Flujo de Energía en Los Ecosistemas

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Flujo de energía en los ecosistemas

1.- ¿Cómo ingresa la energía a los ecosistemas?


La energía corresponde a la capacidad de realizar un trabajo y su comportamiento está regido por dos leyes.
La primera establece que, la energía puede transformarse de una clase a otra, pero no puede destruirse. Por
ejemplo, la energía lumínica proveniente del Sol se transforma en energía química en el proceso de
fotosíntesis.
La segunda ley indica que al pasar de una forma de energía a otra, una parte de esa energía se pierde en
forma de calor. Por lo tanto, cualquier cambio de una forma de energía a otra se produce una pérdida de
calor.
Es por esta razón, que un ecosistema no puede ser autoabastecido de energía en el corto plazo y que los
procesos naturales son irreversibles en cuanto al flujo de energía, es decir, el flujo de energía sigue una sola
dirección en el ecosistema.
Los seres vivos corresponden a sistemas termodinámicos de tipo abierto, lo que significa que son capaces de
intercambiar materia y energía con el entorno, por lo tanto, necesitan continuamente del aporte de energía y
materia para mantener su estructura y organización.
La contribución más grande de energía proviene del Sol.
Según la materia que los organismos utilizan como materia prima para obtener energía, se clasifican
en autótrofos, que corresponden a los que usan dióxido de carbono como fuente, y
como heterótrofos cuando la fuente es materia orgánica.
Según la fuente de energía que utilizan los seres vivos se clasifican como fotótrofos y quimiotrófos.
Los organismos quimioautótrofos utilizan los compuestos orgánicos como fuente de energía y el dióxido de
carbono como fuente de materia.
Los organismos fotoautótrofos, utilizan luz como fuente de energía y el dióxido de carbono como fuente de
materia.
Los organismos fotoheterótrofos, utilizan luz como fuente de energía y compuestos orgánicos como fuente de
materia.
Finalmente, los organismos quimioheterótrofos, utilizan compuestos orgánicos como fuente de materia, y a
su vez, estos son la fuente de energía.

2.- ¿Qué estudia la ecología?


La ecología es una ciencia que se encarga de reconocer y comprender las diferentes relaciones que existen
entre los organismos vivos y el medio en el cual habitan. Los seres vivos están en contacto permanente entre
sí, y también con el ambiente físico en el cual se desarrollan y que le entrega los recursos necesarios para
poder vivir, como el alimento, el agua, el oxígeno, y que también le permite descargar los desechos.
Los estudios ecológicos están organizados en distintos niveles, que aumentan en cuanto a complejidad. Cada
nivel se puede estudiar con autonomía y se ordenan de menor a mayor, es decir, los niveles más pequeños se
agrupan dentro de niveles mayores, lo que recibe el nombre de jerarquía ecológica. Todos los niveles de la
jerarquía ecológica implican seres vivos, y por ende, procesos vitales.
- Los organismos son el nivel de jerarquía menor y corresponden a seres vivos formados por un conjunto de
sistemas, órganos y tejidos, que poseen la capacidad de interactuar con su medio y reproducirse. Un
organismo forma una estructura material muy organizada y compleja, capaz de intercambiar con el entorno
materia y energía, y tiene la capacidad de desempeñar las funciones básicas de la vida, tales como, la
nutrición, la relación y la reproducción.
- La especie corresponde a un conjunto de individuos que proceden de antecesores comunes y que son
capaces de reproducirse entre sí, dando lugar a descendencia fértil.
- La población corresponde a un conjunto de individuos que pertenecen a una misma especie, que coexisten y
están interactuando unos con otro, pudiendo reproducirse entre sí, generando descendencia fértil.
- Las comunidades, corresponden a un nivel de
organización natural que incluyen a todas las poblaciones
de un área y en un tiempo determinado. La comunidad y
el medio ambiente funcionan juntos como un sistema
ecológico o ecosistema.
- Los ecosistemas corresponden comunidades de seres
vivos que interactúan entre sí, y con el medio ambiente en
el cual viven.
Las poblaciones por lo general, no viven aisladas, por lo
tanto, comparten un territorio y establecen relaciones
entre sí, formando una comunidad o biocenosis. El
territorio ocupado por una biocenosis y que presenta
características físicas y climáticas propias se
denomina biotipo.
Cuando las comunidades interactúan entre sí y con el
medio ambiente formando los ecosistemas. En ellos, hay
dos tipos de componentes, los no vivos que reciben el nombre de abióticos, o de biotipo, y corresponden por
ejemplo, al medio físico, como el agua, las rocas, y sus características, como la temperatura, la salinidad del
agua, o la acidez; y los componentes vivos o llamados bióticos, denominados también biocenosis.

