).
5 [Y respondió El], su padre:
— [Estás lívida (?)] de ira, [Virgen Anat] {?).
Respondió [la Virgen Anat]:

226
— [En la estructura] de (tu) casa], ¡oh El!,
[en la estructura35 de tu casa no te complazcas],
no te ale[gres en la excelsitud de tu palacio].
[De seguro] yo puedo alcanzarlos [con mi diestra],
[deshacer(los) con] la potencia de mi brazo. 10
[Puedo machacarte] a ti [la mollera],
hacer correr [por tu canicie sangre],
por la canicie de tu barba, humores.
¡Y [que venga] Aqhat a salvarte,
el hijo [de Daniel venga] a liberarte
de las manos de la Virgen [Anat]!

Consentimiento de llu

Y respondió el Benigno, El, el Entrañable: 15


— Ya sé, hija, que te pones lívida (de ira)36
y que no [hay entre las diosas] oposición como la tuya37.
Ve, hija, la iniquidad de tu corazón [ejecuta] 5*,
[coge]39 lo que tienes en tu interior,
^ pon (por obra) lo que tiene tu pecho.
De seguro tu contrincante será aplastado.

Invitación de Anat

La Virgen Anat [partió],


puso entonces [cara] 20
[hacia] el Procer Aqhat
a través de mil acres, diez mil fanegas.
Y se echó a reír la Virgen [Anat],
[alzó] su voz y exclamó:
Escucha, por favor, [¡oh Procer Aqhat!].
¡Tú eres mi hermano y yo soy tu [hermana]!,
[mejor para ti40] que siete de tus Vengadores’41, 25

[De la casa] de mi padre me he escapado (?) yo,

227
Vente tú de caza [conmigo (?)],
[yo te haré (?)] un hombre dichoso,

Yo te enseñaré a ca[zar ...],


30 [... en] la ciudad de Abiluma.
Abiluma, la ciudad del príncipe Yarhu,
cuya torre [mil] a[cres ocupa {?)],
[diez mil] fanegas su ciudad.
[............. ]
Yo me maquillaré [....],
[.....] las pujpilas [....]
(Laguna de unas 20 líneas)

KTU 1.18 IV

La pérdida de las columnas II y III de esta tablilla genera un


vacío de más de 90 líneas, suponiendo que tenía sólo dos
columnas por cara. Pero éstas son más anchas que las de la
anterior tablilla, con lo que la cantidad de texto perdido pue­
de quizar doblar la mencionada. En esta laguna se describi­
ría, en primer lugar, la reacción de Aqhat, que cae en la tram­
pa que le ha tendido la diosa Anat; esto podía suponer un
largo y distendido diálogo. Luego vendría la descripción de
su marcha al lugar del encuentro convenido, donde nos le
presenta ya el texto conservado. Y finalmente, como es nor­
mal en este género épico (cf. Kirta 1.14 II y III), el momento
de concepción y diseño del plan de ataque de Anat contra
Aqhat, que el texto nos ofrece en su comunicación al destina­
tario y colaborador necesario del mismo.

Comunicación del plan

(Laguna de unas 20 líneas)

[........... ] romperáf

228
[...........] a palmos,
a trozos [de dos codos]42.
[Par]tió la Virgen Anat,
[puso entonces cara]
hacia Yatipán, el guerrero devastador4’.
[Alzó su voz] y exclamó:
— Se ha instalado44, iYatip(án)!, [el Prócer Aqhat]
[en] la ciudad de Abiluma,
(en) Abiluma, [la ciudad del Príncipe Yarhu],
¿No es cierto que se rehace (ahora) Yarhu
[en su cuerno izquierdo],
en su cuerno derecho,
de la debilidad (los cuernos (?)] de su cabeza?45.
Y respondió Yatipán, [el guerrero asolador]:
— Escucha, ¡oh Virgen Anat!
Por [su arco] tú le quieres herir,
por sus flechas quitarle la vida46.
El Prócer Apuesto ha preparado
toros y [(carneros) cebones].
Quédate tú en las grutas47
y nosotros nos camuflaremos [al acecho (?)]43.

Descripción del plan

Y respondió la Virgen Anat:


— Haz(me) caso, Yatipán [y yo te haré caso] a ti]:
te pondré como un águila en mi cinto49,
como un halcón en mi carcaj50.
[Cuando se siente] Aqhat a comer,
el hijo de Daniel a nutrirse,
[sobre él] las águilas revolotearán,
(le) acechará [una bandada de hal]cones.
Entre las águilas revolotearé yo misma,
sobre Aqhat te colocaré.
Golpéale dos veces (en) la mollera,
tres por encima de la oreja.
Derrama como un asesino51 (su) sangre,
como un matarife52 por sus rodillas.
25 ¡Que salga como un soplo su alma,
como flema su aliento,
como humo de las narices!
Y así yo no53 dejaré vivo su vigor guerrero (?)54.

Ejecución del plan

Cogió a Yatipán, el guerrero asolador,


le puso como un águila en su cinto,
como un halcón en su carcaj.
30 Cuando se sentó Aqhat a comer,
el hijo de Daniel a nutrirse,
sobre él las águilas revolotearon,
(le) acechó una bandada de halcones.
[Entre] las águilas revoloteó Anat,
sobre [Aqhat] le colocó.
Le golpeó dos veces (en) [la mollera],
tres por encima de la oreja.
35 Der[ramó como] un asesino su sangre,
como un matarife [por sus rodillas].
Salió como un soplo su alma,
[como flema] su espíritu,
como humo de las narices.

Reacción de Anat

[Contempló {?)] Anat el destrozo de su vigor guerrero,


[el exterminio] de Aqhat y lloró:
— ¡Hi[jo de Daniel!, no te (?)} puedo yo recrear,
40 por tu ar[co], sí, [te herí],
por tus flechas te de[jé sin vida].
[¡Que mueran (?)] y que perezcan las aves,
tus ver[dugos sean aniquilados! (?)].

230
KTU 1.19 I

Lamento por un ataque frustrado55

[De] Aqhat. 1
Se puso triste (?) [la Virgen Anat],
de en medio de [los cijelos se dejó caer,
[Anat con] el corazón [afligido (?)].
Se había roto el arco
y [como una Ii]ra (?) se había quebrado.
Allí5®mismo [se inclinó {?)] la Virgen Anat, 5
se sentó57 [y su voz en alto al]zó:
— Las armas58 como un diestro59 [manejó (?)]:
sus manos como un tañedor de lira,
sus dedos como un tallador de piedra60.
Entonces61 hicieron presa sus dientes,
y (como) comida62 en las entrañas63 (le) metieron,
desgarrado por deseo divino64. 10
Y los dos adversarios65 decidieron la suerte (?)66,
sus dos adversarios al Príncipe Aqhat abatieron (?)67,
al prohombre de los prohombres (?)6S.
Como a una divina víbora en una cerca,
como a un perro (atado) a su estaca le hice herir.
Así pues, (sólo) por su arco le herí,
por sus flechas no le dejé con vida, 15
pero su arco no me fue entregado.
Y por su muerte se marchitará el brote tierno,
las primicias de la fruta de estío se agostarán,
las espigas en su vaina.

Llegada de Pughat

Entonces Daniel, el Refaí, 20


acto seguido el Procer Harnamí,
se alzó [y se sentó a la entrada de la] puerta,
entre [los nobles que en la era (estaban)]

231
a juzgar [la causa de la viuda],
25 [dicjtaminar [el caso de! huérfano].
[Al alzar sus ojos la vio],
[a través de mi! acres, diez mil fanegas]
[la marcha de Pughat de veras vio]69.

Escena de mal augurio

[Alzando] sus ojos también ella lo había visto:


30 [la cebada] en la era estaba agostada,
[en el campo el trigo (?)] marchito,
ajados los brotes de las vides.
Sobre la casa de su padre
águilas revoloteaban,
acechaba una bandada de halcones.
Lloró Pughat en su corazón,
35 derramó lágrimas en su interior.

Reacción y conjuro de Danil

Se rasgó70 la veste (de) Daniel, el Refaí,


la ropa (d)el Prócer Harnamí.
Luego Daniel, el Refaí,
conjuró a las nubes,
40 en la terrible sequía a la lluvia (temprana):
— ¡Que las nubes lluevan sobre la fruta de estío,
el rocío se destile sobre las uvas!
(Pero) durante siete años falló71 Baal,
durante ocho el Auriga de las nubes;
no hubo rocío ni orvallo,
45 ni flujo de los dos océanos,
ni dulzura de la voz de Baal72.
De veras se rasgó la veste (de) Daniel, el Refaí,
la ropa (d)el Prócer Harnamí.

232
Encargo y ejecución

En voz alta a su hija [Daniel gritó]:


— Escucha Pughat, la que a hombros lleva el agua, KTU 1.19
la que recoge el rocío del vellocino73, II 1
la que conoce el curso de las estrellas.
Enjaeza el jumento, apareja el macho;
pon mis riendas, las de plata,
mis gualdrapas, las de oro (amarillo)74. 5
Escuchó Pughat, la que a hombros lleva el agua,
la que recoge el rocío del vellocino,
la que conoce el curso de las estrellas.
Acto seguido enjaezó el jumento,
a continuación aparejó el macho.
Acto seguido aupó a su padre,
le puso a lomos del jumento,
en lo mejor de la grupa del macho.

Escena de conjuro

Arreó(le)7J <D ani>el, recorrió sus barbechos.


Un tallo vio en el barbecho,
un tallo atisbo en el erial.
El tallo abrazó y besó (exclamando): 15
— ¡Ojalá, doquiera un tallo brote en el barbecho,
un tallo crezca en el erial ardiente,
te pueda recoger la mano del Procer Aqhat
y ponerte dentro del granero!
Arreóle <D aniel>, recorrió sus rastrojos.
Vio una espiga en el rastrojo, 20
una espiga atisbo en el secano.
Abrazó y besó la espiga (exclamando):
— ¡Ojalá, doquiera una es[pigaj brote en el rastrojo,
una espiga crezca en el secano ardiente,
te pueda recoger la mano del Procer Aqhat
y ponerte dentro del granero! 25

233
Revelación de la situación

No había aún salido de su boca la palabra,


de sus labios el dicho,
cuando alzando sus ojos ella lo vio.
No había bu[en augurio {?)] en la marcha de los dos
mensajeros.
Inconexamente quería salir (el mensaje),
pero no (les) salía76:
— Fue golpeado dos veces en la cabeza,
30 tres por encima de la oreja77.
No estaban trenzados los bucles de su cabeza,
sobre los bucles habían liado un
afeitadas, en cambio, estaban las trenzas.
Y derramaban de veras lágrimas
como cuartos de siclo.
[.....................]78;
35 — Con la ayuda de Safón, si obtenemos el triunfo,
[con la ayuda de Sajfón, si logramos la victoria,
el enemigo [será..........].
[Pero ahora] <qué es lo que puedo/podemos anunciaros,
Daniel?:
— Que goI[peáronIe] la cabeza, sus sienes,
que cayó a los pies de Anat,
que ella no le dejó levantar.
Hizo salir como un soplo su alma,
como flema su espíritu,
[como humo de sus nances]79.
40 <A presencia de Daniel > llegaron,
alzaron su voz y [exclamaron]:
— Escucha, ioh Daniel, el Refaí!,
el Prócer Aqhat ha muerto.
[Hizo salir] la Virgen Anat
como un soplo [su alma],
como fiema su espíritu,
[como humo de sus narices].

234
Reacción de Daniel

[A él los pies] le temblaron,


por encima [su rostro sudó], 45
[por detrás] los lomos se le doblaron,
[las junturas de su lomo se contrajeron],
ios músculos de [su espalda]80.
[Alzó su voz] y exclamó:
— [Voy a buscar al que mató a mi hijo],
[acabar con] el que acabó [con mi descendencia (?)].
.............. 50

.............. 55

Primera actuación de magia

Alzando [sus ojos lo vio], Borde


[observó] en las nubes [a las águilas].
[Alzó] su voz y exclamó: KTU 1.19
— ¡Que rompa Baal las alas [de las águilas], III1
que les rompa Baal [los remos]!
Caigan a mis pies,
que yo abriré [sus entrañas para] mirar
si hay sebo o si hay hueso.
Lloraré y le enterraré, 5
le pondré en la caverna de los dioses de la tierra.
Apenas salió de su boca la palabra,
de sus labios el dicho,
las alas de las águilas81 Baal rompió,
Bal les rompió los remos.
A sus pies cayeron,
abrió sus entrañas y [miró]: 10
no había sebo ni había hueso.

235
Alzó su voz y exclamó:
— ¡Que recomponga [Baal] las alas de las águilas,
que les recomponga Baal los remos!
¡Que se echen las águilas a volar!

Segunda actuación de magia

Al alzar los ojos lo vio,


15 observó a Hirgab, el padre de las águilas.
Alzó su voz y exclamó:
— ¡Que rompa Baal las alas de Hirgab,
que le rompa Baal los remos!
Caiga a mis pies,
que yo abriré sus entrañas para mirar
si hay sebo o si hay hueso.
20 Lloraré y le enterraré,
le pondré en la caverna de ios dioses de [la tierra].
[Apenas salió de su boca la palabra],
[de] sus [lajbios el dicho,
las alas de Hirgab Baal rompió,
Baal le rompió los remos.
A sus pies cayó,
abrió sus entrañas y miró:
25 no había sebo ni había hueso.
Alzó su voz y exclamó:
— ¡Que recomponga Baal las alas de Hirgab,
que le recomponga Baal los remos!
¡Que se eche Hirgab a volar!

Tercera actuación de magia

Al alzar los ojos lo vio,


observó a Samal, la madre de las águilas.
30 Alzó su voz y exclamó:
— ¡Que rompa Baal las alas de Samal,
que le rompa Baal los remos!

236
Caiga a mis pies,
que yo abriré sus entrañas para mirar
si hay sebo o si hay hueso.
Lloraré y le enterraré,
le pondré en la caverna de los dioses de la tierra.
Apenas salió de su boca la palabra,
de sus labios el dicho,
las alas de Samal Baal < rompió > ,
Baal le rompió los remos.
A sus pies cayó,
abrió sus entrañas y miró:
había sebo, había hueso.

Entierro de los restos de Aqhat

Recogió de entre ellos a Aqhat,


sollozó, (le) veló82,
lloró y (le) enterró,
le enterró en una tumba*-’, en un (féretro) sellado84.
Alzó la voz y exclamó:
— ¡Que rompa Baal las alas de las águilas,
que les rompa Baa! los remos,
si vuelan sobre el sepulcro de mi hijo
extraviándole en su sueño!

Triple maldición del lugar del crimen

A Qor-Mayim85 el Rey86 maldijo:


— ¡Ay de ti, Qor-Mayim,
sobre57 quien pesa la muerte del Prócer Aqhat!
Huésped seas siempre de santuario88,
desde ahora y por siempre seas un fugitivo,
desde ahora y por todas las generaciones,
cuyo báculo (sea) colocado el último89.
L]egó a Mirart-taghallii-binur,
alzó su voz y exclamó:
— ¡Ay de ti, Mirart-taghallil-binur,
sobre quien pesa la muerte del Procer Aqhat!
No brote tu raíz de la tierra,
tu copa caiga a manos de los que ce desarraiguen;
55 desde ahora y por siempre seas un fugitivo,
desde ahora y por todas las generaciones,
cuyo báculo sea colocado el último.
KTU 1.19 Llegó a la ciudad de Abiluma,
¡V 1 Abiluma la ciudad del Príncipe Yarhu.
Alzó su voz y exclamó:
— iAy de ti, ciudad de Abiluma,
sobre quien pesa la muerte del Procer Aqhat!
5 Ciega te deje Baal,
desde ahora y por siempre,
desde ahora y por todas las generaciones,
cuyo báculo sea colocado el último.

Escena de duelo

Se dirigió Daniel a su casa,


marchó Daniel a su palacio.
Entraron en <su casa> plañideras,
10 en su palacio lamentadoras,
en su mansión los que se laceran la piel.
Lloraron al Procer Aqhat,
derramaron lágrimas por el hijo de Daniel, el Refaí.
Durante días y meses,
meses y años,
15 hasta el séptimo año,
lloraron al Procer Aqhat,
derramaron lágrimas por el hijo de Daniel, el Refaí.
Y entonces, a los siete años,
dijo [Daniel], el Refaí,
replicó el Procer Harnamí,
20 alzó su voz y axclamó:
— Marchad de mi casa, plañideras,

238
de mi palacio, lamentadoras,
de mi mansión los que se laceran la piel.
Y ofreció un sacrificio a los dioses,
hizo subir su ofrenda (de virilidad) a los cielos,
la ofrenda de los Harnamíes a las estrellas.
Sobre ella echó (?)90 Dafniel la inculpación {?)], 25
sobre ella echó el compromiso juramentado (?).
A su palacio [volvieron] las panderetas,
las castañuelas de marfil9’ a su casa.

Escena de bendición

Respondió Pughat, la que a hombros lleva el agua:


— Ofreció mi padre un sacrificio a los dioses,
hizo subir su ofrenda (de virilidad) a los cielos, 30
la ofrenda de los Harnamíes a las estrellas.
Bendíceme ahora para que vaya bendecida,
confórtame para que marche confortada,
que voy a matar al que mató a mi hermano,
acabar con el que acabó con mi congénere. 35
Respondió Daniel, el Refaí:
— En (su) vigor92 reviva Pughat, la que a hombros lleva el
agua,
la que recoge el rocío del vellocino,
la que conoce el curso de las estrellas.
Se esponje, sí, su ánimo
para matar al que mató [a su hermano],
acabar con el que acabó con [su] congénere. 40

Ejecución del plan

[Entonces se sumergió (?)] en el mar,


se lavó y se pintó de rojo,
se pintó de rojo con caracoles de mar
cuya exhalación93 (se nota) a veinte acres de él.
Debajo se vistió ropas del Procer,
colocó [la daga] en su funda,

239
45 la espada puso en su vaina
y encima se vistió ropas de mujer.
[A la] puesta de Shapash94, la Lámpara de los dioses,
en [tro] Pughat en el campamento abierto;
al ocaso de Shapash, la Lámpara de los dioses,
llegó Pughat a las tiendas.

Escena de recibimiento y agasajo

50 Noticia fue dada a Yatipán95:


— Nuestra contratista entró en tus grutas,
[Anat/la Doncella] vino a tus tiendas.
Respondió Yatipán, el guerrero devastador96:
— Tómala y bebe97 vino,
toma la copa de mi mano,
el cáliz de mi diestra,
55 (La) tomó Pughat y se la bebió98,
tomó [la copa] de su mano,
el cáliz de su diestra.

El desenlace

Y respondió Yatipán, [el guerrero] devastador:


— P o r" el vino que bebe nuestro El10(>, el dios del [cielo]101,
el dios que creó las grutas102,
la mano que hirió al Prócer Aqhat
hiera a mil enemigos devastadores (?)I<u.
60 Echó [ella] embrujos104 en las tiendas,
y [se retorció su áni]mo (?) como (un cuerno de)
carnero (?)1()S,
su corazón como una serpiente.
Por dos veces le hinchó de vino,
le dio a beber vino mezclado, ella le dio a beber.

Borde Y esto se repite al hacer el relato106.

