Guía Plano de La Expresión
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Guía Plano de La Expresión
I. EL NARRADOR:
a. Narrador protagonista:
b. Narrador testigo.
Ejemplo:
“No es nada fácil para mí, desde la cama metálica reluciente de la clínica y bajo la
doble vigilancia de la mirilla y del ojo de Bruno, reconstruir la humareda perezosa de los
fuegos de hojarasca cachubas y los rayos oblicuos de una lluvia de octubre. Si no tuviera
mi tambor, que, tratado con paciencia y habilidad, me va dictando todos los pormenores
necesarios para verter al papel lo esencial, y si no contara además con la autorización
del establecimiento para tocarlo de tres a cuatro horas diarias, sería yo ahora un pobre
hombre sin abuelos conocidos.”
Günter Grass: El tambor de hojalata
En el discurso narrativo la voz narrativa es quien organiza la historia del relato, dando
protagonismo a los personajes, dejándolos hablar cuando lo considera conveniente. La
voz narrativa puede reproducir textualmente las palabras de los personajes para
distanciarse de ellos y lograr una mayor objetividad, o puede acercarse a ellos incluyendo
su discurso dentro del propio.
“Año de la Lucha Contra la Corrupción y la Impunidad”
“Decenio de la Igualdad de Oportunidades para Mujeres y Hombres”
Existe una variedad de alternativas para referirnos a la voz de los personajes. Para el
desarrollo de nuestra Ficha de Análisis debemos identificar si la reproducción de la voz
de los personajes es de estilo directo o se trata de un estilo indirecto.
Ejemplos:
Cuando Manuel cerró la puerta dijo: - ¡Ahora soy feliz! Luego corrió hacia la playa…
—Eso es lo que está buscando este mocoso —dijo, como para sí, pero en voz alta—. Que
me dé un ataque al corazón y me muera. . .
Ricardo había vuelto lenta y silenciosamente a asomarse a la puerta de la cocina. Había
recogido, incluso, su camisa del suelo.
—Ahí vas a estar contento, ahí vas a estar contento —prosiguió Clara, advirtiendo su
reaparición—. Ahí sí. Ahí ya no vas a tener a la pobre vieja imbécil controlándote, ahí vas a
estar feliz. Eso es lo que querés. Eso.
La pura verdad, de Roberto Fontanarrosa
Desconcertado, sabiendo que los niños esperaban una explicación inmediata, José Arcadio
Buendía se atrevió a murmurar:
-Es el diamante más grande del mundo.
-No –corrigió el gitano-. Es hielo.
Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez
“Año de la Lucha Contra la Corrupción y la Impunidad”
“Decenio de la Igualdad de Oportunidades para Mujeres y Hombres”
Ejemplo:
Cuando Manuel cerró la puerta ¡Ahora soy feliz! Luego corrió hacia la playa…
Ándate tranquila que estoy bien y no me falta nada. Sí, mamá, sí, diez minutos
queriendo saber si me duele aquí o más allá…
La señorita Cora, de Julio Cortázar.
Cuando Manuel cerró la puerta dijo que en ese momento era feliz. Luego corrió hacia la
playa…
Y una de las alumnas, que había venido a la capital desde un pueblo perdido en el campo,
se quedó charlando conmigo. Me dijo que ella, antes, no hablaba ni una palabra, y riendo
me explicó que el problema era que ahora no se podía callar. Y me dijo que ella quería
al maestro, lo quería muuuuuucho, porque él le había enseñado a perder el miedo de
equivocarse.
Pero bien que se lo dije, bien que le pregunté si estaba segura de que tenía que
irme. Me preguntó si me dolía el apéndice y le dije que no, que esa noche
estaba bien.
“La señorita Cora”, Julio Cortázar
“Año de la Lucha Contra la Corrupción y la Impunidad”
“Decenio de la Igualdad de Oportunidades para Mujeres y Hombres”
Pero Leticia no estaba asustada y dijo que si algo sucedía, ella era la única responsable.
