Del Olmo Lete Gregorio - Mitos Y Leyendas Rituales de Los Semitas Occidentales
Del Olmo Lete Gregorio - Mitos Y Leyendas Rituales de Los Semitas Occidentales
Del Olmo Lete Gregorio - Mitos Y Leyendas Rituales de Los Semitas Occidentales
T R O X T A
EDICIONS DE LA UNXVERSIXAT DE BARCELONA
PLIEGOS DE O R I E N T E
SERIE PRÓXIM O OR IEN TE DIRECTOR; G REG ORIO DEL O L M O LETE
© C r e g o r io d el O lm o Lete, 1998
diseñ o de co lecció n
J o a q u ín G a l l e g o y A l f o n so so stres
ISBN TROTTA: 8 4 - 8 1 6 4 - 2 8 4 - 3
ISBN EUB: 8 4 - 8 3 3 8 - O 7 S - 5
d ep ósito legal: V A -9 56/9 8
im presión
Sim ancas E d icio n es, S .A .
C O N T E N ID O
Introducción......................................................................... 9
Abreviaturas........ ................................................................ 31
TEXTOS
Bibliografía.......................................................................... 301
Glosario................................................................................ 307
Indice general......... ............................................................ 313
7
INTRODUCCIÓN
I. C O N T E X T O H IS T Ó R IC O Y C U L T U R A L
1. El territorio
9
Hábitat de los semitas (ñor-)occidentales en el n milenio a.C.
10
La zona como tal no constituyó nunca en la antigüedad
una unidad política, pero a lo largo de la historia se desarro
llaron en ese ámbito diferentes centros de poder y cultura
sumamente intersantes.
2. Desarrollo histórico
11
como elemento de presencia ineludible (su rey Murshili I
llega incluso a devastar Babilonia), sobre todo en la zona
septentrional de Alepo-Alalah. Los archivos reales de la ca
pital hitita Hattusha (Bogazkóy) nos ilustran sobre la situa
ción.
Momentáneamente el poder hitita se verá eclipsado por
la aparición en la zona de una nueva potencia militar, los
hurritas del imperio de Mitanni, que arrebatan a aquéllos el
reino de Alepo; los archivos del reino feudatario de Alalah
nos ilustran ampliamente sobre el nuevo estado de cosas. La
expansión hurrita hacia el sur de Siria llega hasta el límite de
influencia egipcia en la zona, con virtiendo así a Siria en esce
nario del contacto y conflicto que enfrenta a las dos grandes
potencias del momento en Levante. Escenario que hereda del
nuevo Imperio hitita en el último tercio del n milenio a.C.,
una vez suprimido el predominio hurrita en la zona norte. Un
reflejo directo de la nueva situación, desde el punto de vista
económico y religioso, nos lo ofrece el archivo de Emar, un
principado sirio bajo protectorado hitita que nos ha legado
un amplia documentación cultual y administrativa.
3. Ugarit e Israel
12
ma alfabético. Ella permitió al minúsculo reino vasallo de
Ugarit sobrevivir a su propia ruina, acaecida a principios del
siglo X II a.C.
A partir de este momento las invasiones, tanto de los
Pueblos del Mar como de los araraeos, que hacen desapare
cer el Imperio hitita, por un lado, y detienen el influjo egip
cio dentro de sus fronteras, por otro, transforman la zona
durante el I milenio en un mosaico de pequeños reinos ára
meos (Norte) y cananeos (Sur), entre los que emergerán con
significación propia los reinos hebreos de Palestina. Pero su
especificidad cultural y religiosa, ampliamente desarrollada
en su tradición escrita, anulará y acabará por engullir todo
su entorno, que no puede competir con ellos en tradición
documental. Sólo el mundo fenicio podrá parangonárseles,
hasta que caiga absorbido por Roma. Pero este ámbito cultu
ral cae ya fuera de nuestra visión inmediata aunque en él se
reflejen muchos elementos que aportaremos a continuación.
II. LA L IT E R A T U R A U G A R ÍT IC A
1. Los archivos
13
frecuencia desenfocada, reconstruir la historia de la Siria
antigua. Nos faltan, no obstante, archivos tan importantes
como los de Yamhad, Karkemish, Qatna, Hasor y demás ‘rei
nos meridionales’, que nos permitirían reconstruir desde una
visión contrastada la movida historia del momento. Pero a
diferencia de los demás archivos de la época, el de Ugarit
nos ha conservado, aparte de gran cantidad de documenta
ción administrativa y cultual como aquéllos, una notable se
rie de textos mitológicos y literarios ausentes de los demás.
Por medio de aquélla podemos reconstruir la historia políti
ca e institucional de los otros reinos, incluso el desarrollo de
su praxis religiosa, pero sabemos muy poco de su mito, de la
articulación de sus creencias y configuración de su universo
divino, apenas dejado entrever por la mención de sus dioses
y algunas otras referenicias sueltas.
Y esto es precisamente lo que hace de los archivos ugarí-
ticos la fuente básica para reconstruir el universo mitológico
de la Siria del II milenio, que sin duda fue más rico de lo que
tal reconstrucción permite suponer.
Los textos fueron todos hallados en el nivel correspon
diente a la época última de la ciudad (siglos XIV-XII a.C.).
Los lugares precisos de su descubrimiento son: la Biblioteca,
adosada al templo de Baal, y el Palacio real o Gran Palacio.
En la primera aparecieron textos de carácter predominante
mente mitolológico y épico, mientras los del segundo son de
naturaleza administrativa. Otros textos fueron hallados en
el archivo del Palacio Pequeño o Palacio del Sur así como en
archivos particulares, pertenecientes a personal del culto y
la adivinización que mantenían sus propios registros, y en el
archivo del Palacio extramuros (Ras Ibn Hani).
Tales textos fueron incisos en tablillas de arcilla y están
redactados básicamente en la lengua del intercambio inter
nacional del momento (acadio) y en la propia de la ciudad
(ugarítico). De menor importancia y número son los que tes
timonian otros sistemas de escritura, correspondientes a
otras tantas lenguas diferentes: egipcio jeroglífico, hitita je-
14
rogtífíco y cuneiforme, hurrita, micénico linear y chipriota.
Esta diversidad da una idea del carácter cosmopolita de ía
cultura ugarítica.
Pero los textos que aquí nos interesan son ios redac
tados en la propia lengua y en un sistema cuneiforme alfabé
tico hasta ahora desconocido. En el mismo se combina el
sistema alfabético, de origen siro-cananeo, que aisló los fo
nemas consonanticos por medio de un elenco limitado de
grafemas (silabogramas de ápice consonántico), y el proce
dimiento caligráfico mesopotámico de la escritura cuneifor
me sobre tablillas de arcilla. Este último garantizó la pervi-
vencia de la literatura ugarítica, mientras la de otros pueblos
de la zona, que utilizaban ya desde principios del n milenio
el mismo sistema consonático, se disolvió materialmente al
haber sido consignada en sorportes biodegradables (perga
mino o papiro).
15
nos (Egipto, Mesopotamia, Anatolia), supo construir su pro
pia identidad, compartida por todo un mosaico de pequeños
Estados. Su peculiar concepción religiosa y su creatividad
cultural no se vieron absorbidas por aquéllos.
Los textos literarios que aquí vamos a considerar son, en
primer lugar, los mitológicos y épicos que comprenden: el
gran Ciclo canónico de Baal (KTU 1.1-6), el Ciclo baálico
menor (KTU 1.10-13), los Mitos cultuales de los ciclos de El
ydeYarhu (KTU 1 .2 3 ,2 4 ,1 1 4 ), la Saga de los Refaim (KTU
1.20-22), la Epopeya de Kirta (KTU 1.14-16) y la Epopeya
de Aqhat (KTU 1.17-19). A éstos se sumará una selección de
textos de la práctica religiosa que sólo en determinados ca
sos (textos de conjuro) manifiestan una estructura literaria y
forma poética, más allá de su valor como registros de apoyo
de la acción cultual. Los agrupamos bajo los siguientes epí
grafes: El panteón de los dioses de Ugarit (KTU 1.118,
1.102), La liturgia sacrificial (KTU 1.41, 1.43, 1.115), La
liturgia sacrificial dinástica (KTU 1 .3 9 ,1 .1 0 6 ,1 .1 1 2 ), La li
turgia de la palabra en el culto (KTU 1.108, 1.161, 1.40,
1 .6 5 ,1 .1 2 3 ), Conjuros mágicos (KTU 1 .1 1 9 ,1 .1 2 4 ,1 .1 0 0 ,
1.169, 1.96). A cada una de estas unidades textuales prece
derá una introducción en la que se analizará sumariamente
su género y su sentido.
En cuanto a la estructura del discurso, se ha de señalar
que los textos de la primera categoría y, como señalábamos,
algunos también de la segunda, se presentan en ‘forma poé
tica’, entendiendo por tal un modo de expresión de alguna
manera medido y uniformizado. Esto queda claro, dada la
constancia del formulario y el permanente paralelismo que
manifiesta. Se crean así expresiones homogéneas que se co
rresponden en sus partes. Ello hace que se hable de poesía,
es decir, de ‘forma’ ligada y organizada internamente. No
poseemos, con todo, el sistema métrico que preside tal orga
nización, si de veras existió alguno. Por eso nos vemos obli
gados a recurrir al contenido (paralelismo semántico) y a la
simetría externa (esticometría y paralelismo funcional), asu
16
miendo razonablemente que el verso o unidad de organiza
ción poética debe tener una longitud homogénea, corres
pondiente a un número proporcionalmente igual de unida
des fonemáticas o sílabas. Se admite, con todo, que es el
ritmo acentual el elemento determinante de la métrica cana-
nea3. Ateniéndonos a los datos mencionados, sobre todo al
paralelismo y constancia del formulario, el verso ugarítico
parece mantenerse dentro de unos límites prosódicos que
oscilan entre las siete y las doce sílabas, con predominio de
ocho/once.
Como las misma estructura paralelística deja suponer,
esas unidades esticométricas se organizan en grupos binarios
o ternarios (bícolon, trícolon). Tales agrupaciones constitu
yen la estrofa básica y a su vez pueden organizarse en unida
des estróficas más complejas (dístico, trístico), incluso en
enumeraciones o escalas numéricas que suponen tres o cua
tro bícola.
Estilísticamente es típica de estas composiciones ‘litera
rias’ (mitológicas y épicas) la combinación de elementos des
criptivos y dialógicos. Ello hace que no nos hallemos ante
puros relatos ni ante puros dramas. Se trata de dos recursos
estilísticos propios de la narrativa en general. Pero junto a
estas dos situaciones clave de la expresión literaria hay una
característica que resalta enormemente dentro de estos tex
tos. Es su pronunciado esquematismo formal, entendiendo
por tal el empleo constante de esquemas binarios del tipo
orden-ejecución, oferta-aceptación, súplica-concesión, pre
gunta-respuesta, etc.; en general podríamos agruparlos bajo
la categoría de ‘proposición-réplica*. Dichos esquemas pue
den incluso combinar el aspecto descriptivo (ejecución) con
el enunciativo o dialógico (orden). Esto impone al conjunto
una andadura sumamente iterativa en la que la ‘repetición’
se erige en recurso épico-dramático de primer orden. No
interesará, pues, el progreso rápido de la acción, sino su
recurrencia en fórmulas hechas que permiten contemplarla,
dominarla, detenerse en ella. Éste es de tal manera un recur-
17
so reflejo y consciente que a veces eí escriba se permite eco
nomizar texto remitiendo a un párrafo anterior para su re
petición.
Por otra parte, este esquematismo desemboca en un for
mulario que resulta él mismo enormemente estereotipado,
transcendiendo incluso las respectivas composiciones parti
culares para manifestarse como bien común de la expresión
literaria del momento. En este sentido, la literatura ugarítica
huye de la improvisación y de la innovación y se atiene a la
descripción de su universo religioso por medio de fórmulas
ya logradas que resultan casi artículos de fe. El movimiento
de los dioses, sobre todo, está presidido por un enorme hie-
ratismo literario: sus desplazamientos, reacciones, palabras,
son siempre iguales, tanto como los lugares de su morada o
la jerarquía de sus títulos. Se revela aquí el fondo profunda
mente oral de esta literatura.
3. La presente edición
18
al lector en su apreciación directa y seguida del mismo. Nues
tras obras antes mentadas dedican a los mismos amplio espa
cio y a ellas remitimos al lector que desee mayor ilustración
sobre un tema, paso o vocablo concreto. La bibliografía sis
temática, aportada al final de esta versión, está específica
mente diseñada para satisfacer esa exigencia y poner al al
cance del lector los más recientes estudios sobre la literatura
ugarítica.
III. E L U N IV E R S O M IT O L Ó G IC O D E U G A R IT
19
Precisamente en torno a su designación y su reconocí-
miento como ‘rey5 de los dioses gira todo el movimiento
épico del ciclo mitológico de Baal. Pues tal designación no
es un hecho caprichoso y autónomo de El, sino que tiene
las características de una ‘sanción’, de un reconocimiento
de hecho de la supremacía manifestada por los dioses en
sus mutuos enfrentamientos. En realidad, el único candida
to válido es Baal, el dios de la lluvia y de la fecundidad; y lo
que el mito trata de hacer es precisamente fundar y garanti
zar su realeza. El primer contrincante que le sale al paso, y
que parece obtener la sanción de El en su pretensión, es el-
dios Yam, la divinidad del mar. Su enfrentamiento parece
referirse a una situación primordial, cuando tal realeza no
había sido aún detentada por nadie, aunque ya se vislum
braba a Baal como futuro rey. De hecho, la proclamación
de Yam tiene las características de una destitución de Baal
por su comportamiento impropio para con los demás dio
ses. A este propósito, no se puede olvidar el carácter prola-
tivo de los temas mitológicos {de hecho, Baal será luego el
rey) y su organización cíclica. No podemos precisar más
este punto, pero la reducción a términos estacionales de
este conflicto resulta muy problemática. Quizá lo que se
sancione con esta primera candidatura de Yam para ser ‘rey
de los dioses’ sea la prioridad del elemento acuoso en todas
las teo-cosmogonías antiguas. De todos modos, contra tal
pretensión se alza Baal, y con la fuerza supradivina de la
magia, que le proporciona el dios artesano Kothar en for
ma de unas mazas prodigiosas, logra deshacerse de su ad
versario y desbaratar su pretensión. La proclamación, pues,
por parte de El abre paso a la realidad del contraste entre
las divinidades, tal como lo indicaba el mismo dios supre
mo. Proclamación y victoria (podríamos decir ‘carisma’)
son ambos elementos indispensables. Quizá nos hallemos
ante el posible reflejo de un orden social en el que el man
do se obtenía por designación (elección) y por demostra
ción (carisma) o, mejor aun, en el que la aceptación estaba
20
supeditada a la demostración de la capacidad correspon
diente.
Precisamente en este mismo contexto se sitúa la preten
sión y el fracaso del segundo pretendiente a la realeza divi
na, Athtar, el dios del desierto, que no en vano constituye
con el mar el par de aspectos que definen ai caos primitivo.
Frente a la candidatura de Yam, la suya no tiene ninguna
probabilidad, por carecer de los requisitos elementales para
ser rey.
Pero incluso, aun después de su triunfo sobre Yam, Baal
se ve obligado a recurrir al dios supremo El para conseguir
su reconocimiento y proclamación como ‘rey de los dioses’
y obtener consiguientemente su permiso para edificarse el
palacio que le corresponde como tal, palacio que le cons
truirá Kothar. Para lograrlo se vale de nuevo de la ayuda de
otras divinidades, en concreto del ascendiente de la diosa
Anat, hija de El, sobre su padre y de la persuasión de Ashera,
esposa del mismo dios El. De ese modo el panteón de Uga
rit se delinea dividido en dos grupos: dioses favorables u
hostiles a Baal. En realidad, la mayoría de los dioses, que se
nombran bajo el apelativo genérico de ‘hijos de El’ o de ‘los
setenta hijos de Ashera’, y hasta el mismo El, aparecen a la
expectativa en el conflicto que opone a Baal con sus princi
pales contrincantes, pues la mitología ugarítica es la ‘histo
ria de Baal’.
Vencido Yam y conseguida la realeza por Baal, no está
todo hecho. Surge ahora el enfrentamiento más decisivo, el
de Baal con Mot, divinidad de la esterilidad y de la muerte.
Tal enfrentamiento aparece como el de la sequía y la lluvia,
la vida y la muerte, que ambas divinidades personalizan. En
un primer encuentro, Baal tiene que ceder ante la suprema
cía de M ot y descender a su reino de muerte, momento que
se aprovechará para adelantar de nuevo la candidatura de
Athtar al trono divino. Pero de nuevo su incapacidad es ma
nifiesta. Nadie puede suplantar a Baal como rey. Se impone,
pues, su vuelta, que se logra gracias a la intervención belico-
21
sa de Anat, su ‘hermana-esposa’, y que el mismo El constata
en un sueño premonitorio. Vuelto de nuevo a la vida, y con
tando con la decisión de éste en su favor, logra Baal impo
nerse en un segundo encuentro a su adversario, ayudado esta
vez por el consejo persuasivo de la diosa Shapash. De esa
manera reina ya incontrastado en su palacio regio con la
aquiescencia de El,
22
supremo-dios inmediato, es estructural en toda la mitología
oriental.
Sí que podemos hallar en Ugarit, en cambio, restos no
de una suplantación de El por Baal, sino de la fusión de dos
sistemas de nomenclatura de este módulo mitológico estruc
tural. Por un lado tendríamos el sistema cananeo Dagón-
Baal y, por otro, el amorreo El-Hadad (posiblemente el caso
es también extensible a las denominaciones Anat-Ashtarte),
De hecho a Baal se le denomina tanto Hadad (bd) como ‘hijo
de Dagón’ (bn dgn). Y si no cabe duda de la identificación de
Baal con Hadad, no debiera haberla tampoco de la de El y
Dagón. El argumento aducido para su distinción, ocurrencia
de ambos nombres en las mismas listas de dioses y ofrendas,
no es en manera alguna definitivo. Tales ocurrencias supo
nen distintas denominaciones cúlticas, no distintas entida
des míticas; como tampoco las suponen las distintas ocu
rrencias del nombre de Baal. Al menos en los textos literarios
mitológicos no hay indicación válida de la suplantación de
El por Baal ni de la distinción entre El y Dagón.
23
Anatu. En ese sentido no forman una pareja con descenden
cia; su prole es la vida misma. Respecto de las ‘hijas’ de Baal
Pidray, Talay y Arsay, no se sabe realmente de qué genera
ción proceden ni quién sea su madre; son, en realidad, la
expresión de la actividad primordial del dios, como se des
prende de sus denominaciones: ‘hija de la luz’, ‘hija del or
vallo’, ‘hija de la crecida’, Anat, por otra parte, parece segu
ro que no tiene descendencia. Aparece esencialmente como
divinidad guerrera, batalladora, personificación de una fuer
za que se impone al mismo dios supremo y que es capaz de
salvar al dios de la vida, Baal, de los lazos del dios de la
muerte, Mot. A éste le extermina sin piedad y sin mayor
dificultad. Su fuerza guerrera no conoce oposición válida. Es
así comprensible ía acogida que tal divinidad tuvo en los
grandes Imperios batalladores como Egipto, en cuanto pa-
trona de una actividad esencial de los mismos, mientras en
Canaán fue perdiendo importancia en favor de su doble,
Ashtarte, personificación más bien del amor y la belleza, que
en Ugarit apenas si desempeña papel alguno. Su mención va
a veces unida a la de Anat, como hijas ambas de El. Esta
supremacía de la fuerza de la guerra sobre la del amor en la
mitología básica de Ugarit (de hecho, en ella apenas está pre
sente el aspecto erótico y sí, en cambio, sobresale el con
flictivo) y la correspondiente significación de las respecti
vas divinidades abogan por la atribución de tal mitología, o
de aquella de la que dependa la ugarítica, a un estadio socio-
político conflictivo de la sociedad de Ugarit antes de su defi
nitivo asentamiento en Canaán. Por otra parte, no se puede
desconocer que tal aspecto corresponde bien al tema épico
del ciclo mitológico de Baal, en el que se trata de solventar el
problema de la supremacía y triunfo de este dios sobre sus
enemigos y no tanto el de su funcionalidad como divinidad
de la fecundidad cultual. Este aspecto se resalta en mitos
cúlticos como el de Los dioses apuestos, el de Los amores de
Baal y Anat, el de La Virgen Madre Anat y quizá en el de Las
bodas de Yarhu y Nikkal.
24
Ashera, por su parte, mantiene un papel más estático en
todo este conflicto mitológico y aparece como la gran inter-
cesora ante su esposo El en favor de Baal, para obtener la
edificación de su palacio y la declaración de su realeza. Esto
no obstante, tanto su reacción previa a tal intercesión (acu
sación a Baal de haber asesinado a sus hijos) como la subsi
guiente a la muerte de este dios (reproche de Anat, que la
supone apresuradamente entregada a buscar un sustituto de
Baaí como rey de los dioses) dejan entrever unas relaciones,
si no tensas, al menos recelosas con este dios. Coincide en
esto, como vimos, con su esposo El; y también aquí su ex
presa vinculación con Yam, Athtar y los ‘monstruos mari
nos’ hace pensar en una relación especial de las divinidades
supremas con el caos y el desierto primordiales como su ac
titud más original, frente al posterior apoyo a la divinidad
del cosmos y la vida. Ashera, con todo, no parece haber des
empeñado un papel muy decisivo en la mitología ugarítica, y
su correlación con la Ashera bíblica supone un largo proce
so de desarrollo mitológico, no suficientemente esclarecido
aún, sobre todo en su relación con Baal, en el estadio de la
mitología cananea que refleja la Biblia hebrea.
Finalmente, la diosa Shapash, el Sol, mantiene una
función secundaria en el ciclo mitológico, pero bastante
estable y uniforme. En primer lugar, aparece como la di
vinidad del consejo definitivo en los contrastes que en
frentan a los dioses. Así, disuade a Athtar de su pretensión
de reinar en lugar de Yam y a M ot de la suya de suplantar
a Baal. Junto a esta su capacidad de consejera sapiente,
sirve de guía a Anat en su búsqueda de Baal y le ayuda a
sepultarle en Safón. En realidad, es una divinidad relacio
nada con el mundo infernal, que recorre en su curso noc
turno. De ahí que se le atribuya una relación directa con
los Refaim y de ahí también la que se supone mantiene
con el dios de la muerte y el infierno, casi como si fuera
su lugarteniente en la tierra durante la época del ardor
estival. Esta ‘Lámpara de los dioses’, que todo lo ilumina
25
y conoce, en particular los designios del dios supremo,
actúa, en consecuencia, como su mensajero.
26
mano, al margen, por tanto, de su caracterización naturalís
tica, los dioses manifiestan una mayor autonomía, menor
jerarquizad ón; cada uno retiene su propio papel frente al
hombre. Al menos por lo que se refiere a las divinidades
principales. Incluso el mismo Kothar mantiene su función
de dios artesano, pero al parecer sin dependencia de ningu
na otra divinidad. Los demás dioses o genios divinos que se
mencionan en estas epopeyas (Elish, Atiqat, Yatipán) desa
rrollan una función subsidiaria.
En cuanto al contenido mitológico de los poemas meno
res, su estado de deficiente conservación y su carácter más
episódico no permiten muchas generalizaciones. Los anali
zaremos en su momento oportuno. Aquí sólo pretendíamos
destacar las díneas máximas de la concepción de la divinidad
que manifiesta la literatura ugarítica. A propósito de cada
poema nos detendremos más concretamente en la organiza
ción y sentido del mito respectivo y, dentro del mismo, en la
función y figura de cada divinidad.
Por su parte los textos de la práctica litúrgica demues
tran un carácter estático a este respecto y no nos ilustran
sobre las relaciones de los dioses entre sí, más allá de la
jeraquización que puede suponer el orden de sus enumera
ciones o listas, divergentes a este respecto. Sólo en algún
caso aislado nos informan sobre la especial actuación de al
gún dios secundario, como Horón en el ámbito de la magia.
Haremos referencia a tales datos al momento de presentar
los correspondientes textos.
IV . L IT E R A T U R A U G A R ÍT IC A Y B IB L IA H E B R E A
1. Filología compartida
27
diferencia de concepción religiosa entre la mitología ugaríti-
ca y la teología hebrea es manifiesta. Pero esto no es óbice
para que se dé entre ambas literaturas una enorme superficie
de contacto tanto desde le punto de vista formal como de
contenido; en el fondo, una gran coincidencia de discurso.
De ahí que resulte inevitable el recurso a ambas para su mu
tua elucidación.
Hoy es normal entre biblistas acudir a la filología ugarí-
tica para tratar de precisar el sentido y origen de determina
dos lexemas hebreos de sentido impreciso o para descubrir
el trasfondo cananeo de determinados conceptos e institu
ciones del mundo bíblico. El vasto elenco de ‘pares lingüísti
cos’, fórmulas y clichés léxicos que comparten la expresión
poética ugarítica y la hebrea hacen indispensable y legítimo
tal recurso7. Por otra parte, hoy resulta cada vez más evi
dente el enorme peso cultural y religioso que soporta la Bi
blia hebrea y el básico cananeísmo del mundo hebreo ante
rior al exilio babilónico y a la consiguiente revisión religiosa
de su tradición8. Ahora bien, la literatura ugarítica brinda
por primera vez la posibilidad de acceder a las concepciones
cananeas tal como sus protagonistas las formularon y con
trastarlas así con la visión polémica y sesgada que de las mis
mas nos ofreció el posterior yahwismo.
Por su parte, la interpretación de numerosas secciones y
elementos de los textos ugaríticos dependió en sus inicios y
depende todavía hoy en día del recurso a la filología hebrea.
Ésta ofrece un contexto lexicográfico más amplio y más ve-
rificable que el ugarítico, limitado con frecuencia a ocurren
cias singulares o muy limitadas de numerosos lexemas. En
principio, la interpretación de los textos ugaríticos ha de
basarse en la filología semítica comparada, y dentro de ella
la aportación hebrea es determinante y con frecuencia dis
criminante frente a otras posibilidades ofrecidas por otros
ámbitos lingüísticos como el árabe o el acadio.
28
2. Precariedad semántica ugarítica
NOTAS
29
escritura consonántica, no presenta variantes. La edición citada registra los
lugares donde tales tablillas se conservan (Museos de Alepo, Damasco o el
Louvre).
3. Cf. W, van der Mcer y J. C. de Moor (eds.), The Structural Analysis
ofB iblícal and Canaanite Poetry, Sheffield, 1988; W. G. E. Watson, Classic
Hebrew Poetry, A Guide to its Techniques, Sheffield, 1984.
4 . G. del Olmo Lete, Mitos y leyendas de Canaán según la tradición de
Ugarit (= MLC), Madrid, 1981. Para los textos rituales y mágicos véase G. del
Olmo Lete, La religión cananea según la liturgia de Ugarit (= RC), Sabadeli,
1992.
5. Para las nuevas versiones de conjunto aparecidas con posterioridad
cí. la Bibliografía al final del libro. Especial atención se ha prestado a las
traducciones de De Moor, Dietrich-Loretz, Pardee y Parker et al. Las alterna
tivas que se señalan en nota se refieren normalmente a tales versiones, a veces
peculiares y otras compartidas, de tales autores.
6. G. de! Olmo Lete y J . Sanmartín, Diccionario d e la lengua ugarítica,
vol. 1 (= DLU), Sabadeli, 1996 (el vol. II aparecerá en breve).
7. Cf., entre otras muchas obras, L. R. Fisher y S. Hummel (eds.), Ras
Shantra Parallels. The Texts from Ugarit and the Hebrew Bible I-IH, Roma,
1972, 1 9 7 5 ,1 9 8 1 ; Y. Avishur, Stylistic Studies in Word-Pairs m Bibücaland
Ancient Semitic Literatures, Kevelaer/Neukirchen-Vluyn, 1984.
8. Cf. O. Loretz, Ugarit und die Bibel. Kanaandische Gótter und Reli
gión im Alten Testament, Darmstadt, 1990; G. del Olmo Lete, «La religión
cananea de ios antiguos hebreos», en G. del Olmo Lete (ed.), Mitología y
religión del Oriente antiguo II/2. Semitas occidentales, Sabadeli, 1995, pp.
223-350.
30
ABREVIATURAS
1, Generales
2. Signos
31
TEXTOS
CICLO CANÓNICO DE BAAL
El llamado ciclo de Baal engloba una serie de textos que des
criben las vicisitudes por las que pasa este dios para afirmar
su predominio como rey de dioses y hombres. Predominio
que tiene su fundamento en su reconocida capacidad, como
dios de la lluvia, de garantizar la vida y la fertilidad en una
zona que depende esencialmente de la misma. De entre estos
textos, los contenidos en las tablillas KTU 1.1-6 constituyen
lo que denominaríamos el ciclo canónico1. Incluso cabe pen
sar que forman una unidad redaccional, aunque el estado
fragmentario de los mismos, que tantas veces habremos de
lamentar en relación con el conjunto de la literatura ugaríti
ca que nos ha llegado, nos impide afirmarlo con seguridad.
Sobre todo las tres primeras tablillas no ofrecen una secuen
cia clara, ni entre sí ni en relación con las siguientes. Podría
mos estar ante diferentes unidades redaccionales. Sin em
bargo, desde el punto de vista ‘del argumento mitológico’, la
secuencia puede asumirse con mucha probabilidad.
Aquí lo presentaremos repartido en tres mitemas per
fectamente concatenados entre sí: el del Combate de Baal
contra Yam, el dios Mar u Océano primordial; el de la Cons
trucción del palacio de Baal, su morada, baluarte y despensa;
y, finalmente, el del Combate de Baal con Mot, el dios Muer
te. Por el primero, Baal conquista su derecho a la suprema
37
cía entre los dioses, reconocida y sancionada por el dios su
premo, El. Por el segundo, tal supremacía se confirma, im
pone y es reconocida por dioses y hombres. Por el tercero,
tal afirmación del dios de la vida se somete al test permanen
te de su propio límite, la muerte, y se transforma en una
victoria que debe renovarse constantemente (la vida no es,
sino que deviene, es un proceso de constante acoso y supera
ción).
Todos estos contrastes y luchas divinas están presididos
por la suprema y en cierto sentido lejana figura del dios El.
Este dios primordial nunca perderá su supremacía, pero deja
que sus ‘hijos’ se repartan el ‘cosmos’; mejor dicho, que or
ganicen ese cosmos a través del contraste de las fuerzas y
poderes que incorporan. El se limitará a dar su sanción, y de
esa manera legitimar y confirmar el resultado de tal contras
te, desde una aparente neutralidad. Como dios primordial
tiene sus raíces, su morada, en el fondo del caos: Yam es por
eso su ‘hijo predilecto’. Pero como dios creador patrocina la
vida y la organización consiguiente del ‘cosmos’ en la que
aquélla prospera. Por tanto se pondrá de parte de Baal en su
enfrentamiento con los poderes del caos y la muerte. De esta
manera, en la concepción baálica, la realidad se organiza en
tres ámbitos, presididos cada uno por un ‘hijo de El’: el Océa
no primordial, dominado por el dios Yam, el Cielo en y des
de el que reina Baal, y el Infierno, la trastienda de la vida, en
el que impera Mot. Los tres ámbitos en que también la mito
logía griega dividía el poder de los dioses: el cielo-tierra para
Júpiter, el mar para Poseidón y el infierno para Plutón. Y en
el centro de este triángulo mitológico, la tierra del hombre
abierta al beneficio o maleficio de aquellos poderes.
Esta es una concepción mitológica enormemente diná
mica y de una profunda significación antropológica, a me
dio camino entre un pesimismo nihilista y un optimismo
irreal. La vida es una conquista incesante y frágil, siempre
amenazada de muerte, absorbida por ésta. Se trata de una
concepción religiosa que no aporta una seguridad cómoda y
38
definitiva: su mismo dios se ve sometido a una incesante y
anual pasión para salvar el destino de la vida. En esta efemé-
ride personal tendrá dioses ‘ayudantes’ y dioses ‘contrincan
tes’; bandos en que se divide el panteón ugarítico en razón
misma del reparto de poderes esbozado y la mentada ambi
valencia del dios supremo El, del que todos son ‘hijos’. Entre
aquéllos sobresaldrán el dios de la magia, Kothar, y la diosa
del amor y la guerra, Anat, su hermana-esposa. El dios Sol
(Shapash) resultará más ambivalente en su actuación en es
tos conflictos. La realeza de Baal es, pues, una realeza ardua
y limitada, como de hecho se vivía y percibía la realeza em
pírica en aquellas coordenadas históricas: el rey debía vivir
en un constante esfuerzo de afirmación, en lucha permanen
te contra sus enemigos y supeditado al poder supremo de
Hatti o de Egipto.
De hecho, aparte de esta concepción mitológica de base,
el ciclo de Baal está presidido por una estructurante ideolo
gía regia. Todo poder decisivo tiende a afirmarse como rea
leza, con lo que el mito adquiere un ineludible sentido polí
tico. Se refleja en él, por un lado y de manera más superficial,
el orden imperante históricamente en la Siria del II milenio,
al que más arriba nos referíamos. Bajo la suprema y lejana
preeminencia del soberano hitita (o egipcio para el caso de
la Siria meridional), los monarcas de los pequeños reinos
sirios se afirman en constante pugna de unos con otros, cir
cunscritos en su poder y en riesgo constante de perderlo.
Aquél se limitará las más de las veces a sancionar situaciones
de hecho surgidas de tales conflictos, con tal de que éstos no
afecten a su soberanía imperial.
Pero, a un nivel más profundo, se da en esta formula
ción literaria una osmosis ideológica entre el rey como dios
y el dios como rey. La realeza como categoría absoluta y
divina en la que se expresa el poder de los dioses, que otorga
a los reyes humanos una capacidad de ser y actuar equipara
ble a la de aquéllos y que se consumará en una identificación
con la esfera divina post mortem. Baal era el patrón de la
39
cía entre los dioses, reconocida y sancionada por el dios su
premo, El. Por el segundo, tal supremacía se confirma, im
pone y es reconocida por dioses y hombres. Por el tercero,
tal afirmación del dios de la vida se somete al test permanen
te de su propio límite, la muerte, y se transforma en una
victoria que debe renovarse constantemente (la vida no es,
sino que deviene, es un proceso de constante acoso y supera
ción).
Todos estos contrastes y luchas divinas están presididos
por la suprema y en cierto sentido lejana figura del dios El.
Este dios primordial nunca perderá su supremacía, pero deja
que sus ‘hijos’ se repartan el ‘cosmos’; mejor dicho, que or
ganicen ese cosmos a través del contraste de las fuerzas y
poderes que incorporan. El se limitará a dar su sanción, y de
esa manera legitimar y confirmar el resultado de tal contras
te, desde una aparente neutralidad. Como dios primordial
tiene sus raíces, su morada, en el fondo del caos: Yam es por
eso su ‘hijo predilecto’. Pero como dios creador patrocina la
vida y la organización consiguiente del ‘cosmos’ en la que
aquélla prospera. Por tanto se pondrá de parte de Baal en su
enfrentamiento con los poderes del caos y la muerte. De esta
manera, en la concepción baálica, la realidad se organiza en
tres ámbitos, presididos cada uno por un ‘hijo de El’: el Océa
no primordial, dominado por el dios Yam, el Cielo en y des
de el que reina Baal, y el Infierno, la trastienda de la vida, en
el que impera Mot. Los tres ámbitos en que también la mito
logía griega dividía el poder de los dioses: el cielo-tierra para
Júpiter, el mar para Poseidón y el infierno para Plutón. Y en
el centro de este triángulo mitológico, la tierra del hombre
abierta al beneficio o maleficio de aquellos poderes.
Esta es una concepción mitológica enormemente diná
mica y de una profunda significación antropológica, a me
dio camino entre un pesimismo nihilista y un optimismo
irreal. La vida es una conquista incesante y frágil, siempre
amenazada de muerte, absorbida por ésta. Se trata de. una
concepción religiosa que no aporta una seguridad cómoda y
38
definitiva: su mismo dios se ve sometido a una incesante y
anual pasión para salvar el destino de la vida. En esta efemé-
ride personal tendrá dioses ‘ayudantes’ y dioses ‘contrincan
tes’; bandos en que se divide el panteón ugarítico en razón
misma del reparto de poderes esbozado y la mentada ambi
valencia del dios supremo El, del que todos son ‘hijos’. Entre
aquéllos sobresaldrán el dios de la magia, Kothar, y la diosa
del amor y la guerra, Anat, su hermana-esposa. El dios Sol
(Shapash) resultará más ambivalente en su actuación en es
tos conflictos. La realeza de Baal es, pues, una realeza ardua
y limitada, como de hecho se vivía y percibía la realeza em
pírica en aquellas coordenadas históricas: el rey debía vivir
en un constante esfuerzo de afirmación, en lucha permanen
te contra sus enemigos y supeditado al poder supremo de
Hatti o de Egipto.
