Legislacion Peruana Sobre El Suicidio
Legislacion Peruana Sobre El Suicidio
Legislacion Peruana Sobre El Suicidio
l. CUESTIÓN PREVIA
La palabra "suicidio" provine de las voces latinas "sut (de sí mismo) y "cidium"
(asesinato o muerte), esto es, matarse a sí mismo. De allí que se defina al suicidio
como el acto voluntario de quitarse uno mismo la vida. Es común en la doctrina
afirmar: para que haya suicidio, solo basta que el sujeto dirija su voluntad a
producir su muerte.
Como veremos más adelante, de la forma como aparece redactado el tipo penal
que tipifica la instigación o ayuda al suicidio, se desprende con claridad meridiana
que en nuestro sistema penal, como en otros existentes en el mundo, por razones
de política criminal el suicidio voluntario no es reprimible penalmente.
Roy Freyre), comentando el presente ilícito penal que de manera parecida estaba
regulado en el Código Penal derogado de 1924, certeramente señala que si el
sujeto ha consumado su decisión suicida, la que en última instancia solo él
controla, pierde sentido una sanción post mortem. Es más, con el argentino
Buompadre podemos aseverar que la finalidad preventivo-represiva que
caracteriza a la sanción penal pierde toda su eficacia frente a este hecho. Por otro
lado, si el suicidio se ha frustrado, la amenaza de la pena tal vez habrá de
constituir un motivo más que, agregado a los ya existentes, precipitaría un nuevo
intento, en esta oportunidad tomando todas las precauciones para no fallar.
Por su parte el profesor Bramont Arias, sostiene que el suicidio, por sí mismo, no
constituye delito, no tanto por la imposibilidad de reprimirlo (lo cual no subsiste en
el caso de la tentativa), sino porque el derecho, que es relación de hombres, no se
ocupa de las acciones que no salen de la esfera personal del individuo. Pero, el
hecho que el suicidio sea penalmente indiferente, no excluye que el suicidio
constituya una acción moral y socialmente dañosa.
3. TIPICIDAD OBJETIVA
El tipo penal del artículo 113 del C.P. regula dos acciones delictivas claramente
diferenciables:
De esa forma, los actos de instigación deben estar orientados a una persona
individualizada. No se presenta la figura delictiva cuando por efecto de obras de
literatura se producen muertes masivas. Asimismo, el sujeto activo debe valerse
de argumentos serios, verbal izados o explicitados de cualquier forma, siendo
suficiente que hagan nacer en la víctima la decisión de quitarse la vida
voluntariamente.
La instigación, para ser punible, debe ser directa y convincente. Directa, implica
que la influencia tiene que ser personal, sin intermediarios. Convincente, significa
que la instigación debe ser suficiente para determinar la voluntad del instigado a
quitarse la vida, quedando descartado este carácter cuando existe animus jocandi.
b. Ayuda al suicidio. Aparece este supuesto delictivo cuando el sujeto activo ayuda
directa o indirectamente a que la víctima, en forma voluntaria, ponga fin a su vida.
El verbo ayudar comprende todos aquellos comportamientos ejecutivos que, de
algún modo, favorecen la extinción de la vida del suicida. Es imprescindible que el
agente no participe en los actos de ejecución de la muerte misma del suicida. La
ayuda puede manifestarse antes del suicidio (proveyendo el arma, el veneno, etc.)
o durante su ejecución (montar guardia para impedir la intervención de un tercero,
desviar la vigilancia, etc.).
En ese sentido, no compartimos la tesis adoptada por Roy Freyre, quien basado
en el penalista chileno Politoff, afirma que el auxilio al suicidio es un delito que solo
puede realizarse por acción strictu sensu. Si el agente, por su posición de garante,
tenía el deber jurídico de evitar el suicidio, pero se abstuvo de intervenir por querer
la muerte de la víctima, a pesar que tuvo la posibilidad real de evitar la muerte, tal
conducta se tipificará como homicidio por comisión omisiva.