240
NOTAS
1. Probables denominaciones de la procedencia de la familia/dinastía
del héroe, convertidas luego en denominaciones epónimas y ancestrales, y así
correspondientes a sus héroes antiguos y a sus m anes. El pasado se funde con
el más allá.
2. Ug. uzr ha dado lugar a múltiples interpretaciones; cf. DLU ¡ 67.
Creemos que ía ofrecida aquí es ia más simple. /: ‘una ofrenda sacra’.
3 . /: ‘extendió’; ‘con’, dada la anfibología de ug. yd.
4. /: ‘el lam ento’; miserable eres tú ’; *: indiferente eres a u g .abyrt
ai-, cf. DLU 7 (abyn ).
5 . Se puede traducir en form a de pregunta retórica: ‘¿no va a tener ...?’,
mejor que suponiendo aquí un valor negativo de b l (cf. DLU 108). Esto su­
pondría una repetición redundante, a no ser que se sitúe aquí el inicio de la
intercesión dirigida al dios El.
6. Este decálogo de los deberes del ‘hijo ideal’ ha sido objeto de múltiples
interpretaciones. Se señalan a continuación las variantes más significativas.
7. /: ‘haga salir su humo/incienso’, ug. lars tnSsu qtrh. Por lo demás,
‘tierra’ y ‘polvo’ son denominaciones del ‘Infierno’.
8. /: ‘su marcha, pasos’; ‘a los Protectores de su lugar’; ‘el canto de su
lugar’, es decir, ‘su tumba’, ug. l‘pr dm ra trh ; cf. DLU 62, 8 5 ,1 4 0 (a tr Ui, ‘pr
í, /d-m-r/).
9. /: ‘los dichos injuriosos’, ug. Iht nish ; cf. DLU 2 4 3 (Ib I).
10. /: ‘(ofrenda) de grano’, ug. ksm h’, cf. DLU 226 (ksm /).
11. Para la restitución de la fórmula de bendición, cf. KTU 1.15 II léss.
12. /: ‘¡por mi alma/vida!’, ug. n p ly h ; cf. DLU 1 85s (h/-w/y-y/1)
E J. La última línea es de interpretación incierta; texto deficiente. /: ‘ten­
ga éxito’, ug. ]b hw m h .
14. /: ‘calor’, ug. "hmbmt; cf. DLU 17 7 .
15. Dado el carácter estereotipado del formulario, es posible restaurar el
texto perdido de esta tablilla.
16. /: ‘hijas de! esplendor, las puras’. Ug. h ll 'puede tener sus correlatos en
los respectivos homógrafos: hb. ‘lucero’, ar. ‘luna’, ac. de Emar ‘diosa Hulel’;
cf. DLU 165.
17. /: ‘cuadraré, montaré’, en posible referencia al ‘arco compuesto’ (?).
18. /: ‘rebaño’, ug. imr bphd; cf. DLU 3 5s {imr I).
19. /: ‘gaznate//tragaderas’, ug. npi.
2 0 . Para el cliché, cf. KTU 1.1 III 2ss. El dios es considerado (gramatical­
mente) com o una personalidad unas veces simple y otras doble en razón de su
nombre compuesto.
21-. Literalm ente: ‘te dio un m ote’, ug. qSt yqb; es decir, fijó su destino y
uso. Pero el texto es deficiente y oscuro.
2 2 . T e x to deficiente y oscuro. /: ‘en la cuerda (del arco) montó ug. I
hbS [aqbt y]nhtn qn ysbt [qSt.
2 3 . Esta apelación es la típica que la diosa recibe en el mito.
2 4 . /: ‘yo hago voto de (en tu f a v o r ) d a d a la anfibología de ug.a<ír; cf.
DLU 10.
25. Cf. KTU 1.3 1 18s.

241
2 6 . A saber: a su petición de vida, a la que es invitado por Anat, /: ‘canta­
ré, celebraré’, ug. a}‘n y m ; cf. DLU 84 (A'-n-y/ I/Il).
2 7 . La frase es de gran significación para precisar la ideología en tom o a
Baal com o dispensador de vida, temporal (fertilidad renovada) y eterna (ban­
quete celestial), en especial a los personajes regios. Entre las varias opciones
de traducción que la frase presenta hemos elegido aquella que m ejor parece
adecuarse a la intención de la diosa: ella com o Baal también puede otorgar la
vida, en este mundo y en el o tro , al príncipe Aqhat, Este, que lo entiende
dicho de la vida presente, rechaza la propuesta por resultar evidentemente
imposible y contraria a la realidad empírica. Otras versiones entienden que es
Baal el ‘revivido’ y homenajeado.
28. /: ‘héroe’, anfibología de ug. mí.
2 9 . /: ‘un cuenco’, ug. spsg.
3 0 . /: 'el común de la gente’, ug. tm tt.
3 1 . /: apártate de m í u g . tb ly.
3 2 . Para esta fórmula, c f. KTU 1.3 1 4s.
3 3 . Para este cliché, común com o otros varios a toda la narrativa ugaríti­
ca, cf. KTU 1.1 III 23s.
3 4 . /: ‘a éste’, ug. hw t; cf. DLU 1 7 0 (hw, hwt).
3 5 . Cf. KTU 1.3 V 2 7 -3 2 , para este y sucesivos clichés.
3 6 . /: ‘que eres com o un hombre’, ug. kanSt; cf. DLU 4 1 (/’-n-s/).
3 7 . Cf. 1.3 V 2 8 .
3 8 . /: ‘soberbia de corazón’; ‘apártese la ira de (tu) corazón’, ug. fi>' bt
h n p lb[k; cf. DLU 195 (hnp).
39. /: “retira ... depon’, ug. ] h d ... ílt.
4 0 . /: ‘trae siete ...’ ; texto defectuoso, de integración incierta,
4 1 . Es decir: de tus parientes más próxim os, norm almente hermanos. Cf.
lo dicho a propósito de KTU 1 .1 4 1 1 5 .
4 2 . Cf. KTU 1.5 I 5 s .
4 3 . /: ‘de la Señora’; ‘el guerrero suteo’, ug. m h rlt.
4 4 . /: ‘¡vuelve!; ‘¡hazme caso, sí, Latipán, y yo te haré caso’, ug, y tb; cf.
línea 16s.
4 5 . Situados en la ciudad del dios ‘Luna’, e! m omento del ‘novilunio’ (o
antes de iniciarse éste), de la renovación de sus ‘cuernos’, es el más adecuado
para llevar a cabo ‘con nocturnidad y alevosía’ una acción com o la planeada.
4 6 . La expresión se traduce así en m odo afirm ativo, acorde con la acti­
tud matona de este personaje. Pero puede entenderse com o una pregunta
retórica.
4 7 . En tu morada divina; ug. d d com o designación de la misma ya apare­
cía en la descripción de la morada de El. Cf. KTU 1.1 III 23 y paralelos.
4 8 . T e x to defectuoso. A la propuesta im precisa y elemental del matón
responde la diosa con un plan bien elaborado. Caben otras interpretaciones:
‘se quedaron (los mozos] en el cam pam ento, celebrem os la boda con él’ ; ‘nos
regocijarem os’, ug. istir bddm um!rs[. Aquí se supone que ug. 'rs está relacio-;
nado con ar. ' t í (no 're) dada la flu ctuación de los fonem as /st y ¡í / en ug.
C f. DLU 90.
4 9 . /; ‘zurrón, zamarra’, ug. hbSy; cf. D LU 172s.
5 0 . /: ‘m orral, cartuchera’, ug. Frty.

242
5 1 . /: ‘quien vacía un cubo’, ug. km Siy.
5 2 . /: ‘un (animal) sacrificado’, ug. km Sbt.
5 3 . /: ‘sí’, por anfibología del functor ug. i, según se interprete la inten­
ción de la diosa de matarle o no. Véase su llanto al final de la acción.
5 4 . Leyendo mhrh por m prh; /; ‘sus estertores’ .
5 5 . El siguiente fragmento, deficientemente conservado, ha dado lugar a
las más diversas integraciones e interpreciones. N o puede garantizarse ningu­
na. Casi todas suponen, de una u otra manera, que tenem os aquí un ‘lamento’
de Anat por Aqhat. En la versión ofrecida se combinan elementos procedentes
de todas ellas y se pretende ofrecer una unidad de discurso, puesto en boca de
Anat, el sujeto en primera persona que aparece inequívocamente al fina!. En el
mismo se describe el certero ataque llevado a cabo por Yatipán y la madre de
las águilas, en cuyas entrañas aparecerán luego (os restos de Aqhat, de acuerdo
con el pían minuciosamente trazado. Pero no se consiguió el efecto buscado:
no se logró obtener el arco. Se deplora el fracaso, n o se líora el crimen,
56. /: ‘ocho’, ug. tmn.
5 7 . /: ‘se volvió’, ug. ttb.
5 8 . /: ‘ el surco’; ‘los oteros’, ug. tim.
59. La raíz ug. /in-r(-r)/ hace referencia a! vigor y fuerza otorgados por
bendición divina. El esbirro Yatipán estaba supuestamente dotado de ellos y
disponía de la asistencia de la diosa Anat. /: ‘un cachorro’, com o designación
de un diestro y joven guerrero; cf. línea 12.
60. Imágenes de la precisión del ataque.
61. !\ ‘im ira!, su boca’; ug. ph.
62. J: ‘devorador’, ‘devorado’, ug. akl-, cf. DLU 21 í f - k-V, akt).
63. Leyendo ‘m m por qm m ; pero este lexema puede también tener el
valor equivalente de ‘tragaderas’. Posible referencia a ía ‘madre de las águilas’,
en cuya entraña hallará Daniel los restos de su h ijo; cf. infra III 4 . Se podría,
no obstante, objetar que las aves no tienen dientes (!).
64. Leyendo k Ib, en referencia a la decisión y plan de Anat. I: ‘perro,
cachorro divino’, ug. ktb ; cf. DLU 2 1 4 s (klb).
65. !: ‘contó las hazañas’, ug. wtn gprm ; DLU 1 4 9 (/g-p-r/).
66. /: ‘relató (sus hazañas)’, ug. ntn grph. Los ‘dos adversarios’ podían ser
Yatipán y la ‘madre de las águilas’, los protagonistas del plan, los que matan y
devoran a Aqhat.
67. /: ‘dijeron’, ug. y 7» ; cf. DLU 8 4 (/'-n-w/),
6 8 . /: ‘com o (a) un cachorro’; ‘fugitivo’, ug. km rkm rm .
69. Para la fraseología, cf. supra V 4ss.
7 0 . /: ‘rasgó ella’, ug. tmzf. La forma verbal puede leerse com o activa,
pasiva o reflexiva.
7 1 . /: ‘te afligirá’, ysrk.
7 2 . Tam bién cabe entender la última cláusula com o una interrogación
dentro del conjuro de Daniel.
7 3 . Es decir, el vellón o lana de las ovejas. /: ‘cebada’, ug. ¿?r.
7 4 . Para el cliché, en este caso en relación con la montura de la diosa
Ashera, cf. K TU 1.4 IV 4 ss.
75 . / :‘se acercó’, leyendo y< dn>.
76. T exto confuso. /: ‘sólo había salido, había salido co n o?’; ‘se separa­

243
ron uno de otro’, ug. bddy ysa [x] ysa w lysa ; cf. DLU 1 05 (bddy ). Estamos
todavía en un m omento anterior, aS de la transmisión efectiva (línea 41ss.), en
una especie de ensayo.
7 7 . Cf. KTU 18 IV 22s. Los mensajeros están desconcertados y no acier­
tan a pronunciar su mensaje.
78 . Se supone una cláusula que indique cóm o ensayan o se repiten para sí
el mensaje que deben transmitir, com o hemos visto que hacen los hijos de
Kirta en K TU 1.16 I lss. y 1 .1 6 VI 26ss.
79. Para este formulario, cf. KTU 1.18 IV 24ss.
8 0 . Para el cliché, cf. K TU 1.3 III 32ss.
81. Traducción aproximaeiva por cierta ave rapaz (‘halcón, gavilán
ug. nír).
8 2 . T ex to deficiente. /: ‘no despertó’, leyendo tyqz en vez de ug. í % ;
‘(le) recogió’, leyendo ug. ylqz; ‘al recoger(le)’, ug, üqz; cf. DLU 24 8 (/I-q-z/).
83. /: ‘lugar oscuro’, ug. mdgt.
8 4 . Ug. ktik¡rt\. cf. DLU 220. El paso es objeto de fuerte controversia por
parce de ios que ven aquí una referencia a la Alta Galilea (‘le enterró en un
estanque de peces, en el (lago) Kineret’ [Margalit]) y los que lo excluyen (‘le
enterró en un mausoleo, en K .’). En todo caso, este lugar de enterram iento
debe coincidir con ‘la caverna de los dioses de la tierra’, donde se dice en las
fórmulas de conjuro que se le enterraría.
85. /: ‘fuente de agua’, ug. qr mym.
86. /; ‘lo que te pertenece’, leyendo ug. m ik\ ‘corriente (de agua)’, ug.
m lk.
8 7 . /; 'junto a (quien tuvo lugar)’, ug. ‘ I, dada la anfibología del functor
en ugarítico.
8 8. Ug. am d gr bt il; cf. DLU 1 5 0 (gr). C om o condición a la que se ve
condenado et asesino, fugitivo ante el ‘vengandor de la sangre’. /: ‘extraño
seas en ía casa de El’; ‘que El te revista de lepra’, leyendo ug. grbt.
89. Ug, ‘db uhry m ty d h ; cf. DLU 19s (uhry ). Es decir, degradado social­
mente. /: ‘gesticula con ‘Destino’, su bastón’ ; ‘apoyó la punta de su bastón’;
‘tom ó en su mano el extrem o del bastón’, com o gesto de reemprender su
camino.
90 . /: ‘m ano’ ; ‘a su hijo ( ug. ‘I) alabó dada la anfibología de ug. yd.
91. I: ‘los danzantes ungidos’, v¡g.mrqdmd¡n\ p ero ef. u g.dpi (DLU 138).
92. Cf. KTU 1 . 1 7 1 36ss.
9 3 . Para el cliché, cf. K TU 1.3 III 2.
9 4 . /: ‘desde el Este .... hacia el Oeste’,ug. Im sbi ...In frlb], com o que­
riendo dar a entender que Pughat sigue ensu viaje el curso del Sol,
9 5 . Recuérdese que él es el esbirro que utilizó Anat pata liquidar a Aqhat.
96. C f .n .4 3 .
9 7 . /: ‘dame de beber’, ug. tíqyn.
98 . /: ‘se la dio a beber', ug. tíqynh.
99. ‘de este ug. byn,
1 0 0 , Leyendo ug. y lt Un en vez de ¡la/i-, ‘yo me hago fuerte’; ‘yo derrotaré
al dios ...’ ( < /l-’-y/);‘lia, el dios
1 0 1 . Restitución dudosa: ilS[mm. j: ‘dios de la Señora’), leyendo ‘yo
puedo vilipendiar’, leyendo í£?[íí].

244
10 2 . /: ‘campamento, tiendas?’; cf. n. 4 7 .
1 0 3 . /: ‘de la Señora’, ug. ib fí[.
104. Cf. DLU 181 (hrs II). /: ‘asignó o b r e r o s u g . brSm\ ‘una cama do­
ble ...’, leyemdo ’rsm.
105. /: ‘riachuelo’.
106. Por su situación en el margen de la tablilla, esta anotación parece
referirse al párrafo que trata del sacrificio de Daniel después del duelo por
Aqhat (KTU 1.19 IV 23ss.), más que al final del poema. Si el poema acababa
aquí, el desenlace es fácil de adivinar. Se puede suponer que sería el mismo
que desencadena Judit frente a Holofernes. En am bos casos el poderoso ene­
migo yace ebrio ante la heroína disfrazada que empuña en su mano una espa­
da. Es posible que el autor y los oyentes cananeos no precisaran de más deta­
lles y este suspense formara parte de la técnica épica de este tipo de literatura.
Recuérdese cómo la E popeya de Kirta presentaba también un final exabrup­
to, sin epílogo ni moraleja.

245
TEXTOS DE LA PRAXIS RITUAL
Agrupados bajo diferentes epígrafes en razón de la similar
situación cultual que suponen, ofrecemos a continuación una
serie de textos que reflejan la rica práctica religiosa que aque­
lla sociedad poseía. Se trata normalmente de textos en pro­
sa, aunque en algunos casos veremos cómo también en la
liturgia de Ugarit emerge la forma poética en sus ‘palabras’
rituales.

249
EL PANTEÓN DE LOS DIOSES DE UGARIT

E L P A N T E Ó N C A N Ó N IC O (K T U 1 . 1 1 8 )

La lista canónica de los dioses de Ugarit se nos ha transmiti­


do en dos copias autónomas (KTU 1.47 y 1.118) y en tra­
ducción acadia (RS 20.24). Sirvió además de pauta litúrgica
para el ritual del gran Sacrificio de Safón {KTU 1.148). La
religión de Ugarit sistematizó así su propio panteón y, aun
poseyendo las listas Anu del babilonio, supo difundirlo en
versión internacional, sin que le arredrara la competencia
religioso-lingüística de la cultura mesopotámica.
Al parecer, había dos listas, de origen temporal e ideoló­
gico diferente, ambas traducidas al acadio y que aparecen
unidas en el culto en el gran texto KTU 1.148 mencionado.
A su vez, es probable que estas listas hubieran suplido a otras
anteriores, tal y como podemos comprobar en KTU 1.39 y
en su correspondencia con KTU 1.41, 1.87 {y 1.102). Tal
proceso de actualización /substitución culminaría en la re­
elaboración de la misma lista canónica oficial con la adición
del encabezamiento il spn (cf. KTU 1.47:1 y 1.148:1), posi­
blemente como simple título {‘dioses del Safón’). El texto
básico de la lista canónica principal es KTU 1.118, mientras
KTU 1.47 presenta la adición mentada y se halla en estado
muy fragmentario, reconstruible desde aquél. Aquí presen­
tamos las lista en su forma original, acompañada de su nor­
malización en nuestra lengua. De la segunda lista también
nos ha llegado, aunque fragmentaria, la versión acadia (RS

251
26,142); como fragmentario resulta su empleo en el menta­
do texto KTU 1.148:23ss.
La lista primera se inicia con una tríada de advocaciones
(;ilib, il, dgn) que corresponden a ías divinidades supremas
según la diversa tradición (parental, amorrrea, cananea). Si­
gue una séptuble consignación de Baal, como síntesis de sus
múltiples y difundidas advocaciones políades. Otras dos
septenas recogen: una, siete divinidades principales y más o
menos autónomas, presididas por la advocación genérica
‘Cielos y Tierra’; la segunda, otra septena de divinidades fe­
meninas, esposas o paredras, presididas igualmente por una
advocación compuesta (‘Montes y Valles5). Cierra la lista un
grupo de nueve advocaciones entre las que resaltan las de los
grupos de los ‘Ayudantes de Baal’ y la ‘Asamblea de los dio­
ses’ (Yam el primero de ellos), como indicio ratificado de la
polarización del panteón ugarítico, que refleja el mito baáli-
coj entre dioses colaboradores y opositores de Baal. Signifi­
cativa es la inclusión en este grupo final de los ‘Reyes’ divini­
zados post mortem. Algunas de estas advocaciones últimas
parecen ser añadiduras recientes que no constan en todas las
listas1.

1 ilib Dios/El (del) P/


il El
dgn Dagón
Ifl pn Baal de Safón
5 fflm Baal
Mm Baal
iflm Baal
íflm Baal
tflm Baal
10 (flm Baal
ars tvsmm Tierra y Cielos
kt[r]t Kotharot
bV k Yarhu/La Luna

252
\s]pn Safón
ktr Kothar 15
pdry Pidray
cttr Athtar
grm w[cmqt] Montes y Valles
[a]í[r]í Ashera
cnt Anat 20
sps Sapash/El Sol
arsy Arsay
ushry Ushharay
cttrt Ashtarte
il t°dr }fl Los (dioses) ayudantes de Baal 25
r[s\p Reshep
ddms Ddms
phr ilm La Asamblea de los dioses
ym Yam/El Mar
utbt Utht 30
knr Kinor/La Lira
mlkm MaHkum/Los Reyes (muertos)
slm Salem

EL P A N T E Ó N D E LA D IN A ST ÍA (K T U 1 .1 0 2 )

La familia regia poseía a su vez, dentro de ia ortodoxia nor­


mativa, una praxis cultual específica con divinidades pecu­
liares o preferenciales. Unas le son específicamente propias y
las podemos denominar ‘dinásticas’. Son, posiblemente, los
denominados ‘dioses del rey’ en las cartas de Ugarit. En su
mayoría son extrañas al panteón semítico originario de la
ciudad. Otras dicen relación expresa al palacio y se podrían
llamar divinidades ‘tutelares’; como denominaciones/advo­
caciones genéricas pueden pertenecer a otros cultos, oficia­
les o familiares, en relación con la ‘casa’ de cada fiel. Final­
mente, otras divinidades están relacionadas concretamente
con el culto de los antepasados y representan, por tanto,

253
a los dioses ‘ancestrales/infernales’, a los dioses manes de la
dinastía. Una catalogación oficial de este panteón regio la
ofrece KTU 1.102. La lista de su anverso se utiliza cultual­
mente en KTU 1.39:13-19, mientras en KTU 1.106:3-5 se
mencionan tres de los nombres de su reverso. Éste incluye
los que en nuestro opinión son los ‘nombres divinos’ de los
reyes muertos2.

