Esquizofrenia Anahi
Esquizofrenia Anahi
Esquizofrenia Anahi
Qué es
La esquizofrenia es un trastorno mental grave que afecta al paciente deteriorando sus
capacidades en diversos aspectos psicológicos, como el pensamiento, la percepción, las
emociones o la voluntad.
Los pacientes esquizofrénicos pueden perder el contacto con la realidad (psicosis), sufrir
alucinaciones, delirios (creencias falsas), tener pensamientos anormales y alteración del
funcionamiento social y laboral.
Etimológicamente significa «mente escindida». Con este término, se quería subrayar las
alteraciones en el pensamiento que presentan las personas que la padecen.
Delirios: Ideas erróneas de las que el paciente está convencido. Por ejemplo, creer que
todo el mundo está contra él o que tratan de perjudicarle.
Alucinaciones: Percibir algo que no existe. Por ejemplo, oír voces (que le insultan o
hablan de él), o ver objetos o caras que no están.
¿Qué es la patofobia?
La patofobia un problema que parece igual que la hipocondría pero no lo es. Nosotros lo
hemos observado porque aplicando técnicas para resolver estos problemas de la forma más
rápida y eficaz hemos visto que son distintas. El protocolo de intervención para unos y otros es
distinto. Y esta peculiaridad tan importante para resolver con éxito los casos lamentablemente
pocos profesionales de la psicología y psiquiatría lo tienen en cuenta.
La hipocondría y la patofobia para ser resueltos precisan de un protocolo de intervención
distinto.
La patofobia es el miedo o fobia de padecer una enfermedad grave, normalmente de esas
fulminantes (paros cardíacos, infartos coronarios o cerebrales, etc). Se identifica porque el
paciente para poder estar tranquilo evita mirarse demasiado las señales del cuerpo, ir al
médico, le cuesta medicarse, etc. Y todas las evitaciones son por miedo. Pero cuando más
evita lo que teme más el miedo le incrementa.
Mientras que la persona hipocondríaca está convencida de estar enferma la patofóbica
siente la duda y el miedo de poderlo estar.
Electrocardiograma (ECG)
El electrocardiograma registra las señales eléctricas del corazón. Es una prueba
frecuente que se utiliza para detectar problemas cardíacos y controlar el estado
del corazón en muchas situaciones. Los electrocardiogramas, también
denominados «ECG», generalmente, se realizan en un consultorio médico, en una
clínica o en una sala de un hospital. Se han convertido en un equipo habitual en
los quirófanos y las ambulancias.
Monitor Holter
Monitor de eventos cardíacos
Si tienes una irregularidad en el ritmo cardíaco que tiende a ir y venir, es posible
que no se capte durante los pocos minutos que graba un electrocardiograma
estándar. En ese caso, el médico podría recomendarte otro tipo de control del
ritmo cardíaco.
Monitor Holter. Un monitor Holter es un dispositivo pequeño que llevas puesto para
que se registre un electrocardiograma continuo, generalmente de 24 a 48 horas. Los
cables de los electrodos colocados en el pecho están conectados a un dispositivo de
grabación a batería que puedes llevar en el bolsillo, en el cinturón o en una correa
que se sujeta al hombro. Cuando utilices el monitor, podrás realizar todas tus
actividades normales, siempre que mantengas secos los electrodos y el dispositivo.
Además, es posible que el médico te pida que lleves un registro diario de tus
actividades y de la hora en la que las realizas para saber qué estabas haciendo
cuando se manifestaron los síntomas. El médico comparará el diario con los
registros eléctricos para intentar determinar la causa de tus síntomas.
El término grupo de autoayuda es de uso coloquial. Grupo de ayuda mutua o bien grupo de apoyo son los
términos favorecidos por profesionales e investigadores.
En un grupo de apoyo las y los participantes se ofrecen varias formas de ayuda, distinta a la ofrecida por
profesionales. Esta ayuda es frecuentemente de carácter inmaterial. Suele relacionarse con una misma
característica, situación de vida o enfermedad compartida.
Los grupos de ayuda mutua ofrecen compañía e información, para personas que viven con enfermedades
crónicas o degenerativas, discapacidades y otras situaciones de precariedad o exclusión.
Ludoterapia
Es sabido que un niño que crezca feliz evidentemente jugar le va a aportar ser
más comunicativo, sano y por tanto a encontrar mucho mejor la felicidad.
