Mujeres Maltratadas Rorschach
Mujeres Maltratadas Rorschach
Mujeres Maltratadas Rorschach
Julieta Yadira Islas Limón, Bertha Margarita Viñas Velázquez, Ahmed Ali Asadi
González, Alfredo González Reynoso
Universidad Autónoma de Baja California, Facultad de Medicina y Psicología.
Calzada Universidad 14418, Parque Industrial Internacional, Tijuana, B. C. C.P.
22390 Tel y Fax: 664-6821233 [email protected]
Introducción
El propósito del presente estudio es realizar una exploración psicodiagnóstica
sobre la personalidad de mujeres víctimas de violencia por parte de su pareja. El
objetivo central se desarrolla a partir de la identificación de rasgos de personalidad
compartidos en mujeres que han experimentado situaciones de violencia. La premisa
principal del estudio es la existencia de características psíquicas que posibilitan
patrones en el establecimiento de relaciones interpersonales que perpetúan círculos
relacionales de violencia, donde la mujer juega papeles importantes en el
mantenimiento de este tipo de interacciones.
La violencia contra las mujeres ejercida por sus parejas fue reconocida, en
1994, como un problema de salud pública por la Organización Mundial de la Salud
debido a su alta prevalencia y a las consecuencias en la salud de la mujer que la
padece (García, C., 2000), entre ellas: 1) trastornos psicológicos, como episodios
depresivos o depresión severa, degeneración de los procesos cognitivos, ansiedad,
soledad, aislamiento y dependencia; 2) en su salud reproductiva: abortos
espontáneos, maltrato al feto, infecciones vaginales recurrentes, infecciones
transmitidas sexualmente, dolores pélvicos y desgarramiento; 3) en la salud física:
lesiones, fracturas, trastornos digestivos y pérdida de años de vida saludable e
incluso la muerte (Fernández, 2004; Organización Panamericana de la Salud (OPS),
2003 Corsi, 2001; Ilescas, 2001; Torres, 2001; Welland-Akong, 2001; Velázquez,
2001; Lammoglia, 1995). De la misma manera, la violencia contra las mujeres afecta
socialmente por los altos costos derivados para sus atención y tratamiento (Heise et
al., 1994).
Los estudios sobre el maltrato en la pareja son diversos. Uno de los puntos de
mayor relevancia ha sido determinar su prevalencia. Por otro lado, se ha
incrementado el interés por la tipificación de la mujer que es maltratada por la pareja,
en el mismo sentido en que se hace con agresor. La importancia en la detección de
estilos vinculares característicos en mujeres violentadas se acompaña de la
viabilidad de implementar tratamientos psicoterapéuticos efectivos.
Se utilizó como herramienta diagnóstica el test de Rorschach por tratarse de
una prueba proyectiva que arroja resultados completos en criterios diagnósticos para
evaluar distintos tipos de personalidad o trastornos de la misma. Algunos autores,
como Dorr y Viani (2006), señalan la facilidad del acceso por medio del test de
Rorschach a los tres niveles psíquicos: inconsciente, preconsciente y consciente.
Así, la prueba se tomó como base para el conocimiento de actitudes e identificación
de rasgos característicos de la personalidad en pacientes atendidas que sufren
violencia por parte de sus parejas, participantes en esta investigación.
Algunos de los estudios que comprueban la validez del Rorschach estiman
que la prueba ofrece indicadores precisos para la evaluación de características de la
personalidad (Lamounier, R. y Villemor, 2006).
Método
Es un estudio transversal exploratorio en donde la aplicación de la prueba
consistió en dos fases: en la primera, se registró la verbalización espontánea del
sujeto ante el estímulo y, en la segunda, se realizó un interrogatorio sobre la
localización y la elaboración de los conceptos implicados en las respuestas.
La codificación de la información obtenida a partir del test de Rorschach se
realizó con la técnica de Klopfer (1991), que consiste en la tabulación cuantitativa de
los determinantes implicados en las verbalizaciones a través de un sistema de
clasificación que nos permite establecer cuadros de signos significativos para el
diagnóstico. Se consideraron las siguientes categorías de análisis:
El grado de control que se ejerce sobre los estímulos espontáneos es uno de
los aspectos estructurales de la personalidad descritos por Rorschach. El control
puede ser exterior cuando se canalizan por medio de vías de expresión adecuadas e
interior cuando el sujeto dispone de recursos internos para negociar con el medio
ambiente. También se puede presentar una modalidad constrictiva donde el sujeto
no se permite responder espontáneamente: represión de impulsos (respuestas de
forma, F).
