Polis de Esparta
Polis de Esparta
Polis de Esparta
La Serena
Las Polis
de
Esparta
Introducción Página 3
Desarrollo Página 4 - 8
Conclusión Página 9
INTRODUCCIÓN
Entre las montañas de Lacedemonia y junto al río Eurotas, los dorios fundaron una
ciudad (900 a.C.) y le dieron el nombre de Esparta. Esta polis no difería demasiado
de las demás: tenía sus artistas, sus sabios y sus atletas. Sin embargo, en el 640
a.C., los mesenios se sublevaron contra el poder espartano. Tras varios años de
lucha Esparta logró reinstaurar su hegemonía en el Peloponeso, pero el temor a
una nueva rebelión la llevó a convertirse en un estado militarizado.
DESARROLLO
Esparta o Lacedemonia, era una polis (ciudad estado) de la Antigua Grecia situada
en la península del Peloponeso a orillas del río Eurotas,1 entre los montes Taigeto
y Parnón. Fue la capital de Laconia y una de las polis griegas más importantes junto
con Atenas y Tebas.
Esparta surgió como una entidad política en siglo X a. c., cuando los
invasores dorios subyugaron a la población local. Hacia el 650 a. c. la ciudad ya era
una potencia militar en el conjunto de la antigua Grecia.
Esparta fue una ciudad única en la antigua Grecia por su sistema social y su
constitución, que estaban completamente centrados en la formación y la excelencia
militar.
Clases sociales
Después de la conquista doria (tribu antigua de grecia), se distinguieron tres
clases sociales:
Espartanos o espartiatas
Periecos o laconios
Ilotas o esclavos
Los espartanos vivían como guerreros, ciudad sin murallas, que parecía un
campamento permanente, siempre estaban listos para combatir, ya fuese contra
sus enemigos externos o contra sus propios súbditos.
Los periecos o laconios, descendientes del pueblo sometido, vivían en aldeas con
entera independencia, cultivando la tierra que les producía trigo, cebada, aceite y
vino. Reconociéndose como súbditos del gobierno de Esparta, a quien pagaban
tributo y servían como soldados en caso de guerra. En sus manos estaban no sólo
la agricultura sino también el comercio, la industria y la marina mercante del país.
Los ilotas o esclavos eran los siervos de la tierra, de la cual no podían salir ni ser
expulsados. Cultivaban las propiedades de sus amos, a quienes, como se ha dicho,
debían entregar parte de sus productos.
Instituciones
Los reyes gozaban de honores, pero de ningún poder. En tiempos de paz su papel
era exclusivamente religioso, ofreciendo los sacrificios a los dioses en nombre del
pueblo. En tiempo de guerra dirigían las operaciones militares y daban la señal del
combate.
Junto a los reyes, funcionaba en Esparta el Consejo de los ancianos llamado
Jerusía, que estudiaba los asuntos de gobierno y juzgaba las causas de homicidio.
Lo formaban ambos reyes y veintiocho ciudadanos distinguidos nombrados por el
pueblo por medio de aclamaciones. La Asamblea del pueblo, que en Esparta existía
como en toda ciudad griega, era formada por los espartanos mayores de 30 años,
y se reunía, por lo general, una vez al mes.
Los verdaderos gobernantes de Esparta eran los Éforos (inspectores). Eran cinco,
elegidos cada año por el pueblo. Ellos decidían la paz y la guerra, administraban
justicia, dirigían las operaciones militares dando órdenes a los reyes o los
acompañaban en sus campañas.
Ejército
Los espartanos fueron los mejores guerreros de Grecia. Eran educados físicamente
y moralmente para serlo. Desde la más tierna edad se sometían a ejercicios atléticos
con todo método para dar mayor fuerza, energía y flexibilidad a sus músculos, y al
cuerpo entero mayor vigor y resistencia para vencer las fatigas de una campaña.
Los espartanos combatían a pie con las mismas armas ofensivas y defensivas que
usaban los griegos. La única diferencia consistía en que los hoplitas o guerreros no
entraban al combate en desorden sino ordenados en lo que se llamaba falange, es
decir, formando ocho filas apretadas y paralelas frente al enemigo.
Costumbres
El pueblo espartano no sólo fue el más fuerte de Grecia sino el más sencillo. Sus
casas eran de madera groseramente talladas, sin adornos ni comodidades. Estas
habitaciones estaban destinadas sólo a resguardar al hombre de la intemperie.
Sus vestidos eran sencillos. Reservaban todo su lujo para los tiempos de guerra y
entonces se ponían un manto de púrpura y peinaban sus cabelleras con esmero.
En su actitud y modales revestían la mayor severidad y decoro. En la conversación
se esforzaban en expresar sus ideas con el menor número de palabras posibles.
Una curiosa costumbre era la de la mesa común. Los hombres no comían en sus
casas con sus mujeres, sino en grupos de quince individuos que suministraban por
partes iguales el alimento necesario.La vida de un espartano estaba sometida a
reglas fijas e invariables, encaminadas a mantener intacto el poder militar de la
nación. Cuando nacía un niño era llevado a un lugar público, donde los ancianos
examinaban sus condiciones físicas. Los débiles y deformes eran abandonados en
el monte y sólo los sanos y robustos eran devueltos a sus madres para la crianza.
Educación
A los siete años el niño debía salir de su casa y someterse a la educación en común
con otros niños de su edad. Divididos en compañías, cada una de las cuales
obedecía a un jefe elegido entre los jóvenes más fuertes y hermosos, los niños se
entregaban a los duros y penosos ejercicios que debían convertirlos en guerreros
infatigables. Casi desnudos, bañándose todas las mañanas en las frías aguas del
Eurotas, durmiendo en lecho de hierbas que ellos mismos arrancaban, sin
instrumento alguno, de las orillas del río, empleaban casi todo el día en saltar, correr,
luchar y aprender el manejo de las armas. Se acostumbraba a los niños a sufrir sin
inmutarse el dolor físico. Constantemente peleaban entre sí con encarnizamiento, y
una vez al año, en las fiestas de Artemis, eran azotados sin piedad ante la estatua
de la diosa. En esta especie de examen, el mérito del niño consistía en soportar
inmutable, con semblante alegre, y por mayor tiempo los más terribles dolores.
Las mujeres eran educadas, como los hombres, al aire libre y en público. Hacían
ejercicios gimnásticos adecuados a su sexo y aún aprendían a lanzar la jabalina y
el disco. Así se formaban mujeres varoniles y heroicas, capaces de sacrificar sus
sentimientos en beneficio de la patria. Los espartanos las respetaban y se
complacían en seguir sus consejos.
CONCLUSIÓN
Los espartanos fueron los mejores guerreros de Grecia, si no los mas sencillos.
Eran educados físicamente y moralmente. En la parte de la educación a los niños
de 7 años debían someterse a la educación común con otros de su edad. Las
mujeres también recibían educación igual al de los hombres, así formaban
mujeres varoniles y heroicas.