(anverso) (reverso)
1 il bt El Dios del palacio 15 y(r:')gbhd
ushry Ushharay yrgbb'l
ym.tfl Yam, Baal ydbil
yrh Yarhu yarsil
ktr Kothar yrgmil
trmn Tharrumán 20 cmtr
pdry Pidray dbil
dqt Daqit yrgblim
tr Tiro® cmtr
10 rsp Reshep yarsil
cnt hbly Anat hbly 25 ydbbcl
sps pgr Shapash del pagnt yrgmbcl
iltm hnqtmLas dos Diosas ‘Estranguladoras’ czbcl
yrh kty Yarhu kasita ydbhd

NOTAS

1. Para un. análisis más datallado de la estructura del panteón ugarítico


y. sus. diversos .modelos, cf. G. del Olirso Letc y.La religión canartea según
liturgia de Ugarit Estudio textual (= RC), Sabadell, 1992, pp, 35ss.
2. CLR CU Ó ss.

254
LA LITURGIA SACRIFICIAL

La rica liturgia ugarítica está certificada por numerosos tex­


tos, en forma básicamente de ‘listas de ofrendas’ y ‘listas de
dioses’, sus destinatarios. Aportan, con todo, otros datos
(momento, lugar, tipo de ritual, oficiante) que permiten ha­
cerse una idea, aunque nada más que genérica, de la estruc­
tura de su culto. El predicado en torno al que gira toda la
acción ritual es el de ‘sacrificar’ (dbh), pero también se insi­
núan y explicitan otros que permiten vislumbrar la riqueza
de aquella liturgia: procesiones, banquetes rituales, evoca­
ciones, etc. Ofrecemos a continuación una selección de tales
textos.

R I T U A L D E L M E S D E I B CL T
(K TU 1 .1 1 9 )

En este texto se consignan los datos relativos a la liturgia de


un mes (probablemente el primero) del año: sus días ritual-
mente significativos, los lugares de culto, los destinatarios
divinos, las víctimas y el oficiante. Este es siempre el Rey,
liturgo y oficiante máximo de la liturgia de Ugarit. Lo pecu­
liar de este texto es que recoge al final, junto a los elementos
mencionados del ritual sacrificial, la plegaria o salmo que al
parecer lo acompañaba. Se trata de un caso único. Posible­
mente el ritual es de carácter regio-dinástico y trataba de ase­
gurar la protección divina contra los enemigos exteriores, así
como el papel del palacio en tal sentido.

255
1 En el mes de ib'lt'-.
en el día séptimo (se ofrecerá):
un carnero a Baal de Ugarit1,
en [el templo de El (?)];
y en el templo de Baal de Ugarit:
[ ....) un carnero [... se sacrificará (?)].
A la puesta del sol el rey (queda) desacralizado3.
En (el día) diecisiete
5 el rey se lavará (quedando) purificado4;
una vaca en el santuario de EF,
una vaca a (los) Baal(es),
una vaca al ‘Procer’6,
dos ovejas y una vaca a las (dos) ‘Doncellas’
la casa del Oficiante/'Héroe’7 sacrificará;
y se quemarán8 en el ‘testimonial’ de! templo de Baal de
Ugarit
10 un cordero y una paloma ‘doméstica’ en honor del ‘Héroe’9.
En (el día) dieciocho de üflt
una res de vacuno en10 la torre (del templo) de Baal de
Ugarit
tanto en ofrenda de ‘combustión’ como de
‘presentación’ (?)” ,
ha de sacrificar el rey;
en el templo de El (ofrecerá luego) una asadura12 a
Is[haray]13,
15 una asadura a Baal
y un asno a ...

[E]n el segundo (día) [a ... como en]


el precedente se honrlará; en el tercero, dos...],
20 en el cuarto, dos aves,
en el quinto, dos aves14,
y <en el sexto (?)> un hígado y una ‘cadenilla’15(se ofrecerán)
a Baal de Ugarit en (su) templo;
en el séptimo proclamarán16 los ‘desacralizadores’,

256
(mientras) a la puesta del sol el rey (queda) desacralizado:
— ‘He aquí el óleo puro de Baal,
la libación regia primordial’17. 25
Cuando ataque un fuerte vuestras puertas
un poderoso vuestros muros
vuestros ojos a Baal alzaréis:
— ¡Oh Baal, arroja, sí, al fuerte de nuestras puertas,
al poderoso de nuestros muros!
Un toro, ¡oh Baal! (te) consagraremos, 30
una ofrenda votiva, Baal, cumpliremos,
un macho18, Baal, (te) consagraremos,
un sacrificio, Baal, cumpliremos,
un banquete19, Baal, (te) daremos.
Al santuario de Baal subiremos,
la senda del templo de Baal andaremos.
— Y escuchará Baal, sí, vuestra plegaria,
arrojará al fuerte de vuestras puertas,
al poderoso de vuestros muros.

R I T U A L D E L M E S D E R lS YN
(K T U 1.41/87)

Esta vez el mes friS yn, ‘del primer vino’) corresponde a sep­
tiembre-octubre, primero de un año que comienza en otoño.
En él tenían lugar múltiples celebraciones, como después en
el mundo bíblico, centradas en tomo al plenilunio de ese mes.
De la importancia de esta agenda ritual mensual da fe el he­
cho de habérsenos conservado en doble copia, prácticamente
literal, lo que permite una feliz complementación del texto
base.

En el mes de ris yn (del primer vino), en el día del novilunio: 1


corte20 de un racimo para El en ofrenda pacífica.

2 57
En el (día) trece se lavará el rey (quedando) purificado31.
En el (día) catorce, ofrenda de las primicias.
5 Además: dos carneros a la ‘Señora de las Mansiones’,
dos aves a las ‘Gentes divinas’22,
y un carnero (y) una alcuza (de aceite)23 (a) Elish24,
(otro) carnero (a) los Elohim25.
El rey se sentará purificado (y habrá/hará) expiación2*...
y proclamación del día (de fiesta).
A continuación entrará [el rey
den]tro del cgml37: [un cá]liz y un [plato (?)],
10 y dos ovejas y una paloma ‘doméstica1 se prepararán para
Anat,
y un toro (y) un carnero para El.
Y en la ‘hor[nacina’] una libación (se) verterá.
(Además recibirán:) una vaca, los Elohim,
Thakamún y Shunam28, una oveja,
Reshep, una oveja, en holocausto.

Y en sacrificio pacífico:
dos ovejas, Eloah,
un toro y un carnero, los Elohim,
una vaca, los Elohim;
15 Baal, un carnero,
Ashera, un carnero,
Thakamún y Shunam, un carnero,
Anat, un carnero,
Reshep, un carnero,
la ‘Asamblea de El’ y la ‘Familia de Baal’, una vaca,
Shalem, una vaca.

Y en sacrificio de combustión:
un corazón asado (a) los Elohim Baales29
y un pleno de forraje y grano30 de treinta (medidas).

Y una ofrenda-tributo que se tomará


20 del palacio como sacrificio31:

258
aceite mirrado,
aceite perfumado,
miel de regalo
y una paloma ‘doméstica’
y dos panes ácimos32.

Y en el gr33 (se ofrecerán):


catorce jarras de vino,
(y) una ‘medida’ de harina.
Y en las gradas del altar del
templo de Elat34 (se ofrecerán):
dos aves a Safón35,
un carnero a la ‘Doncella’,
un carnero (y una vaca [?]) a Yarhu,
una vaca a N ikkaP,
una vaca a la ‘Señora de las Mansiones’,
dos aves a las ‘Gentes divinas’; (y recibirán:)
una vaca, los Elohim,
una oveja, Shapash,
una vaca,JR.eshef,
en holocausto.

Y en sacrificio pacífico, otro tanto.


(Recibirán:) dos ovejas, Eloah,
una vaca, los Elohim, 30
una vaca, El,
una oveja, Thakamún y Shunam,
una oveja, Elat/la Diosa del templo/palacio,
dos ovejas en la ‘fuente’37,
en holocausto.

Y en sacrificio pacífico, otro tanto.


Una vaca a Baal de Safón,
una oveja a Safón,
una vaca a Baal de Ugarit,
un carnero a Ilib38, 35

259
un-.....[a Ashejra,
y dos aves a Ridn19,
treinta veces.
Y (esto en) et templo de la ‘Señora
de las Mansiones Excelsas’, a saber,
(en) el ‘sacrificatorio’40 del altar.

En el (día) quinto41, (en) el templo de El:


un siclo de plata justo42;
y (en) ‘ofrenda’ sacrificial:
... [a] Ashera,
40 dos aves a las [‘Gentes divinas’].

[Y se re]petirá4í (en) el altar de Baal:


una vaca a Baal,
una oveja a Safón,
y una oveja a Baal de Ugarit.
Ventidós veces
un carnero, una alcuza de aceite44 (y) una vacá¡.
Y el rey purificado dará respuesta45.

45 En el (día) sexto:
dos alcuzas46 de aceite en el
‘sacrificatorio’ (y) una vaca.
(Y) el rey purificado dará respuesta.

En el (día) séptimo:
el sol se pone y el día (queda) desacralizado;
se mete el sol y el rey (queda) desacralizado.

Y en el día del novilunio (se ofrecerán): .


dos carneros a Ashtarte.

50 Entonces sacrificará el rey al ‘sarmiento’ (y) al


‘cuerno’47

260
en el terrado, en el que habrá a cada lado cuatro
habitáculos
de ramaje: un carnero en holocausto,
un toro y un carnero en sacrificio pacífico, siete veces.
Ad libitum dará el rey respuesta.
A la puesta del sol el rey (quedará) desacralizado,
y habiéndole revestido espléndidamente y limpiado su
rostro48,
le entronizarán49 en el palacio y, una vez allí,
alzará sus manos al cielo.

R ITU A L P R O C ESIO N A L
(K T U 1 .4 3 )

El texto siguiente sitúa el ritual de ofrendas sacrificiales en el


contexto de las procesiones o traslados de imágenes de dife­
rentes dioses, desde el templo al palacio real. Esta mezcla
única produce interesante información sobre la actuación del
Rey en tales ritos. En realidad se trata de dos procesiones
distintas. Una, con ocasión de la entrada deAsbtarte en pala­
cio; y otra, cuando entran los (dos) Gatbares. En ambos ca­
sos las divinidades homenajeadas son las astrales (Sol y Luna)
y la pareja Gathar/Anat, posible denominación de los ante­
pasados regios. Este y otros parámetros de lugar y oficiante
dan al texto un claro carácter de liturgia regio-dinástica.

Cuando entre Ashtarte de la(s) tumba(s)50 en el gbsi


del palacio real, celébrese un banquete52 en el gb del templo
de los dioses estrellas53, (como) ofrenda54 (se ofrecerá):
un vestido y una túnica, una veste-uspgt,
oro por tres (sidos) de peso
corriente55; un carnero, un toro y tres
ovejas como sacrificio pacífico; (esto) siete veces
a los dioses (¿estrellas?), siete (veces) a Kothar56.
Luego/cuando entren los (dos) Cachares57,
10 en el palacio real (se ofrecerá:) un siclo de oro
a Shapash y a Yarhu; a (un) Gathar,
un siclo de plata de ley; un hocico y una asadura
a su Anat58; (otro) siclo de oro
a Shapash y a Yarhu; al otro59 Gathar,
15 un siclo de plata de ley; un hocico y una asadura
[a su Anat; en/a ... d]el palacio, un toro y un carnero.

[Luego, dos víctimas machos60] a los (dos) Gathares;

[un hocico y una asadu]ra a las (dos) Anats;

[de nuevo (?), a los dos Ga]thares, dos víctimass machos61;

20 [un hocico y una asadu]ra las (dos) Anats;

[ ] la escalera (?).

El Rey [por úl]timo (?)62 se revestirá.

El Rey marchará a (a)coger63 a los dioses.

En pos de64 los dioses marchará (todo el mundo) a pie


(descalzo);
25 el Rey (también) a pie marchará,
siete veces en su total65.

R IT U A L EN H O N O R D E U SH H A R A (Y )
<KTU 1 . 1 1 5 )

Dentro de su cáracter genérico de ritual sacrificial, éste ofrece


la peculiaridad de estar dirigido a una sola pareja divina
(Ushhara(y)fbbt), de tradición, no de origen, hurnta. Dicha
tradición aparece muy arraigada en el culto de Ugarit y espe-

262
cialmertte ligada a su dinastía. Por otro lado, el texto se pre­
senta como un ritual especialmente dirigido a las mujeres.
Resulta así una pieza única dentro de la liturgia ugarítica. La
secuencia, por otra parte, del ritual es tan estructurada con­
céntricamente, que hace de este texto una pieza casi literaria.

Cuando sacrifica el Rey


a Ushhara66, la ‘Culebra’,
(y) a bbt, el dios del palacio67, (ofrece):
un carnero a la ‘Culebra’
y una tórtola al ‘Tallo’68;
y un carnero como (ofrenda de) ‘desacralización de
manos’69
en el santuario del dios del palacio;
y (lo) comerá (n) la(s) mujer (es).

(Otro) carnero al dios del palacio en ofrenda pacífica,


del que todos comerán.

Y a bbt urTcarnero qym,


un carnero a Ushhara(y), la ‘Culebra’,
y una tórtola al ‘Tallo’,
en el (mismo) día.

NOTAS

1. Ef mismo, al parecer, que los fenicios llamaban yrh pflt. Corresponde


probablemente a marzo/abril, primer mes de un año que comienza en prima­
vera.
2. /: "tortas, bizcochos*. La restitución <ug>rti en vez de erkt por fk t ,
resulta probable a partir de línea 3. Esta propuesta nuestra ha sido asumida
como probable por KTU2 134. Nuestro texto manifiesta otros errores: por
ejemplo, en línea 10 de nuevo el nombre de la ciudad está mal escrito: Igrt por
ugrt; en línea 12 tenemos con toda probabilidad mdgl por m gdi
3. Fórmula que describe la ‘desacralización1del Rey, quien por ella vuel­
ve a su actuación en el ámbito profano.
4 . Fórmula, correlativa de la anterior, que describe la ‘purificación’ del
Rey, supremo liturgo de Ugarit, quien queda así capacitado para actuar en la
esfera sacra; cf. RC 22.
5. Debe entenderse ofrecida al propio El. Tenemos así esta segunda
acción cultual repartida entre los dos templos urbanos de Ugarit. Otros valo­
res posibles de qd¡ son: 'santidad’, ‘ofrenda (con)sagrada’.
6. La denominación glm puede hacer referencia al dios Yam (cf. KTU
1.14 1 19-20 [?]); el par Yam-Baa! aparece ya en KTU 1,102:3 y es posible que
Yam tuviese una importancia peculiar en la ciudad marítima de Ugarit y en su
palacio. Por su parte,glmt, ‘doncella’, puede hacer referencia a las diosas Anat
/Ashtarte y Ashera (cf. KTU 1 .2 3 :1 3 ,2 8 [?]).
7. La lectura fy , ‘oficiante’, resulta un tanto redundante, a no ser que se
entienda expresamente referida a! Rey; KTU\ por su parte, sugiere t' como la
correcta; KJ1J-, como probable. En absoluto, también cabrían la versiones: ‘en
el templo de ía ofrenda (votiva)’ o ‘en la casa del sacerdote-fy\ pero no tenemos
constancia de tal lugar de culto, ni de una actividad sacrificial de! ‘Ministro-Ofi-
ciante’ en ‘su casa’; éste parece ser una especie de ‘Ministro del Culto’, sustituto
del rey en la liturgia (cf. KTU 1 .6 V I57). Una versión ‘« i ofrenda' es redundante,
y ‘a las (dos) Doncellas de la casa del Oferente/Héroe', muy arriesgada.
8. /: ‘has de iluminar’, rúbrica poco probable en un ritual sacrificial.
9. /: ‘en o/renda’; ‘com o sacrificio-f”. Aquí se toma f , ‘Noble’, como
uno de los ‘nombres divinos o sagrados’ de los reyes (muertos) de Ugarit,
históricos y legendarios (Kirta); cf, RC 116ss. Para su „uSO en el culto como
destinatario de ofrendas, cf. KTU 1.39:3.
10. /: ‘a !a torre ug. Img(\)dl; poco probable. No es conocido en
Ugarit este tipo de divinización de ‘edificios’.
11. /; ‘de comunidad’, término (Snpt) de etimología incierta; corriente­
mente se lo relaciona con hb. tnwph.
12. Ug. np¡. Este tipo de ofrenda de visceras es normal en el culto ugarítico.
13. Cf. el papel de esta diosa en el texto ritual dinástico KTU 1:115. Por
otra parte, adviértase la presencia de la víctima % ‘asno’, aquí y en el gran
ritual de expiación KTU 1 .40:26, 34, 43, únicos lugares donde aparece este
tipo de víctima.
14. La lectura propuesta por JfTU:, no es aceptable en princi­
pio: en los textos cultuales Slmm, ‘sacrificio pacífico o de comunión’, acom­
paña normalmente a Srp, ‘holocausto’, y designa, en todo caso, un ‘tipo’ de
ofrenda, no la víctima. Por esta misma razón tampoco resulta convincente la
restitución s Sr[p¡ en línea 21 en vez de í¡rt.
15. Parece que se ha omitido en el texto la referencia al ‘día sexto’, gene­
rándose, a la vez, una ofrenda demasiado compleja para el quinto. Por Iq
demás, es probable que, en par con kbd, SSrt designe aquí una viscera o parte-
de ella (hígado). Tal tipo de ofrendas, normalmente en-sacrificio de combus­
tión, es frecuente en la liturgia sacrificial de Ugarit, como decíamos. Esto es
preferible al valor empírico ‘cadena’ o a la lectura í ¡rp, ‘un carnero, en holo­
causto’; cf. nota precedente.
16. /: ‘acercaréis»; ‘juzgarán’, ug, tdn; cf. DLL1134 (/d-n/). La base *d(y}n
significa ‘decretar, proclamar’, es decir, enunciar la fórmula sacra. Es posible
que este uso cultual sea el original; en todo caso, paralelo al jurídico.

