Desarrollo Humano, Papalia, 12 Ed
Desarrollo Humano, Papalia, 12 Ed
Desarrollo Humano, Papalia, 12 Ed
Las teorías del desarrollo humano prestan atención a cómo crecen y se desarrollan éstos a lo largo
de su vida en distintas áreas: social, emocional y cognitiva. Los factores biológicos, psicológicos,
socioculturales y del ciclo vital determinan el desarrollo humano; las aproximaciones teóricas
intentan explicar cómo se da éste y la importancia que tiene en la vida de los individuos.
A continuación, se darán a conocer las diferentes teorías del desarrollo humano bajo las distintas
perspectivas de los investigadores más destacadas (Freud, Erickson, Kohlberg, Piaget, Vygotsky,
Bowlby, Bandura, Chomsky, Bronfenbenner).
La teoría freudiana del desarrollo de la personalidad destaca principalmente los efectos de las
experiencias de los primeros cinco años de vida. Durante ese periodo el niño pasa por diversas
etapas psicosexuales bien definidas, en las que los impulsos instintivos orientan su energía, o
libido, a determinadas zonas erógenas. El placer se centra sucesivamente en la boca (etapa oral),
en el ano (etapa anal) y los genitales (etapa fálica). El individuo entra después en un periodo de
latencia, que se prolonga hasta la adolescencia, en la cual los impulsos sexuales vuelven a
activarse. Si todo ha marchado bien hasta el momento, el individuo alcanza la madurez
psicosexual (etapa genital) los principales aspectos del desarrollo propios de cada tarea se
muestran en el cuadro.
Erick Erikson, éste psicólogo refinó y modificó la teoría freudiana del desarrollo psicosexual y la
amplió para abarcar una gama más vasta de edades.
Según Erikson, el desarrollo se realiza en ocho etapas por las cuales pasamos a lo largo de nuestra
existencia. Con el curso de los años participamos en una gama cada vez más extensa de relaciones
humanas. En cada una de las etapas propuestas por él, afrontamos una crisis decisiva que tiene
dos soluciones: una positiva y la otra negativa. De la eficacia con la que resolvamos los problemas
de cada etapa depende la capacidad futura de encarar las crisis psíquicas de la vida futura. En el
cuadro se muestran las ocho etapas y las crisis que se presentan en ellas.
Jean Piaget recurrió al enfoque cognoscitivo y se centró sobre todo en los estadios del desarrollo.
Piaget subrayó la importancia de la maduración biológica en el proceso del pensamiento. El
pensamiento y la capacidad de conocer depende del grado de desarrollo. El que examinará el
desarrollo cognoscitivo desde un punto de vista estricto del aprendizaje diría que el niño reacciona
ante los estímulos y que los moldean los patrones del refuerzo. Sin embargo, Piaget sostiene que
el niño es un elemento activo en el proceso, pues interactúa con el ambiente: examina, explora,
compara, escoge, observa, clasifica sus experiencias, los objetos y los acontecimientos. El
ambiente no se limita a moldear las reacciones del niño. En la obra de Piaget el niño es un inventor
y un teórico.
Por un lado, tenemos el nivel de aprendizaje consolidado que implica todo lo que ya se
aprendió.
Existe también una zona de desarrollo próximo en la que se refiere al apoyo de alguien
para que ejerza el papel de mediador para ayudar a que el estudiante comprenda y
desarrolle las nuevas habilidades de la tarea de aprendizaje que se le propone. Mientras
más tiempo pase el estudiante en la zona de desarrollo próximo más profundo y efectivo
será su aprendizaje la idea es que tenga desafíos constantes.
Sin embargo, cuando el material por aprender está demasiado lejos de la zona de
aprendizaje consolidado, y el estudiante no puede lograr aprender ni con ayuda del otro,
estamos en zona de frustración.
5. Teorías Conductistas: Condicionamiento Clásico y Condicionamiento Operante:
Sus tres principales exponentes de dichas teorías fueron: Ivan Pavlov y John B. Watson como
precursores del Condicionamiento Clásico, y B.F. Skinner como padre del Condicionamiento
Operante.
Las teorías conductistas fueron importantes porque pusieron énfasis en cómo la interacción de un
individuo con su entorno influye en su comportamiento.
A pesar de que ambas teorías son importantes en el ámbito del aprendizaje, se ocupan sólo de
conductas observables. Por tanto, el desarrollo es considerado una consecuencia de recompensas
(o refuerzos) y castigos, y no tienen en cuenta a los pensamientos internos o sentimientos tal y
como son concebidos por los psicólogos cognitivos, sino que los consideran meras atribuciones a
conductas más difíciles de observar que los movimientos.
Albert Bandura se dio cuenta de que las teorías conductistas no explicaban el aprendizaje de los
individuos en su totalidad, puesto que subestiman la dimensión social del comportamiento
humano y la dimensión interna del sujeto, reduciéndola a una asociación que se produce debido a
repetidos ensayos. Por tanto, entendió que el aprendizaje y el desarrollo de los niños no puede
entenderse sin ambos componentes.