Marco Raul Mejía
Marco Raul Mejía
Marco Raul Mejía
Con asombro hemos visto como las ilusiones colocadas sobre la educación en la década
del noventa, se fueron desmoronando, dejando asomar en estos primeros años del nuevo
milenio, un sabor amargo sobre el camino recorrido, y mucha desesperanza sobre el
futuro educativo.
A. Sueños de cambio
La década del noventa se caracterizó por un optimismo educativo cimentado sobre tres
hechos: las necesidades de la globalización centradas en el conocimiento, la
modernización de los aparatos educativos para dar respuesta a los cambiantes tiempos, y
la profesionalización docente, que anunciaba la mayoría de edad de la pedagogía.
Miremos rápidamente estos tres aspectos que configuran la educación en esta nueva
década perdida.
1
Ponencia presentada al Congreso “Tejiendo Sueños”, Hermanas Franciscanas de María Auxiliadora.
Medellín, 10 al 13 de Octubre de 2003.
fueron 117 nuevas Leyes de Educación en el mundo entre el ‘80 y la década del ‘90.
Era el auge de las reformas educativas.2
Esas tres tareas construyeron un optimismo educativo, que en los noventa generó una
movilización en torno a la educación a lo largo y ancho del mundo, y que se reflejó en
nuestro medio en un amplio debate y la generación de los grupos más variados que
buscaron influir sobre estos cambios. La sociedad se colocó a la tarea de modernizar la
educación, convirtiendo a ésta en uno de los instrumentos básicos del cambio de la
sociedad. Todos a coro repetíamos enfrentando el utopismo educativo: “La educación
sola no cambia la sociedad, pero si la educación no cambia, no cambiará la sociedad”,
éste lema se fue convirtiendo en norte de muchas personas a lo largo y ancho del mundo.
Todos los remezones educativos del momento, lo fueron de una globalización, que había
cambiado su patrón de acumulación, y se acomodaba a una nueva manera de estructurar
la sociedad. Para ello comenzó a construir una dirección multilateral a este proceso. El
Banco Mundial dejó de ser banco de promoción de sectores productivos, para dedicar una
buena parte de sus recursos a coordinar y dirigir la mayoría de cambios educativos,
construyendo unas tecnocracias internacionales que fueron produciendo un proyecto
homogéneo sobre la educación centrado en estándares y competencias, declarando al
hecho educatitvo como “técnico”, sin ideología y sin política.
2
Recordemos que en los últimos 20 años hemos vivido tres generaciones de Reformas Educativas: a) las de
descentralización neo-liberal en medio de dictaduras militares, b) las de nuevas leyes de educación (a las que
nos referimos), c) las de las contra-reformas educativas que entronizan el toyotismo en educación.
3
El modelo toyotista, reemplaza al Fordista y Taylonista, es denominado el paradigma de la especialización
flexible, articulando desarrollo tecnológico y desconcentración productiva, basada en empresas pequeñas y
artesanales, siendo sus principios orientadores: a) Una producción orientada por la demanda (just in time). b)
La producción centrada en la flexibilidad (polivalencia y trabajador multifuncional). c) Trabajo realizado en
equipo (horizontalización). d) Intensificación del trabajo (ritmo). e) Flexibilización del trabajo (derechos
flexibles). f) Eliminación, organización autónoma de los trabajadores; g) Unidad productiva pequeña
comenzó a arrasar con los pequeños intentos de innovación pedagógica que se habían
iniciado por conseguir calidad.