264
17. /: ‘de primicias1; ‘de primera calidad’ ; ‘inicio [de la recitación]1, ug.
riSyt. No es claro si el salmo, que sigue a continuación del discurso directo
iniciado con la fórmula de ‘purificación* precedente» es pronunciado también
por los ‘purificadores’ dentro de aquél Adviértase en todo caso eí carácter
cuasi-sacramental del ésta: ‘he a q u í...* (cf. KTU 1.40:34).
18. /: ‘un primogénito*, según el tipo de reconstrucción del texto [dfb]kr.
19. /: 4el diezmo de Baal’, poco probable dado el valor de cSrt en estos
textos rituales; cf. DLU 92.
20. !: ‘dos cameros, una tórtola’, separando §m tr.
21. C f .n .6 .
22. Una denominación clásica de la liturgia ugarítica que engloba así a
los ‘muertos de la dinastía* reinante en una categoría de dioses menores; cf.
RC llé s s .
23. Ug 5 dd <$mn>. En razón de líneas 44 y 47 se prefiere suponer
haplografía de Smti, ‘aceite’. /: ‘un celemín (de cebada)’; ‘un carnero escogí-
doVcf. dd en KTU 1-24:23; ‘un carnero, ilSt el bien amado/favorito’.
24. El ‘heraldo de El1, según KTU 1.16 IV 3ss.
25. Como designación de los muertos divinizados, una categoría quizá
más genérica que la de las ‘Gentes divinas’; no se refiere a los ‘dioses1 (//»*) sin
más. Su epónimo es Eloah (ith).
2 6. Cf. línea 54. En este contexto se podría situar el gran ritual de la
expiación KTU 1.40, a modo de yótn (bak)kippür cananeo. /: ‘y aplaudió ...’,
ug. w mby.
27. Texto corrompido. Podría tratarse (cgtnf) también de la designación
de un tipo de sacrificio o función regio*sacerdotal, mejor que de la de un
animal empírico o ‘mítico1, o de la de un ‘líquido’. La reconstrucción ‘un cáliz
y un platoM&s wkp) es completamente hipotética,
28. Los dioses asistentes de El; cf. KTU 1.40:34; 1.114:18-19.
29. Es decir: ‘los Señores Elohim’. Cf. KTU 1.39:9.
30. /: ‘cálices y copas*, ug. ivmlu dtt wksm tltm mlu> muy improbable;
cf. DLU 138 (dtt). Eí texto es muy oscuro.
31. El ‘sacrificio1 (dbb) se toma aquí como ‘tipo* específico de ofrenda/
banquete, no precisamente de ‘acto sacrificial’, de acuerdo con KTU 1.91:2ss.,
donde se enumeran los ‘sacrificios’ reales. ‘Un dbb de...’ equivale a ‘como
dbb...\ es decir, se refiere a los elementos que son precisos para un dbh,
32. /: ‘cajas’, ug. httn> improbable; cf. DLU 184 (bt).
33. Una instalación cúltica de palacio: 4la montaña’; cf. RC 28,
34. /: ‘la diosa*, probablemente Ashera.
35. La montaña divina, inorada de Baal, divinizada, como aparecía en el
Panteón canónico.
36. Cf. KTU 1,24, el mitema de Las bodas de Yarhu y NikkaL
37. Instalación cúltica, en relación con el agua como elemento sacro.
38. La primera advocación del panteón canónico, aquí probablemente
en el sentido original de ‘dios tutelar del clan*; cf. ‘los deberes del hijo ideal*
(KTU 1.17 1 44 y paralelos).
39. Posible error de escriba por ‘Gentes divinas’, de acuerdo con la ofren­
da. El valor que ridn parece tener en KTU 1.3 I 12 aquí no cuadra.
4 0. El término designa una estructura cúltica, como en línea 4 6, paralela

265
a ím'/í , Agradas’, de linca 23. Aparece en otros textos rituales, p. e., KTU
1.106:14; 1.126:20.
41. No sabemos a qué ‘semana* corresponde esta secuencia 5-7, si a la
primera del mes* aquí desplazada por la importancia del día central del pleni­
lunio» o a la semana siguiente a éste. Teniendo en cuenta que la enumeración
acaba con la mención del ‘novilunio’, es probable igualmente que se refiera a
la última ‘semana1 del mes.
42. /; ‘honor1; ‘hígado*; ‘sacrificio kubadu\ conocido ahora por los tex­
tos de Emar. Hemos preferido el sentido de precisión cuantitativa que tiene
normalmente kbd en los textos administrativos; cf. DLU 208 {kbd II).
43. /: ‘en el pedestal’, leyendo [m]tb en vez de [t]tb.
44. Algunos autores ven aquí una referencia al dios L¿mnt el favorito’
(<Eshmún?), pero lo estimamos poco probable.
45. /; ‘responde con una recitación7, ug. rgm yttb .
46. Cf. n. 25. De acuerdo con líneas 6 y 44 sería aconsejable la restaura­
ción tn,l$(nt).d]d Smnt ‘dos carneros, una alcuza de aceite’; normalmente tn
reclama la cosa numerada en dual. Nada obliga, por lo demás, a suponer
mentado aquí un dios Smn\ cf. n. 44.
47. Como emblemas de la fertilidad y sus dioses en un festival de primi­
cias, ug. prglsrqn. /: ‘a prgl y a sqm\ divinidades desconocidas. /: ‘a Pirigalu
deí tercer cielo’, divinidad sumeria menor; ‘a prgl en el extremo alejado’,
divinidad hurrita.
48. Ug. wh\pn]h. /: ‘aplaude con sus manos’, leyendo ug. mb[y yd]h.
49. /: ‘son vueltos a*.
50. /: ‘Ashtarte Hurrita1, ug. *ttrt hr\ cf. DLU 196 (hr J).
51. Una nueva instalación cúltica de palacio; cf. J?C 28. Podría entender­
se que el gb es el mismo bt ütn kbkbm , ‘el templo de los dioses estrellas’, o una
parte de él, como podría insinuar la aparente ditografía siguiente. Las versio­
nes ‘cisterna4 o ‘lupanar* tienen escasa base lingüística.
52. La expresión eSr cír creo que debe entenderse como ‘perfecto* pasivo
con valor optativo; un valor ‘descriptivo* es aquí improbable; se esperaría una
forma ¡yqü! (cf. KTU 1.17 VI 30).
53. Debe entenderse que tal templo se halla en el palaci.o, lo mismo que
las demás instalaciones^, gb y gr>
54. /: ‘orégano*, lectura (tftr) poco probable. Lo específico de algunas
ofrendas (vestidos) hace suponer implícito un rito de ‘investidura* de imá­
genes.
55. /: ‘macho*, leyendo dkr en vez de drk. Para la versión adoptada, cf*
DLU , p. 137: tnzn drky ‘peso corriente* o de ‘comerciante*. La opción ‘ali­
mento para tres días de camino* {tltt tnzn drk) no es probable, ni semántica ni
sintácticamente.
56- Posible error porgfr, la divinidad que a continuación ocupa un lugar
preeminente en el ritual.
57. De nuevo una denominación regio-divina, en relación posiblemente,
con la función evocatoria-oracular de los reyes ancestrales; cf, KTU 1.108:2,
/: ‘los fuertes*, en referencia a las divinidades astrales (Sol y Luna) que se
mencionan a continuación.
58. Posible designación de la ‘Reina* como esposa de Gathar. /: ‘inme­

266
diatamente después*, interpretación improbable de lenth> teniendo en cuenta
líneas 18/20 (lcntm).
59. ‘dos sidos’, en vez de *al segundo, otro*, ug. tn; contextual y sintác­
ticamente improbable.
60. En paralelismo con línea 19 y quizá con KTU 3.119:31.
61. /: ‘primogénitos’, leyendo bkrm> como es el caso en KTU 1.119:31.
62. /: Écomo un hurrica*, texto defectuoso, ug. )hry.
63. La base verbal podría tener un simple valor de ‘acogida, recepción’;
cf. DLU246 (/1-q-h/).
64. El rey acoge a los dioses que ‘entran1 y íes sigue hasta el santuario
palatino. {'. ‘lugar, celia, santuario', ug. atr; cf. DLU 61s (atr II).
65. Posiblemente en relación con los diferentes ritos sacrificiales, en ho­
nor y memoria, quizá, de siete parejas de reyes muertos, en la línea del texto
KTU 1,161 que veremos más abajo. La realización de un circuito procesional
de siete vueltas es un topos que se da en muchas liturgias. También la proce­
sión de Ashtarte se acababa con una séptuple repetición del rito sacrificial (cf.
líneas 7=íj_)._
66. Esta divinidad, ItuSh r(y), venerada sobre todo en la tradición hurrita,
figura en ei panteón ugarítico y es una de las más veneradas en el culto-
67. Divinidad igualmente de tradición hurrita y íigada (quizá por su pro­
pio nombre) al culto de la casa o palacio.
68. Denominaciones ambas de la diosa Ushhara(y), a modo de ‘emble­
mas’ suyos. Son los elementos figurativos con que se la representa en la icono­
grafía oriental (relieves y emblemas); cf. RC 180.
69. No tenemos conocimiento de la naturaleza de este rito. La diosa des-
tinataria, la simbología que la representa y la peculiar participación (¿exclusi­
va?) de4as mujeres en el mismo hacen suponer que se trata de un rito de
fertilidad.

267
LA LITURGIA SACRIFICIAL DINÁSTICA

Bajo este epígrafe ofrecemos una serie de textos que presen­


tan connotaciones regias especiales. En general toda la litur-,
gia de Ugarit se puede considerar ‘regia’ en razón de su ofi­
ciante principal, pero los textos aducidos ofrecen elementos
peculiares ligados a la dinastía y en especial al cuito de sus
antepasados.

R IT U A L R E G I O -D IN Á S T IC O
(K T U 1 .3 9 )

En el mismo son honrados con sacrificios en sus diferentes


tipos (holocausto, pacífico, de combustión, de presentación)
los antepasados regios, bajo sus diversas denominaciones
('tcm, ilhm, ilhm bclm, trmnm, ins ilni), así como los dioses
del panteón dinástico (cf. supra). En este contexto se hace
mención de un momento especialmente ligado al culto de los
muertos regios: la noche de Shapash del pgr.

1 Una oveja, el ‘Héroe’1;


una paloma, los ‘Héroes’;
una oveja, los ‘Héroes’;
dos lomos y un hígado de toro
(con) un carnero a El1;
una vaca, los Elohim5;
Thakamún y Shunam, una oveja;

268
Reshef, una oveja,
en holocausto.

Y en sacrificio pacífico:
dos ovejas, Eloah;
un toro y un carnero, los Eíohim; 5
una vaca, los Elohim;
Baal, un carnero;
Ashera, un carnero;
Thakamún y Shunam, un carnero;
Anat, un carnero;
Reshef, un carnero;
la ‘Familia de El’ y la ‘Asamblea de Baal’4, una vaca;
Sbalem, una vaca.

Y en ‘sacrificio de combustión’:
un corazón asado, los ‘Señores Elohim’5,
(amén de) forraje y espelta,
quince medidas colmadas.

En sacrificio de ‘presentación’ en su mitad6: 10


Baal de Safón, un carnero;
Tirosh, un carnero;
la ‘Diosa de la torre’, un carnero;
la ‘Diosa de los presos’7, un carnero.

Y en la noche de Shapash de pgr* (/los difuntos)


y de los Sharrumanes de/en palacio9:
el ‘Dios del palacio’, una vaca;
Ushharay, una vaca;
Yam, una vaca;
Baal, una vaca;
Yarhu, una vaca;
<Kothar>, una vaca;
Sharrumán, una vaca; 15
Pidray, una vaca;

269
Daqit, una oveja;
Tirosh, una oveja;
Reshef (y) Anat bbly, dos ‘sacrificios’;
Shapash del pgr (/los difuntos), una vaca;
las dos Diosas ‘Estranguladoras’, dos ovejas;
Yarhu kasita, una vaca;
y a la ‘Doncella’, un carnero.

20 Y treinta veces!0
y al pie del altar:
una vaca a la ‘Señora de las Mansiones’;
dos aves a las ‘Gentes divinas’.

R IT U A L F U N E R A R IO D E L M E S D E G N
(K T U 1 .1 0 6 )

La variedad de actos rituales llevados a cabo por la familia


real, los elementos no sacrificiales que les acompañan, la pe­
culiaridad de algunas ofrendas, los detalles que precisan el
emplazamiento de la liturgia y su desarrollo hacen de este
texto un modelo altamente significativo de la riqueza de la
liturgia palatina en honor de sus difuntos. La intervención
del canto y la palabra lo aproximan a un ritual de evocación
del que tendremos un ejemplo más claro a continuación.

1 [En el mes d e gní[:


en el día del novilunio]:
a Rashef, un hgbv~;
dos aves a las ‘Gentes divinas’,
en holocausto.
ydbil, una vaca;
yarsil, una vaca;
5 cmtr13, una vaca;

270
una asadura y un carnero á Reshef de mhbn l4,
en holocausto.

Dos aves [a las ‘Gentes] divinas’|J,

[Los hijos] del Rey, las hijas del Rey


(y) la casa del Rey un carnero a Pidray16
en el palacio real [ofrecerán {?)];
(más) siete ovejas en el hmn17,
un carnero en el ‘santuario/sagrario’,
en la (recámara) ‘superior’,
en el hmn de Nikkal,
(y) un carnero en el kbmn.
Y (mientras) el cantor canta un canto de glpria (?)zí ante el
Rey 15
a la entrada del mausoleo regio20, una vaca (se sacrificará).

En el (día) octavo de(l mes) gra (se ofrecerán):


una asadura y catorce ovejas 20
y siete vacas
y toda clase de ‘guisos’ de pescado21 en el ‘jardín’;
(habrá) transmisión de respuesta en el ‘jardín’22
y (quedará) desacralizado el Rey.

En el (día) veintidós:
se reunirán las provisiones. 25

En el (día) veinticinco:
se lavará el Rey (quedando) purificado
y por la noche se preparará el trono.
Luego23 se sacarán las provisiones:
nueve ovejas y un buey y un ganso,
(a) los ‘Dioses infernales’ (se ofrecerán); 30
dos ovejas y una vaca a Arsay24.
(Habrá) transmisión de respuesta
y (quedará) desacralizado el Rey.

271
R IT U A L D E E V O C A C IÓ N D E L M E S D E HYR
{K T U 1 .1 1 2 )

De nuevo tenemos aquí un ritual sacrificial mensual, centra­


do esta vez en la primera quincena, y más en concreto en el
día del plenilunio, mientras el anterior culminaba en la últi­
ma semana del mes, es decir, en el momento de declive lunar.
Los días de celebración forman una serie continua: 1, 3, 7, 8,
11, 13, 14, 15,16 y 17. En este caso la función evocadora de
la liturgia regio-funeraria queda más explicitada que en el
texto anterior. Esta vez son los manes de la dinastía en cuan­
to Gathares los que bajan al hmn del palacio y dan respues­
ta; respuesta que se encarga de proclamar el ‘cantor’, que
también aparecía en el texto anterior.

1 En el mes de byr15:
[en el día] del

novilunio como sacrificio de ‘servicio126 [se ofrecerán (?)]:

[ a ..... ] dos carneros en el hmn17-,


y un siclo de plata y un plato de ‘respeto’28
a la ‘Señora de las Mansiones’;
5 un carnero (y) dos aves, a las ‘Gentes divinas’.
Y los. hijos del Rey y las hijas del Rey
subiráp siete veces29.

El (día) tercero
subirán los dioses al hmn.
Al ponerse el sol el Rey (quedará) desacralizado.

10 El día séptimo del novilunio/mes


se lavará el Rey (quedando) purificado.

272
El (día) octavo
como sacrificio de ‘duelo’30 (se ofrecerán):
(una medida de) grano, un siclo de plata
y (una jarra de) vino
a Ashtarte de la(s) tumba(s)31.

El (día) once
al ponerse el sol el Rey (quedará) desacralizado.

El (día) trece
se lavará el Rey (quedando) purificado.

El (día) catorce
bajarán los (dos) Gathares32 al ‘torreón (/‘recámara’)33
dos carneros a los (dos) Gathares (se ofrecerán)
y palabra los Gathares reportarán
y el hieródulo34 cantará.

En el (día) quince
como ofrenda de ‘presentación’35:
El, ifn carnero;
Baal de Safón, un carnero;
Baal de Ugarit, un carnero;
dos (carneros) a Ashera;
dos carneros a btbti6\
y a los ‘dioses del torreón’37, un plato de ‘respeto’ (?)
[y] siete vacas
y catorce ovejas.

En el (día) dieciséis:
un carnero a btbt
Y [ ]■

En el (día) diecisiete

Un, tres/treinta [ ].
NOTAS

1. Cf. CTA 1.119:11. Posiblemente se distingue aquí el epónimo ( f j y


el grupo {FtnY, oel últinio antecesor y los anteriores; como en KTU 1.161:lss.
2. A partir de aquí la lista de dioses destinatarios de ofrendas es la mis­
ma que reproduce KTU 1.41.
3; Cf. p. 26 5, n. 25 {KTU 1:41:6).
4. Cf. lo dicho más arriba (p¿ 252) sobre la polarización de! panteón
ugarítico, reflejada asimismo en el mito baálico.
5. Conjunción de dos denominaciones divinas: ilhm bc!itn; cf. KTU
1.41:18.
6. /: ‘por mitades’, para crear así dos partes correlativas del par ritual
que forman de manera estable ‘holocausto1 y ‘sacrificio pacífico’: parte desti­
nada a la divinidad en exclusiva y parte consumida también por los oferentes.
7. Estas dos últimas advocaciones resultan dcscóncidas.
8. El sacrificio pgr (pagrüm, pagrá’um) es bien conocido por los textos
de Mari y se conmemora en dos estelas ugaríticas (KTU 6.13; 6.14). Su senti­
do era estrictamente funerario (‘sacrificio de cadáver’) y aquí aparece bajo el
patrocinio de Shapash, eí dios que visita a los muertos en su viaje nocturno
por el más allá. La ceremonia se define, además, como ‘nocturna’ y va ligada
a una de las denominaciones de los reyes muertos (trmnm).
9. La lista de dioses que a continuación se cita, como destinatarios de
víctimas sacrificiales, es !a del panteón dinástico, más arriba aducida (cf. pp.
253s.).
í 0. No se puede pecisar si la rúbrica se refiere a un único acto sacrificial
o representa la ofrenda diaria durante los treinta días del mes.
11. Este més {del ‘jardín’) parece corresponder a los meses de junio-julio.
Eí encabezamiento, que aquí se restituye, fue omitido quizá por tratarse de
dato standard, dado por supuesto. El texto reproduce en realidad un ritual
sacrificial mensual y en cuanto tal podía incluirse bajo el epígrafe anterior.
12. Probablemente, una viscera. Otros autores leen aquí un atributo de­
terminativo del dios Reshef: ‘portero’, ‘de ía langosta’; cf. DLU 174 {hgb).
13. Se trata de una terna de nombres que aparecen en el anverso de la
tabliüa que proporciona el ‘panteón dinástico’ (KTU 1.102:17-20) y que he­
mos interpretado como nombres divinos de los reyes (muertos) de Ugárit.
Aquí aparecen como receptores de ofrendas, equiparados a las restantes divi­
nidades que también las reciben.
14. Denominación atributiva de Reshef cuyo valor se desconoce; quizá
se refiere a una advocación local de este dios.
.. 15. Adviértase la preeminencia que las divinidades ancestrales de ia di­
nastía tienen en este ritual.
16. Una de las diosas de la dinastía, junto con Ushharay y Anat hbly; cf.
KTU 1 .1 0 2 :7 (panteón dinástico).
17. Peculiar instalación cúltica del palacio que permanecerá en uso hasta
época tardía (Palmira) como estructura sacra de santuario. Podría traducirse
por ‘capilla (palatina)’; cf. iíC 27.
18. Estas líneas ofrecen la mayor concentración de datos sobre la orgáñi-

274
zación arquitectónica del santuario palatino (hmn, qás , cly, hmn nkl, kbtn).
Desgraciadamente la información no es suficiente para hacerse una idea clara
del mismo. Para su discusión, cf. DLU s.v. y RC 26ss.
19. Texto corrompido al parecer; leyendo ir par. /: ‘diez veces’, leyendo
f)Sr pamt. De todos modos, queda clara la presencia del canto en la liturgia
regia de Ugarit y ¡a fundón del Rey en la misma.
20. La expresión pth yd mlk ha sido diversamente interpretada: ‘el Rey
abre/extiende la mano’, como gesto de impetración. Cabría también traducir
‘ante el relieve de la estela de! Rey’; cf. JÍC 153s.
21. Ug. ibslt dg, cf. DLU 130 (dg). Se trata de una ofenda única en toda la
liturgia de Ugarit, que ilustra sobre el uso y la preparación de tales viandas en
una ciudad mediterránea antigua.
22. El nombre del mes proviene quizá del lugar dentro de! palacio en el
que se llevaban a cabo estos ritos funerarios en honor y provecho de los difun­
tos regios. Quizá era ‘jardín’ el nombre en Ugarit, como antes en Ebla y Mari,
del mausoleo regio o el espacio abierto que le precedía. Se insiste en que uno
de los elementos del ceremonial es la ‘respuesta’ (otros traducen por ‘recita­
ción’, valor que rgm no parece tener en ugarítico) que el Rey da y que puede
muy bien entenderse como un rito cvocativo-oracular llevado a cabo por el
nigromante o directamete por el Soberano en su función de mediador y parte
de la dinastía.
23. Traducimos así ug. ' ¡m ; cf. DLU 78 tm II). Pero también cabría
unirlo a lo precedente y traducir ‘trono eterno/de la eternidad’, expresión que
encuentra su correspondencia en el léxico fenicio. Se trataría entonces clara­
mente de un trono ‘funerario’. Para la importancia de éste en el culto, cf. KTU
1.161.
24? Una de las ‘hijas’ de Baal según KTU 1.3 III 7 y papalelos. Gomo su
nombre indica, se la supone una divinidad ctónica-infernal (arsyüilm ais). La
ceremonia tiene el aspecto de un banquete funerario (kispum ) en honor de los
muertos de la dinastía, presidido por el Rey, sentado en su trono. A no ser que
se interprete la preparación de éste en el ‘jardín’ como el elemento que repre­
senta y presencializa a aquéllos, según lo apuntado en nota precedente.
25. Corresponde a abril-mayo. Su nombre aparece también en los textos
de Mari, Alalah y Emar y probablemente signifea ‘mes del asno’. En Ugarit es
el gran mes del culto funerario, aunque no de manera exclusiva, pues meses
como gn y pgrm también participaban de ese carácter.
26. Denominación hurrita de un tipo de sacrificio desconocido, ug.
hdrgl; cf. DUL 190.
27. Cf. n. 88.
28. Probablemnte un plato ceremonial, de los que la arqueología ha re­
cuperado magníficos ejemplares en material precioso.
29. Se entiende que suben al hmn-, cf. KTU 1.106:13. Para otros ejem­
plos de tepetición síprtuple de la marcha o procesión, cf. KTU 1.43-.7, 26. El
tercer día del mes a la procesión se incorporan los dioses conmemorados en la
ceremonia. Estos son poco numerosos en este caso: El, Baal, Ashtarte y los
Gathares. Son éstos los que centran la atención del día del plenilunio.
3 0. Un nuevo tipo de sacrificio, desconocido por lo demás, ug. iynm ; cf.
DLU 66 .