El narrador dice lo que dijo el personaje pero introduciendo por momentos elementos
del discurso original del personaje. El narrador no emplea verbo introductorio, se
refiere al personaje con pronombres de tercera persona y transforma los tiempos
verbales, pero se abstiene de usar las introducciones “él dijo”, “él preguntó”, etc. Es
un discurso a medio camino entre el discurso indirecto y el directo. Puede retener
elementos del discurso original como exclamaciones y vocativos.
Es libre (sin verbo introductorio) y más o menos oblicuo (por la trasposición de tiempos
verbales y deícticos).
Ejemplos:
Cuando Manuel cerró la puerta, en ese momento era feliz. Luego corrió hacia la playa…
Por lo tanto, al analizar el estilo de un texto, debemos proceder de acuerdo a los siguientes
pasos:
1º. Establecer cuáles son los recursos lingüísticos predominantes en el texto;
2º. Estudiar en qué parte/s de la obra predominan dichos recursos;
3º. Estudiar las características predominantes de cada recurso (en la mayoría de los
adjetivos destacan rasgos de los rostros de los personajes, o bien, las anáforas tienden
a enfatizar
4º. Las características asfixiantes de ciertos espacios, etc.);
5º. Establecer las razones de la utilización de los recursos, en otras palabras, vincular los
recursos
utilizados con el contenido del texto.
Lo que de ninguna manera debe suponerse es que el análisis del estilo consiste en la
mera enumeración de ejemplos de recursos estilísticos.
Los rasgos estilísticos pueden estudiarse en tres niveles del lenguaje: el nivel morfológico,
el nivel sintáctico y el nivel semántico*.
*No incluimos el nivel fónico, dado que la mayor parte de los textos narrativos están
escritos en prosa.
A. La adjetivación
B. Los verbos
C. Los adverbios
En caso de los adverbios, los objetos de estudio son similares a los de los adjetivos:
D. Las conjunciones
E. Figuras retóricas
Consiste en el estudio del modo peculiar en el que un autor construye las oraciones.
Si el nivel morfológico se centra en el vocabulario, el nivel sintético lo hace en la
estructura oracional.
Recordemos que el estudio de cualquier elemento estilístico debe hacerse según los
siguientes cuatro pasos:
A. El Orden Oracional
Uno de los elementos que produce un efecto estilístico es el orden en que los
distintos componentes aparecen en una oración. El orden más habitual en el
“Año de la Lucha Contra la Corrupción y la Impunidad”
“Decenio de la Igualdad de Oportunidades para Mujeres y Hombres”
A veces este factor también produce efecto estilístico. Las oraciones breves y
concisas suelen provocar un efecto de sorpresa o un ritmo entrecortado y rápido.
Las oraciones muy extensas, por el contrario, pausan el ritmo y se utilizan por la
necesidad de explicar o describir. Un factor que influye en la longitud oracional es
el tipo de oración predominante. Si abundan las oraciones simples (un sujeto y un
predicado), generalmente las oraciones serán breves; si abundan las oraciones
compuestas (más de un sujeto y más de in predicado) ya sea por yuxtaposición,
coordinación o subordinación, las oraciones habitualmente serán largas y
meandrosas.
C. Figuras Retóricas
Recordemos que el estudio de cualquier elemento estilístico debe hacerse según los
siguientes cuatro pasos:
4º. Establecer las razones de la utilización de los recursos, en otras palabras, vincular los
recursos utilizados con el contenido del texto.
A. EL LÉXICO
La segunda manera tiene en cuenta el nivel social de la lengua utilizada, de modo que
ésta puede ser culta (cuando incluye palabras de uso infrecuente en la lengua neutra),
(cuando no es identificable con ningún nivel social en particular) y vulgar (cuando
incluye palabras propias del lenguaje coloquial y de la jerga de situaciones de
confianza).
B. FIGURAS RETÓRICAS
BIBLIOGRAFÍA
Rodríguez, G.sf. GUÍA TEORICO PRÁCTICA, EL GÉNERO NARRATIVO II: MANIFESTACIONES DEL
NARRADOR.
La ronda de las palabras. 2013. Estilo Directo, indirecto e indirecto libre. Recuperado de:
http://larondadelaspalabras.blogspot.com/2013/02/estilo-directo-indirecto-e-
indirecto.html