APENDICECTOMIA
APENDICECTOMIA
APENDICECTOMIA
Riesgos.
En cuanto a los riesgos pueden abarcarse los que son provocados por la anestesia y la
cirugía:
Reacciones a los medicamentos
Problemas respiratorios
Diagnóstico
Se puede llegar a un diagnóstico de apendicitis por los siguientes medios:
Exploración física
El estado general del paciente suele ser bueno, aunque en apendicitis de etapas
avanzadas suele deteriorarse. La temperatura es alrededor de 37,5 y 38 ºC.
Tratamiento
El tratamiento de la apendicitis aguda es siempre quirúrgico (apendicectomía) y debe ser
precoz con objeto de evitar la transformación en una peritonitis que es un cuadro mucho
más grave y en el que se asocian mayores complicaciones. La apendicectomía consiste
en la extracción del apéndice cecal a través de una pequeña incisión en la región inferior
derecha del abdomen. Después de una intervención generalmente no complicada, la
persona puede comer en las siguientes 24 a 36 horas y retornar a las actividades diarias
en menos de dos semanas. Si el paciente presenta peritonitis, la herida quirúrgica debe
ser más larga y localizada en la mitad del abdomen, que permita la limpieza de la cavidad
abdominal.
Las complicaciones son más frecuentes cuanto más tardío sea el diagnóstico y
tratamiento definitivo; la infección de la herida quirúrgica, los abscesos intraabdominales,
la obstrucción intestinal y la aparición de fístulas estercoráceas son las más habituales,
aunque en conjunto no superan el 5% de todas las apendicectomías.
Atención de Enfermería
Entre los cuidados que podemos brindar al paciente antes de la cirugía encontramos:
¿Qué es la osteomielitis?
La osteomielitis es una infección del hueso causada por la bacteria Staphylococcus
aureus. Dependiendo de la forma en la que el hueso se infecta y la edad de la persona,
otros tipos de bacteria pueden causarla también. En los niños(as) y en los adolescentes,
la osteomielitis generalmente afecta a los huesos largos de los brazos y de las piernas.
Las bacterias pueden infectar a los huesos de varias maneras. Las bacterias pueden
llegar al hueso a través del torrente sanguíneo proveniente de otras áreas infectadas en el
cuerpo. A este proceso se le conoce como osteomielitis hematógena (hema proviene de
sangre) y es la forma más común de contraer infecciones en los huesos.
Otra forma de contraer la osteomielitis es por una infección directa, cuando la bacteria
entra en los tejidos del cuerpo a través de una herida y viaja hasta el hueso (después de
una lesión). Las fracturas abiertas— cuando el hueso se fractura y la piel también se
abre— son el tipo de lesiones que generalmente ocasionan la osteomielitis.
Un hueso también puede infectarse cuando el riego sanguíneo al área del hueso se
interrumpe. Esto puede ocurrir en las personas mayores que sufren de arteriosclerosis, lo
cual es un estrechamiento de los vasos sanguíneos o si hay una asociación con la
diabetes. La mayor parte de las infecciones de este tipo ocurren en los dedos o en los
pies.
Las personas con osteomielitis generalmente sienten un dolor severo en el área del hueso
infectado. Puede que tengan fiebre y escalofríos, puede que se sientan cansados(as) o
con nauseas, o que tengan un malestar general. La piel que recubre al hueso infectado
puede estar dolorida, roja e hinchada. A veces es difícil diagnosticar la osteomielitis en los
infantes y en los niños(as) jóvenes porque no siempre demuestran sentir dolor o síntomas
específicos en el área de la infección. También, las personas mayores que padecen
diabetes o que tienen otro problema relacionado con los vasos sanguíneos no siempre
demuestran señales de fiebre o dolor. Para los adolescentes, frecuentemente un
accidente o una lesión suelen anteceder a la infección.