275
31. Cf. p .2 6 6 , n. 50.
32. Cf. p. 2 66, n. 57.
33. De nuevo una estructura de! santuario palatino. La ‘torre’ es un ele­
mento constante en los templos orientales y en concreto en los que la arqueo­
logía ha descubierto en Ugarit. Cf. KTU 1.119:12, apropósito de la ‘torre’ del
templo de Baal. De todas las maneras, ug. msd essemánticamente ambiguo.
/: ‘ofrenda (de caza)’.
34. Uno de !os pocos testimonios de personal auxiliar (qd£) del culto,
junto al supremo liturgo, el Rey. Ya aparecieron los mblltn, ‘purificadores’
(KTU 1.119:23) y el 'chantre’ o ‘cantor’ (Sr) (KTU 1.106:15).
35. Cf. p .2 6 4 ,n . 11.
36. Posiblemente la misma divinidad que aparecía en KTU 1.115:3 (bbt).
37. Cf. KTU 1.39:11. El texto es deficiente. /: ‘Diosa de la torre’ (cf.
KTU 1.39:11).

276
LITURGIA DE LA PALABRA EN EL CULTO

Aparte de la liturgia sacrificial, los rituales ugaríticos nos han


conservado otra serie de textos en los que el momento de la
acción sacrificial, significado por el elenco de víctimas y des­
tinatarios, retrocede ante el momento de la verbalización de
su sentido, de la ‘palabra’ que le acompaña y explica; o sim­
plemente le acompaña como plegaria (alabanza o súplica) a
los dioses. Tenemos así representados los dos momentos cla­
ves de toda liturgia: sus gestos y sus palabras.
Bajo este epígrafe agrupamos aquí una serie de textos,
referidas casi todos al culto regio-dinástico, que se caracteri­
zan por transmitirnos esa palabra, el lógos que acompañaba
a las respectivas ceremonias litúrgicas. En tal sentido, son de
un valor excepcional para determinar las concepciones reli­
giosas que soportaban el culto ugarítico, de manera especial
el culto de palacio. Normalmente estos textos recobran la
estructura poética y se presentan como piezas de lírica sagra­
da. A ellos habrá de añadirse KTU 1.119, ofrecido más arri­
ba, por el ‘salmo’ que nos transmite en su parte final, aunque
se presente como un ritual sacrificial mensual.

E L L Ó G O S D E LA E X A L T A C IÓ N D E L R E Y M U E R T O
(K T U 1 .1 0 8 )

Caben dos interpretaciones básicas de este texto, en razón de


la ambigüedad de la forma yst en ugarítico (‘bebe’, ‘establece

277
¡es establecido’): como la descripción lírica de un banquete
divino o como la exaltación cúltica del rey muerto a su cate­
goría de Gathar. En ambos casos el texto gira en tom o a este
aspecto de la ideología regia de Ugarit y representa el lógos
que acompañaba a la correspondiente ceremonia sacrificial,
con ocasión, probablemente, del funus regio. Estamos así en
el ámbito de la palabra litúrgica y la pieza se puede conside­
rar como un himno o salmo regio. Se trata naturalmente de
una pieza poética■Como peculiaridad escribal el texto pre­
senta sus líneas subrayadas, posible indicio de su importan­
cia o sacralidad.

1 [He aquí] que ha sido establecido1 ‘Rafa’ el ‘rey/Milku


eternal’-,
sí, El (le) ha establecido Gathar-Yaqar5.
el dios que tiene su morada en Ashtarot, i
e! dios que juzga en Hedreí4,
que es cantado5 y celebrado
con la lira y la flauta,
con el tambor y los platillos
5 con castañuelas de marfil6,
con la buena comparsa7 (?) de Kothar.
También Anat (le) ha establecido Gathar8,
la Señora de la realeza,
la Señora del poderío,
la Señora de los cielos excelsos,
la Señora del ‘firmamento’ (?)9;
sirque alada vuela,
que se cierne en los cielos excelsos,
que devora al novillo ‘divino’,
que bebe [la ‘lin]fa’ (?) del ‘astado’10,

10 Sí, (le) ha establecido íl [ ],


el dios que engulle al novillo divino,
[el dios que ],

278
el dios de la estepa, cazador11,
el rey que [ ]

Sí, (le) ha establecido Elóah [ ]


í U
[... (le) ha establecido (?)] Reshef,

[ ] que llegue/s
[ ] a su familia (?)
[ ] pide a Baal
[ ] a tu llegada
Rafa, ‘rey eterna!’ [serás establecido (?)];
[te dotará (?)] según tu deseo {?), según tu petición,
[con el vigor] de Rafa, ‘rey eternal’,
con la fuerza de Rafa, ‘rey eternal’,
con su fortaleza, con su poder,
con su soberanía, con su esplendor.
De12 Rafa(/im) de la ‘tierra’ (es/sea) tu fuerza,
tu fortaleza, tu poder,
tu soberanía, tu esplendor,
en meSio de Ugarit,
por los días del ‘Sol’ y la ‘Luna’,
y la delicia de los años de E l13.

R IT U A L F U N E R A R IO P O R EL R E Y M U E R T O
(K T U 1 .1 6 1 )

Éste es sin duda el texto más sorpendente de los rituales de


Ugarit. Nos permite apreciar con claridad su concepción de
la ideología regia, al yuxtaponer los reyes históricos con los
antepasados legendarios, todos englobados bajo la categoría
de Refaim. Se trata en concreto de la deploratio llevada a
cabo por el último soberano reinante, Ammurapi, y su espo­
sa, Sharelli, en las honras fúnebres de su predecesor muerto,
el rey Hiqmad (III). A diferencia de KTU 1.108, en este ritual
se combinan lógos y rito, palabra y acción sacrificial. Ideo­
logía, rito e historia se dan cita en él.

1 Ritual de ía fiesta sacrificial de los ‘espíritus protectores’14.


— ¿Habéis invocado15 a los Refaim de la ‘tierra’?
¿Habéis evocado al clan de Didán?16.
¡Invocad al Rafa ulkn\
5 ¡Invocad al Rafa trmn\
¡Invocad a sdn wrdn\
¡Invocad a tr cllmn\]7.
¡Invocad a los Refaim ancestrales!
¿Habéis invocado a los Refaim de la ‘tierra’?
10 ¿Habéis evocado al clan de Didán?
¡Invocad al Rey/Milku,s Ammishtamru!
¡Invocad también al Rey/Milku Niqmad!
— ¡Oh trono de Niqmad, llora!19
¡Que derrame lágrimas eí escabel de sus pies!
15 ¡Que ante él llore la mesa regia,
y sorba sus propias lágrimas!
¡Desolación, desolación, sí, de desolaciones!20.
¡Calienta, Shapash,
sí, calienta, Gran Luminaria!
Desde arriba21 Shapash replica:
20 — ¡Sigue22 a tu Señor para (ser) su trono23,
sigue a tu Señor a la ‘tierra’,
baja a la ‘tierra’,
baja, húndete, sí, en el ‘polvo’!
Junto a24 sdn wrdn,
junto a tr cllmn
junto a los Refaim ancestrales,.
25 junto al Rey/Milku Ammishtamru,
junto finalmente al Rey / Milku Niqmad.
Lina (vez) (se recita) y el oferente25,
dos y el oferente,
tres y el oferente,

280
cuatro y el oferente,
cinco y el oferente,
seis y el oferente,
siete y el oferente
ofrece un ave.
— ¡Salve, salve26, Ammurapi,
y salve, sus hijos!
¡Salve, Sharelli,
salve, su casa!27.
¡Salve, Ugarit,
salve, sus puertas!

R IT U A L D E E X P IA C IÓ N
(K T U 1 .4 0 )

El texto es altamente significativo en cuanto revela un aspec­


to importante de la religión de los semitas occidentales del u
milenio a.C.: la conciencia de pecado y su necesidad de ex­
p ia c ió n ^ texto resulta así un ritual de ‘confesión general‘ o
de ‘día de la expiación1del pueblo, incluidos extranjeros resi­
dentes. La importancia del texto queda ya reflejada por el
hecho de habérsenos transmitido en cuatro copias, que no
obstante no permiten su completa restauración. El texto más
entero supone la repetición casi literal de un mismo núcleo
seis veces al menos. Las únicas variantes se dan en su inicio y
final. En este caso la variante está en el tipo de víctima ofre­
cida: camerolasno. En aquél la variación es mayor: enume­
ración alternativa o complementaria de los sujetos de la ex­
piación, sobre todo en los últimos casos en que alternan el
Rey y la Reina, acompañados respectivamente por los hijos y
las hijas de Ugarit. Es probable que una alternancia similar se
diera en los otros casos, pero el texto es defectuoso y no per­
mite confirmarlo con seguridad. Formalmente tiene un ritmo
más enumerativo que poético, pero en todo caso se alza por
encima de la mera prosa. Aparece estructurado en dos par-
tes: imitatorio/confesión//respuesta antifonal deprecatoria/
ofrenda. Aquí reproducimos el texto correspondiente a la pe­
núltima repetición, integrando en el mismo las variantes de
la última.

26 — iOfreced, sí28, un asno29 de justificación30,


de justificación, hijos/hijas de Ugarit!
Que (sea) expiación’1 de... y expiación de Ugarit
y expiación de yman y expiación de crmtn
y expiación d e...” y expiación de Niqmad/la Esposa.
Tanto si se ha desfigurado vuestro34 decoro
según el uso del gatita,
según el uso del didimita (?),
según el uso del hurrita,
según el uso del hitita,
según el uso del chipriota,
según el uso de gbr,
según el uso de vuestros depredadores,
30 según el uso de vuestros opresores,
o según el uso de qrzbl3S,
como si se ha desfigurado vuestro decoro
por vuestra ira,
por vuestra pusilanimidad/impaciencia,
o por las transgresiones que hayáis cometido,
como si se ha desfigurado vuestro decoro
en relación con los sacrificios
y en relación con las ofrendas56.
— ¡He aquí el sacrificio que sacrificamos,
ésta es la ofrenda que ofrecemos,
ésta es ¡a víctima que inmolamos!
¡Que suba al Padre de los dioses,
que suba a la ‘Familia de los dioses’,
34 a la ‘Asamblea de los dioses’37,
a Thakamún y Shunam!38.
¡Aquí está el asno!

282
UNA L E T A N ÍA : A LA BA N ZA Y SÚ P LIC A
(K T U 1 .6 5 )

Algunas listas de dioses presentan la típica disposición de le­


tanía o recitación de nombres y apelativos divinos, con senti­
do tanto laudatorio de la divinidad como suplicatorio de su
ayuda al fiel que la recita. Se trata de un género presente en
muchas religiones.

¡El (e) hijos de EÜ 1


¡Familia de los hijos de El/dioses!
¡Asamblea de los hijos de El!39.
¡Thakamún y Shunam!
¡El y Ashera! 5
¡Gracia, El!40
¡Ayuda, El!
¡Bonanza41, El!
¡El dios del divino hs, (H)Adad42,
¡Baal4’ , e Safón! 10
¡Baal de Ugarit!
iPor/en44 la lanza divina!4’.
¡Por/en el hacha divina!
¡Por/en la maza divina!
¡Por/en la divina ofrenda grasa!'”’. 15
¡Por/en el divino holocausto!
¡Por/en la divina oblación constante!
¡Por/en la divina satisfacción (?)!
¡[Por/en] divino [banque]te (?)! [imploramos/confiamos (?)]

O T R A L E T A N IA
(K T U 1 .1 2 3 )

El texto tiene la apariencia de una lista de dioses organizados


por parejas o dobles nombres, una disposición un tanto arti-

283
ficial que ha inducido a pensar si no se trata de un mero ejer­
cicio escribal. Pero los emparejamientos están tan adecuada­
mente hechos, hasta donde podemos juzgar por otros datos,
que nos obligan a pensar que estamos ante un texto normati­
vo del tipo indicado.

1 [¡Salve47], padre y dioses (todos)!


iY salve, salve El!
¡Salve El, el soberano!
iDagón y Baal!48.
5 \tt y ¿m í!49.
¡Yarhu y ksal 50.
¡Yarhu kasita!51.
¡Thakamún y Shunam!
¡Kothar y Hasis!
10 ¡Athtár-Cfípr!52.
¡Shahar y Shalem!53.
\ngh y srrlSA.
\cd y sr55, :
¡Sedeq-Meshor!56,
15 \hnbn, el dios de...J7!
¡Gloria y ho[nor]!Si!.

20 en el santuario de Milku59
en honor60 de los dioses de ...
¡El dios desconocido!61,
ibrm aryn!
ia$hn tlyní
25 iatdb y ir!62,
¡Qadesh y Amrar!53.
¡thr y bdl.
¡Kothar-Hasis, salve!

284
¡Salve64, los dioses del palacio!
¡Salve, los dioses del mausoleo65! 30
¡Reshef (y) las ‘Gentes divinas’!
¡Las dos familias de los dioses66
[y d]ioses (todos), salve!

N O TAS

1. Este valor de la base está plenamente garantizado en ugarítico y


semítico noroccidental en general. /: ‘¡que beba]’, ug. ySt.
2. El ‘rey eternaP es el rey muerto (‘puesto en la eternidad*, según la
inscripción de Ittobaal de Biblos) que pasa a la categoría de ‘Dios Milku’, es
decir, a ser uno de los Malikuma (cf. supra p. 252 a propósito del panteón
canónico) y de ios Refaim (cf. KTU 1.22, a propósito de la saga de éstos).
3. Yaqar es el nombre del legendario fundador de la dinastía de Ugarit
y que como tal aparece en el sello dinástico con que ‘firman’ todos los reyes de
la misma. En ese sentido, todos se convierten en Yaqar (una ideología que
refleja un cierto ‘mesianismo* regio). Por otra parte, la denominación Gathar
ya nos ha aparecido en diversos textos rituales citados más arriba; cf. p. 266,
n. 57.
4. Esta tradición cananea fue recogida en la Biblia hebrea que hace de
estas dos localidades las capitales del rey Og de Basán, ‘del resto de los Refaim’
(cf. Dt 1*4^ paralelos). Una versión alternativa, hoy abandonada, los hacía
nombres divinos.
5. Este y sucesivos predicados pueden ser vertidos en forma activa, que
considero menos probable.
6. La expresión es ya conocida por KTU 1.19 IV 27.
7. /: *con los suaves crótalos'..., que preserva el paralelismo; cf. DLU
172. No obstante, la sorprendente coincidencia textual con KTU 1 .6 VI 49
{edk kprm hbrk\ cf* también KTU 1 .1 1 :6yhbl ktrt) hace muy verosímil la ver­
sión adoptada. Adviértase, por lo demás, cómo las dos primeras estrofas coin­
ciden quiásticamente en la estructura y en el número de líneas (9). Pero en la
primera el sujeto es rpufmlk Hm, no tí.
8. /: ‘ique beba la Anat de Gathar’, cf. KTU 1.43:13, en referencia posi­
ble a la Reina consorte.
9. /; ‘del turbante, cofia5, ug. kpt; cf. DLU 222.
10. Cf. KTU 1.3 (II 44 (smt egt ií). Et texto es, con todo, deficiente y
oscuro. La reconstrucción propuesta pretende restablecer el pareíelismo del
verso (akltffmSt, ‘gllfZpr). f: ‘destruye la fuerza'; Mevora ... en el festín’; ‘llena
con [nuevo vijno el cuerno’, ug. a k lt cgl ¿(1)1 cf. DLU 21, 75 (/a-k-I/, egl).
11. Quién sea este il Sdy sd no resulta claro. La actividad venatoria apun­
taría hacia Bac¡uf tal como lo describe KTU 1.10 I I 4-9 y sobre todo KTU 1.12
I 34 [bcl ytlk tvysd; vid. KTU 1.22 I 10-11). Tal divinidad reaparece en la

285
segunda parte del texto con papel preponderante; mlk es norma! atributo
suyo. 'genio/demonio Shedu’.
12. /: '¡oh Rapiu ‘p a r a u n i d o a lo precedente, debido a la anfibo­
logía del functor ug. I.
13. Posible referencia al título de Ei ,abSnm i ‘Padre de años’. Se trata del
más ‘longevo’, el padre de todos los dioses.
14. /: ‘sombras’; "Zalmu’, divinidad mesopotámica.
15. El predicado ug. qra y sucesivas formas del mismo admiten en este
contexto múltiples traduciones: en ‘tiempo' y ‘rtiodo’ pasado, imperativo,
pasivo, interrogativo» etc. Aquí asumimos una combinación de formas inte-
rfogativo-yusivas a modo de ‘invitatorio’, que nos parece la introducción más
adecuada á una acción cúltica.
16. Cf. el qbs dtn en la Epopeya de Kirta (KTU 1.15 I I I 15),
17. Se trata de una serie de legendarios reyes de Ugarit de los que no
cenemos testificación histórica, aparte de esta mención cúltica.
18. Es claro que el título de mlk aplicado al ‘rey’ difunto tiene ya una
connotación que trasciende el sentido político; cf. supra KTU 1.108:1.
19. Sobre la función del trono en la liturgia regia, cf, KTU 1.106:27-28.
La forma ibky podría soportar las versiones/: ‘quiero llorar’; ‘llora por ti’; cf.
DLU 107 (/b-k-y/).
20. /: ‘¡que desaparezcan (las lágrimas)!’ ; ‘¡lágrimas y más lágrimas!’, leyen­
do dtn‘t en vez de ‘dmt; ‘rechinar de dientes’, ug. ‘dmt u ’dtnt ‘dmt; cf. DLU 73.
2 1. Ei lamento va dirigido al trono y demás mobiliario regio, ‘desolado’
tras la partida de su señor, y la súplica, a Shapash, para que le abrigue con su
calor, de acuerdó con su función de ‘patrón de los muertos’, /: ‘sobre él',
uniendo ‘¡n a la frase anterior; cf. DLU 76 11).
22. /: ‘en pos de’, ug. atr-, cf. DLU 61 (/’-t-r/),
23. El trono personificado es invitado a seguir a su señor a la mora­
da infernal, donde él continuará sentándose como m lk ; cf. DLU 225s. (ksu).
/-. ‘desde el trono’; ‘ ¡oh trono!’, leyendo ug. lks< i>.
24. Para este valor detht cf. KTU 1.17 V 6-7 íytb... thtadrm, ‘se sentó...
junto a/al lado de/entre los nobles’). También se puede entender tbt como
nombre: ‘lügar, morada inferior’ (= inferus, Underworldl/ars i'pr); o como
preposición: ‘debajo de’, o adverbio: 'allá debajo’; más arriesgada es la ver­
sión como forma verbal ‘baja, ioh
25. Esta rúbrica tiene carácter elíptico y presenta el uso de cardinal por
ordinal. Se ha de suponer y suplir ‘un ave’ como ofrenda cada vez, según se
explícita climáticamente al final (£¿* w ty tqdm ‘sr). Se puede analizar f y co­
mo forma bien nominal, ‘ofrenda’, equivalente a t1, bien participial, ‘oferen­
te’. Una foríná nominal-verba!, infinitivo con valor de imperativo, ofrece un
sentido similar.
26. La expresión ug. {ilm) será Ja misma que el uso semítico (árabe y
hebreo) perpetuará como saludo {saiámiíabm). Se trata de una expresión re­
currente de la liturgia ugarítica; cf. KTU 1.123:29ss. Aquí se hace realidad el
dicho ‘¡El rey ha muerto! ¡Viva el rey!’.
27; /: ‘sus hijas’, ug. bth.
28, /: ‘ofrenda, sí, de ug. Sqrb. Línea 35: T vuelta al recitado: Ofre­
ced, sí, un asno de ...’.

