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ESCUELA

CONVIVENCIAS
ESCOLARES

CO N V I V E N C I A S
ESCOLARES
Notas para pensar
los modos de habitar
las escuelas.
AUTORIDADES

SUBSECRETARÍA DE ARTICULACIÓN DE
POLÍTICAS PÚBLICAS EDUCATIVAS
Lic. María del Pilar CORBELLINI

DIRECTORA PROVINCIAL DE CONTENIDOS TRANSVERSALES


ESCUELA

CONVIVENCIAS
ESCOLARES

EQUIPO TÉCNICO DE REDACCIÓN:


Referente de Equipo, Gentile Natalia
Álvarez Julieta
DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN:
Área de Comunicación Ministerio de Educación
En esta oportunidad saludo a los y las
protagonistas de las escuelas neuquinas,
quienes en el diario hacer y rehacer educativo
se encuentran fortaleciendo vínculos de
amorosidad, paz y tolerancia.
Este material es iniciador de un proyecto
institucional que construirán colectivamente
entre ustedes.

¡Hasta pronto!

Cristina Storioni
PRÓLOGO

Vivimos en una sociedad que empuja al miedo, a ver en el otro no nuestro


semejante sino una fuente de peligro, una amenaza.

Cámaras de vigilancia o detectores de armas en las escuelas, personal de


vigilancia en los recreos, legislación antibullying que promueve la denuncia,
líneas telefónicas de ayuda a la víctima de esta forma de maltrato, entre otros
dispositivos a través de los cuales nuestra sociedad intenta dar respuesta a la
violencia entre pares en las escuelas, dan cuenta de lo que podríamos
considerar un mandato de época: “temed los unos a los otros”.

Todos ellos son dispositivos que rechazan el lazo, que señalan con su sola
presencia la existencia del otro como enemigo, y obturan, en consecuencia, la
construcción del otro como semejante, es decir, aquel diferente a uno mismo
pero con idénticos derechos. Lejos de solucionar el problema, son
dispositivos iatrogénicos, en tanto profundizan la fragmentación del lazo
social que es lo que está a la base de la violencia en las sociedades
contemporáneas.

Responden a lo que Expósito, un lósofo italiano, denominó lógica inmunitaria,


sirviéndose de la metáfora de las enfermedades autoinmunes en las que en
función de la defensa, el cuerpo termina atentando contra sí mismo.

En tiempos en que los discursos que se autodenominan antibullying ocupan


toda la agenda mediática, pedagógica y social, hablar de convivencia entre
pares, de participación en la vida escolar, de cómo arreglarnos con los
conictos y saber hacer con las diferencias es contracultural y
contrahegemónico.

Ese es precisamente el valor de este material: frente a la lógica inmunitaria que


sin lugar a dudas hoy impera, reinstala la lógica comunitaria. Frente a
discursos –y propuestas- que no hacen otra cosa que criminalizar y
patologizar a la infancia, nos interpela a resituar la convivencia en la escuela
desde un enfoque de derechos.
A través de sus páginas, el equipo del Programa Provincial de Convivencias
Escolares nos convoca a reexionar sobre la importancia de la intervención del
docente en la conformación de los grupos y en los vínculos entre niños y
jóvenes, a volver a pensar la autoridad pedagógica desde una mirada que
reconozca las actuales condiciones de época, a hacer de los vínculos objeto
de la enseñanza, a promover la participación de los jóvenes en la vida escolar,
a comprender el valor de los acuerdos escolares de convivencia.

En este sentido, “Convivencias escolares” es una apuesta al lazo, a la


reconstrucción del entramado social, que es justamente lo que nos mantiene
unidos como sociedad.

Ana Campelo
Agosto 2018
CONVIVEN CIAS INDICE
ESCOLARES
Presentación ........................................................................................7

Primeras palabras .............................................................................. 10

Enfoques y perspectivas conceptuales para entender la convivencia escolar


........................................................................................................ 11

Repensando las convivencias escolares ................................................ 13

¿Qué nos dicen las normativas? ........................................................... 15

¿Qué lugar ocupa el conicto en la escuela?.......................................... 17


Ÿ Conicto vs. Violencia .................................................................... 18
Ÿ El conicto como proceso ............................................................... 19

Habilidades para la vida ..................................................................... 20

De la disciplina escolar a las convivencias escolares .............................. 22

Dos caras de la misma moneda: convivencias y autoridad pedagógica


........................................................................................................ 24
Ÿ Problematizando la autoridad tradicional: crisis, mitos y desafíos actuales
........................................................................................................ 25

El sentido educativo de las normas en la escuela y la construcción de los


AECS ............................................................................................... 28
INDICE

Ÿ ¿Andamiajes para convivencias más justas? ..................................... 30

¿Qué puede hacer la escuela para construir convivencias escolares


democráticas y pacícas? ................................................................... 34
Ÿ La función de los AECS .................................................................. 34
Ÿ Mediación en la escuela ................................................................. 35
Ÿ Instancias colectivas de participación .............................................. 35
Ÿ La cooperación en el aprendizaje .....................................................35

Herramientas prácticas para el aula y el trabajo institucional .................. 36


Ÿ El conicto ................................................................................... 39
Ÿ La autoridad ................................................................................. 50
Ÿ La construcción de las normas ........................................................ 55

Experiencias Escolares ....................................................................... 66


Ÿ ¡Aprendiendo a Convivir! Escuela Primaria 149 de Huaraco ............... 69
Ÿ Horas institucionales y Cuerpo Consultivo EPEA N°2 ........................ 72
Ÿ Estudiante EPEA N°2 ..................................................................... 74

Palabras Finales ................................................................................ 76

Normativa vigente ............................................................................. 77

Bibliografía ....................................................................................... 80
PRESENTACIÓN

Los lineamientos políticos del Ministerio de Educación y del CPE de la


Provincia del Neuquén tienen como uno de sus principios, el desarrollo de
propuestas institucionales tendientes a efectivizar la vigencia plena de los
derechos y garantías de los niños, niñas, adolescentes, jóvenes, y adultos
posicionando a cada uno de ellos/as, como sujeto de derecho. En ese marco, la
necesidad de priorizar las políticas y prácticas tendientes a mejorar la calidad
de la convivencia al interior de las escuelas, se fundamenta en su importancia
para enriquecerlos aprendizajes y fortalecer las trayectorias escolares de los y
las estudiantes.

No caben dudas que la escuela es un espacio privilegiado de transmisión de


conocimientos, información y valores socialmente signicativos. Sin embargo,
cotidianamente en el ámbito escolar se maniestan diferentes situaciones que
ponen en evidencia la fragilidad del ejercicio de una ciudadanía plena, que
incluya a la niñez y a la adolescencia como sujetos de derecho.

Uno de nuestros principales desafíos consiste entonces, en encontrar las


mejores vías que contribuyan al fortalecimiento de la institución educativa
como un espacio singular de integración social, poniendo énfasis en los
Derechos Humanos como paradigma excluyente, para el análisis y resolución
de las situaciones conictivas en sus más amplias y variadas manifestaciones:
violencia directa, violencia estructural, violencia simbólica, entre otras.

Ello implica analizar y revisar nuestras prácticas para fomentar en las escuelas
un clima de libertad responsable, de convivencia democrática y pacíca;
promover el derecho a la propia identidad, a la libertad de pensamiento, de
expresión y conciencia que posibilite un trato justo y digno. Se trata de
habilitar al sujeto político que cada niño/a, joven y adolescente ya es, para que
tome posición frente al mundo y proyecte los modos de transformarlo y
transformarse.

Para el logro de dichos propósitos ponemos a disposición de los y las docentes


neuquinos, este Documento sobre Convivencia escolar que busca contribuir a
generar condiciones institucionales que inhiban el maltrato, la discriminación,

7
el acoso escolar o cualquier otra forma de violencia entre pares y/o entre
adultos y niños, niñas, adolescentes y jóvenes en el ámbito educativo.
El mismo, elaborado por el equipo del Programa Provincial de
Convivencias Escolares, se sustenta en la idea de que los vínculos deben ser
objeto de trabajo en las escuelas, porque a convivir se aprende, sosteniendo un
trabajo que articule los procesos de enseñanza y de aprendizaje con la
generación de vínculos saludables.

Dicho programa está enmarcado en la Ley Nacional 26.892(sancionada


en el año 2013) y en la Ley Orgánica de Educación de la Provincia del
Neuquén N° 2.945 y tiene como sus principales objetivos:

Ÿ Ofrecer recursos para que las instituciones puedan ser lugares de


formación en valores democráticos.

Ÿ Brindar herramientas a directivos y docentes para la elaboración de los


Acuerdos Escolares de Convivencia, el establecimiento de los Consejos
Escolares tanto a nivel Institucional, como a nivel áulico – Consejo de
Aula- garantizando que las normas y pautas de Convivencia, se
apeguen a un enfoque de pleno respeto a los derechos humanos,
especialmente los de las niñas, los niños y los adolescentes.

Ÿ Contribuir al establecimiento de estrategias de intervención basadas en


anticipación o prevención de conictos institucionales de convivencia y
de intervención cotidiana o excepcional y contextualizada.

Ÿ Promover la intervención pedagógica en las aulas y escuelas, de


carácter formativo y preventivo con apoyo de materiales educativos,
orientada a que las y los estudiantes reconozcan su propia valía;
aprendan a respetarse a sí mismos y a los demás; a expresar y regular
sus emociones; a establecer acuerdos y reglas, así como a manejar y
resolver conictos de manera asertiva.

8
Ÿ Impulsar la participación informada y proactiva de las familias de las/os
alumnas/os de las escuelas neuquinas, en favor de una convivencia
democrática y pacíca.

A lo largo del documento, se abordan algunas de las problemáticas que se


vinculan a la convivencia escolar: el conicto, la concepción y el ejercicio del
rol de autoridad y la dicultad para otorgar legitimación a las normas de
convivencia escolar.

Asimismo, se retoman las normativas nacionales y provinciales vigentes,


que nos ayudan a pensar la participación como derecho y constituyen una
herramienta para construir una convivencia escolar inclusiva, proponiendo la
conformación de órganos con funciones consultivas, de promoción y
organizativas, que fortalezcan el carácter comunitario de la escuela y
diferentes instancias de gestión en lo escolar que buscan incluir la perspectiva
de los distintos actores que la conforman.

En síntesis, se busca promover la generación de espacios sistemáticos de


trabajo compartido en las instituciones, que permitan ensayar diversas formas
de enseñar y aprender que tomen como eje la construcción de la convivencia,
orientada a la participación democrática y la construcción de ciudadanía.

Prof. Gabriela Tagliavini


Directora Provincial de
Contenidos transversales

9
PRIMERAS PALABRAS

El presente escrito nace pensando en la posibilidad de que las instituciones


educativas de la Provincia del Neuquén cuenten con un marco de referencia que
posibilite un lenguaje común a la hora de hablar de convivencias escolares.
Asimismo, se considera importante poner a disposición un bagaje de dinámicas
entendidas como herramientas para el abordaje de situaciones conictivas y el
trabajo colaborativo, promoviendo la participación en la cotidianidad de las
aulas. Lejos de ociar como recetario se presenta una selección de actividades
tendientes a facilitar la tarea, apelando a que la creatividad y el contexto
particular de cada institución lleven a impulsar otras opciones.

Sin pretender agotar la inmensidad del campo, desde el presente documento


se propone realizar un acercamiento a determinados supuestos teóricos que dan
sentido a la mirada sobre las convivencias escolares que las normativas vigentes
explicitan. Lo anterior con miras a propiciar un abordaje institucional de la
convivencia como contenido transversal.

Este cuadernillo se nutre de aportes teóricos que incluye desde debates en


torno a la educación para la paz y los derechos humanos, hasta enfoques que
abordan las dimensiones de la cultura institucional del cuidado y la teoría social
del conicto. En torno a las metodologías para trabajar en las escuelas se
destacan las habilidades para la vida, el aprendizaje cooperativo e instancias
colectivas de participación institucional considerando la prevención de las
violencias como un eje que atraviesa las intervenciones. Si bien existen
diferentes caminos para el tratamiento de los conictos en las escuelas, las ideas
1
presentadas intentan convocar a los y las educadores/as a reexionar al
respecto.

1
En el presente escrito el empleo de “las y los” si bien posibilita cuestionar el uso genérico del masculino,
no agota el debate y crítica en relación al lenguaje sexista. En este sentido, cada institución se ve
desaada a acompañar la multiplicidad de voces y cuerpos que habitan el espacio escolar.
10
enfoq
ue
ENFOQUES Y PERSPECTIVAS
? CONCEPTUALES PARA ENTENDER LA
CONVIVENCIA ESCOLAR
perspectiva

En este primer apartado se presenta el posicionamiento y


algunos debates teóricos a partir de los cuales se pretende poner
to
cep a operar una serie de conceptos y reexiones actuales para
con
resignicar una mirada institucional de la convivencia, que si
bien incluye también excede la violencia y su prevención;
convivencia
escolar abarcando los vínculos, la autoridad, la participación, los
conictos y sus formas de abordajes, una denición de los
mismos, las normas y el cuidado entendido desde una lectura
integral.

El cuidado históricamente ha sido una función de las escuelas, por ese


motivo resulta oportuna una aproximación a sus sentidos en la actualidad. En
principio, se puede sostener que remite al ejercicio del derecho a cuidar, ser
cuidado y cuidarse que atañe tanto a las familias, las escuelas y al Estado. Desde
esta perspectiva, el cuidado se presenta a la vez como bien público, como un
derecho y una obligación y, por lo tanto, una dimensión de la ciudadanía. De este
modo, capturar las situaciones de padecimiento, desamparo, humillación y
hostigamiento posibilita articular acciones colectivas anticipatorias y tendientes
a disminuir estos sentimientos (Bracchi, 2016). Interrogarse al respecto ya
conlleva una primera instancia de cuidado ¿Cómo estamos cuidando a las
nuevas generaciones? La relación pedagógica supone un mutuo cuidado y
respeto aun sin renunciar a la asimetría y responsabilidad de los adultos en esta
tarea. Cuidar es edicar lazos a partir de la transmisión de saberes y esa función
es insoslayable como educadores.

Otra propuesta para pensar y afrontar los conictos en la escuela es desde los
Derechos Humanos y los aportes de la Educación para la Paz. Esta consiste en
un proceso continuo que se encamina a promover el ejercicio de valores y formas
asertivas de vincularse, a través de la enseñanza de saberes y habilidades que
generen alternativas para la resolución de conictos.

