Frances-Yates 1983 Giordano-Bruno-y-la-Tradicion-Hermetica-huellas-del-hermetismo PDF
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YAIES
GIORDANO BRUNO /^
YLA
TRADICION
HERMETICA
Una interpretacion clasica del mundo renacentista siguiendo las huellas
del hermetismo y de la cabala.
ARIEL FILOSOFIA
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FRANCES A. YATES
GIORDANO BRUNO
YLA
FRADICION HERMETICA
Traduccion del ingles por
DOMENEC BERGADA
EDITORIAL ARIEL, S. A.
BARCELONA
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^Titulo original:
Impreso en Hspaiia
Ninguna parte dr rsta publicadon, incluido A discfio de la cubiena, pucdc ser rq)roducida. aimacenada o transmitida
en mancra alguna ni por ninguii medio, ya sea clectrico, quimico, mecanico, optico. di- grabacion o di" fotocopia. sin
permiso prcvio del editor.
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SUMARIO
Prefacio 9
Abreviaturas 15
I. Hermes Trismegisto 17
II. EI Fimander de Ficino j d Asclep/us 37
III. Hermes Trismegisto y la magia 63
IV. La magia natural de Ficino 81
V. Pico della Mirandola y la magia cabali'stica 105
VI. El Pseudo-Dionisio y la tcologia de un mago cristiano . . 142
VII. El estudio de Cornclio Agrippa sobre la magia rc-
nacentista 156
VIII. Magia renacentista y ciencia 172
IX. Contra la magia: 1. Objeciones teologicas. — 2. La tra-
Indice 517
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PREFACIO
temente han sido publicados de nuevo formando parte del libroL^ f«/-
tura filosofica del Rinascimento italiano. Sus trabajos han estimulado a
algunos estudiosos a emprender investigaciones detalladas tendentes a
determinar la influencia hermetica sobre dertos escritores en particular.
Estos trabajos han side publicados conjuntamente con el titulo de Ttsti
tradidon luliana que espero poder Ucvar a termino algun dia. Las tres
-n* -"-.-".
FREFAaO i 1
obra que de vcz en cuando se dta en las notas a pie de pagina. He em-
pleado la edidon Gentile de los dialogos itaUanos dc Bruno revisada
por G. Aquilecchia y la edidon, tambien de Aquilecchia, de sus dos
obras latinas redentemente descubiertas. Situar a Campanella dentro dc
la misma Imea que a Bnmo es una novedad a pesar de que tal enfoque
* La autora sc refiere a la cleccion del tcrmino aAala (en ingles) frente a sus otras dos gra-
ftas. Kabbalah y gfibbala, por otra parte no emplcadas con demasiada frccucnda. [N. M T.]
12 GIORDANO BRUNO Y LA TRADiabN HERM^TICA
Frances A. Yates
Profesora de Historia del Renacimiento
de la Universidad de Londres
Warburg Institute,
Universidad de Londres
't&'^^-'t*^-^?'^"'^*'* /'•'^-''^'^M^'-*^''-<:-'r''''^^'^^'^^-"^^^ V Hi
lAminas
ABREVIATURAS
HERMES TRISMEGISTO
biduna, habia sido identificado por los griegos con el dios Hermes y,
en algunos casos, dotado del epiteto "tres veces grandc".^ Los latinos
hidcron suya tambicn esta identiiicadon de Hermes o Mercurio con
Tlioth,y Ciceron en su De natura deorum explica que de hecho existian
dnco Mercurios, el ultimo de los cuales, despues de haber matado a Ar-
gos, se habia visto obligado a exiharse en Egipto, donde "dio leyes y
letrasa los egipdos" y tomo el nombre egipdo de Theuth o Thoth.^
Bajo el nombre de Hermes Trismegisto aparederon gran cantidad de
cscritos en Icngua griega en los que se abordaba la astrologia y las cien-
das ocultaSf las virtudes secretas de plantas y piedras, asi como la magia
basada en el conodmiento de tales virtudes, la fabricacion de talismanes
para alcanzar los poderes de las estrellas, etc. Ademas de estos tratados
y manuales dc formulas destinados a praaicar la magia astral, tambien
se desarroUo una amplisima literatura filosofica bajo los auspicios del
venerado nombre de Hermes. Se desconoce la epoca exacta en la que
p*r vez primera empezo a usarse con fines filosoficos el vasto complejo
no se ocupa prictlcamente de esta cucsti6Q y centra su atendon, de forma basica, sobre las in-
fluendas gricgas que poseen los Hermttica. En un
cauto resumen de Bloomfield {0^. fit., p. 46)
puede leerse: "estos escrltos son en su mayor parte obra de ncoplatonlcos cgipdos profimda-
mcntc influidos por el estoidsmo, judaismo, tcologja pcrsa y, con toda probabilidad, por creen-
das egipdas indfgenas, a la vcz que, naturalmente, por Platon y, en particular, por su Timeo.
Todos estos cscritos constltuian tal vez la biblia dc una mlsteriosa religi6n egipda que co su nu-
dco escndal sc rcmonta, muy plausiblcraente, al siglo n a. c". La teoria del culto misterioso ha
sido rcfiitada por Festugicre, I, pp. 8 1 y ss.
5. Segun la opinion dc Nodt y Fcstugiirc; cf. C. H.,loc. at. ; Festugifee, I, pp. 85 y,«.
6. Esta atribudon, totalmcntc incorreaa, data del siglo nc; cf. C. H., II, p. 259; en la
version copta, cf. la nota 2 de la p. 431.
7. Sc dcscoDOCC U fcdu en que fiiC reunido por primera vcj, el Corpus Hermttitum com-
pleto. Sin embargo, Pscllo ya lo conoda bajo esta forma en A siglo n; cf. C. H., I, pp. XLvn-L
(prefado de Nock).
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tica de los escritos hermeticos esta recogida en una serie de tratados es-
HERMES TRISMEGISTO 21
puesta y, dado que la razon pareda haber agotado sus rccursos para lie-
gar a alcanzarla, sc paso a cultivar clNous, es dedr, las facultades intui-
tivas del hombre. La filosofia debia ser usada no como un ejcrddo dia-
ble y sensible [...]. Por esta razon, despues de habcrlo crcado por pri-
mcra vci, solo y unico, se Ic aparedo bcllo y Ucno de todas las viitudes;
entonces El lo santifico y lo amo dcsdc todos los puntos de vista como
a Su hijo".^*
14. Sobre las dtas dc los Hermetica que da Lactando, cf. C H., I, p. xxxin y II,
misteriosa descripdon del modo ramo los egipdos fabricaban sus ido-
los y el Lamento de la religion egipda, fuc samificado ya que contenia
una profecia sobre el Hijo dc Dios.
Los escritores hermeticos no emplearon la expresion "Hijo de
Dios" tan solo en el Asckpim. En las primeras paginas del Pimander,
texto que contiene una descripdon hermetica de la creadon, se afirma
que el aao creador tuvo lugar per medio de un Verbo luminoso, que no
es otra cosa que el Hijo de Dios.'* Cuando pasa a discutir sobre el Hijo
mas importantes profetas y videntes paganos, hasta tal grado que habia
previsto el advenimiento del cristianismo, puesto que hablo del Hijo de
Dios y del Verbo. En tres pasajes distintos de las Ihstitutiones, Lactan-
do dta a Trismegisto junto a las Sibilas como testimonios del adveni-
miento de Cristo.^'' L^lctando no hace referencia alguna en contra de
Hermes Trismegisto, que siempre es presentado como el escritor mas
antiguo e iluminado, autor de obras cuyo contenido es compatible con
el cristianismo y que gradas a su mencion del Hijo de Dios puede ser
agrupado, junto con las Sibilas, entre los profetas paganos mas impor-
tantes. En otros pasajes de su obra, que versan sobre cuestiones de ca-
Laaando condena el culto de las imagenes y expresa la
rarter general,
convicdon de que los demonios que ayudan a los magos no son otra
cosa que angeles malignos caidos.^' Sin embargo, tales observaciones
22. San Agustin, De civitate Dei, VIII, xxin-xxvi. Sus dtas pfoccdcn dd Ascleptus, 2 3,
24, 37, segun puede verse en el C. H., II, pp. 325 y ss.
23. C
H., II, p. 259.
24. San Agustm, De civitate Dei, VIII, xm-xxii.
2 5. fistc es cl titulo de la traducdon ing^esa del siglo xvi debida a William Adlington.
cl-
HERMBS TRISMEGISTO 11
una vision extatica dc la diosa Isis que sc le aparecc en una playa desier-
ta por la cual se encontraba vagando desesperadamente. Finalmentc, d
personaje central sc convierte en sacerdote de Isis de rni templo egipcio.
El cspiritu totalizador de esta novela, su tratamiento etico (a menudo la
forma animal constituye la punicion para vma transgresion a la norma),
su inidacion extatica o iluminativa y su colorido egipdo, son similares a
Aun cuando Apuleyo no haya
los contenidos en los escritos hermeticos.
do de hecho el traductor del Asdepius, no hay duda alguna de que se
si
Con todo, prosigue San Agustin, "este Hermes dice sobre Dios
mudias cosas ajustadas a la verdad" a pesar de que su admiradon por
,
26. San Agustin, De dvitatt Dei, VIII, xxni. La ciu procede dc Komanoi, I, xxi.
28 GIORDANO BRUNO Y LA TRADia6N HERM^TICA
^En que piensas tii que consistia su [de los egipcios] gran sabidu-
ria? En realidad, nada mas que en la astronomia y otras cicncias que
mas parecian servir para ejerdtar el ingenio que para clevar el conoci-
miento. Por otra parte, la moral no estaba demasiado desarrollada en el
Egipto de Trismegisto, el cual vivio mucho antes que los sabios y filoso-
fos griegos pero despucs de Abraham, Isaac, Jacob, Jose o incluso Moi-
ses. Por el tiempo en que nado Moises vivia Atlas, gran astronomo
y
hermano de Prometeo, que era abuelo, por parte de madrc, de Mercu-
rio el Viejo, quien gencro al padre del tal Trismegisto.^'
32. Clemente no hace mcnci6n alguna de los cscritos hcrmeticos, por lo que Scott saca la
conclusion de que, o bien no los OTnocia, o bien sabia perfcaamente que no habian sido escritos
33. El manuscrito que cmplco Fidno para llcvar a cabo su traduccion sc halla actual-
mcntc en la Biblioteca Laurcnziana (Laurentianus, LXXI 3 3 (A) ). Cf. Kristeller, Studies, p.
223; el capitulo XI dc cste libra es una reedidon revisada del articulo que Kristeller publico en
1938 y que inauguro los estudios sobrc la traducdon fidniana del Corpus Hermeticum. Todos
los invcstigadores del hermetistno rcnacentista se hallan en impagable deuda con la obra de
Kristdler.
34. Dedicatoria de Fidno a Lorenzo de Medids de su epitome y comentarios sobrc Plo-
tino; Fidno, p. 1537.
3 J. "Mcrcurium pauds mensibus eo uiuente (referido a Cosme) peregi. Platonem tunc
ctiam sum aggressus" ; Fidno, loc, cit. Cf. Kristdler, Studies, p. 22 3 A. Marcel, Marsile Fici»,
;
36. Para entrcndcr su cntusiasmo scria ncccsario cstudiai a fendo la historia del hertne-
tismo durante la Edad Media ypeHodo renacentista antmor a Fidno. Para algunas indica-
el
cioncs acerca de la influcnda del AsdtptM durante la Edad Media, cf. C. H., II, pp. 267-273.
El intercs por el hcrmetisnio (basado eseadalmente en cl AscUpius y en el pseudoherm^co
Liber Hermetis Mercurii Triplicis Je VI nrum prindpiis) es uno de los aspectos tipicos del Rena-
dmicnto del sig^o xn. Para estudiar las influendas de estas obras sobre Hugo de Saint Victor,
cf. el Didascdicon, traducd6n de Jerome Taylor, Columbia, 1961, Introducd6n, pp. 19 y ss. y
notas.
Obviamente, muchos de los escritos sobre magia, alquimia y astrolo^a atribuidos a Her-
mes Trismegisto cran ya conoddos durante b Edad Media. Cf. mas adclante, pp. 67-68.
37. Cf. el Argumtntum que Fidno antejHSO a su traducdon del Pimander (Fidno,
p. 1836).
32 GIORDANO BRUNO Y LA TRADia<SN HERM^CA
cion dada por Ciccron dc quefiic Mercurio quien "die leyes y letras a
los egipdos",y anade que ademas fundo una dudad con el nombre de
Hermopolis. Mercurio era un sacerdotc cgipdo, d mas sabio de todos
cUos, supremo como filosofo a causa de sus vastos conodmientos, como
sacerdotc por la santidad de su vida y por la constante praetica de los
cultos divinos, di^o, en fin, de su rango real como administrador de
Icycs,a causa de lo cual redbio justamente d nombre de "Termaxi-
mus", es dedr, "tres veces grande".*'
38. Esta explicadon sobrc d significado dc "trcs veces grande" aparecc en la Edad Me-
dia. Cf. mas adclante, pp. 67-68.
39. Ficino, loc. at.
40. En la Tbtologia platonica, Ficino da la siguicntc genealogia: (1) Zoroastro, (2) Mer-
curio Trismegisto, (3) Orfeo, (4) Aglaofemo, (5) Pitagoras, (6) Platon (Ficino, p. 386). En el
prefado a los comentarios sobrc la obra de Plotino, Ficino afirma que la teologfa divina co-
menz6 simultaneamente con Zoroastro entre los persas y Mercurio entre los egipdos; a conci-
nuad^ pasa a hablar dc Orfeo, Aglaofemo, Pitagoras y Platon (Ibid. p. 1537).
La eaiadon Zoroastro-FIermes aproxima la genealogia fidniana a la dc Gcmisto Pleton,
para quien la mas antigua fiicnte dc sabidurta es Zoroastro, seguido de numcrosos intermedia-
rios que no aparccen en la obra dc Fidno, pero t«:minando la lista, lo mismo que 6ste, con Pi-
tagoras y Plat6n. Cf los pasajes dtados del comentario de Gcmisto Pleton sobre las Leyei o los
de su replica a los Scholarios en F. Misai, PU'tbon el It platonismt dt Mistra, Paris, 1956,
pp. 136, 138.
Para un notable cstudio de las gencalogias de la sabiduria elaboradas por Fidno, cf. D. P.
Walker, "The Prisca theologia in Franct", J. W.Cl, XVII (1954), pp. 204-259.
HERMES TRISMEGISTO 33
42. En su obra sobre la religion cristiana {De christiana religione, XXV), Fidno coloca a
Hermes junto a las Sibilas como profeta del advcnimicnto dc Cristo (Fidno, p. 29).
34 GIORDANO BRUNO Y LA TRADIGK^ HERM^TlCA
leyo. Fidno sc da cuenta de [...] que la similitud cntrc las doctrinas her-
mcticas y las de Platon es tal que a la fiicrza sc inficrc alguna concxion
historica entre ellas. Pcro, al aceptar como un hccho conocido que el au-
tor dc los Hermetica fuc un hombre que vivio aproximadamente en la
misma epoca que Moises, inviertc la reladon real y sostiene que Platon
derivo su teologia, a traves de Pitagoras, de Trismcgisto. Esta opinion
de Fidno fiie asimilada como propia, al menos en sus lineas generales,
por todos aquellos que sc ocuparon de este tema hasta finales del siglo
43. Scott, I, p. 31. En realtdad esta ilusion sc proloagaria en ^pocas postcriores a los lil-
timos anos del siglo xvi; cf. mis adclantc, cap, XXI.
44. Kristeller, Studies, pp. 223 y ss.; Suppl. Fie, I, pp. Lvn-Lvm, cxxix-cxxxi.
HERMES TRISMEGISTO 35
nes sueesivas hasta Ucgar al siglo xvi, sin contar todas aquellas en las
que aparece formando parte de otras obras. En 1548 fiie impresa eh
Florencia una traduccion al italiano debido a Tommaso Bend. En
1505 Lefevre d'Etaples reune en un solo volumen el Pimander dc Fi-
dno y la traducdon del Asdepius debido al pseudo Apuleyo. La biblio-
glos de nuestra era. El lector asiduoy docto de autorcs tales como Jam-
blico, Porfirio, e induso Plotino, no podia en modo alguno considerar
que la magia era una materia destinada a gente ignorante o inferior.
Tambien la genealogia de la antigua sabiduria, que Fidno habia procu-
rado propagar por todos los medios, favorcda un renadmiento dc la
magia, ya que muchos de magi y la litera-
los prisci theologi faeron prisci
tura sobre la que basaban sus aserdones no era mas que literatura ocul-
tista elaborada durante los primeros siglos de nuestra era. Los Ordculos
caldeoSy atribuidos al antiquisimo Zoroastro que a menudo substituye a
Hermes en el primer lugar de la cadena de la sabiduria, no eran, como
45. Scott, I, pp. 31 y ss., y cf. mas adelantc, pp. 201-202, 210-211, 213.
46. Plrton creia firmcmcnte en la enorme antiguedad de estos oriculos (cf. Masai, op.
cit., pp. 1 36, 1 37, 375, etc.) que constituian para cl la fticnte pnstina dc la sabiduria dc Zo-
roastro cuya influenda sc cxtendi6 hasta plasmarsc en la obra de Platon. Esta convicd&i co-
rrcsponde exactamente a la actitud mantcnida por Fidno frcnte a los Hermttica. Para Fidno no
36 GIORDANO BRUNO Y LA TRAI>ia6N HERM^CA
dente de Orfco, scgimdo en la cadena de \os prisci theologi, estaba real-
mente basada en los himnos orficos, la mayor parte de los cuales vieron
la lu2 durante los siglos n y ni de nuestra era.^^ Asi pues, es obvio que
Hermes Trismegisto no era ni mucho menos el unico teologo o mago
de laantiguedad cuya sagrada lita-atura estaba datada erroneamente.
No obstante, es muy probable que Hermes Trismegisto sea la fi-
gura mas importante en el proceso de resurgimiento de la magia du-
cxistfaningun inconvcniente que difiodtara la mezcla cntrc las agios dc cstas dos antiquisimas
fuentcs, ya que cran aproximadamcnte contcmporaneas y prescntaban caracteristicas similarcs.
Nock afirma, hablahdo sobrc los Hermetica, que "comme Ics Oracles Chaldaiques, ouvrage du
temps de Marc-Aurelc, ils nous rcvclem une maniac dc pcnsor, ou plut&t une maniere d'user de
la pcnscc, analogue a une sorte de precede magique (...)." (C. H., I, p. vii).
Los Ordctdos caldeos fiicron editados por W. Kroll, "Dc otaculis chaldaids", en Breslauder
EL PIMANDEK DE FICINO
Y EL ASCLEPIUS
Greeks, Londrcs, 1935; R. Mc. L. Wilson, The g^tostic problem, Londres, 1958.
2. En general, existc un amplio acuerdo en reconocer que
el primer tratado del Corpio
Hermeticum, Pimander, conticnc dertos elementos hebraicos, mientras que las opiniones
el
difieren en lo que se refierc al grado en que los autores pucden habcr side influidos per la
tradicion judeo-helenistica.
3. La mayor parte de los investigadorcs comparten la opinion de que en los Htrmetica
aparccen escasos elementos de influenda cristiana. Segua Dodd,-quiett coloca en primer piano
la influenda hebraica, "los aspeaos de los Hermetica que podnan bacer sospechar una influenda
cristiana pucden ser explicados por la prescnda dtf tdeaS' hcbraico-helcmsticas en la base que
fimdamenta unto los Hermetica como d Nucvo Tcstamcnto" {op. cit. p. xv, nota).
^^^^?^> vi^>^i-^ ^v;r^"^^v^^.^^ '*^-^;>ii^T:^ v'^?^-#l§^
elevarse a traves de las esferas de los planetas, despojandose para tal as-
cension del influjo maligno ejerddo por su morada material y alcanzar,
de este modo, el divino rdno inmateriaL Para el gnostico optimista, por
el impregnada de divinidad, las estrellas son
contrario, la materia esta
animales di vinos vivientes, caEenta con una energia divina, la tie-
el sol
rra vive y se mueve gradas a una vida divina y no existe parte alguna
de la naturaleza que no sea buena, ya que toda ella forma parte de Dios.
La siguiente exposidon del contenido de los dnco tratados her-
meticos que hemos escogido es, en parte, un analisis de los textos y, en
4. Festugiere, I, p. 84; II, pp. x-xi (dastficacion dc cada uno de los textos singularcs que
componen los Hermetica en pcsimistas u opdmistas en la nota dc la p. xj).
40 GIORDANO BRUNO Y LA TRADia6N HERMitlCA
5. Esta claborada a modo depricis en el que se cmplean alguius dtas direaas del textc
en cucstion. El lector debc guardarse dc emplearla a modo
de traducdon complcta. Al claborai
cste rcsumen he tornado como fiientcs la traducdon franccsa dc Fcstugiere y la latina de Marsi-
lio Fidno. Dcsafortunadamente, no cs posible emplcar la traducdon inglesa dc Scott a causa dc
las libcnadcs que se ha tornado con d texto.
6. C. H., I, pp. 7-19; Fidno, pp. 1837-1839.
EL "pIMANDER" DE HONO Y EL "asCLEPIUs" 41
ello. Asi pues, ima vez dentro de la esfera demiurgica, en la cual tenia
pleno poder, el Hombre contemplo obra de su hermano y los Gober-
la
tas cosas, pero desea ser infoAnado tambien sobre la "ascension". Pi-
mandro le explica que, al morir, el humano
se descompone en
cuerpo
sus demcntos corporeos, pero el hombre
asdende a travcs de
espiritual
las armaduras de las esferas dejando en cada una de ellas una parte de
vino. Mercurio dice que aquel Verbo fulgurante, que ilumina todas las
cosas, es el Hijo de Dios. Y, en caso de que sea posible atribuir a un
hombre naddo antes de la Encarnadon un tal conodmiento, el ve al
Hijo generado por el Padre y al Espiritu proccdente del Padre y del
Hijo. Tambien ve la creadon produdda por el divino Verbo, asi como
al Hombre hecho a imagen de Dios, y su caida desde la esfera inteligi-
ble hasta su estado corporeo. De hecho, emplea las mismas palabras que
Moiscs cuando describe el mandato lanzado por Dios a las especies
creadas: creced y multiplicaos. Dcspufe enscna a los hombres c6mo
pueden volver a alcanzar la naturaleza inteligible e inmortal a partir de
la cual hemos ido degencrando. Asi como Mois^ era Icgislador de los
hebreos, Mercurio lo es de los egipdos, e imparte a su grey santos con-
sejos de vida: alabese al Padre de todo con himnos y acdones de gra-
das y contcmplense la vida y la luz.*
Como demuestra daramente este resumen del comentario al
Pimander, las partes de la obra que impresionaron basicamente a Fidno
fiieron aquellas que guardaban derta semejanza con la de Moises (no
tanto las que recordaban a Platon). Esta es la razon por la cual debio de
pensar Fidno que los Padres habian tenido tanto empeiio en reladonar
a Trismegisto —desde un punto dc vista cronologico— con Moiscs, ya
que, sin lugar a dudas, su figura era equivalente a la de un Moises egip-
do. Fidno continuo reflexionando sobre estas maravillosas drcimstan-
7. "Ego autcm Plmaadri bcnefiduin inscripsi penctralibus animi [...] "(traducci6n dc Fi-
dno, Fidno, p. 1839).
8. Fidno, loc. cit.
44 GIORDANO BRUNO Y LA TRADICi6n HERM^TICA
9. Fidno, Theologia platonica VIII, i (Fidno, p. 400). Es bastante probable que Fidno
tomara su inforaiadon sobre Artapano de ^uschio, De praeparatione evatigilicae, IX, 27, 6. Ar-
tapano era un hebrco helenizado; cf. Festugi^c, I, pp. 70, 384.
EL "pimander" de hqno y EL "asclepius" 45
10. Fcstugi^rc opina que, si bicn d dcseo alimentado por el hombre de crear no ftiese una
aaitud culpable ya que el propio Padre Ic habia coocedido permiso para ello, cuando inmedia-
tamente dcspues cntro en la esfcra dcmiurgica de los Siete Gobernadores ya estaba prcparando
su castigo, tniciando su caida hacia la materia {Revelation, III, pp. 87 y ss.). La interpretadon
de Dodd {op. cit., p. 1 J 3) es similar. Ambos autores subrayan la difcrencia existentc cntrc el
hombre hcrmctico y d mosaico, uno divino por aeadon, d otro creado a partir del polvo de la
ticrra. La caida del hombre hcrmetico guarda mas similitudes con la de Lucifer que con la
de Adan.
'^' '- ?'-' ^- "'^^^.^'^/s;':^^^^:^'
Hijo de Dios, un hombrc como los otros por voluntad de Dios" Tat le ;
15. Festugiere, III, pp. 90, 154, 156, etc. Cf. Umbien b importante discusion sobrc
cste tratado, y en particulai de la asociad6n establedda entre los vidos, el zodiaco y los plane-
tas, en M. W. Blooinfield, The seven deadly sins, Michigan, 1952, pp. 48 y ss.
48 GIORDANO BRXJNO Y LA TRADia^N HERM^TlCA
PuNicioNEs Potestades
14. Sobrc las Potestades, cf. Fcstugi^c, III, pp. 153 y ss.
Inconstantia Constantia
Cupiditas Continciitia
Luxuria ^ Castitas ? ^ Fortitudo?
Injustitia Justitia
Deccptio Veritas
Invidia Bonum
Fraus Lumen
Ira Vita
Temcritas
Malitia
cedera.
Y todo este gran cuerpo del mundo es un alma, Uena de intelecto y
de Dios, que lo impregna por su exterior y por su interior y que vivifica
el Todo.
Contempla el mundo a travcs de mi (es dedr, de la mens) y cxjnsi-
Todo esta lleno de adma y todas las cosas estan en movimiento. Quien ^j
ha creado estas cosas? El Dios-Uno, porque Dios es Uno. Tii ves per-
fectamente como el mundo siempre es uno; el sol, uno; la luna, una; la
aaividad divina, una; tambicn Dios cs Uno. Y puesto que todo vive, y
tambien la vida Dios es dertamente Uno. Todas las cosas son
cs una,
EL "PJMANDER '
DE HaNO Y EL "aSCLEPIUs" 5 I
aqucllos que cstan en posesion del Verbo y en los cuales lo que rige sus
actos es el iutelecto, no se hallan sometidos del mismo modo que los de-
mas. Los dos dones concedidos por Dios al hombre, cl intelecto
y el
Verbo, tienen el mismo valor que la inmortalidad. Si cl hombre sabe
valerse corrcctamente de tales dones, no se diferencia en absolute de
los inmortales.
Tambien el mundo es un dios, imagen de un dios mayor. Unirse a
B.y conscrvar cl orden y la voluntad del Padre es toda la vida. Nada
hay, a lo largo del retorno cidico dcseado por d Padre, que no este
vivo. El Padre ha querido que el mundo viva mientras cx)nservc su co-
hcsi6n, Por tanto, cl mundo es necesariamente dios. ^Como es posible
que en algo que es dios, imagen del Todo, existan cosas muer-
que es la
Nada.
jfPcro, al menos, no parece inmovil la tierra?
No, al contrario. Solo ella, cntre todos los seres vivos, se ve sujcta
a una multitud de movimicntos que en su conjunto la hacen estable. Se-
ns, absurdo suponer que esta fiiente de alimentos para todos los seres
fucra algo inmovil, ya que sin movimiento es imposibic generar y es la
tierra la que da a luz todas las cosas. Todo lo quehay en d mundo, sin
cxcepdon alguna, se mueve y esta vivo. Contempla, pues, el hermoso
sistema dd mundo y observa que esta vivo, que toda la materia esta
Uena de vida.
Entonces, ^esti Dios en la materia, oh Padre?
^Y donde podria estar separada de Dios?
la materia, si existiera
(J Acaso no una masa informe, si no se viera obligada a aauar? Y,
seria ^j
teria son parte de Dios. Cuando tii hables, ya sea de materia, o de cuer-
pos, o de substandas, debes saber que son energias de Dios, de Dios
que es el Todo. En el Todo no hay nada que no sea Dios. Adora este
Verbo, hijo mio, y rindele culto.
EL "pDOJSfDER" DE HQNO Y EL "aSCLEKUS" 53
seria impio divulgar entre las masas vma ensenanza enteramente reves-
tida de majestad divina.Cuando el fervor de los cuatro hombrcs y la
presenda de Dios han llenado el santo lugar, el amor divino {divinus
Cupido) ^* empieza a hablar por boca de Hermes.
Todo desdende del delo, del Uno que es el Todo, aauando de in-
termediario el delo. Presta mucha atendon a esto, aplicando a su com-
prension tu divino intelerto, porque la doarina de la divinidad es como
una corriente torrendal que se precipita desde lo mas alto con impe-
tuosa violenda. Gontinuamente se difunden por todo el mundo efluvios
provenientes de los cucrpos celestes, a traves de las almas de todas las
aun mas penosa, tales practicas caeran bajo el rigor de falsas leyes que,
con la amenaza de castigos, prohibiran a todo hombre cualquier aao de
piedad o de culto dirigido a los dioses. Entonces, esta santisima tierra,
hijos, con el paso del tiempo, olvidaran sus creencias. Nada sobrevivira
para guardar memoria de tus piadosas obras, salvo las palabras esculpi-
das en la piedra. El esdta o el indio, o cualquicr otro barbaro proxinio
a tus tierras, se establecera en Egipto. Contemplaras como las divinida-
pcores y mandiado
se vera por crimenes aun mas nefandos. Esta tierra,
hasta el momento tan religiosa, que tanto han amado los dioses, linico
pais del mundo en que estos comtruyeron su morada en recompensa a
su devodon, y que ha ensenado a los hombres la santidad y la piedad,
dara ejemplo de crueldad atroz. Cuando esto suceda, cansados de la
vida, los hombres dejaran de considerar al mundo como un objeto
digno de veneradon y de ser respetado. Este Todo, la mejor entre to-
das las cosas que pueden existir, tanto en el pasado como en el presente
y en el futuro, correra el riesgo de perecer. Ix)s hombres lo considerardn
como una carga en consecuencia, despredardn y dejaran de ve-
inutil y,
s61o qucdaran Ids angeles dd mal que se mczclaran con los hombrcs y,
'^ per medio de la vioienda —miscrables criaturas— les forzaran a cometer
toda dase de excesos de criminal audacia, empujandoles a emprender
guerras, a cometer rapinas y fraudes, y a Uevar a cabo todo tipo de acti-
vidades contrarias a la naturaleza dd alma. Entonces la tierra perdera
su equilibrio, el mar dcjara de ser navcgablc, d delo ya no estara lleno
versal y corregir los errores, aniquilara toda la maldad, bien con un di-
sus obras completas, ha resultado que no fiie obra suya sino dc Lefcvre
d'Etaples.'*^ En tal comentario, este autor expresa una fuerte desapro-
30. En 1505 Lcfcvre d'Etaplcs publico en Paris d Pimauder de Fidno junto con d
Ascltpim, acompanados dc sus propios comcntarios sobre tales tcjctos. Dcsdc entonces, ambas
obras ban sido publicadas conjuntamentc con mucba frccucnda y, finalmcnte, ambas pasaron a
formar parte de las edidones de las obras completas dc Fidno sin que nunca se hidera mendon
• al hecho de que el comentario al Ascltpim no era obra dc Fidno sino dc Lefcvre d'EtapIcs. El
comentario dc Lefcvre al Asdepius formula, sin embargo, una serie dc juidos que, en modo al-
guno, pueden ser idcntificados con los dc Fidno. En la edidon dc las Optra dc Fidno de la que
he cxtraido todas las dtas que aparecen en el prescnte tcxto, d Pimatuier de Fidno con los co-
mentarios dc Lcf^c basados sobre d arptmentum fidniano (Fidno, pp. 1836-1857) vicne in-
BL '*PIMANDWl" DE HONO Y EL "aSCLEPIUs" 59
dta que, de las mudias obras escritas por Hermes Trismegisto, dos son
"divinas", la que trata sobre la voluntad divina y la que versa sobre la
potestad y sabiduria de Dios. La primera lleva el titulo de AscUpius y la
segunda d de Vimander}^
Asi pues, para Fidno, d Asclepius es una obra "divina" sobre la vo-
luntad de Dios, mtimamente conectada con otra obra "divina" de este
antiquisimo y santo autor egipdo, el Piinander^ en la que se habla de la
mediatamcntc seguido (pp. 1858-1872) por d AscUpius, al que acompa&tn una scric de co-
mcntarios que cl lector no advcrtido adpdica asimismo a Ficmo. P. O. Kristellcr ha sido el pri-
mero en poner dc manificsto este error en Suppl. fie, I, pp. cacxx y ss.; cf. tambicn Kristefler,
Studies, pp. 223 y ss.
31. Cf. Fidno, pp. 1866-1867, 1870, en lo que hacc referenda al comentario sobre d
Asclepius (en realidad obra de Lefcvre d'£taple$) d(Hide se condena la idolatria y las practicas
migicas egipdas descritas en dicha cfea. Cf. D. P. Walker, "The frisca theologfa in France" en
J.W.C.I, XVII (1954), p. 258.
32. "E multis deniquc Mercurii libris, duo sunt diuine pracdpuc, unus de Voluntatc
dc Potcstate, & sapientia Dei. Illc Asdepius, hie Pimander
diuina, alter inscribitur." Cf. elmr^-
santa religion egipda se hace coinddir con una transgrcsion de las leyes
morales y la eventual restauradon de las mismas coindde con una recu-
peradon de la La decadenda de la "religion del mundo"
moralidad.
llevaba consigo la decadenda de la eticay una completa confusion mo-
ral. Por esta razon, d hombre bueno pio debia creer en la promcsa de
y
su retorno y el Lamento pasaba a adquirir un caraaer totalmente dis-
tinto del que le habia adjudicado San Agustin, es dear, podia ser to-
mado como ima inyecd6n que infundiera derto espiritu egipdo de mo-
ralidad y piedad a un cristianismo en franca decadenda.
La primera cosa que salta a la vista del devoto, o del turista, que
entra en la catedral de Siena es el retrato de Hermes Trismegisto sobre
el famoso pavimento dc mosaico (veasc el frontispido). A ambos lados
35. C H., I, p. 8; Fidno, p. 1837; Lactando, Div. Inst., TV, viii, ix.
^f^:^^>"--:4 v^x-^r^':^_r '^
v^r-/-*"^??'',-^ ' ^/'ii^g^',-*.^^-" -^^^z
parece una exhortadon del legislador de los hebreos (en el caso de que
la figura suplicante sea la de Moises) al legislador de los egipdos a fin
de que revivan de nuevo la piedad y la moralidad egipdas.
Los mosaicos de Hermes Trismegisto y de las Sibilas fiieron colo-
cados en la catedral de Siena durante la decada de los odienta del siglo
XV.' ^ t«a representadon de Hermes Trismegisto en un edifido cristiano,
situada en tan proniinente lugar, y que indica la atribudon de una posi-
don espiritual prepondcrante, no es un fenomeno local aislado, sino un
sunbolo de la consideradon que se guardaba a tal personaje durante el
36. Ciccr6n,D« not. deor.. Ill, 22; dtado por Lactando, D/e. Inst., I, vi. Ciceron es d-
tado en un pasaje en d que Laaando asoda a Hermes con las Sibilas. Por consiguiente, tal vin-
culadon le pudo habcr sido sugerida al autor dd mosaico, no por d proplo Ciceron, sino por
Laaando.
37. . Of. R. H. Cust, The pavement masters of Siena, Londrcs, 1901, pp. 23, 31. En la
Edad Media, Hermes era notablementc conoddo como profeta pagano. A pesar dc que esta
quizino sea la mas antigua de las reprcsentadones en la que aparecc en compaiiia de las Sibilas,
no hay duda alguna de que es la primera en la que aparcce con todo su esplendor renacentista.
CAPfTULO III
3. Para una buena sintcsis sobre csie tcma, d. Fcslugicrc, I, pp. 89 y ss.
64 GIORDANO BRUNO Y LA TRADia6N HERM^TICA
los momcntos del dia y de la noche poseia un dios propio que debia ser
aplacado a medida que iba transcurricndo el tiempo. Los decanos, que
Habiamos dicho, hijo mio, que hay un cucrpo que envuelve com-
pletamente al mimdo tornado en su totalidad; dcbcs imaginarte cste
cuerpo como una figura drcular, ya que asi es el Todo.
Me imagine esta tigura tal como tu dices, padre.
Imaginate ahora que debajo de la forma drcular dc cstc cucrpo se
han colocado los treinta y seis decanos, alineados en una 2ona situada
entre el circulo universal y el drculo del zodiaco, separandolos a ambos,
y, colocados como si sostuvieran el drculo del Todo y drcunscribieran
el del zodiaco, se mueven a lo largo dc cste junto con los planetas con
identica fucrza de movimiento a la del Todo y alternando con los Siete
[...]. Prcsta atendon a csto: puesto que los decanos mandan sobre los
5. C. H., Ill, pp. 54, 36 (fragmcntos dc Estobeo, VI). En las notas a cste pasaje (ibid.,
p. l). Fcstugicre intcrprcta los hijos dc los decanos como dcmonios. Cf. tambi^n Revelatiott, I,
pp. 118- 120; Scott, III, p. 374 (dondc se adjimta un diagrama para ilustrar cl hecho dc que,
en perfeao acuerdo con cstc pasaje, los decanos se hallan situados fuera y por endma del cir-
8. Fcstugicrc, ibid., pp. 207 y ss., dondc discutc d "Livrc court medical d'Hcrmfe Tris-
m^^te scion la sdcncc astrologique a Tinflux naturcl des animaux, public a I'adrcssc dc son
disdplc Asklcpios". Como pucdc dcdudrsc dc la traducdon franccsa del titulo, cstc tipo dc tra-
tado hacc intcrvcnir los mismos pcrsonajes que hcmos cncontrado como protagonistas dc los
Hermetica filosoficos. Estc tratado sobre los animales va dirigido por Hermes a Asdepio, tal
como bcmos visto que succdc con d Asdepius.
9. Cf. Thorndikc, I, p. 291; Fcstugiferc, I. pp. 130-131.
10. Fcstugi^c, I, pp. 1 12 y ss. El Liber Htrmetis fiic descubierto por Gundd, quien lo
public6 en 1936.
11. Festugi^e, I, pp. 139 y ss.
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"ft-*
7.^"
nes sobre como dncdar las efigies sobrc la piedra adecuada en cada
caso, imagenes que debcran ser colocadas junto a la planta correspon-
diente en de un anillo y cuyo portador debera tener bucn cui*
el interior
641; y cf. Thomdike, II, p. 220. Alberto Magno es quizas uno dc los escritores medievales
que conodo la versi6n lathia del Aidipiw (cf. C. if., II, pp. 268-269).
15. Thomdike, II. p. 219.
16. Ibid., pp. 215, 222. Quizas aparezcan en dicho tcxto ecos del pseudohermitico
.f^
L^ Hermetis Mtrcmii Triplids dt VI rerum prindpits del siglo xn, que ha sido publicado por
Th. Silvcrstcio en Archives d'htstoin doarindt et littiram du Moytn Age, XXII (1955),
pp. 2 1 7-302, Sobre la iniluenda cjerdda por cstc tcxto, cf. supra, p. 3 1 , nota 36.
1 7. El tcxto irabe del Picatrix ha sido publicado, en edidon al cuidado de H. Ritter, en
Studitn der Bihliothek. WaHmrg, XII (1933). Una traduadon al alcmin del tcxto arabe, dcbida
a H. Rotter y M. Plessncr, ha sido publicada en Studies ofAe Warburg Institute, Univcrsidad
dc Londrcs, vol. XXVII (1962). En este capitulo sc exponen las Imeas gcncralcs del contenido
de dicho texto arabe.
Adcmis dc las edidoncs dtadas, cf. H. Ritter, "Picatrix, em arabischcs handbuch hellenis-
ticher magic", Vortra^ dtr Bihliothek. Warburg (1922); TTiomdikc, II, pp. 813 y ss.; Festu-
gierc, I, pp. 389, 397 (en el apcndice sobre la literatura henn^ca en el mundo arabe debido a
Louis Massignon); Garin, Cultura, pp. 159 y ss.
HERMES TRISMEGISTO Y LA MAGIA 69
20. P. Kibre, Tht library of?ico della Mirandola, Nueva York, 1936, p. 263 ; cf. Garin.
Cultura, p. 159.
21. Cf. Ludovico Laz2arelli, "Tcsti scdti" en Test, uman., cd. M. Brini, p. 75.
22. G. F. Pico, Opera, II, Basilea, 1572-1573, p. 482; cf. Thorndike, VI. p. 468.
23. En su aitica a los crrores de Pietro d'Abano; cf. Thorndike, II, p. 814; V, pa-
ginas 119, 122.
24. Pantagruel, 111, 23; dtado por Thorndike, II, p. 814.
' '-,^,^>i'^-"^;'-:"''^>*''^^'-^,^.
^^^#^-#^^-*i'^V'-'^5'^V':^,r/'^'^^-^'-''"^*''' '\
t-
99 recto y ss.).
28. Picatrix, Lib. II, cap. 12 (Sloanc 1305, ff. 42 rcao y ss.).
i-f'^^j^y^ie^J^^I^, :^^^f ^^
de imagenes planetarias.^^
sobre un trono, sosteniendo una knza con la mano deredia y una lan-
cetao dardo con la mano ixquierda."
"La
figura de un hombre, vcstido de negro, crguido sobre im dra-
gon que sostienc una hoz con la mano derccha y una lanza con la mano
izquierda."
diestra."
29. La lista dc las imigcncs planctarias aparcce en d Lib. II, cap. 10 (Sloane H05, ff.
43 recto y ss.).
-^, '-. ^' -- '
- ,,' "
-^ - -^ .
'
y- t^
Una imagcn
dc Mercurio:
"La un hombre con pies dc aguila y un gallo sobre su ca-
figura dc
beza, sentado en un trono, que sosticne fucgo en la palma dc su mano
izquierda, y con estc signo (un caraacr magico) bajo sus pies."
30. La lista dc ks imagenes de los decanos sc encucntra en el Lib. II, cap. 1 1 (Sloane
1305, AT. 48 verso y ss.).
31. Sloane 1305, ff. 37 recto y ss.
HERAfES TRISMEGISTO Y LA MAGIA 73
tas cxhaustivas sobre este particular. Tales listas contiencn las corres-
pondendas entre los signos y las varias partes del cuerpo, los colores dc
los difercntes planetas, instnicdones para invocar los espiritus de los
planetas pronundando sus nombres y enumerando sus poderes, etc. El
cuarto iibro " comicuza tratando temas similarcs a y des- los anteriores
cribiendo sahuinerios, y termina con oradones dirigidas a los planetas.
Asi pues, el Picatrix es un completisimo manual de magia ya que
expone las lineas de la filosofia natural sobre las que se basa la magia ta-
lismanica y simpatica, y propordona, al mismo tiempo, instnicdones
exhaustivas sobre la practica de esta materia. Su objeto es estrictamente
practico; los diversos talismanesy procedimientos para su construcdon
se exponen en vista a determinados fines muy bien predsados, tales
como la curadon de enfermedades, prolongar la duracion de la vida,
obtener el exito en empresas del mds diverso cardcter, veneer a los pro-
pios enemigos, obtener el amor de otra persona, etc.