De hecho, aparte de esta concepción mitológica de base,
el ciclo de Baal está presidido por una estructurante ideolo
gía regia. Todo poder decisivo tiende a afirmarse como rea
leza, con lo que el mito adquiere un ineludible sentido polí
tico. Se refleja en él, por un lado y de manera más superficial,
el orden imperante históricamente en la Siria del II milenio,
al que más arriba nos referíamos. Bajo la suprema y lejana
preeminencia del soberano hitita (o egipcio para el caso de
la Siria meridional), los monarcas de los pequeños reinos
sirios se afirman en constante pugna de unos con otros, cir
cunscritos en su poder y en riesgo constante de perderlo.
Aquél se limitará las más de las veces a sancionar situaciones
de hecho surgidas de tales conflictos, con tal de que éstos no
afecten a su soberanía imperial.
Pero, a un nivel más profundo, se da en esta formula
ción literaria una osmosis ideológica entre el rey como dios
y el dios como rey. La realeza como categoría absoluta y
divina en la que se expresa el poder de los dioses, que otorga
a los reyes humanos una capacidad de ser y actuar equipara
ble a la de aquéllos y que se consumará en una identificación
con la esfera divina post mortem. Baal era el patrón de la
39
dinastía real y a su vez el rey era entronizado como ‘Baal’,
según sabemos por un texto de Mari (A. 1 9 6 8 :2 ’-5?) en el
que el dios Baal/Adad de Alepo, el gran Baal amorreo-cana-
neo, dice al rey Zimri-Lin: «Las armas con que combatí a
Témtum (el Abismo/Mar) te las entregué a ti; con el óleo de
mi victoria te ungí». Es clara la referencia al mito ugarítico y
al combate de Marduk con Tiamat en el poema babilónico
Enuma Elis. El mitema, pues, se remonta a principios del II
milenio y se presenta perfectamente integrado en la afirma
ción y legitimación de la monarquía amorrea de Mari, como
lo sería medio milenio más tarde de la de Ugarit.
Esta mitología de la fertilidad resulta así a la vez una
teología de la realeza, entendida como realidad y regalidad
al mismo tiempo. En esta perspectiva, el dios El mantendrá
inmarcesible su carácter de Emperador indiscutido, si bien el
dios próximo y de recurso inmediato será siempre Baal. A él
acudirán los fieles ugaritas más a que ningún otro dios y la
tradición épica, como veremos, revelará su papel de interce
sor en favor del rey ante el dios supremo El.
Tal conjunto literario constituye el mito sirio por exce
lencia, sin paralelo en otras literaturas orientales, pero sí con
posible influencia en otros mitos mesopotámicos. A este res
pecto hoy en día comienza a abrirse paso la opinión de que
el mito babilónico del Enuma Elis y la figura de Marduk qué
en él se dibuja tienen ascendencia semítica occidental o amo
rrea, como demostraría el citado texto de Mari.
NOTAS
40
LA LUCHA ENTRE BAAL Y YAM
(KTU 1.1-1.2)
41
contraste entre los dos contrincantes es ineludible. La pre
tensión del dios Athtar, como posible tercero en discordia,
es orillada por el dios Sol, Shapash, que le disuade de querer
enfrentarse con él, pues Yam posee el beneplácito de El,
mientras su insuficiencia para el cargo de rey es manifiesta.
A la negativa de sometimiento, formulada imprecatoria
mente por Baal, que equivale a una declaración de guerra e
insumisión frente a El y Yam, responde éste exigiendo de los
dioses que le sea entregado Baal, de acuerdo con el decreto
de El. Los dioses, a pesar de la reprimenda de Baal, enmude
cen ante la demanda y El decreta el sometimiento de Baal a
Yam, a quien había encargado ya anteriormente llevarlo a
cabo.
A pesar de tener todo el ‘cielo’ en contra, Baal se rebela
y ataca a los mensajeros de Yam, como expresión de su
voluntad de responder en persona a su señor. Su respuesta
no se nos ha conservado, pero los hechos la suplen y nos
presentan a continuación a las dos divinidades enzarzadas
en singular combate. Este es encarnizado, pues Yam resulta
invulnerable, y cuando ya parece que la suerte es decidi
damente adversa para Baal, la intervención mágica del dios
artesano Kothar le dota de armas capaces de destruir a su
adversario, al segundo intento. Así, con ayuda de una fuerza
superior a la voluntad misma de los dioses, la magia, consi
gue Baal al fin la victoria sobre su contrincante y se alza con
la dignidad real. Ya sólo falta que El sancione lo que la
victoria ha demostrado, incluso contra su decisión, aunque
no contra su sospecha. A este mitema de La lucha de Baal y
Yam hace referencia, sin duda, el texto de Mari citado más
arriba.
El conflicto entre Yam y Baal reproduce, sin duda, un
contraste o crisis natural vivida con especial intensidad y
urgencia por las gentes de Ugarit, o tradicionalmente recibi
da y transmitida en su ámbito. En este sentido, el episodio
mítico parece estar unido al contraste primordial, que atesti
gua toda la mitología oriental, entre el caos acuoso y el cos
42
mos organizado y fértil; de él poseemos, al parecer, varias
versiones o alusiones en la misma Ugarit, como hacen supo
ner las referencias a la victoria sobre Leviatán/Lotán y
Tunnán por parte de Baal y Anat. La misma Biblia hebrea ha
guardado vestigios de estos combates míticos, tanto en el
relato tardío de la creación (Gn 1) como en algunas alusio
nes sueltas a los mismos (Sal 65,7-8; 74,12-17; 89,10-15;
93,1-5; 104,1-9; Job 9,5-14; 38,8-11; 40,15-41...).
El fenómeno del mar es para las gentes de Ugarit, que
viven a su orilla y lo surcan incesantemente, un elemento de
interés mitificador que transciende y engloba la significa
ción estacional que el mal tiempo invernal representa como
momento de riesgo y aniquilación de la vida, que en él se
está gestando. Su contención es vivida como un contraste
radical y primordial entre dioses. Este combate primordial
acaba con él de una vez para siempre y se asegura la supre
macía de Baal, que garantiza la tranquilidad del orden cós
mico, incluso la navegación: la osadía de lanzarse al Mar
vencido. Naturalmente, el mito posee también un sentido
estacional dentro de! tema de la fertilidad, en cuanto esa
victoria supone un control de la potencia siempre amena
zante del Mar que permite el desarrollo de la vida en la
tierra, sobre la que reina Baal, que la fecunda con su lluvia;
sentido que se pone sobre todo de relieve en los momentos
de su mayor furor.
KTU 1.1 V
43
KTU 1.1 IV
Queja divina
(Laguna)
44
Proclamación de Yam
Banquete
45
[abatió] toros y [carneros cebones],
[novillos de un año]
corderos, [lechales a montones9].
(Laguna)
Mensaje de El a Kothar
(Laguna)
— [Así, pues, poned" cara]
1 [hacia Menfis1-5, que de (un) dios es todo él]:
[Creta] es la sede [de su trono],
[Menfis, la tierra de su propiedad].
A través de mil acres, [diez mil fanegas13]
[a los pies de Kothar14] inclinaos y caed,
[postraos y rendidle honores];
y decid a [Kothar-Hasis],
5 [repetid a (Hayan)], el artesano ambidiestro:
— [Mensaje del Toro, El, tu padre],
palabra del Benigno, [tu progenitor]:
— ¡Oh Kothar...,
prepara...
dispón en la roca (? )...!
10 — Empuña tu asta (y) tu [maza]15,
[hacia mí tus pies se den prisa],
hacia mí se apresuren [tus pasos],
[hacia la montaña], el monte Kas16.
Pues tengo un dicho [que voy a comunicarte],
una palabra que quiero repetirte.
[Es el dicho del árbol y la charla de la piedra17]:
46
el cuchicheo de los cielos con [la tierra],
[de los abismos con las estrellas].
<La piedra18 del rayo que no comprenden los cielos>,
la ‘voz’ que no comprenden los hombres, 15
[ni entienden las multitudes de la tierra].
Ven y yo (te) lo [revelaré]
[en mi montaña, el monte Kas].
Respondió Kothar-Hasis:
— [Idos, idos, heraldos divinos];
vosotros podéis ir despacio, [pero yo he de dejar]
[Creta] por el dios más lejano19,
Menfis [por la divinidad más distante],
a/por dos capas debajo de [las fuentes de la tierra], 20
[tres medidas] de las profundidades20.
Así, puso entonces [cara]
[hacia el benigno], El, el Entrañable21,
hacia la montaña, [el monte Kas].
Se presentó en la gruta22 de El [y entró]
[en la residencia del Rey], Padre de años23.
A [los pies de El se inclinó y cayó],
se postró [y le rindió honores], 25
[Y replicó] el Toro El, [su pa]dre:
— [Escucha, ¡oh Kothar-Hasis;
de prisa [construye...],
[de prisa...]
en medio [...].
(Laguna)
KTU 1.1 II
47
Mensaje de El a Anat
(Laguna)
1* — [Así, pues, poned cara
hacia Inbub24.
A través de mil barrios, diez mil manzanas;
a los pies de Anat inclinaos y caed,
postraos y rendidle honores;
y decid a la Virgen25 Anat,
repetid a la ‘Pretendida de los pueblos’26:
— Mensaje del Toro El, tu padre,
palabra del Benigno, tu progenitor:
Sal al paso de la guerra en la tierra,
pon en la estepa concordia,
derrama paz en el seno de la tierra,
reposo en las entrañas del campo]27.
1 [Empuña tu asta (y) tu maza],
[ha]cia mí tus pies [se den prisa],
[hacia mí se apresuren] tus pasos,
[hacia la montaña, el monte Kas].
48
[hacia mí cus pies] se den prisa,
[hacia mí se apresuren cus pasos],
hacia la montaña, [el monte Kas],
(Laguna)
(Laguna)
— [Idos, idos, heraldos divinos;
vosotros podéis ir despacio, pero yo he de dejar
Creta] por el dios más lejano,
[Menfis por la divinidad más distante,
a/por dos capas debajo de las fuentes de la tierra,
a tres medidas de las profundidades33].
[Así], puso entonces cara
hacia El (que mora) en la fuente de [los dos raudales],
[en el seno del venero de los dos océanos34].
[Se presentó] en la gruta de El y entró
en la morada del Rey, [Padre de años].
[A los pies de El se inclinó] y cayó,
se postró y [le] rindió honores35.
Intromisión de Athtar
50
Intervención disuasoria de Shapash
(Laguna)
51
KTU 1.2 I
Imprecación de Baal
(Laguna)
Mensaje de Yam
52
hacia la Asamblea plenaria53,
hacia la montaña Lalu],
[A los pies de El] no caigáis,
no os postréis (ante) la [Asamblea] plenaria.
[Puestos en pie transmitid vuestro] encargo,
repetid vuestro comunicado
y decid al Toro El, [mi padre],
repetid a la Asamblea] plenaria:
— Mensaje de Yam, vuestro Señor,
de vuestro dueño, [el Juez Nahar]:
— Entregad, dioses, a quien rendís pleitesía,
a quien rendís pleitesía, multitudes54.
Entregad a Baal [y a sus servidores],
al hijo de Dagón, de cuyo oro pueda apoderarme.
Respuesta de El
54
Reacción de Baal
KTU 1.2 II
CTexto irreconstruible)
(Laguna)
KTU 1.2 IV
55
to éste parece llevar ventaja, pero entonces viene en ayuda de
Baal el dios artesano y mago, Kothar, con el que al parecer ha
tenido un encuentro previo. Le proporciona el arma letal que
le otorgará la victoria sobre su enemigo. Aparece así la magia
como un poder autónomo y supremo al que están sometidos
los avatares de los mismos dioses.
Escena de combate
(Laguna)
1 — [La fuerza (?) de mi] mano cede,
fenece [el vigor (?) de mi] espíritu.
[A mi enemigo (?)] no fui capaz de expulsar,
aunque arrojé [mis dardos (?)61].
Pero en Yam la calma no sufrió mengua,
a Yam ei pecho [le creció (?)],
[al] Juez Nahar el tórax (?)62.
Entonces a espada intenté (arremeter)63,
poner fuego [a su casa (?)64].
(Pero) a tierra cayó nuestra fuerza,
5 al suelo nuestra potencia65.
(Apenas) de su boca la frase salió,
de sus labios su palabra,
cuando, dando un grito66, se precipitó
a los pies del trono del Príncipe Yam.
Intervención de Kothar
Y replicó Kothar-Hasis:
— íNo te lo dije67, ¡oh Príncipe Baal!,
no te le repetí, ioh Auriga de la nubes!?
Ahora a tu enemigo, Baal,
ahora a tu enemigo debes aplastar,
ahora debes destruir a tu adversario.
10 Posesiónate de tu reino eterno,
de tu dominio por los siglos de los siglos.
56
Las armas mágicas decisivas
intervención de Ashtarte
35 repuso:
— Yam está sin duda muerto,
[Baal reina/e],
(Texto irreconstruible)
(Laguna)
NOTAS
58
4. El dios aludido podría ser Yam, que sufre la actuación desordenada
de Baal y cuya exaltación se describe a continuación.
5. Cf. DLU 152 (/G-R-Y/). /: ‘nombra a su hijo...’.
6. Alusión al cambio de nombre para ei nuevo rey. O posible error
escriba], dada la semejanza de los signos cuneiformes, por ym {.}k. En todo
caso, este ND yw no tiene que ver, al parecer, con el Dios de la Biblia yhwh.
7. Para la fórmula, cf. KTU 1.3 IV 1-3.
8. Para la fórmula, cf. KTU 1.3 V 1.
9. Para la fórmula, cf. KTU 1.4 VI 40-43.
10. La columna es reconstruida desde fórmulas y frases hechas que se
repiten a lo largo de estos textos.
11. Cabe la traducción en pasado ejecutivo; ‘pusieron cara es decir,
en el momento de la transmisión, no en el del encargo del mensaje. Sobre el
estilo y formulario de mensaje en la literatura ugarítica, cf. MLC 52ss.
12. Llamada en ug. hkpt, transcripción de eg. h(w)t-k'-pt(h), ‘la casa del
ka de Ptah’. En paralelo se menciona a Creta, ug. kptr. Ambos topónimos
definen el ámbito o morada del dios de la magia Kothar-Hasis, el Hefesto
cananeo.
13. Versión aproximativa de una frase hecha que pretende reproducir la
semántica de los términos semíticos [id, bnn) como medidas de superficie
más que de longitud. La frase podría unirse a! bícolon precedente como indi
cación de la marcha más que de la meta.
14. También llamado Hayan, dios de la técnica y la magia, el Hefesto/
Vulcano siro-cananeo, descrito siempre como ‘el de los trabajos de las dos
manos’.
15. /: «apresúrate, corre, date prisa ug. hlk ‘sk ‘bsk.
’7' 16. Diferentes designaciones mitológicas del ‘Olimpo’ siro-cananeo, si
tuado para ios ugaritas en el monte Casio de la época clásica, el Gabalu-l-
’Aqra‘ moderno.
17. /: ‘un asunto de madera y una charla de piedra’ . Esta sorprendente
expresión de implicaciones cósmicas parece referirse a la revelación del ‘rayo’,
realidad sólo conocida por la divinidad, que se apresta a revelarla, tal como
supone el texto paralelo KTU 1.3 III 20-28, del que aquí se ha omitido una
íínea. Las diferencias de versión surgen ante la ambigüedad que ofrece ug.
abtt, ‘piedra’ o formal verbal ‘yo entiendo’ [incluso: ‘yo construyo’], así como
ug. rgm, ‘voz', ‘palabra o dicho’, ‘asunto’ y ‘trueno’ . Pero por qué el ‘rayo’ es
una palabra del árbol tiene que ver posiblemente con su simbolización como
el asta del dios de la Tempestad en la famosa estela de Baal, conservada en el
museo del Louvre: una rama florida que acaba en una cabeza de piedra. Den
tro del mismo lenguaje mitológico, la ‘voz’ del dios es el ‘trueno’ .
18. /: ‘yo entiendo’, ug. abn.
19. /: ‘Creta está lejana, dioses’, ug. Irhq.
20. /: ‘con dos saltos entre los surcos de la tierra, con tres largos de hon
donadas’. Las versiones de esta ‘marcha’, bien ‘subterránea’ bien ‘atlética’, son
imprecisas lingüísticamente (ug. mtpdm, mth). La distancia tan retóricamente
indicada puede ser referida a la marcha o a la meta; cf. supra n. 13.
21. Atributos característicos del dios El (I'tpn il dpid), perfectamente in
59
terpretables desde la lexicografía árabe; incluso latif es un atributo de Allah en
el Corán.
22. Cf. DLU 139 (dd). /: "la tienda*, Éla montaña, ‘la antesala’, ‘campa
mento*.
23. /: Shanum, divinidad auxiliar del dios El (cf, KTU 1.114:19),
24. La morada de la diosa Anat (cf, KTU 1.100:20).
25. /: ‘doncella1, epíteto normativo de la diosa Anat.
26. Título específico de Anat, Como hermana-esposa-viuda (ybmt limtri)
de Baal, Anat es la novia pretendida por todos los dioses tutelares como su
paredra y protectora de sus pueblos (/: ‘de Lim’, divinidad amorrea no atesti
guada en Ugarit en otros contextos).
27. El texto reconstruye el "envío’ de los mensajeros y el ‘encargo* del
mensaje que a continuación se repite en forma ejecutiva (cf. KTU 1.3 III 14ss.).
28. Cf. los intentos de De Moor, ARTU 20s.; Dietrich-Loretz, TUA.T 4,
1 104s,: éstos supondrían el encargo de reunir preciosos materiales así como el
propósito de llevar a cabo un conjuro (contra los enemigos).
29. Variante (ug. hzr> el segundo término falta) respecto al cliché habi
tual que habla de ‘acres5 y ‘fanegas* (cf. n. 13); aquí la medida/distancia se
hace probablemente en función del espacio habitado.
30. Apelativo divino como expresión de fertilidad y poder.
31. De opinión contraria son también en este caso, entre otros autores,
de Moor, Dietrich-Loretz y Pardee.
3 2. En el texto fragmentario KTU 1.1 III 26-27 {?) tendríamos más bien
una ‘cita* de revelación o podría tratrarse de la fabricación del ‘rayo’ como
arma de combate, a cuyo desenlace victorioso seguiría la concesión del pala
cio, como acontece a propósito de Baal. Así lo hemos supuesto en la traduc
ción ofrecida (cf. n. 17).
33. Para la fórmula, cf. KTU 1.1 ítl 17-21.
34. El sentido de ug. nhr, en paralelo con apq thmt\ Venero o cauce de
los dos abismo u océanos*» la fuente de los dos nkrm , hace relación a las
corrientes.primordiales, donde se sitúa la morada del dios supremo: en el
origen mismo del ‘agua* caótica y vital aí mismo tiempo. Para otra designa
ción de la morada de El» cf. n. 19. Asimismo, Nahar (nhr) es el epíteto paralelo
que designa al dios Yam, el Mar. No se trata en ningún caso de ‘río*. La
designación de! lugar com oapq, ‘cauce, lecho*, ha inducido a situar la morada
empírica y cultual del dios El en Khirbet *Apqa (Pope), en las fuentes del actual
Nahar ’lbrabim , entre otras localizaciones.
35. Fórmulas fijas de marcha y pleitesía.
36. En el sentido de ‘Jerarca*, ‘Soberano*, no precisamente de dictamina-
dor de pleitos.
37; La reconstrucción es hipotética. Alternativamente se podría suponer
el formulario previo (KTU 1.1 III 12) y situar la construcción del palacio de
Yam en ‘la montaña (de El), el monte Kas* (?). Cf. M. Smith,Tfce Ugaritic Baal
Cyclef pp. 22Jss.
38. Divinidad menor en Ugarit, siempre pretendiendo adelantar su can
didatura al trono de los dioses en las situaciones que enfrentan a éstos por el
mismo.
39. Texto deficiente y traducción hipotética; una interpretación comple*
60
tamente divergente ofrece de Moor, An Anthoiogy o f Reiigious Texts, p. 36.
Aquí se supone que comienza la realización de la labor encargada, lo que
suscita las expectactivas del dios Athrar, divinidad también de la tierra fértil
en la zona siro-cananea, que espera ser el suplente de Baal y destinatario del
palacio en construcción. Vid. infra KTU 1.6 1 53-67, una nueva aparición del
mismo en similar circunstancia. Para la restauración, cf. línea 19.
40. /: ‘vengará», en el sentido de tomar su partido. La raíz semítica *t'r
tiene el valor genérico de ‘salir en defensa’, no sólo el específicamente árabe
de ‘vengar la sangre’, es decir, el asesinato de un miembro de la familia.
41. /: ‘que no te oiga’, dada la anfibología de la partícula ug. I.
42. Fórmula fija (cf. KTU 1.6 VI 26-29).
43. Fórmula fija que define la situación de inferioridad de un dios no rey
(cf. KTU 1.3 V 38s., entre otros lugares).
44. Texto oscuro. El término ug. npSn, ‘sepultura’, connota probable
mente el doble sentido de ‘lugar de las almas’ {npií) y ‘garganta’ del dios Mot,
que engulle a los vivos, hombres y dioses, como relatará más tarde el mito (cf.
KTU 1.6 H 21-23).
45. /: ‘tanto si eres como si no eres rey’. Texto oscuro. Podría también
entenderse como dicho por Athtar: ‘íYo soy rey o no lo soy?’; ‘soy rey; si (no)
lo so y ..,’.
46. Reconstrucción hipotética, como otras varias propuestas.
47. Reconstrucción hipotética, que supone la pretensión de ser rey y la
provisional accesión al trono de Yam, una vez construido su palacio.
48. Cf. KTU 1.2 IV lls s . para estos nombres del par de mazas que Kothar
proporciona a Baal para derribar a Yam.
49. Divinidad relacionada con los conjuros según KTU 1.100:57ss.
50. Divinidad de escaso relieve en Ugarit, emparejada normalmente con
Anat, acaso como su doble. La advocación ‘Ashtarte, Nombre de Baal’ perdu
rará en la práctica ritual feno-púnica.
51. Esta fórmula imprecatoria de maldición reaparece en KTU 1.16 VI
54-57.
52. Reconstrucción hipotética. ‘Padre de años’ (ug. ab fnm) es un califi
cativo del dios El. Quizá se hace aquí referencia a situaciones como la supues
ta en KTU 1.114:17ss. Por otro lado, la imprecación parece haber sido escrita
en líneas más cortas que el resto de la columna (?).
53. Designación de la asamblea de todos los dioses reunidos en torno al
dios supremo El. Literalmente: ‘la Asamblea de la Convención’ (ug, phr ttfd).
El santuario del desierto se llama en la Biblia ‘la Tienda de la Convención’ (hb.
‘obel mo‘ed).
54. /• ‘las multitudes (de los hombres)’ (cf. 1.5 VI 24).
55. Otro nombre del Olimpo cananeo, en cuanto sede de la Asamblea
divina y, así, morada también del dios El. Los tres nombres (Huríana, Haisu y
Lula) aparecen documentados en los textos hititas; cf. M. Dietrich y O. Loretz,
Mythen und Epen (in ugaritischer Sprache) IV (TUAT III: Weisheitstexte,
Mythen und Epen), Gütersloh, 1997, p. 1103, n. 4.
56. ¡: ‘a una deberían responder los dioses’, ug. ahd ílm fny.
57. Interpretación incierta. /: ‘un mensajero lleva el báculo ..., entre sus
hombros (lleva) la palabra de su señor’, ug. ntlak bn ktpm rgm b'íh.
61
58. /.- ‘{se secarán]’. Las ‘terrazas’ hacen referencia posiblemente al típico
sistema oriental de cultivo, sobre todo de viñas, en las laderas de las colinas y
montes. De todas las maneras, la versión ‘terrajas’ es controvertida. Podría
tratarse simplemente de ‘tierra de secano, barbecho’ (ug. Sdmt, ‘campos de
M o f [?]).
59. Nombre alternativo de Baal.
60. Interpretación conjetural.
61. Versión hipotética.
62. Todo el trícolon es muy conjetural: unos suponen una descripción
del asustado Baal (De M oor); otros, la de un amenazante Yam (Smith), otros
la de un arrogante Baal (Pardee).
63. /: ‘fui puesto a prueba’, ug. ¿ís.
64. Texto deficiente. /: ‘asaltar’, ‘atacar’; ‘tuve que besar’, ug. aníq.
65. /: ‘en tierra caerá el noble, en el polvo el poderoso’, ug. krs ypl ufa y
u>l ’pr 'zmny.
66. Algunas versiones suponen una forma verbal finita ( ttn) con una dio
sa imprecisa como sujeto. /: ‘su voz se alzó’, ug. tvttn gb (suponiendo que ug.
g es femenino).
67. /: ‘ya te lo dije’, ug. Irgmt (functor l impreciso).
68. Se trata probablemente de una ‘maza doble’: de dos que actúan como
una. De ahí la ambigüedad de las concordancias gramaticales. Hacen referen
cia a la prototípica arma doble de Baal: ‘trueno/rayo’,
69. /:Yagarrish. En ambos casos el sentido es: ‘ique expulse!’, uti nomen-
omen.
70. Se trata de un ave de presa de ambigua identificación (ug. «ir, ‘águi
la, halcón, gavilán’ ...).
71. Su sentido es: ‘¡Que eche fuera todo!’ .
72. Diosa que tiene por epíteto ‘Nombre de Baal’ (cf. n. 50).
73. /: ‘dispérsa(le)’, ug. bt.
62
EL PALACIO DE BAAL
(KTU 1.3-1.4)
63
tiene palacio, elemento indispensable para afirmarse como
rey, y que como tal depende del consentimiento del dios
supremo, El. En consecuencia, ella decide encargarse de re
cabar tal consentimiento, recurriendo incluso a la amenaza
violenta. Tal consentimiento se refiere en primer lugar a su
proclamación como ‘rey de los dioses’, título ya conquistado
por Baal en su lucha con Yam. No conocemos, en todo caso,
la respuesta de El a la solicitud de Anat para poder decidir
sobre el valor de su intervención. Se podría incluso suponer
que, aun estando de acuerdo El con tal petición y habiendo
otorgado su permiso, él mismo le encargue recabar primero
el beneplácito de Ashera y sus hijos, los dioses, pues segu
ramente la actitud belicosa de Baal y de la misma Anat les ha
enajenado sus voluntades (cf. KTU 1.4 II 21ss.). De todos
modos, ese preciso recurso a Ashera está unido al someti
miento de Yam y a la exclusión de toda pretensión por parte
de éste, tal como parece sugerirse en KTU 1.4 II 30ss. Esta
súbita aparición de Yam deja en claro que éste ‘no ha sido
aniquilado’, que mitológicamente es siempre el oponente de
Baal (y que los dos episodios son independientes y no for
man unidad redaccional). Por otra parte, ese recurso a Ashe
ra tiene probablemente un sentido estructural en el mito si
rio, en cuanto se precisa la elección/propuesta por parte de
la diosa-madre del candidato a la realeza divina, tal y como
presupondrá KTU 1.6 I 43-55, cuando se trate de nombrar
un dios-rey en lugar de Baal.
Se encarga en consecuencia a los mensajeros divinos
comuniquen a Kothar, el dios artesano, se ponga a las órde
nes de Baal para construir su palacio, a la vez que ha de
cuidarse de preparar el regalo que es preciso llevar a Ashera
para facilitar su consentimiento. Provistos de los obsequios
que ha fraguado Kothar, Anat y Baal se dirigen a la morada
de la diosa madre, quien los recibe en principio de manera
sobresaltada y poco amistosa. Se deja, no obstante, seducir
por sus regalos y previene las pretensiones o protestas de su
hijo Yam, como decíamos. A continuación, una vez oídas sus
64
quejas y recibido su homenaje, les recomienda homenajear a
su vez al dios supremo El en una especie de galante inter
cambio de recomendaciones que refleja la igualitaria rela
ción en que se mueve el prototípico matrimonio de los dio
ses supremos, que viven cada uno por su cuenta. Se encamina
luego con Anat a la morada de aquél, para llevar a cabo tal
homenaje de valedora/intercesora.
A su llegada, Ei reacciona regocijado y le da la bien
venida; picaramente disimula su propio encargo e insinúa
que la visita de su esposa tiene acaso intención amatoria.
Ashera se deja de requilorios y, sin más preámbulos, le expo
ne su deseo, el mismo de Anat, de que sea reconocido Baal
como rey de los dioses por decreto suyo. A la objeción con
sabida que se alza contra tal pretensión, la falta de palacio,
responde ya esta vez El decretando se le construya a Baal
una casa, oficializando así su encargo previo y dejando en
claro que no es cosa suya la ejecución material del mismo.
Tal decreto llena de júbilo a Ashera, que ordena se comuni
que apresuradamente a Baal la noticia, orden que le trans
mije Anat y que Baal se da prisa en poner por obra, citando
y encargándola a su vez a Kothar.
El futuro palacio no es sólo una residencia regia, sino el
baluarte del dominio y providencia de Baal. En el plan, se
gún este dios, debe entrar la construcción de una claraboya,
a lo que en principio se opone Baal, temeroso de que resulte
una gatera por donde escapen sus hijas o sea burlado por su
enemigo, el dios Yam, siempre al acecho. Pero la reconocida
ventaja de tal apertura le llevará a dar más tarde su consenti
miento y a asumir los riesgos indicados, una vez seguro de su
poder. Dejando pendiente este asunto, se reúnen los mate
riales y se construye el palacio, que es inaugurado solemne
mente con invitación a todos los dioses.
Como rey que posee ya los debidos atributos, se lanza
Baal a una campaña de afirmación de su soberanía regia, de
la que vuelve con el propósito de abrir una claraboya en su
casa, como elemento, sin duda, imprescindible para hacer
65
sentir a todos, dioses y hombres, la eficacia de su voz poten
te, el trueno, y de su arma, el rayo. Kothar, regocijado por
ver confirmado su consejo, lo ejecuta, y Baal comprueba
cómo su terror se impone a todos sus enemigos.
Baal se siente ahora dispuesto a lanzar un reto definitivo
al último enemigo que le queda, Mot, divinidad que tiene su
trono en el Infierno, y que como tal no puede ser su contrin
cante por el trono de los dioses y de los hombres, pero que le
puede atacar desde otra perspectiva. Le envía sus mensajeros
con el encargo de hacerle reconocer su soberanía incontras-
tada. Es una buena ocasión para definir la característica vo
racidad de tal dios y describir a grandes rasgos su infernal
morada.
La tablilla acaba con su propio colofón, pero el motivo
enunciado la relaciona directamente con la siguiente, KTU
1.5, que lo retoma. Por su parte, el mitema del ‘palacio’ po
dría ser considerado propiamente como un mitema de afir
mación. En él trata de resaltarse la función del dios Baal, su
protagonista, como divinidad soberana y principal que rei
na, como señor del trueno, el rayo y la lluvia, con el beneplá
cito de dioses y hombres, y sin enemigo capaz de hacerle
frente. Su sede gloriosa es la expresión de ese dominio
incontrastado, de su cualidad de dios estable e inconmovible
en su propia función, de su lograda soberanía. En este senti
do, el tema del ‘palacio’ es el reverso del tema del ‘contraste’
o ‘lucha’ : la confirmación, por decreto divino, de su realeza
conseguida por la victoria.
KTU 1.3 í
66
Banquete celestial
KTU 1.3 II
68
preparó mesas como soldados,
taburetes como adalides.
Sin medida se peleó y (lo) contempló
se batió y (lo) estuvo mirando Anat.
Se hinchó su hígado de risa, 25
se llenó su corazón de alegría,
el hígado de Anat de (satisfacción de) triunfo,
mientras las rodillas hundía en la sangre de los guerreros
las pantorrillas en el mondongo de los combatientes.
Hasta la saciedad se peleó en su casa,
se batió entre las mesas. 30
Purificación ritual
69
El texto, que se desarrolla ininterrumpidamente a lo largo de
las columnas III y IV, describe la reacción de Anat ante tal
misiva y su marcha, primero a la morada de Baal, en aten
ción a su cita, y luego a la de El, para conseguirse conceda a
' Baal el palacio que le corresponde.
70
la ‘piedra’ del rayo, que no comprenden los cielos,
la voz que no comprenden los hombres,
ni entienden las multitudes de la tierra.
Ven y yo te lo revelaré
en mi montaña divina, Safón,
en (mi) santuario, en el monte de mi posesión, 30
en el lugar de delicia, en la cumbre del triunfo21.
.....
Reacción de Anat
71
¿Qué enemigo ha salido a Baal,
adversario al Auriga de las nubes?
Respuesta de Anat
72
[reposo] en las entrañas del campo.
Ponga [en los cielos] Baal sus nubes36,
encienda [el Auriga de las nubes sus relám] pagos-
(que) yo saldré al paso de la guerra en la tierra,
pondré en las estepas concordia,
derramaré paz en el seno de la tierra,
reposo en las entrañas dei campo.
Y otra cosa voy a decir (os):
idos, idos, heraldos divinos;
vosotros podéis ir despacio, pero yo he de dejar
Ughar38 por el dios más lejano,
Inbub por la divinidad más distante,
a dos capas por debajo de las fuentes de la tierra,
a tres medidas (?) de las profundidades39.
15
74
51
75
La morada de la Gran Dama, Ashera del Mar,
(es) la morada de [Pidray], hija de la luz,
[el cobijo] de Talay, [hija] del orvallo,
la morada de [Arsay, hija de la crecida],
' la morada [de las novias gloriosas].
(Laguna de unas 15 líneas)
KTU 1.3 VI
Encargo de mensaje
76
repetid a Hayán, el artesano ambidiestro:
— Mensaje de [Baal, el Todopoderoso68],
[palabra del más potente de los héroes]
KTU 1.41
Encargo a Kothar
78
KTU 1.4 II
Escena de conjuro
Reacción de Ashera
79
se contrajeron [las junturas de su] lomo,
20 los músculos de su espalda77.
Alzó su voz y exclamó:
— ¿Cómo es que llega Baal, el Todopoderoso,
cómo es que llega la Virgen Anat?
¡Mis asesinos son ellos, los asesinos de mis hijos,
25 ellos [los destructores] del clan de mis parientes!
(Pero) el reflejo de la plata vio Ashera,
el reflejo de la plata y el brillo del oro.
Se alegró la Gran Dama, Ashera del Mar,
(y) en voz alta a sus mancebos así gritó:
30 — ¡Mirad los bien forjados objetos (y) [detened a Yam]78,
tritones de la Gran Dama Ashera [del M ar]!
Coge una red en tus manos, [Qadesh],
una barredera con ambas manos, [Ammrar].
Sobre el amado de El, Yam, [echadla],
35 sobre Yam, el dios que [puede rebelarse (?)],
sobre Nahar, el dios que [puede atacar (?)]
a Baal, el Todopoderoso,...
a la Virgen A n at,...
(Texto irreconstruible de unas 10 líneas)
Queja de Baal
5 ...........
— [El] te asegurará [por siempre],
de generación en generación [el vigor] de tu vida
80
y el aliento que [en ti mora (?)],
ioh dios detentor de la realeza!79.
Replicó Baal, el Todopoderoso,
se pronunció el Auriga de las nubes:
— Puesto en pie se aprestó (Yam [?]) a resistirme,
se alzó a escupirme
en medio de la asamblea de los dioses80.
Se puso [inmundicia] en mi mesa,
abominación en !a copa que yo bebo.
—Pues dos sacrificios abomina Baal,
tres el Auriga de las nubes:
el sacrificio de desvergüenza y el de lujuria,
el sacrificio de lascivia con esclavas.
Pues en él la desvergüenza de veras está patente,
y en él hay trato lascivo de esclavas.
Diálogo cortés
KTU 1.4 IV
82
Así, puso entonces cara
hacia El, (que mora) en la fuente de los dos raudales,
en el seno del venero de los dos océanos.
Se dirigió a la gruta de El y entró
en la morada del Rey, Padre de años*-’.
A los pies de El se inclinó y cayó,
se postró y le rindió honores.
Comunicación de la concesión
84
una casa del más puro lapislázuli.
Se alegró la Virgen Anat, 20
alzó los pies y saltó a tierra94.
Así, puso entonces cara
hacia Baal (que mora) en las alturas de Safón,
a través de mil acres, diez mil fanegas95.
Se rió la Virgen Anat, 25
alzó su voz y exclamó:
— Entérate, Baal, de fas nuevas que te traigo:
se te va a construir una casa como (la de) tus hermanos,
una mansión como (la de) tus parientes.
Convoca una cuadrilla en tu casa,
una brigada dentro de tu palacio. 30
Que te aporten ios montes abundante plata,
las colinas el más preciado oro;
y construye una casa de plata y oro,
una casa del más preciado lapislázuli.
Ejecución de la obra
Encargo de Baal
85
un cebón directamente ante su vista97.
Se (le) preparó un trono y se (le) sentó
a la diestra de Baal, el Todopoderoso.
