Flujo de Energía en Los Ecosistemas
Flujo de Energía en Los Ecosistemas
Flujo de Energía en Los Ecosistemas
Cada nivel de la cadena trófica se denomina eslabón. Cada eslabón obtiene la energía necesaria para la vida
del nivel inmediato anterior; y el productor la obtiene del Sol. Por lo tanto, la energía fluye a través de la
cadena. Durante el flujo de energía se produce una gran pérdida de ella en cada traspaso de un eslabón a
otro, por lo cual un nivel de consumidor alto recibirá menos energía que uno bajo. Es por esta razón, que la
longitud de una cadena trófica no va más allá de un consumidor terciario o cuaternario.
Cuando un eslabón desaparece, también desaparecen los eslabones siguientes, pues, se quedan sin alimento.
Además, se superpuebla el nivel inmediato anterior, pues, ya no existe su predador. También se desequilibran
los niveles más bajos.
RELACIONES EN LOS ECOSISTEMAS
Asociaciones e interacciones entre organismos
Cuando dos especies de un ecosistema tienen actividades o necesidades en común es frecuente que
interactúen entre sí. Puede que se beneficien o que se dañen o, en otros casos, que la relación sea neutra. Los
tipos principales de interacción entre especies son:
a) Competencia.
Cuando ambas poblaciones tienen algún tipo de efecto negativo una sobre la otra. Es especialmente acusada
entre especies con estilos de vida y necesidades de recursos similares. Ejs.: poblaciones de paramecios
creciendo en un cultivo común o escarabajos de la harina y el arroz.
Hay un principio general en ecología que dice que dos especies no pueden coexistir en un medio determinado
si no hay entre ellas alguna diferencia ecológica. Si no hay diferencias una acaba desplazando a la otra.
Efectos alopáticos
Algunos organismos eliminan a sus competidores por medio de sustancias químicas tóxicas. A esto se le
denomina alopatía. Así tenemos hongos que usan antibióticos, como la penicilina, para eliminar las bacterias
que podrían crecer a su alrededor. El brezo o el nogal también impiden, con venenos, que otras plantas
crezcan en sus proximidades. El Tamarix enriquece en sal el suelo en el que se asienta por lo que las plantas
no adaptadas a suelos salinos mueren
b) Depredación.
Se da cuando una población vive a costa de cazar y devorar a la otra (presas). En el funcionamiento de la
naturaleza resulta beneficiosa para el conjunto de la población depredada ya que suprimen a los individuos
no adaptados o enfermos y/o previenen la superpoblación. El guepardo es depredador de las gacelas de
Thomson o las águilas de los conejos.
c) Parasitismo.
Es similar a la depredación, pero el término parásito se reserva para designar pequeños organismos que viven
dentro o sobre un ser vivo de mayor tamaño (hospedador o huésped), perjudicándole.
La forma de vida parásita tiene un gran éxito; aproximadamente una cuarta parte de las especies de animales
son parásitas. Son ejemplo de esta relación las tenias, los mosquitos, garrapatas, piojos, muérdago, lampreas,
etc.
d) Comensalismo.
Es el tipo de interacción que se produce cuando una especie se beneficia y la otra no se ve afectada. Así, por
ejemplo, algunas lapas que viven sobre las ballenas. La lapa tiene un lugar seguro para vivir y facilidad para
alimentarse de plancton, mientras que la ballena no se ve ni perjudicada ni beneficiada.
e) Cooperación.
Se da cuando dos especies se benefician una a otra pero cualquiera de las dos puede sobrevivir por separado.
Sería el caso de las esponjas que viven sobre la concha de moluscos marinos.
f) Mutualismo.
Es el tipo de relación en el que dos especies se benefician entre sí hasta el extremo de que su relación llega a
ser necesaria para la supervivencia de ambas especies. Las abejas, por ejemplo, dependen de las flores para
su alimentación y las flores de las abejas para su polinización.
¿Qué es la salud reproductiva?
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud reproductiva es el estado de completo bienestar físico,
mental y social, en los aspectos relativos a la sexualidad y la reproducción en todas las etapas de la vida. Implica
que las personas puedan tener una vida sexual segura y satisfactoria, la capacidad de tener hijos y la libertad de
decidir si quieren tenerlos, cuándo y con qué frecuencia. Tanto el hombre como la mujer tienen derecho a estar
informados y tener acceso a métodos de regulación de la fertilidad seguros, eficaces y asequibles, así como a
disponer de servicios accesibles de planificación familiar y salud pública que permitan la adecuada asistencia
profesional a la mujer embarazada y aseguren que el parto se produzca de forma segura y garantice el nacimiento
de hijos sanos y sin discapacidad alguna.
El objetivo de los servicios de salud sexual y reproductiva es reducir la morbilidad y mortalidad materna mediante
el aumento de disponibilidad de servicios de calidad y el acceso a los mismos.
Las mujeres, especialmente aquellas que viven en países en desarrollo, sufren de forma
desproporcionada complicaciones durante el embarazo y el parto, embarazos no deseados, enfermedades de
transmisión sexual (incluyendo VIH), violencia sexual y de género y otros problemas relacionados con la salud
reproductiva. La carga que supone un estado de salud débil es aún mayor entre ciertos grupos de mujeres como
las refugiadas, las migrantes y las trabajadoras del sexo. De esta manera, las estrategias para ofrecer servicios a
estas poblaciones deben estar adaptadas a sus necesidades.
La aceptación y el acceso a los servicios mejoran si son gratuitos, sensibles a la cultura local y se ofrecen junto a
mensajes de promoción de la salud, involucrando a la comunidad en la toma de decisiones. Asimismo, es
importante enfatizar la responsabilidad compartida con los hombres y promocionar su participación en la salud
sexual y reproductiva, así como introducir servicios adaptados a las adolescentes ya que tienen necesidades
médicas específicas en este ámbito.