Revolucion Bolivariana
Revolucion Bolivariana
Revolucion Bolivariana
PRINCIPIOS Y FUNDAMENTOS
IDEOLÓGICOS DE LA REVOLUCIÓN
BOLIVARIANA
Autora:
Deana Arias C.I 26.690.756
Pensamiento Robinsoniano
Simón Bolívar
Simón Bolívar es la raíz principal del árbol de las tres raíces. Sus gestas de
revolucionario visionario y sus conquistas políticas constituyen uno de los
grandes legados de la historia latinoamericana y universal. En él se conjugan
todas las virtudes del auténtico revolucionario: el gran militar y estratega, el
líder inigualable, el pensador social y el estadista.
Además de ser el gran líder de la independencia, Bolívar nos lega su
poderoso pensamiento revolucionario, que ha sido la base ideológica
fundamental del movimiento. Hoy, adaptado a las circunstancias actuales, guía
al pueblo venezolano en la senda de la revolución bolivariana. A su vez, su
ideario convoca también a los pueblos de América Latina a luchar juntos por
nuestra segunda independencia y por una integración solidaria, para hacer
realidad sus sueños, que son también los nuestros.
“Yo deseo más que otro alguno ver formar en América la más grande Nación
del Mundo, menos por su extensión y riquezas que por su libertad y gloria”.
A pesar de que el proyecto de unidad latinoamericana no pudo tomar forma,
el pensamiento bolivariano es el punto de referencia para pensar hoy sobre la
integración en América Latina. La idea de unir a nuestros países en un solo
bloque económico, político y social, buscaba defender la soberanía y las
riquezas de la América mestiza frente a las intenciones imperialistas de los
países poderosos. Asimismo, buscaba convocar a todos los pueblos bajo un
mismo proyecto libertario, basado en una democracia verdadera de libertad,
igualdad y justicia.
Ya en 1812, señalaba en el Manifiesto de Cartagena: “Yo soy del sentir y del
pensar que mientras no centralicemos nuestros gobiernos americanos,
nuestros enemigos obtendrán las ventajas más completas; seremos envueltos
indefectiblemente en los horrores de las disensiones civiles y conquistados
vilipendiosamente por ese puñado de bandidos que infectan nuestras
comarcas”.
Además de retratar la opresión del imperio español y las oligarquías
apátridas, analizó con gran agudeza el peligro que provenía de los intereses de
otras naciones y grupos de poder. En concreto, anticipó el voraz y criminal
imperialismo del Norte, al afirmar en 1829: “Los Estados Unidos parecen
destinados por la Providencia para plagar la América de miseria en nombre de
la libertad”.
Washington también condenó el proyecto bolivariano de una América Latina
unida. El presidente Monroe, que decretó que América Latina era el patio
trasero de Estados Unidos de América (EUA), identificó a Bolívar como “un
déspota militar de talento”, “el loco de Colombia”, el “libertador de esclavos”...
Incluso la jerarquía eclesiástica llegó a excomulgarlo, y lo comparó con el
mismo Satanás.
El proyecto de integración, orientado a sentar las bases para la
confederación hispanoamericana, tenía varios elementos centrales:
La unidad para hacer frente a los peligros que amenazaban a las
nacientes Repúblicas;
La adopción de pactos de protección y defensa mutuas como
mecanismos para garantizar que ninguna nación extraña se inmiscuyese en los
asuntos internos de las nuevas Repúblicas;
La adopción de acuerdos amistosos para resolver eventuales disputas
entre nuestras naciones.
Inicialmente, propuso ante el Congreso Anfictiónico de Panamá la gran
Confederación, que incluía desde México hasta Argentina. Cuando entendió
que la Confederación estaba llamada a fracasar, debido a los intereses
mezquinos de las clases dominantes locales y sus gobernantes, puso todo su
empeño en la constitución de la Federación de los Andes, que comprendía a
las naciones que él había liberado (la Gran Colombia, Perú y Bolivia).