Hermes Trismegisto es mendonado a menudo como la fuente de
conodmiento de algunas imagenes talismanicas y sus conexiones. En el
cuarto Iibro del Picatrix encontramos un fasaje particular en el que se
afirma que Hermes file el primero en emplear imdgcnes magicas, y tam-
bien se le atribuye la fundadon de una dudad maravillosa en Egipto.
sc servia para regular el curse del Nilo en relacion con los movimientos
lunarcs. Este hombre construyo, asimismo, un templo dedicado
al Sol y
conoda el modo
de ocultarse a la vista de todos, de tal forma que nadie
pudiese verlo a pcsar de que se hallara presente. Per otra parte, tambien
fue el el Egipto oriental una dudad de doce millas
quien construyo en
{miliaria) de longitud, dentro de la cusl crigio un castillo con cuatro
puertas en cada imo de sus cuatro lados. Sobre la puerta oriental coloco
la figura de una Aguila; sobre la puerta ocd dental, la figura de un
coloco imagcnes dnccladas y las dispuso de tal forma que, gradas a sus
podercs, los habitantes pudieran conservarse virtuosos y alcjados de
todo mal y pecado. El nombre de la dudad era Adocentyn.**
locadas alrcdedor de la dudad tal vcz scan imagcnes de los signos 20-
diacalcs y de los decanos, imagcnes que Hermes ha sabido disponcr de
talforma que sobre la dudad solo se derramen influjos celestes favora-
blcs.El legislador dc los cgipdos instituyc Icycs que debcran sex neccsa-
riamcnte observadas, ya que obliga a los habitantes de la dudad a ser
virtuosos, conservandolos sanos y sabios gradas a su extraordinaria
opcradon de magia El arbol de las gencradones tal vez pucda
astral.
victoria sobre los rivales, y a otros fines similarcs, para llcgar a abrazar
una vision mucho mas amplia dc las posibilidadcs de la magia. Podria
dedrse que esta dudad nos muestra a Hermes Mercurius Triplex bajo
su triple aspecto dc sacerdote cgipdo y constructor dc dioses, de fi-
losofo-mago, y de rey y legislador. Desgradadamente no se da ninguna
indicadon sobre la fecfaa dc fundadon de Adocentyn y, por consi-
guiente, no tenemos forma alguna de predsar si existio en la cpoca dc
Noe, poco d^pues del diluvio, o bien en tiempos dc Moises, o muy
poco Pero el pio admirador de los libros "divinos" del anti-
posteriores.
quisimo Hermes —el Pimander yd Asckpius— con toda seguridad de-
bio sentirse vivamente imprcsionado por esta vivida descripdon de una
33. Picatrix, Lib. IV, cap. 3 (Sloanc 1305, f. Ill recto). En cl origiiul arabc d nombre
de la dudad es "al-Asmunain"; cf. la traduccion alcmana del texto arabe (dtada supra, p. 68,
Un dia, los dieses que ejercen su dominie sobre la ticrra scran rcs-
taurados c instalados en una dudad situada en los confines de Egipto,
una dudad orientada segun la direccion del sol poniente. y sobre la que
se predpitara, por tierra y por mar, la totalidad de la raza de los mor-
talcs.*'*
agnipa a las dtvinidadcs superiores, a coatinuad6a de las cuales aparecen los txdnta y sds dcca-
76 GIORDANO BRUNO Y LA TRADia6N HERftdTlCA
nos. En ultimo termiiK) encontramos a los planetas, en compania de los cuales ballamos a Jupi-
ter y al Sol de nucvo, pcro esta vez se hallan dotados de un poder inferior ya que apareccn en
calidad de planetas. Cf. supra, p. J 7.
pon(Uentes signos zodiacales. La scrie sc tnida con los tres decanos co-
rrcspondientes al signo de Aries (Lim. \a) y dicho signo zodiacal A
pesar de que las figuras difieran ligeramente de las imagenes que se des-
criben en el Picatrix, descripdon que hemos ofreddo anteriormente, la
duda que simbolizan a los dioses egipdos del ticmpo, los demonios con-
denados por San Agustin.
Sin embargo, nuestro objetivo no es predsamente seguir d rastro
del renadmiento de las imagenes astrales en otras dudades distintas y al
margen de la corriente prindpal del neoplatonismo florentino. Nuestro
interes se centra basicamente en establecer c^e razoncs empujaron a
Marsilio Fidno, que se preocupo con tanta escrupulosidad en prcscntar
el renadmiento platonico y neoplatonico como un movimicnto perfcc-
tamente compatible con el cristianismo, a permitir que penetrara en
aquel movimicnto una orla magica dando, de esta forma, inido a toda
aquella fUosofia renacentista en la que nunca habia de faltar una co-
rriente subterranca de tipo magico. La teoria dc hiprisca theologia, de la
picdad y antigiiedad de Hermes Trismegisto, priscus theologus y mago,
ofreda la cxcusa y la justificadon a la moderna magia fUosofica dc Fi-
dno. La atracdon del Asclepius se habia hecho ya sentir probablemente
durante los primeros anos del Renadmiento '^^
y cuando Fidno — de-
41. P. D'Ancona, l^s mots de Scbifanoia a Ferrara, Milin, 1954, La idcndficadon
p. 9.
de las cxtranas imagenes agrupadas en los difcrentes signos dd zodiaco como decanos fue 11c-
vada a cabo por primera vcz por A. Warburg, "Italienische Kunst und Internationale Astrolo-
gie im Palazzo Schifanoja zu Ferrara", Gesammelte Schriften, II, Leipzig, 1932, pp. 459 y ss.
Porquc del mismo modo que el (el Sol] divide las tres esferas en
cuatro partes a traves del zodiaco divide tambien el zodiaco en
[...] asi
doce podcrcs divines; y ademas, divide cada una dc cstas doce partes
en tres, con lo cual se ticnc un total dc treinta y scis dioses.'*'
del cuerpo. ^ Que puede impedir a cualqOicra que rinda honores a estas
divinidades, y aun a otras en caso de que asi lo quiera, para hallarse sa-
ludable en lugar de enfcrmo, tener buena fortuna en lugar dc desgrada,
y verse liberado de torturas y castigos?
coeliius (omparanda).
&:"i'"'"
cstudio y a los vicjos que vcn dcclinar sus fiierzas, que traten de evitar
en los limitcs de lo posiblc, por los motives antes expucstos, plantas,
hierbas, animalcs, piedras y similarcs, que pcrtcnczcan a Saturno, y, por
contrapartida, sera conveniente que se rodcen de objetos que pcrtcncz-
can a planetas mas afortunados, scrcnos y vivificantes, con prefercnda
cl Sol, Jupiter y Venus. Sc cncuentran en la obra de Fidno entusiasticos
pasajcs sobre los predosos "doncs", indispcnsables para una buena sa-
lud y una disposidon espiritual rdajada, que puedcn obtenerse dc los
planetas indicados, a los que mas dc una vcz llama, en un alarde
po^co, las "Tres Gradas".^ La corrdadon entre los bcneficos influjos
astrales y las Tres Gradas deriva muy probablcmente de un pirrafo
contcnido en cl Himno al Sol dd empcrador Juliano.* El oro cs un me-
tal rico en virtucfes solares y jovialidad dc espiritu y, por consiguicnte,
benefico para combatir la mdancolia. El verde es un color vivificante y
saludablc y sc invita al lector a que rcgrese al "Alma Venus" '
y que pa-
sce con clla por los verdes prados recogiendo sus hermosas flores, tales
9. Kristdlcr, Suppl. fie, I, p. lxxxtv; cf. E. Garin, art. at., pp. 18 y ss. Walker (p, 3,
nota 2) remarca tambicn la posiblc imponanda que haya podido qerccr la En., IV, 4, 30-42.
Y*'^'
M*:
Parece ser que en est c texto se hallan expuestos, aunque en distinto or-
den, los dos puntos esendales del razonamiento de Fidno que darifican
pardalmente la sucesion logica de las sentendas. (1) El metodo que ha-
bian empleado los antiguos sabios, conocedores de la naturaleza del
Todo, para atraer a los seres di vinos hasta sus santuarios, aseguiandose
asi la presenda en ellos de una parte dd alma' delmundo. Esto corres-
ponde a la mendon fidniana de los vinculos o atracdoncs magicas, des-
critas por Zoroastro o por Sinesio, que representan elementos de con-
gruenda entre las razones del alma del mundo y las formas inferiores.
Fidno sigue esta tesis cuando habla de las imagenes de las estrellas,
considerandolas parte integrante de un sistema migico de conexiones, y
i^ma que las formas de los seres infettores dependen de la ordcnadon
de dichas imigenes celestes. (2) £1 compendio de la teoria neoplatonica
—que Fidno antepone y Plotino pospone a las alusiones a la magia—
scgun d cual las Ideas dd intelecto divino se reflejan como image-
nes o formas en el alma dd mundo, para reflejarse a su vez (por medio
de los intermediarios existcntes en el alma del mundo) en las formas
materiales.
La referenda que hace Fidno a las imagenes celestes en su comen-
tario al pasaje de Plotino tiene im sentido muy predso si se piensa que
tales imagenes se hallan, de alguna forma, reladonadas organicamente
con aquellas "razones semlnales" o "razones-prindpio" del alma del
mundo que no son mas que d reflejo, en cl "lugar medio", de las Ideas
mis antiguos" y que en este caso concreto b reladon entre las imagenes
14.Dt pita cotlitus comparanda, 26 (Fidno, pp. 571-572). Otra important^ dcscripdon
dc magia hieratica pcrfcctamcnte conodda por Fidno, pucs habfa Ucvado a cabo la tiaduc-
la
d6n de dicha obra, era la contenida en Dt sacrificiii et mapa dc Prodo (Fidno, pp. 1928-
1929). Sobrc d particular cf. Fcstugtirc, I, pp. 134-136 y tambien Walker, pp. 36^37. Asi-
mismo, pucde consultarse con provecho Garin, art. at., pp. 19-20.
I J. Contra. GtntiUs, III, crv-cvi.
LA MAGIA NATURAL DE HONO
gion, segun los cuales una sana y antigua tradidon rcligiosa, un buen
.H,
19. Walker, pp. 1-24 y passim. Las prindpales exposidoncs de Fidno sobrc la tcona del
spiritus que aparecen en los Libri dt vita se cncuentran en cl Lib. Ill (D; vita cwlitus compa-
randa), I, 3, 4, 1 1, 20, pero tal teona se da por supuesta y el autor hace referenda a la misma
a lo largo de toda la obra.
20. Virgilio, Eneida, VI, 726-727. Citado por Fidao en dDt vita coditus comparanda,
5 (Fidno, p. 535).
^^^^'.^:^^t:^-^,.,_\ ;i;-.-v:^;h-v j-- ^^v?^ ..; - ; i.
^^
^?t:"^^^^
posibilidad de que Fidno se sirviera del Picatrix se hacc aun mas vero-
simil si tenemos en cuenta la semejan^a existente entre algunas de las
propios signos, extrafdas de los incUos, los egipdos y los caldeos, (las
listas de imagenes de los dccanos tambien provienen de dichas fuentes),
tales como, por cjemplo:
sobrc un zafiro scgun las siguientcs iDstnicdones: "Un vicjo sentado so-
bre UQ trono devado o sobrc un dragon, cx>n la cabeza cubicrta por una
capucha oscura.de lino, en actitud de llevarse \ai mano a la cabeza, em-
8c in eis piscem tenentis [...]: Forma hominis super draconem erecti, index-
tra manu fdcem tenentis, in sinistra hastam habentis & nigris pannis
^'*
induti. ) Para gozar de una vida prolongada y feliz, dice Ficino,
puede grabarse, sobre una piedra blanca y lisa, una imagen de Jupiter,
rcpresentado del modo siguiente: "Un hombre coronado, sentado so-
*
no es un talisman medico, tal como sucede con Fidno, pero sirve para
un rcy que desec brillar por endma de todos los demas reyes.
Para obtener feliddad y fortalcza fisica, Fidno aconseja el emplco
de una imagen de una joven Venus vestida de bianco y amarillo, que
sostenga en sus manos manzanas y florcs: {Veneris imaginem puellarem,
poma floresque manu tenentem, croceis 8c alhis indutam)P La imagen co-
''.,
27. Ficino, he. cit.
expansis & super ceruum equitantes in eius manu dextra malum hahentis in
sinistra vero flares et eius vestes ex colorihus albis^^
por SI una prueba definitiva que nos permita afurmar que se valio
sola,
—
dc dicha obra, Fidno conoda y las dta— otras fuentes distintas en las
que obtener desaipdones de las imagcnes.*' Por otra parte, los dioscs
presentes en sus talismanes posecn en su mayor parte los signos distinti-
vos normales que los caracterizan Qtipiter sobre una aguila, Venus con
man2anas y florcs en las manos, etc). Sin embargo, se tiene la impre-
sion de que conoda y habia tenido presente el capitulo del Ficatrix
dedicado a las imagencs planetarias. Este aspecto ha sido evidendado
por W. Gundel, gran autoridad en imagenes de los decanos, quien sos-
tiene que la preferenda que demuestra Fidno por las imagencs planeta-
rias reflejauna tradidonal rivalidad entre las imagcnes de los decanos y
las planetarias, confrontadon que Fidno resudve a favor de estas ulti-
mas. "Bd Fidnus ist die alte Rivalitat dcr grossen S^tcme der dekan—
und der planeten^aubigen Astrologie zugunsten der Planeten entschie-
den." ''* Podemos preguntarnos si tal elecdon tenia alguna conexion
con el rcpudio de la magia demoniaca. Al cvitar las imagenes de los de-
canos dcmoniacos y rccurrir a las imagenes planetarias —no para evocar
a los demonios de los planctas, sino tan solo para que sirvieran como
imagenes dc los "dioses mundanos", como sombras de las Ideas en el
33. En Pi«ro d'Abano. Fiano nunca dta dc forma explidta d FicatrixX Qui-
particular
zas pensaba que Pietro d'Abano era una fuentc de referenda que ofreda muchas mis garandas
para scr dtada. Las sucesivas controversias en las que sc acus6 a Pietro d'Abano dc haber co-
piado d 69) tal vcz tuvicran como objetivo indirccto atacar a Fidno,
Ficatrix (c£ supra, p.
34. Gundel, Dtkftnt und Dtk/tnstembildtr, p. 280.
^- - -
Ahna del mundo— d neoplatonico piadoso tal vez crcyera cmplear so-
,
ta y sds.
Asimismo, es sumamente exdtante seguir de cerca las sinuosidades
agrupe los cuatro puntos cardinales. Por este motivo, dice, los egipdos,
para quienes tambien representaba la vida fiitura, utilizaban el stmbolo
de la cruz, y lo esculpian sobre el pecho de Serapis. Sin embargo, Fidno
espedfica que el empleo de la cruz entre los egipdos se debia, no tanto
a su poder para atraer sobre lbs hombres los dones de las estrellas,
3 5. has imagenes de los decanos viencn rcpresentadas en el esquema astrologico que apa-
rccc sobre las paredes del salon de Padua. Dicho esquema ha side intcrpretado totalmentc por
primera vez por F. Saxl (Stti^ngsberitcbt dtr Heidelbtr^ Akfldtmie der Wissensehaft, 1925-
1926, pp. 49-68) a travcs del estudio de la astrologia de Guido Bonatti y del Astrolabiumpla-
mm de Pietro d'Abano, cuyas figuras dcrivan de las de Albunusar. Cf. J. Sczncc, The survival
of tht pagtn gods, traducdon ing^esa de B. F. Sessions, Nucva York, 1953, pp. 73-74.
36. "Tunc enim stcllae magnoperc sunt potentes, quando quatuor coeli tencnt angulos
imo cardines, oricnds uidilicet ocddcntisque, & mcdii utinque. Sic uero dispositae, radios ita
conjiciunt in sc inuicem, ut crucem inde oonstjttiant. Cruccra ergo ueteres figuram esse dicebant,
turn stellatum fortitudine factam, turn earundem fordtudinis susceptaculum, idcoque habere
summamin Haec autcm opinio
imaginibus potestatem, ac uires &. spiritus susdpcre Planctarum.
'
ab Acgypttjs uel inducta est, ud maxime confirmata. Inter quorum charactercs crux una erat in-
signis uttam eorum more fiituram significans, eamque figuram pcctori Serapidis insculpebant.
Ego uero quos de cruds cxcellcntia iuit apud Acgyptios ante Christum, non tarn muneris stella-
rum testimonium fiiisse arbitror, quam uirtuds praesagium, quam a Christo essct acccptu-
ra [...]." Fidno, p. 556.
LA MAGIA NATURAL DE HQNO 93
lar por Pietro d'Abano, acerca del uso de los talismanes en medidna.
Despues de efectuar algunas referendas a Plotino y Porfirio, pasa a ha-
blar de San Alberto Magno, a quien describe como profesor de teologia
vor de Ids imagenes planetarias, usadas del modo "natural", que consti-
tuye el tema del capitulo anterior. Esta imagen universal, o "figura del
mundo" {mundi figura) puede combinado con
ser construida en cobre
oro y plata. (Se trata asodados a Jupiter, el Sol y Venus,
dc los metales
respcctivamcnte.) Indica que debc inidarse su elaboradon en epoca
propida, predsamente en el momento en que el Sol entra en el primer
grado de Aries, y que el proceso debera detenerse durante el sabado,
dia dedicado a Saturno. Asimismo, debera quedar terminada en Venus
"para que represente su absoluta belleza". Deberan introdudrse en la
Oradas del Ciclo", es decir, a Venus, el Sol y Jupiter. "Es facil com-
prcnder, pues, que a fin dc obtener los doncs dc las gradas celestialcs se
recurra con frecuenda al emplco de estos trcs colores, y en la represen-
tadon del mundo que cstcs construycndo debcra induirse el color azul
de la esfera del delo. Asimismo, sera predso aiiadir d color dorado a la
predosa obra hecha a semejanza del propio delo, las estrellas y Vesta, y
Ceres, es dedr, la tierra, debera vestirse de verde." '^^
Varies son los aspectos dc csta descripdon que se me aparecen
como algo sumamente oscuro. La figura parece hacer referenda a un
Ano Nuevo, cntendido como la fecha de un nucvo nadmicnto del
mundo, o tal vez como el primer aniversario del mundo, la creadon (se
mcndona el Heptaplus dc Pico della Mirandola). Sin embargo, puede
dedrse que, en general, la construcdon de este objeto magico o talis-
man cac de lleno en cl contcxto del Lihri de vita, entcndido como una
summa que agrupa las tecnicas para atraer o absorber las influcndas del
Sol, de Jupiter y de Venus, todas ellas poderes saludablcs, vivificantes y
antisaturnianos. El objeto descrito, o mejor dicho, simplemcnte esbo-
zado (ya que la descripdon es sumamente vaga), es algo pareddo a un
modelo de los dclos construido dc tal forma que sea capaz de concen-
trar y atraer los influjos favorables procedcntes del Sol, de Venus y dc
Jiipiter. Ciertamente, en tal objeto predominan los colores asodados a
didbw cuerpos celestes y es muy plausible presiunir que sus Imagenes es-
tcn representadas en el. Asimismo, esi bastante comprensible la indusion
dc Ceres pintada dc color verdc como rcprcsentadon de la tierra, pero
el papcl descmpenado por V^ta cs realmente cxtrano.
donde gcneralmcntc vivc y ducrmc, una figura similar con los colorcs
indicados. Y cuando saiga dc casa podra pcrdbir no solo cl cspectacU'
lo dc las cosas individualcs, sino la figura del universe y todos sus
colores.'**
inddcndas de los influjos astrales sobre sus habitantes para que se con-
servaran sanos y virtuosos, las "reprcscntadoncs del mundo" fidnianas
16). Chastel opina que la totalidad dd pasaje en que se describe el modo de construir una ima-
gen del mundo dentro dd De vita cotlitus comparanda no es mis que una descripdon del rcloj de
Delia Volpaia. No comparto su opini6n. Fidno describe tres tipos diferentes dc objetos cons-
tniidos para rcprcscntar la figura del mundo y tan solo uno de dichos tipos es cl mecanismo cos-
mico del que d rdoj de Ddla Volpaia constituyc un ejemplo.
43. Fidno, loc. at.
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Libri de vita^ es decir, buscando una supremacia de los influjos del Sol,
Jupiter y Venus a la vez que la anuladon de los procedcntes de Saturno
y Martc.
El punto de las descripdones de las "represcntadones del mundo"
sobre el que quiero hacer hincapie a la vista de los posteriores desarro-
Uos que se abordan en este libro es que tales figuras no han sido cons-
truidas simplemente para ser admiradas, sino para meditar sobre eUas,
para que se conviertan en objeto de reflexion interior. El hombre que
observa la representadon del mundo que constituye el fresco de su dor-
mitorio, imprimiendola en su memoria junto a los colores dominantes
de los planetas, cuandode su casa y observa el espectaculo que
sale
ofrecen las innumerables cosas individuales, esta preparado para inte-
grarlas en el marco de una derta unidad gradas a las imagenes de una
realidad superior que lleva dentro de si. Esta es la extrana vision, o la
extraordinaria ilusion, que, anos mas tarde, debio inspirar los esfuerzos
de Giordano Bruno encaminados a funda«ientar la memoria sobre las
imagenes celestes, sobre dertas imagenes que son sombras de ideas en el
alma del mundo, a fin de unificar y organizar las innumerables indivi-
dualidades del mundo y todos los contenidos de la memoria.
44. Fidno, p. 805; cf. E. H. Gombrich, "Botticelli's Mythologies: A study in the neo-
platonic symbolism of his drclc", J.W.CL, VIII (1945), p. 16.
,
"f-'^ \"^^{f'i'
universo". Alii se trataba de una imagen del mundo elaborada con el fin
de atraer los influjos de los planetas favorables y evitar el de Saturno.
Con toda probabilidad, el "don" no era un objeto concreto, sino mas
bien una serie de instrucdones sobre la forma de construir una "repre-
sentadon del mundo" en alma o en la imaginacion y para concentrar
el
la atcncion del espiritu sobre sus imagenes o, tpizas tambien, para cons-
truir un objeto real o un talisman destinado a indudrla por reflejo en la
^acaso no es el spiritus mundi qui en las insufla desde las hinchadas meji-
llas del espiritu aereo, y quien manifiesta su presencia fisica a traves dc
los encrespados pliegues de las vestiduras de la figura que se halla co-
rriendo? El spiritus, que es el canal a traves del cual se difunden los in-
flujos estelares, ha sido capturado y conservado en el interior del talis-
man magico.
98 GIORDANO BRtnrO Y LA TRADia6N HERM^TICA
bles (los taiismanes), mientras que la otra tiene caracter auditivo y vocal
por actuar a traves de la musica y la voz.
mos, pues, imaginar que cstaba convcnddo dc podcr atxaer los influjos
j
Cuan alejadas se hallan estas ininteligibles invocadones demoniacas al
Sol contenidas en el Cicatrix, de las de Fidno y de sns "naturales" can-
ticos planetarios ! O bicn, si se piensa en las flores, joyas y perfumes, de
los que segun los consejos del padente Fidno debemos rodearnos y en
la vida delidosamente sana y rica que podran propordonarnos, y se
compara este cuadro maravilloso con las sudas y obscenas substandas,
los repugnantes mejunjcs recomendados en el Cicatrix, se pone de ma-
nueva magias. Una y otra se basan sobre los mismos presupuestos astro-
logicos, ambas eraplean en sus metodos los mismos tipos de substandas
naturales, ambas recurren a talismanes e invocaciones, ambas son tipos
de magias pneumaticas que consideran al spiritus como el canal a traves
del cual se difunde el influjo de las cosas superiores hada las inferiores.
COS y llegaron al Renacimiento bajo csta forma barbara para ser rcstau-
radas en su forma dasica gradas al redes cubrimiento e imitadon de las
obras del arte dasico.^^ Aaalogamcnte, magia astral sobrevive a tra-
la
vcs de la tradidon medieval y, en el Renadmiento, recupera su forma
dasica gradas al descubrimiento de la teurgia platonica. La magia de
Fidno, con sus himnos dedicados al Sol, las Tres Gradas enmarcadas
en un context© astrologico, y su neoplatonismo, esta mucho mas
proxima, en cuanto a su concepdon general, a su practica y a su forma
dasicas, al emperador Juliano que al Puatrix. Sin embargo, no debe ol-
vidarse que la esenda de esta magia llego a los renacentistas a traves del
Picatrix, o cualquier otro manual analogo, y que eUos fiieron quienes la
restituyeron a su forma d«isica gradas a sus estudios sobre los griegos.
Quizas pueda dedrse que tan necesario es tener presente la historia de
la magia para la correct a comprension del uso y del significado de vma
obra de arte renacentista, como lo es el conodmiento de la historia del
redescubrimiento de las formas dasicas para la comprension de sus as-
pectos formales. Las Tres Gradas (para tomar una vez mas estc ejem-
plo siempre valido) ban recuperado su forma djisica a traves del redes-
cubrimiento y la imitadon de la genuina forma dasica dd grupo. Pero,
tal vez, tambien han recuperado sus virtudes talismanicas gradas al re-
nadmiento de la magia.
56. Cf. Warburg, Gesammelte Schrifttn. Consiiltcnsc tambien al rcspccto los catalogos dc
nunuscritos astrologicos ilustrados y otros cscritos claborados por F. Sail (para la bibliografia,
cf. F. Saxl, Lectures, I, Warburg Institute, University of London, 1957, pp. 359-362) y J.
58. Cf. supra, p. 90. En estc pasaje la imagen talismanJca del sol aparece nuevamentc
como una "cstatua" casi vcnerada ritualmcnte, lo mismo que en el Asclepius.
59. Plotino, Eneadas, IV, 3. xi.
104 GIORDANO BRXJNO Y LA TRADIQ*^ HERM^TICA
per Fidno, quien, per otra parte, crec vcrla admirablemente confir-
mada en dPimander. Tal vez esta haya side la razon que le impulse a
abrazar la practica de la religion magica, pero tal como hemos consta-
tado anteriormente, sin verse libre de temores, exdtadones, ni ansiosas
preocupadones encaminadas a evitar la influenda de los demonios.
En el momento en que Hermes Trismcgisto hizo su entrada en la
Igjesia, la historia de la magia paso a formar parte de la historia reli-
giosa del Renadmiento.
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CAPfTULO V
PICO DELIA MIRANDOLA
Y LA MAGLA. CABALISTICA
En 1486 el joven Pico della Mirandola Uego a Roma con sus no-
vedcntas tesis extraidas de todas las fUosofias, ofredendose a probar en
publico debate que todas eUas eran reciprocamente recondliables. Se-
gun Thorndikc, estas tesis indican que el pensamiento de Pico "estaba
ampliamente influido por la astrolog^a y magia na-
era partidario de la
tural, ademas de mostrar una espedal predilecd6n por la literatura de
tipo ocultista y esoterico, en espedal, por los himnos orficos, los oracu-
los caldeosy la cabala hebraica",^ a la vcl que por los escritos de Her-
mes Trismegisto. El gran debate publico jamas tuvo lugar, pero fiie tal
la indignad6n que despertaron en los teologos algunas de las tesis de
mentc dclimitados. Ante todo, intentare exponer todo cuanto Pico dice
a proposito de la magia, o magia naturalise intentando adarar su pcnsa-
micnto sobrc este tema. En segundo lugar, demostrare que Pico distin-
gue entre cabala teoretica y cabala practica, y (Juc csta ultima no es mas
que magia cabalistica. Finalmente, probare que Pico pensaba que la
magia naturalis necesitaba ser complemcntada con la cabala practica,
sin la cual sc habria visto privada practicamente de toda su fiierza. Es-
tos tres objetivos se solapan entre si, y no siempre sera posible emplear
argumentos distintos para Uegar a la demostradon de cada una de las
tcsis. Debo aiiadir que, a pesar de que cstoy alwolutamente segura de
ello, ser6 incapaz dc exponer cualcs son los
csqucmas mentales que
hacen hablar a Pico de "cabala practica" para refcrirse a la magia ca-
balistica, ya que csta materia, por su notable complejidad y espedali-
Tota magia, quae in usu est apud Modcrnos, & quam mcrito cxter-
minat Ecdesia, nullam habct firmitatem, nullum fiuidamcntum, nullam
ueritatcm, quia pcndet ex manu hostium primae ucritatis, potestatum
harum tcnebrarum, quae tcncbras falsitatis, male dispositis intelleaibus
obfimdunt.'*
cias a las mistnas y a b Apolo^a que aparuen en cl presente capitulo han sido extraidas de la
edici6n de las obras de Pico efectuada en 1 5 72 (abrcviada como "Pico", cf. la lista de abrevia-
turas). Las refercndas a la Oracion se basan en la edidon, acompanada de latraducdon italiana,
publicada por E. Garin (G. Pico dclla Mirandola, De bontinis dipiitatt, H^apttts, De ente et
uno, t scritti varii, cd. per E. Garin, Florcnda, 1942). Sobre la primera version de la Oracion,
cf. Garin, Cultura, pp. 231 y ss.
4. Pico, p. 104.
" -,i'^i^*'' ^,»r
i'
que ellos practican cs dc natviraleza diferente. Por esta razon (xeo que,
cuando Pico habla de "magia moderna" no debe referirsc a la nueva
magia natural, sino a las formas medievalcs y no rcformadas dc la ma-
gia. Su scgunda conclusion comicnza asi:
Hay pues, una magia buena, una magia lidta que no esta prohibida, y
esta es la magia naturalis.
en la quinta que:
Nulla est uirtus in coelo aut in terra seminaliter & separata quam
aauare &
unire magus non possit;
y en la decimotercera que;
Nos hallamos ante una dara afirmadon de que en mode alguno son las
S. El pasajr cs cl siguicntc: "[...] Sicut dixi in prima condusionc, rcfellam omncm Ma-
giam prohibitam ab damnans a. dctcstans, protestans me solum loqui dc Magia
Ecclesia, iilam
naturali, n cxprcssius per spedalem condusioncm dcdarans: quod per istam Magicam nihil
operamur, nisi solum actuando uel unicndo uinutcs naturales. Sic cnim didt condusio undcdma
condusionum Magicarum. Mirabilia artis Magicac, non sunt nisi per unionem & aauationcm
coram, quae seminaliter & separate sum in natura, quod dixi in XIII condusionc. Quod Ma-
giam operari non est aJiud quam maritarc mundum. Praedictam autcm spcdficationem, Sc rcs-
trictionem intentionis mcae, in coodusionibus Magids, ad Magiam naturalcm intendo esse ap-
plicandam, cuilibct condusioni particulari, ita cum dice, dc actituitatc diaracterum & figura-
&
rum, in opere Magico loquor de uera actituitatc sua &
naturali. Patet cnim, quod talcm habcnt
secundum omnes philosophos tarn in agendo, quam in modo agendi patiendi". Pico, &
pp. 171-172 (4^0/0^4
i^h^^^m^f^^i^'^^fi::;:^^^ ""^'"^^^^
usarlas adecuadamcnte.^^
Asi pues, parece ser que, tal como lo concebia Pico, d mago natural
empleaba los mismos metodos de magia natural que los descritos por
Fidno, es dedr, la simpatia natural, los encantorios orficos naturales, y
las imagenes y signos magicos interprctados naturalmente. Entre estos
diversos procedimientos, es practicamente seguro que se hallara in-
duido empleo de talismanes segun la interprctadon cxpuesta por Fi-
el
E. Garin, pp. 508-509), en rcalidad Pico no cqiupara a las Tres Gradas con los tres "dieses"
planctarios, pcro, como disdpulo de Fidno, no hay duda algiina dc que dcbia conoccr tal intcr-
prctad6n.
\ '%-c
112 GIORBANd BRUNO Y LA TRAD1Ci6n HERM]§TIGA
Los sefirot son "los diez nombres nias comuncs de Dios y, en su con-
junto, constituyen su unico gran Nombre".*^ Son los "nombres crcati-
vos con los que Dios designo al mundo",^^ y el universe creado es el
desarrollo externo de estas fuerzas que viven en Dios. Este aspect©
creative de \os s^rot los inserta en un context© cosmologico y, en
efecto, existe una reladon entrc estos y las diez esferas del cosmos, com-
puesto por las esferas correspondientes a los sictc planetas, la esfcra que
sc^tiene las estrellas fijas y las dos csferas situad«e por cndina de ^ta.
Uno de Ids rasgos caraacristicos de la cabaltsdca es la importanda que
se atxibuye a los angeles, o cspiritus divinos, dentro de su contexto, con-
sidcrados como intermediarios distribuidos por todo cl sistcma y agru-
pados segun jerarquias en correspondencta con las existentcs en el cos-
mos. Tambicn hay angeles malignos, los demonios, cuyas jerarquias se
corresponden con las de sus antagonistas en d campo del bien. £1 sis-
tema teosofico del universo sobre d que se fundamentan las infinitas su-
dlezas dd mistidsmo cabalistico se lu^a estrechamente conectado con
las Escrituras a traves de una daborada interpretadon mistica de las pa-
labras y letras que constituyen d texto hebraico, en particular d Genesis
(sicndo una bucna parte dd Zobar un comcntario a dicho texto).
£1 alfabeto hebraico, para d cabalista, contiene d nombre o nom-
bres de Dios y este hecho reflcja la naturalcza fiindamentalmente cspiri-
tual dd mundo y del lenguaje creativo empleado por Dios. La creadon,
desde el pimto dc vista de Dios, es la cxprcsi6nde Su recondito Ser,
que Se atribuye un nombre, d santo nombre de Dios,^* d pcrpctuo acto
de b creadon. Al contemplar las letras del alfabeto hebraico en cuanto
elementos constituyentes del nombre de Dios, el cabalista contempla, a
un mismo tiempo, a Dios y a su obra a traves de los oscuros podcrcs dd
nombre.
Las dos vertientes de la cabalistica espanola se basan en el nombre
o nombres, a la vcz que poseen un caractcr redprocamente complemen-
tario y, en derto modo, superpuesto. Una de las corrientes redbe el
nombre de "Sendero de los seftrot" ^^ y la otra d dc "Sendero de los
nombres".^* Un gran experto en d "Sendero de los nombres" fiic
Abraham Abu'l-'Afiya, un hebreo espanol dd siglo xm que claboro una
tecnica de meditadon extremadamcnte compleja fimdada sobre un sis-
tcma de agrupadones que se establece entre las letras dd alfabeto he-
braico a partir dd devadisimo ntimero de permutadones y combinado-
ncs que puedcn construirse con ellas.
cada uno de los ingdes, un sufijo tal como "d",o "iah" para represen-
tar d nombre
de Dios. Tales nombres angdicos, invocados o grabados
en talismanes, se consideraban sumamcnte cficaccs desde un punto de
vista migico, poder que era compartido por determinadas abreviaturais
de pab^as bebreas, obtenidas a travfe del mctodo llamado notarikpn, y
por determinadas transposidones y anagramas de palabras, formadas
con d mctodo de la temurah. Uno de los mctodos mas complicados usa-
dos en la dibala practica, o en la magia cabalistica, era \3i gematna,h3i-
sada en los valores numericos que se asignaban a cada una de las letxas
26. El primcro de los trabajos dc gran importanda sobrc Pico y la cabala fuc la obra dc
J.
L. Blau,The dmstian interpretation of Ae cahda in the Renaissance, Columbia University
Press, 1 944. En la aaualidad aconsejo que sc consulte d importantisimo ensayo dc G, Scho-
lem, "Zur Geschichtc der Anfangc dcr christlichen Kabbala", en Essays presented to L. Batch,,
Londres, 1954, y F. Secret, "Pico della Mirandoia c ^
ddla cabala cristiana", Convi-
inizi
Ptem, I (1957). Entrc los numerosos libros sobre Pico, el unico que centra su inter^ en la
Tinadacidn existentc entrc Pico y la dibala cs E. Anagnine, Giovanni Pico della Mirandoia,
Ban, 1937.
A los estudios antcriorcs cabe anadir los indicados a continuadon, todos cUos apareddos
ctMi posterioridad a la primera edidon original dc la prcscnte obra: Flavio Mitridatc, Sermo de
passione Domini, Jerusal^, 1963, editado con una introducdon y un comentario de Chaim
Wirsmbski; F. Secret, La kfdibalistts dmtiens de la Renaissance, Paris, 1964; P. Zambelli, "II
'De auditu kabbalistico' e la tradizione lulliana del Rinasdmento'*, Atti dell' Accademia Tos-
cana di Sciewtg e Ltttere 'La Colombaria', XXX (1965).
La interpretad6n de Pico que propongo en este cap^o la formula por primora vcz en un
articulo sobre Giovanni Pico della Mirandoia and Magfc, preparado con ocasi6n del Congreso
Intcmadonal sobre Pico, Mirandoia, 1963, y publicado en L'opera e il pensiero di Giovanni
Pico della Mirandoia nella storia dtll'mnamsimo, Florcnda, 1965, I, pp. 159 y ss.
27. Essays presented to L. Baeck, p- 164, nota.
28. Pico, p. 107. Hay dos scries de
condusioncs cabalisricas: (1) una scrie dc 48 que sc
dice directamcnte cxtraida cibala (ibid., pp. 80-83); (2) una scrie dc 72 basada en la
de la
"opinion personal" de Pico (ibid., pp. 107-1 1 1). En este pasajc estoy empleando la ultima dc
(dlas.
^ it's- 3*^
Segiin Scholem, la primera de las partes en que Pico divide la cabala es-
peculativa, definicndola como fUosofia "catolica" formada por alfabc-
tos rotatorios, no son mas que. las tccnicas de combinadones de Ictras
empleadas por Abraham Abu l-'Afiya y su cscucla, el "Sendero de los
nombres". La segunda parte, con sus alusiones a los tres mimdos (el su-
pracdeste de los stfirot y de los ingdes, d celeste de las estrellas y el
sensible o terrcstre), corrcsponde probablemente al "Sendero de los
sefirof\
En la tercera condusion cabalistica, Pico da una definidon de la
dibala ,practica:
51. Ibii, pp. 107-108. Cf. G. Scholem, ensayo dtado, Uk. at.
32. Pico, p. 108.
33. Ibid, lot. at.
118 GIORDANO BRUNO Y LA TRADia6N HERMinCA
34. £l pasaje cs d siguicntc: "In uniuersali autctn duas sdcntias, ho niam nomine hono-
lificarunt, unam quae & est modus quidam proccdendi in sdentiis, &
didtur ars combinandi,
est simile quid, sicut apud nostros didtur ars Raymundi, licet forte diucrso modo procedant.
Aliam quae est de uirtutibus rerum supeiionun, quae sunt simt supra lun^m, & est pars Magiac
naturalis suprema. Utraquc istanun apud Hebraeos ctiam didtur Cabala, [...} et de utraque ista-
ruffl etiam aliquando fedmus mentionem in condusionibus nostris: Ilia enim ars combinandi,
est quam ego in condusionibus mds uoco, Alphabetariam reuolutioncm, est ista quae de uirtuti-
bus rerum superiorum, quae uno modo postet capi, ut pars Magiae naturalis, alio modo, ut res
distincta ab ca: est ilia de qua loquor in praesenti condusionc, dicens: Quod adiuuat nos in cog-
nitione diuinitatis Chrisd ad modum iam dedaratur, & licet istis duabus sdentiis nomcn Caba-
lac, ex primaria & propia impositione non conueniat, transxmiptiue tamen potui ds applicari".
Pico, d que bace referenda al "modo de captar los poderes de las cosas
superiores, otro de cuyc» sistemas cs a traves de la magia natural" y (pie
monies o angelcs males. Asi pucs, rcpctimos una vcx mas que cstc tipo
de cabala superaba largamentc a la ma^a natural, ya epic era capaz de
atraerse los poderes del mundo supracdcste situado mis alia dc las cs-
trellas.
Deum [...!."
Ilosa obra", es dedr, una operadon magica. Por otra parte, predsa que
talcs obras pueden ser Uevadas a cabo gradas a los diversos ripos de
magia (entre ellos la magia natural), o l»en mediante la cabala u otros
varies metodos; la ultima clausula pcrmite la indusi6n, por ejemplo, de
la magia orfica o de la caldea, o bien una mezda de ambas, tipos sebre
los que Pico sc cxtiendc en otras condusiones posteriorcs. Finalmente,
recojcnienda de mode solcmnc que sc proccda sicmpre en un estado espi-
ritual de piedad hada Dies, situad6n anfmica en la que dcbcran ser em-
prendidas todas las buenas opcradones migicas.
Ya he dtado antcriormente la dcdmoquinta condusion magica, en
la que se afirma que ninguna acrividad migica tiene eficada alguna si se
Sicut characters sunt proprii opcri Magico, ita numcri sunt proprii
operi Cabalae, medio cxistcntc inter utrosque & appropriali per dcdi-
nationem ad cxtrema usu literarum.**
Sicut per primi agentis iniluxum si sit spedalis & immediatus, fit
aliquid quod non attingitur per mcdiationem causarum, ita per opus Ca-
balc si sit pura Cabala & immcdiata fit aliquid, ad quod nulla Magia
attingit.*'
tellectualis.^^
astrales eran bucnos, mientras que otros cran perversos, lo mejor era no
llcvar a cabo tentativa alguna A margen del ^iritus migico. Pico, a pc-
sar del elevado caractcr que su propia naturalcza angelica y di-
vina confiere a la magia por el practicada, jamas puedc tcncr la
seguridad total de no haUarse en peligro, ya que no deja de ser
cierto que existen angeles buenos y angeles perversos. Si desagradable
seria encontrarse cara a cara con el gigante negro de ojos enrojeddos, d
demonio-decano egipdo representado en la primera cara de Aries, aun
seria mudio peor ser dcvorado por Aza'ze'l, el terrible angel hebraico
del mal.
En la cuadragcsimortava conclusion cabalistica, Pico nos de-
muestra que comprende plcnamente cual es la reladon que existe entre
las diez esferas del cosmois —las siete esferas de los planetas, la octava
esfera o firmamento de las estrellas fijas, el empireo, y el primer movil—
y los diez sefirot o num&ratioms de la cabala.
Pico
Kefjbcr: el Supremo Unidad
Hokhmah: Sabiduria Intclecto
Binah Inteligenda
: Razon
Hesod: Amor o Miscricordia Concupisccnda superior
Gevurab Poder e Ira
: Irasdbilidad superior
Rahimin Compasion : Libre arbitrio
Netsch : Etcrnidad Aqucllo a causa dc lo cual todo se
convierte en las cosas superiores
Hod: Majestad Aquello por lo cual todo sc convierte
en las cosas infcriores
Como puede verse, los significados son casi los mismos y » muy intere-
santc constatar que Pico explidta conocer perfectamcntc la disposidon,
o el movimiento, drcular de los sefirot gradas a la cual el ultimo conecta
con d primero.
rum.^*
^De que modo debcmos invocar a Rafael, Gabriel y Miguel para que
penetren en nuestro interior con todos sus poderes y sabiduria? ^jAcaso
no conocemos sus nombres y ntimeros secretos? ,fQuizas esta deva-
da aspiradon mistica enderra en su interior un secreto de cabala
practica?
En la plegaria se alaba la magia y al mago mediante terminos re-
54. Pico, De bominis diptitate, etc., cd. E. Garin, pp. 102 y ss., 152 y ss., etc.
practica.
D. P. Walker, en su estudio acerca de la magia de Fidno, ha avan-
zado la idea de que esta tal vez tuvicra un caracter cmincntemente sub-
jetivo, es dear, que Fidno la ejcrdesc basicamente sobre si mismo.^^
Didia magia operaba a traves de la imaginad6n al condidonarla m6
diantc dcrtas formas de vida y diversos rituales, y la predisponia a red-
bir en la intimidad las formas divinas de los dioses naturales. Se trataba
dc una magia de naturaleza basicamente artistica, que potendaba la scn-
posible que Pico intente dear simplemente que el canto de los salmos
debia alternarse con el de los hinmos orficos, o tal vez que los efectos
deseados se conseguian con una intentio animae hada el verdadero Dios
que vive por endma de la naturaleza, mientras que el canto de los him-
nos iba dirigido a los dioses naturales. Induso es posible que pensara
que los objetivos persegmdos por el mago se alcanzaban a traves de la
64. Ibid., pp. 108, 109. a. tambi^n las conclusiones cabalisticas 14 y 16 (ibid.,
p. 109).
65. Ibid., pp. 181 y ss.
130 GIORDANO BRUNO Y LA TRADia6N HERAfi&nCA
Aun mas, esta defensa de su religion constitma para Pico una arma dc
doble fflo, y era plenamentc consdcntc de los peligros que Uevaba im-
plidtos, peligros a los que intenta sustraerse en la scptima conclusion
migica repetida con gran enfasis en su Apologia:
Non potucrant opera Christi, ud per uiam Magiae, uel per uiam
Cabalac fieri.***
66. Ibid., p. 105; en la Apologia, ibid,, pp. 166 y ss., 181, etc.
en obras del tipo indicado cuando afirma que su cibala praaica nada
con la perversa magia difundida bajo los nombres de Salo-
tiene que ver
mon, Moises, Enoch y Adan, y que era empleada por los magos malig-
nos para invocar a los demonios.^* Consideradas dentro del contexto
caractcristico del elevado mistidsmo fdosofico de la cdbala y desde el
punto de vista de un real conocedor del hebreo y de la mistica ence-
rrada en su alfabeto, estas anticuadas formas de nugia no solo debian
aparecer a los ojos de tales observadores como perversas, sino como
obra de ignorantes y barbaros. Tales textos iban a ser reemplaaados por
la cabala practica, la docta magia hebraica que toma su lugar junto a la
docta magia ncoplatonica y que se convierte en una de las dos disdpli-
nas que, formando parte de un solo conjunto, constituyen el bagaje tcc-
nico del mago renacentista.
En cste punto sc empieza a perdbir un extraordinario cambio en el
status del mago. El nigromante, con sus filtros y sus mezdas, y el exor-
dsta, con sus terrorificas invocadones, pasaron a ser considerados dese-
chos sodales, a la vez que un peligro para la religion, y en consecuenda
sc veian obligados a efectuar en secreto sus practicas. La figura que aca-
bamos de describir es irreconodble entre los magos renacentistas, cx-
pertos en filosofia y colmados de piedad religiosa. Sc trata de una mu-
tadon similar a la sufnda por la posidon del artista, que de simple arte-
sano medieval pasa a ser un frecuentador culto y refinado de lis cortes
renacentistas. Paralelamente, las varias formas de magia sufren tales
cambios quelas hacen irreconodbles. ^Quien podria reconocer al nigro-
cabala, son entrambos de origen gnostico. Los Hermetka son una reco-
piladon de documentos del gnostidsmo pagano de los primcros siglos
de nuestra era y en algunos de eUos (particularmente en la narradon de
la cread6n que se hace en el Pmander) es evidente la influenda he-
Creo que este texto significa que, para Pico, las "punidones" hermeti-
cas corresponden a las diez caracteristicas diabolicas '^ de cabala que b
son finalmente expulsadas por sus opuestas del campo del bien — es de-
72. Scholem, Jeti^sh fftostictsm, pp. 65 y ss.
opucstos diabolicos a los seftrot scrian los diez archidiaUos, Satin, Belccbii, etc
134 GIORDANO BRUNO Y LA TRADia6N HERM^TICA
^-If
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las dificultades a las que se vio enfrentado fixeron mucho mas serias,
papa emitio ima bula que condenaba todas las tesis y prohibia su publi-
cadon, pero que absolvia a Pico en razon de su sumision. Sin embargo,
cuando Pico huyo a Franda, fixeron enviados tras el algunos nimdos
pontifidos con el encargo de obtener su arresto y, efectivamente, fue
caso, lo derto es que si Pico considera a Fidno como un autor contrario a la astrologia, d tipo
de astrologia a la que se opone Pico no puede ser en modo alguno la version fidniana dc la ma-
gia astral con sus derivadones n?oplat6oicas.