La adaptación es medida por el grado en que se logra seguir las inclinaciones
naturales o se tiende a fugarse de sí mismo, siendo la madurez con la que se
manejan estas tendencias un factor importante para develar el ajuste de la
personalidad de acuerdo a la edad cronológica del sujeto. La ansiedad no
sistematizada nos habla de un sistema de defensas neurótico con hendiduras que
permiten un tipo de ansiedad libremente flotante (respuestas de difuminación k y K).
Por último, el grado en que se responde a las excitaciones del interior o del
exterior revela si existe conflicto o no sobre la aceptación de las tendencias
naturales. La comparación entre respuestas de Movimiento humano (M) y las de
color (Sum C) nos indican el equilibrio entre estas dos tendencias. El conflicto
deviene cuando el sujeto no acepta ni utiliza enteramente su inclinación.
Los aspectos emocionales pueden dividirse en reacciones afectivas a la vida
interior y a los lazos emocionales con la realidad exterior. El grado de madurez
emocional viene determinado por el manejo de las capas más instintivas de la
personalidad (FM). Con distintos grados de control afectivo en la categoría de color
como representante de los afectos que se presenta de forma adaptada (FC), poco
adaptada (CF) e impulsiva (C).
El tipo de enfoque mental se refiere al modo en que se abordan los estímulos.
La ubicación de los conceptos nos revela la predilección de los sujetos por una u
otra forma de abordaje.
La muestra fue de tres mujeres de 40 a 41 años de edad que estaban
sufriendo de violencia por parte de pareja. Una de ellas era casada, otra vivía en
unión libre y la otra, divorciada. El tipo de maltrato es mayormente psicológico,
seguido por el económico y sexual. Son de un nivel socioeconómico medio bajo,
católicas y con hijos; todas con historia familiar de violencia e historia de abuso
sexual infantil o en la adolescencia. Las tres aparentan edades mayores a la
cronológica, con semblanza de tristeza y cansancio, con un estado de ánimo
depresivo y ansioso.
Se utilizaron como técnicas de recolección de datos la entrevista clínica y el
test de Rorschach. La evaluación del test de Rorschach se realizó con la técnica de
Klopfer (1991).
Las participantes recibieron un consentimiento informado donde se describió
con detalle en qué consistía la investigación y se explicaban los riesgos y beneficios
del estudio.
Conclusiones
Los cuadros clínicos nos sugieren una estructura neurótica de la personalidad
con impulsividad y problemas para manejar la agresividad (respuestas de muerte).
No existe una discriminación ante la expresión de agresión hacia el exterior o hacia
sí mismas, por lo que la agresión se presenta en estos casos hacia fuera en
conductas violentas hacia los hijos y autodirigida en conductas como “rascarse para
traer siempre algo vivo” (sic).
El yo de las participantes es débil e inadecuadamente integrado. Los límites
hacia el exterior se encuentran difusos, originando un inadecuado estilo de
interacción con el otro donde no es posible identificar dónde está el yo y cuáles son
sus necesidades. Asimismo, en el análisis de la realidad se filtra marcadamente una
tendencia de percepción subjetiva que dificulta la resolución de conflictos.
El principio del placer predomina en esta organización de la personalidad
donde las participantes se muestran descontroladas ante su vida afectiva. Siendo
débil la estructura subjetiva, se dispara la movilización de procesos defensivos como
la represión y la regresión. La sobreproducción de respuestas populares parece
resolver una búsqueda de protección del grupo, más que una capacidad de
adaptación, desencadenando un sometimiento al contexto sociocultural que deja
poco espacio para la creación individual. Los rasgos de depresión confluyen también
en la individualidad disminuida, presentándose poca capacidad para sublimar.
Es posible concluir que la permanencia en situaciones de violencia sea una
forma de dar continuidad a las pulsiones tanáticas que predominan en la
organización psíquica de estas mujeres, por lo que se buscaría trabajar
terapéuticamente en el desarrollo de mecanismos defensivos más efectivos y
adaptativos que permitan equilibrar el monto pulsional.
REFERENCIAS
Dorr, A., Viani S., 2006. La Prueba de Rorschach y La Personalidad Antisocial. Salud
Mental, noviembre-diciembre, año/vol.29, numero 006, pp. 23-30. Distrito
Federal, México.
Heise, L., Pitanguy, J. & Germain, A. (1994). Violence against women: The hidden
healthy burden. [Violencia contra la mujer: la carga oculta en salud], (Discussion
paper No. 255, 23-40). Washington, DC: World Bank.
Lottenberg, N., Yazigi L., <et al> 2008. Psychic Changes: The Rorschach, the
Psychoanalytical Process and the Analyst- Analysand Relationship.
Interamerican Journal of Psychology, año/vol. 42, núm. 002, pp.187-194. Sao
Paulo, Brasil.