Mientras comían (y) bebían los dioses,
respondió Baal, el Todopoderoso,
50 replicó el Auriga de tas nubes:
— [De prisa] una casa, Kothar,
de prisa alza un palacio;
de prisa una casa has de construir,
de prisa has de alzar un palacio
55 en las cumbres de Safón.
Mil acres abarcará la casa,
diez mil fanegas el palacio.
Y respondió Kothar-Hasis:
— Escucha, ¡oh Baal, el Todopoderoso!,
60 atiende, ¡oh Auriga de las nubes!
Voy a poner una claraboya en la casa,
una ventana en el palacio98.
Y respondió Baal, el Victorioso:
— No pongas claraboya en [la casa],
65 (ni) ventana en el palacio.
............ (?)
KTU 1.4 Y respondió Kothar-Hasis:
Vi l — Ya atenderás, Baal, a mis palabras.
Repitió su frase Kothar-Hasis:
— Escucha, por favor, ¡oh Baal, el Todopoderoso!
5 Déjame poner una claraboya en la casa,
una ventana en el palacio".
Y respondió Baal, el Poderososo:
— No pongas claraboya en la casa,
(ni) ventana en el palacio,
10 no desaparezca [Pidray], hija de la luz,
[huya (?) Talay], hija del orvallo;
[no se alce] el amado de El, Yam,
86
[y se apreste] a resistirme y escupirme100.
[Votvió] a responder Kothar-Hasis: 15
— Ya atenderás, Baal, a mis palabras.
87
Banquete de inauguración
88
El amado de El, Yam, [hacía de escabel (?)],
[sus pies reposaban (?)] sobre su cabeza.
El dios [Hadad (?)] se alejó (luego) de la montaña,
mientras [se divertían (?)] los dioses en Safón.
Pasó [de ciudad] en ciudad,
se paseó de villa en villa.
Sesenta y seis ciudades tomó,
setenta y siete villas;
ochenta Baal [asoló],
noventa Baal [desalojó (?)]107.
[Hadad] a [su palacio volvió],
Baal dentro de (su) casa.
Afirmación de soberanía
90
— Así, pues, poned cara 1
hacia el monte Targhuziza,
hacia el monte Tharrumagi^, t
hacia los dos alcores del confín de la tierra.
Alzad la montaña sobre las manos, 5
el macizo encima de las palmas,
y descended a la morada de reclusión120 de la ‘tierra’,
contaos entre los que bajan a (esa) ‘tierra’.
— Así, pues, poned cara 10
hacia su ciudad ‘Fangosa’,
(pues) una poza es el trono de su sede,
un lodazal121 la tierra de su posesión.
Y prestad atención, heraldos divinos: 15
no os acerquéis (demasiado) al divino Mot,
no os ponga como un cordero en su boca,
como un lechal en la abertura de su esófago quedéis 20
[triturados122.
(Pues) la Luminaria de los dioses, Shapash,
abrasando está el vigor de los cielos123
por manos del amado de El, Mot.
A nfll acres, diez mil fanegas, 25
a los pies de M ot inclinaos y caed,
postraos y rendidle honores,
y decid al divino Mot, 30
repetid al amado de El:
— Mensaje de Baal, el Todopoderoso,
[palabra] del más potente de los [héroes]:
— Mi casa [de plata] he construido, 35
[mi palacio de o r o ]...
[He invitado (?)] a mis hermanos, [a toda mi estirpe],
a mis hermanos [he invitado] a mi morada, 40
[a mi estirpe] dentro [de mi palacio].
[No] invito [sin embargo al divino] Mot,
[para que no se sacie el hi]jo de El,
[engor]de ei amado [de El, el héro]e. 45
[Partieron Gapán] y Ugar ...
91
Respuesta-mensaje de Mot
N OTAS
92
3. /: ‘un vaso grande, imponente de aspecto’, ug. bk rb c'pn ri.
4. Leyendo ug. ridn.
5. Nada sabemos de la consorte que le diera tales hijas. Estas resultan
ser la encarnación de sus atributos como dios de la fertilidad.
6. !\ ‘del rocío/aguamiel’, ug. ar. Pero en ug. rocío propiamente es ti.
7. Cf, KTU 1.2 4:26. El texto es, de todas las maneras, fragmentario y
oscuro; la interpretación, hipotética.
8. /: ‘en campo abierto’, ug. bn qrytm, mejor que suponer una referen
cias a dos ciudades concretas.
9. /: ‘como cáscaras de plátano’; cf. DLU 160 (grm), para las diversas
sugerencias de interpretación.
10. El par ug. íblmdnt, traducido aquí por ‘ancianos’/‘población’, tiene
otras interpretaciones: ‘ancianos'/‘veteranos’; ‘fuertes’/'soldados’; ‘jóvenes’/
‘prisioneros’/1...... ’; ‘raptores’/1opositores’. La diosa no se ensaña con
estos sujetos, simplemente los ahuyenta; podría representar el pueblo no mili
tante, descrito por sus componentes sociológicos: ‘ancianos’ (como clase diri
gente) y el resto de la población. Tai polaridad es bien conocida en la literatu
ra oriental.
11. Como si se tratara de una invitación. /: ‘como si fuesen’ > ‘para ser’,
ug. ksat Imhr/tlhnt ¡sbim, en una especie de combate mímico. Cf. en línea 36
la misma construcción: ‘las sillas como sillas’ (> ‘para volver a ser’), ug. ksat l
ksat, mientras en este caso la versión ‘para’ o ‘sobre’ tiene escaso sentido: se
trata entonces de restablecer el uso normal del mobiliario, una vez cumplida
la acción mímico-ritual; /: para los.
12. /: ‘aceite puro, virgen’, ug. Smn slm.
13. /: ‘sacó agua y se lavó’, ug. thspn ... trhs. Pero esta última forma
verba’f(ír) no apoya tal versión; se esperaría una forma reflexiva.
14. Epíteto clásico de Baal como dios de la tempestad y la lluvia fecun
dante.
15. /: ‘morada’ (cf. KTU 1.3 IV 45s.).
16. Texto reconstruido a partir de KTU 1.101:14ss.
17. Versión conjetural, generalmente asumida, de y’bdr.
18. /: ‘ofrece pan de paz’, ug. qryy bars ntlhtnt.
19. /: ‘pon ... mandragoras/ofrendas de amor’, ug. s i ... ddym.
20. Cf. p. 59, n.15.
21. Para esta fraseología cf. p. 5 9 , n.17.
22. La doble línea indica la omisión de una parte de texto conocido. En
este caso, posiblemente el formulario de marcha de los mensajeros, que en el
estilo de mensaje sigue a su encargo; cf. MLC 52ss. A continuación se les
supone ya llegados ante la diosa.
23. /: ‘sus nalgas por detras’; ‘su espinazo se debilitó’, ug. anS dt zrk.
24. Los mensajeros o dióscoros de Baai: ‘Viña’ y ‘Campo’.
25. /: ‘el dios de los grandes (entre los dioses)’ (cf. KTU 1.6 V 2-3). Las
frases admiten también versión aseverativa en vez de interrogativa.
26. /: Tunnán’. Se trata de un prototípko monstruo marino que también
aparece en la tradición bíblica (hb. tannin).
27. /: ‘acabé con él’, ug. iStm Ih.
28. Cf. KTU 1.5 1 1-3; p. 121, n.2.
93
29. Este monstruo enemigo de Baal vuelve a aparecer mentado al final
del ciclo, en KTU 1.6 VI 51.
30. Este último par de monstruos hembras (‘Fuego’ y ‘Llama’) cierra la
serie de siete enemigos de Baal destruidos por Anat. En KTU 1.2 IV 2Jss. era
Baa! en persona quien aniquilaba a Yam, un indicio bastante claro de diferen
cia de tradiciones y de que las tablillas KTU 1.1-2 no forman probablemente
unidad redaccional con KTU 1.3.
31. /: ‘me peleé’, ug. imths, suponiendo que todo posible enemigo ha
sido ya vencido, como supone el contexto inmediato.
32. /: ‘que picotea’, ug, míss.
33. /: ‘nido’; ‘oídos’, ug. udn.
34. Cf. supra el encargo del mensaje. La repetición del cliché no es exac
ta, tiene variantes en la distribución de los versos. Estamos ante un claro ejem
plo de literatura oral que se aprendía y recitaba de memoria.
35. /: ‘<en dónde?’, ug. [a]ti.
36. /: ‘rayos’; ‘calderos’, ug. mdth.
37. Texto defectuoso. /: ‘haga salir [la lluvia] de su [...]’, ug. yb'r .
38: Otro nombre de la morada de Anat, ug. ugr.
39. Para la fraseología, cf. KTU 1.1 I I I 17-21.
40. /: ‘de la viuda/prometida’, interpretando así ybrtt como una variante
de ybmt (cf. p. 60, n. 26). Preferimos descomponer la expresión en y-bnt.
41. No sabemos a cuáles se refiere; quizá a ‘sus hijas’, mentadassapra 123.
42. Para la fraseología, cf. KTU 1.3 J I I 1 -2.
43. Para este formulario, cf. infra V 38ss.; 1.4 19ss. Se trata de un cliché
repetido por diversos interlocutores, esta vez probablemente en boca del en
torno de Baal al que ha llegado Anat.
44. Es decir: ‘me prestará atención, se pondrá de mi parte, accederá a mi
petición, nos pondremos de acuerdo’. Expresión semítica que en la Biblia
hebrea se usa para indicar la ‘vuelta o conversión’ del pueblo a su Dios y
viceversa (cf. Zac 1,3; Mal 3,7; 2 Cr 30,6).
45. /: ‘hincó ... escapó de’; ‘arrastró los pies y escapó de la tierra’; ‘echó
sus pies y la tierra tembló’, ug. td‘s p‘tt wtr ars.
46. Para este formulario, cf. ÍCTU 1.2 III 5ss.
47. /: ‘en la fortaleza’; ‘se inclinó’, ug. msr.
48. Cf. p. 242, n. 47.
49. Texto incierto.
50. Literalmente: ‘entrada de las estancias reservadas’, ug. ap sgrt.
51. Posiblemente la respuesta del dios El hacía referencia a la situación
todavía indefinida de Baal, pues le quedan aún otros enemigos que superar,
como la actuación del ‘So!’ hace presagiar.
52. /: ‘Shapash tiene un color polvoriento, sucios están los cielos’ ; ‘...
abrasa, los cielos están desvalidos ug. SpS shrrt la smnt.
53. Ei dios ‘Muerte’, rey del Infierno, el siguiente contrincante de Baal;
su enfrentamiento se describirá en la tablillas KTU 1.5/6, aquí ya insinuado. El
ciclo manifiesta así unidad argumenta!, aunque no forme unidad redaccional.
Para la fraseología, cf. KTU 1.4 V III21 ss.
54. /: ‘[los h ijo s)..., hijas de tu casa’, ug. bnt bhtk.
55. /: ‘<no es verdad que ug. al.
94
Sé. Para la fraseología cf. supra 111 lss.
5 7. /; ‘como un hombre’, ug. k anít.
5 8. /: ‘escarnio’, ‘tan emotivo como tú’, ug. qlsk.
59. !\ ‘tu sabiduría’, ug. hkntk. Cf. infra KTU i .4 IV 41ss.
60. /: ‘sus dones’, ug. qlh. Se quiere dar a entender tanto el acto de vasa
llaje como el de servicio, en reconocimiento de la supremacía de Baal.
61. Otras versiones suponen aquí a Baal como sujeto de este cliché (cf.
supra n. 43) por una pretendida razón de concordancia gramatical; por el
contrario, el verbo usado (s¿>) requiere normalmente la preposición (/). Ade
más, Baal no se halla presente y, en todo caso, se esperaría la fórmula en
primera persona. Por otra parte, el cliché tanto representa una queja-súplica
como que una objeción a su pretensión de ser rey.
62. /: ‘Biblos <f¡’ (topónimos), ug. gbl, q‘1.
63. /: 'islas/costas’; ‘Menfis’, ug. ihtnp; cf. DLU 16 (iht).
64. /; 'echad (vuestras redes)’; ‘llevad’, ug. ímír.
65. /: ‘pescadores’, ug. dgy.
66. Los dióscoros de Ashera: ‘Santo’ y ‘Bendito’.
67. Cf. p. 59, n. 13, para la fraseología.
68. /: ‘de nuestra Dueña, Ashera del Mar’, como la situación reclamaría.
El texto es fragmentario, pero parece favorecer la integración propuesta.
69. /: ‘para El’, ug. i!.
70. /: ‘sandalias’; ‘cama’, ug, tt‘l,
71. /: ‘con laxo’; ‘de primera calidad’; 'con cabezal’, ug. d qblbt.
72. Verso de sentido oscuro. /: ‘cuyo soporte era de oro’; ‘con oro verti
do encima de ellas’; ‘encima, pone un grabado’.
73. Topónimo desconocido; al parecer, se le cita también en KTU
1.40*27.
74. Toda la escena refleja un encuadre mágico. La interpretación de f l t
como verbo es muy improbable. /: ‘poderoso’ ; ‘de dignidad’.
75. /: ‘llevó’, ug, tm f.
76. /: ‘pretende ganarse’, ug, fpp.
77. Para la fraseología, cf. KTU 1.3 III 33ss.
78. Texto defectuoso. /: ‘expertos del fondo [del mar]’, ug. mktr apq
[ym ].
79. Restauración y versión muy hipotéticas.
80. Otras versiones prolongan aquí la actuación de Baal: ‘replicó ... se
alzó ... escupió en medio de la asamblea de los dioses’. Pero la situación no lo
permite (Baal y Anat están lejos de la Asamblea divina) y tal suposición contra
dice además el normal uso de las fórmulas introductorias del discurso que
siguen inmediatamente.
81. Lo anterior parece ser un peludia del encuentro quizá como respues
ta a los mensajeros de Ashera que le salen al paso.
82. Restauración hipotética.
83. Para este formulario hecho, ci. ittfra VI 55ss.
84. Formulario fijo que volverá a.áprecer en la épica; cf. KTU 1.19 II 3ss.
85. /: ‘a guiar’, ug. yuhdm Stfr.
86. Para esta descripción tópica de la morada de El, cf. KTU 1.1 III 23s.;
1.2 I I I 4-5.
9?
87. Texto defectuoso y oscuro. /: *..., no tienes más que pedir,... yo haré
cualquier cosa (por ti)’; ‘..., pues has viajado largo trecho, ... has hecho un
largo camino’ ; de acuerdo con la restauración propuesta del texto dañado.
88. Otras versiones entienden la conjunción o marcador hm, aquí y en
otros casos, como functor deíctico enfático: ‘he aquí’; c f DLU 166s.: (hm (I))
para el tratamiento lexicográfico.
89. Repetición del mensaje-propuesta de Anat en KTU 1.3 V 30ss., al
que sigue, como en aquel caso, la queja/objeción sobre la situación de desam
paro de Baal. De nuevo resalta el carácter estereotípico de este literatura que
utiliza las mismas fórmulas para las mismas situaciones, aunque varíen los
protagonistas.
90. Texto incierto. /: ‘suave barba’; ‘respiro’, ug. rhrt{n)t.
91. Texto cíe difícil interpretación, ug. y dn cdn tkt bglt. Otras versiones
proponen: ‘así puede Baal enriquecer con su lluvia,... con abundante agua a
raudales’; ‘enviar su lluvia a tiem po,... la estación de los chubascos impetuo
sos’; ‘fijar el momento de su lluvia, el tiempo deí carro en la tempestad’, en
alusión a su título de ‘Auriga de las nubes’. Para la justificación lexicográfica
de nuestra traducción, véase DLU 7 3 ,1 4 6 (':dn, glt).
92. El sujeto podría ser también Baal. Adviértase que los ladrillos setán
de oro (cf. infra VI 34s.).
93. /: ‘una caravana .... mercancías’; cf, DLU 74s., 198 {hm, ‘dbt).
94. Para la frase, cf. n. 45.
95. Para el formulario cf. p. 5 9 , n. 13. Aquí la fórmula parece se refiere
más bien a la distancia del recorrido, no a la que alcanza la sonora carcajada
de la diosa.
96. De nuevo (cf. n. 22 y final de KTU 1,4 I) el doble trazo indica una
interrupción en el texto, aquí explicitada con una glosa que remite a un for
mulario conocido y omitido: el de envío de mensajeros. Omisión que ei rapso
da tenía que suplir por su parte. De esta manera se aligera el texto y se pone
una vez más de manifiesto el carácter iterativo, propio de la literatura oral, de
esta épica.
97. Para la fórmula, cf. 1.3 IV 41 s.
98. Cabe una versión en interrogativo: ‘<no tengo que poner ...?’.
99. De nuevo, cabe también en este caso la versión en forma interroga
tiva.
100. El texto de los dos últimos versos es defectuoso y la integración hipo
tética. De Moor supone aquí una alusión a la pretensión de Yam de hacerse
con las ‘hijas* de Baal.
101. Puede tratarse de Kothar-Hasis, tomado como un par de dioses, o
bien él y sus colaboradores divinos.
102. /: ‘la delicia de’, ug. nthmd.
103. /.- ‘equipamiento, ajuar, muebles’, ug. 'dbt.
104. La fórmula ya apareció en KTU 1.1 IV 30ss.
105. Esta versión es gramaticalmente correcta, dada la forma causativa
3pq, que admite doble acusativo. Pero aun así no deja de sorprender el empa
rejamiento ‘solios’ y ‘asientos’ con el ‘vino’ frente a los otros pares donde la
mención del vino resulta normal. Según la opción alternativa, tendríamos aquí
una categorización de los dioses por sus emblemas o epifanías: dioses-corde
96
ros, diosas-corderas, etc. En tal caso sólo se trataría de proporcionar vino,
asumiendo que la ‘carne’ ya ha sido mentada en las líneas anteriores. Curiosa
mente, el texto omite la mención del ‘vino* a propósito de las diosas (aunque
podría restituirse al final de línea), mientras la cita, claramente, a propósito de
los dioses. ¿No se les proporcionaba vino a las diosas? Cf. más arriba a propó
sito de la ‘copa’ de Baal que ‘ninguna diosa vio nunca’ (KTU 1.3 114s.).
106. De nuevo un formulario fijo (cf. KTU 1,4 III 40ss., entre otros
textos).
107. Reconstrucciones hipotéticas.
108. /: ‘hijo del Mar, ... de la Confluencia’, dada la ambivalencia de la
expresión ug. bn ym /‘dt.
109. La voz de Baal es el trueno de !a tormenta.
110. /: ‘voy a invadir’; en ningún caso ‘voy a apresurarme’, ug. ahin. El
texto es incierto. Tenemos posibiemente aquí una referencia a la morada in
fernal de Mot, el gran enemigo de Baal, al que este dios reta a continuación y
cuya mansión se sitúa 'bajo las cumbres primordiales’ (cf. mfra col. VIH).
111. /: ‘escuderos/batallón del Guerrero’, ug. ntq dmm. Este último voca
blo resulta un epíteto de Baal que parece perdurar en la tradición que Filón de
Biblos nos transmitió (Demarus) acerca de la genealogía de los dioses cana-
neos.
112. Es decir: Baal apunta certeramente, no de manera incontrolada; es
inútil huir. A la vez, sus armas, trueno y rayo (‘el asta de cedro1), tienen un
efecto benéfico. El será el rey incontrastado. Otras opciones suponen: ‘mira
Baal hacia el Este, su mano tiembla s í , ‘en su mano (tiene) la maza', ug. ‘n
f/t qdm ydh kgtd.
113. En razón de la homografía de la forma ug.yíí?, cabe la traducción: ‘A
continuación se volvió a su casa’. Pero el contexto parece suponer que nos
mantenemos todavía en discurso directo.
114. /: 'en la tierra de su dominio’, ug. ars drkt yítkn. Es decir: nadie
puede pretender suplantar a Baal.
U S . Se trata de una invitación a recapacitar, en el fondo, de un desafío
que Baal lanza a su más terrible enemigo, el dios de la sequía y la muerte.
Desafío que va a perder, habiendo de bajar de hecho a las fauces (np¿) de éste.
Cf, para la expresión KTU 1.16 VI 26. Pero caben otras interpretaciones,
dada fa anfibología de ug. nps, con la que probablemente aquí se juega (‘alma’
/‘garganta’), y la posibilidad de que sea Mot el sujeto de !a proclama siguiente,
que a su vez se puede leer como el mensaje o reto que Baal va a encargar se
lleve a Mot.
116. Los dióscoros de Baal (cf. KTU 1.3 III 36).
117. Texto fragmentario y oscuro, dada la homografía de varios términos
ugaríticos. Cabe apreciar una referencia a la acción de M ot y sus adláteres. Cf.
iitfra V III21 ss. y KTU 1.6 II 24ss. para una descripción similar de la actividad
del Sol ‘en manos de M ot’. Pero también una referencia a la tempestad con
que Baal envuelve tierra y mar.
118. En KTU 1.24:46$. las diosas Kotharot, llamadas ‘golondrinas’, cons
tituyen una mnt. /: ‘de Manat’, diosa del ‘Destino’, ug. ibr mnt. Estamos pro
bablemente, puesto que Mot aún no ha entrado en escena, ante una alusión al
nubarrón de la tormenta desplegado por Baal como expresión de su amena
97
zante poder frente al formidable enemigo al que va a retar con su mensaje
subsiguiente. Como primer efecto, las aves no pueden vofar.
119. Dos topónimos mitológicos desconocidos.
120. /: ‘fibertad/liberación’, eufemismo por fa ‘tierra de no retorno’, el
Infierno, ug. bt hpttars.
121. Estos términos (‘fangosa’, ‘poza, ‘lodazal’) se pueden tomar como
otros tantos topónimos que designan la ciudad de M ot (ug. hmryt, m k, hh).
122. Para la fórmula cf. KTU 1.6 II 22s.
123. Cf. KTU 1.3 V 17s.
124. Como decíamos (cf, n. 96), la doble línea supone una omisión de
repetición de un texto fijo, normalmente de ‘envío de mensaje’. La laguna de
unas 16 líneas que se da a continuación puede llenarse con la transcripción del
mensaje de M ot que ofrece la siguiente tablilla: la parte final de su encargo y
la totalidad de su transmisión. Esto implica que KTU 1.4 y 1.5 se suceden sin
solución de continuidad o, Jo que es lo mismo, forman unidad redaccional.
125. En el doble sentido de ministro de culto y de actas.
98
EL COMBATE DE BAAL Y M O T
(KTU 1.5-1.6)
99
ción de Baal, que hay entre elios, capitaneados por Ashera,
una cierta enemiga contra él, aunque el dios supremo se
muestra ahora ajeno a tal actitud. De todos modos, se impo
ne buscar un sustituto al rey muerto y depuesto, y de nuevo
el candidato, esta vez por elección, no por pretensión propia
como en el primer episodio, es Athtar. Pero otra vez su inca
pacidad para tal función es manifiesta.
Consiguientemente, o ha de reinar M ot en la tierra o se
impone ir en busca de Baal y restituirle en su trono. Y ésta es
la tarea que ahora emprende Anat, la diosa que, en contraste
con lo que manifiesta el primer mitema, se muestra aquí de
cidida y celosa partidaria de Baal. Ya le buscó y lloró muerto;
ahora le encontrará y aclamará vivo. Y eso sólo le es posible
a través de un contraste declarado con Mot, el asesino de su
‘hermano’ Baal, que desemboca en su completa destrucción.
Tal destrucción, en el juego de las oposiciones mito
lógicas, supone la liberación o ‘resurrección’ de Baal, que
escapa al poderío del dios de la muerte que le había devora
do, vencido éste por el celo animoso de su ‘hermana’. Vuel
to a la vida Baal, el regocijo reina, ante todo en el ‘pecho’ del
dios supremo, que ve asegurado el trono de los celestes. Sólo
queda ahora dar con su paradero, y de eso se encarga Anat,
ayudada de nuevo por la diosa Shapash. Pero como en el
ámbito mítico las preeminencias no se regalan, sino que
significan contrastes reales, la restauración de Baal debe ir
precedida de su victoria. Consiguientemente, como final del
episodio vemos a Baal y M ot (de nuevo la destrucción de un
dios no signfica su desaparición) enzarzados en desenfrena
do combate con sucesivas etapas de resultado incierto. La
superioridad de Baal se impone y Mot la acepta, siguiendo
también aquí el consejo de Shapash, como en el primer mite
ma hizo Athtar. Acaba el episodio con un himno de victoria
y esperanza en honor de Shapash (<¡o de Baal?).
Esta vez el conflicto, dentro de su exclusivo protago
nismo divino, refleja un plano de vivencia más inmediata.;
no tanto de separación de los ámbitos cósmicos, como era el
100
caso en el primer mitema, cuanto de organización del mis
mo. En la perspectiva de Ugarit diríamos que se ha vuelto la
mirada desde el mar, que está enfrente, hacia la tierra, a su
espalda. Y en esta perspectiva se objetiva el gran problema
de la vida y ¡a muerte, de la fertilidad y la esterilidad, de la
lluvia y la sequía, de la gran lucha entre Mot, el dios de la
muerte, que es la personificación de todas las múltiples y
variadas fuerzas que tienden a truncar y aniquilar la vida, y
Baal, que no es sólo el dios de la lluvia fertilizante, sino más
genéricamente el dios del cielo, el dios de la vida, la personi
ficación de todas las fuerzas dadoras, conservadoras y re
novadoras de la misma.
El valor principal de este tratado de teología baálica en
estilo épico-dramático radica en la imagen que nos aporta
del universo mítico que vigía en el ‘Norte de Canaán’ a me
diados del u milenio a.C., con sus contrastes entre dioses y
las funciones de éstos dentro del ámbito de la fertilidad y de
la vida. Una imagen que, sin duda, no divergía mucho de la
que poseían otras regiones de la zona y con la que toparían
‘lo^hijos de Israel’ durante su asentamiento en Palestina.
Son precisamente los antagonismos bíblicos los que, por con
traste, nos certifican tal fundamental identidad, a la vez que
se esclarecen, a la luz de los textos ugaríticos, en su sentido
último, que hasta hoy nos resultaba muy impreciso.
Por otra parte, el mito de Baal no manifiesta dependen
cia ni influencia alguna de mitos parecidos provenientes de
Mesopotamia. Se trata de dos universos mitológicos y ecoló
gicos diferentes: en uno es el dios de la lluvia el patrón de la
vida, en otro, la corriente del río y su canalización. El dios
de la tempestad, Adad, es en Mesopotamia una providencia
menor, más bien una amenaza. No obstante, se aprecian en
el mito baálico determinados temas que sí tienen su desarro
llo en la mitología mesopotámica, como, por ejemplo, el
descenso de ciertas divinidades al Infierno, la configuración
de éste, la función del dios Sol, etc.
101
KTU 1.5 I
102
— Mi apetito8, sí, es el apetito del león de la estepa,
o9, si se quiere, la gana del tiburón10 (que mora) en el mar; 15
o bien (el ansia de) la alberca que buscan los toros salvajes,
(de) la fuente (que anhela), sí, la manada de ciervas.
O, (dicho) sin ambages,
mi apetito devora a montones11.
Y es verdad que a dos manos yo engullo 20
y que son siete las raciones de mi plato
y que mi copa mezcla (vino) a raudales.
Invítame, pues, Baal, junto con mis hermanos,
convídame, Hadad, junto con mis parientes
a comer con mis hermanos viandas
y a beber con mis parientes vino. 25
¿Has acaso olvidado12, Baal,
que yo voy de veras a destruirte,
que [voy a machacar (?)]te?
Aunque aplastaste [a Leviatán, la serpiente] huidiza,
acabaste [con la serpiente tortuosa],
el ‘Tirano’ [de siete cabezas], 30
(y) se^arrugaron (y) [aflojaron los cielos]
[como el ceñidor de] tu [túnica],
¡yo te pienso devorar a palmos,
a trozos de dos codos.
¡Venga, pues, desciende a las fauces del divino Mot,
al sumidero del amado de El, el Adalid!] 1
(Laguna de unas 30 líneas)
KTU 1.5 II
103
Mensaje amenazante de Mot a Baal
Respuesta de Baal
104
1.5 III
105
20 [Pon cara de asustado] y ve, ¡oh dios!,
[ve, Baal,] y di al divino [Mot]:
— Con abundacia de crías de ganado [vengo],
con abundacia de ganado lanar y [vacuno],
ganado rollizo en abundacia [te traigo].
25 Luego yo gritaré (otra vez) a Mot [(para que salga) de su casa],
al Amado (de El) (para que salga) de dentro [de su palacio].
Pon cara de asustado y ve [, ¡oh Baal!],
pon cara de asustado y ve [, ¡oh dios!].
1.5 IV
106
en copa de oro [sangre de cepas]21.
Copas de plata [llenaron],
cáliz [tras cáliz],
Y repitieron la ronda de vino [los coperos] {?),
subieron mosto [de la casa],
[vino] de la casa de El,
[hasta agotar las existencias],
[acarrearon] a cuestas22.
[Alzaron su voz los dioses]:
— ¿Quién ha enviado a decir...,
[quién] ha enviado a decir una calumnia...?
Repitieron...
— Un detractor...
1.5 V
108
Entonces su cara dirigió, sí,
hacia la montaña Kankanay.
Alzó la montaña sobre las manos,
el macizo encima de las palmas
y descendió a la morada de reclusión de la ‘tierra’,
se contó entre los que bajan a (esa) ‘tierra’
y supieron los dioses que había muerto],
KTU 1.5 VI
(Laguna de m as 30 líneas)
[Así, pusieron entonces cara
hacia El, (que mora) en la fuente de los dos raudales,
en el seno del veneró de los dos océanos].
[Se dirigieron a la gruta de El] y entraron 1
[en la morada del Rey, Padre] de años37.
[Alzaron su voz y exclamaron]:
— Hemos dado vueltas [hasta los extremos de la tierra],
hasta los límites de las praderas. 5
109
Llegamos a la ‘delicia’ de la tierra de ‘Peste’,
a la ‘hermosura5 de los campos de ‘Playa-Mortandad’,
llegamos hasta Baal, caído en tierra.
10 ¡Muerto está Baal, el Todopoderoso,
pereció el Príncipe, Señor de la tierra!
110
De Baal. KTU1.6!
La piel con (un cuchillo de) piedra desgarró, 1
las dos trenzas [con una navaja] {de afeitar),
{se) laceró las mejillas y el mentón.
[Roturó] la caña de su brazo
aró como un huerto su pecho, 5
como un valle roturó su dorso.
< Alzó su voz y exclamó > :
— ¡Baal está muerto! ¿Qué va a ser del pueblo?
¡El hijo de Dagón! ¿Qué va a ser de la multitud?
En pos de Baal vamos a bajar a la ‘tierra’.
Con'" ella bajó la Luminaria de los dioses, Shapash.
Hasta que se sació de llorar,
bebió como vino lágrimas. 10
En voz alta gritó a la Luminaria de los dioses, Shapash:
— Cárgame, por favor, a Baal, el Todopoderoso.
Escuchó ía Luminaria de los dioses, Shapash,
alzó a Baal, el Todopoderoso,
a hombros de Anat, sí, le puso. 15
Lo s»bió ella a las cumbres de Safón,
le lloró y le sepultó,
le puso en la caverna de los dioses de la ‘tierra’42.
Banquete funerario
111
Llegamos a la ‘delicia’ de la tierra de ‘Peste’,
a la ‘hermosura’ de los campos de ‘Playa-Mortandad’,
llegamos hasta Baal, caído en tierra.
10 ¡Muerto está Baal, el Todopoderoso,
pereció el Príncipe, Señor de la tierra!
110
De Baal. KTU 1.61
La piel con (un cuchillo de) piedra desgarró, 1
las dos trenzas [con una navaja] (de afeitar),
(se) laceró las mejillas y el mentón.
[Roturó] la caña de su brazo
aró como un huerto su pecho, 5
como un valle roturó su dorso.
< Alzó su voz y exclamó >:
— ¡Baal está muerto! ¿Qué va a ser del pueblo?
¡El hijo de Dagón! ¿Qué va a ser de la multitud?
En pos de Baal vamos a bajar a la ‘tierra’.
Con41 ella bajó la Luminaria de los dioses, Shapash.
Hasta que se sació de llorar,
bebió como vino lágrimas. 10
En voz alta gritó a la Luminaria de los dioses, Shapash:
— Cárgame, por favor, a Baal, el Todopoderoso.
Escuchó la Luminaria de los dioses, Shapash,
alzó a Baal, el Todopoderoso,
a hombros de Anat, sí, le puso. 15
Lo subió ella a las cumbres de Safón,
le lloró y le sepultó,
le puso en la caverna de los dioses de la ‘tierra’42.
Banquete funerario
111
como sacrificio fúnebre de Baal, el Todopoderoso.
30 [Ante su es]tirpe se declaró viuda nubil (?) Anat,
[de modo que uno de sus pró]ceres fuese cuñado de los
dioses43.
112
Sus pies no llegaban al escabel,
su cabeza no alcanzaba a su remate. 60
Y respondió Athtar, el Terrible:
— No puedo reinar en las cumbres de Safón.
Descendió Athtar, el Terrible,
descendió del trono de Baal, eí Todopoderoso.
¿Acaso iba a reinar en la tierra, (que) de (un) dios es toda
ellaj0, 65
[quien sólo vale (?) para] sacar agua con un caldero,
[quien sólo vale (?) para] sacar agua con una jarra?51.
KTU 1.6 II
113
15 Yo mismo recorrí y rastreé
todo monte hasta las entrañas de la tierra,
toda altura hasta el seno de los campos.
Mi apetito estaba a falta de hombres,
mi gana a falta de las multitudes de la tierra.
Llegué a la delicia de la tierra de ‘Peste’,
20 a la hermosura de los campos de ‘Playa-Mortandad’.
Encontré a Baal, el Todopoderoso,
yo mismo le puse como un cordero en mi boca,
como un lechal en la abertura de mi esófago quedó
triturado53.
La Luminaria de los cielos, Shapash,
25 abrasando estaba el vigor de los cielos
en manos del divino M ot54.
Un día y más pasaron,
los días se hicieron meses,
Anat, la Doncella, le buscó.
Como el corazón de la vaca por su ternero,
como el corazón de la oveja por su cordero,
30 así (batía) el corazón de Anat por Baal.
Cogió al divino Mot;
con un cuchillo le partió,
con un bieldo le bieldó,
en el fuego le quemó,
con piedras de molino le trituró,
35 en el campo le diseminó.
Su carne la comieron, sí, los pájaros,
sus trozos los devoraron las aves;
la carne a la carne llamó55.
114
propio dios supremo que desvele si, como consecuencia de la
intervención de la diosa, aquél está vivo (ha vuelto a la vida)
o muerto. O, lo que es lo mismo, si la sequía se va a impo
ner o la lluvia hará su aparición. El dios El plantea el pro
cedimiento como una incubado con un signo de valor
disyuntivo: si/no. Resuelta positivamente la cuestión, Anat
recibe el encargo de reanudar la búsqueda, ayudada por el
dios Sol, ahora a su disposición. El texto, truncado en su
inicio, se continúa por el borde en la primera columna del
reverso (IV).
11 6
— Doquiera (vayas), ¡oh Shapash!,
doquiera61, El te proteja,
que te protejan en paz (los dioses)62.
KTU 1.6 V
117
Vengaza anunciada de Baal
118
KTU 1.6 VI
Combate Baal-Mot
119
Se mordieron como serpientes:
20 Mot era fuerte, Baal era fuerte.
Se arrastraron como alazanes70,
Mot cayó, Baal cayó.
120
Kothar es tu compañero80,
y Hasis, tu conocido81. 50
Con YaraS2 están Arish y el Dragón83:
que Kothar-Hasis (los) expulse,
que (los) eche Kothar-Hasis.
NOTAS
121
14. /: 'como oiiva agostada’; ‘por que está abrasando’, ug. khrrzt.
15. Traducción incierta. /: ‘apresúrate’; ‘¡salve!, ‘¡saludos!’, ug. bht.
16. Cf. KTU 1.4 VIII lOss.
17. Texto muy fragmentario e incierto; no se ha de excluir una restaura
ción del tipo: ‘¿Cómo es que (ahora) me invita [Baal con mis hermanos], me
convida Hadad (con mis parientes]
18. /: ‘ [nuestro rey]’; ‘[el que engorda a los dioses]’, cf. KTU 1.4 Vil
50-51.
19. Con este terónimo se designa a sus más aguerridos ‘guardaespaldas’
(cf. KTU 1.5 V 8-9; también KTU 1.15 IV 6s. y paralelos, para el uso de
terónimos como apelativos humanos). Todo este texto es deficiente y oscuro.
Se propone también: ‘en sus siete estancias, en sus siete antesalas’, cf, KTU 1.3
V 11-12.
20. /: ‘el pan de mi banquete!’, ug. Ihm ms[.
21. Para el formulario cf. 1.4 IV 37s.
22. Literalmente: ‘con correas (de arrastre)’, ug, cl hbH. Reconstrucción
altamente hipotética.