286
29. En las repeticiones tercera y cuarta la víctima es un ‘carnero’; la fór­
mula, la misma.
30. /: ‘soltad’; ‘atrastrad’, ug. mSr,
31. /: ‘nosotros expiamos’; ‘para que seamos decentes’ ; ‘bienestar, bo­
nanza’; ‘prenda’, ug. npy.
32. Topónimos desconocidos. E¡ primero apareció ya en KTU 1.4 1 42.
33. En líneas 35-36 los sujetos de la expiación quedan concentrados en
la expresión ‘que (sea) expiación de ios huéspedes de los muros de Ugarit’,
untpy gr hmyt ugrt.
34. Se da un cambio de género en los interpelados (que no puede refle­
jar la versión castellana: ‘vuestro’ = ‘de vosotro/as’) en relación con los ofe­
rentes/expiados implicados: ‘hijos/as de Ugarit’. En tas repeticiones previas la
fórmula de confesión es más clara: ‘tanto si habéis pecado ug. thtu/in. El
resto es idéntico en todas ellas, salvo en la víctima mentada al final.
35. Esta enumeración de gentes extranjeras o enemigas señala un poco el
marco de las relaciones internacionales de Ugarit; sorprende, no obstante, la
ausencia de Egipto. Quizá se lo sentía demasiado lejano y diferente en sus
concepciones religiosas como para suponerle un riesgo de contaminación. No
sabemos, con todo, el tipo de usos extraños cuya adopción aquí se reprueba.
En ei culto la influencia hurrita, y hasta cierto punto la hitita, se dejó sin duda
sentir y fue legitimada,
36. Se resumen así en tres categorías todos los posibles pecados cometi­
dos: de ‘alienación’, contra la moral en general (por ira, pusilanimidad o por
cualquier otro motivo), contra el culto legítimo.
37. Sobre el sentido de estos dos grupos dentro del panteón ugarítíco cf.
supra p. 252.
38. ^Sorprende que sea esta doble divinidad menor la única mencionada
por su nombre en el ritual. La otra aludida es el ‘Padre de los dioses’ (El), de
quien aquéllos son los dióscoros. Cf. a propósito de KTU 1.114:18$,
39. Las líneas 1-8 se refieren a El y su familia; en líneas 9-14 se da paso a
Baal, para volver de nuevo a El eí) las líneas siguientes. Es el eco en la piedad
individual de la dicotomía de la concepción mitológica (el dios supremo y el
dios inmediato; dioses favorables y antagonistas de Baal) y de la sistematiza­
ción canónica. Cf. infra KTU 1 J 23 :3 2 ; drm iitn, ‘las dos familias de los dio­
ses’; y lo dicho supra p. 22.
40. Ésta y las dos siguientes invocaciones pueden entenderse como súpli­
ca o como invocación (‘¡La Gracia de El!’).
4 1 . /: ‘ ¡Salve, El!’, como final de las invocaciones de este dios; cf. supra
n. 134.
42. Tenemos así la retroversión ugarítica de la traducción acadia del nom­
bre de Baal de Safón, según la ofrece el panteón cananónico en acadio RS
2 0 .2 4 :4 (Jada be-ei hurlan ba-zi). Aparece aquí el monte Safón, morada de
Baal, divinizado y en fonetización acádico-hurrita, así como su nombre pro­
pio [add).
43. Error de b cd por M ; la traducción ‘en la saladel trono’ está aquí
fuera de lugar frente a la bien atestiguada advocación tflspn ,
44. La letanía asume a partir de aquí, por medio del functor b, un valor
netamete elíptico impetratorio: ‘en ... (confiamos)V‘por la ... (somossalvados)’.

287
45. Más bien ‘divina’ que no ‘de El’, pues las armas que a continuación se
invocan corresponden probablemente a la panoplia de Baal, mientras El no
aparece nunca como dios guerrero. Sobre el significado de estas armas de Baal
y su implicación regio-dinástica, cf. supra pp. 39s.
46. Vale también en este caso lo dicho en nota anterior. Ahora se pasa de
!a invocación de la potencia divina y sus instrumentos que la demuestran a ¡a
fe y confianza en !a eficacia del culto ofrecido a los dioses, según los diversos
tipos de sacrificio y ofrenda.
47. Para este uso de ¡Im, cf. supra n. 26.
48. Este emparejamiento es altamente signifeativo, pues en eí mito se
denomina a Baal ‘hijo de Dagón’.
49. Divinidades desconocidas, la última quizá correspondiente al dios
Kemosh de Moab.
50. El segundo elemento corresponde a otra denominación semítica de
‘luna’.
.51. De acuerdo con KTU 1.102:14, se trata de un dios del panteón di­
nástico (cf. supra p. 254). Quizá haga referencia al dios lunar hurrita kdg,
Kusuh.
52. Determinación de sentido desconocido; quizá un arcaico teónimo
que al parecer se menciona en los textos de Ebla.
53. Véase KTU 1.23, el mitema de su nacimiento.
54. Posibles designaciones de !a diosa lunar Nikkal.
55. Par divino de difícil identificación. El segundo elemento (ir, ‘rey’,
acadismo) aparece aquí en línea 3 (ti Ir) y en el compuesto tnt wir (KTU
1,23:8), aunque en este caso posiblemente con otro valor (cf. KTU 1.23:8).
Por el contexto enumerativo en que aparece (cf. a continuación sdq mír), me
inclinaría a ver aquí la hipostatissación de dos nociones u objetos: ‘eternidad y
realeza’A rono y rey’ .
56. Hipostatización de las nociones de ‘justicia y rectitud’, conocida en
Mesopotamia y en la Biblia hebrea.
57. De interpretación discutida. Podría suponerse la lectura: hit btt tid...,
‘¡Favor, dioses de..,!’, como final de esta sección de la lista (?).
58. Preferible a ver aquí un par de nombres de dioses; cf, nota preceden­
te. El paralelo sintáctico (eulogfa) lo ofrecen líneas 28-33, final del reverso.
59. El qd¡ mlk puede muy bien indicar el santuario palatino o hacer ex­
presa referencia al mausoleo regio, el santuario de Milku (cf. a propósito de
KTU 1.108:3 e infra línea 30: hit, ‘el mausoleo’).
tíO. Podría tratarse también de un atributo divino: ug. kbd, ‘la Gloria
de ...’; cf. en este sentido la noción de kabdd yhwh en la Biblia hebrea.
61. Denominación tomada del ac. mar mamtmna.
...... 62. Pares divinos no identificados.
63. Los dióscoros de Ashera, conocidos por el mito; cf. supra p. 76.
64. Para esta invocación, cf. n. 26.
65. Significativa es la mención a continuación de los ¡lltn], los muer­
tos de la dinastía, según nuestra interpretación, a continuación del mausoleo.
66. Cf. a propósito de KTU 1.65:1-3.

288
CONJUROS MÁGICOS

Como en toda la antigüedad oriental, también en Ugarit el


recurso a la magia es frecuente, ya sea en su faceta de previ­
sión (adivinación) como en la de intervención (magia simpa-
tética). De la primera se nos han conservados diversos textos
que ejemplifican las diferentes técnicas empleadas para ase­
gurarse el conocimiento del futuro y obrar en consecuencia
(evocación de los muertos, extispicina, astromancia, terato-
mancia)K Aquí vamos a recoger unos cuantos textos de la
segunda categoría que nos aportan el lógos que se supone
garantiza la eficacia mágica. No debe olvidarse que la magia
es en Ugarit'Un poder que poseen los dioses, sobre todo el dios
mago por antonomasia, Kothar.

C O N S U L T A P O R LA SA LU D D E UN IN F A N T E
(K T U 1 .1 2 4 )

La enfermedad de un infante regio motiva la consulta de pa­


lacio al legendario y divino fundador de la dinastía, Ditán, a
fin de conocer el remedio que debe aplicarse para hacer frente
a la situación.

Cuando se acercó2 el ‘Señor 1


de los grandes dioses’3 ante Ditán
a preguntarle por el ‘decreto’4 del infante,
le respondió Ditán:

289
5 ‘Responde(d)5:
— Una bolsita de mirra coge
y pon (la) en el templo de Horón6;
un tarrito de mirra nueva coge
y pon(lo) en el templo de Baal;
(un hacecillo de) tamarisco7 coge
y pon (lo) en el palacio,
y esto disolverá su mal.
10 Y que venga (luego) tu mensajero ante Ditán
a recoger el ‘decreto’.

Y le respondió (entonces) Ditán:


— El interior de la casa limpia;
nada de pescado y esto en absoluto8,
y en lo sucesivo no habrá ‘amargor’9.

C O N JU R O C O N T R A LA M O R D E D U R A D E S E R P IE N T E
A LO S CA BA LLO S
(K T U 1 .1 0 0 )

Este largo texto reproduce doce veces un mismo cliché, dirigi­


do a otros tantos dioses, con el intento de producir un efecto
climático: los once primeros destinatarios son inadecuados,
sólo el último, Horón, es el dios capaz de dar respuesta a la
demanda que se le hace. El procedimiento recuerda el inte­
rrogatorio de El en busca de un dios que fuese capaz de curar
al enfermo rey Kirta (cf. KTU 1.16 V 7ss,). El texto pretende
fundar el patronazgo de ese dios para casos de mordeduras de
serpientes a los caballos y la eficacia de los conjuros que en su
nombre y en el de su paredra, la “Yegua divina’, se hagan. Su
hierogamia es el fundamento de la validez mágica del uso
cúltico, aunque en este caso no se explicite un remedio o fór­
mula específica. El tema de la mordedura de serpiente parece
que preocupaba a aquella sociedad. El texto KTU 1.107 está
también relacionado con el mismo y en él los dioses Shapash

290
y Horórt ocupan un lugar preeminente. En 1992 se descubrió
un nuevo conjuro de este tipo (KTU 9-435).

La madre del garañón, la Yegua,


hija de la fuente, hija de la piedra,
hija del cielo y del abismo,
invoca a Shapash, su madre’0:
— iShapash, madre mía!, lleva un grito"
hasta El, a la fuente de los dos ríos,
en la confluencia de los dos océanos’2;
{el de) un conjuro0 contra la mordedura de serpiente,
el envenenamiento de la serpiente en muda (, a saber)'4:
— ¡De ella'5, conjurador, haz desaparecer,
de ella arroja el veneno!
Entonces él liga'6 a la serpiente,
ceba a la serpiente en muda,
coloca una silla y se sienta'7.

El párrafo se repite diez veces más, variando sólo el dios ante


el que se supone se dirige Shapash, así como el nombre de su
morada. En el borde se consignó incluso este dato abreviado
a propósito de una divinidad (Ashtarte) que había sido olvi­
dada. Los dioses y sus moradas son:
Baal en Safón;
Dagón en Tuttul;
Anat y Ashtarte en Inbub;
Yarhu en Irgt'8;
Reshef en Bibita !S;
Athtarte en Mari20;
zz-kmt -ew-hryt21;
Milku en Ashtarot11',
Kothar-Hasis en Creta13-,
Shahar y Shalem en los Cielos14.
57 Invoca a Shapash, su madre:
— ¡Shapash, madre mía!, lleva un grito
hasta Horón, a m.sd2S\
(el de) un conjuro contra la mordedura de serpiente,
el envenenamiento de la serpiente en muda (, a saber):
— ¡De ella, conjurador, haz desaparecer,
60 de ella arroja el veneno!

A Horón el rostro se le descompuso26,


pues se quedaban sin hijos sus criaturas27,
en manos extrañas28 la ciudad de antaño29.
Dirigió entonces el rostro
hacia Arashshih la Grande,
Arashshih la Poderosa30.
Arrancó de entre los árboles un tamarisco31,
65 y de entre los arbustos una planta mortífera.
Con el tamarisco lo (el veneno) sacudió32,
con un palmón lo arrasó (?),
con un afluente33 lo hizo desaparecer,
con una corriente lo hizo desvanecerse.
Se fue luego Horón a su (íde él/ella?) casa,
se dirigió a su mansión:
Quedó agotado el veneno como un torrente,
difuminado como un regato34.

70 Tras de sí la casa del conjuro,


tras de sí la casa ella cerró,
tras de sí echó el cerrojo35.
— ¡Abre la casa del conjuro,
abre la casa para que pueda entrar,
el palacio para que pueda penetrar!
— ¡Dame {com o} las serpientes, oh Horón,
dáme(las) como dote36
y las crías de culebra en prenda nupcial!
75 — Te doy las serpientes en dote,
las crías de culebra en prenda nupcial.

292%
C O N JU R O C O N T R A LA IM P O T E N C IA (?)
(K T U 1 .1 6 9 )

Encontrado en 1987, el texto siguiente es, según la opinión


común, un conjuro. Pero aquí acaba el consenso de los intér­
pretes, pues ni el objeto último ni muchas expresiones del
mismo han conseguido unanimidad en su interpretación.
Aquí partimos del supuesto de que se trata de un conjuro
contra una enfermedad; en concreto, contra la impotencia
sexual. Como los anteriores, la estructura literaria es poética.

Expulsión de los demonios37 del vigor38.


— ¡Que te arroje39 [la palabra/aliento] de Baal,
que te arroje y salgas
a la voz del oficiante
como humo por la claraboya,
como serpiente por el pie del muro40;
como las cabras monteses hacia la cumbre,
como león hacia la guarida!
¡La vara41 está presta
y se acerca la vara42!
¡Que le vaya mal a tu dorso
y sufras daño en tu contextura43!
¡Que comas pan de tiempo de ayuno,
bebas exprimiéndola44 cerveza de abstinencia45,
en las alturas, en las charcas,
a la sombra del santuario!
— ¡Y luego también que los conjuradores
a los demonios arrojen:
Horón a los socios46
y el ‘Mancebo’47 a la comparsa48!
— ¡Venga, no te dejes abatir por el menosprecio49,
que no trabuque tu lengua,
ni te eches a correr50!
¡Que te pongan la veste divina,
te vistan la capa51 divina!
¡Oh hombre y ser que respira52,
al ‘Infierno’ los extraños53!
15 ¡Oh hijo de hombre,
de la enfermedad queda libre!
¡Mira, por vida de Ashera, la Gran Dama,
en tu co[razón recapacita (?)],
por dos veces piénsatelo!
¡[.....en] casa
o/y no entres de manera alguna!
¡[............. ;-L
no te sientes a la cabeza de ...!

C O N JU R O C O N T R A EL M A L (D E ) O JO
(K T U 1 .9 6 )

Un supuesto error en la primera palabra de este texto llevó


durante mucho tiempo su intrepretación por extraños derro­
teros mitológicos. Una comparación con textos similares de
tradición sumero-acadia permite leerlo como un conjuro con­
tra el ‘mal o jo ’ o 'mal de ojo’, un tipo de magia muy común
en todos las culturas. No se precisa, pues, corrección alguna.
El texto tiene una neta estructura binaria, típica del género:
descripción de los efectos del mal ojo y conjuro que los co­
rrige54.

1 El ojo55 maleante y que transmuta


el donaire de su hermano y la gracia de su hermano,
apuesto como es,
devora su carne sin cuchillo,
bebe su sangre sin copa56.
5 Distorsiona el ojo del maléfico57,
el ojo de !a maléfica distorsiona
el ojo del alcabalero,

294
el ojo del alfarero,
el ojo del portero58.

El ojo del portero, al portero vuelva;


el ojo del alfarero, al alfarero vuelva;
el ojo del alcabalero, al alcabalero vuelva; 10
el ojo del maléfico, al maléfico vuelva;
el ojo de la maléfica, a la maléfica vuelva.
[Conjuro del ojo maleante/del maléfico (?)].

N O TAS

1. Son textos muy escuetos, compuestos normalmente sobre la estruc­


tura dual prótasis (pronóstico o signo)/apódosis (diagnóstico o resultado); cf,
RC 231ss. Próximos a ellos están los textos médico-veterinarios, en concreto
en Ugarit los textos hipiátricos, en los que medicina empírica (farmacopea
vegetal) y magia se entremezclan.
2. Cabe encender el texto como un protocolo genérico válido en gene­
ral y traducirlo en presente: 'cuando se acerque... le responderá’, ug. kymgy...
3. Probable designación del Rey en cuanto cabeza de la dinastía, los
reyes divinizados (ilm), según KTU 1.113:113ss. Suponer que es el dios El el
que se dirige a Ditán es improbable desde el punto de vista de la jerarquía de
los dioses ugaríticos.
4 . El modo de comportarse con él en este caso: será palabra divina y
ley, el sentido que después adquiere la expresión (mlpttz). En cuanto tal se
refiere a las medidas concretas fijadas en las últimas líneas del texto. Irán
precedidas de unas actuaciones cúltico-mágicas en los respectivos santuarios
que favorecerán la consecución de la curación por el evocador-mago usando
la ‘palabra de Ditán’. No conocemos, de todo modos, la técnica oracular usa­
da en última instancia.
5. La respuesta se le da al consultante (el Rey) a través del ‘evocador’
profesional que actúa como delegado regio.
6. Divinidad especialmente ligada a la magia curativa, como veremos
por el texto siguiente.
7. /: ‘estatuilla’, ug. bnt, teniendo en cuenta la costumbre de enterrar
figurillas (ac. ur<f¡»imw), hechas precisamente de madera de tamarisco, en el
palacio. Se trata, en general, de un procedimiento de magia apotropaica, de
manera que cuando la estatuilla incorpora un ‘mal espíritu’, se la rompe; si
representa uno bueno, se la conserva. El dios El también recurre a un procedi­
miento similar (KTU 1.16 V 23ss.) para sanar al rey Kirta. Se debe, pues,
distinguir esta función del uso de ofrecer estatuillas o exvotos en signo de
agradecimiento a la divinidad por la salud recuperada. Así, en la Sidón del
siglo i era frecuente la ofrenda de estatuillas de infante como exvoto al dios

295
curandero Esbmún; tal uso ha mantenido su vigencia en nuestro propio mun­
do religioso.
8. Leyendo ug.Ikll; cf.DLC7213s, {k ll).h 'perro’, leyendo klb; cf. DLU
214s. Para la presencia de este animal en palacio, cf. KTU 1.16 f 1. Para el
pescado como materia sacrificial, cf. KTU 1.106:22. Aquí se imponen medi­
das profilácticas de higiene como remedio contra enfermedades {!).
9. Es decir, ‘enfermedad’. Adviértase el juego de palabras ‘mirra'/‘amar­
gor’ (mr/mr, líneas 5-16).
10. No sabemos a qué divinidad femenina se refiere el texto: una espe­
cial relación con las serpientes hemos visto que mantiene la diosa Ushharay
(cf. KTU 1 .1 15 :2); en cambio Ashtarte, otra candidata propuesta, es mencio­
nada en el texto como destinataria del mensaje. Por otra lado, poco sabemos
de ía conexión de Shapash con los caballos (cf. en la Biblia hebrea ‘los caba­
llos del sol’, 2 Re 2 3,11; y Gn 49,17, que habla de la ‘mordedura de la
serpiente’ a los caballos). En este texto mágico-mítico el hecho adquiere ca­
rácter cósmico.
11. En ug. ql, ‘voz’, tiene normalmente el valor intensivo de ‘voz en gri­
to, estruendo, relincho, trueno’ (ytn ql, ql hfrpt, ql nhqt). En este caso ha de
entenderse como ‘grito de socorro’. El objeto de llevarlo a las diferentes divi­
nidades es conseguir que lo sancionen en su eficacia.
12. Morada del dios supremo según el mito, con la variante ‘dt por apq-,
cf. supra p. 49 (KTU 1.4 IV 20ss.).
13. En absoluto se puede tomar mnt, ‘conjuro’, como aposición-explica­
ción de ql, ‘grito’, de su contenido, más que como complemento genitival de
especificación, según la traducción.
14. Posible determinación zoológica 1,‘qsr) de la serpiente más que atribu­
ción genérica, ‘retorcida’, que en la mitología se expresa por los calificativos
b r h y ‘qltn-, cf. KTU 1.5 1 1-2.
15. El elemnto ug. Inh no resulta de fácil interpreatción, /: ‘en cuanto a
ella’; ‘ ¡hay alguno Se podría sugerir también: ‘cuya susurración (base
*ln) conjure la perdición/arroje el veneno1. De todas las maneras, el texto da
píe a las más variadas lecturas en cuanto a la determinación de sus partes
descriptivas o de discurso directo.
16. /: ‘¡Venga, que ligue .,.!, ug. hlm ytq; cf. DLU 164 (bt).
17. Eí resultado conseguido es un mera actuación de encantamiento que
no anula e! veneno de la serpiente. Es lo único que saben garantizar los dioses
interpelados a la fórmula. El sujeto de estas acciones (ytq, yilhm, y d b, ytb) es
así el ‘conjurador’. Se esperaría, no obstante, ver intervenir a aquéllos. Se in­
sinuaría de este modo su fallida reacción, actuación ineficaz o pasividad en
contraste con ía posterior de Horón. Pero e! contraste podría estar en su no
comparecencia frente a la reacción rápida de aquél; Se podría entender así la-
expresión como impersonal (‘se le prepara un trono y a sentarse’). En este
caso el sujeto real es la diosa Shapash, a la que se supone de vuelta de su ida
ante El y demás dioses y para ía que se pone un ‘trono’ (no una ‘silla’; cf. la es­
cena paralela en KTU 1.4 V 46s. con los mismos predicados: f-db fea uryttb),
para que se siente, descanse (agradecida y cortésmente acogida) y escuche la
siguiente requisitoria. Teniendo esto en cuenta, no sería tampoco imposible
interpretar wytb como ‘y se repite’. A] parecer, se trata de una rúbrica cultual,

