CRITICA AL CASO TELEAMAZONAS. Parte CP
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Solo el voto concurrente de los Doctores Alfonso Luz Yunez y Manuel Viteri Olvera hacen
un análisis de los derechos que ellos consideran vulnerados: debido proceso y tutela
judicial.
2. Juzgamiento Administrativo: Sancionó en base a un procedimiento reglamentario
“[…] es preciso tomar en cuenta que las sanciones administrativas son, como las penales,
una expresión del poder punitivo del Estado y que tienen, en ocasiones, naturaleza similar a
la de éstas. Unas y otras implican menoscabo, privación o alteración de los derechos de las
personas, como consecuencia de una conducta ilícita. Por lo tanto, en un sistema
democrático es preciso extremar las precauciones para que dichas medidas se adopten con
estricto respeto a los derechos básicos de las personas y previa una cuidadosa verificación
de la efectiva existencia de la conducta ilícita. Asimismo, en aras de la seguridad jurídica es
indispensable que la norma punitiva, sea penal o administrativa, exista y resulte conocida, o
pueda serlo, antes de que ocurran la acción o la omisión que la contravienen y que se
pretende sancionar. La calificación de un hecho como ilícito y la fijación de sus efectos
jurídicos deben ser preexistentes a la conducta del sujeto al que se considera infractor. De
lo contrario, los particulares no podrían orientar su comportamiento conforme a un orden
jurídico vigente y cierto, en el que se expresan el reproche social y las consecuencias de
éste. Estos son los fundamentos de los principios de legalidad y de irretroactividad
desfavorable de una norma punitiva”1.
Con este análisis la Corte IDH no manifiesta que las sanciones administrativas estén
tipificadas en leyes, la condición que señala es que las canciones sean aplicadas con
posterioridad al cometimiento de la acción u omisión, además, que las conductas a ser
sancionadas estén debidamente descritas para que la población pueda entender la
consecuencia de algún acto u omisión. Además, hay que tomar ejemplo los reglamentos
sobre sanciones administrativas por temas de conducta, o los reglamentos que diversos
órganos de control emiten para regular conductas y establecer sanciones, que si bien no
tienen carácter de ley regulan situaciones particulares y punitivas, sin embargo, estos
procesos deben llevarse con el debido proceso.
En el presente caso la SUPERTEL no vulneró el derecho a la legalidad.
1
Corte Interamericana de Derechos Humanos, Caso Baena Ricardo y otros Vs. Panamá., párr, 106
3. No consideró el Art. 66, numeral 6.
La Relatoría Especial para la Libertad de Expresión ha manifestado que “la libertad de expresión no es
un derecho limitado a los comunicadores sociales o a aquellas personas que ejercen este derecho a
través de los medios de comunicación. El derecho a la libertad de expresión abarca expresiones
artísticas, culturales, sociales, religiosas, políticas o de cualquier otra índole”.2
Las cortes de instancia mezclaron el contenido de dos derechos en la constitución, el del Art.18 y del
Art.66.4. Este último se refiere a la libertad de expresión y pensamiento en abstracto. El artículo que se
señaló como violado fue el 18 relativo a la información y comunicación, en donde la constitución en el
numeral uno general una regla constitucional para definir lo que significa informar; mientras que el
derecho a la libertad de expresión es un principio constitucional.
En este sentido, las cortes de instancia desconocieron las diferencias sustanciales que la
constitución señala en su texto entre estos dos derechos. Sobre la libertad de expresión no
debieron pronunciarse.
2
CIDH. Informa Anual de la Relatoría Especial para la Liberta de Expresión, 2000. Párr.8.
3
Cfr. Corte IDH, La Colegiación Obligatoria de Periodistas (Arts. 13 y 29 Convención Americana
sobre Derechos Humanos). Opinión Consultiva OC-5/85 del 13 de noviembre de 1985. Serie A No.