Por ello, el inicio del nuevo milenio, que habría sido como el comienzo del despegue
educativo por la infinidad de tareas y documentos del momento, nos sorprende con una
serie de contrareformas educativas, en donde se echa atrás algunos de los elementos
más progresistas de las leyes de educación. El conocimiento se reduce a estándares y
competencias, las reformas a unos criterios de costo-beneficio, con políticas de capitación
(pago por alumno atendido) en donde el menor costo financiero desplaza al proyecto
pedagógico. La propuesta curricular en competencias termina siendo un retorno al
“maestro a prueba de currículo” que diseñó la tecnología educativa taylorizada de los
setenta, sólo que con los retoques del toyotismo, en donde la pedagogía es invisibilizada
para ser convertida en una función técnica y complementaria del hecho educativo. Este
último es planificado y construido desde las nuevas organizaciones no gubernamentales
(ONGs), que se han apropiado del lenguaje de esta nueva versión sajona del currículo
técnico toyotista promovido por la banca multilateral y acogido por las tecnocracias
políticas de los ministerios, tríada que a nombre de lo técnico no acepta discusión sobre
las políticas, reduciendo la deliberación a anotaciones puntuales en lo legislativo.
Por este camino, muchos de quienes recorrieron los caminos críticos de los setenta y los
ochenta que fueron los agentes de propuestas alternativas, entraron en el afán
modernizador de aquellos momentos y quedaron atrapados en la realización de las
políticas del desembarco neoliberal en educación, convirtiéndose en los capitanes de la
nueva construcción educativa. Otros se han refugiado en el pasado, como si un retorno a
los sesenta fuese posible, sin construir las nuevas teorías críticas que hagan posible las
resistencias de estos tiempos, leyendo las nuevas prácticas que en el borde del sistema
anuncian las nuevas comprensiones de unas pedagogías cada vez más territorializadas, y
de una disputa en el campo de la acción pedagógica, que nos conduzcan a los nuevos
movimientos sociales de estos tiempos.
Larry Kenem, a quien sigo en este aspecto, señala que la OMC en uno de sus últimos
informes señala ya un número creciente de países permite la participación privada en la
educación y que podría encontrarse la manera de que se rigiera bajo las reglas del
comercio internacional y se señala cómo internacionalmente el comercio más creciente en
educación se da a nivel post-secundaria y educación a distancia. Señala este autor que
las ventajas de producir capital en el área educativa comienzan a ser muy similares a las
que se logran haciendo cine y televisión.4
Echemos una mirada a cómo está funcionando la educación a distancia y en qué medida
empieza a ser uno de los instrumentos principales para las discusiones de la Ronda del
Milenio. Ella se está llevando a todos lados a través de la tecnología y en el problema de
costo resulta más barata su transnacionalización que cualquier otra educación, ya que los
cursos son desarrollados para un mercado y los costos comienzan a ser recuperados en
el mercado transnacionalizado a partir de muy pequeñas inversiones y cada vez más con
pequeña inversión adicional estos cursos pueden ser ofrecidos en otros países a muy
bajos costos. Cuando se compara precios con los servidores locales de educación, no es
posible competir en el costo. Esto es más evidente en los cursos transnacionalizados de
uso de software propiedad de los grandes productores de informática de Estados Unidos.
Otro punto que se discute en esta Ronda del milenio es el tratamiento de las ayudas
nacionales a los servicios, en donde se plantea “que toda inversión extranjera debe ser
tratada como nacional.” Es decir, si una universidad o un gobierno da un subsidio en
educación para algunos sectores, al llegar la propuesta extranjera de universidad bajo
cualquier modalidad a ésta también se le deben otorgar los derechos de subsidio que
gozan las nacionales. Si uno analiza con detalle este elemento se da cuenta que se está
4
Kenem, Larry. La globalización de la educación en las Américas. Conferencia. IDEA. Quito, septiembre-
octubre 1999.
perdiendo el control de los gobiernos sobre políticas sociales a través de múltiples
mecanismos, como por ejemplo éste del tratamiento nacional que al entrar en la lógica
global de la educación como mercancía sigue golpeando la existencia de ésta como bien
público.
D. El caso colombiano
-Los artículos 67, 68, 69 y 70, que plantean la educación como un derecho y como un
servicio público, y le dan al Estado su inspección y vigilancia (67). Así mismo,
consagra la libertad de enseñanza, aprendizaje, investigación y cátedra, que van a
permitir la posibilidad de que los particulares puedan fundar instituciones educativas;
allí mismo se fija la necesidad de participación de la comunidad en las instituciones
educativas (68). También se plantea una autonomía universitaria (69) y una exigencia
al Estado para que fomente el acceso a la cultura (70).