También tenemos que anotar aunque hemos hablado de profesionales que en
España, no existe la profesión de Ludoterapeuta, no obstante muchos psicólogos
y terapeutas ocupacionales ponen en practica esta técnica para así facilitar el
desarrollo del niño.
El Psicoanálisis es:
Un término creado por Sigmund Freud en 1896. Con este término se denomina a un método particular de
psicoterapia y se deriva del método catártico usado por Sigmund Freud y Josef Breue hasta entonces. El
psicoanálisis se refiere especialmente a la exploración del inconsciente. Esta exploración clínica se fundamenta
en la «asociación libre» por parte del paciente y en la «interpretación» por parte del psicoanalista.
2. La disciplina creada por Sigmund Freud (y sólo ella) en cuanto comprende un método terapéutico, una
organización clínica, y una técnica específica. Es una teoría de la estructura y función de la personalidad.
3.- Un movimiento psicoanalítico con presencia actual (2010), en 33 países; la Asociación Psicoanalítica
Internacional es la que tiene la misión de acreditar y regular a las actualmente 70 organizaciones que la
componen, actualmente cuenta con 12,000 miembros y varios miles de candidatos en entrenamiento.
La terapia individual propone una relación con encuentros periódicos entre el paciente y el
psicólogo. En un entorno de confianza, calidez y confidencialidad, el paciente podrá abrirse y
expresar sus sentimientos, inquietudes o problemas con miras a recibir apoyo profesional y
una guía para la superación de sus dificultades.
Durante las sesiones, el psicoterapeuta combina apoyo y confrontación para que el paciente
razone y se conozca a sí mismo, para que reconozca sus debilidades y las fortalezas que le
ayudarán a mejorarlas.
Al igual que la psicoterapia individual, la terapia de grupo busca ayudar a que las personas
mejoren sus habilidades para afrontar los problemas pero en un contexto grupal.
La terapia de grupo permite al paciente ver de forma objetiva problemas comunes, lo que
ayuda a que esté menos centrado en sí mismo y logre ponerse en el lugar de otras personas,
estableciendo empatía y asumiendo con mayor valentía sus propias dificultades.
La terapia de grupo es adecuada para gran variedad de problemas: puede ser de gran ayuda
para aquellas personas que desean desarrollar sus habilidades interpersonales y para
aquellas con trastornos de ansiedad y adicciones.
¿Qué son los psicofármacos?
Son medicamentos que actúan sobre el cerebro y que, en general, producen efectos psicológicos. Se
utilizan para el tratamiento de distintos trastornos de salud mental, ya sean agudos (puntuales) o crónicos
(permanentes).
Los psicofármacos pueden clasificarse como psicofármacos estimulantes (derivados anfetamínicos que
se utilizan en el tratamiento de algunos síndromes, como hiperactividad y otras enfermedades poco
frecuentes) o depresores (hipnosedantes, anestésicos…)
Existen distintos tipos de psicofármacos:
Neurolépticos o tranquilizantes mayores: haloperidol, risperidona, olanzapina… Se utilizan en el
tratamiento de la esquizofrenia y de otros trastornos psicóticos. En general, producen una gran sedación
y efectos adversos importantes.
Ansiolíticos o hipnosedantes: los más utilizados son las benzodiacepinas (diazepam, lorazepam,
alprazolam…), más conocidos por sus nombres comerciales (Valium®, Orfidal®, Trankimazin®…).
Otros fármacos de esta familia son los derivados de benzodiacepinas (zolpidem, zopiclona…),
barbitúricos y carbamatos.
Antidepresivos: se usan para el tratamiento de la depresión y otros trastornos (ansiedad, obsesivo-
compulsivo, trastornos de la alimentación…). Producen efectos en personas deprimidas y con otras
patologías, pero no mejoran el ánimo o cambian el humor en personas sin enfermedad.
Estabilizadores del ánimo: sales de litio, que se utilizan en el trastorno obsesivo compulsivo.
El uso de psicofármacos dentro de un contexto médico y, en general, asociado a otras medidas, como el
apoyo psicológico se entiende que es terapéutico. Por el contrario, se consideran “sustancias de abuso”
si se utilizan sin control y sin prescripción médica.