140 GIORDANO BRUNO Y LA TRADia6N HERM^TICA
CAPfTULO VI
EL PSEUDO-DIONISIO Y LA TEOLOGIA
DE UN MAGO CRISTIANO
1. Cf. R. Klibansky, The continuity of the platonic tradition, Londres, Warburg Institute^
1939, pp. 42 y ss.
2. Por cste motJvo era, para Fidno, no solo d culmen del platonismo, sino d columen dc
la teoiogia cristiana (Comtntario al Libtr de Trinitate dc Dionisio; Fidno, p. 1013).
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s6fica gn6stica.
En el capitulo XIV del De Christiana religione, Fidno expone el or-
den cosmico, completado con los nueve ordenes espirituales, en los si-
guientes terminos:
ves de las nueve ordenes angelicas de Dionisio. En cada una de las or-
Las opiniones dc Fidno sobrc las jerarquias cciestiales ban sido mo-
dificadas a traves de dos intcrmediarios, Santo Tomas de Aquino y
Dante, ademas de las variadoncs introduddas por el mismo. Las dife-
7. Summa tbeoloffoe. Pars I, quaest. 108, an. 5, 6. Cf. M. de Gandillac, "Astres, angcs
« g^es diez Marsilc Fidn", en Umatusimo t eseterismo, Padua, 1960, cd. por E. Castelli,
p. 107. Para Santo Tomas la fucnte en que documcntaba sus opiniones sobre las diversas activi-
dadcs dc las jerarquias era Grcgorio, Homtl. }4 in Evang. (Mignc, Fatr. Lot,, 76, cob. 1250-
1251), a la cfie quizas pudo haber recurrido Fidno.
8. Dante, Comnvio, lib. II, cap. 6.
PSEUiX)-DlONISIO Y TEOLOOfA DE UN MAGO CRISTIANO 145
9. Dante no es mendonado explidtamente, pcro las ultimas palabras del capitulo sobre
las gradadones de las pimidones infUngidas a los pccadwes, contraptustas a las ordcnes de bca-
tos que moran en los delos, recuerdan el Inferno y el ParaJiso. La parte inidal del capitulo,
dbndc se habla de las almas que retornan a su estreUa, recuerda un pasaje contenido en d Para-
diso, IV, 49-54.
10. Fidno, pp. 965-975.
U. Ibid., pp. 976-986.
tgijs?^..
-^'-•T^
rrcspondicntc, la recepdon del spiritus per parte del sol queda conec-
tada con la scric superior, con el "liquor" de calidad mas elevada absor-
bido por las jerarquias y con las mas altas formas de lu2 emanadas de la
lu2 suprema.'^
La magia natural o spiritus magico de Fidno, que limita su ambito
de repercusion a los planetas y en particular al sol, tcndria pues una
continuadon angelica superior por endma del ambito descrito. A pesar
de todo, Fidno, segun creo, en ningun momento intento inmiscuir a los
angdes en sus "operadoncs" mas alia de ks plegarias y stiplicas corrien-
tcs en la tradidon cristiana, ni extender los poderes de las Virdudes que
mueven los delos en orden a convertirlas en agentes produaores de mi-
lagros.
La prolongadon angelica mas alia de las estrellas era, sin duda al-
1 2. Este pasajc sc dcsarrolla con toda daridad en el De sole, dondc dcspucs de discutir el
planeta Sol y su importanda como ccntro del sistema, cs parangonado, en el ultimo capitulo,
con la las nuevc jerarquias angelicas {De sole, cap. XII; Ficino, p. 973).
Trinidad y
13. El mercadtr dt Vtnteia, V, i. "Sicntate, Jessica. jMira c6mo la b6vcda del firma-
mento esta tachonada de innumerables patenas de oro resplandedcnte! No hay ni el mas pe-
queno de cstos globos que contemplas que con sus movimientos no produzca una angelical me-
lodia que condcite con las voces de los quenibines de ojos cternamente jovenes" (trad, de Luis
Astrana Marin, Ed. Aguilar, Madrid, 1951).
^^if^^^^"--'i^j -^'^^^ ;y^^^\<'4^- -' ./.'r> :\:%^^
dad. Por cuanto me ha sido poslble investigar sobre el tema, Pico jamas
establece una corrcladon predsa entre los seftrot y las jerarquias angeli-
cas, a pesar dc que tal conexion haya sido establedda de forma explidta
en la tradidon hermetico-cabalistica posterior, por ejemplo por Robert
Fludd. Tal como se puede constatar en el diagrama contenido en una
de sus obras (Lim. Id) en el que los diez nombres cabalisticos de Dios^
los diez sefirot (cuyos nombres estan escritos en dirccdon vertical) y las
diez esferas, aparecen colocados junto a las nueve jerarquias celestiales,
que con la acQdon del anima mundi alcanzan el necesario numero de
diez. Es muy posiblc que Pico eyaluara alguna correladon de este tipo,
aunque no se puede dedr con seguridad cual file la forma exacta en que
la Uevo a cabo. En otro de sus cQagramas (Lim. 8), Fludd corrcladona
jerarquias y esferas con las veintidos letras del alfabcto hebraico.
Las diferendas entre Fidno y Pico en la elaboradon de sus respec-
tivos esquemas angelico-cosmologicos reside en el hecho de que Pico,
gradas a la cibala, se halla en poscsion de medios adccuados para en-
trar en contacto y operar solare el mundo angelico, posibilidad que le
estaba negada a Fidno. Para Pico, los angeles cabalisticos equivalen de
una forma substandal a las miriadas de angeles pseudodionisianos,^*'
con la diferenda de que la cdbala propordona una mayor informadon
sobre ellos y sobre el modo dc contactar con los mismos.
Si observamos (Lam, 9) la portada de un texto publicado en 1646
por el jcsuita Athanasius Kircher, notabiMsimo sucesor de la tradidon
hermetico-cabalistica fimdada por Pico, vcmos reprcsentado en ella el
Nombre en hcbreo drcundado por rayos y nubes sobre las que se kalian
situadas las huestes angelicas. Debajo de las nubes se cncuentra el
mimdo celeste con el zodiaco y, finalmente, en la parte inferior del gra-
bado se halla reprcsentado el mundo sublunar, que esta gobernado por
el archiduque Fernando Las concepdones basicas esbozadas a lo
III.
20. En la segunda coticlusi6n cabalisttca (de U scric compuesta pot 48), Pico dice:
"Noucm sunt angdorum hierarchiac, quarum nomina ChcrutHni, Seraphim, Hasmalim, Hagot,
Aralim, Tarsisim, Ophanim, Thephrasim, Isim" (Pico, p. 81). Estos son los nombres de las je-
rar(]uias angelicas cabalisticas (a traves dc los cuales se llega a los stfirot, lo mismo que a travcs
de las jerarquias dlooisianas se alcanza la Trinidad), pcro Pico se limita a incluir en su lista
nueve ordenes (algunas vcccs diez) oomenzando por Querubincs y Scrafines, que no acos-
los
tumbran a ocupar los primeros lugares en el orden cabalistico. Con toda seguridad su objetivo
fuc aproximar lo maximo posiblc los 6rdcnes cabalisticos a las nueve jerarquias pseudodioni-
sianas.
r'r^ ^i^\t,y ^.^'^-[^ .-.% ,^ '\- .-.// -^-'-' - ;_;:n '.
- ^•^%<,.^
teolo^a negativa basada sobre el prindpio de que Dios esta mas alia de
todo posiblc conodmiento. Dios, afirma Dionisio, esta por endma de
la bonitas, de la essentia, de la vita^ de la Veritas, por endma de todos sus
demas atributos y es por esta razon que, en un derto sentido, no tiene
nombre. Desde un punto de vista distintp, tambien nos es lidto afirmar
que tiene innumerables nombres, ya que es a un mismo tiempo bonitas.
21. Deonise Hid Divinitit (cd. por P. Hodgson, Early English Text Society, 1 95 5) cs d
titulo de un tratado mistico vinculado con Cloud of unkpoving.
la
22. Clotid of unknowing, Londres, 1925, ed. por Justin McCann, p. 19.
23. Klibansky, op. cit., pp. 42, 47.
PSEUDO-DIONISIO Y TEOLOgIa DE UN MAGO CiaSTIANO 151
nor dc todas las criaturas, pueda ser designado por im solo nombre o in-
Idco amor ab Orpheo sine oculis didtur, quia est supra intellec-
tum, 29
Pseudo-Dionisio.
delos y que en magia se redbc a traves del spiritus? O bien, (ihasta que
punto las tccnicas de la cabala practica se transforman en contem-
pladon extatica de las jerarquias supracelestes, tanto hebrcas como
cristianas?
El problcma puede ser tambien plantcado en terminos del Eros. En
la descripdon hcrmetica de la creadon del hombre-mago que se recoge
en el Pimander, este ser semidivino desdende al nivel inferior porque se
ha enamorado de la hermosisima naturaleza y se une a ella en un apasio-
lian todos dlos ligados a la religion del mundo o, por dedrlo de otro
modo, pueden scr vinculados con las csferas del universo.
Festugiere ha subdividido los tratados hermcticos en dos grandes
grupos. De una parte, aqudlos que se basan en una gnosis de tipo opti-
mista en la que el cosmos, que es la sede de la cxpericnda rdigiosa, pa-
rcce como
algo intrinsecamente bueno y colmado dc divinidad. Por
otro lado, otros en los que prevalcce una gnosis de tipo pesimista y dua-
listico y en los que lasalvadon solo puede obtencrse cscapando de la
pesada carga de la materia, absolutamente impregnada por influjos in-
trinsecamente diabolicos. Tal como he indicado con anterioridad,*^ es
muy posible que tales distindoncs escaparan al anilisis dd leaor rena-
centista. Una muestra de cuan poco conocedor era Fidno del dualismo
expucsto nos la sugiere d
hecho de que viera en Ormuz, Mitra y Ahri-
man la expresion, entre los magos persas, de una verdad intrinseca a to-
36. Theolopa platonua, IV, i (Fidno, p. 1 30); In Comiivium, II, 4 (ilaA, p, 1 3 2 5). Esta
extraordiiuria afiimad6n fuc rqpcHda, con postcrioridad a Fidno, durante el Rcnadmicnto tai^
1. Sobre Agrippa, Thorndike, V, pp. 127 y ss.; Walker, pp. 90 y ss.; Charles G.
cf.
consiguen atraer sobre nosotros las virtudes del mundo superior mani-
moniaco de este tipo de magia, sino que se limita a atraer sobre si los in-
flujos estdares y a evitar los procedentes de las fiierzas espirituales que
Uan interrelacionados.^^
A continuacion encontramos una parte dedicada a la armonia y a
su relacion con las estrellas, a la armonia en alma del hombre y a
el los
pies de camello, sentado sobre un trono o sobre un dragon, con una hoz
en la mano derecha y un dardo en la izquierda".^^ Una de las imigenes
del Sol es "im rey coronado y envuelto en ropajes de color amarillo,
sentado sobre un trono, con un cuervo sobre el pecho y un gjiobo bajo
los pies"."^^ Una imagen representa a Venus como "una muchacha ves-
tida de bianco, con el pelo suelto y que sostiene en la mano derecha una
rama de laurel, o una manzana o un ramillete de flores, mientras que en
la izquierda tiene un pdne".^^ La imagen de Saturno correctamente
grabada sobre un talisman sirve para prolongar la vida, la del Sol garan-
tiza el exito en todas las empresas y es util contra la fiebre y la de Venus
confiere fiierza y belleza. Las imagenes de los treinta y sds decanos del
zodiaco ^* comienzan con la alarmante figura del primer decano de
Aries, "un hombre negro, de pie y vestido de bianco, enorme y potente,
con los ojos enrojeddos y el semblante colerico". Agrippa tambien des-
cribe las imagenes correspondientes a las varias posidones de la Luna y
de las estrellas fijas que no perteneccn al zodiaco.^' Asi pues, propor-
dona un completo repertorio de las imagenes para talismanes que deben
ser empleadas en el marco de la magia celeste. Por otra parte, expone
una serie de instrucdones sobre el modo de construir tales imagenes, in-
dicando que no se debc reprodudr imagen celeste alguna sino que basta
con representar la voluntad y la intendon del operador; por ejemplo,
para procurarse amor puede recurrirse a una imagen que represente a
personas abrazandose.'^ Este hecho abre amplias perspectivas y posibi-
lidades de invendoncs originales en el campo de la imagineria talis-
manica.
ficem durae ccrvids, nee dare poterit ilia, qui non habet: habet autem
nemo, nisi qui jam cohibitis elemcntis, victa natura, superatis coclis, pro-
gressus angdos, ad ipsum archetypum usque transccndit, cujus tunc coo-
peratur effcctus potest omnia [...]." *'
cabala es la misma cosa que la nox de Orfeo (esta es una dta directa-
mente extraida de las Condusioms de Pico). Las diez numcraciones o
s^rot tienen nombres que aauan sobre todas las criaturas, desdc las
mas altas hasta las mas bajas. Inidalmente tienen poder sobre los nueve
ordenes angelicos, despues sobre las nueve esferas celestes y, finalmente,
43. Ibid., Ill, 5-7; cd. dt., pp. 260-265. El caractcr vagamcntc trinitario dc la religion
del mago deriva dc las agrupadoncs numcrologicas triidicas. En el capitulo 8 (cd. dt,
pp. 265-267) sc afirma que la Trinidad habia sido prcanundada por los antiguos filos6fos, y en
particular por Hermes Trismegisto.
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' ^' 'T-^'':,^^t -"'^^-x^lf
nombres distintos.^^
Existen tres ordenes de inteligendas o demonios: '^^ (1) los supra-
celestes que tan solo tienen reladones con la divinidad; (2) los celestes,
es dedr, los demonios correspondientes a los signos, decanos, planetas
50. Ibid., Ill, 58-64; cd. di., pp. 384-403. Walker (pp. 94-96) ha disoitido estos ca-
pitulos.
51. Ibid., Ill, 64; cd. dt., pp. 309-403.
52. Ed. dt., pp. 403-404.
ESTUDIO DE CORNELIO AGRIPPA SOBRE LA MAGIA 169
didon a Pico.
La magia de Fidno, tan refinada, artistica, personal y psiquiatrica,
lo mismo que la profundamente pia y contemplativa magia cabalistica
de Pico, se halla absolutamente privada de las terribles implicadones
operativas que caraaerizan magia de Agrippa. Sin embargo, tanto
la
55. El primcro en obscrvar este aspecto como un problema ha sido D. P. Walker en Spi
ritual and demonic mapc.
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damental, circundado por las esferas de los otros tres elementos (agua,
aire y fuego). A continuadon se hallan las esferas de los planetas segun
el orden caldeo o tolemaico, con el sol en el centro, y por endma de
ellas aparccen, en este orden, la esfcra de las estrellas y la esfera di-
fijas
vina con los angeles. Coronando todo el edifido, Dios. No existe nada
extrano en este esquema; antes bien, encaja a la perfccdon con orden
el
En este sentido, tal vcz sea util obscrvar una ilustradon (Lam. 10) ex-
traida de una de las obras de Fludd que, aun siendo bastante posterior a
Agrippa, no deja de insertarse en la misma tradidon. Sobre la tierra, si-
tuada en una posidon central, esta sentado un mono, alrededor del cual
sc extiende el mundo elemental, y que aparece atado por medio de una
cadena a una mujer que representa cl sol, la luna, las estrellas, el mundo
celeste y las esferas de los planetas y del zodiaco que van girando a su
alrededor. Por endma de la esfera del zodiaco —
o esfera de las estrellas
fijas— se hallan representadas tres esferas pobladas por minusculas for-
mas angelicas. Una cadena, que parte de la mano derecha de la mujer,
se extiende hasta alcanzar a la propia divinidad, representada, en un es-
pado situado por endma de las esferas angelicas, por el Nombre en he-
breo, drcundado de nubes triunfalcs. El mono es el hombre, o tal vez el
MAGIA RENACENnSTA Y QENCIA 173
•
arte por medio del cual imita a la naturaleza con mimetismo simiesco.
El hombre, a pesar de que en esta simbologia parece haber perdido
un mayor poder, ya que
parte de su dignidad, ha conseguido en cambio
se ha convertido en un habil mono de la naturaleza, que ha conseguido
poner de manifiesto el modo en que tienen lugar sus acdones y ha
aprendido a aduenarse de sus poder es. Para emplear una terminologia
que nos es familiar, podemos decir en este punto que el hombre, a tra-
vcs de la magia, ha aprendido el modo de emplear la cadena que vin-
con el
cula la ticrra y por medio de la cabala, a servirse de otra
delo,
mas elevada que relaciona, a traves de los irigeles, el mundo celestial
con el Nombre divino.
Un interesante ejemplo de magia aplicada, u operativa, lo consti-
tuye la Steganographia de Johannes Trithemius, abad de Sponheim, im-
preso en 606, pero conoddo previamente en forma de manuscrito.
1
fiic amigo
Trithemius y profesor de Agrippa, y conocia la obra de
Reuchlin. La Steganographia pretendc ser, y tal vez en derta medida lo
consigue, una criptografia, un metodo de escritura dfrada.^ Sin em-
bargo, tambien es una obra de magia angelica de tipo cabalistico. El
primer Ubro trata sobre la forma de invocar a los angelcs de los distri-
tos, esdedr, los angel es que controlan las diferentes partes de la tierra;
elsegundo trata de los angelcs del tiempo, los que regulan las horas del
dia y de la noche; el tercero trata de los siete angeles, superiores a los
que hemos nombrado anteriormente, que ejercen su control sobre los
siete planetas.* Trithemius intenta servirse de toda la red angelica que
acabamos de describir con la finalidad, absolutamente practica, de
transmitir mensajes a individuos lejanos por medio de la telepatia, y
tambien parece que pretenda obtener, a traves de tales procedimientos,
el conodmicnto "de todo cuanto acontece en el mundo".'* El aspccto
1. Cf. H. W. Janson, Apes and Ape Lore in the Middle Ages and Renaissance, Warburg
Institute, University of London, 1952, pp. 304 y ss.
2. Cf. Walker, pp. 86 y ss.
3. Sus nombres son: Ortffiel (Saturno), Zachariel (Jupiter), Samael (Marte), Michael
(Sol), Anael (Venus), Rafael (Mcrcurio), Gabriel (Luna). Quan Tritemio, Steganographia,
Frankfun, 1606, p. 162.) Un modo de invocar a estos angeles consiste en recurrira talisraanes
en los que se hallcn reproducidas sus respcctivas imagcnes. Por ejemplo: "Fac imaginem ex cera
vel pingc in chartam novam figuram Orifielis in modum viri barbati & nudi, stantis super tau-
mm varii colons, habentis in dextra libnmi & in sinistra calamum [...]" [Steganographia, cd. dt.,
p. 177; dtado por Walker, p. 87, nota 3).
4. Ed. dt., p. 179; dtado por Walker, pp. 87-88.
&?'
nomico, ya scan sobre los valorcs numericos de los nombres de los an-
gelcs. Per cjemplo, Samael, angel de la hora prima, equivalc a 4.440,
que es la suma de los numeros de sus ocho angeles inferiores.'
jCuan lejos nos encontramos en este case de la piedad contempla-
tiva con la que Pico cmpleaba la cabala! Trithemius tuvo la dcsgracia
dc vivir demasiado pronto, ya que de lo contrario hubiera sido enorme-
mente feliz al poder llamar por telefono a un amigo lejano, o bien al ob-
servar sobre la pantaUa de su televisor los sucesos acontecidos en todo
cl mundo. Quizas esta observadon es un poco injusta, ya que en el con-
pagina 53).
7. Pico, pp. 172 y ss.
W:
Cf. R. Klibansky, F. Saxl y E. Panofsky, Saturn and melancholy, Londres, 1964, pp. 278,
326.
9. Agrippa, Dt occult, phil., 11, 1.Probablcmcntc el teno en que Agrippa iundamenta
sus opiniones acerca del cmpleo dc las dendas matematicas en cl contexto dc la magia sea d
Cicatrix.
176 GIORDANO BRUNO Y LA TRADICi6n HERMETICA
de tubos que conduzcan el aire, tal como debia suceder con los mugidos
del toro construido en bronce por Falaride. Sin embargo, las artes no
pueden produdr efectos maravillosos si no es mediante ei empleo de
movimicntos mecanicos conscguidos con pesas y poleas, o empleando el
vacio, tal como se hace en los aparatos pneumaticos e hidraulicos, o
aplicando fuerzas a la materia. Estas materias y estas fucrzas jamas pue-
den ser de tal naturaleza que consigan captiurar el alma humana.*^
res por las estatuas milagrosas tambien tenia una vertientc dentifica, y
que d resurgimiento general de la magia en d Renadmiento sirvio, en
definitiva, para dar un notable impulso a la mecanica o a otras formas
de magia "artifidal real".
Las aparentemente contradictorias actividades de un hombre como
John Dee solo pueden ser comprendidas en su conjunto si son coloca-
das en el ambito conceptual en el que operaba el mago renacentista y si,
10. Tommaso Campanella, Maffa e gran^a, Roma, 1957, ed. por R. Amcrio, p. 181.
11. Sobre Dec, cf. Chariotte Fdl Smith, Jo/!>b Dtt, Londres, 1909, y la valiosa tcsis dc
doctorado en fUosofia (incdita) de I, R. F. Caldcr, John Dm, studied as an English neoplatonist,
Universidad dc Londres, 1952.
MAGIA RENACENTISTA Y CIENCIA 177
beticas para la invocadon de angeles, del mismo tipo de las que sirvie-
ron a Dee y a Kelley para sus operadones.^^ En el curso de tales ope-
12. H. Billingsley, The Elements of... Euclid, Londrcs, 1570, Prologo dc Dee, sig. *I,
verso.
13. Pico, p. 101.
14. Pcro incluye como productos de "Thaumaturgy", entendida como un "Art Mathe-
matical!", la cabeza de bronce construida per San Alberto Magno, la paloma dc madera dc Ar-
quitas y la mosca mecanica de Nuremberg (Prefado al Euclid dc DilUngsley, sig. A I verso),
hecho que nos mucstra que Dec rccopilaba una scrie de maraviUas mecanicas dc modo similar a
como lo hidcron Agrippa y Campanella.
El pensamicnto dc Dec se traslada con rapidez extrema desde la pneumatica de Heron de
Alcjandria a las estatuas descritas en el Aschpius o "Images of Mercuric" tal como acostumbra
a denominarlas (ibid., sig. A I recto y verso). Por mi parte, me inclino a creer que algiin tipo dc
asodadon mental entre las milagrosas y los ingcnios mecanicos y automaticos
estatuas cgipdas
de Heron pudo haber estimulado el de Dec por la mecanica.
interes
15. En una ocasion, Dee habia del libro de Agrippa como de un texto que consulta con
frccuenda en sus estudios y que constantemente maneja para sus operadones.
1 6. Tales listas aparecen en el manuscrito de Dee que Ucva per titulo Book, of Enoch, Bri-
tish Museum, Sloane 3 1 89, Cf. Las "Tablas dc Ziruph" en el De occulta philosophia de
Agrippa (III, 24). A pesar dc que Agrippa no fuesc la fucnte de informacion exclusiva que Dee
v^i!f..^;_
y Kelley cmplcaron en rcladon al tema dc la dibala practica, sus pensamicntos al respecto siem-
prc se movieron en d contcxto de las tesis generalcs expuestas por Agrippa.
17. La singular historia de talcs scsioncs aparece narrada en d diario espiritual dc Dec,
parte del cual file publicada en 1659 por Mcric Casaubon bajo el titulo.^ true andfaithful re-
lation of u/hat pasad for many years between Dr. John Dee ... and some spirits. .-r Londres, 1659.
1 8. Cf. A true andfaithfitl relation, p. 49, dondc se introduce un "Prindpal" en el que sc
dispone a revdar los secretos de la naturalcza.
20. "Lo que hay endma es similar a lo que hay debajo [.,.] Y asi como todas las cosas
provicncn de una sola [...] del mismo modo todas las cosas han naddo dc cfla [...]" (dc ima tra-
ducdon dc la Tahlilla o Tahla tsmtraldina,
K. Sdigmami, Histoty ef magic, pp. 128-129).
cf.
Este pensamiento es repctido constantcmcntc por los hcrmeticos bajo la forma monas generat
monadem. Sobre el origcn y la historia de la TMa
esmtraUina, cf. J. Ruska, Tabula Smarag-
dina, Heidelberg, 1926.
21. Cf. W. Pagcl, "The prime matter of Paracelsus", Amhix, IX (1961), pp. 119 y ss.;
cf tambien, sicmpre del mismo autor, el articulo "Paracelsus and the neoplatonic and gnostic
tradition", Amhix, VIII (1960), pp. 125 y ss., y d libro Paractlsus: An introduction to philo-
sophical medicine in the era of the Renaissence, Basilca-Nueva York, 1958.
22. Cf. Pagel. Paracelsus, pp. 218 y ss.
180 GIORDANO BRUNO Y LA TRADIodN HERM^TlCA
tema nuqvo, antes bicn era una cuestion basica ya ampliamente deba-
tida a lo largo de toda la Edad Media. Sin embargo, hermetismo y ca-
enriquederon la originaria tradidon pitagorica del Medioevo
balistica
con una cnorme complejidad de motivos, desarrollando el tema de las
armonias universales dentro de una nueva y grandiosa sinfonfa. Fran-
cesco Giorgio, que habia estudiado la cabala y que se hallaba en con-
taao con los drculos fidnianos de Florenda, fine el primero en emprcn-
der este nuevo tipo de interpretadon. La profunda influenda cjerdda
spbre el por la obra de "Hermes Trismegisto" en la traducdon de Fi-
dno, ha sido estudiada por C. Vasoli, quien aduce, para probar sus te-
sis, numerosas dtas del De hannonia mundi y de otras obras de Fran-
cesco Giorgio. ^^
El intenso intercs por las complejas articuladones de la armonia
universal, que es uno de los aspectos mas caracteristicos del pensa-
miento renacentista de Giorgio, se fimdaba primordialmentc en la acep-
don pitagorica o cualitativa del numero y no en su sigmficado mate-
matico propiamente dicho. Sin embargo, orientaba con tanta fiierza su
atendon hada este ultimo aspecto, considerando numero como
al la
Heliocentoismo
y
sol, demas cuerpos celestes giran alrededor de un fuego central.
los
Tambien el culto de Hermes Trismegisto tendia a corroborar la concep-
.^jimV.'
MAGIA RENACENnSTA Y QENQA 181
sidon del sol sostenida por los egipdos, inmediatamente por endma de
la luna, que es el canal de todos los influjos astrales, se adapta mucho
mejor a los fines de la magia espiritual fidniana, centrada en el sol, que
la sostenida por la tradidon caldea. Sin embargo, no existe prueba al-
guna de que Fidno rechazara esta ultima, ya que, sea en el parrafo men-
donado, sea en otros pasajes de su obra, la acepta plenamente. Es im-
portante observar que, a pesar de todo, es un hecho iricuestionable que
la posidon del sol propugnada en el sistema ptolemaico fue pardal-
mente defendida por los prisci theologi, pero aun lo es mas fijar nuestra
atendon en la inmensa importanda religiosa asignada a este por el mas
antiguo de ellos (al menos, asi lo creia Fidno), Hermes Trismegisto, el
Moises egipdo. No hay duda de que el sol siempre ha sido un signo re-
Ugioso, aim dentro del ambito del caistianismo, pero en algunos pasajes
de los escritos hermeticos encontramos refer endas al sol bajo el nombre
de demiurgo o "scgundo dios". En el Asdepius, dice Hermes:
26. "Platon siguio las doctrinas de los egipdos, los CTcadores de todas las ramas de la fi-
losofia, quicncs tenian prcfercnda por colocar al Sol cntrc la Luna y Mcrcurio
(Macro- [...]."
bio, In somnium Scipionis, XIX). Cf. Platon, Timeo, 38 d 1-3; A. E. Taylor, Commentaty on
Plato's Timaeus, Oxford, 1928, pp. 192-193,
27. De sole, cap. 6 (Fidno, pp. 968-969).
182 GIORDANO BRUNO Y LA TRADia6N HERM^TICA
nim deum hunc crede, o Asdepi, omnia gubemantem omniaque mundana in-
^*
lustrantem animalia, sine animantia, sine inanimantia)
bles huellas de todas las influendas apuntadas. Tal como hemos inten-
tado indicar en capitulos precedentcs, la concentradon del interes sobre
el sol en el context© de la magia astral conducia, a traves del neoplato-
nismo cristiano del Pseudo-Dionisio, a la suprema Lux Dei, y en conse-
cuenda el sol, sumamcnte cercano, representa para Fidno lo mismo que
para Hermes o para el emperador Juliano: el "segundo dios" o el dios
visible de las series neoplatonicas.
El De revolutionibus erbium caelestium de Nicolas Copemico fue cs-
crito entre 1507 y 1530, y publicado en 1543. Copernico no consi-
guio formular su historica hipotesis sobre la revoludon de la tierra alre-
dedor del sol basandose en la magia, sino gradas a una gran conquista
en el campo del puro calculo matematico. Presenta su descubrimiento al
lector como una cspede de acto de contempladon del mundo entendido
como una revcladon de Dios o, tal como muchos filosofos han dado en
llamar, como el dios visible. Dicho en pocas palabras, la revoludon co-
pernicana se presenta en el contexto de la religion del mundo. Coper-
nico no dcja de adudr la autoridad de los prisci theologi (si bien el no
In medio veto omnium residct soL Quins cnim in hoc pulcherrimo tem-
pi© lampadem hanc quan unde totum si-
in alio vel mcliori loco poncrct,
mul possit iUuminarc? Siquidem non inepte cpiidam lucernam mundo,
alii mentem, alii rcctorcm vocant. Trimcgistus {sic] visibilem deum.*'
el cosmos.
Los griegos, con su excepdonal mentalidad matematica y den-
efectuaron gran numero de dcscubrimientos en el campo de la
tifica,
tuvieron la resoludon necesaria para dar, con todos sus podcres, el paso
que llevo al hombre occidental, en los comienzos de la Edad Moderna,
a cruzar el la teoria y la practica, intentando lo
puente existente entre
imposible para aplicar conodmiento teorico a fines operativos.
el
'V
CApfruLO IX
CONTRA LA MAGIA
1. Ohjeciones teologicas. — 2. La tradicion humanistka.
OfijEaoNES teol6gicas
y con pretextos dd mismo orden. Sin embargo, eran numerosos los que
se preguntaban cuando un angel era realmente tal o bien se trataba de
im demonio, y redamaban que se pusiera freno a la totalidad del movi-
miento cuyos aspertos religiosos solo Servian para convertirlo en mas
peligroso. Un notable analisis de las objedoncs teol6gicas en contra de
lamagia renacentista ha sido Uevado a cabo por D. P. Wsdker y, asi-
mismo, en la History of Magic and Experimental Science de ThorncUke se
encuentra gran cantidad de material relevante al respecto. Mi intendon
en esta parte del texto es poner al corriente al lector, de modo sumario,
sobre las opiniones contrarias a la magia en base a los trabajos anterior-
mcnte dtados.
188 GIORDANO BRUNO Y La TRADia6N HERM^TICA
meza los talismanes de Fidno, asi como la magia de su tio, pues pen-
saba, o fingia pensar, que su distinguido pariente habia abjurado de
toda forma de magia en suAdversus Astrologiam} El ataque de G. F.
Pico contra la magia y la astrologia muestra cuan fuertemente ligadas
se hallaban una y otra con la prisca theologia, considerada por el como
Tambien mendona el Ficatrix adjetivandolo de "libro
idolatria pagana.
vanisimo".^ Jamas ataca a Fidno nombrandole cxplidtamente, pero de-
saprueba con energia los encantorios orficos usados por el
(y que Pico
habia recomendado como partes integrantes de la magia natural), y las
observadones contra "derto individuo" que ha escrito sobre imagenes
astrologicas deben entenderse como ataques contra la obra de Fidno.'
Los argumentos del sobrino de Pico tenian un derto peso, y un
buen niimero de ellos fizeron repetidos en 1583 por Johannes Wier, un
protestante que tambien consideraba la prisca theologia como una per-
versa superstidon pagana y la fuente de toda la magia.'* "Los viajes de
los sabios griegos a Egipto les ensenaron, no la tradidon mosaica de la
verdadera teologia, sino la diabolica Wier, como
magia egipda." ^
1 Las prindpales obras de G. F. Pico contra la magia son Examen vanitatis doctrinae
gentium y De rerunt praenotione. Ambas se hallan incluidas en G. F. Pico, Opera omnia, Basilea,
1573.
2. 146-147; cf. tamtnen Thorndike, VI, pp. 466 y ss.
Vy^alkcr, pp.
3. G. F. Pico, Opera, cd. dt., p. 662; dtado por Walker, p. 147,
4. Walker, pp. 147-149. El ataque de G. F. Pico contra Pietro d'Abano, acusandole de
haberse servido del Picatrix, podria ser aplicado indireaamente a Fidno, quien dta a Pietro
d'Abano como una de sus fiicntes de inspirad6n, quizas con la idea dc disimular la deuda real
contraida con el Picatrix. Cf. supra, pp. 69-76.
5. Citado dd resumcn del De praestigiis daemonum dc Wier (primera edid6n, 1 566) efec-
tuado por Walker (p. 152),
6. Walker, pp. 153-156.
7. Erasto, Disputationem de medicina nova Philippi Paracelsi, Basilea, s. £, p. 118; dtado
por Walker, p. 163.
8. Ibid., loc. cit.
CONTRA LA MAGIA 189
La TRADia6N HUMANfSTiCA
13. O mcjor dicho, cligc el tcma que mcjor se avicnc con su inclinad6n. Dos cstudios
fimdamentales han aclarado el significado del tcrmino "humanista" durante el Rcnadmiento.
A. Campana ha dcmostrado que originahamcnte y en la jcrga universitaria tenia d significado
de profesor de literatura dasica (A. Campana, "The origin of the word hutnanist", J.W.C.I.,
IX, 1 946, pp. 60-7 3). Kristeller ha sostcnido, en tcrminos muy convincentes, que los estudios
humanisticos fueron una prolongadon de la disdplina gramitico-rctorica del trivium medieval,
absolutamente diferente de la oricntadon filosofica del quadrivium (cf. Kristeller, StuditSt
pp. 553-583; cl capitulo en cuestion es la rdmprcsion del articulo "Humanism and scholasti-
dsm in the Italian Renaissance", pubUcado por primera vcz en 1944). Dcsde este pimto de
vista, la tradidon que arranca de la prisca theologia es humanistica solo en el sentido de que
arranca de un redescubrimiento de los textos dasicos. Desde cualquier otro punto de vista no
puede dcdrse que sea humanistica, en el cstricto sentido del tcrmino, ya que afccta a matcrias
no humanisticas tales como la filosofia, la denda o la magia y la religion.
14, El De nohilftate de Poggio (1440) es un texto en el que emerge con toda daridad d
ideal humantstico (en d sentido en que yo cmpleo este tcrmino) de la dignidad o nobleza dd
hombre. Para Poggio, d "noble" es aqud individuo que ha alcanzado la virtud a travcs de la
imitad6n de las formas de comportamiento de los antiguos y que ha conseguido fama y presti-
gio sodal gradas a la propia cultura dasica. Este tipo de ideal es radicalmcnte distinto al perse-
guido por Pico, para quien la dignidad dd hombre consiste en la dcvada reladon que mantiene
con Dios y, cuando se trata de un mago, en d poder que consiguc arrancar de su conodmicnto
del universe.
Si se dcsea emplear la palabra "humanismo" en d sentido vago de la actitud renaccntista
hada d hombre y no en d sentido predso dc humanismo entcndido como un conjimto de estu-
dios literarios, siempre debera predsarse con todo cuidado d tipo de actitud renaccntista hada
cl hombre que se tiene in mtntt.
192 GIORDANO BRUNO Y LA TRADICi6n HERM6ticA
otras corrientes afines. Ficino hace uso muy a menudo de las tesis de
Santo Tomas de Aquino en la exposidon de su sintesis cristiana, y una
gran propordon de las novedentas tesis de Pico estan dedicadas a la fi-
losofia medieval. Pico, eh su famosa y tan a menudo dtada carta a Er-
molao Barbaro, se defendia de quienesle acusaban de haber desperdi-
en las que se educa a los jovenes espiritus, sino en compama de los fi-
abrazar los mas nobles estudios del quadrivium. La carta de Pico ex-
presa con extrema daridad la diferenda fimdamental de perspcaivas
existente entre ambas tradidones, y Giordano Bruno continuara la po-
lemica con credente violenda al arremeter contra aquellos a los que 11a-
1 7. Cf. Karl Giehlow, "Die Hicroglyphenkundc dcs Hunuimsmus in dcr Allegoric dcr
Renaissance", Jahrbuch der Kunsthistorischen Sammlungen des Allerhocbsten Kaiserhauses,
XXXII (191 5), parte I; E. Iverscn, The myth ofEgfpt and its hieroglyphs, Copcnhaguc, 1961.
-$;;-^^^?i^-'; --'-^. Iv\'
HorapoUo ^'
son otros de los tcxtos a los que se atribman antiquisimos
origenes, micntras que en realidad se trataban de obras helenisticas.
Este hecho explica que se considerara al jeroglifico egipcio como un
signo dotado de rec6nditos significados morales y religiosos, opinion
que, obviamente, es una mala interpretadon de su verdadera naturaieza.
La moda de los jeroglificos jfue un producto de la prisca theologia y su
exito dependia en gran parte del profundo respeto que drcundaba a la
sabiduna egipda, tal como venia ejemplificada por la persona de Her-
mes Trismegisto. En el argttmentum antepucsto al Pimander, Fidno atri-
buye a Hermes la invendon del jeroglifico.^^ A diferenda del talisman,
el jeroglifico no tiene caraaer magico alguno, y solo es un metodo pro-
humanistico.
Sin embargo, el humanismo puro era susceptible de moverse hada
una direcdon religiosay de tomar actitudes de caracter religioso y teo-
logico, siendo el ejemplo mas caracteristico de esta tendenda el de
Erasmo. Eraspio es un autentico humanista en todos los aspectos de su
conccpdon mundo. Cree en el valor de la erudid6n, de la Kteratura,
del
del correcto estilo latino, y afirma que la edad de oro volvera oiando
haya sido instituida una sodedad internadonal de hombres doaos que
puedan comunicarse entre si con toda fadlidad gradas al empleo de un
buen latin universalizado a nivel de lengua de intercambio. Tambicn, lo
mismo que Petrarca, es un cristiano piadoso y piensa que la futura so-
dedad internadonal debera tener un caracter profundamente cristiano
en cuanto estara compuesta por gentes bien educadas que habran em-
pleado los conodmientos extraidos de las lecturas dasicas como fuente
de ensenanzas morales y que consideraran a los grandes hombres de la
antiguedad como ejemplos de virtud. No tiene absolutamente ningun
interes por la dialectica, la metafisica o la filosofia natural, y, en el Elo-
gio de la locuray derrama su ironico despredo sobre los profesores y su
1 8. Cf. The hiero^yphks of HorapoUo, Bollingcn Scries 23, Nucva York, 1950, traduc-
don de George Boas.
1 9. "Hunc [Hermes] asserunt ocddissc Argum, Aegyptiis praefuissc cisque leges, ac litc-
ras tradidisse. Litcranim uoro charaaercs in animalium, arborumquc figuns instituisse" (Fidno,
p. 1836). En uno de sus comentarios sobre la obra de Plotino rcladona cstas figuras usadas por
los sacerdotes egipdos con las dcscritas por "Horus", es dear, con los jeroglificos de Horapo-
Uo (Fidno, p. 1768; Hitroglyphia of HorapoUo, ed. Boas, p. 28).
cf.
y a mcnudo nos vemos gravcmente turbados por los suefios de algiin pc-
qucno hombre, por no dear de un impostor, dc tal modo que no solo
no obtencmos provecho alguno, sino que nos acarrea una gran perdida
de tiempo con algunos malos resultados, si cs que ya no lo cran sufidcn-
tcmcnte de por si los primitivos.^*
20. George Glutton, "Termaximus: A humanist jest". Journal of the Warburg Institute,
n, (1938-1939), pp. 266^268. Ulrico 2^io le cscribio una carta a Erasmo en la que Ic 11a-
maba "tcr maximc Erasme" (P. S. Allen, Opus Epistolorum Dts. Erasmi, II, cp. 317). Clutttm
inc^ 268) que "ter maximus" recuerda el t^mino "Trismcgistus".
(art dt, p.
21.Erasmo, Paradesis (1519), en Opera omnia, Leydcn, 1703-1706, col. 139; dtado
por D. P. Walker, "The Prisca Thtoloffa in France", J.W.C.I., XVII (1954), p. 254.
196 GIORDANO BRUNO Y LA TRADIQ^N HERM^CA
22. "Mihi sane ncguc Cabala neque Talmud nunquam arrisit" {Opus Ep., ed. cit.. Ill,
p. 589). Emplea casi exaaamcnte csta misma frase en otra dc sus cartas (ibid., IV, p. 100). Cf.
tambien ibid.. Ill, p. 253; IV, p. 379; IX, p. 300.
23. Cf. Opus Ep., ed. dt., Ill, p. 482; IX, p. 1 11 y la nota de csta ultima pagina, en la
que se indica que Erasmo, siguiendo las opiniones de Valla, ponia en duda que d Areopagita
fuera el autor dc los escritos dionisianos (Erasmo, N. T., 1516, p. 394).
24. Opus Ep., cd. dt., XI, p. 111.
25. La tcrminologta vaga c impredsa dominantc en las discusioncs sobre el humanismo
renacentista se agudi^a de forma cxtraordinaria cuando sc cnirenta con el tema del "humanismo
cristiano". Quizas Erasmo pueda ser descrito, con derta dosis de razon, como un humanista
cristiano, pcro opino que no es posiblc en modo algUQo encasillar bajo tal acepdon ni a Fidno
ni a Pico. La tentativa de Pico de dcmostrar la divinidad de Cristo por medio de la magia y la
cabala quizas tenga un caractcr cristiano, pero nunca humanisttco. Dicha tentativa se aproxima
mucho mas a una derta forma de filosofia oculta cristiana (si qucremos adoptar la cxprcsion de
Agrippa). Fidno no cs im humanista cristiano, sino un hermetico cristiano ademas de un pcnsa-
dor que, a diferenda de otros hermcticos cristianos dc los que trataremos en el proximo ca-
pitulo, no excluye d aspccto migico en sus elucubradones.
CONTRA LA MAGI A 197
Estoy seguro de que, en cuanto a los libros en los que aparedan an-
gulos o diagramas matematicos, se consideraba que este hecho era ya
ima razon sufidente para dcstruirlos, pues eran tornados por papistas, o
diabolicos, o ambas cosas a la vez.^®
26. J.
Huizinga, Erasmus ofRotttrdam, trad, inglcsa dc F. Hopman, Nucva York, 1952,
p. 38.
27. Erasmo, Chiliadts adaporum (1506), II, n.^ 1.
28. Anthony a Wood, The history and antiquum of the University of Oxford, cd.
J.
Gutch, Vol. II, parte I {Annals) p. 107.
198 GIORDANO BRUNO Y LA TRADia6N HERM^UCA
dedor. He
demostrado que la retractadon de las ofensas contra Oxford
que lleva a cabo Bruno en su De la causa, asume la forma de un canto
de alabanza a la filosofia y a la denda del Oxford prerreformista, y he
comparado las reladones entre Bruno y el Oxford erasmiano refor-
mado con las existentes entre Pico y Ermolao Barbaro, cuando Pico
deficnde su devodon por los autorcs medicvales y "barbaros" frcnte al
despredo que siente por ellos su amigo humanista. Sigo pensando que
tales observadones conservan su validez absoluta, y no quiero repctir
29. "Giordano Bruno's conflict with Oxford", Journal of the Warbure Institute, II
(1938-1939), pp. 227-242.
-^
$:K^i "-?:} ';;-" ^-^- •
^;v- -'!^
30. Sin embargo, volvcrcmos sobrc la mayor parte dc las cucsticmcs mcndonadas en este
piirafo.
