A La Carga

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A LA CARGA, GUNG HO!

Más que un libro, es una demostración directa, de cómo es posible levantar una empresa de una
eventual quiebra, a través de métodos simbólicos y significativos.

El libro trata de una sucursal empresarial (Walton Works #2) que era la peor de todo el sistema por su
baja productividad, sin embargo ésta tenía el área más productiva de las 32 sucursales en las cuales
estaba conformada la empresa, algo irónico en verdad, el caso es que esta sucursal de la mano de
Peggy Sinclair (Gerente general) y de Andy Longclaw (Gerente del área de acabado), logró salir de
sus dificultadas, a causa de la implantación del estado Gung Ho.

El estado Gung Ho consiste en avanzar a través de 3 recursos mediáticos para lograr una efectiva
consecución de las metas y desarrollo de objetivos concretos, a decir verdad, Gung Ho visto de forma
colaborativa significa trabajo en equipo, colaboración mutua, y de forma personal relaciona los
términos de optimismo, ánimo, elementos fundamentales para llevar a cabo un sin fin de actividades
en pro de alcanzar metas y más.

Los estados por los cuales trasciende Gung Ho son:

 El espíritu de la ardilla: trabajo que vale la pena


El espíritu de la ardilla hace realidad el plan de Dios para el bosque.
ESENCIA: ser importante, conducir a metas compartidas, basarse en los valores.
1. Saber que contribuimos a mejorar el mundo.
2. Todos trabajan hacia una meta compartida.
3. Los valores sirven de guía para todos los planes, las decisiones y las actuaciones.

 El estilo del castor: ejercer el control sobre el cumplimiento de la meta


El espíritu del castor hace realidad el plan de Dios para el castor.
Viene con el primer aguacero, a mediados de septiembre.
1. Un campo de juego con el territorio claramente demarcado.
2. Los pensamientos, las necesidades y los sueños son respetados.
3. Capaces, pero consientes al reto.

 El don del ganso: alentar a los demás a seguir adelante


El don del ganso es el regalo de Dios que nos damos mutuamente.
1. Las congratulaciones, activas o pasivas deben ser VERDADERAS.
2. Si no hay anotación no hay juego, y felicitar por el proceso.
3. E= mc2 - El entusiasmo es igual a la misión multiplicada por el circulante y las
congratulaciones.

Imprime entusiasmo al espíritu de la ardilla y al estilo del castor.