-Los artículos 300, 301, 336 y 366, se refieren a los aspectos administrativos y
financieros de la educación; le otorga a las Asambleas Departamentales la facultad de
dictar ordenanzas que regulen la actividad educativa (300), con la posibilidad de
delegar responsabilidades y acciones en los Concejos Municipales (301),
estableciendo rentas destinadas a la educación (336) y fijando la necesidad de que el
Estado solucione las necesidades insatisfechas en este campo (366).5
5
Para una profundización de estos aspectos, tendría que trabajarse los artículos 356 y 357 y sus
implicaciones educativas generadas en la ley 60 de 1993 para la educación, su servicio y su
departamentalización y municipalización.
que exigen una mayor participación y discusión en la elaboración de la ley que es
presentada en 1992 dándosele un debate todo el año 1993 a través de audiencias
públicas, grupos focalizados que culminan con su firma el 8 de febrero de 1994. Con la ley
115 se buscó en nuestro país dar paso a los cambios, para adecuar nuestra educación en
los procesos de globalización en marcha.
La ley fija el Proyecto Educativo por institución, organiza las instancias de participación,
fija la necesidad de un plan de desarrollo educativo a diez años, establece un pre-escolar
de tres años, fija la autonomía curricular, sin embargo introduce la idea de servicio,
abriendo el camino de privatización camuflada, acaba la idea de un sistema nacional de
educación.
6
Ver especialmente los desarrollos del Movimiento pedagógico en la revista Educación y Cultura de la
Federación Colombiana de Educadores (FECODE).
7
Publicado por Casa Editorial El Tiempo, Fundación Corona, Fundación Restrepo Barco. Bogotá. 2001.
Establecimiento de pruebas nacionales de calidad. A partir de metas generales
comunes, se busca una unificación de estándares nacionales para los grados 3°,
5°, 7° y 9° (pruebas SABER).
Generalización del subsidio a la demanda. Mediante un pago estatal por alumnos
matriculados calculado entre $413,000 (más o menos 188 dólares) y $679,783
(más o menos 309 dólares) anuales por alumnos, con sostenimiento total con este
rubro, en muchos casos con entrega de las plantas físicas a estos grupos
privados. A los colegios en concesión se les reconoce en Bogotá $1'220,000 por
alumno (unos 435 dólares).
Reordenamiento presupuestal. Intento de cambio de las transferencias del situado
fiscal gestadas en la constitución del 91 (ley 60) buscando que disminuya lo
nacional y que las regiones aporten más fortaleciendo los sistemas educativos
locales.
Proyectos de educación inicial en donde las madres son encargadas de cuidar y
alimentar los niños de los niveles infantes, reduciendo el pre-escolar a un año.
Traslado de la educación media a los municipios y a las entidades territoriales
Procesos de capacitación masiva obligatoria, reduciendo el tiempo de vacaciones
a los docentes.
Planes de racionalización de la planta de docentes. Se está pasando de un
promedio de 23-26 alumnos por aula a 35-40.
Un nuevo estatuto docente, que despedagogiza la función docente.
Partiendo de la hipótesis de que en nuestro caso la manera como se realiza la ley general
de educación está en la coyuntura específica de la Constitución del 91, que había sido
parte de la negociación de los procesos de paz de integración de alguna guerrilla a la vida
civil, lo que lleva a constituir a Colombia como un estado social de derecho, los principales
balances que pudiéramos decir serían:
1993 1997
De 5 a 6 años 59% 71%
De 7 a 11 años 85% 93%
De 12 a 17 años 68% 80%
De 18 a 24 25% 28%8
8
Informe de Desarrollo Humano Colombia 1999. Editorial Tercer Mundo. Departamento Nacional de
Planeación. Bogotá. 2000.
secundaria costaría unos 400 millones de dólares, es decir, menos del 1% del PIB
y la cuarta parte del presupuesto de educación.