31. R. McNulty, "Bruno at Oxford", Renaissance Neus, XIII (I960), pp. 300-305.
Cf. mas addante, pp. 241-244.
CApfTU^O X
EL HERMETISMO RELIGIOSO EN EL SIGLO XVI
giosos del siglo xvi d sacerdotc egipdo parecia escribir casi como un
cristiano, como si hubicra tenido una vision antidpada del ciistianismo
desdc su remota posidon cronologica. Es un hedio muy significativo
Mercurio da Corrcggio, quien parece ser se consideraba a si mismo como una cspcde de Cristo
hermetico. En 1 484 este ultimo paseaba por las calles de Roma llevando sobre su cabeza una
corona de espinas con la inscripdon "Hie est puer meus Pimander qucm ego eligi". Sobre Laz-
zarelli y "Giovanni Mercurio", cf. Kristeller, "Marsilio Fidno e Lodovico Lazzarclli", publi-
cado originalmcnte en 1938 bajo la fornu de articulo y, posteriormente, en Studies, pp. 221-
247. en una version ampliada y rcvisada; "Ancora per Giovanni Mercurio da Correggio", en
Studies, pp. 249-257; "Lodovico Lazzarelli e Giovanni da Correggio", ea Bihlioteca degli Ar-
denti dilla Cittd di Viterho (1961).
Han sido publicados, con una introducdon y notas debidas a M. Brini en Test, uman., pp.
l'i-11, extractos del Crater Hermetis y de la Epistola Enoch (esta ultima trata sobre la persona
'>deGiovanni Mercurio y su mision hermetica) de LazzareUi.
En el Crater Hermetis, asi como en los documentos con el reladonados, apareccn elementos
tanto cabalisricos como hermcticos. No debc exduirse la posibilidad de que el fenomeno Lazza-
rclli-"Giovanni Mercurio" aiin no haya sido colocado en el contexto hist6rico adccuado. Por
ejemplo, parece lidto suponer que estuviera estrechamente vinculado con la controversia sobre
Pico en la que se diluddaba si la magia y la cabala eran instnmientos capaces de confirmar la
divinidad de Cristo, problema al que dio una respuesta sorprendentemente afirmariva et papa
Alejandro VI. En un soneto dc "Hermes Junior", casi con toda certeza "Giovanni Mercurio",
hay un punto en el que el comentarista cree detectar una referenda predsa a Alejandro VI
(cf. KristeUer, Studies, pp. 252, 255).
*s
De quadruplici vita (Lyon, 1 507) iniita los Lihri de vita de Fidno, pcro
sin recurrir a los talismanes dd De vita coelitus comparanda, respecto a
los oxales expresa su desaprobadon. Fue d propio Champier quicn por
primera vez avanzo la reconfortante opinion de que el pasaje magico
del Asdepius que habla de los talismanes no fiie escrito por el santo
Hermes, sino que habia sido intercalado en la traducdon latina por el
pcrverso mago Apuleyo de Madaura.' Esta idea fue rdterada por los
autores franceses posteriores que escribieron sobre el hermctismo y
ayudo en gran manera a la aceptadon general del hermetismo religioso.
Champier publico, junto con el De quadruplici vita, una traducdon
latina debida a Ludovico Lazzarelli de las Definitiones, d ultimo tra-
tado del Corpus Hermeticum}^ que Fidno no habia traduddo por care-
cer del manuscrito. La caracteristica mas notable de este tratado her-
8. Walker sugicrc (pp. 70-71) que la ejtpcricncia dcscrita en el Crater Htrmetis cs, en
derto fflodo, similar a una operad6a migica mediamc la cual d maestro procuraba al propio
disdpulo la ayuda de un demonio bucno, y analoga a la introducdon de demonios en los idolos
que se describe en el Asclepius. Lcfevre indica que Lazzardli interpretaba d pasaje del AscUpius
sobre la construcdon de idolos "como si cstos fuesen los Ap6stolcs y su constructor fucra
Cristo" (dtado por Walker, "The Prisca Thtologia in France", p. 241, dd comentario de Lc-
ftvrc al Asdepius).
9. Walker, "The Prisca Tbeologia in France", pp. 234-239.
10. Corpus Hermeticum XVI (dividido en trcs partes por los editorcs modernos); C. H,,
II, pp. 231-255. La traducd6n al latin de Lazzarelli ha sido rdmpresa sobre la base de la edi-
don de 1 507 por C. Vasoli, "Temi e fonti ddla tradizione crmetica in uno scritto di Sympho-
rien Champier", en Umanesimo e aottrismo, Padua, I960, ed. por E. Garin, pp. 251-259.
Acerca del codicc dc Vitcrbo que conticnc d manuscrito de la traducdon de Lazzarelli, cf. Kris-
teller, Studies, pp. 227 y ss., y el articulo anteriormente dtado que se publico en la Biblioteca dt-
inspirado por Dios. Los pasajes perversos del Asclepius fueron incorpo-
rados por Apuleyo. Foix publico en 1579 una traducdon francesa de
los Hermetica, en cuyo prefado se repiten todos estos puntos de vista y
se enaltece la obra de Hermes Trismegisto hasta colocaria en un nivel
similar al de las escritiuras canonicas.^^
sobre la obra de dicho autor, cuya novda El asm de oro alcanzo enorme
popularidad en el Renadmicnto italiano. La novela recrea con maravi-
llosa fiierza vital la sodedad dasica dccadente, impregnadif de manifes-
tadones magicas de todo tipo. Las experiendas del heroe, convertido
en asno por medio de pcrvcrsas brujerias y que se ve obligado a sopor-
tar todos los golpes y ultrajcs de la fortuna bajo su semblante asnal, que
14. Pontus dc Thiard, Deux discours dt la nature du Monde et de ses parties, Paris, 1578,
p. 98 recto; rcimpresion bajo d titulo Hhe Universe, Columbia, 1950, cd. por T. C. Lapp,
pp. 148-149.
15. Uh. IV, cap. I (Fidno. p. 130).
.'^t?.,-.-/ - -^-y^j. ',^. *^^ ^
^.-. ,'"^.
-*r^
-' ^'^^ y i''""-*^'
16. Pontus de Thiard, Deux discoun, etc., (1 578) pp. 112 verso- 1 1 3 rcao (cd. Lapp,
p. 169); cf.Walker, "The Prisca Tbtdopa in France", p. 210.
17. Pontus de Thiard, Deux discoun, etc. (1578), Prologo de Du Perron, sig. a IV
verso;cf. mi libro The French Academies of the sixteenth century, Warburg Institute,* University
of London, 1947, pp. 88-89.
p^s^
18. Sobre d BdUt comique, cf. mis Ubros Tht Frerub Academies of the sixteenth centmy,
pp. 2 36 y ss. y Tht Vdois Warburg Institute, University of London, 1959, pp. 82 y
tapestries,
ss. En mi articulo "Poesic ct musique au manage du Due de Joyeuse" (en Musiqut et poidt au
XVie Steele, Centre National dc la Recherche Sdentifique: Paris, 1954, pp. 241 y ss.) he in-
tentado tndicar los aspectos mig^cos de tal espectaculo, reladonando (p. 2 5 5) d desccnso de
]\ipiter dentro del ballet con un talismin de Jupiter que se dice haUa perteneddo a Catalina.
19. Walker, "The Prisca Thtologia in France", pp. 209, 211-212 yDagcns, art dt,
p. 8, han Uamado la atendon acerca del uso del faermetismo en la obra de Mornay.
208 GIORDANO BRUNO Y LA TRADia6N HERM^TTCA
Mcrcure Trismegiste, qui est (si vrayement ccs liures sont de luy,
& , le moins sont-ils bien and ens) la source de tous, enseigne par
pour
tout: Que Dieu est un; Que I'unite est la radne de toutes dioscs [...].
Qu'a luy seul apparticnt le nom de Pcre, & de Bon [...]. II Tappclle Ic
Perc du monde [.,.] I'Action de toutes puissances, la Puissance de toutes
actions [...1. Seul & luy-mesmes Tout; sans Nom, & meillcur que tout
Nom.20
Plessis Mornay era considerado por Sidney como un amigo, y talcs hc-
chos quedan cvidendados por cuanto Sidney comcnzo a tradudr al in-
gles la obra de que hcmos hablado en los parrafos anteriores. La muerte
Ic impidio completar su traducdon, tarea de la que se encargo Arthur
Golding, quien en 1 587 la publico bajo cl titulo Woorke concerning A
the treumesse of the Christian Reliffon con una dcdicatoria al conde de
Ldccster, quien a la sazon se hallaba combatiendo contra Espana en los
Paises Bajos
he analizado la fallida tenutiva dc Orange para dar vida a un estado tolcrante bajo la coro-
na dc Anjou, dcmostrando que talcs tapiccs reflcjan las esperanzas de aquella bistonca ocasi6n
pcrdida.
'^ :.''
Mercurius Trismegistus, who (if the bookes which are fathered up-
pon him bee his in decde, as in trueth they bee very aundent) is the
founder of them all, teacheth euerywherc. That there is but one God:
That one is the roote of all things, and that without that one, nothing
hath bene of all things that are: That the same one is called the onely
good and the goodnesse it selfc, wich hath uniuersall power of creating
all things [..J. That unto him alone belongeth the name of Father, and
of Good [...]. He calleth him the father of the world, the Creator, the
Beginning [...] the worker of all powers, and the power of all works.^^
26. A voorke concerning the trwntsst of At christian rdiffcn, by Philip of Mornay [...]
begun by Sir P. Sidney, finished at his request by Arthur Golding, Londres, 1587, p. 27.
Puesto que cste pasaje pertenecc al capttulo III y Golding afirma en cl prologo que Sidney ya
habia traduddo algunos capitulos antes de marcharse a la guerra, es posible queel pasaje dtado
hubiera sido traduddo por Sidney, aunque no podemos cstar complctamentc seguros de ello.
Para una discusion sobre este problema, y para un analisis del uso de la prisca theologia en la
obra de Mornay como un antecedente de uno de los pasajes de la Arcadia de Sidney, cf. D. P.
Walker, "Ways of dealing with atheists: A background to Pamela's rcfination of Cecropia",
Bibliothiqut d'Huntanismt et Rtnaissanct, XVII
(1955), pp. 252 y ss.
27. Fue imprcsa otra edidon en Colonia en 1630. Cf Scott, I, p. 36; Dagens, art.
dt., p. 7.
EL HERMETISMO REUGIOSO EN EL SIGLO XVI 211
tivo que, del mismo modo que d tratado protestante de Mornay fue
publicado en Amberes, donde Guillermo de Orange intentaba implan-
tar los prindpios de la tolcranda rdigiosa, el gran sistema del herme-
tismo catolico, obra de Rosseli, vicne a la luz en Polonia, pais en d que
la tolcranda rdigiosa era ya una realidad. Tales esfuerzos no apuntaban
de forma espccifica a la rcumficadon rdigiosa, sino simplcmcnte a la to-
lcranda mutua, al repudio de b como metodo para resolvcr los
fiierza
28. Annibalc Rosseb, PymanJer HermOis Mercurii Trismeffstus, cum commmtariis, Coio-
nia, 1630, I, pp. 322 y ss.
29. IbiA, I, pp. 241 y ss.
32. Una seric de dibujos dd Cabinet des Estampcs represcnta vina larga ptoccsi6h rdi-
giosa que transcuire por las calles dc Paris y que se dihgc hada la campioa en pcrcgrinadan.
En dla toman parte como penitentes Enrique y sus confreres y la procesion esti cncabczada pot
212 GIORDANO BRUNO Y lA TRADiabN HERSdnCA
uaos firailes capuchinos. En mi articulo "Dramatic religious processions in Paris in the late six-
teenth century", Annalts Musicdegiquts, II, Paris, 1954, pp. 215-270, he puUicado cstos di-
bujos, analizando su significado y remarcando (pp. 223 y ss.) la importanda que posee la pre-
senda dc los capuchinos en cstc aao y, en general, en el movimicnto rcligioso encabezado por
Enrique.
33. The Fretuh Academies of the sixteenth centutjy The Valois tapestries.
Journal of the Warhurg
34. Institute, III (1939-1940), pp. 181-207. Cf. tambien The
Fremh Academies, pp. 225-229.
35. Giordano Bruno, Spauio delta bestia trionfante, dial. 3 [Di/d, ital., p. S26). Cf. "The
religions policy of Giordano Bruno", p. 224; The French Academies, pp. 227-228; y mas adc-
lantc, pp. 265-266.
EL HERMEnSMO RELIGIOSO EN EL SIGLO XVI 213
glo XVI, he recurrido tan solo a unos pocos ejemplos, cscogidos con la
creia que Hermes Trismegisto habia vivido unos pocos anos antes que
Moiscs,''' que la version mosaica de la creacion debia ser complemen-
tada con la contenida en Pimander, y que Hermes Trismegisto se ex-
el
nior [...]". Introducci6n a los Htrmttica en la Nova de universis pbilosophia de Fatri%i; cf. Scott,
I, p. 40.
58. ct liominis, aim Mosaica, fere eandem complcctitur.
"Pocmander crcationem miindi
Et mysterium longc apcrtius quam Moses ipse enarrat." Dedicatoria a Gregorio XIV
Trinitatis
del Nopa dt universis pbilosophia de Patrizi. Cf Scott, I, p. 39.
r*r Ji.^T-i'^ "I^--^. |. > v'^f^'--.''"
C.
Quisiera que Vos, Santo Padre, y todos los Papas fiituros, dispusie-
rais que algunos de los libros que he mendonado, en espedal los
Hermetica, fucran cx)nstantcmcnte ensenados en todo lugar, tal como yo
he hccho durante los ultimos catorcc anos en Fcrrara. De estc modo,
convertiriais en aihigos de la Iglcsia a todos los hombrcs capaces de Ita-
lia,Esparia y Franda, e induso cs muy probable que los protcstantes
alemanes siguicran su ejemplo y volvieran a abrazar la fc catolica. Es
mucho mas fadl recuperarles a traves de este metodo, que mediante la
«onstricd6n impucsta por la ccnsura edcsiastica o por las armas secula-
res. Deberiais imponcr la ensenanza de esta doarina en las cscuelas de
los jesuitas, que tan cxcelente trabajo estan llevando a cabo. Actuando
del modo que acabo de indicar, alcanzarcis una cnorme gloria ante los
hombres de epocas futuras, y os ruego que me acepteis como vuestro co-
laborador en esta emprcsa.^'
39. Patrizi, dcdicatoria del Nova dt univtnis philosophia; dudo por Scott, loc. cit.
?^,>iCS^
40. Zoroaster, obra con paginaci6n indepcndiente en Patrizi, Nova de universis pbHoso'
phia, p. 4 verso.
41. Ibid., kc. at.
42. Ibid., p. 5 y en otros pasajes.
45. Patrizi, De obra con paginaci6D indcpendicntc
luce, cx>n la que se inida la Noc4 de
universis philosophia.
45. Patrizi, De spado physico (obra a)n paginadon indepcndiente dentro dc la Nova de
universis philosophia), p. 109.
46. Patrizi, Pampsychia (obra con paginadon indepcndiente dcntro de la Nova de univer-
sis philosophia) pp. 54 y ss. {an mmdus sit anitnatus).
47. Patrizi, Panarcbios (obra con paginadon separada dentro dc la Nova de universis phi-
losophia), pp. 99 y ss.
216 GIORDANO BRUNO Y LA TRADIodN HER>dTlCA
Inquisidon "^ le
Uevaron a aceptar una revision y, si hubiere lugar,
la
48. Sobrc las polcmicas cntrc Patrizi y la Inquisidon, cf. Luigi Firpo, "Filosofia italiana
c Controriforma", Revista di FUoufta, XLI (1950), pp. 150-173; XLII (I9J1), pp. 30-47.
49. Cf. supra, p. 189.
-^i&r*
micnto, debido a las agitaciones religiosas por las que atravesaba du-
rante dicha epoca. La adaptacion de la teologia y de la filosofia catoli-
Unos vcneran como dies al Sol, otros a la Luna, otros a uno de los
demas planetas; hay quiencs consideran a un hombre cuya virtud y
fama resplandcdcran en el pasado no solo como un dios, sino incluso
como Dios supremo. Con todo, la inmensa mayoria, y predsamente los
mas juidosos, no creen nada de todo esto, sino en un linico ser sobre-
natural desconoddo, eterno, inmenso, inefable, muy superior a la com-
prension dc k inteligenda humana, cxtendido por nucstro universe en-
tero no en tamano sino en poder. El origcn, el credmiento, el desarro-
50. En particular, el tratado dc Colet sobre las jerarquias celcsiialcs revela que cl cs-
qucma fidniano depende en dcrta forma de las nuevc jeiarquias angelicas. En cfecto, segun Fi-
dno didias jerarquias "bcben" los influjos dlvinos para transmitirlos posteriormente al ordcn
Donuplo que existc en cl mundo, es dear, alprimum mobile, al zodiaco y a los siete planetas.
"Nam quod novcm hauriunt angclorum ordincs, id novenario progrcssu in univcrsa diffunditui
[...]."(John Colet, Two treatises on the hierarchies of Diotr^sius, Londrcs, 1869, editado jtmto
con traducdon inglcsa por J. H. Lupton, p. 180). El mistidsmo dionisiano de Colet se vc in-
la
fluido en este tcxto por la "astrologizadon" fidniana del mistidsmo (cf. supra, pp. 143-146).
Colet tambicn conocia las alabanzas a la dibala emitidas por Pico y hace varias dtas de la obra
dc este ultimo.
H. R. W. Chambers, Thomas More, Londres, 1935, pp. 93-94.
52. The life of John Picus, Earl ofMirandula en The en^isb Worh of Sir Thomas More,
ed. por W. E. CampbcU, A. W. Reed, R. W. Chambers et al., (1931), I, p. 351.
218 GIORDANO BRUNO Y LA TRADia6N HERMinCA
Uo, las vidsitudcs y finales dc todas las cosas, solo a el los atribuyen, ya
nadie sino a el tributan honores divinos.'*
Pues cntre sus leyes mas antiguas cuentan con la siguiente: a nadie
dcbe servir su propia rdigion como motivo de perjuido. En efecto,
Utopo [...] decrao que cada cual pudiera praaicar la religion que mas
la agradara e induso hacer todo lo posible para atraer a otros a sus pro-
pias crecndas, que las argumentara con amabilidad y modera-
con tal
5 3. Moro, Utopia. [£sta y las dos dtas siguicntcs dc Utopia han sido traduddas dircaa-
tncntc del tcxto latino por Francesc J. Cuaitcro.]
54. Ibid.
55. Ibid.
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>.,v'-^>' --'^v'-' K%'-'^i^'^\^ ':p-:3..'<'^--
^^ ^S '^-''-''^.^':?J'^^
v^
pagina 397.
EL HERMETISMO RELIGIOSO EN EL SIGLO XVI 221
el sostenido por Dee, que era un mago de tipo cristiano a la vez que un
autentico dentifico dotado de un conodmiento real acerca del aparato
matematico induido en la teoria copernicana." Bruno debio familiari-
zarlo con una nueva variedad de hermetismo.
Estamos preparados para la irrupdon de Giordano Bruno en nues-
tro libro. Hasta aqui hemos ido pertrechandonos con toda una serie de
datos previos, puesto que tan solo situindolo en el context© de la histo-
GIORDANO BRUNO:
PRIMERA VISITA A PARIS
1, Son numerosisimos los cscritos sobre h vida y obra dc Giordano Bruno (cf. la Biblio-
grafia). La mcjor biografia sc dcbc a V. Spampanato, Vita di Giordano Bruno, Mesina, 1921.
En lo que hace referenda a las abreviaturas que he emplcado para las cdidones de las obras
dc Bruno y para las iiientes doouncntales, cf. la Hsta de Abreviaturas, pp. 15-16.
2. Documenti, p. 84.
\^?: >^^^r^f^'^--'"^'^"^"^^^->C?^' ^
K,-f -<;-, r^ .-•( i:^^v.
•*^"
3.Frances A. Yates, Tht art i/ffiuvtoty, Loodrcs-Chicago, 1966 (trad, castellana en Tau-
rus,Madrid, 1974). En los primcros capitulos se traza un bosquejo dd arte de la memoria
desde la edad disica hasta el Renadmiento. Al uso bruniano dd arte de la memoria se hallan
dcdicados dnco de los capitulos del texto y los restantes abarcan la bistoria de este tema en el
periodo subsiguiente. Los capitulos dcdicados a Bruno tienen como objeto dcmostrar que, para
dicho fil6sofo, d arte de la memoria se hallaba orgintcamente vinculado a su filosofia henn^ca
y a su misi6n.
4. Para un breve esbozo dd proUcma, cf. "The dceronian art of memory",
mi articulo
Mediotvo t 195 5, 11, pp. 871-903. Un
Rinascimtnto, audi in onore di Bruno Nardi, Florenda,
lihro redentemente puUicado sobre este tcma, en d que se induye un capitulo dcdtcado a Gior-
dano Bruno, es d de Paolo Rossi, Clavis Universalis.- Arti mnemonicht e loffca covtbinatoria da
Lullo a LeSmi^f Milin-Nipolcs, 1960. Cf. tambicn C. VasoH, "Umanesimo e sinlbcdogia nd
primi scritti luUiani e mnemotccnid dd Bruno", Umanesimo e simbolismo, Padua, 1958,
pp. 251-304 y d articulo de Paolo Rossi que aparece en este mismo volumcn (pp. 161-178),
t''
arduos y desapadbles, pero ima vez que uho se sumerge en las profundi-
dades de aquellas sombras no deja de perdbir una scrie de benefidos.
8. Ibid., p. 6.
las ideas que, en rcalidad, ha sido cscrito por Hermes, o dicho en otros
terminos, es un libro de magia solar sumamente importantc. La alusion
al Lamcnto del AsdepiuSy en el que se describe como
de los la religion
egippos acaba, en tiempos tardios y oscuros, por ser prohibida a travcs
de disposidones legales/' reladona esta nueva reveladon hermctica
concedida a Giordano Bruno cx)n la religion egipda, la religion del in-
Cantar d( los cantares. El texto se halla ilustrado con una rueda subdi-
vidida en treinta sectores marcados con otras*tantas letras, hallandosc el
lecto del cual aquel no es mas que una imagen. La rueda con las letras
es, sin lugar a dudas, un demento caracteristico de Ramon liuU, y re-
flcja el prindpio luliano de fundamentar todo arte sobre los atribu-
tos divinos representados por letras, Tambien es posible que se halle
conectada con las lecdones sobre los "trdnta atributos divinos" que
dio Bruno en Paris, y de las cuales no ha llegado hasta nosotros tex-
to alguno.^^
A continuadon encontramos trdnta breves capitulos sobre "con-
ceptos de ideas", ^^ que tienen un caraeter vagamente neoplatonico y en
los que se mendona a Plotino muy a menudo. Sin que U^gue a dtarla
de forma explidta, la obra que preside y dirige basicamente el pensa-
miento de Bruno es c\De vita coelitus comparanda.Dc hecho, aunquc de
un modo confuso, alude a la "plotinizadon" fidniana de las imagenes
cdestes, y prepara d camino para introdudr las listas de tales imagenes
sobre las que se halla fimdamentado d sistema magico de la memoria.
Las de dichas imagenes ocupan una considerable parte del li-
listas
bro,^* SehaUan reunidas en trdnta grupos, cada uno de los cuales cst^
subdividido en otros dnco, dtandose, por lo tanto, un total de dento
cincuenta imagenes.
En primer lugar hallamos las imagenes de los trdnta y sds decanos,
cuya lista, naturalmente, comienza del siguiente modo:
2 1 Agrippa, De occult, phil. , II, 37. Un analisis dctallado de las imagenes brumanas de
los decanos ha mostrado que 17 de ellas son similares a las dcscritas por Agrippa; otras 17 son
de Agrippa, pcro con ligeras variantcs, una (Pisds, 2) se asemeja mas a la imagen
similarcs a las
dada por Pietro d'Abano (en suAstrolt^ium planum) que a la dcscrita per Agrippa; finalmentc,
otra (Capricornio, 3) cs absolutamente distinta dc la imagen descrita tanto por Agrippa como
por Pietro d'Abano.
22. Op. lat., II (i), p. 144. Las imagenes planetarias se cncucntran en las pp. 144-1 5 1
y
cstan ilustradas con indsioncs dc los planetas.
23. Agrippa, De oCcult. phil, II, pp. 37-44.
24. Op. lot., II (i), pp. 151-153.
25. Agrippa, De occult, phil., II, pp. 46.
26. Op. lot., II (i), pp. 154-157.
27. Cf. supra, p. 162. Me inclino a pcnsar que estas 36 imagenes invcntadas pueden
habcrlo sido a fin de servir de complcmento a las imagenes dc los decanos y obtencr, dc cste
modo, los influjos favorables del universe. En otras palabras, la sfcrie de 1 50 imagenes pucdc
ser alguna construcdon equivalente a un modelo favorable de los delos.
d'Ascoli, un famoso mago del siglo xiv que murio quemado en la ho-
guera, dta, en su comentario nigromantico a la Esfera de Giovanni di
Sacrobosco, un libro titulado Liber de umbris idearum que ataibuye a Sa-
lomon.^' Al repudiar el cristianismo y adoptar entusiasticamente la tra-
didon hermetica egipda, Bruno rctrocedc hasta una forma mas oscura
y medieval de nigromanda, empleando, al mismo tiempo, la elaborada
"plotinizadon" fidniana de los talismanes. Por esctraordinario que
pueda parecer, creo que las "sombras de las ideas" brunianas son las
imigenes magicas, las imagencs arquctipicas celestes que se hallan mas
pr6ximas a las ideas de la mente divina de cuanto puedan estarlo las co-
sas inferiores. Asi pues, es perfectamente posible que Fidno, que tan fre-
29. £1 comentario dc Cccco d'Ascoli ha sido publicado por Lynn Thorndikc en The
Sphere of Sacrobosco and its commentators, Chicago, 1949, pp. 344 y ss. las dtas de Salomon in
;
libro de umbris idearum sc cncucntran en las paginas 397 y 398 dc csta cdidon. Cf. tambien
Thorndikc, History of magic and experimented science, II, pp. 964-965.
Bruno conocia la obra dc Cccco d'Ascoli pucsto que la mendona explidtamcntc en uno dc
los comemarios dc s\xDe immenso et innumerahilibus: "Ncc mentitus est Cicco Aesculano Floron
spiritus, quidc imibra lunae intcrrogatus quid esset, respondit: ut terra terra est [...]." {Op. lot., I
(l), p. 377.) Dc hecho, Cccco mendona el espiritu Floron "que pcrtenece a la jerarquia dc los
Querubincs" prcdsamente en una de sus dtadoncs del Liber de umbris idearum dc Salomon
(The Sphere, etc., ed. dc L Thorndikc, p. 398).
pesde cl momento que Bruno mendona su propia obra perdida sobre la Esfera en el con-
texto de esta dtadon a Cccco d'Ascoli (cf. mas adclantc, p. 370, nota 79) no parccc ilusorio
que sc sirvicra del comentario nigromintico de Cccco en cl curso dc las Iccdoncs sobre la esfera
que dio en Toulouse y que en tal comentario encontrara una sugerenda para el titulo de su libro
sobre mcmoria magica.
la
30. Los grandes hombres e inventores {Op. lot., II (i), pp. 124-128) sc hallan distribui-
dos en grupos dc trdnta con dnco subdivisioncs en cada uno que son dcsignadas con las dnco
vocales. Las otras listas (ibid., pp. 132-134) sc hallan rcagrupadas y dcsignadas dc idcntico
modo. Las imagenes magicas (ibid., pp. 135-137) tambien se hallan clasificadas del modo ex-
puesto. Una vcz distribuidas todas las list js en drculos conc^ntricos se obtiene el sistema com-
GIORDANO BRUNO: PRIMERA VISITA A PARIs 231
terior todas las scnsadoncs de aquello que ha sido crcado, del fiiego y
del agua, de lo humedo y^c lo seco, imaginando que cstis en todas par*
tes, sobre la ticrra, en d mar, en el delo, Imaginatc que aun no has naci-
do, que te encuentras en el seno matcrno, que cres adolescente, viejo,
que estas mucrto, que estas mas alia de la muerte. Si consigues abarcar
con tu pensamiento todas las cosas en su conjunto, tiempos, espados,
substandas, cualidades, cantidadcs, podras comprendcr a Dios.'^
pleto, basado sobrc 50 imigencs migicas subdivididas en grupos de 30, del que fofman
las 1
tive que ayudara, no solo a la memoria, sino a todos los poderes del
alma para que puedan dcsarrollarse segun cauces maravillosos".^*
Cuando alguicn construye por si mismo las formas celestiales "llega,
partiendo dc la confusa pluralidad de las cosas, aunidad que subyace
la
en todas eUas". Puesto que las partes dc las espedes universales no son
consideradas separadamcnte sino en reladon al orden implidto que las
interreladona, ^ acaso existird algo que no consigamos comprender, me-
morizar y hacer? '^
El sistema magico bruniano de la memoria es, pues, rcprescntativo
articulo en que discutc elDe vita coelitus comparanda: "Che Bruno [...] si serva aella sua arte de-
11a memoria delle^/« astrologichc di Teuao babilonesc non ^ nc un caso n^ un capricdo: ^ la
continuazionc di un discorso molto prcdso intomo agli tsemplari dclla realta" ("Lc 'Elczioni' e
Bruno
Venus, alma, formosa, pulchcrrima, arnica, bcneuola, gratiosa, dulds,
amcna, Candida, siderca, dionea, olens, iocosa, aphrogenia, foecunda,
gratiosa, larga, benefica, placida, delidc^a, ingeniosa, ignita, concilia-
trix maxima, amorum domina [...].'*'*
Agrippa
Venus, vocatur domina, alma, formosa, siderea, Candida, pulchra, pla-
cida, multipotens, foecunda, domina amoris et pulchritudinis, seculorum
progenies hominimique parens initialis, quae primis rerum exordiis se-
xuum diversitatem geminato amore sociavit, et aeterna sobole homi-
num, animaliumque genera, quotidie propagat, regina omnium gaudio-
rum, domina laetitiae [...].^'
como hizo por lo que respecta a las imigenes astrales de dicho autor.
Se ha dicho que los conjuros de Circe, o mejor dicho, el Cantus, es
vma ad memoriae praxim ordinatus '^ seguida de un arte de la memo-
ria.'*' Si por un momento volvemos la vista hada atras
y pensamos en
los ritos solares descritospor Francesco da Diacceto, discipulo de Fi-
dno, en los que el tahsmin solar era venerado mediante rituales e him-
nos orficos hasta el momento en que la imaginadon se hallaba emodo-
nalmente prcparada para redbir una "espede de impronta",'** puede
dedudrse que los conjuros planetarios de Circe tenian como fimdon
disponer a la imaginadon para redbir improntas de las imagenes plane-
tarias. El adepto debia enfrentarse al arte de la memoria con una imagi-
Adesto sacris filiac tuac Circes votis. Si intcnto, castoquc tibi ad-
sum animo, si dignis pro facultate ritibus me praesento. En tibi facilcs
Bruno era un mago muy sensible a las influendas del medio am-
biente en que se hallaba. Tal como se mostrara mas addante, durante
el
.
4^
236 GIORDANO BRUNO Y LA TRADia6N HERMtOCA
pues, perfectamcntc posible que Bnmo tomara la idea de una magiea re-
forma solar conectada con la monarquia francesa de los textos que dr-
culaban por la corte de dicho pais.
Volvamos por im moment© al capitulo anterior y recordemos el
guno. Esto, naturalmente, no es derto. Por otra parte, afirma haber de-
dicado un libro titulado De umbris idearum al rey, quien, en compensa-
don, le nombro profesor.^^ Si Enrique III hubiese ojeado elD^ umbris
56. "[...] il re Enrico teizo mi fece chiamarc un giorno, ricercandomi se la mcmoria che
avevo c chc professava, era naturalc o pur per arte magiea; al qual dicdi sodisfazionc; c con
quelle chc li dissi c fed provare a lui medesmo, conobbe cbe non era per arte magiea ma per
sdenzia. £ doppo qucsto fed stampar im libro de mcmoria, sotto titolo De umbris idearum, il
qual dedicai a Sua Macsti e con qucsto mi fece lettor straordinario e provisiooato [...] " {Docu-
mtnti, pp. 84-85).
GIORDANO BRUNO: PRIMERA VISITA A PARfS 237
qual non faccva altro, sc non chc stava per suo gcntilomo" {Documenti, p. 85).
238 GIORDANO BRUNO Y LA TRADia6N HERM^CA
1583; df. BAUograpa, p. 68. £n la actualidad parece ballarse plenamente probado que el edi-
tor de esta obra y de los diilogos italianos pubHcados en In^terra fue John Cbarlewood;
cf. G. Aquilecchia, "Lo stampattMre londinensc di Giordano Bruno", Studi di Filologia haliana,
Para un analisis detallado de esta obra desde el punto dc vista tnnemot^cnico, <£ mi libro
The art of memory, pp. 245-265.
240 GIORDANO BRUNO Y LA TRADia6N HERM^TICA
propio Bruno sobre sus experiendas en Oxford, de los que pueden de-
dudrse, como muestra el parrafo dtado anteriormcnte, que el mago no
habia qucdado demasiado satisfecho con la acogida redbida en dicha
universidad.
En un de Robert McNulty, pubiicado en 1960 en Renais-
articulo
sance ban sido aportadas evidendas absolutamente nuevas
Nettys, ^
acerca de las reacdones produddas en el ambiente de Oxford por las
confcrendas de Bruno. George Abbot, que fue posteriormente arzo-
bispo de Canterbury y que en 1583, durante la visita de Bruno a Ox-
ford, residia en Balliol, publico en 1604 una obra doctrinaria que era
una replica protestante a lais argumentadones expuestas por un cscritor
catolico en un libro impreso y distribuido dandestinamente en Inglate-
rra. El escritor catolico en cuestion era el benedictino Thomas Hill y el
libro A
Quartron of Reasons of CathoUke Religion, que, impreso en
1 600, estaba adquiriendo por aquel entonces una notable influenda. El
6. La
cena de U ctneri (1584), dial. 4 {Did. itd., pp. 13M34).
7. Gabriel Harvey, Marpnalia, cd. por G. C. Moore Smith, 191 3, p. 1 56; dcdicatoria
dc Florio al Icaor antcpucsta a su traducdon dc los cnsayos dc Montaigne; ptcfado de "N.
W." a The u>ortby traa of Paulus louius (1585) dc Samuel Daniel.
8. Robert McNulty, "Bruno at Oxford", Retiaissana News, XIII ( 1 960), pp. 300- 30 5
242 GIORDANO BRUNO Y LA TRADia^N HERMinCA
ncs posteriorcs.' Los dos escritores catolicos dan una serie de razones
para dcmostrar que su fc cs la verdadcra frcntc a la opinion contraria
mantenida por los protestantes. Por ejcmplo, reclaman tencr de su parte
la autoridad de la tradicion los Padres; la herejia no es un hecho
y de
nuevo y las herejias modernas no son otra cosa que meras repetidones
de las antiguas; los seguidores de la fc catolica han obrado miiagros,
micntras que los protestantes no; los catolicos tienen visiones y los pro-
testantes no; los catolicos opinan como un solo hombre en lo que con-
derne a que les es comiin, mientras que los hercjes se hallan
la fe divi-
didos entre por una serie de discrepandas,.
si
'
George Abbot, que era de tendenda netamente calvinista y puri-
tana, toma en sus manos
de responder a Hill (y a Bristow, so-
la tarea
Copernico segun la cual la ticrra gira micntras los ddos pcrmanccen in-
movilcs; en rcalidad, lo cierto cs que lo que giraba era su cabeza, provo-
cando el consiguiente movimiento de su cerebro. Una vet finalizada su
nificativa por cuanto posee una derta conexion con el vocable mago.
Abbot, en su libro fieramentc anticatolico, habia de Bruno al Uegar
al punto en el que da replica al argumcnto de Bristow-Hill segun el cual
los catolicos se hallan "unidos y en comtin acuerdo" mientras que la di-
vision es la caracteristica dc los hcrejes. Abbot desea subrayar la falta
de ongioalidad en la argumentadon de Hill, por cuanto se limita a re-
produdr d material que ya habia expucsto previamente Bristow, y dta
a Bruno como otro ejcmplo de plagiario, descubierto en Oxford con las
manos en la masa mientras pronundaba ima scrie de Iccdones cuyos ar-
gumcntos cstaban tornados de la obra de Fidno. El pretcxto para ha-
10. Abbot, The Reasons, etc, pp. 88-89; dtado por McNulty, art. at., pp. 302-303.
244 GIORDANO BRUNO Y LA TRADIQ^N HEBUWinCA
blar de Brunocs tan debil que debc suponerse, sin lugar a dudas, la
1 1. De la causa, principio t uno (1 584), dial. 1 {Did. ital., pp. 209-210). Para una trad,
inglesa dc esta obra, veasc S. Grccnbcrg, The infinite in Giordano Bruno, Nueva York, 1950,
pp. 77 y ss.
don a cada uno de los dioses y para cada una de las especies agrupadas
bajo los divcrsos generos del ens, puesto que asi como la divinidad des-
ciendc en dcrto modo por cuanto cstablcce comunicacion con la natura-
leza, debc tencrse en cuenta que una de las formas de ascender a la divi-
nidad es a traves de esta y asi, por mediadon de la vida que resplandece
en las cosas naturalcs, nos es posible ascender hasta alcaazar la vida que
las preside y gobierna I...]. En base a estos hcchos puedo obscrvar de
que modo los sabios antiguos poseian el poder necesario para entabiar
familiaridad con los dioses y gozar de su afabilidad y trato, quienes a
traves de voces emanadas de las cstatuas les propordonaban consejos,
doctrinas, predicdones e institudones sobrehumanas. Por medio de ri-
nidad por la misma escala de natural cza por la que desciende la divini-
dad para comunicarsc induso con las cosas mas insignificantes. Pero
aquello que me parece mas deplorable es la aauacion de algunos insen-
satos y atolondrados idolatras que intentan imitar la excdcncia del culto
-gm^'^iit^-^^'^r ^^^^: %:"< :
^^^-^f 'j!?;^
Mas adelante desarroUa de forma mas amplia sus ideas acerca de la reli-
gion egipda:
13. Spaccio delta hestia triowfante, dial. 3 {DuU. ital, pp. 777-778).
1 4. Cf. supra, pp. 55-56.
Tf-'
otro camino cs vano como lo cs pretender coger agua con las redes
y
pescar con una bandeja, Dc aqui que sc crea que la vida que da forma a
las cosas segiin dos razones prindpales se halla en los dos cuerpos mas
proximos a nuestra esferica y divina madre, el sol y la luna. En una se-
les a las minas y fiiiitos a los arboles, tambien da suerte, virtudes, for-
tuna e impresiones a dertas partes de dertos animales, bestias y plantas.
Pero la divinidad redbio el nombre de Neptuno en el mar, de Apolo en
el sol,de Ceres en la tierra, de Diana en los desiertos, y asi fue red-
biendo diferentes nombres para cada una de las otras especies que, a
modo de ideas distintas, se constituian en diversas divinidades dentro
de la naturaleza a pesar de que todas eUas se refieran a una sola divini-
BRUNO EN INGLATERRA: LA REFORMA HERM^TICA 249
dad dc las divinidadcs y fuentc de las ideas que sc hallan por end ma dc
la naturalcza.^'
nipotente proveedor [...] sin duda alguna dara fin a tal desastre y hara
que el raundo rccupcrc su antiguo scmblantc.'^
Asdepius aparece con toda daridad en algunos de los pasajes que acaba-
mos de dtar, y en particular en el empleo dd termino "razones", en d
scntido de inilujos astrales basicos, que trae a mente los parrafos ini-
la
gion, predsamente la buena religion que fiie relegada a las tinieblas con
el advenimiento del cristianismo que la dcstruyo, prohibio el uso de es-
yd Spaccio delta bestia trionfante expone las lineas maestras de una ind-
piente reforma moral y rdigiosa.
17. Spaccio, dial. 3 [Dial, ital., 784-786). Cf. el Asclepius en C. H., II, pp. 326-330 y
supra, pp. 56-58.
Es un hecho accptado que cste pasaje dcriva del Asclepius, pero no ha sido dcmostrado que
todos los pasajes prccedentes, dtados mas arriba, derivcn de la dcscripdon dc la religion egip-
cia que en dicho texto, reelaborada y neoplatonjzada por Bruno siguiendo
se hace la linea inau-
dones sufridas por los influjos celestes que actuan sobre este)— quizas le
fiiese sugerida a Bruno por un tratado hermctico que no pertenecia a los
agrupados bajo el titulo comun de Corpus Hermeticum, sino que formaba
parte de los recuperados por Estobeo en su antologia. Me refiero al tra-
tado conoddo con el nombre de Kore Kosmou}^ o *'Hija (o Virgen)
del mundo", o, segun la de Patrido, por Minerva
traducdon latina
mundi. Dicho tratado se presenta bajo forma de un dialogo sostenido
la
entre Isis y su hijo Horus, en el que tambien toma parte como interlocu-
tor Momus. Isis inida el dialogo describiendo la creadon, una de cuyas
primeras fases consistio en el establecimiento de una determinada orde-
nadon entre las imagenes cclestiales de las que dependen todas las cosas
inferiores.'^^ A continuadon fueron creadas las cosas pertenedentes al
para tal proyecto, y cada uno de los dioses planetarios hizo entrega al
hombre de sus dones caracteristicos.^* Pero las cosas andaban de mal
en pcor y Dios acabo convocando a los dioses para una nueva asamblea
plenaria ^^ (de forma similar a como actua Jupiter en el Spaccio bru-
niano para emprender una reforma). La ignoranda que ha llegado a
alcanzar un predominio supremo sera expulsada del mundo y todos sus
elementos se veran liberados de la corrupdon al redbir una segunda
emanadon de la naturaleza divina.^' El tratado termina con cantos de
alabanza a Isis y a Osiris, que ban puesto fin a los sacrifidos anteriores
hurto, ignoranda, despecho y deshonra. Que pasc, que pase de una vez
esta noche oscura y atroz de nuestros errores, ahora que la aurora de un
26. Ibid., pp. 2 1-22. Me he limitado a mendonar algunas de las frascs que aparecen en
la letania.
27. Para una discusion sobre el tema, cf. Fcstugi^e, III, pp. 37-41, 83 y ss.
28. Sc halla mendonado en la Vera historia de Ludano, que Bnmo conoda muy bicn y a
la que hace referenda en La cena de It ceneri, dial. 3 {Dial ital. p. 111). No hay duda de que
,
Bnino conoda dircctamentc la obra de Ludano, pero d hecho cs que encontramos en d Kore
Kosmou un Momo colocado dentro de un contcxto herm^co. "Hermes se complado al oir las
palabras de Momo ya que habian sido proaundadas en un tono familiar" (C. H., IV, p. 16).
29. En el Nova de universis pbilosophia, Fcrrara, 1591 y Veneda, 1593. Cf. supra,
p. 213. Sobre la publicadon de los fragmentos de Estobeo por parte de Patrizi, cf. Scott,
I, p. 40.
30. \jA Antbolo^um de Estobeo, compilada alredcdor del 500 d. C, es una recopiladon
de extractos de los cscritorcs griegos, entre los que figuran varios fragmentos dc los Hermetica.
Algunos de ellos tambicn aparecen en d Corpus Htrmeticum ; otros tan solo aparecen en el texto
indicado y uno de cllos cs el Kore Kosmou. La editio princeps de la antologia (libros I y II) fue
impresa en Ambercs en 1575. Cf. Scott, I, pp. 82 yss.
BRUNO EN INGLATERRA: LA REFORMA HERM^TICA 25 3
nuevo dia de justida nos invita a cUo. Prcscntemonos de tal forma ante
el sol nadente que cuando haga su aparidon no pueda descubnr hasta
afirmado algunas veces, sino que, por el contrario, es una imagen para
englobar el conjunto de todos aquellos vidos opuestos a la virtud. Este
extremo queda adarado por el propio Bruno en su dedicatoria de la
33. Higino, Fabularum liber, Paris, 1578. Cf. mas addante, p. 376.
34. Spaccio, Dedicatoria [Dial, ital., p. 561).
BRUNO EN INGLATERRA: LA REFORMA HERM^TICA 255
35. Spaccio, Dedicatoria y dial 1 {Did. ital., pp. 562 y ss., 617 y ss.).
todas las cosas".^^ Por otxa parte, se afirma que, si bicn puede parecer
que las imagenes celestes con forma animal representan a los vidos, no
debe olvidarse que tales imagenes no se hallan absolutamente privadas
de una derta virtud divina, razon por la cual los egipdos, en su ascenso
hada la penetradon dc la divinidad, se Servian de las formas naturales
de las bestias.^' Asi pues, aunquc las formas animales de algunas de las
imagenes de las consteladones simbolicen los vidos contrarios a las vir-
nos), y su religion, magia y legisladon han sido sin lugar a dudas supe-
riores a las de los demas pueblos, Bruno se sirve de los elementos tradi-
donales empleados para el analisis de este problema, pero los coloca en
tal perspectiva que acaba defendicndo posidones singularmente aleja-
das de las ortodoxas.