5. Párr.31-33.
representa, por tanto, un derecho de cada individuo; pero implica también, por otro lado, un derecho
colectivo a recibir cualquier información y a conocer la expresión del pensamiento”.4
Sobre la dimensión social de la libertad de expresión, la Corte IDH en el mismo caso “La Última
Tentación de Cristo” (Olmedo Bustos y otros) Vs. Chile estableció que este derecho sirve como un
medio de intercambio de ideas e información entre personas; que además contiene el derecho a
comunicar a otras su pensamiento, pero implica también el derecho de todas a conocer opiniones,
relatos y noticias. Para todos los seres humanos es importante, tanto el conocimiento de la
opinión ajena o de la información que disponen otros como el derecho a difundir la propia.5 Cabe
mencionar que el orden público dentro de una sociedad democrática, significa la posibilidad de
circulación de noticias, ideas y opiniones, así como el más amplio acceso a la información por
parte de la sociedad en su conjunto;6es por ello, que la libertad de expresión es indispensable para
la formación de la opinión pública. Por ende, es posible afirmar que una sociedad que no está bien
informada no es plenamente libre.7
En este sentido, las cortes de instancias como no comprenden el contenido del derecho a la libertad
de expresión y no entienden la dimensión social del derecho, que una de sus acepciones es la
información no le brindan ningún tipo análisis. En este sentido, las cortes evitaron pronunciarse
sobre la sanción con respecto al mal uso de la información al no atenerse a la regla constitucional
4
Corte IDH. Caso “La Última Tentación de Cristo“(Olmedo Bustos y otros) Vs. Chile. Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 5 de febrero de 2001. Serie C No. 73. Párr.64
5
Cfr. Corte IDH. Caso “La Última Tentación de Cristo” (Olmedo Bustos y otros) Vs. Chile. Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 5 de febrero de 2001. Serie C No. 73. Párr.66.
6
Sergio García Ramírez, Alejandro Gonza. La libertad de expresión en la jurisprudencia de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos. San José, Corte Interamericana de Derechos Humanos,
2007. Pág.17.
7
Cfr. Corte IDH, La Colegiación Obligatoria de Periodistas (Arts. 13 y 29 Convención Americana
sobre Derechos Humanos). Opinión Consultiva OC-5/85 del 13 de noviembre de 1985. Serie A No.
5. Párr. 69-70
8
Cfr. Corte Constitucional Colombiana, Sentencia No. T-047/93, 1993, punto.8.
5. No dilucidó temas de mera legalidad y posible impugnación en sede administrativa
o judicial contenciosa (parte conclusiva).
Los fines de la acción de protección eran netamente pecuniarios, las medidas de reparación
integral no eran para la reparación integral de los derechos alegados como violados. En este
sentido, el procedimiento debió haber sido en sede judicial al tratarse de daños materiales
de índole pecuniario y no una reparación integral de derechos (indemnizaciones, medidas
de satisfacción y medidas de no repetición).
El voto concurrente de los Doctores Alfonso Luz Yunez y Manuel Viteri Olvera se hace un
análisis sobre la pertinencia que el mismo estado accione garantías jurisdiccionales, ya que
están fueron creadas para frenar el posible abuso que este cometa. Los jueces en este
análisis señalan que el nuevo contexto constitucional abre el abanico de posibilidades para
que estas situaciones se realicen. Sin embargo, considero que la Corte Constitucional
debería delimitar qué garantías y en qué circunstancias pueden ser activadas por el estados
y por las personas jurídicas, ya que estas están diseñadas para las personas naturales. En
base a este criterio las personas jurídicas no son beneficiarias del Sistema Interamericano
de Derechos Humanos.
En primer lugar, es necesario señalar que las personas jurídicas no pueden ser consideradas
víctimas en el Sistema IDH. La CADH establece que persona es todo ser humano,9 lo que no
comprende a las personas jurídicas. Esta postura ha sido ratificada por la CIDH al afirmar “que
Si bien es cierto que el Sistema Europeo de protección a los derechos humanos protege a
9
Cfr .Convención Americana de Derechos Humanos. Art.1.2
10
CIDH, Banco de Lima. CIDH, Informe Nº 10/91, Caso 10.169, Perú, Informe Anual 1990-1991,
considerando No.1.
como sí lo hace el Protocolo no. 1a la Convención Europea de Derechos Humanos,11 En el
Sistema IDH no existe ningún protocolo adicional que establezca a las personas jurídicas como
presuntas víctimas.
