Área de Comunicación en Educación Inicial
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AMÉRICA
En el marco del enfoque Comunicativo, se espera que los niños aprendan a usar el
lenguaje para comunicarse con los demás. La competencia “Se comunica oralmente en
lengua materna” es la base de las competencias “Lee diversos tipos de textos escritos
en lengua materna” y “Escribe diversos tipos de textos en lengua materna”, pues
introduce a los niños en los aspectos básicos de la comunicación. No obstante, cabe
señalar que cada competencia tiene procesos de adquisición diferentes.
En las primeras etapas del desarrollo de un niño o niña, estas expresiones conjuntas se
dan de manera natural; ellos o ellas cantan mientras dibujan, crean historias animadas
y/o sonoras, se disfrazan, asumen roles a través del juego.
En esta área, abordar la enseñanza y aprendizaje desde un enfoque comunicativo,
multicultural e interdisciplinario es situar estos procesos en entornos culturales y
naturales de los niños.
En los primeros años, los niños comunican a través de gestos, sonrisas, llantos,
balbuceos, sus deseos, necesidades e intereses al adulto significativo con el que
interactúan. En esta etapa, aparecen progresivamente palabras significativas como
parte del vocabulario de los niños. Es en las actividades cotidianas –como el juego, los
momentos de alimentación, de cambio de ropa, entre otros– que surgen diversas
interacciones verbales a través de las cuales, los niños van desarrollando el lenguaje y
lo utilizan para pedir, designar, expresar sus deseos, establecer vínculo afectivo, para
comunicarse con el adulto y otro niños.
En forma constante, los niños irán ampliando su lenguaje e interactuando con grupos
de niños más numerosos. Pasan de una comunicación predominantemente gestual y
basada en lo sobreentendido a una comunicación donde surgen los intercambios
lingüísticos cada vez más adecuados a lo que quieren decir, y a quién o quiénes se
quiere dirigir. Asimismo, en la interacción cotidiana con los otros, los niños aprenden a
practicar una escucha atenta y a usar el lenguaje recurriendo a algunas normas básicas,
preguntar por algo que les interesa saber, por algo que no entienden, seguir indicaciones
orales para resolver una actividad u opinar sobre el cuento o historia escuchado,
En el nivel inicial, esta competencia se desarrolla desde los primeros años en la vida de
los niños cuando establecen su primer contacto con el mundo escrito: eligen y exploran
los textos que se encuentran en su entorno, como cuentos, enciclopedias, recetarios,
revistas infantiles, poemas, entre otros.
En un inicio, los niños ojean las páginas de los textos centrando su atención en las
ilustraciones; luego, piden al adulto que les lea, porque se han dado cuenta de que hay
información escrita o “leen” por sí mismos contando la historia con sus propias palabras.
A partir de las oportunidades que tengan los niños de escuchar leer y de leer por sí
mismos diversos tipos de textos, se acercarán a ellos con diferentes propósitos
(disfrutar, buscar información, etc.), realizarán anticipaciones sobre su significado antes
de haberlos leído o escuchado, o interrogarán los textos, movilizados por su interés,
para construir el significado de los mismos.
Escribe a partir de sus hipótesis de escritura diversos tipos de textos sobre temas
variados considerando el propósito y el destinatario a partir de su experiencia previa.
Desarrolla sus ideas en torno a un tema con la intención de transmitir ideas o emociones.
Sigue la linealidad y direccionalidad de la escritura.
En cualquier contexto cultural, los niños y las niñas, desde pequeños, tienen contacto
con elementos que pueden transformar o con los cuales pueden dejar huella.
Encuentran recursos para percibir, explorar y expresar por medios plásticos y visuales,
es decir, manipulando materia y/o generando imágenes. Todo ello lo hacen como parte
de su modo natural de ser, de descubrir y de jugar. Aprehenden el mundo con todos sus
sentidos, entre ellos, el sentido de la vista y el tacto. A través de esto, los niños
representan algo de su imaginación o de su entorno, y descubren nuevas formas de
expresión, como la danza, el canto, el dibujo y el modelado, entre otros.
La creación en los diversos lenguajes artísticos tiene como base la expresión en los
distintos lenguajes de los niños. La expresividad psicomotriz, unida a la capacidad de
simbolizar, da pie a la exploración y a la producción plástica, musical, dramática y de la
danza. Sin embargo, tratándose de niños pequeños, su producción con los lenguajes
del arte tiene otro sentido y otros fines: son parte de su juego; surgen como una
necesidad y no están destinados a la presentación para un público.
Al estar en contacto con materiales que les permitan manipular y transformar, dejar
rastro o crear imágenes diversas, los niños y las niñas se dejan aflorar y ser. Con esas
líneas, colores, formas, texturas, espacios, etc., vuelcan sus ideas, sus emociones, sus
deseos, sus fantasías, sus temores, etc. Por ese motivo, cuando nosotros nos
acercamos a las producciones de los niños, podemos conocerlos mejor.
Por lo tanto, en la medida en que los niños tengan oportunidades para experimentar
lúdicamente con los elementos que forman parte de los diversos lenguajes artísticos y