Ademas de las influendas redbidas de los tratados hermeticos,
leidos por Bnmo como
documentos religiosos y eticos de los antiguos
egipdos, en el con toda daridad el influjo del Zodia-
Spaccio se dctecta
cus vitae (publicado por primera vez en 1 5 34) ^^ de Palingenio. En este
pocma didactico escrito en latin, Palingenio pasa revista de forma ordc-
nada a cada uno de los doce signos del zodiaco, conectandolos con su
propia doctrina moral, que tiene por fimdamento la victoria de las vir-
tudes sobre los vidos. Si tenemos en cuenta que el poema se halla jalo-
nado por arrcbatos de entusiasmo o furor, durante los cualcs la mens se
eleva hasta Uegar a los delos, creo que cabe pcnsar que el autor se halla
influido por las doctrinas hermeticas ^^ que se reflejan asimismo en el
(Zodiacus vitae, ed. dc Rotterdam, 1722, p. 251). No he conscguido seguir la pista de esta dta
que parcce atribuir a Hermes una postura en cxtremo pcsimista. En cl pasaje que aparecc a con-
BRUNO EN INGLATERRA: LA REFORMA HERAjiTlCA 261
tinuadon, cl autor condnua dcplorando que el mundo haya sido abandonado en manos dc un
dcmonio diabolico que atiende al nombre de Sarcoteo. Esta postura parece implicar un dua-
lismo que permitiria explicar cl pcsimismo del poema y su preocupacion por la maidad del de-
monic, (R. Tuve, en su introducdon a la traducdon de Googe, habla de una conccpdon casi
maniquca.) Es esta una postura difidlmente recondliablc con la interpretadon pitagorico-pla-
tonica del epicureismo.De hecho, me parece imposibic explicar y encontrar sentido a los puntos
dc vista de Palingenio sobre unas bases filosoficas normales. Una explicadon posible seria que
Palingenio no comprendiera en absolute a Lucredo y hubiera interpretado su pcsimismo y su
profundo intcrcs por "cl mundo" como una espcde de gnosis dualista (cUo cxplicaria d lugar
ocupado por la etica epicurea en el marco del todiaco, asi como los clemcntos magicos) a la que
combinaba con sus propios pitagorismo y ncoplatonismo.
68. Garin, "Riccrchc sull'epicurdsmo del Quattrocento", Cultura, pp. 72-86.
69. Ibid., pp. 83-84.
262 GIORDANO BRUNO Y LA TRADIQ^N HERmItiCA
Mientras que nadic trabaja para ellos y ellos no trabajan para nadie
(puesto que no hacen otra cosa que criticar las obras), no dejan de vivir
a costa de la produccion de aquellos que han trabajado para beneficio
de otros que no ellos, pues para uso de otros han sido instituidos tem-
plos, capiUas, posadas, hospital es, colegios y universidades. Por consi-
guiente, no son mas que abiertos ladrones y usurpadores de bienes que
70.En d libro VIII del De immenso, Bruno dta a Palingenio como un autor con cl que
sc hallapardalmente dc acucrdo (Of. lat,, I (n), pp. 292 y ss.). A continuation del pasajc en
que sc mcndona cxplidtamente a Palingenio aparccc otro contra la "gnostica seaa" que pos-
tula dos prindpios, uno del bien y otro del mal, asignando al segundo dc ellos el control del
mundo (ibid., pp. 302 y ss.). Es muy posible que intentara en tal pasaje disodarse del dualismo
En este y otros pasajes contra los "pedantes" que miran con des-
precio las buenas obras (obviamente en ellos se hace una clara referenda
a la doctrina de la justificadon a traves de la fe), y destruyen las crea-
das por sus predccesores, emerge, por medio de un curioso tipo de do-
ble perspectiva, ima vision de la sodedad in^esa anterior a la Reforma
mucho mas proxima al ideal "egipcio" de lo que lo esta la sociedad de
la epoca, y las ruinas de sus templos, hospitales y escuelas son objeto de
deprecadones que recuerdan el tono empleado en el Lamento del
etica ensaka las virtudes positivas de Jupiter, Venus y el Sol y, tal como
hemos dtado
lo indican las protestas contra los "edificios Vestalcs" que
antcriormente, su caracter no es en absoluto ascetico. Todos los horro-
res desencadenados per las sectas cristianas seran reparados en el mo-
mento en que resurja la religion egipda y el tipo de leyes morales que
Bruno reladona con ella. Sin embargo, indica que su reforma en cierto
modo debe permaneccr asodada con la Iglesia ya que el Altar, del que
se discute al analizar la constelacion homonima, debe permanecer en los
delos junto al Centauro, mitad bestia (en el sentido egipdo de dios),
mitad hombre.'^ El Centauro es objcto de admiradones puesto que ha
sanado enfermos y ha mostrado xm camino para remontarse hasta las
estrellas,
y permanece en los delos, pues alii donde hay un altar, forzoso
es que exista im sacerdote que ofide ante el.
Cuando le llega el turno a la Corona austral, Apolo pregunta que es
lo que debe hacerse con ella:
escudo donde sobre el cucrpo formado per las des cerenas rcales se alza
etra mas cminente y bella. Estc rey cristianisirao, sante, religiose y
pure, puede dear cen teda seguridad Tertia coelo manet^ ya que sabe
muy bien que ha side escrite: beatos los pacificos y bcatos los puros de
corazon, pues de ellos es el reine de los delos. Ama la paz, conserva
78. Ibid., dial. 3 {Dial, itai, p. 825). Cf. tambien d parrafo rdativo a la constdadon
del Centauro (ibid., pp. 82 3 y ss.). El Centauro es Cristo, entendido desdc d punto dc vista
hermetico o como un mago benevolo.
i^"^
dos? ^jPor que razon habria que sospechar de otros prindpes y reyes si
no pretenden domar vuestras fuerzas y cenirse vuestra propia corona?
Tertia coelo manet. Permanezca pues la Corona en los delos (conduye
Jupiter) espcrando la Uegada de aquel que sera digno de tan magnifica
posesion [...].^'
cual ya habia dedicado otras obras, es bastante logico que los lectores
ingleses pensaran que el Spaccio gozaba de un derto apoyo por parte de
las autoridadcs galas. Al parecer, el senor de Mauvissiere no desaprobo
79. Ibii ipial. ital, pp. 826-827). "Tertia codo manct" se refierc al cmblema de Enri-
que III en el que aparecen las trcs coronas. Cf. mi libro French academies of the sixteenth century,
paginas 2Z7-22S.
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don cristiana del hermctismo. Bruno asume una posidon radical que lo
coloca fiiera de los limites del hermctismo cristiano predominantc,
ya sea por cuanto abandona la interpretadon cristiana del hermctis-
mo, ya sea, por endma de todo, por cuanto admite que en la magia sc
hallan la esenda y el nudeo fundamental que sirven de sustento al her-
mctismo. Lejos de evitar d pasaje sobre la magia contenido en dAscle-
pius, o de mitigar su alcance, lo convierte en la base de las reformas reli-
imposible que tanta corrupdon como existe pueda ser demasiado dura-
dera y, en este aspecto, espero grandes cosas del rey de Navarra".*^
Puede observarse como tambien todas las afirraadones que acabamos
de rescnar concuerdan perfectamente con las tesis vertidas en el Spaccio.
Giordano Bruno, como mago, tenia una mision religiosa hermetica
que cumplir. A
pesar de que es un enfant terrible entre los hermeticos reli-
giosos, en ningun momento deja de ser uno de cllos. Colocado dcntro
de este contexto, la figura de Bruno queda fmalmente enmarcada en los
movimientos ideologicos caracteristicos de su siglo.
84. L. Firpo, "II process© di Giordano Bruno", Quademi delta Rivista Storica Italiana,
Napolcs, 1949, pp. 10 y ss. Tanto Corsano como Firpo sc han ocupado del ultimo periodo de
la vida dc Bruno y de su regreso a Italia como mago reformador. Corsano no ha logradb perca-
tarscde que todas las obras de Bruno se hallan repletas desde un bucn prindpio por una ingente
cantidad de elementos magicos. Hasta ahora ningun invcstigador se ha ocupado dc los clemen-
•^os magicos que aparecen en el Spaccio.
CAPfTULO XIII
redo el Spaccio, aunque probablemente antes que este) "ban existido las
de los caldeos, egipdos, magos, orficos, pitagoricos y otros pensadores
antiguos que se ajustan mucho mcjor a nuestras preferendas." '
La
satira sobre los pedantes contenida en Cena refleja la polemica sur-
la
gida entre Bruno y los doctores de Oxford, y estas palabras les indican
a ellos y a todos los lectores de la obra que la filosofia del Nolano es
1. Cena dt U ceneri, diaL 1 {Di^. ital, p. 41). La obra esta dedicada a Mauvissinc, el
embajadoT frances. La cena durante la cual Bruno discutio con los pedantes sobre la teoria co-
pemicana debio tcner lugar, segun pucde dedudrse de las indicadones induidas en el propio
texto, en casa de Fulkc GreviUe, pero posteriormente Bruno dedaro a los inquisidores que en
realidad se efcctu6 en la embajada francesa (Documenti, p. 121). He discutido algunos aspeaos
de esta obra en mi articulo "The religious policy of Giordano Bruno", J.W.C.I., III (1939-
1940), pp. 181-207. La mejor edidon de La cena de le ceneri es la llevada a cabo por G. Aqui-
lecchia, Turin, 1955.
2. Oratio vdediaoria, Wittenberg, 1588 {Op. lat., I (i), pp. 16-17).
-' '"'$W^'
Asi pues, jjquien sera tan viUano y descortcs con los trabajos de este
hombre [Copernico], como para olvidar todas sus realizadones y el he-
cho de que los dioscs le mandaran a nuestro mundo a modo de aurora
que debe prccedcr la salida de este sol que es la antigua y verdadcra fi-
janas estreUas. Las alas del entendimiento habian sido cercenadas a fin
de que no emprendiera el vuelo para descorrcr el velo de nubes que le
velos que nos ocultaban la naturaleza, ha dado ojos a los topos, ha ilu-
minado a los que no podian fijar la vista en su propia imagen reprodu-
dda en los innumerables espejos que existen a su alrededor, ha devuelto
cl habla a los mudos que no sabian ni conseguian explicar sus intrinca-
dos sentimientos, ha dado fuerzas a los indcdsos que no se atrevian a
que su espiritu llevara a cabo el avance que le esta vedado a la innoble y
pereccdera materia [...].'
Estos pasajcs son los que solian provocar el extasis de los liberales
del siglo XIX que admiraban el grito de hberadon lanzado per un pensa-
dor dcntifico de vanguardia que intentaba desprendcrse dc las cadcnas
medievales. Realmente sus palabras son extremadamente eficaces y tur-
badoras, pero, ^cual es su significado?
Aigunas formas de hcliocentrismo ya fiieron conoddas en la anti-
guedad y el propio Copemico dtaba en su obra a algunos de sus prede-
ccsores.^ Sin embargo, esta antigua verdad que resudta y de la que el
J'\-
.i;'^x^:.-^_:f^yWf^-'^^^' c^\F- ^^-^;-:--V^N^^'^"€^^
'^.3^'
que hablan del sol como de un dios visible. Precisamente csta es la clave
que nos permite entender la posidon adoptada por Bruno y nos lleva a
conduir que su teoria es una nueva interpretadon hermetica de la divi-
nidad del universo, una gnosis ampliada.
El sol copernicano anunda el victorioso resurgimiento de la anti-
gua y verdadera filosofia despucs de un largo periodo durante el cual se
ha visto sepultada en las mas profundas tinieblas. Bruno esta pensando
a este respecto en la imagen de la Veritas filia temporis, la epoca que ha
hecho salir la verdad a la luz del cUa, simbolismo que ya habia sido
usado a proposito dd retorno de la fe catolica a Inglatcrra, bajo el rei-
nado de Maria Estuardo, para rescatarla de las tinieblas protestantes y,
viceversa, a proposito del retorno de la verdad protestante, bajo el rd-
nado de Isabel, que expulsaria las tinieblas catolicas.^ La verdad de la
que habia Bruno habia sido retenida en oscuras cavernas por los "Mer-
curios y Apolos" que pretendian descender de los delos. El significado
de esta imagen literaria queda esdareddo cuando se confronta este
texto con d pasaje analogo del De umhris idearum sobre la providenda
divina que no cesa, tal como los sacerdotes egipdos acostumbraban a
dedr, a pesar de los decretos promulgados en diversas epocas por Mer-
curios tiranicos. El intelecto no deja de iluminar y el sol visible no cesa
de difundir su luz por el simple hecho de que no dirijamos nuestros ojos
constantemente hada ellos.^ La verdad que pronto emergera a la luz es
la que habia sido sofocada por los falsos Mercuries (es decir, por los
cristianos), la verdad magica, la verdad egipda, el sol como dios visible
(en la acepddn de Hermes Trismegisto), la verdad que es d objeto cen-
tral dd Lamento dd Asdepius. En otro pasaje de la Cena de le ceneri se
describe en los siguientes terminos al sol nadente de la verdad:
7. Cf. F. Saxl, "Veritas Filia Temporis", Philosophy and History, Oxford, 1936, rccopi-
ladon de cnsayos en Konor de E. Cassircr editada por R. Klibansky y H. J.
Paton, pp. 197-
222.
8. Cf. supra, p. 225.
276 GIORDANO BRUNO Y LA TRADia6N HERM^TICA
Asi pucs, debemos cstar atentos para saber si nos hallamos en el dia
Son casi exactamente las mismas palabras con las que Bruno des-
cribe su propia ascension, con la salvedad de que este presdnde total-
dadon correcta), "no era otra cosa que el punto marcado por el pie del
compas al delinear el epiddo de la tierra y la luna, que es uno solo y el
mismo para ambas" (Lam, Ic)}^ Es posible que el episodio de mandar
a buscar un libro haya sido deliberadamente alterado por Bruno en la
version que nos ha dejado del debate oxoniense en su Cena^ al indicar
que el libro pedido no era un Fidno sino un Copernico.
En todo caso, lo derto es que para Bruno el diagrama de Coper-
nico no era mas que un jerogjifico, un secreto hermctico en cuyo inte-
rior se esconden potentes misterios divinos que el habia conseguido des-
dfrar. Para comprender la real importanda de la discusion contenida
critas por Kepler en 1621 en las que analizo la diferenda existente en-
trc su propia intarpretadon del diagrama y la efertuada por Fludd en
sus respectivas obras sobre la armonia. Mis diagramas, dice Kepler, son
matematicos, mientras que los de Fludd son herm^icos. '*Tu tractas
mathematica more hermetico", increpa a Fludd, ^'' Otro tanto hace
Bruno al interpretar el diagrama copernicano "more hermetico" y, ade-
mas, actuando de este modo, se siente apoyado por el propio Cop&-
ha introduddo una referenda a Hermes Trismegisto junto
nico, que al
17. ]. Kepler, Htmnonue mutuU (Gesammeltt Werkf), Munich, 1940, cd por M. Cas-
par, Band VI, p. 432. Cf. mas adelantc, p. 501.
18. Cena, dial. 1 {Dial, itd., p. 29).
280 GIORDANO BRUNO Y LA TRADIC1<5n HERM^TICA
causa de cstc movimicnto, tanto del todo como de cada una dc sus par-
tes, es que pueda pasar a traves de todas las vidsitudes, no solo para que
todo se encuentre en todos los lugares, sino para de este modo todo
pueda alcanxar todas las fbrmas y disposidoncs [...].'^
ria ridiculo suponer que esta nodriza dc todo ser viviente que da naci-
miento a todas las cosas fuera inmovil? En realidad, sin movimiento es
compietamente imposible generar. Es complctamente absurdo pregun-
tar, como tu lo haces, si la cuarta parte del mundo es inerte, ya que pre-
guntar si esta inmovil, para cualquier cuerpo, no puede tener otro signi-
ficado que ser inerte. Debes saber, pues, hijo mio, que todo aquello que
hay en el mundo, sin excepdon alguna, sc muevc, ya sea para disniinuir
o para acrecentarse, Todo aquello que se mucve esta vivo, pero no hay
ninguna neccsidad de que cualquier ser viviente conserve su propia iden-
tidad. Considerado en su totalidad, no hay duda alguna dc que el
mundo esta inmovil, hijo mio, pero todas las partes de este mundo se
hallan en movimiento. Sin embargo, nada pcrcce o es destruido,^"
21. Agrippa, De occulta philosophia, II, 56. Para cstableccr una comparacidn con la tra-
ducdon dc Fidno, cf. supra, p. 164, nota 35.
La quinta y scxta condusiones hcrmcricas dc Pico dclla Mirandola ("Nihil est in mundo
cxpers uitae. Nihil est in universo possibilc mortis ucl cotruptionis") han sido cxtraidias del tra-
siquiera intuida por d gtnial astronomo. Bruno poblo este universo in-
finite de iimumerables mundos en continue mevimicnto a txaves del es-
Bruno, d. D. W. Singer, Bruno. His life and thought, Londres, 1950; A. Koyrc, op. cit. Koyrc
opina que Bruno fiic el primer pensador que tomo en serio la cosmotogia de Lucrcdo.
-^^'1
El famoso dicho segun el cual Dios es "una csfera que tiene el centro en
todas partes y la drcunferenda en ningun lugar" se encuentra ya, ex-
pucsto de esta forma por primera vez, en un tratado hermetico del
sig^o xn ^^ y file aplicado por el Cusano al universo,*' entendido como
reflejo de la divinidad segun un esquema de pensamiento tipicamentc
hermetico. Este concepto fiie de importancia basica para Bruno, a
cuyos ojos los iimumerablcs mimdos no eran otra cosa que centres divi-
nes del ilimitado univcyso.
33. Oratio valedktoria, Wittenberg, 1588. {Op. lat., I (I), pp. 16-17.)
34. El hibtr XXIV pbilosophorum, publicado por Clemens Baeumker, "Das pseudo-her-
metiscbe Buch der XXIV Meister", Beitrage ifir Geschichte der Phtlosophte und Theologte des
Munstcr, 1928. La segunda proposidon dc esta obra describe a Dios
Mittelalters, fasc xxv,
como una "sphaera infinita cuius centrum est ubique, circumferentia nusquam". Cf. Koyre, op.
cit., pp. 18, 279 (nota 19).
Fidno atribuye a Hermes las siguicntes palabras: "Dissc Mercurio: Iddio c spera intelligi-
bQc, il cui centro c in ogni loco, la drcumfcrcnria in ncssimo" (Fidno, Dt Deo et anima, en Kris-
teller, Suppl. Fie, II, p. 1 34). Robert Fludd hacc lo propio (cf. Garin, Cultura, p. 145. nota).
35. Nicolas de Cusa, De docta ignorantia, II, cap. 2; cf. Koyre, op. cit., pp. 10 y ss.
Loados scan los dieses, y sea magnificada por todos los seres vivientes
36. Este fenomcno prccisa un cstudio ulterior. ^Acaso no es perfectamente posiblc que
como se ha dicho
cxistan dertas inilucndas cpicurcas en los cscritos hcrmcticos (que reflcjan, tal
en el primer capitulo, una mczda dc drculadon durante los ultimos
divcrsas filosofias en plena
periodos de la antiguedad clasica) y que los entusiastas scguidorcs de Hermes Trismegisto,
aquel antiguo y venerable egipdo, consiguieran detcaar y reconocer algunas dc sus cnscnanzas
en la obra de Lucredo? Dc modo idcntico, no cs dc extranar que los platonicos hubicran detcc-
tado a Hermes como la fiiente pristina del platonismo. Sea como fiierc, cs necesario dar alguna
expUcaddn historica a la aparentcmentc imposiblc combinadon dc motivos hcrmcticos y lucre-
Este peculiar punto de vista adoptado por Bruno sirve para contra-
rrestar los escrupulos de los hermcticos cristianos al acercarse a la litera-
tura hermetica, y les permite tomar como base de su filosofia aqueUos
tratados del Corpus Hermeticum que poseen un caracter mas marcada-
mente panteista, tales como el Corpus Hermeticum XII, De communis o
Corpus Hermeticum V y Quod Deus latens simul et patens est (segun los
titulos atribuidos por Ficino a tales tratados).
cado por el hecho de que tambien el, lo mismo que Ficino y Pico, era
un sincretista e incorporaba en su obra, basada en amplisimas lecturas,
motivos pertenedentes a otras fUosofias y literaturas crecidas en el am-
bito de la tradidon hermetica. Bruno conocia la obra de Platon y la de
los neoplatonicos a traves de las traducciones de Ficino. La filosofia
averroista (a la que tambien recurrio Pico en su sintesis filosofica)no
hay duda de que tambien influyo sobre su obra en la medida en que el
intellectus agens constituia ima confirmadon y una ampliacion del De
communi hermetico. La Fons vitae de Avicebron fue otra de las obras so-
bre las que Bruno inspire su filosofia. Por otra parte, Bruno, ex domi-
nico muy orgulloso de su propia orden, conocia profundamente un au-
tor tan difidl como San Alberto Magno y, ademas, nunca se abstuvo
de expresar la gran admiradon que sentia por Santo Tomas de Aquino,
la mas imponente lumbrera de su orden. Sin embargo, es muy probable
Para Bruno, las matematicas tambien pueden ser un tipo mas de pe-
danteria, una barrera que impida alcanzar las verdades mas profundas.
Por consiguiente, la matematica copernicana debe ser superada y tras-
50. G. Bruno, Candelaio, cd. por V. Spampanato (Ban, 1923), pp. 130 y ss.
51. Cena, dial. 1 y 4 {Dial, ital., pp. 37, 132). Cf. ETasmo,Atiagia, chiliadcl, ccntu-
ria VlII, n.° 51. Antlcyra era famosa por su eleboro, planta que sc suponia podia curar la lo-
cura.
52. Cf. supra, p. 242.
292 GIORDANO BRUNO Y LA TRADICi6n HERMJ^TICA
Ugioso, atribuida como esta a aquellos que desprecian las buenas obras
y que han destruido las de sus predecesores o, dicho de otro modo, a la
intoleranda religiosa de protestantes o puritanos. Tal como hemos visto
anteriormente, hermetismo bruniano, a pesar de su singularidad, debe
el
Vco con toda daridad que los hombres nacemos ignorantes y que
no es demasiado difidl adquirir plena concienda de nuestra ignorancia.
Crecemos y somos educados segun la disdplina y costumbrcs imperan-
tes en nuestro hogar, pero tenemos gran cuidado en no menospreciar las
Estos son los terminos que emplea uno de los interlocutores de la Cena
de le ceneri para describir la situadon religiosa de la epoca y sus palabras
pueden perfectamente animo cxistente, tal como
aplicarse al estado de
hemos indicado anteriormente, acerca del sc4 nadente de la filosofia
bruniana que nos anunda el alba de un dia mejor, a pesar de las opinio-
nes contrarias que sostienen los adversaries del Nolano. ^ Como es posi-
neri dado por Bruno a la obra en la que sc describe la cena (que tuvo lu-
gar, tal como el propio Bruno indico a los inquisidores venecianos, no
en la casa de Fulke Greville, segun se indica en el texto, sino en la em-
bajada francesa) " en el curso de la cual expuso a caballeros y pedantes
su fdosofia, puede tener dertas implicadones religiosas, siendo quizas
una referenda al Sacramento al que parece aludir en el Spaccio y del que
hablo con el bibliotecario de Saint-Victor.'* Sin embargo, dicha cena se
halla impregnada hasta tal punto de elementos confusos, ya sea en
,
Los misterios de la Cena de le ceneri, sean los que fiieren, deben ser
asodados al rey de Franda, descrito en la dedicatoria al embajador
como un bencfico leon solar "que, cuando ruge airado, como un Icon en
su gruta, aterroiiza mortalmente a los demas animalcs de rapiiia de esta
selva, y que cuando se halla calmado y en reposo, exhala tal liberalidad
facdon por su parte, ver que la figura rcpresentada en ella sc halla com-
pletamentc historiada. Del mismo modp, leed csta obra y ved cntonccs
que es lo que he querido decir con tales palabras.^^
gun cuadro pintado con este estilo, aunque indudablemente era capaz
de comprender mucho mejor que nosotros mismos las alusiones conteni-
das en la exposidon de Bruno.
Bruno intento Uevar a cabo una justificadon pardal de sus criticas
contra los pedantes formuladas en la Cena en el primer dialogo del De
la causa, prindpio e uno, donde encontramos otra notable descripcion
que anadir a la galeria bruniana:
tu responsabilidad, oh Filoteo, es
La empresa que has tornado bajo
difidl, rata y singular, pues pretendes arrancar a los hombres dc su
ciego abismo de oscuridad y Uevarles ante la presencia de la dara y
tranquila luz de las estrellas, que con tan bella variedad vemos disemi-
narse por el ceruleo manto del delo. A pesar de que tu piadoso celo prc-
tenda tender una mano amiga a los hombres, no por cUo dejaran de
mostrarte su ingratitud de tan diversas formas como especies de anima-
lescngendra y alimcnta en su materno seno la bcmgna tierra [...]. Vcras
algunos hombres que, como topos ofiiscados, apcnas llegados al aire li-
bre se himdiran de nuevo en sus madrigueras para seguir permanecicndo
en su oscuridad natal. Otros, a modo de pajaros nocturnos, tan pronto
hayan visto apuntar en el luminoso orientc la rojiza luz que anunda la
proxima Uegada del sol, rcgresaran a sus sombrias moradas porque sus
ojos no podran resistir tal daridad. Todas las criaturas incapaces de
contemplar la luz de los ciclos y eternamcnte condenadas a vivir prisio-
ncras en los antros de Pluton, seran llamadas por el espantoso e infernal
cuerno de Alecto, abriran sus alas y emprendcran vcloz vuelo had a sus
guaridas. Pero aquellas criaturas que han nacido para ver el sol, final-
mcnte reimidas despues de tan odiosa nochc, daran gracias al cielo por
su benignidad y sc prepararan para recibir en el centro del globo crista-
Uno de sus ojos los tan largamcnte csperados rayos con dcsusada alegria
en sus corazones, voces y manos, que sc dirigiran en actitud adorantc
hacia el Este [...].^'
Por esto, los fil6sofos son en dcrto mode pintores y poctas; los
poetas son pintores y filosofos ; los pintores son filosofos y poetas. Por
esto, los verdaderos poetas, los verdaderos pintores y los verdaderos £i-
losofcK se aman unos a otros y se admiran rcciprocamente.*^
1. Segiin Mclntytc cs improbable que Bruno supiera leer hebrco. Por oonsiguicntc, la
mayor parte de sus conodmientos sobre la cabala dcben dcrivar dc la lectura de Agrippa y, qui-
zas, dc la de Reuchlin. Cf. J. L. Mclntyre, Giordano Bruno, Londrcs, 1903, p. 131, nota.
6. Todas las obras dc Bruno cditadas en Inglatcrra por John Charlcwood (cf. supra,
p. 239, nota 1) llevan indicaciorics falsas acerca del lugar dc impresion (Venecia o Paris) y los
TrigfiUa agiUino llevan indicadon alguna de la dudad en la qu? han sido editados. Con toda
seguridad estas publicadones dandestinas de un hu&pcd dc la embajada franccsa dcbieron con-
tar con la connivenda del embajador, a quien iban dedicadas varias de cllas.
La Cid>ala del cavaUo pegaao esti escrita en forma dc dialogo lo mismo que las restantes
obras en Jtaliano escritas por Bruno durante su estanda en Inglatcrra. Dicho texto vicnc sc-
guido por un dialogo mas breve que lleva por titulo L'asino cilknko del Nolano.
7. Cahda, dial. 1 {Dial. itaL, pp. 865-866).
8. Agrippa, De mult, phil.. Ill, 10.
9. Cf. la comunicad6n al "divoto c pio lettorc" antepuesta a la Cabala {Dial, ital.,
pp. 8 5 1 y ss.) en la que se aborda el tcma dc la elecd6n del asno para entrar en Jerusalcn. Uno
dc los emblemas de Aldati (o.° 7) muestra —mediantc una adaptadon egipda del papd sagrado
atribuido alasno— unasno que transporta sobre sus lomos una estatua dc Isis. El asno cs ado-
rado por aqucllos ignorantes que confunden a los portadores de cosas sagradas con las propias
emblcma ha sido intcrprctado por Mignault y Whitney como una sitira de
cosas sagradas. El
lapresundon del dero. Sin embargo, a pesar de que sea pcrfcaamente posiblc la existenda dc
una dupliddad dc significados, no cs predsamcnte este d sentido en que Bruno hace uso dc la
imagcn dd asno. Acerca del tcma del simbolismo del asno y del uso que de cl haccn Bruno y
Agrippa, cf. John M. Steadman, "Una and Ac dcrgy. The ass symbol in The Faerie Queene",
J.W.C.I., XXI (1958), pp. 134-156.
300 GIORDANO BRUNO Y LA TRADIQ^N HERM^TICA
Los hebreos, continua Bruno una vcz lia expuesto su sistema caba-
listico, adquirieron su sabiduria de fuentes egipdas, y pasa a referir una
historia, extraida del De hide et Osiride dc Plutarco, indicativa de hasta
que punto la. llegaron a corromper. Segun dicha historia, se oblig6 a los
egipdos a que cambiaran "su tore Gpin o Apin" (el tore Apis) por un
Asno, que se convirtio para ellos en el simbolo de la sabiduria. *° En po-
cas palabras, el Asno se convirtio en el simbolo de todo tipo de teologia
negativa, ya sea cabalistica o pseudodionisiana y cristiana,'' pero
Bruno abraza un nuevo tipo de cabala (o mejor dicho, una especie de
antigua cabala egipda) y la convierte en su religion, cxponiendola en
L'Asino CHlenico del Nolano.
Uno de los interlocutores de este dialog© es un autentico asno par-
lantc, que se autodefine como un "naturaUssimo asino".^^ Contempia
"las otoras del mimdo y los prindpios de la naturaleza" y su naturaleza
es "fisica".*' El asno se convierte en micmbro de una academia pita-
12. L'asiao dlknico {Dial, ital., p. 91 5). El cpfteto "dllcnico" vincuia al asno con Mcr-
ouio, que habia naddo en una gruta dd montc Cillenc. Por otra parte, tambten era asiinilado al
16. L'asim (ilUnico {Dial, ital., pp. 842, 862). Ya hcmos indicado que en otra parte de
GIORDANO BRUNO Y LA cAbALA 501
Por otra parte, la idea del asno de Apuleyo como simbolo del fi-
losofo natural le fue casi con toda certeza sugerida a Bruno por su gran
maestro, el mago Cornelio Agrippa de Nottesheim. Tal como ha puesto
en evidenda F. Tocco, algunos de los pasajes brunianos en los que apa-
rece el asno han sido extraidos del De vanitate scientiarum de Agrippa,
obra en la que trata acerca de la vanidad de las dencias ocultas y se
sirve del asno como simbolo de la ignorancia.*^ En la dedicatoria an-
tepuesta a dicha obra, Agrippa se autodefine como individuo con-
vertido en "asno fUosofico" del tipo de los descritos por Luciano y
Apuleyo.
Es necesario enmarcar a Bruno en el contexto de la Cabala del ca-
vallo pegaseoy Asino
delcillenico para constatar la total anormalidad de
su posid6n en el ambito de la tradidon magica renacentista. Al perfilar
el sistema de los sefirot y el de las jerarquias celestes cristianas con el re-
la obra sc afirnia que los egipdos dejaron dc adorar a su buey sagrado, Apis, para venerar al
asno. De ahi puede dcducirse que la bcstia triunfante jfucse en realidad Apis, reprcsentando no,
como para el papa Alejandro VI, un precursor del cristianismo, sino la verdadcra religion sofo-
cada y pcrvertida per hebreos y cristianos.
17. Cf. supra, pp. 203-204.
18. CorneUo Agrippa, De vanitate xientiarum, cap. 102, ^i^ encomium asini dtgnssio. Cf
V. Spampanato, Giordano Bruno e la letteratufa deWasino, Portici, 1904; Steadman, art. cit.,
pp. 136-137.
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gia sobre la obra de Bruno. Por una parte, debe tenersc en cuenta que la
1 corriente renovadora promovio la magia hasta adjudicarle el range de
instrumento complementario de importantes corpus filosoficos, y que
esta tradidon tuvo en Bruno a un notabilisimo continuador. De otro
lado, el intense sentimiento religioso que habia inspirado la obra de
Pico, compeliendole a exaltar la magia y la cabala como instrumentos
utiles para alcanzar el conodmiento religioso, persiste en la obra de
magia, de la que, por otra parte, se hallan Uenas sus obras de mnemo-
tecnia y filosofia. Las dos obras prindpales que tienen como tema cen-
tral la magia son De magia y De vincuUs in genere, ambas escritas, con
toda probabilidad, entre 1590yl591,y que ban permaneddo desco-
noddas hasta el siglo xix, en que fueron publicadas por primera vez for-
mando parte de la edidon de las obras en latin de Bruno,^'^ Predsa-
mente, fiic el estudio del De magia y del De vinculis el que descubrio a
A. Corsano el interes de Bruno por la magia,^^ si bien, segtin la opinion
[...] las letras sagradas empleadas por los egipcios recibian el nombre dc
jeroglificos [...] y eran imagcnes [...] extraidas de las cosas de la natura-
leza,o dc sus partes. Sirvicndose de tales cscrituras y voces [fOfMl, los
egipdos acostumbraban a poscsionarse, con maraviUosa habilidad, del
Icnguajc de los dioses. Una vez que Theuth o algun otro hubo inven-
tado el tipo de letras del que nos scrvimos en la actualidad para otros fi-
22. Encontramos una mendon a los angdcs (De magia. Op. lot.. Ill, p. 428), pcro sitn-
plcmcntc dc una alusion pasajcra. En d conjunto dc la obra sc halla totalmcntc auscntc
sc trata
la supercstructura angelica tan frecuente en la magia rcnaccntista.
23. De magia {Op. lot.. Ill, p. 397).
24. De magia {Op. lat.. Ill, pp. 411-412).
304 GIORDANO BRUNO Y LA TRADia<5N HERM^TICA
hia verborum sonus. Nos autcm non verbis utimur, sed vodbus maxjmus operum." Fragmento
de la traducdon al latin de Ludovico LazzareUi de las Definitiones hermeticas, publicada en el
De quadruplici vita de Symphorien Cbampier, Lyon, 1 507, y reimpresa por C. Vasoli, "Temi e
fonti della tradizione crmctica", en Umamsimo e tsoterismo, Padua, I960, ed. por E. Castelli,
pp. 251-252.
28. No obstante, Bruno tal vez tambien cstuviera pensando ra el pasaje dd Fedro pla-
tonico (274 C-275 B) en el que el soberano egipdo Tamo pone objedones a Theut por haber
inventado la escritura, sostcniendo que esta acabara por destruir la memoria. Tanto el pasaje
platonico como el hermetico se reflejan en el dialogo mantenido entre Tamo, Mercurio y Teu-
tates, que el disdpulo de Bruno, Alexander Dicson, antcpone a su imitadon del arte mne-
monica brxmiana (A, Dicson, De uvAra rationis, etc., Londres, 1583, cf, supra, pp. 231-232).
GIORDANO BRUNO Y LA cAbaLA 305
por cjcmplo, Op. lat. 415) dan un scsgo difcrentc a los caracteres magicos de su obra.
Ill, p.
3 1. Existe, <^ce, una espcdc perversa de magia demoniaca que redbe el nombre dc "ma-
gia desperatorum", y a este tipo pertcnece la Ars notoria (corricntc migica medieval atribuida a
Salomon y que recurrfa a la invocaddn dc los demonios, cf. Thorndike, II, pp. 279-289). Pero
hay tambien otro tipo de tal magia que interna cjerccr su podcr a trav6s dc los demonios infe-
riorcs y contando con la autoridad del jcfe de los demonios supcriores, es la magia transnatural
o mctjifisica, que tambien redbe d nombre dc tcurgia. La magia demonica de Bruno pertcnece
a estc tipo superior {De magia. Op. lat.. Ill, p. 398).
306 GIORDANO BRtFNO Y LA TRADia6N HERM^TICA
(cf. supra, p. 298) cran aqucllos que neccsitaba para cfeauar sus conjuros.
34. De magia. Op. lat.. Ill, pp. 443-446.
3 J. El novcno vinculo se establece mediante "characteres et sigilla" {De magfa. Op. lat.,
in. p. 437).
36. De magia. Op. lat.. Ill, pp. 449 y ss.
in gmere, los metodos para establecer vfnculos a traves dc los dcmonios se hallan agrupados sc-
'
V
GIORDANO BRUNO Y LA cAsALA 307
toda daridad en las piginas finales del De magia, era conscguir la pcr-
sonalidad y los poderes de un gran mago o dirigente religiose.
Ciertamente, nos hemos alejado sobremanera del sistema magico-
cabalistico del mago cristiano, con sus cautas limitaciones en el piano de
la magia natural y con la inclusion de los angeles hebraico-cristianos
como garantias de salvaguardia en el dmbito de la magia rcUgiosa.
A pesar de todo, Giordano Bnmo cs el resultado logico y directo de
la del hombre como miraculum magnum,
glorificacion renacentista
del hombre de origen divino preparado para reconquistar la divini-
dad, del hombre dotado de poderes divinos. Dicho en pocas palabras,
Bnmo no es mas que el resultado del hermetismo renacentista. Si el
hombre puede obtener poderes de este tipo por medio de experiendas
hcrmeticas, (jpor que Cristo no pudo haber obtenido los suyos con me-
todos anilogos? Pico della Mirandola creia poder probar la divinidad
de Cristo siviendose de la magia y de la cibala. Bruno interpretaba
las posibilidades ofreddas por la magia renacentista desde otro punto
de vista distinto.
"egipdo" y hermdtico tienen un relieve pre-
Si bien los cararteres
eminente en concepdones de Bnmo, las relaciones entre hermetismo
las
gun treinta categorias, iBdicandose sus concxiones con los trcinta sistemas mncmotecnicos prc-
sentados en De umbris y Triginta sigilli (cf. De vinculh in genere. Op. lat.. Ill, pp. 669-670).
508 GIORDANO BRUNO Y LA TRADia6N HERM^TICA
[...] que crean [los egipdos] que la vida que da forma a las cosas scgun
dos razones prindpaies se haUa en los dos cuerpos mas proximos a nues-
tra esfcrica y divina madre, el sol y la luna. En una segunda ctapa se in-
cias entrc espcdes pertenecicntes a cualquier genero que, por la razon in-
dicada, qucdaban rcduddas a sicte grupos. Segun esto, se dccia que tales
tes. Sin embargo, no por cllo los antiguos dejaban de comprender que la
divinidad que se encuentra en todas las cosas es Una y que esta sc di-
leza los dones que deseaban a traves de las distintas especies que moran
en su scno. La naturalcza, del mismo modo en que da pcces al mar y a
los rios, animales salvajes a los desiertos, metales a las minas y frutos a
los arboles, tambi6n da suerte, virtudes, fortuna e impresioncs a ciertas
partes de dertos animales, bestiasy plantas. Pero la divinidad recibio el
nombre de Neptvino en el mar, de Apolo en el sol, de Ceres en la tierra,
de Diana en los desiertos, y asi para cada una de las otras especies fue
redbiendo difercntcs nombrcs, los cualcs, a modo dc ideas distintas, sc
constituian en diversas divinidadcs dentro de la naturalcza a pesar de
que todas cllas se refirieran a una sola divinidad de las divinidades y
fuente de las ideas que sc hallan por end ma de la naturalcza.
Creo que todos estos conodmientos derivan de la cabala hebraica,
cuya sabiduria (dc cualquier tipo que sea) file precedida por la de los
cgipdos, que instruyeron posteriormente a Moises. Ante todo, se atri-
' ,-^
de este modo, ^ucede finalmentc que toda deidad queda reducida a una
sola fucnte, lo nusmo que toda luz precede de un primer principio
lucido por si mismo y las imagenes que aparccen en distintos espejos,
como tantos otros sujetos particulares, se concentran en un principio
formal e ideal que es la fiiente de todas ellas.
sion aritmetica: doce para los signos, trcinta y seis para los dccanos y
setenta y dos para los quinarios) precede inmediatamente al capitulo so-
bre los angeles. De hecho, la aplicacion fisica o demoniaca de la magia
angelica se halla probablemente implidta en la magia angelica de Trite-
mio, que Bruno dertamcntc conocia y empleaba (Besler copio para el
47. Cf. Op. lat.. Ill, p. 496 (pasaje copiado pot Besler del tcxto de la Steganographia
contcnido en cl manuscrito Noroff).
312 GIORDANO BRUNO Y LA TRADia6N HERMtltCA
6guras migjcas.
53. Sigillus sigillorum. Op. lot., II (u), pp. 180 y ss.
/.Vt..
tratamiento dado por Agrippa a temas analogos. Por ejemplo, este ha-
bia sostenido que para llevar a cabo una experienda religiosa son abso-
lutamcnte nccesarias la soledad y la vida tranquila, citando a favor de
dicha tesis las visiones sufridas por Moises en una situacion de aisla-
micnto y las de Prodo sobre la consecudon de la vision de la escnda
asimismo alcanzada en un estado de soledad.''' Este tema se
inteligiblc,
eonvierte en la base de la primera "contracd6n" de Bruno, a proposito
de la cual son recordados, entre aquellos que, hallandose aislados del
resto del mundo, han alcanzado visiones divinas y conseguido maravi-
llosos poderes, Mois^, Jesus de Nazaret, Ramon liuli y los desocupa-
dos contemplativos egipdos y babilonicos; a continuadon pasa a atacar
a quiencs ban destruido las condidones que hacian posible esta paz y
60. "De quatuor rcctoribus". Op. lot., II (n), pp. 195 y ss.
.-^.-' - - . .. -- -.-' ;.•. 'v/v '
' r'^v.?^
corrigat, imbcciUcm obtusum roborat et acuat" (ibid,, p. 198), pucdc scr parangonado con
ct
Ids poderes que el Nolano reivindica para sf en La cena de le ceneri (cf. supra, pp. 273-274).
64. Por lo que parccc, cl mago hacc uso de ambas Venus, tanto la vulgar que actua sobrc
los scntidos, como la celeste (ibid., pp. 198-199). Esta forma dc actuar no es incompatible coti
las enscnanzas de Ficino, pcro Bruno le proporciona un matiz mas intensamente "naturaljsta".
GIORDANO BRUNO Y LA cAbALA 315
que condujese a la union entre las varias sectas en lucha. Ya hemos visto
en el capitulo X cuan diversos eran los tipos de hermetismo cristiano,
tanto catolico como protcstante, y en que modo la mayor parte de ellos
ititentaban eludir la influencia de la magia. En este marco general apa-
receGiordano Bruno, quien de forma incondidonal toma como base
de su pensamiento el hermetismo magico egipdo, predica una espede
De gli eroicifurori
de Giordano Bruno, publicado en Inglaterra en
^
1585 con una dedicatoria dirigida a Philip Sidney, consiste en una se-
ricde poemas amorosos escritos en un afcctado estilo petrarquista y
acompanados de comentarios en los que sc hace una interpretacion del
amor desde sus vertientes fiiosofica y mistica. En la dedicatoria a Sid-
ney,^ Bruno afirma que su petrarquismo no penenece al tipo usual, diri-
gido a exponer el amor hacia una dama, sino que es de una clase supe-
rior y nace de la parte intelectual del alma. Bruno no se manifiesta con-
trario a los "amores vuigares" (e incluso los recomienda en su ambito
adecuado), pero su atendon se dirige hacia los "amores heroicos". Sin
lugar a dudas, al adoptar tal posicion tiene in mente el comentario de Fi-
cino al Banquete platonico, con su teoria de las dos Venus, o de los dos
Cupidos, uno superior y el otro inferior.
Para subrayar mucho mas claramente la fmalidad mistica de su
los cantares. ^ La lu2 divina que nunca deja de estar presente en todas las
1. Existe una traducdon inglesa de L. Williams, The heroic enthusiasts, Londres, 1887-
1889 y otra francesa dc Paul-Henry Michel, Des fureurs heroiques, Paris, 1954.
2. Eroici furori, Dedicatoria (Dial,ital., pp. 927-948).
4. Ibid.; la dta precede del Cantar de ios cantares, II, 9 {Dial, ital., p. 937).
318 GIORDANO BRUNO Y LA TRADia^N HERM^TICA
misticismo cabalistico.^
De gU eroicifurori se halla dividido en diversos apartados, cada uno
de los cuales esta encabezado, generalmente, por un cmblema o enseiia,
acompafiado de una descripcion, que ocupa el lugar que usualmente co-
rresponderfa a las ilustracioncs en un libro de heraldica/ continua- A
don encontramos un poema, por lo general en forma de soneto, en el
que aparecen los conceptos empleados en la descripdon del emblema y,
finalmente, derra el correspondiente apartado un comentario donde se
exponen los significados latcntes encerrados tanto en el poema como en
el emblema.
5. Cf. C. Ncdson, Renaissance thtoiy oflovt. The context cf Giordano Bruno's "Eroici
J-
furm'\ Colombia University PrKs, 1958, pp. 15 y ss.