23. Parte de esta laguna puede rellenarse con eí inicio del encargo que
Baal lleva a cabo, transcrito ahora, en el momento de la encomienda, en for
ma yusiva.
24. Como si fuera un aíterego. /: ‘tu soberanía’, ug. ipd prk.
25. Texto muy deficiente y oscuro.
26. Se supone que está destinado a morir. Se asegura para él la dignidad
de dios ctónico después de la muerte.
27. /: ‘tus rayos’; ‘tus calderos, regaderas (~ por ‘nubes’ [?])’, ug. mdlk.
28. Cf. n. 19 para este tipo de designación. La referencia a una constela
ción (<las Pléyades?) es meramente hipotética y poco probable.
29. /: ‘de mi túnel’, suponiendo que es la diosa Sol la que habla; ‘de mi
tapadera, cubierta’, suponiendo que es Mot quien así se expresa (cf. KTU 1.4
VIII 2-3: las montañas que ‘tapan’ el acceso al Infierno).
30. Cf. p. 98, n.120 (KTU 1.4 VIII 5-9).
31. /: ‘tierra de pastos’, ‘descampado’, ug. bdbr.
32. Probablemente la antesala del Infierno, una especie de ‘Campos
Elíseos’ cananeos.
33. /: ‘hermano gemelo’. Para de M oor una especie de doble o ‘rey por
un día’, según eí uso mesopotámico en el festival de Año Nuevo, que con
funda a todos respecto al destino real de Baal. Éste luego aparecerá como
‘resucitado’, con vida (KTU 1.6 III). Por otro lado, no se puede suponer en
al[ el inicio de alp, pues tal prole (‘ox’/'Ochsen’) está excluida como impro
pia de Baal por 1.10 III 2ss. Debe leerse ai[ryn como requiere además la
línea 1.
34. Con la repetición ejecutiva queda cubierta la laguna de una 11 líneas
que presenta la columna, dentro del más puro estilo de la narrativa épica
cananea, que se caracteriza por estas repeticiones.
35. Cf, De Moor, An Antholcry ofReligious Texts, pp. 79, 83 n. 403: se
ría a éste al que devoraría Mot.
36. Cf. líneas 5-6 de la columna precedente, donde se dice que éste será
ei destino de su sustituto.
122
37. Para el formulario que define la marcha a la morada del dios El, cf.
KTU 1.1 III 23s.; 1.2 III 4s.; 1.4 IV 20ss,; 1,6 I 32ss.
38. /: "una gavilla*; ‘basura1* ‘suciedad1, ug. cmr.
39. Quizá ‘patillas’. í\ ‘usando un sílex’; ‘incisiones*, ug. psltm.
40. En el caso de Anat se unen los formularios que describen el viaje de
los mensajeros y la deploración de El.
41. /: ‘a ella baja’, ug. cmb.
42. Cf. KTU 1.5 V 5 s .y n . 26.
43. El término ug. gmn es de interpretación incierta. Se proponen como
versiones alternativas: ‘por que Baal, el Todopoderoso, había sido profanado,
ensuciado’; ‘como lamento’.
44. /: ‘asnos’, texto ug. fragmentario y(?)]hmrm,
45. O ‘yerno de El’. El texto es deficiente y ha sido objeto de varias inte
graciones. La versión ofrecida, propuesta por de Moor, supone que se aplica
a la viuda de Baal un procedimiento similar al que suponía la ley del levirato en
Israel: el hermano del difunto debía tomar por esposa la viuda de su hermano
(ug. ybmt, hb. ybmb), muerto sin descendencia. Por eso, a continuación se dirige
Anat, la hermana-esposa de Baal, a El para saber quién será el sucesor de aquél.
46. Para eí formulario cf. p. 95, n. 86.
47. interpretando así yde yíhm ‘don sábelo-todo’ (= ‘(el) que sabe y
urde’), que podía tomarse como el hipocorístico de la deidad propuesta. /: ‘el
que sabe/es capaz de traer la humedad'; ‘el que sabe (cómo) fluye el jugo’; o
simplemente ei teónimo ydc*ylhn> de tipo ‘amorreo\
48. /: *ante el hijo de Dagón dobla la rodilla’, ug. ktmsm.
49. /: c<no hemos de hacer ug. bit nmlk.
^ 50. h y reinó en la divina tierra toda ella’ ; dios de toda ella’, Pero tal
versión está aparentemente en contradicción con lo dicho anteriormente so
bre su incapacidad para ser rey en lugar de Baal, que es el auténtico ‘Rey/
Señor de la tierra1 (ug, bl a rs). Para escapar a esta dificultad se prentende que
‘tierra’ aquí significa ‘tierra llana’, susceptible de regadío, o ‘Infierno’, corres
pondiendo en ambos casos a las supuestas características del dios Athtar como
dios de la irrigación artificial y divinidad ctónico-infernal (?). Para el sentido
del cliché cf. 1.3 VI I2ss., dicho de la morada de Kothar.
51. Posible referencia a su capacidad como dios de la irrigación artificial (?).
52. /: ‘interrogó \ ug. tngtb.
53. Para la fraseología, cf. KTU 1.4 VIII 17ss.
54. Para la frase, cf. KTU 1*4 VIII 2 lss. Ésta explica en qué consiste el
que Mot ‘devore a Baal1, como se ha asegurado previamente: la implantación
de la sequía en la tierra bajo el tórrido sol del verano.
55. /: ‘los carní(voros) engordaron con la carne’, ug. sir ISirysh, La inten
ción del proceder de Anat es claro: puesto que M ot dice haber ‘devorado* a
Baal, ‘desentrañarle’ y sembrarle en el campo hará posible que Baal rebrote y
se libere.
56. Para la fraseología, cf. KTU 1.4 IV 27ss.
57. /: ‘los campos de El*; ‘los campos espléndidos’, ug. £dm il. La dificul
tad derivada del género normal femenino de la diosa Shapash no es insupera
ble. Tal género fluctúa en las diversas mitologías orientales. Por otra parte,
véase la secuencia de la pareja épéfyrh en KTU 1.43 ú 1,14; en tales empareja-
123
miemos siempre precede el Varón’. El mismo fenómeno se presenta quizá a
continuación en las líneas 22-23.
58. /: ‘¡(acaso) te hicieron a ti Señor de los surcos de la arada?’, ug. ystk
Ifi €nt mbrtí , en relación con la aseveración de Mot en El 24 s.
59. Literalmente: ‘vino de ojo(s)’, ug. yn ‘n.
60. /: ‘traigan coronas (?) tus congéneres’; ‘pon coronas sobre tus congé
neres’, ug. bi lyt. Cf. DLU 250 (iyt).
61. /: ‘con fuerza y más fuerza’, ug. an tan.
62. La expresión reproduce una conocida fórmula epistolar de saludo.
63. /: ‘los atacantes, destructores’; ‘los sicarios de Yam’, según las dife
rentes interpretaciones de ug, dkym (cf. DLU 131).
64. /: ‘el ardiente calor de M ot’; ‘el pequeño de Yam’, según las diferen
tes lecturas de sgnn. La asumida aquí supone ‘pequeños’ por oposición a rbm,
‘grandes’, de la línea 2. Algunos autores lo traducen por ‘numerosos’, desha
ciendo así la correlación ‘grandes/pequeños’, como categorías de dioses.
65. Haplografía; cf. supra su destrucción por Anat, II 30ss.
66. Para la reconstrucción de este texto, cf. 1.3 III 47-IV 2.
67. Cf. infra líneas lOs. Para el epíteto, cf. KTU 1.2 I 46.
68. Cf. KTU 1.5 V 8s., donde también aparecen tos siete mancebos de
Baal. Se trataría de la cohorte que acompaña a los grandes dioses.
69. ‘se acecharon como gallos de pelea’, ug. ytfn kgmrm.
70. La semántica tanto de ug. msb como de Ism es imprecisa, /: ‘se patea
ron como animales de carrera'.
71. Cf. KTU 1.161:19 para esta frase de introducción de discurso direc
to por parte de Shapash.
72. I: ‘¿cómo va a dejar de oírte?’, dada la ambigüedad semántica del
functor ug. al.
73. /: ‘los postes de tu residencia’, ug. alt tbtk.
74. La frase reaparece en la inscripción del sarcófago de Ahirom de
Biblos.
75. Cf. las líneas 21s. (ql) y V 12. /: ‘se agitó por sus palabras’; ‘se alzó a
su voz’ ; ‘entró en razón a su voz’, ug. y:r m t bqlb.
76. Reconstrucción hipotética. Cf. KTU 1.17 VI 28s.
77. No sabemos quién invita ni quiénes son los invitados. Verosímilmente
éstos son Shapash y los demás dioses celebrados en el himno siguiente. La
restauración de Anat en este lugar es completamente hipotética.
78. /: ‘tu compañía’, ug. ‘dk.
79. /: ‘muertos (divinizados)’; ‘héroes’, ug. mtm.
80. /: ‘tu mago, conjurador’, ug. hbrk.
......3 1 ./ : ‘adivino’, ug. d‘t . ............................................................................
82. /: ‘en el día d e...’; ‘en el mar están’; ‘al M ar... expulse...’, ug, bym ... yd.
83. Los monstruos enemigos de Baal y comparsas del dios del mar Yam
que Anat aseguró haber aniquilado. Cf. KTU 1.3 III 40ss.
84. Ésta parece ser la más verosímil interpretación de ug. prln, título de
origen extranjero.
85. /: ‘secretario de estado’, ug. fy .
86. Sobre estas dos denominaciones del rey de Ugarit, cf. RC ]66ss.,
donde se discuten otras interpretaciones. /: topónimos yrgb y trmn.
124
CICLO BAÁLICO MENOR
Aparte del ciclo normativo, la mitología baálica de Ugarit
nos ha conservado una serie de textos fragmentarios que,
por una lado, ponen de relieve su complejidad y abudancia
y, por otro, desarrollan un aspecto, el de Baal como dios de
la fertilidad, poco explicitado en aquél, preocupado sobre
todo por asegurar su supremacía regia primordial por enci
m a r e cualquier otro contrincante divino. Estos mitemas
menores nos permiten suponer la existencia de un ‘ciclo
baálico menor’, el cual nos revela aspectos complementarios
del dios. Junto a los textos que presentan una inteligibilidad
aceptable, se han conservado vestigios de otros varios mite
mas en torno a la figura de Baal, pero su fragmentario estado
de conservación no permite conclusiones claras sobre su con
tenido y función (KTU 1.7, 1 .8 ,1 .9 ,1 .2 5 ,1 .8 3 ,1 .9 2 , 1.93,
1.101). Son exponente manifiesto, eso sí, de la abundante
literatura mitológica que la figura de tal divinidad concitó a
propósito, sobre todo, de situaciones vitales y religiosas no
suficientemente explicitadas en eí ciclo canónico.
127
LOS AMORES DE BAAL Y ANAT
(KTU 1.10-1.11)
128
A continuación, en una situación visionaria, como co
rresponde a la importancia del caso, Anat atisba a la novilla
que, identificada de algún modo consigo misma, será fe
cundada por Baa!. Al parecer, el experimento se repite va
rias veces, como es típico en estos relatos cultuales, o bien
Baal fecunda a la vez a varias novillas, de entre las cuales, al
fin, saldrá su esperada prole. En todo caso, aquí radica el
núcleo del poema. La procreación es lo que al parecer preo
cupa a Baal, según un texto oscuro que posiblemente perte
nece a este lugar (1.11:1-6). De acuerdo con el mismo, Baal
mantiene una abundante relación sexual con Anat, fecun
dando a la vez a las novillas que la Virgen le ofrece como sus
sustitutas y que darán a luz para ella, según el conocido pro
cedimiento oriental en caso de infecundidad de la esposa, y
de las que nacerá la prole a Baal. El tema ya era conocido en
la mitología normativa (cf. KTU 1.5 V 18ss.).
Este dato queda resaltado convenientemente por con
traste: ante la nueva del nacimiento a Anat de un/a becerro/
a reacciona Baal con una exclamación de frustración. Como
papece deducirse del mismo valor semántico: se trataría de
un tipo manso y doméstico de animal que no es adecuado
representante y sustituto de Baal. Éste, frustrado, se retira a
su morada, su ‘Monte santo’. Pero, por fin, un último parto
de otra de las novillas aporta la solución, que Anat se apresu
ra a comunicar a Baal. Lo satisfactorio de tal nueva radica
precisamente en la naturaleza de la prole nacida a Baal: esta
vez un ‘toro macho bravo, salvaje’, que Anat reconoce como
la auténtica prole baáíica y a la vista del cual reacciona jubi
losamente, tomando a continuación tal prole bajo su protec
ción especial. Como última escena aparece Anat yendo a
comunicar la buena nueva o ‘evangelio de natividad’ a Baal,
ante la que éste reacciona con alegría.
El poema tiene, pues, el valor de un mito de fecundidad
o de celebración de Baal como dios promotor de la misma,
aspecto poco desarrollado en el ciclo baálico canónico, más
preocupado por el de la supremacía y soberanía de aquel
129
dios frente a sus adversarios en ese campo. Aquí se explícita
la potencia fecundante que allí se afirma, en la misma línea
en que el texto KTU 1.23 lo hace en relación con el dios El,
poema con el que el nuestro manifiesta algunos contactos,
que posiblemente supone y que quizá pretende suplantar.
Igualmente Anat despliega aquí su carácter de diosa del amor
y la fecundidad, frente al primordialmente guerrero que de
sarrolla en el ciclo normativo. Las dos divinidades de la fe
cundidad aparecen en su relación amorosa que procrea vida
y da origen al toro vigoroso, encarnación de la fuerza de
Baal en la tierra. Tiene así el poema un sentido más pecuario
que agrario/estacional, aspecto éste resaltado sobre todo en
el ciclo canónico, aunque naturalmente ambos aspectos es
tán relacionados.
En cuanto a la localización de la acción mítica en la ribera
pantanosa del lago Hule y la posible perduración de tal culto
en el santuario cananeo-israelítico de Lais-Dan, hay que re
conocer la sorprendente correlación toponímica de Shamak,
lugar del encuentro de Baal y Anat, con el yamma d‘‘ samkj
Semachonítis, como aquél es denominado en la tradición ju
día. Pero el lugar mítico no tiene por qué coincidir necesaria
y exclusivamente con el empírico.
KTU 1.10 I
130
[Pretendió seducir a] Baal, el Todopoderoso,
[encandilar] al Auriga de las nubes,
[para que Baal no] acose a los pueblos,
[para que Hadad] vuelva a3 la tierra.
[¡Que su poder reviva] a los muertos,
[que haga florecer] la mano del Héroe el erial4!
[¡Que Baal benevolencia muestre,
[que Hadad gracia] otorgue!
[Se lavó] la Virgen Anat,
[se maquilló la ‘Pretendida] de los pueblos’,
[para que Baal no acose] a los pueblos,
[para que Hadad] vuelva a la tierra.
[De ese modo se regocijará to]da carne,
[se llenará de gozo toda alma (?)].
(Laguna de unas 13 líneas)
KTU 1.10 II
KTU 1.11
132
[Y Ba]al desfalleció (?) por el becerro (?),
[por el morlaco de] la Virgen Anat.
[Al abrazarse/besarse (?) hubo] concepción y parto 5
[con la ayuda (?)] de la banda de las Kotharot:
[un hijo nació (?) a] la Virgen Anat,
[progenie a] Baal el Todopoderoso.
(Texto de 13 líneas irreconstruible)
133
10 la vulva, sí, de la más graciosa de las hermanas de Baal17.
Ascendió Baal a la montaña,
el hijo, sí, de Dagón al [terreno (de su posesión) (?)18].
Se sentó Baal en su trono [regio],
el hijo de Dagón en el solio [de su poder],
15 Por el becerro el grito [alzó Baal],
por el becerro el grito lanzó [Hadad],
Marchó y escapó chozpando [Anat],
con gracia, con do[naire y exclamó]:
— La novilla, la novilla [que vi]
20 un morlaco19 parió [a Baal],
un toro salvaje, sí, at [Auriga de las nubes].
Abrazó la novilla [a su morlaco],
abrazó la novilla [a su toro salvaje],
y le cubrió con su ubre,
25 (mientras) él chupaba (?) sus pezones (?), sí, y su calostro20,
el calostro de su infancia.
La ladera ascendió (Anat) por la montaña,
la cuesta por el monte del triunfo21.
30 Ascendió así al (monte) Arar22,
al Arar y al Safón,
a la delicia, al monte del triunfo.
En voz alta a Baal gritó:
— ¡La buena nueva de El recibe, Baal,
recíbela, sí, progenie de Dagón!
35 Pues un morlaco a Baal ha nacido,
un toro salvaje, sí, al Auriga de las nubes.
Se alegró Baal, el Victorioso.
N OTAS
1. Cf. de Moor ,An Anihology ofReligious Texts, pp. 11 Os., uno de los
pocos autores que la ha intentado.
2. Para la reconstrucción, contenido y sintaxis, véase KTU 1.3 I I 38-111
2 ; III 26-28.
3. /: ‘se aposente en’, ug. ytb lars.
134
4. Para su reconstrucción, cf. un cierto paralelo semántico con KTU
1.19 II 12-18.
5. Con toda probabilidad se refiere a la región de la zona pantanosa de
Hule, al norte del lago de Tiberiítdes, recientemente desecada. La Transjorda-
nia a esta altura es también una zona con interesantes resonancias en la mito
logía ugarítica (cf. KTU 1.108:2-3: Ashtarot-Hedreí).
6. La denominación equivale en el lenguaje mitológico y lírico del anti
guo Oriente a amante, esposa.
7. /: ‘ ¡vamos a alargar la vida, hermana!’, ug. hurt abt w rtark.
8. /: ‘los cuernos de tu tocado’; la diosa es representada con cuernos,
como otras divinides orientales. En KTU 1.13:29s será denominada expresa
mente ‘novilla de Baal’.
9. El carácter alado y volador es otro aspecto que se supone a muchas
divinidades orientales, entre ellas a Anat.
10. El par ‘tierra’//‘polvo’ puede ser una referencia al ‘Infierno’, morada
del máximo enemigo del Baal, el dios Mot.
11. Divinidades del parto, mencionadas en otros textos y cantadas espe
cialmente en KTU 1.24:40ss., donde se las denomina ‘las golondrinas’.
12. /: ‘su boca (abra)’, ug. pb, posible eufemismo sexual.
13. El término ugatítico alp designa de manera genérica ‘una res bovina
macho’; en los contextos mitológico y cultual no se puede traducir por ‘buey’,
animal que no puede representar adecuadamente la fertilidad y no es apto
como víctima sacrificial.
14. /: ‘de seguro como nuestro Creador (puedo yo mon]tarte’(?), ug. Im
kqnytt ‘i-,
1 J. La potencia generativa primordial corresponde al dios supremo El,
el ‘'Padre de los dioses’ y ‘Creador de las creaturas’, cuyo vigor sexual celebra
KTU 1.23.
16. Posible referencia a la erección sexual.
17. Pero la ambigüedad del lexcma p en ugarítico (‘boca’ y functor ‘y,
también’) permite otras interpretaciones. /: Virgen y (sólo) virgen es Anat,
aunque sea la más graciosa
18. /: ‘cie[los]’, ug. b ¿(.
19- El producto de! parto es ahora un ibr, un bóvido macho en cuanto
tal, no un simple e indiferenciado alp.
20'- Versión incierta. /: ‘sobre su obligo, sí, y tierna piel ug. ■fl Srh
u/Shph.
21. /: ‘poderoso’, ug. gr tliyt..
22. Otra denominación de la morada de Baal, desconocida en la mitolo
gía ugarítica. En los textos administrativos parece designar el distrito en el que
sé halla situado el Safón.
135
BAAL Y LOS DIOSES DEL DESIERTO
(KTU 1.12)
136
como toros y morrillo como morlacos, también tendrán el as
pecto de Baal’. Un dato interesante: también aquí se anuncia
la proclamación del nombre por parte de El, como en el caso
de Yam en KTU 1.1 IV 15-19. Los versos finales de la sección
nos introducen a Baal, que se encuentra con los ‘voraces’, ya
nacidos y desarrollados, y ante los que toma una actitud
igualmente ‘voraz’.
El texto se interrumpe aquí, pero es presumible que la
laguna de unas 35 líneas que se interpone contuviese la des
cripción del enfrentamiento entre ambas partes, tal como
dejan entrever los inicios de línea conservados. Cuando el
texto vuelve a ser inteligible nos hallamos con la descripción
de la derrota de Baal ante los ‘voraces’. Sus motivos pueden
desglosarse así: desfallecimiento y captura de Baal; su lamen
table situación consiguiente y los efectos de ésta sobre la tie
rra: sequía total durante siete/ocho años; finalmente, moti
vación del caso: cae Baal en venganza por su enfrentamiento
y muerte de su hermanos, el resto de los ‘setenta hijos’, en
confrontación esta vez con sus vengadores, nuevos y más
fuertes hijos de EL La consecuencia de esta muerte de Baal es
la paralización de toda actividad humana, la suspensión del
orden social, no sólo el natural.
Nos hallamos, pues, ante el fragmento de una teomaquia
al estilo de las que enfrentan a Baal con Yam y M ot (quizá
aludido en el epíteto ‘príncipe’, como se le denomina tam
bién en KTU 1.23:8), y en el fondo con el mismo sentido:
contraste entre el dios de la fertilidad y las fuerzas destructo
ras de la misma, que vienen del desierto. Teomaquia motiva
da por Baal y promovida por El, en connivencia con las otras
divinidades, resentidas por la actitud hostil de aquél. Tene
mos así un nuevo indicio de la oposición más o menos mani
fiesta que opone en el panteón ugarítico a la ‘Familia de El’
y a la ‘Asamblea de Baal’. Este se ve obligado a afirmarse en
su posición de dios patrón inmediato en pugna incesante con
poderes igualmente primordiales, es decir, divinos, que se la
disputan e intentan suplantarle, imponiendo el caos y la
137
muerte. El esquema es conocido en la mitología de Ugarit,
aunque nuestro texto no puede insertarse en la secuencia del
ciclo normativo. De acuerdo con aquél, cabe suponer que en
la parte perdida del mitema se narraba el ‘levantamiento’ o
resurrección de Baal, con la ayuda de sus partidarios, y su
consiguiente victoria sobre sus contrincantes, momentánea
mente victoriosos. En el esquema mitológico de Ugarit, Baal
siempre triunfa en última instancia. La consideración, en
cambio, de este texto como un mito ritual de hidroforía de
pende básicamente de una determinada versión de sus líneas
finales, que nosotros estimamos menos probable.
KTU 1.12 I
138
Clava los codos en tierra,
los antebrazos en el suelo’,
retuércete y pare a los ‘voraces’,
encoge tus rodillas6 y da a luz a los ‘destrozones’,
El proclamó sus nombres7.
Tenían cuernos como toros 30
y morrillo como ‘morlacos’;
también tenían el aspecto de Baal.
Baal se había ido a rastrear,
se había dirigido hacia las lindes del desierto. 35
Y he aquí que llegó junto a los ‘voraces’,
se topó con los ‘destrozones’.
Baal los codició ardientemente,
el hijo de Dagón se enardeció por ellos.
Baal se les acercó por su pie,
sí, el dios Hadad a su pasos.
KTU 1.12 II
139
5 Baal se [les acercó a pie],
el dios Hadad [a su paso],
de manera imperceptible (?)10.
[Baal] los codició [ardientemente],
el dios <Hadad> se enardeció [por ellos],
10 [su] entraña [se conmovió (?)].
Un día [y otro pasó (?)].
Intentó [ ]
estaba devorado [ ]
como un [ ]
15 [ ]
[ ]
[ ]
[ ]
en [ ]
20 y en [ ]
Baal [se les acercó por su pie,
el dios Hadad [a su paso],
de manera imperceptible.
Los reunió Baal [ ],
25 el hijo de Dagón [los ].
Los agrupó [ ],
e/al último [ ].
Las heces de su copa [bebieron],
la poción del Noble [les enardeció (?)],
30 la poción del Terrible les excitó.
A los ojos de Baal los agarró [el miedo],
a su torso agarró [el espanto],
a los pies de Baal los agarró [el pavor]11.
Y (le) abatieron los ‘sedientos’ [como a un toro],
35 (le) agarraron los ‘voraces’ [como a un morlaco],
cayó en la ciénaga [Baal]12.
Sus hocicos13 se inflamaron [„.],
en sus lomos prendió el ardor [...],
sus cuernos como de uno con ter[cianas (?) se
debilitaron].
140
El (quedó) como uno que se abrasa [de fiebre], 40
(cuyos) dientes la muerte (?) [hace crujir (?)]H.
Se resquebrajó completamente la [tierra],
las vaguadas de los campos se resecaron.
Siete años El completó (así),
sí, ocho giros de tiempo. 45
Pues se vistió como un vestido la sangre de sus hermanos15,
como un manto la sangre de sus congéneres.
Pues a sus setenta y siete hermanos [salió al paso],
también a los ochenta y ocho.
El príncipe de sus hermanos le encontró, 50
sí, le topó el príncipe de sus camaradas.
Frente al caudillo más distinguido,
frente a la tropa más escogida16
cayó así Baal como un toro,
se dobló Hadad como un ‘morlaco’, 55
en medio de la ciénaga, Baal.
Cedió él en la supremacía,
cedió en él la afirmación.
Dejó [en consecuencia] el rey el juicio,
abandonaron las aguadoras la fuente;
cesó el murmullo’7 del templo, 60
cesó el tintineo de la fragua'8.
N OTAS
141
7. /: ‘ ique los dioses proclamen sus nombres!’. Para esta prerrogativa del
dios El cf. KTU 1,1 IV 13».
8. Propiamente ‘por su Pata’> en alusión posiblemente a la caracteriza
ción teromófica de la divinidades aquí en juego.
9. Para la reconstrucción hipotética ofrecida, cf. en parte de Moor, An
Anthology ofReligtous Texts, pp. 131s.
10. Literalmente: ‘viniendo sin venir’, ug. a t bl at.
11. Preferible esta versión a la que ve aquí a Baal disponiéndose a montar
y disparar su arco, arma que la mitología no atribuye a este Dios.
12. Cf. infra líneas 53-55.
13. /: ‘a continuación’ ; ‘en la fuerza de su rostro’, ug. anpnm.
14. Versión hipotética.
15. O bien los que se revisten son ‘sus hermanos’, con ‘un vestido de
sangre/lamento’; cf. DLU 132s. {dm (II), /d-m-m/),
16. /: ‘en un tiempo crucial, en un momento crucial’; ‘en el máximo peli
gro’, dada la anfibología de ug. ‘dn y skn.
17. /: ‘la fuente’, ug. qr, favorecido por la presencia en la línea anterior de
‘aguadoras’.
18. /: ‘el pozo de la casa del mago’, ug. mslt bt brí. La polisemia de estos
versos finales es muy pronunciada. Algunos autores leen aquí una plegaria
ritual para invocar e inducir la caída de agua (ug. Stk < *ntk). Pero a esto se
oponen algunas razones lexicográficas (‘verter’ requiere normalmente prepo
sición) y gramaticales (improbables imperativo Gt y combinación de formas
imperativas y yusivas con cambio de persona), lo que conlleva la correspon
diente modificación del sentido de los diferentes lexemas. Con todo, un colo
fón de esa naturaleza es perfectamente verosímil, si se supone que estamos
ante un mito-ritual, pero tal hipótesis no se impone. Parece más bien tratarse
de un elemento descriptivo más de! mitema.
142
LA VIRGEN-MADRE ANAT
(KTU 1.13)
143
poder de vida. Como aquéllos, este breve epítome o mitema
tiene todas las posibilidades de haber sido usado ampliamen
te en las expresiones de religiosidad popular y recitado con
frecuencia. Quizá la presente tablilla sea una copia vulgar y
poco cuidada de entre las muchas que pudieron existir de tal
texto.
(Laguna de 2 líneas)
1 — ...............................
144
— i La casa, hecha para ti, es perfecta!
Te escuchó, ¡oh novilla!,
y prestó atención, ¡oh Seno de] los pueblos!,
(su) voz a tus oídos [hace ahora llegar (?)]7:
— Por haber ligado a la perversión,
revistiéndote así de luz8,
mensajeros celestes partieron9,
celestes príncipes regios fueron enviados [a decir]10:
— Con vigor fortificaré a vuestro hijo,
como a príncipe primogénito os le bendeciré.
Ansiosa se puso Anat, la Novilla de Baal,
en trance de parto Anat, 30
cuyas entrañas no habían conocido la concepción,
ni sus senos la lactancia.
[... en] (el monte) Inbub [su nombre] proclamó,
su mano [bendijo (?)] al pequeño".
Una copa [tomó en su diestra]
[con] el viento, el aguacero y las nubes;
un cáliz [sobre él] volcó...
NOTAS
145
8. /: 'porque la esposa es inaccesible, por que el 'pozo’ está cerrado’, ug.
krtqt mrgt-, se trataría de una metáfora sexual.
9. h ‘fortificar (al esposo)’, ug. tmrzbl.
10. Téngase en cuenta que ug, tlak implica el envío de ‘noticias’, no de
otras realidades. Asimismo, la versión de zbl por ‘esposo’ (< ‘impregnador’)
es muy discutible,
11. /: ‘el agujero no podía abrir, su ‘mano’ lo halló demasiado pequeño’,
ug. inbb p‘r ydb [...] sgr, metáfora de tipo sexual (!).
146
LOS MITOS CULTUALES
DE LOS CICLOS DE EL Y DE YARHU
Como en el caso de Baal, también del dios El los textos ugá-
ríticos ofrecen dos caracterizaciones diferentes. El mito, que
definimos baálico por su protagonista, pero que reserva tam
bién un papel clave al dios supremo y define su papel en la
mitología oficial, nos lo presenta como una divinidad lejana
y un tanto expectante ante los avatares por los que pasa su
familia. Poseemos, en cambio, un par de textos que ofrecen
del mismo una imagen desenfadada y ligeramente procaz,
que hace del ‘Entrañable’ un dios muy humano y próximo,
sin duda muy del gusto de sus fieles. Estos mitos presentan,
por otra parte, una estructura de agenda ceremonial que está
suponiendo eran recitados o escenificados en el culto o la
práctica mágica. Un indicio más de su popularidad y fre
cuente uso.
De modo similar, también del dios Yarhu, la Luna, po
seemos un texto que celebra su matrimonio como hierós
lógos del ritual de nupcias. Junto con él se canta a las diosas
Kotharot, las patronas del parto. La conjunción de ambos
textos es, pues, intencionada y adecuada. Resultan, por otra
parte, un claro reflejo de la importancia que estas divinida
des estelares tenía en la piedad popular y que los textos ri
tuales ponen con frecuencia de manifiesto.
149
LOS DIOSES APUESTOS Y HERMOSOS
(KTU 1.23)
150
tremo al otro dei horizonte y dispuestos a devorar todo ele
mento de vida que se despliegue por el ámbito que aquél
enmarca: cielo y mar. Se revelan en realidad como divinida
des del desierto, como en general todas las astrales, desde
donde acecharán la tierra cultivada.
Estimo que el texto representa así un ritual de un festi
val de primicias o cosechas bajo la advocación de las divini
dades tutelares del momento, los dioses astrales Shahar y
Shalem, personificaciones de Venus-Athtar (acaso de
Ashtarte). Para ello se utiliza el esquema de la hierogamia
mítica, que es a la vez reflejo de la cultual y que culmina en el
banquete de primicias y acción de gracias. Ambos elementos
son parte esencial de un ritual de fecundidad-fertilidad,
como la ocasión impone.
KTU 1.23
Rúbricas e incipits
151
en Sa otra el cetro de la viudez,
que los podadores podaron como una cepa,
10 ataron los gavilladores como una vid,
que echaron en la terraza® como una cepa’9.
152
— ‘El campo es <campo> de los (dos) dioses,
campo de Ashera y la Doncella’.
— ‘Está sentado en su trono el dios’17.
Recitado mitológico
154
a los voraces ya de un solo día,
que maman aún de los pezones25.
Palabra a El se le llevó:
— ¡Oh!, las dos mujeres de El han dado a luz. 60
— «Qué es lo que han dado a luz?
A los dioses apuestos,
a los voraces ya de sólo un día,
que maman aún de los pezones.
Ponen26 un labio en la tierra
y otro en el cielo,
y entran en su boca
los pájaros del cielo
y los peces del mar;
y volando pieza tras pieza27
meten a dos carrillos en su boca
y no se sacian.
— ¡Oh mujeres que he desposado!
¡Oh hijos que he engendrado! 65
Coged y quedar (os) en el desierto santo2a,
allí avecindaos19 junto a las piedras y los troncos
durante siete años completos,
durante ocho giros de tiempo.
Los dioses graciosos recorrieron el campo,
rastrearon las lindes del desierto.
Se encontraron con el guarda del sembrado
y gritaron ellos al guarda del sembrado:
— ¡Oh guarda, guarda, abre! 70
Y él abrió una brecha para ellos
y ellos se introdujeron.
— Si (hay para nosotros) pan,
danos para que comamos;
si hay (para nosotros vino),
danos para que bebamos.
Y respondió el guarda del sembrado:
— (Hay pan, que entró a manos llenas (?)),
hay vino, que entró en (abundancia);
155
75 (cualquiera sea) el que liegue,
a él una cántara de vino (le corresponde)...,
y su vasija30 se llena de vino...
NOTAS
156
22. /: ‘ioh mi marido, mi marido!’, ug. ymt mt.
23. /: ‘realizad grandes hazañas’; ‘preparad (una ofrenda)’, ug. ‘db l ¡p¡\
cf. DLU 72s (‘db).
24. En total siete veces se habría de repetir esta antífona, posiblemente
de manera alternante entre los chantres y e! pueblo asistente. Pero el texto es
deficiente y otros autores leen aquí el recuento de los meses (cinco/diez) de la
preñez hasta el parto, como hará Daniel antes del nacimiento de su hijo Aqhat
(cf. KTU 1.17 II 43ss.). Es ciertamente sorprendente la coincidencia del mis
mo par de ‘raíces’ (ytb, ‘sentarse’; spr, ‘contar’) en ambos textos. Pero el caso
es que tal coincidencia se da también con KTU 1.4 V 42s. (tb, ‘volver de
nuevo, repetir’, tttspr, ‘recitado’), en el sentido que presupone la versión adop
tada. El argumento lexicográfico no es decisivo. Amén de que debe hacerse en
et segundo caso una lectura diferente y otorgar a phr klat un valor desconoci
do en la lexicográfica ugarítica. También es cierto, por otra parte, que en este
caso no se separa la rúbrica por dobles líneas como se hace en KTU 1.4 V 42s.
25. Cabe integrar aquí <de Ashera>, de acuerdo con línea 2 4 , mejor
que suponer ‘la Señora’ (íí), como sugeriría la línea 61. Pero lo más acertado
es abstenerse de ambas integraciones y suponer que aquí se hace referencia a
su temprana voracidad: ‘que maman (todavía) de los pezones’.
26. /: ‘está dirigido un labio’, pasando en ambos casos sí a la línea si
guiente, con lo que desaparece la mención de ‘la Señora’.
27. /: ‘están devorando’; ‘se alzan, delimitación tras delimitación’, ug.
umddgzr l<g>zr; en ningún caso ‘mancebo, joven’ (ug. gzr).
28. /: ‘estableced en el desierto un santuario’ ; ‘elevad una ofrenda’, ug.
‘db ík mdbr qdS.
29. Posible referencia a su función como dioses del desierto y la sequía
(divinidades astrales, de culto beduino meridional) durante un ciclo ‘canóni
co’ de tiempo (cf. KTU 1.12 I I ...; 1.6 V ...). /: ‘arrastrarán piedras...’, ug. tm
tgrgr iabnm.
30. / :‘su compañero’, ug. hbrb; cf. DLU 172 (br II).
157
UNA ORGÍA DIVINA QUE CURA LA EMBRIAGUEZ
(KTU 1.114)
158
abajo ofreceremos otros ejemplos. No obstante, la amplitud
del mito que precede y funda la validez del remedio ofrecido
autoriza a su consideración como una más de las caracteriza
ciones del dios El en la mitología ugarítica.
25 .............
Ashtarte y Anat [los hallaron (?)]
y con ellos le hicieron volver11 [en sí],
al aplicar ei remedio, ¡mira!, éste se despertó13.
N OTAS
160
teromórfica (‘cuernos y rabo’) ha hecho pensar a unos en la figura del buey
Apis egipcio (hpy); a otros, en un demonio avant.la lettre.
9. I: ‘a tumbarle en’; ‘resbaló’, ug. yiSn; ‘a escarnecerle’, suponiendo
otra división del verso.
10. Cf. KTU 1.4 VI» 8 f.
11. /: ‘sentarse, aposentarse en su ug. whhm .tttb.
12. /: ‘como se aplica para rejuvenecer’, ug. km trpa hn rir.
