Sindrome
Sindrome
Sindrome
La tos ferina es una enfermedad infecciosa respiratoria que en los últimos años ha tenido una
reemergencia mundial tanto en países subdesarrollados como en países desarrollados, que ha llevado a
pensar más detenidamente en esta enfermedad. A pesar de la amplia inmunización con la vacuna, aún se
registran entre 20 y 40 millones de casos por año en todo el mundo (el 90 % de estos en países en
desarrollo) y se producen entre 200 000 y 400 000 muertes anuales.
La intensidad de los cuadros es variable y su tipicidad dependerá entre otros factores de la edad del
paciente. El síndrome coqueluchoide y la tos ferina son particularmente frecuentes y graves en niños
menores de 6 meses y en el caso de la tos ferina, la situación epidemiológica prevalente apunta más a
problemas de inmunización que a resistencia a los antibióticos (macrólidos) para su tratamiento
específico. Es una enfermedad con morbilidad y mortalidad significativa, especialmente en el niño menor
de un año.
El síndrome coqueluchoide, cuadro parecido a la tos ferina, es uno de los síndromes respiratorios bajos
más comunes en la práctica pediátrica sobre todo en los últimos años. La tos ferina sigue siendo la
enfermedad inmunoprevenible más antigua de la infancia que aún causa brotes importantes,
principalmente en niños, pero también en adolescentes y adultos.
El control de esta enfermedad es un problema de salud tanto en países desarrollados como en vías de
desarrollo. Uno de los mayores obstáculos que ha contribuido a una tardía intervención epidemiológica y
tratamiento de la tos ferina en varios países del mundo, ha sido la baja sospecha clínica de esta
enfermedad en los médicos y trabajadores de la salud, y el desconocimiento de la familia, en la mayoría
de las veces. En el momento actual existe una reemergencia mundial de la tos ferina, situación que es
necesario conocer y aceptar para un oportuno diagnóstico y tratamiento.
CAPÍTULO I
1. Conceptualización………………………………………………………………………………….……………….…….…3
2. Agente etiológico……………………………………………………………………………….………………………....…3
3. factores Predisponentes………………………………………………………………......................................3
CAPITULO II
CAPÍTULO III
1. Anexos………………………………………………………………………………………………………………………………9
2. Bibliografía………………………………………………………………………………………………………………………11
1. Conceptualización
La tos ferina es una enfermedad infecto-contagiosa aguda que afecta al aparato respiratorio, esta es una
enfermedad bacteriana muy contagiosa que provoca una inflamación traqueobronquial y accesos
violentos de tos que pueden dificultar la respiración al tiempo que crea una sensación de asfixia. La tos
ferina, también llamada coqueluche o tos convulsiva es una enfermedad respiratoria de notificación
obligatoria y prevenible por vacuna que afecta a todos los grupos de edad especialmente a menores de
un año.
El Síndrome coqueluchoide a diferencia de la tos ferina es un término que se ha utilizado para incluir
aquellos pacientes que presentan un cuadro clínico indistinguible de tosferina, es un cuadro clínico con
diferentes etiologías infecciosas o no infecciosas. El Síndrome coqueluchoide es un término que se ha
utilizado para incluir aquellos pacientes que presentan un cuadro clínico indistinguible de tosferina,
además de no identificar la presencia de Bodetella pertussis o parapertussis.
Los agentes involucrados pueden incluir virus y bacterias, entre los que destacan H influenzae, Moraxella
catarrhalis, M pneumoniae, Adenovirus, Influenza virus, Parainfluenza 1-4, Virus sincitial respiratorio,
citomegalovirus y virus de Epstein Barr.
2. Agente etiológico
Pertussis es un cocobacilo Gram-negativo no móvil capaz de producir múltiples productos activos, tanto
antigénicos como biológicos (toxina pertussis, hemaglutinina filamentosa, aglutinógenos, adenilato
ciclasa, pertactina y citotoxina traqueal, entre otros), los cuales, en conjunto, son responsables de las
características clínicas y de la respuesta inmunológica.
4. Manifestaciones clínicas
La enfermedad es altamente contagiosa; se estima que la tasa de ataque en los susceptibles expuestos
alcanza entre el 80% y el 100%. Es especialmente transmisible en su fase temprana (catarral) y llega a sus
niveles más bajos de infectividad alrededor de la tercera semana en quienes no han recibido tratamiento
antibiótico. El periodo de incubación suele durar entre 7 y 10 días (rango 4-21 días), Aunque el curso es
insidioso, suelen aparecer 3 fases bien definidas.
A. Fase de incubación:
Dura entre 1-2 semanas. En este periodo el paciente no suele presentar síntomas.
El periodo catarral es más corto, la presencia de gallo inspiratorio es más rara y aparecen con frecuencia
cianosis y pausas de apnea, muchas veces sin tos paroxística acompañante. Es frecuente la complicación
pulmonar en forma de bronconeumonía o atelectasias.