Por otro lado, entre el acto doloso del agente y el suicidio mismo debe existir un
nexo de causalidad imprescindible. Sólo se puede hablar de delito cuando la
acción u omisión tiene el objetivo de ayudar o cooperar para que una persona
logre su finalidad de quitarse la vida. Igualmente, si la víctima ya tuviese el plan
preconcebido de suicidarse, el delito no quedaría excluido, si la acción vigoriza,
fortalece o elimina las vacilaciones de la víctima, porque siempre habría
coeficiente causal en la acción del sujeto activo.
Puede ser también cualquier persona libre y consiente. Sólo pueden ser víctimas
aquellas personas que tienen capacidad para entender el significado de suicidio,
es decir, si la persona no entiende ya sea por la edad, defecto físico o psíquico, el
significado de quitarse la vida, no podrá ser sujeto pasivo de las acciones
delictivas en comentario. Si la conducta del sujeto activo se dirige a este tipo de
personas, cometerá homicidio.
En ese sentido, bien señala Bramont Arias que al ser la víctima un inimputable o
un incapaz de autodeterminarse, se convierte en un mero "instrumento" del sujeto
activo que, al tener el dominio del hecho, actúa en realidad como un autor de
homicidio o de asesinato según sea el caso. En cambio, sin exponer mayores
razones, Roy Freyre afirma que "cualquiera puede tener esta calidad jurídico
penal, sea mayor o menor de edad, con salud o sin esta".
4. TIPICIDAD SUBJETIVA
5. CONSUMACIÓN
Ambos hechos punibles descritos y explicados son de mera actividad. Basta que
se constate que el agente ha hecho nacer en su víctima la idea de suicidarse y
esta se dispusiera hacerlo o, en el otro caso, ayudase a cumplir su resolución o
decisión de quitarse su vida para estar frente a un delito consumado. Es
irrelevante si el sujeto pasivo logró o no su objetivo de suicidarse. Basta que haya
comenzado a ejecutar el suicidio. Aquí, la consumación del suicidio o la tentativa
del suceso tienen el mismo valor a efectos de perfeccionarse el hecho punible.
Ambas hipótesis están sometidas a la misma escala penal.
6. TENTATIVA
SUICIDIOS EN EL PERÚ
En lo que va del año, más de 100 suicidios se han registrado en el Perú, debido a
decepciones amorosas, conflictos de pareja, celos, problemas
económicos, enfermedades terminales, entre otras causas, cuyo trasfondo en el
80 por ciento de los casos es la depresión, informó hoy el Instituto Guestalt de
Lima (IGL).
El psicoterapeuta Manuel Saravia Oliver, director de dicho centro especializado en
salud mental, señaló que el suicidio representa un problema de salud pública muy
importante en el país, ya que el 90% autoeliminaciones se debe a problemas
mentales no diagnosticados ni tratados oportunamente.
"Se estima que diariamente se reportan entre dos y cuatro casos nuevos, muchos
de los cuales no llegan a formar parte de las estadísticas oficiales", mencionó
además que el suicidio puede evitarse si fortalecemos una buena autoestima de la
población, si se mantienen relaciones saludables entre los familiares y amigos, si
hay una relación estable con la pareja y si se respetan las creencias religiosas o
espirituales."La familia juega un factor sumamente importante para la prevención
del suicidio, ya que el 90% de personas que se han autoeliminado han expresado
sus propósitos a través de amenazas dentro del hogar".
Respecto al perfil de un suicida, indicó que, por lo general, éste es demasiado
sensible ante el fracaso, se siente inferior a los demás, ya que ve el futuro con
temor y vergüenza, e incluso se deprime con mayor facilidad.
El especialista sostuvo que tienen más factores de riesgo aquellos menores que
provienen de hogares donde hubo situaciones de violencia, como abandono de
uno de los padres, maltrato físico o psicológico, entre otros problemas.Igualmente
otro grupo poblacional más vulnerable es el de las mujeres. "Antes la relación era
que por cada tres varones existía un mujer; sin embargo, ahora se estima que por
cada dos hombres, tenemos una fémina".
Saravia advirtió que una identificación precoz y un tratamiento oportuno de los
trastornos mentales son una importante estrategia preventiva. "Debemos prestar
atención a las personas con trastorno de estado de ánimo para poder ayudarlos".