No puede haber trabajo que valga la pena a menos que todo el mundo se esfuerce por conseguir una
meta clara y compartida. Pero eso no es suficiente. La forma de alcanzar la meta es importante, los
valores deben servir de guía, es preciso estar orgulloso de la meta y también de la forma de alcanzarla.
Dos tipos de metas:
 Metas de resultado: planteamientos claros sobre lo que deseábamos alcanzar, ya fuera en
unidades trabajadas, acabadas o despachadas o cuentas cobradas o cualquier otra cosa.
 Meta de valores: planteamientos que describieron el impacto que deseábamos tener sobre la
vida de los miembros de nuestro equipo, de los clientes, de nuestros proveedores y de los
integrantes de la comunidad.
La importancia y las metas ponen en marcha a la gente. Pero los valores sostienen el esfuerzo, ningún
trabajo que valga la pena puede llevar a una meta a la cual se llega haciendo trampa.
Para ser Gung ho es preciso tener valores.
Las metas se pueden transar y negociar, a veces la ruta más rápida para llegar a donde se desea no
es una línea recta. Pero con los valores solamente hay líneas rectas. Los líderes deben insistir en que
todo el mundo siga una línea recta.
En una organización Gung ho, los valores son los que mandan, los valores son para guiar su conducta,
no para que usted guie a otros. Usted es líder, no policía. Pero al mismo tiempo, usted debe garantizar
que la organización este internamente sincronizada, todo el mundo cantando con la misma partitura.
Así como no se puede obligar a la gente a coincidir con las metas, tampoco se le puede obligar a estar
de acuerdo con los valores, pero lo que usted si puede y debe hacer es imponer obediencia. Si la
gente no respeta sus valores, debe buscar trabajo en otra parte. Usted no conservaría a alguien que
no trabajara en pro de las metas de resultados. Tampoco conserve a la persona que no esté dispuesta
a honrar sus valores.
Las metas son para el futro, los valores son el presente, las metas se establecen y los valores se viven,
las metan cambian. Los valores son rocas inmutables en las cuales se puede confiar.
Los clientes vienen inmediatamnente después de los integrantes del equipo. La función de una
organización consiste en velar por los clientes, pero la razón de su existencia es servir a las personas
que trabajan en ellas y también a la comunidad en las que residen. Son muchas las cosas que
necesitara para crear confianza, pero ya le he dado las dos más importantes: HONESTIDAD Y
BIENESTAR de los integrantes del equipo. Si hace eso, lo demás vendrá por añadidura.
Aunque todo el mundo tenga el espíritu de la ardilla, la organización no puede ser Gung ho si la
gerencia obliga a los trabajadores a hacer todo conforme a unas reglas impuestas. Lo más probable
es que el estilo de la gerencia no sea el de los trabajadores, de manera que estos no podrán producir
a la medida de sus capacidades. Además, es probable que el estilo de los trabajadores sea mejor.
Mucho mejor, no hay nada que destruya más rápidamente a Gung ho que la miopía y la mezquindad
de la gerencia, la cual carcome el amor propio de los trabajadores al insistir en que las cosas se hagan
a la manera de los jefes.
Las metas y los valores son las rayas laterales.
El verdadero secreto del éxito como gerente esta en descubrir lo que la gente hace de manera natural
y después determinar la forma de adaptar la organización para aprovechar ese comportamiento
natural. Son demasiados los gerentes que enfocan su labor al revés.
Las personas que realmente tienen el control trabajan para organizaciones que las valoran como seres
humanos. Organizaciones que respetan, escuchan y actúan sobre la base de los pensamientos, los
sentimientos, las necesidades y los sueños de las personas.
Tres cosas que sostenían:
1. El deseo de demostrar que en la oficina principal se equivocaban (poder motivador elemental).
2. La idea de las cabezas en alto
3. Un milagro
Personas de torta pequeña: pasan toda la vida convencidas de que hay poca torta para repartir, se
sientan en la mesa y comienzan a pelear por lo que les corresponde, preocupadas porque nadie reciba
más que otro, adoran las fronteras y las cercas para proteger su territorio.
Personas de torta grande: suponen que hay para todo el mundo, más que suficiente, su torta crece
constantemente, confían la tarea de cortar la torta a cualquiera de su familia, no se necesitan cercas
cuando el campo es más grande de lo que cualquier persona puede llegar a necesitar.
Las personas Gung ho son de torta grande, cuando alguien pone a las de torta pequeña a pensar que
podría haber más para todos, es de esperarse que se enfrenten en batallas territoriales.
Las personas valiosas, productivas y útiles son aquellas que han pasado la prueba con éxito.
Para ser Gung ho a nivel personas es lo mismo que se necesita para serlo a nivel organizacional,
después de todo una organización es Gung ho únicamente a medida en que los miembros del equipo
lo sean.
LO QUE SE LOGRO: primero que los miembros estuvieran dispuestos, incluso deseosos de aceptar
una gran cantidad de responsabilidad adicional. La gente no hace eso sin tiempo para pensar.
Segundo, los gerentes debían entregar las palancas de mando después de trabajar toda una vida por
llegar a controlarlas. Habían sufrido quince años o más para tener una palanca propia que mover y
ahora se le estaba diciendo que había algo mejor, no mover la palanca.
Los valores acordados no valen nada hasta que se hayan sometido a la prueba del tiempo y de los
ataques violentos. Un valor es en realidad un valor después de tres o cuatro años de no ceder a la
tentación de duplicar las utilidades de la fábrica en aras de sostener dicho valor, hasta entonces es
solamente una buena idea.
Las ardillas parloteaban incesantemente para regañar al mundo, los castores golpeaban el agua con
la cola para enviar mensajes de peligro y los gansos al graznar significa voces de aliento.
“El espíritu de la ardilla y el estilo del castor son la chispa. El don del ganso es como botar gasolina
sobre la chispa”
Las personas que se disponen a lograr algo que consideran importante y que vale la pena, es decir, el
trabajo correcto necesita contribuir a la forma como se realiza ese trabajo, es decir la manera correcta.
Esas dos cosas forjan la misión, pero la fuerza que impulsa a la gente durante la realización de una
misión verdadera es una razón para trabajar.
¿Es suficiente cualquier tipo de congratulación? Las felicitaciones deben ser auténticas, son
sencillamente la afirmación de que lo que la persona es y lo que hace es importante y de que esa
persona esta haciendo una contribución valiosa a la realización de la misión compartida, es decir, el
trabajo correcto realizado de la mejor manera. (El espíritu de la ardilla y el estilo del castor)
¿Qué debo hacer si no hay absolutamente nada por lo cual felicitar a una persona? Primero
siempre hay algo, tienes que tratar de encontrar las cosas positivas y eso no es fácil cuando has
dedicado toda tu carrera de gerente a buscar las cosas malas. Segundo, si no es posible felicitar
directamente a esa persona, siempre es posible darle una voz de aliento y una voz de aliento significa
que tienes fe en su habilidad y el hecho de reconocer esa habilidad es a la vez un cumplido. Es decir,
una felicitación.
FELICITACION: Debe ser oportuna, en respuesta de algo concreto, incondicional y entusiasta. Tanto
las activas como las pasivas son fuerza poderosa. Las congratulaciones espontaneas, individuales,
específicas y únicas siempre serán mejores que las programadas, colectivas, generales y
convencionales.
El éxito es cuestión de actitud, energía, equilibrio y unión con los demás.
¿COMO FUE QUE LA GENTE CAMBIOS? Con confianza, con la verdad, forjando el amor propio,
premiando a quienes no tiraban de las palancas, premiando a quienes compartían la información,
fijando metas más elevadas, viviendo de acuerdo con los valores, capacitando, capacitando y
capacitando todavía más. Y no solo en los campos relacionados con la planta, una mente que aprende
y crece es una mente abierta y necesitábamos de mentes abiertas. Y vitoreando, retamos a cada una
de las personas de la planta a que sorprendieran a otra haciendo algo bien y cuando lo hiciera, llamara
a la central de Gung ho. Se tardó 3 años para llevar al nivel apropiado para poder certificarse como
gung ho. Lo mejor de todo fue que la totalidad de la planta disfruto del éxito, las bonificaciones
otorgadas por participación en las utilidades suplieron las necesidades de dinero y cada quien
amontono sobre los demás tantas congratulaciones activas y pasivas como se pudo.

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