Señales de Transito
Señales de Transito
Señales de Transito
1
Era tanto lo que se movía y desordenaba, que Camilo no sabía donde
sentarse.
2
“¡Silencio!” dijo la profesora. En ese momento, el marciano dejó de
gritar y la profesora de dijo “ya es hora que vayan a jugar al patio”.
3
Cuando se recostaron para descansar en una siesta el marciano se
reía y hablaba y metía ruido. No los dejó descansar.
4
Al día siguiente, el marciano llegó silenciosamente a la clase y se puso
inmediatamente a trabajar. Compartió sus cosas con sus compañeros
y colaboró con el trabajo de todos. A la hora del almuerzo se puso en
la fila, recogió su bandeja con almuerzo y se sentó apropiadamente en
el casino de la escuela. Comió su almuerzo sin desparramar o tirarle
comida a los otros y a la hora del recreo, jugó en el tobogán respetando
los turnos y sin correr riesgos, jugando en armonía con todos sus
nuevos amigos y amigas.
Cuando, en la sala, tuvieron que leer en voz alta, se sentó sin moverse
y se mantuvo bien calladito, pero escuchaba atentamente lo que los
otros leían.