Recomendó a los familiares y amigos de personas deprimidas, tomarse en serio
todas las amenazas relacionadas al suicidio, indagar el riesgo en todo paciente
que presenta accidentes frecuentes y consumo reiterado de alcohol o drogas.
También sugirió considerar la posibilidad del suicidio en aquellas personas que
han sufrido acontecimientos traumáticos previos, tales como duelo reciente,
pérdidas u otros acontecimientos estresantes.Rechazó que la intención de
quitarse la vida ocurra por un acto impulsivo, ya que "el suicida lo va maquinando
en el transcurso de días, meses y hasta años. Por ello, hay que estar alertas a los
cambios de ánimo y, sobre todo, al aislamiento social", acotó. "En todos los casos,
los intentos de suicidio tienen serias consecuencias también sobre familiares y
amigos, dada la carga emocional que suponen y el temor que despierta la
posibilidad de repetir los intentos, lo que suele tener un efecto muy profundo y
duradero".Otros estudios en el INSM-Honorio Delgado y Hogushi revelaron que en
los últimos años se ha incrementado la atención hacia los trastornos psiquiátricos
en niños y adolescentes, detectándose un aumento paulatino de la incidencia de
dichos trastornos En un estudio, donde se evaluaron niños y adolescentes
atendidos en servicios de psiquiatría entre los años 1992 y 2001, se encontró que
la frecuencia de consultas por depresión aumentó de 0,5% a 15,4%; mientras que
las consultas por problemas de hiperactividad y déficit de atención aumentaron de
1,2% a 13,6% a lo largo de los años. Asimismo, la convergencia de trastornos en
un mismo individuo también se incrementó durante el periodo de años analizado.
El Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), se considera un
desorden de etiología multifactorial, frecuente en niños.
Generalmente el diagnóstico no suele establecerse hasta que el niño comienza
la escuela primaria y la situación de aprendizaje formal requiere patrones de
comportamiento muy definidos. Los métodos de medición de prevalencia y los
criterios diagnósticos de este trastorno son aún controversiales; el DSM IV
considera una prevalencia entre 3 y 5% de niños en edad escolar, pero hay un alto
grado de variabilidad. De acuerdo a diferentes autores la prevalencia varía entre 3
y 30% en la población general. En la mayoría de estudios hay predominio de
varones sobre mujeres y en algunos con una relación de 3,88/1.
La depresión es un trastorno psiquiátrico prevalente en las diversas etapas de la
vida: niñez, adolescencia y adultez. En nuestro medio se han realizado estudios
sobretodo en el grupo de adultos y adolescentes. Los trastornos del ánimo en
niños en edad preescolar son extremadamente raros, estimándose que la tasa de
depresión mayor es de 0,3% en la comunidad y 0,9% en población clínica. En la
población en edad escolar la prevalencia de depresión mayor es 2% y en
adolescentes 5%
Según el Estudio Epidemiológico Metropolitano en Salud Mental 2002 (EEMSM) el
episodio depresivo es el trastorno clínico más frecuente en adolescentes (8,6%),
de ellos 29,1% "alguna vez en su vida ha presentado deseos suicidas", mientras
que 3,6% de los adolescentes que intentaron hacerse daño alguna vez, considera
aún el intento de suicidio como una posibilidad de solución a sus problemas En
otro estudio realizado en adolescentes de la ciudad de Huancayo, se encontró una
prevalencia de 12,08%, de acuerdo a puntajes obtenidos en el Inventario de
Depresión para niños y Adolescentes de Kovacs (CDI) y gracias a la aplicación
concurrente de una entrevista semi-estructurada. Otro estudio encontró una
prevalencia de síntomas depresivos en niños en edad escolar de hasta 36,4%.
Una de las repercusiones graves de la depresión en niños y adolescentes, es el
suicidio. En un estudio realizado en pacientes menores de 18 años, que fueron
admitidos en el Hospital Nacional Cayetano Heredia por intento de suicidio; se
encontró depresión mayor en 91,7% y distimia en 79,2% como diagnósticos más
frecuentes.