13. Ug. ¡Fr klb corresponde a ac. Sárat kalbi (salmi), ‘pelo de perro (ne
gro)’. Se trata de un elemento bien conocido en la farmacopea antigua. En un
texto acadio.(TDP 26:44-45: ¡arat kalbi salmi; cf. R. Labat, Traité Accadisn
de Diagnostiques et Pronostiques Médicaux I, Paris-Leiden, 1951, p. 194) apa
rece conjuntamente con Usan kalbi, la consabida planta cinoglosa (‘lengua de
perro’); igualmente en la conocida colección de sinónimos farmacéuticos
Uruanna (1:471), bajo la forma Ser kalbi (aun\. GIRi.PAD.DU, ‘hueso de pe
rro’; cf. R. Campbell Thompson, A Dictionary o f Assyrian Botany, London,
1949, pp. 23ss ). Pero su uso mágico-medicinal en acadio supone que se trata
realmente de ‘pelo’ de perro (comunicación del profesor M. Civil). Cf. la
nueva lectura de Dietrich-Loretz (Fs. Gordon, 1998, p. 179) hS crk, ‘tomillo
molido (?)’.
14. /: ‘cabeza de la planta-pqq y su tallo’, ug. wris pqqwSrh. El texto es
lexicográficamente muy controvertido. Las dos opciones básicas son: enume
ración de partes del cuerpo sobre las que colocar el remedio o partes de la
planta (desconocida) que debe acompañar como tal al ‘pelo de perro’.
15. /: ‘mezclará’, ug. yStabdh, como excipiente para uso tópico. Preferi
ble a ‘beberá’, en razón del uso de ahdh en las prescripciones hipiátricas.
16. Es decir, de ‘otoño’; cf. DLU 198 (hrpnt ).
161
M ITO RITUAL DE LAS BODAS DE YARHU Y NIKKAL
(KTU 1.24)
162
tratorio. Como es costumbre en Oriente, moderno y anti
guo, dicha ceremonia coincidía con el fin de las cosechas en
otoño y tenía su momento preciso de celebración al atarde
cer. Su formulario y ritual se reproduciría aquí en parte.
164
NOTAS
1. Divinidad, al parecer hurrita, desconocida en Ugarit.
2. /: ‘consejero matrimonial (de dos tipos distintos)’. Pero la base mlk
no tiene ese vaior (acadio) en semítico occidental.
3. /: ‘a las dada la ambivalencia del functor ug. i.
4. /: ‘radiantes’, ug. snnt,
5. /: ‘por su mano’, ug. lydh, como eufemismo de sentido sexual.
6. Célebre santuario de Dagón, según los textos de Mari. En la época de
los archivos de Ugarit su recuerdo era meramente ‘histórico’.
7. Posible semántica erótica de estas alusiones.
8. Sobre las ‘hijas’ de Baal, cf. KTU 1.3 I 23.
9. Otra ‘hija’ de Baal, posiblemente una variante del ignoto determina
tivo ybdr, que forma parte del epíteto de Arsay {bt y'bdr) aquí tomado por
ella.
10. Leyendo i bu, como expresión deprecativa/imperativa. /: ‘el león ex
citará a la casa de su padre7.
11. /: ‘de ía hoz’, ug. b‘lgm l, en posible referencia a su forma.
12. Referencia, quizá, a esta instalación cúltica del santuario palatino; cf.
del Olmo Lete, La religión cananea , p. 28.
13. Texto corrompido. Leyendogb b zt dm. /: ‘sobre las olivas
14. Son las colaboradoras del dios Supremo, ‘padre de dioses y hombres’
y así supremo patrón de la vida y la fertilidad (cf. KTU 1.23) que ellas pro
mueven con sus plantas y recetas mágicas.
15. Se ofrecen a continuación los nombres de las «efe Kotharot, de acuer-
doiton la tradición sumeria. No creo verosímil que se trate, por ramo, de la
mención de una esposa concreta, de nombre ptbbt, identificada con una de
aquellas divinidades. Los otros nombres habrían de interpretarse en tal caso
como: ‘sus regalos y dote sean pesados para ella. ¡Aplausos para
165
SAGAS Y EPOPEYAS
LA SAGA DE LOS REFAIM
(KTU 1.20-22)
169
narrada en ésta, el mito evocaría ahora su exaltación a !a
categoría de Rapa, de 'héroe divino’, que anularía la maldi
ción de esterilidad que aquélla indujo en el reino de manera
prototípica. Quizá formara parte de un ‘ciclo’ épico en tor
no a tales figuras. Pero el clima mitológico y los personajes
que lo pueblan son nuevos y no aparecen en la Leyenda de
Aqhat (KTU 1.17-19). Esta evocación mitológica de los Re
faim y la consiguiente descripción de su existencia en el
mundo del más allá tendrían más bien su correlato cúltico en
textos como KTU 1.108 y 1.161. Partiendo de ahí, el senti
do de la composición sería el de la exaltación — acaso el de
la ‘evocación’— de estos ‘manes’ protectores que ‘han en
trado en el concilio de los dioses’.
Es una gran lástima que el estado deficiente del texto
nos impida percibir el sentido claro y definitivo de este
mitema escrito originalmente sobre tres tablillas. Está domi
nado por los Refaim, ios héroes ancestrales y como tales ya
muertos y elevados a la categoría divinal. En este contexto
podría suponerse una especial referencia al mentado ‘ciclo’
de Daniel y su hijo Aqhat, la ‘heroización’ del cual se conme
moraría en este poema.
KTU 1.22 H
170
(Laguna)
KTU 1.22 I
(Laguna)
1 [Desde los cie]los
[... y] le [bendijo (?)]:
— Mira, a tu hijo, a [tu descendencia verás],
a los hijos de (tu(s)) hijo(s) después de ti5.
Mira, [ellos (?) te tomarán] de la mano,
al más pequeño besarán tus labios.
5 Allí, hombro con hombro, (estaban) los (dos) hermanos6,
los que asisten a El con presteza7.
Allí exaltaban (?) el nombre de El los (héroes) mortales,
exaltaban bendiciéndolo el nombre de El los proceres.
Allí (estaban) Thamaq8, el Rafa9 de Baal,
Guerrero de Baal y Anat.
Allí (estaba) Yahipán10, el luchador,
10 el príncipe regio, eternal.
Mientras se lanzaba Anat a rastrear,
se ponía a acechar a las aves del cielo,
degollaron bueyes y también ovejas,
abatieron toros y carneros cebones,
novillos de un año,
corderos, lechales a montones...
15 Como plata para los invitados" las aceitunas (eran),
como oro para los invitados los dátiles.
La mesa fue perfumada con flor de vid,
con flor de vid real12.
He aquí que en (el primer) día
se escanció vino de Thamak,
mosto, vino de príncipes,
vino de la región de Ghalal13,
el vino de la felicidad,
collar de las floridas vides del Líbano,
20 rocío de mosto que El cultivó.
172
(Ese primer) día, imira!, y otro
los Refaim comieron y bebieron;
un tercer y cuarto día,
un quinto y sexto día
los Refaim comieron y bebieron
en la sala del festín de las primicias14
brotadas del corazón del Líbano. 25
¡Mira!, al séptimo [día],
[se acercó (?)] Baal, el Todoperoso:
— [..........] su(s) compañero(s),
miserable ( ? ) .............
(Laguna)
N OTAS
1. /: ‘al lugar sagrado, santuario’; ‘partida, marcha’, ug. atr; cf. DLU61
(iatr II).
2. Leyendo ‘l. /: ‘el cetro de ...’, ug 5.
3. /: ‘vinieron a sus garañones’, ug. rr; cf. DLU 87 {'-> I/II).
4. /: ‘al ocaso’, ah r Spstn.
5. /: ‘vu lugar sagrado’; ‘tu marcha’, n. 1.
6. Posible referencia a Thakamún y Shunara (tkmn winm), con posible
juego etimológico (tktn, ‘hombro’). Parece ofrecerse aquí una cierta descrip
ción de la corte celeste de Eí.
7. /: ‘que cortan la muerte’, ug. blsmt.
8. Algunos autores traducen estos NNPP por predicados (‘levantó’;
‘murmuró’), pero la morfología del primero de ellos desaconseja esta inter
pretación. Aquí entendemos que se describe el entorno de El con referencia a
‘héroes’ desconocidos para nosotros (quizá alguno \yhptt\ era el ‘nombre divi
no’ de'Aqhat {?]).
9. Singular de ‘Refaim’, héroe muerto y divinizado en el más allá.
10. Posiblemente una divinidad secundaria, miembro de los Refaim (?).
Su nombre (yhpn) recuerda el del pretendiente al trono de Baalyíhn (KTU 1.6
VI 48) y al sicario de Anat ytpn (KTU 1.18 IV 6). /: ‘susurraba’; ‘rodeaba’.
11. El término ug. ‘brm tiene posiblemente connotaciones funerarias:
‘los que viajan, entran (en el más allá)’.
12. /: ‘entre la fruta ... en el salón’, ug, dpr thln b tfl; pero cf. línea 2 4,
donde tal estancia se denomina bt ikl.
13. /: ‘que no se sube a la cabeza’; ‘dulce y abundante’.
14. /; ‘en la cumbre’, ug. bpr.
173
LA EPOPEYA DE KIRTA
(KTU 1.14-16)
174
no se configura en el más allá, de modo que las empresas de
la vida de este héroe son un ‘cumplimiento’ de las decisiones
de los dioses.
El poema se inicia con la descripción del infortunio del
rey Kirta que ha perdido toda su familia, mujer(es) e hijos y
se encuentra sin descendencia. Ante tal situación se dirige
desconsolado al dios El, quien en sueños escucha su súplica y
le indica el procedimiento que debe seguir para conseguir su
intento y traer a su palacio una nueva esposa, la hija (mejor,
la nieta) del rey Pabil de Udum. Tal procedimiento incluye la
propiciación de los dioses por medio de los oportunos sacri
ficios, la leva de un ejército popular en el que todos, hasta
los más descapacitados del reino, participen, la marcha hacia
Udum y el asedio de la ciudad. No será preciso que la ata
que; al cabo de siete días su rey, atemorizado, se le rendirá y
accederá a su petición. A continuación se iniciará una nego
ciación de las condiciones de la retirada: Kirta ha de recha
zar todas las ofertas de compensaciones económicas y dejar
bien en claro su pretensión, en una de las más bellas expan
siones líricas de la literatura ugarítica.
La orden divina es cumplida exactamente por Kirta den
tro de un preciso esquema narrativo orden/ejecución que tie
ne sus paralelos en muchos relatos bíblicos en los que el Dios
de Israel enuncia oracularmente su voluntad, que luego el
jefe fiel (Moisés, Josué) ejecuta. En la ejecución del encargo
divino, con todo, Kirta introduce un elemento que no se le
había indicado. En su marcha hacia Udum se detiene en el
santuario de Ashera y hace un voto a la diosa. Tal voto-pro-
mesa era innecesario; Kirta tenía garantizado el éxito sim
plemente con cumplir la orden divina. Esa iniciativa humana
hace intervenir a otra divinidad y va a ser la fuente de sus
posteriores problemas.
Una vez conseguido su intento, ve poblarse, con la ben
dición del dios El, su casa de numerosos vástagos, entre ellos
el heredero. Pero en este clímax de felicidad, que lógicamen
te debería imponer el cierre de la acción épica, surge el anti
175
clímax: ‘Ashera recordó su v o t o A l parecer, pues el texto
es fragmentario, éste no fue cumplido y, en consecuencia, el
rey cae gravemente enfermo, en castigo, cabe suponer, de su
infidelidad. La enfermedad conmociona a todo el reino:
príncipes, nobles y todo el pueblo se ven afectados. La en
fermedad del rey afecta también a la fertilidad de la tierra,
puesto que es el mediador de la bendición fecundante de los
dioses. Es ésta una buena ocasión para enunciar y acaso cues
tionar, aunque sólo sea retóricamente, la ideología regia tra
dicional. A lo largo del poema se ofrecen interesantes atisbos
de la misma. El rey es ‘hijo de El’, con una cierta garantía de
inmortalidad, y de él depende el bienestar del reino en todos
sus aspectos.
Sólo de nuevo la intervención del dios supremo El con
sigue poner remedio a la situación, ante la incapacidad de
ios demás dioses al respecto. Crea un geniecillo benéfico
que se enfrenta al espíritu de la enfermedad que aflige al
rey y lo expulsa de su cuerpo. Una vez restablecido, debe
aún hacer frente a una posterior complicación: el heredero
Yassib, el fruto más anhelado de la bendición divina, recla
ma su abdicación por haber faltado a sus deberes de rey,
incapacitado como estaba por la enfermedad. Entre tales
deberes se cuenta su función de jefe militar, pero también
su función social de ‘juzgar la causa de la viuda, dictaminar
el caso del oprimido’.
El tema es sumamente interesante, al reflejar una con
cepción social de la monarquía fundada en la justicia y la
defensa del desvalido y no sólo una concepción mítica basa
da en la mediación de la bendición de la fertilidad, con una
fraseología que usará la Biblia hebrea para definir la pro
vidente preocupación del Dios de Israel por su pueblo: ‘de
fensor del huérfano y de la viuda’. Y no se trata- de un
himple desahogo poético. El cliché se mantiene igualmente
a la hora de definir la actuación del rey Daniel, ‘que se
sentaba a la entrada de la puerta (de la ciudad), entre, los
nobles que se reúnen en la era a juzgar la causa de la viuda,
176
a dictaminar el caso del huérfano’. Precisamente la aparen
te incapacidad de llevar a cabo este básico deber es lo que
motiva la rebelión del hijo de Kirta, que pretende suplan
tarle. Por lo demás, una maldición paterna inapelable acaba
con esta revuelta de palacio y asegura la afirmación del rey
en su trono, recuperado tras la curación. Se pone así fin ex
abrupto a la pretensión del príncipe y a la trama de la le
yenda.
Un ritmo elemental de ‘desgracia-salvación’, ‘pecado-
redención’ dinamiza todo el relato. El mentado ritmo es
tructurante no es desconocido en la tradición bíblica, como
manifiesta el Libro de los Jueces, la más nutrida colección
de leyendas épicas del antiguo Israel. Sobre el mismo se
organiza su trama narrativa. En tal sentido esta epopeya,
más que una ‘historia doméstica’, es la exaltación épica del
‘héroe epónimo’, conforme al modelo de las epopeyas de
Sargón de Agadé y de los héroes griegos, tomando incluso
este término en el sentido de la mitología clásica: ser mor
tal divinizado, considerado ‘hijo de dios’. De Kirta, hemos
visto, se dice expresamente que es ‘hijo de El’, deduciendo
de ahí su derecho ineludible a la inmortalidad y en ese
sentido a su ‘divinización’, pues la inmortalidad es propia
de los dioses. No se trata en nuestro poema de ‘narrar’ una
historia de corte, más o menos idealizada o mitologizada,
sino de ‘exaltar’ la función y destino del rey ancestral den
tro de aquella ideología. De ahí que los elementos que usa
no sean tanto ‘episódicos’ cuanto ‘arquetípicos’ de la exis
tencia regía.
Por otra parte, además de como ‘hijo de El’, a Kirta se
le considera, de acuerdo con lo dicho más arriba, como
perteneciente al grupo de los Refaim, que no sólo en la
lengua ugarítica, sino también en la tradición hebrea, ha
conservado el sentido y aspecto de ‘héroes’ legendarios,
cuyo origen semidivino, ‘heroico’, explica posiblemente Gn
6,1-4: el relato de la unión de los ‘hijos de Dios’ con las
‘hijas de los hombres’, momento en que aparecen los ‘hé-
177
roes de antaño’. Resulta, así, que este procedimiento de exal
tación épica se encuentra extendido en el ámbito del Medi
terráneo oriental del Ií milenio y se inserta como un dato
más en la esfera de coincidencias étnicas y culturales entre
helenos y semitas que los hallazgos creto-micénicos y ugarí-
ticos han puesto de manifiesto.
En eí plano de los hechos, el poema desarrolla, pues,
más que un ‘núcleo histórico’ (aun admitiendo la ‘historici
dad’ de sus personajes y la validez de su marco geográfico),
una ‘tradición épica’ arquetípica remodelada como ‘los tra
bajos y los días’ del héroe Kirta, rey de Hubur, que vive su .
destino humano gobernado por el patrocinio y la ira de los
dioses. Fuera de ese ‘recuerdo’ personal del epónimo ances
tral, todo lo demás es demasiado tópico como para poder
precisar su valor histórico: sus desgracias y enfermedades,
su boda y expedición militar, su restablecimiento, las intri
gas de su hijo mayor y la solicitud de los menores.
Introducción
El infortunio de Kirta
178
Kirta quedó minado en su solar3.
La esposa legítima no consiguió (mantener),
la consorte legal4.
(Otra) mujer desposó, pero se (le) marchó,
la que fue para él un ‘vengador de la madre’5
La tercera6 murió en la lozanía,
la cuarta de enfermedad.
La quinta se la cosechó Reshep,
la sexta el Procer7 Yam.
La séptima de ellas por Salhu8 fue abatida.
Contempló su estirpe Kirta,
contempló su estirpe arruinada,
completamente minada su mansión9.
Sí, en su totalidad la familia pereció
y en su integridad la sucesión.
El sueño sagrado
Teofanía y diálogo
Y en su sueño El descendió,
en su visión el Padre del hombre.
Y se acercó preguntando a Kirta:
— ¿Qué (tiene) Kirta, que llora,
que gime el Apuesto, Paje de El?
¿Es que desea la realeza del Toro, su padre,
o un poder como el del Padre del hombre?
Oráculo-plan de acción
a) El sacrificio
180
miel en una de oro.
{Sube encima de la torre}
Y sube encima de la torre,
monta a hombros del muro.
Levanta tus manos al cielo,
sacrifica al Toro El, tu padre.
Honra1®a Baal con tu sacrificio,
al hijo de Dagón con tu provisión.
b) Preparativos de avituallamiento
c) El ejército
d) La marcha y el asedio
e) El mensaje
182
— Coge plata y amarillo (metal),
oro junto con el lugar en que se encuentra
y siervos a perpetuidad,
aurigas de carro
de la reserva de esclavos.
Coge, Kirta, víctimas pacíficas36 en abundancia
y márchate, Rey, de mi casa,
aléjate, Kirta, de mi mansión.
No asedies a Udum, la Grande,
a Udum, la Poderosa.
Udum es un don de El
y un presente del Padre del hombre.
f) La contrarréplica
a) El sacrificio
b) Preparativos de avituallamiento
184
c) El ejército
e) El mensaje
186
y de[cid a Kirta], el Noble:
— Mensaje [de! rey Pabil]:
Coge [plata y ama]rillo (metal),
oro [junto con] el [lugar en que se encuentra], 35
siervos [a perpetuidad],
[aurigas de carros]
de [la reserva de esclavos].
{Coge, Kirta, víctimas pacíficas en abundancia. 40
No asedies a Udum, la Grande,
a Udum, la Poderosa.
Udum es un don de El,
un presente del Padre del hombre.
Aléjate, Rey, de mi casa],
[márchate, Kirta,] de mí mansión. 45
187
f) La contrarréplica
188
cuya gracia es como la de Anat,
como la belleza de Ashtarte su belleza,
cuyas niñas de los ojos son gemas de lapislázuli,
sus pupilas pateras de alabastro;
la que en mi sueño El me otorgó,
en mi visión el Padre del hombre
para engendrar progenie a Kirta,
un príncipe al siervo de El].
Ella es... ]
la que al hambriento de la mano toma,
al sediento de la mano lleva.
A ella entregarán en prenda nuestros siervos,
a Kirta sus compromisarios.
La vaca muge por su ternero,
las crías sueltas46 por sus madres,
así gime todo Udum por ella.
Respondió Kirta, el Noble:
KTU 1.15 II
Escena de banquete
1 [ ]
[Invitó] al Toro [El, su padre],
[convidó] a Baal, el Todopoderoso;
[invitó al Apu]esto (?), el Príncipe Yarhu,
5 [convidó] a Ko]thar-Hasis;
[invitó] a Rahmay (y) al Príncipe Reshep,
[así como] a la asamblea de los dioses en sus (tres)
tercios47.
A continuación, Kirta, el Noble,
10 un banquete43 en su casa preparó.
La entrada en su casa se permitió,
pero la salida no se permitió49.
Intercesión-bendición
190
Impartió la bedición [a su siervo],
bendijo El a Kirta, [el Noble],
confortó al Apuesto, al Paje de El: 20
— La mujer que has tomado, ioh Kirta!,
la mujer que has traído a tu casa,
la doncella que has hecho entrar en tu mansión,
te engendrará siete hijos,
ocho te proporcionará.
Te engendrará al príncipe Yassib, 25
que se nutrirá de la leche de Ashera,
se amamantará a los pechos de la Virgen [Anat],
la nodrizas [de los dioses...].
[Engendrará al Príncipe...].
191
dará a luz a la infanta [Thitmanat/Octavia].
En gran manera exaltado seas [Kirta],
entre los Refaim de la ‘tierra’,
15 en la asamblea del clan de Ditán.
A la menor de ellas daré yo la primogenitura52.
Cumplimiento de la promesa-bendición
La amenaza de Ashera
KTU 1.15 IV
192
esposo, convoca a todos los dignatarios del reino a un ban
quete sacrificial o festivo. Pero los invitados perciben que se
trata en realidad de un banquete de despedida del soberano
moribundo. La insistencia de la reina, cuya última explica
ción se nos ha perdido, no logra apartarlos de su percepción
de la situación.
Segunda convocatoria
194
Hubur, la Poderosa ... 25
El, el [Entrañable],
[...... ] en/de la enfermedad,
[................] llenará ...
(Laguna de unas 18 líneas)
195
y tu mausoleo se ha de volver un (lamento) perenne,
5 canturreo de nigromante de las alturas65?
Por ti llora, padre, la montaña de Baal,
Safón, la fortaleza santa;
Ninnay66, la fortaleza poderosa,
el baluarte ancho de envergadura.
10 ¿Es entonces Kirta hijo de El,
progenie del ‘Benigno’ y ‘Santo’?67.
Lamentación pronunciada
196
¡Venga!, luego (?) se lo podrás decir71 a tu hermana,
se (lo) dirás por la noche (?),
pues yo sé que tu hermana es compasiva.
¡Que no derrame en los campos sus aguas/lágrimas,
la efusión de su alma en las alturas!
Habrás de esperar a la puesta de la Gran Dama Shapash
a la marcha73 de la Gran Luminaria,
Di entonces a tu hermana Thitmanat:
— Kirta, sí, ofrece un sacrificio,
el Rey da un banquete.
Coge tu pandereta en la mano,
tu tamboril74 en la diestra.
Ve, entona un canto en/a las ‘alturas’,
haz un voto7', ofrece plata como regalo tuyo76
‘y oro para todos’77.
Ejecución de la convocatoria
Las 16 primeras líneas del texto ofrecen sólo una o dos letras
iniciales. Cabe suponer que Thitmanat se dirige a casa de su
padre, donde es acogida e invitada a un refrigerio, a la vez
que ella descubre la situación real.
198
como un can a la entrada de tu mausoleo,
sí, padre, como los mortales te vas a morir 40
y tu mausoleo se ha de volver un (lamento) perenne,
canturreo de nigromante de las alturas?86.
cO es que los dioses mueren,
la progenie del ‘Benigno’ deja de vivir?
Por ti llora, padre, la montaña de Baal, 45
Safón, la fortaleza santa,
Ninnay, la fortaleza poderosa,
el baluarte ancho de envergadura.
¿Es entonces Kirta hi[jo de El],
progenie del ‘Benigno’ [y ‘Santo’] ?
Texto de conjuro
199
5 — ¡Una fuente90 para la tierra es la lluvia de Baal,
y para el campo la lluvia del Altísimo!
¡Una delicia es para la tierra la lluvia de Baal
y para el campo la lluvia del Altísimo!
¡Una delicia es para el trigo en el surco,
10 en la arada (es) como un perfume91,
sobre los oteros es como una diadema92!
Descripción de la situación
KTU 1.16 IV
200
eres sabio como ei Toro, el Benigno.
Llama al heraldo de El, Elish,
a Elish, <el heraldo de la casa de Baal>,
y a su mujer la heraldo de las diosas.
Como una flecha (?), como un onagro (?) [partió (?)]9J,
llamó al heraldo divino, Elish,
a Elish, heraldo de la casa de Baal,
y a su mujer la heraldo de las diosas.
Y dijo el Benigno, El, ei Entrañable:
— Escucha(d), ¡oh heraldo de El, Elish,
Elish, heraldo de la casa de Baat,
y tu mujer la heraldo de las diosas!:
— Subid encima dei edificio,
al ‘parapeto’ superior94 del atalaya95;
por tres veces lo mismo, poderoso96 [de voz (?)],
desde97 el monte grita en voz alta,
KTU 1.16 V
Intervención mágica de El
202
(Laguna de 6 líneas)
Y se fue Shaatiqat,
en la casa de Kirta hizo su ingreso.
Llorando se dirigió y entró,
sollozando penetró dentro.
De la ciudad espantó a M ot103,
de la villa ahuyentó al enemigo1®4.
Con una vara golpeó (abriendo una) brecha195,
como si fuera la enfermedad, en su cabeza
y repetidamente106 le lavó del sudor.
Le abrió el apetito de comer
la gana de alimentarse.
Mot, así, fue derrotado,
Shaatiqat, pues, venció.
Restablecimiento del Rey
204
alzó su voz y exclamó:
— Escucha, por favor, ¡oh Kirta, el Noble!,
escucha y pon atento oído.
¿Como guerrero a guerreros podrás guiar,
y a mesnadas dar órdenes?
Has hecho caer tus manos en la postración, 45
no has juzgado la causa de la viuda,
ni dictaminado el caso del oprimido,
ni arrojado a los depredadores del pobre.
En tu presencia no has alimentado al huérfano,
ni a tu espalda a la viuda. 50
Te has acogido a la cama de la dolencia,
has languidecido en el lecho de la enfermedad.
Desciende de tu realeza, que yo reinaré,
de tu poder, que yo me sentaré (en el trono).
La maldición de Kirta
N OTAS
205
5. Es decir, la persona más próxima y querida por la que se ha de cum
plir (o que ha de cumplir) el sagrado deber de la venganza reparadora, de
acuerdo con la semántica del Término en árabe (f»V), Este cieñe los dos valo
res: ‘venganza* y ‘vengador*. El texto (tar utn) es muy controvertido y las in
terpretaciones y lecturas múltiples; v.g,: ‘parentela materna tuvo’; Ha parienta
materna (prima) que fue suya’; ‘la segunda, una madre fue para él*, etc. Todas
estas versiones parten de la connotación ‘sangre* de la raíz en árabe, pero eí
sema básico es Vengar(se), reparar, salir responsable o fiador de los derechos
conculcados’ (cf. KTU 1.2 II! 21).
6. Esta enumeración puede entenderse también como una serie partitiva
{la tercera, cuarta, etc., parte) referida a la descendencia conseguida de su
primera mujer.
7. /: ‘los pajes de Yam\ en referencia al dios Yam y su séquito como
fuerza destructora.
8. Divinidad maléfica. /: ‘espada/jabalina’; Shalh, nombre del río del
infierno; ‘un tipo de afección producida por magia'.
9. /: ‘{sede de su) trono*, ug, tbth; en todo caso ia resonancia dinástica
es clara.
10. /: ‘quintos (de sido)*, k mhmSt.
11. /: ‘una parte de sus suelo1, ug. yd mqmh.
12. Literalmente: ‘su lugar’, mina o cámara de tesoro.
13. Las posibilidades de traducción de estas frases son múltiples: 4oficia-
les, caballos, carros 'tiros de tres caballos, carros, esclavos’, ug. tlt sswrn
mrkbt ; cf. G. del Olmo Lete, Interpretación de la mitología cananea. Estudios
de semántica ugarítica (= IMC), Valencia, 1984, pp, 177ss.
14. Otras integraciones son posibles: ltu agotamiento es por llorar
*se acercó ... al lloroso*; ‘con buenas palabras mientras lloraba*.
15. /: ‘la totalidad’, ug. kit; cf. DLU 21 6 (kit).
16. /: ‘de tus mejores vituallas’, ug. Ihmk dnzl.
17. /: ‘aves(s)’, ug. msrrt.
18. /: ‘haz bajar’, ug. Srd.
19. /: ‘(traído) de la(s) ciudad(es)’, ug, akl Iqryt\ se trata más bien de
preparar una expedición que partirá de allí, a no ser que se tomen tales deno
minaciones como referidas a sus habitantes.
20. Posible designación de la capital del reino (cf. hb. ‘Hija de Sión/Jeru-
salén*).
21. Es decir: ‘que (dure hasta)
22. ¡t ‘¡vengai1, expresión de énfasis (ug. me, normalmente con imperati
vo) con que comenzaría el siguiente verso.
23. /: ‘trescientas miríadas*, ug. tlt mat rbt\ pero no hay numerando,
como a continuación se señala para las otras categorías, a no ser que se entien
da dicho del ejército en general. Cf. n. 13.
24. Formas indicativas, mejor que yusivas, con las que luego se combi
nan: visión y encargo./: ‘por miles1, dando a«3|rvalor de funtor modal ‘según,
por1; cf. DLU 61 (/’-í*r/).
25. /: ‘alquile a otro /un mercenario*; ‘haga una contribución generosa’,
ug. Skr tSkr>
26. /: ‘haga generosa donación*, ug. mzlymzl.
206
27. Se trata de un ejército en el que todos, aun los normalmente exentos
del servicio militar, participan. En realiad, como se verá, no habrá que luchar.
28. /: ‘al ocaso’, ug. ípim.
29. /: ‘pequeña’; ‘bien regada’, tnt.
30. /: ‘las dos villas’, ug. crm.
31. /: ‘ataca’; ‘volarán’, ug. &t.
32. /: ‘entonces’, dado el valor vario de ug. dm.
33. /: ‘contra las torres’, ug. mSpdt.
34. /: ‘ocaso’; cf. n. 28.
35. /: ‘a su campamento’, ug. msumh; cf. IMC 169ss.
36. Es decir: ‘botín de paz’; el término Slm(m) tiñe múltiples connotacio
nes en el léxico ug.
37. Quizá: ‘me estrechará en el seno’. /: ‘que está ceñida de rubí’, según
otra reconstrucción. Texto corrupto que falta en la sección ejecutiva paralela;
quizá es intrusivo.
38. Aquí se ha suprimido el bícolon correspondiente a líneas II 37-38.
39. /: ‘llevó’, ug. wybl en vez de wysi de II 47.
40. /: ‘ocaso’, ug. ahrlpüm ; cf. n. 28,
41. Normalmente se entiende que las ciudades aquí aludidas son Tiro y
Sidón, en la costa fenicia.
42. /: ‘¡tan cierto como existe ...!’; ‘el don de ...’, ug. i itt-, cf. DLU 1 («'/).
43. Se omite aquí el bícolon de líneas III 12-14.
44. Se omite aquí el bícolon de líneas III 44-45.
45. El inicio de esta tablilla se ha perdido, pero puede reconstruirse des
de los estereotipados mensajes que se suponen.
4 6. I: ‘soldados’, ug. bn hpt; cf. DLU 196 (hpt ).
"47. /: ‘un tercio de ella’. Aparente referencia a la organización tripartita
del panteón. O bien se puede pensar que se refiere a la ofrenda (‘ofreció’)
prometida en su voto a Ashera (‘el triple de su [peso] en oro’). Esta diosa no
aparece entre los invitados, a no ser que se la vea bajoel epíteto Rahmay.
48. /: ‘un portero puso’, según otra lectura del texto: ££r[t]/ t[g]r).
49. La expresión querría simplemte indicar que se ‘cerró la puerta’ una
vez iniciado el banquete (?).
50. También podría ser que los principes fueran sólo dos, Yassib e Uhu,
los únicos que aparecen luego en el poema, y las princesas seis; de esa manera
la última sería también ‘Octavia’.
51. Posible referencia al ‘Infierno’.
52. La fórmula refleja un tema tópico en la Biblia Hebrea: David y Salo
món fueron ‘octavos’ en orden de generación, y de otras varias figuras se re
salta que eran el ‘menor’ de los hermanos. A la vez se adelanta aquí el papel
que la infanta tendrá en la posterior enfermedad del rey. Mientras en aquel
momento se revela como la preferida de su padre, el hijo primogénito será
maldecido por pretender usurpar el trono.
5 3. Es decir, ‘confirmar’, ug. í»; /: cambiar.
54. La versión de ap por ‘ira’ y de u por ‘iayl’ no está justificada en este
lugar.,
55. Denominaciones simbólicas aplicadas a los nobles y prohombres del
reino, en razón quizá de sus específicas funciones civiles, militares o cultuales.
207
56. Texto defectuoso.
57. Leyenda gr por mr, ‘amargura, duelo’ o ‘mirra’.
58. Otras versiones suponen que es Hurray quien ‘maneja el plato, mete
el cuchillo’, ug. tqdm, tílk.
59. Es decir: le dieron por muerto. /: versión en discurso directo: ‘lloráis,
enterráis’/'lloraréis, enterraréis’, ug. tbkn, tqbm.
60. Texto deficiente.
61. Es posible entrever en estas oscuras expresiones un reflejo de la
ideología regia, que suponía la divinización del rey después de muerto; ug. krt
irk U.
62. El príncipe primogénito según II 25.
63. Texto defectuoso.
64. /; ‘envejecemos’ ; ‘merodeamos’, ug. >ftq; cf. DLU 93 (/‘-c-q/).
65. T exto oscuro, ug. b d a tta b sn y .f: ‘las mujeres dei padre en la altura’;
‘por mano de mujer, padre excelso/querido’.
66. Topónimo de vocalización desconocida.
67. La distribución de elementos suprasegmentales (interrogaciones re
tóricas o aseveraciones) es aleatoria a la hora de traducir esta lamentación.
68. Aquí se omite el dístico de líneas I 6-9.
69. /: ‘el agua’, según la lectura del texto, ug. mh/my.
70. /: ‘cuya pasión es fuerte’. Cf. KTU 1.15 I I I 16: la hija menor se con
vertirá en la primogénita. Es la manifestación del ‘vigor’ del rey en su edad
avanzada y consiguientemente de su capacidad para ser mediador de la fecun
didad de su reino.
71. /: interpretación negativa de la partícula al-. ‘no’. Pero esto implica
un contrasentido con el posterior desarrollo del poema. Aunque no se puede
negar la realidad, la comunicación encargada incluye una táctica de disimulo
y ocultamiewo de la situación real, que la infanta descubrirá, como lo hicie
ron los nobles.
72. La diosa ‘Sol’.
73. /: *Ia marcha, ocaso’; ‘hasta quue brille’, ug. ivtgh.
74. Leyendo tph.H[m]rqstk, frente a otras lecturas; apklgrgrk, ‘tu nariz//tu
garganta’.
75. Leyendo ndr en vez de adnk, ‘tu Señor’. Esta lectura justificaría las
alternativas de traducción propuestas en las notas siguientes.
76. /: ‘en nombre de tu soberano’, ug. bmgnk.
77. Quizá en oposición al ‘tercio (de los dioses)’ invitado albanquete
según KTU 1.15 II 7. /: ‘al completo’, tal vez una alusión al voto hecho por
Kirta, y al parecer no cumplido, que supone esa ofrende de plata y oro (1.14
IV 42s.). Se encargaría aquí una ofrenda de reparación/suplencia.
78. /: topónimo, ug. tn%.
79. !'. ‘ya había oscurecido’, ug. tvglm.
80. /: ‘en un cerro plantó’; ‘en el humbraP, ug. ti.
81. {: ‘su brillo’, ug¿ pnh.
82. Otra lectura: [kstyh, ‘sus tendones (se aflojaron)’.
83. La reintegración afirmativa es también posible.
84. Es decir, desinformada de la situación que afecta a supadre. /: ‘me
llevas (a nuestro padre)’; ‘me engañas’, ug. tb‘m\ DLU 103 (/b-'-r/ II).
208
85. Esta y sucesivas líneas son fragmentarias y su integración/traducción
muy dudosa. Caben dos opciones básicas: leer aquí la descripción de la tumba
que se construye para Kirta o el lamento de Thitmanat.
86. A continuación se invierte el orden de los dísticos tal y como apare
cen en I 6-11 y 20-24. Las tres veces varía algún tanto el texto del lamento.
87. /: ‘contempló’. El texto de este conjuro se presta a varias lecturas,
basadas fundamentalmente en la diferente división de los ‘versos’ y en la
homografía de diversas raíces y formas ugaríticas (tr, 'n(y), ksm ...).
88. /: ‘el estremecimiento, temblor de ug. tr.
89. /: ‘la espelta’, ug. ksm.
90. /: ‘surco’ ; ‘mira, atiende en la tierra a la lluvia ug. ‘n.
91. /: ‘(para) la espelta’, ug. ksmm.
92. /: ‘hierbas fragantes’, ug. k !trtrt; cf. DLU 94 (ftrtrt).
93. Suponiendo hs un alófono de hz. Texto defectuoso. La alternativa
‘ícomo grava, como migas [se retinan!]’ (cf. KTU 1.1 ÍV 11) suena poco vero
símil.