11
Desde la teoría social del conicto este es entendido como intrínseco al
funcionamiento institucional y a las relaciones interpersonales, por lo tanto, no
se reduce a situaciones agresivas sino a una diversidad de acontecimientos que
demandan su intervención. Sin embargo, los conictos muchas veces estallan
generando respuestas violentas. Sin descuidar las condiciones sociales y
estructurales que dinamizan la violencia, Greco (2011) propone denir la
misma como un avasallamiento al cuerpo y espacio del otro. En las escuelas se
aprende a convivir con otros en un mismo tiempo y espacio y, en este sentido,
cabe preguntarse ¿cuáles podrían ser los mecanismos legítimos para encarar los
conictos? Ante la caducidad de viejas formas autoritarias o exclusoras para dar
respuesta a diversos conictos, el avasallamiento provoca más sufrimiento, por
ende, la salida a estas contestaciones demanda acciones conjuntas y
consensuadas.

En síntesis, al recuperar estas perspectivas se propicia pensar la convivencia


en dos direcciones- sumamente interrelacionadas-encaminadas a la prevención
de las violencias y el fortalecimiento del trabajo de las habilidades para la vida.

v iv e nc i a
Con

12
REPENSANDO LAS
CONVIVENCIAS ESCOLARES

A partir de la Ley Nacional de Educación 26.206 (2006) se crean un


conjunto de resoluciones que empiezan a sacudir las lógicas modernas de
regular las instituciones. Particularmente, la vida en las escuelas y los modos de
construir acuerdos para habitar las mismas constituyen una temática que desde
hace dos décadas se viene problematizando por los diferentes actores del
2
Sistema Educativo Argentino. En este sentido, la Ley Nacional 26.892 de
“Promoción de la convivencia y el abordaje de la conictividad social en las
instituciones educativas”, es fruto de dichas discusiones previas. Es evidente
que asistimos a un momento de transformación y eso supone cuestionar el para
qué de la escuela a la par de desaarnos a reinventarla.

Desde los orígenes del sistema educativo los aspectos relativos al orden
escolar conguraron un foco de regulación en torno a lo permitido, lo prohibido,
los vínculos jerárquicos entre docentes y estudiantes, las formas de administrar
las transgresiones y dirimir los conictos, entre otros. Algunos modos se fueron
instituyendo como las únicas formas de dar respuestas, hoy empiezan a ser
revisados los supuestos e ideas que sostienen prácticas e intervenciones
tradicionales, que muchas veces se replican sin cuestionar las mismas.

En primer lugar, se entiende por convivencia el


espacio y tiempo en el que se dan los lazos sociales en el
entorno escolar, a los sistemas de regulación de la vida
institucional, las normas, los órganos, las prácticas
institucionales, que incluyen la dimensión de las personas
y sus derechos, en un espacio social delimitado, con
responsabilidades y tareas diferenciadas para cada uno
de los actores. (Levy, 2013. p.154)

2
Sancionada y promulgada por el Congreso de la Nación en el año 2013.

13
En segundo lugar, en muchos ámbitos suele escucharse que lo pedagógico y
la convivencia son dos dimensiones educativas que no tienen relación entre sí,
sin embargo, parafraseando a Greco (2011) si la convivencia se juega en el
corazón mismo de la escuela es porque tiene que ver con el enseñar y el aprender
mismo(…) (p.17).En esta dirección, se trata de ir estableciendo una legalidad
que posibilite el encuentro entre docentes y estudiantes.
A partir de la Ley Nacional de Educación 26.206 (2006) se crean un conjunto
de resoluciones
La justicia en que empiezan
la escuela está aíntimamente
sacudir las relacionada
lógicas modernas
con los de regular las
conictos,
instituciones. Particularmente, la vida en las escuelas y los modos
normas, las sanciones y la autoridad (Siede, 2007). Por justicia se alude de construir
a la
acuerdos para habitar las mismas constituyen una temática que desde hace
participación y deliberación de los criterios de organización de la vida escolar y el
dos décadas
respeto por el se viene problematizando
cumplimiento de los mismos.porEste
los diferentes
cuadernillo actores
analizadel
el Sistema
lugar de
Educativo
cada uno deArgentino. En este
dichos aspectos sentido,
para la Ley
favorecer Nacional 26.892de
la convivencia “Promoción
escolar democrática.
de la convivencia y el abordaje de la conictividad social en las instituciones
educativas”, es fruto de dichas discusiones previas. Es evidente que asistimos
a un momento de transformación y eso supone cuestionar el para qué de la
escuela a la par de desaarnos a reinventarla.
Desde los orígenes del sistema educativo los aspectos relativos al orden
escolar conguraron un foco de regulación en torno a lo permitido, lo
prohibido, los vínculos jerárquicos entre docentes y estudiantes, las formas de
administrar las transgresiones y dirimir los conictos, entre otros. Algunos
modos se fueron instituyendo como las únicas formas de dar respuestas, hoy
empiezan a ser revisados los supuestos e ideas que sostienen prácticas e
intervenciones tradicionales, que muchas veces se replican sin cuestionar las
mismas.
En primer lugar, se entiende por convivencia el espacio y tiempo en el que se
dan los lazos sociales en el entorno escolar, a los sistemas de regulación de la
vida institucional, las normas, los órganos, las prácticas institucionales, que
incluyen la dimensión de las personas y sus derechos, en un espacio social
delimitado, con responsabilidades y tareas diferenciadas para cada uno de
los actores. (Levy, 2013. p.154)
En segundo lugar, en muchos ámbitos suele escucharse que lo pedagógico y
la convivencia son dos dimensiones educativas que no tienen relación entre sí,
sin embargo, parafraseando a Greco (2011) si la convivencia se juega en el
corazón mismo de la escuela es porque tiene que ver con el enseñar y el
aprender mismo(…) (p.17).En esta dirección, se trata de ir estableciendo una
legalidad que posibilite el encuentro entre docentes y estudiantes.
La justicia en la escuela está íntimamente relacionada con los conictos, las

14
¿Que NOS DICEN LAS

? NORMATIVAS

La Ley Nacional de Educación 26.206/06 establece como prioridad la


promoción de hábitos solidarios de convivencia y, la Ley Orgánica de Educación
Provincial 2945/09, se propone contribuir con la elaboración de los códigos
institucionales de convivencia, en un marco de respeto por la opinión del otro. En
relación a la protección de los derechos de niños, niñas y adolescentes es
importante reconocer los postulados de la Ley Nacional N° 26.061/05 y la Ley
Provincial 2302/1999.

Especícamente el marco normativo relativo a la convivencia- tal como se


mencionó anteriormente- se inscribe en La Ley 26.892/2013 de “Promoción de
la convivencia escolar y el abordaje de la conictividad social en las instituciones
educativas”, y sus respectivas resoluciones del Consejo Federal, a saber:
“Promover la aplicación de la Ley 26. 892” (Res. 226/14) y “Pautas y Criterios
Federales para la elaboración de los acuerdos de convivencia para nivel inicial y
primario” (Res. 239/14). A nivel provincial, la Resolución del C.P.E. 1172/12
para escuelas secundarias y la 1291/15 para primaria, continúan estas líneas
3
de acción. Particularmente, en la resolución 93/09 titulada “Orientaciones para
la organización pedagógica e institucional de la educación secundaria
obligatoria”, se delimitan algunos sentidos y regulaciones para trabajar la
mejora del nivel a partir de algunos ejes centrales: clima escolar, aprender a
convivir para la paz, asimetría democrática, entre otros.

En relación al acoso en las redes cabe destacar la


incorporación al Código Penal del cibergrooming4 como
x”@jkldjgkls
delito (artículo 131). Al respecto, destacamos la “Guía
Federal de Orientaciones para la Intervención
Educativa”(Res. 217/14) como un instrumento
indispensable para abordar situaciones conictivas en
consonancia con la legislación actual.

3
Desde el artículo 85 hasta el 92, especícamente.
4
Remite a las estrategias utilizadas por personas adultas para el acoso sexual hacia menores en internet.
15
Por un lado, en relación al nivel primario, la escuela ofrece a las niñas y los
niños una primera instancia de participación en lo común en tanto escenario
privilegiado de lo público. La distribución de la carga horaria de docentes y la
propia idiosincrasia de su estructura organizativa habilitan la posibilidad de
diseñar Consejos Escolares y Consejos de Aula, materia pendiente aún en gran
parte de las instituciones de la provincia del Neuquén. Por otro lado, la
obligatoriedad de la educación secundaria- según lo estipula la Ley Nacional de
Educación 26. 206/06- habilitala revisión de los marcos normativos, hasta
tornalo un punto central. Es decir, mientras la escuela secundaria era selectiva
en relación a los sectores sociales que accedían a la misma, la desobediencia o
atropello a las normas se asociaba a la cuestión de la disciplina escolar como
negligencia individual. Ahora, la masicación abre el juego para pensar el lugar
de “lo común” desde “lo diferente”(Roldan, 2013; Dussel y Southwell,2004).

Finalmente, al margen de las singularidades de cada nivel del sistema


educativo, es importante remarcar que:

Las normas institucionales ofrecen


acuerdos básicos a partir de los cuales
construir la vida escolar. Estos podrán
consensuarse en tanto y en cuanto se
generen espacios de encuentro y
diálogo.

15
Que LUGAR OCUPA EL
CONFLICTO EN LA ESCUELA?

La escuela históricamente ha asumido el compromiso de educar para la


formación ciudadana, actualmente esta se renueva en aras de recuperar la
heterogeneidad cultural, étnica, de género, generacional, etc. erradicando
miradas desde las cuales la igualdad suponga la anulación de las diferencias y
reconozca que la expresión de las mismas constituye un derecho de todos y
todas. Para esto se requiere la construcción de espacios comunes en los cuales
la resolución de conictos de modo pacíco actúe como soporte para no derivar
en situaciones violentas. Las diferentes manifestaciones de la violencia dan
cuenta no solo del dolor social (Kaplan, 2016), sino también del sufrimiento
humano y subjetivo. Así, estos espacios pueden devenir suelo fértil para
enfrentar situaciones que eclosionan en las escuelas y dejan huella en cada
sujeto.

Convivir signica vivir con otros y esto, sin duda, supone tensiones, porque
no todas las personas piensan, sienten y actúan de la misma manera, ni tienen
los mismos intereses. En la escuela, estas tensiones se pueden manifestar de
disímiles maneras y entre diferentes actores.

La presencia de la diversidad y de la diferencia nos interpela a pensar el


conicto como una situación constante en la vida humana y, por ende, en la vida
escolar. Por lo general, existe una tendencia a ver el conicto de manera
negativa, como una distorsión o algo que perjudica o afecta el normal
funcionamiento de las cosas por las tensiones y emociones puestas en juego en
una situación conictiva. Desde el enfoque que pretende este material se
considera que los conictos son inherentes a las relaciones humanas y, por lo
tanto, evitarlos o eliminarlos no constituyen estrategias adecuadas para
resolverlos.

17
Se puede denir el conicto como

“…una situación en donde existen necesidade s,


intereses, propó sitos y/u objeti vos que se percib en
como incompatibles. Todo conicto es, en realidad,
un proceso que tiene causas, desarrollo y
consecuencias…”.

De este modo, los conictos ponen en juego un entramado que involucra


múltiples dimensiones (subjetivas, relacionales, contextuales, políticas,
epocales, microsociales y macrosociales) y actores (familias, educadores,
estudiantes). En síntesis, el conicto se convierte en una oportunidad de
aprendizaje y una ocasión para el encuentro con el otro y la diferencia.

Desde el paradigma socio- crítico y el enfoque de Educación para la Paz si la


escuela asume este modo de pensar el conicto y la conictividad, podrá
trabajar para dirimir los mismos y avanzar en su resolución.

Esto exige:
Descubrir la perspectiva positiva del conicto, verlo como una
posibilidad para transformar la sociedad y las relaciones humanas,
A es decir, como una oportunidad educativa para aprender a construir
otro tipo de relaciones, hacer valer y respetar nuestros derechos
desde una perspectiva pacíca.

B Aprender a analizar los conictos y su complejidad.

C Encontrar soluciones que nos permitan enfrentar los conictos sin


violencia, desde una manera cooperativa y más justa.

Conicto vs. Violencia

Se suele confundir y considerar sinónimos conicto y violencia. De esta


manera toda expresión de violencia se considera un conicto y la ausencia de
violencia es considerada una situación sin conictos. Sin embargo, la violencia
se constituye como una de las maneras de resolver los conictos, mediante la
cual se vulneran y violan los derechos del otro. El conicto, reere, como se
menciona más arriba, a una situación donde existen intereses, necesidades y
objetivos que son percibidos por las partes como incompatibles. Es por ello que

18
es necesario develar los componentes del conicto – persona, proceso y
5
problema - para poder orientar a resoluciones noviolentas y cooperativas del
mismo.

El conicto como proceso


El conicto no es un momento puntual, es un proceso. Tiene su origen en las
necesidades (ideológicas, económicas, biológicas, etc.); cuando éstas son
percibidas como incompatibles surge el problema, de esta manera comenzará
su dinámica hasta que todo estalle dando lugar a la crisis, etapa en la cual se
suele manifestar la violencia y, por lo general, es la que se identica como
conicto.

La comprensión del conicto como proceso nos brinda herramientas de


análisis e intervención para poder actuar de manera noviolenta y creativa para
prevenir la violencia. Generalmente, se suele proceder en la fase de la crisis,
siendo el peor momento para resolver un conicto y aprender a hacerlo. Se
podría decir que se trata del momento en el que no se dan ninguna de las
condiciones para hacerlo de una manera asertiva.

CONFLICTO

Percepciones, actitudes, Respuesta, acción,


sentimiento, valores. comportamiento.

Refuerza
o modica
Consecuencias:
tensión, sentimientos heridos,
alivio, reconocimiento,
mejor o peor relación, etc.
Adaptación de gráco extraído del Cuadernillo 2 de Mediación Escolar.
Ministerio de Educación de la Nación.
5
La agrupación de las palabras “no” y “violencia” –noviolencia- reere a un posicionamiento político
tendiente a la construcción activa de la paz, es decir, no como negación de la violencia sino como
oposición a la misma.
19
HABILIDADES
PARA LA VIDA

Resolver conictos es una habilidad que se ejercita y se aprende. La


Organización Mundial de la Salud (OMS) denomina habilidades para la vida a un
bagaje de actitudes necesarias para afrontar la convivencia pacíca. Estas
constituyen un requisito indispensable para la cuestión de la convivencia escolar
y particularmente la prevención de la violencia. Entre las mismas se destacan:

Pensamiento crítico y creativo: se relaciona con la posibilidad de


promover instancias en las cuales la argumentación constituya un
ejercicio constante y nexo para la toma de decisiones.

Comunicación ecaz: posibilidad de expresarse de manera


respetuosa y asertiva atendiendo a la comunicación verbal y no
verbal. Las palabras pueden construir o destruir lazos, en este punto
es importante cuestionarse ¿qué decimos y cómo lo decimos?

Habilidades para establecer y mantener relaciones interpersonales:


aprender a relacionarse de manera efectiva y atendiendo a las
necesidades de los otros.

