Herrera y Reissing. Páginasescogida00herr PDF
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I
Colección de Escritores Americanos
dirigida por Ventara García Calderón
— IV
Páginas escogidas
DE
HMft-G
LIBRARY ("
Advertencia preliminar
http://www.archive.org/details/pginasescogidaOOherr
Julio Herrera Reíssíg
II
III
IV
ravillosa contemplación.
Y la Torre, como sus ensueños, como sus esperanzas, todo
no era más que una ficción... ¡Ni torre, ni panoramas I An-
drés Demarchi, otro de los iniciados en el secreto de lesa
«DECRETO
,
YO, JULIO.»
VI
« * *
vilización.
grado escalar.
!Y habrá de rendirse toda la justicia debida a este hombre
y exclusivamente americana.
Su amor al exotismo es propio del alma de América, como
lo es su prurito imitativo, su ansia de renovación, su com-
batividad. Y todo hacía esperar que aquietado el torbellino,
calmado el torrente, pacificadas las aguas revueltas, éstas,
en la paz de su límpido cristal, sobre el fondo clarificado
por la tortura, el cielo de América se habría reflejado y
el Río de la Plata habría tenido su gran poeta.
VII
i
Ay si le veré
!
i
no olvides I ¡ I
VIII
IX
***
Juan Mas y Pí
i8 Marzo, 1914. •
LOS PEREGRINOS DE PIEDRA
(TOMO I DE LAS OBRAS COMPLETAS)
PÁGINAS ESCOOroAS 45
El despertar
El almuerzo
El alba
La huerta
Clarobscuro
La Iglesia
El cura
La llavera
La noche
La flauta
Las madres
El domingo
I
Oh domingo 1 La infancia de espíritu te sueña,
La granja
Otoño
El monasterio
Tertulia lunática
VESPERAS
Jam sol recedit igneus...
y ríe el desequilibrio
de un sátiro de ludibrio
eníermo de absintio verde,..
64 JULIO HERRERA REISSIO
En hipótesis se pierde
el horizonte errabundo,
y el campo meditabundo
de informe turbión se puebla,
como que todo es tiniebla
Da nostalgias de Cartufas
el ciprés de terciopelo,
y vuelan de tu pañuelo,
en fragantes confidencias,
interjecciones de ausencias
y ojeras de ritornelo.
en un éxtasis de luto,
y se electriza el hirsuto
laberinto del proscenio
con el fósforo del genio
lóbrego de lo Absoluto.
de silencio y de cansancio...
Un vaho de tiempo rancio
PÁGINAS ESCOGIDAS 65
lógica de la extensión,
la materialización
del ánima planetaria.
como un malabarista
rutilación de exorcismo...
Lo Sub-Con5ciente del mismo
gran Todo, me escalofría;
y en la multitud sombría
de la gran tiniebla afónica
fermenta una cosmogónica
trompeta de profeiía.
fantásticos descalabros,
de tétiicos candelabros.
monólogos de esquimal,
en gárgaras de cristal
y euforias de cornamusa.
encabalgado y sonámbulo...
Tortura el humo un funámbulo
Guiñol de Kaleidoscopio,
y hacia la noche de opio
abren los pozos de Ciencia
el ojo de una conciencia
profunda de espectroscopio.
aterciopelada y muda,
desciende en su lela inerte,
->'
68 JULIO HERRERA REISSIQ
AVERNUS
Consubstanciados en fiebre,
embalsamados países
de ópalo y de ventiscos,
bruma el esplín de sus discos,
en cuyos glaciales bancos
adoran dos osos blancos
a los Menguantes ariscos.
En el Edén de la inquieta
ciencia del Bien y del Mal,
mordí en tu beso el fatal
Tu cal)ellera %'iolela
Carnívora paradoja,
funambulesca Danaida,
esfinge de mi Tebaida
maldita de paradoja...
Tu miseria es de una roja
fascinación de impostura,
y arde el cubil de tu impura
y artera risa de clínica,
máscara de la Locura!...
70 JULIO HKRRFiRA REISSIO
III
de astrólogo girasol,
y olímpico caracol,
En la absüacción de un esp Jo
introspectivo me copio
y me reiLero en mí propio
como en un cóncavo espejo...
La sierra nubla un perplejo
rictus de toraicnla mómica,
y en su gran página atómica
finge el ciclo de estupor
el imnenso borrador
de una música astronómica.
Un leit-motiv de ultratumba
desarticula el pantano,
como un organillo insano
de un carrousel de ultratumba...
El Infinito derrumba
su interrogación huraña,
y se suicida, en la extraña
vía láctea, el meteoro,
como un carbunclo de oro
en una tela de araña.
72 JULIO HERRERA REISSIO
Officium tenebrarum
IV
ardiente de hipei-eslesia,
Su hisopo sacramental
vierte en el lago amatista,
En el Coro de la Noche
cárdena del otro mundo,
retumban su «De Profundo»
los monjes de media noche...
Desde el pulpito, un fantoche
y en cavernosas secuencias,
le rinde tres reverencias
con la cabeza en la mano.
Numen
Mefistófela divina,
miasma de fulguración,
aromática infección
de una fístula divina...
Acude a mi desN^entura
en la luna de Aslarté
que auspicia tu desventura...
Vértigo de ensambladura
y amapola de Sadismo:
yo sumaré a tu guarismo
unitario de Gusana,
la equis de mi Nirvana
y el cero de mi ostracismo I
PÁGINAS ESCOGIDAS 75
y bruña el Apocalipsis
sus músicas fulgurantes...
escorpiona y Cliytemnestra I
y páramo en Olalumal
76 JULIO HERRERA REISSIO
de tu traición circunspecta...
1909.
LOS PARQUES ABANDONADOS
PÁGINAS ESCOGIDAS 79
La gota amarga
La sombra dolorosa
La reconciliación
Decoración heráldica
La novicia
1900.
PAGINAS ESCOGIDAS 87
Consagración
El enojo
La última carta
CI sauce
La fuga
Expiación
Sepelio
Amor sádico
Color de sueño
w
PAGINAS ESCOGIDAS 99
BALADA ECLÓGICA
Se lo dijo a la fontana
el llanto de una aldeana,
ya el carrizal no lo duda,
que oyó gemir al Poeta.
¡Pobre nieta!...
su corazón va llorando
como un cordero inexperto:
¡Armando I ¡Armando!...
¡Armando Armando I j
va la pastora llorando,
sin rumbo, no tiene mando
su voluntad incompleta...
— ¿Llora acaso por Armando,
el mozo de la carreta?
¿Adonde van sus pupilas?
va la pastora dejando
su alma en lágrimas lilas.
¡Armando! ¡Annando!...
a la distancia bermeja
y hasta al porfiado pedrisco...
A la relama, al lentisco,
a la vaguedad perpleja
del horizonte incierto,
al palomar, al aprisco,
¡Armando! ¡Armando!...
Su corazón va llorando
como un cordero inexperto.
II
la pastora...
¡Armando! ¡Armando!...
PÁGINAS ESCOGIDAS 103
El aire es de terciopelo...
En el umbral el abuelo
está esperando a su nieta,
llora menudo el
a abuelo,
tenebrosos a tu nieta...
Ya no verás la can-ela
ya no oirás la pandereta,
ni comerás del tocino
10-1 JULIO HERRERA. REISSIO
Ya ni el Sabio, ni el Poeta
podrán darte algún consuelo,
ya no tendrás otro abrigo
que la lámpara del cielo,
III
El aire es de terciopelo...
el Sabio y el Adivino
conversan con el Poeta
sobre el Amor y el Destino...
De repente, el Adivino,
después de invocar al Cielo,
solemnizó :
— Pobre
¡ Armando !...
¡Es un decreto divino!...
¡ Armando ! ¡ Armando ! . .
IV
A la orilla de un camino
que frecuentó por su infancia,
El perejil y el hinojo,
el romero y el tomillo,
¡Armando! ¡Armando!...
y se arrodilla y lo llora,
i
Armando I ¡Armando!...
y el crepúsculo amarillo
cuenta una historia secreta...
colgada la pandereta...
— Adiós,
¡ mañanas tranquilas I
va la pastora dejando
su alma en lágrimas lilas.
[Armando! ¡Armando!.,,
1907.
EL TEATRO DE LOS HUMILDES
(TOMO II DE LAS OBRAS COMPLETAS)
PÁGINAS ESCOGIDAS 111
Eglogánimas
El dintel de la Vida
Clarobscuro
8
114 JULIO HERRERA REISSIQ
La procesión
El burgo
La casa de Dios
El espejo
Bostezo de luz
El ama
El entierro
La cena
Sonetos vascos
El mayoral
El jefe negro
Tarascón
El caudillo
La!s clepsidras
Idealidad exótica
Supervivencia
Amazona
en un Apocalipsis iracundo,
Génesis
El arpa y Dina
Epitalamio ancestral
Misa bárbara
Liturgia erótica
Renunciación simbólica
Oblación abracadabra
Ojos grises
10
pAqinas escogidas 147
Divagaciones románticas
(Junto al lago)
II
III
->-
pAqinas escogidas 119
Poema violeta
ebrios de sonambulismo...
Morir: cual gemas de un mismo
collar que se desvanecen!
Conjugar el imposible
y sorprendernos el cura
en esa impropia annonía...
Y si nostalgias te abruman
por algún amor <dontano»,
me contarás en el piano
una quimera de Schumann.
si me amas a lo inaudito...
— Yo no te amo... te adoro...
II
Hora de ¡adiós I
y iqpiién sabe I
Y la tarde en tu vestido
se embriaga de re¿edá...
III
Te llaman Melancolía
hermana del Arpa Eólica,
porque eres el alma mía,
y mi alma es melancólica...
152 JULIO HERRERA REISSIQ
IV
suspiros precipitados.
y te da un beso en la nuca,
ebriamente descuidada,
IPAOINAS ESCOGIDAS 153
espolvoreado de ti I
Consolará mi infortunio
serena de un plenilunio
pálido de Eternidad I
VI
amiga de mi des\-elo.
La desolada embriaguez
de mi nostalgia moruna,
sueña con tu delgadez
aérea de jown luna.
la súplica y el perdón I
VII
En la imnensidad remota
huye la larde, y naufraga,
como una galera vaga,
y se idealiza el canal
y se agrava la Cartuja
de silencio medioeval
Te singulariza un sello
la paradoja de vello
tu mirada ultravioleta,
Y la ^^oleta augural
tu hermana de soledad,
se congestiona de Schumannl
lo tengo en mi corazón.
la mayúscula inicial
de mi breviario astronómico.
Condúceme a la imposible
Sé tú la sacerdotisa
de mi eterna Religión,
melodiosa de tu ensueño.
11
PAaFNAS ESCOOIDAS IC"
Ecos
El sueño
-^'
164 JULIO HERRERA REISSIO
Nirvana crepuscular
Holocausto
El beso
y pasamanerías de escarlata...
Deíerminismo ideal
La intrusa
El juramento
Te vi en el mar, te oí en el viento.
OSSIAN
Oleo brillante
La liga
Belén de amor
Muerte blanca
El juego
Heinb
La golondrina
12
LAS PASCUAS DEL TIEMPO
(TOMO IV DE LAS OBRAS COMPLETAS)
PÁGINAS ESCOGIDAS 181
El viejo Patriarca,
lo extraño y lo iluso...
182 JULIO HERRERA REISSIO
«
pAqinas escogidas 183
^^'
PÁGINAS ESCOGIDAS 187
f\J\/\^\y*^r<^ ^^
13
LOS MAITINES DE LA NOCHE
PÁGINAS ESCOGIDAS 197
y parejas de suspiros;
ebrios de amor los céfiros
y llevan su desconsuelo
hacia vagos ostracismos,
floridos sonambulismos
y adioses de terciopelo.
En el lírico festín
de la ontológica altura,
y la supersubstancial
Cantando la tartamuda
frase de oro de una flauta,
de música tartamuda.
El entrecejo de Bu da
hinca el barranco sombrío,
abre un bostezo de hastío
la perezosa campaña,
en la enferma sensitiva
de mi vida moribunda!
el ecuador de tu boca
y el polo de tu garganta!
evanescencia nocturna ;
linfática taciturna
de mi Nirvana opioso,
en tu mirar sigiloso
me espeluzna tu erotismo
torturan en su acordeón
un «piano» de jMendeIssohn
PÁGINAS ESCOGIDAS 201
un clamoreo sutil
de un ajedrez perfumado;
pliega el arroyo en el prado
su abanico de cristal,
y genialmente anormal
finge el monte a la distancia
müiunanochesca, hipnótica,
en el borrón de la Nada,
una hurí desesperada
del harem de Baudelairel
tu numen desolador,
Julio
Octubre
Esplín
Las plagas
íi-cnte a ti
— No puedo, no!
Ya la noche de íus ojos ha caído sobre mí!...
!
— Un paso más y amaneces, necio pingajo dei arcilla!
— No puedo, no!
— No puedo, no I
— No puedo, nol
La perdición de tus ojos ha caído sobre mí!...
— No puedo, nol
— No puedo, no!
'
— Condenado espeluznante, donde vas y donde pisas
— No puedo, no I
— No puedo, no I
Octubre 1904, !
-^-
212 JULIO HERRERA REISSIO
Amor
y aureolas de mi Cruz,
me alumbraron con su sombra,
me cegaron con su luzt
y brama el Apocalipsis
alcázares de silencio
y Paraísos d^ opio!
y soñó la Maintenonl
wrdugos y creadores,
pálido de frenesí,
flamígeros Levjathanes,
PÁGINAS ESCOGIDAS 2l0
y cráteres carbonosos
de fatídicos volcanes 1
y palomas mensajeras
venidas del más Allá!
220 JULIO HERRERA REISSIO
Prosei-pinas indulgentes
criminales en su celda
y Sultanes en su alcoba!
y la imprecación de Fedra!
Ojos de dulce Solyma
y de espantable Gorgona:
son Radamante que juzga,
Astrólogos en vigilia,
y en su fondo desolado
guiñan noches de Caín I
y en trágicos enlutados
de un Carnaval de Venecial
Braseros de Nigromancia,
custodias de pedrería,
y asfódelos de Judá,
basiliscos de Colonia,
de un portal de Babilonia!
Son carbunclos de SemíraraLs,
adormideras de Budha,
lotos que abren en los parques
y falenas venenosas
que sirvieron de excitantes
en la mesa de las Diosas!
Belerofonte ha caído
soles de Serapeión,
astros que emerjen con garras
de la boca de un Dragón!
224 JULIO HERRERA REIS3IQ
alacranes de Rachilde
en lúbricos himeneos I
agazapados ^ladrones
y zalameros abates
del -tiempo de los Borbones...
En su pi-esencia me asisten
quiméricos Zoroasti'os
de Clavileño murciélago,
insinuantes de un harén,
procedentes de Turquía
y adquiridos en París 1
un allegro de Ros;^ini
15
22G JULIO HERRERA REISSIO
me llevarán a la tumbal
y de triste resplandor:
-!-
LES VÍERGES AU CREPUSCULE
pAqinas escooidas 229
— Lydé, de
3^0 he notado
los cisnes la ausencia...
Y
en cuanto a géneros, orígenes y tesis consti-
tutivas, ¡qué caos de divergencias! Desde el arte
por Dios, que fué el primer arte, arte por la patria,
blancos Acrópolis.
Se delira por una reacción al método milenario, a
las fuentes primitivas de nuestros sabios maestros
greco-latinos, y, últimamente, grandes poetas han
escrito según los moldes arcaicos, incitandOi a una
saludable reacción de estética.
Esto nos conduce a la siguiente interesantísima
cuestión, que forma, según creo, la médula cogita-
cional de mi temerario opúsculo:— ¿Por qué, pues,
si el espíritu evoluciona en sus más altas especula-
ciones; por qué si nuestras facultades superiores—
según positiva— crecen, sin cesar, y varían
la ciencia
segundo sin el primero es nonato: uno por incapacidad, otro por defor-
midad. Vemos en la literatura de los genios, como esos estilos se unen
y se confunden, repartiéndose en el mismo grado de potencia y vibra-
ción. Pienso que el triunfo de un verdadero estilo está precisamente en
una compenetrabilidad hermética y sin esfuerzo de los que llamaremos
sub-estilos, palabra y concepto. El pensamiento, que es fuerza activa,
debe tomar su parte de gracia al encarnarse en el vocablo para gustar
sin violencia, —
el vocablo, que es gracia pasiva, su parte de fuerza, para
vivir sin humillación. Es una duplicidad armónica y semejante; trátase
de que la idea tome inmediatamente la forma del vocablo, como un peri-
sprit la forma del cuerpo donde mora, confundida en él y fraternizando
hasta parecer tangible; y a su vez de que la palabra se imprima en el
pensamiento y entre en él, de un modo ágil, ni más ni menos que como
en un molde preciso y pulcro la cera caliente. El gran estilo es el que
brilla y corre, como un agua primaveril, espejo moviente de sombras
movientes y vivas que erran p>or la página y se hunden en ella, cual
pececülos traslucidos, color del cristal...
216 JULIO HERRERA REISSIO
-«-
DISCURSO EN ELOGIO
DE ALCIDES DE MARÍA
256 JULIO HEIÍRERA REISSIO
otros espejos! ,
FIN
^^4¡^4^^^^4¡^^4^4^^^<^^^^^^^
índice
P^6.
El almuerzo 46
El alba ,.
47
La vuelta de ios campos. ........... 48
La huerta. 49
Clarobscuro. ......... ^^
51
La Iglesia
El cura. ...... •
^^
La llavera ^^
La noclie. ^'^
.
La flauta .55
Las madres 56
El dotmángo. ..... 57
La granja .
58
Otoño ...*..... 59
El monasterio ^^
La torre de las esfinges.— Tertulia liuiática. .... 63
Los parques abaiidouados.— El banco del suplicio. ... 79
La estrella del destino 80
El caraJn.0 d© las lágrimas. .
81
270 ÍNDICE
Pág's.
El entierro. 120
La cena. . .......... . . .
1^1
Sonetos vascos. — El mayoral. ,
125
El jefe negro. ... . .......... 126
Tarascón. .
_ ^
127
El caudillo. ................. 128
Las clepsidras. — Idi?talidad exótica 131
Supervivencia. . ...-.•.... 1^2
Amazona . . , .
133
Génesis. . . .
134
El arpa y Dina. .
135
EpitaJamio ancestral. ............. 136
ÍNDICE 271
Págs.
Misa báxbara. .
137
Liturgia erótic*i. ..... 138
.Renunciación simbólica. .
139
Oblación abracadabra. .
140
El collar de Salaanibó. .
141
Ojos grises. ........ 143
Las lunas de aro. — D'v.igaciunes uiicas 147
Pócima viólela. .
149
Ecos. — El sueño. 163
Eres todo I... , .
164
Nirvana crepuscular 165
•Holocausto. . _t
166
El beso. .
167
Determinismo ideal. 168
La ins trusa. .
169
El juramenLo. .
170
El crepúsculo del martiriü 171
Oleo brillaiite. .
172
La liga. .... 173
Belén de amior. .
174
Muerie b'ajica. .
175
El juego. .
176
La golondrina. .
177
La^ 'Pascuas del Tietmipo.— I.--Su Majestad el Tiempo. 181'