94. /: ‘a lomos de’, ug. ln{.}hnpt.
95. /: ‘anunciador’; ‘torreón’, ug. mSpy.
96. /■. ‘pequeño’, poco verosímil.
97. /: ‘a l ...’, ug. /, functor polisémico.
98. Referencia al voto emitido en KTU 1.15 IV 42s., y cuyo incumpli
miento ha desencadenado toda la desgracia de Kirta. Al parecer, la diosa ma
dre se muestra renuente o incapaz de dar marcha atrás en su actitud vengativa.
O se trata de una condición previa para que el procedimiento pueda tener
éxito.
99. /: ‘volveos’, ug. tb.
lOffr /: ‘moldearé’, ug. íhtrS; cf. DLU 181 (/-r-s/j•
101. Monstruo proverbial, enemigo de Baal y aniquilado por Anat (cf.
KTU 1.3 III 40). Se supone que las enfermedades son producidas por demo
nios colaboradores del gran enemigo, la Muerte (cf. tnfra VI lss.). La nueva
creatura será más fuerte que los más fuertes.
102. /: ‘rosa-primavera’, ug. '(>•[(?).
103. Leyendo aquí m t en vez de nth e interpretando tdtt como una forma
de ug. /n-d-’/, /: ‘sobrevoló’ (ug. /d-’-y/); ‘hizo volar el conjuro’, leyendo ug.
m[nt]b.
104. /; ‘hizo volar el tallo florido’, ug. tdu Srr.
105. El procedimiento parece ser el clásico de la magia curativa: el malleus
maleficarutn. La enfermedad se va con eí sudor, que la arrastra fuera. /: ‘con
una vara mágica desató el nudo’, ug. htm fm t ptr.
106. /: ‘volvió’; ‘se sentó’, ug. t ttb.
107. /: ‘volvió’, ug. ytb.
108. /: ‘hablar’, ug. tdbr; cf. DLU 128 (/d-b-r/ I/II).
109. Texto oscuro. /: ‘cuando los raziadores hacen razias, tú te pones a
hablar; ‘cuando los invasores (invaden), tú estás ocioso’; ‘al más generoso
expulsas, pero al usurero permites que se quede’; ‘en tiempo de ataque huyes
y te agazapas en los montes’; ‘cuando los raziadores hacen razias, cuando los
acreedores (detienen) a los deudores...’, ug.kgzgzm tdbr wgrm t tu/y; cf. DLU
160s. (grm , gz).
209
110. /: ‘como (tu) hermana es la cama de la dolencia, compañera (tuya) es
la yacija de la enfermedad’ ; ‘tu consorte es tu enfermedad, tuconcubina tu
dolencia’, ug. km aht ‘r¡ mdw anSt ‘ri zbln ; cf, DLU 17s., 41, 90 (/a-h-d/,
anSt, ‘riI).
111. Dios patrón de actividades mágicas (cf, KTU 1.100:57ss.). Esta fór
mula de maldición aparece también en KTU 1.2 I 7ss.
112. /: ‘caigas’, ug. tqln, frente a tpln en KTU 1.2 I 9.
113. /: ‘cumbre’; ‘terreno’, ug. gbl; cf. DLU 143 (gbi MI).
114. /: ‘por tu codicia’ ; ‘dentro de tus límites’, ug. bhpnk-, cf. DLU 179
{.hpn).
115. Según algunos autores, faltaría al menos otra tablilla, en la que se
narraría el resto del destino, supuestamente trágico, del rey Kirta. Pero quizá
este final exabrupto no sea ajeno al estilo épico de ia época. Ni el colofón
incompleto es argumento decisivo; quizá uno más completo y solemne, más
oficial, estaba reservado para textos mitológicos propiamente tales, para las
‘historias de los dioses’ (cf. 1.6 VI 54ss.). Su valor sacro y canónico lo im
pondría.
210
EPOPEYA DE AQHAT
(KTU 1.17-19)
211
guaje mesiánico de Isaías (9,5): ‘reposará en mi interior mi
alma, porque un hijo me va a nacer...’. Bajo la protección de
las diosas del parto el niño nace y, una vez crecido, su padre
recibe la visita de! dios artesano Kothar, que le regala un
arco prodigioso. El dios es acogido con las mismas muestras
de hospitalidad con que Abrahán recibe la visita divina (Gn
18,1-15), encargando a su esposa le(s) prepare un suculento
refrigerio.
El mentado arco maravilloso será el elemento en torno
al que se desarrollará la trama de esta epopeya trágica. Re
sulta que Anat, diosa del amor y la guerra, celosa de sus pre
rrogativas, codicia tal arma y emprende, en consecuencia,
una serie de estratagemas para conseguirla. Pretende en pri
mer lugar comprarla, a peso de plata y oro; quiere luego
cambiarla por una promesa de inmortalidad. A ambas pro
puestas responde el ‘Procer’ Aqhat con una negativa total:
por un lado, si tanto lo desea, Anat puede pedir a Kothar
que le haga otro igual y, por otro, Aqhat no se toma en serio
tal promesa, plenamente consciente de que el destino del
hombre es la muerte.
Aún hay más. El procer humano se atreve a avanzar una
objeción plenamente ‘machista’ que supone la más clara
hybris o insulto que puede hacerse a la diosa: ‘los arcos [son
cosa] de guerreros. ¿Acaso ahora se dedican a cazar (con ellos)
las mujeres?’. La reación de la diosa es de suponer: le amena
za de muerte. Para llevar a cabo su plan denuncia al atrevido
humano que la ha ofendido y recaba el consentimiento del
dios supremo El para aniquilarlo, en los mismos términos
amenazantes con que en el mito baálico le arrancó el consen
timiento de proclamar rey a Baal y decretar la construcción
de su palacio. Su padre cede a sus-amenazas, pues sabe que
nada podrá detener a esta hija suya inexorable. Ella seduce al
joven prócer y le atrae a una zona precisa donde poder llevar
a cabo su plan de venganza. Para ello alquila los servicios de
un matón, un semidiós de segunda fila, al que camufla en una
bandada de águilas entre las que ella misma vuela. Cuando
212
tiene bien localizada su presa, le lanza sobre ella: el genio
maléfico golpea a Aqhat, que muere. Al parecer, no era éste
su intento, sino simplemente pretendía derribarle y quitarle
el arco. La cosa se le fue de las manos.
Pero tampoco de esta manera logra Anat su intento, pues
el arco se rompe y cae al agua (el texto es aquí fragmenta
rio). La muerte del joven héroe es lamentada y deja pronto
sentir sus funestos efectos sobre la tierra, que ha sorbido su
sangre. Ésta se agosta, víctima de una pertinaz sequía. Su
padre Daniel, ignorante de lo sucedido y cumpliendo con su
función regia, pretende conjurar la situación y, acompañado
de su hija Pughat, recorre los campos en busca de cualquier
atisbo de vida que permita la regeneración. Es entonces cuan
do le liega la noticia, que aquélla había presentido, de la
muerte del hijo. Parte ahora en busca de su cadáver y, ayuda
do por Baal y después de tres conjuros sobre [as aves rapa
ces, da con ‘la madre de las águilas’, que ha devorado a
Aqhat. Recoge lo que queda de sus restos y los sepulta con
honores divinos, como hacía Anat con los de Baal en el mito.
Lanza luego Daniel tres maldiciones sobre otras tantas
ciudades, posibles escenarios del crimen, siendo, naturalmen
te, la tercera la que de veras corresponde a éste. Vuelto a su
palacio, celebra la lamentación por su hijo, mientras la her
mana de éste se prepara para llevar a cabo la venganza. Pro
vista de la bendición paterna y disfrazada con ropas de joven
guerrero (debajo) y de mujer (encima), como si fuera la diosa
Anat, se dirige al campamento del semidiós asesino a sueldo.
Este no descubre la treta y la recibe con mil agasajos. El vino
corre en abundancia y en medio de la euforia Yatipán confie
sa su fechoría, ufanándose de ella. Entoces Pughat, como más
tarde la heroína hebrea Judit, le emborracha y se deshace de
su enemigo así burlado (final fragmentario).
En el fondo, Aqhat es una figura prometeica, y su epo
peya, el canto a un destino heroico. Estamos también, por
eso, más próximos al mito que en el caso de la Epopeya de
Kirta. Hemos de resaltar así, por resultar aquí más claro que
213
en ésta, el carácter heroico de Daniel y Aqhat, antes aludido.
No se deduce sólo del tema y tenor del texto; a aquél se le
denomina expresamente ‘el Rapaí’, y en el poema de los
Refaim veremos de nuevo a Daniel relacionado con éstos.
Aqhat, a su vez, será enterrado en ‘la caverna de los dioses
de la tierra/infierno’, como Kirta veíamos que ‘era exaltado
entre los Refaim de la tierra/infierno’.
De la epopeya resulta, así, la heroización o exaltación
épica de los orígenes de un clan o ciudad a través de sus fun
dadores. Estos se hallan insertos en una esfera próxima a la
divinidad, que configura su destino. Sus vicisitudes se expli
can teológicamente. De este modo, el relato se relaciona con
similares de la literatura griega y de la tradición patriarcal
israelita y de su historia primitiva. En éstos, no obstante, se
pone mejor de relieve la figura humana de los protagonistas.
Las esferas, pues, resultan así menos diferenciadas; los
dioses son más humanos en sus reacciones y recursos. No
obstante, el marco teologal permanece ortodoxo: el dios El
responde a las súplicas, anuncia el futuro, decide en última
instancia el destino del hombre. Como en el poema de Kirta,
el dios tutelar resulta ser Baal, el que intercede y apoya con
su virtud taumatúrgica a la hora de la desgracia (derriba a las
aves y las reaninia a petición de Daniel). Peculiar es la fun
ción de la diosa Anat, cuya actuación proporciona la trama
del poema.
Las figuras de Daniel y Aqhat, padre e hijo, sirven para
plasmar una situación típica del encuentro del hombre con la
divinidad. El mismo no se rige únicamente por los arquetipos
de la bendición y el castigo (por el pecado), sino que en tal
encuentro el hombre semita se halla expuesto al capricho de
los dioses, a su actuación amoral; máxime si frente a ellos
adopta una postura de autonomía que se satisface con lo
humano y desecha sus dones por imposibles (la inmortalidad),
a la vez que menosprecia sus capacidades. En el fondo, Aqhat
es una figura prometeica, y su epopeya, el canto a un destino
heroico.
214
Tales figuras son, pues, héroes y manes al mismo tiem
po, con una significación perenne para e! futuro destino de
su grupo, en cuanto que condensan la experiencia religiosa
de la respectiva comunidad: el trato con su dios y la correla
tiva revelación de éste. La cuestión, pues, del fondo históri
co de la epopeya, además de incontrolable, pasa a un segun
do término ante la significación religiosa y social de la misma.
La conducta de Daniel, que suplica a los dioses y es atendi
do, y la de Aqhat, que se les opone y es arrollado por ellos,
junto con la descripción de los deberes sociales del ‘hijo ideal’
y la actuación del ‘padre y la hermana ideales’, constituyen
el auténtico problema o centro de interés que pretende plan
tear y resolver el poema.
El carácter divino del rey no aparece tan claramente
enunciado como en la Epopeya de Kirta, ni se habla de su
inmortalidad. Más bien, ésta queda excluida por Aqhat como
posible suerte de los mortales. Resaltan más, en cambio, las
características morales. En caso de calamidad, debida a la
sequía que aflige a su tierra, Daniel se ocupa de cumplir las
súplicas y ritos mágicos que restablezcan la fertilidad. Este
tema, como vimos, aparecía también en la Epopeya de Kirta,
unido allí a la enfermedad del rey. Aquí se refleja otra ideo
logía: la de la sangre derramada que hace infecunda la tierra.
La actuación del rey en cuanto ‘dispensador de la fertilidad’
es también aquí consecuencia de una acción épica más am
plia, que supone la muerte de su hijo Aqhat. Ésta se inserta
en una tensión dramática decidida por el contraste de actitu
des divinas, similar al que ofrecía la Epopeya de Kirta-. un
dios que protege, un dios que persigue.
Se trata, como en todo mito, de una proyección al cielo,
para explicarlo, del ritmo de la vida humana, con sus crestas
de prosperidad y desgracia. La vida y la muerte, la bendición
y la maldición tienen una fuente y un origen lejanos, divinos.
Obtenido el hijo de los dioses — lo que constituye un tópico
en toda la literatura oriental, incluida la bíblica— , Daniel lo
ve crecer bajo el amparo de los mismos y convertirse en un
215
diestro cazador. Cuando después muere, el suceso adquiere
su explicación en la envidia de otra divinidad, provocada
por la prestancia lograda y objetivada en su actitud insumisa.
El hombre-héroe ha tocado peligrosamente sus propios lími
tes y ha entrado en conflicto de competencias con la divini
dad; ha penetrado en ei reino de los contrastes absolutos e
¡acondicionados, donde las funciones están nítidamente re
partidas y se defienden inexorablemente.
Resulta así también esta epopeya una pieza de hondo
valor sapiencial, encarnado en tradiciones que mantienen la
memoria de héroes antiguos, posiblemente ligados, como en
el caso de Kirta, a una ciudad o un reino. Con gusto compa
raríamos estos poemas con nuestros romances de gesta, si su
carácter y estructura mitologal no los alejase tanto de la his
toria, para acercarles más bien a otros prototipos formales
(no históricos), como, por ejemplo, los grandes poemas ho
méricos. Así, sus protagonistas son héroes, encarnaciones de
un pasado hecho leyenda épica, que concreta la imagen reli
giosa y social ideal del grupo en que se conservan. En Israel
serán suplantados por los ‘Patriarcas’ con la misma función
y técnica literaria, aunque desde unos presupuestos sociales
distintos: son héroes tribales, no regios, aunque la realeza
posea a estas alturas un carácter marcadamente doméstico y
patrimonial.
Rito de incubatio
216
He aquí un día [y otro]
[revestido] a los dioses Daniel,
[revestido a los dioses] alimentó,
revestido [dio de beber a] los santos.
Un tercer y cuarto día
[revestido a] los dioses Daniel,
revestido [a los dioses] alimentó, 10
revestido dio de beber a los [santos].
Un quinto y sexto día
revestido [a los dio]ses Daniel,
revestido a los dioses alimentó,
[reves] tido dio de beber a los santos.
Se quitó su atuendo [Dani]el,
se quitó su atuendo, se echó encima y se acostó, 15
[se quitó] su veste y pernoctó.
Teofanía de Baal
217
El hijo ideal: pedido6
Bendición divina
218
[que de la] ‘tierra’ libere [su espíritu],
[del ‘polvo’] proteja su(s) resto(s);
[que cierre las fauces de sus detractores],
[expulse] a! que le haga algo15;
[que le tome por la mano en su embriaguez,
cargue con él cuando esté harto de vino;
que consuma su ración en el temp]o de Baal,
y su porción en el santuario de El;
que revoque su tejado cuando se forme barro,
lave sus vestidos cuando se ensucien].
Transmisión de la bendición
219
cargue contigo cuando estés harto de vino;
que revoque tu tejado cuando se forme barro,
lave tus vestidos cuando se ensucien.
Reacción de Daniel
Escena de banquete
220
A continuación, Daniel, el Refaí,
inmediatamente el Prócer Harnamí,
un buey sacrificó para las Kotharot,
dio de comer y de beber a las Kotharot,
a las hijas del ‘Lucero’, las Golondrinas.
He aquí, un día y otro
dio de comer y de beber a las Kotharot,
a las hijas del ‘Lucero’, las Golondrinas.
Un tercer y cuarto día
dio de comer y de beber a las Kotharot,
a las hijas del ‘Lucero’, las Golondrinas.
Un quinto y sexto día
dio de comer y de beber a las Kotharot,
a las hijas del ‘Lucero’, las Golondrinas.
Y, imira!, al séptimo día
se marcharon de su casa las Kotharot,
las hijas del ‘Lucero’, las Golondrinas,
dispensadoras de la delicia del lecho fecundo,
de la belleza del lecho de procreación.
Sementó Daniel a contar sus meses:
un mes y otro dejó transcurrir,
un tercer y cuarto [mes pasar].
[El déci]mo mes llegó
y el seno [de su mujer se abrió (?)].
(Laguna de unas 10 líneas)
KTU 1.17 V
222
en sus rodillas dejó las flechas.
A continuación, Dueña Danatay
dio de comer y beber a los dioses,
les reconfortó y agasajó, 30
ai Señor de Menfis, que de un dios es todo él.
Marchó Kothar a su tienda,
Hayán se fue a su mansión.
KTU 1.17 VI
Escena de banquete
...................... 1
— [Comed de toda clase de] pan,
[bebed de] toda clase de vi [no].
[Mientras comían y bebían los dioses],
[se proporcionaron res(es) lechales]
[con un cu]chillo ‘a la sal’ [filetes de cebón].
223
5 [Bebieron en cáliz de plata] vino,
en copa de oro [sangre de cepas],
[escanciaron] copa tras copa.
[De nuevo sirvieron (?) los escanciadores,
hicieron subir mosto [..,]
[hasta que se agotó (?)] el vino elaborado.
Del cinto/carcaj22 [Aqhat to]mó una flecha,
quedó montado [el arco, creación de Ko]thar (?).
224
— Pide vida, ¡oh Procer Aqhat!,
pide vida y te la daré,
inmortalidad y te la otorgaré.
Te haré contar años como Baal,
como el/los hijo(s) de El contarás meses.
Como Baal de cierto da la vida y convida, 30
al revivido convida y le ofrece de beber,
(mientras) entona y canta en su presencia e! aedo25,
yo misma también le corresponderé26,
daré la vida al Procer Aqhat27.
La tentación rechazada
Amenaza de Anat
225
Marcha de Anat
KTU 1.18 1
El texto conservado comienza recogiendo el final de la de
nuncia de Anat ante su padre El contra Aqhat, el ‘insolente’,
que se ha resistido a su deseo.
Amenaza de Anat
226
— [En la estructura] de (tu) casa], ¡oh El!,
[en la estructura35 de tu casa no te complazcas],
no te ale[gres en la excelsitud de tu palacio].
[De seguro] yo puedo alcanzarlos [con mi diestra],
[deshacer(los) con] la potencia de mi brazo. 10
[Puedo machacarte] a ti [la mollera],
hacer correr [por tu canicie sangre],
por la canicie de tu barba, humores.
¡Y [que venga] Aqhat a salvarte,
el hijo [de Daniel venga] a liberarte
de las manos de la Virgen [Anat]!
Consentimiento de llu
Invitación de Anat
227
Vente tú de caza [conmigo (?)],
[yo te haré (?)] un hombre dichoso,
KTU 1.18 IV
[........... ] romperáf
228
[...........] a palmos,
a trozos [de dos codos]42.
[Par]tió la Virgen Anat,
[puso entonces cara]
hacia Yatipán, el guerrero devastador4’.
[Alzó su voz] y exclamó:
— Se ha instalado44, iYatip(án)!, [el Prócer Aqhat]
[en] la ciudad de Abiluma,
(en) Abiluma, [la ciudad del Príncipe Yarhu],
¿No es cierto que se rehace (ahora) Yarhu
[en su cuerno izquierdo],
en su cuerno derecho,
de la debilidad (los cuernos (?)] de su cabeza?45.
Y respondió Yatipán, [el guerrero asolador]:
— Escucha, ¡oh Virgen Anat!
Por [su arco] tú le quieres herir,
por sus flechas quitarle la vida46.
El Prócer Apuesto ha preparado
toros y [(carneros) cebones].
Quédate tú en las grutas47
y nosotros nos camuflaremos [al acecho (?)]43.
Reacción de Anat
230
KTU 1.19 I
[De] Aqhat. 1
Se puso triste (?) [la Virgen Anat],
de en medio de [los cijelos se dejó caer,
[Anat con] el corazón [afligido (?)].
Se había roto el arco
y [como una Ii]ra (?) se había quebrado.
Allí5®mismo [se inclinó {?)] la Virgen Anat, 5
se sentó57 [y su voz en alto al]zó:
— Las armas58 como un diestro59 [manejó (?)]:
sus manos como un tañedor de lira,
sus dedos como un tallador de piedra60.
Entonces61 hicieron presa sus dientes,
y (como) comida62 en las entrañas63 (le) metieron,
desgarrado por deseo divino64. 10
Y los dos adversarios65 decidieron la suerte (?)66,
sus dos adversarios al Príncipe Aqhat abatieron (?)67,
al prohombre de los prohombres (?)6S.
Como a una divina víbora en una cerca,
como a un perro (atado) a su estaca le hice herir.
Así pues, (sólo) por su arco le herí,
por sus flechas no le dejé con vida, 15
pero su arco no me fue entregado.
Y por su muerte se marchitará el brote tierno,
las primicias de la fruta de estío se agostarán,
las espigas en su vaina.
Llegada de Pughat
231
a juzgar [la causa de la viuda],
25 [dicjtaminar [el caso de! huérfano].
[Al alzar sus ojos la vio],
[a través de mi! acres, diez mil fanegas]
[la marcha de Pughat de veras vio]69.
232
Encargo y ejecución
Escena de conjuro
233
Revelación de la situación
234
Reacción de Daniel
.............. 55
235
Alzó su voz y exclamó:
— ¡Que recomponga [Baal] las alas de las águilas,
que les recomponga Baal los remos!
¡Que se echen las águilas a volar!
236
Caiga a mis pies,
que yo abriré sus entrañas para mirar
si hay sebo o si hay hueso.
Lloraré y le enterraré,
le pondré en la caverna de los dioses de la tierra.
Apenas salió de su boca la palabra,
de sus labios el dicho,
las alas de Samal Baal < rompió > ,
Baal le rompió los remos.
A sus pies cayó,
abrió sus entrañas y miró:
había sebo, había hueso.
Escena de duelo
238
de mi palacio, lamentadoras,
de mi mansión los que se laceran la piel.
Y ofreció un sacrificio a los dioses,
hizo subir su ofrenda (de virilidad) a los cielos,
la ofrenda de los Harnamíes a las estrellas.
Sobre ella echó (?)90 Dafniel la inculpación {?)], 25
sobre ella echó el compromiso juramentado (?).
A su palacio [volvieron] las panderetas,
las castañuelas de marfil9’ a su casa.
Escena de bendición
239
45 la espada puso en su vaina
y encima se vistió ropas de mujer.
[A la] puesta de Shapash94, la Lámpara de los dioses,
en [tro] Pughat en el campamento abierto;
al ocaso de Shapash, la Lámpara de los dioses,
llegó Pughat a las tiendas.
El desenlace
240
NOTAS
1. Probables denominaciones de la procedencia de la familia/dinastía
del héroe, convertidas luego en denominaciones epónimas y ancestrales, y así
correspondientes a sus héroes antiguos y a sus m anes. El pasado se funde con
el más allá.
2. Ug. uzr ha dado lugar a múltiples interpretaciones; cf. DLU ¡ 67.
Creemos que ía ofrecida aquí es ia más simple. /: ‘una ofrenda sacra’.
3 . /: ‘extendió’; ‘con’, dada la anfibología de ug. yd.
4. /: ‘el lam ento’; miserable eres tú ’; *: indiferente eres a u g .abyrt
ai-, cf. DLU 7 (abyn ).
5 . Se puede traducir en form a de pregunta retórica: ‘¿no va a tener ...?’,
mejor que suponiendo aquí un valor negativo de b l (cf. DLU 108). Esto su
pondría una repetición redundante, a no ser que se sitúe aquí el inicio de la
intercesión dirigida al dios El.
6. Este decálogo de los deberes del ‘hijo ideal’ ha sido objeto de múltiples
interpretaciones. Se señalan a continuación las variantes más significativas.
7. /: ‘haga salir su humo/incienso’, ug. lars tnSsu qtrh. Por lo demás,
‘tierra’ y ‘polvo’ son denominaciones del ‘Infierno’.
8. /: ‘su marcha, pasos’; ‘a los Protectores de su lugar’; ‘el canto de su
lugar’, es decir, ‘su tumba’, ug. l‘pr dm ra trh ; cf. DLU 62, 8 5 ,1 4 0 (a tr Ui, ‘pr
í, /d-m-r/).
9. /: ‘los dichos injuriosos’, ug. Iht nish ; cf. DLU 2 4 3 (Ib I).
10. /: ‘(ofrenda) de grano’, ug. ksm h’, cf. DLU 226 (ksm /).
11. Para la restitución de la fórmula de bendición, cf. KTU 1.15 II léss.
12. /: ‘¡por mi alma/vida!’, ug. n p ly h ; cf. DLU 1 85s (h/-w/y-y/1)
E J. La última línea es de interpretación incierta; texto deficiente. /: ‘ten
ga éxito’, ug. ]b hw m h .
14. /: ‘calor’, ug. "hmbmt; cf. DLU 17 7 .
15. Dado el carácter estereotipado del formulario, es posible restaurar el
texto perdido de esta tablilla.
16. /: ‘hijas de! esplendor, las puras’. Ug. h ll 'puede tener sus correlatos en
los respectivos homógrafos: hb. ‘lucero’, ar. ‘luna’, ac. de Emar ‘diosa Hulel’;
cf. DLU 165.
17. /: ‘cuadraré, montaré’, en posible referencia al ‘arco compuesto’ (?).
18. /: ‘rebaño’, ug. imr bphd; cf. DLU 3 5s {imr I).
19. /: ‘gaznate//tragaderas’, ug. npi.
2 0 . Para el cliché, cf. KTU 1.1 III 2ss. El dios es considerado (gramatical
mente) com o una personalidad unas veces simple y otras doble en razón de su
nombre compuesto.
21-. Literalm ente: ‘te dio un m ote’, ug. qSt yqb; es decir, fijó su destino y
uso. Pero el texto es deficiente y oscuro.
2 2 . T e x to deficiente y oscuro. /: ‘en la cuerda (del arco) montó ug. I
hbS [aqbt y]nhtn qn ysbt [qSt.
2 3 . Esta apelación es la típica que la diosa recibe en el mito.
2 4 . /: ‘yo hago voto de (en tu f a v o r ) d a d a la anfibología de ug.a<ír; cf.
DLU 10.
25. Cf. KTU 1.3 1 18s.
241
2 6 . A saber: a su petición de vida, a la que es invitado por Anat, /: ‘canta
ré, celebraré’, ug. a}‘n y m ; cf. DLU 84 (A'-n-y/ I/Il).
2 7 . La frase es de gran significación para precisar la ideología en tom o a
Baal com o dispensador de vida, temporal (fertilidad renovada) y eterna (ban
quete celestial), en especial a los personajes regios. Entre las varias opciones
de traducción que la frase presenta hemos elegido aquella que m ejor parece
adecuarse a la intención de la diosa: ella com o Baal también puede otorgar la
vida, en este mundo y en el o tro , al príncipe Aqhat, Este, que lo entiende
dicho de la vida presente, rechaza la propuesta por resultar evidentemente
imposible y contraria a la realidad empírica. Otras versiones entienden que es
Baal el ‘revivido’ y homenajeado.
28. /: ‘héroe’, anfibología de ug. mí.
2 9 . /: ‘un cuenco’, ug. spsg.
3 0 . /: 'el común de la gente’, ug. tm tt.
3 1 . /: apártate de m í u g . tb ly.
3 2 . Para esta fórmula, c f. KTU 1.3 1 4s.
3 3 . Para este cliché, común com o otros varios a toda la narrativa ugaríti
ca, cf. KTU 1.1 III 23s.
3 4 . /: ‘a éste’, ug. hw t; cf. DLU 1 7 0 (hw, hwt).
3 5 . Cf. KTU 1.3 V 2 7 -3 2 , para este y sucesivos clichés.
3 6 . /: ‘que eres com o un hombre’, ug. kanSt; cf. DLU 4 1 (/’-n-s/).
3 7 . Cf. 1.3 V 2 8 .
3 8 . /: ‘soberbia de corazón’; ‘apártese la ira de (tu) corazón’, ug. fi>' bt
h n p lb[k; cf. DLU 195 (hnp).
39. /: “retira ... depon’, ug. ] h d ... ílt.
4 0 . /: ‘trae siete ...’ ; texto defectuoso, de integración incierta,
4 1 . Es decir: de tus parientes más próxim os, norm almente hermanos. Cf.
lo dicho a propósito de KTU 1 .1 4 1 1 5 .
4 2 . Cf. KTU 1.5 I 5 s .
4 3 . /: ‘de la Señora’; ‘el guerrero suteo’, ug. m h rlt.
4 4 . /: ‘¡vuelve!; ‘¡hazme caso, sí, Latipán, y yo te haré caso’, ug, y tb; cf.
línea 16s.
4 5 . Situados en la ciudad del dios ‘Luna’, e! m omento del ‘novilunio’ (o
antes de iniciarse éste), de la renovación de sus ‘cuernos’, es el más adecuado
para llevar a cabo ‘con nocturnidad y alevosía’ una acción com o la planeada.
4 6 . La expresión se traduce así en m odo afirm ativo, acorde con la acti
tud matona de este personaje. Pero puede entenderse com o una pregunta
retórica.
4 7 . En tu morada divina; ug. d d com o designación de la misma ya apare
cía en la descripción de la morada de El. Cf. KTU 1.1 III 23 y paralelos.
4 8 . T e x to defectuoso. A la propuesta im precisa y elemental del matón
responde la diosa con un plan bien elaborado. Caben otras interpretaciones:
‘se quedaron (los mozos] en el cam pam ento, celebrem os la boda con él’ ; ‘nos
regocijarem os’, ug. istir bddm um!rs[. Aquí se supone que ug. 'rs está relacio-;
nado con ar. ' t í (no 're) dada la flu ctuación de los fonem as /st y ¡í / en ug.
C f. DLU 90.
4 9 . /; ‘zurrón, zamarra’, ug. hbSy; cf. D LU 172s.
5 0 . /: ‘m orral, cartuchera’, ug. Frty.
242
5 1 . /: ‘quien vacía un cubo’, ug. km Siy.
5 2 . /: ‘un (animal) sacrificado’, ug. km Sbt.
5 3 . /: ‘sí’, por anfibología del functor ug. i, según se interprete la inten
ción de la diosa de matarle o no. Véase su llanto al final de la acción.
5 4 . Leyendo mhrh por m prh; /; ‘sus estertores’ .
5 5 . El siguiente fragmento, deficientemente conservado, ha dado lugar a
las más diversas integraciones e interpreciones. N o puede garantizarse ningu
na. Casi todas suponen, de una u otra manera, que tenem os aquí un ‘lamento’
de Anat por Aqhat. En la versión ofrecida se combinan elementos procedentes
de todas ellas y se pretende ofrecer una unidad de discurso, puesto en boca de
Anat, el sujeto en primera persona que aparece inequívocamente al fina!. En el
mismo se describe el certero ataque llevado a cabo por Yatipán y la madre de
las águilas, en cuyas entrañas aparecerán luego (os restos de Aqhat, de acuerdo
con el pían minuciosamente trazado. Pero no se consiguió el efecto buscado:
no se logró obtener el arco. Se deplora el fracaso, n o se líora el crimen,
56. /: ‘ocho’, ug. tmn.
5 7 . /: ‘se volvió’, ug. ttb.
5 8 . /: ‘ el surco’; ‘los oteros’, ug. tim.
59. La raíz ug. /in-r(-r)/ hace referencia a! vigor y fuerza otorgados por
bendición divina. El esbirro Yatipán estaba supuestamente dotado de ellos y
disponía de la asistencia de la diosa Anat. /: ‘un cachorro’, com o designación
de un diestro y joven guerrero; cf. línea 12.
60. Imágenes de la precisión del ataque.
61. !\ ‘im ira!, su boca’; ug. ph.
62. J: ‘devorador’, ‘devorado’, ug. akl-, cf. DLU 21 í f - k-V, akt).
63. Leyendo ‘m m por qm m ; pero este lexema puede también tener el
valor equivalente de ‘tragaderas’. Posible referencia a ía ‘madre de las águilas’,
en cuya entraña hallará Daniel los restos de su h ijo; cf. infra III 4 . Se podría,
no obstante, objetar que las aves no tienen dientes (!).
64. Leyendo k Ib, en referencia a la decisión y plan de Anat. I: ‘perro,
cachorro divino’, ug. ktb ; cf. DLU 2 1 4 s (klb).
65. !: ‘contó las hazañas’, ug. wtn gprm ; DLU 1 4 9 (/g-p-r/).
66. /: ‘relató (sus hazañas)’, ug. ntn grph. Los ‘dos adversarios’ podían ser
Yatipán y la ‘madre de las águilas’, los protagonistas del plan, los que matan y
devoran a Aqhat.
67. /: ‘dijeron’, ug. y 7» ; cf. DLU 8 4 (/'-n-w/),
6 8 . /: ‘com o (a) un cachorro’; ‘fugitivo’, ug. km rkm rm .
69. Para la fraseología, cf. supra V 4ss.
7 0 . /: ‘rasgó ella’, ug. tmzf. La forma verbal puede leerse com o activa,
pasiva o reflexiva.
7 1 . /: ‘te afligirá’, ysrk.
7 2 . Tam bién cabe entender la última cláusula com o una interrogación
dentro del conjuro de Daniel.
7 3 . Es decir, el vellón o lana de las ovejas. /: ‘cebada’, ug. ¿?r.
7 4 . Para el cliché, en este caso en relación con la montura de la diosa
Ashera, cf. K TU 1.4 IV 4 ss.
75 . / :‘se acercó’, leyendo y< dn>.
76. T exto confuso. /: ‘sólo había salido, había salido co n o?’; ‘se separa
243
ron uno de otro’, ug. bddy ysa [x] ysa w lysa ; cf. DLU 1 05 (bddy ). Estamos
todavía en un m omento anterior, aS de la transmisión efectiva (línea 41ss.), en
una especie de ensayo.
7 7 . Cf. KTU 18 IV 22s. Los mensajeros están desconcertados y no acier
tan a pronunciar su mensaje.
78 . Se supone una cláusula que indique cóm o ensayan o se repiten para sí
el mensaje que deben transmitir, com o hemos visto que hacen los hijos de
Kirta en K TU 1.16 I lss. y 1 .1 6 VI 26ss.
79. Para este formulario, cf. KTU 1.18 IV 24ss.
8 0 . Para el cliché, cf. K TU 1.3 III 32ss.
81. Traducción aproximaeiva por cierta ave rapaz (‘halcón, gavilán
ug. nír).
8 2 . T ex to deficiente. /: ‘no despertó’, leyendo tyqz en vez de ug. í % ;
‘(le) recogió’, leyendo ug. ylqz; ‘al recoger(le)’, ug, üqz; cf. DLU 24 8 (/I-q-z/).
83. /: ‘lugar oscuro’, ug. mdgt.
8 4 . Ug. ktik¡rt\. cf. DLU 220. El paso es objeto de fuerte controversia por
parce de ios que ven aquí una referencia a la Alta Galilea (‘le enterró en un
estanque de peces, en el (lago) Kineret’ [Margalit]) y los que lo excluyen (‘le
enterró en un mausoleo, en K .’). En todo caso, este lugar de enterram iento
debe coincidir con ‘la caverna de los dioses de la tierra’, donde se dice en las
fórmulas de conjuro que se le enterraría.
85. /: ‘fuente de agua’, ug. qr mym.
86. /; ‘lo que te pertenece’, leyendo ug. m ik\ ‘corriente (de agua)’, ug.
m lk.
8 7 . /; 'junto a (quien tuvo lugar)’, ug. ‘ I, dada la anfibología del functor
en ugarítico.
8 8. Ug. am d gr bt il; cf. DLU 1 5 0 (gr). C om o condición a la que se ve
condenado et asesino, fugitivo ante el ‘vengandor de la sangre’. /: ‘extraño
seas en ía casa de El’; ‘que El te revista de lepra’, leyendo ug. grbt.
89. Ug, ‘db uhry m ty d h ; cf. DLU 19s (uhry ). Es decir, degradado social
mente. /: ‘gesticula con ‘Destino’, su bastón’ ; ‘apoyó la punta de su bastón’;
‘tom ó en su mano el extrem o del bastón’, com o gesto de reemprender su
camino.
90 . /: ‘m ano’ ; ‘a su hijo ( ug. ‘I) alabó dada la anfibología de ug. yd.
91. I: ‘los danzantes ungidos’, v¡g.mrqdmd¡n\ p ero ef. u g.dpi (DLU 138).
92. Cf. KTU 1 . 1 7 1 36ss.
9 3 . Para el cliché, cf. K TU 1.3 III 2.
9 4 . /: ‘desde el Este .... hacia el Oeste’,ug. Im sbi ...In frlb], com o que
riendo dar a entender que Pughat sigue ensu viaje el curso del Sol,
9 5 . Recuérdese que él es el esbirro que utilizó Anat pata liquidar a Aqhat.
96. C f .n .4 3 .
9 7 . /: ‘dame de beber’, ug. tíqyn.
98 . /: ‘se la dio a beber', ug. tíqynh.