Los psicofármacos pueden ayudar a encontrarse mejor, pero es necesario hacer uso de ellos por
prescripción y con control médico, como complemento a otras estrategias de afrontamiento de
problemas y no mezclarlos con bebidas alcohólicas, otras drogas u otros psicofármacos.
Acatisia
Cualquier persona puede sufrir el síndrome y su patología es difícil de diagnosticar ya que
se confunde con otras enfermedades.
La acatisia es un síndrome que genera la necesidad irresistible de estar en constante
movimiento. Sólo hay alivio cuando el paciente se mueve y si trata de estar quieto, se
produce una intensa sensación de malestar.
El psiquiatra estadounidense Keneth Kendler, director del Instituto de Virginia (EE. UU.)
de Psiquiatría y Genética del Comportamiento, lo describió en 1976: “La idea de caminar
era particularmente atractiva. No podía concentrarme. No podía permanecer sentado.
Cuando dejaba de moverme la ansiedad incrementaba. La sensación de que una influencia
extraña me forzaba a moverme fue dramática y la severidad de la disforia era asombrosa”.
Daniela Ruiz, una antioqueña que sufrió el síndrome, le dijo a Semana.com que estuvo
enferma de dengue y esto le producía vómito. Entonces los médicos le sugirieron que
tomara Plasil, un fármaco muy usado para reducir las náuseas, vómitos y dolores de cabeza.
Luego le dieron una droga con altos grados de metroproclamida, un fármaco que puede
tener efectos adversos. El más frecuente y severo es la acatisia.
“El desespero es absurdo. No podía quedarme quieta un segundo, me quitaba la ropa de la
ansiedad, estaba molesta, terminé con mi novio, quería y no quería hablar”, dijo Ruiz.
Síntomas
El neuropsiquiatra checo Lad Haskovec reportó a la Sociedad de Neurología de París dos
casos en 1901: el primero fue un hombre de 40 años que presentó temblor generalizado e
incapacidad para estar quieto y que además tenía sensación de vértigo, malestar, piernas
inquietas y temor a caerse en cualquier momento. El segundo caso fue el de un hombre de
53 años quin tenía episodios de inquietud, agitación e incapacidad para estar quieto.
El cuadro clínico puede durar entre dos y cuatro horas y generalmente es inducida por el
consumo de fármacos. Puede aparecer después de transcurridas las primeras horas del
inicio de la administración de un medicamento, aunque normalmente se desarrolla en días o
semanas, y menos frecuentemente luego de meses.
Ya que los síntomas de acatisia son muy similares a otras enfermedades y síndromes, como
el de piernas inquietas (SPI), fibromialgia o la mioclonía nocturna, es difícil hacer un
diagnóstico.
Según un estudio realizado por Marle Isabel Duque, residente de psiquiatría de la
Universidad de Antioquia, y Carlos Alberto Cardeño Castro, psiquiatra del Hospital San
Vicente de Paúl de Medellín, los síntomas más típicos son movimiento frecuente de las
piernas, caminar en un mismo lugar cuando se pone de pie, arrastrar los pies y balanceo de
una y otra pierna de una forma compulsiva o hiperactiva mientras se permanece sentado.
Otras causas
La acatisia también puede ser causada por un trastorno cerebral que se ve reflejado en el
movimiento o trastornos de locomoción, dificultad en la coordinación, demencia, ansiedad
y temblores corporales. La enfermedad de Parkinson también puede causar acatisia crónica,
y los trastornos neurológicos asociados que se pueden accionar por la misma.
De hecho, Sinemet, recetado para tratar Parkinson, también pueden provocar el síndrome,
según lo estudiado por el psiquiatra Édgar R. Vásquez-Dextre, del Hospital Nacional
Arzobispo Loayza de Lima (Perú) y el médico residente de psiquiatría Marco A. Limache,
de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (Perú).
Tratamiento
Lo que los expertos recomiendan en caso de sufrir este síndrome es suspender el
medicamento que se está usando o reducir la dosis.
Aquellos que sufren de la acatisia inducida por neurolépticos (medicina para tratar la
psicosis) deben procurar consumir alimentos ricos en vitamina B6 como carnes, pescados,
verduras y frutos secos, ya que ayuda en la reducción de las consecuencias perjudiciales del
síndrome. También se pueden hacer ejercicios para relajar los músculos y reducir el estrés.