296
que falta en línea 60, junto con el bícolon precedente. Ya Shapash no tiene
ningún otro mensaje que llevar ni el ‘encantador’ interviene. Es entonces
Horón quien entra en escena y actúa en persona.
18. Tal morada es desconocida; según la leyenda, la ciudad de Yarhu es
Abiluma (cf. KTU 1.18 IV 8ss.). La presencia de un topónimo la-ru-gav -tu en
Ebla desaconseja ver en ese lexema un error por »grt.
19. Morada divina desconocida que aparece repetidamente en ios tex­
tos cultuales en relación con este dios; cf. KTU 1.1 0 5 :1 1 ; 1,171:3 (NL hit. bi-
bi-ít-).
20. Morada divina tradicional. Mari había ya desaparecido en la época
de composición del texto.
21. Morada divina desconocida.
22. Cf. KTU 1.108:2 (aparece también en KTU 1.107:17; 4.790:17),
morada del dios Milku, epónimo de los Maiikuma.
23. Morada de este dios en fa mitología; cf. KTU 1.3 Vi 14 y paralelos.
24. Cf. KTU 1.23:54, el mitema del nacimiento de esta pareja de dioses,
‘puestos (cdb) junto a la Gran Dama, Shapash, y las estrellas’.
25. Morada divina desconocida. No creo que se pueda aquí traducir tnsd
por ‘fortaleza, torreón’, a no ser en sentido etimológico, y equipararlo con el
homónimo de KTU 1 .1 12:19, que se refiere a una estructura cultual del pala­
cio. En este texto las moradas de los dioses se las supone alejadas y son todas
topónimos. Según los modelos aquí presentes, msd podría indicar un topónimo
concreto o un ámbito, como ‘los Cielos’. ¿Sería ésta la 'r dqdm de que se habla
luego (línea 62)?
26. Se inicia aquí un fragmento mitológico-poético, como mitema etio-
lógico del conjuro contra el veneno de las serpientes, como se desprende de su
contenido y fraseología. En consecuencia, es preferible traducirlo según la
sintaxis mitológica y en forma narrativa. Morfológicamente se trata de una
‘reacción’ a malas noticias por parte de Horón. Como es normal en la fórmu­
la, el rostro del sujeto ‘se descompone’, invariablemente introducido por la
preposición b (+ -A/NP). /: ‘dirigió su rostro hacia se entiende que phit.
27. Como ‘criaturas’ de Horón se pueden entender los équidos represen­
tados por su ‘madre’, phit, aunque también cabe tomar a ésta como sujeto de
la frase, que resultaría ser la privada de ‘sus criaturas’. Pero en tal caso se
esperaría una referencia más explícita a la misma y no una simple reasunción
pot un sufijo pronominal; literariamente queda muy lejana. Por otra parte, tkl
significa ya de por sí ‘estar privado de hijos’. Por ello resulta posible también
el análisis b-nwt-h, ‘en su(s) dominio(s)/lares’ (hb. nwh), que daría un buen
paralelo de er, ‘ciudad’.
28. Partiendo del valor normal de ug. nkr, ac, nakáru, ‘ser ajeno, extran­
jero’ (bnwt¡¡‘r,.en su aspecto humano); preferible a otros posibles valores de
(n)kr(r), ‘volvió, abandonó ...’.
29. Mejor que del ‘Este’. Lo que en todo caso hay que mantener es que
este colon no forma par con el siguiente, que es el de la fórmula clásica de
‘orden/ejecución de marcha’, dentro del estilo de mensaje, y que como tal se
sitúa siempre a la cabeza de sección, correspondiente aquí a un trícolon nor­
mativo (cf. MLC 54-55). Esta ‘ciudad primordial’ es posiblemente la de phit,
pues de ella y su descendencia aquí se trata. Y hacia ella, ahora especificada

297
por su nombre propio, Arasbshih, es adonde se dirige Horón, acogiendo el
mensaje de Shapash.
30. Para esta versión cf. supra p. 207 , íi . 29.
31. Hay posiblemente un pretendido ‘juego de palabras’: ‘arrojar/arran­
car’ (ydy < ydyindd). De todos modos, la proximidad léxica y semántica es
muy grande entre ambas bases. Sobre la importancia del ‘tamarisco’ (aquíVr)
en la práctica mágica, cf. KTU 1.124:8, texto en que también aparece el dios
Horón.
32. Cf. n‘r, ‘deshacer, trastornar’; cf. KTU 1.132:25. La expresión quie­
re reproducir la misma asonancia y construcción semítica enfática que utilizan
las frases paralelas siguientes: Vr¡n:r, ssnjysy, cdt!cdy, ybit /ybt-bly. El juego de
palabras se repite en línea 69 (plg/plg), con una semántica que certifica el valor
dado a! par ‘dt lyblt: el agua como elemento purificador y anulador; mientras
el primer par, Vr/ssn, expresaba el momento de maltrato de! animal y extrac­
ción de su veneno. Eí juego de palabras es usua! en ios textos mágicos. No
obstante, los cuatro términos se podrían entender como otras tantas plantas,
pero tal semántica es incierta.
33. Otros autores leen aquí (cdt , yblt) nombres de plantas diversos; cf.
nota precedente. Hemos preferido una semántica más contrastada que nos
permite distinguir dos procedimientos de aniquilación del veneno: se le ex­
trae a golpes y se lo disuelve por la corriente de agua.
34. El carácter vigoroso y efímero a la vez de las torrenteras (wadis) es
un fenómeno de experiencia directa en Oriente y adecuado como símbolo
para expresar el esfumarse del poderoso veneno bajo ¡a acción mágica del
dios. No es, pues, preciso traducir ‘como en un ...’. Tal constatación forma
inclusio con el tema del veneno al inicio del texto: éste el procedimiento que
‘ha hecho desaparecer, ha arrojado el veneno’, como allí se pedía al conjura­
dor. Se trata ahora de transmitir a la demandante el poder manifestado y
ejercido a través de una fórmula mágica que lo condense. De ello trata la
sección siguiente.
35. La línea horizontal abre la tercera sección que corresponde a la ini­
cial (adviértanse las inclusiones de vocabulario: cdb, mnt, nhs), Pero ahora, en
vez de acoger al dios que ha reaccionado y se ha desplazado, como se espera­
ría, se le cierra la puerta. Pero el gesto no es de rechazo, sino el típico de
ocultamiento/negociación del cortejo y acuerdo nupcial, expresados a través
de un intercambio dialogal. El entendimiento entre ambas divinidades acaba
en boda, en hierogamia divina; la salvación circunstancial, en estado perma­
nente, que fija la pareja de divinidades que cura la mordedura de serpiente.
3 6. De esta manera se resuelve más fácilmente el desequilibrio de estos
versos: el escríba se dejó llevar a escribir un km de más, mejor que suponer
que. omitió también aquí e! vocablo mhry, ‘dote’. A su. vez, suponiendo la
lectura yhr[n], ¡oh Horón!, se evitan las especulaciones sobre un lexema yhr,
que no aparece en este ni en ningún otro texto, ni en el bícolon de ‘ejecución’
siguiente, obteniendo como resultado un trícolon de perfecta factura.
37. /: ‘las palabras deí héroe’; ‘los acusadores del joven’; para la interpre­
tación de ug. dbb, ‘demonio’, cf. DLI7 127.
38. /: ‘mancebo, joven’, cf. DLU 161.
39. El interpelado se supone que es el ‘demonio’ causante de la dolencia.

298
/: la aflicción de tu vara’, leyendo tghtk en vez de una forma de la base ug.ght-,
cf. DLU 145.
40. Tenemos así una figura de paralelismo ‘polar’ ; para ésta y otros in­
terpretaciones, cf. DLU 80 (‘m d ).
41. /: 'despierta, reflexiona’, ug. ht\ cf. D LU Z02s.
42. La expresión pretende ser una amenaza al mal espíritu. Recuérdese la
función de la ‘vara’, ht (que recuerda el m aleus m aleficarum medieval} en la
expulsión de la enfermedad del rey Kirta, personificada en el dios M ot; cf.
KTU 1.16 VI lss.
43. Para la expresión, cf. KTU 1.2 IV 26 (tmn).
44. Se trataría en todo caso de un ‘zumo* silvestre y escaso.
45. El espíritu maléfico es condenado a hambre y sed, vagando por las
‘tinieblas exteriores’, falto de ofrendas y expulsado del poseso, siempre en
busca de sustento. /: ‘sin especia-sm/, insípida (bebida exprimida)’ ; ‘sin copa’;
‘leche purificada, sin abstenerte’, según diferentes posibles valores de ug. bis
b l,sm l; cf. DLU 108, 192s.
,
46. Ya hemos visto cómo este dios actúa repetidamente en el ámbito de
la magia (KTU 1.16 VI 55; 1.100:57ss.; 1.124:6. /: ‘¡que sea Horón un ami­
go ug. ygrS hm fybrm-, cf. DLU 172 (hbr í).
47. Apelativo frecuente en el mito y la épica, atribuido a dioses y hom­
bres (p. e. gím <7, dicho de Kirta); aquí posiblemente referido al ‘conjurador’
como ‘paje de Horón’.
48. También en este caso la actividad mágica se entiende como una cola­
boración entre el dios de la misma, Horón, y su lugarteniente humano, el
'mago conjurador’ (klp), denominado el ‘oficiante’ (v'y) en línea 2.
49. Ug. Izt: cf. DLU 250. Aquí y en el bícolon siguiente tendríamos una
seris de instrucciones y rúbricas dirigidas bien al conjurador, que ha de actuar,
bien preferiblemente al enfermo al que se exorciza. La veste sacra es elemento
imprescindible al respecto.
50. Ug. al ta p q a p q ; cf. DLU 44s. (/’-p-q/).
51. /: ‘desnudez’, ug. ‘rm ; cf. DLU 89 (‘‘rm l).
52. La expresión ug. to d htm da lugar a las más variopintas interpreta­
ciones. /: ‘el que está despierto’; ‘por (tu) reflexión’; ‘el de la vara’; cf. DLU
203 (htm).
53. /: ‘¿en tierra te quedarás clavado?’; ‘del hombre ... de la tierra apár­
tate’, ug. lars zrm.
54. Para su discusión detallada, cf. iíC 255ss.
55. Supuesto error de ‘rtn por ‘nt. En tal caso la diosa sería el sujeto de
todos ios ulteriores predicados.
56. £1 maleficio se ‘ceba’ en el prójimo sano y feliz, dañándote sin agre­
sión aparente.
57. Brujo/a o persona que ‘echa el mal de ojo’.
58. Tres categorías de oficios que reclaman una ‘vista’ clara. Posiblemen­
te ‘ojo’ está aquí por ‘conducta’ o ‘vida’ en general.

299
BIBLIOGRAFÍA

Esta bibliografía selectiva y anotada ha sido específicamente dise­


ñada para satisfacer la exigencia de ulterior información sobre tex­
tos concretos y para poner al alcance del lector los más recientes
estudios sobre la literatura ugarítica.

1. El contexto histórico-cultural

Durand, J.-M.: «La religión en Siria durante la época de los rei­


nos amorreos según la documentación de Mari», en G. del
Olmo Lete (cd.), Mitología y religión del Oriente antiguo II/
1 .Semitasoccidentales (Ebla, Mari), Sabadell, 1995, pp. 125-
533 (síntesis original, basada en gran parte en documenta­
ción inédita, de la religión semítico-occidental de principio
del ¡s milenio a.C., de gran utilidad para entender su evolu­
ció n a finales del mismo).
Klengel, H.: Syria 3000 to 300 B.C. A Handbook o f Political
History, Berlín, 1992 {exposición, basada en las fuentes ori­
ginales, del marco histórico-cultural de Siria desde el III al I
milenio a.C.).
Lemche, N. P.: The Canaanites and Their Land, The Tradition of
the Canaanites, Sheffield, 1991 (análisis del ámbito cananeo
en el i milenio a.C., sobre todo según la tradición hebreo-
bíblica).
Rede, S. von: Ugarit und seine Welt. Die Entdeckung einer der
dltesten Handelsmetropolen am Mittelmeer, Bergisch Glad-
bach, 1992 (exposición clara y simple del descubrimiento y
significación histórico-cultural de Ugarit).
Soldc, W.-H. van: «Ugarit: A Second Millennium Kingdom ofthe
Mediterranean Cost», en J. M, Sasson (ed.), Civilizations of
the Ancient Near East II, New York, 1995, pp. 1255-1266
(la más moderna síntesis de las culturas orientales antiguas).

301
2. Introducción general a la cultura ugarítica

Baldacci, M.: La scoperta di Ugarit. La cittá-stato ai primordi della


Bibbia, Casale Monferrato (AL), 1996 (el libro se presenta
como una enciclopedia de ugaritología que engloba las cues­
tiones de arqueología, historia y literatura, limitada ésta al
ciclo de Baal y a la Epopeya de Aqhal).
Cunchillos, J.-L.: Manual de estudios ugaríticos, Madrid, 1992
(guía bibliográfica general con exposición de las cuestiones
de geografía, arqueología, escritura y lengua, incluida una
sumaria gramática ugarítica).
Watson, "W. G. E. y Wyatt, N. (eds.): Handbook for Ugaritic Stu-
dies, Leiden, 1998 (obra colectiva, llevada a cabo por un
equipo de especialistas, en la que se estudian todos los aspec­
tos de la cultura ugarítica).

3. Instrumentos lingüísticos

Aistleitner, J.: ’Wórterbucb der ugaritischen Sprache, Berlin,41974


(obra hoy en día superada pero que representaba, junto con
el glosario del Ugaritic Textbook, el único elenco completo,
hasta su momento, de la lexicografía ugarítica. Sus opciones
lingüísticas resultan con frecuencia muy discutibles).
Del Olmo Lete, G. y Sanmartín, J.: Diccionario de la lengua uga­
rítica, vol. I (= DLU), Sabadell, 1996 (obra de referencia
para la discusión lingüística de las diferentes opciones inter­
pretativas adoptadas o excluidas en esta obra. El segundo
volumen, que completará la obra, aparecerá próximamente).
Gordon, C. H.: Ugaritic Textbook, Roma, 1965 (obra clásica, y
en muchos aspectos no superada, de referencia obligada.
Ofrece: gramática, edición de textos y glosario completo
hasta su momento. Existe una última reimpresión).
Segert, St.: A Basic Grammar ofthe Ugaritic Language, Berkeley-
Los Angeles-London, 1984 (gramática de estructura moder­
na y pedagógica, con vistas al uso escolar).
Sivan, D.: A Grammar o f the Ugaritic Language, Leiden-New
York-Koln, 1997 (el más reciente y actualizado tratamiento
de la gramática ugarítica, teniendo en cuenta todos los textos
hasta ahora publicados).

302
4. Ediciones y versiones de la literatura ugarítica
Caquot, A., Sznycer, M. y Herdner, A.: Textes ougaritiques I.
Mythes et légendes, París, 1974.
Caquot, A., Tarragon, J.-M . de y Cunchillos, J.-L.: Textes
ougaritiques II. Textes religieux et rituels. Correspondance,
Paris, 1989 (este segundo volumen completa la versión fran­
cesa, actualizada y global, de los textos de Ugarit. Su rica
anotación filológica la hace una obra de referencia inexcusa­
ble).
Del Olmo Lete, G.: Mitos y leyendas de Canaán según la tradi­
ción de Ugarit (= MLC), Madrid, 1981 (punto de partida de
!a presente edición, en esta obra encontrará et lector una
amplia introducción a los diferentes textos mitológicos y épi­
cos, con transcripción ugarítica, aparato crítico y discusión
filológica de los mismos).
Del Olmo Lete, G.: Interpretación de la mitología cananea. Estu­
dios de semántica ugarítica (= IMC), Valencia, 1984 (obra
complementaria de la precedente).
Del Olmo Lete, G.: La religión cananea según la liturgia de Ugarit
(= RC), Sabadelí, 1992 (complementaria de MLC, esta obra
analiza los textos de la práctica cultual de Ugarit con amplia
discusión fiiológica de todos ellos).
Moor, J. C. de: An Anthology ofReligious Texts from Ugarit, Lei-
den, 1987 (versión con sucinta discusión filológica en notas
de una selección de textos en gran parte coincidente con la
aquí presentada. Con frecuencia osado en sus propuestas in­
terpretativas, este estudio es enormemente sugerente y nos
ha obligado a revisar a menudo nuestras previas opciones).
Moor, J, C. de y Spronk, K.: A Cuneiform Anthology ofReligious
Texts from Ugarit. Autographed Texts and Glossaries, Leiden,
1987 (obra complementaria de la precedente).
Dietrich, M. y Loretz, O.: UgaritischeRituale undBeschwórungen
(Texte aus der Umwelt des Alten Testaments II. Religiose
Texte, pp. 299-356); Ugaritische Omen-Texte (ibid., pp. 94-
101); Liederund Gebeteaus Ugarit undEmar (ibid., pp. 818-
82 6)\Mytben undEpen (in ugaritischer Sprache) IV (ibid. III:
Weisheitstexte, Mythen und Epen, pp. 1091-1316), Gü-
tersloh, 1986-1997 (una de las más recientes versiones y dis­
cusiones de los textos ugaríticos; en los literarios depende
ampliamente de la obra de De Moor citada).
Dietrich, M., Loretz, O. y Sanmartín, J.: The Cuneiform Alphabe-
tic Texts from Ugarit, Ras Ibn Hani and Other Places (KTU:

303
2.a ed. ampliada) {= KTU), Münster, 1995 (edición standard
de los textos ugaríticos. Sobre sus lecturas, corregidas a ve­
ces, se basa la presente versión).
Pardee, D. et al., en W. W. Hallo, K. Lawson Younger, D, E.
Orton (eds.), The Context o f Scripture. Canonical Composi-
tions..., Leiden-New York-Koln, 1997 (la obra está concebi­
da como una actualización de similares empresas anteriores
de edición de textos orientales relacionados con la literatura
bíblica [cf. p. e. TUAT]. Se ha dado mayor amplitud al co­
mentario filológico y en tal sentido supera ampliamente a la
clásica ANET. Los textos ugaríticos han sido traducidos y
analizados por: D. Pardee [KTU 1.1-6; 1.14-16; 1.17-19;
1.23; 1.86; 1.100; 1.103+; 1.114; 1,119; 1.127; 1.141-144;
1.155; 1.163; 9.435]; B. Levine, J.-M. de Tarragon [1.41/
1.87; 1.161]; D. Fleming [KTU 1.169]; K. Lawson Youger
[KTU 1.113]; D. Cohén [KTU 1.85 y paralelos]; A. Demsky
[abecedarios]).
Parker, S. et al.: Ugaritic Narrative Poetry, Scholars Press, 1997
(obra colectiva que ofrece en transcripción y versión inglesa
actualizada y brevemente anotada una antología de textos
ugaríticos literarios elaborada por diferentes autores: M. S.
Smith [KTU 1.1-6; 1.8; 1.96; 1.133]; S. B, Parker [KTU
1.10; 1.11; 1.12; 1.17-19; 1.83; 1.100]; E. L. Greenstein
[KTU 1.14-16]; Th. J. Leweis [KTU 1.20-22; 1.23; 1.114];
D. Marcus [KTU 1.24]).
Smith, M.: The Ugaritic Baal Cycle I, Leiden-New York-Koln,
1994 (edición, traducción y análisis el más actual y filológi­
camente detalladísimo de las dos primeras tablillas del ciclo
de Baal, KTU 1.1-1.2).
Xella, P.: I testi ritmli di Ugarit, Roma, 1981 (el primer estudio
completo de los textos rituales, con detallado comentario lin­
güístico).

(Para las ediciones y versiones pioneras, anteriores a 1981


[p. e., G. R. Driver, J. C- L. Gibson, H. L. Ginsberg, C. H. Gor-
don], véase MLC 649ss. Otras menores se han sucedido con pos­
terioridad).

304
5. Estudios sobre la poética ugarítica

Meer, W. van der y Moor, J. C. de (eds.): The Structural Analysis


ofBiblical and Canaanite Poetry, Sheffield, 1988 (serie de
trabajos que analizan aspectos concretos y concomitantes de
ambas literaturas en relación con su expresión poética).
Watson, W. G. E.: Classic Hebrew Poetry, A Guide to its Tecb-
niques, Sheffield, 1984 (aunque centrada en la poética he­
brea bíblica, las aportaciones están cuajadas de referencias a
la poética ugarítica y son válidas para ella. Se puede conside­
rar esta obra como el tratado más completo y actual en su
género).