La función que desempeña cada miembro de una


comunidad en el ecosistema que está integrado,
corresponde a su nicho ecológico, y se relaciona con
su comportamiento y las reacciones que tiene frente
al medio.
El nicho ecológico de un organismo depende del tipo
de alimentación, la temperatura que necesita, la
forma de reproducción, entre otras características.
Por ejemplo, el nicho ecológico de las orquídeas es
vivir sobre los troncos de los árboles (epífitas) y ser
un organismo productor. En cambio, el nicho de los
gallitos de las rocas es alimentarse de frutos de los
árboles, es decir, ser un consumidor herbívoro.
En la Naturaleza es muy difícil que el nicho de una
especie coincida exactamente con el de otra.
Siempre habrá pequeñas diferencias que les permitan evitar, en lo posible, la competencia.

3.- ¿Cómo se transfiere la energía en los ecosistemas?


Los seres vivos requieren de materia y energía para
llevar a cabo sus procesos vitales. Toda la energía
utilizada por los seres vivos proviene del Sol, la cual es
transformada y ya no vuelve a ser utilizada por ellos
mismos, dado que la energía que atraviesa un
ecosistema es unidireccional, es decir, fluye en una
sola dirección, que va desde los productores hasta los
consumidores, para pasar finalmente, a los
descomponedores.
La transferencia de materia entre los organismos vivos,
crea relaciones alimentarias. Por ejemplo, los
productores que corresponden a organismos autótrofos, convierten la materia inorgánica en materia
orgánica, que le servirán de alimento o formarán parte de su estructura. Posteriormente, los
organismos productores servirán de alimento a los consumidores herbívoros y estos a su vez a los carnívoros,
y la materia orgánica procedente de restos y de cadáveres de los seres vivos será transformada por
microorganismos descomponedores en materia inorgánica. Por lo tanto, es posible decir que la materia
constituye un ciclo cerrado en el ecosistema.

Las relaciones alimentarias que se establecen entre los


diferentes tipos de organismos que están presentes en la
biocenosis, reciben el nombre de cadenas tróficas. En
ellas, convergen los flujos de materia y energía.
Las plantas, que corresponden a los principales
organismos productores, elaboran su propio alimento a
partir de elementos no vivos, tales como, agua, sales
minerales, luz y gases de la atmósfera, como dióxido de
carbono; por lo tanto, son la base de la cadena trófica.
Luego, siguen los organismos herbívoros, que son aquellos
que se alimentan de plantas, y reciben el nombre
de consumidor primario, y luego lo organismos carnívoros,
que se alimenta de herbívoros, y por lo tanto corresponden a consumidores secundarios. También, es posible
encontrar organismos carnívoros, que se alimentan de otros carnívoros, y son consumidores terciarios.
Finalmente, todos los organismos son degradados o vueltos a transforma en materia inorgánica por hongos y
bacterias, que reciben el nombre de descomponedores.

Para establecer relaciones alimentarias entre los distintos


niveles tróficos, se utilizan las cadenas tróficas.
Las cadenas tróficas se establecen entre los seres vivos
presentes en un ecosistema, y se representan mediante
esquemas. En ellas, se muestra el proceso de transferencia
de materia y energía a través de una serie de organismos, en
el que cada uno se alimenta del anterior y es alimento del
siguiente.
Normalmente, un consumidor se alimenta de más de una
especie del nivel inferior y sirve de alimento a varias
especies del nivel superior. Entre las distintas cadenas
tróficas se establecen varias conexiones, por eso, para
explicar gráficamente ese complejo sistema de relaciones, se establecen redes tróficas.

Cada nivel de la cadena trófica se denomina eslabón. Cada eslabón obtiene la energía necesaria para la vida
del nivel inmediato anterior; y el productor la obtiene del Sol. Por lo tanto, la energía fluye a través de la
cadena. Durante el flujo de energía se produce una gran pérdida de ella en cada traspaso de un eslabón a
otro, por lo cual un nivel de consumidor alto recibirá menos energía que uno bajo. Es por esta razón, que la
longitud de una cadena trófica no va más allá de un consumidor terciario o cuaternario.
Cuando un eslabón desaparece, también desaparecen los eslabones siguientes, pues, se quedan sin alimento.
Además, se superpuebla el nivel inmediato anterior, pues, ya no existe su predador. También se desequilibran
los niveles más bajos.
RELACIONES EN LOS ECOSISTEMAS
Asociaciones e interacciones entre organismos
Cuando dos especies de un ecosistema tienen actividades o necesidades en común es frecuente que
interactúen entre sí. Puede que se beneficien o que se dañen o, en otros casos, que la relación sea neutra. Los
tipos principales de interacción entre especies son:
a) Competencia.
Cuando ambas poblaciones tienen algún tipo de efecto negativo una sobre la otra. Es especialmente acusada
entre especies con estilos de vida y necesidades de recursos similares. Ejs.: poblaciones de paramecios
creciendo en un cultivo común o escarabajos de la harina y el arroz.
Hay un principio general en ecología que dice que dos especies no pueden coexistir en un medio determinado
si no hay entre ellas alguna diferencia ecológica. Si no hay diferencias una acaba desplazando a la otra.

