Cencini
Cencini
Cencini
1ª actitud: ob audiens
el creyente que en cada situación de vida se pregunta: ¿dónde estás mi Dios? Qué está
pasando en mí, en mi realidad de vida, en esta situación, en mi comunidad, en mis relaciones,
en mi Iglesia, en mi diócesis. ¿Qué me estás diciendo a través de este evento, en mi realidad?
Evitando proyectar el problema en otra persona, en otras personas. El problema es mío, y esta
actitud es absolutamente indispensable. El creyente es quien se pregunta obstinadamente
dónde está Dios en este momento. No hay una situación de vida que pueda ser considerada
neutral, pagana, sin esconder en sí una palabra misteriosa del Eterno. Que me está donando
Dios o qué me está pidiendo en esta situación.
2ª actitud: el discernimiento.
¿Qué te es más agradable Señor? Es más fácil hacer como hacen todos, pero lo bueno es
discernir cada situación. Dios no se repite, siempre me está dando o pidiendo algo nuevo.
Diferencia entre perseverancia y fidelidad: perseverancia: permanece en la institución, pero se
repite. La fidelidad es la persona que carga de motivaciones nuevas su decisión de seguir
viviendo su identidad presbiteral. La perseverancia es repetitiva, como una selfie. La fidelidad
es relacional, frente a Dios. Cada mañana Dios me pide algo nuevo.
La novedad, esta fidelidad, nace de esta actitud interior: el discernimiento, que es el ciclo del
ser adulto en la fe. El que se repite es el infante en la fe.
Mi Dios, dónde está Dios. El discernimiento puede parecer intelectual. No, es una cuestión de
amor, Dios me ama, sé que está presente, siempre conmigo, me protege.
El discernimiento: Ejercicio operativo del adulto en la fe. Es un riesgo que sólo puede correr el
que confía en Dios.
Dios nos forma a través de la vida. Los problemas son el contexto, la mediación por la cual el
Padre Maestro, Dios, forma nuestra vida. Formación permanente es un concepto teológico no
simplemente pedagógico. Formación permanente es Dios que forma en mi la imagen,
identidad del Hijo suyo, a través de la acción del Espíritu Santo.
Tener los mismos sentimientos del Hijo (San Pablo) la mejor traducción es tener la misma
sensibilidad del Hijo, del Siervo, del Cordero. Esta es la finalidad de la formación permanente
Ser sincero es darle nombre a lo que sufro, al problema. Pero no es suficiente. Ser verdadero
es: por qué? Que hay en la raíz de esto? Peregrinación de la sinceridad a la verdad.
1ª etapa: Compensación-concesión
Lo que sentimos dentro de nosotros, las inclinaciones, ha sido creado por nosotros.
otra pregunta más significativa más verdadera desde el punto psicológico: está de acuerdo a mi
identidad lo que estoy haciendo? no sólo lo moral, si es pecado o no.
5ª etapa: automatismo (es pre-potente, anticipa mi elección) no hay libertad hay dependencia
“necesidad de”
incapacidad de gozar (debe aumentar la dosis) y pierde la capacidad de sufrir (sufrir es:
reconozco que lo que he hecho no es bueno, que es una ofensa para el otro), es la pérdida de
la sensibilidad moral) esto puede derivar a la 6ª etapa
6ª etapa: el escándalo
La virginidad : entrecruzamiento, ama con un corazón humano el objeto divino, a Dios. Y ama el
objeto humano (al hombre) con un corazón divino, de un modo como Dios ama. Por eso el
virgen ama a todos pero especialmente al oprimido, al que sufre, a los pobres, al que sufre
necesidad.
la virginidad es universal: es la verdad del corazón humano. es la necesidad de afecto que sólo
Dios puede llenar, nadie satisface al otro plenamente la necesidad de afecto, sólo Dios .
qué cultura vivimos en comunidad? Fraternalmente nos invitamos a dar el máximo de la vida?
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aceptación de si mismo: no tiene nada que ver con la actitud pasiva de que soy así, y no hay
nada que hacer .Se permiten todo.
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tengo que convertir el sentimiento, no decirlo, sobre todo si este sentimiento implica otra
persona. Discernir de donde viene: de mi inmadurez, etc? 55:35