99. ‘de este ug. byn,
1 0 0 , Leyendo ug. y lt Un en vez de ¡la/i-, ‘yo me hago fuerte’; ‘yo derrotaré
al dios ...’ ( < /l-’-y/);‘lia, el dios
1 0 1 . Restitución dudosa: ilS[mm. j: ‘dios de la Señora’), leyendo ‘yo
puedo vilipendiar’, leyendo í£?[íí].
244
10 2 . /: ‘campamento, tiendas?’; cf. n. 4 7 .
1 0 3 . /: ‘de la Señora’, ug. ib fí[.
104. Cf. DLU 181 (hrs II). /: ‘asignó o b r e r o s u g . brSm\ ‘una cama do
ble ...’, leyemdo ’rsm.
105. /: ‘riachuelo’.
106. Por su situación en el margen de la tablilla, esta anotación parece
referirse al párrafo que trata del sacrificio de Daniel después del duelo por
Aqhat (KTU 1.19 IV 23ss.), más que al final del poema. Si el poema acababa
aquí, el desenlace es fácil de adivinar. Se puede suponer que sería el mismo
que desencadena Judit frente a Holofernes. En am bos casos el poderoso ene
migo yace ebrio ante la heroína disfrazada que empuña en su mano una espa
da. Es posible que el autor y los oyentes cananeos no precisaran de más deta
lles y este suspense formara parte de la técnica épica de este tipo de literatura.
Recuérdese cómo la E popeya de Kirta presentaba también un final exabrup
to, sin epílogo ni moraleja.
245
TEXTOS DE LA PRAXIS RITUAL
Agrupados bajo diferentes epígrafes en razón de la similar
situación cultual que suponen, ofrecemos a continuación una
serie de textos que reflejan la rica práctica religiosa que aque
lla sociedad poseía. Se trata normalmente de textos en pro
sa, aunque en algunos casos veremos cómo también en la
liturgia de Ugarit emerge la forma poética en sus ‘palabras’
rituales.
249
EL PANTEÓN DE LOS DIOSES DE UGARIT
E L P A N T E Ó N C A N Ó N IC O (K T U 1 . 1 1 8 )
251
26,142); como fragmentario resulta su empleo en el menta
do texto KTU 1.148:23ss.
La lista primera se inicia con una tríada de advocaciones
(;ilib, il, dgn) que corresponden a ías divinidades supremas
según la diversa tradición (parental, amorrrea, cananea). Si
gue una séptuble consignación de Baal, como síntesis de sus
múltiples y difundidas advocaciones políades. Otras dos
septenas recogen: una, siete divinidades principales y más o
menos autónomas, presididas por la advocación genérica
‘Cielos y Tierra’; la segunda, otra septena de divinidades fe
meninas, esposas o paredras, presididas igualmente por una
advocación compuesta (‘Montes y Valles5). Cierra la lista un
grupo de nueve advocaciones entre las que resaltan las de los
grupos de los ‘Ayudantes de Baal’ y la ‘Asamblea de los dio
ses’ (Yam el primero de ellos), como indicio ratificado de la
polarización del panteón ugarítico, que refleja el mito baáli-
coj entre dioses colaboradores y opositores de Baal. Signifi
cativa es la inclusión en este grupo final de los ‘Reyes’ divini
zados post mortem. Algunas de estas advocaciones últimas
parecen ser añadiduras recientes que no constan en todas las
listas1.
252
\s]pn Safón
ktr Kothar 15
pdry Pidray
cttr Athtar
grm w[cmqt] Montes y Valles
[a]í[r]í Ashera
cnt Anat 20
sps Sapash/El Sol
arsy Arsay
ushry Ushharay
cttrt Ashtarte
il t°dr }fl Los (dioses) ayudantes de Baal 25
r[s\p Reshep
ddms Ddms
phr ilm La Asamblea de los dioses
ym Yam/El Mar
utbt Utht 30
knr Kinor/La Lira
mlkm MaHkum/Los Reyes (muertos)
slm Salem
EL P A N T E Ó N D E LA D IN A ST ÍA (K T U 1 .1 0 2 )
253
a los dioses ‘ancestrales/infernales’, a los dioses manes de la
dinastía. Una catalogación oficial de este panteón regio la
ofrece KTU 1.102. La lista de su anverso se utiliza cultual
mente en KTU 1.39:13-19, mientras en KTU 1.106:3-5 se
mencionan tres de los nombres de su reverso. Éste incluye
los que en nuestro opinión son los ‘nombres divinos’ de los
reyes muertos2.
(anverso) (reverso)
1 il bt El Dios del palacio 15 y(r:')gbhd
ushry Ushharay yrgbb'l
ym.tfl Yam, Baal ydbil
yrh Yarhu yarsil
ktr Kothar yrgmil
trmn Tharrumán 20 cmtr
pdry Pidray dbil
dqt Daqit yrgblim
tr Tiro® cmtr
10 rsp Reshep yarsil
cnt hbly Anat hbly 25 ydbbcl
sps pgr Shapash del pagnt yrgmbcl
iltm hnqtmLas dos Diosas ‘Estranguladoras’ czbcl
yrh kty Yarhu kasita ydbhd
NOTAS
254
LA LITURGIA SACRIFICIAL
R I T U A L D E L M E S D E I B CL T
(K TU 1 .1 1 9 )
255
1 En el mes de ib'lt'-.
en el día séptimo (se ofrecerá):
un carnero a Baal de Ugarit1,
en [el templo de El (?)];
y en el templo de Baal de Ugarit:
[ ....) un carnero [... se sacrificará (?)].
A la puesta del sol el rey (queda) desacralizado3.
En (el día) diecisiete
5 el rey se lavará (quedando) purificado4;
una vaca en el santuario de EF,
una vaca a (los) Baal(es),
una vaca al ‘Procer’6,
dos ovejas y una vaca a las (dos) ‘Doncellas’
la casa del Oficiante/'Héroe’7 sacrificará;
y se quemarán8 en el ‘testimonial’ de! templo de Baal de
Ugarit
10 un cordero y una paloma ‘doméstica’ en honor del ‘Héroe’9.
En (el día) dieciocho de üflt
una res de vacuno en10 la torre (del templo) de Baal de
Ugarit
tanto en ofrenda de ‘combustión’ como de
‘presentación’ (?)” ,
ha de sacrificar el rey;
en el templo de El (ofrecerá luego) una asadura12 a
Is[haray]13,
15 una asadura a Baal
y un asno a ...
256
(mientras) a la puesta del sol el rey (queda) desacralizado:
— ‘He aquí el óleo puro de Baal,
la libación regia primordial’17. 25
Cuando ataque un fuerte vuestras puertas
un poderoso vuestros muros
vuestros ojos a Baal alzaréis:
— ¡Oh Baal, arroja, sí, al fuerte de nuestras puertas,
al poderoso de nuestros muros!
Un toro, ¡oh Baal! (te) consagraremos, 30
una ofrenda votiva, Baal, cumpliremos,
un macho18, Baal, (te) consagraremos,
un sacrificio, Baal, cumpliremos,
un banquete19, Baal, (te) daremos.
Al santuario de Baal subiremos,
la senda del templo de Baal andaremos.
— Y escuchará Baal, sí, vuestra plegaria,
arrojará al fuerte de vuestras puertas,
al poderoso de vuestros muros.
R I T U A L D E L M E S D E R lS YN
(K T U 1.41/87)
Esta vez el mes friS yn, ‘del primer vino’) corresponde a sep
tiembre-octubre, primero de un año que comienza en otoño.
En él tenían lugar múltiples celebraciones, como después en
el mundo bíblico, centradas en tomo al plenilunio de ese mes.
De la importancia de esta agenda ritual mensual da fe el he
cho de habérsenos conservado en doble copia, prácticamente
literal, lo que permite una feliz complementación del texto
base.
2 57
En el (día) trece se lavará el rey (quedando) purificado31.
En el (día) catorce, ofrenda de las primicias.
5 Además: dos carneros a la ‘Señora de las Mansiones’,
dos aves a las ‘Gentes divinas’22,
y un carnero (y) una alcuza (de aceite)23 (a) Elish24,
(otro) carnero (a) los Elohim25.
El rey se sentará purificado (y habrá/hará) expiación2*...
y proclamación del día (de fiesta).
A continuación entrará [el rey
den]tro del cgml37: [un cá]liz y un [plato (?)],
10 y dos ovejas y una paloma ‘doméstica1 se prepararán para
Anat,
y un toro (y) un carnero para El.
Y en la ‘hor[nacina’] una libación (se) verterá.
(Además recibirán:) una vaca, los Elohim,
Thakamún y Shunam28, una oveja,
Reshep, una oveja, en holocausto.
Y en sacrificio pacífico:
dos ovejas, Eloah,
un toro y un carnero, los Elohim,
una vaca, los Elohim;
15 Baal, un carnero,
Ashera, un carnero,
Thakamún y Shunam, un carnero,
Anat, un carnero,
Reshep, un carnero,
la ‘Asamblea de El’ y la ‘Familia de Baal’, una vaca,
Shalem, una vaca.
Y en sacrificio de combustión:
un corazón asado (a) los Elohim Baales29
y un pleno de forraje y grano30 de treinta (medidas).
258
aceite mirrado,
aceite perfumado,
miel de regalo
y una paloma ‘doméstica’
y dos panes ácimos32.
259
un-.....[a Ashejra,
y dos aves a Ridn19,
treinta veces.
Y (esto en) et templo de la ‘Señora
de las Mansiones Excelsas’, a saber,
(en) el ‘sacrificatorio’40 del altar.
45 En el (día) sexto:
dos alcuzas46 de aceite en el
‘sacrificatorio’ (y) una vaca.
(Y) el rey purificado dará respuesta.
En el (día) séptimo:
el sol se pone y el día (queda) desacralizado;
se mete el sol y el rey (queda) desacralizado.
260
en el terrado, en el que habrá a cada lado cuatro
habitáculos
de ramaje: un carnero en holocausto,
un toro y un carnero en sacrificio pacífico, siete veces.
Ad libitum dará el rey respuesta.
A la puesta del sol el rey (quedará) desacralizado,
y habiéndole revestido espléndidamente y limpiado su
rostro48,
le entronizarán49 en el palacio y, una vez allí,
alzará sus manos al cielo.
R ITU A L P R O C ESIO N A L
(K T U 1 .4 3 )
[ ] la escalera (?).
R IT U A L EN H O N O R D E U SH H A R A (Y )
<KTU 1 . 1 1 5 )
262
cialmertte ligada a su dinastía. Por otro lado, el texto se pre
senta como un ritual especialmente dirigido a las mujeres.
Resulta así una pieza única dentro de la liturgia ugarítica. La
secuencia, por otra parte, del ritual es tan estructurada con
céntricamente, que hace de este texto una pieza casi literaria.
NOTAS
264
17. /: ‘de primicias1; ‘de primera calidad’ ; ‘inicio [de la recitación]1, ug.
riSyt. No es claro si el salmo, que sigue a continuación del discurso directo
iniciado con la fórmula de ‘purificación* precedente» es pronunciado también
por los ‘purificadores’ dentro de aquél Adviértase en todo caso eí carácter
cuasi-sacramental del ésta: ‘he a q u í...* (cf. KTU 1.40:34).
18. /: ‘un primogénito*, según el tipo de reconstrucción del texto [dfb]kr.
19. /: 4el diezmo de Baal’, poco probable dado el valor de cSrt en estos
textos rituales; cf. DLU 92.
20. !: ‘dos cameros, una tórtola’, separando §m tr.
21. C f .n .6 .
22. Una denominación clásica de la liturgia ugarítica que engloba así a
los ‘muertos de la dinastía* reinante en una categoría de dioses menores; cf.
RC llé s s .
23. Ug 5 dd <$mn>. En razón de líneas 44 y 47 se prefiere suponer
haplografía de Smti, ‘aceite’. /: ‘un celemín (de cebada)’; ‘un carnero escogí-
doVcf. dd en KTU 1-24:23; ‘un carnero, ilSt el bien amado/favorito’.
24. El ‘heraldo de El1, según KTU 1.16 IV 3ss.
25. Como designación de los muertos divinizados, una categoría quizá
más genérica que la de las ‘Gentes divinas’; no se refiere a los ‘dioses1 (//»*) sin
más. Su epónimo es Eloah (ith).
2 6. Cf. línea 54. En este contexto se podría situar el gran ritual de la
expiación KTU 1.40, a modo de yótn (bak)kippür cananeo. /: ‘y aplaudió ...’,
ug. w mby.
27. Texto corrompido. Podría tratarse (cgtnf) también de la designación
de un tipo de sacrificio o función regio*sacerdotal, mejor que de la de un
animal empírico o ‘mítico1, o de la de un ‘líquido’. La reconstrucción ‘un cáliz
y un platoM&s wkp) es completamente hipotética,
28. Los dioses asistentes de El; cf. KTU 1.40:34; 1.114:18-19.
29. Es decir: ‘los Señores Elohim’. Cf. KTU 1.39:9.
30. /: ‘cálices y copas*, ug. ivmlu dtt wksm tltm mlu> muy improbable;
cf. DLU 138 (dtt). Eí texto es muy oscuro.
31. El ‘sacrificio1 (dbb) se toma aquí como ‘tipo* específico de ofrenda/
banquete, no precisamente de ‘acto sacrificial’, de acuerdo con KTU 1.91:2ss.,
donde se enumeran los ‘sacrificios’ reales. ‘Un dbb de...’ equivale a ‘como
dbb...\ es decir, se refiere a los elementos que son precisos para un dbh,
32. /: ‘cajas’, ug. httn> improbable; cf. DLU 184 (bt).
33. Una instalación cúltica de palacio: 4la montaña’; cf. RC 28,
34. /: ‘la diosa*, probablemente Ashera.
35. La montaña divina, inorada de Baal, divinizada, como aparecía en el
Panteón canónico.
36. Cf. KTU 1,24, el mitema de Las bodas de Yarhu y NikkaL
37. Instalación cúltica, en relación con el agua como elemento sacro.
38. La primera advocación del panteón canónico, aquí probablemente
en el sentido original de ‘dios tutelar del clan*; cf. ‘los deberes del hijo ideal*
(KTU 1.17 1 44 y paralelos).
39. Posible error de escriba por ‘Gentes divinas’, de acuerdo con la ofren
da. El valor que ridn parece tener en KTU 1.3 I 12 aquí no cuadra.
4 0. El término designa una estructura cúltica, como en línea 4 6, paralela
265
a ím'/í , Agradas’, de linca 23. Aparece en otros textos rituales, p. e., KTU
1.106:14; 1.126:20.
41. No sabemos a qué ‘semana* corresponde esta secuencia 5-7, si a la
primera del mes* aquí desplazada por la importancia del día central del pleni
lunio» o a la semana siguiente a éste. Teniendo en cuenta que la enumeración
acaba con la mención del ‘novilunio’, es probable igualmente que se refiera a
la última ‘semana1 del mes.
42. /; ‘honor1; ‘hígado*; ‘sacrificio kubadu\ conocido ahora por los tex
tos de Emar. Hemos preferido el sentido de precisión cuantitativa que tiene
normalmente kbd en los textos administrativos; cf. DLU 208 {kbd II).
43. /: ‘en el pedestal’, leyendo [m]tb en vez de [t]tb.
44. Algunos autores ven aquí una referencia al dios L¿mnt el favorito’
(<Eshmún?), pero lo estimamos poco probable.
45. /; ‘responde con una recitación7, ug. rgm yttb .
46. Cf. n. 25. De acuerdo con líneas 6 y 44 sería aconsejable la restaura
ción tn,l$(nt).d]d Smnt ‘dos carneros, una alcuza de aceite’; normalmente tn
reclama la cosa numerada en dual. Nada obliga, por lo demás, a suponer
mentado aquí un dios Smn\ cf. n. 44.
47. Como emblemas de la fertilidad y sus dioses en un festival de primi
cias, ug. prglsrqn. /: ‘a prgl y a sqm\ divinidades desconocidas. /: ‘a Pirigalu
deí tercer cielo’, divinidad sumeria menor; ‘a prgl en el extremo alejado’,
divinidad hurrita.
48. Ug. wh\pn]h. /: ‘aplaude con sus manos’, leyendo ug. mb[y yd]h.
49. /: ‘son vueltos a*.
50. /: ‘Ashtarte Hurrita1, ug. *ttrt hr\ cf. DLU 196 (hr J).
51. Una nueva instalación cúltica de palacio; cf. J?C 28. Podría entender
se que el gb es el mismo bt ütn kbkbm , ‘el templo de los dioses estrellas’, o una
parte de él, como podría insinuar la aparente ditografía siguiente. Las versio
nes ‘cisterna4 o ‘lupanar* tienen escasa base lingüística.
52. La expresión eSr cír creo que debe entenderse como ‘perfecto* pasivo
con valor optativo; un valor ‘descriptivo* es aquí improbable; se esperaría una
forma ¡yqü! (cf. KTU 1.17 VI 30).
53. Debe entenderse que tal templo se halla en el palaci.o, lo mismo que
las demás instalaciones^, gb y gr>
54. /: ‘orégano*, lectura (tftr) poco probable. Lo específico de algunas
ofrendas (vestidos) hace suponer implícito un rito de ‘investidura* de imá
genes.
55. /: ‘macho*, leyendo dkr en vez de drk. Para la versión adoptada, cf*
DLU , p. 137: tnzn drky ‘peso corriente* o de ‘comerciante*. La opción ‘ali
mento para tres días de camino* {tltt tnzn drk) no es probable, ni semántica ni
sintácticamente.
56- Posible error porgfr, la divinidad que a continuación ocupa un lugar
preeminente en el ritual.
57. De nuevo una denominación regio-divina, en relación posiblemente,
con la función evocatoria-oracular de los reyes ancestrales; cf, KTU 1.108:2,
/: ‘los fuertes*, en referencia a las divinidades astrales (Sol y Luna) que se
mencionan a continuación.
58. Posible designación de la ‘Reina* como esposa de Gathar. /: ‘inme
266
diatamente después*, interpretación improbable de lenth> teniendo en cuenta
líneas 18/20 (lcntm).
59. ‘dos sidos’, en vez de *al segundo, otro*, ug. tn; contextual y sintác
ticamente improbable.
60. En paralelismo con línea 19 y quizá con KTU 3.119:31.
61. /: ‘primogénitos’, leyendo bkrm> como es el caso en KTU 1.119:31.
62. /: Écomo un hurrica*, texto defectuoso, ug. )hry.
63. La base verbal podría tener un simple valor de ‘acogida, recepción’;
cf. DLU246 (/1-q-h/).
64. El rey acoge a los dioses que ‘entran1 y íes sigue hasta el santuario
palatino. {'. ‘lugar, celia, santuario', ug. atr; cf. DLU 61s (atr II).
65. Posiblemente en relación con los diferentes ritos sacrificiales, en ho
nor y memoria, quizá, de siete parejas de reyes muertos, en la línea del texto
KTU 1,161 que veremos más abajo. La realización de un circuito procesional
de siete vueltas es un topos que se da en muchas liturgias. También la proce
sión de Ashtarte se acababa con una séptuple repetición del rito sacrificial (cf.
líneas 7=íj_)._
66. Esta divinidad, ItuSh r(y), venerada sobre todo en la tradición hurrita,
figura en ei panteón ugarítico y es una de las más veneradas en el culto-
67. Divinidad igualmente de tradición hurrita y íigada (quizá por su pro
pio nombre) al culto de la casa o palacio.
68. Denominaciones ambas de la diosa Ushhara(y), a modo de ‘emble
mas’ suyos. Son los elementos figurativos con que se la representa en la icono
grafía oriental (relieves y emblemas); cf. RC 180.
69. No tenemos conocimiento de la naturaleza de este rito. La diosa des-
tinataria, la simbología que la representa y la peculiar participación (¿exclusi
va?) de4as mujeres en el mismo hacen suponer que se trata de un rito de
fertilidad.
267
LA LITURGIA SACRIFICIAL DINÁSTICA
R IT U A L R E G I O -D IN Á S T IC O
(K T U 1 .3 9 )
268
Reshef, una oveja,
en holocausto.
Y en sacrificio pacífico:
dos ovejas, Eloah;
un toro y un carnero, los Eíohim; 5
una vaca, los Elohim;
Baal, un carnero;
Ashera, un carnero;
Thakamún y Shunam, un carnero;
Anat, un carnero;
Reshef, un carnero;
la ‘Familia de El’ y la ‘Asamblea de Baal’4, una vaca;
Sbalem, una vaca.
Y en ‘sacrificio de combustión’:
un corazón asado, los ‘Señores Elohim’5,
(amén de) forraje y espelta,
quince medidas colmadas.
269
Daqit, una oveja;
Tirosh, una oveja;
Reshef (y) Anat bbly, dos ‘sacrificios’;
Shapash del pgr (/los difuntos), una vaca;
las dos Diosas ‘Estranguladoras’, dos ovejas;
Yarhu kasita, una vaca;
y a la ‘Doncella’, un carnero.
20 Y treinta veces!0
y al pie del altar:
una vaca a la ‘Señora de las Mansiones’;
dos aves a las ‘Gentes divinas’.
R IT U A L F U N E R A R IO D E L M E S D E G N
(K T U 1 .1 0 6 )
270
una asadura y un carnero á Reshef de mhbn l4,
en holocausto.
En el (día) veintidós:
se reunirán las provisiones. 25
En el (día) veinticinco:
se lavará el Rey (quedando) purificado
y por la noche se preparará el trono.
Luego23 se sacarán las provisiones:
nueve ovejas y un buey y un ganso,
(a) los ‘Dioses infernales’ (se ofrecerán); 30
dos ovejas y una vaca a Arsay24.
(Habrá) transmisión de respuesta
y (quedará) desacralizado el Rey.
271
R IT U A L D E E V O C A C IÓ N D E L M E S D E HYR
{K T U 1 .1 1 2 )
1 En el mes de byr15:
[en el día] del
El (día) tercero
subirán los dioses al hmn.
Al ponerse el sol el Rey (quedará) desacralizado.
272
El (día) octavo
como sacrificio de ‘duelo’30 (se ofrecerán):
(una medida de) grano, un siclo de plata
y (una jarra de) vino
a Ashtarte de la(s) tumba(s)31.
El (día) once
al ponerse el sol el Rey (quedará) desacralizado.
El (día) trece
se lavará el Rey (quedando) purificado.
El (día) catorce
bajarán los (dos) Gathares32 al ‘torreón (/‘recámara’)33
dos carneros a los (dos) Gathares (se ofrecerán)
y palabra los Gathares reportarán
y el hieródulo34 cantará.
En el (día) quince
como ofrenda de ‘presentación’35:
El, ifn carnero;
Baal de Safón, un carnero;
Baal de Ugarit, un carnero;
dos (carneros) a Ashera;
dos carneros a btbti6\
y a los ‘dioses del torreón’37, un plato de ‘respeto’ (?)
[y] siete vacas
y catorce ovejas.
En el (día) dieciséis:
un carnero a btbt
Y [ ]■
En el (día) diecisiete
Un, tres/treinta [ ].
NOTAS
274
zación arquitectónica del santuario palatino (hmn, qás , cly, hmn nkl, kbtn).
Desgraciadamente la información no es suficiente para hacerse una idea clara
del mismo. Para su discusión, cf. DLU s.v. y RC 26ss.
19. Texto corrompido al parecer; leyendo ir par. /: ‘diez veces’, leyendo
f)Sr pamt. De todos modos, queda clara la presencia del canto en la liturgia
regia de Ugarit y ¡a fundón del Rey en la misma.
20. La expresión pth yd mlk ha sido diversamente interpretada: ‘el Rey
abre/extiende la mano’, como gesto de impetración. Cabría también traducir
‘ante el relieve de la estela de! Rey’; cf. JÍC 153s.
21. Ug. ibslt dg, cf. DLU 130 (dg). Se trata de una ofenda única en toda la
liturgia de Ugarit, que ilustra sobre el uso y la preparación de tales viandas en
una ciudad mediterránea antigua.
22. El nombre del mes proviene quizá del lugar dentro de! palacio en el
que se llevaban a cabo estos ritos funerarios en honor y provecho de los difun
tos regios. Quizá era ‘jardín’ el nombre en Ugarit, como antes en Ebla y Mari,
del mausoleo regio o el espacio abierto que le precedía. Se insiste en que uno
de los elementos del ceremonial es la ‘respuesta’ (otros traducen por ‘recita
ción’, valor que rgm no parece tener en ugarítico) que el Rey da y que puede
muy bien entenderse como un rito cvocativo-oracular llevado a cabo por el
nigromante o directamete por el Soberano en su función de mediador y parte
de la dinastía.
23. Traducimos así ug. ' ¡m ; cf. DLU 78 tm II). Pero también cabría
unirlo a lo precedente y traducir ‘trono eterno/de la eternidad’, expresión que
encuentra su correspondencia en el léxico fenicio. Se trataría entonces clara
mente de un trono ‘funerario’. Para la importancia de éste en el culto, cf. KTU
1.161.
24? Una de las ‘hijas’ de Baal según KTU 1.3 III 7 y papalelos. Gomo su
nombre indica, se la supone una divinidad ctónica-infernal (arsyüilm ais). La
ceremonia tiene el aspecto de un banquete funerario (kispum ) en honor de los
muertos de la dinastía, presidido por el Rey, sentado en su trono. A no ser que
se interprete la preparación de éste en el ‘jardín’ como el elemento que repre
senta y presencializa a aquéllos, según lo apuntado en nota precedente.
25. Corresponde a abril-mayo. Su nombre aparece también en los textos
de Mari, Alalah y Emar y probablemente signifea ‘mes del asno’. En Ugarit es
el gran mes del culto funerario, aunque no de manera exclusiva, pues meses
como gn y pgrm también participaban de ese carácter.
26. Denominación hurrita de un tipo de sacrificio desconocido, ug.
hdrgl; cf. DUL 190.
27. Cf. n. 88.
28. Probablemnte un plato ceremonial, de los que la arqueología ha re
cuperado magníficos ejemplares en material precioso.
29. Se entiende que suben al hmn-, cf. KTU 1.106:13. Para otros ejem
plos de tepetición síprtuple de la marcha o procesión, cf. KTU 1.43-.7, 26. El
tercer día del mes a la procesión se incorporan los dioses conmemorados en la
ceremonia. Estos son poco numerosos en este caso: El, Baal, Ashtarte y los
Gathares. Son éstos los que centran la atención del día del plenilunio.
3 0. Un nuevo tipo de sacrificio, desconocido por lo demás, ug. iynm ; cf.
DLU 66 .
275
31. Cf. p .2 6 6 , n. 50.
32. Cf. p. 2 66, n. 57.
33. De nuevo una estructura de! santuario palatino. La ‘torre’ es un ele
mento constante en los templos orientales y en concreto en los que la arqueo
logía ha descubierto en Ugarit. Cf. KTU 1.119:12, apropósito de la ‘torre’ del
templo de Baal. De todas las maneras, ug. msd essemánticamente ambiguo.
/: ‘ofrenda (de caza)’.
34. Uno de !os pocos testimonios de personal auxiliar (qd£) del culto,
junto al supremo liturgo, el Rey. Ya aparecieron los mblltn, ‘purificadores’
(KTU 1.119:23) y el 'chantre’ o ‘cantor’ (Sr) (KTU 1.106:15).
35. Cf. p .2 6 4 ,n . 11.
36. Posiblemente la misma divinidad que aparecía en KTU 1.115:3 (bbt).
37. Cf. KTU 1.39:11. El texto es deficiente. /: ‘Diosa de la torre’ (cf.
KTU 1.39:11).
276
LITURGIA DE LA PALABRA EN EL CULTO
E L L Ó G O S D E LA E X A L T A C IÓ N D E L R E Y M U E R T O
(K T U 1 .1 0 8 )
277
¡es establecido’): como la descripción lírica de un banquete
divino o como la exaltación cúltica del rey muerto a su cate
goría de Gathar. En ambos casos el texto gira en tom o a este
aspecto de la ideología regia de Ugarit y representa el lógos
que acompañaba a la correspondiente ceremonia sacrificial,
con ocasión, probablemente, del funus regio. Estamos así en
el ámbito de la palabra litúrgica y la pieza se puede conside
rar como un himno o salmo regio. Se trata naturalmente de
una pieza poética■Como peculiaridad escribal el texto pre
senta sus líneas subrayadas, posible indicio de su importan
cia o sacralidad.
278
el dios de la estepa, cazador11,
el rey que [ ]
[ ] que llegue/s
[ ] a su familia (?)
[ ] pide a Baal
[ ] a tu llegada
Rafa, ‘rey eterna!’ [serás establecido (?)];
[te dotará (?)] según tu deseo {?), según tu petición,
[con el vigor] de Rafa, ‘rey eternal’,
con la fuerza de Rafa, ‘rey eternal’,
con su fortaleza, con su poder,
con su soberanía, con su esplendor.
De12 Rafa(/im) de la ‘tierra’ (es/sea) tu fuerza,
tu fortaleza, tu poder,
tu soberanía, tu esplendor,
en meSio de Ugarit,
por los días del ‘Sol’ y la ‘Luna’,
y la delicia de los años de E l13.
R IT U A L F U N E R A R IO P O R EL R E Y M U E R T O
(K T U 1 .1 6 1 )
280
cuatro y el oferente,
cinco y el oferente,
seis y el oferente,
siete y el oferente
ofrece un ave.
— ¡Salve, salve26, Ammurapi,
y salve, sus hijos!
¡Salve, Sharelli,
salve, su casa!27.
¡Salve, Ugarit,
salve, sus puertas!
R IT U A L D E E X P IA C IÓ N
(K T U 1 .4 0 )
282
UNA L E T A N ÍA : A LA BA N ZA Y SÚ P LIC A
(K T U 1 .6 5 )
O T R A L E T A N IA
(K T U 1 .1 2 3 )
283
ficial que ha inducido a pensar si no se trata de un mero ejer
cicio escribal. Pero los emparejamientos están tan adecuada
mente hechos, hasta donde podemos juzgar por otros datos,
que nos obligan a pensar que estamos ante un texto normati
vo del tipo indicado.
20 en el santuario de Milku59
en honor60 de los dioses de ...
¡El dios desconocido!61,
ibrm aryn!
ia$hn tlyní
25 iatdb y ir!62,
¡Qadesh y Amrar!53.
¡thr y bdl.
¡Kothar-Hasis, salve!
284
¡Salve64, los dioses del palacio!
¡Salve, los dioses del mausoleo65! 30
¡Reshef (y) las ‘Gentes divinas’!
¡Las dos familias de los dioses66
[y d]ioses (todos), salve!
N O TAS
285
segunda parte del texto con papel preponderante; mlk es norma! atributo
suyo. 'genio/demonio Shedu’.
12. /: '¡oh Rapiu ‘p a r a u n i d o a lo precedente, debido a la anfibo
logía del functor ug. I.
13. Posible referencia al título de Ei ,abSnm i ‘Padre de años’. Se trata del
más ‘longevo’, el padre de todos los dioses.
14. /: ‘sombras’; "Zalmu’, divinidad mesopotámica.
15. El predicado ug. qra y sucesivas formas del mismo admiten en este
contexto múltiples traduciones: en ‘tiempo' y ‘rtiodo’ pasado, imperativo,
pasivo, interrogativo» etc. Aquí asumimos una combinación de formas inte-
rfogativo-yusivas a modo de ‘invitatorio’, que nos parece la introducción más
adecuada á una acción cúltica.
16. Cf. el qbs dtn en la Epopeya de Kirta (KTU 1.15 I I I 15),
17. Se trata de una serie de legendarios reyes de Ugarit de los que no
cenemos testificación histórica, aparte de esta mención cúltica.
18. Es claro que el título de mlk aplicado al ‘rey’ difunto tiene ya una
connotación que trasciende el sentido político; cf. supra KTU 1.108:1.
19. Sobre la función del trono en la liturgia regia, cf, KTU 1.106:27-28.
La forma ibky podría soportar las versiones/: ‘quiero llorar’; ‘llora por ti’; cf.
DLU 107 (/b-k-y/).
20. /: ‘¡que desaparezcan (las lágrimas)!’ ; ‘¡lágrimas y más lágrimas!’, leyen
do dtn‘t en vez de ‘dmt; ‘rechinar de dientes’, ug. ‘dmt u ’dtnt ‘dmt; cf. DLU 73.
2 1. Ei lamento va dirigido al trono y demás mobiliario regio, ‘desolado’
tras la partida de su señor, y la súplica, a Shapash, para que le abrigue con su
calor, de acuerdó con su función de ‘patrón de los muertos’, /: ‘sobre él',
uniendo ‘¡n a la frase anterior; cf. DLU 76 11).
22. /: ‘en pos de’, ug. atr-, cf. DLU 61 (/’-t-r/),
23. El trono personificado es invitado a seguir a su señor a la mora
da infernal, donde él continuará sentándose como m lk ; cf. DLU 225s. (ksu).
/-. ‘desde el trono’; ‘ ¡oh trono!’, leyendo ug. lks< i>.
24. Para este valor detht cf. KTU 1.17 V 6-7 íytb... thtadrm, ‘se sentó...
junto a/al lado de/entre los nobles’). También se puede entender tbt como
nombre: ‘lügar, morada inferior’ (= inferus, Underworldl/ars i'pr); o como
preposición: ‘debajo de’, o adverbio: 'allá debajo’; más arriesgada es la ver
sión como forma verbal ‘baja, ioh
25. Esta rúbrica tiene carácter elíptico y presenta el uso de cardinal por
ordinal. Se ha de suponer y suplir ‘un ave’ como ofrenda cada vez, según se
explícita climáticamente al final (£¿* w ty tqdm ‘sr). Se puede analizar f y co
mo forma bien nominal, ‘ofrenda’, equivalente a t1, bien participial, ‘oferen
te’. Una foríná nominal-verba!, infinitivo con valor de imperativo, ofrece un
sentido similar.
26. La expresión ug. {ilm) será Ja misma que el uso semítico (árabe y
hebreo) perpetuará como saludo {saiámiíabm). Se trata de una expresión re
currente de la liturgia ugarítica; cf. KTU 1.123:29ss. Aquí se hace realidad el
dicho ‘¡El rey ha muerto! ¡Viva el rey!’.
27; /: ‘sus hijas’, ug. bth.
28, /: ‘ofrenda, sí, de ug. Sqrb. Línea 35: T vuelta al recitado: Ofre
ced, sí, un asno de ...’.
286
29. En las repeticiones tercera y cuarta la víctima es un ‘carnero’; la fór
mula, la misma.
30. /: ‘soltad’; ‘atrastrad’, ug. mSr,
31. /: ‘nosotros expiamos’; ‘para que seamos decentes’ ; ‘bienestar, bo
nanza’; ‘prenda’, ug. npy.
32. Topónimos desconocidos. E¡ primero apareció ya en KTU 1.4 1 42.
33. En líneas 35-36 los sujetos de la expiación quedan concentrados en
la expresión ‘que (sea) expiación de ios huéspedes de los muros de Ugarit’,
untpy gr hmyt ugrt.
34. Se da un cambio de género en los interpelados (que no puede refle
jar la versión castellana: ‘vuestro’ = ‘de vosotro/as’) en relación con los ofe
rentes/expiados implicados: ‘hijos/as de Ugarit’. En tas repeticiones previas la
fórmula de confesión es más clara: ‘tanto si habéis pecado ug. thtu/in. El
resto es idéntico en todas ellas, salvo en la víctima mentada al final.
35. Esta enumeración de gentes extranjeras o enemigas señala un poco el
marco de las relaciones internacionales de Ugarit; sorprende, no obstante, la
ausencia de Egipto. Quizá se lo sentía demasiado lejano y diferente en sus
concepciones religiosas como para suponerle un riesgo de contaminación. No
sabemos, con todo, el tipo de usos extraños cuya adopción aquí se reprueba.
En ei culto la influencia hurrita, y hasta cierto punto la hitita, se dejó sin duda
sentir y fue legitimada,
36. Se resumen así en tres categorías todos los posibles pecados cometi
dos: de ‘alienación’, contra la moral en general (por ira, pusilanimidad o por
cualquier otro motivo), contra el culto legítimo.
37. Sobre el sentido de estos dos grupos dentro del panteón ugarítíco cf.
supra p. 252.
38. ^Sorprende que sea esta doble divinidad menor la única mencionada
por su nombre en el ritual. La otra aludida es el ‘Padre de los dioses’ (El), de
quien aquéllos son los dióscoros. Cf. a propósito de KTU 1.114:18$,
39. Las líneas 1-8 se refieren a El y su familia; en líneas 9-14 se da paso a
Baal, para volver de nuevo a El eí) las líneas siguientes. Es el eco en la piedad
individual de la dicotomía de la concepción mitológica (el dios supremo y el
dios inmediato; dioses favorables y antagonistas de Baal) y de la sistematiza
ción canónica. Cf. infra KTU 1 J 23 :3 2 ; drm iitn, ‘las dos familias de los dio
ses’; y lo dicho supra p. 22.
40. Ésta y las dos siguientes invocaciones pueden entenderse como súpli
ca o como invocación (‘¡La Gracia de El!’).