6. Síntesis e interpretación de la mitología y épica ugaríticas


Aitken, K.: Aqhat Narrative. A Study on the Narrative Stmcture
and Composition ofan Ugaritic Tale, Manchester, 1990 (aná­
lisis de la estructura narrativa y el nivel temático de la Epo­
peya de Aqhat desde una perspectiva estructuralista).
Del Olmo Lete, G.: «Mitología y religión de Siria en el n milenio
a.C. (1500-1200)», en G, del Olmo Lete (ed.), Mitología y
religión del Oriente antiguo II/2. Semitas occidentales, Saba-
deíl, 1995, pp. 45-222 (síntesis global de la mitología y la
práctica cultual de Ugarit en el contexto de la Siria antigua).
De Moor, j, C.: The Seasonal Pattem in the Ugaritic Myth o f
Ba'ltt, Kevelaer/Neukirchen-Vluyn, 1971 (estudio clásico que
mantiene su actualidad, sobre todo en su aspecto filológico).
Margalit, B.: A Matter o f ‘Life’ and 'DeathA Study oftbe Baal-
Mot Epic (CTA 4-5-6), Kevelaer/Neukirchen-Vluyn, 1980
(agudo e interesante tratamiento del núcleo central del mito
baálico, con sugerencias filológicas a veces muy discutibles).
Margalit, B.: The Ugaritic Poem o f Aqhat. Text. Translation. Com-
mentary, Berlin-New York, 1989 (exhaustivo y detallado
comentario [textual, literario, prosódico], lleno de sugesti­
vas y controvertibles opiniones interpretativas).
Parker, S. B.: The Pre-Biblical Narrative Tradition, Atlanta, GE,
1989 (excelente análisis de las formas y recursos de la narra­
tiva ugarítica, sobre todo épica).
Parker, S. B.: «The Literature of Canaan, Ancient Israel, and
Phoenicia: An Overview», en J. M. Sasson (ed.), Civilisations
o f the Ancient Near East IV, New York, 1995, pp. 2399-
2410 (una visión unitaria e inteligente de las literaturas de
los semitas occidentales del i milenio).

305
(Nos abstenemos de citar un gran número de síntesis de la
mitología y literatura ugaríticas en genera!, aparecidas en enci­
clopedias, diccionarios y obras de historia de las religiones orien­
tales, o en introducciones al mundo de la Biblia).

7. Literatura ugarítica y Biblia hebrea

Avishur, Y ,: Stylistic Studies in Word-Pairs in Biblical and Anden t


Semitic Literatures, Kevelaer/Neukirchen-Vluyn, 1984 (es­
tudio analítico del fenómeno posiblemente más llamativo de
coincidencia en la expresión poética del entero mundo ca-
naneo).
Del Olmo Lete, G.: «La religión cananea de los antiguos hebreos»,
en G. del Olmo Lete (ed.), Mitología y religión del Oriente
antiguo II/2. Semitas occidentales, Sabadell, 1995, pp. 223-
350 (estudio sistemático de las correlaciones ideológico-reli-
giosas ugarítico-hebreas con amplia y sistematizada biblio­
grafía sobre la cuestión).
Fisher, L. R. y Hummel, S. (eds.): Ras Shatnra Parallels. The Texts
[rom Ugarit and the Hebrew Bible Í-JII, Roma, 1972-1975-
1981 (elenco de elementos literarios de vario nivel así como
lexicales e institucionales en general comunes al mundo uga-
rítico y al bíblico. Especial atención recibe el elenco de los
pares lingüísticos comunes a ambas poéticas).
Loretz, O.: Ugarit und die Bibel. Kanaanaische Gotter und Reli­
gión im Alten Testament, Darmstadt, 1990 (síntesis muy bien
informada sobre todo de los aspectos religiosos que compar­
ten ambas culturas).

306
GLOSARIO

En la medida de lo posible hemos adecuado los NNPP a nuestra


tradición cultural, abandonando transcripciones más eruditas y
originales. El presente glosario pretende completar la informa­
ción aportando las formas originales (consonántica y silábica), la
normalización filológica (con frecuencia meramente aproximati-
va) y la descripción de la prosopografía y topografía que se citan
a lo largo de la obra,

Abiluma (ablm, /Abiluma/). Ciudad del dios lunar Yarhu, donde


es asesinado el Procer Aqhat.
Alalah (A-la-la-hki, /Alaíah/). Capital de un pequeño reino situado
al norte de Ugarit, importante por los archivos de tablillas
hallados en su nivel VII (siglo xvm a.C.) y IV (siglo xv).
Alepo (/?/£>, hal-b/pa, /Halba/). Capital del poderoso .reino de
Yamhad en el siglo xvm a.C. que mantuvo su significación
histórica en épocas posteriores. Fue sede de un famoso san­
tuario de Baal.
Ammishtamru (‘mtidtmr, a(m)-mi-YL~tam-ru, am-ME-ES-ta-am-
ru, /cAmmiítamru/). Nombre de diversos reyes de Ugarit, en
concreto del ante-ante-penúltimo (II).
Amurru (amr, a-mur-ru, /’Amurru/). Nombre común por ‘Occi­
dente’ o propio de un reino sirio de la época de El-Amarna.
Anat (cnt, a-na-tu, /cAnatu/). Diosa de la guerra y del amor, her­
mana-esposa de Baa! y figura preeminente en la mitología y
épica ugaríticas.
Aqhat (aqht /’Aqhatu/). Héroe de una las epopeyas ugaríticas, que
lleva su nombre.
Arar (arr, /’Arar-/). Nombre de montaña divina, probablemente
alternativo de Safón, y de un distrito del reino de Ugarit.
Arashshih (arsh , /’Arassiha/). Nombre de una ciudad mítica rela­
cionada con la divinidad protectora contra la mordedura de
serpiente.

307
Arish {ars, /’Arisu/). Monstruo enemigo de Baal, vencido por
Anat.
Arsay (arsy, /’Arsayu/). Una de las hijas de Baal.
Ashera (atrt, a-si-ir-t-, as-ra-t-, asar-t-, /’Aiiratu/). Diosa madre,
esposa del dios supremo EL
Ashtarot (cítrt, as-tar-t-, /:Attarátu/). Nombre de una de las ciuda­
des sede de Rafa/Milku, el Rey muerto y divinizado.
Ashtarte {‘ttrt, is>;+ DAR, /cÁ£tartu/). Diosa del amor y fertilidad,
emparejada con Anat en el mito y de escasa relevancia en
Ugarit.
Athtar (‘ttr, as-ta-ru, /eAttaru/). Divinidad secundaria en Ugarit,
pretendiente al trono de Baal,
Atik (clk, Mtiku/). Monstruo enemigo de Baal, vencido por Anat.
Attán {atn, at-ta-nu, /’Attanu/). Sumo sacerdote y Arúspice de
Ugarit.
Ayyamur (aymr, /’Ayyamur/). Nombre de una de las mazas que
Kothar proporciona a Baal para vencer a Yam.
Baal (M, ,/Ba';lu/). Dios de la tempestad y la fertilidad, tutelar de
Ugarit y protagonista de su principal ciclo mitológico.
Baquiat (bcft, ba-aq-at-(Y), /Báqicatu/). Nombre de una de las
Kotharot.
Bibita {bbt, (?)). Dios tutelar del palacio/dinastía de Ugarit, con­
sorte (?) de la diosa Ushharay.
Bibita {bbt, /Bibita/). Morada del dios Reshep.
Creta (kptr, kaptá-r-, /Kaptáru/). Morada del dios Kothar.
Damgay (dmgy, /Damgayu/). Una divinidad menor, esclava de
Ashera y madre de los ‘devoradores’ que se oponen a Baal.
Damiqtu (dmqt, /Damiqtu/), Nombre de la menor de las diosas
Kotharot.
Danatay ídnty, /Danatayu/). Nombre de la esposa de Daniel, pa­
dre de Aqhat.
Daniel (dnil, /Dani’ilu/). Padre del héroe Aqhat y coprotagonista
de la epopeya del mismo nombre.
Demarus (dmm, {?)). Apelativo de Baal, identificable con el dé-
maroüs citado por Filón de Biblos.
Dit/dán (dtldn, /Ditánu/). Legendario fundador de la dinastía de
los Refaim, a la que pertenencen los héroes y reyes de Ugarit.
Dubub (dbb, /Qubábu/). Monstruo femenino, enemigo de Baal,
vencido por Anat.
El (il, i-lu, /’Ilu/). Dios supremo de! panteón ugarítico.
Elihu {ilhu, /’lliha’u/). Hijo del rey Kirta.
Elimilku (ilmlk, DINGIR-ííií/-¿«, D¡NGIR-«jk-/í&, /’llimi/alku/).
Escriba de las tablillas mitológicas de Ugarit.

308
Elish (ils, /’Ilsu/). El heraldo de los dioses.
Gapán-Ugar (gpn u/ugr, /Gapnu-’Ugaru/). La pareja de dioses
dióscoros de Baal.
Gathar (gtr, ga-sa-ru, /Gatharu/). Nombre divino de los reyes
muertos.
Ghalal (¿11, /Galalu/). Mítica región productora de preciado vino.
Gubia (gbl, gu-ub-la /Gubia/). Nombre semítico de la ciudad de
Biblos.
Habay (hby, (?)). Genio burlón de aspecto teromórfico.
Hadad (hd, hdd, add, /Hadadu/). Nombre divino alternativo de
Baal de escasa relevancia en Ugarit.
Hammurapi (‘mrpi, am-mu-ra-pí, /cAmmurápi’u/). Ultimo rey de
Ugarit.
Harnamí (hmmy, /Harnamiyyu/). Gentilicio o apelativo del rey
Daniel.
Hayán (hyn, /Hay(y)ánu/). Nombre alternativo del dios Kothar.
Hirgab {hrgb, /Hirgabu/). Nombre del ‘padre de las águilas’ en la
Epopeya de Aqhat.
Hirihib (hrb, /Hirihibi/). Dios det verano, padre de Nikkal.
Hryt (hryt, {?)). Morada del (de los) dios(es) zz wkmt.
Horón (hm, /Horánu/). Dios invocado en ciertos conjuros má­
gicos.
Hubur (hbr, /Huburá/). Nombre de la ciudad-estado del rey Kirta.
Hurray (hry, /Hurrayu/). Esposa del rey Kirta.
Iiíbub (itibb, /’lnbubu/). Morada de la diosa Anat.
Ishat (ist, /’lsatu/). Monstruo femenino, enemigo de Baal, venci­
do por la diosa Anat.
Kankanay {knkny, /Kankanayu/). Montaña mítica que da acceso
al Infierno.
Kas (ks, hs, ha-zi, /Kasu/). Montaña divina, morada del dios El.
Kirta (krt, /Kirta/). Rey de Hubur, protagonista de la epopeya del
mismo nombre.
Kothar-Hasis (ktr whss, /Kótaru-Hasisu/). Dios de la magia y la
técnica.
Kotharot (ktrt, Katitátu/). Diosas patronas del parto.
Lalu (11, /Lalu/). Montaña mítica, sede de la Asamblea de los dioses.
Leviatán/Lotán (Itn, /Lotánu/). Monstruo mítico aniquilado por
Baal.
Líbano (Ibnn, la-ab-a-na, la-ab-la-na, /Labnána/). Montaña cele­
brada por sus cedros y su vino.
lrgt {Irgt, (?)). Morada del dios Yarhu.
Mari [mr, /Mari/). Morada de la diosa Ashtarte.
Menfis (bkpt, hi-ku-up-ta-ah /Hikupta/). Morada del dios Kothar.

309
Mirart-taghallil-binur (rnrrl tgll bnr, /Mirartu-tagallil-binüri/).
Ciudad mítica, maldecida por Daniel como posible escenario
del asesinato de Aqhat.
Mot (mt, /Mótu/). Ei dios ‘Muerte’, señor del Infierno.
Mulughay (mlghy, /Mulughayu/). Nombre de una de las diosas
Kotharot.
Nikkal-Ib (nkl ib, NIN.GAL, /Nikkalu-Ibbu/). Diosa lunar, de ori­
gen sumerio, esposa de! dios Yarhu.
Ninnay (nn-y, /Ninnayu/). Nombre del distrito en el que se halla
situado el Safón.
Niqmad (ttqmd., níq-ma^adu, ni-iq-má-du, /Niqmaddu/). Nom­
bre de diferentes reyes de Ugarit, entre ellos el penúltimo
{III).
Pabil ipbl, /Pabilu/), Rey de Udum y padre de Hurray, esposa de
Kirta.
Pidray (pdry, ópt-id-ra-i, /Pidrayu/). Una de las hijas de Baal.
Pughat (pgt, /Pugatu/). Hermana y vengadora del héroe Aqhat.
Purubahthi (prbbt, /Purubhti). Nombre de una de las diosas Ko­
tharot.
Qadesh-Amrar (qds wamrr, /Qadisu-’Amraru/). La pareja de dio­
ses dióscoros de Ashera.
Rafa (rpu, /Rapa’u, Rápi’u/). Epónimo de los Refaim.
Rahmay (rhmy, /Rahmayu/). Epíteto nominal de la diosa Ashera.
Refaim (rpum, /Rapa’iima, Rápi’üma/). Denominación de los hé­
roes reyes muertos y divinizados.
Safón (spn, /Sapánu/). Montaña morada de Baal.
Samal {sml, /Samalu/). Nombre de la madre de las águilas.
Shaatiqat (Hqt, /Sa'atiqatu/). Genio creado por El para curar al
rey Kirta.
Shahar (shr, /Saharu/). Una de las divinidades engendradas por El
que forma par con el dios Shalem.
Shaiy (siy, /Sa’iyu/). Topónimo desconocido de cierto desierto.
Shalem (slm, sa-li-m-, /Salimu/). Una de las divinidades engen­
dradas por El que forma par con el dios Shahar.
Shamak (smk, /Samak-/). Nombre de la región pantanosa del pos­
terior lago Hule en Galilea.
Shapash (sps, /Sapsu/). El dios ‘Sol’.
Sharelli (tryl, sar-el-li, /Sarelli/). Reina, esposa del último rey de
Ugarit Hammurapi.
Sharrumán (trmn, /Sarrumanu/). Uno de los apelativo divinos de
los reyes muertos de Ugarit.
Shiryón {sryn, /Siryánu/). Nombre alternativo del monte Líbano
o de su contrafuerte.

310
Shubaní (sbny, l]$ub-bá-ni, /Subbániyyu/). Gentilicio dei escriba
Ilimilku.
Sidyán {sdyn, /Sidyánu/). Ciudad, sede de un santuario de Ashe-
ra, identificada comúnmente con Sidón de Fenicia.
Sur (zr, /Tur-/). Ciudad, sede de un santuario de Ashera, identifi­
cada comúnmente con Tiro de Fenicia.
Takam (tkm, /Takam-/). Topónimo desconocido de cierto bos­
que o encinar.
Talay (tly, /Tallayu/). Una de las hijas de Baal.
Talish (tls, /Talisu/). Nombre de una divinidad inferior denomi­
nada ‘esclava de Yarhu’.
Taqiat {tcft, /Táqr-'atu/). Nombre de una de las diosas Kotharot.
Thakamún (tkmn wsnm, /Takamuna-Sunama/). Dióscoros del
dios El.
Thamak (tmk, /Tamuk-/). Topónimo desconocido referido a una
zona de célebres vinos.
Thamaq {tmq, /Tamaqu/). Héroe divino, uno de los Refaim.
Targhuziza (trgzz, /Targuziz-/). Nombre de una de las montañas
míticas que dan acceso al Infierno.
Thatiqat (ttqt, /Tátíqatu/). Nombre de una de las diosas Kotharot.
Tharrumagi (trmg, /Tarrumagi/). Nombre de una de las monta­
ñas míticas que dan acceso al Infierno.
Thiluhah ( tlhh, /TiJuhahu/). Nombre de una de las diosas
Kotharot.
Thitmanat ('Ttmnt, /Titmanatu/). Hija menor del Rey Kirta.
Tunnán (tnn, /Tunnánu/). Monstruo enemigo de Baal, vencido
por la diosa Anat.
Tuttul (ttl, /Tuttul-/). Ciudad siria, sede de un célebre santuario
del dios Baal.
Udum (udm, /’Udum-/). Ciudad-estado del rey Pabil.
Ugarit (ugrt, u-ga-ri-it/ta, /’Ugaric-/). Ciudad-estado en ia costa
siria septentrional.
Ughar (ugr, /’Ugar-/). Nombre alternativo de la morada de la dio­
sa Anat.
Ushhara (ushr(y), /’Usharafyu)/. Diosa de tradición hurrita, una
de las diosas de la dinastía.
Yagrush (ygrs, /Yagrus/). Nombre de una de las mazas que Kothar
proporciona a Baal para vencer a Yam.
Yam (ym, /Yammu/). El dios ‘Mar’, contrincante de Baal.
Yamán (yman, /Yam’án-/). Topónimo desconocido, celebrado por
su artesanía def metal.
Yarhu (yrh, /Yarhu/). El dios ‘Luna’.
Yassib (ysb, /Yassibu/), Hijo mayor del rey Kirta.
Yaw (yw, /Yawu/). Nombre alternativo del dios Yam.

311
ÍNDICE GENERAL

Contenido................................................................................ 7
Introducción............................................................................ 9

I. Contexto histórico y cultural ........................................ 9


1. El territorio................................................................ 9
2. Desarrollo histórico................................................... 11
3. Ugarit e Israel............................................................. 12
II. La literatura ugarítica..................................................... 13
1. Los archivos............................................................... 13
2. Tipología de los textos............................ ................ 15
3. La presente edición.................................................... 18
III. El universo mitológico de Ugarit.............................. . 19
" 1. Los dioses principales............................................. 19
2. El sistema binario del panteón de Ugarit............... 22
3. Las diosas principales.............................................. 23
4. Los dioses de la épica y otros textos....................... 26
IV. Literatura ugarítica y Biblia hebrea............................... 27
1. Filología compartida................................................. 27
2. Precariedad semántica ugarítica............................... 29

Abreviaturas............................................................................. 31

TEXTOS

Ciclo canónico de Baal........................................................... 35


La lucha entre Baal y Yam (KTU 1.1-1.2)................... 41
El palacio de Baal (KTU 1.3-1.4)................................. 63
El combate de Baal y Mot (KTU 1.5-1.6)................... 99

313
Ciclo baálico menor........................................................... 125
Los amores de Baal y Anat (KTU 1.10-1.11)...... 128
Baal y los dioses del desierto (KTU 1.12)........... 136
La Virgen-Madre Anat (KTU 1.13)..................... 143

Los mitos cultuales de los ciclos de El y de Yarhu......... 147


Los dioses apuestos y hermosos (KTU 1.23)...... 150
Una orgía divina que cura la embriaguez
(KTU 1.114)........................................................... 158
Mito ritual de las bodas de Yarhu y Nikkal
(KTU 1.24)............................................................. 162

Sagas y epopeyas................................................................. 167


La saga de los Refaim (KTU 1.20-22)................. 169
La epopeya de Kirta (KTU 1.14-16)................... 174
Epopeya de Aqhat (KTU 1.17-19)...................... 211

Textos de la praxis ritual.................................................. 247


El panteón de los dioses de Ugarit...................... 251
El panteón canónico (KTU 1.118)................ 251
El panteón de la dinastía (KTU 1.102)......... 253
La liturgia sacrificial.............................................. 255
Ritual del mes de ibclt (KTU 1.119)............. 255
Ritual del mes de m yn (KTU 1.41/87)........ 257
Ritual procesional (KTU 1.43)...................... 261
Ritual en honor de Ushhara(y) (KTU 1.115) 262
La liturgia sacrificial dinástica.............................. 268
Ritual regio-dinástico (KTU 1.39)................. 268
Ritual funerario del mes de gn (KTU 1.106) 270
Ritual de evocación del mes de hyr
(KTU 1.112).............................. “ ................... 272
Liturgia de la palabra en el culto......................... 277
El lógos de la exaltación del rey muerto
(KTU 1.108).................................................... 277
Ritual funerario por el rey muerto
(KTU 1.161).................................................... 279
Ritual de expiación (KTU 1.40).................... 281
Una letanía: alabanza y súplica (KTU 1.65).. 283
Otra letanía (KTU 1 .1 2 3 ).............................. 283

314
Conjuros mágicos.......... ................................. .. 289
Consulta por la salud de un infante
(KTU 1 .1 2 4 )........................................................ 289
Conjuro contra la mordedura de serpiente
a los caballos (KTU 1.100)................................ 290
Conjuro contra la impotencia (?) (KTU1.169) 293
Conjuro contra el mal (de) ojo (KTU1 .9 6)...... 294

Bibliografía............................................................................. 301
Glosario................................................................................... 307
índice general...................................... ................................... 313

315

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