6. Bnuio hacc referenda a las intcrprctaciones que daban "gli mistid e cabalistid dot-
tori" {Dial, iial, p. 932).
7. He comparado algunos dc los cmblemas dc Bruno con ilustradones pcrtcnedcntcs a
difcrcntes Ubros dc cmblemas en cl artiojlo "The emblematic concdt in Giordano Bruno's De
gli eroici furori and in the Elizabethan sonnet sequences", J.W.C.L, VI (1943), pp. 101-121
(publicado tambicn en England and the Mediterranean tradition, Oxford University Press,
1945, pp. 81-101).
8. Eroici furori, parte 11, dial. 1 {Dial, ital,, pp. 1092 y ss.).
BRUNO: ENTUSIASTA HEROICO E ISABELINO 319
morado, al suplicar que los ojos de la mujer amada se posen sobre 61,
esta invocando la iluminacion divina, y la muerte que puede sobrevenir
dios de los dieses, para quien todo esta Ileno de divinidad, verdad,
esencia y bondad.^'
una y otra ve^ en De gli eroici furori, hasta que, al alcanzar una capaci-
dad de discernimiento mas profunda, los perros, pensamientos de cosas
divinas, devoran a Acteon, quien, habiendo llegado a un estado de sal-
mundo".^^
La religion cuyo culto es el nucleo de la maravillosamente compleja
y bella imagineria desarroUada enDegli eroicifurori se corresponde ple-
namente con la religion egipcia descrita en el Spaccio della hestia trion-
sas de este mundo y se daba el metodo para elevarse a traves de las in-
naturaleza.
BnDe gli eroicifurori aparece nuevamente la profecia acerca del in-
minente retorno de la religion egipcia a traves de la revolucion del
"gran ano del mundo".
Puesto que ios estados del mundo se desarrollan por medio de la suce-
16. Ibid. [Dial ital., pp. 1 1 23-1 126), Sohtc monas general monadem, cf. supra, p. 179,
nota 20.
17. Ibid., pane II, dial. 1 {Dial, ital, pp. 1072-1073).
'
322 GIORDANO BRUNO Y LA TRADia6N HERMinCA
Or let my
lamp at midnight hour
Be some high lonely tower.
seen in
Where I may oft outwatch the Bear,
With thrice great Hermes, or unspherc
The spirit of Plato, to unfold
What worlds or what vast regions hold
The immortal mind that hath forsook
Her mansion in this fleshly nook.'.
And of those daemons that are found
In fjre, air, flood, or under ground.
Whose power hath a true consent
With planet, or with element.
cado real de los heroicos ^ror« amorosos del dialogo bruniano al esta-
blecer que d furor de Venus no es mas que el medio a traves del cual el
hombre se transforma en el magnum miraculum del Asdepius, un ser do-
casos elementos magicos de una forma abierta, esta obra es, por asi de-
drlo, el diario espirituai de un hombre que aspiro a ser un mago reli-
texto alude por dos veces a la mistica "muerte del bcso" de los cabalis-
tas considerandola como una experienda afin a la por el descrita. ^^ Asi
pues, en un derto De gli eroici furori se desarroUa en el ambito
sentido,
de la sintesis llevada a cabo por Pico della Mirandola, si bien el equili-
[...] los mas profimdos y divines teologos diccn que se honra y ama mu-
cho mas a Dios a traves del silencio que mediantc las palabras, a la vez
que nos es dado ver a las cspedcs representadas mucho mejor cerrando
los ojos que manteniendolos abiertos. Por estc motivo, la teologia nega-
tiva predicada por Pitagoras y Dionisio es enormementc mas apreciada
que la tcolo^a demostrativa propuesta por Aristoteles y los autores es-
colasticos.'°
empleada bajo una acepdon radicalmente distinta (es dear, como una
actitud "negativa" hada la reveladon divina en las espedes o en la na-
turaleza).Tambien se mendona al Areopagita en el curioso episodic de
los "nueve degos" que senala la condusion y culminadon de todo d
dialogo.'' Estos nueve degos lamentan su condidon en otros tantos
poemas, despues de lo cual, una vez han recupcrado su vista gradas a
que las ninfas han abicrto una urna sagrada, como nueve iluminados
cantan nueve canciones acompafiindose con otros tantos instrumentos
musicales distintos entre si. Al margen de la evidente alusion a las nueve
sion a las "nove sfcrc" que son clastficadas en nueve ordenes por cabalistas caldeos, magos pla-
tonicos y teologos cristianos. A continuadon {p. 944) dice que los teologos cristianos hablan de
cllas como dc "nove ordini di spiriti".
BRUNO: ENTUSIASTA HEROICO E ISABELINO 329
guna, de tipo magico, lo cual nos lleva a interpretar De gli eroici furori
gioso habia sido, y seguia siendo, utilizado con todo fervor por los cris-
tianos, ya fiieran catolicos, ya fueran protestantes, que, cansados de las
guerras y abusos perpetrados en nombre de la religion, intentaron en-
contrar a lo largo de todoel siglo xvi im camino intermedio que llevara
Unmasked, and shewed to he very make, and upon examination most insuf-
ficient for that purpose ; donde combate punto por punto la pretendida
superioridad del catolidsmo basada en su superioridad para obrar "mi-
lagros".*^
bleza, la mas docta entre los togados, la mas sagaz entre los conse-
*'
jeros?
tudes morales por ellos exhibidas; nunca les he alabado como a perso-
nas religiosas y pias, ni he usado tal tipo de epitetos religiosos. En parti-
cular, en mi libro Delia causa, principio e uno, ensalzo a la reina de Ingla-
terra y la Ilamo divina, no a modo de atributo rdigioso, sino a modo de
derto epiteto que prindpe y, en Inglaterra,
los antiguos solian dar a los
donde me encontraba en aquel momento y donde escribi dicho libro, se
suele dar este calificativo de divina a la Reina. Estc fiie el motivo que
me indujo a referirme a ella con tal palabra, pues gozaba de su conoci-
miento debido a las la corte como acom-
continuas visitas efectuadas a
paiiante del Embajador. Reconozco habcrme equivocado al alabar a
esta mujer, siendo como es una hereje, y maxime al haberle atribuido el
calificativo de divina.^°
llos que cinen corona en esta tierra [...]. En verdad, si el imperio bajo su
mando fuera un reflejo de la amplitud dc su gcnerosisimo espiritu e in-
lugar la vision que transforma a los nueve ciegos en otros tantos ilumi-
nados.'*^ El Uno ante cuya presenda resplandece por si misma la ver-
dad mistica es sin duda alguna la unica Diana, la Anfitrite, en pocas pa-
labras, la "divina Isabel" (las sospechas de los inquisidores al respecto
estaban, pues, plenamente fimdamentadas), que se convierte de este
modo en la soberana universal de la que Bruno espera que lleve a cabo
la implantadon del extraordinario y reformador esquema propuesto
por el.
Segun mi opinion, De gli eroici furori tambien refleja con toda dari-
dad el culto isabelino a traves de la evocacion del gran clima de caballe-
rosidad que impregnaba la celebradon de los Accession Day Tilts, una
41. Cena, dial. 2 {Dial, ital., pp. 67-68). He discutido este pasaje en reladon al dima dc
imperialismo mistico que drcundaba a Isabel dc Inglaterra en el articulo "Queen Elizabeth as
Astrca", J.W.Cl, X, 1947, pp. 80-81.
42. Eroici furori, Dedicatoria {Did itd., p. 496).
43. Ibid., parte II, dial. 5 {Dial, ital, pp. 1168-1169, 1173).
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GIORDANO BRUNO:
SEGUNDA VISITA A PARfS
cerse en este siglo, pues mientras que por el lomo de Europa trazan sus
caminos el amcnazantc Po, el violento Rodano, el san-
airado Tiber, el
nave que ocupaban se vio atacada y saqueada por los piratas. ' Cuando
los viajeros llegaron a Paris, el ambiente dejaba entender con daridad
que no iba a pasar demasiado tiempo sin que el Sena se viera de nuevo
cobnado de sangre. La situadon era extremadamcnte precaria. Guisa
ya habia movilizado sus fiierzas y contaba con el respaldo de Espana;
en Julio, Enrique III se habia visto obligado a conduit el tratado dc
Nemours, que anulaba las libertades formalmente concedidas con ante-
rioridad a los bugonotes, lo cual constituia pricticamente un someti-
riiiento a los deseos del de Guisa y a los de la reaccion extremista de la
Liga catoHca fomentada por Espana. En septiembre, el papa pro-espa-
iiol Sixto V promulgo su bula contra Enrique de Navarra y el prindpe
de Conde, prodamando que, a causa de su herejia, dichos principes no
3. Vcase en la Cena h divertida descripdon del imaginario viaje a lo largo del Strand,
desde la etnbajada francesa hasta la casa dc Fulkc Greville.
4. De la causa, dial. 1 (Dial, ital., p. 223). La cxprcsion "sanguinoso" Sena hace refe-
6, Ibid, p. 84.
7. Documenti, p. 85.
8- Cf. mi "Giordano Bruno. Some new documents", Rmu Intemationdt dt
articulo
Philosophit, XVI(195 1), fasc. 2, pp. 174-199. Tal ariticulo conticnc las hasta eptonccs dcsco-
noctdas referendas a Bruno <jue aparecen en la correspondenda ntantenida entre Corbinelli y
Pinelli, csfoizandomc por situarlas en su concspondicnte contexto historico.
politica como religiosa, que tuvo su asicnto a prindpios del siglo xvi
entre algunos circulos del Veneto y otros de Franda. Tales circulos, a
pesar de scr catolicos, miraban a Enrique de Navarra como una solu-
10. Cf. E. Picot,Lesital(ensett From auXVIe aide, Burdcm, 190M918, pp. 91yss.
y mi articulo "Giordano Bruno. Some new documents".
11. La Fifftratio aristottlid physici auditm, Paris, 1 5 86. [Op. lat. , I (iv), pp. 1 29 y ss.), y
los dialogos sotwc Fabrizio Mordente redcntcmente publicados por G. Aquilecdiia (cf. la nota
siguicnte).
12. Desdc hace largo tietnpo ya cran conoddos dos de los dialogos que Bruno dcdic6 al
compas de Fabrizio Mordente (7« Mordtntium yDe Nlordentii drcino, puUicados bajo d titulo
Dialog duo dt Fahridi Mordentis, Paris, 1 586), y fueron publicados en la cdici6n dc las obras
latinas {Op. lot., I (iv), p. 223 y ss.). Otros dos {Idiota triumphans y De somnii interpretatiime)
han sido localizados en una edidoa de 1 586, dedicada a Piero Del Bene, de la que cxistc un
solo cjcnvplar. (Cf. John Hayward, "The location of first editions of Giordano Bruno", The
Book Collector, V, 1956, p. 1 54.) Estos cuatro dialogos han sido rcdcntemcnie publicados por
G. Aquilccchia formando un solo volumen (Giordano Bruno, Due dialogbi xonosduti e dm dU'
logbi nod, Roma, 1957). Aquilecchia, en la introducdon a su edid6n, rcladona los diilogos re-
dcntcmente descubtcnos con las informadones sobrc la dispxita cntrc Bruno y Mordente que
he dnicntado en d cstudio dc la correspondenda Corbindli-PincQi. El volimicn dc Aquilecchia
tambicn recoge todo el material relativo ai cxtraordinario episodio del compis.
340 GIORDANO BRUNO Y LA TRADia6N HERM^TICA
13. 11 Compasso, & Figura di Tahritio Mordente di Salerno : con U quali duoi mexji si pos-
sonofare un ffan numero di mrabili effcui, al tutto mcessarij all' Arte, imitatrice della Natura ...,
diagrama.
En uno de los dialogos brunianos sobre el compas, Mordente es
txansportado hasta los cielos por haber encontrado algo que ni "el cu-
rioso Egipto, la grandilocuente Greda, la industriosa Persia y la sutil
Arabia" ^^ conodan. Esta lista dada por Bruno de los paises poseedo-
rcs de las antiguas sabidurias nos muestra en que modo procede la
19. Op. Lu., I (iv), p.255; Due dialoghi, etc., ed. Aciuileccliia, p. 5 5.
20. Op. lot., voL 256; Due dialoghi, cd dt., p. 57.
dt., p.
21. Los significados de la palabra mathesis son un poco variables. El gricgo ftdurfins
significa instrucdon o educadon en general. El latin mathesis pucdc significar, segun Lewis y
Short: (1) matemiticas; (2) astrologia. Es en este scgundo significado que el tardio astr61ogo
latino Giulio Firmico Matcrna la emplca. Segun opinion dc John of Salisbury {PoUcraticus, L
9; n, 18, ed. Webb, pp. 49, 101-102) la variadon dc significado depcnde en gran parte del
modo en que viene acentuada la palabra; mathesis, pronundada con la penultima sQaba breve,
es el fundamento de la astrolog^; mathesis, con la penultima silaba larga, es la magia.
Puesto que Bruno no acentua la palabra, la regla sugerida por John of Salisbury para idcn-
tificar d significado dc mathesis no pucde ser aplicada. Sin embargo, queda absolutamente daro
que en el pasaje que acabamos de dtar, donde Bruno toma la mathesis como una de sus cuatro
guias del pensamiento, considera la palabra en su acepdon de magia.
22. Idiota triumphans en Due dialoghi, etc., cd. por Aquilecchia, pp. 6-7.
23. Cf. supra, p. 324.
342 GIORDANO BRUNO Y LA TRADia6N HERM^TICA
nion, Bruno, al cxpresarse de este modo, tan solo intcntaba dear que el
se habia convertido en portador de una verdad divina que era incapaz
de comprendcr totalmente por si mismo y que otros — como el No-
lano— dorados de un mayor podcr de penetradon, eran los capadta-
,
24. iJiota triumphans, cd. dt., pp. 6-7. Tal como ha puesto en cvidcnda Aquilecchia
{Due Jialoghiy Introducd6n, p. xxi), cl Idtota triumphans csta reladonado coa d Spaccio y ta
Cabala por la aparidon en todos cstos tcxtos del pcrsonajc "Saulino" o "Savolinus", que sc su-
pone haga referenda a un paricntc de Bruno por ^ea tnatema.
25. Idiota triumphans, cd. dt., p. 12.
l^-iji
26. George Pede, tht honour of tht ffirttr, en Pccle, 'Work} (1888), cd. A. H. Bullen,
pp. 316-320.
Es bastantc curioso tccordar que la intcrptetacion del diagrama dada pot Bruno sc
27.
opim6n de que d punto que representa a la tierra es en rcalidad una marca
centra en su err6nea
dqada por d pic del compis al desaibir d drculo sobre d que $c mucvcn tanto la tierra como
la luna (cf. supra, p. 278).
28. "Giordano Bruno, Some new documents", pp. 188 y ss. G. Aquilccchia anade algu-
nas nucvas e intercsantes indicadones sobre d cpisodio de la disputa; por ejcmplo, se dcsprcnde
de una dc las cartas escritas por Corbinelli que Mordente era un micmbro dc la Liga (£>m dia'
logbi, ttc, Introducd6n, p. xxn, nota).
29. Tan solo ban sido publicados fragmcntos, espedalmentc por R. Calderini-Dc Mar-
chi, Jacopo Corbinelli et Us enuiits jranfois, Milan, 1914.
344 GIORDANO BRUNO Y LA TRADICi6n HERAdtlCA
30. Centum et viginti artifuli dt natura et mundo.,. per lob, Hemequinum... suh clipeo 8c mo-
deramine lordani Brunt Nolani, Paris, 1586. En Op. lot., II (n), p. 221, s61o aparccc indicado
d titulo ya que, en rcalidad, dicha obra foe imprcsa de nuevo en Wittenberg en 1 588 bajo un
nuevo titulo, Camoeracensis Acrotismus, Wittenberg, 1588. Esta ultima edidon sc halla rcpro-
dudda en Op. lat., I (i), pp. 53 y ss.
gioso que ha Uegado a establecer una unidad substandal con el alma del
mundo. El hecho de que autor de este soneto, y el anugo de Du
fiiera el
43. Poema dc Raoul Cailla cn Jacques Davy Du Perron, Discours spirituel, Leydcn,
1600. El Discours spirituel habia sido pronundado ante Enrique III cn Vinccnnes, Cf, The
French Academies, pp. 170, 230.
44. Frtnch Academits^ pp. 231 y ss.
548 GIORDANO BRUNO Y LA TRADia6N HERM^TICA
ponde con la que trata acerca de los Treinta sellos. Los dialogos sobre
Fabrizio Mordente, en partijcular el Idiofa triumphans, vuelven sobre te-
mas ya tratados en laCabala del cavallo pegaseo y en el Spaccio. El de-
bate sostenido en el College de Cambrai con los doctores parisinos co-
rresponde a la ruptura con los doaores de Oxford y repite los temas de
la Cena de k ceneri. Pero la producdon del periodo parisino de Bruno es
i&-X
50. "il Giordano s'ando con Dio per paura di qualche af&onto, tanto haveva lavato il
entre las obras publicadas por el en cada uno de los lugares a los que
Ilcvo su agitada carrera y las correspondientes condiciones socio-po-
litico-religiosas que existian en cada uno de eUos. En los capitulos pre-
cedentes he intentado hacer algo de este estilo, si bien es cierto que no
demasiado detaUadamente, para el primer periodo parisino, para d pe-
riodo ingles, y para la segunda de las estancias de Bruno en Paris. Por
lo que respccta al periodo aleman, debere tratarlo aiin menos adecuada-
mentc, contentandome con indicar aquellos puntos que me parecen
esenciales.
En Wittenberg, dondc Bruno residio durante dos anos (1586-
1588), lo encontramos desempenando el cargo de enseiiante o profesor
universitario, pues los dortores de dicha ciudad, con gran complacencia
1. Dedicatoria de la De lampadt combinatoria (Op. lat., II (ii), pp. 230-231). Sin em*
bargo, Bruno tenia un amigo en Wittenberg, Alberico Gentile, cl gran jurista al que habia co-
noddo en Inglaterra y quien Ic recomend6 para su ingreso en la universidad {Documenti, pp.
85-86).
-'>'^.
planteada por la visita del Nolano, quien no podia dedicar mas que elo-
gios a dicha institudon. Evidentemente, los luteranos se avenian mucho
mejor al caractcr de Bruno que los herejes calvinistas de Francia o los
puritanos anglicanos. Desafortunadamcnte, durante su estancia en Ale-
mania, una faccion calvinista gano preponderancia sobre la que pres-
taba proteccion a Bruno y esta fiie la razon que le obligo a partir, o al
menos asi lo explico Bnmo a los inquisidores venedanos.^ Gradas a la
feliz coinddenda consistente en la protecdon luterana redbida a lo
largo de este periodo, su mision quedo en suspenso y no hizo manifesta-
don alguna sobre los pedantes. Por el contrario, en la dedicatoria que
hemos dtado anteriormente, Bruno mendona por sus nombres a los
miembros del cuerpo universitario y habla con admiradon de sus res-
pect! vos estudios.*
El grueso de la producdon de Bruno durante su permanenda en
Wittenberg lo constituyen, con toda probabilidad, las lecciones que
pronundo. Entre las obras efectivamente publicadas en Wittenberg se
encuentra De lampade combinatoria lulliana ^
y De progressu et lampade
venatoria logicorum? A dichas obras debemos anadir, como pertenecien-
tes a la epoca de su estancia en Wittenberg, el Artifidum perorandi,^
publicado por J. H. Alsted en 1612, despues de la muerte de Bruno,
y
el Liher physicorum A.ristoteli$^ publicado por primera vez en la edidon
de las obras latinas. Todas las obras que acabamos de dtar son de gran
2. Documenti, p. 86.
3. Op. lat., II (ii), pp. 239-240.
4. Op, lat., II (ii), pp. 225 y ss,
5. Op. lat., II (in), pp. 1 y ss.
"
presente estudio.
Antes de hablar sobre las "estatuas" que poseen una forma perfec-
tamente detcrminada, Bnmo pasa examen a tres "irrepresentables", a
partirde las cualcs no puede formarse imagen alguna. Se trata del Caos,
el Orcus y la Nox. El Caos no solo no puede ser representado a travcs
de ninguna estatua o figura, sino que ni siquiera puede ser imaginado;
el Caos es espado que tinicamcnte puede ser conoddo a traves de las
12. La adaptadon hcrmetica dd uso dc las imagcncs mcntales forma parte dc la histcma
del uso de las imagcncs en el ambito del arte dc la memoria dasica.
13. £1 m6todo de agrupamiento scgun una base trigesimal se halla estrcchamcntc vincu-
lado con el lulismo, tal como puede verse en el De umbris idtarum, dondc d primer grupo dc
"trdnta" demcntos csxi fbrmado por una scrie de conccptos que se situan sobre una rueda,
metodo operativo dircctamente derivado de la obra luliana, o aiin mejor, del pseudolulismo (he-
mes omitido la discusi6n sobre talcs extremes; cf. supra, p. 228). Las artcs lulianas se basaban
en los atributos divinos en cuanto causas creativas (cf. mi articulo "Ramon Llull and John Sco-
ttis Erigcna", J.W.C.I., XXIII (1960), pp. 1 y ss.). Bruno expone las razones por las que cfcc-
tiia agrupamicntos de "trdnta" en una dc sus obras de influenda luliana {De compendiosa archi-
tectuta artis Lulli, Op. lot., II (n), p. 42). Bruno Ucva a cabo una adaptadon dd lulismo a sus
propios propositos. Cf mi libro The art of memory, pp. 173 y ss., 208 y ss. y passim.
14. Op. lat.. Ill, pp. 9-37.
356 GIORDANO BRUNO Y LA TRADICldN HERM^UCA
numero, a traves de la figura del leon que es su signo, una sola congre-
gadon, mediante el coro de Musas que preside y una sola armonia o
consonanda, ima sinfonia dc multitud de voces, que vienc simboUzada
por de Apolo, que redbe el nombre de espiritu del universo.^^
la lira
vela hasta que punto trata Bruno desde una pcrspectiva hermetica la fi-
losofia deun uni verso infinito poblado por innumerables mundos, que
con anterioridad hemos definido como una cxtensi6n dc la gnosis bru-
niana. Una filosofia que dcbe ser introvertida, tal como sucede con el
conmigo, para que me dijera que era lo que me hacia falta y que era
aqucllo susceptible dc ser aceptado con buenos ojos por Dios; ya que
con su conodmiento y comprension me habria guiado prudcntemente
en mi trabajo y hubiera velado por mi.^'
27. Ibid., p. 21 y ss. Al mcnos csta es mi intcrprctadon acerca del confuso y exdtante
simbolismo con que Bnino manificsta su gratitud hada Wittenberg y lanza sus iavocadoncs
para que se derramen sobre clla toda dasc de venturas.
28. Cf. supra, p. 333. En la parte final de su discurso dc Wittenberg aparecen image-
nes fluviales y de ninfas.
29. Dwuvunti, p. 60.
30. "Y varias veccs [Bruno] afirma que durante los dltimos anos las obras de Lutcro ha-
bian gozado de una cnormc considcrad6n, pcro que tal aprcdo habia desapareddo dcsde d
momento en que habian conoddo las suyas y que ya no buscaban otra dasc dc lecturas. Asi-
mismo dice que habia inidado la institud6n de una nueva secta en Alcmania, y que en caso de
que fiiera puesto en libcrtad volvcria a fbrmarla c instituirla de un modo mis adccuado, y que
qucria que sus integrantes rcdbicran el nombre dc Giordanisti [...]." {Sowtmario, p. 61 cf. tarn-
;
gun tema basado sobre los caraaeres de los planetas. Otro de ellos, asi-
mismo ornamental, Ueva el nombre de "Theuti drculus". Los diagra-
mas que en aparienda tienen un caracter mas puramente geometrico se
hallan orlados con extranos motivos florales y de otros tipos, omiti-
dos en las reproducdones pertenedentes a la edidon de 1889'*^
(Lam. I2a,b), donde asumen un aspeao caligrafico y sobrio propio dd
estilo del siglo xix y que es absolutamente ajeno al vivaz caracter de los
impresor de la obra.'®
He encontrado bastantes dificultades en relacionar la "mathesis"
del texto con los diagramas, excepto en el caso de los tres primeros
(Lam. lla,b, c),'' que son variadones sobre d tema de los circulos in-
tersectantes.El texto afirma con toda daridad que el primero de ellos
es una figura que reprcsenta la mem universal, el segundo representa el
33. Op. lot., I (ra), pp. 1 y ss. Bruno publico, o tal vcz hizo rcimprimir, una obra luliana
durante su cstanda en Praga.
34.Spampanato, Vita di Giordano Bruno, p. 429.
35.Han sido fotografiados de una copia existente en la Bibliotheque Nationale (Res. D^
5278) que es la unica dc entre las que se conocen que contiene todos los diagramas (cf. Biblio-
gn^a, p. 138).
36. En Op. lot., I (m), cd. por Tocco y Vitelli.
37. La misma rcproducdon modernizada y retocada ha sjdo llevada a cabo por Tocco y
Vitelli en el caso de los diagramas pertenedentes al Dt triplici minimo, obra publicada dentro
del mismo volumen dc las Op. lat.; cf. mas adelantc, pp. 367-368.
38. Cf. mis adclante, p. 368.
39. dp. lat., I (m), pp. 78-80.
GIORDANO MIUNO EN ALEMANIA 361
como viene definida por Bruno en su obra sobre las Treinta estatuas. La
tercera, la amoris figura, contiene escrita sobre su diagrama la palabra
MAGIA. Tambien se dice que a lo largo del texto se hace referenda a es-
char Ids gritos de la naturalcza que pide ser escuchada perscguir la sa-
y
biduria con pobreza de espiritu y con honesta disposidon en nuestros
corazones.^^
El mensaje del Nolano acerca de cual era el comportamiento a se-
guir en la ^poca que Ic toco vivir nunca habfa sido formulado con tanta
claridad como en esta dedicatoria a Rodolfo II. £n ella sc encuentran
presentes todos sus temas habituales, las alternandas entre luz y tinie-
blas, los"Mercurios bajados del delo" que, tai como sabemos a partir
de otros teictos en los que aparece esta expresion ya familiar, destruye-
ron la religion de los egipdos, la religion natural que Bruno persigue
denodadamente y que no infringe el ius gentium ni la ley universal del
amor tal como hacen los sectarios fanaticos, los "aristotelicos" que
quieren por endma de todo imponer a los demas sus prejuidos. ^jAcaso
estaba pcnsando cspedalmente en las condidoncs existcntes a la sazon
en Paris bajo el control de la Liga, que quizas le habian sido recordadas
por la presenda en Praga de Fabrizio Mordente? En Inglatcrra, el ob-
jetivo fundamental de sus preocupadones lo habian constituido los into-
lerantes protestantcs ingleses. Cualquicr persecudon religiosa, cualquier
guerra cmprendida en nombre de la religion infringe las leycs del amor.
Por extraiia magica propuesta por Bruno, por ex-
que fuese la religion
bia sido iimdada tan solo diez anos antes en base a prindpios liberales
a traves de una previa reforma celeste, pero su fucrte interes por el ius
son abandonadas por los vidos que las ocupaa"*^ Nos enfrentamos aqui
con una postura deddidamente antipapista, como cuando la cabeza de
Gorgona, llena de scrpientcs en lugar de cabellos, es puesta como sim-
bolo de la perfida tirania papal que tiene mas lenguas que no cabellos
sobre la cabeza, todas ellas blasfemas contra Dios, el hombre y la natu-
ralesta, y tales que infeaan el mundo con d rcpclentc vcneno del vicio
y
de la ignoranda.^^ £1 discurso pasa a trazar las Kneas maestras de una
rcforma de las consteladones que ha side convertida en realidad gradas
a las virtudcs dd difunto duque luterano, y que tiene un marcado carac-
ter antipapal y anticatolico.
Para evaluar adecuadamente esta variadon de enfasis en la refor-
dpcs herejcs a los que Bruno habia alabado y sobre cuyo comporta-
miento la Inquisidon albergaba serias sospecfaas.
Bruno dcdic6 al hijo dd difunto duque, Enrique Julio, nominal-
mente catolico, los poemas escritos en latin que habia estado compo-
niendo durante varios anos. Si bien tales poemas no fixeron publicados
en Hdmstadt, tal como sucedio con la Oratio consolatoria^ sino en
" hacen referenda al ambiente del periodo
Francfort, las dedicatorias
de Helmstadt. En una de ellas Bruno recuerda a Enrique Julio, que era
a un mismo tiempo duque y obispo, que en tiempos de Hermes Trisme-
gisto los sacerdotes cran reyes y los reyes sacerdotes.'^
Pero hay algo mas en los dos poemas latinos sobre lo inmenso y lo
minimo, alguna cosa ante la que solo cabe pensar que ha sido casi deli-
beradamente ocultada entre dertos pasajes perifericos dc caracter filo-
sofico. En el De immenso y se ataca con acritud y particular violenda a
aquellos que han destruido la religion egipda, con lo que han conse-
guido que "sepulta est lux" y que se hayan difundido por el mundo la
crueldad, los dsmas, las malas costumbres y el dcspredo por la ley.^'*
En el misterioso encabezamiento del paragrafo en cuestion se mendona
la profecia de Mercurio contenida en el Pimander, lo cual no deja lugar
a dudas accrca dd hecho de que nos hallamos una vez mas ante la bien
conodda interpretadon bruniana dd Lamento segun la cual se atribuye
a los cristianos la destrucdon de la buena religion. La atendon dd lec-
monadt. Talcs manuscritos han sido publicados por G. Aquilccchia en Atti dell'Accademia dei
pos de figuras geometricas, tales figuras deben "dar un camino para in-
terpretar las Charites (Gradas) de Hermes" ? ^^ ^ O por que motivo de-
beriamos encontrar una "Charitis domus" en un triangulo formado por
Baco, Diana y Hermes ? ^'
Cuando se examinan los diagramas contenidos en las edidoncs ori-
ginates de los tres poemas latinos publicados por Weclid en Francfort,
se descubre que los diagramas pertenedentes ADe triplici minimo et men-
sura difieren sensiblemente de los pertenedentes a las otras dos obras,
por cuanto aqueUos de estrdlas, flores, hojas y otros
se hallan repletos
elementos fantasticos (Lam. \4 a, Los editor es de las obras latinas
b).
Tocco y Vitclli, Florcnda, 1 899. Puesto que muchos de los diagramas rcproduddos en el De
triplici minimo aparcccn en otras dc las obras dc Bruno sin que se hallcn acompanados dc estrc-
Uas u otros omamcntos. Es de suponcr que Tocco y VitclU cacontraran complctamente justifi-
cado oinsiderar tales anadidos como cmbcUedmicntos supcrfluos de los que pucdc presdndirse.
368 GIORDANO BlttW{>iT LA TRADIQ^N HERidTlCA
70. "non schemata solum ipse [es dedr, Bruno] sua manu sculpsit, sed etiam opcrarum se
in codem correctorem praebuit" (Op. lat., I (m), p. 123). No es imposiblc que Wechcl pueda
haber sido ua impresor que pertenedcra o simpatizara con alguna secta sccreta. Un impresor de
id6ntico nombie, Andreas Wechel, habia convertido su casa de Frankfurt en un lugar dc cita
para viajcros proccdcntcs dc todas partes de Europa (cf.
J.
A. Van Dorsten, Poets, patrons and
professors, Leiden, 1962, p. 30). Es perfcctamente conoddo que Philip Sidney cntablo reladon
con Andreas Wechcl durante su primer viaje al contincnte. Sin embargo, el John Wechcl que
imprimio los libros de Bruno no es la misma persona.
71. Cf. supra, p. 361.
72. Op. lot., I (u), pp. 319 y ss.
Agrippa elabora una escala para cada uno de los numeros, a traves
de la cual explica los significados de estos a diferentes niveles. Por
ejemplo, en la escala del numero tres/' el significado mis elevado o ar-
quetipo esta constituido por el nombrc de Dios, compuesto por tres le-
tras (en hebrco) que significan el Padre, el Hijo y el Espiritu Santo, es
decir, la Trinidad cristiana. En el mundo intelectual, dicho numero sig-
nifica las tres jerarquias angelicas, es decir, las nueve jerarquias dionisia-
nas reunidas en tres grupos que representan la Trinidad. Al nivel de
mundo celestial, el tres hace referenda a las tres subdivisiones cuaterna-
rias de los signos (del zodiaco), a las de las casas (en un horoscopo) y a
las tres tripliddades. En el mundo elemental, hace referenda a los gra-
dos de los elementos; en el mundo inferior, el que hace referenda al mi-
crocosmos o al hombre, numero tres hace referencia a las tres partes
el
76. Op. 358-369. Una disposidon muy semcjantc a esta, con tres soles in-
tat., I (ii), pp.
crustados en un arco iris, aparccc como un "portcnto" en una incision dc una dc las profccias de
William Lilly (W, Lilly, An astrological pmiicttott of the occurences in En^and, part of the years
1648, 1649, 16}0, imprcso por T. B. en 1648).
'^'^-C''~
" •"- '''•-"'- ' :rV. •,--.-
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77. R. Fludd, Utriusque cosmi bistoria, parte II {Microcosmi bistoria), Oppcnhcim, 1619,
pp. 19 y ss.
pcrdida sobre la esfera ("Et ego, in libro dc sphaera", p. 466). Pucdc pues suponcrse que dicha
obra, desgradadamente pcrdida, se basara en la de Cecco.
80. Op. lot., I (n), p. 466.
GIORDANO BRUNO BN ALEMANIA 371
la dta que hace Cecco del tal Astofontc, a quien no encontramos mcn-
donado en ninguna otra parte y es probablemente un persona] e invcn-
tado por Cecco.^^ El pasaje nos permitc comprcndcr cual es el motivo
que impulsa a Bruno a recurrir tan a mcnudo a la intersecdon de drcu-
los en los diagramas en que nos rcpresenta a su trinidad hermetica
(Lam. 11 tf, i, f) y, en general, en otros muchos de sus diagramas.
Bruno tambicn se muestra muy interesado por el demonio Floron, men-
donado, segiin Cecco, en el Liber de umhris de Salomon como sefior del
septcntrion. Floron es invocado a traves de espejos magicos y parece
ser que originariamente pertenecia a la orden de los querubines. Bruno
toma todos estos extremos de la obra de Cecco.*^
Este era predsamente d tipo de magia que Pico habia tenido tanto
cuidado en eliminar y sustituir cuando introdujo, a traves de la cabala
practica, un nuevo metodo, eficaz y cultivado, para entrar en contacto
con los angeles. El retorno de Bruno a un total "cgipdanismo" signi-
fica, pues, volver a un metodo conjuratorio de vieja escuela y de carac-
81. Thomdikc, Sphere, p. 405; cf. U introducdon dc Thorndikc, p. 54, sobrc Astofontc
como invcncion dc Cecco.
82. Op. lot., I (n), pp. 467-468 ; cf. Thorndikc, Sphere, pp. 398-399, 407-408 y History
of magic and experimental iciena; II, p. 965. Scgun Cecco, d demonio Flor6n sc hallaba aprisio-
nado en un espcjo dc accro a caiisa de un potcntc hcchizo y conocia muchos dc los sccretos dc
la naturalc2a. Bruno alude a ello en su Spaccio (dial. 1) al tratar de la consteladon septentrional
dc la Osa: "alii donde los magos del espcjo accrado buscan los oraculos de Floron, uno dc los
grandes prindpcs dc los csplritus ^cos" {Did. ital., p. 617).
83. Bruno, Op. lat., I (n), p. 473.
84. Op. lat., I (in), p. 87.
372 GIORDANO BRUNO Y LA TRADia6N HERHdnCA
CAPfTULO XVIII
GIORDANO BRUNO:
SU ULTIMA OBRA PUBLICADA
blico,
1. Spampanato, Vita di Giordano Bruno, pp. 446 y ss.; Mclntyrc, Giordano Bruno,
pp. 62 y ss.
JUNO JUNO
II SATURNO (4 imagencs) SATURNO
III MARTE (4 imigenes) MARTE
IV MSRCURIO (7 imagencs) MERCURIO
V MINERVA (3 imagencs) MINERVA
VI APOLO (8 imagencs) APOLO
VII ESCULAPIO (6 imagencs) con sus magas
QRCE (1 imagen) QRCE y MFDEA
ari6n (3 imagencs) con su medico
ORPEO (3 imagencs) ESCULAPIO
VIII SOL (1 imagen)
IX LUNA (6 imagencs) DLWA
X VENUS (10 imagencs) VENUS y CUPIDO
XI CUPIDO (2 imagencs)
XII TIERRA (3 imagencs) CERES
oc6ano (1 imagen) NEPTXFNO
neptuno (1 imagen) lETIS
plut6n (1 imagen) MOMO
ISIS
tos ultimos tambien vcmos que hay algunos rq)etidos en ambas listas;
nilio asoda a los distintos signos del zodiaco, a saber, Minerva, Venus,
ci6n7 Bruno prodiga sus epitctos con asombrosa exuberancia para to-
dos y cada uno de los prindpios de forma similat al ejemplo que acaba-
mos de dtar que, no obstante su amplitud, tan solo constituyen una pe-
queiia parte de los atribuidos a Jupiter. Los leaores del Spaccio no tar-
daran demasiado en reconocer que tales epitetos son del mismo tipo que
los empleados en esta obra para describir la reforma de los delos. Si tu-
tima obra.
En realidad, el De imaginum compositione nos ofrece la dave para
interpretar el sentido en que son usados los epitetos en el Spaccio bru-
niano. En el ejemplo dtado anteriormente, es fadl observar que los
epitetos buenos pertenecen a Jupiter visto bajo forma de prindpio fi-
la
losofico (Causa, Prindpio, Comienzo) o como Dios planetario cuyas
caraaeristicas son la "Jovialidad" y la benevolcncia. Jupiter es el pla-
neta espedal de los gobernantes y sus epitctos positivos configuran un
tipo de gobierno nuevo, jovial y benevolente, asodado a Clemenda,
Hilaridad, Moderadon y Toleranda. Los epitetos negativos aplicados
a Jupiter corresponden al aspecto negativo del planeta y al mal gober-
nante: Orgullo, Ambidon, Despredo hada los demas y Usurpadon.
La definidon que he dado, en el capitulo dedicado al Spaccio, de la
cresta.^'
fuerzo del inidado por identificarse con las Potestades y, de este modo,
alcanzar la divinidad.
Bruno expone nucvamente en la primera parte del De imaginum
compositione su teoria acerca de la imaginadon entendida como d prin-
dpal instrumento a emplear en los procesos magicos y religiosos. Habia
formulado ya esta teoria en su Explicatio triginta sigillorum, texto escrito
en Inglaterra. Postcriormente la reelaboro bajo una forma mas madura
en el De magia, escrito alrededor de 1 590 o 1591 (es dcdr, aproxima-
damente en misma epoca en que fue escrito d De imaginum composi-
la
tione), y que ya hemos hablado en el capitulo precedente. Es intere-
del
sante estudiar tal teoria en t\De imaginum compositione, donde se nos re-
vela una curiosa confusion mental de Bruno. En dicha obra dta a Aris-
toteles a proposito de la frase "pensar significa especular con image-
25. R. Fludd, Utriusque cosmi ... historia, parte II (Microcosmus), Oppcnhcim, I6W,
paginas 48 y ss. Sobre Fludd y Bruno vease una discusion mis dctallada mas addante, pagi-
nas 461-462.
26. "ncc cnim vocabulo ideae hie utimur tali modo quo Plato (...] scd [...] pro Angelis,
Dacmonibus, stcllarum effigicbus, & DeorUm vd Dcanim imaginibus, quibus coelestia attri-
buuntur t-..]." Fludd, op. cit., p. 50. El titulo dd libro dc Bruno, "Sobre la composidon de
imagenes, signos e ideas", se refiere a "ideas" en cste sentido.
27. Op. lot., II (ra), p. 92.
GIORDANO BRUNO: SU ^LTIMA OBRA PUBLICADA 385
28. Aristoteles, De anima, 43 1 a, 1 7. Bruno dta la traducdon latina. Op. lat., II (in), p.
103, tambicn en la dcdicatoria a Hainzell, ibid., p. 91.
29. Op. lot., II (ni), pp. 120-121.En esta parte Bruno condcnsa y adapta ADe somniis
dc Sinesio, sirvicndose de traducdon de Fidno (Fidno, pp. 1970-1971).
la
monio para sustentar tan pasmosa afirmaci6n), asi como las figuras de
ardlla construidas por Prometeo, como otros tamos ejemplos del podcr
de los simulacros para atracr el favor de los dieses a traves dc ocultas
analogias existentes entre las cosas inferiores y las superiores, "gradas
al cual,mediantc imagenes y similitudes, cstas desdenden para comuni-
carse con aqucllas".'^ Con esta ultima frase nos cncontramos de nuevo
en el terreno familiar de las estatuas egipdas asodadas a los demonios.
Bruno las reladona ahora con la magia mosaica y prometdca para pro-
dudr una desconcertante justificadon hermetico-cabalistica de la magia
intrinseca a sus artes mnemotecnicas.
La luz, dice Bruno, es el camino a traves del cual imprimen en el se
mundo interior las imigencs y los signos di vinos; no es la esta luz
misma que transporta hasta los ojos las impresiones normales de los sen-
tidos, sino que se trata de una lu2 interior unida a ima profunda con-
templadon. Moises sc rcfiere a clla dandole el nombre dc "primo-
g6nita", y tambien la mendona Mercurio en el Fitnander}^ En este pa-
sajc, la ecuad6n Gimsis-Fimander^ tan caraaenstica de la tradidon
hermetico-cabalistica es aplicada por Bruno a la creadon del mimdo
interior.
En el De maginum compositione encontramos palabras y pasajes en
los que se habla del ^ror que impregna al hombre que va a la caza de
los vcstigios de la divinidad. Tales teiaos presentan una notable seme-
janza con algunos de los parrafos pertencdentes al De gli eroici furori.
verso e idcntificarsc con el. Este fiic el objctivo hermetico que Gior-
dano Bruno, un mago profundamcnte religioso, pcrsiguio durante
toda SU vida.
^ Por que, digo yo, son tan pocos los que comprendcn y hacen suyo
cl poder interior? [...]. Aquel que vc en si mismo todas las cosas es, a un
*^
mismo tiempo, todas las cosas.
GIORDANO BRUNO:
EL RETORNO A ITALIA
1. Documentit pp. 69 y ss.; Spampanato, Vita di Giordano Bruno, pp. 456 y ss.; Mcln-
tyrc, Giordano Bruno, pp. 66 y ss.
GIC»LDANO BRUNO: EL RETORNO A ITALIA 389
y que andaba didendo que sabia mucho mas que los apostoles y que le
sobraban arrestos, en caso de que hubicra querido, para que todo d
mundo abrazara una linica nueva religion ("egU dice, dhie sa piu che non
sapevano li Apostoli, e che gli bastava Tanimo de far, se avesse voluto,
die tutto il mondo sarebbc stato d'una rdigione").'
El prindpal motivo que influyo la dedsion de Bruno dc regresar a
Italia file d nuevo cariz tornado por los acontedmientos en Europa ha-
da la mitad de 1591. Enrique de Navarra se habia convertido en el
7. A. Corsano, Ilp*nsiero di Giordano Bruno, Florcnda, 1940, pp. 267 y ss.; L. Firpo,
formas; y [...] su actual situadon no era bucna, pcro [...] muy pronto el
pertencdentes a otros.^°
Ni conozco
al Rcy de Navarra, ni a sus ministros, ni nunca he te-
mado que esperaba grandes cosas de el "y que el mundo estaba necesi-
tado de numerosas reformas", infiriendo que, a pesar de que la reUgion
cristiana le satisfidese mucho mas que cualquier otra, no por ello dejaba
dc estar necesitada de un gran movimiento renovador.
Bruno tambien nego haber dicho que queria ser "capitan".^'* Lo que
queda daro es el hecho de que este asunto sobre la "gran reforma" y la
reladon que esta pudiera tener con el de Navarra eran objeto de cspe-
dal interes por parte de los inquisidores.
Bruno sabia bastante mas de lo que conto acerca de Enrique de
Navarra y de sus confidentes intimos, pues durante su estancia en Paris
habia entrado en contacto con CorbineUi y Piero Del Bene, a quien ha-
bia dedicado los dialogos sobre Fabrizio Mordente y otro libro.^' Del
Bene estaba al corriente de muchos de los proyectos secretos que abri-
gaba Enrique de Navarra. En una carta enviada por Corbinelli a Pine-
lli en agosto de 1585, este ultimo es informado acerca de la reciente vi-
Asi pues, Giordano Bruno no era d unico que cspcraba grandcs co-
pagina 224.
1 9. Cf., por cjemplo, d cstudio de Dclio Cantimori sobrc d hugonotc, a la vcz que parti-
dario del de Navarra, italiano Jacopo Brocardo, "Visioni e spcranze di un ugonotto italiano",
Rivista Storica Italiana, (1950), pp. 199 y ss. O d cstudio dc Luigi Firpo sobrc Francesco Ma-
ria Vialardi, un agente politico dd de Navarra que estaba en las carceles de la Inquisidon en la
misma cpoca que Bruno, "In margine al processo di Giordano Bruno, Francesco Maria Via-
lardi", Rivista Storica Italiana, (1956), pp. 325 y ss. Bruno ncgo cualquicr tipo de vinculadon
con Vialardi o con las "parole orrende contro Dio, la rdigione e la Chiesa" que le habia oido
pronundar {Sommario, p. 84).
