Katona

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Metodo Katona:

Ferenc Katona es un neuropediatra húngaro, quien ha trabajado mancomunadamente con


Marianne Berenyi y juntos desarrollaron un método de evaluación, prevención y
rehabilitación para niños en riesgo de generar secuelas en el transcurso de su desarrollo.
Actualmente es el director del Departamento de Neurología del Desarrollo y Neuro-
Rehabilitación en el Instituto de Pediatría Szabadsághegy en Budapest Hungría; en el que
han desarrollado su sistema de evaluación clínica temprana y neurohabilitación de niños
que sufrieron algún daño cerebral (Katona, 1988).
Inicios del programa
El programa que dirige Katona tuvo sus orígenes en 1966 y se ha enfocado al estudio del
diagnóstico de los síntomas del daño cerebral perinatal en los primeros meses de vida, así
como a la prevención de las posibles secuelas, incluyendo la neuro-habilitación.
A principios de los años 70 se dieron los primeros pasos en la organización del programa.
Un amplio grupo de especialistas húngaros, en el campo de la neurología y el desarrollo,
comenzaron a realizar una serie de estudios en neonatos e infantes con síntomas de daño
cerebral. Posteriormente se elaboraron programas de entrenamiento, los cuales se
validaron por una variedad de técnicas diagnósticas.
La clínica y la investigación de este grupo se facilitó considerablemente cuando el gobierno
húngaro organizó en 1975 el Departamento de Neurología del Desarrollo y de
Neurorehabilitación en el Instituto ya mencionado. El objetivo de este departamento fue la
detección y prevención temprana a través de la neurohabilitación (Katona, 1988).

Modelos sensoriomotores elementales


Uno de los logros más relevantes en el trabajo del Departamento de Neurología del
Desarrollo y Neuro-Rehabilitación fue el de identificar un conjunto de patrones motores
elementales, los cuales pueden ser utilizados por un lado para el diagnóstico y por otro
como procedimientos habilitatorios para niños de alto riesgo, estos patrones se presentan
desde la semana 28 ó 29 de gestación del infante (Katona, 1982). La base en el
funcionamiento de este tipo de modelos se encuentra en las estructuras involucradas en la
génesis de los movimientos y su coordinación, tal es el caso de la actividad de las vías
vestíbulo espinal y retículo espinal, el cerebelo, el arquicerebelo, el globus pallidum en los
ganglios basales y el diencéfalo. Estos modelos o patrones representan un conjunto de
movimientos complejos que involucran una tendencia ontogenética, además de que son
estereotipados, específicos y automáticos (Katona, 1982, 1988).
A manera de ejemplo se describen algunos de ellos:
SENTADO EN EL AIRE:
Este aspecto es activado cuando se toma al infante por sus muslos, con la espalda hacia
el pecho del examinador, evitando apoyar al niño en él. Tomándolo de esta forma se
sostiene en el aire; inicialmente la cabeza y el tronco tienden a curvarse hacia delante, pero
esto continúa con un proceso de verticalización del tronco y la cabeza.

ARRASTRE O DESLIZ ELEMENTAL:


En el presente patrón se coloca al lactante en una pendiente, con una inclinación de 30º
aproximadamente, de modo que su cabeza quede en dirección hacia abajo. El proceso
consiste en la producción de movimientos regulares en los brazos y piernas, iniciándose
por estas últimas. Se observa la flexión de la cadera, rodilla, tobillo, continuado por la
extensión de las piernas. En lo que respecta a las extremidades superiores se presenta
flexión de los brazos, antebrazos, manos, que continúa con sus respectivas extensiones.

GATEO ASISTIDO ELEMENTAL: En este ámbito se coloca al infante en posición prona, se