Conocimiento de sí mismo: referidas a propiciar la reexión sobre


las propias características, maneras de interactuar con otros y
asumir roles.

Manejo adecuado de las emociones: reconocer las emociones, su


inuencia en los comportamientos y modos de dar respuestas de
manera adecuadas.

Capacidad de empatía: permite identicar las emociones ajenas


para discernir diferentes perspectivas sobre alguna situación.

20
Capacidad de resolución de conictos: contribuye a enfrentar de
manera constructiva situaciones conictivas, es decir, favoreciendo
estrategias de negociación en lugar de la confrontación.

Al respecto, las nuevas tecnologías impactan desigualmente en las


sociedades, instituciones y subjetividades, motivo por el cual la escuela se
encuentra frente al desafío de propiciar la reexión y el trabajo con el manejo de
habilidades tendientes a procesar estos cambios.

HABILIDADES PARA LA VIDA


COGNITIVAS AFECTIVAS INTERPERSONALES VALORES

Estar bien con Lo cortés no quita lo valiente


Pensar antes Brújula que indica
nosotros para estar pero que lo valiente no quite
de actuar. el norte a seguir.
bien con los otros lo cortés.

Pensamiento Autoconciencia ASERTIVIDAD


casual sinceridad
valentia
Pensamiento Autoregulación DESARROLLO
respeto
alternativo MORAL

Pensamiento Autovaloración DOMINAR LA


consecuencial COMUNICACIÓN
VERBAL Y NO VERBAL
Pensamiento Autoconanza
de perspectiva

Pensamiento
medio-n

COMPONENTES SOCIALES Y PERSONALES


Adaptación de gráco extraído del Cuadernillo de Habilidades para la
Ciudadanía. Ministerio de Educación de la Nación.

21
DE LA DISCIPLINA
ESCOLAR A LAS
CONVIVENCIAS ESCOLARES
Pensar la escuela como parte de una construcción social y cultural nos lleva
a recordar que, aún cuando no nació pensando la convivencia o los vínculos
como su objeto de trabajo (aunque sí la disciplina), hoy podemos ensayar otras
formas de enseñar y aprender que tomen como eje la construcción de la
convivencia, orientada a la participación democrática y la construcción de
ciudadanía.

Por disciplina escolar se entiende:

y rígidas para
un conjunto de reglas de comportamientos estandarizadas
de una institución.
mantener el orden o la subordinación entre los miembros
de disponer el
Esto vinculado con un formato escolar determinado, un modo
l especíco en
tiempo y el espacio, para dar respuestas a un contexto socia
los orígenes de la escuela como dispositivo social.

Como contrapartida, la convivencia-comprendida como un aprendizaje en sí


mismo- implica abordarla atendiendo la complejidad que se da en la tarea de
reunir lo singular de cada uno/a y lo común de todos y todas, en experiencias que
formen y transformen, que alojen. Sabemos que la función social de la escuela
consiste en transmitir conocimientos culturalmente válidos, y es en ese mismo
acto de enseñanza de los conocimientos curriculares, que se transmite un modo
de convivir, de estar y hacer junto a otros/as, un modo de relación con el saber y
la tarea, un modo respetuoso y de reconocimiento mutuo.

Lejos de pensar en reglamentos pre-establecidos, en normas rígidas, en


instituciones en las cuales incluir suponía ingresar y adaptarse, con un gran
sesgo expulsor, se propone, tanto desde las normativas nacionales como
provinciales, entender la convivencia como la posibilidad de construcción
conjunta de acuerdos para favorecer espacios de encuentros democráticos.
Entendemos la convivencia como la regulación de las relaciones entre

22
sujetos diferentes (Siede, 2007, p. 200). Es importante pensar el plural para
albergar los sujetos y sus diferencias. No existe una única forma de habitar las
instituciones, por el contrario, si hablamos de convivencias escolares
visibilizamos un entramado de sujetos, conictos, diferencias, derechos que
posibilitan que el encuentro sea posible.

Tradicionalmente, la escuela capacitaba a las nuevas generaciones para su


integración a la vida laboral y a la comunidad civil. Hoy, además de atender a
esta necesidad, la escuela intenta responder a otras desde lógicas más
inclusivas y de reconocimiento de las diferencias. El ritmo que imponen las
nuevas tecnologías, las actuales formas de inserción laboral, la inmediatez en
las comunicaciones, interpelan a la escuela. Se cuestiona su sentido, su 'para
qué', con el consecuente deterioro del prestigio social y, aun así, sigue siendo un
espacio de múltiples demandas y expectativas. La escuela constituye un espacio
de actuación pública para las infancias y estudiantes de hoy para aprender a
convivir con otros. Así, puede ofrecer otros espacios, distintos a los que se
proponen en las relaciones que ocurren fuera de ella, espacios que planteen
estilos de convivencia que habiliten modos democráticos de tramitar los
conictos. Si antes la escuela se caracterizaba por la búsqueda de uniformidad,
debido a su ideal homogeneizador, hoy se pone de relieve la riqueza de la
diversidad, pensada como una dimensión que favorezca los vínculos y se
fortalezca con las vivencias de los otros.

Las escuelas no se conguran como escenarios neutrales frente a las


situaciones de convivencia que en ellas se suscitan, sino más bien, se
constituyen como la arena institucional donde pugnan diferentes concepciones,
posiciones políticas acerca de las temáticas abordadas precedentemente y, por
lo tanto, pueden ser espacios de reproducción de las situaciones injustas y
dolorosas o bien pueden propiciar prácticas que posibiliten el reconocimiento
del Otro, como sujeto pleno, prácticas emancipadoras, sustentadas en el respeto
de los Derechos Humanos, es decir, prácticas transformadoras en el que se
bregue por la dignidad de todos los seres humanos que las habitan. Esto requiere
fundarse en el respeto a la alteridad para el bien común, convivir con otros en
democracia, siendo los educadores los responsables de gestar el gusto por el
pensamiento crítico (Merieu, 2013).

23
¿DOS CARAS DE LA MISMA MONEDA:
CONVIVENCIAS Y AUTORIDAD
PEDAGoGICA

La convivencia, la resolución de conictos, podría pensarse desde la


generación y promoción de vínculos en las escuelas a partir de la construcción
de una autoridad pedagógica democrática, entendida como la autoridad
construida a partir del diálogo, el reconocimiento del otro y una asimetría entre
personas adultas y jóvenes que posibilita asumir el rol desde una posición de
responsabilidad y cuidado.

Para Dussel y Caruso (2006) la autoridad es movimiento, se trata de una


relación con otros en la cual el reconocimiento y la legitimidad son
fundamentales. Recurrentemente se arma que la autoridad del docente está en
crisis, ante este tipo de enunciados es indispensable interrogarnos si...

¿es posible educar


sin autoridad?

Actualmente existen nuevas formas de ejercicio de la autoridad docente que


suponen su puesta a prueba permanentemente. Diker (2007) brinda algunas
pistas para pensar al respecto. En primer lugar, la autoridad supone siempre una
asimetría, un respeto al otro reconocido como diferente en el rol que ocupa, que
no se basa ni en la coerción ni en el consenso. Así la autora sostiene que la
autoridad es legítima y ecaz cuando los otros implicados en la relación la
consideran legítima y ecaz (p.7).

Aquello que opera como fundamento de la autoridad, desde la perspectiva


de las y los estudiantes, es en primera instancia el saber de las y los profesores,
luego la conanza, la voluntad y el deseo de que el estudiante aprenda; no
menos importante es el lugar que ocupan como interlocutores adultos y, por
último, el propio respeto de las normas y de los otros que los docentes
demuestran tener. De este modo, el concepto de autoridad se encuentra
intrínsecamente vinculado a aquello que acontece en torno a las convivencias
escolares dentro de una institución educativa.

24
Problematizando la autoridad tradicional:
crisis, mitos y desafíos actuales

En el sistema educativo la autoridad tradicional es pensada como aquella


autoridad que otorga una sensación de estabilidad en tanto prevalencia de
valores y signicados preestablecidos y arraigados en la sociedad que invoca
constantemente un pasado que se percibe como “mejor”. La escuela marca
reglas, formas de funcionar, los docentes como autoridades están allí para hacer
que las normas se cumplan y sancionar a quienes no lo hacen; esto nos brinda
un marco común de certezas y seguridades (Siede, 2007. p.9). Así, se impone el
control, el dominio y la intimidación cuando el deseo de las y los estudiantes se
aleja de lo que la autoridad considera adecuado y conveniente; abundando las
sanciones arbitrarias.

Se puede pensar en que la legitimidad de la autoridad tradicional perdura en


la actualidad, mostrando al docente como autoridad de aplicación, están allí
para que las normas se cumplan y sancionar a los que no lo hacen, en una
postura rígida que no da lugar al reconocimiento del otro, generando efectos en
los modos de convivir los cuales se expresan como control, dominio,
intimidación. Por otra parte, desde la perspectiva teórica que se sostiene, se
propone generar espacios que propicien un pasaje de la autoridad dominio a la
autoridad como transmisión, pensando en la necesidad de la autorización de la
palabra, desde la cual se piense en el reconocimiento del otro más que en un
pedido de obediencia, pasando de la imposición a la implicación, con una
conanza instituyente más que un afán de control. Así se propone tener en
cuenta que es necesario pensar en las convivencias escolares desde una
autoridad democrática como un marco cualitativamente distinto para fundar el
orden público incluyendo a todas, todos y reconociendo a cada una y uno.

25
Retomando a Greco (2011), puede decirse que la autoridad podría ser
pensada en términos de transmisión, desplazando a la autoridad jerárquica,
comprender que es una relación que pueda garantizar que ese otro, niño o joven,
esté inscripto en algo que lo habilita. Esto implica necesariamente la
autorización del otro a que construya y ocupe un propio espacio; propiciando la
igualdad como punto de partida (Soutwell y Dussel, 2004) frente a la relación
con el saber, apaleando a convocar en el medio un problema que invite a pensar.

En síntesis, el desvanecimiento del suelo en el cual se apoyan las


instituciones disciplinarias las transforma en fragmentos sin centro (Tiramonti,
2004). De los rígidos regímenes disciplinarios de las instituciones hoy las y los
habitantes de las escuelas contemporáneas sufren porque no hay normativa
compartida. A esto se suma que los procesos de subjetivación actuales han
cambiado, generando un desacople subjetivo entre el estudiante supuesto por el
docente y el estudiante real. Para Corea y Lewkowicz (2005) se conguran,
mayoritariamente, en los espacios escolares disímiles reglas de juego y no leyes
trascendentes que rijan de antemano. Se trata de una forma de habitar las
instituciones hoy que supone construir en situación las reglas de juego para
compartir un espacio que habilite los procesos tanto de enseñanza como de
aprendizaje. Esto nos lleva a pensar que la regla es aquí y ahora, no trasciende, y
supone ser explicitada, acordada nuevamente cada vez que haya un encuentro.
¿La noción de regla de juego reduce la potencialidad política del espacio
escolar? Podría suponerse que sí debido a que permite solo pensar lo que
acontece en el instante de encuentro, sin reparar en la historia, en el futuro, en
que “la escuela es hábito de producción y discusión tanto para sí mismas como
para la vida social que está fuera de sus muros” (Siede, 2007. p.189). El desafío
es cómo construir algo del orden de lo común y no sólo de la situación, por lo que
se espera que la escuela pueda ser ese ámbito en donde las reglas de
convivencia social se sometan a discusión, las pautas estén fundadas en
argumentos desde la perspectiva de derechos, con el propósito de fundar sujetos
que se interesen por una sociedad más justa.

26
Desde esta mirada pedagógica, se propone un trabajo de cuestionamiento y
problematización en la escuela, que oriente a la posibilidad de pensar acerca de
los conceptos de autoridad democrática, que permita la revisión de aquellas
prácticas instituidas y estáticas, mostrando su carácter construido, y
resignicarlas así desde el lugar de la posibilidad de modicación.

La convivencia social de los


seres humanos está llena de
contradicciones, de tensiones y
estallidos (…) La convivencia
humana no es, en modo alguno,
armónica. (Elias. 1990). 6

6
Elias, Norbert (1990). La sociedad de los individuos. Barcelona, Península.

27
EL SENTIDO EDUCATIVO
DE LAS NORMAS EN LA ESCUELA Y
LA CONSTRUCCIoN DE LOS AECS
Pensar y reexionar acerca de las normas de convivencia escolar supone un
desafío ineludible. Parodiando a Siede (2007), “algo huele mal en torno a las
normas”. Si bien, a partir de la legislación vigente -mencionada anteriormente-,
se viene sensibilizando a las escuelas y a referentes docentes en la temática, el
proceso de elaboración de los acuerdos escolares de convivencia (AEC) se
caracteriza por una heterogeneidad de situaciones. El diálogo y trabajo con las
escuelas de la provincia da cuenta de una variedad de casos, contemplando
desde la ausencia de los AECs -en menor proporción- o la redacción a cargo de
algunos sectores institucionales- en la mayoría de los casos- como mero
requisito formal para cumplir con lo que establece la normativa. En otros casos,
las escuelas cuentan con acuerdos que reejan las voces de un amplio abanico
de actores, promoviendo la participación de gran parte de la comunidad
educativa, lo cual supone un esfuerzo sostenido en el tiempo para articular
encuentros, debates y acuerdos con diversos protagonistas de la vida escolar. De
este modo, la fragmentación y diversidad de procesos que desencadena la
construcción de los AEC han sido un interesante punto de partida para la
elaboración de este material que intenta instalar la pregunta por su función en
las escuelas.

¿Para qué nos sirven los AECs?

La normativa vigente apunta a pensar la adopción de diferentes formas o


modalidades, pero es propicio que surjan de acuerdos logrados y normas
construidas, consensuadas, habilitando espacios de participación estudiantil e
instancias de diálogo con las familias, garantizando el respeto a la diversidad a
partir de la inclusión de nuevas culturas. De este modo, los AECs se construyen
con el aporte de los intereses y las necesidades de todas y todos, contemplando
las situaciones que se suscitan tanto dentro de las escuelas, como por todo
aquello que ocurre por fuera de las instituciones escolares y que, de algún modo,
directo o indirecto, las implica y afecta.
28
Partimos de considerar que las normas y las sanciones no persiguen una
función punitiva sino de cuidado y pedagógica, a su vez, no se denen de una vez
y para siempre, sino en la convivencia y actualización de los contactos con los
otros. Algunos interrogantes actuales giran en torno al para qué de las
sanciones. Si bien desde la legislación se entiende a las mismas como uno de los
modos en que se dirimen los conictos, en un contexto de declive de las
instituciones (Dubet, 2006), es válido interrogarse por el peso o pérdida de
ecacia de estas. De un tiempo a esta parte se ha promovido desde la normativa
y las escuelas la idea de que la “sanción reparadora” puede operar como una
instancia reexiva ante la vulneración de las normas. Sin embargo, la idea de
sanción imperante en nuestra sociedad esconde un carácter punitivo, por lo
tanto, si pensamos en la reparación es necesario revisar aquella mirada. A su
vez, aun ante la reconguración de las instituciones modernas, la escuela sigue
ejerciendo un lugar principal en la socialización con otros.