20. Ddio Cantimori atrajo la atendon sobrc la importanda dc la figura de F. Pucd en
su obra Eretici itatiani del Cinquecento, Florenda, 1939, pp. 370 y y publico algunos dc sus
ss.,
cscritos en Per la storia degli eretici italiani del secolo XVI in Europa, Roma, 1937. Luigi Firpo
ha estudiado la vida de Pucd y el proceso en el que sc vio envuelto en "Processo e mortc di
Francesco Pucd", Rivista di Filosofia, XL
( 1 949) y ha compilado una bibliografia dc sus cscri-
22. Cf. Firpo, Gli scritti di Francesco Pucci, pp. 114, 124, 134. Pucd indico por cscrito
a Louis Rcvol, cl sccrcurio dd dc Navarra, que "habia dcddido, dc plcno acuerdo con Su Ma-
jcstad, intcntar llcvar a cabo en Italia algiin bencfido publico prestando sus buenos ofidos al
bilidad de profcsar sus ensenanzas. Cf. Luigi Firpo, "Filosofia italiana e Controriforma",
Rivista di Filosofia, XLII (1951), pp. 12 y ss. (del cxtraao); cf. tambien supra, p. 216.
396 GIORDANO BRXJNO Y LA TRMMOdN HERM^TICA
Cuando "il Patritio" marcho a Roma, Giordano dijo que este papa
era un gran hombre porque favorccia a los filosofos, con lo cual yo aiin
puedo abrigar esperanzas dc ser favorecido. Se que "il Patritio" es un fi-
losofo y que no cree en nada, y yo [Mocenigo] respondi que "ii Patri-
tio" era un buen catolico [..J.^*
28. Sommario, pp. 56-57. Bnmo habia aucado con violcnda a Patrizi en una de las
obras que public6 en Inglaterra {De la causa, principio e uno, dial. i;Dial. ital., pp. 260 y ss.).
Sin embargo, este pasaje hace referenda a una de las obras aristotclicas de Patrizi, no a la Nova
philosopbia que por aquel entonces aiin no habia stdo publicada.
29. Sommario, pp. 57-58.
30. El caso de Francesco Pucd es casi perfectamcnte paralelo. Como Bruno, creia estar
iluminado y que tenia una mision que cumplir, a la vez que ya habia llegado el momcnto de rc-
gresar a Italia y hablar con el papa acerca dd nuevo ordcn fiituro que se instauraria con el ad-
venimicnto al trono del dc Navarra; tambien Pucd se predpito, con su regreso a Italia, hada
GIORDANO BRUNO: EL RETORNO A ITALIA 397
una trampa mortal. Si bicn la vida de Pucd fue bastante mcnos turbulctita que la de Bruno, es
impresionantc semejanza que cxiste cntrc ambos cases, en particular, al tomar en considcra-
la
habia sugcrido Pucd, para cxponer en dicha dudad sus mensajes ang^cos.
31. En una "camera locanda"; Documenti, p. 70.
32. "ho raggionato in alcune libraric"; ibid., p. 135.
33. Documenti, pp. 61, 129, 135.
34. Ibid., pp. 64, 70; cf. Spampanato, Vita di Giordano Bruno, pp. 462 y ss.; Mcln-
tyre, Giordano Bruno, pp. 69 y ss.
35. Las "scritture" fiieron enviadas jimto con la carta del 16 de febrcro dc 1586 en la
que se describia de Fabrizio Mordente contra Bruno (Ambrosiana T. 167
la colcra sup., f.
38. Documenti, pp. 64, 90-91, 127-128; Sommario, pp. 100, 110.
39. Documenti, pp. 127-128. Prc^Ucmcntc Bruno se reficrc a las obscrvadones sobre
los sdlos que aparecen en d De mineralibus, II , 3 (San Alberto Magno, Opera, Lyon, 1 6 5 1 ad. ,
P. Jammy, II, p. 226). El De minerdibus tambicn conticne dc imagenes magicas de las es-
listas
trdlas y, en su conjunto, debe haber scrvido de uttltsimo manual para un mago dominico. En cl
se mendona con frecuenda a Hermes Trismcgisto. Cf. Sommario, p. 100, nota; Thomdilfe, II,
tio irritado y contrariado por las enseiianzas de Bnmo y que para to-
marse luia revancha le delato a la Inquisidon. Quizas, si tenemos en
cuenta cuanto se ha indicado anteriormente acerca de las razones rcales
que impulsaron a Bruno a regresar a Italia, sea posible dar otra inter-
pretadon de la ddadon de Mocenigo. Es posible que, habiendo po-
dido observar a Bruno durante cerca de dos meses en su propia casa, in-
tuycra algo acerca de la mision y, como buen reacdonario venedano
que no depositaba sus esperanzas en una mayor liberalizadon dirigida
por el de Navarra, no la aprobase. Por otro lado, parece ser que Bruno
42. En su ddadon dd 25 de mayo dc 1 592, Mocenigo dcdaro que Bnmo habia rcsi*
dido en su casa durante cerca de dos mescs {Documenti, p. 64); sin embargo, no es dc crcer tal
dcdaradon (cf. Spampanato, Vita di Giordano Bruno, p. 468).
Documenti, pp. 68-69, 77-79. Pucdc ser significativo que d libro que Ciotto vcndio
45.
a Mocenigo, y que fiic la causa dc que cstc cursara a Bruno la invitad6n a trasladarse a Vene-
cia, sea dcscrito por Ciotto como d Dt rnimmo, ma^ tt mensura {Documenti, p. 70). Si d Dt
tripliti ntinimo conticne alusiones a una secta o sodcdad secrcta, tal como he sugerido en d ca-
pitulo XVII, y Mocenigo las rcconodo, la tcoria dc que su invitadon fuera una trampa se con-
viertc en bastante mas verosimil.
400 GIORDANO BRUNO Y LA TRADia6N HERMfexiCA
son bien conoddos desde hace mucho tiempo, junto con algunos docu-
mentos romanos, y han sido publicados por Vincenzo Spampanato en
Documents delta vita di Giordano Bruno (1933). En 1942 el cardenal
Angelo Mercati propordono im considerable suplemento documental
con su texto ll sommario delprocesso di Giordano Bruno. Este sumario de
las pruebas, compilado para uso de los inquisidores romanos, fiie descu-
bierto por Mercati en el archivo personal del papa Pio IX.'*'* En el apa-
recen nucvamente muchos de los extremes ya conocidos a partir de la
documentadon correspondiente al archivo vcnedano, pero ofrece una
notable cantidad de nuevas informadones. No se trata, sin embargo,
dif\ processo propiamente dicho, del informe ofidal sobre el caso y su co-
48. Documenti, pp. 183, 186; cf. Sommario, Introducdon, pp. 43 y ss.; Firpo, op. cit.,
pp. 92 y ss.
GIORDANO BRUNO: EL RETORNO A ITALIA 401
mundi o, segun Virgilio, "spiritus intus alit", era ima interpretadon fre-
cuente en el Renadmiento. Como ejemplo, basta dtar que tal interpre-
50. "El [d Espjritu Santo] es csto dc lo que los propios paganos dedan, hablando dc la
constitucion delmundo, Spiritus intus alit." Jacques Davy Du Perron, Divenes oeuvres, Paris,
1622, p. 684. Cf. mi French Atademies oftht sixtttnth century, p. 169, nota 5. Las opinioncs dc
Du Perron sobre este punto son parti cularmente intcrcsantcs ya que el fiie uno de los prindpales
autorcs dc la conversion de Enrique de Navarra; cf. supra, p. 349,
51. Documenti, p. 96.
5 2. "Vedendo ch'io c gl'altri d
segnavamo con la croce dissc [Bruno] chc non occorea
fare questo segno perche Chrislo messo sopra la croce, ma fii confitto sopra dui Icgni,
non fii
sopra li quali si solcvano sospendcre i condannati e die quella forma di croce die hoggidi si
ticne sopra I'altari era un carattcre c segno ch'era scolpito nd petto della Dea Iside, e-che quel
segno dagl'antichi era sempre tenuto in veneratione, e die i Christiani I'haveano rubbato da
grantidii Hngendo chc in quella forma fosse il Icgno sopra il quale fii affisso Christo [...],"
captar los influjos estelares; por otra parte, anade que tjd forma se ha-
Uaba esculpida en el pecho de Serapis. Sin embargo, Fidno cree que la
forma de la cruz, fue venerada entre los egipdos no solo como testimo-
nio de los "dones de las estrellas", sino como un presagio del advcni-
miento de Cristo.
Podemos sentirnos inclinados a creer que este pasaje del De vita
coelitus comparanda puede constituir una de las fiientes fimdamentales
para el egipdanismo de Bruno. Bastaba con que cambiara ligeramente
la argumentadon fidniana, scgun la cual las poderosas propiedades
magicas de la cruz egipda no eran mas que im simbolo que presagiaba
el advenimiento del cristianismo, por la afirmadon de que la cruz egip-
5 3. Sommario, pp. 72-73. Dc este pirrafo deduzco que, en opinion de Bruno, Cristo ha-
bia sido ondficado sobre una cruz en forma dc "tau" y que la cruz usada por los cristjanos era
en realidad cl "caraaer" cgipdo.
Existen algunas rcprcscntadoncs de la crucifixion en las que la cruz ticnc la forma dc "tau"
o de T. Sobrc esta cucstion, cf. G. Miccoli, "La 'Crodata dei Fandulli' del 1212", StuJi
Medievali, 3.* serie, II, 2 (1961), pp. 421 y ss., y las refcrendas que alli se dan. Cf. mas adc-
lante, pp. 475-476, las observadones de Athanasius Kirchcr sobre la cruz.
57. Documenti, pp. 101-102. Aqui no esta exprcsando su vcrdadcra opinion, para la cual
cf. supra, p. 265.
58. Sommario, pp. 113-11 9.
59. Sommario, pp. 12-1 3. Es absolutamcnte dcrto que Bnmo, tal como afirma Mercati
(ibid., p. 12) file procesado por cuestiones de^. Firpo {II processo di Giordano Bruno) esta de
60. La carta de Gaspare Scioppio ha sido reproducida por Spampanato, Vita di Gior-
dano Bruno, pp. 798-805; su lista dc los errorcs de Bruno se halla rccogida en el Sommario,
pagina 9. -
siede sc hallaba difundidacon gran generalidad una sensacion dc grandes c inmincntes cambios
religiosos. Cuando esta situadon historica haya sido mas cuidadosamente reconstruida, no hay
duda alguna de que el caso dc Bruno podra ser comprendido mas a fondo. Muy a menudo se
comctc el error de juzgar a los hombres del siglo xvi como si cstuviera en su mano conocer
aqucllo que solo nosotros podemos saber desde nucstra perspectiva historica, que no iba a pro-
ducirse ningun amplio y general cambio retigioso.
GIORDANO BRUNO: EL RETORNO A ITALIA 407
cual Bruno fiic perseguido como pensador filosofico y que acabo pere-
dendo en la hoguera per sus tcmerarias opimones sobre los innumera-
bles mundos y sobre el movimiento terrestre. Esta leyenda ya ha empc-
zado a tambalearse desde la pubUcacion del Sommario, donde se mues-
tra con toda daridad cuan poca atendon se dedico en los interrogato-
rios a las cuestiones de caracter filosofico o dentifico, asi como por los
trabajos de Corsano y Firpo, que han centrado la atendon sobre la mi-
sion religiosa de Bruno. Espero que el presente estudio haya puesto en
evidcnda aun con mayor daridad este aspecto de mision y su caracter
y que ademas haya remarcado sufidentemcnte como la filosofia de
Bnmo, comprendido su supuesto heliocentrismo copernicano, formaba
parte integrante esendal en su mision. Bruno, completamente inmerso
en el campo del hermetismo, era incapaz de concebir una filosofia de la
naturaleza, el numero, la geometria o un diagrama cualquiera sin adju-
dicarle derto significado divino. Por esta razon, el es la ultima persona
en este mundo que puede ser tomada como representante genuino de
una filosofia divordada de la divinidad.
63. Trabajos de amor perdido, TV, 3. "Y en cuanto a tu valor, (ino cs Amor un Hercules,
cncaramandosc de continuo a los iirbolcs de las Hesperidcs? Sutil como una csfinge; tan acari-
ciador y musical como el laud del brillante Apolo, que ticnc por cucrdas sus cabellos. Cuando
.:s»'
paiia catolica por ima parte y d dcspredo hada las buenas obras prc-
teritas mostrado por los "gramaticos" protestantes por la otra, Hasta el
habla dc Amor, enmudecen todos los dioses para escuchar la armonia de su voz" (trad, de Luis
Asirana Marin, Ed. Aguilar, Madrid, 1951).
GIORDANO BRUNO: EL RETORNO A ITAUA 409
64. Sc ha querido ver en Prospero una rcprcsentadon de la persona de John Dee. Tal
vez sea derto, pero tal como ya se ha indicado Dee y Bruno son dos variadones sobre ct tema
renaccntista de lamagia y la cabala.
65 Cuando se haya tlcvado a cabo un estudio exhaustivo sobre la influenda cjcrdda por
Bruno en Inglaterra, tal vez aparczca como una de las mayores ironias de la historia el que su
mision fucra considerada por los inglescs como algo similar a una Contrarrreforma oculta.
410 GIORDANO BRUNO Y LA TRADICi6n HERM^TICA
66. Traiano BoccalJni, Ragguagli di Parnaso, ccnturia I, raggaglio 3. Accrca del uso dc
la obra de Boccalini que hicicron los rosacruccs, cf. mas 463-467.
adelante, pp.
67. Galileo tiene bucn cuidado en repudiar la numerologja pitagorica en un paisajc que
uno de sus editores modernos ha comentado de la forma siguicnte; "En las intendones de Gali-
leo tales observacioncs tienen como objetivo disociarle explicitamente de la corrientc dominante
dc cicncia oculta y de racionalismo mistsco pseudopitagorico, que habia conocido un extraordi-
nario resurgir en las ultimas «apas del Renacimiento y que culminaria con el Irigjco destine re-
scrvado a Bruno" (Galileo Galilei, Dialogue on the two great world yitems, Chicago, 1953, ed.
por G. de Santillana, p. 15, nota). Esta nota destaca admirablemcnte bien cual ftie la postura
defendida por Bruno.
68. A. Favaro, Galileo Galilei e lo studio di Padova, Florencia, 1883, I, p. 226.
CAPfTULO XX
GIORDANO BRUNO Y TOMMASO CAMPANELLA
un mago que se sentia investido para cumplir una mision. Este hombre
colosal, convenddo de poseer sobre su cabeza siete protuberandas que
simbolizaban los siete planetas,^ poseia ima enorme confianza en si
1. Sobre Campanella, cf. L. Amabile, Fra Tommaso Campanella, la sua congiura, i suoi
process!, e la sua pa-:Q^a, ^Tapoles, 1882, y Fra Tommaso Campanella ne Castelli di Napoli, in
Roma ed in Parigi, Napolcs, 1887; L
Blanchct, Campanella, Paris, 1920; Paolo Treves, La
filosofia politica di Tommaso Campanella, Bari, 1930; A, Corsano, Tommaso Campanella, Ban,
1961, 2.» cdidon.
traba durante este ultimo periodo en otra de las celdas de las prisiones
de la Inquisidon romana.
A finales de 1597, Campanella dejo Roma para trasladarse a
Napoles, donde tuvo dertos intercambios de ideas con un astrologo y
con el geografo Stigliola, quien habia compartido con el la carcel ro-
mana y era un entusiastico defensor de la astronomia copernicana.^
Probablemente estas discusiones conJGrmaron a Campanella en la opi-
nion, que tan a menudo expondria durante la revuelta calabresa, de que
los signos celestes anundaban la inminente aparidon de profundos cam-
bios politicos y religiosos. En 1598 partio de Napoles para trasladarse
mas hada el Sur, a Calabria, su pais natal, donde, en 1 598 y 1 599, or-
ganize la revuelta contra el gobierno espaiiol.
La extraordinaria historia de la revuelta calabresa ha sido cxcelcn-
temente narrada por Leon Blanchet en su biografia de Campanella.^ La
reconstruccion de Blanchet se basa en el rico fondo documental reco-
gido por las autoridades despues de reprimir la revuelta, que fue descu-
bierto y publicado por Luigi Amabile.^ Con apasionados discursos,
Campanella y sus seguidores, entre los que se contaban gran numero de
dominicos, anundaban la inminencia de grandes cambios. El dedive
del espiritu de caridad entre los hombres y el crecimiento de la discor-
dia y de las herejias dan testimonio de la necesidad de un nuevo orden
religioso, cuyo advcnimiento es preanimciado por toda una serie de
7. Ibid., p. 32.
8. Ibid., pp. 33-41.
9. Los documentos referentes a la conjura calabresa ban sido publicados en el tercer
dcncia a travcs de los documentos publicados por Amabilc, pcro no ha sido remarcado por nin-
guno de los investigadores posteriorcs.
13. Amabilc, Congiura, I, pp. 25-28. ^.
/
sugiere que Campanella debio, como minimo, leer algunas de las obras
de Bruno.
La fecha de la muerte de Bruno adquierc nueva significacion
cuando se observa en el contexto de la reAoielta calabresa y de sus secue-
las. Por que motivo, despues de ocho anos de carcel, Bruno fiie condil-
(f
guiada por otro dominico rebelde, apenas habia sido donunada puede
tener todo el caracter de una advertenda. Campanella escapo a duras
pcnas de una muerte similar a la de Bnmo, debido segun parece a su
16. Amabile, Congiura, I, pp. 220 y ss.; op. cit., pp. 66 y ss.
Blanchet,
17. Campanella, Cilta del Solt, cd. E. Solmi, Modena, 1904. Todas las citas y comenta-
rios hacen referenda a esta edicion.
GIORDANO BRXWO Y TOMMASO CAMPANELLA 419
de que los machos y las hembras se unan de tal modo que den origen a
una buena raza", asi como de la educadon y de la medidna.
Bajo este tipo de gobierno, los habitantes de la Ciudad viven en
amor fraterno y comparten todas y cada una de las cosas. Son inteligen-
tes y bien educados; los ninos comienzan ya desde su mas temprana
edad a aprender todo acerca del mundo y de las artes y ciendas repre-
sentadas sobre los muros. Los solares estimulan las invendones dentifi-
cas y cstas son urilizadas en servido de la comunidad para acrecentar el
bienestar general. Gozan de excdente salud y son expertisimos en medi-
dna. Por otra parte, son virtuosos. En dudad, las virtudes han pre-
esta
valecido sobre los vidos, ya que los nombres de sus magistrados son Li-
GIORDANO BRUNO Y TOMMASO CAMPANELLA 421
no se haUaba gobernada por una buena magia, de tal forma que los bue-
nos influjos celestes prevalecian sobre los nefastos? Varias son las fuen-
tesde inspiradon que se han sugerido para la Cittd del Sole campane-
lliana, entre ellas una influenda de la Utopia de Tomas Moro, especial-
mente en lo que conderne a Ciudad habia
la ficcion segiin la cual la
Un dia, los dioses que cjcrccn su dominio sobre la tierra seran res-
taurados e instalados en una ciudad situada en los confines de Egipto.
una ciudad oricntada segiin la dircccion del sol poniente, y sobre la tjue
se prcdpitara, por tierra
y por mar, la totalidad dc la raza de los mor-
tales.2"
2 1 Este punto de vista sobre la fiicnte dc la Ciudad del Sol no se halla en confliao con
la propucsta avanzada por Paolo Treves, quien ha indicado que cabe siniarlo en Isaias, XIX,
^u^^-.
Una vez adarado cste extremo, aparece como un hecho obvio que
de bianco de Campandla no son otra cosa que egip-
los solares vestidos
dos o, lo que pseudoegipcios hermeticos. El sacerdote
cs equivalente,
Sol "ha de saber todas las ciendas [.,.] y los grados de los entes y sus
correspondendas con las cosas celestiales".^^ Tal era la sabiduria de los
sacer dotes hermeticos egipdos y tal era la sabiduria de Hermes Trisme-
gisto en su triple papel de sacerdote, filosofo y legislador. Identicas fiin-
dones y conodmientos eran exigidos al sacerdote Sol de la Ciudad
campanelliana, quicn agrupaba en su persona las prerrogativas del sa-
bio, del sacerdote y del gobernante.
Naturalmente, tambien se corresponde a la perfeccion con el ideal
mario, por lo que respecta a las influendas sobre la Ciudad del Sol es,
scgun mi opinion, hermetico. Su primer modelo, al que se han sobreana-
dido buen numero de elementos mas tardios, es, segun creo, la dudad
magica de Adocentyn descrita en el Picatrix, asi como la descripdon de
la religionde los egipdos contenida en el Asclepius.
Por consiguiente, la Ciudad de Campanella debe colocarse entre
los productos infinitamente ricos y variados del hermetismo religioso
renacentista. A pesar de que quepa enmarcarla dentro del mas extremo
tipo magico de hermetismo religioso, la profunda cristianizacion de los
escritos hermeticos induce a Campanella a mantener la creencia de que
tanto su religion "natural" como las leyes que la rigen se hallan muy
proximas al cristianismo, que tal religion puede ser fadlmente comple-
mentada por sacramentos cristianos y que, en d caso de que Cristo sea
venerado como un mago, no hay inconvenicnte alguno en que dichas
leyes constituyan la base de la nueva religion y la nueva etica universal
que el mundo esta esperando.
18: "In die ilia erunt qutnquc dvitates in terra Aegyptii, loquentes lingua Chanaan, ct jurantcs
por Dominum cxcrdtuum; Civitas Solis vocabitur una". (Paolo Treves, "The title of Campa-
nella SCity of the Sun", J.W.C.I., III. 1939-1940, p. 251.) U Civitas Sdis dela que habla el
lares situadas sobre la cupula del templo y el altar con sus siete lamparas
planetarias. En el Spaccio, la virtud triunfa sobre el vicio cuando los as-
26. Campanella, Theologia, libro prima, cd. R. Amcrio, Milan, 1936; otros volumenes,
todos ellos editados por Amerio, han sido publicados en anos sucesivos en Roma por el Centra
interrurqonale di audi umanistici.
27. Walker, pp. 203-236.
28. Campanella, Universalis philosophiae seu metaphysicarum rerum, iuxta propia dogmata,
Libri 18 y Paris,1638. Sobre las vicisitudes de esta obra, de la que Campanella escribio la pri-
mera version alredcdor de 1590, cf. Firpo, Biblio^afia di Campanella., pp. 119-122.
^ <".-^"'
29. Campanella, Metaphysica, parte III, XV, vii (2), pp. 179-183; cf. Walker, pa-
ginas 210-211.
30. Campanella, Metaphysica, III, XV, m (1), pp. 167-170.
31. Ibid., p. 169.
32. Ihid, p. 179; cf. Walker, pp. 211-212.
428 GIORDANO BRUNO Y LA TRADIQ^N HERM^TICA
Este tipo de magia, tal como ha sido subrayado por Walker,*' in-
tentaba crear artifidalmente cielos favorables que sustituycran a los cie-
los reales que se iban deteriorando a causa de los eclipses. Era ejercicio
privado y para beneficio exclusivo de un solo individuo. Sin embargo,
en caso de que hubiera existido un estado organizado en el que la casta
sacerdotal, conocedora de tales ceremonias, lo hubiese practicado conti-
nuamente, tal estado sc hubiera visto librado a perpetuidad dc todos los
influjos celestes malignos, tanto en el piano fisico como en el moral.
Este era el objetivo que pensaban alcanzar en la praaica los egipcios
pseudohermeticos con su religi6n natural, segiin la descripdon conte-
nida en el Asclepius. Un estado ideal del tipo indicado lo constituyo la
dudad de Adocentyn, construida por Hermes Trismegisto, donde, tal
como se describe en el Picatrix, su faro irradia perpetuamente los colo-
res planetarios y sus murallas se hallan adornadas con imagenes celestes.
Y tal era el tipo, sin lugar a dudas, al que correspondia la ideal Ciudad
del Sol de Campanella, con su altar solar y las siete lamparas planeta*
rias en correspondenda con las imagenes representadas en la cupula del
templo, un altar perpetuamente servido por una casta de sacerdotes que,
a im mismo ticmpo, eran magos experimcntales.
Campanella debio haber esperado que Urbano VIII, con su interes
por la astrologia, Uegase a adoptar la reforma magica en el ambito del
papado, que a sus ojos dertamente constituia el mejor y mas apropiado
centro de irradiad6n para la ansiada reforma. Tambien esper6, derta-
mente, durante su triunfal periodo parisino, que Richelieu se intercsara
33. Campanella, Astrologicoruvt Libri VI. In quibus Astrologia, omni superstitime Ara-
bum,2f.Iudaeorum elminata, phystoloffce Praaatur, secundum S. Scripturas, Scdoctrinam S. Thomae,
&" Al^ti, Lyon, 1629, lib. VII, De siderali Fato vitando, IV, I, pp. 11-13; cf. Walker,
paginas 206-210.
34. Quctif &Echard, Scriptores Ordinis Praedicatorum, Paris, 172 1, II, p. 508; cf. Wal-
ker, p. 210.
35. Walker, p. 223.
GIORDANO BRUNO Y TOMMASO CAMPANELLA 429
lamagia campanelliana esta vinculada con los angeles y no hay duda al-
guna de que tales angeles eran, espedficamente, las jerarquias pseudo-
dionisianas, pucs en su Metaphysica, inmediatamente antes de exponer
de Hermes
las teorias Trismegisto y de Ficino, Campanella dedica un
ampho apartado a las jerarquias angelicas, ilustrando minuciosamcnte
sus diversasfimdones de un modo que recuerda enormemente a Fi-
dno.*^ Induso en la primera version de la Qttd del Sole la continuidad
existente entre el mundo celeste y el angelico es afirmada con toda dari-
dad, pues sobre las columnas de la puerta del templo aparece una des-
36. Hstas variantes en rdacion a la version oii^al publicada en laedidon de Pan's apa-
rccen diadas en Cittd del Sole, cd. cit., notas dc las pp. 7, 38, 44-45; Walker, p. 209.
cf.
37. Campanella, Metaphysica, III, XV, n (1 y 2); cf. Walker, pp. 224-229.
430 GIORDANO BRUNO Y LA TRADlClbN HERm6tiCA
cripcion de la escala dc los seres > AUi esta cscrito, quizas expresado a
travcs de imagenes, "die cosa e Dio, che cosa ^ angelo, die cosa e
mondo, Stella, uomo [...]".^* Esta indicadon deja perfectamente daro
ante los fieles angdes y
que, en ultimo termino, deben aproximarse a los
a Dios a traves de las estrellas.
La magia renacentista del tipo que venimos estudiando a lo largo
de este texto, la magia, en ultimo analisis, basada en Hermes, que Fidno
habia puesto de moda, encontro un complemento en la cabala tal como
la entendio Pico della Mirandola. Este hedio dio nuevos argumentos a
la continuidad existente entre la magia y d mundo angelico a traves dd
poder de la cabala para llegar hasta los angeles y, mediante estos ulti-
mos, hasta los sefirot y los mas elevados misterios divinos encerrados en
el nombre de Dios. El doble proceso originado por la asodacion ma-
una de sus cartas la forma en que Campanella deplora la dcvodon dc Pico por la cabala (Cam-
panella, Lettere, ed. Spampanato, p. 134).
40. Walker, p. 218.
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^HH;*'- " , ,
" - ;, ;/ '
1 +; s -v J' ^.H' "J^,
hasta que punto para el, lo mismo que para Fidno, la piedad de Trisme-
gisto y su premonidon de algunos de los misterios cristianos le convier-
ten casi en un autentico cristiano e invisten de autoridad a su magia.
En una pagina precedente de esta misma obra, Campanella efectua
algunas observadones altamente significativas. Tomas de Aquino, dice,
enseiia que no podemos conocer la Trinidad a traves de ningun medio
natural y que esta no se halla reflejada en las criaturas. Pero Santo To-
mas, "no habia leido ni a los neoplatonicos ni a Trismegisto, pues las
41. fAagia e Grania es, sin embargo, el u'tulo dado por cl editor a cstc volumcn dc la
Tbeoloffa.
42. Campanella, De Sancta Monotriade {Theoloffa, Liber II), cd. R. Amerio, Roma,
1958, p. 14.
43. Deo trino mundi creatore: nam
"Trismcgistus autcm non loquitur dc mundo, sed
Verbo suo omnia aeasse docet damasse Germinate et pullulate omnia opera mta, sicuti Moy-
et
ses dixi Cresdte et multiplicamini. Item docct quod Deus Verbo genuit tertiam mcntcm, quae
Deus est et Spiritus et Numen, et semper in divinis ista considerat." Campanella, op. cit., loc at:
44. "Ex tcmplo Deus uerbo sancto damauit pullulate, adolcsdte, propagate univcrsi ger-
mina, atque opera mea." Fidno, p. 1838.
45. Fidno, p. 1839. Cf. supra, pp. 43-44.
46. "...Thomas, cum non viderit Platonicos ncque Trismegistus suo tempore nondum
redditos latinos, ut patet ex sua confcssione super Etbicam Aristot., et ex historiis, nihil mirum si
Sin duda alguna tal trabajo deberia iniciarse con un estudio de las tor-
tuosas tentativas Uevadas a cabo por Ficino para recabar de Santo To-
mas de Aquino la aprobadon del uso de talismanes. Tales tentativas se
nos aparecen como un hecho menos insolito cuando sabemos, gracias al
estudio efectuado por Walker, que el Cardenal Cayetano, en su edicion
de las obras de Santo Tomas publicada en 1579, defiende en los co-
mentarios adjuntos la legitimidad de los talismanes.'*^ Campanella em-
pleo la edicion de Cayetano, ya que hace referencia a la misma en su de-
fensa de la magia astral.'** (La tentativa destinada a transformar al otro
gran dominico, San Alberto Magno, en un defensor de la magia ya era
mucho mas fadl, puesto que probablemente San Alberto fiie un mago.)
Existe un tomismo renacentista que, sin duda alguna, seria anatemati-
zado por un tomista moderno, y la teologia de Campanella (que du-
rante su epoca permanedo inedita al no obtener la aprobacion para scr
cditada) constituye la culminadon de dicha corriente. Su Theologia
estaba destinada a ser una nueva Summa dominicana formulada con la
50. Campanella, Tbtologia, libro prima, cd. R. Amcrio, Milan, 1936, p. 189.
H. Cf. supra, pp. 279-280,
434 GIORDANO BRXINO Y LA TRADia^N HERM^TICA
bado a Campanella por algimos frailes micntras se encontraba en Bolonia en 1 592, de camino
hada Padua, y fiie usado en su contra durante el proccso por herejia, para cuya realizadon iuc
trasladado desde Padua a Roma. Esta version original ha side buscada en vano en los ardiivos
dd Santo Oftdo. Reescribio d libro en italiano fiandose tan solo de su mcmoria, probable-
mentc alrcdcdor dc 1604, micntras se hallaba prcso en la dudad de Napoles. Acto seguido lo
cscribio nucvamente, esta vez en latin, y fue esta ultima version la que Adami se llevo consigo a
Aletnania, publicandola en Frankfurt en 1620. Una nucva edidon de la obra en cucstion vio la
fiscada por los emisarios del Santo Ofido y cuya perdida cabc lamentar, Cf. la introducdon dc
Brucrs a su edidon de la version italiana y Firpo, Bibliografia di Campanella, pp. 67-72.
GIORDANO BRUNO Y TOMMASO CAMPANELLA 435
Ecco che quando ruomo va cogitando, pensa sopra il sole e poi piu
di sopra, e poi fiior del dclo, c poi piumondi infinitamcntc [...1. Dun-
que di qualque infinita causa ella [la raza humana] c cffetto [...]. Dice
Aristotile ch'e vana imaginazione pcnsar tanto alto; c io dico con Tris-
megisto ch'c bestialita pensar tanto basso; et e necessario ch'egli mi dica
d'ondc avvienc qucsta infinita. Se si rispondi che da un simile mondo
un altro simile si pensa, e poi un altro, poi in infinito, io soggiongo che
questo caminare di simile in simile senza fine, e atto di cosa partedpe
dell'infinito.''*
stelle, novi sistemi [...] son prindpio di secol novo", escribe Campane-
dominar al diablo y obUgarle a que aciue segun su voluntad. Campanella, Magia e graxja, cd.
dt., p. 206.
62. Ibid., p. 202.
XJk
ral, del mundo entero y todas las religiones sc fimdiran en ima sola,
constituyendose una unidad religiosa y politica mundial.^'*
ncs dentificas del mundo que en ella se profesan, es decir, con la ma-
gia natural.
Cuando se examina la propaganda elaborada para impulsar la re-
66. Cf. Campanella, Articttli profetales, editado en Amabilc, Congiura, III, pp. 489-498.
67. Cf. E. Kantorowicz, Frederick. II, trad, de E. Lorimcr, Londres, 1 93 1 , pp. 2 34 y ss.
GIORDANO BRUNO Y TOKLMASO CAMPANELLA 441
antiguo Egipto, tan potente como para regular las influencias celestes a
traves de la magia cientifica y, en consecuencia, todos los aspectos de la
68. Blanchet, op. cit., pp. 52-5 3. Esta dedicatoria aparece en uno de los manuscritos de
la obra y fiie publicada por J.
Kvacala, Thomas Campanella, ein Reformer der ausgehmdtn
Renaissance, Berlin,1909, p. 152. Accrca de la complicada historia del Quod reminiscentur,
cuya Ucencia de publicadon estuvo a punto dc conccder Bellarmino pero acabo siendo rctirada,
cf. Firpo, Bibliografta di Campanella, pp. 153-157. El primer volumen de esta obra ha sido pu-
blicado en 1939 por R, Amerio.
442 GIORDANO BRUNO Y LA TRAD1Ci6n HERM^TICA
mado, 'natural', que habria sido la senal del comicnzo del milenio, la
universal Ciudad del Sol." ^' Parece ser que, en efecto, Campanella
ejerdo en aquella epoca una derta influenda sobre la politica romana
gradas al favor de Urbano VIII.
La idea de que Campanella Uegara a gozar aunque solo sea de un
pardal y efimero exito en Roma —pues no hay duda de que tal exito fiie
simplemente pardal y efimero— no puede asombrarnos demasiado
cuando pensamos en Giordano Bruno "astrologizando" en Francfort a
traves de una serie de esquemas destinados a rcdudr todo el mundo a
que se afirma que en aaualidad ocupa una posidon mucho mas baja que en ticmpos dc Ptolo-
la
mco, y oiros portcntos (Lettere, ed. dt., pp. 218-225), repitiendo afirmadones similares a las
que habia hecho en la epoca de la rcvuelta calabresa (Amabile, Centura, III, pp. 480, 495,
etc.). Cf. tambicn Lettere, pp. 23, 65 y la cgloga sobre el naoimiento del Delfin (cf. mis ade-
lante, p. 444).
El dedive del sol y los portentos asodados con este fenomeno son descritos por Spenser,
Faerie Queem, V, Introducdon, 5-8.
L-v^'--- ' N^'* '
/r-!
^" ' " ' '"' ,' .
"'*>''''
".v^;^--'-
75. Esta dedicatoria se halla reptodudda en Latere, ed. at., pp. Hl-'hlA.
76. Ibid., pp. 309, 403, etc.
79. "El Gallo cantara; Pedro se reformara espontaneamcnte; Pedro cantara; el Gallo
volara sobrc el mundo entero, pero lo pondra bajo el Pedro y
guiado por sus
control de sera
riendas. El trabajo se convertira en un placer amigablemente dividido entre muchos, pues todos
rcconoccran a un solo Dios y Padre [...]. Todos los reyes y todos los pueblos se uniran en una
dudad a la que daran el nombre de 'Heliaca\ que sera construida por este noble hcroe. Sc eri-
gira un templo en medio de eUa, modclado en los cielos, que estara rcgido por el gran sacerdotc
y los consejeros de los soberanos, y los cetros de los reyes seran colocados a los pies de Cristo".
De la Ecloga Christianissima Regi et Reginae in porlentosam Delphini ... Nativitatem, Paris,
1639. La eglog^ esta acompanada de notas del propio Campanella. La mejor edicion modcrna
se halla en Campanella, Tutte k opere, cd. L. Firpo (Classid Mondadori, 1954), vol. 1, pp.
281 y ss.; las dtas preccdcntcs han sido extraidas de las pp. 308 y 310 de esta cdidon. La
cgloga se inida con la descripdon de varios portentos, el dedive del sol, Copernico, etc., y re-
pite gran parte del Icnguaje empteado en la revuelta calabresa; pucsto que las notas de Campa-
nella indican las fuentcs de consulta, cstas poscen en su conjunto un valor fundamental para su
escatologia.
80. Quctif & Echard, Scriptom Ordinis Fratdicatorum, Paris, 1721, IL p. 508; cf. Blan-
chct, op, cit., p. 65; Walker, p. 210.
446 GIORDANO BRUNO Y LA TRADICi6n HERm£tICA
traidos del Spaccio delta hestia trionfante de Bnmo. La alegoria que bajo
rretera".^^
Asi es como el rey Carlos el Martir asdende hada los cielos, suce-
84. La influenda dc Bruno sobrc esta rcprcscntadon alegorica es bicn conodda; cf. Tho-
mas Carcw, Foems, uhit his Masque Coelum Britannicum., cd. per R. Dunlap, Oxford, 1949,
pp. 275-276.
85. Ibid., p. 158.
86. Ibid., pp. 182-183.
87. Cf. supra, p. 317.
88. Cf. Firpo, Bibliografia di Campanella, pp. 43 y ss. La mcjor cdidon cs la recogida en
Campanella, Tutte It opere, cd. por L. Firpo, I, 1954.
448 GIORDANO BRUNO Y LA TRADia<5N HERM^TICA
teratura isabelina.
En Wittenberg, Bruno se identifico con los luteranos, y las loas a
los principios hereticos dcfendidos por estos pesaron fiiertemente en su
contra durante el proceso que le llevaria a la hoguera. Estas tendencias
radicales diferencian netamente a Bruno de Campanella.
que espero tratar en otro libro, quizas deba mencionarse otro punto de
contacto entre obras de Bruno y de Campanella. Ya hemos visto
las
90. Campanella, Epilogo magno, ed. por C. Ottaviano, Roma, 1939, pp. 181-182,
91 . Entrc las obras que Campanella se ofrecio a Ucvar a cabo mientras estaba preso en
Napoles csta "la constniccion dc una ciudad hasta tal punto admirable que con solo mirarla pu-
dieran aprendcrsc todas las dendas y su desarrollo historico". Tambien afirmo que era capaz de
cnsenar "memoria local" tomando el mundo como libro. Cf. Latere, ed. cit., pp. 27, 28, 160,
1 94, y las otras versiones de estas listas dc obras maravillosas que Campanella prometi'a llevar
todas las figuras de nuevas cstrellas que hay bajo este misterio, dcsdc d
polo Antartico hasta el tropico de Capricornio; colocaran en el Polo la
mundo, con un lapso de veinte afios entre uno y otro, empujados por el
tremendo impulse que les proporcionaba su creencia en una forma
magica de hermetismo religioso. Esta diferencia de veinte afios es im-
portante, pues significa que, mientras que la vida de Bruno se desarrollo
durante el periodo en que el hermetismo alcanzo un crescendo, consti-
tuyendo la base de la filosofia dominante y con profundas infiltraciones
cn los problcmas religiosos de la epoca, Campanella vivio inmerso en la
92. Campanella, Optre, ed. por A d'Ancona, Turin, 1854, vol. II, p. 117.
450 GIORDANO BRUNO Y LA TRADia6N HERM^TICA
93. Mersenne, carta a Peiresc de 1635; at. por R. Lenoble, Mersenne et la naissance du
mecanisme, Paris, 1943, p. 41.
94. Cartas de Descartes a Huyghens y Mersenne, 1638; dt. ibid., p. 43.
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Modo diftloiofare
haUaba el culto por losprisci theologiy cuyo prindpal clemento era Her-
mes Trismegisto. Tambien arraso por complete con la posicion que
hasta entonces habian venido ocupando el mago y la magia renacentis-
tas y su relativa fimdamentadon hermetico-cabalistica, que se apoyaba
en la antigua filosofia y cabalistica "egipcias". Derrumbo asimismo el
movimiento hermetico cristiano, exento de implicadones magicas, que
habia floreddo a lo largo del siglo xvi. Demolio la posidon de un her-
metico extremista tal como Giordano Bruno, y sus presupuestos acerca
de un retorno a una mejor filosofia y a una mejor religion magica que
siguiera las corrientes de la tradidon "egipda", prejudaica y precris-
tiana, saltaron por los aires al descubrirse que los escritos del santo y
antiguo egipcio debfan ser situados cronologicamente, no solo en una
epoca muy posterior a Moises, sino induso muy posterior al propio
Cristo. Tambien cerceno por su base todas las tentativas encaminadas a
construir una teologia natural basada en el hermetismo, en la que Cam-
panella habia depositado tan grandes esperanzas.
El efecto explosivo del descubrimiento de Gasaubon no fiie inme-
DESPUfe DE LA DATAQbN DE HERMES TRISMEGISTO 453
1.En un corto pero brillantc ensayo, "Nota suU'ermctismo", E. Garin ha puesto dc re-
importanda dc la dataci6n casauboniana de los Hermetica dentro del pensamiento del si-
lieve la
glo xvn; cf. Garin, Cultura, pp. 143 y ss.
2. Sobre Casaubon, cf. el articulo que aparece en el Dictionary of National Biography y
Mark Pattison, Isaac Casaubon, Oxford, 1892, segunda edidon.
3. Sobre Baronio, cf. d aniculo de Enciclopedia italiana. No cxiste ninguna monografia
moderna sobre este interesantc pcrsonaje de la Contrarreforma, uno de los primeros discipulos
dc San Felipe Neri y confcsor de Clemente VIII desdc 1 594. es dedr, durante un pcriodo de
importanda crudal. Baronio faUedo en 1607.
4. "Erant hi llo que es equivalente a los profctas gcntilcsl Mercurius Trismegistus, Hy-
daspes, atque Sibylla", con una referenda a Lactando, I, 6, en el margen. C. Baronio, Annales
ecclesiastici , I, Mainz, 1601, p. 10.
454 GIORDANO BRUNO Y LA TRADia6N MERM^TlCA
ron escritos y que se equivoca al considcrar que eran falsificacioncs Uevadas a cabo por cscrito-
res cristianos.
6. Casaubon, op. cit. 73.
7. Ibid., pp. 73-75.
8. Ibid., p. 75.
9. Ibid., p. 77.
10. Ibid., pp. 77-79.
11. Ibid., p. 82.
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que estas obras ban sido escritas por Mercurio Trismegisto, un antiguo
egipdo, o que scan una traducdon de sus escritos.^'
El ejemplar de los Hermetka empleado por Casaubon para llevar a
cabo su devastadora critica se halla actualmente en el British Museum,
con su firma en la portada y varias notas manuscritas autografas en los
margenes. Se trata de una copia del texto griego publicado en Paris por
Turnebe en 1554,^^ acompanada de la traduccion latina de Ficino de
los primer OS catorce tratados del Corpus Hermetkum y dc la traducdon
efectuada por Lazzarelli de las Definitiones. Manejando este pequeno li-
bro, uno se da cuenta, no sin derta dosis de temor reverendal, que tiene
en sus manos la causa de la muerte del Hermes Trismegisto renaccn-
tista, el imaginario sacerdote egipdo que, gradas al papel que se le ha-
bia atribuido como lider de los prisci theologi, tan formidable influencia
babia ejerddo a lo largo de varies siglos.
Baronio, que no era un espedalista en griego, habia repetido, sin
adoptar punto de vista critico alguno, la vieja interpretacion lactandana
de la profecia pagana, interpretadon que, tal como hemos visto ante-
riormente, desempeiio un notable papel en el proceso de cristianizadon
de Hermes Trismegisto. La aserdon de Casaubon al alegar que los
Hermetka eran falsificadones cristianas nos muestra hasta que punto ha-
seum, sign, 49 1 d. 14. Los comcntarios que aparecen en csta edidon son los de Lefcvrc d'Eta-
.
ples, no los de Ficino. Cf. Kristcllcr, Suppl. fie., I, p. Lvni; Walker, "The Prisca Theologia in
mos escritos,'^ vive en un mundo en el que parece que jamas haya exis-
tido Casaubon, cs decir, en el imbito del hermetismo religioso con su
profimdo respeto por la figura de Hermes Trismegisto visto como el
antiquisimo sacerdote cgipdo cuyos escritos sagrados poseen una auto-
ridad practicamente canonica. Fludd dta una y otra vez frases del santo
Hermes, parangonadas por el en importanda a las enseiianzas del Gene-
o del Evangelio de San Juan y reveladoras de una misma verdad rc-
sis
17. Robot Fludd, Utriusque cosmi, maioris scUictt et minoris, metapbysica, physica, atque
una notable proximidad al sentido original, pero a menudo con derta li-
bertad. En algunos casos tambien cita los comentarios de Ficino y nos
muestra que ha absorbido completamente de cUos y de la subsiguientc
la actitud que remarcaba el plcno acuerdo
tradidon hermetica cristiana
existente entreHermes Trismegisto y Moises en cuanto a la creadon y
a la anundadon de la Trinidad.