Síntomas
Dolor óseo
Sudoración excesiva
Fiebrey escalofríos
Molestia general, inquietud, sensación de enfermedad (malestar)
Hinchazónlocal, enrojecimiento y calor
Dolor en el sitio de la infección
Hinchazón de tobillos, pies y piernas
Diagnóstico
La historia clínica es obviamente muy importante, en especial para determinar los factores
dependientes del huésped, tanto locales como sistémicos. En el examen físico es
fundamental establecer qué hueso está comprometido, qué aspecto tiene la herida,
cuánto tiempo está drenando; y, si el tiempo es largo, si hay evidencias de la existencia
de un trayecto fistuloso y si existe un carcinoma escamoso, que suele complicar las
paredes de los trayectos fistulosos de larga data.
El diagnóstico de laboratorio es poco sensible y excesivamente variable. Por lo general,
utilizamos la VHS o la proteína C reactiva, pero, no son muy confiables. Hay un amplio
espectro de técnicas de imágenes, desde la radiografía convencional hasta las diversas
técnicas de medicina nuclear, con tecnecio o con galio. Todas ellas son útiles en ciertos
casos para determinados tipos de OM. Por ejemplo, la resonancia magnética nuclear
(RMN) se usa casi exclusivamente en la OM vertebral, porque da más información
anatómica y detalles de la posible presencia de abscesos epidurales; pero no se puede
usar RMN si hay, por ejemplo, un cuerpo extraño, como puede ser un dispositivo de
fijación vertebral.
Tratamiento
El objetivo al tratar la osteomielitis es eliminar la infección y prevenir el desarrollo de una
infección crónica. La osteomielitis crónica puede llevar a deformidades permanentes,
posibles fracturas, y problemas crónicos, así que es importante tratar la enfermedad lo
antes posible.
Entablillar o inmovilizar con una escayola o molde de yeso: Esto puede ser necesario
para inmovilizar el hueso afectado y las articulaciones cercanas para así poder evitar más
trauma y ayudar a la zona a curarse adecuadamente y tan rápido como sea posible.
Entablillar e inmovilizar con una escayola se suele hacer frecuentemente en los niños,
aunque mover las articulaciones después del control inicial es importante para prevenir la
rigidez y la atrofia.
Cirugía: La mayoría de infecciones óseas bien establecidas se manejan mediante
procedimientos quirúrgicos abiertos durante los cuales es hueso destrozado se raspa. En
el caso de los abscesos espinales, no se hace una operación quirúrgica a menos que
haya una compresión de la médula espinal o de las raíces de los nervios. En vez de eso,
a los pacientes que sufren de ostemielitis espinal se les da antibióticos por vía
intravenosa. Después de la cirugía, se administran de manera intensiva los antibióticos
contra las bacterias específicas que han causado la infección durante la estancia en el
hospital y durante muchas semanas después de eso.
Con el tratamiento apropiado, el resultado es normalmente bueno al tratar la osteomielitis,
aunque los resultados tienden a ser peores para la osteomielitis crónica, incluso con la
cirugía. Algunos casos de osteomielitis crónica pueden ser tan resistentes al tratamiento
que se tiene que amputar; sin embargo, esto es raro. También, durante muchos años, las
zonas de drenaje de las infecciones crónicas pueden evolucionar a un cáncer de piel del
tipo célula escamosa; esto también es raro. Cualquier cambio en la naturaleza del drenaje
crónico, o cambio en la naturaleza de la zona donde está el drenaje crónico, debe de ser
evaluada por un médico con experiencia en el tratamiento de infecciones óseas crónicas.
Ya que es importante que la osteomielitis reciba atención rápida, la gente que tenga más
alto riesgo de desarrollar osteomielitis debe de llamar a su médico tan pronto como le sea
posible si comienza a tener cualquier síntoma.
Pronóstico
Con tratamiento, el desenlace clínico para la osteomielitis aguda generalmente es bueno.
El pronóstico es desalentador para aquellas personas con osteomielitis prolongada
(crónica). Los síntomas pueden aparecer y desaparecer durante años, incluso con cirugía.
Es posible que se requiera una amputación, especialmente en personas con diabetes o
mala circulación.
El pronóstico para aquellas personas con una infección de la prótesis depende en parte
de:
La salud del paciente.
El tipo de infección.
Si la prótesis infectada se puede retirar sin problema.