En base a lo antes expuesto, la Corte IDH en el caso Cantos Vs. Argentina, determinó que los
obligaciones de las personas físicas que las constituyen o las representan.12 Esta sentencia es
aplicable en el caso sub judice por las siguientes razones: (i) la sentencia mencionada hace
referencia a que detrás de las personas jurídicas existen personas naturales y, por lo tanto, solo
éstas son las beneficiarias de la protección del Sistema; y, (ii) este caso establece las violaciones
de los derechos de las personas jurídicas a través de los perjuicios a sus accionistas y
representantes. Esta posición es compartida por la Comisión en el presente caso, es por eso que
Además, enmarcado a lo dispuesto en la CADH, la OEA dispuso que las presuntas víctimas
son exclusivamente las personas naturales, ya que son éstas quienes han adquirido las
obligaciones y los derechos en representación de las personas jurídicas, y son las únicas
de peticiones de personas jurídicas sí son estas las víctimas directas del caso,14 es así que la
misma Comisión ha servido como filtro para no admitir peticiones en las cuales personas
11
Cfr. Corte IDH. Caso Cantos Vs. Argentina. Excepciones Preliminares. Sentencia de 7 de septiembre de
2001. Serie C No. párr. 85. 27, 28 y 29.
12
Cfr. Corte IDH, Caso Cantos Vs. Argentina, op. cit., párr. 27
13
Cfr. Secretaría General de la Organización de Estados Americanos, El Sistema Interamericano para la
Protección de los Derechos Humanos, en Anuario Jurídico Interamericano, Washington,D. C., 1982, pág. 123.
14
Cfr. CIDH, Bernard Merens y Familia v. Argentina, Informe Nº 103/99, Inter-Am. C.H.R.,
OEA/Ser.L/V/II.106 Doc. 3 rev. en 307 (1999).párr.15.
jurídicas sean presuntas víctimas, dándole verdadero sentido al Sistema IDH, como ya lo hizo
10. No se ejerció el Derecho previo a la Réplica por parte del Estado, en tiempo,
espacio y tamaño.
Los jueces de instancia debieron solicitar información a los medios de
comunicación si el estado solicitó ejercer el derecho a la réplica y rectificación
sobre la información que sancionó. Debido a que si el medio de comunicación
impedía el ejercicio de este derecho o no lo realizaba de manera proporcional la
sanción hubiese sido más razonable.
12. La acción extraordinaria de protección se presenta debido a que existe una sentencia
apelada desfavorable al Estado.
Si bien la acción la presenta el mismo estado por ser desfavorable para sí mismo,
encuentro coherente la decisión en vista del análisis muy simple de las cortes de
instancia sobre los derechos que se alegaron como vulnerados. Sin embargo, la Corte
Constitucional se limita en razonar temas procesales y procedimentales más que la
eventual vulneración de derechos o fallas en el debido proceso.
13. La corte constitucional jamás expulsó del sistema jurídico el acto administrativo
sancionador.
Los actores antes las cortes de instancia señalaron que la aplicación de la Ley de
Radiodifusión y Televisión era inconstitucional ipso iure, sin embargo nunca elevaron a
consulta a la Corte Constitucional. Además, la Corte Constitucional no hace un examen
de constitucionalidad de esta norma a pesar de haber sido generado este argumento en
todo el proceso.
CONSIDERACIONES DE LA CORTE:
La Corte sostuvo que para tutelar, proteger y remediar las situaciones que devengan de los
errores de los jueces, se incorporó a la Constitución de 2008 la Acción Extraordinaria de
Protección, así, la labor de los jueces que de manera general radica en la aplicación del
derecho común, tendría un control que deviene de jueces constitucionales, cuya labor se
centraría a verificar que dichos jueces, en la tramitación de las causas, hayan observado las
normas del debido proceso, la seguridad jurídica y otros derechos constitucionales, en uso
del principio de la supremacía constitucional.
Por otro lado, la Corte estableció que los hechos y las normas que se desprendían del caso,
dieron la certeza de que la acción extraordinaria de protección fue conocida y resuelta, en
primera instancia, por la Jueza Octava de la Niñez y Adolescencia y, en segundo nivel, por
la Primera Sala Especializada de Garantías Penales de la Corte Provincial de Pichincha, por
lo tanto se agotaron los recursos ordinarios y extraordinarios dentro del término legal.
Respecto a la tercera pretensión del accionante, que a partir del acto inconstitucional se
declare la reparación integral pertinente, la Corte señaló que la reparación integral es un
elemento propio de las garantías jurisdiccionales de los derechos constitucionales, y no del
control de constitucionalidad.