eleva la cabeza de forma que la boca quede de manera horizontal; el examinador coloca la
mano en el vientre del infante levantando su tronco hasta que los brazos y piernas contacten
con la mesa donde se realiza el examen. Sosteniéndolo de esta manera se desplaza al niño
horizontalmente de manera lenta, la respuesta del infante son movimientos regulares de los
miembros, observándose una especie de gateo.
Evaluación del desarrollo motor
La maduración de los modelos sensoriomotores elementales está en función del desarrollo
de las estructuras subcorticales del encéfalo.
En base a lo anterior su reproducción se utiliza para diagnosticar el comportamiento motriz
del infante, el tono muscular del cuello, tronco y extremidades, además de permitir evaluar
la postura en la ejecución de los movimientos y el grado de activación en éstos. El
fundamento esencial para poder usar los patrones en el diagnóstico se debe a la
estereotipia que los caracteriza. Es decir, si el control del tono muscular es fisiológico la
estereotipia del modelo motor es normal, sin embargo, cuando hay alguna alteración en
este control se presentan anormalidades en la realización de los modelos. Esto significa
que la integridad de los modelos sensoriomotores elementales depende de la organización
normal del tono muscular en determinado momento del desarrollo, lo cual permite tomar a
los modelos como referencia respecto a una situación de normalidad.
La evaluación clínica con los modelos motores representa reglas en el plano del desempeño
motor en los infantes, cuando el modelo es activado de manera normal, el infante se
encuentra fuera de sospecha de alguna desviación del desarrollo motor.
En el caso de que la activación sea anormal es necesario que el infante se incorpore a un
programa de habilitación o rehabilitación que le permita mejorar su situación.
Habilitación y rehabilitación
Desde los planteamientos de Katona la habilitación es un proceso de prevención basado
en una metodología sobre la evolución anormal de una función cuya maduración está en
riesgo. Mientras que la rehabilitación involucra a la acción de reorganización o
reestablecimiento de una función que ha sido afectada. Como se puede apreciar en las
definiciones anteriores, están presentes dos momentos cruciales en el proceso: uno antes
de la secuela y otro cuando se está estableciendo ésta; las características de cada uno son
distintas pero ambos implican la participación de la plasticidad cerebral. De esta manera el
tratamiento temprano podría prevenir las secuelas, estableciendo bases fisiológicas para
funciones normales o lograr un nivel funcional adecuado para la rehabilitación posterior
(Berenyi y Katona, 2001). La base neurofisiológica de estos procesos se encuentra en la
activación funcional de las estructuras del sistema nervioso que tengan alguna función
normal, o incluso incompleta. Las acciones de habilitación y rehabilitación para los déficits
en el desarrollo motor del infante en tratamiento están basadas en los modelos elementales
sensoriomotores. Éstos actúan sobre el sistema vestíbulo cerebeloso y reticular, lo cual
lleva a desarrollar movimientos complejos. El entrenamiento cotidiano de los modelos
sensoriomotores reorganiza conglomerados musculares con funcionamiento alterado,
mejora la función anormal del músculo y activa la ritmicidad y la dinámica de determinado
músculo (Katona, 1988). Esto es posible debido a los procesos de reaferentación; donde
un centro nervioso afectado, que lleve a una postura o movimiento provocado anómalo,
puede buscar una vía nueva o función correctora que le permita estabilizarse. Por otro lado,
el tiempo del entrenamiento sensoriomotor debe estar en relación a la edad del infante, a
la sintomatología del daño cerebral y a las condiciones de la familia. Esto implica la
elaboración de programas de rehabilitación más específicos y que consideren no sólo los
aspectos neurológicos sino también el contexto psicosocial del niño.

Maniobras empleadas en la neurohabilitación


La terapia neurohabilitatoria propone una gama de maniobras que en total suman. La
descripción detallada de cada una de ellas escapa de los límites de este escrito. Se hará
mención de algunas con la finalidad de ejemplificarlas remitiendo al lector interesado a la
bibliografía citada.

1. Maniobras que promueven la verticalización


a) Sentado al aire.
b) Llevar a sentado con apoyo en rodillas.
c) Llevar a sentado con tracción en muñecas.
d) Marcha elemental.

2. Maniobras que promueven la locomoción


a) Arrastre en plano ascendente y descendente.
b) Gateo asistido.
c) Rodamientos con sábana.
Modelo del programa de neurohabilitación:
Es importante hacer énfasis en que el programa temprano de neurohabilitación debe ser
altamente individualizado. Requiere de una importante participación del núcleo familiar,
pero especialmente de la madre, quien se encuentra al lado del bebé la mayor parte del
tiempo y que es considerada, tanto en la cultura húngara como en la latinoamericana, el eje
fundamental para el desarrollo del neonato. La familia, es pues, considerada como el “grupo
neurohabilitatorio”.
Dentro del modelo de neurohabilitación es importante considerar los siguientes aspectos:
1. La neurohabilitación temprana requiere de un contacto constante y longitudinal entre la
familia y el grupo médico responsable del paciente.
2. La terapia es compleja, y debe extenderse a las áreas visuales, auditivas, de
alimentación, vocalización y motoras, así como a las áreas de atención y vigilancia y de
adaptación, en función del déficit observado en el bebé.
3. La terapia debe ser integrada dentro de los horarios del bebé y dividida en períodos, de
acuerdo a las horas de sueño y de vigilia, así como de alimentación y cuidados, y lo más
importante, debe ser individualizada.
4. Requiere de una gran cantidad de energía para educar a la familia y a los otros miembros
de la misma acerca del procedimiento.
5. Debe darse especial atención a la familia como el grupo fundamental para la
neurohabilitación.
6. Requiere de la repetición intensiva y constante de los ejercicios incluidos en el programa,
el cual contempla un total de seis horas diarias repartidas a lo largo del día.

Bibliografía:
Pérez J. & Zanabria M.. (2004). Sistema de diagnóstico y tratamiento del desarrollo
temprano de Ferenc Katona Ferenc Katona. 2019, de Medigraphic Sitio web:
http://www.sld.cu/galerias/pdf/sitios/rehabilitacion
arte/sistema_de_diagnostico_y_tratamiento_del.pdf

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