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Microestructura

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Microestructura Textual: Caracter�sticas y Ejemplos

Por Juan Ortiz


La microestructura textual escada una de las ideas principales (tambi�n conocidas
como proposiciones) que, relacionadas entre s� sem�nticamente, logran dar soporte a
la idea general de un texto. Para su elaboraci�n es crucial el buen entendimiento y
uso de los conectivos y signos de puntuaci�n.

El t�rmino microestructura textual fue tra�do al plano de la ling��stica por el


fil�logo Teun Adrianus van Dijk. El renombrado intelectual de los Pa�ses Bajos
quiso dar otra visi�n al estudio del discurso escrito organiz�ndolo por
estructuras, para facilitar su comprensi�n y elaboraci�n.

Microestructura textual
Teun Adrianus van Dijk, promotor de las microestructuras textuales
Van Dijk plante� apreciar los textos desde tres perspectivas: una general
organizativa, llamada superestructura; otra global de car�cter jer�rquico y
funcional, llamada macroestructura (sujeta a la estructura anterior, y que le da
sentido); y la microestructura, lo m�s b�sico pero no menos importante.

La microestructura textual relaciona sucesiones de pensamientos enlaz�ndolos de


manera l�gica y coherente, permitiendo concebir de forma clara cada una de las
partes que conforman un argumento.

Si buscamos ver de modo simple este concepto, podemos imaginar un edificio de 12


pisos. La construcci�n es la superestructura; cada piso, ordenado jer�rquicamente,
son las macroestructuras; y los tabiques, vigas y dem�s elementos unidos por los
remaches y el concreto (que vienen a ser los enlaces que dan cohesi�n) son las
microestructuras.

�ndice [Ocultar]

1 Caracter�sticas
1.1 Brindan cohesi�n al texto
1.2 Aportan coherencia al argumento
1.3 Relacionan las ideas
1.4 Son lo m�s b�sico al crear un texto
1.5 Exigen exactitud
2 �C�mo construir microestructuras textuales? (Con ejemplos)
2.1 Paso uno: generar las proposiciones
2.2 Paso dos: cohesionar las proposiciones
3 Importancia
4 Referencias
Caracter�sticas
Brindan cohesi�n al texto
Permiten que exista una relaci�n l�gica entre las palabras que conforman una frase
y, a su vez, entre las distintas frases que conforman un texto. Esto permite una
asimilaci�n de la prosecuci�n de ideas y responde a la presencia de la concordancia
de n�mero y de g�nero en el plano textual.

La cohesi�n busca tambi�n enriquecer la percepci�n en torno a las ideas. Para


ampliar la cohesi�n y el sentido en un texto se recurre a la reiteraci�n, y dentro
de esta hay varios recursos literarios muy provechosos. Entre estos destacaremos
cinco de los m�s usados:

Uso de sin�nimos
Recurrir a palabras de igual significado o semejanza. Por ejemplo: auto, carro,
coche.

Generalizaci�n
A trav�s de una conclusi�n respecto a un fen�meno, podemos inferir que otros se
comportar�n igual. Por ejemplo: �Esa serpiente mat� a ese hombre con su veneno. Es
seguro que todas las serpientes de esa especie sean venenosas�.

Repetici�n
Usar en reiteradas oportunidades, y en varias partes del discurso, un t�rmino
principal para lograr la fijaci�n de la idea en el hablante. Por ejemplo: �Las
pilas recargables Gato Negro, son las mejores del mercado, porque Gato Negro dura
como ninguna�.

Elipsis
Se suprime un elemento del discurso sin da�ar el sentido de la idea. Para ello lo
que se elimina se presume por medio de la l�gica contextual. Por ejemplo: �Juanito
lleg� cansado. Ten�a mucha sed�.

Conectores
Son todos esos elementos discursivos que permiten unir ideas del texto. Por
ejemplo, destaca la conjunci�n copulativa �y�: �esto y aquello�.

Aportan coherencia al argumento


Al lograrse la cohesi�n en cada una de las proposiciones presentes en un texto, el
argumento pasa a concebirse como un todo integral entendible y asimilable por el
hablante.

Relacionan las ideas


Esta cualidad est� �ntimamente asociada con la cohesi�n y todos los recursos que
esta ofrece. Sin la relaci�n sem�ntica entre las ideas no hay una secuencia y el
hilo comunicacional se rompe.

Son lo m�s b�sico al crear un texto


Recordemos lo planteado con anterioridad: las microestructuras son los tabiques
que, enlazados inteligentemente, sustentan y dan sentido al texto.

Exigen exactitud
Parte importante de un buen argumento es ir al grano, dejar a un lado los rellenos
y lograr que las ideas sean lo m�s depuradas posible. Esto facilita su comprensi�n
y se eliminan los vac�os comunicativos.

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