4 1 . /: ‘ ¡Salve, El!’, como final de las invocaciones de este dios; cf. supra
n. 134.
42. Tenemos así la retroversión ugarítica de la traducción acadia del nom
bre de Baal de Safón, según la ofrece el panteón cananónico en acadio RS
2 0 .2 4 :4 (Jada be-ei hurlan ba-zi). Aparece aquí el monte Safón, morada de
Baal, divinizado y en fonetización acádico-hurrita, así como su nombre pro
pio [add).
43. Error de b cd por M ; la traducción ‘en la saladel trono’ está aquí
fuera de lugar frente a la bien atestiguada advocación tflspn ,
44. La letanía asume a partir de aquí, por medio del functor b, un valor
netamete elíptico impetratorio: ‘en ... (confiamos)V‘por la ... (somossalvados)’.
287
45. Más bien ‘divina’ que no ‘de El’, pues las armas que a continuación se
invocan corresponden probablemente a la panoplia de Baal, mientras El no
aparece nunca como dios guerrero. Sobre el significado de estas armas de Baal
y su implicación regio-dinástica, cf. supra pp. 39s.
46. Vale también en este caso lo dicho en nota anterior. Ahora se pasa de
!a invocación de la potencia divina y sus instrumentos que la demuestran a ¡a
fe y confianza en !a eficacia del culto ofrecido a los dioses, según los diversos
tipos de sacrificio y ofrenda.
47. Para este uso de ¡Im, cf. supra n. 26.
48. Este emparejamiento es altamente signifeativo, pues en eí mito se
denomina a Baal ‘hijo de Dagón’.
49. Divinidades desconocidas, la última quizá correspondiente al dios
Kemosh de Moab.
50. El segundo elemento corresponde a otra denominación semítica de
‘luna’.
.51. De acuerdo con KTU 1.102:14, se trata de un dios del panteón di
nástico (cf. supra p. 254). Quizá haga referencia al dios lunar hurrita kdg,
Kusuh.
52. Determinación de sentido desconocido; quizá un arcaico teónimo
que al parecer se menciona en los textos de Ebla.
53. Véase KTU 1.23, el mitema de su nacimiento.
54. Posibles designaciones de !a diosa lunar Nikkal.
55. Par divino de difícil identificación. El segundo elemento (ir, ‘rey’,
acadismo) aparece aquí en línea 3 (ti Ir) y en el compuesto tnt wir (KTU
1,23:8), aunque en este caso posiblemente con otro valor (cf. KTU 1.23:8).
Por el contexto enumerativo en que aparece (cf. a continuación sdq mír), me
inclinaría a ver aquí la hipostatissación de dos nociones u objetos: ‘eternidad y
realeza’A rono y rey’ .
56. Hipostatización de las nociones de ‘justicia y rectitud’, conocida en
Mesopotamia y en la Biblia hebrea.
57. De interpretación discutida. Podría suponerse la lectura: hit btt tid...,
‘¡Favor, dioses de..,!’, como final de esta sección de la lista (?).
58. Preferible a ver aquí un par de nombres de dioses; cf, nota preceden
te. El paralelo sintáctico (eulogfa) lo ofrecen líneas 28-33, final del reverso.
59. El qd¡ mlk puede muy bien indicar el santuario palatino o hacer ex
presa referencia al mausoleo regio, el santuario de Milku (cf. a propósito de
KTU 1.108:3 e infra línea 30: hit, ‘el mausoleo’).
tíO. Podría tratarse también de un atributo divino: ug. kbd, ‘la Gloria
de ...’; cf. en este sentido la noción de kabdd yhwh en la Biblia hebrea.
61. Denominación tomada del ac. mar mamtmna.
...... 62. Pares divinos no identificados.
63. Los dióscoros de Ashera, conocidos por el mito; cf. supra p. 76.
64. Para esta invocación, cf. n. 26.
65. Significativa es la mención a continuación de los ¡lltn], los muer
tos de la dinastía, según nuestra interpretación, a continuación del mausoleo.
66. Cf. a propósito de KTU 1.65:1-3.
288
CONJUROS MÁGICOS
C O N S U L T A P O R LA SA LU D D E UN IN F A N T E
(K T U 1 .1 2 4 )
289
5 ‘Responde(d)5:
— Una bolsita de mirra coge
y pon (la) en el templo de Horón6;
un tarrito de mirra nueva coge
y pon(lo) en el templo de Baal;
(un hacecillo de) tamarisco7 coge
y pon (lo) en el palacio,
y esto disolverá su mal.
10 Y que venga (luego) tu mensajero ante Ditán
a recoger el ‘decreto’.
C O N JU R O C O N T R A LA M O R D E D U R A D E S E R P IE N T E
A LO S CA BA LLO S
(K T U 1 .1 0 0 )
290
y Horórt ocupan un lugar preeminente. En 1992 se descubrió
un nuevo conjuro de este tipo (KTU 9-435).
292%
C O N JU R O C O N T R A LA IM P O T E N C IA (?)
(K T U 1 .1 6 9 )
C O N JU R O C O N T R A EL M A L (D E ) O JO
(K T U 1 .9 6 )
294
el ojo del alfarero,
el ojo del portero58.
N O TAS
295
curandero Esbmún; tal uso ha mantenido su vigencia en nuestro propio mun
do religioso.
8. Leyendo ug.Ikll; cf.DLC7213s, {k ll).h 'perro’, leyendo klb; cf. DLU
214s. Para la presencia de este animal en palacio, cf. KTU 1.16 f 1. Para el
pescado como materia sacrificial, cf. KTU 1.106:22. Aquí se imponen medi
das profilácticas de higiene como remedio contra enfermedades {!).
9. Es decir, ‘enfermedad’. Adviértase el juego de palabras ‘mirra'/‘amar
gor’ (mr/mr, líneas 5-16).
10. No sabemos a qué divinidad femenina se refiere el texto: una espe
cial relación con las serpientes hemos visto que mantiene la diosa Ushharay
(cf. KTU 1 .1 15 :2); en cambio Ashtarte, otra candidata propuesta, es mencio
nada en el texto como destinataria del mensaje. Por otra lado, poco sabemos
de ía conexión de Shapash con los caballos (cf. en la Biblia hebrea ‘los caba
llos del sol’, 2 Re 2 3,11; y Gn 49,17, que habla de la ‘mordedura de la
serpiente’ a los caballos). En este texto mágico-mítico el hecho adquiere ca
rácter cósmico.
11. En ug. ql, ‘voz’, tiene normalmente el valor intensivo de ‘voz en gri
to, estruendo, relincho, trueno’ (ytn ql, ql hfrpt, ql nhqt). En este caso ha de
entenderse como ‘grito de socorro’. El objeto de llevarlo a las diferentes divi
nidades es conseguir que lo sancionen en su eficacia.
12. Morada del dios supremo según el mito, con la variante ‘dt por apq-,
cf. supra p. 49 (KTU 1.4 IV 20ss.).
13. En absoluto se puede tomar mnt, ‘conjuro’, como aposición-explica
ción de ql, ‘grito’, de su contenido, más que como complemento genitival de
especificación, según la traducción.
14. Posible determinación zoológica 1,‘qsr) de la serpiente más que atribu
ción genérica, ‘retorcida’, que en la mitología se expresa por los calificativos
b r h y ‘qltn-, cf. KTU 1.5 1 1-2.
15. El elemnto ug. Inh no resulta de fácil interpreatción, /: ‘en cuanto a
ella’; ‘ ¡hay alguno Se podría sugerir también: ‘cuya susurración (base
*ln) conjure la perdición/arroje el veneno1. De todas las maneras, el texto da
píe a las más variadas lecturas en cuanto a la determinación de sus partes
descriptivas o de discurso directo.
16. /: ‘¡Venga, que ligue .,.!, ug. hlm ytq; cf. DLU 164 (bt).
17. Eí resultado conseguido es un mera actuación de encantamiento que
no anula e! veneno de la serpiente. Es lo único que saben garantizar los dioses
interpelados a la fórmula. El sujeto de estas acciones (ytq, yilhm, y d b, ytb) es
así el ‘conjurador’. Se esperaría, no obstante, ver intervenir a aquéllos. Se in
sinuaría de este modo su fallida reacción, actuación ineficaz o pasividad en
contraste con ía posterior de Horón. Pero e! contraste podría estar en su no
comparecencia frente a la reacción rápida de aquél; Se podría entender así la-
expresión como impersonal (‘se le prepara un trono y a sentarse’). En este
caso el sujeto real es la diosa Shapash, a la que se supone de vuelta de su ida
ante El y demás dioses y para ía que se pone un ‘trono’ (no una ‘silla’; cf. la es
cena paralela en KTU 1.4 V 46s. con los mismos predicados: f-db fea uryttb),
para que se siente, descanse (agradecida y cortésmente acogida) y escuche la
siguiente requisitoria. Teniendo esto en cuenta, no sería tampoco imposible
interpretar wytb como ‘y se repite’. A] parecer, se trata de una rúbrica cultual,
296
que falta en línea 60, junto con el bícolon precedente. Ya Shapash no tiene
ningún otro mensaje que llevar ni el ‘encantador’ interviene. Es entonces
Horón quien entra en escena y actúa en persona.
18. Tal morada es desconocida; según la leyenda, la ciudad de Yarhu es
Abiluma (cf. KTU 1.18 IV 8ss.). La presencia de un topónimo la-ru-gav -tu en
Ebla desaconseja ver en ese lexema un error por »grt.
19. Morada divina desconocida que aparece repetidamente en ios tex
tos cultuales en relación con este dios; cf. KTU 1.1 0 5 :1 1 ; 1,171:3 (NL hit. bi-
bi-ít-).
20. Morada divina tradicional. Mari había ya desaparecido en la época
de composición del texto.
21. Morada divina desconocida.
22. Cf. KTU 1.108:2 (aparece también en KTU 1.107:17; 4.790:17),
morada del dios Milku, epónimo de los Maiikuma.
23. Morada de este dios en fa mitología; cf. KTU 1.3 Vi 14 y paralelos.
24. Cf. KTU 1.23:54, el mitema del nacimiento de esta pareja de dioses,
‘puestos (cdb) junto a la Gran Dama, Shapash, y las estrellas’.
25. Morada divina desconocida. No creo que se pueda aquí traducir tnsd
por ‘fortaleza, torreón’, a no ser en sentido etimológico, y equipararlo con el
homónimo de KTU 1 .1 12:19, que se refiere a una estructura cultual del pala
cio. En este texto las moradas de los dioses se las supone alejadas y son todas
topónimos. Según los modelos aquí presentes, msd podría indicar un topónimo
concreto o un ámbito, como ‘los Cielos’. ¿Sería ésta la 'r dqdm de que se habla
luego (línea 62)?
26. Se inicia aquí un fragmento mitológico-poético, como mitema etio-
lógico del conjuro contra el veneno de las serpientes, como se desprende de su
contenido y fraseología. En consecuencia, es preferible traducirlo según la
sintaxis mitológica y en forma narrativa. Morfológicamente se trata de una
‘reacción’ a malas noticias por parte de Horón. Como es normal en la fórmu
la, el rostro del sujeto ‘se descompone’, invariablemente introducido por la
preposición b (+ -A/NP). /: ‘dirigió su rostro hacia se entiende que phit.
27. Como ‘criaturas’ de Horón se pueden entender los équidos represen
tados por su ‘madre’, phit, aunque también cabe tomar a ésta como sujeto de
la frase, que resultaría ser la privada de ‘sus criaturas’. Pero en tal caso se
esperaría una referencia más explícita a la misma y no una simple reasunción
pot un sufijo pronominal; literariamente queda muy lejana. Por otra parte, tkl
significa ya de por sí ‘estar privado de hijos’. Por ello resulta posible también
el análisis b-nwt-h, ‘en su(s) dominio(s)/lares’ (hb. nwh), que daría un buen
paralelo de er, ‘ciudad’.
28. Partiendo del valor normal de ug. nkr, ac, nakáru, ‘ser ajeno, extran
jero’ (bnwt¡¡‘r,.en su aspecto humano); preferible a otros posibles valores de
(n)kr(r), ‘volvió, abandonó ...’.
29. Mejor que del ‘Este’. Lo que en todo caso hay que mantener es que
este colon no forma par con el siguiente, que es el de la fórmula clásica de
‘orden/ejecución de marcha’, dentro del estilo de mensaje, y que como tal se
sitúa siempre a la cabeza de sección, correspondiente aquí a un trícolon nor
mativo (cf. MLC 54-55). Esta ‘ciudad primordial’ es posiblemente la de phit,
pues de ella y su descendencia aquí se trata. Y hacia ella, ahora especificada
297
por su nombre propio, Arasbshih, es adonde se dirige Horón, acogiendo el
mensaje de Shapash.
30. Para esta versión cf. supra p. 207 , íi . 29.
31. Hay posiblemente un pretendido ‘juego de palabras’: ‘arrojar/arran
car’ (ydy < ydyindd). De todos modos, la proximidad léxica y semántica es
muy grande entre ambas bases. Sobre la importancia del ‘tamarisco’ (aquíVr)
en la práctica mágica, cf. KTU 1.124:8, texto en que también aparece el dios
Horón.
32. Cf. n‘r, ‘deshacer, trastornar’; cf. KTU 1.132:25. La expresión quie
re reproducir la misma asonancia y construcción semítica enfática que utilizan
las frases paralelas siguientes: Vr¡n:r, ssnjysy, cdt!cdy, ybit /ybt-bly. El juego de
palabras se repite en línea 69 (plg/plg), con una semántica que certifica el valor
dado a! par ‘dt lyblt: el agua como elemento purificador y anulador; mientras
el primer par, Vr/ssn, expresaba el momento de maltrato de! animal y extrac
ción de su veneno. Eí juego de palabras es usua! en ios textos mágicos. No
obstante, los cuatro términos se podrían entender como otras tantas plantas,
pero tal semántica es incierta.
33. Otros autores leen aquí (cdt , yblt) nombres de plantas diversos; cf.
nota precedente. Hemos preferido una semántica más contrastada que nos
permite distinguir dos procedimientos de aniquilación del veneno: se le ex
trae a golpes y se lo disuelve por la corriente de agua.
34. El carácter vigoroso y efímero a la vez de las torrenteras (wadis) es
un fenómeno de experiencia directa en Oriente y adecuado como símbolo
para expresar el esfumarse del poderoso veneno bajo ¡a acción mágica del
dios. No es, pues, preciso traducir ‘como en un ...’. Tal constatación forma
inclusio con el tema del veneno al inicio del texto: éste el procedimiento que
‘ha hecho desaparecer, ha arrojado el veneno’, como allí se pedía al conjura
dor. Se trata ahora de transmitir a la demandante el poder manifestado y
ejercido a través de una fórmula mágica que lo condense. De ello trata la
sección siguiente.
35. La línea horizontal abre la tercera sección que corresponde a la ini
cial (adviértanse las inclusiones de vocabulario: cdb, mnt, nhs), Pero ahora, en
vez de acoger al dios que ha reaccionado y se ha desplazado, como se espera
ría, se le cierra la puerta. Pero el gesto no es de rechazo, sino el típico de
ocultamiento/negociación del cortejo y acuerdo nupcial, expresados a través
de un intercambio dialogal. El entendimiento entre ambas divinidades acaba
en boda, en hierogamia divina; la salvación circunstancial, en estado perma
nente, que fija la pareja de divinidades que cura la mordedura de serpiente.
3 6. De esta manera se resuelve más fácilmente el desequilibrio de estos
versos: el escríba se dejó llevar a escribir un km de más, mejor que suponer
que. omitió también aquí e! vocablo mhry, ‘dote’. A su. vez, suponiendo la
lectura yhr[n], ¡oh Horón!, se evitan las especulaciones sobre un lexema yhr,
que no aparece en este ni en ningún otro texto, ni en el bícolon de ‘ejecución’
siguiente, obteniendo como resultado un trícolon de perfecta factura.
37. /: ‘las palabras deí héroe’; ‘los acusadores del joven’; para la interpre
tación de ug. dbb, ‘demonio’, cf. DLI7 127.
38. /: ‘mancebo, joven’, cf. DLU 161.
39. El interpelado se supone que es el ‘demonio’ causante de la dolencia.
298
/: la aflicción de tu vara’, leyendo tghtk en vez de una forma de la base ug.ght-,
cf. DLU 145.
40. Tenemos así una figura de paralelismo ‘polar’ ; para ésta y otros in
terpretaciones, cf. DLU 80 (‘m d ).
41. /: 'despierta, reflexiona’, ug. ht\ cf. D LU Z02s.
42. La expresión pretende ser una amenaza al mal espíritu. Recuérdese la
función de la ‘vara’, ht (que recuerda el m aleus m aleficarum medieval} en la
expulsión de la enfermedad del rey Kirta, personificada en el dios M ot; cf.
KTU 1.16 VI lss.
43. Para la expresión, cf. KTU 1.2 IV 26 (tmn).
44. Se trataría en todo caso de un ‘zumo* silvestre y escaso.
45. El espíritu maléfico es condenado a hambre y sed, vagando por las
‘tinieblas exteriores’, falto de ofrendas y expulsado del poseso, siempre en
busca de sustento. /: ‘sin especia-sm/, insípida (bebida exprimida)’ ; ‘sin copa’;
‘leche purificada, sin abstenerte’, según diferentes posibles valores de ug. bis
b l,sm l; cf. DLU 108, 192s.
,
46. Ya hemos visto cómo este dios actúa repetidamente en el ámbito de
la magia (KTU 1.16 VI 55; 1.100:57ss.; 1.124:6. /: ‘¡que sea Horón un ami
go ug. ygrS hm fybrm-, cf. DLU 172 (hbr í).
47. Apelativo frecuente en el mito y la épica, atribuido a dioses y hom
bres (p. e. gím <7, dicho de Kirta); aquí posiblemente referido al ‘conjurador’
como ‘paje de Horón’.
48. También en este caso la actividad mágica se entiende como una cola
boración entre el dios de la misma, Horón, y su lugarteniente humano, el
'mago conjurador’ (klp), denominado el ‘oficiante’ (v'y) en línea 2.
49. Ug. Izt: cf. DLU 250. Aquí y en el bícolon siguiente tendríamos una
seris de instrucciones y rúbricas dirigidas bien al conjurador, que ha de actuar,
bien preferiblemente al enfermo al que se exorciza. La veste sacra es elemento
imprescindible al respecto.
50. Ug. al ta p q a p q ; cf. DLU 44s. (/’-p-q/).
51. /: ‘desnudez’, ug. ‘rm ; cf. DLU 89 (‘‘rm l).
52. La expresión ug. to d htm da lugar a las más variopintas interpreta
ciones. /: ‘el que está despierto’; ‘por (tu) reflexión’; ‘el de la vara’; cf. DLU
203 (htm).
53. /: ‘¿en tierra te quedarás clavado?’; ‘del hombre ... de la tierra apár
tate’, ug. lars zrm.
54. Para su discusión detallada, cf. iíC 255ss.
55. Supuesto error de ‘rtn por ‘nt. En tal caso la diosa sería el sujeto de
todos ios ulteriores predicados.
56. £1 maleficio se ‘ceba’ en el prójimo sano y feliz, dañándote sin agre
sión aparente.
57. Brujo/a o persona que ‘echa el mal de ojo’.
58. Tres categorías de oficios que reclaman una ‘vista’ clara. Posiblemen
te ‘ojo’ está aquí por ‘conducta’ o ‘vida’ en general.
299
BIBLIOGRAFÍA
1. El contexto histórico-cultural
301
2. Introducción general a la cultura ugarítica
3. Instrumentos lingüísticos
302
4. Ediciones y versiones de la literatura ugarítica
Caquot, A., Sznycer, M. y Herdner, A.: Textes ougaritiques I.
Mythes et légendes, París, 1974.
Caquot, A., Tarragon, J.-M . de y Cunchillos, J.-L.: Textes
ougaritiques II. Textes religieux et rituels. Correspondance,
Paris, 1989 (este segundo volumen completa la versión fran
cesa, actualizada y global, de los textos de Ugarit. Su rica
anotación filológica la hace una obra de referencia inexcusa
ble).
Del Olmo Lete, G.: Mitos y leyendas de Canaán según la tradi
ción de Ugarit (= MLC), Madrid, 1981 (punto de partida de
!a presente edición, en esta obra encontrará et lector una
amplia introducción a los diferentes textos mitológicos y épi
cos, con transcripción ugarítica, aparato crítico y discusión
filológica de los mismos).
Del Olmo Lete, G.: Interpretación de la mitología cananea. Estu
dios de semántica ugarítica (= IMC), Valencia, 1984 (obra
complementaria de la precedente).
Del Olmo Lete, G.: La religión cananea según la liturgia de Ugarit
(= RC), Sabadelí, 1992 (complementaria de MLC, esta obra
analiza los textos de la práctica cultual de Ugarit con amplia
discusión fiiológica de todos ellos).
Moor, J. C. de: An Anthology ofReligious Texts from Ugarit, Lei-
den, 1987 (versión con sucinta discusión filológica en notas
de una selección de textos en gran parte coincidente con la
aquí presentada. Con frecuencia osado en sus propuestas in
terpretativas, este estudio es enormemente sugerente y nos
ha obligado a revisar a menudo nuestras previas opciones).
Moor, J, C. de y Spronk, K.: A Cuneiform Anthology ofReligious
Texts from Ugarit. Autographed Texts and Glossaries, Leiden,
1987 (obra complementaria de la precedente).
Dietrich, M. y Loretz, O.: UgaritischeRituale undBeschwórungen
(Texte aus der Umwelt des Alten Testaments II. Religiose
Texte, pp. 299-356); Ugaritische Omen-Texte (ibid., pp. 94-
101); Liederund Gebeteaus Ugarit undEmar (ibid., pp. 818-
82 6)\Mytben undEpen (in ugaritischer Sprache) IV (ibid. III:
Weisheitstexte, Mythen und Epen, pp. 1091-1316), Gü-
tersloh, 1986-1997 (una de las más recientes versiones y dis
cusiones de los textos ugaríticos; en los literarios depende
ampliamente de la obra de De Moor citada).
Dietrich, M., Loretz, O. y Sanmartín, J.: The Cuneiform Alphabe-
tic Texts from Ugarit, Ras Ibn Hani and Other Places (KTU:
303
2.a ed. ampliada) {= KTU), Münster, 1995 (edición standard
de los textos ugaríticos. Sobre sus lecturas, corregidas a ve
ces, se basa la presente versión).
Pardee, D. et al., en W. W. Hallo, K. Lawson Younger, D, E.
Orton (eds.), The Context o f Scripture. Canonical Composi-
tions..., Leiden-New York-Koln, 1997 (la obra está concebi
da como una actualización de similares empresas anteriores
de edición de textos orientales relacionados con la literatura
bíblica [cf. p. e. TUAT]. Se ha dado mayor amplitud al co
mentario filológico y en tal sentido supera ampliamente a la
clásica ANET. Los textos ugaríticos han sido traducidos y
analizados por: D. Pardee [KTU 1.1-6; 1.14-16; 1.17-19;
1.23; 1.86; 1.100; 1.103+; 1.114; 1,119; 1.127; 1.141-144;
1.155; 1.163; 9.435]; B. Levine, J.-M. de Tarragon [1.41/
1.87; 1.161]; D. Fleming [KTU 1.169]; K. Lawson Youger
[KTU 1.113]; D. Cohén [KTU 1.85 y paralelos]; A. Demsky
[abecedarios]).
Parker, S. et al.: Ugaritic Narrative Poetry, Scholars Press, 1997
(obra colectiva que ofrece en transcripción y versión inglesa
actualizada y brevemente anotada una antología de textos
ugaríticos literarios elaborada por diferentes autores: M. S.
Smith [KTU 1.1-6; 1.8; 1.96; 1.133]; S. B, Parker [KTU
1.10; 1.11; 1.12; 1.17-19; 1.83; 1.100]; E. L. Greenstein
[KTU 1.14-16]; Th. J. Leweis [KTU 1.20-22; 1.23; 1.114];
D. Marcus [KTU 1.24]).
Smith, M.: The Ugaritic Baal Cycle I, Leiden-New York-Koln,
1994 (edición, traducción y análisis el más actual y filológi
camente detalladísimo de las dos primeras tablillas del ciclo
de Baal, KTU 1.1-1.2).
Xella, P.: I testi ritmli di Ugarit, Roma, 1981 (el primer estudio
completo de los textos rituales, con detallado comentario lin
güístico).
304
5. Estudios sobre la poética ugarítica
305
(Nos abstenemos de citar un gran número de síntesis de la
mitología y literatura ugaríticas en genera!, aparecidas en enci
clopedias, diccionarios y obras de historia de las religiones orien
tales, o en introducciones al mundo de la Biblia).
306
GLOSARIO
307
Arish {ars, /’Arisu/). Monstruo enemigo de Baal, vencido por
Anat.
Arsay (arsy, /’Arsayu/). Una de las hijas de Baal.
Ashera (atrt, a-si-ir-t-, as-ra-t-, asar-t-, /’Aiiratu/). Diosa madre,
esposa del dios supremo EL
Ashtarot (cítrt, as-tar-t-, /:Attarátu/). Nombre de una de las ciuda
des sede de Rafa/Milku, el Rey muerto y divinizado.
Ashtarte {‘ttrt, is>;+ DAR, /cÁ£tartu/). Diosa del amor y fertilidad,
emparejada con Anat en el mito y de escasa relevancia en
Ugarit.
Athtar (‘ttr, as-ta-ru, /eAttaru/). Divinidad secundaria en Ugarit,
pretendiente al trono de Baal,
Atik (clk, Mtiku/). Monstruo enemigo de Baal, vencido por Anat.
Attán {atn, at-ta-nu, /’Attanu/). Sumo sacerdote y Arúspice de
Ugarit.
Ayyamur (aymr, /’Ayyamur/). Nombre de una de las mazas que
Kothar proporciona a Baal para vencer a Yam.
Baal (M, ,/Ba';lu/). Dios de la tempestad y la fertilidad, tutelar de
Ugarit y protagonista de su principal ciclo mitológico.
Baquiat (bcft, ba-aq-at-(Y), /Báqicatu/). Nombre de una de las
Kotharot.
Bibita {bbt, (?)). Dios tutelar del palacio/dinastía de Ugarit, con
sorte (?) de la diosa Ushharay.
Bibita {bbt, /Bibita/). Morada del dios Reshep.
Creta (kptr, kaptá-r-, /Kaptáru/). Morada del dios Kothar.
Damgay (dmgy, /Damgayu/). Una divinidad menor, esclava de
Ashera y madre de los ‘devoradores’ que se oponen a Baal.
Damiqtu (dmqt, /Damiqtu/), Nombre de la menor de las diosas
Kotharot.
Danatay ídnty, /Danatayu/). Nombre de la esposa de Daniel, pa
dre de Aqhat.
Daniel (dnil, /Dani’ilu/). Padre del héroe Aqhat y coprotagonista
de la epopeya del mismo nombre.
Demarus (dmm, {?)). Apelativo de Baal, identificable con el dé-
maroüs citado por Filón de Biblos.
Dit/dán (dtldn, /Ditánu/). Legendario fundador de la dinastía de
los Refaim, a la que pertenencen los héroes y reyes de Ugarit.
Dubub (dbb, /Qubábu/). Monstruo femenino, enemigo de Baal,
vencido por Anat.
El (il, i-lu, /’Ilu/). Dios supremo de! panteón ugarítico.
Elihu {ilhu, /’lliha’u/). Hijo del rey Kirta.
Elimilku (ilmlk, DINGIR-ííií/-¿«, D¡NGIR-«jk-/í&, /’llimi/alku/).
Escriba de las tablillas mitológicas de Ugarit.
308
Elish (ils, /’Ilsu/). El heraldo de los dioses.
Gapán-Ugar (gpn u/ugr, /Gapnu-’Ugaru/). La pareja de dioses
dióscoros de Baal.
Gathar (gtr, ga-sa-ru, /Gatharu/). Nombre divino de los reyes
muertos.
Ghalal (¿11, /Galalu/). Mítica región productora de preciado vino.
Gubia (gbl, gu-ub-la /Gubia/). Nombre semítico de la ciudad de
Biblos.
Habay (hby, (?)). Genio burlón de aspecto teromórfico.
Hadad (hd, hdd, add, /Hadadu/). Nombre divino alternativo de
Baal de escasa relevancia en Ugarit.
Hammurapi (‘mrpi, am-mu-ra-pí, /cAmmurápi’u/). Ultimo rey de
Ugarit.
Harnamí (hmmy, /Harnamiyyu/). Gentilicio o apelativo del rey
Daniel.
Hayán (hyn, /Hay(y)ánu/). Nombre alternativo del dios Kothar.
Hirgab {hrgb, /Hirgabu/). Nombre del ‘padre de las águilas’ en la
Epopeya de Aqhat.
Hirihib (hrb, /Hirihibi/). Dios det verano, padre de Nikkal.
Hryt (hryt, {?)). Morada del (de los) dios(es) zz wkmt.
Horón (hm, /Horánu/). Dios invocado en ciertos conjuros má
gicos.
Hubur (hbr, /Huburá/). Nombre de la ciudad-estado del rey Kirta.
Hurray (hry, /Hurrayu/). Esposa del rey Kirta.
Iiíbub (itibb, /’lnbubu/). Morada de la diosa Anat.
Ishat (ist, /’lsatu/). Monstruo femenino, enemigo de Baal, venci
do por la diosa Anat.
Kankanay {knkny, /Kankanayu/). Montaña mítica que da acceso
al Infierno.
Kas (ks, hs, ha-zi, /Kasu/). Montaña divina, morada del dios El.
Kirta (krt, /Kirta/). Rey de Hubur, protagonista de la epopeya del
mismo nombre.
Kothar-Hasis (ktr whss, /Kótaru-Hasisu/). Dios de la magia y la
técnica.
Kotharot (ktrt, Katitátu/). Diosas patronas del parto.
Lalu (11, /Lalu/). Montaña mítica, sede de la Asamblea de los dioses.
Leviatán/Lotán (Itn, /Lotánu/). Monstruo mítico aniquilado por
Baal.
Líbano (Ibnn, la-ab-a-na, la-ab-la-na, /Labnána/). Montaña cele
brada por sus cedros y su vino.
lrgt {Irgt, (?)). Morada del dios Yarhu.
Mari [mr, /Mari/). Morada de la diosa Ashtarte.
Menfis (bkpt, hi-ku-up-ta-ah /Hikupta/). Morada del dios Kothar.
309
Mirart-taghallil-binur (rnrrl tgll bnr, /Mirartu-tagallil-binüri/).
Ciudad mítica, maldecida por Daniel como posible escenario
del asesinato de Aqhat.
Mot (mt, /Mótu/). Ei dios ‘Muerte’, señor del Infierno.
Mulughay (mlghy, /Mulughayu/). Nombre de una de las diosas
Kotharot.
Nikkal-Ib (nkl ib, NIN.GAL, /Nikkalu-Ibbu/). Diosa lunar, de ori
gen sumerio, esposa de! dios Yarhu.
Ninnay (nn-y, /Ninnayu/). Nombre del distrito en el que se halla
situado el Safón.
Niqmad (ttqmd., níq-ma^adu, ni-iq-má-du, /Niqmaddu/). Nom
bre de diferentes reyes de Ugarit, entre ellos el penúltimo
{III).
Pabil ipbl, /Pabilu/), Rey de Udum y padre de Hurray, esposa de
Kirta.
Pidray (pdry, ópt-id-ra-i, /Pidrayu/). Una de las hijas de Baal.
Pughat (pgt, /Pugatu/). Hermana y vengadora del héroe Aqhat.
Purubahthi (prbbt, /Purubhti). Nombre de una de las diosas Ko
tharot.
Qadesh-Amrar (qds wamrr, /Qadisu-’Amraru/). La pareja de dio
ses dióscoros de Ashera.
Rafa (rpu, /Rapa’u, Rápi’u/). Epónimo de los Refaim.
Rahmay (rhmy, /Rahmayu/). Epíteto nominal de la diosa Ashera.
Refaim (rpum, /Rapa’iima, Rápi’üma/). Denominación de los hé
roes reyes muertos y divinizados.
Safón (spn, /Sapánu/). Montaña morada de Baal.
Samal {sml, /Samalu/). Nombre de la madre de las águilas.
Shaatiqat (Hqt, /Sa'atiqatu/). Genio creado por El para curar al
rey Kirta.
Shahar (shr, /Saharu/). Una de las divinidades engendradas por El
que forma par con el dios Shalem.
Shaiy (siy, /Sa’iyu/). Topónimo desconocido de cierto desierto.
Shalem (slm, sa-li-m-, /Salimu/). Una de las divinidades engen
dradas por El que forma par con el dios Shahar.
Shamak (smk, /Samak-/). Nombre de la región pantanosa del pos
terior lago Hule en Galilea.
Shapash (sps, /Sapsu/). El dios ‘Sol’.
Sharelli (tryl, sar-el-li, /Sarelli/). Reina, esposa del último rey de
Ugarit Hammurapi.
Sharrumán (trmn, /Sarrumanu/). Uno de los apelativo divinos de
los reyes muertos de Ugarit.
Shiryón {sryn, /Siryánu/). Nombre alternativo del monte Líbano
o de su contrafuerte.
310
Shubaní (sbny, l]$ub-bá-ni, /Subbániyyu/). Gentilicio dei escriba
Ilimilku.
Sidyán {sdyn, /Sidyánu/). Ciudad, sede de un santuario de Ashe-
ra, identificada comúnmente con Sidón de Fenicia.
Sur (zr, /Tur-/). Ciudad, sede de un santuario de Ashera, identifi
cada comúnmente con Tiro de Fenicia.
Takam (tkm, /Takam-/). Topónimo desconocido de cierto bos
que o encinar.
Talay (tly, /Tallayu/). Una de las hijas de Baal.
Talish (tls, /Talisu/). Nombre de una divinidad inferior denomi
nada ‘esclava de Yarhu’.
Taqiat {tcft, /Táqr-'atu/). Nombre de una de las diosas Kotharot.
Thakamún (tkmn wsnm, /Takamuna-Sunama/). Dióscoros del
dios El.
Thamak (tmk, /Tamuk-/). Topónimo desconocido referido a una
zona de célebres vinos.
Thamaq {tmq, /Tamaqu/). Héroe divino, uno de los Refaim.
Targhuziza (trgzz, /Targuziz-/). Nombre de una de las montañas
míticas que dan acceso al Infierno.
Thatiqat (ttqt, /Tátíqatu/). Nombre de una de las diosas Kotharot.
Tharrumagi (trmg, /Tarrumagi/). Nombre de una de las monta
ñas míticas que dan acceso al Infierno.
Thiluhah ( tlhh, /TiJuhahu/). Nombre de una de las diosas
Kotharot.
Thitmanat ('Ttmnt, /Titmanatu/). Hija menor del Rey Kirta.
Tunnán (tnn, /Tunnánu/). Monstruo enemigo de Baal, vencido
por la diosa Anat.
Tuttul (ttl, /Tuttul-/). Ciudad siria, sede de un célebre santuario
del dios Baal.
Udum (udm, /’Udum-/). Ciudad-estado del rey Pabil.
Ugarit (ugrt, u-ga-ri-it/ta, /’Ugaric-/). Ciudad-estado en ia costa
siria septentrional.
Ughar (ugr, /’Ugar-/). Nombre alternativo de la morada de la dio
sa Anat.
Ushhara (ushr(y), /’Usharafyu)/. Diosa de tradición hurrita, una
de las diosas de la dinastía.
Yagrush (ygrs, /Yagrus/). Nombre de una de las mazas que Kothar
proporciona a Baal para vencer a Yam.
Yam (ym, /Yammu/). El dios ‘Mar’, contrincante de Baal.
Yamán (yman, /Yam’án-/). Topónimo desconocido, celebrado por
su artesanía def metal.
Yarhu (yrh, /Yarhu/). El dios ‘Luna’.
Yassib (ysb, /Yassibu/), Hijo mayor del rey Kirta.
Yaw (yw, /Yawu/). Nombre alternativo del dios Yam.
311
ÍNDICE GENERAL
Contenido................................................................................ 7
Introducción............................................................................ 9
Abreviaturas............................................................................. 31
TEXTOS
313
Ciclo baálico menor........................................................... 125
Los amores de Baal y Anat (KTU 1.10-1.11)...... 128
Baal y los dioses del desierto (KTU 1.12)........... 136
La Virgen-Madre Anat (KTU 1.13)..................... 143
314
Conjuros mágicos.......... ................................. .. 289
Consulta por la salud de un infante
(KTU 1 .1 2 4 )........................................................ 289
Conjuro contra la mordedura de serpiente
a los caballos (KTU 1.100)................................ 290
Conjuro contra la impotencia (?) (KTU1.169) 293
Conjuro contra el mal (de) ojo (KTU1 .9 6)...... 294
Bibliografía............................................................................. 301
Glosario................................................................................... 307
índice general...................................... ................................... 313
315