Seria tedioso ilustrar estas afirmaciones de una forma detallada y
me tomar como ejemplo la dedicatoria al lector que aparece
limitare a
en el primer volumen del Utriusque costni ... historia. Fludd indica que
expondra en dicho texto una serie de dtas de "Trismegisto, el mas di-
vino de todos los filosofos y proximo a Moises", quien ha dicho en su
Pimander que les fueron entregados a los hombres los podercs de los
Siete Gobernadores (el pasaje es dtado en la traducdon latina de Fi-
dno), gradas a los cuales no solo esta en condiciones de conocer la na-
turaleza de las estrellas y sus influendas sobre las cosas inferiores, sino
que puede elevarse hasta maximas alturas y comprender toda la vcr-
las
dad. La mens del hombre esta hecha de vida y de luz, a imagen de Dios,
y cuando el hombre se conoce a si mismo se convierte en Dios (tambien
esta dta se efectua segiin la traducdon fidniana).^' Es, pues, sobre esta
base hermetica, en que el hombre es considerado como hombre-mago,^°
19. Fludd, Utriusque cosmi ... historia, I, pp. 11-12; cf. Ficino, fimander, cap. I (Ficino,
pp, 1837-1838).
20. El pasaje "magnum miraculum est homo" es, tal como cabe espcrar, coatinuamentc
citado per Fludd; Cf., per cjcmplo, Utriusque cosmi ... historia, II, p. 72; ibid., scgunda cdidon,
pp. 23, etc
21. R. Fludd, Philosophia moysaica, Gouda, 1638.
460 GIORDANO BRUNO Y LA TRADia6N HERMfenCA
gun mi opinion, con sufidente certeza, que asi era realmente. Mersenne
estaba seguro de ello y le acuso con toda firmeza de ser un mago.^^
Con este brevisimo perfil de Fludd simplemente intento asignarle
un lugar en el contexto general de la historia del pensamiento her-
22. Continuamentc sc sirvc de las conclusiones de Pico; cf., por ejcmplo, Utriusque cos-
metico. Su localizacion creo que debe hacerse, mas o menos, en los si-
mistica interpretacion del compas que nos ofrece Fludd (Lam. \6a) ^^
podria ser examinada en relacion con la misteriosa controversia susci-
tada entre Bruno y Fabrizio Mordente.
En sus primeras obras, Fludd se presenta a si mismo como un dis-
cipulo de los Rosacruces, la misteriosa seaa, o sociedad secreta, o
grupo, que parece haber tenido sus origcnes en Alemania dentro de un
milieu luterano. Los testimonies relatives a las opiniones profesadas por
los Rosacruces son extremadamente vagas y ni tan solo puede afirmarse
con certeza que se tratase de una seaa organiiada. Los Rosacruces re-
presentan la tendencia del hermetismo renacentista y de otras formas de
ocultismo a clandestinizar su movimiento en el curso del siglo xvii,
transformando aquella que en otro tiempo habia sido una aaitud men-
tal ligada a las filosofias dominantes, en una doctrina de sociedades se-
31. P. Arnold, Histoire des Rose-Crotx et les origines de la Franc- Mofonnerie, Paris, 1955,
pp. 166-167, crec que la "fratcrnidad" no ticnc una existenda real Estc lihro ofrccc un analisis
critico de mitos surgidos eh torno dc los rosacruces junto a importantisimas nucvas investi-
los
gaciones sobre los drculos alcmanes en los que tuvieron su origen.
?2. M. Mersenne, La verite' des sciences, Paris, 1625, pp. 566-567; cf. Merscime,
Correspondanct ed, por Waard y Pintard, Paris, 1932, I, pp. 154-155.
,
33. Allgemeirw und General Reformation der ganttgn weiten Welt. Beneben der Fama Fra-
ternitas, dess Loblicben Ordens des RosencreutT^s, an die Gelebrte und Haipter Europas geschrieben,
Cassel, 1614. Los originalcs alemanes de cste y otros manifiestos dc los rosacruces ban side re-
cogidos en Die Manifesten der Rosekruisers, ed. por A. Santing, Amersfoort, 1930 y en Chymis-
che Hocingit Cbrisfiani Rosemreul%j etc, ed. por F. Maaclc, Berlin,191 3, (se recogen los nuni-
fiestos y las "Nupdas Quimicas"). Trad, in^esa en A. E. Waitc, The real history of the Rosicru-
cians, Londres, 1887, pp. 36 y ss.; discusion critica sobre la paternidad de esta obra, etc., en
Arnold, op. cit., pp. 23 y ss.
464 GIORDANO BRUNO Y LA TRADia6N HERM^TICA
los odios crueles y las envidias venenosas, que en estos dias reinan uni-
vcrsalmente cntre los hombres, son los que [...] han Uevado al presentc
siglo hasta la confusion que todos podcmos contemplar. Para corregir
los males presentes debc intentarse introducir en el corazon del genero
humano la caridad, el amor rcciproco y aquella santa entrega en favor
del projimo, que es el primer precepto de la ley de Dios. Asi pues, todos
por F. Maack, con numeradon independicnte situado al final dd volumen; la traducdon in-
debercmos emplear las fuerzas de nuestro ingenio para evitar las ocasio-
ncs que gcneranel odio que en los tiempos presentes reina en el corazon
de los hombres [...].'^
Solon cree que el mejor modo para alcanzar este objetivo es proceder a
una nueva redistribucion de los bienes del mundo, de tal forma que a
cada uno de sus habitantes le corresponda identica parte del total. Pero
algunos de los miembros que participan en la reunion ponen en eviden-
da los multiples inconvenientes que se derivarian de tal medida y el
Sea como fuere, nosotros sabemos que un dia se Ucvara a cabo una
reforma general, tanto en el orden divino como en el humano, segun
nuestro deseo y tal como otros estan esperando. Por esta razon, con-
vienc que antes de que surja el Sol aparezca e irrumpa Aurora, o alguna
claridad, o divina luz en el cielo.'*''
tatis (Casscl, 161 5) y la que lleva por titulo Chymische Hoclngit Chris-
tiani Roie»rre«fi;^(Estrasburgo, 1616), la ulrima de cUas escrita sin duda
alguna por Johann Valentin Andreae, un pastor luterano que tambien
puede ser el autor de la traducdon del tcxto de Boccalini y de los otros
manifiestos, si bien estos ultimos extremos no cstan probados.**' En
prindpio, pareceria que el movimiento de los Rosacruces, tal como apa-
rece en Alemania a comienzos del siglo xvii, esta vinculado con el lute-
rosa en el contcxto alquimico (cf. C. G. Jung, Pycbologjf and alchmy, Londrcs, 1953, pp. 74-
75). El aire luterano que aparcce en los manifestos del movimiento dc los rosacruces puedc ser
debido a que algunos scguidores dc Lutero adaptaran para sus propios intcreses un movimiento
prccxistcnte.
51. Cf. Wajte, op. cit., pp. 99 y ss.
468 GIORDANO BRUNO Y LA TRADia6N HERM6tICA
cit. ,
60 y ss. La obra de Andreae en la que quedan plenamente de manifiesto las huellas de
pp.
la CiWOi Solis campanclliana es su Reipublicae Christianopolitanae descriptio, Estrasburgo, 1619.
Andreae tambicn public6 la traducdon al alemin de algunos de los poemas de CampancUa; cf.
Firpo, Stbliografia di Campanella, p. 43.
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58. Para una discusion, con rcfcrcndas a parte de la cnormc literatura sobrc este pro-
blema, cf. Arnold, op. cit., pp. 229 y ss.; para una interpretacion masonica, cf. B. E. Jones,
Freemason's Guide and Compendium, Londres, 1950, pp. 117 y ss.
61. Naturalmcntc, Francmasoneria que mantcnia contactos con Mozart era la afincada
la
en el continentc (cf. E. Iverscn, The myth of Eg/pt and its hieroglyphs, Copcnhague, 1961,
p, 122). Sin embargo, en ultimo cxtremo, roda la masoncria
continental tenia su origcn en Ing^
Predsamcnte habia sido en la Inglaterra isabelina donde Giordano Bruno habia predj-
terra.
rante toda esta epoca, hasta culminar en una fecha bastante tardia con
la magna obra de Athanasius Kircher. Hacia el final del Oedipus Aegj/p-
tiacus, Kircher expone, en un arrebato culminante de hermetismo, sus
creendas que inspiran la totaUdad de su obra sobre los jeroglificos.
Asi pues, tanto los jeroglificos como los Hermetka eran obra de
Hermes Trismegisto, y en ambos escritos habia consignado identico
mensaje, que habia sido seguido por todos los poetas y filosofos de la
antigiiedad. A la lu2, de esta profunda creencia, Kircher interpreta todos
los obeliscos y monumentos egipcios como expresiones, a traves de los
jeroglificos csculpidos en ellos, de la verdad encerrada en el hermetismo
de Ficino.
Kircher se preocupa sobremanera de Isis y de Osiris, por ser las
prindpales divinidades del antiguo Egipto. En una de las discusiones
acerca de su significado dice:
El divine Dionisio testifica que todas las cosas creadas no son otra
cosa que cspejos en los que se reflejan para nosotros los rayos de la sabi-
sentaba la idea del uni verso J' sobre la fdosofia de los egipdos y el
modo en que la doctrina platomca de las ideas habia tenido su origen
en ella (a traves de las meditadones de Hermes),'^ sobre la "mecanica"
o denda aplicada en la dvilizadon egipda ^^ y, finalmente, sobre sus
conodmientos magicos.'^ liegados a este punto, quiza sea interesante
plantearsc la cuestion de si aiin quedaba un lugar para la magia en el
ambito de esta tardia continuadon dd "egipdanismo" renacentista dc-
rivado, en ultimo analisis, del culto dado a los Hermetica por Fidno.
En la obra de Kircher encontramos una dta del De vita coelitus
comparanda^^ predsamente del pasaje en que Fidno discute sobre la
forma dada por los egipdos a la cruz,. Kircher introduce la dtadon afir-
mando que Hermes Trismegisto fue qui en invento la forma egipcia de
la cruz, la crux ansata, de donde su nomlare posterior de "crux herme-
tica". La dta extraida de la obra de Fidno viene seguida de una larga y
bastante elaborada discusion*^ acerca de la reladon de la cruz her-
metica con el mimdo y sobre su poder para atraer sobre el los influjos
79. Ibid., II (2), p. 399; df. Fidno, p. 5 56 (el pasaje ha sido dtado anteriormeme,
p. 92, nota 36).
80. Kircher, op. cit., II (2), pp. 400 y ss.
476 GIORDANO BRUNO Y LA TRADia6N HERMitlCA
81. Ibid., II (2), p. 399. En la obra dc Kircher encontramos otro cncnso pasaje sobre la
cruz egipda en su Obeliscus pamphilius, Roma, 1650, pp. 364 y ss., dondc nucvamcnte dta a
Fidno (ibid, pp. 377-378).
En el pasaje sobre la cruz egipda contenido es esta obra, Kircher dta tambien ampliamentc
d Monas Dec (1 564) y reproduce con gran lujo de nuiquedmicntos or-
hitro^yphiea dc John
namentalcs el "monadas" dc cstc ultimo autor, al que parece considerar como
diagrama de las
un tipo cspcdal dc cruz egipda (L^ms IJa, b) (Kircher, Obeliscus famphilius, pp. 370-373).
82. Kircher, Otdtpus Aegyptiacus, III, pp. 332 y ss.
83. Ibid., p. 334.
84.Cf. supra, pp. 402-403. Bruno, como era usual en cl, interpreto esto de un modo
complctamcnte crronco.
DESPUfes DE LA DATAa6N DE HERMES TRISMEGISTO 477
dedicado a tal tema,^^ su interes por tales imagenes sea puramente aca-
96. Kircher, Oedipus Aegyptiacus, 11 (1),209. Kircher interna elaborar una sintesis de
p.
todas bs tradidoncs misticas. Desde cste punto dc vista, puede dccirse que es un Pico dcUa Mi-
randola del siglo XVII, pero con la diferenda de que conoce las tradidoncs cultivadas en regio-
nes que Pico dcsconoda en su cpoca, por cjcmplo Mexico y el Japon, paiscs en los que sc ha-
bian instalado las misiones jesuitas.
97. Ibid., II (2), p. 480.
98. Ibid., II (1). p. 358.
^^^
don hermetica, lo cual quiza nos explica por que Mozart pudo scr a un
mismo tiempo mason y catoUco.
todos los sabios de Egipto, antigua nodriza de todas las cienclas ocul-
tas. Por consiguicnte, si bien es Kcito sospechar que cxisticra alguna h\-
sificacion y corrupdon en varios de los pasajes de estc libro por lo que
se refiere a ciertas materias de intercs para el cristianismo, no por ello
deja de ser valido pensar que esta opinion acerca de la preexistencia del
alma, por la que el cristianismo no se ha mostrado interesado, fue, en
base a los testimomos que nos proporcionan tales escritos, una de las ra-
100. Citado de A
collection of mtrd philosophical witings of Henry More, Londres,
1662, scgunda cdidon. The immortality of the soul (numcradon indepcndicnte), p. 113.
101. Henry More, Conjectura cabhalistica, en la Colleaion dtada (numeradon indepen-
dientc), p. 102.
DESPU^S DE LA DATACi6n DE HERMES TRISMEGISTO 48
hallaba con El en el monte".^^^ Por otra parte, cree que la cabala fdo-
sofica contiene misterios "que son los mismos que aquellos eximios fi-
102. Ibid., p. 1. Sin embargo, More tambicn sc vio somctido a la influcncia de cscudas
cabalisticas postcriorcs a las que dominaron a lo large del Renacimiento; cf. R. J.
Z. Wcr-
blowsky, "MUton and t\it Conjectura cabbalisttca\ J.W.C.I., XVIII (1955), pp. 94, 96.
103. Ibid., p. 3.
482 GIORDANO BRUNO V LA TRADiadN HERM^TICA
su escuela.
More tambien se halla influido por las nuevas corrientcs de pensa-
miento, pues no hay duda alguna de que a pesar de que planteo dertas
vj?;^- -',-,, : .^..'^
^S.^^--':-r. V^.--^->i-'-.-^^ ^
don cristiana total,^^^ han sido alterados por escritores cristianos tar-
dios. Parece ser que algunos falsos cristianos habian intentado en tiem-
'
pos preteritos
108. Ralph Cudworth, The true intellectual system of the universe, Londres, 1743, se-
tiene el aspecto de ser mas irritantemente cristiano que los demas [...].
Respdndeme tambien a esto, jquien es la causa o el artifice de la regenera-
cion^ El Hijo de Dios, quien se ha hecho hombre por voluntad de Dios. En
consecuencia, a pesar de que Ath. Kircherus se bata con tanto cclo en
defensa de la sinceridad de todos estos libros trismegisticos, es necesario
dedarar que los tres libros que hemos mencionado antcriormente, o
como minimo el Poemander propiamente dicho y el sermon de la mon-
tana, bien han sido completamente falsificados e inventados por algun
niversal.^^'*
117. En otro dc los pasajes de esta obra, Cudworth se refiere nucvamente a Kirchcr
como a aquel que ha defendido la genuinidad de los escritos que "comunmentc se atribuyen a
Hermes Trismegisto" {op. at., p. 285).
118. Cudworth, op. cit., p. 320.
DESPlMs DE LA DATAa6N DE HERMES TRISMEGISTO 487
espurios todos los textos hermeticos, pues tan s61o esta probado que lo
nos expertos en cultvira hclenistica. Pero pucsto que sabemos que "el pi-
Los cuatro ejemplos que acabamos de esbozar para dar idea de cual
fue la reacdon subsiguiente a la correrta datadon de Hermes Trisme-
gisto y su obra, seran sufidcntes para dar una vision impresionista del
hermetismo dd sigjo xvii. Se resistia a morir. El rosacruz Fludd y el je-
suita Kircherconservaron ambos una aaitud hermetico-cabalistica tipi-
camcnte renacentista, ignorando u olvidando que Hermes Trismegisto
ya habia dejado de ser d a.nti^o priscus theologus venerado por Ficino.
Los platonicos de Cambridge aceptaron el niideo de la critica de Ca-
HERMES TRISMEGISTO
Y LAS CONTROVERSIAS FLUDDIANAS
por "le bon pere" Marin Mersenne, miembro de la orden de los Mini-
mos. Mersenne, devotisimo cristiano y apasionado investigador den-
mrK
t>.^\
-i^-^v
dadas a el.^ Este fiie el motivo que le impulso a dedicar todas sus ener-
gias a destronar al mago renacentista y a extirpar las eflorescendas
magicas de todo tipo que la amplia y prepotente tradidon hermetico-
cabalistica habia originado.
Los primeros anos de este dedsivo siglo xvii conoderon una po-
tente edosion de todo tipo de ocultismo y magia. Las autoridades se
hallaban profundamente alarmadas. En Franda cada ano eran quema-
dos centenares de hechiceros ^ y este hecho, tal como ha remarcado Le-
noble, no solo es indicativo de la difusion alcanzada por las practicas
magicas, sino tambicn de la expansion de la fe en sus extraordinarios
poderes. No hay duda alguna de que la atmosfera csoterica e infestada
de demonios que caracteriza este periodo file el resultado final —o, por
asi dedrlo, la fase decadente— de la revalorizadoh de la magia que
tiene sus origenes en la obra de Fidno y Pico, continuada de un modo
tan singular por epigonos como Cornelio Agrippa y avalada por las in-
terpretadones animistas de la naturale^a de los fdosofos renacentistas.
Ted como ha dicho Koyre, "pour les gens du xvi^ et du xvii« siede
tout est naturd et rien n'est impossible, parce que tout est compris en
fonction de la magie et la nature elle-meme n'est qu'une magie avec un
Dieu magiden supreme".'* Mersenne y Descartes naderon en un
2. Ibid., p. 7.
3. Ibid, pp. 30 y ss.
4. Cit. por Lenoble, op. cit., p. 85.
492 GIORDANO BRUNO Y LA TRADia6N HERMinCA
tanto detesta,
y con toda probabilidad ha hecho amplio uso del libro de
Del Rio contra la magia, al que menciona explicitamente varias veces. Las
opiniones de Mersenne sobre Ficino son extraordinariamente ajustadas.
Ficino no habla como un catolico cuando en su De vita coelitus compa-
randa afirma que imagenes y caracteres tienen cierto poder sobre todas
las cosas inferiores, sino que predsamente al afirmar esto sostiene una
7. "Respondco Ficinum quidem catholjcum non esse, ubi nugas ilks magicas&astrologi-
cas affcrct & probat, ut patct ex lib. 3 de vita coelitus comparanda, in quo charactercs & imagi-
nes vim in omnia infcriora habere docet, quod singuli vcre Cristiani negant." Mersenne, QuatS'
tionts in Genesim, col. 1704.
8. Ibid., col. 1164.
9. Ibid., c»l. 1165.
10. Ibid., loc. at. esta referenda a Mantegna aparccc en el pasajc en que Mersenne con-
;
dena el lapidario de Camillo (Leonardo Camillo, Speculum lapidum, Venecia, 1 502), tcxto en
el que son mendonados Mantegna, Bellini y Leotiardo.da Vind; cf. Garin, Cultura, p. 397.
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494 GIORDANO BRUNO Y LA TRADia6N HERM^TICA
12. las imagenes, Mersenne {op. cit. col. 1 1 64) dla una
Sin embargo, en su condena a ,
scricdc "filosofbs catolicos" (por ejcmplo, Tomas dc Aquino) para quicnes los matcriales o pie-
dras que constituyen un talisman poscen poder magico (ct supra, pp. 92-93).
15. Lenoble, op. cit., pp. 153 y ss.
14. Ibid., p. 103.
15. M. Mersenne, Ohservationes et emtndationes ad Frandici Giorgi problemata, Pa-
ris, 1623.
Mersenne, Quaest. in Gen.; cols. 739-740.
16.
1 Bruno y Campanella son tacliados de emcritos impostores en el prefado ("Athcos,
7.
magos, dcistas,& id genus [..,] Campanella, Bruno, Telesio [...]."), EID* iensu rerum dc Cam-
pandla es atacado con gran detallc de argumcntos, col. 1 164 y ss. Para las criticas de Mer-
senne a Bruno, cf, mas adclante, pp. 503-504.
^^^^.'^!. '^
^'ir'-'-^^^ \'-''^fil-^rry^-^''^'--^: "0^ "*'*V -^"'•^'^.:'''-
k^^^^*^*'
cha obra se compendial! tambien sus propios puntos de vista. ^^ Este he-
cho ya es por si solo una prueba sufidente de que Fludd y los Rosacru-
ces eran genuinos representantes de la magia renacentista que arranca
en Ficino y que posteriormente se elabora con adiciones cabalisticas y
otros varios tipos de derivaciones, linea de pensamiento claramente
contrapuesta con radonalismo de Mersenne. Fludd, en otro de sus
el
Cum autem Fluddus plures alios authores enumeret, illos solum af-
fero, quorum authoritate in suis libris nititur. Quos inter primum ordi-
nem obtinet pseudo-Trismegistus, cujus Pymandrum ct alios tractatus
Scripturae sacrac authoritati atque veritati pares efficcre videtur, et de
quorum aestimatione nonnihil, credo, remittet, si legat Casaubonum,
prima ad apparatum Annalium Exerdtationc.^^
27. La carta sc halla publicada en Mersenne, Correspondance, ed. dt, II, pp. 444-445.
28. E. Garin, "Nota sull'crmetismo", en Ctdtura, p. 144.
29. Ibid., p. 146. A los suenos de los rosacruces debcriamos aiiadir los suenos hermeti-
cos pseudoegipcios del jcsuita Kircher,
30. La importanda de la controversia Fludd-Kepler ha sido tocada dc forma tangendal
por E. Cassirer, Das Erk.enntnisprobkm in der Philosophie und Wissenschafi der mueren Zeit.
Existe un importante cnsayo sobre este problenu, obra dc W^ Pauli, "The influence of archety-
pal ideas on the sdentific theories of Kepler" en C. G. Jung y W. Pauli, The interpretation cf
naturt and Ae psyche, Londres, 1955, traducd6n inglesa, p. 147 y ss. Lenoblc sc ocupa a fondo
de la cucstion en Mersemte ou la naissance du mkanisme; cf. tambicn las esdareccdoras observa-
doncs de E. Garin en Cultura, pp. 143 y ss.
0mBiJ'S-r^'::m-^ -
-^^-v,..Tr:i' :. - h./' ^i^'^i^^i^i:^-^
'^'-
Fludd expuso por primera vez, a la luz del sol el niideo del problema y
obtuvo como rcsultado final la definitiva liberadon de la matematica
pura de sus incrustadones numerologicas.
En el Harmonice mundi de Kepler aparece un largo pasaje dedicado
a la figura de Hermes Trismegisto. Evidentemente, Kepler habia estu-
diado el Corpus Hermeticum con gran atendon, en particular el tratado
sobre los "ultores", e idcntifica las enscnanzas hermeticas con las de la
33. J.
Kepler, Harmmke mundi, en Gaammeltt Wtrkf, ed. por M. Caspar, Munich,
1940, Band VI, pp. 98-99. La nota sobre el pasajc dtado {p. 534 de la cd. at.) indica que
Kepler se servia de la traducdon latina de los Hermetica dc Foix de Candale, Burdcos, 1 5 74, y
de k Nova de universis philosophia dc Patrizi, Fcrrara, 1 591. Sin embargo, la frasc que Kepler
dta literalmente del Corpus Hermetkum XIII se corresponde con plena cxactitud a la de la tra-
ducdon efeauada por Fidno. Scgun Kepler, Trismegisto dice a su Wjo Tat: "Unitas secundum
rationcm Dcnarium complectitur, rursumquc Denarius unitatem". Compjiresc con Fidno:
"Unitas secundum rarionem dcnarium complcctitur, rursusque denarius unitatem" (Fidno, pp.
1855-1856).
Para las observadones de Fludd sobre el Corpus Hermeticum XIII y los "ultores", con gran
numero de dtadoncs dc la traducdon latina dc Fidno, cf, Vtriusqm cosmi ... hiuoria, II, pp.
129-131.
TRKMEGISTO Y LAS CONTROVERSIAS FUJDDIANAS 501
34. Kepler, Harmonke mundi, Apcndicc, en Gesammelte Werkf, ed. cit., VI, p.
VI, p. 374.
35. Kepler, Apologia, en Gesammelte Werke, cd. cit., VI, p. 386.
36. "Tu [dirigiendose a Fludd] mfiguram vel Hieroglypbicum cffinxeris", ibid., he. cit.
sat habet, si quas inter partes concordantiam esse dcmonstrabit, cas numcris
quomodocunque comprenhendat, nulla cura, cujusmodi unitates iUo numero
accumulentur: ego nuspiam doceo quaercre Harmonias, ubi res, inter quas
sunt Harmoniae, non possunt mensurari cadem quantitatis mensura l...].'*^
42. Kqpler, Harmonict mundi, Apendicc, en Gesammelte Werkf, cd. cit., VI, p. 375.
TiaSMEGISTO Y LAS CONTHOVERSIAS FLUDDIANAS 503
del odio dc Mersenne. Vanini, un fraile carmelita, viajo per Alcmania, Bohemia, Holanda y
Suiza. Intento establcccrse en Franda pero no lo consjguid A continuadon se traslado a Ing^-
terra donde, se dice, fue bicn acogido per los miembros dc la iglcsia ang^cana y tcrmino apos-
tatando de la fe cat61ica en la iglcsia protestante italiana dc Londrcs. Sin embargo, algun
tiempo despucs perdio el favor de los anglicanos y fuc encerrado durante un mes en la Torre;
una vez estuvo librc rcgrcs6 a Suiza, desde donde se traslado muy pronto a Paris y Toulouse,
dudad en la que foe qucmado en la hoguera en 1619. Algunas veces ha sido comparado con
Bruno, cuyas vidas ticncn, en efeao, varios pimtos en comun (viajcs a travcs de los mismos
paises, si bien no en el mismo orden, y muerte dramitica en la hoguera). Sin embargo, no creo
que las ideas de Vanini puedan ser comparadas con las de Bruno en modo alguno.
44. M. Mersenne, L'impiete des deistts, I, Paris, 1624, pp. 229-230. En lo que con-
dcme a los juidos sobre Bruno emitidos por Mcrsenne, cf. las notas a la Comspondance de
Mersenne, cd. dt. I, pp. 137-138, 147.
45. L'impieti des deistts, I, p. 233.
46. Mersenne, Comspondance, III, p. 275; df. tambicn, ibid., p. 187.
504 GIORDANO BRUNO Y LA TRADia6N HERMl^TlGA
blc y a su autor como uno de los hombrcs mas pcrversos que han po-
blado este mundo. Este mago, de he-
este animista, este hcrmctico, era,
cho, particularmente peligroso por cuanto se habia propuesto Ucvar a
termino una mision de caracter rcligiosp. Mersenne tiene razon cuando
sostiene que se txataba de una posidoii anticristiana, pues la reforma
universal preconizada por Bruno tenia como objetivo restaurar una tra-
didon hermetismo egipdo considerada de mayor antiguedad y mas
del
bencfica que el cristianismo. Sin embargo, el propio Brimo no habria
considerado su postura como necesariamente anticristiana, ya que, tal
como se ha visto, alimentaba la extrana esperanza de que la reforma
acabara teniendo lugar en el marco del context© religioso preexistente.
Si Mersenne hubiese estado al corriente de este hecho, no por ello ha-
47. Cf. Lenoblc, Mersenne, etc., pp. 119 y ss., 157 y ss.
capital francesa " —detalle este que nos indica con cuanto exito y habi-
lidad Campanella sabia encauzar sus ideas (que anos antes habia in-
fluido los inidos del movimiento aleman) ^^ por canales aceptables para
las autoridades constituidas— Tal como ya hemos indica do, Mersenne
.
57. E. A. Burtt, The metaphysical foundations of modem science, Londrcs, 1932, pa-
ginas 16-17.
58. J.
H. Randall, The school of Padua and the emergence ofmodtm science, Padua, 1961,
p. 118.
59. A. C. Crombic, Augustine to Galileo, II, Londrcs, 1962, segunda cdidon, p. 122.
60. Bunt, op. cit., p. 305.
TRISMBGISTO Y LAS CONTROVERSIAS FLUDDIANAS 507
voluntad? Una de las respuestas a tal pregunta que sugiere este libro es
"Hermes Trismegisto". Bajo este nombre induyo el niideo hermctico
del neoplatonismo fidniano; la deterniinante vinculadon efectuada por
Pico entre el hermetismo y la cibala; d nuevo intercs por el sol visto
como fuente de poderes mistico-magicos; la imiversal animadon
magica de la naturaleza que interna descubrir y utilizar de un modo
operativo todo mago; la concentradon de la atcndon en el niimero en-
tendido como una via para penetrar en los secretos de la naturaleza; d
concepto filosofico, presente ya sea en un manual migico como d Pica-
trix, ya sea en los escritos filosoficos hermeticos, segun el cual el Todo
64. F. Bacon. Works, ed. por Spcdding, EUis y Heath, Londres. 1857, III, p. 1 J 5. So-
bre los prcsupucstos magicos del pensamiento de Bacon, cf. P. Rossi, Francesco Bacone: dalla
magia alia scitm^, Bari, 1957.
Para una discusion ulterior de cstos problemas cf. mi articulo "The hermaic tradition in
Renaissance science", en Art, science and history in the Renaissance, cd, por Charles S. Singleton
Baltimore. 1968.
65. Domenico Berti, La vita di Giordano Bruno da Nola, Florencia, 1867, primcra
edicion.
510 GIORDANO BRUNO Y LA TRADia^N HERM^CA
mensiones infinitas.
66. La historia de las posturas adoptadas ante la figuia de Bruno constituiria un estudio
fasdnante, cuyo material ya se halla ai alcance dc la maoo en la monumental Bibliografia.
67. Para ima discusion dc la teoria atomica de Bruno, segun la cual la materia esta com-
puesta dc atomos animados iatcinamcntc, cf. P.-H. Michel, La comologft dt Giordano Bruno,
Paris,1962, pp. 66 y ss. Bruno probablcmentc lleg6 a esta teoria mediantc la introducci6n dd
animismo raagico en la cosmologia de Lucrccio (c£ supra, pp. 284, 286, 305, nota 30).
512 GIORDANO BRUNO Y LA TRADia(5N HERMItiCA
For aqud tiempo, dice Baillet, Descartes habia renunciado casi to-
y geometria, en otro tiempo
talmente a sus estudios sobre matematicas
su ocupadon favorita, mientras que a la sazon le parecian absoluta-
mente incapaces de propordonarle certeza alguna:
convicdon de que las matematicas son una unica Have para penetrar en
los secretos de la naturaleza y poco despues invento "un nuevo y uti-
lisimo instrument©, la geometria analitica".^''
La "mathesis" cartesiana, con su vision de la matematica como el
medio genuino para penetrar el conocimiento del universe, conduce al
descubrimiento de un instrumento de investigacion verdaderamente
dentifico. Hemos llegado a una epoca en la que los restos del otrora in-
fluyente hermetismo acaban desembocando en intuidones con plena va-
lidez dentifica. ^Pero acaso no puede ser la intensa educacion her-
metica de la imaginadon enfrentada con el conocimiento del mundo la
que ha preparado el camino que lleva a Descartes a cruzar esta frontera
interior?
En sus ansias por fimdar una concepdon puramente objetiva de la
das de bs artuales que las dc los propios espiritus renovadores del siglo
XVII. En todo caso, es necesario llegar a la comprension de las ideas con
las que se cnfirentaron, aunque solo sea para saber que motivos impulsa-
ron el triunfo final del mecamcisnio. La historia de este periodo nos
iNDICE
Abano, Pietro d', 69, 76, 91», 92ff, 93, 138-141, 169, 170. 187, 189, 202«,
188«, 229ff 438; frescos pintados en las dq^en-
Abbot, George, 241-244, 245, 264, 278, dencias de los Borgia, 139-141, 259,
291,331,381 301»
abracadabra, 167 Alemania, Bruno en, 352 y ss.; influen-
Abraham, 29, 163,472 cia de Campanella en, 425, 469 y ss.
fs^jt
520 iNDICE
iNDlCE 521
Felipe 11, rey de Espafia, 209, 212, 219 Foix de Candale, Francois de, 204, 210,
festivales, 207, 236 21 3, 461 , 500«,- viase Hermetica
con Moists, 29, 31, 37, 43-46, 59, C.H. Xin, 46-48; comentario de Fi-
61-62, 68-69, 74, 105, 134, 140-141, cino, 48-49, 200; Pico y, 131-134;
169, 181, 204, 209, 213, 216, 260, Momay y, 208; Bruno y, 256;
289, 307-308, 309, 403, 423, 431, Fludd y, 500«,- Kepler y, 499-500
458», 459, 481-482, 495, 501 CH. XVI, 182, 203, 455; Bruno y,
Hermetica, fecha, fuentes, etc., 19 y ss., 304, 389
iNDICE 523
46, 106, 111 y ss.; Agrippa y, 126-127, 179, 224, 234, 306, 312,
158-160, 164-165, 169-171, 175, 365, 385
325-326; Dee y, 1 77»,- Cop6:nico y, India, 21-22, 50, 57, 89, 285, 480; v^ase
180-183; ataque de Wier contra, Gimnosofistas
188; desaprobacidn por Leftvre y Inocente VIII, papa, 136-138
Foix de Candale de pasajes migi- Inglaterra, situacidn con respecto al
cos en, 200-205; Momay y, 208; Hermetismo, 217 y ss.; Bnino en,
Bruno y, 184, 227, 236, 246-251, 239 y ss.; monarqufa, 331-335,
255-256, 264, 270, 271, 275, 283, 337-338; viase Isabel I, Londres, Ox-
288-289, 301, 315, 322, 324-326, ford
354, 365-366, 381, 510; Campane- Inquisicidn, 216, 219, 370, 395, 417; en
Ua y, 422-423, 427-428, 434-435, Venecia, Bruno y, 359, 391-393,
445; Fludd y, 458-459, 497; Kir- 395-397, 399-401, 414; en Roma,
chery, 472, 474-475 Bruno y, 400-407, 410; informes de
Citas de Estobeo: VI, 65-66, 213; los inquisidores como fuentes de in-
XXffl (Kore Kosmou), Bruno y, formacidn sobre la vida de Bruno,
251-253, 269 236, 268, 293, 332, 338, 345-346,
Pseudoherm^tica: Uber de VI rerum 351, 353, 359, 391-393, 399-401;
prindpiis, 31«, 68»; Uber XXIV Campanella y, 414-415, 417 y ss.
philosopborum, 241 lo, 140, 259
^i^^:
524 INDICE
Luciano, 252, 266, 271, 301, 409 deios, 175-176, 178-180, 185,220,
Luis XIII, rey de Francia, 443-444 506-508; Bruno como ms^, 192,
Luis XIV, rey de Francia, 412, 445 199, 205, 210, 224, 232, 239,
Luteranos, 353, 358-359, 388, 448, 243-244, 250, 276-278, 283-284,
"^,^.^ =
1% J.'^'^ >
ftsJDlCE 525
268, 390-393, 396, 413, 417, 445, 285, 303, 341, 480; vease Zoroastro
447, 463, 467 Petrarca, 189-190, 193, 194, 321, 326,
Nazianzeno, Gregorio, 455 330,416,448
Neptuno, 248, 256, 375-376 Piccarix,m-ll, 88-89, 90-91, 101-103,
Newton, Isaac, 510 no. 131-132, 169, 175ff, 188, 237,
No^, 67-68, 74 270, 422-423, 428, 475, 507
Nola, Italia, 222, 389 Pico della Mirandola, 69, 105-141, 149,
Noroff, manuscrko (Moscii), 302», 354, 153-155, 165, 167-170, 178,
365, 390 187-189, 191 y ss., 201, 202«,
Northumberland, Henry Percy, conde 205-207, 215, 217, 289, 302, 307,
de, 342 315, 327-328, 329, 371, 430«, 438,
Numerologfa, 160-161, 174-177, 460-462, 478, 481, 482, 491,
178-180, 220, 342, 368-370, 410, 494-495, 507; Conclusimes, 107 y ss.;
500-502; valor numirico de las letras cabal/stica, 116-117, 119-120,
del alfabeto hebraico, 114, 120-121, 121-126, 128-129; herm^tica,
125.174 133-135, 281«,- magia, 108-110,
112-113, 119-122, 136-137; mate-
Orfeo, 32, 33, 78, 152, 157, 165, 208, miticas, 174, 177; 6rfica, 99,
217, 272, 285, 375 y ss., 382, 474; 110-112, 127-128, 151-152, 208;
encantamientos drficos, 98-100, Apologia, \Q1, 110-111, 117. 119,
111-113, 127-129, 163-164, 166, 129-130, 136-137; Orazione, 46, 107,
188, 208, 234-235; Orpbicoy 35-36, 112, 126, 137; comentario a la Can-
98, 484 zma de Benivieni. Ill, 122. 153,
Orfgenes, 78-79, 87, 249 318; HeptaplHS, 94, 146-148; ve'ase Ci-
Orsini, Lelio, 414 bala, Hermetica, Magia, Magos
Osa, constelacidn, 253-254, 294, 323, Pico. G.F.. 69, 188,217
371ff Pimander, vease Hermetica
Osiris, 140, 251, 420, 471, 474 Pinelli, Gian Vincenzo, 338-339, 343,
Oxford, 197-198; Bruno y, 184, 349-350, 392-393, 397, 410, 414
197-198, 209, 239-245, 264, 272, Pinturicchio, 139-140
276-279, 291-292, 312, 315, 331, Pfo IX, papa, 400
334, 341, 343-344, 349, 401, 510 Pirronianos, 300»
Pitdgoras, 21, 98, 217, 224; en prisea
Pablo V, papa, 441 32-34; y la tradici6n her-
theoloffa,
Padua, 92, 338-339, 349, 397-398, 410, mdtica, 157, 161, 165, 174-175, 180,
413-414,434/;, 443. 506 474, 481-482, 487, 499-502; Bruno
Paises Bajos, 209, 219 y, 180-183, 272, 300, 327-328,
Palingenio Stellatus (Pier Angelo Man- 342-343, 368, 372, 401, 410; vease
zolli), 260-262, 285-286. 358« Numerologfa
Papado, como monarqufa, 412, 438-439 Planetas,en la magia astral, 64 y ss., 80 y
Paracelso, 179, 289, 466, 501 ss.
Marte, 71, 96, 233, 257, 374-378 Pucci, Francesco, 394-395, 396«, 397/»,
Jupiter, 71, 82, 88-91, 93-98, 233, 417
374-378 puritanos, 219, 242, 292, 353
Satumo, 71, 80, 82, 89, 93-94, 97,
161-162, 174, 229, 233, 374-375 Quintiliano, 223
V^ease Ficino (De vita coelitus compa-
randa) Rabelais, 69
Plantjn, Christophe, 207 Rafael, 135
Platdn, 18 y ss., 75 y ss., 139, 142, 150, Regnault, Jean, 232
157, 165, 181, 214, 282, 346, 356, Reuchlin, Johann, 125, 167, 173-174,
454, 474, etc.; concebido como pos- 196,298,310,460
terior a los Hermetica, 23, 30-36, 43, Revol, Louis, 39 5«
98, 182 RicheUeu, cardenal, 412, 426, 428-429,
Platdnicos de Cambrid^, 479-489 443-444, 450, 468, 505
Piatt, Hu^, 232« Rio, Martfn del, 189, 216, 438, 477«,
Pletdn, Gemisto, 30-32, 35«, 480 493
Plotino, 30, 32«, 35, 83, 85-88, 93, 103, Rodolfo II, emperador, 359-362, 367,
112, 139 y ft, 157, 194«, 214, 228, 393
230, 434, 475» Roma, 107, 202», 216, 389, 400, 414,
Plutarco, 300, 484 427, 441-443; twajf Inquisicidn, Vati-
Plutdn, 225, 295, 375 cano
Po^o Bracciolini, 191-193 Rosacruces, 359, 410», 457, 462-470,
Poliziano, 94« 488, 496-497, 498, 502, 504-505,
Polonia, 211, 240, 242, 393; Cracovia, 512
210, 220, 395 Rosencreutz, Christian, 465, 467
Pontus de Thiard, 205-206, 219, 288; RosseU, Annibale, 210-211, 215,
ve'ase Hermetica 219-220, 267, 395; vease Hermetica
''^^i'
528 INDICE
Santo Tomis de Aquino, v^ase Aquino 203-204, 207, 224, 227-230, 236,
Satumo, 256-257, 357, 378-380; vease 326, 374, 380, 382-383, 432. 438.
Planetas 493
Savonarola, 136,416 Telesio, Bernardino, 290, 433-435,
Scaligero, Giuseppe Giusto, 204, 453 494w
Scioppio, Gaspare, 406 templarios, 159
Seferyesirah, 113 teologfa negativa, 150-151, 208,
403
Serapis, 92, 299-300, 327
Servet,M., 219 Teucro de Babilonia, 229, 232»
Shakespeare, WilUam, 146, 408-409, ^Thiard, vease Pontus de Thiard
447 'Thoth (Theuth), 18, 67, 232, 303, 304«
SibUas, 25, 33, 60-62, 140, 416, 440, tolerancia religiosa, 209, 211, 218-219,
456; orfculos sibilinos, 25«, 454, 240, 292, 315, 329-330, 362, 376,
484-486 393, 407-409
Sidney, PhiUp, 209-210, 220, 240, 245, Toulouse, 222, 230«
254-256, 266-267, 317, 320, 328, Tragagliolo, Alberto, 400, 405
333, 338, 368», 380, 410, 448 Tres Gracias, las. 82, 94-95, 97,
Siena, catedral, representacidn de Her- 102-103,111,161,369
mes Trismegisto en, 60-62, 67, 78, Tritemio, 125, 167, 173-174, 298»,
103-104, 140,216,329,401,485 306«, 31 1,365, 494
Sinesio, 83-84, 86, 372, 385 Turnfebe, Adrien, 203-204, 213, 455;
Sixto V, papa, 337 vease Hermetica
Sdcrates, 27
Sofia, 251, 358 Urbano VHI, papa, 427-428, 437,
Sol, ^fasis en los Hermetica sobre, 55, 441-443,445
75-76, 181-186, 203; en la magia de utopfas, 74, 217-218, 271, 412, 418 y
Ficino, 88 y ss., 163-164; Bruno y, ss.,509
198, 224-228, 232, 234-236, 246,
248, 253, 256, 270, 276, 293, 295, Vaenius, Otto, 330
320, 329, 378 y ss.; dudades del sol, Valla, Lorenzo, 190, 193, 196
74-75, 217, 270-271, 418 y ss., 469, Vanini, Giulio Cesare, 503«
474-475, 509; prodigios solares, Vasari, 94«
415, 440, 442, 445; templos, 73, Vaticano, vease Alejandro VI
75-76, 270, 474; Rey Sol, 412; vease Vaug^an, Thomas, 471
teorfa copernicana Venecia, 179, 338, 388, 393, 397, 399,
Soldn, 464-465 410, 414, 464; vease Inquisicibn
Spenser, Edmund, 442» Venus, 160, 257-258, 261, 264-265,
Spiritus mmdi, 55, 64, 70-71, 88-89, 93, 314, 317, 324-325; vease Planetas
97-99, 100-101, 105, 109, 122-123, Vergerio, Angelus, 203-204
139, 145-146, 152, 158, 181, 233, Vesta, 94, 264-265, 376
305,366,427,494 Vialardi, Francesco Maria, 394«
Steadman, John M., 299« Virgilio, 88, 164, 305«, 356, 401, 433,
Suavius, Leo, vease Gohorry 444
tNDICE 529
Wittenberg, Alemania, 272, 285 y », 89, 113, 132-135, 140, 143, 149,
344, 352-360, 363, 388, 398, 401, 158-160, 162, 172, 223, 251,
448,468,470 253-254, 260-262, 375-376; ve'ase
Ciudad de la Asuiieion, 26
Barcelona-30
Hermes TnsmegiMo in el p.iv miL-nto de la catednd de Sie
1. a. — El signo zodiacal de Aries con sus tres decanos
1. fe.
— El primer decano de Aiies
7. b. — E] sistema coperni-
cano. De revolution/bus orhittm
coele.stium, de Nicolas Co-
i.Tn.-i.-L-f-it'jmlTfnulpjfsHiiluminafft.SiqutJttanO!!
I. jn- .i.rrram muad(),a5f!mtnt«m.ati|T{t,'£OrfmsK3>
pcrnico, Nuremberg, I 543
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1 1 Figuras extraidas de los Artkuli centum et sexaginta adverms huius.
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