Tras el fin de la Federación, el Libertador se concentró en salvar la unidad
de la Gran Colombia. Sin embargo, también este proyecto integracionista se
vino abajo, luego de que las oligarquías locales de las tres actuales Repúblicas
conspiraran para dividirla. Pese a estos fracasos, el gran diseño del Libertador
se instaló firmemente en el imaginario de nuestros pueblos, y hoy revive de la
mano del pueblo bolivariano.
Bolívar Revolucionario
Ezequiel Zamora
“Cuando Dios hizo el mundo repartió en común el agua, el sol, la tierra, ¿por
qué entonces los godos se han apoderado de las mejores tierras, bosques y
aguas, que son propiedad del pueblo?”
Ezequiel Zamora comenzó su carrera política, uniéndose al partido de los
liberales. En 1846, el gobierno conservador desató una feroz represión contra
los miembros de su partido, lo que provocó que Zamora y otros caudillos
populares se alzaran para tomar el poder. En su proclama rebelde, de
inspiración bolivariana, invitó al pueblo a luchar “para quitarnos el yugo de la
oprobiosa oligarquía y para que, opóngase quien se opusiere, y cueste lo que
costare, lleguemos por fin a conseguir las grandes conquistas que fueron el
lema de la independencia”.
Esta insurrección, que vio nacer la consigna de tierra y hombres libres, le
hizo ganarse el apoyo y devoción popular y el nombre de “General del pueblo
soberano”. Ezequiel Zamora fue hecho prisionero y sentenciado a muerte, pero
el presidente Monagas le conmutó la pena por el destierro.
La Guerra Federal
El Ideario Bolivariano nos permite encontrar ideas pertinentes para salir del
estado de servidumbre y erigir un pueblo con conciencia, política, social y
moral, así como también nos permite fortalecer nuestra identidad
latinoamericana y rescatar nuestra memoria histórica de lucha, así mismo
reivindicar la autodeterminación y la soberanía de nuestros pueblos, fortalece la
construcción de un estado donde construyamos la igualdad social y la
educación universal y republicana del pueblo para formar hombres y mujeres
que participen en las toma de decisiones de la Nación, permiten la formación
de personas libres que practiquen valores morales como el respeto, el
patriotismo, la dignidad el honor, la honradez que se configuran en el ideal
educativo tendiente a la libertad social y personal, ayudan a construir nuestras
sociedades a partir de las identidades y de los valores propios y comunes,
partiendo del esfuerzo creador de nuestro pueblo y es el punto de referencia de
la Integración de América Latina.
El árbol de las tres raíces es un triángulo filosófico conformado por tres de
los más grandes pensadores Simón Rodríguez o Samuel Robinson, Simón
Bolívar (Nuestro Libertador) y Ezequiel Zamora. Es fundamental para una
mayor compresión tanto del pasado como de la historia que vivimos
actualmente, contribuye al desarrollo de la originalidad de los pueblos, de la
libertad sin fronteras, de la justicia con probidad, del amor por la patria grande y
la humanidad, del desprendimiento de lo material, de colocar la figura humana
por encima de cualquier otro valor, sobre todo en lo material y/o monetario,
afianza los principios ideológicos y filosóficos de la revolución bolivariana,
destaca lo auténtico del modelo Venezolano como proyecto político y su
finalidad es la de incentivar a todos los Venezolanos a reconocerse e
identificarse como protagonistas reconocidos y actuantes de un sistema de
Participación Popular, donde la soberanía reside en el pueblo, así como
también difundir el pensamiento político y las ideas de las tres raíces, que son
los cimientos del árbol, sobre el cual debe crecer y madurar el proceso
revolucionario e ir creándose a la vez un hombre nuevo.
Bibliografía
https://es.wikipedia.org/wiki/Revoluci%C3%B3n_bolivariana
Varios autores (2010). Hugo Chávez: una década en el poder. Editorial
Universidad del Rosario.
http://www.scielo.org.ve/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1315-
64112009000100005