Tiene una duración de 2 a 6 semanas y se caracteriza por presentar de 5 a 10 episodios de tos forzada en
una fase espiratoria, característicamente se presenta un estridor (gallo) al final del paroxismo, como un
intento de inspirar a través de una glotis estrecha y espasmódica, suelen acompañarse de vómitos,
cianosis y apnea este último en caso de lactantes pequeños.
Aquí parecen los síntomas clásicos de la tos ferina: accesos de tos paroxística, congestiva, a veces
emetizante, con gallo inspiratorio. El número de accesos diarios oscila entre 5-7 en las formas leves a más
de 20 en las graves. Son de predominio nocturno, y pueden desencadenarse por estímulos como el llanto,
la risa, el estornudo, el ejercicio físico o la alimentación.
Característicamente entre los ataques de tos el paciente presenta un aspecto de total normalidad. Los
accesos aumentan en intensidad durante 1-2 semanas, se estabilizan durante 2-3 semanas y van
disminuyendo progresivamente.
La fiebre y la dificultad respiratoria son muy poco frecuentes, y su presencia nos obliga a descartar la
presencia de sobreinfecciones o coinfecciones.
B. Periodo de convalecencia:
Los síntomas van remitiendo a lo largo de semanas o incluso meses, aunque pueden exacerbarse con
nuevas infecciones respiratorias.
Existen formas atípicas que aparecen con mayor frecuencia en niños previamente inmunizados, neonatos
y adolescentes y adultos.
La tos ferina del niño inmunizado tiende a ser más leve y más corta.
En lactantes menores de 3 meses puede ser un cuadro grave e incluso mortal. Cerca de tres
cuartas partes de los niños menores de 6 meses requieren hospitalización.
El cuadro clínico más grave es la llamada “tos ferina maligna”. Se caracteriza por tos paroxística, pausas
de apnea y fallo respiratorio progresivo con bronconeumonía e hiperleucocitosis extrema, que conduce a
hipertensión pulmonar e hipoxemia rápidamente progresivas, refractarias al tratamiento convencional, y
que ocasiona shock y muerte en un 70% de los casos.
En adolescentes y adultos, la incidencia anual de infección es del 4-10%, aunque en solo el 0,4-1,5% es
sintomática. El síntoma más constante es la tos prolongada, siendo el diagnóstico de una cuarta parte de
los casos con más de un mes de evolución.
NOTA: De hecho, la enfermedad muchas veces se diagnostica erróneamente de bronquitis o asma. Por
tanto, la tos persistente de predominio nocturno, con o sin paroxismos, es el síntoma más frecuente en
el adulto, siendo rara la tos cianosante, los vómitos postusivos y el estridor inspiratorio.
5. Diagnóstico
El diagnóstico de la tos ferina se basa en analizar el cuadro clínico de los síntomas. No obstante, si las
manifestaciones no son obvias puede ser complicado establecerlo. El diagnóstico definitivo puede
obtenerse al analizar las secreciones nasales en el laboratorio (se toma una muestra de moco), así
También se puede proceder a un conteo sanguíneo completo que deberá mostrar cantidades elevadas de
linfocitos. Por lo que, en bebés pueden confundirse los síntomas con los de la neumonía.
6. Tratamiento
El mantenimiento de una alta tasa de cobertura vacunal en niños, adolescentes y adultos, evitando
además la exposición de los lactantes y otros sujetos de alto riesgo de adquirir tos ferina, son las medidas
más efectivas en el control de esta enfermedad. La erradicación de B. pertussis de la nasofaringe de los
sujetos infectados, sintomáticos y asintomáticos, es también vital para la disminución de la circulación de
esta bacteria en la comunidad.
Por lo tanto la vacuna contra la tos ferina es la opción más eficaz para controlar la transmisión de la
enfermedad en la población. Aun así, ni la inmunidad que ofrece la vacuna ni la inmunidad natural aportan
una protección duradera.
Para proteger a un bebé desde el momento de su nacimiento, se recomienda la vacunación de todas las
mujeres gestantes a partir de la semana 27 de embarazo, con el fin de transferirle anticuerpos a través de
la placenta. Esta vacuna no afecta a la lactancia materna ni tampoco a la madre, ya que es una vacuna
inactivada.
1. Patrón respiratorio ineficaz r/c Proceso patológico (Tos ferina) e/p apnea, tos paroxística.
2. Deterioro del intercambio gaseoso R/C desequilibrio ventilación – perfusión E/P Disnea,
agitación.
Limpieza ineficaz d vías aéreas R/C Infección (Tos ferina) E/P Cianosis, apnea.
1. http://suite101.net/article/sindrome-coqueluchoide-o-coqueluche-sintomas-y-definicion-
a54352#.V0R1-8vmr4h
2. http://www.dmedicina.com/enfermedades/respiratorias/tos-ferina.html
3. http://www.aboutkidshealth.ca/En/HealthAZ/Multilingual/ES/Pages/pertussis-whooping-
cough.aspx
4. http://www.aeped.es/sites/default/files/documentos/tosferina.pdf
5. Nanda Internacional 2012- 2015