Cobertura profundamente dualizada e inequitativa. Se asiste al sistema estatal el
92% de los asistentes a primaria son del primer quintil más pobre, y el 31% del
quintil superior. En secundaria, el 85% es del quintil más pobre y el 32% del
superior.
Inequidad del gasto familiar para educación. El 20% más pobre que se educa en
colegios públicos, deben pagar sumas que son cercanas al 40% de su gasto total
mensual cuando el promedio nacional es del 4.3%. Por ejemplo, en útiles y
uniformes mientras el decil más rico gasta el 12%, el 20% más pobre emplea el
53% de su gasto.
Los proyectos educativos institucionales han tenido más efecto en la gestión
organizativa que en lo pedagógico, lo que ha traído pocos cambios en lo curricular.
La capitación, suma fija por alumno atendido, muestra serios problemas de
inequidad, ya que la educación está llena de externalidades y en los análisis
realizados parece que generaría más ganancia para colegios de estratos más
altos quienes son más beneficiados con los factores extra escolares, generando
una nueva brecha en calidad.
La descentralización con características particulares en el mundo del sur para
nuestra realidad colombiana trasladó los problemas de ineficiencia del sistema a
nivel nacional a un control politiquero y clientelista local de cada población.
Algunas entidades territoriales han sido intervenidas desde el ministerio de
Hacienda para exigir la racionalización del gasto en educación y nómina
produciendo un nuevo control centralizado.
La descentralización y la capitación ha implicado una pérdida en el nivel de vida de
los docentes, ya que en muchos casos por las cantidades pagadas se busca
contratar docentes de las categorías menos costosas y a términos fijos en contrato
laboral, lo que implica en muchos casos contrataciones a 10 meses anuales y con
muy bajos niveles de seguridad social, además de algunas adjudicaciones que se
han venido haciendo con las venias del poder político tradicional.
La focalización en básica y en los más pobres de los pobres ha ido produciendo
una penalización de acceso a la media y a la universidad precisamente a los
sectores más pobres, generando una dinámica que vulnera el derecho a la
educación y como sustento legitimador en los sectores del gobierno un discurso en
ocasiones populista de un lado y de otro meritocrático que ha debilitado la
educación pública.
La violencia ha ido creando una realidad de desplazamiento que en este momento
cubre a 2’200,000 colombianos siendo 1'400,000 de ellos, niños en edad escolar
que requieren formas educativas específicas para enfrentar su situación particular
y para las cuales no existen unas políticas consistentes.
F. La contrarreforma en marcha
A partir de las exigencias del Fondo Monetario Internacional para la política de ajuste
fiscal, se exigió replantear los giros del situado fiscal a los Departamentos y Municipios, lo
que termina con el acto legislativo 01 de 2001 que establece una nueva tabla y criterios
exigiendo un ajuste de las políticas en salud y educación. Las principales características
de este acto es que se produce un retroceso en la descentralización en cuanto se avanza
hacia una municipalización pero por vía de la desconcentración. Igualmente, es un golpe
al estado social de derecho y prepara las condiciones mediante las cuales se produce una
desfinanciación del gobierno central y una municipalización.
La ley 715 de 2001 termina de consumar las condiciones para hacer una realidad la
contrarreforma educativa que se había puesto en marcha, estableciendo los parámetros
de la racionalización desde un punto de vista puramente administrativo y pasando por
encima los procesos pedagógicos, constituyendo el proceso educativo a una
reestructuración bajo criterios empresariales financieros coherentes con el modelo
toyotista que comienza a pulular en la organización del trabajo capitalista de estos
tiempos.
El terreno ha sido reorganizado y marcado por las nuevas políticas. Éstas han sido
impuestas bajo un modelo tecnocrático, de verdad indiscutida. Educadores, padres de
familia, gremios, intelectuales de la educación, son simples depositarios de ellas. Por ello
se hace urgente reactualizar una agenda que nos permita construir pensamiento y acción
para anunciar que una educación distinta a la instaurada por el desembarco neoliberal es
posible, las principales sería: