Educatividad y Educabilidad
Educatividad y Educabilidad
Educatividad y Educabilidad
Concepto de educabilidad
La educabilidad es una posibilidad y una categoría humana. Una
posibilidad, por que significa la vialidad del proceso educativo y la
formación de que educación es factible; una categoría humana, por
cuanto se predica del hombre esta cualidad. Del hombre se dice que es
sociable, histórico, perfectible y educable. Entre todas las categorías
humanas, la educabilidad ocupa un lugar de privilegio y hasta es, para
muchos, la más esencial de todas ellas. La educabilidad es la conclusión
primordial del proceso educativo y en ocasiones recibe el nombre de
normatividad.
Grados de educabilidad
De la noción general de educabilidad se deriva el concepto de los grados
de esta. No todos los sujetos son susceptibles del mismo grado de
educabilidad. Las disposiciones del educando son aquí un factor
determinante. El pedagogo Santiago Hernández Ruiz tras de abordar el
tema de los limites de la educación, habla de cuatro grados de aptitud la
de los superdotados, y de los bien dotados, la del hombre medio y de los
infradotados.
Hay que agregar que los dichos grados se producen dentro de cada tipo
humano, pues no solo existe una clase de aptitud: Hay hombres
altamente dotados para la ciencia que carecen de toda habilidad
manual; hay artistas que jamás entendieron los elementos de la
geometría.
Límites de la educación
La educación es realidad del hombre, este se educa o se deseduca.
Puede ser de manera espontanea o intencionada. Esa educaciones
limitada o precaria debido a fuerzas múltiples y depende de condiciones
externas en su desarrollo. La primera y última limitación del hombre esta
señalada por dos fechas: La de su nacimiento y la de su muerte. En
cuanto a los limites de la educación se mencionan los siguientes.
El pesimismo pedagógico
El optimismo pedagógico
El meliorismo
Ley de la limitación
Educabilidad y educatividad
Se debe realizar una distinción, que la pedagogía actual apunta con los
términos educabilidad y educatividad .Hay sin duda una capacidad
educadora del proceso de la educabilidad es la posible aptitud de ser
educado, ello se realiza, además gracias a los poderes educadores dados
en la suficiencia de los maestros y de la comunidad social.
Frente a ello se alzan otras voces que, retomando el pensamiento de Freire, consideran que
la antedicha noción de educabilidad tiene supuestos metafíscos, responde a una filosofía
esencialista y promueve una pedagogía de la pobreza en la que se caracteriza y tipifica al
alumno pobre no para liberarlo sino para armar una suerte de metodología de la pobreza
que justifica la desigualdad educativa y la exclusión social (Kaplan, Cullen, Neufeld,
Thisted). Conocer las condiciones socioculturales de los alumnos no debe tener una
finalidad condenatoria que lleve a reproducir las desventajas iniciales y a considerar el
fracaso escolar como un resultado natural; por lo tanto es necesario repensar los
mecanismos que impregnan las prácticas y representaciones sociales y escolares de
docentes y alumnos como la naturalización de las diferencias de capital cultural, los
mecanismos de estigmatización y las concepciones acerca de la inteligencia (Kaplan). En
Latinoamérica en general y en la Argentina en particular la escolarización actualmente no
se dirige a la uniformización de la población sino a su educación por bandas o sectores,
convirtiéndose la escuela en un límite para la integración social y creándose circuitos de
escolarización que ahondan las divisiones sociales. Entre los temas que contribuyen a
profundizar estos circuitos se encuentra el de la frontera entre la educabilidad y la
ineducabilidad, en base al concepto de alumno normal, o sea aquel que posee determinadas
cualidades que lo convierten en sujeto del sistema educativo (Puiggrós-Dussel). Ante esto
algunos se cuestionan si no sería más apropiado asociar el concepto de educabilidad con la
capacidad de la escuela para adaptarse a la diversidad de alumnos. Otros proponen definir
la educabilidad más como una propiedad de las situaciones que de los sujetos a título
individual en tanto la formulación del individuo como punto de partida de la explicación
psicológica es un constructo conceptual moderno basado en la independencia ontológica
del sujeto en relación al entorno. Educabilidad no equivale a capacidad o posibilidad de
aprendizaje sino a actividad intersubjetiva mediada, donde el desarrollo y el aprendizaje es
algo que se produce en situación y es la situación la que lo explica, aunque sus efectos
también puedan constatarse en los sujetos (Baquero).
Es posible afirmar la educabilidad de todas las personas en tanto cada ser humano puede
apropiarse del conocimiento para comprenderse y comprender el mundo. Pero también en
este concepto juega un rol preponderante la mirada del otro, la del adulto, la del docente, la
de la sociedad. Por ambos motivos consideramos que la educabilidad puede sintetizarse en
considerar al ser humano como sujeto de expectativas a lo largo de la vida.
EDUCABILIDAD Y EDUCATIVIDAD
I-EDUCABILIDAD.
El que el hombre pueda percibirse a sí mismo como objeto significa que puede tomar
conciencia de sí, indica que también puede modelar libremente su vida y ser protagonista
de su propia existencia, porque la vida humana no está sujeta a necesidades prefijas, sino a
hábitos que se adquieren al modo de una naturaleza segunda. El hombre, por medio de sus
obras transforma la realidad natural y produce con ellas una novedad cultural. Esa novedad
cultural deja de pertenecerle para formar parte de un legado que cede a la humanidad, a
modo de tradición, pero también por otro lado a modo progresivo.
Se entiende por cultura –educación- aquello que el hombre añade a lo puramente natural
con el propósito de mejorar su ser, en los actos humanos encontramos una intención –es
decir una finalidad u objetivo-, ello se refleja en la expresión humana llamada cultura.
La cultura nos remiten a dos dimensiones complementarias de la misma, la primera
llamada cultura objetiva, que incluye valores, creencias, costumbres, forma de
comportamiento e instituciones entre otros. La segunda llamada cultura subjetiva, que es la
asimilación personal del ámbito cultural en el que se vive. “formar” en el sentido objetivo
de dar cultura, significa despertar intereses objetivos y “formarse” en tanto adquirir cultura
alude a hacerse objetivo.
La cultura se trasmite por la enseñanza en sentido amplio y se adquiere por medio del
aprendizaje de hábitos intelectuales, volitivos, morales, técnicos, motores y alimentarios,
entre otros.
La educabilidad, puede definirse de manera más especifica cómo – la capacidad que
naturalmente posee todo hombre de ser modificado, mejorado “educado”-. La educación
por tanto resulta, una educación necesaria para que la persona adquiera todos los bienes
culturales para que le permitan desarrollarse como tal, por eso, en realidad, la educación no
es trasmisión de valores, sino valorización de la vida.
Sin la educación, la persono no podría hacer suyos los conocimientos que le dan el saber,
las habilidades y destrezas que le posibilitan el saber hacer las estimaciones de la realidad
como son las valoraciones.
Y aunque el hombre no sea creador del ser de las cosas, por medio de la cultura y la
educación-a diferencia del animal-,el posee una condición intrínsecamente mundana y
habita el mundo.es decir tiene un mundo porque actúa sobre él. Recrear el entorno es
cultura, porque recrear el entorno que nos rodea implica añadir algo al modo de ser
personal y de estar en el mundo por medio de la educación.
La persona al carecer de pautas ha de aprender a actuar bien y lo lograra mediante el
proceso formativo de los hábitos. Hábitos que manifiesta la propiedad de su ser y dominio
sobre sus operaciones libres. El hombre expresa su dignidad al actuar con libertad.
Por sus actos el hombre manifiesta su actuación libre en un sentido constructivo o
destructivo.
Es resultado así que, por medio de la educación, la persona puede descubrir e integrar. Tal
asunción de vienes en la naturaleza del hombre-cultura-es producto del hábito que implica
esfuerzo y costumbres y se exterioriza como virtud.
La educación es la que capacita: a la inteligencia a que desarrolle su capacidad de querer el
bien y a la libertad para afinar su capacidad de elegir lo conveniente al ser de hombre.
La educación es la acción, en cuanto que remite al sujeto receptor y principalmente activo
de la misma. Unas de las funciones vitales del ser vivo es el crecimiento orgánico, pero en
el caso del hombre va más allá.
Por otro lado el conocimiento –supraorgánico-es biográfico e histórico y se posibilita
gracias a que el hombre es sujetos de hábitos, por las cuales perfecciona sus facultades,
sobre todas las superiores: inteligencia y voluntad.
La cultura de vienes espirituales, el hombre por su actuar libre, gracias a la educación-le
confiere lo que Spaemann llama: una normalidad libre del hombre.
El hombre no solo es capaz de actualizarse, sino también de potenciarte.
Como lo explica Julián Marías: la vida humana está proyectada hacia el futuro, lo que
incluye la posibilidad de ser mejor…hace que se encuentre su “yo” actual y su “yo”
productivo, y en ese proceso no solo se limita por la educación, sino que él puede a su vez,
recrearla y transmitirla.
De este modo, la educabilidad se caracteriza por ser personal en tanto es una exigencia
inalienable que surge del carácter abierto del hombre.
Por lo argumentado hasta el momento, podemos apuntar que la educación interviene en la
vida del hombre como un cambio cualitativo que actualiza y potencia la indigencia
constitutiva de la persona, gracias a su capacidad natural para ser educada, cultivada; es
decir, mediante la posibilidad antropológica que es la educabilidad.
II-EDUCATIVIDAD