¿QUÉ LAZOS PERMITEN


¿QUÉ SENTIDOS
CONSTRUIR ENTRE
ADQUIEREN LAS
LOS ACTORES
NORMAS EN LAS
INSTITUCIONALES?
ESCUELAS?

Tradicionalmente, la escuela formaba a los futuros ciudadanos para su


integración a la sociedad. Actualmente, la escuela intenta responder a otras
necesidades, lo cual supone actualizar la idea de ciudadanía y los derechos y
obligaciones asociados a la misma. Si antes la escuela se erigía sobre un
propósito central, igualar con el afán de homogeneizar, hoy es un espacio en el
cual la diversidad pueda ser alojada. Si bien la búsqueda de igualdad sigue
constituyendo una prioridad ahora es entendida como derecho a expresar las
diferencias de género, etnia, religiosas, etc. Educar para la formación ciudadana
implica también trabajar sobre el reconocimiento del “otro” y en la construcción
de espacios comunes que destierren la impunidad y se encaminen a la
construcción de legalidades. Estos espacios, que no son inmunes a los
conictos, suponen ejercitar el tratamiento de los mismos de modo integral para
posibilitar convivencias justas y democráticas. La producción de estas últimas
queda sujeta a la posibilidad de construir respeto hacia el otro y la forma en
cómo se dene el universo del semejante (Bleichmar, 2008).
29
¿Andamiajes para convivencias más justas?

Entonces, desde dicho encuadre teórico proponemos pensar las normas y las
sanciones en su dimensión pedagógica. Sancionar es, de hecho, atribuir al otro
la responsabilidad de sus actos e, incluso si esta atribución es prematura en su
constitución, incluso si es, stricto sensu, en el momento en que se hace, un
señuelo porque el niño no está precisamente educado ya, contribuye a su
educación al crear progresivamente en él esta capacidad de imputación a través
de la cual se construye su libertad. El que ha cometido la falta quizá no habrá
actuado por su propia voluntad, quizás habrá sido el juguete de la inuencia de
su entorno o, simplemente, de sus impulsos [...] pero el hecho de atribuirle la
responsabilidad de sus actos, en cierto modo, lo pondrá en situación de
preguntarse progresivamente sobre estos, y de ser, cada vez más, el verdadero
actor de estos. Quizás, de un modo más radical, al anticipar una situación social
futura, anticipamos al sujeto libre y le permitimos convertirse en tal (Meirieu,
2001: 70-71).

Los regímenes disciplinarios de las escuelas han comenzado a ser revisados


en la mayoría de las jurisdicciones del país. Estamos frente a momento de
transición desde formas disciplinarias centradas en una autoridad burocrático-
legal, ligadas al empleo de amonestaciones, suspensiones y rmas de actas, a
otras formas reexivas y situacionales, fundadas en acuerdos, contratos o
negociaciones establecidos entre los diferentes miembros de la comunidad
educativa que requieren la construcción de la autoridad con otros sentidos. Los
acuerdos de convivencia se plantean como instrumentos que permiten mejorar
la convivencia y generar mayores vínculos entre niños, jóvenes y adultos, así
como también trascender el carácter punitivo de la sanción prevista, a n de
lograr la reparación de la falta cometida frente a la transgresión de una norma
(Litichever, L., et. Al. 2008. p 1).
CONTRATOS
COMUNIDAD
EDUCATIVA

ACUERDOS
REPARAR CONVIVENCIA

B DIÁLOGO
C
30
El desafío es ir corriendo el foco de atención de la idea de disciplina como
obediencia a la norma, para comenzar a pensar en los “climas” escolares
promotores de la tarea. Barreiro (2007) propone mirar la convivencia escolar
desde la perspectiva de derechos destacando que ante un acontecimiento
disruptivo es importante interrogarse por los intereses implícitos que están en
juego, considerando la situación grupal en la que se suscitó la problemática. Así,
se considera importante analizar los desencadenamientos dinámicos que dieron
lugar a la situación conictiva. En esta línea se refuerza lo que se viene
sosteniendo en relación a la denición de conicto siempre desde una
perspectiva grupal.
Preguntarnos

¿cómo desnaturalizar las certezas


acerca de los sentidos tradicionales
sobre las normas y las sanciones?

Una manera, aunque no la única, es proponer herramientas que permitan,


parafraseando a Nino, discutir críticamente la nalidad de la norma, los daños
que surgen de su incumplimiento, las posibles normas alternativas y apartarse
del mero nalismo o formalismo (en Siede, 2007. p. 182-183).

Las normas permiten organizar la vida en sociedad y, puntualmente,


escolar. La renovación de las normas es necesaria y de hecho cualquiera que se
considere injusta u opresora debe ser revisada. De este modo, las normas
poseen una dimensión vital en tanto su cumplimiento traeaparejados benecios
comunes. Las normas democráticamente sancionadas anexan un plus para su
respeto, la posibilidad de discutirlas colectivamente.

(…) ya no es el contexto social el que invade y desordena el orden


escolar, sino este orden el que no encuentra nuevas vías de legitimación cuando
el contexto ha cambiado (Siede, 2007. p.184). Esta frase socaba las
explicaciones que ponen a la escuela como mera espectadora de un cambio
social del cual no forma parte, para desaarla a revisar sus sentidos y recrear
normas justas. La escuela es el espacio público de construcción de lo público, de
un nosotros, de lazos que posibiliten tejer redes de escucha, trabajo, de lucha,
de diálogo, de negociación.

31
No se pretende agotar aquí el debate sobre las sanciones como acciones
reparadoras pero si se propone pensarlas como andamiajes. Las normas marcan
límites, pero también abren un mundo de posibilidades si ocian de sostén,
orientación, cuidado y acompañamiento en el vínculo pedagógico. Las normas
pueden ser un espacio y estrategia de encuentro que anudan lo personal y
subjetivo con lo común y colectivo, pueden incluir o excluir. En un contexto de
demanda por inclusión y atención a trayectorias escolares discontinuas, la
producción de normas exige otras formas. Las normas si solo funcionan como
dispositivos de castigo probablemente carezcan de sentidos. Haciendo una
analogía con el texto de Satulovsky y Theuler (2009) podemos pensar estas
como una especie de faro que guía y acompaña nuestro transcurrir en las
escuelas, como producción de andamiajes situados que permitan ir escoltando
el paisaje actual.

La toma de decisiones de una escuela frente a una situación de conicto


es política y ética a la vez, es decir, nunca neutrales. Si los conictos se reiteran
en una escuela devienen como “casos testigos” que- en la medida que puedan
analizarse institucionalmente-encontraran salidas planicadas y grupales que
permitan abordarlos responsablemente.

Cabe resaltar la importancia que conlleva que las instituciones puedan


interrogarse en sus modos de hacer, en las prácticas concretas que implican no
sólo el enseñar y aprender sino también el “estar juntos”. Y para interrogarse hay
que hacer una pausa, interrumpir para cuestionar lo instituido, naturalizado y
darnos lugar a una “conversación” al interior de las escuelas que, como tal,
plantea dudas, titubeos y malestares, pero también propone la posibilidad de
abrir nuevos signicados, alivios y encuentros, como un modo posible de
transitar la convivencia.

32
Trabajar sobre la necesidad de problematizar y complejizar la lectura de lo
que acontece en las relaciones y procesos donde se organiza el vivir juntos en la
escuela, es una necesidad que deberá construirse colectiva e
institucionalmente. Para esto, es importante una mirada que implica cuestionar
lo obvio, desarmar lo habitual y conocido como asunto natural, dando lugar a
que esos modos acostumbrados nos incomoden, se nos vuelvan extraños, nos
sorprendan, nos inviten a interrogarnos hacia alguna lectura diferente sobre el
acontecer institucional, a algún cambio.

A partir de lo expuesto y pensando en la construcción del proyecto educativo


institucional, es oportuno preguntarse:

¿Qué formas de actuar, de enseñar, de vincularnos


deseamos conservar porque manifestaron ser valiosas?
¿De qué manera podemos preservarlas mejor?

¿Qué formas de actuar, de enseñar, de vincularnos,


necesitamos cambiar? ¿Cómo entendemos que es
posible llevar adelante estos cambios?

¿Están dadas las condiciones institucionales


necesarias para promover tiempos y espacios de
participación?
¿Qué puede hacer la escuela frente a los conictos?

Innitas son las respuestas… ignorar, eludir, percibirlo, nombrarlo,


elaborarlo, reconocerlo y o dialogar entre las partes afectadas para resolverlo. A
partir de lo anteriormente expuesto, se destaca que el conicto no queda
reducido a un estudiante problema, porque dicha lectura sugiere una mirada
acotada del mismo, contrariamente se trata de situaciones que involucran a toda
la comunidad educativa.

33
¿QUE PUEDE HACER LA ESCUELA
PARACONSTRUIR CONVIVENCIAS
ESCOLARES DEMOCRaTICAS Y
PACiFICAS?
Los ítems que se trabajan a continuación permiten orientar algunas líneas de
acción que parten de la siguiente pregunta ¿qué hacemos con los conictos en
las escuelas?

La función de los AECS

Retomando las leyes y el encuadre legal existente, los AECs se proponen


como una herramienta para establecer acuerdos y erradicar la improvisación o
injusticias ante la aparición de conictos. Si bien no se puede anticipar con
exactitud la emergencia de un conicto, si es viable seleccionar una serie de
tópicos fundamentales para organizar la vida escolar. Estos tópicos incluyen
aspectos regulados en el régimen académico , pero también otros que cada
7

escuela está convocada a construir.

Se parte de la idea de que las escuelas, como espacios públicos, requieren


formas de regulación de la convivencia y los AECs se perlan como una de las
mismas. Estos constituyen un derecho y, paralelamente, una obligación para las
escuelas en tanto su construcción permite disminuir los niveles de impunidad
frente a las trasgresiones a las normas. La revisión de las normas es un trabajo al
que las escuelas requieren enfrentarse para adecuarlas, cuestionarlas, situarlas,
discutirlas y redenirlas.

Por ejemplo, para el proceso de construcción de los AECs la asamblea puede


perlarse como una estrategia propicia para debatir y consensuar normas. El
dispositivo de escucha y acompañamiento es otro recurso que permite habilitar
canales o circuitos de comunicación en los cuales se puedan expresar las
diferencias, incomodidades, malestares a la par de avanzar hacia la redacción
de los AECs, etc. Un aspecto importante es planicar y darles continuidad a
estos espacios para construir legalidad.
7
Por régimen académico se alude a un conjunto de disposiciones que unican aspectos ligados a las trayectorias
escolares relativos al acceso, la asistencia, la evaluación y acreditación, el sistema de cursada, etc.
34
Mediación en la escuela
Se trata de una herramienta institucional para resolver conictos de manera
cooperativa previniendo su escalada hacia situaciones de violencia. A su vez,
puede favorecer el aprendizaje de habilidades sociales tendientes a mejorar la
convivencia. La mediación incluye la participación de un tercero- que deben
aceptar las partes- sin poder de decisión sobre elacuerdo que se pueda alcanzar.
Dicho tercero acompaña la conducción de un proceso en el cual se pone en juego
una serie de técnicas para facilitar una comunicación ecaz, que resulte
beneciosa para ambas partes. Los mediadores intervienen para alcanzar
puntos e intereses comunes, evaluar, seleccionar opciones y tomar decisiones
relativas al conicto, alcanzando entre las y los protagonistas un arreglo justo (es
decir que satisfaga a ambas partes). Cable aclarar, puntualmente, que la
mediación entre pares no anula los marcos normativos generales de la escuela y
puede recurrirse a la misma ante situaciones como faltas de respeto, burlas,
prejuicios, malos entendidos, etc.

Instancias colectivas de participación

Estas pueden entenderse como una condición necesaria que apoyen y


faciliten el funcionamiento institucional. Reeren a momentos- espacios y
tiempos- planicados para dialogar y negociar acuerdos referentes a la
convivencia. La adopción de alternativas organizativas como los cuerpos
colegiados, asambleas, consejos de aula o convivencia,estudiantes tutores, etc
se dirigen en esta dirección y pueden adoptar la modalidad consultiva y o
resolutiva.

La cooperación en el aprendizaje

Trabajar juntos no supone de antemano la cooperación. Para lograr la


misma, es importante diseñar propuestas desde las cuales las y los estudiantes
puedan encontrase y agruparse alternando las y los integrantes. Por lo general,
la conformación grupal se dene por anidades o cierta homogeneidad en sus
miembros, este tipo de opciones quiebra estos criterios, habilita la búsqueda de
objetivos comunes y favorece el desarrollo de habilidades sociales.

35
Herramientas
practicas para el
aula y el trabajo
institucional
Una invitacion
a seguir creando

En el presente apartado se pretende acercar una caja de herramientas


prácticas para el desarrollo de los temas propuestos en el cuadernillo, se trata de
una propuesta exible y que al contener actividades y dinámicas grupales
supone y confía en que quienes las usen lo harán de una forma tal que respondan
a sus contextos especícos, capacidades y objetivos, denidos en su comunidad
educativa. Con el n de facilitar la coordinación de las dinámicas, cada una de
las actividades propuestas se compone de una cha general en la que se detalla
el tema, los propósitos, la duración estimada, los recursos necesarios para
llevarla a cabo, la consigna de trabajo propiamente dicha, como así también
algunas preguntas que permitan la reexión y el debate.

Se proponen tres ejes centrales: Conicto, Autoridad Pedagógica y


Construcción de las Normas; cada eje tendrá asignadas varias dinámicas para
abordar los mismos desde distintas perspectivas.

La primera parte está destinada al abordaje del Conicto y las distintas


maneras de resolverlo: cooperación, colaboración, el manejo de las emociones,
la comunicación, la toma de decisiones y el análisis de los conictos. En la
segunda parte, se ofrecen distintas dinámicas para pensar y resignicar la
Autoridad en términos de una construcción colectiva. Finalmente, proponemos
actividades para repensar y reexionar sobre el sentido de las Nomas, la
construcción de la legitimidad y la legalidad en las escuelas.

37
Las actividades tienen como destinatarios a las y los docentes, las y los
estudiantes y las familias, pensando que el trabajo de la convivencia convoca a
la participación de todas y todos los miembros que integran la comunidad
educativa.

Es importante que luego de cada encuentro se realice una pequeña


evaluación del trabajo realizado. De esta manera permitirá conocer cómo se
sintieron las y los participantes durante la jornada, cómo les resultaron las
actividades propuestas y poder así realizar los ajustes o modicaciones en los
próximos encuentros.

También se sugiere que las actividades se realicen en un marco de


planicación institucional (construcción de Acuerdos de Convivencia, del
Proyecto Educativo Institucional, etc.) para que no queden como acciones
aisladas y sin sentido, sino que sirvan como motores para el desarrollo de
estrategias institucionales que lleven al tratamiento de la prevención de la
violencia, el fortalecimiento de los vínculos y la mejora de los climas escolares.

Pl a n i f i c a c i ó n
l

38
l c o n f l icto
E

Puente colgante.

Tema: Cooperación y toma de decisiones.

Objetivos:
Promover la cooperación y la ayuda entre los distintos miembros
A del grupo.

B Salir airosos tras resolver una solución conictiva.

Tiempo necesario: alrededor de 20 minutos.

Materiales necesarios: tela o línea ancha (puede marcarse con tiza en el


suelo), libros u otros objetos grandes de preferencia.

Pasos a seguir: Se explica que los participantes tienen que atravesar el


puente colgante (camino marcado) sin salirse de él. Además, tienen que
transportar de un lado a otro una serie de objetos. Uno en el camino de ida y otro,
distinto, en el de vuelta. Cada persona tendrá asignado su objeto y no puede ser
llevado por ninguno de los y las compañeros/as. La persona que se salga del
camino, deberá comenzar la actividad desde el principio. La actividad no acaba
hasta que todas las personas hayan realizado su camino de ida y vuelta.

Preguntas orientadoras para el debate: ¿qué estrategias han elaborado para


que todas las personas hayan podido realizar la actividad de manera
satisfactoria?

39
Sillas Cooperativas.

Tema: Cooperación.

Objetivos:
Promover la cooperación y ayuda entre los miembros del grupo.
A
B Resolver una situación problemática de manera conjunta.

Tiempo necesario: alrededor de 30 minutos.

Materiales necesarios: una silla por cada participante, algún dispositivo


para reproducir música y que ésta sea audible por todas y todos las y los
participantes.

Pasos a seguir: Se explicará que van a jugar al juego de la


silla, pero en una versión distinta a la clásica. Para ello,
formaran un círculo de sillas con los asientos mirando hacia
ellos. Aún no se les explicará la dicultad de este juego.
Suena la música y cuando se detiene, todas y todos deberán
tomar asiento. Para la siguiente ronda, se quita una silla. Una
vez más, suena la música y quienes participan deberán estar
sentados. Nadie puede quedarse de pie. Ésta es la dicultad,
ningún miembro se puede quedar de pie. A medida que falten
más sillas, será más complicado encontrar una solución
conjunta.
El juego naliza cuando resulta imposible que todas/os estén
sentados en las sillas.

Preguntas orientadoras para el debate: lo importante es reexionar


teniendo en cuenta ¿qué fue lo necesario para que todas y todos se ayuden entre
sí y que ninguna persona resulte discriminada?

40
Gira la sábana.

Tema: Resolución de conictos y estrategias de cooperación

Objetivos:
Favorecer el trabajo y la colaboración entre pares.
A
B Estimular la búsqueda de soluciones a una situación conictiva.

Tiempo necesario: alrededor de 45 minutos.

Materiales necesarios: una sábana grande, puede ser sustituida por un trozo
de papel continuo.

Pasos a seguir: La persona que dirige la actividad, pondrá


una sábana en el suelo y pide a todos los integrantes que la
sostengan y la despeguen del piso acordando la altura. Se les
explica que entre todos/as deben darle la vuelta la sábana sin
que nadie la suelte y sin que esta toque el suelo.

Preguntas orientadoras para el debate: al nalizar, se promoverá un debate


en el que se identiquen las estrategias que han seguido, cómo han llegado a la
solución, si han tenido que cambiar de plan a lo largo de la actividad, etc.

41
Fantasía de un conicto.

Tema: Emociones y estilo de conictos.

Objetivos:
Permitir que cada persona exprese su forma de resolver el
A conicto libremente.

B Identicar distintas estrategias y elaborar una común.

Promover el entendimiento y el respeto entre integrantes del


C grupo a través de la negociación.

Tiempo necesario: alrededor de 60 minutos.

Materiales necesarios: folios y bolígrafo para cada uno. También, una


pizarra.

Pasos a seguir: Todas las personas se encuentran sentadas y el coordinador


introduce la siguiente fantasía: “Te encuentras caminando por la calle y ves, a lo
lejos, a una persona que te resulta familiar. De repente, te das cuenta de que esa
persona es con la que mayores conictos tienes. Cada vez se encuentran más
cerca y no sabes cómo reaccionar cuando te cruces con ella, se te ocurren
distintas alternativas… Decide ahora cuál eliges y tómate unos minutos para
recrear en tu imaginación cómo transcurriría la acción.”

Pasados unos minutos, el coordinador vuelve con estas palabras: “Ya ha


pasado, esta persona se ha ido. ¿Cómo te sientes?, ¿cuál es tu nivel de
satisfacción con la manera en la que te has comportado?”.

A continuación, se les deja entre 15 y 20 minutos para que reexionen las


siguientes cosas: Las alternativas que consideraron para actuar. Cuál escogieron
y por qué. El nivel de satisfacción que alcanzaron con el resultado de la fantasía.
Se dejan unos minutos para que, en grupos de tres personas, discutan la
actividad y una de esas personas actuará como portavoz de cara al debate del
grupo completo.
Se procede al debate del grupo grande, se puede proceder a dividir las
alternativas en distintos grupos.
42
El Sí y el No.

Tema: Promoción de la participación.

Objetivos:
Promover el acercamiento de distintas posiciones sobre un
A tema.

B Desarrollar la exibilidad de opiniones.

Tiempo necesario: alrededor de 40 minutos.

Materiales necesarios: dos cartulinas grandes. Escribir en una “SÍ” y en la


otra, “NO”.

Pasos a seguir: Los carteles del SÍ y el No, se colocan en el aula enfrentados.


Es importante que el aula esté despejada.
Todas/os las/os participantes se colocan en el centro del aula. A
continuación, quien coordina dirá una frase y cada persona, deberá irse a un
punto del aula en función de si están de acuerdo, o no, con la frase. Cuando
todas las personas se encuentran situadas, deberán, individualmente,
argumentar sus motivaciones para haberse posicionado en ese lugar.
Se repite nuevamente con otra frase y así hasta que se agote el tiempo que se
haya reservado para la realización de la dinámica.
Notas: a lo largo de la actividad, las personas si cambian de opinión, podrán
moverse libremente por el aula y cambiarse de lugar. Las frases deberán ser
adaptadas al nivel y a la edad de los participantes.

Preguntas orientadoras para el debate: la persona que dirige la dinámica puede


evaluar distintos criterios en la evolución de los participantes, entre ellos, los
siguientes: el grado de exibilidad, la capacidad de diálogo y de conciliación de
distintas posturas, etc.

SI NO
43
Inarse como globos

Tema: Manejo de las emociones.

Objetivo:
Aprender a ejercitar una buena comunicación y sostener una
A actitud rme pero tranquila ante una situación de conicto.

Tiempo necesario: alrededor de 15 minutos.

Materiales necesarios: ninguno.

Pasos a seguir: Se explica que cuando nos encontramos ante una situación
conictiva o problemática esto nos produce una reacción emocional que nos
activa siológicamente. La explicación debe ser adaptada al nivel y a la edad de
las y los participantes.
A continuación, se explicará que vamos a inarnos como globos.
Para comenzar, se realizarán respiraciones profundas, de pie y con los ojos
cerrados. A medida que van llenando sus pulmones de aire, van levantando sus
brazos, como si fuesen globos. Se repite este paso varias veces, las sucientes
como para que todas y todos hayan realizado el ejercicio correctamente. Luego,
sueltan el aire y comienzan a arrugarse como globos y se desinan hasta caer en
el suelo. También se repite este ejercicio.

Preguntas orientadoras para el debate: cuando hayan acabado y


transcurridos unos minutos para que hayan disfrutado de la sensación de
relajación, se les pregunta si creen que realizar estos ejercicios puede ayudarles
cuando estén enfadados.

44
El Anuncio

Tema: Comunicación

Objetivo:

A Promover la reexión, el análisis y la comunicación sobre un


tema especíco.

Tiempo necesario: 80 minutos.

Materiales necesarios: Lápices y rotuladores de varios colores, cartulinas y


materiales necesarios para elaborar un buen anuncio. Puede optar por dar un
buen uso a los recursos tecnológicos con los que se cuenta.

Pasos a seguir: Luego de investigar sobre el tema seleccionado se solicita a


las y los participantes de la dinámica que se dividan en grupos y que elaboren
una campaña publicitaria mediante anuncios para difundir de manera
preventiva al resto de las personas de la institución. La presente actividad puede
tener diversas variantes: realizar videos, audios o carteles.

Preguntas orientadoras para el debate: reexionar sobre los pasos


necesarios para resolver la actividad haciendo hincapié en el trabajo en grupo.
Analizar los sentires al preparar una campaña publicitaria para que otros puedan
entender el tema.

45
La baraja de la panicación

Tema: Planicación

Objetivos:

A Conocer y ordenar los pasos de la planicación de proyectos


institucionales.

B Asumir responsabilidades y designar tiempo a cada paso.

Tiempo necesario: 30 minutos.

Materiales necesarios: confeccionar las cartas de la baraja con los pasos de


la planicación: realizar un diagnóstico de necesidades, formular los objetivos,
denir las metas, analizar los recursos que se tienen, plantear actividades,
nombrar responsables, distribuir el tiempo, ejecutar las actividades, evaluación.

Pasos a seguir: se dividen las personas en grupos de cinco y se elabora un


mazo de cartas para cada grupo y uno de más. Se barajan todas las cartas y se
reparten nueve a cada grupo, dejando las restantes en el centro. Se juega
levantando una carta del mazo y descartando las repetidas en el centro, pasando
una vez cada grupo. Una vez que cada grupo tenga las nueve cartas diferentes
deberá ordenarlas de acuerdo a lo que cree que son los pasos de la planicación.
Cada grupo muestra su orden y se debate al respecto.

Preguntas orientadoras para el debate: se debate sobre los pasos a seguir.


Luego cada grupo preparará los pasos acordes al proyecto que desea
implementar.
A A

A
A

A
A A

46
El regalo de la alegría

Tema: Cohesión grupal

Objetivo:
Promover un clima de conanza personal, de valoración de las
A personas y de estímulo positivo del grupo.

B Dar y recibir un feedback positivo en ambiente grupal.

Materiales necesarios: Papel y bolígrafo, una sala con pupitres según el


número de las y los participantes y se desarrollará con un sólo grupo o varios
subgrupos de seis a diez personas; dispondrán de cinco minutos de tiempo por
participante.

Pasos a seguir: El coordinador forma los grupos y reparte el papel. Luego,


hace una breve presentación: “Muchas veces apreciamos más un regalo
pequeño que uno grande. Otras muchas, estamos preocupados por no ser
capaces de realizar cosas grandes y dejamos de lado hacer cosas pequeñas
aunque tendrían quizás un gran signicado. En la experiencia que sigue vamos a
poder hacer un pequeño regalo de alegría a cada miembro del grupo”.

Se invita a las y los participantes a que escriban cada uno un mensaje de este
tipo a cada compañera/o de su subgrupo. Mensaje que tienda a despertar en
cada persona sentimientos positivos respecto a sí mismo. El animador presenta
sugerencias, procurando animar a todas y todos los que envíen un mensaje a
cada miembro de su subgrupo, incluso por aquellas personas por las que puedan
no sentir gran simpatía. Respecto al mensaje, debe ser muy concreto,
especicado y ajustado hacia la persona a la que va dirigido, y que no sea válido
para cualquiera; que cada cual envíe mensaje a todas y todos, aunque alguno no
le conozca a fondo, se podrá encontrar algo positivo; procura decir a cada uno/a
algo que hayas observado en el grupo, sus mejores momentos, sus éxitos, y haz
siempre la presentación de tu mensaje de un modo personal; di al otro lo que tú
encuentras en él que te hace ser más feliz. Los participantes pueden, si quieren,
rmar.

47
Escritos los mensajes, se doblan y se reúnen en una caja, dejando los
nombres a quienes se dirigen hacia fuera. Se dan a cada uno sus mensajes.

Preguntas orientadoras para el debate: Cuando todos y todas hayan leído


sus mensajes, se tiene una puesta en común con las reacciones.

s
je
sa
en
M

48
Árbol de las percepciones y horizontes posibles
Tema: Resolución de conictos

Objetivos:
Analizar una problemática institucional en profundidad.
A
Realizar proyectos institucionales tendientes a mejorar la
B situación problemática.

Tiempo estimado: 2 horas reloj.

Materiales necesarios: ache grande con dibujo de árbol y papeles de


colores pequeños: verde, marrón y naranja acorde a la cantidad de
participantes.

Pasos a seguir:
Parte 1: EL ÁRBOL de los problemas: LAS PERCEPCIONES
Es necesario denir el problema puntual que se abordará. La frase será
colocada sobre el centro en la parte del tronco del árbol. Lugo se trabaja sobre
las percepciones de las posibles causas para lo cual el coordinador solicita a las y
los participantes que escriban una frase en un papel color marrón y se coloca
sobre la parte de las raíces del árbol. Luego se analizan las percepciones sobre
las consecuencias de la problemática para lo cual el coordinador solicita a los
participantes que escriban una frase en un papel color verde y se coloca sobre la
parte de las ramas.

Preguntas orientadoras para el debate: se realiza un pequeño debate y


reexión al sobre el árbol.

Parte 2: EL ÁRBOL de los propósitos: HORIZONTES POSIBLES.


El coordinador solicita a las y los participantes que pasen todas las oraciones
del árbol a positivo, colocándoles un papel color naranja por encima.

Preguntas orientadoras para el debate: el debate pretenderá orientar los


proyectos que se realizarán para mejorar la situación problemática. Se analizan
las raíces del árbol como las metas y las ramas como los horizontes posibles. Se
recomienda agrupar en dimensiones y seleccionar aquellas posibles de
concretar por parte de la institución de manera gradual.

49
a u t o r i d ad
La
a.
pedagogic

Adultos no tan adultos

Objetivos:
Reexionar sobre el lugar de los adultos frente a las nuevas
A generaciones.

Reexionar sobre la importancia de sostener un lugar de


B asimetría frente a niños, niñas y jóvenes.

Tiempo estimado: 45 minutos

Materiales necesarios: Fotocopia de la consigna de trabajo.

Pasos a seguir: Distribuir a las y los participantes en grupos pequeños (5 a 7


personas). Entregar a cada grupo la consigna de trabajo que se encuentra en la
hoja siguiente. Realizar una puesta en común relevando las conclusiones de
aquellos grupos y/o participantes que deseen compartirlas.

Ficha de trabajo:
1. Leer el siguiente testimonio:
“Mi papá es un 'pendeviejo'. Se la pasa compitiendo conmigo en la ropa, en
el corte de pelo, en los deportes y hasta con las minas. Pero para mí es un 'padre
cucharita' porque no corta ni pincha (...)Mi papá se pone a nuestro nivel. Yo
parezco una persona adulta y él parece un pendeviejo, parece mi hermano (...)
Yo no quiero un padre-hermano, quiero que cumpla el rol de padre. Quiero que
sea más serio. Siento que está invadiendo lo que me pertenece. No me gusta la
competencia con él. Yo siento que él me provoca. Él tiene 52 años y nos hace

50
sentir que somos tarados, y con ironía nos dice: “Yo corro ocho kilómetros y
ustedes no hacen ningún deporte” (...) Algo pasa que mis hermanos y yo nos
borramos del club y que, además, ninguno de nosotros está en pareja. Él se cree
que es el más piola. Me avergüenza mi papá.”

Preguntas orientadoras para el debate: ¿Conocen casos parecidos a éste?


¿Qué sucede con los niños, niñas jóvenes en esas situaciones? ¿Qué esperan
niños, niñas y jóvenes de un par?, ¿y de un adulto? ¿En qué radican las
diferencias entre ambos roles?

51
Sostener el lugar de adultos.

Objetivos:
Favorecer una mirada reexiva sobre el lugar de adultos.
A Analizar qué signica ser adulto en la actualidad.
B Generar propuestas concretas a partir de las cuales sostener el lugar
C del adulto frente a niños, niñas y jóvenes.

Materiales necesarios: Tarjetas en blanco (dos por participante), aches,


marcadores, fotocopia de la cha de trabajo.

Tiempo estimado: Trabajo individual: 15 min. Trabajo grupal: 30 a 40 min.


Puesta en común 30 min.

Pasos a seguir:
Trabajo individual
1.Explicar a los participantes la consigna de trabajo. La propuesta de esta
actividad es enfocar la mirada en cada uno de nosotros, los adultos, y en las
cosas que nos pasan cuando cotidianamente intentamos sostener nuestro lugar
como adultos. Vamos a empezar haciendo un pequeño ejercicio individual. Para
eso, les vamos a entregar dos tarjetas a cada uno, en las cuales les vamos a pedir
que escriban:
Ÿ Tres dicultades o preocupaciones con las que se encuentran
cuando intentan sostener su lugar de adultos, como
padres/docentes.
Ÿ Tres puntos fuertes que consideran que tienen como adultos.

2. Entregar dos tarjetas en blanco a cada uno de los participantes y dar 15


minutos para que las completen.
3. Una vez que todos terminaron de completar sus tarjetas, recogerlas y
agruparlas en dos pilas: preocupaciones/dicultades y puntos fuertes.

Trabajo grupal
1. Distribuir a los participantes en dos grupos y entregar a cada uno una pila
de tarjetas con la consigna de armar un ache que sintetice las cuestiones que

52
fueron apareciendo en la tarjetas. Dar la consigna de trabajo: La idea ahora es
que cada grupo pueda ordenar y sistematizar el contenido de las tarjetas que les
tocaron siguiendo el criterio que consideren más apropiado, y volcarlo en un
ache. Por ejemplo, un criterio podría ser agrupar aquellas cosas parecidas entre
sí o que se relacionan. Vamos a tomarnos unos 20 ó 30 minutos para realizar
esta tarea.
2. Coordinar una puesta en común en donde los grupos compartan el
resultado de su trabajo y las conclusiones a las que llegaron. Luego de que cada
grupo haya presentado su ache, sugerimos tomar un tiempo para analizar entre
todos lo que fue surgiendo.
Antes de pasar a la segunda parte del trabajo, le sugerimos que tomen un
pequeño recreo de 5 a 10 minutos.

Trabajo grupal
1. Explicar a los participantes la segunda parte del trabajo. El trabajo que
acabamos de hacer nos permitió conocer y compartir aquellas cosas que como
adultos nos preocupan o nos resultan difíciles y, también, saber e identicar
cuáles son nuestros puntos fuertes. La idea es que a partir de esto, podamos
pensar, entre todos, propuestas concretas y sencillas que nos permitan
fortalecernos como adultos en la relación con nuestros hijos/estudiantes. Para
facilitar el trabajo y la participación de todos vamos a dividirnos en grupos.
2. Distribuir a los participantes en grupos pequeños de 4 ó 5 personas y
explicar la tarea a realizar: A partir de las ideas, preocupaciones e inquietudes
que surgieron en la primera parte del trabajo, les proponemos que piensen 3 ó 4
acciones o propuestas concretas destinadas a fortalecer su lugar como adultos.
Tengan en cuenta aquellos aspectos que identicaron como fortalezas, ya que
son la base a partir de la cual construir modos de sostener su rol de adultos.
3. Coordinar una puesta en común en la cual los grupos puedan compartir
las propuestas que elaboraron.

Sostener el lugar de adultos.


53
Tarjetas que circulan

Objetivo:

A Reexionar sobre el concepto de autoridad pedagógica.

Tiempo necesario: 1 hora.

Materiales necesarios: una tarjeta por participante, una hoja A4,


marcadores y ache.

Pasos a seguir: es necesario que las y los participantes se sienten en ronda.


El coordinador entregará una tarjeta por persona en la cual se les propone
escribir tres frases relevantes que denan el concepto de autoridad pedagógica.
El coordinador del juego hará una palmada y comenzará a circular la tarjeta de
mano en mano hacia la derecha, y cuando haga dos palmadas cambiarán de
dirección y la tarjeta circulará hacia la izquierdahasta que indique que se
detengan. Se propondrá que realicen una lectura silenciosa de la tarjeta que les
ha tocado y nalizada que redacten en la misma una frase con un aporte. La
misma acción se repite 3 veces y luego se realiza una variación en la que se
indica redactar frases que se vinculen con la dinámica de los encuentros
anteriores. Finalizado el jugo se realizará el plenario donde cada participante
procederá a realizar una lectura en voz alta, colocándolas en aches que todas y
todos puedan observar y el coordinador tratará de anudar signicados comunes
y revisar lo que surge a la luz de los aportes teóricos del presente cuadernillo.

54
n s t r u c c i o n
Co
s n o r m a s.
de la
Juego de rol sin normas.

Tema: La importancia de las normas y los roles institucionales

Objetivos:
Reexionar sobre la importancia de las normas en la vida
A escolar.

Tiempo necesario:45 min.

Materiales necesarios: un coordinador y dos observadores.

Pasos a seguir: El coordinador lee lo siguiente a las personas presentes:


“Vamos a hacer un juego de rol que sea capaz de suscitar un debate general
sobre la autoridad y la importancia de las normas en la escuela. Podremos
utilizar toda la sala o espacio disponible. Un juego de rol es una representación
dramatizada y lúdica, en este caso concreto se trata de un juego muy especial:
no tiene papeles, no tiene roles, no tiene reglas. Cada persona puede actuar
como quiera. Vamos a inventarnos algo sin que les dé más pautas.
Simplemente tengan en cuenta que con esta actividad aprenderemos algo
sobre el tema que trabajamos. No se puede preguntar nada más a mí, pueden
relacionarse como quieran. Hay solamente 15 minutos.”
Es recomendable que haya dos personas observando lo que sucede.

Preguntas orientadoras para el debate: ¿Qué sucedido? ¿Cómo se sintieron?


¿Cómo ha sido la distribución de roles? ¿Cómo eran esas relaciones? ¿Seguiste
en algún momento la iniciativa de otra persona? ¿Sentiste la necesidad de tomar
tú la iniciativa? ¿El grupo se puso normas? ¿Cómo se las pusieron? ¿Hubo
votaciones? ¿Hubo consenso? ¿Se está a gusto sin normas, sin la autoridad?
¿Por qué?

55
Los valores que nos sostiene en la institución escolar.

Tema: Valores que sustentan las normas.

Objetivo:
Intentar comprometerlos y reexionar en la defensa de unos
A valores comunes para toda la clase.

Tiempo necesario: 45minutos.

Materiales necesarios: La lista de valores propuestos para la clase.

Pasos a seguir: el coordinador escribirá en la pizarra una lista de valores, a la


que podrán añadir los que deseen, a sí mismo se solicitará que investiguen y
reexionen qué signica y qué implica cada uno. Primero individualmente,
después por parejas, luego por cuartetos y nalmente todas y todos para intentar
establecer un consenso entre los cinco valores que más importantes considera
cada subgrupo primero y el grupo total al nal.
En segundo momento se copia en la pizarra el siguiente listado de valores
(expresados en forma de acciones).
listado de valores
Ÿ Preocuparse por uno mismo. Ÿ Preocuparse por hacer todas Ÿ Prestar ayuda al que lo
Ÿ Ser buen compañero. las tareas. necesite.
Ÿ Librarse de normas, tareas y Ÿ Comportarse correctamente Ÿ Intentar ser uno mismo.
deberes. en clase. Ÿ Ser sincero.
Ÿ Cuidar la clase y sus Ÿ Disfrutar de más tiempo libre. Mostrarse simpático y cordial.
materiales. Ÿ Tolerar los defectos de los Ÿ Estudiar los exámenes.
Ÿ Ser amable y educado con demás. Ÿ Hacer todas las tareas de
todos. Ÿ Respetar a los compañeros. clase.

Luego dejar unos minutos para que cada uno individualmente elija las cinco
acciones que cree más importantes. Después, formar parejas y pedirles que
lleguen a un acuerdo sobre las cinco acciones consideran más importantes.
Cada dos parejas formarán un cuarteto que también tendrá unos minutos para
llegar a un consenso entre ellas y ellos. Por último, se intentará llegar a un
consenso entre las y los estudiantes del curso (para facilitar el consenso se
puede aceptar ordenar los valores o conductas de mayor a menor prestigio o
aceptación entre alumnos/as). Se naliza invitando a las y los estudiantes a
comprometerse a mantener esas acciones (las elegidas como más importantes)
en la clase.
56
La transmisión de la norma.
Tema: El lugar de los límites como cuidado

Objetivo:

A Trabajar la importancia de las normas en la vida escolar.


Tiempo necesario: 30 minutos

Pasos a seguir: el coordinador divide a los participantes en grupos y dará a


cada uno el siguiente fragmento:

Sostener el lugar de la norma, de lo que "se puede" y de lo que "no se puede"


constituye una de las funciones fundamentales del rol adulto. Las normas
demarcan límites y al hacerlo nos permiten saber con claridad cuáles son las
"reglas de juego", qué es lo que podemos y no podemos hacer y esto es lo que nos
posibilita relacionarnos, comunicarnos, en denitiva, vivir juntos.
Pensemos, por ejemplo, en los deportes. Si no existieran reglas o normas
claras que fuera preciso respetar nos resultaría imposible compartirlos porque
cada uno jugaría un juego distinto. Lo mismo sucede con la vida social, y por ello
decimos que la norma constituye una manera de preservar ese espacio común a
todos.
“Toda la cultura que conocemos (desde las costumbres en la mesa o en el
baño hasta los aviones y los conciertos) es una construcción realizada en contra
de la espontaneidad. Frente a nuestros impulsos, la cultura es siempre un
corte, un desvío o una supresión."8

Las normas prohíben y al mismo tiempo posibilitan. Son marcos de


referencia dentro de los cuales todos sabemos qué es lo que podemos hacer. Tal
como señala Freud, respetar las normas sociales implica renunciar a actuar
teniendo en cuenta sólo nuestro interés individual, ya que también entra en
juego el interés de la comunidad de la cual formamos parte y esto signica que
en algunos casos debamos resignar la satisfacción de nuestros deseos
individuales. Este es un paso cultural sumamente importante. (Freud, 1973)
El siguiente paso consiste en asegurar la justicia, es decir que el orden

8
Sarlo, Beatriz. “La escuela en crisis” en “Tiempo presente”, Siglo XXI Editores Argentina S.A., Buenos

57
jurídico (que debe tender cada vez más a regirse por principios éticos
universales) sea respetado por todos.
En este marco, hay algo que nos gustaría señalar y es que, para rescatar el
valor prohibitivo de la norma, para que ésta se acepte como legítima, su
aplicación debe ser universal. Esto signica que debe ser igual para todos, y esto
incluye a los niños y los jóvenes y también a nosotros, los adultos. La norma
debe ser respetada por todos por igual.
Cuando estos marcos de referencia se desdibujan o son poco claros
sobreviene la incertidumbre, se oscurecen los roles y, también, las
responsabilidades. Por eso es importante que, como adultos, no sólo seamos lo
sucientemente claros respecto de lo que se puede y lo que no se puede, sino
también que seamos respetuosos de las normas que rigen la convivencia social;
de lo contrario estaremos pidiendo a los niños y jóvenes algo que nosotros
mismos no estamos dispuestos a hacer.
En tal sentido, debemos pensar las normas como aquello que posibilita que
nuestros niños y jóvenes puedan ir incorporándose en la vida social. Y esto
signica que nosotros, en tanto adultos, tenemos que transmitírselas porque
ellos, como dice Hannah Arendt, son los "recién llegados" y no las conocen.

FICHA DE TRABAJO
A la luz de lo que acaban de leer y teniendo en cuenta lo que estuvieron
analizando en la primera parte de la actividad, les proponemos hacer
un ejercicio para reexionar sobre lo que sucede cuando las normas se
transmiten de manera clara y cuando no. Para esto, les vamos a pedir
que preparen una pequeña dramatización que represente una
situación en la que una norma se transmite de manera clara. Les
sugerimos que en la dramatización unos hagan el papel de adultos y
otros el de los chicos.

FICHA DE TRABAJO
A la luz de lo que acaban de leer y teniendo en cuenta lo que estuvieron
analizando en la primera parte de la actividad, les proponemos hacer
un ejercicio para reexionar sobre lo que sucede cuando las normas se
transmiten de manera clara y cuando no. Para esto, les vamos a pedir
que preparen una pequeña dramatización que represente una
situación que muestre una transmisión poco clara o confusa de una
norma. Les sugerimos que en la dramatización unos hagan el papel de
adultos y otros el de los chicos.
58
La construcción de la legalidad en la escuela.

Tema: La legitimidad de la legalidad

Objetivo:
Reexionar sobre la importancia de la norma en la escuela como
A base sobre la cual se construye la legalidad.

Tiempo necesario: 2 horas.

Materiales necesarios: Fotocopia de la consigna de trabajo, aches,


marcadores.

Pasos a seguir:
RECOMENDACIONES PARA EL COORDINADOR:
Dado que esta actividad se compone de dos partes les recomendamos que
ambas puedan desarrollarse en un mismo encuentro de trabajo.
1. Reunir a las y los participantes en pequeños grupos (5 a 7 personas).
2. Entregar la cha de trabajo.
3. Coordinar una puesta en común.

FICHA DE TRABAJO:
PRIMERA PARTE:
1.Leer los siguientes testimonios relatados por alumnos de una escuela
secundaria.

TESTIMONIO 1 “En el colegio no se puede fumar, pero atrás del


laboratorio hay un patio donde vamos a fumar. De repente
aparece el rector con una caja de caramelos y nos da caramelos
para que dejemos de fumar.”
TESTIMONIO 2 “El año pasado yo agarré de punto a una
profesora de Inglés, no ella a mí. Y le hice la vida imposible todo
el año. Me recontra preparé y me reprobó, yo estaba para
aprobar. Fue mi mamá a hablar y yo le dije de todo, la insulté (...)
y mi mamá terminó defendiéndola a ella (...) yo la insulté porque
sabía que tenía razón, la molesté todo el año y lo reconocí, pero
estaba para aprobar, ¿por qué no me aprobó?. Cuando tengo
razón lo voy a defender a muerte”.

59
2. Reexionar sobre cada uno de ellos: Respecto del primer testimonio: ¿Qué
opinan de la actitud del Rector? ¿Qué efectos consideran que tiene sobre los
alumnos? ¿Por qué creen que el Rector hace esto? En relación con el segundo
relato: ¿Consideran que la docente podría haber hecho otra cosa? ¿Qué? ¿Por
qué?

3. Pensando en la escuela como lugar en donde se transmiten


conocimientos, valores y pautas culturas que permiten que los niños y los
jóvenes se integren a la vida social: ¿De qué manera resolverían estas
situaciones, teniendo en cuenta la importancia de sostener la legalidad en la
escuela? ¸ Como docentes ¿Hay situaciones en las que les resulta dicultoso
transmitir determinadas normas? ¿Cuándo? ¿Por qué creen que sucede esto? ¸
¿Cómo podrían transformar una situación de transgresión de la norma por parte
de un alumno en una experiencia educativa? ¿Qué sería necesario hacer?

SEGUNDA PARTE:
Propósitos: Reexionar sobre los modos en que se transmiten las normas en
la escuela.
Recursos: Fotocopia de la consigna de trabajo, aches, marcadores.

Tiempo estimado: Trabajo grupal: 45 a 60 minutos.


Puesta en común: 45 minutos.

Desarrollo:
1. Reunir a los participantes en pequeños grupos (5 a 7 personas).

2. Entregar la cha de trabajo que se encuentra en la página siguiente.

3. Realizar una puesta en común en la que los grupos puedan compartir con
el resto las conclusiones de su trabajo. Le sugerimos que a la luz del caso
analizado, proponga a los participantes reexionar sobre su labor cotidiana en la
escuela: ¿Qué creen ustedes que posibilita la norma? ¿Somos claros con
nuestros alumnos respecto de lo que se puede y no se puede hacer en la escuela?

4. Leer en grupo el siguiente relato: Felipe, alumno de una escuela media,


quiere abandonar su escolaridad. En el mes de octubre, el Director de la misma
solicita al equipo técnico del Ministerio de Educación de la Jurisdicción que se
entrevisten con él. Dos miembros del equipo técnico se acercan a la escuela con
el n de entrevistar al alumno, quien llegó media hora antes del horario
60
establecido. En un aparte, el Director comenta al equipo sobre la posibilidad de
que este joven esté consumiendo algún tipo de drogas lo cual podría ser el
motivo de su decisión de no concurrir más. Si bien había una hipótesis
construida desde la escuela sobre la causa de la deserción, esta entrevista
permitiría escuchar directamente del joven su propio por qué.

Estudiante: No…ya no puedo seguir más en la escuela.


Asistente Técnico: ¿Por qué?
Estudiante: Y…no… ya fue…
Asistente Técnico: ¿Te gustaría quedarte y terminar el año?
Estudiante: No…no…ya no….no puedo… ya no puedo, los
profesores no me bancan más, los jodí mucho.
Asistente Técnico: ¿Qué hacías?
Estudiante: Los jodía todo el tiempo… qué se yo… boludeces,
jodía…yo no sabía que los molestaba tanto, me enteré cuando el
otro día el rector habló conmigo, y me dijo que todos los
profesores se habían quejado de mí…yo la verdad que no sabía
que jodía tanto lo que yo hacía.
Asistente Técnico: Pero ¿qué hacías?
Estudiante: Jodía… hablaba en clase, qué sé yo…
Asistente Técnico: ¿Por qué decís que no sabías que molestaba
tu actitud en el aula?, ¿los profesores no te lo decían?.
Estudiante: Sí, un profesor me dijo, el de Biología; me lo
decía…una vez se enojó en serio; yo a Biología la odiaba pero
con él me gustó….
Asistente Técnico: ¿Ese profesor también se quejó?
Estudiante: No, bueno…así me dijo el rector.
Asistente Técnico: Vos no sabías que no se podía hablar en clase
Estudiante: Bueno…sí; pero no sabía que molestaba tanto, los
profesores nunca me habían dicho nada…Ahora no me quieren
ni ver, yo les pido para levantar la materia y no me dan ni bola.

El Director conrmó que el único docente que no se había quejado del joven
había sido el profesor de Biología; pero que el resto sí lo había comenzado a
hacer a partir del mes de septiembre, a pesar de que el estudiante había estado
molestando el dictado de las clases desde el principio del ciclo lectivo. Se le
preguntó al rector qué habían hecho los profesores o el preceptor del curso frente
a esta situación, si habían hablado con él, si se había llamado a los padres, si

61
acaso se lo había sancionado, a lo que el rector respondió que se le dijo que “se
dejara de joder”. Este estudiante abandonó la escuela a nales de octubre de ese
año.

5. Conversar sobre las siguientes cuestiones: La hipótesis del Director, ¿a


quién involucra? ¿A quién está haciendo cargo de la situación? ¿Qué efectos
produjo en el estudiante la actitud del profesor de Biología? ¿Por qué creen que
el resto de los docentes no habló con Felipe? ¿Qué concepción respecto de la
construcción de la legalidad subyace en esta situación? ¿Qué responsabilidad
tienen el Director, los docentes y el estudiante en esta situación? ¿Cómo podría
transformarse una situación de transgresión de la norma por parte de un
estudiante en una experiencia educativa? ¿Qué sería necesario hacer?

62
La calidad democrática de nuestras normas

Tema: Democratización y participación en la construcción de normas.

Objetivo:

A Problematizar y vivenciar la democratización de los vínculos.


Tiempo necesario: 2 horas.

Materiales necesarios: Fotocopia de la consigna de trabajo, aches,


marcadores.

Pasos a seguir:
Dividir en grupo y entregar la siguiente cha de trabajo:

La construcción de una cultura democrática:


Ocuparnos de las normas de convivencia en las escuelas no es sólo, ni
principalmente, ocuparnos de lo prohibido y lo permitido. Las normas de
convivencia en una escuela se deberían alinear con el proyecto educativo y los
nes institucionales. La escuela es un lugar de transición intergeneracional que
hace posible y facilita la transmisión de valores democráticos. Las normas de
convivencia escolar no tienen sólo un propósito legal; buscan educar y socializar.
Como decía Emile Durkheim, la escuela es una “sociedad en pequeño”. La
socialización es un aprendizaje que comienza en la familia y continúa en la
escuela con rasgos propios. Se puede llegar a la edad adulta y no haber hecho
este aprendizaje. No sólo cumplir las normas enseña sino que también lo hace el
participar en su construcción. La noción de contrato está en los orígenes de una
importante tradición del pensamiento político que dio origen a la democracia (J.
Locke, J. Rousseau, T.Hobbes) y que también fue recogida por los autores de
nuestra Constitución. Este enfoque contractualista devuelve a los ciudadanos el
poder social. Los ciudadanos, el pueblo, ceden temporariamente, y sólo en
algunos aspectos, el poder a sus representantes. Y este poder retorna
periódicamente a sus manos expresándose en el sufragio. La democracia nace
de una voluntad actual, por lo tanto está siempre necesitada de renovación.

63
Democracia supone, entonces, decisión y conciencia democráticas. Con este
enfoque podemos decir que lo que harán las escuelas será una recontratación de
sus normas. Es así como la producción de un nuevo AEC se conecta con la visión
de la democracia y favorece que los alumnos desarrollen competencias como
ciudadanos. Mencionamos algunas:

Ÿ Aprender a diferenciar el espacio público del espacio privado.


Ÿ Descubrir el sentido de la norma, la importancia de que sean
respetadas.
Ÿ Valorar la equidad y la justicia en su formulación y aplicación,
Ÿ Aprender a participar responsablemente.
Ÿ Descubrir la existencia de intereses comunes y su coherencia
con los intereses individuales.
Ÿ Vivenciar el signicado democrático de la cesión de poder,
que supone la construcción de una sociedad entendida como
contrato social.
Ÿ Vivenciar el sentido y la importancia de representar a otros y
ser representado.
Ÿ Comprender que todos somos depositarios de derechos y
deberes.
Ÿ Vivenciar el valor de la igualdad ante la ley, la no
discriminación, y descubrir que un ambiente democrático
estimula la expresión de las diferencias en el modo de pensar,
creencias religiosas, selección de valores.

Cultura democratica y rol de los adultos.


No se puede decir con propiedad que la escuela sea una democracia en
sentido estricto. La escuela establece un vínculo intergeneracional, no son
iguales los roles y las responsabilidades que le corresponden a cada segmento
generacional. Se espera, por ejemplo, que los adultos sean los que guíen el
proceso educativo y se hagan cargo del cuidado de los alumnos/as. Necesitamos
adultos que no teman serlo, que asuman su rol y que no se mimeticen con los
jóvenes, ni les deleguen responsabilidades que los excedan en su peso y
alcance. Esto no equivale a una defensa del autoritarismo, ni a reforzar una
organización piramidal condenando a los alumnos a un papel pasivo; menos aún
a justicar los abusos o el atropello a los derechos de los que son sujetos. Cuidar
no es aminorar al otro y convertirlo en objeto inerte de nuestra protección. El
desarrollo de una cultura democrática en la escuela no es la instalación de una

64
anarquía; sí nos exige que las decisiones se sometan a consulta, que haya una
delegación adecuada de responsabilidades, que se legitimen las diferencias y se
favorezca la toma de iniciativa de todos los actores escolares.

La calidad democratica de nuestras normas.


Una de las características de la democracia es la conciencia de su carácter
histórico. La democracia no se explica por razones sobrenaturales, no surge
tampoco por pura espontaneidad, ni se impone por una ley social inevitable. Su
existencia depende de procesos históricos en la sociedad y en los grupos. La
democracia es un sistema abierto en el que sus leyes, sus autoridades, sus
mandatos se renuevan incesantemente. Es propio, entonces, de una escuela con
cultura democrática renovar sus normas periódicamente. La escuela no tiene
una población estable de alumnos y familias, por el contrario, existe en ella una
migración generacional permanente y deseable, que no hay que confundir con la
deserción. La calidad de la participación y la calidad de la representación serán,
entonces, determinantes de nuestra calidad normativa. A cuántos hemos
consultado para redactar nuestras normas, cuántos han participado
activamente de la consulta, en qué medida las normas responden al interés
común de los consultados y no sólo de un grupo, serán algunas de las preguntas
evaluativas más importantes que cada escuela debería hacerse al nal de este
trabajo.

Consigna de trabajo:
Reunidos en pequeños grupos de reexión abordaremos juntos las siguientes
preguntas. Un relator recogerá las respuestas más signicativas de cada
producción grupal.

ivos
los nes educat
¿Cuáles serían n la
e de se ar ía m os alcanzar co
qu de
y a p li c a c ió n
p ro d u c c ió n tra
ivencia en nues
normas de conv
escuela?

65
Presentamos a continuación un listado de aprendizajes democráticos
signicativos, algunos de los cuales fueron adelantados en el texto. ¿Cuáles nos
parecen más importantes para ser alcanzados en nuestra escuela? ¿Quiénes
deberían lograrlo: los/as jóvenes, los adultos o ambos?

LISTADO
Aprendizajes democraticos:
Ÿ Respeto por la ley
Ÿ Valoración de los intereses comunes
Ÿ Legitimación de las diferencias
Ÿ Equidad en la aplicación de la ley
Ÿ Debate público de decisiones colectivas
Ÿ Participación
Ÿ Respeto por la privacidad personal
Ÿ Otros… (Especicar)

¿Descubrimos nuevos problemas de relación o de comportamiento en la


convivencia cotidiana de la escuela? ¿Cuáles serían?
¿Qué comentarios nos merece lo expuesto sobre la diferencia de los roles de
los adultos y los jóvenes en la convivencia escolar?

66
Experiencias
Escolares
A continuación, se an
exan tres experiencia
s
relatadas por educad
ores y un estudiante
comprometidos con el
abordaje de la conviv
encia.
En las narrativas se
detallan aspectos de
scriptivos
de las propuestas inst
itucionales y algunas
reexiones personales
sobre la experiencia
y sus
efectos en la vida es
colar. La incorporació
n de este
apartado permite recu
perar las voces de qu
ienes
habitan y hacen escu
ela a diario.

68
Esc. Primaria Nº 149 - Huaraco.

Aprendamos a convivir!8
Nuestra historia con este proyecto
Desde hace más de 15 años llevamos adelante este proyecto basado en la
participación de todos los alumnos en asambleas participativas, programadas a
lo largo de todo el año. Una verdadera práctica democrática que nos ayudó a
sentirnos parte de la escuela, a jar nuestras propias normas de convivencia, a
tomar conciencia de las mismas sin sentir que son impuestas sino acordadas por
todos. Un espacio que nos hizo crecer como personas provocando cambio de
actitudes no solo en los alumnos sino en los docentes y personal, que nos
abrimos a vivir esta experiencia, de creer en el otro, en su visión diferente,
complementaria que nos enriquece a todos, desde distintos lugares y roles que
ocupamos en la escuela. De este proyecto son parte niños y niñas, auxiliares y
docentes.

Con el mismo hemos logrado muchos objetivos. Aprender a tomar


decisiones, asumir responsabilidades, acordar, discutir, opinar, pedir la palabra,
moderar una reunión, anotar diferentes posturas, votar, contar los votos,
respetar la voz de la mayoría y trabajar juntos por las propuestas elegidas.No
solo ha sido un espacio para solucionar conictos sino para soñar, proyectarnos
y crecer como institución. Hemos logrado viajes, ampliaciones del edicio
escolar, construido los juegos en la escuela y en el paraje Huaraco, plantar
césped en la cancha, planicar y realizar actividades que parecían imposibles
cuando los chicos las planteaban.

8
Experiencia narrada por el Equipo Directivo.
69
Es también un eje de trabajo interdisciplinario donde abordamos desde
diferentes áreas como lengua, sociales, naturales y las áreas artísticas.Con
diferentes contenidos como la comunicación oral y escrita. La participación
ciudadana y resolución de conictos sociales. El ambiente donde vivimos y
cómo hacer acciones para cuidarlo y mejorarlo. Las diferentes formas de
expresarnos a través del dibujo, el teatro y el juego para mostrar sentimientos y
dicultades que vivimos.
Una de las alegrías más grandes es cuando ex alumnos nos cuentan que esta
experiencia les sirvió para la vida, para defender sus derechos en el trabajo y
para saber dialogar en familia. También hemos aprendido que cuando pasa
mucho tiempo sin hacer una asamblea surgen los problemas de disciplina, nos
olvidamos de los acuerdos y es necesario parar, conversar, pedirse perdón, tomar
conciencia y volver a empezar.

Algunos de los Objetivos que buscamos

Ÿ Organizarnos para el mejor funcionamiento de la escuela y de


los talleres.
Ÿ A través de distintas metodologías, aprender a evaluar
nuestras tareas, responsabilidades y relaciones humanas.
Ÿ Aprender a trabajar cooperativamente para resolver
problemas en su medio.
Ÿ Asumir compromisos con responsabilidad.
Ÿ Aceptar los propios errores.
Ÿ Respetar las opiniones ajenas.

Descripción del proyecto


Esta propuesta busca diferentes acciones que nos permitan conocernos,
escucharnos y planicar juntos la organización escolar y la convivencia en la
Escuela.

Dos veces por mes realizamos una asamblea donde paramos las
actividades de la escuela y nos reunimos todos los docentes, los
alumnos de todos los grados y si el tema lo requiere los porteros
también. En la misma hay un alumno encargado de hacer el acta de
acuerdos y desarrollo de la misma. Otro encargado de moderar la
reunión dando la palabra por orden. Algún docente prepara juegos
para dinamizar la asamblea. Otro ayuda a sintetizar lo que se

70
conversa en el pizarrón. Los temas a tratar se jan con anterioridad
para que los niños puedan pensar en los mismos. Una asamblea
tratamos de que sea ja mensual y la otra abierta a alguna
necesidad que surja. Es importante que la misma no sea muy larga
porque los alumnos se cansan y que todos tengan voz no importa la
edad. Es fundamental la actitud de los adultos de respetar los
tiempos de los niños y de no querer imponer sus decisiones.

Los docentes realizamos jornadas de evaluación donde evaluamos


y planicamos acciones para mejorar la participación de todos y
hacer efectiva las decisiones tomadas entre todos.

En relación con los padres hubo momentos en que no estaban de


acuerdo porque esperaban un sistema escolar más autoritario. Hoy
el grupo de padres que está en la escuela deende este espacio y lo
valora como lugar de aprendizaje.

Planicamos salidas fuera del ámbito escolar que nos ayudan a


conocernos, comprendernos y compartir desde el juego y el
contacto con la naturaleza no teniendo horarios escolares.

En los meses de invierno realizamos una pernoctada en la escuela


para disfrutar los espacios y materiales escolares sin horario, ni
tantas obligaciones. Esto nos ayuda a aanzar el sentido de
pertenencia y la convivencia.

Algunos meses jamos distintos valores para profundizar desde el


trabajo de las áreas o con diferentes talleres participativos en las
asambleas, por ejemplo: el buen trato, la tolerancia, el respeto, el
esfuerzo, la unión, el agradecimiento u otros que surjan desde las
problemáticas surgidas en la vida cotidiana.

A principio de año realizamos una jornada de planicación de todo


el año, de un día y a n de año una evaluación en un campamento
donde nuevamente fuera de la escuela conversamos con
tranquilidad de lo logrado y de lo no logrado. Siempre remarcando lo que
podemos solucionar, cambiar y mejorar.

71
9
Esc. Provincial de Enseñanza Agropecuaria (EPEA) N° 2

La institución cuenta desde su creación con un proyecto de convivencia que


propone la reexión sobre las propias acciones y sus consecuencias para mejorar
la estadía durante las nueve horas diarias de jornada institucional. Para llevar
adelante este proyecto tenemos dos herramientas, una son las horas
institucionales de convivencia y otro que es el cuerpo consultivo.

En relación a las Horas Institucionales de Convivencia: se trata de 36 horas


semanales a cargo de una única docente repartidas en 24 horas frente a
estudiantes, y 12 horas para trabajo de coordinación con otros docentes. Cada
curso del ciclo básico cuenta con dos horas de convivencia dentro de su horario
escolar. Este bloque semanal es un espacio curricular en el cual se plantean las
dicultades con los compañeros, con la familia, con los docentes y también los
desacuerdos con las normas de convivencia. El valor de este taller es que se da la
palabra al adolescente y se guía a una resolución positiva del conicto. El trabajo
dentro del aula con estos temas facilita la reexión, evita o corrige la trasgresión,
y eventualmente sanciona a quien trasgrede (proponiendo acciones
reparadoras). Por otra parte, permite fortalecer los procesos identitarios del
adolescente, mejorar los vínculos, mejorar las habilidades de comunicación,
empatía, manejo de emociones, respeto por las opiniones distintas y reforzar el
sentimiento de pertenencia grupal e institucional. Para desarrollar esto se
buscan actividades movilizadoras en las cuales la participación activa en
proyectos de su interés y/o que propongan los estudiantes es un eje central. Se le
da la palabra al adolescente, con todo lo que eso conlleva y genera.

El problema de este espacio se disipó al renunciar la docente a cargo

9
Experiencia relatada por el equipo de asesoría pedagógica de la EPEA 2.
5
72
después de varios años de trabajo ininterrumpido, costó mucho volver a cubrir
las horas, y la discontinuidad y vaivenes propios del nivel secundario generó
varios contratiempos.

En torno al Cuerpo Consultivo está conformado por un directivo, un


preceptor, un profesor, un asesor pedagógico y dos estudiantes del ciclo superior.

Cada estudiante que recibe un llamado de atención, es citado por el cuerpo


consultivo para que dé cuenta de lo que hizo y por qué. A partir de su relato las
personas que escuchan intentan explicar los riesgos de trasgredir la norma yse
trabaja en la proposición de alternativas para resolver el problema si el mismo se
vuelve a presentar.

Luego de escuchar al estudiante, el cuerpo consultivo decide la sanción que


contempla desde la confección de un acta compromiso para no volver a realizar
dicha falta, o un acta de corrección en el que se exige modique su proceder. Lo
hablado y escuchado durante las sesiones del cuerpo consultivo tiene carácter
de condencial, no puede ser divulgado ni comentado por ninguno de los
participantes.

Esta forma de trabajo permite el recuperar el error como oportunidad de


aprender, y fortalecer la capacidad de reexionar sobre las propias acciones y las
consecuencias de las mismas. Lo negativo que cada situación requiere de
muchas personas y mucho tiempo, lo que diculta su aplicación permanente,
haciendo que las trasgresiones se diluyan en el tiempo.

Las trasgresiones a la norma están y son frecuentes en la institución, pero


han disminuido en su gravedad, y rara vez son cometidas por la misma persona.
También es cierto que obliga a la institución y a los adultos que en ella trabajan a
revisar de manera permanente las normas y las sanciones, trabajo arduo y de
debate enriquecedor permanente.

73
10
Estudiante de la EPEA N° 2

He transcurrido varios años de mi vida en el sistema educativo argentino, por


cuanto desde la experiencia de la observación, he tratado de comprender los
casos de acoso escolar y ciberacoso. En principio no solo es que me interesó el
tema, sino que rápidamente me puse a leer sobre ellos y averiguar en sus
orígenes, porque además he notado que en mi secundaria no hay tantas
situaciones de éstas, como si las hay en otras instituciones más cercana.

Actualmente y según algunos datos escolares publicados en el diario


www.eltribuno.info tomados de la UNESCO (Organización de las Naciones
Unidas) “4 de cada 10 estudiantes secundarios admite haber sufrido acoso
escolar. El 70 % de los chicos tiene conocimiento de peleas. Más reveladores
son los datos aportados por el estudio sobre conictividad y violencia en las
escuelas secundarias (de gestión pública y privada) del Área Metropolitana de
Buenos Aires realizado por UNICEF y FLACSO en 2009, del cual se desprende
que: El 66% de los alumnos tiene conocimiento de situaciones constantes de
humillación, hostigamiento o ridiculización; El 18% reconoce sufrir burla de
manera habitual por alguna característica física; el 16,4% comentarios
desagradables en público (con mayores proporciones en escuelas privadas); el
9,5 tratados de manera cruel (con mayor nivel en escuelas privadas) y el 5%
haber sido obligados a hacer algo contra su voluntad. El 3,1% declara haber sido
tocados o tratados de tocar de manera sexual en contra de su voluntad de
manera habitual o más de una vez. El 70,8% de los alumnos sostiene tener
conocimiento de la ocurrencia de peleas con golpes entre alumnos en la escuela.
El 10,1% de los alumnos arma tener conocimiento o haber escuchado que

10
Extracto del trabajo titulado “Acoso escolar y ciberacoso” expuesto por el estudiante Facundo Leonel
Almendra en el Parlamento Federal Juvenil.
74
alguien haya llevado algún arma de fuego a la escuela. Un 36,4% asegura tener
conocimiento o haber escuchado que alguien haya llevado algún arma blanca a
la escuela”.

A nivel regional también tenemos algunos pocos datos extraídos de los


medios masivos de comunicación. Por ejemplo, del 8 de noviembre de 2014,
del diario Río Negro, con el título “Niño víctima de Bullying llevó un cuchillo aula
en Neuquén”, o bien otro más actual de La Mañana de Neuquén del 8 de abril
este año titulado “Adolescentes se agarraron a las piñas a la salida del colegio”,
donde se cuenta de varios eventos violentos entre alumnos fuera de la escuela y
a su egreso, mientras el resto mira o lma el hecho.

En mi escuela no se ven tantos casos de esta problemática porque existe una


materia, una vez a la semana llamada Convivencia; donde se tratan varios temas
de nuestra importancia como adolescentes. Educación sexual, higiene, bullying,
violencia de género, etc. Incluso han salido a la luz inconvenientes entre
alumnos y que se trataron dentro del aula con el profesor a modo de mediación,
en algunos casos se ha llegado a una solución y otros se han evitado peleas
afuera de la institución. Por los datos que pude averiguar mi escuela es unas de
las pocas que tienen esta materia, usadas para este n. Mi idea es lograr
cambiar el sistema educativo, logrando que todas las escuelas de la Argentina
puedan contar con esta clase de materia de modo obligatorio. Que los asesores
pedagógicos hagan jornadas completas; como las que hacen lo profesores en
relación a los contenidos obligatorios y organicen cambios de actividades en las
escuelas para concientizar este cambio.

75
Palabras Finales

A lo largo de estas páginas se recorrieron notas, discusiones y se


propusieron algunas dinámicas y actividades para trabajar las
convivencias escolares desde un abordaje institucional y transversal.
En el momento actual es fundamental puntualizar dimensiones de la
convivencia atendiendo a la producción de los cambios culturales y
sociales. Las preguntas relativas a la autoridad, la participación, las
normas, los acuerdos, la justicia, el papel de la educación en las
sociedades contemporáneas, entre muchas otras,abren el juego a
miradas menos ingenuas y más complejas sobre la temática que nos
convoca. En esta dirección, se considera importante pensar la
convivencia en el entorno digital en la medida que los conictos
también acontecen en las redes sociales y estas- junto al uso de
variados aparatos tecnológicos- promueven otras formas de
socialización entre pares que, si bien no anulan las anteriores, las
reconguran. El cara a cara se conjuga con el intercambio virtual, por lo
tanto, lejos de demonizar el uso de las nuevas tecnologías de la
información y la comunicación, la escuela es llamada a incorporar el
trabajo con estos lenguajes que nos constituyen y formatean la uidez
de nuestras relaciones. La convivencia adquiere nuevas aristas y los
planteos aquí volcados intentan sacudir tradiciones y abrir
interrogantes para hacer de nuestras escuelas un lugar de cuidado para
niñas, niños, jóvenes y adultos. Educar es cuidar.

76
Normativa
vigente
LEYES
NACIONALES

Ÿ Ley Nacional de Protección Integral de Derechos de Niños, Niñas y


Adolescentes 26.061(2005)
Ÿ Ley Nacional de Educación 26.206 (2006)
Ÿ Ley Nacional de Promoción de la convivencia y el abordaje de la
conictividad social en las instituciones educativas 26.892 (2013)
Ÿ Ley de Grooming 26.904 (2013). Incorpórese como artículo 131 del
Código Penal.

LEYES
PROVINCIALES

Ÿ Constitución de la Provincia del Neuquén


Ÿ Ley Integral de Protección de los derechos de niños, niñas y adolescentes
2302 (1999)
Ÿ Ley Orgánica de Educación Provincial 2945 (2014)
Ÿ Ley 2635 Creación del Programa Provincial de Prevención de la Violencia
Escolar (modicatoria Ley 2901/2014)

78
Resoluciones del Consejo Federal de Educación
Ÿ 93/09 Orientaciones para la organización pedagógica e institucional de la
educación secundaria obligatoria.
Ÿ 226/14 Promover la aplicación de la Ley N° 26.892
Ÿ 239/14 Pautas y criterios federales para la elaboración de acuerdos de
convivencia para el nivel inicial y primario.
Ÿ 217/14 Guía Federal de Orientaciones para la intervención educativa.

Resoluciones del Consejo Provincial de Educación


Ÿ 1172/12 Acuerdos Escolares de Convivencia para escuelas secundarias.
Ÿ 1291/15 Acuerdos escolares de Convivencia para escuelas primarias.
Ÿ 1259/15 Procedimiento ante situaciones de agresión física o verbal de un
adulto externo a un adulto personal de la institución escolar.

Documentos Curriculares. Ministerio de Educación de La Nación. Argentina.

Ÿ Programa Nacional de Mediación Escolar, cuadernillo Marco General


(2004).
Ÿ El lugar de los adultos frente a los niños y los jóvenes. Aportes para la
construcción de la Comunidad Educativa (2007).
Ÿ Programa Nacional de Convivencia Escolar. Cuadernillo Renovación del
Acuerdo Normativo sobre Convivencia Escolar (2010).
Ÿ La convivencia en la escuela. Recursos y orientaciones para el trabajo en
el aula (2010).
Ÿ Guía federal de orientaciones para la intervención educativa en
situaciones complejas relacionadas con la vida escolar. (2014)
Ÿ Acoso escolar entre pares. Orientaciones para actuar desde la escuela.
Inclusión democrática en las escuelas. (2014)
Ÿ Habilidades para la ciudadanía. Inclusión democráticas en las escuelas.
(2014)

79
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83
ESCUELA

CONVIVENCIAS
ESCOLARES

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