Existen estudios que describen comorbilidad psiquiátrica como anorexia nerviosa,
desorden de ansiedad por separación, ansiedad generalizada y TDAH, con
depresión mayor. Inclusive algunos han encontrado mayor frecuencia de TDAH en
niños menores con depresión y mayor frecuencia de trastornos por dependencia y
abuso de sustancias, en adolescentes con depresión.
En niños con TDAH se ha descrito síntomas de depresión entre 14,7 y 75%,
dependiendo del estudio epidemiológico o clínico. Sin embargo, no todos los
investigadores han obtenido estos resultados. Además, la depresión es el
diagnóstico mas frecuente en pacientes con intento suicida por esta razón es
importante investigar si los niños con TDAH y síntomas depresivos pueden tener
mayor riesgo.
El objetivo de este estudio fue determinar la frecuencia de síntomas depresivos en
pacientes con TDAH, y su asociación con la edad, sexo y comorbilidad
psiquiátrica.
Suicidios en Jóvenes y personas de mediana edad:
Se pueden hallar motivaciones para el suicidio entre personas de todas las
sociedades, aunque predominan en personas jóvenes y de mediana edad. Su
estado emocional es de dependencia, falta de madurez, impulsividad, etc. Con su
conducta suicida expresan rabia o sus sentimientos de repulsión para forzar un
cambio en la persona que los rechaza o le provoca sentimientos de culpa. Este
comportamiento es de características verbales.
Es menos frecuente la explicación o la necesidad de expresar el remordimiento
que la persona siente por haber hecho algo en sus relaciones con otros, y con
respecto a la muerte, no obstante su comportamiento suicida por lo general la
persona no quiere morir.
La acción suicida del individuo quiere dar a entender las presiones y tensiones
interiores y satisfacer necesidades internas (lo típico es que esto ocurra después
de haber sufrido la pérdida de un ser querido, o que se sienta incapaz de
hacer trabajo alguno). Su estado anímico de depresión, retraimiento, agotamiento
físico y emocional; puede presentarse como necesidad de explicación y penitencia
por su sentimiento de culpa.Hay casos de suicidas que es difícil distinguir si
predominan motivaciones interpersonales o intrapersonales. Parece ser que
ambas actúan de igual forma, pero no con la misma fuerza en los diferentes
momentos. Muchas veces se observan síntomas de dependencia frustrada,
hostilidad y agresividad; tal vez por la repulsión sentida o masoquismo, así como
el elemento de ordalía que es visible en gran ambivalencia, en cuanto a morir y en
la fuerte tendencia a entregar la propia fuerza al destino.
La agresión es una conducta cuya finalidad es causar daño a un objeto o persona.
La conducta opresiva en el ser humano, puede interpretarse como una
manifestación de un sentimiento o pulsión de destrucción, como reacción que
aparece ante cualquier tipo de frustración o como respuesta aprendida ante
situaciones determinadas.
Internet influye en el 10% de suicidios de adolescentes y niños:
El director del Centro de Prevención del suicidio del Hospital Hideyo Delgado
Noguchi, Freddy Vásquez, advirtió que entre los niños y adolescentes que desean
incurrir a la penosa práctica del suicidio, el 10% de estos lo hacen influenciados
por lo que ven en Internet.
De acuerdo al especialista, jóvenes de distintas partes del mundo
difunden imágenes suicidas y comparten sus malas experiencias, incluso
aconsejan que acabar con la vida propia es la mejor alternativa de solución ante
cualquier depresión, conflicto o problema.
Vásquez mencionó que las primeras personas que advierten una alteración en el
comportamiento del niño o adolescente suicida son los amigos y profesores,
recomendó brindar confianza a la persona afectada y dialogar con ella.
Vázquez mencionó que más del 50% de los suicidas tienen la plena convicción de
querer acabar con su vida y el resto utiliza la tentativa de suicidio para llamar la
atención de su entorno.
Tras ser víctima de constantes burlas en el colegio y tener una fuerte discusión
piernas.
Después de seis meses de dicho intento, Sonia no recuerda el dolor físico, sino el
mundo. Esta suma supera a las cifras de decesos por homicidios, conflictos