De no tratarse, y en los casos más extremos, la acatisia puede ser fatal pues puede causar
parálisis u otros trastornos nerviosos.
Acinesia
- Formas de acinesia.
Causas
La DT es un efecto secundario grave que ocurre cuando usted toma medicamentos llamados
neurolépticos. Estos medicamentos también son llamados antisicóticos o tranquilizantes
mayores. Se utilizan para tratar problemas mentales.
Los medicamentos que más comúnmente causan este trastorno son los antipsicóticos más
antiguos, incluyendo:
Clorpromazina
Flufenazina
Haloperidol
Perfenazina
Proclorperazina
Tioridazina
Trifluoperazina
Los nuevos antipsicóticos parecen menos propensos a causar DT, pero no están totalmente
libre de riesgos.
Sedante
Un sedante es una sustancia química que deprime el sistema nervioso central (SNC), que
provoca efectos potenciadores o contradictorios entre: calma, relajación, reducción de
la ansiedad, adormecimiento, reducción de la respiración, habla trabada, euforia, disminución
del juicio crítico, y retardo de ciertos reflejos. Un sedante suele
denominarse tranquilizante, antidepresivo, ansiolítico, soporífico, pastillas para
dormir, relajante, o sedante-hipnótico.
La cantidad de contraindicaciones y de efectos supresores o potenciadores obliga a extremar
la ayuda terapéutica profesional. A altas dosis o en condiciones de abuso, estos fármacos
causan inconsciencia o muerte.
Terapéutica
Los médicos dan sedación para reducir la ansiedad a pacientes que no pueden manejar sus
ansiedades relacionadas a dolor o a procedimientos provocadores de ansiedad.
Como todos los sedantes, no resuelven el problema en sí, son un auxiliar terapéutico más,
como podría serlo adjunto a un analgésico en la preparación del paciente para una cirugía, y
comúnmente se lo indica antes de la anestesia, o antes de procedimientos invasivos y/o
altamente inconfortables y/o dolorosos, como la cineangiocoronariografía, cateterización
cardíaca, RMN, etc.
Los pacientes en unidades de terapia intensiva mayormente se los seda (a menos que estén
inconscientes por sus propias condiciones).
Estimulante
Un estimulante (del verbo latino stimulāre) o psicoestimulante o psicotónico es, en general,
una droga que aumenta los niveles de actividad motriz y cognitiva, refuerza la vigilia, el estado
de alerta y la atención.
Inicialmente, el hombre descubrió los estimulantes en la naturaleza, pues se encontraban (al
igual que ahora) profusamente distribuidos en distintas especies vegetales. Desde entonces,
estos han coexistido con nuestro género, forjando hábitos y creencias profundamente
arraigados en todas las culturas.
A partir del siglo XIX, se sumaron a esta clase farmacológica las moléculas aisladas
del sustrato vegetal (fundamentalmente alcaloides) y, más tarde, aquellas que surgieron como
producto exclusivo de reacciones químicas ensayadas por el hombre, es decir, las
variantes sintéticas.
Mecanismo de acción
Todos los compuestos de este tipo actúan a través
de receptores de neurotransmisores como noradrenalina (NA) y dopamina (DA).
Ambas catecolaminas se vinculan funcionalmente con efectos promotores de la alerta, la
vigilia, la atención. Las anfetaminas, por ejemplo, logran aumentar los niveles extracelulares
de dopamina en la corteza prefrontal del cerebro, lo que explica buena parte de sus efectos
favorables sobre la concentración. La cafeína por su parte bloquea los receptores
de adenosina, encargados de procesos de neuromodulacion inhibitoria.
Los estimulantes potentes como las anfetaminas se emparentan en términos estructurales por
tener en común el grupo funcional amina, y en términos funcionales, por su
acción simpaticomimética (predominantemente central). Todos ellos incrementan los niveles
de dopamina en el eje mesolímbico-cortical (comúnmente identificado como vía neuronal de la
recompensa o gratificación). En concreto, estas sustancias excitan una estructura ubicada en
los ganglios basales, el núcleo accumbens, también conocido como centro de la recompensa.
Drogas psicotrópicas
Como sabemos, para tratar los trastornos mentales existe la psicoterapia, donde
un terapeuta se vale de técnicas verbales y conductuales para ayudar al paciente.