Efectos alopáticos
Algunos organismos eliminan a sus competidores por medio de sustancias químicas tóxicas. A esto se le
denomina alopatía. Así tenemos hongos que usan antibióticos, como la penicilina, para eliminar las bacterias
que podrían crecer a su alrededor. El brezo o el nogal también impiden, con venenos, que otras plantas
crezcan en sus proximidades. El Tamarix enriquece en sal el suelo en el que se asienta por lo que las plantas
no adaptadas a suelos salinos mueren

b) Depredación.
Se da cuando una población vive a costa de cazar y devorar a la otra (presas). En el funcionamiento de la
naturaleza resulta beneficiosa para el conjunto de la población depredada ya que suprimen a los individuos
no adaptados o enfermos y/o previenen la superpoblación. El guepardo es depredador de las gacelas de
Thomson o las águilas de los conejos.
c) Parasitismo.
Es similar a la depredación, pero el término parásito se reserva para designar pequeños organismos que viven
dentro o sobre un ser vivo de mayor tamaño (hospedador o huésped), perjudicándole.
La forma de vida parásita tiene un gran éxito; aproximadamente una cuarta parte de las especies de animales
son parásitas. Son ejemplo de esta relación las tenias, los mosquitos, garrapatas, piojos, muérdago, lampreas,
etc.
d) Comensalismo.
Es el tipo de interacción que se produce cuando una especie se beneficia y la otra no se ve afectada. Así, por
ejemplo, algunas lapas que viven sobre las ballenas. La lapa tiene un lugar seguro para vivir y facilidad para
alimentarse de plancton, mientras que la ballena no se ve ni perjudicada ni beneficiada.
e) Cooperación.
Se da cuando dos especies se benefician una a otra pero cualquiera de las dos puede sobrevivir por separado.
Sería el caso de las esponjas que viven sobre la concha de moluscos marinos.
f) Mutualismo.
Es el tipo de relación en el que dos especies se benefician entre sí hasta el extremo de que su relación llega a
ser necesaria para la supervivencia de ambas especies. Las abejas, por ejemplo, dependen de las flores para
su alimentación y las flores de las abejas para su polinización.
¿Qué es la salud reproductiva?

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud reproductiva es el estado de completo bienestar físico,
mental y social, en los aspectos relativos a la sexualidad y la reproducción en todas las etapas de la vida. Implica
que las personas puedan tener una vida sexual segura y satisfactoria, la capacidad de tener hijos y la libertad de
decidir si quieren tenerlos, cuándo y con qué frecuencia. Tanto el hombre como la mujer tienen derecho a estar
informados y tener acceso a métodos de regulación de la fertilidad seguros, eficaces y asequibles, así como a
disponer de servicios accesibles de planificación familiar y salud pública que permitan la adecuada asistencia
profesional a la mujer embarazada y aseguren que el parto se produzca de forma segura y garantice el nacimiento
de hijos sanos y sin discapacidad alguna.

Adaptar los servicios a las necesidades

El objetivo de los servicios de salud sexual y reproductiva es reducir la morbilidad y mortalidad materna mediante
el aumento de disponibilidad de servicios de calidad y el acceso a los mismos.

Las mujeres, especialmente aquellas que viven en países en desarrollo, sufren de forma
desproporcionada complicaciones durante el embarazo y el parto, embarazos no deseados, enfermedades de
transmisión sexual (incluyendo VIH), violencia sexual y de género y otros problemas relacionados con la salud
reproductiva. La carga que supone un estado de salud débil es aún mayor entre ciertos grupos de mujeres como
las refugiadas, las migrantes y las trabajadoras del sexo. De esta manera, las estrategias para ofrecer servicios a
estas poblaciones deben estar adaptadas a sus necesidades.

La aceptación y el acceso a los servicios mejoran si son gratuitos, sensibles a la cultura local y se ofrecen junto a
mensajes de promoción de la salud, involucrando a la comunidad en la toma de decisiones. Asimismo, es
importante enfatizar la responsabilidad compartida con los hombres y promocionar su participación en la salud
sexual y reproductiva, así como introducir servicios adaptados a las adolescentes ya que tienen necesidades
médicas específicas en este ámbito.

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