Tema 13
Tema 13
0. INTRODUCCIÓN.
1. LA PROGRAMACIÓN EN EL PRIMER CICLO DE EDUCACIÓN
INFANTIL.
1.1. CONSIDERACIONES GENERALES.
1.2. PECULIARIDADES DEL PRIMER CICLO.
2. OBJETIVOS, CONTENIDOS Y METODOLOGÍA ADECUADA PARA
LOS NIÑOS Y NIÑAS DE CERO A TRES AÑOS.
2.1. OBJETIVOS.
2.2. CONTENIDOS.
2.3. LAS ACTIVIDADES.
2.4. FASES DE LA PROGRAMACIÓN INMEDIATA.
2.5. METODOLOGÍA.
2.5.1. PRINCIPIOS BÁSICOS.
2.5.2. POSIBLES EJES O UNIDADES DE
PROGRAMACIÓN.
2.5.3. METODOLOGÍA MÁS ADECUADA PARA NIÑOS
DE CERO A TRES AÑOS DE EDAD.
2.5.4. LA RELACIÓN CON EL EDUCADOR.
3. CONCLUSIÓN.
0. INTRODUCCIÓN
Las principales funciones que debe cumplir la programación son las siguientes:
Los elementos que debe incluir la programación de una unidad didáctica están
interrelacionados y son partes de un conjunto integral, los cuales vamos a detallarlos a
continuación:
- Los objetivos reflejan las capacidades que queremos que los alumnos
desarrollen.
- Los contenidos incluyen los aspectos a trabajar, tales como los conceptos,
técnicas, procedimientos, actitudes y valores. Por ello, en una unidad
didáctica la selección de contenidos tiene que guardar coherencia en
relación a una serie de capacidades a las cuales influiremos en su desarrollo
mediante las estrategias metodológicas y las experiencias concretas de los
aspectos anteriores y del sistema de evaluación configurado. Dentro de los
contenidos, el currículo del sistema educativo distingue entre conceptos,
procedimientos y actitudes, teniendo una importancia similar, pues ayudan
a conseguir las capacidades marcadas en los objetivos.
- En cuanto a la metodología incorporaremos las estrategias básicas que
vayamos a utilizar, los principios que marcan nuestra acción educativa, los
modelos organizativos pautados, etc.
- Las actividades son las experiencias con los alumnos para trabajar los
contenidos y desarrollar las capacidades de enseñanza-aprendizaje
establecidas en los objetivos.
- La evaluación es la valoración a partir de la información obtenida en los
aprendizajes de los alumnos, en la actuación del profesor, etc. Se trata de
una actividad en la que se recopila información y se analiza si se está
produciendo un correcto proceso de enseñanza-aprendizaje, observando
los problemas que plantea dicho proceso.
En cualquier caso, el bebé entre cero y tres años se desarrolla a partir de unas
situaciones claves que podemos resumir en los siguientes procesos:
Aquí, para cada edad se van a pogramar los diferentes aspectos del desarrollo
cognitivo, afectivo y social que consideremos importantes para el proceso de
enseñanza-aprendizaje de los niños de estas edades.
2.1. OBJETIVOS
Normalmente sucede que los niños progresan más en unos objetivos que en
otros, lo cual implica que antes de establecer los objetivos didácticos debamos
plantearnos de manera precisa el objetivo final que queremos lograr. Así pues, diremos
que los objetivos diseñados en una programación de curso suelen ser objetivos finales
o metas que se lograrán en un amplio plazo de tiempo. En cambio los formulados para
una unidad didáctica son objetivos didácticos, muy claros y precisos, ya que se
relacionan directamente con el trabajo y la actividad que se va a desarrollar
inmediatamente con los niños.
Por otro lado, dado que en esta etapa es cuando se producen los mayores
logros hacia la integración social y la autonomía, los objetivos se dirigirán hacia las
áreas afectadas: comunicación y lenguaje, descubrimiento y control del propio cuerpo,
desarrollo motor y comportamiento social.
2.2. CONTENIDOS
Durante el último tramo del ciclo, el niño podrá ya realizar de manera cada vez
más autónoma algunas actividades relativas a su higiene corporal, su alimentación y su
descanso, así como al mantenimiento y cuidado de los objetos y dependencias donde
desarrolla su día a día.
- Ser coherentes con los niveles de desarrollo de los niños y con los objetivos
a lograr en base a los contenidos elegidos.
- Han de potenciar procesos de aprendizajes significativos a través de los
cuales el niño tenga la capacidad de cumplirlos al mismo tiempo que
progresa.
- Tienen que estimular la propia actividad del niño, su iniciativa, interés y
curiosidad.
- Deben responder en función de los rasgos de pensamiento del niño de estas
edades, siendo capaces de desarrollar sus habilidades y destrezas.
- Orientar al niño hacia el juego y hacer que se divierta jugando por sí mismo
y con otros niños o adultos.
- Potenciar la comunicación y las relaciones interpersonales, en todas las
variedades de expresión posibles.
- Deben inculcar al niño a que sea él mismo quien estructure su propia
actividad de forma natural y espontánea, ofreciéndole posibilidades para
poder elegir y mostrarle lo que ha hecho y aprendido en una determinada
actividad.
- Favorecer la percepción y el movimiento, ofreciéndole posibilidades de
experimentación, exploración y manipulación.
- Transferir lo que va aprendiendo y asimilando el niño a otras situaciones de
la vida extraescolar.
Fase de preparación.
2.5. METODOLOGÍA.
Como se ha dicho anteriormente, estos principios son válidos para los dos ciclos
de la etapa infantil (entre cero y seis años). De todos modos, las características
específicas de los niños de cero a tres años hace que se deban atender una serie de
consideraciones básicas, que definiremos a continuación:
- Las rutinas.
- El juego.
- El descubrimiento del propio cuerpo.
- El descubrimiento del espacio.
Como las actividades rutinarias ocupan gran parte del día en la vida de los
niños, no debemos afrontarlas como tareas que hay que terminar lo antes posible y
pasar a otras actividades diferentes, sino como un espacio de tiempo especialmente
diseñado para convivir juntos, comunicarnos y aprender.
El juego.
En la planificación de los juegos los propios niños marcarán las pautas según lo
que les interese y convenga en cada momento. Será importante la consideración de
ciertas condiciones como la estabilidad del entorno social (personas con las que
desarrolla y ejerce los juegos), la necesidad de evitar la monotonía proponiendo una
gran diversidad de juegos para quelos niños exploren y consoliden ciertas conductas, o
el hecho de evitar una excesiva intervención que mine la creatividad e iniciativa del
niño.
2.5.3. Metodología más adecuada para niños de cero a tres años de edad.
Para que esta relación entre el educador y el niño sea de verdad estimulante
debemos implicarnos con él en el máximo de situaciones posibles, ya que para que el
niño conforme una vinculación emocional segura y positiva se necesita tiempo,
constancia, mucha dedicación y una presencia continua en la limpieza y a la hora de
estimular el lenguaje, tanto en los hábitos de comida como en el fomento de la propia
autonomía.
3. CONCLUSIÓN.