A parte de este tipo de tratamiento existen otros llamados terapias biológicas,
que intentan cambiar físicamente el funcionamiento del cerebro recargando sus
circuitos con descargas electroconvulsivas, desconectándolos a través de la
psicocirugía o alterando su funcionamiento químico mediante fármacos (Myers,
2006).
A principios de 1950 las terapias electroconvulsivas y las psicocirugías habían
causado tantos problemas que muchos profesionales veían a las terapias
biológicas con escepticismo. Pero con la llegada de las drogas esto cambió ya
que, si bien no curaban los trastornos mentales, si producía un cambio en el
estado emocional y el nivel de actividad del paciente, permitiéndole ser más
funcional en la sociedad y reduciendo el número de hospitalizaciones psiquiátricas
(Baron, Byrne & Kantowitz, 1980).
Actualmente, la psicofarmacología es la terapia biológica más utilizada en el
tratamiento de trastornos mentales, e involucra el uso de drogas psicotrópicas, es
decir drogas diseñadas para afectar principalmente síntomas mentales. Las
drogas psicotrópicas se suelen dividir en tres categorías (Rathus, 2007; Gross,
2005, Myers, 2006):
Antidepresivos: Se utilizan para tratar la depresión. Básicamente aumentan la
serotonina y a veces también la noradrenalina. Solo suelen diferir en cuanto a
efectos secundarios, ya que la rapidez con que actuán y la efectividad es similar.
Ansiolíticos: Se utilizan para aliviar la ansiedad severa. Actúan deprimiendo la
actividad del SN. Además de calmar la ansiedad, también tiene propiedades
sedantes, anticonvulsivas, hipnóticas y de relajación muscular.
Antipsicóticos: Se utilizan para tratar los síntomas positivos de la esquizofrenia
como la agitación, los delirios y las alucinaciones. Se cree que actúan bloqueando
la actividad de la dopamina en el cerebro.
Psicotrópico
Un psicotrópico o sustancia psicotrópica o (del griego psyche, 'mente', y tropein, 'tornar')
es un agente químico que actúa sobre el sistema nervioso central, lo cual trae como
consecuencia cambios temporales en la percepción, ánimo, estado de conciencia y
comportamiento. En ocasiones, se llama a los psicotrópicos psicoactivos o psicoactivantes, a
pesar de que no todos promueven la activación del sistema nervioso. Una acepción más
restringida del término «psicotrópico» refiere, en particular, a aquellas sustancias medicinales
incluidas en la Convención sobre sustancias psicotrópicas.1
Historia
Uso no médico
Las diferentes culturas a lo largo de la historia han utilizado sustancias psicotrópicas, con el
propósito de alterar deliberadamente el estado de la mente. El desvío de estas sustancias
para empleos recreativos es un fenómeno extendido hasta cierto punto aunque, generalmente,
relacionado con procesos delictivos debido a los riesgos derivados de su manipulación y
consumo. Por ello, los gobiernos aplican legislaciones específicas a su producción,
manipulación y consumo.
Uso médico
En la actualidad, muchos psicotrópicos son utilizados en medicina para el tratamiento de
condiciones neurológicas o psiquiátricas (psicofármacos). Los fármacos cuya acción
terapéutica afecta principalmente otro sistema o aparato y que solo presentan efectos
psicoactivos secundarios (como los antihistamínicos, betabloqueantes y algunas hormonas)
no se consideran psicotropos.
Farmacodinámica
Los psicotrópicos ejercen su acción modificando ciertos procesos bioquímicos o fisiológicos
cerebrales. Los mensajes entre las distintas células nerviosas (neuronas) se transmiten a
través de estímulos químicos y los mensajes intraneuronas se transmiten a través de
estímulos eléctricos. Las neuronas no entran en contacto directo entre sí; en las sinapsis el
mensaje se transmite por medio de neurotransmisores. La mayoría de los psicotrópicos actúan
alterando el proceso de neurotransmisión, estimulando o inhibiendo la actividad. Otros, como
las sales de litio, actúan modificando la permeabilidad de la membrana neuronal y se emplean
en el tratamiento del trastorno bipolar permitiendo reducir las crisis que afectan a estos
pacientes. Siguiendo el criterio de la acción que ejercen sobre el sistema nervioso central, las
sustancias psicoactivas se suelen clasificar en depresoras, estimulantes o alucinógenos.